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El P A P I R O

de los R I C O S
RENE KRÜGER

«MíESEEKJS
Con cierta regularidad, los manipuladores de los medios de información aprovechan
comercialmente la sensibilidad del mundo religioso por un lado y una cierta veta
antirreligiosa o por lo menos crítica de las instituciones religiosas por el otro, y anuncian
con frases rimbombantes algún nuevo descubrimiento, supuestamente único y
sensacional, relacionado con el campo religioso. Es importante recordar que hasta el
momento, en la mayoría de los casos tales anuncios se evidenciaron como totalmente
exagerados, cuando no falsos. Ninguna de esas supuestas informaciones sobresalientes y
"totalmente novedosas" logró derribar el valor del mensaje cristiano, erradicar la fe de
los corazones y las mentes de las personas creyentes o agregar información histórica
valiosa y fidedigna. A los manipuladores que distribuyen esos sensacionalismos no les
interesa en absoluto el contenido ni si es verdad lo que anuncian. Sólo les interesa vender.

Ahora, la ya larga serie de esas farsas se vio enriquecida por el "papiro de los ricos",
anunciado de manera aparatosa y pomposa por un canal de televisión y presentado por
su descubridor a nivel mundial con traducción simultánea a más de cuarenta idiomas.
Esta vez la cosa parecía tener solidez científica basada en datos de la papirología, la
arqueología, la historia antigua y la geografía histórica. Por contar con tanto respaldo
académico, ese papiro podría tener efectos fatales para la fe cristiana, pues su contenido
cuestiona y desautoriza absolutamente todo lo que dicen los cuatro Evangelios del Nuevo
Testamento.

¿Se trata de algo realmente fidedigno o apenas de un producto más de ese


sensacionalismo comercializado que gana mucho dinero vendiéndoles baratijas a
personas que tienen preguntas sinceras y profundas y que buscan un sentido para su
vida? Déjese acompañar en esta verificación por Jorge del Cántaro, un joven pastor que
vive y trabaja en Urdinarrain, Provincia de Entre Ríos, Argentina. A Jorge no le cierran
ciertos datos del papiro y de la historia de su recorrido a lo largo de dos mil años. Por ello
emprende un largo viaje para verificar punto por punto todas las afirmaciones del
papirólogo que publicó ese texto, que -según el canal de televisión que lo promocionó-
"por fin revela la verdad sobre los orígenes del cristianismo". Acompañe a Jorge en su
vertiginosa búsqueda de la verdad, que hará eclosión de una manera totalmente
inesperada.

EDITORIAL
saGepe
www.sagepe.com.ar
Rene Krüger, argentino, es Pastor de la Iglesia
Evangélica del Río de la Plata, Doctor en Teología
por el Instituto Universitario ISEDET y por la
Universidad Libre de Ámsterdam, Profesor titular
de Biblia/Nuevo Testamento en el Instituto
Universitario ISEDET (Buenos Aires, Argentina).
Colabora como docente invitado y conferencista
con diversas instituciones teológicas en América
Latina y Europa y con organismos ecuménicos
internacionales. Es traductor y editor de diversas
obras, autor de numerosos artículos y conferencias
sobre temas de su especialidad y de una serie de
libros académicos y de divulgación, entre los cuales
se destacan los siguientes:

Métodos Exegéticos (con S. Croatto y N. Míguez);


Interpretación Bíblica; Gott oder Mammón. Das
Lukasevangelium und die Okonomie; Alternativas
para un mundo justo. Globalización y pobreza:
Perspectivas bíblicas (con S. Croatto y otros); Volver
del abismo. Un abordaje pastoral del alcoholismo;
Der Jakobusbrief ais prophetische Kritik der
Reichen; Pobres y ricos en la Epístola de Santiago. El
desafío de un cristianismo profético; Solidarisch
Mensch werden. Psychische und soziale Destruktion
im Neoliberalismus - Wege zu ihrer Überwindung
(con U. Duchrow, R. Bianchi y V. Petracca); Ulrico
Zuinglio. Una antología (con D. Beros); Felipe
Jacobo Spener. PÍA DESIDERLA,(con D. Beros);
Testimonios evangélicos en América Latina (con D.
Beros); La diáspora. De experiencia traumática a
paradigma edesiológico; Hoy les ha nacido el
Salvador; Dios o el Mamón. Análisis semiótico de
proyecto económico y relacional del Evangelio de
Lucas; El tesoro de las ruinas.
Otros títulos de Editorial SAGEPE:

EUWW

El tesoro de las ruinas


Dr. Rene Krüger

HACÍA, un*/
EVANGELIZACION
RESTAURADORA

JORGE A. LEÓN

Hacia una Evangelizacion


Restauradora
Dr. Jorge A. León

EDITORIAL
saGepe
EL PAPIRO DE LOS RICOS

Rene Krüger

Hllll EDITORIAL
lililí saGepe
Buenos Aires, Argentina, 2010
Krüger Graf, Rene Joaquín

El papiro de los ricos. - l a ed. - Buenos Aires: Sagepe Editores, 2010.


252 p.; 14,8x22 cm.

ISBN 978-987-25837-0-5

1. Narrativa Argentina. 2. Novela. I. Título


CDDA863
Dedicatoria
Dedico estas páginas a la generación que nos sigue en edad, rogando a Dios que
sus integrantes puedan descubrir, practicar y transmitir el Evangelio de Jesucristo,
tal como lo testifica la Biblia.
El autor

lililí EDITORIAL
lililí saGepe
IMPRESO EN ARGENTINA
PRINTEDIN ARGENTINA

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723

© 2010 Editorial SAGEPE


Buenos Aires-Argentina
Primera Edición: 2010
Tirada de 1000 ejemplares
ISBN: 978-987-25837-0-5

Diseño deTapa: Sandra Pedace

Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial SAGEPE

Se terminó de imprimir en mayo de 2010


por Grancharoff Impresores
Tapalqué 5868, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
impresores@grancharoff.com

5
índice
Dedicatoria 5
Una invitación 9
1. Un anuncio fulminante 13
2. Un contenido extravagante 19
3. Un texto aberrante 37
4. Un manojo de errores 51
5. Una herencia inesperada 61
6. La tumba en Nag Hammadi 73
7. El castillo de Tierra Santa 89
8. EnelAreópago 99
9. En las profundidades de la Ciudad Eterna 107
10. La Cámara de Ámbar 119
11. El fulgor de Berlín 135
12. Psicólogos ilustres 143
13. La Políglota de Salamanca 153
14. La imprenta en la selva misionera 163
15. Un bibliotecario obsesionado 175
16. La Biblia azteca 185
17. El sello de garantía del fraude 203
18. A un paso de la muerte 211
19. El enfrentamiento decisivo 219
20. El golpe final 229
Bibliografía básica de referencia 247

7
Una invitación
Con cierta regularidad, los manipuladores de los medios de información apro-
vechan comercialmente la sensibilidad del mundo religioso por un lado y una
cierta veta antirreligiosa o por lo menos crítica de las instituciones religiosas por
el otro, y anuncian con frases rimbombantes algún nuevo descubrimiento, su-
puestamente único y sensacional, relacionado con el campo religioso. Es impor-
tante recordar que hasta el momento, en la mayoría de los casos tales anuncios
se evidenciaron como totalmente exagerados, cuando no falsos. Ninguna de esas
supuestas informaciones sobresalientes y "totalmente novedosas" logró derribar el
valor del mensaje cristiano, erradicar la fe de los corazones y las mentes de las per-
sonas creyentes o agregar información histórica valiosa y fidedigna. En un primer
momento, el nuevo "producto" suele ser presentado como "un tema que nunca
fue dado a conocer", "la verdad jamás dicha sobre los orígenes del cristianismo",
"algo que siempre se ocultó pero que ahora salió a luz", y otras fanfarroneadas
mediáticas con las que un grupo selecto pretende manejar la opinión mundial,
siempre con el objetivo de meter su mano en el bolsillo de la gente y sacarle su
dinero. Luego de algún tiempo, en el que esas "noticias" siembran dudas, levantan
preguntas cautelosas, provocan turbación y producen buenos ingresos a quienes
las venden, suele imponerse una cierta desilusión. Pasado un lapso prudencial, las
novedades" dejan de interesar, ya sea porque se evidenciaron como pompas de
jabón, espuma barata o vapor sin solidez; o simplemente porque la gente pierde
el interés en ellas. A los manipuladores que distribuyen esos sensacionalismos
no les interesa en absoluto el contenido ni si es verdad lo que anuncian. Sólo les
interesa vender.

Así pasó con algunas afirmaciones altisonantes sobre los textos del Mar Muer-
to; con el 'Código", que fue el producto que más arrasó y que a la vez contenía
a mayor cantidad de inexactitudes y falsedades; con una tumba en cuyos osarios
supuestamente se encontraban los restos de toda la familia de Jesús; con el Evan-
gelio de Judas, un texto de mediados del siglo II pero que fue anunciado como
a
verdad sobre el discípulo que entregó a Jesús"; con una inscripción hecha con

9
10 El papiro de los ricos Una invitación 11

tinta en una piedra que sugería que la concepción de un Mesías muerto y resuci- Agradezco a la Lie. Laura Tolú y al Pastor Darío Barolín por permitirme in-
tado era anterior a Jesús... cluirlos como personajes en el desarrollo de la trama; al Prof. Dr. Francisco García
Cabe preguntar por qué esos anuncios "prenden" con tanta facilidad. Puede Bazán por autorizarme a citarlo y a incluir aquí parte de las explicaciones expues-
haber múltiples respuestas, vinculadas acaso con el malestar en la cultura, ten- tas en sus obras El evangelio de Judas y Las tumbas de Jesús (véase la bibliografía);
dencias contrarias a las instituciones religiosas, la avidez de novedades, el gusto a Andrés Krüger por su asesoramiento en materia de programación; al Profesor
por lo oculto y esotérico, y también una búsqueda sincera del misterio y de la Cristian Gómez, Director de Maná, Museo de las Sagradas Escrituras, de México,
dimensión trascendental. Las reacciones masivas a tales "productos" hábilmente por permitirme incluirlo en persona en el capítulo sobre este Museo; y a Víctor
colocados por los megamanipuladores de la opinión pública deben dar de pen- Krüger, aquí alias Vito del Conde, por acceder a brindar un concierto de guitarra
sar a las Iglesias cristianas y llevarlas por un lado a una revisión de su manera de en esta historia.
anunciar el Evangelio de Jesucristo y de ser comunidad; y por otra, a no dejarse El autor.
ilusionar por aquello que "vende bien", logra éxito impactante, entusiasma y en-
canta fácilmente a las grandes masas. La línea divisoria que separa la recepción
del misterio divino real de la fantasía patológica es muy débil y difusa. Es fácil
confundir "verdad oculta" con trascendencia, "novedad absoluta" con las buenas
nuevas del Evangelio, "sentido profundo jamás sacado a luz" con el verdadero
sentido de la vida revelado por la Biblia y del que hemos de apropiarnos en un
constante esfuerzo personal y comunitario con nuestra práctica de fe y amor.

Le invito, estimada lectora, estimado lector, a prolongar ahora la serie de los


sensacionalismos al "papiro de los ricos". Observe cómo este producto se suma a
la larga lista de objetos pomposos anunciados con colores chillones y gritos estri-
dentes. Vea cómo la cosa parece tener solidez científica basada en datos de la pa-
pirología, la arqueología, la historia antigua y la geografía histórica. Precisamente
por contar con tanto respaldo académico, ese papiro podría tener efectos fatales
para la fe cristiana, pues su contenido cuestiona y desautoriza absolutamente todo
lo que dicen los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento. Pero verifique usted
por su cuenta si realmente se trata de algo fidedigno o apenas de otro producto
fraudulento más de ese sensacionalismo comercializado que gana mucho dinero
vendiéndole baratijas a personas que tienen preguntas sinceras y profundas y que
buscan un sentido para su vida. Déjese acompañar en esta verificación por Jorge
del Cántaro, un joven pastor que vive y trabaja en Urdinarrain, Provincia de En-
tre Ríos, Argentina. A Jorge no le cierran ciertos datos del papiro y de la historia
de su recorrido a lo largo de dos mil años. Por ello emprende un largo viaje para
verificar punto por punto todas las afirmaciones del papirólogo que publicó ese
texto, que -según el canal de televisión que lo promocionó- "por fin revela la
verdad sobre los orígenes del cristianismo". Acompañe a Jorge en su vertiginosa
búsqueda y su valiente publicación de la verdad, no exenta de gravísimos riesgos
para su vida, misión ésta que hará eclosión de una manera totalmente inesperada.
1. Un anuncio fulminante
Instalado cómodamente en su sillón frente al televisor y saboreando un exquisito
mate, Jorge del Cántaro no podía creer lo que estaba anunciando un periodista.
Había terminado de ver las noticias; luego recorrió varios canales para ver si pa-
saban algún programa religioso, pues en Semana Santa solían exhibirse películas
relacionadas con tales temas. Ya eran clásicas e infaltables las películas "Los Diez
Mandamientos", "La Pasión", "Ben Hur"; y de tanto en tanto también aparecía
algún documental sobre la Síndone de Turín. Al no encontrar nada que le intere-
sara, Jorge quiso apagar el aparato y salir a caminar unos minutos por el apacible
pueblo de Urdinarrain, que a pesar de su designación oficial de ciudad seguía
siendo una gran aldea de espíritu familiar.

Pero en ese momento un periodista deportivo anunció que el canal acababa de


recibir una noticia importante, razón por la cual debía interrumpir brevemente su
informe sobre goles, primeros puestos, victorias y pérdidas. En pantalla apareció
una locutora vestida íntegramente de violeta -vaya a saber si para hacer juego con
el carácter litúrgico del día o de pura casualidad— que indicó con voz pausada y
cuasi misteriosa que un canal de los Estados Unidos había comunicado a la prensa
escrita, radial y televisiva mundial el hallazgo de un papiro "que por fin revelaba
la verdad sobre los orígenes del cristianismo". Según la dama en violeta, se trataba
de algo sumamente serio, que comprometería la fe de más de mil millones de
personas en toda la tierra y que derribaría de un solo golpe unos cuantos dogmas
arraigados desde hacía casi dos milenios. Más no quería o no debía decir la dama
por el momento. Prometió simplemente que este canal - "el primero, como siem-
pre, con todas las noticias" - brindaría un adelanto del sensacional descubrimien-
to en la noche del Jueves Santo, y que la información completa sería ofrecida en
'a noche del Sábado de Gloria y el Domingo de Pascua, en transmisión directa y
en cadena con el canal asociado de los Estados Unidos. El programa incluiría un
re
portaje en vivo a quien brindará la revelación, con fotos del papiro, la lectura y
raducción de sus principales partes y todas las pruebas científicas del caso.

13
14 El papiro de los ricos ± Un anuncio fulminante 15

Jorge no pudo menos que sacudir la cabeza ante tamaña desproporción. respectivamente. Se sentía realizado y feliz; realizado vocacionalmente y feliz por
Como si un fragmento de papiro pudiera anular la historia de dos mil años de fe, la armónica relación con la feligresía de la iglesia. Claro que también sufría ten-
convicción e investigaciones absolutamente serias. Apagó el televisor y murmuró siones y algunos cuestionamientos, tenía preocupaciones y ansiedades; pero sabía
algunas palabras de bronca. Así como sucedía con las películas religiosas clásicas, sobrellevarlos sin mayores sobresaltos.
también ya era común que casi todos los años en esta época se largaba alguna
Mientras caminaba tranquilamente por las anchas veredas, pisando cada tanto
gansada sensacionalista que supuestamente debía hacer tambalear la religión cris-
las primeras hojas amarillentas que algún vientito otoñal había arrancando de los
tiana. Los megamanipuladores de la opinión mundial conocían perfectamente
árboles, Jorge no pudo desprenderse emocionalmente de la increíble afirmación
la sensibilidad del mundo religioso cristiano, incrementada y en algunos casos
sobre el misterioso papiro que "comprometería la fe de más de mil millones de
incluso exasperada en los días previos a las grandes celebraciones del año litúrgi-
personas" y que brindaría "la verdad sobre los orígenes del cristianismo". Un seg-
co, fundamentalmente la Semana Santa y la Navidad. Por consiguiente, aprove-
mento de papiro, ¿capaz de cambiar la historia mundial? ¿Anular la fe de millo-
chaban con maestría esa veta para ubicar sus productos con bombos y platillos.
nes? Jorge sacudió la cabeza. Comenzó a pensar en sus seres queridos, todos ellos
Cuánto más dramático el anuncio, mejor. El contenido y la comprobación de
portadores de esa fe ancestral e inveterada.
veracidad no importaban en lo más mínimo.
Su madre, Mercedes, era mexicana y de confesión evangélica. Tres décadas
El anuncio fulminante le había arruinado el día a Jorge. Decidió despejar atrás, había sido enviada por su Iglesia a una convención sobre literatura cristia-
algo la mente y sus sentimientos y realizar la proyectada caminata. Afuera, un na que se realizaba en Buenos Aires. Allí conoció a un joven librero de nombre
espectacular cielo otoñal desplegaba su calidez sobre Urdinarrain, la tranquila Gustavo, también evangélico, hijo de una correntina, Doña Jacinta Arantes, y
ciudad enclavada en la verde campiña de la Provincia de Entre Ríos, parte de la de un español de pura cepa, Don Javier Gustavo Manuel Filiberto del Cántaro
Mesopotamia argentina. Era un Domingo de Ramos "de lujo", como mejor no se Villalobos y Cuentas, pues, para servirles, Señoras y Señores, con todo respeto. La
lo podía desear. A la mañana, todas las comunidades cristianas de la localidad ha- bisabuela materna de Jorge, Rosina von Kánel, había sido suiza; y el bisabuelo,
bían celebrado la fecha correspondiente; y ahora, a la media tarde, la población se Pedro Arantes, brasileño. Los bisabuelos paternos, Paulina Segovia y Juan Pablo
volcaba a las vías públicas. Así lo marcaba la costumbre, pues en las casas no había del Cántaro Villalobos y Cuentas, remontaban su existencia a antiguas regiones
mucho que hacer. El día libre destilaba relax por todos los poros. Los ancianos españolas. Con estos antecedentes genealógicos, Jorge era un vastago no de un
disfrutaban del mate, sentados cómodamente en las veredas delante de sus casas. tronco, sino de toda una maraña de árboles, raíces, ramas, hojas y copas. Cuando
Las parejitas jóvenes recorrían las arterias urbanas en pequeños grupos, algunos sus padres lo inscribieron en el Registro Civil, el apellido quedó reducido simple-
alejándose un poco más que otros de las vistas curiosas y los picos entrometidos mente a del Cántaro.
de quienes las observaban cuidadosamente. Los muchachos solteros practicaban
equitación motorizada y hacían tronar los escapes de sus motos. Algunas criatu- A Jorge siempre le encantó esa designación familiar compuesta de origen ibé-
ras jugaban a la pelota en las dilatadas calles, y hasta los conductores respetaban rico. Parecía llevar en su estructura interna alguna reminiscencia de Calderón de la
el improvisado partido. El sosegado panorama evidenciaba a las claras que sus Barca, Francisco de la Alameda, Alvar Núñez Cabeza de Vaca o Luisa Delmonte. Así
habitantes lo acostumbraban transformar los domingos por la tarde en extensa por lo menos se imaginaba su portador. Pues bien, libros argentinos y mexicanos
zona peatonal, declarando entre todos cuan lejos se encontraba este pintoresco van y libros vienen, libros fueron y libros vinieron; y el librero Gustavo logró con-
conjunto de gente de las sacudidas masas que se veía obligada a apelmazarse en las vencer a su editorial a que abra un puesto de venta en México. Como los jóvenes
caóticas urbes, donde las turbulencias de la cotidianeidad borraban toda frontera tenían buenas intenciones, la madre de Mercedes, Doña Florencia Chávez Gon-
entre trabajo y descanso, día laborable y fin de semana, conversación apacible y zález, y el padre, Don Adán Navarro Cruz, no pusieron objeción alguna cuando
griterío histérico. luego de la quinta visita el joven argentino pidió formalmente la mano de la única
ni
ja. I ues así lo exigía la convención familiar; así lo habían hecho Don Adán y
Jorge había llegado a esta localidad hacía dos años, y desde entonces se des- ocios los sujetos masculinos que se habían insertado sucesivamente en el tronco
empeñaba en el cargo pastoral, compartiendo la responsabilidad con dos cole- a
miliar que hundía sus raíces en la más pura mexicanidad de medio milenio de
gas más, radicados en las localidades vecinas de Basavilbaso y Gualeguaychú,
16 El papiro de los ricos 1. Un anuncio fulminante 17

trayectoria, con quién sabe cuántas combinaciones, mezclas, cruces y composi- activamente con la obra social de su Iglesia. Alternaba la dedicación a los libros,
ciones étnicas y amorosas. las clases y las conversaciones con colegas estudiantes y docentes con prácticas en
las comunidades y los proyectos diacónicos. Cuando finalmente llegó el esperado
La ceremonia de bendición nupcial fue celebrada en el templo evangélico más
día de colación de grados, se sentía tensionado entre la nostalgia que le producía
antiguo de la capital azteca. Gustavo no salía del asombro ante tamaña forma-
la conclusión de la etapa altamente gratificante de los estudios y la expectativa
lidad que desplegaba el tropel de fieles que acompañaba a la familia de su novel
ansiosa por poder comenzar con el trabajo sobre el terreno.
esposa Mercedes Navarro Chávez. No sabía qué debía admirar más, la profunda
convicción religiosa de la comunidad en la que estaba incorporada su familia, la Ahora estaba abocado de lleno a su tarea. De a ratos, la inmensidad de la tarea
cortesía resuelta que todos desplegaban en el trato cotidiano, o la conciencia de la y la responsabilidad de la transmisión del Evangelio le sacudían fuertemente. No
propia dignidad tan típica del pueblo mexicano. Decidió admirar las tres dimen- en el sentido de que no tuviera firmeza o coraje; sino que pasaba momentos en
siones a la vez, y eso le abrió muchas puertas. que se sentía demasiado pequeño ante tamaña misión. Pero sabía que si Dios lo
había puesto allí, también le ayudaría a llevar a cabo fielmente su mandato. Con-
Al año se anunció la proyección de la vida en el seno del joven matrimonio;
taba con el apoyo de sus padres, que lo visitaban todas las veces que su tiempo y
pero antes de que Doña Florencia y Don Adán pudieran verse agraciados con la
su economía se lo permitían.
transformación al estado de abuelos, la editorial de Buenos Aires resolvió cerrar la
filial en México, ofreciéndole a Gustavo un puesto de gerencia en Buenos Aires. Y sobre todo contaba con el apoyo de su novia, Gladys Frisch Villalba, futura
Los tiempos eran difíciles y había pocas perspectivas laborales; y muy a pesar de estudiante de historia. Había pasado su infancia y su juventud en Posadas, capital
todos, la pareja tuvo que resolver su traslado a la Argentina. de la Provincia de Misiones. Jorge y Gladys se conocieron en un Sínodo de la
Iglesia, en el que Jorge participaba como pastor y Gladys como delegada de un
Aquí nació y se crió el primogénito de la pareja, Jorge. Desde temprana edad,
grupo juvenil. Era amor a primera vista; y aquí sí se aplicaba el dicho popular que
el muchacho sentía un interés especial por la Biblia. La abuela mexicana le había
afirmaba que "En el amor, la distancia es como el viento: apaga los fuegos pe-
enviado una versión para niños; y apenas supo leer, la aprendió prácticamente de
queños y aviva o enardece los grandes". Proyectaban casarse dentro de un tiempo
memoria. Por su interés en la religión, sus compañeritos de la escuela lo llamaban
prudencial, cuya duración era totalmente relativa, no sólo según la teoría secular
"el cunta"; y aunque él no se cansaba de explicar que en su iglesia evangélica el
de Einstein, sino de acuerdo a quién lo pensaba: para los dos, cuanto más breve,
cura se llamaba pastor, el mote era imborrable. Finalmente no le dio más impor-
mejor; para los padres de Gladys, podría ser un poco más largo. ¿Qué padres
tancia, y a partir de ese momento los demás también lo olvidaron.
quieren que sus pollitos se vuelen tan temprano del nido? Sea como fuere, la
Un año y medio después de su confirmación, Jorge sintió el llamado de Dios expectativa de semejante magno evento y la perspectiva de compartir toda la vida
al pastorado. Habló con sus padres sobre lo que vislumbraba en su interior. Ellos colmaban hasta el borde las conversaciones y los sentimientos de Jorge y Gladys.
quedaron gratamente impresionados; y quizá más gratificados aún se sintieron los
Pero en enero Gladys se había ido por un año a Barcelona. Le había tocado la
abuelos mexicanos evangélicos y la abuela correntina, que también era protestan-
suerte de ingresar a un programa de intercambio estudiantil entre colegios argen-
te, tal como la bisabuela suiza Rosina von Kánel. "Elegiste algo excelente", le dijo
tinos y españoles. Ello por supuesto incrementaba considerablemente la ansiedad
el abuelo Javier; a lo cual Jorge respondió con humilde orgullo creyente: "No, e la
joven pareja, pero ambos se dijeron que estas oportunidades no se ofrecían
Dios me eligió a mí".
ocios los días, y por consiguiente había que aprovecharlas, aunque ello los dis-
Jorge estudió teología en Buenos Aires e hizo un año de intercambio en Chi- anciaba geográficamente por doce largos meses. Se contactaban diariamente por
cago. Allí pudo perfeccionar su inglés y establecer numerosos contactos con es- correo electrónico y chat, lo cual por un lado bajaba unos grados la angustia y por
tudiantes de todo el mundo, lo cual le abrió enormemente la visión, suminis- el otro la subía.
trándole un panorama realmente universal de la Iglesia cristiana. Llegó a sentirse
A comienzos de la década de los noventa del siglo XX, los padres de Gladys,
miembro de una comunidad mundial y no sólo de su expresión local, lógicamen-
en rrisch y Juanita Villalba, habían protagonizado una genial aventura rela-
te imprescindible, pero siempre reducida. Ya durante su estudio, se comprometió
j a con el mito de un tesoro de la antigua Provincia Jesuítica del Paraguay.
18 El papiro de los ricos

Sobre el contenido de esta aventura, Rubén y Juanita jamás habían querido hablar,
por más que sus tres hijos insistieran una y otra vez. Sólo comentaban sus visitas
a las ruinas y los museos jesuíticos, exhibían espléndidas fotos y narraban miles
de detalles de sus recorridos, agregando algunos datos sobre ciertas experiencias
de corte dramático y casi trágico, tales como el acoso de un taxista en San Igna-
cio Miní al que Juanita dejó desmayado en su vehículo, la grosería de un yanqui
sobre el Puente de la Amistad que fue catapultado al Río Paraná, y un traumático
secuestro cuyos autores fueron muertos al día siguiente por una banda rival. Pero 2. Un contenido extravagante
el mito del tesoro siguió envuelto en su manto de misterio de siglos. Gladys había
heredado el coraje y el espíritu práctico de su madre y la racionalidad de su padre; Bastante malhumorado y con una buena dosis de amargura, Jorge se dejó caer pe-
y vivía su profunda fe cristiana con autenticidad, alegría y convicción. sadamente en el sillón frente al televisor y prendió el aparato. El Sábado de Gloria
Ya comenzaba a oscurecer cuando Jorge volvió a su casa. Le esperaba una se- había sido un día difícil. Además de hacer los últimos retoques al sermón para el
mana llena de trabajo. Pero también de tensa preocupación. Domingo de Pascua, también había preparado un tema bíblico para la reunión de
jóvenes del martes, se había reunido con las catequistas para elaborar varias clases
y el próximo campamento de chicos, y casi sobre la noche fue llamado a darle la
Santa Cena a una anciana gravemente enferma.

Pero no era eso lo que le había acumulado la hiél en la sangre y el ácido en el


alma. Era la expectativa ante lo que iba presentar esta noche la televisión al mun-
do entero. Acostumbrado a farsas hábilmente montadas y ávidamente absorbidas
por las masas que las convertían en verdades indiscutibles por el supuesto carácter
científico que parecían tener, Jorge esperaba lo peor. El adelanto prometido para
la noche del Jueves Santo había sido sólo una repetición de la primera noticia
lanzada el Domingo de Ramos. El plato gordo venía ahora, Sábado de Gloria. Y
lo que finalmente hizo su aparición en la pantalla fue peor que lo esperado.

A las veinte en punto, el director del canal presentó a Jonny Messer. El pa-
pirólogo era un hombre de algo más de treinta años. Estaba vestido de manera
deportiva, sobre la cabeza tenía el típico gorro de béisbol y llevaba puesto anteojos
oscuros. Se lo veía algo nervioso y bastante inquieto. Se movía constantemente
sobre la silla cromada, mientras que sus dedos tamborileaban a toda velocidad
sobre la mesa de vidrio esmerilado.
La conversación del director con Jonny era llevada en inglés y pasada con una
'eve diferencia de tiempo al español en subtítulos amarillos. Como Jorge domina-
ba perfectamente el inglés, no tuvo necesidad de seguir la traducción. Igualmente
'o hacía a veces, constatando que de tanto en tanto se filtraban errores.
El director informó que Jonny Messer, nacido en Chicago, era docente e inves-
tigador privado, especializado en papirología, es decir, el estudio de papiros pro-
venientes de la antigüedad. Residía en Nueva York y había hecho un sensacional

19
20 El papiro de los ricos ¡jn contenido extravagante 21

descubrimiento que él mismo iba a presentar en dos programas sucesivos, a emi- Tonny abrió la carpeta azul, sacó ocho folios transparentes, cada uno con una
tirse esta noche y mañana, como aporte del canal a la celebración mundial de la hoia de papiro en su interior, y los colocó ordenadamente delante de sí sobre la
Semana Santa. mesa. Después volvió al portafolio, sacó una lupa de gran tamaño y tres hojas
impresas que colocó a continuación de la última hoja de papiro. Después hizo su
"No conoce el mundo," pensó Jorge; "la Semana Santa no es celebración
primera declaración.
mundial. Fuera de los ámbitos cristianos, no se la conoce ni se la festeja. Además,
los ortodoxos la celebran en otra fecha". En primer lugar, tengo que comunicarle a la humanidad que el cristianismo
es una gigantesca falsificación realizada por una secta de Galilea, que se apropió
Siguió explicando el director que ante la importancia capital del extraordina-
rio descubrimiento, el canal había logrado organizar una cadena televisiva inter- del mensaje de Jesús y lo transformó radicalmente, adaptándolo a sus propios
nacional, transmitiendo la presentación simultáneamente en 136 países y en 45 fines.
idiomas, ofreciendo la traducción en cada país o región con el correspondiente Una bomba no habría producido un cráter mayor que la boca y los ojos del
subtitulado. Explicó que la traducción iba a aparecer luego de un breve lapso de director del canal, inmensamente abiertos como asustados por esta afirmación.
tiempo después de la conversación, debido a que cada traductor debía tipear su Después de un buen rato, el hombre logró tartamudear:
versión para convertirla en texto visible. También indicó que estaba previsto rei-
—¿Qué... qué está diciendo? Si eso es cierto, digo, ¿qué... qué haré yo con
terar los momentos culminantes del programa dos a tres veces durante el resto de
mi propia religión? Yo soy luterano, todos mis antepasados han sido luteranos
la noche y en el transcurso del día de mañana, según el interés del público.
desde 1532; ¿y ahora usted me cuestiona toda esa larga historia de cinco siglos?
Algo le decía a Jorge que ya había visto esa cara detrás de las gafas oscuras. Mi esposa proviene de una familia católica; ¿nos va a cuestionar su historia que
Pero por más esfuerzo que hacía, no lograba recordar dónde ni en qué ocasión o tiene unos cuantos siglos más?
cuándo.
—No es mi culpa —replicó Jonny—. Eso es lo que demuestra el papiro que
El nerviosismo de Jonny era realmente llamativo. Jorge sólo pudo explicarlo tengo aquí.
por el hecho de que el joven investigador aparecía quizás por primera vez en la te-
Jorge no sabía si la reacción del director era auténtica o teatralizada. Si se trata-
levisión. Y ello nada menos que en un programa de alcance mundial. Igualmente
ba de una transmisión en vivo, podía ser real; pero de esos periodistas sensaciona-
parecía demasiado perturbado.
listas se podía esperar cualquier cosa. Lo tenían todo estudiado. En primer lugar,
Jonny se agachó, tomó su portafolio que había dejado en el piso, lo colocó figuraban siempre el efecto y el rating. La verdad era secundaria. O ni siquiera eso.
sobre la mesa, lo abrió con parsimonia y extrajo una carpeta azul. Luego se puso Directamente no importaba.
guantes de goma; y antes de continuar con sus preparativos, el director le pregun-
—Es cierto —reconoció el director—; no estamos aquí para hablar de mi fe
tó con picardía:
personal, sino para escuchar su anuncio. Prosiga.
—¿A qué se debe tanto aparato y tanta ceremonia? ¿Nos trajo algún bacilo
—Con mucho gusto —dijo Jonny, ya con varios grados de mayor autocon-
de una nueva epidemia, un gas tóxico o una nueva especie de araña con veneno
nanza. Por lo visto, comenzó a disfrutar de su actuación—. Me cabe avisar al
mortífero?
distinguido público que hoy le hablaré sólo del contenido de este papiro y del
—No, no, tranquilo, no es nada de eso —replicó Jonny—. Traje un papiro camino que recorrió hasta llegar a mis manos; y mañana leeré partes selectas de
antiguo. este texto verdaderamente sensacional.
—¿Y para qué esos guantes? Jonny hizo una pausa, y el canal pasó unos anuncios comerciales. Luego de
res minutos el papirólogo volvió a aparecer en escena. Tomó pausadamente un
—El papiro tiene casi dos mil años. Hay que tratarlo como sumo cuidado.
aso de agua y comenzó con la presentación del contenido del antiguo texto.
22 El papiro de los ricos 2. Un contenido extravagante 23

Afirmó que el papiro evidenciaba a las claras que Jesús de Nazaret había sido Jonny hizo una pausa, mientras el director hizo poner en segundo plano una
hijo de un adinerado empresario de la construcción, cuyo campo de actuación serie de fotos de Jerusalén, especialmente de las zonas de excavaciones arqueológi-
cubría no solamente la aldea natal de Nazaret, sino las ciudades de Céforis, Ti- cas. Luego hizo presentar fotos de artefactos militares de la época de Jesús, toma-
berías, Capernaúm y varias urbes de la Decápolis, extendiéndose por el noroeste das en el Museo de Israel: una coraza romana, cascos, lanzas, espadas, modelos de
hasta Tiro y Sidón. Luego de una corta carrera como técnico en el negocio de su catapultas, puntas de flechas. Después pasó a la colección de monedas del Museo
padre, donde llegó a conocer a mucha gente importante y a apreciar sus aspira- a los efectos de ilustrar las múltiples relaciones comerciales que se desarrollaron
ciones y posibilidades, Jesús Hijo de José optó por abrir una especie de instituto en la tierra de Israel hacía dos mil años. Aparecieron monedas de Siria, Grecia,
ambulante de formación de líderes, como los había también en otras partes del Roma, Israel; como también varias acuñadas por regentes y gobernadores locales,
mundo judío bajo modalidad religiosa y en Grecia bajo modalidad filosófica. Así entre ellos, Poncio Pilato. La cámara se detuvo especialmente en tres monedas,
recorrió su país enseñando el camino del éxito y de la prosperidad, formando trayéndolas a primer plano: la del "impuesto al César", con la efigie del empera-
un grupo de élite con empresarios jóvenes, reclutados sobre todo en la próspera dor y la inscripción correspondiente; un ejemplar acuñado por Pilato, que chocó
región de Galilea. Se trataba de dueños de flotas de pesqueros, constructores, gravemente al sentir religioso y nacional de los judíos por su agresiva imaginería;
maestros, expertos en economía y finanzas, literatos, administradores jerárquicos y un ejemplar de la célebre serie "Iudaea capta", acuñada por los romanos luego
de oficinas recaudadoras de impuestos, y otros más. Tuvo frecuentes encuentros de la victoria sobre los judíos y la destrucción de Jerusalén en el año 70 de la era
con personas influyentes, tales como ricos, magistrados, fariseos renombrados, común.
jefes del sistema impositivo e incluso militares romanos. Solía hospedarse en los
Jorge se sintió pésimamente mal. La osada construcción que exponía Jonny
hogares de estas personas y los alentaba en su búsqueda de éxito, cifrado bajo la
Messer le había tocado en lo más íntimo de su fe y de su sentir pastoral. Lo que
designación religiosa de bendición divina.
estaba presentando el papirólogo contradecía todo lo que Jorge y millones de
Formuló sus enseñanzas en forma de parábolas, tales como la de los viñado- personas habían aprendido desde la infancia y de lo cual estaban convencidos. Y
res, el rico que tuvo una cosecha extraordinaria, el administrador inteligente, los eso que Jonny recién estaba comenzando.
talentos y otras más. Inculcó la necesidad de realizar cálculos, obtener ganancias, El tipo retomó su exposición. Explicó que el papiro que tenía delante de sí y
sopesar posibilidades, hacer negocios arriesgados y nunca bajar los brazos. Sus del cual leerá diversas partes destacadas en el programa de mañana era muy ante-
enseñanzas lo revelan como un joven líder rico que adoctrinaba a otros adultos rior a los Evangelios del Nuevo Testamento y contenía la trascripción directa de
jóvenes en el camino de la prosperidad y del éxito, con la ayuda de Dios. las enseñanzas y los informes sobre los principales encuentros de Jesús de Nazaret
Juntamente con su grupo de talentosos miembros de la inteligencia local y del con los empresarios de su entorno. El papiro había caído en el olvido y su conte-
empresariado más prometedor, tuvo la idea de hacerse con el poder político de nido quedó totalmente sepultado debajo de montañas de relatos de otra historia,
su país, a los efectos de brindar una plataforma independiente para el trabajo, la construida posteriormente.
producción, el negocio y la obtención de ganancias. Para lograr esa meta, debía —¿Cuál es esa "otra historia", si se puede saber? —preguntó el director del
arrebatar primero el poder de las manos de los romanos, que en ese momento canal—; ¿y qué pruebas hay de su existencia?
constituían la fuerza imperial de ocupación en Israel. Sus seguidores colaboraban
con importantes sumas de dinero para la formación de un grupo de combate —Pues la historia de la Biblia, la que nos contaron hasta ahora, ésa es la "otra
bastante reducido, pero sumamente eficaz. historia" —explicó Jonny—. Pero gracias al papiro que descubrí y descifré, ahora
se conocerá la verdadera versión de los inicios del cristianismo.
El plan preveía que una vez lograda la independencia militar y política, los
líderes debían ocupar todos los puestos de importancia en la administración del —¿De qué época es ese papiro?
país, a los efectos de lograr también la independencia económica y comercial. Ello —Yo diría que más o menos del año 35 ó 40 de la era cristiana.
iba a fomentar un rápido progreso de todos los integrantes y aspirantes del grupo,
el cual iba creciendo vertiginosamente. Es decir, fue escrito pocos años después de la muerte de Jesús.
24 El papiro de los ricos 2. Un contenido extravagante 25

—Así es —aseguró Jonny—. Es anterior a los Evangelios, lo cual pude com- Jonny retomó sus explicaciones. Jorge esperaba más "revelaciones peligrosas".
probar con un estudio paleográfico. Efectivamente, el hombre pasó a explicitar su parte propia de la extensa teoría,
—Perdone mi ignorancia —dijo el director—; ¿podrías explicarnos qué es un teniendo la suficiente honradez de aclarar que lo que venía ahora era una re-
estudio paleográfico? construcción hipotética de los hechos, que permitía establecer una línea entre
lo contado por el papiro con la historia posterior fijada en los Evangelios y en el
—Con gusto. La paleografía no es otra cosa que el estudio de escrituras anti- cristianismo primitivo. Dijo que como sucedía con toda hipótesis de trabajo, él
guas. Sirve para descifrar y datar textos antiguos. como su creador la mantenía hasta que se demostrara lo contrario.
—¿Y cómo se hace esa datación? Digo, ¿cómo se sabe que este pergamino es Según su reconstrucción, basada en algunos datos arqueológicos y en textos de
de tal o cual año? la época, un grupo sectario llamado los "pobres de la tierra", gravemente frustrado
—Por comparación de las letras, abreviaturas, anagramas, siglas, etc. con otros por el rápido éxito que tuvo Jesús con su grupo de élite, y como tantos pobres
textos antiguos que ya han sido datados porque llevan fechas exactas. Como las lleno de rencores, envidias y resentimientos sociales contra quienes saben, pueden
letras evolucionan, cada época tiene las suyas. Por ejemplo, en épocas pasadas, en y tienen, denunció a Jesús ante la autoridad romana. El contenido de la denuncia
algunos países europeos los libros se imprimían en letras góticas. Hoy ya no se era el hecho de que Jesús era rebelde político, un "pretendiente al trono" cuyo
usan esas letras. objetivo era tomar el poder y hacerse rey. Uno de los discípulos de Jesús, Judas,
economista y experto en cuestiones políticas, en realidad había sido un infiltrado
—Entonces un experto en paleografía es algo así como un detective de escri- perteneciente a ese grupo de miserables. Es posible que incluso fuera agente doble
turas antiguas —sintetizó el director—. ¿Es así? perteneciente a los servicios de información de los romanos; o hasta triple, traba-
—Exacto. jando también para el establishment de la aristocracia saducea local del templo
de Jerusalén. De hecho, Judas vendió la información relacionada con los planes
—Me imagino que un paleógrafo no sólo puede descifrar lo que un texto dice, de la toma del poder a las autoridades de Jerusalén, y éstas se conectaron con el
sino también constatar que es verdad lo que dice, ¿no?
gobernador romano. Jesús fue apresado y juzgado primero por el Sanedrín como
—Bueno... este... bien —tartamudeó Jonny—, puede descifrar el texto, y a falso mesías y luego por el gobernador romano Poncio Pilato como rebelde, acu-
veces puede certificar la verdad de lo que dice, pero no siempre. sándoselo de querer hacerse rey de los judíos. Fue condenado al suplicio de la
cruz, una forma de pena de muerte aplicada sólo a esclavos fugitivos, criminales
—Y en este caso, ¿puedes certificarnos que es cierto lo que dice este pergamino?
"pesados" y rebeldes políticos. Juntamente con él fueron crucificados dos rebeldes
—Creo que sí, porque estudié no sólo su escritura, sino también su recorrido más, miembros de otro grupo de sediciosos. Un cuarto rebelde, Barrabás, que po-
y su contenido. cos días antes había dado muerte a un romano, obtuvo su libertad de acuerdo a la
costumbre del gobernador de soltar a un preso en la Pascua, a pedido del pueblo.
Jonny hizo otra pausa, en la que la cámara presentó un primer plano de su
cara. Jorge notó algunas distorsiones, estirones y temblores apenas perceptibles Jonny prosiguió diciendo que el relato evangélico del sepelio del crucificado
que recorrían la faz del hombre, como cuando alguien no está del todo seguro de demuestra nuevamente su relación innegable con los ricos: su cadáver fue solici-
lo que afirma. Lástima que el tipo no se sacaba las gafas. Los ojos son las ventanas tado al gobernador romano por José de Arimatea, que era miembro del Sanedrín
del alma; y quien sabe interpretar los destellos que emanan de ellos, tiene acceso y gozaba de muy buena posición económica. Seguramente pagó alguna coima
a las profundidades del ser. Pero ahí estaban los gruesos cristales de color verde para obtener el cadáver; y juntamente con otro hombre influyente, Nicodemo,
oscuro, vedando todo acceso al interior del papirólogo. dio sepultura a Jesús en su propia tumba recientemente esculpida en la roca. Por
Ahora la cámara se detuvo sobre las hojas del papiro, para luego enfocar los de- cierto, ceder o prestar una tumba era un gesto para nada frecuente, y apenas usual
dos de Jonny, que seguían golpeando inquietamente la superficie de la mesa. Eran entre los miembros de la alta sociedad.
hormigas angustiadas que vagaban sin rumbo, en busca de azúcar inexistente.
26 El papiro de los ricos
2. Un contenido extravagante 27

Jonny hizo una nueva pausa. El director solicitó que la cámara mostrara fotos
de sepulturas antiguas en los alrededores de Jerusalén. Al instante, aparecieron tenga que silenciarse. Al contrario, este papiro evidencia que ese mensaje tiene
fotos de la tumba de la familia de Herodes, la reina de Adiabene, los profetas, ahora más fuerza que nunca, pues es una gran esperanza para la humanidad que
Absalón, Zacarías, algunos reyes; y luego tumbas anónimas. Casi de paso, Jonny busca desesperadamente cómo salir de las crisis sociales, económicas y espirituales
explicó que todas las tumbas conocidas de la época pertenecían a familias encum- que la golpean. Con el redescubrimiento del mensaje original, en realidad puede
bradas, pues excavar una tal tumba en la roca viva o esculpirla por completo por comenzar por fin la verdadera historia del cristianismo, que será la historia de los
dentro y por fuera como la de Absalón no era nada barato. fuertes, exitosos, emprendedores, ambiciosos y triunfadores.
El director pensó un rato y luego dijo:
Luego de este recorrido por las antiguas necrópolis, el director preguntó cómo
siguió aquella historia, reconociendo que el relato comenzó a fascinarlo. —Entonces podemos decir que lo que tú tienes ahí listo para leernos mañana
es el "papiro de los ricos".
Jonny explicó que según su reconstrucción hipotética, ante el éxito que había
tenido la actuación de Jesús, los integrantes del grupo de los "pobres de la tierra" Jonny tragó en seco. No se había esperado esa calificación de su papiro. Habría
(que también podía llamarse "los miserables de la tierra") se apoderaron de la figu- preferido llamarlo "el verdadero evangelio", "la historia real" o algo parecido. El
ra y del mensaje de Jesús, "empobreciéndolos". Hábiles tergiversadores retocaron director insistió:
los relatos de los encuentros de Jesús con personas ricas, cambiando a veces apenas
—¿No te parece que ese título cabe perfectamente a lo que nos estás trayendo?
sutilezas y produciendo de esta manera historias con contenido opuesto. Asimis-
mo, modificaron diversos elementos de las parábolas y de los discursos públicos Los técnicos, ávidos por toda novedad y hábiles en convertirla inmediatamen-
para producir historias con un mensaje totalmente contrario. Una vez elaborada te en verdad, instantáneamente hicieron aparecer el nuevo título del papiro en
una presentación del mensaje y las obras de Jesús diametralmente opuesta a la inglés en la pantalla; y cuando Jonny se percató de que en los monitores que lo
realidad original, le agregaron el relato de la resurrección, colocándose ellos mis- rodeaban por todas partes en el estudio mismo figuraba ese título, ya era demasia-
mos en el papel de testigos. Pero aquí cometieron diversos errores, pues algunos do tarde para intentar una corrección. Pues también quienes hacían la traducción
tenían una reputación muy dudosa, como aquella María de Magdala, una mujer simultánea agarraron la onda y pasaron el título a los demás idiomas. Los técni-
de la que se contaba que había sufrido de locura, atribuido en la antigüedad a la cos, sagaces y rápidos, supieron introducir esa avalancha babilónica de lenguas en
supuesta influencia de demonios; o un tal Cefas, posteriormente llamado Pedro, la pantalla; y ahora hubo una rápida sucesión del título en los 45 idiomas a los
que era un hombre sumamente caprichoso. También introdujeron como testigos que se estaba traduciendo la presentación. Jonny sólo logró decir:
a personajes anónimos: "los discípulos", "los Doce", "dos de ellos, que vivían en —OK, pero conste que ese título se lo dio usted al papiro. El original no tiene
un villorrio llamado Emaús", "otras mujeres", etc. Con estos datos vagos y difu- ningún título; y si alguna vez lo tuvo, se ha perdido. La primera hoja ya no está
sos, en realidad no se podía recurrir a nadie en concreto a los efectos de realizar completa, le faltan algunas líneas de texto.
una comprobación fehaciente. Aparentemente robaron también el cadáver, tal
como se indica incluso en uno de los Evangelios, atribuyendo este dato a una En la isla de edición, los técnicos hacían verdaderos malabarismos. De un foco
mentira de los judíos, pero sin percatarse de que al incluir el dato, se le concedía radiante salía ahora el título en un idioma tras otro y en su respectiva escritura,
estatuto de veracidad. ampliándose paulatinamente hasta llegar al borde de la pantalla. Inglés, español,
francés, portugués, griego, hebreo, alemán, ruso, árabe, hindi, japonés, coreano,
—Si ésta es la verdadera historia —constató el director—, todo lo que hemos amárico, malayo, armenio, búlgaro, polaco, húngaro, italiano, danés, sueco, esto-
estudiado hasta ahora se esfuma como humo de la historia, como una pompa de niano, finés, chino mandarín, checo, noruego, rumano, esloveno, afrikaans, letón,
jabón que ha reflejado lindos colores tornasolados, pero que ahora se revienta y lituano, suahili, neerlandés, catalán, guaraní, serbio, éusquera, eslovaco, nepalés,
desaparece. aymará, creóle, bengalí, javanés, ucraniano y turco - la lista parecía interminable.
—Así es —aseveró Jonny—; y lo lamento por quienes han construido su vida Luego apareció en pantalla como por arte de magia un mapamundi con la
sobre una equivocación. Pero esto no significa que el mensaje original de Jesús foto superpuesta de Jonny Messer en el centro, y nuevamente el centro irradiaba
28 El papiro de los ricos
2. Un contenido extravagante 29

el título en los 45 idiomas, ahora en colores alternados. Frente a la cámara, la cara


Entonces Jonny comenzó a explicar el recorrido del papiro. Dijo que según
del papirólogo había tomado un color pálido, como si su foto allá en el centro del
el diario de su padre, fallecido hacía varios años, éste había encontrado de ca-
mapamundi le hubiera transmitido algún tono venenoso. No parecía muy feliz
sualidad una primera referencia a un papiro que guardaba cierta similitud con
por hallarse en el centro de la atención mundial. Jorge tuve la sensación de que
los Evangelios, pero que contenía una versión bastante diferente de la vida de
Jonny se asustaba de su propio coraje o, mejor dicho, del efecto internacional de
Jesús. Esta referencia remitía a una tumba de un monje copto del siglo II de la
su presentación, mediatizado por los contornos del mapa y los destellos del título
era cristiana, miembro de una comunidad del convento de San Pacomio en Nag
del papiro.
Hammadi, que había pedido ser sepultado juntamente con un códice de papiro
Luego de algunos instantes, que a todas luces se le hacían pequeñas eternida- con un texto griego, cerrado y sellado, que él guardaba como su tesoro más apre-
des a Jonny, el papirólogo comenzó a moverse nerviosamente sobre su silla. El ciado. En esa misma localidad fueron encontrados valiosos textos coptos en 1945,
director salvó la situación con la siguiente pregunta. entre los que había varios evangelios apócrifos. El papiro trataba de Jesús y los
ricos de su época. Dado que los demás monjes no entendían griego, no le dieron
—Jonny, hasta ahora nos hiciste un resumen del contenido del "papiro de los ninguna importancia al papiro. Al fallecer el monje, sus compañeros cumplieron
ricos" y nos presentaste tu hipótesis de reconstrucción de la tergiversación hecha su último deseo, registrando ese hecho en las actas de su comunidad. El monje
por los "pobres de la tierra". Ahora nos faltan dos cosas. Nos tienes que contar fue sepultado en el cementerio cercano al monasterio, y su tumba era la primera
cómo llegaste a descubrir el papiro, y mañana te esperamos a la misma hora para de la tercera hilera contando desde la entrada al camposanto, empezando por la
que nos leas los principales pasajes del texto. izquierda. Todo esto quedó registrado en la crónica del convento. Ésta fue encon-
Jonny tomó nerviosamente unos sorbos de agua. Al volver a colocar el vaso trada y descifrada por el padre de Jonny en 1965 en la tumba del abad del con-
sobre la mesa, casi volcó el líquido sobrante sobre su papiro. Mientras tanto, vento; pero cuando el arqueólogo se puso a buscar la tumba del monje para dar
comenzaban a llegar los primeros correos electrónicas y las llamadas al canal. El con el misterioso papiro, resultó que el sepulcro había sido profanado y vaciado
director prometió que una vez finalizado el programa, Jonny y él iban a responder ya en la antigüedad. Del papiro, ningún rastro. Mejor dicho, ningún rastro físico,
todas las preguntas, pero que ahora tenían que continuar con el relato de cómo el pero sí tenues huellas posteriores en otros textos a lo largo de su extenso recorrido
papiro llegó a manos de su ya célebre descifrador. por diversos lugares del globo. Con el tiempo, el padre de Jonny había recopilado
todos esos vestigios del recorrido hallados en diversos documentos, siguiendo
Jonny abrió nuevamente su maletín y extrajo un viejo cuaderno, colocándolo luego paso tras paso el huidizo documento hasta dar con el mismo.
cuidadosamente sobre la mesa.
El segundo lugar donde fue escondido el documento más o menos por el siglo
—Este es el diario de viaje de mi padre Rich Messer, que en paz descanse — V o VI, fue el túnel excavado por los atacantes que tomaron por asalto el casti-
dijo—. El había sido arqueólogo e investigador privado. Fue él quien en realidad llo de Montfort en el norte de Galilea. Allí quedó por muchos siglos, hasta que
descubrió el papiro, luego de seguir sus rastros durante varios años. El papiro aproximadamente en 1920 pasó a una caja de metal instalada en una palmera en
viajó por muchos lugares hasta que lo obtuvo mi padre. Pero nunca descifró el el Areópago de Atenas. Se trataba de una especie de buzón de correo clandestino,
texto ni publicó nada al respecto. empleado para comunicaciones entre espías en el tiempo de la Primera Guerra
Mundial, y luego olvidado. De allí el papiro pasó a un nicho en una galería lateral
—Esto se está poniendo interesante, como una novela policial —comentó el
de las Catacumbas de Calixto en Roma, a pocos metros del cubículo del diácono
director con una amplia sonrisa—. A ver, cuéntanos esa historia. Hemos conve-
Severo. Después de abandonar ese lugar, con total seguridad en la maleta de algún
nido que mañana, después de la lectura del texto, nos darás todos los materiales
ladrón, comerciante de antigüedades o coleccionista furtivo, fue escondido en
para que los podamos colocar en el sitio web del canal: el resumen del contenido,
1966 en el doble fondo de la gaveta central del escritorio en la célebre Cámara de
el recorrido, el facsímile del papiro y su traducción completa.
Ámbar en el Palacio de Catalina en Pushkin, San Petersburgo, ciudad que en ese
—Así es —aseguró Jonny—; pero recién mañana. No me pida hoy esos momento se llamaba Leningrado. Por motivos desconocidos, pasó luego al arma-
materiales. rio del archivo en la "Catedral Francesa", el Fmnzósischer Dom, como se llamaba
30 El papiro de los ricos
Un contenido extravagante 31

en alemán, de la parte oriental de Berlín, que en aquel entonces era la capital de


Y continuó con su explicación sobre el peregrinaje del documento. Contó que
la República Democrática Alemana. Allí fue descubierto de casualidad por un
la nota en el libro de Nieremberg remitía a un bibliotecario que atendía la Colec-
carpintero durante la restauración de la fachada del edificio iniciada en 1967.
ción Jesuítica de la Biblioteca Mayor de la Universidad de Córdoba, Argentina,
Por vías no claras, el papiro llegó luego a Suiza, donde alguien lo adquirió e i 0 había visto y registrado en algún momento. El padre del papirólogo viajó a
para integrarlo a una colección de otros documentos antiguos, entre los que se Córdoba y encontró efectivamente en 1968 una referencia al papiro en el cuader-
hallaba un célebre códice copto encontrado con cinco otros tratados gnósticos en no de notas del bibliotecario de la Universidad. El bibliotecario le comentó que
Nag Hammadi. Ese códice llevaba el nombre del psicólogo Jung, en honor del un italiano lo había visitado ofreciéndole el documento a un precio exorbitante,
eminente académico. El padre de Jonny encontró este dato en un informe brin- pero como la Universidad no lo pudo adquirir, el hombre se marchó rumbo a
dado a un diario de Zúrich por Ruth Bütli, la bisnieta de Margarita Erni, amiga México, donde esperaba vender su reliquia. El padre de Jonny viajó al país azteca
de infancia del renombrado psicólogo. Decía la nota que un donante anónimo a principios de 1969, y tuvo la enorme suerte de que un viejo conocido lo pusiera
había pagado la friolera de cuatrocientos mil Francos por el papiro. Pero antes de sobre la pista de una copia de un fragmento del papiro que se encontraba en el
concretar la entrega del valioso documento al fundador del Instituto en persona Museo de las Sagradas Escrituras de México. Fue al Museo, revisó la copia y se
en enero de 1968, el papiro fue robado y volvió a desaparecer; pero poco tiempo puso a buscar el original, seguro de que ahora lo encontraría, pues la copia era
después se halló una referencia al documento en una hoja con anotaciones que muy reciente.
algún investigador olvidó entre las páginas de la Biblia Políglota Complutense en
— O sea, pudo constatar la existencia de lo que podríamos llamar una "Biblia
la Biblioteca de la Universidad de Salamanca.
azteca" —interrumpió el director—. ¡Qué fascinante!
Mientras Jonny narraba este periplo, los hábiles técnicos del canal trazaban el
—Bueno, de acuerdo, una "Biblia azteca" entonces. Pero fue sólo una copia
recorrido sobre el mapamundi, centrado en el norte de África, el Cercano Oriente
del papiro. Mi padre logró ubicar al intermediario que había vendido la copia
y Europa. Pero ahora tuvieron que ampliar el enfoque, pues después de la referen-
al Museo, y a través de este hombre dio finalmente con el poseedor del original,
cia a España, Jonny explicó que de pura casualidad su padre encontró una anota-
un huraño traficante clandestino de objetos antiguos cuya venta era considerada
ción hecha con lápiz en una página del libro La Biblia y su historia del sacerdote
ilícita. En un oscuro restaurante de una calle lateral, a pocas cuadras del Zócalo
jesuita Juan Eusebio Nieremberg, de Colonia, Alemania, libro que fuera editado
en pleno corazón de la capital azteca, mi padre adquirió el precioso documento.
en la imprenta jesuita de las Misiones del Paraguay en 1775 y que se hallaba en la
Biblioteca Nacional de Buenos Aires, Argentina. La nota marginal fue garabatea- —¿Cuánto pagó su padre por el papiro? —preguntó el director. Era la pregun-
da por algún investigador en el capítulo referido a los primeros papiros con textos ta más lógica del momento—. Me imagino que el precio fue muy alto.
bíblicos. Como Nieremberg no hablaba del "papiro de los ricos", el investigador
—Mi padre nunca quiso hablar de esta cuestión —dijo Jonny en voz baja—.
completó el listado de testigos antiguos del texto bíblico con este dato. Gracias
Y su cuaderno no registra absolutamente nada sobre el precio.
a este dato suministrado por el estudioso a todas luces neurótico y pedante que
no pudo con su genio, el padre de Jonny pudo localizar el siguiente paradero del Prosiguió informando que su padre llevó el valioso objeto a Nueva York, en-
papiro. Jonny agregó que el libro de Nieremberg fue reeditado en la Argentina vuelto en ropa sucia para evitar controles aduaneros y policiales; y que lo colocó
en 1967. en su caja fuerte en el Mount Alban Brothers Bank.

Antes de proseguir, el director preguntó algo confundido: —¿Cuál es ese Banco? —interrumpió el director—. Jamás escuché ese nombre.

—¿No son demasiadas casualidades y coincidencias? ¡Mira que ya vamos por —Es un banco muy pequeño, filial de una casa matriz mexicana de Oaxaca —
el cuarto continente! dijo Jonny, bajando la mirada—. Casi nadie lo conoce. Por eso mi padre guardó
allí el papiro.
—No es culpa mía que el papiro haya viajado tanto por el mundo, dejando
rastros por todas partes —se defendió Jonny—. Suerte que fue así. Continuó diciendo que poco tiempo después murió su padre. Aquí Jonny
a
gravó su timbre de voz y empleó tono de funebrero, secándose ostentativamente
32 El papiro de los r/cos
Un contenido extravagante 33

una lágrima del ojo izquierdo, lo que le permitió a la televidencia ver por U n
i avidez de dinero, era un dato sumamente desconcertante que ahora parecía
brevísimo instante un poco detrás de las gafas oscuras. Luego dijo que en es e
revelar parte de su secreto.
momento él tenía apenas dos años. Su madre mantuvo su cuenta bancada y ]
caja fuerte en el mismo banco, pero él creció sin saber absolutamente nada de] Una desesperación se apoderó de Jorge. Una sensación de verdadero pánico.
contenido de la caja. Al fallecer su madre, fue convocado por el banco en carácter Pensó en la fe de miles de millones de creyentes. Si era falsa y se basaba en un frau-
de heredero único, y recién allí tuvo acceso a la caja, hallando para su enorme de -cómo Dios podía permitir algo así a lo largo de dos milenios? Investigación
sorpresa el valioso conjunto de hojas marrones y el diario de viaje de su padre tras investigación, centenares de miles de libros teológicos, bibliotecas enteras
Tomó todo eso como un signo de la providencia, ya que se había especializado en dedicadas a escudriñar las Escrituras - ¿todo ello nada más que una falsa ilusión,
papirología y estaba en perfectas condiciones de descifrar, transcribir, traducir y y sólo porque este papirólogo haya encontrado unas hojas marrones con un texto
editar el texto antiquísimo. Y eso fue lo que hizo. supuestamente emparentado con los Evangelios, pero de signo contrario? ¿Y si el
papiro era falso? Peor aún, ¿si era falsificado? Pero, ¿cómo demostrarlo?
—Y aquí estoy —dijo, visiblemente aliviado porque se estaba acercando el
final de esta primera presentación—. Ahora usted, señor Director, conoce la his- La presentación en público del evangelio gnóstico de Judas, de la supuesta
toria y el recorrido de mi papiro; y mañana tendré el gusto de leérselo a usted y tumba de Jesús y de toda su familia, del "Código" y de otras "revelaciones" divul-
al distinguido público. gadas con una mercadotecnia cuasi perfecta habían evidenciado que las grandes
masas -por lo menos, las del mundo occidental- eran ávidas de noticias relacio-
Dicho esto, recogió con cuidado las ocho hojas del documento, las tres hojas
nadas con la religión; y cuánto más sensacionalistas y cuestionadoras, mejor eran
impresas, el diario de su padre y la lupa, colocó todo en su portafolio y agradeció
recibidas. No sirvió de mucho que después las investigaciones de mucha solidez
al director. Este lo despidió cordialmente y le aseguró que esta historia no sólo lo
académica demostraran que el evangelio de Judas era de mediados del siglo II y
haría famoso como descubridor del "Papiro de los ricos", sino que también apor-
que había sido redactado por un grupo gnóstico, y que por estas condiciones no
taría un elevadísimo rating al canal, pues jamás se había emitido un programa con
aportaba absolutamente nada nuevo y distinto a la historia de Jesús y de Judas
tanto alcance universal y en tantos idiomas en traducción simultánea.
mismo, sino que sólo contribuía a un mejor conocimiento de los gnósticos del
Como escena final, en la pantalla se volvió a ver el jueguito infantiloide del siglo II. Las masas no leyeron estos estudios, sino que se quedaron con las impre-
título en todos los idiomas de la transmisión, esta vez saliendo de la boca de Jonny siones recogidas por el programa sensacionalista divulgado por el canal televisivo
Messer y formando globos con luces destellantes. que presentó la primicia. Poco y casi nada sirviera que especialistas en historia,
arte y teología aclararan que el libro sobre el "Código" contenía un centenar de
Jorge se sentía cada vez peor. Si todo esto era cierto, él había dedicado su
errores garrafales; y que toda esa construcción de una relación de Jesús con María
vida a una pompa de jabón. Pensó en los años de escuela dominical, las clases
Magdalena, la hija de ambos, el priorato, los códigos en el arte de Leonardo, la
de confirmación, los cultos, los estudios bíblicos, los campamentos, las jornadas
limpieza" de los evangelios en la época de Constantino y tantas otras barbarida-
de formación, los retiros" espirituales, las conversaciones con tantas personas, los
des eran precisamente eso: barbaridades, falsificaciones, mentiras, ofensas al buen
libros leídos, los años de estudio de teología. Pensó en la fe auténtica de millones
gusto de historiadores y personas honestas que buscaban la verdad. El daño ya
de personas. ¿Todo eso fue en vano? ¿Una fantasía? La búsqueda del agua de vida,
estaba hecho. Las masas se quedaron con la pseudoimpresión de que el "Código"
¿una carrera tras un mero espejismo? Eso no podía ser.
se basaba en hechos reales. Evidentemente se jugó hábilmente con un doble men-
Pero ahí estaba el papiro, y quién sabe cuántas sorpresas más se ocultaban saje: se afirmó que es una novela, pero a la vez se indicó que se basaba en sucesos
en sus trazos apenas legibles. Porque algo de lógica parecía tener la reconstruc- reales y comprobables.
ción del papirólogo. La visita de Jesús a la casa de Zaqueo, ese rico cobrador de
impuestos; la sepultura por José de Arimatea en la tumba nueva, ésos eran he- Vulgus vult decepi, decían los antiguos latinos, "el vulgo quiere ser engaña-
chos contados sin tapujos en los Evangelios mismos. La negación de Judas, cuyos do ; pero no sólo el vulgo, sino también el inteligente, el formado, incluso el
motivos últimos no quedaban del todo claros y que podían ser varios y no sólo académico. La mejor comprobación de ello era la adhesión de más de la mitad
ae
la población a la astrología. Ésta carecía de toda base científica, pero seguía
34 El papiro de los ricos Un contenido extravagante 35

ejerciendo su fascinación sobre millones de vulgos, no vulgos, inteligentes, forma- . n o r a ncia y agresividad hacia todo lo que era cristiano, mucha gente devoraba
dos y académicos. Desde hacía más de dos milenios y medio, y a pesar de toda la rdientemente este tipo de basura. Y más aún si ésta atacaba la fe cristiana, la
información que la verdadera ciencia de los astros, la astronomía, ponía a dispo- Iglesia, la Biblia o la religión en sí.
sición de la población, la astrología seguía confundiendo, engañando, mintiendo
Eran las cinco de la mañana cuando Jorge logró pasar al sueño. El Sábado de
y embromando a la gente.
Gloria no había sido ningún Sábado de Gloria.
Jorge rumió su amargura durante varias horas, sin poder conciliar el sueño.
Revolviéndose en la cama como un destornillador sobre un tornillo loco, tuvo
que pensar que si era cierto lo del papiro, tenían razón aquellos predicadores que
divulgaban la "teología de la prosperidad", aquel verdadero engendro espantoso
de pésima interpretación del Evangelio. Afirmaban sus propagadores que la fe
auténtica forzosamente debía llevar a la prosperidad, pues el creyente tenía de-
recho a exigirle a Dios que lo bendiga ricamente. Y esa bendición era entendida
en sentido material, precisamente de progreso, prosperidad y riqueza. Y acaso
también de salud. El perdón de los pecados y la vida nueva, ese núcleo del anun-
cio evangélico original y siempre nuevo, quedaba en segundo o tercer plano. En
esta "teología", la proclamación bíblica fue sustituida por una versión totalmente
comercializada que proponía una transacción muy definida: "Da tu ofrenda a
Dios para que él te dé prosperidad". Era el viejo esquema llamado en latín do ut
des, doy para que des. Pero eso de "dar a Dios" en realidad significada "dar a tal o
cual iglesia", y, con mayor precisión aún, "dar al predicador". Y estos hábiles mer-
cachifles de la religión se enriquecían fatalmente. Así como hacía medio milenio
había habido una "industria del perdón" aceitada con la venta de indulgencias,
ahora había una "industria de la prosperidad" lubricada medíante la venta de
óleo sagrado, piedras, sal, velas, rosas, cintas, agua del Jordán, arena, cruces del
Gólgota, mantos, coronas, varas y cuanto objeto más al que se le podía adosar
un gramo de fantasía y locura religiosas. Para estos estafadores de la buena fe, el
papiro significaría un triunfo definitivo.

Antes de caer profundamente dormido, Jorge arribó a un enfoque interesante


y saludable con relación al "papiro de los ricos". Por lo poco que había soltado
Jonny Messer, Jorge tenía la impresión de que no se trataba de un documento au-
téntico, sino falsificado, ya sea realizado por algún grupo de la antigüedad como
en el caso del evangelio de Judas, donde el grupo gnóstico adaptó tradiciones
históricas a su ideología y las amplió; ya sea por alguien inescrupuloso en algún
momento posterior. Lo que le dolía profundamente a Jorge no era tanto la posi-
bilidad de que el contenido fuera auténtico, pues ésta era remotísima y quedaba
casi descartada. Le dolía el efecto a nivel masivo sobre la población, en el sentido
de desacreditar una vez más y de la manera más vergonzosa al cristianismo y
sus bases. Precisamente por la combinación de credulidad facilista, ingenuidad,
3. Un texto aberrante
Eran las seis de la mañana del Domingo de Pascua cuando el despertador arrancó
implacablemente a Jorge de lo más profundo del sueño. Jorge se levantó, se pre-
paró, juntó sus cosas y emprendió el viaje a la filial más dejada de su domicilio.
Jorge iba a predicar sobre el texto pascual de Marcos 16,1-8. A la tarde le tocaba
realizar un estudio bíblico sobre Lucas 19,1-10, la historia del encuentro de Jesús
con Zaqueo, el acaudalado jefe de cobradores de impuestos. Mientras conducía
el vehículo, Jorge no dejaba de pensar en lo que Jonny Messer había dicho sobre
aquel encuentro que según el texto bíblico le había cambiado la vida a Zaqueo,
como así también la vida de muchos pobres y de gente perjudicada. Confundido
por las sandeces del papirólogo y la vez turbado por lo que podía esperarle, pues
con seguridad sus fieles le preguntarían sobre el papiro, Jorge primero pensó to-
mar otro texto para su estudio; pero luego se dijo que era preferible tomar todo
esto como una prueba para su fe, de manera que resolvió mantenerse firme en lo
que había preparado.

Efectivamente, el programa del canal había logrado inquietar a mucha gente.


Varios feligreses preguntaron a su pastor qué opinaba sobre lo divulgado ayer. La
respuesta fue siempre la misma:
—Veamos primero lo que nos van a presentar esta noche, porque hasta ahora
no hemos escuchado otra cosa que interpretaciones, pero nada del texto mismo.
Esto conformó a los feligreses, y Jorge se alegró por poder celebrar un culto
restivo en el día de la resurrección del Señor. Se dejó contagiar por el mensaje pas-
cual y sintió la fuerza que seguía emanando del Resucitado. En plena celebración
de
la Santa Cena, mientras la comunidad rodeaba el altar y compartía el pan y
el
vino, Jorge se emocionó profundamente. Se sintió fortalecido en su decisión
mantenerse en la fe; y sin poder discernir claramente si la voz provenía de sus
Propias intenciones, de la necesidad del momento o de Dios, creyó percibir que
staba llamado a volcar sus esfuerzos al fortalecimiento de la fe, en contra de todo
lento y marea que pudiera levantar aquel papiro falsificado. Porque ahora Jorge

37
38 El papiro de los ricos Un texto aberrante 39

estaba más que seguro de que se trataba de un vil engaño. Sólo le faltaban tres los ayes, que hasta ahora conocíamos en una versión totalmente diferente en los
pasos: descubrir los elementos que aseguraban que era efectivamente un fraude, Evangelios de Mateo y de Lucas. Aquí está la versión verdadera:
verificar las intenciones, y refutar la falsificación de la manera más contundente y
"Bienaventurados ustedes, los ricos, porque ustedes heredarán la tierra.
masiva posible. El Amén al final de la ceremonia fue un sí de Jorge a lo que per-
cibía ser un llamado adicional a su habitual ministerio pastoral: derribar el ídolo Bienaventurados ustedes, los emprendedores, porque Dios les dará fuerza.
del falso "evangelio" propagado por Jonny Messer.
Bienaventurados ustedes, los que arriesgan mucho, porque Dios les premiará.
Eran las 18:30 cuando Jorge llegó a su casa. Estacionó el vehículo y guardó
Bienaventurados ustedes, los que logran producir en abundancia, porque así
sus cosas. Se preparó una frugal cena y se instaló nuevamente frente al televisor.
cumplirán la voluntad de Dios.
Conectó la videograbadora, instaló un grabador adicional, preparó un cuaderno
de apuntes y una lapicera, y se dispuso a esperar las cosas que iban a acontecer en Bienaventurados ustedes, los que ponen en movimiento el intercambio co-
breve. mercial, porque así todos podrán llegar a tener su pan de cada día. Sobre ustedes
está la bendición de Dios.
Eran las 19:35, y cada cinco minutos el canal informaba que puntualmente a
las 20:00 dará comienzo a la segunda parte del descubrimiento más sensacional Pero, ¡ay de ustedes, los que andan mendigando sin querer trabajar! Porque
de la historia del cristianismo, hecho por un eminente papirólogo de prestigio cosecharán el desprecio de todos.
internacional y profundo conocedor de la historia antigua, que había logrado ¡Ay de ustedes, los que se quejan y lloran constantemente por las adversidades
descifrar el "papiro de los ricos". Evidentemente ya había quedado instalado el de la vida! Porque Dios está cansado de estos lamentos.
título dado al documento.
¡Ay de ustedes, los que sienten envidia de la riqueza ajena y especulan con ella!
A las 19:55 apareció el director y anunció que dentro de cinco minutos la Porque Dios jamás premiará a los miserables".
humanidad se iba a enterar del verdadero contenido de la predicación de Jesús,
pues después de casi dos mil años de distorsión de su mensaje, por fin un prome- Aquí Jonny hizo un alto. Levantó la cabeza y miró al director. A Jorge le pa-
tedor investigador dio con un texto que fue escrito antes que los Evangelios y que recía que lo hizo algo avergonzado. El director no dijo nada. Se había quedado
cuenta la verdad, toda la verdad y sólo la verdad de lo que había dicho y hecho congelado. Sólo logró decir:
Jesús de Nazaret. —Sigue, por favor.
A las 19:59 la pantalla mostró un enorme reloj transparente proyectado sobre Jonny tomó la segunda hoja y continuó.
a la imagen del papiro, en cuyo centro titilaba el título: "El papiro de los ricos".
A las veinte en punto se escucharon tres solemnes campanazos, se abrió la imagen Viendo la multitud necesitada del pan de cada día, y entendiendo que sólo lo
del papiro con el reloj cuan cortina de teatro, y apareció Jonny Messer. Vestía el tendrá con un buen número de líderes que organizaran producción, trabajo, in-
mismo atuendo de ayer. tercambio comercial, amén de una buena política nacional, alzó sus ojos sobre sus
seguidores, los jóvenes empresarios; y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
Luego del saludo formal y de una brevísima síntesis de los principales datos
del programa anterior, el director invitó a Jonny que leyera los pasajes selectos del Bienaventurados ustedes, porque pueden escuchar cosas que jamás se dijeron
papiro y los comentara. a humanidad, y porque tienen posibilidades extraordinarias de progresar, pues
°s les está revelando su voluntad. Cuanto mayor sea la riqueza que ustedes
Jonny se puso en posición solemne, tomó en la mano izquierda el primer folio & e n juntar, y cuanto mayor sea el número de ustedes, tanto más habrá para
con el papiro y en la derecha una hoja impresa, y dijo con voz profesoral: pobres. Aprendan este ejemplo del trabajo del agricultor. Si alimenta a sus
—Tal como indiqué ayer, faltan las primeras líneas de la primera hoja. Segu- os con trigo fino y buenas frutas, también se podrán alimentar los gorriones
ramente tenían alguna introducción general. Luego siguen las bienaventuranzas y que dejan caer los caballos, e incluso habrá algo para las hormigas y los gu-
si en una copa de plata labrada se echa constantemente buen líquido, en
40 El papiro de los ricos Un texto aberrante 41

algún momento se desbordará el líquido, y así también habrá suficiente para los 1 diio: 'Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque
que estén esperando alguna gotita al costado del recipiente. Los perritos también n o podrás ser más mayordomo. Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué
comen las migajas que caen de la mesa de sus amos ricos. haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me
• ver güenza. Podría rebajar las deudas de los deudores de mi amo, renunciando
Cuando Jesús terminó estas palabras, sus discípulos quedaron admirados de su
mi parte de la ganancia en los intereses por esos préstamos; pero con eso cortaré
sabiduría, porque enseñaba con autoridad y no como los maestros de la ley que
el flujo del dinero y produciré mayor pobreza. Ya sé lo que haré para que mi amo
sólo sabían dar consejos espirituales y siempre hablaban de las limosnas que hay
no me quite la mayordomía.
que dar a los pobres, pero nunca decían cómo hacer para tener suficiente como
para poder dar limosnas". Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto
debes a mi amo? El dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Se ha vencido el plazo
Jonny hizo un alto y miró al director. Este no dijo ninguna palabra. Entonces
de devolución, y como no has pagado a tiempo tu deuda, te quitaré tu casa y tu
continuó.
campo y se los entregaré a mi amo.
"Uno de sus discípulos, que en su juventud había sido administrador del rey
Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. El
Herodes y que ahora era dueño de una gran bodega de vino, le preguntó: Maes-
le dijo: Nunca podrás cancelar tu deuda con dinero. Por eso trabajarás como es-
tro, ¿por qué nos hablas por parábolas? Jesús, respondiendo, les dijo: Porque a
clavo de mi amo juntamente con tu mujer y tus dos hijos hasta que hayas pagado
ustedes les es dado saber los misterios del reino, pero a los pobres de la tierra no
todo.
les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que
no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas, porque Y alabó el amo al mayordomo excelente por haber obrado perfectamente.
viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. Bienaventurados los ojos de uste-
Y yo les digo: Ganen todo lo que puedan, usen las riquezas para ganar más,
des, porque ven, y sus oídos, porque oyen.
junten y amontonen, pues sólo así harán que éstas nunca falten, ni a ustedes ni
Otro de sus discípulos, Cefas, dueño de una flota de pesqueros, le preguntó: a los demás. El que es hábil negociante en lo muy poco, también en lo más es
Maestro, ¿qué quieres decir con las parábolas del caballo y de la copa de plata? Y hábil negociante; y el que es incapaz de administrar lo poco, también en lo más
él les dijo: Ustedes son los caballos, y ustedes deben alimentar su existencia con es incapaz.
toda la acumulación posible de bienes y dinero. Entonces, de lo que les vaya so-
El amor al dinero es el supremo amor, pues juntando y acumulando todo lo
brando, también podrán alimentarse los miserables, como los gorriones lo hacen
posible, a la larga también habrá suficiente para los que menos tienen. Por eso,
con lo que dejan caer los caballos. Ustedes son la copa de plata que se llena de
amar al dinero es la forma más perfecta de amar al prójimo".
bebida exquisita hasta desbordarse. Cuando logren llenar sus vidas con riquezas
cuan excelente bebida, en algún momento una parte de esas riquezas comenzará Jorge sentía ganas de vomitar. Estaba cada vez más convencido de que todo
a desbordarse y llegará a quienes estén esperando alguna gotita al costado de esto era un gigantesco fraude; pero al mismo tiempo comenzaba a vislumbrar con
los caminos de ustedes. Pero si antes no se llena la copa, es decir, si ustedes no claridad creciente tres problemas: ¿Cómo demostrar que se trataba de una falsifi-
prosperan, tampoco habrá nada para los que están al borde de los caminos de la cación mayúscula? ¿Cómo descubrir quién estaba detrás de todo esto y con qué
prosperidad". nnes? ¿Cómo evitar que la opinión pública masiva creyera esto? Pues ahí estaba
la pantalla mágica y omnipresente que decía: "Esto es cierto". ¡Vaya uno a luchar
—Fascinante, ¿no le parece? —preguntó el papirólogo—. Es asombroso el contra gigantes prácticamente invencibles!
parecido con los textos bíblicos, pero fíjese que el sentido es totalmente diferente.
Jonny Messer ya estaba listo para proseguir.
El director siguió callado. Jonny retomó su texto.
Un comerciante rico le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para progresar
"Dijo también a sus seguidores: Había un hombre rico que tenía un mayordo-
^as y heredar la vida eterna? Jesús le dijo: Gracias por el elogio de 'maestro bue-
mo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes. Entonces lo llamó y no'. Veo que has recibido la iluminación para conocer que lo que estoy enseñando
42 El papiro de los ricos Un texto aberrante 43

te ayudará. Ya sabes los principios de un buen comerciante: Trata de ganar todo -Por qué tradujiste entonces "máxima concentración del dinero"? Según
lo posible, así te sentirás feliz y también podrás ayudar a otros. El comerciante le ' enseñaron hace mucho tiempo, Mamón significa lisa y llanamente "dinero".
dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún
te falta una cosa: Asocíate con otros comerciantes, productores, agricultores im- Jonny tuvo que pensar un rato, y luego dijo en voz baja:
portantes y banqueros; y vinculen todas sus ramas entre sí para que no se pierda Es cierto, Mamón significa dinero; pero el sentido es ése, y así lo indica el
ninguna ganancia inútil por la competencia, pues sólo la máxima concentración contexto: la máxima concentración de dinero.
del dinero hará que éste produzca aún más dinero". ¿No te parece que estás sobreinterpretando el término? Pero dejémoslo ahí.
El director había seguido atentamente la lectura de la traducción, pero aquí se Que se peleen los intérpretes. Sigue con tu texto.
permitió una interrupción. Se notaba que Jonny se sentía aliviado. Prosiguió con su traducción.
—Jonny, esto suena muy moderno —dijo pausadamente—; ¿realmente te pa- "Jesús dijo: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el dueño del viñedo. Todo
rece que Jesús pudo haber dicho esto hace dos mil años? pámpano que no produce riqueza, lo quitará; y todo aquel que prospera, él lo
—Claro que sí —replicó Jonny—; además, no es el único que dijo tales cosas. bendecirá aún más para que lleve más fruto. Ustedes ya son bendecidos por la
palabra que yo les he hablado. Permanezcan en esta enseñanza, y ella quedará
El director taladró un poco más.
en ustedes. Como el pámpano no puede prosperar si no se esfuerza, así tampoco
—¿Cuál es la palabra griega que has traducido como "máxima concentración ustedes si no se atienen a mi enseñanza.
del dinero"?
Yo soy la vid, y ustedes los pámpanos; el que se atiene a mi instrucción, pro-
Esta pregunta desconcertó momentáneamente a Jonny. Revolvió sus hojas, gresará y se volverá feliz, porque separados de esta doctrina nada pueden hacer. El
buscó por aquí y por allá, magulló algunas palabras en griego y otras en inglés, y que abandona esta meta, caerá en la miseria como pámpano seco, y será echado al
como esto no convenció al director, éste insistió: montón de los miserables y pobres de la tierra, y lo echarán al fuego del desprecio,
y arderá.
—Muéstrame la palabra en el papiro, así la cámara la puede enfocar para
nuestros televidentes. Si se atienen a mi enseñanza, pidan todo lo que quieran, y les será otorgado:
salud, dinero, éxito en los negocios, casas lindas, buenos amigos, reconocimiento,
Jonny se puso unos grados más nervioso, pero el director insistió nuevamente:
familia, vehículos y todas las cosas necesarias para un buen vivir".
—De todos modos, nuestro contrato prevé que hoy nos darás el facsímile del
Nuevamente Jorge se sintió profundamente fastidiado. Le parecía oír una de
papiro y la traducción completa. Así que, a ver qué dice allí donde tu traducción
esas típicas predicaciones de la "teología de la prosperidad" en alguna "megaigle-
dice "la máxima concentración del dinero".
sia" con cinco mil asistentes, desesperados unos por su trágica situación socioeco-
Jonny agarró la tercera hoja del papiro y la acercó a la cámara, mostrando con nómica y otros por su avidez de riquezas, y convencidos de que tenían derecho a
un lápiz una palabra griega que decía: MAMDNAZ. obligarle a Dios que les otorgue lo exigido.
El director miró atentamente el término señalado. Luego de un rato, dijo: Jonny disparó su próximo dardo.
—No sé griego, pero veo que varias letras son parecidas a las nuestras. Y por "Un comerciante deTiberías le preguntó: ¿Cuánto se puede ganar? Si compro
deducción obtengo que allí dice mamonas. ¿No es éste el término "Mamón" de la un objeto a diez dracmas, ¿a cuánto lo puedo vender para seguir siendo honesto
frase en la que Jesús dice que no se puede servir a Dios y al Mamón? y no perjudicar a mi prójimo? Respondiendo Jesús, le dijo: Tú preguntas mal.
No debes decir: ¿A cuánto lo puedo vender?, sino, ¿A cuánto lo debo vender?
—Eh, bueno, este... sí —tartamudeó Jonny—. Es el mismo término. Pero el
Además, tu base es equivocada. Nunca gozarás de la bendición si partes de tus
papiro dice que la frase de Jesús era bien distinta.
escrúpulos o del temor a perjudicar a otros. Al contrario, sólo si ganas todo lo que
44 El papiro de los ricos
p

puedas, no perjudicarás. Además, a nadie se le obliga a comprar tus mercancías.


V Un texto aberrante 45

"Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano menor que parta


Entonces, para fijar el precio, debes considerar una serie de factores que inciden conmigo la herencia. Mas él le dijo: Hombre, ¿Quién me ha puesto sobre ustedes
en el gasto: el valor de uso, los impuestos, el sueldo de tus empleados, el diezmo como juez o partidor? Para eso tienes la Ley. A ti como primogénito te corres-
para el templo, el riesgo de pérdida de la mercancía, su seguro, una reserva para tu ponden dos partes y a tu hermano menor, una. Así que no digas que tu hermano
vejez, el premio para tu familia que también se sacrifica por tu negocio, algo para ha de partir contigo la herencia. Exígele que te dé lo que te corresponde; y si no
la limosna que debes dar según las enseñanzas de nuestra religión, una reserva accede, estás en tu derecho de hacerle un juicio, cuyas costas deberá pagar él, por
para nuevas inversiones, otra para la ampliación de tu negocio, el mantenimien- no cumplir con lo dispuesto por la ley.
to de tus edificios y vehículos; y, por supuesto, tu ganancia. Y no te olvides de
un monto determinado que creas conveniente para aportar al fondo de nuestro Y les dijo: Miren, guárdense de toda falsa benevolencia, porque la vida del
grupo en formación, porque también nosotros, quienes nos dedicamos a divulgar hombre no consisre en lo que regala, sino en lo que puede ganar. Sólo así habrá
estas enseñanzas, tenemos derecho a nuestro salario. suficiente para todos.

Pero el comerciante le dijo: Si considero todo esto, tengo que triplicar el pre- También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico
cio de la mercancía. Jesús le respondió: Eso no ha de ser tu problema, pues, como había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque
te dije, nadie está obligado a comprarte lo tuyo. Y si no tratas de ganar lo máximo no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: Derribaré mis graneros y
posible, pronto te arruinarás a ti y a los tuyos, y no le harás ningún favor a nadie". los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi
alma: Alma, muchos bienes tienes guardado para muchos años; repósate, come,
Zafado y descarado era lo mínimo que le cabía a ese supuesto texto "jesuano". bebe, regocíjate. Y Dios le dijo: Hombre sabio, has procedido bien, pues cuando
Una vergüenza sin paralelos en toda la literatura antigua. Ni los más extravagantes vengan a pedirte tu alma, Dios te premiará sobremanera. Pues el que hace tesoros
grupos marginales, cuyos textos fueron considerados apócrifos, heréticos o cismá- para sí, también es rico para con Dios y para con todos".
ticos, se habrían animado a inventar semejante tipo de planteos. El texto llevaba
Jorge pensó para sí: "Si no fuera tan impúdico todo esto, habría que alabar
el sello del fraude en la cara. Jonny, animado por el director, prosiguió.
la habilidad del falsificador". Pero no tuvo tiempo para seguir pensando, pues ya
"En cierta ocasión, camino a Jerusalén, Jesús vio un olmo y una vid. Entonces seguía el siguiente texto.
se puso a enseñar a sus discípulos, diciéndoles: Miren, esta vid da fruto, pero el
Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que
olmo es un árbol estéril. Pero si esta vid no se encarama por el tronco estéril del
un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los publícanos, y rico, procuraba
olmo, no puede llevar fruto, pues se arrastra por el suelo, y allí perecen sus frutos.
ver quién era Jesús. Entonces hizo enviar una misiva a Jesús para rogarle que éste
Así sucede con los ricos y los pobres. Los ricos deben preocuparse por producir
lo visite. Jesús accedió de inmediato y dijo: Alabado sea el Señor, porque este
y ganar todo lo que puedan, así darán sostén a los pobres que se sujetan de ellos
hombre adivinó mi pensamiento. Es necesario que yo visite a todas las personas
como la vid del olmo fuierte. Gracias a lo que los ricos ceden a los pobres, éstos
importantes de esta ciudad, y Zaqueo es una de ellas.
tienen tiempo para orar e inrerceder ante Dios. Pero sólo pueden dar ese fruto
porque hay ricos que los sostienen. Por eso siempre debe haber ricos, pues si todos Entonces Zaqueo lo recibió en su cómodo hogar; y puesto de pie, dijo al
se vuelven pobres, se termina la vida humana en la tierra. Bienaventurados son los Señor: He aquí, Señor, siempre reinvierto la mitad de mis ganancias en nuevos
que tienen mucho y comprenden que de Dios han recibido la riqueza; porque así negocios para producir más riqueza, pues sé que esto beneficia a todos; y jamás
podrán ayudar a los pobres". defraudé a nadie. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, por cuanto
tu
también eres hijo de la bendición de Abraham y tienes derecho a disfrutar de
Aquí Jorge tuvo que pensar un buen rato. Este texto no tenía ningún paralelo, las
promesas dadas al patriarca. Porque yo vine a buscar y a hacer prosperar a los
ni positivo ni negativo, con texto alguno de los evangelios. Sin embargo, le pare-
verdaderos emprendedores, y no a quienes sólo pueden quejarse de su situación".
cía conocido. En algún momento había leído algo similar en un texto de comien-
zos del siglo II de la era cristiana. Se propuso buscarlo oportunamente. Jonny ya Jonny Messer suministró varios textos más: una versión peculiar de la parábola
e
estaba largando el siguiente párrafo. los talentos, según la cual Jesús insistió en que hay que hacer trabajar el dinero
46 £' papiro de los ricos
fsjjn texto aberrante 47
de todos los modos posibles, y que prestarlo para que otros trabajen con él y co-
brar por ello buenos intereses no estaba en contra de la ley del Levítico, sino que Jorge tenía unas ganas locas de apagar el televisor. Más aún, de agarrar una silla
era una forma legítima de amor al prójimo; una discusión con los fariseos que le destrozar el inocente aparato. Por supuesto que no hizo ninguna de estas cosas.
preguntaron cuánto se debía dar como limosna, más allá del diezmo obligatorio, Su impulso irracional tenía una dosis muy profunda de racionalidad. Mediante
a lo que Jesús respondió que la mejor forma de ayudar a los pobres era reinvertir estos medios masivos de desinformación y manipulación, se divulgaban venenos
inmediatamente lo ganado en nuevos negocios, y no desparramarlo gratuitamen- de todo tipo a velocidad luz por todo el planeta. Pero ésta era la realidad con la
te por ahí; un encuentro de Jesús con su madre y sus hermanos, ocasión en la que due había que vivir, convivir, trabajar y luchar.
les invitó a no ponerle piedras en su camino al frente de los jóvenes comerciantes, Enojadísimo, Jorge vio que el director le felicitaba a Jonny Messer por este
diciéndoles que éstos son ahora su madre, sus hermanos y sus hermanas, porque eran aporte a la cultura universal y a la búsqueda de la verdad. El papirólogo
ellos hacen la voluntad de Dios; una versión curiosa de la parábola del rico y Láza- juntó sus folios y hojas, empaquetó todo en su maletín y quiso despedirse. Pero
ro, el pobre, en la que el rico salía premiado porque no había disipado sus bienes el director lo retuvo.
haciendo regalos a Dios y a medio mundo, sino que había hecho prosperar a su
—Jonny, no te olvides de lo pactado. Por favor: los archivos con el facsímile
país, mientras que Lázaro era recriminado por desear las migajas que caían de la
y la traducción.
mesa del rico sin hacer nada para ganarse el pan de cada día.
—¿Es realmente necesario eso? —preguntó Jonny, cosa que de inmediato
Seguía una versión extraña de la parábola del fariseo y el publicano, en la puso sobre advertencia a Jorge—. Ya todo el mundo se enteró de la novedad, y
que el fariseo era alabado por sus esfuerzos religiosos por ser persona honesta, ustedes tienen la grabación de las dos presentaciones.
mientras que el publicano era criticado como representante de ladrones, injustos,
adúlteros y zánganos de la sociedad. —Sí, es necesario, porque así lo hemos pactado por escrito y porque te hemos
pagado por ello —dijo el director con voz marcial—. No creo que te quieras
El remate lo constituyó una versión peculiar de la discusión sobre quién era arriesgar a un conflicto legal. Lamento decir esto ante las cámaras, pero lo pactado
el mayor: es vinculante, y no hacemos excepciones.
"En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor Jorge y millones de personas en todo el orbe vieron cómo un amargado Jon-
en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un banquero, lo puso en medio de ny Messer sacó un Pendrive del portafolio y se lo entregó con cara agria y cierto
ellos, y dijo: De cierto les digo, que si no se vuelven como este hombre, que pone temblor en la mano al director. Éste se lo pasó de inmediato a un técnico sentado
a disposición de los demás su dinero para que todos puedan trabajar bien, no frente a una computadora, y al instante apareció en pantalla el facsímile del papi-
entrarán al reino de los cielos. Así que cualquiera que se esfuerce como este hom- ro, seguido por la versión inglesa.
bre, que arriesga su capital para aumentarlo, que trabaja día y noche, que trata de
—Ahora puedes ir tranquilo —dijo el director con voz paternal—. Te deseo
ganar todo lo posible para incrementar la riqueza, ése es el mayor en el reino de
todo lo mejor para tu carrera. Gracias por tu colaboración.
los cielos. Y cualquiera que colabore con un banquero, productor, comerciante
próspero, empresario, latifundista, negociante o transportista, será bendecido con Ambos se levantaron y se dieron la mano. Los técnicos enfocaron una vez
prosperidad personal. Y cualquiera que haga tropezar a quienes producen riqueza, más la cara de Jonny Messer. Este, seguro de que los micrófonos ya habían sido
mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se apagados, dijo en voz baja pero claramente perceptible:
le hundiese en lo profundo del mar". —Por favor, Director, no divulgue mi dirección particular. No quiero que me
Jonny reiteró que todas estas palabras de Jesús fueron tergiversadas en mayor molesten por esta cuestión.
o menor grado por la secta de los "pobres de la tierra". En ocasiones, lo hicieron El director asentó con la cabeza, y ahí terminó el programa.
de manera muy sutil y apenas perceptible, y otros casos, de forma muy llamativa;
pero siempre con el objetivo de acomodar las enseñanzas de Jesús a sus propios Este último pedido de Jonny le pareció bastante llamativo a Jorge. ¿Cuál sería
e
fines y a su ideología que ensalzaba la pobreza y la miseria. l motivo por el que un investigador privado, que supuestamente había hecho un
48 El papiro de los ricos
3 Un texto aberrante 49

descubrimiento sensacional, no quisiera dar a conocer su dirección? ¿Por miedo a


Cuando pensó en el poder de los medios masivos como la televisión y la in-
los periodistas? ¿O por temor a que alguna persona, lesionada en sus sentimientos
t s e sintió minimizado al extremo. ¿Qué podía hacer él desde su humilde
religiosos, viniera a enfrentar a quien le produjo tal herida? ¿O había más detras
ritorio, sentado delante de su simple computadora personal en un pueblito de
de esta curiosa solicitud? Sea lo que fuere, era sospechoso al máximo que luego
I campiña entrerriana? No tenía ninguna fuerza en comparación con esas pode-
de semejante revelación su autor quisiera ocultarse, pues en la era de las guías de
osas máquinas manejadas por no menos poderosos formadores y deformadores
teléfono en la red, las máquinas de búsqueda de cualquier cosa en internet, los
i opinión, con conexiones con todas las redes del mundo y en todos los idiomas.
hackers y los contactos internacionales era muy difícil ocultarse una vez que al-
•Nfo era tentar a Dios pedirle ayuda para enfrentar a semejante monstruosidad?
guien publicaba un artículo, diera una entrevista radial o apareciera en televisión.
De repente, Jorge tuvo miedo ante su propio coraje. ¿Y si Jonny Messer, ciu-
Luego de sopesar toda una maraña de posibilidades, Jorge resolvió poner sus dadano del mayor imperio del mundo, enfrentado por un pastorcito rural del
dudas y su futura acción en oración. Pidió iluminación a Dios; y si bien no sabía Cono Sur de América Latina, se sentía herido o amenazado, y apelaba a tribunales
por dónde debía comenzar, tenía absoluta claridad sobre lo siguiente: que debía internacionales para anular a su contrincante? Peor aún, ¿si recurría a medios ilí-
actuar, y rápido. Se sentía llamado a hacerlo en nombre de aquel Señor que había citos para acallar y liquidar a su rival? "¡Dios mío", pensó Jorge, "a lo que hemos
vivido, obrado, predicado sin desmayo y que había entregado su vida por la hu- llegado! ¡Tener que temer a la verdad!"
manidad. No podía ser que un maldito papiro, cuya autenticidad estaba lejos de
Con estos retorcijones cerebrales, Jorge fue directamente a su dormitorio. No
ser demostrada, pusiera patas arriba dos mil años de fe, historia cristiana, teología
tenía ganas de cenar. Si ayer había pasado por una variante de estado depresivo y
y amor al prójimo.
hoy había sentido la euforia de un luchador por la verdad evangélico, ahora tenía
Cuánto más Jorge pensaba en el problema, tanto más se afirmaba en él la de- miedo. Lisa y llanamente miedo. Se encomendó a Dios, apagó la luz contraria-
cisión de hacerle frente a ese monstruo papiráceo de alcance mundial. De chico mente a su costumbre habitual de leer algo en la cama, y trató de dormir.
había soñado algunas veces con ser el héroe de alguna hazaña llamativa, como
Pero el gusano fogoso del papiro seguía rumoreando en su interior. Jorge pen-
salvar a una persona de un río turbulento, apagar un incendio, socorrer a un acci-
só que los expertos en papirología, ciencias bíblicas e historia antigua eran los más
dentado. Ahora parecía haber llegado el momento de realizar algo infinitamente
preparados y adecuados para reaccionar. Pensando en la nube de expertos, le pare-
mayor. Al mismo tiempo, se sentía minúsculamente insignificante frente a una
cía una osadía petulante querer actuar desde su lugarcito tan humilde, siendo que
gigantesca máquina de producción de falsedades. Si bien ya estaba convencido de
él era una figura absolutamente desconocida. Apenas lo conocían los miembros
que se trataba de eso y de nada más, constantemente se pregunta cómo arremeter
de su congregación y sus colegas. Ahora bien, hasta el momento no había escu-
contra esa montaña infranqueable. ¿Por dónde empezar? ¿Cómo desenmascarar
chado ni leído noticia alguna sobre reacciones del mundo académico. Recordó los
la falsificación? ¿Cómo dar a conocer el engaño? Porque por ahora se enfrenta
impactos de otras noticias similares, como el evangelio de Judas, el "Código", las
un texto a otro; y los dos mil años de historia cristiana no parecían ser ningún
tumbas, y le sobrevino una duda con respecto a los especialistas. Quizá muchos se
argumento para derrocar una opinión contraria, pues ahí chocaban en última
callaban porque directamente no les interesaba el cristianismo. Vaya uno a saber.
instancia dos variantes de fe. Y hablando de variantes de fe, había miles de ésas,
si se tomaba en cuenta el gigantesco panorama de la fenomenología y la historia Tironeado constantemente por los pros y los contras, Jorge perdió finalmente
de las religiones. el control sobre sus pensamientos y cayó en un sueño inestable. Soñó que debía
llegar a una de sus comunidades filiales donde lo esperaban para celebrar un bau-
Jorge rogaba no sólo por sabiduría, sino por alguna brecha en ese muro que tismo, pero el lugar quedaba al otro lado de una gigantesca montaña. El único
se levantaba frente a él y en contra suyo. Pedía por una luz al final del túnel. Por camino pasaba directamente por la cima, y el trayecto era tan empinado que su
un claro en la jungla infranqueable. No tenía ninguna intención de buscar fama vehículo comenzó a resbalarse peligrosamente hacia atrás. Entonces abandonó el
propia. Le interesaba fervientemente la verdad del Evangelio. Nada más, pero auto e intentó pasar a pie por un túnel que se abrió de repente frente a él. Pero
tampoco nada menos. conducto se achicaba cada vez más, de manera que tuvo que arrastrarse por el
P l s o hasta que en un determinado momento quedó trabado sin poder avanzar ni
50 El papiro de los ricos

retroceder. Para colmo, la montaña comenzó a moverse y a aplastarlo lentamente,


mientras que una horda de espectros no identificables hacía oír sus terroríficas
carcajadas y sarcásticas burlas pronunciadas en inglés.
Jorge se despertó sobresaltado. Estaba bañado en sudor. Se había enrollado en
la sábana y le costó liberarse del enredo. Las carcajadas continuaban. Eran las de
una veintena de jóvenes camino al colegio, pasando frente a la ventada del dor-
mitorio de la casa pastoral. Los estudiantes estaban practicando la lista de verbos
irregulares del idioma inglés, preparándose para algún examen; y cada vez que 4. Un manojo de errores
uno de ellos hacía un error, los demás soltaban gruesas risotadas.
Era lunes, su habitual día libre, y Jorge trató de dominar el revuelo producido en
su interior por la maraña de pensamientos cruzados, los restos de la pesadilla y el
tono pesimista del cielo cubierto de pesados nubarrones. Tomó una larga ducha,
más prolongada que de costumbre. Quedó totalmente quieto debajo del saluda-
ble chorro de agua; y mientras tanto trató de ordenar medianamente lo vivido,
oído, pensado y sentido en las últimas 48 horas. Luego se preparó el desayuno y
finalmente se sentó frente a su computadora. Estaba decidido a comenzar la des-
igual lucha. Entró al sitio del canal y bajó toda la información disponible sobre
el "papiro de los ricos". El webmaster había colocado una nota aclaratoria que
indicaba que por ahora aún no se podía bajar la versión digitalizada del facsímile
del papiro, y que sólo era posible verlo en pantalla; pero que una vez aclarada la
cuestión legal de los derechos de autor y traductor, se colocaría de inmediato el
facsímile en versión pdf, a fin de que estuviera disponible para la investigación en
todo el mundo.

Jorge imprimió la transliteración, la traducción, las explicaciones adicionales


y la transcripción de las dos presentaciones de Jonny Messer. Luego se las rebuscó
para contar igualmente con una versión impresa del facsímile del papiro. Trasladó
la imagen completa de la pantalla a un documento común e imprimió pantalla
tras pantalla. Prefería estudiar el texto en forma impresa para poder marcar deta-
lles y agregar sus observaciones.
Primero leyó el texto de las dos presentaciones de Jonny y todas las notas
adicionales. Luego se dedicó a la traducción hecha por el papirólogo, y final-
mente abordó el papiro griego, primero en su versión transliterada y luego en el
facsímile.

Siempre le había fascinado el idioma griego. Asimismo, recordaba muy bien


as clases de la materia que lo introdujo al análisis de los textos bíblicos, llamada
Métodos Exegéticos. También recordaba cómo había comparado las fotos de los pa-
P r os y pergaminos neotestamentarios de los primeros siglos con el texto impreso

51
52 El papiro de ¡os ricos1 Un manojo de errores 53

de su Nuevo Testamento Griego. En aquel momento se había topado con varias £1 empleo de la curiosa "S" elevó la primera sospecha de Jorge a una primera
dificultades iniciales. En los escritos de los primeros siglos de la era cristiana, se rteza de que algo olía mal en ese papiro.
escribía exclusivamente en letras mayúsculas. En segundo lugar, existía una mo-
Después encontró varios errores de ortografía, verificados cuidadosamente
dalidad llamada "scriptio continua', escritura continua, lo que significaba que no
ron ayuda del diccionario griego del Nuevo Testamento. Sin embargo, Jorge sabía
se introducía ningún espacio entre las palabras. Una línea tal era el fiel reflejo de
nue eso era apenas una prueba de indicio, pues cualquiera hace errores al escribir
la forma fluida de hablar, pues por lo general tampoco se hacen pausas pronun-
al copiar. Pero las cosas se iban sumando.
ciadas entre palabra y palabra.
A esta altura, Jorge resolvió anotar esmeradamente todas sus observaciones,
QUIENHABLABIENUNIDIOMANONECESITADETENERSELUE-
pues ya había hecho tantas que temía olvidarse de alguna a medida que avanzaba.
GODECADAPALABRA.
Un nuevo repaso del texto lo llevó a descubrir las abreviaturas "IC", " 0 C "
Pero esta costumbre antigua por supuesto entorpecía la lectura actual de los
y "MHP". Sabía que se trataba de siglas de dos a tres letras para los nombres
textos. Una tercera dificultad, en comparación con los textos impresos modernos,
santos, nomina sacra, como se los llamaba en latín. Jorge consultó su manual de
consistía en la falta de puntuación. Los textos de los primeros siglos de la era
métodos exegéticos y otros libros y se informó que ya muy temprano se formó
cristiana no tenían puntos, comas, dos puntos, signos de interrogación, guiones,
una tradición entre los copistas que consistía en escribir de forma abreviada varios
etc. Esos signos fueron introducidos recién mucho tiempo después. Y finalmente
nombres y títulos sagrados que ocurrían con cierta frecuencia en los textos griegos
había una cuarta diferencia respecto a textos griegos actuales: los antiguos no te-
del Nuevo Testamento. Jorge encontró el listado de las 15 abreviaturas constata-
nían tildes ni espíritus, que son los signos colocados sobre las vocales para indicar
das en los papiros griegos del NT, empleadas para Dios, Señor, Jesús, Cristo, Hijo,
su pronunciación exacta.
Espíritu, David, Cruz, Madre, Padre, Israel, Salvador, Hombre, Jerusalén y Cielo.
Cuando Jorge echó un primer vistazo al texto griego del papiro, se encontró Los copistas marcaban la abreviación mediante una rayita colocada encima de la
con varias sorpresas. De tanto en tanto, había espacios entre las palabras, como si sigla. Se ha discutido sobre la naturaleza de esas siglas, pues ellas podrían ser me-
el copista hubiera aplicado el criterio moderno de la división entre las palabras. ras abreviaturas, pero también existía la posibilidad de que los copistas asignaban
Por cierto algunos textos antiguos tenían espacios en blanco cuando comenzaba un significado sagrado a esas palabras colocándoles aquella raya superpuesta.
un nuevo párrafo, pero en el "papiro de los ricos" había espacios en medio de las
Las siglas que Jorge encontró en el "papiro de los ricos" correspondían a Jesús,
frases. Asimismo, había algunas tildes, lo cual le pareció más raro aún a Jorge. A
Dios y Madre, respectivamente. Pero luego descubrió algo que le hizo tomar de
partir de ese momento, Jorge puso mayor atención al nivel gráfico, pues sospecha-
nuevo su cuaderno y registrar otro dato sospechoso más. Constató que 14 de las
ba que aquí se estaba presentando alguna pista sospechosa.
15 siglas en cuestión aparecían en manuscritos griegos de los primeros tres siglos
Cuando descubrió que en dos casos el copista había empleado la forma latina de la era cristiana, a excepción de la sigla "MHP" para Madre, cuyo empleo más
de la "S" para la letra griega sigma en lugar de la " I " o la más común en la anti- antiguo constatado hasta el momento se hallaba en documentos del siglo IV. Pero
güedad, igual en cuanto a la forma a la "C" latina, se detuvo, fue a su biblioteca, este papiro incluía claramente esta abreviatura. Entonces cabían varias posibilida-
sacó un libro sobre la historia del alfabeto y repasó muy meticulosamente las des. Si el papiro realmente era de mediados del primer siglo, evidenciaba un uso
tablas con todas las formas antiguas de las letras griegas. No pudo hallar ninguna extraordinariamente temprano de la sigla para Madre. Si el papiro procedía del
forma parecida a la "S" mayúscula actual para la letra sigma. Recién el paso pos- 'glo IV, podía tratarse de una copia de un original más antiguo; y si era un texto
terior al latín llevó al empleo de la forma "S" para abreviaturas griegas, siendo la eado en el siglo IV, entonces los textos del Nuevo Testamento contenían infor-
más conocida el monograma "IHS", que es la sigla para el nombre de Jesús, según ación más antigua. Y la última posibilidad consistía en que el papiro era una
las letras griegas; aunque más tarde el monograma fue interpretado también como iticacion moderna o contemporánea cuyo autor no se dio cuenta o no sabía
abreviación latina de "Iesus Hominum Salvator",/««í Salvador de los hombres. " a la madre no se la abreviaba en el primer siglo. Lo primero quedaba prác-
rnente excluido, pues de haberse empleado "MHP" ya en el siglo I, ¿por qué
abia otras menciones antes del siglo IV? Lo segundo también sería insólito,
54 El papiro de los ricos Un manojo de errores 55

pues de ser una copia del siglo IV, ¿por qué no había ningún rastro de la transmi- " iro" y "antiguo", en singular y plural y en varios idiomas. No halló absoluta-
sión del papiro durante más de tres siglos? La última posibilidad se sumaba a las nte nada, ni directo ni indirecto ni remoto. Anotó minuciosamente sus cons-
demás constataciones de errores, con lo cual se profundizaba la hipótesis de una ciones y se reclinó muy contento en su silla para tomar otro café. Quizá el
falsificación. A 'cimo de la jornada. Luego se preparó algo liviano para cenar.
Muy contento con estas primeras luces al final del estrecho túnel, Jorge se pre- £1 día había pasado volando, pero Jorge aún iba por más. Dos cosas le mo-
paró un frugal almuerzo, salió a pasear unos minutos. Recorrió la plaza del pueblo I staban en especial en el texto suministrado por Jonny Messer: la historia de la
y luego volvió a su escritorio. Allí se abocó a una nueva lectura de las explicaciones alimentación de los caballos combinada con el ejemplo de la copa, y el símil del
adicionales de Jonny Messer. olmo y la vid. Quiso comenzar por este último. Algo le decía que ya había leído
esa alegoría. Pero no recordaba dónde. Sospechaba que fue en algún texto anti-
Encontró un dato curioso que le hizo dudar de la veracidad general de las
guo, pues ambas plantas remitían al ambiente rural típico de los primeros siglos
afirmaciones del papirólogo. Decía Jonny que el exégeta alemán Adolf Jülicher
del cristianismo. Pero como no quería perder tiempo, abandonó la vid y el olmo
había publicado en 1941 un artículo intitulado "Papiros antiguos y el Nuevo
y se dedicó al asunto de la alimentación exquisita de los caballos y al símil de la
Testamento" en la revista científica Revue de Qumran, en el que Jülicher afirmaba
copa de plata. Nuevamente tenía la impresión de que ya había leído algo casi
poseer una noticia acerca de un papiro que mostraba una versión muy diferen-
igual, pero no en un texto antiguo, sino en uno sumamente actual. Vagamente
te de las enseñanzas de Jesús, centradas según ese documento en el éxito y el
recordaba que el ejemplo del caballo había aparecido en algún artículo sobre el
progreso e imbuidas de una actitud totalmente positiva frente a los bienes y la
neoliberalismo, cuyo autor había hecho una crítica rotunda de la teoría expresada
riqueza. Decía Jonny que Jülicher lamentablemente no volvió sobre este tema en
con esa imagen. Dado que se trataba de un tema perteneciente al campo de la
sus publicaciones posteriores y que unos meses después falleció, perdiéndose la
economía, Jorge resolvió no improvisar ni andar a los tientos, sino informarse
posibilidad de seguir este rastro; pero que de todos modos la información sucinta
adecuadamente para no ofrecer ningún flanco descubierto a eventuales ataques.
era una referencia inequívoca a la existencia del "papiro de los ricos".
Tenía un amigo que había estudiado economía y que trabajaba para una organiza-
Jorge sabía perfectamente que la Revue de Qumran comenzó a publicarse en ción no gubernamental que seguía muy de cerca la evolución de la globalización
1958. La revista se consagraba a los estudios científicos internacionales de los neoliberal. Así que le escribió un correo electrónico y le pidió información sobre
célebres manuscritos del Mar Muerto o de Qumran, los primeros de los cuales la bosta del caballo y la copa que rebosa.
fueron descubiertos en 1947, prosiguiendo los hallazgos hasta 1965. Durante
Las agujas del reloj estaban pisando las diez de la noche. De sueño ni hablar.
sus estudios, Jorge había escrito una monografía sobre los llamados Salmos de
Así que Jorge repasó varias veces todo lo que había descubierto y registrado. La
Qumran, y conocía muy bien la historia del hallazgo de los textos. Así que la
revisión le llevó casi dos horas. Estaba por dar por terminada la larga jornada,
fecha de 1941 proporcionada por Rich Messer era imposible. Quedaba Jülicher,
cuando el conocido sonido de su computadora le avisó que había entrado un
teólogo alemán de quien Jorge había leído una introducción al Nuevo Testamen-
correo electrónico. Era la respuesta del economista. Un informe sintético, denso
to. Consultó su enciclopedia teológica; y he aquí, Jülicher, nacido en 1857, había
y muy completo. Completo y profesional hasta en sus más mínimos detalles.
fallecido el 2 de agosto de 1938 en Marburgo, Alemania. Así que había dos fechas
imposibles, una peor que la otra. En 1941 Jülicher, ya muerto hacía tres años, no Decía que la teoría del "efecto del goteo", conocida por su formulación en
pudo haber publicado un artículo en una revista que hizo su aparición verdadera mglés como "Trickle-down", afirmaba que el crecimiento de la economía y el
en 1958. Ni siquiera concediendo el beneficio de la duda a la indicación de 1941 bienestar general de la sociedad aumentaban si crecía la riqueza de los ricos. Esta
y transformándola por ejemplo en 1961, podía hacerse creíble la cosa, pues para formulación pertenecía a la retórica política que propugnaba rebajas fiscales, re-
ese entonces Jülicher ya había fallecido hacía 23 años. acción de los impuestos sobre las ganancias y el ingreso, amén de toda una serie
e
beneficios más para los ricos y las grandes empresas, asegurando que de esta
Obsesionado con no dejar fuera de consideración ninguna posibilidad, Jorge
manera se beneficiaría la población en general. La fórmula "Trickle-down" apa-
consultó en internet el índice completo de la Revue de Qumran. Buscó primero re
ntemente fue creada por el humorista Hill Rogers, que en la Gran Depresión de
"Jülicher" y luego todas las posibilidades de combinación de "Nuevo Testamento">
56 El papiro de los ríco^|
^¡jjn manojo de errores 57

los EE.UU., iniciada en 1929, dijo que "el dinero fue apropiado en su totalidad
nducido los efectos anunciados, ni en los EE.UU. ni en los países emergentes,
y dado a los de arriba, con la esperanza de que iba a gotear hacia abajo sobre los
menos aún en los países pobres. El "Trickle-down" se convirtió en un "Trickle-
necesitados".
» pUes el dinero fluyó de abajo hacia arriba y no al revés. Y no de a gotas, sino
Para aclarar su teoría del "efecto del goteo", sus defensores sostenían que si se e n chorros.
fomentaba una mayor ganancia de los que más ganaban, éstos invertirían más
Los críticos de la globalización neoliberal desenmascararon la construcción
en todos los frentes, tales como infraestructura, empresas, acciones; y que ello
teórica del "Trickle-down" como altamente ideológica en el sentido de ser una
crearía entonces más fuentes de trabajo y abarataría los bienes y servicios. De esta
justificación de mayores ganancias de los ricos, y de ninguna manera el sustento
manera, si se favorecía decididamente el enriquecimiento de la capa superior de
teórico de un mecanismo de crecimiento generalizado. Con esa construcción, las
la sociedad, ello redundaría en beneficio de todos, incluyendo a los pobres. Esta
clases pudientes querían hacer creer a la sociedad que su propio enriquecimiento
teoría llegó a ser la base del neoliberalismo, de vasta aplicación mundial en la
redundaría en beneficio de todos. Los defensores de la ideología neoliberal ha-
última década del siglo XX.
bían expuesto una y otra vez ese estúpido cuento del caballo y los gorriones para
Pero la cosa no era tan nueva como parecía. En su momento, el economista convencer al mundo de la necesidad de la acumulación de riqueza posibilitada
John Kenneth Galbraith había indicado que este tipo de "economía del goteo" ya por la liberalización del mercado, la desregulación y la privatización. Pero un solo
se había practicado en los EE.UU. en la década de 1890. Precisamente ahí surgió ejemplo era suficiente para ilustrar espléndidamente que el mecanismo funciona
la "teoría del caballo y el gorrión", al afirmarse que "si se alimentaba a un caballo exactamente al revés: las inversiones internacionales y los capitales "golondrina"
con suficiente avena, también saldría algo a la calle para alimentar a los gorrio- siempre se dirigían a aquel punto del globo donde podían explotar aún más a los
nes". Galbraith siempre se preocupó por analizar las consecuencias de la política más débiles, tanto por la endeble legislación social como por las laxas disposicio-
económica de los EE.UU. sobre la sociedad. Denunció que en los años cincuenta nes ecológicas. El resultado no era una mayor distribución de la riqueza, sino un
del siglo XX, en los EE.UU. se desplegó una economía en franco crecimiento, mayor empobrecimiento de las personas de menores recursos, acompañado de la
pero que al interior del país existían enormes desigualdades sociales. destrucción irreparable de la naturaleza.

A nivel de la política económica, en los EE.UU. se practicó durante muchas Decía el informe del economista que había otro aspecto más que también se
décadas el Laissez-faire, dejando que el mercado actuara en completa libertad, y relacionaba con la política del "Trickle-down". Hasta hacía poco tiempo, orga-
acompañando este dejar hacer con la reducción de impuestos para los mayores nismos nacionales e internacionales habían hablado —y algunos lo continuaban
ingresos, la venta de acciones estatales y la aplicación de mecanismos de desregu- haciendo- de un mejoramiento de las condiciones de vida en casi todos los países,
lación. Durante algún tiempo parecía que el Laissez-faire concedido a los grandes gracias a la globalización progresiva que puso en marcha el efecto del goteo. Pero
empresarios proporcionaría a la economía un boom espectacular e interminable también esto era una mentira mayúscula. En la década de los noventa del siglo
de inversiones y crecimiento. Uno de los famosos, que defendían la idea de que el XX, creció considerablemente el producto interno bruto (PIB) en la mayoría de
mayor enriquecimiento de la cima de la estructura económica produciría también los países de América Latina, pero también crecieron las diferencias socioeconó-
buenos efectos en las capas inferiores, fue nadie menos que Henry Ford. micas internas en esos países. En el año 2000 hubo más pobres que antes, mien-
tras que los ricos eran más ricos que antes.
Medios demócratas reaccionaron contra esa combinación teórico-práctica
afirmando que si se elaborara una legislación inversa cuyo objetivo fundamental Hábiles políticos, tanto aquellos propiamente dichos como los que maneja-
consistiera en hacer prósperas a las masas, la prosperidad de éstas fluiría también ban la economía, sabían cómo valerse de los índices del PIB. Cuando descubrían
hacia arriba. Es decir, propugnaban la inversión de la teoría del "Trickle-down". algún dato de crecimiento económico del PIB, lo presentaban como indicador
de
que sus políticas económicas eran altamente positivas, pues el país progre-
Las políticas económicas estadounidenses de la época del Presidente Reagan,
saba. Pero el PIB no era capaz de medir y transmitir las transformaciones que
conocidas como "Reaganomics", también se relacionaban de manera muy estre-
Producían empobrecimiento o mermaban el bienestar real y la distribución de la
cha con el "Trickle-down". Ahora bien, fue evidente que estas políticas no han ri
queza al interior del país y entre los países. Tampoco era capaz de advertir frente
58 El papiro de los r/COs
Un manojo de errores 59
4.
a la destrucción del medio ambiente. No cuantificaba adecuadamente la deserti-
ficación, la contaminación, el aumento de tóxicos, la degradación, etc. En fin, ese T ree se puso a ordenar los papeles y decidió escribir un artículo con sus ha-
instrumento era tan parcial que se lo podía comparar con una columna de luz sin 5 U momentáneo cansancio se había esfumado. Pensó que con seguridad
conexión al fluido eléctrico: servía para aferrarse a él y mantenerse supuestamente n o era el único que podía desenmascarar el fraude. Muchos científicos serios
en pie, pero no para recibir luz. rodo el mundo tenían acceso a valiosos materiales disponibles en enormes bi-
,,. t e c a s y dominaban más instrumentos y datos que él allá en su tranquilo sitio
El informe concluía diciendo que la comparación del caballo bien alimentado
ovinciano. Pero él se sentía llamado a hacer oír su voz desde este rincón de la
y los gorriones que se nutrían de su bosta no sólo era una construcción totalmente
tierra en la que le tocó vivir y trabajar.
engañosa, como quedó a la vista luego de que la aplicación de esa teoría produjo
resultados totalmente opuestos a los anunciados. También era altamente ofensiva Con cierta euforia, Jorge se puso a estructurar el artículo sobre el "papiro de
al comparar a las clases menos pudientes con sucios gorriones que debían vivir de los ricos" y a ordenar los datos descubiertos. Lo hizo con el mayor cuidado y a
la bosta de los seres "nobles". la vez el mayor respeto posible. Respeto por toda opinión ajena, y cuidado en la
constatación de los errores y cosas imposibles que halló en el curioso texto. Pero
Jorge terminó la lectura del informe que agregó una nueva dosis de satisfac- también redactó su aporte con férrea firmeza: la verdad no se negocia, del Evan-
ción a todo lo logrado ese día. Pero antes se imaginó por un breve instante la posi- gelio nadie se puede burlar. Jorge repasó una y otra vez todos los elementos y los
bilidad de que Jesús pudiera haber creado el ejemplo del caballo, siendo entonces compaginó de tal manera que el artículo se leía como un diálogo o, mejor dicho,
su empleo moderno una especie de reedición actualizada. Inmediatamente des- una discusión entre un abogado defensor del papiro y un fiscal que denunciaba
echó esta posibilidad, pues a diferencia del símil de la vid y el olmo, la ilustración y acusaba. Jorge firmó digitalmente el artículo, agregó su nombre, número de
del "Trickle-down" reflejaba fenómenos y pensamientos a todas luces modernos. documento de identidad, dirección completa, teléfono, correo electrónico y sitio
Además, no existía vinculación literaria alguna entre un supuesto papiro del siglo web. No se olvidó de agregar una invitación a escribirle sobre la materia. Luego
I y los textos neoliberales del siglo XX, así que cabía negar totalmente una even- envío el texto por correo electrónico a la redacción de uno de los matutinos de
tual transmisión "subterránea" a lo largo de un lapso de casi veinte siglos. Buenos Aires, cuyo encargado de la página cultural ya le había publicó diversas
notas sobre las Iglesias en la Argentina.
De esta manera, la incorporación del ejemplo del caballo y los gorriones,
amén de la copa que rebosaba y cuya bebida fina era apenas una variante de "cul- Muy contento con la cosecha del día, pensó que en realidad ahora le faltaba
tura alcohólica" de la vil bosta sucia del equino, evidenciaba claramente que el sólo algo descomunal: poder recorrer todos los lugares indicados por Jonny Mes-
contenido del papiro constituía una burda falsificación. O que al menos contenía ser a partir del diario de su padre, y comprobar la veracidad o falsedad de cada
partes que de ninguna manera podían ser auténticas, pues pertenecían a épocas una de las afirmaciones. Pues si el periplo del papiro resultaba verídico, cabía la
posibilidad de que realmente se tratara de un texto antiguo, sin que eso significara
muy posteriores.
que fuera auténtico. Ahora bien, la antigüedad podía ser un indicio de ello. Pero
Llegado a este punrb y comenzando a dormirse sobre sus papeles, Jorge tuvo para realizar una gira tan descomunal le faltaba lo más importante: dinero. No
te
que pensar en las pavadas mayúsculas del "Código", que postulaba la transmisión nia ningún ahorro, y tampoco iba a poder pedir un préstamo para semejante
oculta y paralela a la "oficial" de asuntos "calientes" durante siglos y siglos, la exis- empresa. Realmente, una lástima.
tencia de sociedades secretas y el "camuflaje" y la simbolización de esos asuntos
Con estos pensamientos, Jorge finalmente fue a dormir. Las manecillas del
mediante códigos empaquetados en obras de arte. Y millones creyeron todo eso. re
ioj marcaban casi las tres de la madrugada.
Definitivamente el "papiro de los ricos" era una construcción artificial que apela-
ba a cierto espíritu contrario al cristianismo, valiéndose para ello de la ignorancia,
la estupidez, la credulidad y también de la búsqueda sincera de mucha gente. Al
arribar a esta conclusión, se le volatilizó totalmente todo cansancio a Jorge.
5. Una herencia inesperada
Eran las cuatro y media de un nuevo día y Jorge estaba en lo más profundo del
sueño, cuando el teléfono sonó fuerte e intrépido. Jorge tenía muchas ganas de
dejar sonar nomás el molesto timbre. Ya iba a cesar en algún momento. Común-
mente nadie requiere del servicio pastoral a esa hora. Pero las circunstancias no
eran "normales". Jorge estaba con los ánimos alterados, los nervios de punta y la
atención agudizada. Así que se levantó, fue a su oficina y levantó el tubo.
—Hola, soy Jorge del Cántaro; ¿quién habla?
—Guten Margen, mein Herr, verstehen Sie Deutsch? —decía una voz gutural
algo áspera del otro lado.
Tanto alemán entendía Jorge como para responder en inglés que no entendía
alemán, pero sí inglés. La voz del otro lado sólo dijo "Watt a moment, please";
y luego de un buen rato se hizo escuchar una voz femenina en perfecto inglés,
aunque también con ese acento algo gutural. Dijo que le hablaba de parte del jefe
del Departamento de Legados y Herencias del Registro de Personas de Lucerna,
Suiza, y que debía informarle sobre un testamento. Le pidió a Jorge que se iden-
tificara con nombre y apellido, fecha de nacimiento, número de Pasaporte, do-
micilio completo; e incluso pidió el número de teléfono el cual ella misma había
discado. Sonaba a pedantería, pero era un requisito necesario.

Como de todos modos era fácil acceder a todos esos datos, Jorge no tuvo re-
Paros en suministrarlos. Los indicó con voz temblorosa y expectante, porque no
te
nia ni la más mínima idea sobre lo que podía venir.
Una vez que la amable dama de Lucerna había registrado y comparado los
datos con los que evidentemente tenía a su disposición, le informó al sorprendí-
« « u n o W que debía presentarse cuanto antes en el Consulado Suizo en Buenos
^ures a los efectos de retirar allí la documentación correspondiente a la herencia
" U e ac ababa de hacer. Debía llevar su Pasaporte y una constancia de su domicilio,
hendida por la Policía local.

61
62 El papiro de los ricos Una herencia inesperada 63

Jorge quedó mudo. ¿Una herencia? Sus padres vivían en Buenos Aires, herma- omponer un árbol genealógico con todos sus parientes. Y ahí no podía faltar la
nos no tenía, sus tíos maternos residían en México y los paternos estaban distri- a i n a sudamericana. Jorge respondió con gusto, y a partir de allí tuvo un con-
buidos en diversas Provincias argentinas. Los abuelos maternos también vivían en tacto epistolar regular con Roswitha durante algún tiempo, espaciándose luego
México y los paternos habían fallecido, lo mismo que todos los bisabuelos y las j correo por las dificultades que traía consigo la edad de la tía bisabuela. Luego
bisabuelas. Así que por más esfuerzos que hacía, no podía imaginarse de dónde le intercambiaban saludos en ocasión de los cumpleaños, Navidad, Año Nuevo, y
podía venir una herencia. No tenía ningún amigo que viviera en tierras helvéticas, no mucho más que eso. Pero por lo visto la anciana llegó a apreciar muchísimo
y tampoco sabía de otros familiares cercanos que hayan planificado algún viaje a su sobrino bisnieto. Tratando de recordar cuándo le había enviado la última
por Europa muñéndose de camino. En ese caso, tampoco lo habrían llamado carta, Jorge tuvo sinceros remordimientos de conciencia por no haberle escrito
desde Suiza para pedirle que se hiciera cargo de una herencia. Así que preguntó más a menudo. Rogó a Dios por su eterno descanso y agradeció por la herencia
cuidadosamente, casi como para no levantar ninguna sospecha sobre su identi- totalmente inesperada.
dad, de quién provenía la herencia.
Como estaba acostumbrado a elaborar interpretaciones teológicas de todas
—De su tía bisabuela Roswitha von Kánel —respondió la dama de Lucer- las cosas, hábito inherente a su manera de ser y a la vez deformación profesional,
na—; y según el testamento, usted era su pariente preferido, y por eso le dejó tomó la herencia como una señal precisa de la posibilidad justa y necesaria para
todo lo que poseía. realizar el recorrido del que había soñado, aunque tuvo bastante vergüenza de
reconocer esta posibilidad. "Pobre anciana, tuvo que morir para que yo pudiera
—Ah, sí, claro —fue la respuesta casi muda que Jorge logró tartamudear—. recorrer el mundo" pensó para sus adentro. Luego suprimió esta idea y sublimó
Claro, sí, ah. la situación con la edad a la que había llegado Roswitha: 99 años. Realmente una
—Por designarlo como único heredero y por cumplir con todas las formali- edad bíblica, suficientemente madura como para pasar a mejor vida.
dades exigidas, el testamento tiene plena validez legal. Por ello, la herencia pasa
Jorge no tenía ni la más pálida idea acerca del posible monto de la herencia.
directamente a usted, sin considerar la posibilidad de otros parientes. Le felicito; Sabía que Roswitha había vivido los últimos años en un geriátrico; que su esposo
y tome contacto con el Consulado cuanto antes. Debo informarle que deberá ha- había ocupado uno de los más elevados cargos en la dirección del ferrocarril y
cerlo dentro de los 30 días hábiles a partir del día de la fecha, pues de otra manera que le había dejado a Roswitha una muy buena herencia. Roswitha, por su parte,
el trámite vuelve a Lucerna, y luego tendrá que presentarse aquí en Suiza. Gracias cobraba un monto considerable como profesora universitaria jubilada. Así que
por atenderme, y hasta luego. eventualmente habría una buena suma para heredar.
—Bien, por supuesto, viajaré hoy mismo a Buenos Aires; gracias, hasta luego. Jorge entró al sitio de una agencia de viaje y realizó un rápido cálculo de lo
Un discurso de cierre de expulsiones casi monosilábicas, pero era lo mejor que que podría costar una gira por El Cairo, Israel, Atenas, Roma, San Petersburgo,
le salió. Berlín, Zúrich, Salamanca y otra gira de Buenos Aires a México y Nueva York.
Luego sumó dos días de hotel barato a cada lugar y lo imprescindible para ali-
Tuvo que hacer un alto en medio del torbellino desordenado de ideas, sensa- mentación. Realmente sólo lo imprescindible, pues durante toda su vida había
ciones y emociones que lo cautivaban. Antes de dormirse, había deseado contar vivido muy austeramente; y por más cuantiosa que fuera la herencia que obtu-
con el dinerillo necesario para poder recorrer todos los lugares de la supuesta viera, siempre seguiría siendo modesto y dedicado al ahorro. Esta modalidad era
trayectoria del papiro. Pocas horas después, se le presentó esa posibilidad en la u
na combinación de la herencia protestante de sus abuelos mexicanos, el carácter
que jamás había pensado. peculiar de su bisabuela suiza, la situación de miseria de tantos habitantes de su
Conocía muy bien a su tía bisabuela Roswitha. Ella había sido profesora de país y la opción personal por ciertos valores que sobrepasaban profundamente
literatura inglesa en la Universidad de Lucerna, lo cual facilitó el contacto epis- el materialismo imperante de la sociedad de despilfarro por un lado y de cruda
tolar con Jorge. Un buen día había llegado una carta a su nombre, enviada por indigencia por el otro.
Roswitha, en la que ella le pedía que le contara un poco de su vida, pues quería
64 El papiro de los ríeos Una herencia inesperada 65

Luego de haber hecho sus cálculos, Jorge llegó a una cifra de algo más de cinco Pero, por favor, usted trabaja más que suficiente y su día tiene doce o más
mil Euros, un monto por cierto inalcanzable para él y su familia. Más aún, tratán- horas de trabajo. Y si tiene que viajar a Suiza a buscar su herencia, puede anticipar
dose de volar de un país a otro, persiguiendo una quimera e intentando atrapar s va caciones. Desde ya le doy mi permiso. Aunque creo que usted ni siquiera se
a una fantasía para desenmascararla. También pensó que ese importe le vendría tomó las vacaciones en enero.
muy bien para un proyecto por cierto muy diferente: adquirir todo lo necesario
Sí, todavía no las tomé, porque teníamos clases de confirmación y no las
para equipar un hogar y poder casarse. Si bien Gladys aún era muy joven y quería
quería postergar.
terminar primero sus estudios antes de casarse, Jorge nunca pensaba sólo en lo in-
mediato, sino en lapsos y períodos más largos de la vida. Y una familia en forma- Ay, esa "neurosis protestante" del cumplimiento del deber, de la construcción
ción necesita algo más que un catre, una cocinita y una muda de ropa. Vagando centenaria de un superyó vocacional centrado en la exigencia del llamado, el tra-
así por internet, su propio interior y el proyecto de un futuro matrimonio, Jorge bajo, el rendimiento, la obediencia. Como que no hubiera lugar para la alegría, la
se dio cuenta de que todo cálculo era prematuro y que todo dependía de lo que libertad y la felicidad en el Reino de Dios.
le deparaba la documentación que lo esperaba en Buenos Aires. En una de esas
—Bien, entonces tómese el día libre y planifique cuanto antes su viaje a Suiza.
era heredero de un lindo reloj suizo o de una ancestral ballesta. Vaya a saber qué
Y no se olvide de traernos chocolates. Déjeme arreglar la cosa, aviso a la comisión
recuerdos había remolcado la buena Roswitha hasta su ancianidad.
directiva y ya está.
Jorge no tenía más ganas de dormir, pero tampoco podía concentrarse como Jorge agradeció por el gesto, que era un reconocimiento de su tarea pastoral;
para comenzar algún trabajo. Esperó inquieto hasta las ocho de la mañana y llamó empaquetó algunas cosas, fue a la Policía y solicitó la constancia de su domicilio.
al presidente de la congregación. Le fue totalmente sincero, como correspondía. De allí fue directamente a la terminal de ómnibus, compró un pasaje; y a la me-
—Mire, Presidente, me llamaron de Suiza y me informaron que debo presen- dia hora estaba sentado en el vehículo rumbo a Buenos Aires. Había decidido no
tarme en el Consulado en Buenos Aires, porque mi tía bisabuela de Lucerna me llamar a Gladys antes de obtener claridad sobre la herencia. Un poco por cuidado,
dejó una herencia. ¿Qué hago? otro poco para darle una grata sorpresa, en el supuesto que la cosa daba para eso.
El viaje se estiró como nunca. Veía pasar los postes del alambrado y los árboles,
El presidente se desbordó inmediatamente de alegría. Nacimientos, casamien-
vagabundeaba con su vista por los campos, y su mente divagaba por Barcelona,
tos, enfermedades significativas, fallecimientos y suculentas herencias conforma-
Urdinarrain, Egipto, Lucerna, Nueva York y nuevamente Barcelona. Luego de
ban su universo simbólico social preferido, por supuesto con distintos grados de
una noche prácticamente reventada, tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano
gusto y empatia. Pero ésta era una ocasión por demás bienvenida. Como un feliz
por mantenerse despierto; pero por otra parte quería dormir un rato para estar
casamiento. Inmediatamente explotó eufóricamente:
fresco al llegar a Buenos Aires. El sueño lo venció cuando el ómnibus cruzó el
—Genial, pastor, ¡por fin una noticia sensacional! ¡Cómo se alegrará toda la primer puente del complejo Zarate-Brazo Largo. Una brusca frenada sobre la
comunidad por la suerte de su pastor! Avenida General Paz lo despabiló brutalmente, y ya no pudo volver a dormirse.

Jorge trató de frenar esta euforia. Poco después del mediodía, el bus arribó a su destino. Jorge tomó un taxi para
" e gar más rápido al Consulado, pues sospechaba que éste cerraría en cualquier
—Le ruego que no divulgue la noticia, ni antes ni después; no antes, porque
rnomento. A los pocos minutos estaba en la oficina helvética ubicada en la Ave-
no sé de qué herencia se trata; y después tampoco, porque si llegara a haber algo ni
importante, pronto los amigos de lo ajeno invadirán mi casa. da Santa Fe. Subió al piso indicado en la portería, llenó un sencillo formulario
ae
presentación y fue convidado amablemente a esperar unos minutos. El tiempo
—Claro, tiene razón. Bueno, vaya ya mismo a Buenos Aires. No pierda nin- avanzaba al paso de tortuga. Leyó tres folletos sobre turismo en Suiza, se repitió
gún minuto —dijo exaltado el presidente, como si él fuera el beneficiario—-. °o.os sus datos personales por si se los volvían a pedir, hojeó una revista y volvió
Tómese el día libre. a
^er uno de los folletos. ¿Qué dirá el testamento? ¿Por qué le tocaba a él esa he-
et
—Pero tuve mi día libre ayer —replicó Jorge—; no me quiero aprovechar. icia? ¿De qué importe se trataría? ¿Cómo manejar un asunto así?
66 El papiro de los ricos Una herencia inesperada 67

Al rato, apareció un funcionario en una ventanilla y lo llamó. Luego de volver bancada abierta por Roswitha von Kánel a nombre del beneficiario de la heren-
a registrar muy cuidadosamente todos los datos y de recibir la constancia del do- cia: Jorge del Cántaro. Luego brillaba la indicación del estado de cuenta: CHF
micilio, le entregó un sobre marrón lacrado, con sellos del Registro de Personas, 163.540.- Adosada al papel con una cinta, había una tarjeta internacional para
la Fiscalía de Lucerna, el Ministerio de Economía de Suiza, el Departamento ooder extraer dinero de esa cuenta desde cualquier banco del mundo conectado a
Helvético de Relaciones Exteriores y el Consulado mismo. Claro que Jorge pudo la red. En un pequeño sobrecito cerrado, pegado a continuación de la tarjeta, se
armar este listado recién en su casa, cuando se tomó el tiempo para revisar dete- encontraba una tarjeta de cartón fino en cuyo reverso figuraba el código personal
nidamente la ristra de sellos de esos entes tan importantes. producido automáticamente por la computadora del banco. Su tía bisabuela y
sin duda también su asesor letrado y los demás funcionarios realmente habían
—Sírvase, aquí está la documentación —dijo el empleado muy amablemen-
pensado en todo. En la última hoja del manojo, un empleado de la oficina había
te—. Pase al gabinete al lado de mi oficina, ahí tendrá más privacidad para revi-
indicado la ubicación exacta de la sepultura de la finada en el cementerio de Lu-
sar la documentación. Léala con tranquilidad; y si tiene alguna pregunta, puede
cerna. Por si Jorge alguna vez quería visitar la tumba.
llamarme. Después firme, por favor, la constancia adjunta y entregúemela antes
de retirarse. Jorge sentía que estaba cerca de un desmayo. Veía manchas negras delante de
sus ojos, intercaladas con destellos multicolores. Le brotaba sudor y sentía que
Jorge tomó tímidamente el sobre. Vio claramente delante de si una imagen
se ruborizaba fuertemente. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Quería levantarse,
similar, difundida hacía dos días: Jonny Messer tomando la carpeta axul en cuyo
pero no pudo. Las piernas no obedecían las órdenes de su cerebro. Leyó una y
interior se albergaba el terrible papiro. Terrible para la fe de Jorge y de millones,
otra vez los datos en negritas del recuadro, pero el nombre de Roswitha, el suyo
y más terrible aún para los pobres de la tierra de antaño y de hoy. Jorge paso al
y el importe en Francos seguían ahí. No se trataba de una alucinación o de un
gabinete, cerró la puerta, tomó asiento y miró disimuladamente hacia los rinco-
espejismo. Lo que no lograba descifrar eran los datos relacionados con los domi-
nes y el cielorraso. No descubrió ninguna cámara. Abrió con sumo cuidado el
cilios en Lucerna y Zúrich; y lo único que se animó a pensar era que la tía bis-
sobre para no romper accidentalmente el borde de algún documento. Antes de
abuela había vivido en esos lugares. Jamás se imaginaba que allí figuraban sendos
sacar el contenido, reafirmó su decisión de entregar también de esta herencia -sea
departamentos, uno de los cuales la anciana había destinado a un fin social de la
cual fuere su monto- un diezmo voluntario para la obra de la Iglesia. Lo venía
congregación de Jorge, y el otro para él, "como regalo de casamiento cuando se
practicando desde el inicio de su ministerio pastoral, y lo hacía no por obligación
decida a dar ese paso". De todo ello se enteró recién cuando obtuvo la traducción
moral ni religiosa, sino simplemente como agradecimiento voluntario a Dios.
oficial del documento.
Nunca había hecho de esto una bandera de lucha ni una ley para los demás. Pero
si alguien le preguntaba sobre cómo, qué y cuánto ofrendar, hablaba del agradeci- Jorge quedó sentado un largo rato en el gabinete. Demasiados hechos y de-
miento voluntario resultante de poder quedarse con el noventa por ciento de todo masiadas emociones en apenas cuatro días. Su silencio fue tan prolongado que el
lo que uno recibía. Y así también lo enseñaba desde el pulpito. Por una fracción empleado del Consulado golpeó la puerta y le preguntó si estaba bien.
de segundos pensó: "¿Y si son por ejemplo treinta mil Francos? ¡Tres mil Francos
—Sí, gracias, todo en orden —respondió Jorge con la voz algo quebrada—;
equivalían a casi la mitad del costo total de la gira!" Pero, no, sentía que tenía un
ya estoy listo.
compromiso voluntario, y ahí no cabía duda ni discusión.
Juntó los papeles, los guardó en su maletín, firmó la constancia, salió del ga-
Sacó el manojo de papeles, todos ellos con membretes oficiales y muy pulcra-
binete, entregó el recibo y se despidió atentamente del funcionario. Este, que no
mente provistos de los mismos sellos que lucía el sobre. El texto estaba en alemán.
tenía idea del contenido exacto del sobre, notó que Jorge había empalidecido
Igualmente Jorge repasó línea por línea. Se imaginaba que posiblemente iba a
sensiblemente y que temblaba visiblemente. Por experiencias anteriores con here-
hallar en algún lugar números, cifras, cantidades, si de efectivo se trataba. Luego
deros sorprendidos, sospechó que a Jorge del Cántaro podía haberle tocado una
de una larga introducción con nombres, fechas, domicilios y demás yerbas, llegó Sl
»ria cuantiosa. Pero la prudencia del mundo diplomático y sobre todo la reserva
a un cuadro con letra remarcada en negritas que contenía un domicilio en Lu-
helvética le impedían preguntar a Jorge qué había recibido exactamente. La dis-
cerna y otro de Zúrich; y acto seguido en alemán e inglés los datos de una cuenta
creción era uno de las principales máximas de su código laboral.
68 El papiro de los ricos 5. Una herencia inesperada 69

Una vez fuera del edificio, Jorge llamó a Gladys. Por seguridad, apenas le Point del hall principal del Aeropuerto, desde donde se accedía a los sectores A
contó lo esencial: que su tía bisabuela Roswitha le había beneficiado en su testa- y B. Luego, sobre el final del viaje, se encontrarían en Madrid para viajar juntos
mento. Que Gladys esperara su llamada a su regreso a Urdinarrain. a Salamanca. Gladys prometió abocarse de inmediato a la búsqueda de pasajes
Jorge decidió no visitar a sus padres, sino tan sólo llamarlos para decirles que aéreos baratos a Frankfurt y a Madrid, como los había en toda Europa.
había tenido que hacer un trámite de urgencia en Buenos Aires y que más tarde A la mañana siguiente, Jorge tomo contacto con una agencia de viajes en
volvería a comunicarse con ellos. Después tomó un taxi a la terminal de ómnibus. Buenos Aires y expuso sus pedidos. Pidió un pasaje completo con todos los tra-
Trató de serenarse todo lo posible. Igualmente el taxista, gran conocedor de la mos desde Buenos Aires a Europa incluyendo los trayectos a Egipto e Israel, y
gente y de sus más diversos estados de ánimo, le preguntó si le pasaba algo, por- luego otro vuelo de Buenos Aires a México con una continuación a Nueva York.
que lo notaba muy pálido y nervioso. Solicitó un seguro completo para el exterior. Pidió que la agencia tramitara las
visas para Egipto y Rusia. No necesitaba visa nueva para los Estados Unidos,
—No, no es nada; me levanté muy temprano y no pude dormir bien —res-
pues la anterior aún era válida. También solicitó reservas en hoteles baratos en
pondió Jorge, diciendo la verdad. O, por lo menos, una parte importante de ella.
las respectivas ciudades. En la agencia le prometieron tener todo listo a última
En la terminal compró un pasaje en el primer ómnibus que salía a Urdina- hora del mismo día. Mientras tanto, viajó a Gualeguaychú para probar la tarjeta
rrain. Una vez instalado en el cómodo asiendo, tenía unas ganas locas de volver bancada. He aquí, la cosa funcionaba a las mil maravillas. A su regreso, pasó por
a revisar el texto del testamento, pero sabía que eso podía ser potencialmente la casa del presidente de la congregación para informarle que le había ido bien, y
peligroso. Nunca se sabía cuántos ojos más veían cosas que no debían. Resolvió que posiblemente viajaría a Europa dentro de dos días. El presidente explotaba de
mantener la cuestión en absoluto silencio y compartirla sólo con Gladys, evaluar curiosidad por enterarse del monto de la herencia, pero no se animó a plantear esa
con ella todas las posibilidades y decidir luego los pasos a dar. pregunta del millón. Jorge tampoco se lo dijo.
Luego de llegar a su casa, se higienizó rápidamente y llamó de nuevo a Gladys. A la noche, Jorge recibió un correo electrónico de la agencia de viajes con la
En Barcelona los relojes ya marchaban hacia la medianoche, pero Gladys había confirmación del plan completo del viaje. Repasó tramo por tramo y todas las
estado esperando ansiosamente la llamada de su novio. Jorge le amplió un poco reservas de hotel. He aquí, la cosa estaba en orden. Un rato más tarde, también
la información sobre la herencia, sin hablar del monto, a pesar de que Gladys recibió el aviso del diario de Buenos Aires sobre la publicación de su artículo en
insistió un poco, como era de esperarse. Luego Jorge le resumió el contenido del el día de la fecha. He aquí, era la tercera cosa que le había salido bien este día.
programa televisivo sobre el papiro y lo que él había descubierto. Finalmente le
anticipó que quería verificar la historia del recorrido del papiro, pues sólo así Ahora tenía que cumplir un arduo programa de preparativos para poder via-
podría obtener eventualmente certeza sobre el verdadero carácter del documento. jar al día subsiguiente: hacer una transferencia a la agencia de viaje; empaquetar
Estaba dispuesto a invertir en este viaje una partecita de la herencia. Sentía que les suficiente ropa, pues prácticamente no contaría con la posibilidad de lavarla de
debía esto a todas las personas creyentes y principalmente a las necesitadas, ya que camino; hacerse de información mínima sobre cada lugar; estudiar detenidamen-
de ser cierto lo que decía el papiro, no sólo se caería la fe, sino también el móvil te todas las indicaciones de Jonny Messer sobre la trayectoria del papiro; buscar e
espiritual del compromiso con el prójimo. imprimir mapas y planos; preparar la electrónica: computadora portátil, cámara
digital, palm, un navegador GPS para toda Europa y un celular de tres bandas,
Gladys de inmediato estaba de acuerdo. Más aún, manifestó un enorme ambos regalos de su futuro suegro, Rubén Frisch. También debía cargar varios
entusiasmo. textos en la computadora a los efectos de poder realizar comparaciones y verifica-
—Entonces podemos vernos en algún lugar de Europa —dijo, y Jorge perci- ciones; avisar a sus padres, abuelos y futuros suegros de su proyectado viaje; hacer
u
bía que los latidos de ambos subían a un nivel peligroso—; ¡excelente! na lista de direcciones; mandar un correo electrónico a Gladys para comunicarle
todos los detalles de su ruta; y mil cosas más.
Convinieron en que Jorge le comunicaría todos los datos de su proyectado via-
je, apenas los tuviera; y que se encontrarían a su arribo a Frankfurt en el Meeting
El papiro de los ríeos '5. Una herencia inesperada 71
70

A la mañana siguiente, el teléfono sonó bastante temprano. Era la primera atención generalizada literalmente de la noche a la mañana. A él le tocó; y «e d l °
reacción al artículo de Jorge. Un colega de la Iglesia lo llamaba desde Buenos Aires cuenta de que para llevar su lucha a buen término, debía evitar todo triunfalismo,
para felicitarlo. todo apresuramiento, toda presunción y toda fanfarronería.
—Siempre fuiste un tragalibros y el más ilustrado en la Facultad, y veo que A la mañana siguiente, el blog ya tenía 4.385 entradas. Durante la noche, el
no dejaste ese vicio —decía con honesta ironía—; pero parece que de vez en diario había abierto un apartado especial para la discusión en inglés. El director le
cuando eso sirve para algo. Dale fuerte a ese falsificador. Que quede destrozada envió un correo a Jorge para pedirle que elaborara una versión en inglés de su ar-
su soberbia. tículo; y luego de leer esa nota, Jorge le respondió telefónicamente que cumpü r i a
el pedido durante su vuelo a Europa.
—Gracias, pero no será para tanto —dijo Jorge, tratando de poner algo de
freno a ese brote de aversión contra el papirólogo—. Estamos contra el pecado, —¿Estás por viajar a Europa? —preguntó el director—. Eso es trágico, pues
no contra el pecador. justo ahora te necesitaríamos aquí. No nos puedes hacer esto.

—No me vengas con principios de moralina —respondió el colega—. Todo —Voy a Europa, Egipto, Israel, México y los Estados Unidos para verificar si
pecado tiene su autor, y lo que cometió este tipo es demasiado grave. Aprovecha es cierto lo que Jonny Messer contó sobre la historia del papiro —indicó Jorge—.
tus conocimientos y tu inteligencia para desenmascararlo públicamente. ¡Que Con gusto, enviaré luego mi informe al diario.
tengas éxito! ¡Me siento orgulloso de ser colega del hombre que en pocos días Ahí mismo pactaron un contrato sobre la publicación de todo lo que Jorge
llegará a ser más famoso que muchos presidentes! pudiera investigar sobre el papiro. El director se frotó las manos ante la perspec-
Interesante. Una inyección de ánimo para seguir en el camino iniciado. Al rato tiva de lograr un triunfo sobre su rival, el director del canal estadounidense que
llegó otra llamada, esta vez desde Montevideo, donde otro colega había leído el había publicado la primicia del papiro. Si todo salía bien, él difundiría desde
artículo en la versión digital del diario. Y así siguió la cosa casi toda la mañana. Buenos Aires la primicia de la falsificación del mamarracho. A decir verdad, no le
Pero al mediodía llegó la primera reacción negativa. Un estanciero, que había leí- interesaba tanto el contenido, ni estaba en condiciones de percibir la importancia
do el artículo en el vuelo de la mañana de Buenos Aires a Corrientes, le reprochó religiosa y teológica del tema. Le seducía la oportunidad única de demostrar que
por inmiscuirse en cosas que no entendía, refiriéndose a la economía; y lo acusaba la televisión del Primer Mundo se había equivocado imperdonablemente con la
de hablar de pura envidia. Concluía su enojada nota reclamando que el zapatero difusión de una estupidez mayúscula.
vuelva a sus zapatos, porque de otra manera sufriría las consecuencias de su atre- —Tengo un bombón para ti —dijo el director con voz de Papá Noel—. Mis
vimiento. ¡Ufa! Una pálida, la primera, pero con seguridad no la última. contactos han averiguado la dirección particular de Jonny Messer. ¿Tienes algo
A la noche, el encargado de la página cultural llamó a Jorge para informarle para anotarla?
que ante el cúmulo de reacciones al artículo, el director del diario había resuelto Jorge tenía algo para anotarla y la anotó cuidadosamente.
abrir un blog especial en internet para fomentar la discusión sobre el tema. Ya
se estaban amontonando las primeras reacciones. Jorge fue de inmediato a la —Por ahora, no la divulgaré —dijo el director—; me quiero reservar esta
computadora y pudo verificar que él se estaba convirtiendo en el foco de una tor- sorpresa para el final de esta historia.
menta. Para colmo, el director destacó con orgullo y en letras rojas en la primera Jorge desayunó rápidamente y luego empaquetó las últimas cosas. Llamó a
página que Jorge, colaborador asiduo del diario, había comenzado a liderar la s
us futuros suegros para explicarles el motivo del viaje relámpago, y recibió un
oposición al descarado papirólogo desde América Latina. decidido apoyo de ambos. Al concluir la conversación, Rubén Frisch le dijo a su
es
"¡Dios mío, en lo que me he metido!" se dijo Jorge. Luego cambió la formula- posa Juanita Villalba:
ción a "¡Dios mío, en lo que me has metido!", para terminar diciendo "¡Gracias, -—¡Cómo se repite la historia! Nosotros nos hemos atrevido a perseguir un
mi Dios, porque me has metido en esto!". De inmediato trató de reprimir ese bro- tesoro oculto, ¡ahora nuestro futuro yerno se atreve a cazar a un fantasma público!
te de soberbia. No todos tienen la oportunidad de convertirse en el centro de la
72 El papiro de los ricos

A las diez salía el ómnibus a Buenos Aires, y a la noche Jorge debía tomar el
avión en Ezeiza. Echó un último vistazo al blog. Dos notas le aceleraron el pulso.
Una contenía una amenaza directa al autor del artículo "que tanto se oponía a la
verdad sólo porque no quería reconocer que su fe infantiloide descansaba sobre
bases equivocadas". La otra nota provenía de Gladys, que apoyaba con elogiosas
palabras la lucha por la verdad que llevaba adelante el diario. Gladys había fir-
mado ostentativamente como "La novia del líder antipapiro". La tormenta había
comenzado a levantar sus decibeles. Quién sabe a qué niveles llegaría. 6. La tumba en Nag Hammadi
Por fin, Jorge estaba sentado cómodamente en su asiento en el vuelo rumbo a
Frankfurt. Pero antes de llegar a ese lugar, había tenido que pasar un muy mal
momento. Algún empleado de la agencia de viajes se había equivocado al indicar
el apellido del pasajero, registrándolo como "Cántaro" en vez de "del Cántaro". A
la hora de presentarse en el Aeropuerto, luego de haber pasado por la agencia de
viajes para retirar toda la documentación, le dijeron que su apellido no figuraba
correctamente en el ticket electrónico, y que así no lo podían embarcar en el vue-
lo. Fue en vano que se remitiera a un posible error de la agencia de viaje, al pago
inmediato del boleto, a los más sinceros ruegos y nuevamente a la agencia. La
joven que lo atendía ponía la típica cara de "lo lamentamos profundamente, pero
no podemos hacer nada", que debe frustrar diariamente a centenares de ansiosos
pasajeros en todo el mundo. Entonces Jorge tomó su celular y llamó directamente
al dueño de la agencia. Lo ubicó en Mendoza, donde estaba pasando unos días
de vacaciones con su familia. Le planteó el problema, a lo cual el pobre hombre
sólo supo tartamudear alguna disculpa, prometiendo arreglar el asunto de inme-
diato desde su conexión a internet. Que Jorge esperara tranquilo. Iba a anular el
pasaje mal hecho y comprar uno nuevo, haciéndose cargo de cualquier eventual
diferencia de precio.

Faltaban dos horas para la salida del vuelo. Había tiempo para arreglar la
cosa. Jorge sacó un libro de su maletín y trató de leer algo, pero se le borraban las
palabras. Las letras comenzaban a caminar por las líneas cuan hormigas nervio-
sas. Cada rato iba a preguntar si ya estaba listo su nuevo pasaje. La empleada le
respondió siempre con la misma cara amable que la computadora indicaba que
desde la agencia estaban trabajando en el tema, pero que aún faltaba un rato. Los
minutos pasaban a pasos agigantados. Finalmente, faltando apenas 35 minutos
para la salida del avión, la dama llamó a Jorge y le dijo que todo había quedado
arreglado. Le entregó la tarjeta de embarque, y para su enorme sorpresa Jorge vio
la indicación "Business" en el ángulo superior derecho. La empleada le explicó
4 U e dado que no había más lugar en la clase turística y no pudiendo usar tampoco

73
74 El papiro de los ricos 6. La tumba en Nag Hammadi 75

el lugar del pasaje anulado, pues ése había pasado directamente a la primera per- Jorge siguió explicando que gracias a la herencia, estaba en condiciones de
sona en la lista de espera, la agencia le había pagado un pasaje en clase ejecutiva. realizar ese recorrido, y que consideraba que les debía esta inversión a la Iglesia y a
la gente en general, pues eventualmente podía colaborar con frenar el crecimiento
Un Jorge más que contento y agradecido por esta sorpresa agradable enfiló
del fraude y hasta cortarlo del todo, previniendo así que muchas personas caigan
rumbo a la sala de embarque, no sin antes aprovechar aunque sea sólo unos mi-
en dudas sobre su fe.
nutos los servicios de la sala Lounge para Business. A los apurones, ingirió un
vaso de jugo de tomate y tragó unas nueces. Luego salió corriendo para abordar Gladys se sentía sumamente orgullosa de lo que estaba realizando su novio.
el avión y se instaló en el comodísimo asiento, disponiendo de todo lo necesario Se ofreció para dar a conocer la dirección del blog del diario de Buenos Aires a
para distenderse, leer, dormir y llegar totalmente descansado a destino. todas las personas que conocía, y que realmente eran muchísimas, pues a través
de su sitio en Facebook estaba en contacto con centenares de jóvenes, que a su vez
Según lo convenido, en Frankfurt lo esperaba Gladys, totalmente desbordaba
conocían a otros tantos, y así sucesivamente. Asimismo, propuso involucrar a sus
de felicidad. Luego de varios meses de separación temporal y de distancia geo-
padres, que también tenían extensas redes de conocidos y amigos en unos cuantos
gráfica de más de once mil kilómetros, el encuentro fue más que emocionante.
países del globo. A todos les iba a pedir que escriban algún comentario en el blog,
Después de intercambiar durante un buen rato las novedades personalísimas, Jor-
apoyando por supuesto la gestión del desenmascaramiento del engaño olímpico
ge, cuyo vuelo a El Cairo salía dentro de cuatro horas, compartió con Gladys la
que había montado el gringo.
información sobre la herencia y su monto en efectivo, aclarando que aún no sabía
qué significaban las direcciones de Lucerna y Zúrich. No había tenido tiempo El tiempo arrastraba sin piedad a las miles de personas que recorrían el gigan-
para hacer traducir el documento. Gladys quedó muda de emoción, con los ojos tesco Aeropuerto. Llegó la hora de la despedida, y Jorge y Gladys quedaron en
y la boca abierta y la cara congelada por un buen rato. Le costó volver a la norma- mantenerse diariamente en contacto. Jorge prometió enviarle un informe deta-
lidad o lo que ella y Jorge podían imaginarse en ese momento bajo este concepto. llado sobre lo que lograra descubrir en cada uno de los lugares del trayecto a los
Después Jorge le resumió nuevamente su investigación; y finalmente le explicó en efectos de que quedara asegurada una documentación coherente de su propio
qué consistía su programa de viaje: recorrer todos los lugares por los que supues- recorrido.
tamente había pasado el papiro, para averiguar sobre el terreno si esa historia era
—Por si me pasa algo —dijo con cara picara—. No quiero que se pierda
cierta. Después vería cómo seguir.
absolutamente nada. En ese caso, tendrás la obligación de publicar todos mis
Gladys escuchó esta catarata de información, sumida en profundo silencio. informes.
Jamás había esperado que les sucedieran a ellos todas estas cosas en un lapso tan
Gladys bajó la vista y quedó en silencio por un breve instante.
comprimido de tiempo. Primero el papiro, ese golpe bajo sumamente fuerte y
mugriento a su fe y a todo su sistema de valores. Luego, una herencia extraordina- —Por favor, no hables así. Dios no permitirá que te pase algo —dijo con la
ria jamás imaginada. Y después el viaje de Jorge. Finalmente se animó a plantear convicción que emana de todo deseo ferviente—. Estás por hacer algo grandioso
una duda. para la obra de Dios, y él no te lo impedirá.

—Pregunto yo: para desenmascarar el fraude, ¿no alcanza con señalar los erro- —Bueno, gracias por la confianza, pero prefiero ser realista y asegurarme. Y
res que descubriste en el papiro? ¡Aunque estoy muy contenta que llegaste! por sobre todas las cosas, necesito que ores por lo que quiero hacer, y principal-
mente por tanta gente que ahora estará dudando de su fe.
—No, los errores no son prueba suficiente. Casi todos son pruebas de indi-
cios, pero no contundentes, aunque la suma total sí puede ser decisiva. Para de- Fueron a tomar un café y de allí cada cual se dirigió a su respectiva sala de
mostrar que todo es una falsificación de dimensiones titánicas -suponiendo que embarque, Gladys de regreso a Barcelona y Jorge rumbo a El Cairo.
así fuera—, debo verificar paso por paso todos los lugares del supuesto recorrido
Durante el vuelo, Jorge preparó la versión inglesa de su artículo para enviarla
del papiro, pues Jonny Messer ha usado ese recorrido como parte de su compro- a
Buenos Aires una vez arribado al hotel. Luego de volar cuatro horas y diez mi-
bación de la autenticidad del documento. n
utos, el pájaro metálico se posó en la pista del Aeropuerto Internacional de El
I
76 El papiro de los ríeos g La tumba en Nag Hammadi 77

Cairo, capital del país en el que habían imperado los antiguos faraones con sus Prosiguió diciendo que varios faraones más colaboraron con la terminación
incontables miríadas de esclavos. En el viaje al hotel, un abigarrado y aplastante del templo con decoraciones y bajorrelieves, entre ellos también el célebre Ec-
mundo de un sinnúmero de impresiones nuevas le produjo una profunda conmo- natón y el más famoso de todos, Tutankamón. Incluso el macedonio Alejandro
ción cultural a Jorge. Sofocado por el movimiento abismal de la metrópolis cuyo Magno había aportado siglos después su parte en materia de decoración.
pulso rasante se filtraba por todos los poros del hotel y de su propio ser, Jorge cayó
Jorge admiró la portentosa fachada del templo que se elevaba muchos metros
de inmediato en un profundo y reparador sueño.
sobre el nivel del mar de gente que visitaba el edificio. El gigantesco portal de
Lamentablemente no disponía de tiempo para aprovechar turísticamente las entrada se hallaba flanqueado por las estatuas sedentes de Ramsés II que emitían
mil y una maravillas de la capital egipcia. Si quería recorrer todos los lugares del majestuosidad hoy como hacía tres milenios. Parecían estar dispuestas a levantarse
papiro, debía atenerse estrictamente a su plan. Con cierta tristeza pensó en todo en cualquier momento para retomar como antaño los hilos del país en sus manos.
lo que estaba desaprovechando, pues Egipto, Israel, Atenas, Roma, San Peters- Los visitantes, que tenían una sensación de ser aplastados, apenas medían un poco
burgo, Berlín, Zúrich, Salamanca y México ofrecían una cantidad tan inmensa más que los pies de las estatuas.
de atractivos para los visitantes que equivalía a un pecado colosal no dedicarse
El conjunto arquitectónico, formado por la pared exterior de corte trapezoi-
de lleno a conocerlos y admirarlos. Pero ésa era la situación; y sólo le quedaba el
dal que se estrechaba a medida que subía de altura, el portal y las estatuas, era
consuelo de esperar "tiempos mejores". Ahora la consigna era descubrir huecos,
la perfecta combinación de mensaje ostentativo, realeza, grandeza, religiosidad
trampas y grietas en la trama del supuesto recorrido del documento.
pomposa, representatividad suntuosa y fuerza férrea traducida a un impactante
A la mañana siguiente, luego de un buen desayuno, Jorge tomó un taxi y volumen lítico. Todo ello hacía sentir muy pequeño al visitante y lo proyectaba
fue a la estación de ferrocarril. Compró un pasaje a Luxor, pues si bien el tren fuera de su tiempo, diciéndole que aquí mandaba el alma de una nación cuyos
alargaba en unas cuantas horas su viaje, le daba la oportunidad de conocer algo orígenes se perdían en los límites entre el tiempo y la eternidad.
de la atmósfera en la que vivía la gente del país y ver algo del paisaje, lo cual era
—Aquí había también dos obeliscos —explicó el guía a los silenciosos turistas,
prácticamente imposible si se empleaba el aséptico y distanciado avión. El viaje
avasallados por tanta grandeza del pasado—. Pero nos han robado uno.
fue muy agradable, si bien también algo agotador por su extensión. Jorge con-
versó alegremente con un grupo de estudiantes libios de la carrera de arqueología —¿Se puede saber quién se lo llevó y dónde se encuentra hoy? —preguntó una
que iba a conocer el gran templo de Luxor. Una vez en Luxor, Jorge se dirigió de dama en inglés con un acento que la delataba como francófona.
inmediato al hotel, se refrescó ligeramente y aún le quedó tiempo para echarle
—Claro —dijo el egipcio—; y lamento tener que decírselo justamente a us-
un vistazo al celebérrimo templo. Éste se levantaba majestuosamente no lejos del
ted, que tan amablemente me pregunta. Fueron los franceses, que al igual que los
gran Río, no menos solemne que el complejo religioso que a pesar de los milenios
ingleses, alemanes y tantos otros saquearon las riquezas arqueológicas de nuestro
transcurridos, seguía infundiendo respeto.
país y expoliaron nuestra cultura para llenar sus museos. Este obelisco está hoy en
El guía explicó en perfecto inglés que el templo de esta ciudad construida París. Lo erigieron en la Plaza de la Concordia en 1833.
sobre las ruinas de la antigua Tebas fue edificado durante la época conocida como
—¿Y por qué no exigen que se lo devuelvan? —preguntó un joven.
"imperio nuevo". Estaba vinculado directamente con el templo de Karnak a tra-
vés de una amplia avenida, a cuyos costados se levantaban sendas hileras de esfin- —Si usted supiera cuántas veces ya hemos tratado de que nos devuelvan por lo
ges. La construcción fue ordenada por los Faraones Amenhotep III y Ramsés II. menos una mínima parte de todo lo que nos han quitado —dijo amargamente el
hombre—. Queremos tramitar incluso la devolución del busto de Nefertiti, que
—El faraón del éxodo de los hebreos —interrumpió Jorge, contento de poder según documentos recientemente publicados, fue sacada de aquí con engaño por
vincular los datos sueltos con los procesos históricos. los alemanes hace más de un siglo. Hoy es la mujer más famosa y más visitada de
—Exacto —constató el guía—, así dicen. Berlín.
78 El papiro de los ricos 6. La tumba en Nag Hammadi 79

Se produjo un denso silencio, pues muchos de los turistas presentes ya habían estridencia de la arena del desierto que comenzaba ahí nomás, a pocos metros del
recorrido unos cuantos museos del Primer Mundo y sabían muy bien cómo éstos verde tapiz anclado en la fértil tierra que traía el Río.
se habían nutrido de antigüedades durante siglos. La rapiña de los depredadores
—Antes sólo había balsas —explicó el taxista—, y cruzar el río duraba media
de antigüedades había barrido todos los rincones del mundo pobre y acumulado
eternidad.
sus tesoros históricos en las vitrinas del mundo rico.
Jorge estaba tentado a preguntar cuánto duraba la eternidad entera en Egipto,
El guía explicó que el templo disponía de un enorme patio, una vía para pro-
ya que aquí la historia se valía de milenios donde en otros lugares se contaban
cesiones con columnas a ambos lados, salas dedicadas a diversas divinidades, un
años, pero prefirió callarse. Sabía demasiado poco de esta cultura tan respetable
santuario de la barca y otros espacios religiosos menores. Todo ello formaba un
como para arriesgarse a causar la impresión de una burla. El taxista ya seguía con
conjunto con cuyas conexiones los arquitectos habían logrado soluciones sobre-
sus explicaciones.
salientes. El egipcio explicó también que en el primer patio se construyó mucho
tiempo atrás una mezquita que seguía usándose hasta la actualidad, dando así —El Nilo es nuestro padre, sabe, porque sin él no hacemos nada. También es
continuidad al carácter religioso del gran espacio. nuestra madre, porque nos da de comer. Eso siempre fue así, desde hace cinco mil
años. Vivimos cómodamente en el "Hotel Nilo", como los chicos de Europa, que
Ante tamaña grandeza del pasado, que infundía profundo respeto, Jorge de-
no quieren irse del "hotel mamá", porque es cómodo.
cidió hacer en algún momento un viaje extenso por todos los lugares célebres
del país del Nilo. Siempre le habían cautivado las culturas milenarias; pero una Evidentemente el hombre estaba al tanto de los cambios culturales del mundo
cosa es leer sobre ellas y ver fotos de sus restos arqueológicos, y otra radicalmente occidental. Donde dos o tres décadas atrás los jóvenes de 18 añitos se lanzaban a
diferente es ver personalmente los vestigios, tocarlos, sentirlos, gustarlos, oírlos. la aventura de tomar las riendas de su vida en las propias manos, ahora sus hijos
Pues también los muros tienen aromas, las piedras gritan, la historia tiene gusto, preferían seguir viviendo con sus padres hasta los 30, 35 y más anotes.
los templos vibran y las arenas susurran. Sólo es necesario aprender a agudizar los
—Donde hay agua, hay vida: plantas, animales y personas —prosiguió el
sentidos y querer usarlos para ello.
egipcio—. A doscientos metros de distancia se termina todo y comienza el de-
El día había pasado rápidamente, y un feliz Jorge se dispuso a cenar y a des- sierto mortal.
cansar. A la mañana siguiente consultó en la recepción del hotel sobre las posibi- —¿Cómo es el clima por estos pagos? —preguntó Jorge—. Me imagino que
lidades de viajar a Nag Hammadi. Había varias, pero la que más le recomendaron en verano hace un calor brutal.
para mantener suficiente movilidad era la de tomar un taxi, arreglando previa-
mente el precio total de la gira y el día entero, y volver así a la hora que fuere al —Calor no es el término adecuado para lo que pasa aquí —respondió el taxis-
mismo hotel. Claro, así se aseguraban el cliente. Además, Jorge no estaba con ta—. Hay que llamarlo "calorazo infernal", porque así debe ser el infierno, ¿no le
ganas de aventurarse demasiado. No hablaba árabe; y si bien los guías hablaban parece? La temperatura frecuentemente llega a los 40 grados y más. Pero gracias
inglés, consideró que no era recomendable hacerse el gallito y largarse a riesgos a ello se conservó parte de nuestra historia. Piense por ejemplo en las momias y
desconocidos con final imprevisible, por ejemplo, pernoctando quién sabe dónde los papiros.
en Nag Hammadi. Así que optó por lo más seguro. Pidió un taxi. Cuando éste lle- —Sí, me imagino que las arenas de Egipto aún guardan muchos misterios.
gó, arreglaron el precio, luego de varios minutos de regateo, como correspondía,
pues sin regateo nada se vende ni se compra en ese mundo multicolor de basares, Jorge sabía que los manuscritos de papiro más antiguos del Nuevo Testamento
misterios y mística oriental. Impensable en la ordenada Europa occidental. Preci- se habían encontrado en Egipto. El príncipe de los antiquísimos era un fragmento
samente por eso el oriente y el sur les encantan tanto a los occidentales del norte. del Evangelio de San Juan del año 125 de la era cristiana. Luego venía un buen
lo
te de las décadas siguientes y de todo el siglo III. Lo mismo valía para los libros
El taxi recorrió los pocos kilómetros desde el centro de Luxor al puente so- ttias antiguos, hechos de pergamino, es decir, cuero de oveja, cabra o antílope,
bre el Nilo, y a los pocos minutos había cruzado la ancestral masa líquida cuya t n el Monasterio de Santa Catalina en la Península del Sinaí, al pie del sagrado
majestuosidad hacía juego con la fachada del templo de Luxor y con la solemne
80 El papiro de los ricos ^ ; . La tumba en Nag Hammadi 81

Monte, el investigador alemán Tischendorf había descubierto una Biblia com- en este lugar. Sólo quería verificar si era cierto que en ese cementerio existían las
pleta en idioma griego, datada más o menos en el año 350 o incluso antes. Fue tumbas del abad y del monje.
otro regalo del clima desértico de Egipto a la ciencia. Luego de una complicada
El taxista estacionó su vehículo cerca de la oficina de turismo de la localidad,
historia y de un rodeo por Moscú, el valioso texto se exhibe ahora en el Museo
donde fue saludado muy alegremente por los empleados. Por lo visto, lo conocían
Británico de Londres, y algunas hojas se hallan en Leipzig. En muchos museos
muy bien. Echó para atrás el asiento de su vehículo y le dijo a Jorge que lo desper-
del mundo, una enorme cantidad de papiros provenientes del antiguo Egipto
tara cuando lo necesitara. A los pocos segundos, ya estaba roncando.
informaba sobre miles de detalles de la vida cotidiana, las creencias y hechos his-
tóricos destacados. Parte de ese legado eran precisamente los célebres documentos Jorge entró a la oficina, donde lo recibió la frescura del aire acondicionado.
gnósticos de Nag Hammadi, hallados en 1945. Tres guías le ofrecieron de inmediato sus servicios, y una joven le invitó a escuchar
una conferencia ilustrada sobre los celebérrimos manuscritos de Nag Hammadi,
—Si le interesa, puedo llevarlo mañana al Valle de los Reyes —dijo el taxista,
que estaba por comenzar en el pequeño cine del edificio. En árabe, por supuesto.
especulando con más ganancia segura—; queda bastante cerca. De noche lo dejo
La entrada costaba diez dólares, y con auriculares para la traducción simultánea al
de nuevo en su hotel.
inglés, 25. Jorge tuvo que pagar los 25. Ingresó a la sala, se ubicó en una cómoda
—Veremos —dijo Jorge, que ya sabía que nunca había que responder con un butaca y se dispuso a escuchar la presentación. En la sala ya había unos treinta
rotundo "No". Siempre era conveniente dejar abierta alguna puerta. turistas, debatiendo sobre sus impresiones egipcias en una docena de idiomas.
Como ya se habían colocado los auriculares, la discusión era llevada a viva voz.
—En ese valle fueron sepultados los faraones de la 18 a , la 19 a y la 20 a dinastía
Un barullo insoportable.
—explicó el hombre—. También hay algunas tumbas de animales sagrados. El
valle se llama Uadi Biban Al-Muluk, Valle de las Puertas de los Reyes. Los anti- A la hora señalada, se oscureció la sala y comenzó la proyección. El conferen-
guos lo llamaban Ta-sekkhet-mdat, Gran Campo. Allí se encuentra la tumba del cista explicó que los manuscritos de Nag Hammadi constituyen un conjunto de
faraón más famoso de nuestra historia, Tutankamón. Y más al sudoeste se encuen- textos de filosofía y creencias gnósticas de una rama especial del cristianismo que
tra Biban el-Harim, el antiguo Valle de las Reinas, donde fueron sepultadas las no perduró frente a la que podría llamarse "oficial". Habían sido encontrados en
reinas de la 19 a y la 20 a dinastía. Pero sus tumbas no están tan bien conservadas diciembre de 1945 al pie del Monte al-Tarif, a unos diez kilómetros al noreste
como las del Valle de los Reyes. La roca no es tan sólida allí. Nuestros antepasados del puente de Nag Hammadi sobre el Nilo. Unos agricultores habían dado de
llamaban ese lugar Ta Set Neferu, El Lugar de la Belleza. Claro, eran caballeros. casualidad con el hallazgo de 13 libros, llamados códices, compuestos de un total
de unas mil hojas de papiro. Los códices estaban forrados en cuero y habían sido
El hombre era una enciclopedia arqueológica viviente. Prosiguió informando
enterrados en un gran cántaro de barro. Aparentemente los hombres encontraron
a su pasajero sobre muchos detalles sumamente interesantes del Valle de los Re-
más textos, pero los quemaron. Luego de muchas vueltas, los 13 libros llegaron
yes. Jorge trató de obtener más información sobre antiguos papiros, pero en esta
a los escritorios de los investigadores, que constataron que contenían en total 52
materia el taxista patinaba bastante.
tratados gnósticos, tres textos de un conjunto llamado Cuerpo Hermético y una
Finalmente arribaron a Nag Hammadi, que significaba Pueblo de Alabanza versión alterada de la República de Platón.
en árabe, como explicó el taxista. Era una pequeña localidad que alcanzó fama
A medida que el conferencista presentaba los datos, iba mostrando en la pan-
mundial luego del descubrimiento de los famosos códices gnósticos en 1945-
talla magníficas fotos de la región y de los códices. Explicó que los manuscritos
Jorge sacó sus anotaciones y repasó la descripción del primer lugar según la in-
databan de la primera mitad del siglo IV de la era cristiana, pero que se estimaba
formación de los Messer bajada del sitio del canal en internet. Dado que Messer
lúe sus originales fueron redactados en el siglo I o II. Se creía que eran originarios
Padre indicó que había excavado la tumba del abad del convento de San Pacomio,
ue Egipto. En algunos casos había indicios de una procedencia de Siria. El idioma
pero que el sepulcro del monje con el misterioso papiro había sido vaciado ya en
ue los textos era el sahídico, un dialecto del copto; pero se suponía que se trataba
la antigüedad, Jorge no se hacía ninguna ilusión de hallar un rastro del papiro ae
traducciones del griego. No se sabía a quién o a quiénes pertenecía el con-
junto. Probablemente se trataba de la biblioteca de alguna comunidad gnóstica.
I
82 El papiro de los ricos Q. La tumba en Nag Hammadi 83

También era posible que la colección haya formado parte de la biblioteca del j e algunos de éstos, tales como el Libro Secreto de Santiago, el Evangelio de
convento de San Pacomio, que se encontraba en las cercanías. A ello remitía el Felipe> el Diálogo del Salvador, el Segundo Apocalipsis de Santiago, el Apócrifo
material de encuademación de los libros, que contenía algunas cartas y recibos de de Adán, el Segundo Tratado del Gran Seth, el Apócrifo Gnóstico de Pedro, la
los monjes. Si fuera así, lo que no se sabía era es si la colección fue formada por Carta de Felipe, el Evangelio de la Verdad, y la versión peculiar de la República
los monjes como fuente de información para su lucha contra herejes gnósticos, o de Platón.
si los textos fueron excluidos como heréticos de la biblioteca del convento.
Con una buena dosis de orgullo nacional, el conferencista enfatizó que estos
Jorge constató con agrado la mención de monjes y del convento de San Pa- códices gnósticos eran los más antiguos textos del mundo en forma de libros,
comio. Hasta aquí, todo coincidía. Pero después el conferencista explicó que el no de hojas sueltas ni de rollos; y que constituían el hallazgo arqueológico más
nombre antiguo de Nag Hammadi era Xenoboskion, y que Pacomio había fun- importante del siglo XX para la historia de la filosofía y el cristianismo primitivo,
dado aquí en el año 320 el primer monasterio cristiano. Eso ya no coincidía para por ser el mayor conjunto de fuentes gnósticas descubierto hasta el momento. So-
nada con la indicación de Rich Messer, que hablaba de un monje copto del siglo bre estas fuentes se han desarrollado numerosas investigaciones y se ha producido
II, miembro de ese convento. Doscientos años de diferencia eran demasiados. una inmensa cantidad de artículos y libros e incluso películas.
¿Una equivocación involuntaria, o la primera falsedad de la historia del recorrido
Pasando a los gnósticos propiamente dichos, el conferencista explicó que ellos
del papiro?
no le daban ninguna importancia a la historicidad fáctica de los hechos en sí,
El conferencista prosiguió diciendo que en un primer momento 12 de los sino sólo a su sentido esotérico, cifrado en la palabra "gnosis", conocimiento. Se
13 códices se exhibían en el Museo Copto de El Cairo. El códice fáltame solía acercaban a la dimensión divina considerándola como un conocimiento secreto,
calificarse como "Códice de la Fundación Cari Gustav Jung" por haber sido com- que se transmitía por medio de la tradición especial y la iniciación. Las raíces del
prado por un mecenas para esa fundación con sede en la cercanía de Zúrich. Era gnosticismo se remontaban a ciertas ideas platónicas, agudizadas por pensadores
el único que se encontraba fuera de Egipto. Luego de su publicación, el códice posteriores, y fusionadas con imaginería religiosa. Sostenían la más tajante divi-
también llegó a Egipto. sión entre materia mala y espíritu bueno, la trascendencia absoluta de Dios y su
separación total de toda forma de materia, un complejo sistema de emanaciones
Después el conferencista dio algunas muestras de sus conocimientos del idio-
y entes intermedios cada vez menos perfectos entre el Dios supremo y el mundo
ma copto, leyendo ciertos pasajes breves del evangelio de Tomás. Explicó que con
material, el carácter totalmente negativo del mundo material y su origen no en el
seguridad este texto era el más famoso entre los manuscritos de Nag Hammadi.
Dios supremo sino en una deidad o ente inferior, y la existencia de una "chispa"
Agregó que entre los miles de documentos en griego y latín descubiertos en 1898
divina en el cuerpo del ser humano. Cuando esta "chispa" llega a conocer su ori-
por unos arqueólogos en un basural cerca de la localidad de Oxirrinco, llamada
gen divino, puede comenzar su proceso de liberación de la materia mala del cuer-
actualmente el-Bahnasa, también en Egipto, había algunos fragmentos griegos
po. En la gnosis cristiana, se concebía que el Dios verdadero hubiera enviado a su
con dichos de Jesús emparentados con el evangelio apócrifo de Tomás. Se cree que
Hijo para liberar a sus fieles de este mundo material malo en el cual se hallaban
sus originales fueron escritos entre los siglos I y II, y que los papiros de Oxirrinco
aprisionados sus espíritus. La salvación no consistía en el perdón de los pecados y
que contenían estos textos databan de los siglos III y IV. Destacó que el conjun-
la consiguiente vida nueva en el seguimiento de Cristo en amor al prójimo, sino
to de Oxirrinco contenía copias de libros del Antiguo y 50 copias de textos del
en la adquisición del conocimiento oculto sobre el origen divino de la "chispa" y
Nuevo Testamento como también de diversos apócrifos de ambos Testamentos.
la manera de librarse de la materia mala, conocimiento éste revelado sólo a ciertos
Las más antiguos eran de mediados del siglo II, es decir, fueron copiadas apenas
"elegidos".
un siglo luego de la redacción de los textos del Nuevo Testamento, lo cual era
un argumento decisivo a favor de la confiabilidad de la transmisión de este texto La concepción dualista y el rechazo del cuerpo material produjeron curio-
sagrado desde la antigüedad hasta el presente. sos malabarismos con respecto a la encarnación y la pasión, sosteniendo algunos
gnósticos que el Hijo de Dios se había encarnado sólo "aparentemente" en Jesús
Volviendo a los documentos de Nag Hammadi, el conferencista mostró una
ue Nazaret, pues un cuerpo material era algo indigno para la divinidad. También
tabla de los 13 códices con los respectivos textos. Destacó la importancia especial
84 El papiro de los ricos tumba en Nag Hammadi 85

se sostenía que el Hijo de Dios abandonó el cuerpo de Jesús poco antes de la __;No encontraron ningún papiro, ningún texto?
muerte, pues ésta era un hecho indigno de un Dios.
. Nada. Absolutamente ningún documento. Puede fijarse en el diario de
La posición de la Iglesia ha sido muy clara al respecto de estas afirmaciones ampo que publicamos dos años después y que se encuentra en la biblioteca de
que se filtraron en la doctrina y la práctica de ciertos grupos. Basándose en el tes- uestro centro de información. Además, cualquier texto hallado estaría en el Mu-
timonio bíblico, la Iglesia sostuvo la creación del universo por Dios, la plena en- seo Copto de El Cairo, como los manuscritos encontrados en 1945.
carnación, el perdón de los pecados, la vida en amor al prójimo, la formación de
. -Y no puede ser que por ejemplo algún extranjero entre los arqueólogos
comunidad de testimonio y servicio, y la resurrección del cuerpo para vida eterna.
haya encontrado algo y lo haya llevado al exterior, como lo hicieron tantos otros?
Al concluir la conferencia, Jorge se quedó a conversar un buen rato con el •O que alguien haya hecho excavaciones furtivas previas en ese lugar?
experto. Como quien no quiere la cosa, Jorge le preguntó por el convento de Pa-
Decididamente no. El cementerio estaba intacto; y nuestro equipo se com-
comio, su cementerio y las excavaciones hechas en ese lugar. El hombre le explicó
ponía de seis egipcios. No había ningún extranjero entre nosotros. Además, aquí
que Pacomio nació en Latópolis allá por el año 290. Fue soldado y luego se con-
ya nadie puede llevarse así nomás nuestras riquezas del pasado. Eso lo hacían an-
virtió al cristianismo en Alejandría, impresionado por el amor de los cristianos de
tes; pero desde 1956 las autoridades de nuestro país controlan severamente todos
aquella ciudad. Después optó por hacerse monje bajo la orientación del anciano
los sitios arqueológicos.
Calamón, y decidió retirarse y vivir como ermitaño, dedicado a la oración y la
austeridad. Amplió su proyecto solitario para formar una comunidad de monjes Jorge intentó obtener más información por otra vía.
que debían renunciar a todo lo que tenían y ponerlo todo en común. Fundó el
—¿Excavaron más tumbas de ese cementerio, o encontraron más textos?
convento de Xenoboskion en 320. El movimiento creció rápidamente y se fun-
daron varios conventos más. Al morir el fundador a mediados del siglo IV, había —Excavamos todos los sepulcros que había. Eran dos hileras largas, pero no
2000 monjes sólo en Alejandría. hallamos ningún texto.

El especialista se alegró en gran manera por las preguntas y el vivido interés Otro desliz de Rich Messer. Había sólo dos hileras de tumbas, no tres.
de Jorge. Acostumbrado a las puerilidades de muchos turistas y a la constante Asunto terminado. Jorge sabía lo que quería y debía saber. Se despidió muy
pregunta superficial de algunos norteamericanos por el valor en Dólares de los cortésmente del egipcio. Su primera estación lo había beneficiado con un resul-
manuscritos, por fin había dado con alguien con interés científico serio, que sin tado excelente. El cuento de la crónica del convento en la tumba del abad y del
ser experto en la materia sabía de qué hablaba cuando preguntaba algo. Explicó papiro en el sepulcro del monje, la ubicación del religioso en el siglo II y la verda-
que luego del sorprendente hallazgo de los manuscritos, científicos de todo el dera fundación del convento en el siglo IV, el dato de la supuesta excavación en
mundo se pusieron a estudiar los documentos. Otros llegaron a Nag Hammadi y 1965 y de la verdadera en 1988, todo ello constituía ya no un conjunto de errores
revolvieron literalmente, toda la región en busca de más textos. También se excavó negligentes, sino una amalgama impúdica de mentiras inventadas. Embustes apa-
el cementerio del monasterio, pero sin hallar ningún texto antiguo. rentemente coherentes, pero sólo eso: falsedades, construidas sobre datos toma-
—¿En qué año se hizo esa excavación? —preguntó Jorge—. Digo, la inspec- dos al azar, pero pésimamente enhebrados.
ción del cementerio. Muy satisfecho con la constatación del primer paquete fraudulento de la lista,
—Comenzó el lunes 7 de marzo de 1988. Lo recuerdo perfectamente, porque Jorge salió del centro de información y quiso dirigirse al taxista para pedirle que
participé en la excavación de la tumba del abad, que se hizo el miércoles 9 de lo llevara al lugar del hallazgo de los manuscritos coptos. En la entrada principal
marzo, y ese día cumplí 38 años. Nací en 1950. del edificio se topó con una gratísima sorpresa. El profesor Darío Barolín estaba
por entrar al edificio, en la mano izquierda su infaltable mate y debajo del brazo
Otra incongruencia. Rich Messer dijo que excavó la tumba en 1965- El egip- derecho el termo con el agua caliente. Barolín había sido docente de Jorge. Era
cio hablaba de 1988. es
Pecialista en ciencias bíblicas y se había hecho un nombre internacionalmente
86 El papiro de los r/'cos La tumba en Nag Hammadi 87

respetado gracias a una disertación innovadora sobre el libro del Éxodo. Ambos l a romana, brindan relatos fundantes relacionados con sus divinidades, pero
estallaron en un grito unísono de alegría. • ubicarlos históricamente, es decir, en el tiempo y en el espacio, y sin testigos
ue se puedan consultar. Las religiones de estructura histórica como el Judaismo,
—¿Qué te trae por aquí, Jorge, en este lugar tan alejado de tu parroquia? —.
preguntó Barolín. I Cristianismo y el Islam, ubican históricamente a sus personajes fundantes y
sus eventos; es decir, indican tiempos más o menos precisos, fechas concretas; y
—Lo mismo pregunto yo —retrucó Jorge—. ¿Viniste a verificar la fecha del también espacios, lugares reales y testigos existentes. Egipto, el Sinaí, Babilonia,
éxodo? Nínive, Tekoa, Belén, Samaría, Jerusalén, el templo, el Mar de Galilea, son ejem-
—Sí, en cierta manera es así —respondió Barolín—. De tanto en tanto debo plos que ilustran esto. En cambio, los textos de Nag Hammadi son atemporales.
reciclarme. Aprovecho un semestre libre de clases para actualizar conocimientos, Prácticamente no contienen datos históricos como lo son narraciones en el espa-
visitar bibliotecas y sitios arqueológicos, dar clases en el exterior y recorrer mu- cio y en el tiempo. Por eso digo que el "papiro de los ricos" no es gnóstico, porque
seos. ¿Y a ti qué te trae por aquí? habla de personas, lugares, tiempos y eventos, como los Evangelios del Nuevo
Testamento. Por supuesto que eso no significa que sea real lo que dice. Sólo que
—Algo similar. Descubrí mi interés por textos antiguos, y las publicaciones de no es gnóstico.
Nag Hammadi tienen fama mundial.
—Ahora entiendo.
—Es cierto, son realmente fascinantes y la mejor entrada directa al mundo
gnóstico descubierta hasta el presente. —Además, es tan "materialista" que da la impresión de que cayó en el otro
extremo. Todo gira en torno a la prosperidad, el éxito, la ganancia, el dinero, la
—Lástima que no estudié copto —dijo Jorge—; para comprender bien esos riqueza y el progreso.. .Y todo suena tan artificial, que para mí es un monumental
textos, hay que manejar su idioma. fraude.
—¿Viste el programa sobre el "papiro de los ricos" que divulgaron en Semana Jorge se quedó pensando un buen rato en esa constatación. Era cierto. No
Santa? —preguntó Barolín—. Todos los años pasa lo mismo. Lo único que les había pensado en esta dimensión. Eso haría más fácil la demostración de la fal-
interesa a esos tipos es hacer plata; y si para eso pueden aprovecharse de la fe o sedad, pues a un escrito esotérico, gnóstico, metafísico, etc., no había forma de
las dudas de los cristianos, lo hacen, vendiéndoles alguna supuesta novedad del "atacarlo" históricamente. Sólo se podía constatar que transmitía tal o cual idea.
mundo de las religiones. Esa idea era una determinada interpretación de una realidad, y ahí se entraba en
—Sí, vi el programa, y me indignó muchísimo. el terreno de la maraña de las miles de modalidades distintas de comprensión de
la realidad. Cada cual y cada grupo tenían derecho a interpretarla a su gusto; pero
Jorge estaba tentado a contarle a Barolín que ese papiro era el motivo de su lo que decididamente estaba vedado era falsificar textos para sugerir una realidad
actual viaje; mejor dicho, que su deseo de verificar los datos sobre el recorrido inexistente.
del documento lo llevó a programar el mismo trayecto; pero pensó que era más
prudente mantener un perfil bajo. Jorge agradeció a Barolín por este aporte, y los dos rioplatenses se despidieron
elusivamente, siguiendo cada cual su camino. Jorge viajó los diez kilómetros al
—Por lo que veo, según lo que publicaron sobre el texto del papiro, ese docu- Monte al-Tarif, pero como ya era bastante tarde, no se detuvo mucho; y al rato el
mento decididamente no es gnóstico —aportó Barolín—. No tiene nada que ver taxi puso de nuevo rumbo a Luxor.
con los textos hallados aquí en Nag Hammadi, ni con el Evangelio de Judas, cuya
filosofía es la llamada gnosis setiana, cercana a algunos textos de Nag Hammadi. Cansado, pero muy complacido por la cosecha del día, Jorge volvió a su hotel.
u y
uelo a Atenas, desde donde debía tomar el primer avión a Tel Aviv, salía muy
—Ah. temprano al otro día, de manera que luego de una cena liviana se fue a dormir.
or
—Claro. Yo parto de la siguiente constatación. Hay religiones de estructura >o con una serpiente cascabel sagrada de tamaño titánico que salió de un anti-
histórica y otras de estructura mítica. Las de estructura mítica, como la griega cuo templo sumergido en el Nilo, dispuesta a devorar los frutos de una palmera
88 El papiro de los ricos

que estaban dispersos por todo el mundo. Un niño beduino, enamorado de la


palmera y sus frutos, trató de espantar al gigantesco crótalo con una pequeña va-
rita. La serpiente se levantó de modo amenazante mientras movía rápidamente su
cascabel, cuyo sonido estridente despertó a Jorge. El sonajero ponzoñoso seguía
repicando de manera muy molesta hasta que Jorge saltó de la cama y apagó el
despertador.
Se dispuso a enfrentar la segunda ronda del combate con la serpiente.
7. El castillo de Tierra Santa
El vuelo de El Cairo a la capital griega fue espléndido. Jorge tuvo que pasar por
Atenas para llegar a Israel, porque no había encontrado ningún vuelo directo de
El Cairo a Tel Aviv. Pero no se arrepintió de esta vuelta adicional. Dejar tras sí
la bulliciosa metrópolis, ver cómo se achicaba el Nilo, percibir desde arriba el
amenazante desierto a ambos lados del río, sobrevolar el apasionante tapiz verde
del Delta con sus filigranas lacustres, divisar la enorme urbe de Alejandría y saber
que allí abajo se gestó hace más de dos milenios buena parte de los gérmenes
de la cultura occidental y adentrarse finalmente en el espacio azur profundo del
Mediterráneo, todo ello conformaba un conjunto de otras tantas experiencias
esplendorosas que le causaron profundas emociones por la vertiginosidad con la
que se sucedían los paisajes. Pequeñas embarcaciones de pescadores, ya apenas
visibles por la altura de crucero, se hamacaban cerca de la costa del continente. En
sus velas se besaban el aire, el mar, el sol y el recuerdo de la tierra aneja. Mientras
el avión cruzaba el Mediterráneo, Jorge pensó en la confluencia de tantas cultu-
ras milenarias en este espacio geográfico desde los tiempos más remotos. Egipto,
Creta, Fenicia, Israel, Grecia, Persia, Macedonia, Roma, Bizancio, los árabes, los
cruzados, los imperios de la modernidad y los del siglo XX, todos se habían en-
contrado en este dominio por cierto reducido del globo. Todos habían dejado
impregnadas sus huellas en las sucesivas poblaciones y sus respectivas culturas.
Más de una vez no fueron meras huellas, sino agudas heridas, tajantes rajaduras y
cortantes grietas. Cambiaron etnias, reinos, imperios, estados, lenguas, escrituras,
religiones, políticas, economías. Pero lo que nunca cambió era la necesidad de
amor, libertad, dignidad y salvación que tenían y tienen todas las personas de aquí
y de todo el mundo. ¡Cuánto quedaba por hacer!

Aún con todas estas imágenes en su mente, Jorge cayó en un ligero sueño. De
re
pente sintió cómo el tren de aterrizaje tocó la pista del Aeropuerto Eleftherios
"enizelos de Atenas. ¡Atenas! ¡Nada menos que Atenas! ¡No sólo un símbolo de
'a cultura universal, sino una de sus grandes cunas! Pero Jorge no tenía tiempo
Para pensar en esta dimensión. Pasó por los diversos controles, fue directamente

89
!1
90 El papiro de los ricos 7_ SI castillo de Tierra Santa 91

a la sala de embarque de su vuelo a Tel Aviv, y a la media hora estaba sentado en museos de Tierra Santa destilaban sensaciones religiosas. El saber y el creer en sus
el avión. más variadas expresiones se abrazaban aquí como en pocos lugares del mundo.
¡Israel! Se le estaba por cumplir uno de los sueños más acariciados de su vida: Cuando en el horizonte comenzó a perfilarse la tenue línea de la costa de
conocer Tierra Santa. Si bien los entrerrianos llamaban cariñosamente así tam- Israel, una descarga eléctrica se apoderó de los pasajeros. De haber sido posible,
bién a su Provincia, ahora Jorge estaba volando a Tierra Santa con mayúsculas, la más de uno habría sacado la cabeza por la ventanilla para ver mejor. Luego de al-
meta de peregrinos de todo el mundo desde hace milenios, muchísimo antes de gunos minutos se divisaba ya claramente la costa, y cuando la máquina sobrevoló
que los turistas modernos descubrieran ese pequeño rincón del orbe para gastar esta línea, ya a baja altura por el inminente aterrizaje, exclamaciones de euforia
allí su dinero. Y muchos siglos antes de que los cristianos descubrieran Tierra llenaron el aire, que eclosionaron en un fervoroso aplauso cuando el avión se posó
Santa como destino de sus caminatas en busca de los lugares bíblicos, centenares suavemente sobre la pista del Aeropuerto Internacional Ben Gurión.
de miles de judíos de las diversas diásporas acudían a Jerusalén para festejar aquí la
Luego de franquear migraciones y aduana, Jorge sentía que por fin había lle-
Pascua y otras solemnidades de su calendario. Desde los tiempos remotos resona-
gado a Tierra Santa. El Aeropuerto, como todas las gigantescas terminales aéreas
ba todos los años el proverbial saludo pascual judío: ¡Le shand baba Birushalaim!,
laberínticas del mundo, aún era un sitio demasiado internacional como para per-
"¡El año próximo en Jerusalem!"
cibir la idiosincrasia del país. Fuera del edificio, se hacía sentir el viento primave-
Entre los pasajeros del vuelo había literalmente de todo. Sacerdotes orto- ral que acariciaba las palmeras, el aire estaba lleno de colores orientales por cuyos
doxos griegos, un grupo de adolescentes judíos que iba a celebrar su Bar-Mizvá poros respiraba el occidente; y a pesar de pisar por primera vez este país, Jorge
en Jerusalén, turistas de una Iglesia bautista de los Estados Unidos, varias mon- de alguna manera se sentía en casa. Era su hogar desde hacía dos mil años. Eran
jas africanas, una pastora alemana con un grupo de ancianas, solemnes rabinos, sensaciones compartidas por millones que arribaron y seguían arribando a esta
comerciantes dedicados de estudiar cotizaciones, tres arqueólogos escandinavos tierra, debido a la combinación indescriptible de este y oeste, misterio y experien-
sumergidos en sus computadoras portátiles e intercambiando información sobre cia, hechos conocidos y curiosidad, historia traducida a religión en estado puro
una reciente excavación, turistas religiosos y otros no tanto, vacacionistas, un y dimensión religiosa convertida en historia. Pero también había olor a guerra
cuarteto de cuerdas de Haifa que volvía de su gira mundial, e también gente y paz, tragedias y promesas, lo divino y lo demasiado humano. En fin, Tierra
"común y corriente". Muchos llevaban grabados en sus ojos el sello de la expecta- Santa. Espacio geográfico del encuentro cercano con Dios, suelo santificado por
tiva. Era el "efecto Tierra Santa", observable en todas las personas que visitan los la fe, lugares en los que Dios se dignó a darse a conocer. Pero por supuesto no
lugares religiosos que les son significativas. Se lo constata en las monjas polacas sólo aquí. En realidad, en toda la tierra. Porque pisar este suelo era pisar la tierra.
cuando llegan a la Plaza de San Pedro del Vaticano, en los mauritanos que visitan Ahora bien, aquí se hallaban los orígenes; y por más que alguien sólo haya estado
La Meca, en los argentinos ortodoxos de origen ruso que pisan la Catedral de San por breves instantes en el lugar de su nacimiento y haya pasado toda su vida en
Basilio en Moscú, en los luteranos de Chicago que arriban a la Iglesia del Casti- otro lugar, ese terruño de su origen mantiene su fascinación: "¡Aquí nací!" Y los
llo de Wittenberg, en los presbiterianos mexicanos que entran a la Catedral de creyentes de las religiones bíblicas sentían que "habían nacido aquí". Tierra Santa
San Pedro en Ginebra. Y ni qué hablar de quienes asocian determinados lugares era el paraje de su origen espiritual.
con experiencias extrasensoriales, fuerzas cósmicas, encuentros y visualizaciones,
Jorge tomó un taxi a la ciudad de Tel Aviv, se dirigió a la terminal de ómnibus
como en el Cerro Uritorco de Córdoba, la Pirámide del Sol de Teotihuacán o el
y se embarcó en el primer vehículo que salió a Nahariya. Allí fue directamente
Triángulo de las Bermudas. a
un hotel. Por todas partes se ofrecían excursiones, visitas, experiencias breves y
Como Israel era Tierra Santa para varias religiones de la humanidad, en ese más largas, viajes, paseos y salidas, incluso a cualquier hora; pero Jorge estaba tan
epicentro confluían todos esos sentimientos a la vez. Judíos, cristianos de todas Heno de impresiones que necesitaba un buen descanso. A la mañana siguiente,
las confesiones, musulmanes, bahai, drusos, samaritanos y otros vivían de la ve- 'uego de un suculento desayuno como se acostumbra en Israel, buscó un taxi que
neración impregnada a lo largo de muchos siglos en los senderos, muros, árboles, 1° pudiera llevar llevara al castillo de Montfort. Por supuesto se puso a regatear el
espejos de agua, valles y montes. Como no podía ser de otro modo, incluso los
92 El papiro de los ríeos •7 si castillo de Tierra Santa 93

precio, pero el taxista era más duro que el egipcio de Luxor. Apenas cedió algún •Arcos ojivales? ¿Qué hacían esos elementos tan característicos de la arquitec-
pequeño porcentaje. tura gótica en un edificio de la antigüedad? Pues el informe de los Messer hablaba
de los siglos V y VI. Pero quizá refacciones posteriores hayan añadido elementos
Durante el viaje, Jorge le pidió al taxista que le contara algo sobre el castillo. góticos a una construcción vieja. Jorge quiso preguntar al taxista sobre la materia,
El hombre, un israelí de origen ruso, hablaba poco inglés, pero se hacía entender. pero pensó que no era incumbencia del pobre hombre dominar todos esos deta-
Explicó que la fortaleza de Montfort se hallaba sobre un afloramiento de roca en lles. Resolvió reservarse la pregunta para algún guía. Volvió al taxi y pidió seguir.
medio de una zona de densa vegetación boscosa. El afloramiento se llamaba El El viaje continuó por las sinuosidades del camino, acercándose cada vez más a la
Cuerno, al-Qumyn, en árabe; y se elevaba sobre el Nahal Kezir, el Río Kezir, que fortaleza. Ésta, a medida que comenzaba a levantarse majestuosamente sobre el
en árabe se llamaba Wadi Qurayn, Río del Cuerno. El nombre árabe del castillo paisaje, se agrandaba de manera amenazante por encima de la contingencia de los
era Qal'at Qurayn, Castillo sobre el Cuerno. También se había llamado Franc- visitantes. Finalmente el taxista detuvo el auto y dijo lacónicamente:
Chastian, Monfor y Starkenberg, que fue el nombre alemán de Montfort y signi-
ficaba simplemente Monte o Cerro Fuerte. Esta designación germana lo recibió —Hasta aquí llegamos. El resto se hace a pie.
el edificio cuando lo ocuparon los Caballeros Teutones en 1220. Jorge bajó, respiró muy profundo, y se dispuso a enfrentar la segunda verdad
La ruta comenzó a introducirse en un paisaje fantástico. Una tupida vegeta- del recorrido del papiro - o lo que fuere. Semiverdad, suposición, invento, men-
ción cubría una pronunciada orografía que oscilaba entre romántica y áspera. tira. Quién sabe. Por lo menos, el nombre del lugar coincidía con la indicación
Cada tanto asomaban manchas de rocas grises y retazos marrones de tierra por de los Messer.
entre el manto verde, tomando el paisaje la apariencia de una gigantesca red de Jorge no tuvo que buscar ningún guía. Cuando se acercó a la entrada del
camuflaje que escondía quién sabe qué cíclope debajo de sus dobleces. Las sinuo- complejo, lo rodearon seis a la vez, cayendo sobre él en una docena de idiomas,
sidades del trayecto se hacían cada vez más pequeñas a medida que el vehículo pues no podían identificar de inmediato su origen. Un rubio escandinavo de dos
trepaba por las laderas, hasta que por fin el taxista hizo un pequeño ademán,
metros diez o un norteamericano con bermuda floreada y camisa a cuadros son
diciendo simplemente:
fáciles de identificar; pero en Jorge confluían muchas raíces y era casi imposible
—Montfort a la vista. adivinar su origen. Jorge contrató a un guía que hablaba español. Éste le suminis-
tró un plano del castillo, y antes de que el guía comenzara con sus explicaciones,
Jorge pidió que el hombre detuviera brevemente el vehículo, pues quería to-
Jorge le dijo:
mar algunas fotos. El panorama era fascinante, casi escalofriante. Frente a él,
valle de por medio, se erguía caprichosamente la ruina sobre el promontorio, —Leí que también había un túnel que pasaba por debajo del muro. ¿Es cierto
resistiendo como atalaya que efectivamente había sido los embates del tiempo. A eso?
esta distancia, los visitantes que recorrían el complejo se venían como hormigas
—Sí, es cierto.
nerviosas y sin rumbo, vagando de un lado a otro, casi anulados por la masa de
historia, selva, muros en ruina, montes y silencio profundo. La impresionante —¿Vamos a ver ese túnel? —preguntó Jorge con creciente expectativa.
torre de vigía saludaba soberbiamente a quienes se acercaban al castillo por ese —Mucho no queda de esa parte de la construcción. Apenas restos. No valen
lado y desafiaba la mismísima historia en una curiosa competencia para ver quién 'a pena.
llegaba más incólume hasta quién sabe qué final. Detrás del torreón, que se erguía
sobre un basamento casi semicircular que protegía la punta del promontorio, y —También leí que buena parte de la documentación medieval de este castillo
algo al costado, dos ojivas ponían un toque gótico a la inmensidad del fuerte. Una se salvó y se halla actualmente en Austria.
plataforma cubría esta parte, en su momento sin duda un entrepiso, pues detrás —Correcto. Veo que conoce bien la historia local.
de ella se levantaba otra pared con dos arcos ojivales en bajorrelieve y puertas me-
-—Sí, un poco, apenas unos fragmentos. Quiero conocerla bien, y para eso he
nores que conducían al resto del imponente edificio que se prolongaba un buen
trayecto sobre el promontorio rocoso. venido a visitar este lugar.
94 El papiro de los ricos 1 SI castillo de Tierra Santa 95

Iniciaron el recorrido; y justo cuando Jorge quería preguntar en qué época se en Europa. A este Hermann se le debe el cambio de nombre en Starkenberg,
construyó esta fortaleza, el guía comenzó con su explicación histórica contando Ja versión alemana del nombre en francés: Montfort, mencionado por primera
que en la primera mitad del siglo XII, el Conde Joscelin Courtenay, de la Orden vez en un contrato firmado por el Emperador Federico II y el Sultán Al-Malik
de los Templarios, hizo construir la fortaleza, que en un primer momento era sólo Al-Kamil el 18 de febrero de 1229. En ese momento, el castillo era parte del sis-
una granja fortificada. Así lo evidenció la excavación arqueológica de 1926, en la tema defensivo del Reino de Acre, juntamente con numerosas otras instalaciones
que salieron a luz algunas instalaciones agrícolas al pie de la elevación. fortificadas que los cruzados poseían en el norte de Tierra Santa. Antes y después
de la posesión de Montfort, Acre era la residencia oficial del Gran Maestre y a la
Jorge se quedó perplejo. El informe de Rich Messer hablaba del siglo V o VI;
vez sede del cuartel general de la Orden Teutónica. En 1266, el sultán mameluco
pero según el guía este castillo fue construido recién en el siglo XII. Ahora se
Baibars I intentó en vano tomar la fortaleza. Cinco años después, en 1271, volvió
explicaban por sí solas las ojivas góticas. Este estilo cuadraba en la fecha de cons-
con la misma intención, puso sitio al castillo durante siete días, hizo excavar un
trucción indicada por el guía. Este continuó.
túnel en la roca por debajo de los muros y penetró al interior de la fortaleza.
—Lo más llamativo de toda la construcción era la torre principal del castillo,
Aquí Jorge prestó muchísima atención. El guía había dicho las palabras má-
cuyos muros fueron construidos de grandes bloques de roca de hasta 150 x 90 x
gicas, pero por segunda vez los tiempos no coincidían en absoluto. El hombre
90 cm de canto.
prosiguió diciendo que Baibars I destruyó el muro occidental de la fortaleza,
Se detuvieron frente a los imponentes restos de la torre. atacó los muros interiores y tomó el edificio central. De esta manera conquistó
el último bastión de los cruzados en Galilea. Éstos se rindieron, y se les permitió
—Estos bloques son un mudo testimonio de la pericia de los constructores
retirarse con todos sus tesoros y los documentos de sus archivos a San Juan de
—destacó el guía—. Subir piedras de semejante tamaño y peso hasta este lugar de
Acre. Copias de estos documentos fueron llevados al Tirol austriaco y constituyen
difícil acceso es muestra de gran ingenio.
hoy una fuente apreciable de información sobre la historia de Tierra Santa en la
Jorge no sabía qué apreciar más: la solemne soledad del lugar, totalmente apar- época de las cruzadas.
tado del mundanal ruido; la gigantesca tarea que habían realizado los construc-
Los mamelucos destruyeron el castillo para evitar su reconquista por los cru-
tores para montar semejante edificio a tanta altura y en un lugar tan solitario; el
zados, dejándolo en el estado en que se lo ve hoy, salvo algunos pocos restos de
espíritu que los había movilizado en su afán de asegurar hacia su fuerte todos los
edificios que aparentemente fueron construidos en el siglo XVIII durante el man-
lados; o la gigantesca aplanadora de la historia que también había hecho lo suyo
dato del gobernador beduino de Galilea, Dhabir el-'Amar.
en este rincón del orbe. Los turistas parecían insignificantes frente a la mole de si-
glos. Algunos, aparentemente mareados por la altura, se sostenían firmemente de —¿Se hicieron investigaciones sobre esta fortaleza? —preguntó Jorge.
la barandilla que protegía los senderos y espacios abiertos, marcando claramente
—Sí —respondió el guía—. En 1926, un equipo de arqueólogos de los Estados
el límite de lo permitidc*en materia de exploración. Otros, algo más corajudos o
Unidos realizó una excavación completa del castillo. El equipo descubrió partes de
atrevidos, intentaban trepar por algún muro desafiante cuando nadie los miraba.
una armadura de los cruzados, un pedazo de un arco, puntas de flechas y lanzas y
Y todos sacaban fotos y se hacían sacar fotos a toneladas.
un casco. Al pie del castillo los arqueólogos descubrieron los restos de otro edificio
El guía continuó con su catarata de datos. Informó que apenas terminada la de los cruzados. Aparentemente fue una granja. En el Río Kezir hallaron los restos
edificación, ella fue destruida por Saladino después de su victoria contundente de un dique, y se cree que se usaba la fuerza de agua para un molino de cereales. El
sobre los cruzados en la batalla de los Cuernos de Hattin el 3 y 4 de julio de 1187- equipo encontró incluso fragmentos cerámicos y monedas de la época del segundo
Cinco años después, los cruzados volvieron a conquistar la fortaleza y la recons- templo de Jerusalén, lo cual les llevó a pensar que los cruzados usaron materiales
truyeron. En 1200 murió el dueño original Joscelin, y en 1220 su yerno vendió el provenientes de una antigua fortaleza romana y de otras ruinas de la época.
castillo a los Caballeros de la Orden Teutónica, que en 1229 la convirtieron en su
—¿Y no es posible que haya existido un castillo en este lugar ya en la antigüe-
sede principal en Tierra Santa. El Gran Maestro de la Orden, Hermann von Salza.
dad?-— preguntó Jorge, queriendo agotar todas las posibilidades.
amplió las defensas de la fortaleza mediante importantes donaciones conseguidas
96 El papiro de los ríeos 7 SI castillo de Tierra Santa 97

—Eso queda excluido, pues Montfort está asentado sobre la roca viva, y salvo Jorge durmió durante casi todo el trayecto. Se despertó cuando el bus se detu-
esos pocos trozos de cerámica y monedas antiguas, no se encontró ninguna evi- vo en la terminal de Jerusalén. Allí buscó un hotel, y a la mañana siguiente tomó
dencia para suponer que aquí había algún edificio anterior. u n taxi hasta la Puerta de Jaffa. Sólo por las lecturas que había hecho, se conocía
cada rincón de Jerusalén como la palma de la mano. Se dirigió directamente a
Mientras hablaban, iban recorriendo la asombrosa ruina. El guía, conocedor
la Iglesia del Santo Sepulcro y pasó varias horas en este fascinante edificio varias
de cada detalle, enumeró y explicó detenidamente los restos de la fortaleza: el
veces construido, destruido, reconstruido, quemado, de nuevo reconstruido; y
grueso muro al norte y al oeste de dos metros de espesor, aspilleras, tres cisternas
millones de veces recorrido por peregrinos, fieles de todas las denominaciones
excavadas en la roca y alimentadas por el agua de la lluvia a través de caños, la
cristianas, turistas e investigadores. Una densa nube de devoción formada por
maciza torre de vigía, una pulcra escalera, algunas habitaciones, un sótano, varias
siglos de religiosidad condensada, mezclada con el agradable aroma del incienso,
columnas góticas y una prensa para vino. Al este se hallaban los restos de una
llenaba los múltiples recovecos del emblemático edificio y constituía una reali-
iglesia. Una fosa de 20 metros de ancho por once de profundidad, excavada en la
dad incuestionable que se hallaba más allá del bien y del mal de las opiniones
roca, separaba el cuerno del monte. Frente a la fosa, el guía dijo:
divergentes que todo lugar sagrado suele suscitar en arquitectos, arqueólogos e
—Y con esto terminamos el recorrido. historiadores.
Durante todo el paseo, Jorge había sacado innumerables fotos. Era evidente A la tarde, Jorge se dedicó a conocer algunos de los sitios sobresalientes de
que las modalidades fotográficas habían cambiado. Mientras que una década atrás la Ciudad Antigua de Jerusalén. Concluyó su recorrido en el Muro Occidental,
había que llevar una buena reserva de películas y luego hacerlas revelar y encar- durante siglos llamado Muro de los Lamentos. A la noche volvió a Tel Aviv y se
gar copias, ahora se podían sacar miles de fotografías con las cámaras digitales y fue directamente al hotel.
luego conservar simplemente las más adecuadas, borrando las que no servían o
no gustaban. Como de costumbre, se conectó a internet para informarle a Gladys sobre
los resultados de su investigación del día, pero se llevó un magno susto, porque
Jorge se despidió del guía, volvió al vehículo y pidió que el taxista lo llevara Gladys le dijo que había varios avisos amenazantes en el blog. Inmediatamente
directamente a la terminal de ómnibus de Nahariya. De camino, se reclinó, cerró Jorge ingresó al blog. En efecto, allí había una serie de entradas que podían ame-
los ojos e hizo un rápido balance del día. Si el castillo fue construido en el siglo drentar a un espíritu pusilánime, pero Jorge estaba hecho de fibras de acero, no de
XII y si el túnel fue excavado en 1271, el "papiro de los ricos" jamás pudo haber cristales de azúcar. Una nota ridiculizaba toda la cuestión; otra no ahorraba califi-
estado en esta fortaleza a partir del siglo V o VI, como afirmada el informe de los cativos negativos para quienes se atrevían a poner en duda lo que había publicado
Messer, simplemente porque en ese momento no existía la edificación. Segundo el papirólogo; una tercera amenazaba con tomar medidas drásticas si el "líder
error. Segunda mentira. Segundo engaño. Segundo fraude. ¡Oh, Jonny Messer! antipapiro" proseguía en su afán de "destruir" los resultados de las investigaciones
de Messer; y una cuarta directamente invocaba el castigo del Cielo para quien
Ya era bastante tarde* cuando llegaron a Nahariya, pero Jorge aún encontró
tenía "mente de mosquito" y no quería ni podía aceptar opiniones diferentes.
un bus para viajar a Jerusalén. Quería tomarse un día para visitar la Iglesia del
Una quinta prometía destruir el blog entero si el director del diario no lo llegaba
Santo Sepulcro. No podía ser que viniera a Israel y visitara sólo un castillo de los
a cerrar en el lapso de una semana. Una sexta era altamente ofensiva, pues cargaba
cruzados. La Iglesia del Santo Sepulcro resguardaba los sitios de la muerte y la
las tintas contra la "novia del líder antipapiro" y buscaba meter alguna cuña entre
resurrección de Jesucristo. Pasar por Tierra Santa y no experimentar por lo menos
Jorge y su novia "que se dedicaba quién sabe a qué cosa allá en España". Esta for-
una pizca del profundo misterio de ese templo y de la Ciudad Santa era como
mulación evidenciaba que el autor anónimo vivía en la Argentina o por lo menos
observar un cuadro de Edgar Degas a través de oscuros anteojos de sol, servirse n
° en España. "Otro cobarde más," pensó Jorge, "uno de esos que tiran la piedra
una riquísima porción de torta vienesa con las manos embarradas, bañarse en
y esconden la mano". Pero el blog también contenía una larga serie de nuevas
aguas termales sin sacarse la gruesa ropa de invierno, escuchar una sinfonía de aa
nesiones y felicitaciones de muchas partes del mundo.
Beethoven mientras afuera pasaba un tren, o tratar de pescar ricos camarones en
el Riachuelo de Buenos Aires.
98 El papiro de los ricos

Jorge cerró el programa y la computadora y se quedó pensando un buen rato


en el lío en que se había metido. Luego de muchas cavilaciones, fue a la cama,
pero no logró conciliar el sueño. Un sinnúmero de imágenes, sensaciones y pre-
ocupaciones circulaba a velocidad luz por su intrincada red de neuronas y seguía
girando por allí cuando los sentidos ya habían quedado desconectados. Retazos
de fantasías amenazantes alternaban con pesadas cortinas de profundo sueño;
y Jorge sintió un real alivio cuando el despertador lo arrancó del enmarañado
laberinto onírico. Se preparó rápidamente, y media hora después ya estaba en el
8. En el Areópago
Aeropuerto para continuar su viaje rumbo a Atenas.
El vuelo sobre el Mediterráneo de intenso color azur fue espléndido. La máqui-
na aterrizó en el Aeropuerto Eleftherios Venizelos, ubicado en la localidad de
Spata, a casi 40 kilómetros del centro de la capital helena. Este centro se hallaba
representado por la Plaza Omonia. El Aeropuerto era muy moderno. Había sido
inaugurado en marzo de 2001, y una de las cosas que llamaban la atención de
quienes pasaban por éi eran los espacios y servicios especiales para personas con
alguna discapacidad.

Si Jerusalén era el foco simbólico en el cual se concentraba la luz para millones


de creyentes judíos y cristianos por igual, Atenas era el faro simbólico desde el
cual emergían los rayos luminosos de muchas estructuras de la cultura occiden-
tal y de la democracia. Jorge comprendía que estaba en la matriz de la lógica y
la racionalidad de la humanidad actual. La verificación en el Areópago iba a ser
breve, de manera que disponía de suficiente tiempo para conocer la Acrópolis, el
Partenón y quizá algún museo.

Una vez fuera del Aeropuerto, se sintió algo mareado por el movimiento de
tantas personas, vehículos particulares y oficiales, y tres líneas de ómnibus que
llevaban a la ciudad y combinaban con diversas líneas del Metro. Otros vehículos
llevaban a los interesados hasta el puerto de Rafina. Como Jorge no tenía ninguna
idea sobre las conexiones que debía hacer entre un bus y el Metro para llegar a
destino, optó por un taxi. Lo abordó y dijo simplemente:
—Al Areópago, por favor.
El taxista, un heleno con cara de ánfora que parecía recortado de una enciclo-
pedia de arquetipos étnico-culturales, dijo solamente "OK" y puso en marcha su
vehículo.

Jorge seguía con su mareo por la inmensidad de impresiones atenienses. Estaba


e
j°s de haber digerido las egipcias, sobre las que se impusieron las de Tierra Santa,
^"lora esa abigarrada mixtura mágica de El Cairo, Luxor, Nag Hammadi, Montfort

99
100 El papiro de los ricos g. En el Areópago 101

y Jerusalén recibía las explosiones de los prodigiosos impactos helénicos. Luego de Jorge pagó y se despidió. No tenía sentido discutir con el hombre.
un turbulento recorrido, el taxista paró cerca de un majestuoso palacio.
En medio de la turbulenta urbe de Atenas, se levantaba frente a él la atractiva
—Llegamos —dijo secamente—. Son treinta y cinco Dólares. colina de roca pura de 115 metros de altura. Contrató a un guía para que le con-
tara algo sobre el lugar y la ciudad.
Jorge miró hacia la derecha, luego hacia la izquierda y finalmente hacia atrás.
Algo consternado, preguntó: El guía explicó que el nombre Areópago significaba Colina de Ares. Quedaba
al oeste de la Acrópolis de Atenas, un punto por demás conocido por turistas y
—¿Y el Areópago?
amantes de la antigüedad clásica. Sobre esta colina de Ares se reunía en la antigüe-
—Es éste —dijo el tataranieto de los inventores de lafilosofía,señalando al palacio. dad el consejo supremo de la urbe, tomando el nombre de este paraje. El consejo
era la institución más antigua de la ciudad. Sus orígenes se perdían en la época
—¿Cómo?
mítica de los comienzos de Atenas en un caldo compuesto por elementos legen-
—Claro. El Areópago. El Supremo Tribunal de Grecia. Se reúne en el Palacio de darios, mitológicos, divinos, humanos y demasiado humanos, todo ello avivado
Justicia Tnemides Melathron en la Avenida Alexandras. Son treinta y cinco Dólares. por el orgullo de las generaciones posteriores. Ya en tiempos históricos, el consejo
Aquí había alguna equivocación. Para abreviar el trámite y sospechando que se componía de líderes de la alta nobleza, transformándose paulatinamente por
las reformas de Solón y otros cambios políticos. El consejo velaba por cuestiones
podría haber dos Areópagos, Jorge explicó que no quería ir a este Areópago, sino
sacrales, administrativas y ejecutivas; y sobre todo ejercía la función de tribunal
al de la Antigüedad.
para juzgar asuntos criminales. Pero con el tiempo disminuyó su importancia
— O K —murmuró el heleno y volvió a poner en marcha el auto. política, pasando diversas tareas a otras instancias y asambleas.
Luego de varios minutos detuvo el vehículo frente a un sitio que tenía unos —Tenga muchísimo cuidado con la subida a la colina —advirtió el guía—;
carteles con datos arqueológicos. Bien legible en letras griegas decía Agora. Era la escalera esculpida en la roca es muy lisa y uno se puede resbalar con facilidad.
una especie de plaza pública. Luego decía Basileios Stoa, y una flecha indicaba el
Ambos subieron cuidadosamente hasta la cima de la colina. Desde arriba se
camino hacia allí.
tenía una hermosa vista sobre la Agora y buena parte de la ciudad. Frondosos
—Ahora son cuarenta y cinco Dólares —dijo el taxista. árboles bordeaban la colina y trepaban desde sus laderas hasta cierta altura. Pero
—Pero, ¿dónde está el Areópago? No veo ninguna colina —dijo Jorge algo por más que Jorge se esforzaba por encontrar alguna palmera, sólo veía pinos,
cipreses, olivos y otros árboles con hermosas copas.
desesperado.
—¿Qué árboles crecen aquí? —se animó a preguntar Jorge.
Por fin el taxista reaccionó.
* —Qué bien que pregunte esto —respondió el guía con visible entusiasmo—;
—Me hubiera dicho en seguida que quería ir a la colina del Areópago. Yo creí mi padre trabajaba en el jardín botánico, y desde pequeño crecí entre plantas de
que usted quería ir al Tribunal Supremo, con la pinta de abogado que tiene. todo tipo. Conozco todos esos nombres extravagantes. Bueno, en esta región se
Explicó con frases muy breves que en la antigüedad la junta suprema de Ate- desarrollan varias especies de pinos y cipreses; higueras, olivos; árboles con nom-
nas se reunía en la colina llamada Areópago, y de allí la institución tomó su nom- bres complicados: abies cephalonica,ficuscarica y unos cuantos más, y no hay que
bre. Luego de la época clásica, el consejo se reunía en la Basileios Stoa en Iz Agora; olvidar la vid, aunque no es árbol. Nuestros cultísimos antepasados les asignaron
y en la época moderna el célebre nombre pasó al Supremo Tribunal que tenía su importancia medicinal, decorativa, simbólica y religiosa a las plantas; y crearon
sede en el Palacio de Justicia. Así que había tres Areópagos. Finalmente el taxista jardines sagrados para honrar allí a sus dioses. En la época helenística, muchas
llevó a Jorge a la afamada colina. casas llegaron a contar con amplios jardines. Me imagino que leyó algo sobre
el monte Parnaso, plagado de magníficos árboles; y que también sabrá que a lo
—Son cincuenta y cinco Dólares, y se habría ahorrado veinte si hubiera sido
largo de las avenidas de la Vía Olímpica había bellísima vegetación. Algo que no
más preciso.
102 El papiro de los ricos
P
^ 8. En el Areópago ±o3
—Se dice que este Dionisio fue posteriormente el primer obispo de Atenas
muchos saben es que también había jardines para personas enfermas, porque se
—concluyó el guía—. Es el Santo Patrono de la ciudad. Ya ve que aquí honramos
creía que las plantas tenían un poder curativo que se desplegaba en contacto con
a nuestros antepasados.
el aire y el sol. Y no se olvide de la Ciudad Jardín de Dafne, un barrio de Antio-
quia de Siria. Nuestro mayor botánico de la antigüedad fue Teofastos, un alumno Luego de unos largos minutos contemplativos sobre la cima de la colina, Jorge
de Aristóteles, que escribió dieciséis tomos sobre las plantas... pagó lo convenido y se despidió del guía, indicando que quedaría un rato más en
este interesante lugar para contemplar la hermosísima ciudad, realmente única en
—¿Y palmeras? ¿No hay palmeras en el Areópago? —se atrevió a interrumpir
el mundo. Este calificativo final era una propina extra para el guía, un ateniense
Jorge la catarata botánica—. En Israel y en Egipto vi numerosas palmeras en
de pura cepa.
muchos lugares.
Mientras el guía inició su descenso, Jorge empezó a recorrer sistemáticamente
—Ah, no, palmeras, no. Nunca hubo palmeras en el Areópago. La palmera
la colina, comenzando por la cima. Ésta era una protuberancia rocosa que coro-
crece en la arena y en muchos tipos de tierra, pero no en esta roca. Jamás he visto
naba la cúspide de la elevación. Dos escaleras conducían a los visitantes desde una
una palmera sobre esta colina.
plataforma con piso plano a esta prominencia pelada, áspera y agrietada, que lucía
Jorge, fiel al principio "en caso de duda, a favor del acusado", resolvió revisar su desnudez cuan gigantesco mastodonte tendido de costado, sin árbol alguno.
árbol por árbol, por si Rich Messer (o Jonny, pues a esta altura ya dudaba decidi- Allí donde la escalera izquierda se convertía en sendero aplanado, había dos arbo-
damente de ambos) se hubiera equivocado de planta. Ahora bien, alguien podía litos de alguna especie típica del Mediterráneo, pero aún eran pequeños y débiles,
confundir un pino con un ciprés, pero difícilmente un árbol de copa con una por lo cual había que descartarlos. Igualmente Jorge los rodeó y hasta los palpó
palmera. Ésta tenía una imagen demasiado característica como para errar en su un poco, golpeándolos con suavidad por todas partes para ver si algún sonido
designación. hueco delataría una cavidad. A pesar de disimular esta exploración del tórax ar-
bóreo con la toma de abundantes fotografías desde todos los ángulos, el manoseo
El guía continuó informando que el libro bíblico de los Hechos de los Apósto-
efectuado por Jorge fue tomado por unos turistas como una especie de ceremonia
les cuenta en el capítulo 17 que el Apóstol Pablo había llegado a Atenas en uno de
pseudorreligiosa de algún ecologista algo chiflado. Siempre había gente que no
sus viajes misioneros y que predicó en este lugar. Agregó que algunos creen que en
se pierde nada y sabe comentar todo. Luego Jorge descendió por la escalera y
ese texto bíblico el nombre de "Areópago" en realidad no se refería a esta colina,
comenzó a revisar uno por uno todos los árboles que rodeaban la plataforma. El
sino al consejo mismo, pero que eso era muy difícil de verificar. Sea como fuere, el
resultado fue nulo. Acto seguido comenzó a extender su búsqueda a los demás ár-
Apóstol hizo un célebre discurso, registrado en la Biblia, en el que habló de la reli-
boles, haciendo círculos espiralados cada vez mayores. El penúltimo árbol era un
giosidad de los atenienses, que incluso tenían un altar para el "dios desconocido ;
pino muy alto a la derecha de la cresta rocosa, a unos quince metros de la escalera
y que él, Pablo, les venía a hablar precisamente de ese Dios. Luego Pablo desarro-
central. A cierta altura lucía una plaquita de metal con una leyenda borrosa. Al
lló la confesión monoteísta judía, hizo un llamado al arrepentimiento y les habló
ver la placa, Jorge sintió una inyección de adrenalina. Su corazón comenzó a latir
del juicio final sobre toda la humanidad. Después se refirió a la Anástasis, que
más rápidamente y se le aceleró la respiración. Pero todo fue una falsa alarma.
en su teología significaba la resurrección de Jesucristo y de los muertos; pero que
Se veía a las claras que la plancha no era la puertita de un buzón, pues dos de
quizá algunos atenienses creyeron que Pablo estaba hablando de una nueva diosa
los clavitos que la habían sujetado en algún momento se habían caído y manos
con ese nombre. Algunos comenzaron a burlarse del predicador y otros decidie-
vandálicas habían tratado de arrancar la laminita, doblándole las esquinas sueltas.
ron dar por terminado el discurso. Lo que les habrá chocado fue que Pablo había
Así que se veía perfectamente que detrás de la hoja de metal sólo había corteza del
cuestionado la comprensión religiosa de los atenienses, diciendo que Dios no era
tronco, y ninguna puertita ni ventanita ni nada por el estilo. Jorge trató de des-
algo modelado por manos humanas, sino que los seres humanos fueron creados
cifrar la inscripción griega. Logró leer Paulos., Damaris y Dionisios y el año 1974.
por él. Cuenta el mismo texto que de todos modos algunos pocos se convirtieron
Evidentemente se trataba de una especie de "ofrenda" de algún peregrino que con
a la nueva fe, entre ellos, una tal Damaris y un tal Dionisio el Areopagita, sin lugar
esta plaquita había querido honrar la memoria del gran Apóstol y de los primeros
a duda un miembro del Consejo, como lo indica el agregado al nombre.
leyentes cristianos de Atenas.
8. En el Areópago 105
104 El papiro de los ricos

cional". Efectivamente, en muchos países fue imitado el frente del Partenón para
El último árbol era un ciprés, un vetusto ejemplar de su especie, ya medio
decorar edificios significativos, pero jamás fue superado.
destartalado porque uno de sus gajos más bajos solía ser usado como hamaca por
las criaturas que venían a pasar aquí algún rato libre. Cuando Jorge terminó de Jorge dedicó tres horas en el museo del Partenón. Luego visitó los restos del
palpar el ciprés, el sol ya estaba besando el horizonte. Proyectaba la sombra de los templo de Zeus Olímpico, el Olimpeion, a pocos minutos al sureste de la Acró-
árboles al infinito por el lado opuesto al poniente. Los rayos rojizos del astro rey polis, para dirigirse de inmediato al Agora, centro de la vida pública de la antigua
suscitaban multicolores resplandores al fragmentarse entre las finísimas partículas Atenas y cuna de la primera democracia de la historia.
de polvo que se hamacaban suavemente en el aire. De repente, un sinnúmero de
Después tomó un taxi y se hizo llevar al Monte Licabeto, una bella colina de
cintas y fajas luminosas atravesaba ese simulacro de bosque que cubría el Areó-
casi 280 metros de altura. En la antigüedad lo había revestido una tupida vegeta-
pago. Las líneas verticales de la hermosa vegetación se habían transformado en
ción, y en su cima se elevaba un templo dedicado a Zeus. En 1880 las autoridades
horizontales; pero el espectáculo surrealista duró apenas pocos minutos. Cuando
comenzaron a reforestar el Monte. Jorge admiró la blanca iglesia dedicada a San
el borde del horizonte se tragó el último retazo del aplanado disco de helio, las
Jorge que se levantaba en la cima del Monte y apreció durante un largo tiempo
tiras se disolvieron de inmediato.
la ciudad, recorriendo casi todos sus ángulos con su prismático de bolsillo, que
"Así que lo de la caja de metal en una palmera es otro cuento inventado, por- siempre llevaba consigo en todos sus viajes. No lejos de este punto se levantaba
que aquí no crecen palmeras", sintetizó Jorge la primera parte de su investigación la Acrópolis, brindando al admirador un espectáculo completamente diferente
areopagita. "Y confundir un pino o un ciprés con una palmera es como tomar a desde esta perspectiva.
una oveja por un cerdo", resumió la segunda parte.
El día comenzó a declinar. Jorge fue a cenar a uno de los típicos restaurantes
Tercera invención. Tercera falsificación. Tercera farsa. "Si seguimos así, podría griegos, disfrutando de los milenarios manjares mediterráneos.
ahorrarme alguna parte del recorrido" elucubró Jorge, para desechar de inmediato
Al día siguiente, honró con su visita atenta al Museo Arqueológico Nacional
la idea. Quería llegar a tener certeza total. Y por supuesto también disfrutar hasta
y al Museo Kerameikos. Ambos habían pasado por un reciclaje reciente y lucían
lo último la posibilidad de demostrar que Jonny había mentido.
espléndidamente. De regreso a su hotel, viajando con el Metro, hizo un alto en
Jorge bajó del Areópago, tomó un taxi y fue al hotel donde tenía una reserva todas las estaciones indicadas en el plano en los cuales se exponían objetos de arte
para dos noches. A la mañana siguiente resolvió dedicar el día a recorrer los pun- hallados en la construcción del túnel del tren. Un guarda, al ver cuánto le intere-
tos más sobresalientes de la ciudad, que eran muchos. El segundo día quería visi- saban estas piezas arqueológicas, le dijo en inglés:
tar dos museos, el Museo Arqueológico Nacional y el Kerameikos. Se compró un
—Donde alguien meta aquí la pala en la tierra, encuentra la antigüedad hecha
buen plano de la ciudad, que contenía abundante explicación en varios idiomas, y
mármol.
comenzó por la Acrópolis. Era una elevación del terreno que en la antigüedad ha-
bía sido transformada en tina zona fortificada, como en las demás ciudades grie- Claro, siglos y milenios de construcciones superpuestas; y con que cada etapa
gas. Allí residía el poder político, económico y religioso de la Atenas clásica. Dado dejara apenas un pequeño porcentaje de su producción artística, ya había sufi-
que el oráculo de Delfos había dictaminado en el año 510 a. C. que la Acrópolis ciente como para llenar docenas de museos y exposiciones.
debía ser habitada exclusivamente por los dioses, el político Pericles hizo colocar Cansadísimo, pero sumamente satisfecho con todo lo vivido en la cuna de
allí templos y estatuas, encargando estos trabajos al escultor Fidias, creador de una la democracia y del espíritu lógico de occidente, Jorge fue directamente al Ae-
gigantesca estatua de Atenea Parthenos, la diosa protectora de la ciudad. ropuerto. Le esperaba un breve vuelo a otra ciudad de elevadísimo significado
Jorge pasó más de una hora frente a su majestad el Partenón, templo dedicado simbólico para el mundo entero: Roma, la Ciudad Eterna.
a Atenea Parthenos. El Partenón era la encarnación marmórea del espíritu clásico
y el icono del grado supremo al que había arribado la estética arquitectónica grie-
ga. "Inigualable", pensó; "con justa razón sigue suscitando la admiración interna-

üULa
9. En las profundidades
de la Ciudad Eterna
El ave de aluminio ganaba rápidamente altura en el espacio aéreo helénico. De-
bajo de sus alas se extendía un tapiz compuesto por miles de fulgurantes luces.
Jorge se imaginaba que debajo o junto a cada manojo de luz había personas que
descansaban, cenaban, conversaban, meditaban o tomaban distancia del trajín del
día fenecido y se preparaban para el siguiente. Unos instantes después el avión ya
sobrevolaba el mar, en cuya profunda negrura se divisaban los contornos lumi-
nosos de cruceros y yates en los cuales se hamacaban despreocupados turistas e
indiferentes magnates. Los pequeños botes de pescadores, que pululaban de día
en las cercanías de todas las costas del Mediterráneo, ya habían regresado a sus
seguros puertos. Muy poco tiempo después apareció la línea costera de la bota
itálica; y demasiado pronto se divisaron ya los primeros reflejos de la Ciudad
Eterna. La mancha de luz crecía paulatinamente, descomponiéndose en esquemas
cada vez más identificables; y poco tiempo después la máquina tocó la pista del
Aeropuerto de Fiumicino, cuyo nombre oficial era Aeropuerto Intercontinental
Leonardo da Vinci.

Un mundo de sensaciones totalmente diferentes asaltó a Jorge. Esto no era


ni Egipto, ni Israel ni Grecia. El espíritu latino italiano, tan peculiar y distinto a
su vez del latino francés, el latino español, el latino portugués - y ni qué hablar
de los muchos espíritus latinos americanos- hervía a cualquier hora del día y
contagiaba su vibración hasta al más flemático e imperturbable de aquellos que
se introducían en este calidoscopio de emociones, sensaciones, gritos, colores,
gesticulaciones, apertura y amor.
Curiosamente Jorge no sentía ningún cansancio. Abordó un taxi frente al Ae-
ropuerto y le pidió al chofer que lo paseara un poco por las principales avenidas
para llevarlo luego al hotel. Tenía apenas un día para Roma; y con este recorrido
nocturno iba a poder aprovechar mejor el tiempo disponible. La Ciudad Eterna

107
108 El papiro de los ricos 9. En las profundidades de la Ciudad Eterna 109

se le presentó de su mejor lado: un tiempo espléndido, una temperatura templa- —Está bien —sintetizó Jorge—. Y ahora me interesa todo lo que quieras y
da, un tránsito moderado. Jorge disfrutó muchísimo de este recorrido en la cálida puedas contarme sobre esta catacumba.
noche primavera romana. El taxista lo llevó hasta el Castillo del Santo Ángel, Jorge pagó los seis Euros de la entrada; y como era su costumbre, estudió
luego cruzó la ciudad hasta la Estación Terminal, pasó frente al Coliseo, el Foro detenidamente el ticket. Decía en el reverso "I signori visitatori sonó tenute a
y otros lugares destacados, y finalmente agregó un buen trecho de la celebérrima prendere visione del regolamento e ad osservarne le norme". "¿Reglamentos y
Vía Apia, para volver luego sobre la misma, pasar frente a la iglesia Quo vadis y normas, aquí, en un cementerio antiguo?" pensó; pero de inmediato captó. Claro,
arribar al Hotel. Cuando Jorge ingresó a su habitación, el reloj marcaba exacta- esto era un gigantesco museo, y todos los museos del mundo necesitaban normas
mente la medianoche. Al día siguiente se levantó muy temprano, repasó los datos y reglamentos para funcionar.
necesarios para el día, tomó un taxi y se hizo llevar a las Catacumbas de Calixto.
Ingresaron a la red subterránea e iniciaron el extenso recorrido. Laura comen-
Los Messer habían afirmado que el papiro pasó de Atenas a un nicho en una zó con sus explicaciones. Se notaba que había estudiado a fondo la historia de
galería lateral de estas catacumbas, a pocos metros del cubículo del diácono Se- este complejo laberinto. Indicó que el sistema llamado en italiano Catacombe di
vero. Jorge pensó que sería muy difícil hallar algún rastro del paso del papiro por San Callista se hallaba sobre la Vía Apia Antigua y entre la Vía Ardeatina y Vicolo
este lugar, pues diariamente pasaban centenares de visitantes por ese intrincado delle Sette Chiese. Esta célebre catacumba es apenas una de un total de sesenta
sistema de complejos túneles, galerías, cuevas, pasillos, conductos, nichos, pasa- sistemas subterráneos similares. Fue la primera catacumba cristiana comunitaria.
jes, entradas, grutas y salidas de estos antiguos cementerios de los primeros cris- El nombre proviene del obispo Calixto I, que falleció en el año 222 y que había
tianos romanos. ¿Quién podría recordar unas hojas insignificantes de papiro que recibido del papa Ceferino el encargo de administrar este cementerio, cuyo an-
supuestamente pasaron por este lugar décadas atrás? tecedente fue un cementerio al aire libre, propiedad de la familia de los Cecilio.
Cuando Jorge bajó del taxi para dirigirse a la entrada de la Catacumba, quedó Al convertirse en obispo, Calixto hizo ampliar considerablemente el cementerio.
sumamente sorprendido al ver a una joven de la Argentina. Era Laura Tolú, estu- Pero ya antes de la instalación de tumbas cristianas y del empleo de los espacios
para las celebraciones cúlticas —y como escondites en tiempos de persecución—,
diante de teología de Buenos Aires, a la que había conocido en un encuentro de
una larga serie de tumbas bordeaba ambos lados de la Vía Apia. El área de la futu-
egresadas y egresados de su Facultad en el cual también participaron estudiantes.
ra catacumba pasó a la administración de la comunidad cristiana a mediados del
—Hola, Laura; ¿qué estás haciendo aquí en Roma? —preguntó a la no menos siglo II. Con el tiempo, se formó un intrincado sistema de galerías con nichos,
sorprendida joven. tumbas, lóbulos, cubículos, cámaras y pasillos que fueron vinculados entre sí.
—Esperando a turistas que me contraten como guía, para que les enseñe las —¿Cómo se iluminaba este vasto sistema, y de dónde recibía aire fresco? —in-
Catacumbas de Calixto —respondió Laura con una amplia sonrisa que hacía terrumpió Jorge la exposición de Laura.
palidecer el sol, pues tamalera la alegría que irradiaba—. Estoy haciendo un año
de intercambio aquí en Roma; y como podrás imaginarte, la beca que obtuve no Laura explicó que cada tanto había una especie de conducto vertical para am-
me alcanza. Para sobrevivir, hago este trabajito en mis días libres. Pero no tengas bos fines, iluminación y aireación. La iluminación era muy limitada, pues el cono
miedo, no te cobraré nada. de luz que se proyectaba desde arriba era más bien pequeño, razón por la cual los
cristianos usaban lámparas de aceite.
—Al contrario, con gusto colaboraré. De paso fomento el estudio de quien se
dice que es una de las estudiantes más responsables en esta época postmoderna —La Catacumba de Calixto tiene cuatro niveles, abarca un área total de 15
hectáreas y baja hasta los 20 metros de profundidad —indicó Laura—. La exten-
que se caracteriza por la irresponsabilidad generalizada.
sión de todos sus conductos sumados llega a 20 kilómetros.
—No será para tanto —dijo Laura, algo avergonzada por tanta alabanza ines-
—¿Cuántas personas fueron sepultados aquí? —preguntó Jorge—. Me imagi-
perada—; sólo quiero prepararme bien para mi futura tarea en la iglesia.
no que unos cuantos miles.
110 El papiro de los ricos 9. En las profundidades de la Ciudad Eterna 111

— N o miles, sino algunos centenares de miles. Se estima que hay más de Avanzaron cautelosamente por los pasillos, en los que reinaba una combina-
350.000 tumbas en el sistema. Como muchas de ellas se usaron varias veces, se ción de profundo silencio, reverencia milenaria y penumbra misteriosa. Laura se
calcula que en los tres siglos de uso intensivo hubo más de un millón de sepul- detuvo ante un mural, sacó una linterna e iluminó el cuadro.
turas. Entre esa enorme cantidad de creyentes quedaron registrados también 16 —Aquí vemos a una persona en actitud de oración, con los brazos tendidos
obispos y unos cien mártires. hacia los costados y las manos abiertas. Es del siglo III. Así se oraba en la anti-
Era bastante fresco ahí abajo, además de silencioso. El entorno densamente güedad. Más tarde se introdujo la posición que asociamos hoy con la actitud de
religioso, resultado del empleo del lugar para morada de fallecidos, celebración de oración: las manos juntadas, los ojos cerrados y la cabeza inclinada.
despedidas y de esperanzas y refugio en las persecuciones, lograba algo imposible La pintura de la persona orante se conservaba casi íntegramente. Sus ojos
de esperar en otros lugares turísticos: que los visitantes asumieran una actitud de abiertos y su postura sincera eran una invitación a unírsela en oración. Jorge des-
atención, respeto, silencio e incluso solemnidad. cifró el nombre "Dionysas" pintado sobre el muro.
—Esta catacumba es muy especial —aseveró Laura—. No sólo por su ex- —Además de mucha información sobre las prácticas y creencias cristianas, los
tensión, sino en primer lugar por ser el primer cementerio de la iglesia cristiana murales también suministran ejemplos de ciertos conceptos sincretistas —contó
romana en formación; segundo, por albergar tumbas de personajes importantes; Laura—; es decir, de "mezcla" y combinación de ideas. Así, por ejemplo, aparece
y tercero, por las importantes pinturas y casi dos mil grafEti. el ave Fénix, una figura de la mitología, como símbolo de la resurrección.
—¿Dos mil grafEti? ¿Qué dicen? —¿Cuándo se dejo de usar este cementerio?
—Son un libro abierto e informan sobre muchos aspectos de la vida en la —En el siglo V, los cristianos comenzaron a sepultar a sus muertos en tumbas
antigüedad —respondió Laura—; y sobre todo informan sobre las convicciones cavadas en la superficie, y así mermó el uso de estos cementerios subterráneos.
tempranas de la fe cristiana y sobre ciertos ritos. Pero hasta el siglo VIII los creyentes visitaban regularmente las catacumbas, pues
—¿Algún ejemplo concreto? contenían las tumbas de mártires y santos. En la segunda mitad del siglo V fue
construida una basílica en la superficie sobre las catacumbas.
—Con gusto. Muchas inscripciones funerarias no sólo mencionan el nombre
y la edad de la persona, sino también su profesión o actividad. Y junto a las tum- Jorge se había acostumbrado a la penumbra y distinguía numerosos nichos en
bas de mártires hay numerosos grafEti que contienen los nombres de visitantes ambas paredes. Iban desde el piso hasta la parte superior del pasillo. Pero todos
piadosos y también de obreros que trabajaban allí, los llamados fossores. En la estaban vacíos.
catacumba de los Santos Marcelino y Pedro hay incluso un mural que muestra a —¿Dónde fueron a parar los restos mortales de tantos difuntos?
un sepulturero en pleno trabajo, con su típica herramienta para excavar sepulcros,
e iluminado por una lámpara de aceite que cuelga de un gancho fijado en la pa- —Muchos fueron trasladados oficialmente como reliquias a los templos cons-
red. Es emocionante. En ocasiones, también se grababan invocaciones a personas truidos posteriormente. Otros fueron llevados por particulares como recuerdos; y
consideradas santas o a familiares muy queridos. sin duda muchos también fueron robados para ser vendidos en algún lugar como
supuestas reliquias de santos. Con el tiempo, al no usarse más las instalaciones,
— O sea, el culto de los muertos es algo muy antiguo —pensó Jorge en voz muchos túneles fueron abandonados, otros se derrumbaron y todo el sistema
alta—; y aquí estamos en el lugar donde vio la luz del mundo. cayó en el olvido.
—Sí, así podría decirse —dijo Laura—; pero para ser más preciso habría que —¿Y cómo fue redescubierto este gigantesco complejo?
decir "la tenue luz de las lamparitas, y sobre todo la luz de la esperanza".
—Entre los años 1844 y 1849, el arqueólogo Giovanni Battista de Rossi, vi-
sitando una viña, halló algunos indicios que remitían a esta catacumba. En 1852
se realizaron excavaciones que dieron con el cementerio. En 1854, de Rossi halló
112 El papiro de los ricos 9. En las profundidades de la Ciudad Eterna 113

la cripta de los Papas; y en 1856, el cubículo del diácono Severo, con un epitafio —Las Criptas de Lucina y toda la zona de los Papas y de Santa Cecilia. Son
que contiene el permiso del papa Marcelino de construir un cubículo doble para del siglo II y de los primeros años del siglo III. Las primeras llevan el nombre
el diácono y su familia. Este epitafio, que está cerca de la tumba de Dámaso I, de una mujer romana que hizo sepultar al obispo y mártir Cornelio. Gracias al
tiene una importancia fundamental, pues es la primera inscripción conocida que hallazgo de la loza sepulcral de esta tumba, se pudieron identificar estas criptas y
llama Papa al obispo de Roma. Severo informa que hizo construir el cubículo con la catacumba en su totalidad. Atención, estamos llegando a la cripta de los Papas.
arcosolios "como tranquila morada en la paz para sí y sus seres queridos, autori-
Delante de ellos se abría el espacio históricamente más importante y espiri-
zado por su papa Marcelino".
tualmente más significativo de la catacumba.
—¿Así dice, "papa"? —preguntó Jorge—. Pensaba que ese título era posterior.
—Este lugar tuvo su origen en el siglo II como cubículo privado y fue trans-
¿Cuándo fue eso?
formado en cripta en el siglo III, luego de que el espacio fuera donado a la iglesia
—Severo actuó entre el 296 y el 304. El epitafio dice "iussu PP sui Marcelli- de Roma —indicó Laura—. Tuvo seis lóbulos de cada lado y cuatro nichos para
ni", con la sigla para "papa" en forma abreviada: "PP". Esta sigla la siguen usando sarcófagos. A estos dieciséis espacios para difuntos se agregó una tumba monu-
los Papas hasta hoy en sus firmas. mental en la pared del fondo. Entonces se lo usó como sepulcro de los Papas del
siglo III. Por ello el arqueólogo de Rossi lo llamó "El pequeño Vaticano".
Jorge había escuchado algo más, que también tenía importancia fundamental.
A pocos metros del cubículo de Severo debía empezar la galería lateral, en uno Una quietud literalmente sepulcral, pero para nada tétrica, vibraba en el aire
de cuyos nichos había estado el "papiro de los ricos". Claro, siempre según los enrarecido por dieciocho siglos de silencio y ennoblecido por la misma cantidad
Messer. de centurias de devoción. La historia de la iglesia antigua hablaba a través de las
aberturas de los lóbulos y la eternidad volcaba su luz a este mundo a través de
—¿Vamos a ver ese cubículo? —preguntó casi tímidamente, para no levantar
los nichos. Dos distinguidas columnas envueltas en ranuras que iban subiendo
ninguna sospecha.
interrumpían los planos verticales de las paredes laterales. Sus capiteles sostenían
—Claro que sí. Está muy cerca de la cripta de los Papas. la parte superior de cada lado, y una elegante bóveda de medio tonel proporcio-
naba un cálido cierre a la cripta. En la pared del fondo había otra tumba más.
—¿Quién cuidó todo esto? Me imagino que semejante depósito habrá atraído
a más de un cazador de reliquias... —Aquí fueron sepultados nueve Papas y ocho dignatarios —comentó Laura
con voz muy baja, como para no inquietar el espíritu de la memoria—. De cinco
—En 1920 el Vaticano adquirió un área de unas 34 hectáreas que abarcaba
de los nueve quedaron lápidas, lamentablemente incompletas, pero que igual-
las catacumbas de Calixto y otras más. Hasta 1936, los monjes trapenses estaban
mente permiten identificar los nombres.
a cargo del campo, y a partir de entonces, los salesianos. La investigación en sí la
realiza la Comisión Pontificia de Arqueología Sacra. Jorge se puso a observar las lápidas. Identificó claramente los nombres, todos
en griego, pues en aquel momento también se hablaba griego en Roma, además
Siguieron caminando en silencio, pasando revista una tumba tras otra y una
del latín. Eran los Papas Ponciano, Antérote, Fabián, Lucio y Eutiquiano. Cuatro
galería tras otra. Historia densa de despedidas, suelo bañado de lágrimas, paños
lápidas ostentaban junto al nombre del difunto la designación "epi", de epískopos,
enrojecidos de las víctimas del fanatismo imperial y de las masas ciegas que se
obispo. Dos placas indicaban que los difuntos habían sido mártires, es decir, tes-
revolcaban en el repugnante lodo del deleite de ver correr sangre. Pero las cata-
tigos de su fe hasta la muerte.
cumbas también eran atmósfera de devoción, aire fresco de fe, energía plena de
certeza de salvación y cántico de gratitud de muchas personas porque Dios les —En el nicho de la pared del fondo fue sepultado el papa Sixto II, muerto en
permitió resistir hasta obtener la palma del martirio. la persecución del emperador Valeriano —prosiguió Laura—. Sixto II es conside-
rado el mártir por excelencia. Fue asesinado mientras celebraba una liturgia. Los
—¿Cuáles son las partes más antiguas de este sistema? —preguntó Jorge.
otros Papas, de los cuales no quedan lápidas, fueron Esteban I, Dionisio y Félix I.
114 El papiro de los ricos 9. En las profundidades de la Ciudad Eterna 115

—Este lugar tiene pinta de haber sido transformado en espacio cúltico —sos- —Aquí, en este nicho, tenemos una copia de la estatua de la Santa, cuyo ori-
pechó Jorge. ginal fue esculpido por Esteban Maderno —explicó Laura—. Las reliquias fueron
—Así es —confirmó Laura—. El papa Dámaso, muy devoto de los mártires, trasladadas en el año 821 a la Iglesia de Santa Cecilia al otro lado del Tíber. Y
transformó la cripta en lo que es hoy. Hizo construir un altar, del cual todavía ahora pasamos a las capillas de los Sacramentos y a las criptas con los murales del
existe el basamento de mármol; mandó abrir dos lucernarios en el cielorraso y bautismo y la eucaristía.
ordenó la instalación de las dos columnas, que sostenían un arquitrabe del cual Al llegar a esa sección, Laura explicó los detalles de las pinturas. En la del
pendían cruces y lámparas. Asimismo, hizo colocar una lápida de mármol sobre bautismo, un adulto volcaba agua con la mano sobre la cabeza de una criatura,
la tumba de la pared frontal que lleva grabada una poesía escrita por el mismo parada al lado del mayor.
Dámaso. La loza fue reconstruida por De Rossi. Decía así:
—Los pintores solían representar la eucaristía como multiplicación milagrosa
"Cuando la espada de los panes y pescados —indicó Laura—, ocasión en la cual Jesús prometió
las pías entrañas de la Madre entregar su cuerpo, según el Evangelio de Juan. Seguro que aquí también se cele-
traspasaba, aquí el obispo braban cenas eucarísticas.
sepultado la doctrina enseñaba.
Llegan de improviso soldados y arrestan Había tanto para admirar que Jorge no daba abasto. Laura ya lo estaba guian-
allí al sentado en cátedra, do al siguiente cubículo.
mientras los fieles ofrecen —Ésta es la cripta de Lucina, con el mural que personalmente más me gusta
sus cuellos a la guardia enviada. de todos los que conozco: el del Buen Pastor. Y ahí, en la otra escena de la cena,
Apenas el anciano hay un vaso de vino tinto en medio de los panes, señal de que se trata de la euca-
supo que uno quiso arrebatarle la palma, ristía y no de una comida fúnebre. Sigamos, pues el tiempo vuela.
él mismo fue el primero en ofrecerse y dar su cabeza a la espada,
Era cierto. Ya habían pasado más de tres horas allá abajo en las entrañas de la
para que así a ninguno pudiera herir una tan impaciente rabia.
Ciudad Santa. Laura ya comenzó con la explicación del siguiente espacio.
Cristo, que distribuye los premios de la vida,
reconoció el mérito del pastor, —Este es el cubículo de los cinco Santos —dijo—; que en realidad son seis.
defendiendo Él mismo el resto de su grey". Sobre la pared del fondo fueron pintadas seis figuras, pero sólo cinco tienen nom-
bres, cada uno seguido por el deseo "en paz". Los orantes se hallan en un jardín
—Dámaso fue el papa que solicitó a Jerónimo que elaborara una traducción
con flores, frutos y pájaros, un hermoso símbolo del paraíso.
fidedigna de la Biblia al latín —comentó Jorge, feliz de poder brindar también
alguna colaboración al panorama histórico—. De allí resultó la versión que pos- Jorge se puso a descifrar los nombres: Dionisia, Nemesio, Procopio, Heliodo-
teriormente llegó a designarse Vulgata. Pero yo no sabía que Dámaso también era ro, Zoé. Se estremecía pensando que se había tratado de personas como él, Laura
poeta. y todas las demás, de carne y hueso, espíritu y alma, sentimientos y pensamientos,
sufrimientos y esperanzas. Y sobre todo de una fe inquebrantable de la que él
Laura pasó por un pasaje bastante estrecho a la izquierda de la placa de már-
también era heredero.
mol con la poesía de Dámaso, y llamó a Jorge.
—¿Vamos a visitar el cubículo del diácono Severo? —preguntó luego de con-
—Estamos llegando a la cripta de Santa Cecilia.
templar un buen rato esa imagen florida.
Jorge admiró los mosaicos y pinturas murales, entre las que se destacaba una
—Claro que sí. Ya mismo.
representación de Cecilia en actitud de oración.
Laura lo guió con pasos firmes al lugar tan esperado.
116 El papiro de los ricos g. En las profundidades de la Ciudad Eterna 117

—Éste es el cubículo de Severo —señaló Laura—. Sobre la placa de mármol "Es realmente admirable cómo sabe mentir ese tipo" —pensó Jorge—; "dos
que cerraba un arcosolio se halla la inscripción que informa sobre la propiedad mentiras en una sola frase, eso es demasiado: el intento de ramal fue descubierto
del espacio y el permiso papal para su construcción, tal como ya te indiqué; luego recién en 1999, y en sus 30 centímetros no cabe ningún nicho".
indica el objetivo: guardar a los miembros en el sueño para Dios. Después tiene
Luego de inspeccionar también las demás paredes en la cercanía del cubículo
una explicación de enorme importancia para la historia de la doctrina cristiana,
de Severo, Jorge se dio por satisfecho con el examen. Los Messer habían mentido
pues formulaba con exactitud la fe en la resurrección de los cuerpos. Hablando
una vez más. Por aquí no pasó ningún "papiro de los ricos".
de su hija Severa, dice: "El cuerpo mortal está sepultado aquí en tranquila paz
hasta tanto lo haga resurgir el Señor, quien arrebató el alma casta, recatada y por Laura y Jorge concluyeron la extensa gira por las entrañas de la Ciudad Eterna.
siempre inviolable con su Santo Espíritu, y que la devolverá (al cuerpo) adornada Cuando salieron a la superficie, Jorge tenía la sensación de despertarse en otro
de gloria espiritual. Vivió nueve años, once meses y quince días. Así pasó de esta mundo. Arriba todo era tan distinto de lo que había visto, sentido y escuchado
vida terrenal". allá abajo. Los nichos, murales e inscripciones le habían permitido tocar un frag-
mento de la eternidad; y esa experiencia le daba mucha paz aquí arriba, en medio
También aquí Jorge sentía que se hallaba en continuidad directa de la línea de del vaivén de la gran ciudad, envuelto en el bullicio de la gente estresada y de los
transmisión de la fe. Cambiaron formas, expresiones, imágenes, formulaciones vehículos que circulaban incansablemente por todas las arterias de la urbe. Pero
y fórmulas; pero el núcleo permaneció intacto a lo largo de dos milenios, desde no era la paz de los cementerios comunes que él traía de allá abajo. Era la certeza
la resurrección de Jesucristo hasta la actualidad. Y así seguirá siendo hasta que de que valía la pena vivir y luchar por el nuevo mundo de Dios, como lo habían
irrumpa definitivamente el Reino. Salvo que Jonny Messer y su "papiro de los hecho aquellos que habían sido sepultados en esas catacumbas, en la firme fe en
ricos" tuvieran razón. la victoria definitiva del Dios de la vida sobre los poderes infernales e imperiales
Jorge, luego de admirar todos los detalles del cubículo del diácono Severo, co- de la muerte.
menzó a buscar muy disimuladamente la galería lateral que según la explicación
Esta certeza valía infinitamente más que el curioso texto de Messer. Y con más
del padre del papirólogo debía comenzar a pocos metros del cubículo. Por fin
razón valía más que las mentiras de quienes intentaban destruirla con ese maldito
descubrió una apertura en la pared; y fingiendo un interés bajísimo, preguntó casi
papiro.
con lástima por tener que encubrir su verdadero propósito:
Jorge se despidió muy cordialmente de Laura y le entregó un sobre cerra-
—¿Qué es eso? ¿La entrada a otra galería más?
do que había preparado disimuladamente durante el recorrido por el laberinto
—Nada de importancia —dijo Laura—. Es un proyecto de galería, descu- subterráneo.
bierto por los arqueólogos de casualidad en 1999. Aparentemente los fossores, los
—Espero que esto te recompense algo de lo muchísimo que compartiste con-
sepultureros, querían abrir aquí una galería nueva, pero luego de avanzar unos
migo. Pero me tienes que prometer que lo abrirás recién cuando llegues a tu casa.
treinta centímetros abandonaron el proyecto. Tabicaron la entrada con una hilera
¡Y que no te lo roben de camino!
de ladrillos y la disimularon con arcilla. Los arqueólogos que hicieron el descubri-
miento abrieron el cerramiento para que se pudiera apreciar una galería empezada —Pero, ¿cómo me vas a pagar por este recorrido? —dijo Laura con la voz car-
y luego abandonada. gada de emoción—. Yo no quiero nada; fue una alegría para mí poder mostrarte
las catacumbas.
—¿No tenía ningún nicho, ningún espacio para una sepultura?
—Dejémoslo ahí —concluyó Jorge la simpática discusión—; está bien así.
—Claro que no; los treinta centímetros de largo no permiten colocar ni una
urna de bebé. Hay que considerar que dada la consistencia tan frágil del suelo, Jorge abordó un taxi y Laura tomó un ómnibus. Al llegar a su habitación en
e
entre nicho y nicho siempre debía haber unos cuantos centímetros, pues de otra l internado de su facultad, abrió cuidadosamente el sobre. Su sorpresa fue des-
c
manera se habría derrumbado todo. omunal cuando sacó diez billetes de cien Dólares y una simple notita que decía:
Me regalaron mucho y lo quiero compartir. Jorge." Temblando de emoción, se
118 El papiro de los ricos

sentó en la cama y dio gracias a Dios por semejante regalo. ¡Mil Dólares por tres
horas de paseo subterráneo! Con este tesoro, ella por fin podía dedicarse de lleno
al estudio. Ya no necesitaría trabajar más mientras duraba su estancia en Roma.
Para ese momento, Jorge ya estaba cenando en su hotel. Luego repasó deteni-
damente el plano de la ciudad de San Petersburgo y finalmente fue a la cama. A la
mañana siguiente le esperaban dos vuelos, uno a continuación del otro.
10. La Cámara de Ámbar
Cuando los dedillos de la aurora comenzaron a correr desde el oriente el velo del
negro terciopelo del cielo italiano, Jorge saltó de la cama para prepararse para la
continuación de su aventura. A los pocos minutos estaba sentado en el comedor,
tomando el desayuno. Luego arregló su cuenta y tomó un taxi al Aeropuerto.
Justo cuando el astro rey asomaba por el horizonte, Jorge ingresó por la puerta
principal del Leonardo da Vinci. Una hora más tarde despegó su avión rumbo a
Frankfurt. Era el primer vuelo de la mañana, y poco a poco el paisaje tomaba co-
lor. Mientras sobrevolaban los Alpes, las azafatas sirvieron un rico desayuno. Allá
abajo, el clima primaveral europeo ya había hecho desaparecer buena cantidad del
ropaje de nieve de la mole alpina, pero igualmente las altas cumbres exhibían de
manera espectacular su decoración eternamente blanca.

Al cabo de dos horas de vuelo, el avión se posó elegantemente en la pista de


Frankfurt. Mientras esperaba la salida de su vuelo a San Petersburgo, Jorge re-
pasó cuidadosamente todos sus apuntes y elaboró un primer informe con todos
los datos, listo para su publicación, y se lo envió por mail a Gladys. Después la
llamó y le resumió lo vivido y descubierto hasta el momento, no sin antes calmar
sus angustias suscitadas por las amenazas que habían llegado al blog. Por lo de-
más, Gladys rebosaba de alegría, igual que hacía unos días. Aunque la separación
seguía siendo real, subjetivamente la sentía acortada por hallarse ambos en el
mismo continente. La inmensidad del Atlántico como de cualquier otro océano
constituía una barrera no sólo física sino también psicológica para quienes ansia-
ban estar juntos. Saber que el novio estaba apenas a dos horas de vuelo de Barce-
lona brindaba la sensación de que estaba ahí nomás, casi al alcance.

A las 11 de la mañana, Jorge continuó su viaje. El vuelo duró dos horas y


cuarenta minutos. Cuando la máquina tocó la pista del Aeropuerto Pulkovo 2
de la ciudad de San Petersburgo, Jorge experimentó por sexta vez en pocos días
que estaba en otro mundo. Egipto, Israel, Grecia, Italia, Alemania y ahora Rusia:
demasiadas impresiones en un tiempo por demás comprimido.

119
120 El papiro de los ricos 10. La Cámara de Ámbar 121

Jorge fue a una sucursal de banco para cambiar divisas, luego buscó una ter- Se instaló en la cómoda habitación, repasó sus datos para tener todo listo para
minal de acceso a internet y envió un correo electrónico a Gladys avisándole que la inspección de la Cámara de Ámbar, fue a cenar y luego revisó su correo electró-
había llegado bien. Tomó algo en la cafetería Shokolatsky y finalmente se dirigió a nico. Se asustó. Ya el primer correo de Gladys suministraba una noticia de ribetes
la salida. Afuera, respiró profundamente el aire desconocido del misterioso país- fatales. Contaba que había entrado al blog, donde vio que todo funcionaba como
continente que lo recibía con una agradable brisa. Jamás se había imaginado que de costumbre: comentarios nuevos, felicitaciones, un poco de bronca, otro tanto
algún día podría pisar la legendaria tierra de la fe ortodoxa rusa, los célebres litera- de burla, una nueva amenaza y mucho apoyo. Pero una hora después Gladys ha-
tos, el Ejército Rojo, los Zares, los mejores ajedrecistas, los iconos, el Archipiélago bía vuelto a ingresar para responder uno de los comentarios, y casi se desmayó por
GULAG, el Kremlin, el primer hombre en el espacio Juri Gagarin... y menos aún lo que vio. Unos hackers habían atacado el blog, destruyendo el artículo inicial de
se habría imaginado viajar a San Petersburgo con una misión tan curiosa cual es Jorge y decorando los comentarios con fotos pornográficas y leyendas obscenas.
la de buscar un supuesto rastro de un papiro de la época de Jesús. Pues el informe
Jorge ingresó inmediatamente al blog. Efectivamente, era tal como había in-
de los Messer afirmaba que el papiro fue escondido en 1966 en el doble fondo de
dicado Gladys. Un desastre. Su valerosa y corajuda obra se había convertido en
la gaveta central del escritorio de la Cámara de Ámbar del Palacio de Catalina en
un lodazal. ¿Qué hacer? Sólo cabía pedirle al director del diario que elimine to-
Pushkin, cerca de San Petersburgo. Jorge necesitó unos minutos de concentración
talmente el blog. Pero, ¿cómo seguir entonces con la discusión? No podía pedirle
para ordenar todos estos pensamientos turbulentos en su fatigado cerebro. Mien-
al director que montara guardia frente al monitor y ante cualquier ataque recons-
tras tanto, varios conductores de taxis le ofrecían sus servicios, pero sus tarifas le
truyera el blog.
parecían demasiado elevadas.
Agobiado por estas preocupaciones, Jorge se fue a descansar. Es decir, trató
Volvió a entrar al edificio y se dirigió al puesto de informes. Preguntó por la de hacerlo. Como los hackers le habían robado la tranquilidad, se puso a pensar
mejor manera de llegar al centro de la ciudad que no fuera un taxi, y le explicaron en la Cámara de Ámbar. Sabía que le esperaba un día fascinante. Se decía que el
dos alternativas: el autobús municipal 13 hasta la estación de metro Moskovskaya esplendor de la Cámara excedía toda descripción.
y de allí directamente al centro; o el microbús, un taxi de línea o de ruta, com-
partido o colectivo, que lucía el simpático nombre ruso de marsbrutka. Como Luego de un turbulento sueño, compensado en parte por un rico desayuno,
Jorge conocía este sistema de Israel, donde viajó algunas veces con el servicio Jorge tomó un taxi y solicitó que lo llevara al Palacio de Catalina en Pushkin, en
llamado sherut, optó por la marshrutka. Justo estaba por salir uno de esos vehícu- las afueras de la ciudad. El taxista hablaba bastante bien inglés. De inmediato
los. Ya habían subido ocho pasajeros y quedaba un solo lugar, bastante estrecho entabló una amable conversación.
por cierto. No había espacio especial para el equipaje, así que cada pasajero tenía —Mucho gusto, me llamo Iván Krapotkin. ¿Conoce la historia del Palacio de
que arreglárselas con el suyo como podía. Como Jorge siempre viajaba sólo con Catalina? —preguntó amablemente, mirando de reojo por el espejo retrovisor—.
equipaje de mano, no tuvo problemas. Los demás pasajeros desaparecían detrás Perdone la pregunta, pero nuestra ciudad tiene tantos puntos de interés para los
de sus enormes maletas y belsos. La marshrutka tomó la Avenida de Moscú, Mos- turistas, que éstos pueden perderse en la jungla de ofertas.
kovskiy Prospekt, abierta en los años en que imperaba Stalin. Pomposos edificios
—Sí, tengo alguna información —respondió Jorge—; pero le agradeceré si me
de aquellos años se alineaban a lo largo de esta amplia avenida cuya prolongación
quiere brindar algo más. Mi nombre es Jorge.
llegaba a Moscú.
El taxista mermó algo la velocidad y comenzó con su explicación.
A los pocos minutos pasaron frente al Monumento a los heroicos defensores
de Leningrado; y un rato después arribaron a una gigantesca plaza desde la cual —Tenemos 24 kilómetros hasta Pushkin, así que hay tiempo. El complejo
saludaba una alta estatua de Lenin. Cuando la marshrutka llegó a la plaza céntrica del Palacio se llama Tsárskoye Seló, que significa Villa de los Zares. Es la antigua
Sennaya Ploschad, Jorge descendió del vehículo. No tuvo que buscar mucho. Su residencia veraniega de los zares del imperio ruso. Pero más que villa, es un gigan-
hotel estaba a pocos pasos de allí. Es que se había orientado muy bien previamente. tesco palacio en medio de un magnífico parque. Allí todo es superlativo, como
sucede siempre en Rusia. En las buenas y en las malas. En ese palacio los zares
122 El papiro de los ricos 10. La Cámara de Ámbar 123

recibían a los visitantes ilustres y a la nobleza europea. Hoy el conjunto de edifi- estaba cubierto de decoraciones de estuco y oro, numerosos espejos y un cuadro
cios y parques, juntamente con el centro de Pushkin, es Patrimonio de la Huma- que cubría el cielorraso y se intitulaba "El triunfo de Rusia". Luego venían salo-
nidad. En 1708 el zar Pedro I donó estos territorios a su futura esposa, Catalina nes, cámaras y piezas, alternando los estilos barroco, chino y clasicista; y una sala
I, que hizo construir allí una iglesia y el primer Palacio de Catalina. Después se de pinturas con 130 obras maestras europeas de los siglos XVII y XVIII. Absolu-
agregaron otros edificios. En 1918 el lugar cambió de nombre a Détskoye Seló, tamente todo era rimbombantemente fastuoso: pisos, paredes, ventanales, puer-
Villa de los niños; y en 1937 pasó a llamarse Pushkin, en honor al poeta. En 1941 tas, pasillos, luces, cielorrasos, espejos, adornos, decoraciones, muebles. Luego de
el ejército de la Alemania nazi ocupó la ciudad y destruyó muchos edificios, ro- tanto ornato superlativo y tanta delicadeza cruzada con exquisitez, de repente el
bando valiosas piezas culturales, entre ellas, la Sala de Ámbar, que aquí llamamos apretado racimo de turistas estaba frente a la Cámara de Ámbar. Justo estaba por
Yantarnaya komnata... comenzar una visita guiada con explicación en inglés y en alemán. Gustosamente
Jorge aprovechó la ocasión. La joven guía rusa, que esperaba a los visitantes frente
—¿Qué? ¿Los nazis robaron la Cámara de Ámbar? —preguntó Jorge asustadí- a la puerta del santuario superlativo del palacio, era sumamente simpática. Acom-
simo—. Hice este viaje para verla... pañaba cada explicación con una dulce sonrisa.
—No se aflija, que la verá —lo consoló el taxista—; la Cámara se halla en su —Soy Irina Dimova —dijo, rompiendo el hielo con soltura y en excelente in-
lugar histórico en el Palacio. glés —; estudio arquitectura y me defino como enamorada de la "octava maravilla
—Ah. Ya me parecía. Menos mal. del mundo", nuestra incomparable Cámara de Ámbar.

—Después de la Gran Guerra, el complejo de edificios fue restaurado —prosi- Luego dijo la misma frase en alemán, agregando que había aprendido este
guió Iván—. Hasta hoy se está trabajando en algunas partes. No se asuste del flujo idioma de su abuela, Ana Catalina Schimpf de Bauer, hija de alemanes del Volga
de gente. Miles y miles de turistas vienen a visitar nuestras riquezas culturales. Ya que habían sido expulsados de su aldea de Balzer cuando Stalin liquidó la Re-
estamos llegando. pública Soviética Socialista Autónoma de los Alemanes del Volga, confinando
a toda su familia a Kazajstán. Una injusticia brutal cometida contra indefensos
Iván mermó la marcha y luego detuvo el vehículo frente a un magnífico portal campesinos que habían dado tanto a Rusia durante un siglo y medio en materia
de entrada, con columnas pintadas de celeste y blanco y con una reja dorada. de progreso agrícola. Irina volvió al inglés y explicó sus antecedentes familiares en
Jorge pagó, y los dos se despidieron como buenos amigos. Cada nuevo visitante este idioma. Agregó que mejor suerte le tocó a otra rama de las familias Bauer y
que ingresaba al enorme complejo era absorbido de inmediato por un enjambre Schimpf, que a fines del siglo XIX emigraron a la Argentina, estableciéndose en
de turistas de todo el mundo. "No querrán ver todos la Cámara de Ámbar", pensó una aldea en la Provincia de Entre Ríos. Allí pudieron vivir, trabajar, criar a sus
Jorge para sí. A medida que la masa de gente se acercaba al imponente Palacio de hijos y practicar su fe cristiana en paz y tranquilidad.
Catalina, la casi infinita fachada celeste con un ligerísimo toque turquesa y con
los bordes blancos de los amplios ventanales y los majestuosos portales crecía ante Jorge conocía a los descendientes de ambas familias. Así que preguntó
los ojos de los conmocionados visitantes. Todo lucía esplendorosamente. La Or- inocentemente:
questa del Palacio daba la bienvenida a los visitantes tocando apasionadamente la -—¿Dónde se establecieron exactamente?
pieza folklórica rusa "Kalinka". El cielo primaveral, el aparatoso palacio, el entor-
no babilónico de medio centenar de idiomas que competían entre sí y la movida —En Aldea Santa Celia, cerca de Urdinarrain —respondió Irina—. Es una
música rusa produjeron un estado de euforia "imperial" muy contagiosa, a la que aldea de alemanes del Volga.
nadie pudo resistirse. —Sus descendientes son miembros de mi parroquia —dijo Jorge—. Soy pas-
Jorge se calzó los obligatorios protectores de tela, pues los pisos eran más una tor evangélico y vivo en Urdinarrain. Si me permite, llevaré sus saludos a los
fineza lustrada que invitaba a deslizarse flotando que una superficie maciza para Bauer que abundan por esos pagos. De los Schimpf quedan muy pocos.
pisar sólidamente. Los turistas subieron una magnífica escalera de mármol blanco
y arribaron al Gran Salón, la sala de baile del palacio. Medía 47 por 17 metros y
124 El papiro de los ríeos 10. La Cámara de Ámbar 125

Irina quedó gratamente sorprendida por este encuentro superador de fronteras representaban floreros y guirnaldas de flores. Gráciles manijas de bronce en forma
de continentes y generaciones. Pero no podía detenerse mucho tiempo con estas de anillos indicaban que el mueble albergaba gavetas. La perfección de la termina-
cuestiones. Invitó a pasar a la cámara y explicó a los estupefactos visitantes que ción de la tapa era tal que allí se reflejaba nítidamente la parte superior de la sala.
la "octava maravilla" tenía una muy extensa historia. Pero no pudo comenzar "¡Por fin una pista segura, porque ése debe ser el escritorio con la gaveta cen-
inmediatamente con su explicación, pues el suspenso se había apoderado de los tral del escritorio, donde fue escondido el papiro en 1966!" pensó Jorge; y trató
pasmados visitantes que quedaron atónitos, aturdidos y boquiabiertos por el es- de imaginarse alguna treta para acercarse al mueble, abrir la gaveta del medio y
plendor que los recibía. Miraban lentamente a su alrededor moviendo la cabeza verificar si realmente tenía doble fondo. Pero por ahora prefirió hacer una inves-
en las tres dimensiones. Parecían maniquíes desmaterializados y trasladados desde
tigación ingenua.
su mundo terrenal a un universo totalmente exótico y extravagante.
—Irina, ¿de qué época es aquel escritorio? —preguntó, señalando hacia el
Centenares de miles de trozos y trocitos de ámbar de color miel, amarillento, mueble.
naranja, rubio, dorado, amarillo traslúcido, blondo, blancuzco y marrón brillan-
te, todos trabajados como filigrana, cubrían íntegramente la sala. Esbeltos cande- Irina miró en la dirección señalada y no pudo ocultar una pequeña extrañeza.
labros esparcían un brillo de iconos ortodoxos cuya claridad se reflejaba espléndi- —¿Escritorio? No, eso no es un escritorio. En esta sala no hay ningún escri-
damente en los espejos y se refractaba miles de veces en las superficies del curioso torio y nunca hubo uno. Ese mueble es una cómoda, una especie de aparador. Es
material, sumando más boato a esta increíble maravilla arquitectónica. En los una obra maestra rusa de los años sesenta del siglo XVIII. Pero decididamente no
vértices superiores sobresalían pequeños cuadros, mientras que diversas pinturas es un escritorio. Ni siquiera el más excéntrico zar se hubiera atrevido a escribir
engalanaban el cielorraso. Varios mosaicos que formaban paisajes con figuras iban sobre esa refinada superficie pulida de la tapa que brilla más que un espejo de
enmarcados en una decoración adicional de ámbar más oscuro. Las decoraciones platino.
doradas en la parte superior sostenían candelabros que alternaban con angelitos.
Jorge estaba dispuesto a conceder el beneficio de la duda a los Messer y en-
Hasta ese momento, Jorge había pensado que el ámbar siempre tenía un solo tender "cómoda" donde aquellos habían dicho "escritorio". Pero Irina ya estaba
color, a saber, "color ámbar". Pero era como con las nubes "blancas", en las que presentando el siguiente machetazo que desmantelaba la astuta construcción.
en realidad se conjugaba una infinidad de colores. El ámbar se expresaba en múl-
tiples tonos. —Ustedes pueden considerarse dichosos por poder apreciar este extraordina-
rio mueble, pues estaba perdido durante varias décadas.
En un marco circular lucía un escudo hecho de ámbar marrón. Mostraba un
águila de una sola cabeza que llevaba una corona. En una garra tenía un cetro y en —¿Cómo dice? —logró balbucear un turista asiático—. ¿Quién puede hacer
la otra, un globo con una cruz. Era una versión algo diferente del águila bicéfala desaparecer algo así?
del escudo actual de Rusia,, Sobre un esquinero, brillaba un suntuoso reloj colo- Irina explicó con mucha paciencia que durante la Segunda Guerra Mundial
cado sobre un complejo pie de metal. Relieves, marcos afiligranados, pequeñas habían sido robadas diversas piezas del mobiliario de la Cámara de Ámbar. Sólo
estatuillas, trabajos de oro y otras decoraciones completaban el conjunto de este de dos piezas había registro fidedigno: la cómoda en cuestión y un cuadro muy
monumento mayúsculo al refinado gusto de la esbeltez. El fascinante panorama especial, una obra de incrustación de mármol y piedras de colores.
provocó un mutismo cautivo en el revoltijo babilónico del flujo turístico. Todos
vivían con la plenitud de sus sentidos el "mito Cámara-de-Ámbar". —¿Qué? ¿También se robaron un cuadro? —preguntó una turista africana,
para seguir con una amplia sonrisa— Aunque me da algo de satisfacción, porque
Aún embelesado por tanta brillantez, Jorge descubrió algo sensacional. Re- veo que no sólo el Primer Mundo robó en el Tercero, sino que también se roba
cortándose nítidamente sobre una de las paredes laterales, había un llamativo en el Norte.
mueble de madera veteada, pulida y lustrada, de bellísimo color marrón oscuro.
Tenía la forma de una gran caja y estaba parado sobre cuatro patas. El frente tenía —Efectivamente también han robado un cuadro, pero éste reapareció —dijo
decoraciones de marquetería. Las incrustaciones eran de madera marrón claro y Irina y señaló hacia la pared lateral de la sala—. Allá lo ven. En 1997, este mosaico
126 El papiro de los ricos 10. La Cámara de Ámbar 127

florentino fue ofrecido por su poseedor accidental a través de un abogado de para las arcas estatales. El órgano también solía vender pinturas, arañas, decora-
Bremen por dos millones y medio de Dólares. Por una infidencia, la policía tuvo ciones, bustos y otras reliquias que iban a parar al Oeste a cambio de las codi-
noticias de esta oferta, y el jefe en persona se presentó de manera encubierta como ciadas divisas. Cuando la nueva dueña se enteró de la aparición del mosaico en
supuesto interesado. Antes de concretarse la supuesta venta, la policía incautó Hamburgo, comenzó a sospechar que su adquisición también podría provenir de
la valiosa pieza. Una investigación muy cautelosa evidenció la autenticidad del la Cámara de Ámbar. Solicitó una revisión por expertos, y el resultado fue indis-
cuadro; y gracias a las fotos existentes, fue reconocido como perteneciente a la cutible: el mueble pertenecía a la Cámara. Figuraba en el inventario de 1940 y fue
Cámara de Ámbar. Los expertos lo tasaron en tres a cuatro millones de Dólares. incorporado a la Sala en 1932. Hasta las marcas ZDU-217 y ZDP-3320 al dorso
Un murmullo reprimido se apoderó del enjambre de turistas. Más que el valor del mueble coincidían con la anotación en el inventario.
artístico en sí, las grandes cifras relacionadas con estas obras siempre impactan —¿Y cómo siguió la historia? —preguntó Jorge.
profundamente.
—Muy simple: El Gobierno Federal de Alemania tomó cartas en el asunto
—¿De qué está hecho ese mosaico?— preguntó un turista con acento italia- y devolvió ambas piezas a Rusia en abril de 2000. Y aquí las tenemos de vuelta,
no—. Me interesa, porque mi abuelo trabajó en un taller que fabricaba ese tipo sanas y salvas.
de cuadros.
Jorge tuvo que respirar profundamente para coordinar la avalancha de datos.
—Los árboles fueron hechos de jaspe siciliano y bohemio —respondió Iri- El informe de los Messer decía que el papiro fue escondido en 1966 en el mueble
na—; el suelo, de jade; el cielo, de alabastro transparente; y los demás elementos de la Cámara de Ámbar. Si aquí jamás había habido un escritorio, el informe de-
del paisaje de amatista, lapislázuli y otras piedras semipreciosas. bía referirse a esa cómoda, el único mueble remotamente parecido a un escritorio.
—¿Quién puede robar algo así? —siguió preguntando—. Me imagino que Por lo demás, sólo había sillas, un reloj y lámparas. Si la cómoda desapareció en
aquí hay vigilancia. 1944 y reapareció en 1997, el informe mentía. Una vez más. Salvo que Messer
Padre había estado en 1966 en la Cámara y alguien le comentó algo sobre la
—Ahora sí, pero este cuadro se extravió en plena Guerra, en 1941, cuando los cómoda...
nazis desmontaron toda la Cámara y se la llevaron.
—Ah, casi me olvido —dijo Irina y continuó—. En 1994 fue rematado en
Era la segunda vez que Jorge escuchaba tal cosa. Se puso visiblemente molesto. Londres una cabecita de ámbar de unos 15 cm de altura. Posiblemente también
—¿Cómo dice? ¿Los nazis se robaron toda la Cámara? pertenecía a la Cámara. Con estos hallazgos más que casuales, el mito fantástico
de la Cámara de ámbar parecía convertirse en realidad, pues ahora todos pensa-
—Ya les contaré la historia —frenó Irina—; primero termino con las piezas ban que se iba a hallar la Cámara entera.
que reaparecieron. Bien, cuando en Bremen finalmente identificaron al hombre
que ofrecía el mosaico, éste*aseguró que su padre, un soldado alemán, lo había —No entiendo nada —digo resignado y confundido Jorge—. ¿De qué está
traído de Rusia. El poseedor actual ni siquiera sabía de qué se trataba. Había hablando? Entiendo que las tres piezas habían desaparecido, y que el cuadro y la
encontrado el cuadro en el altillo y lo colgó en una habitación. Recién en 1992 cómoda están de nuevo en su lugar. ¿Por qué dice que la Cámara es un mito fan-
descubrió que el mosaico provenía de la Cámara. Y cuando lo ofreció en venta, la tástico? ¿Estamos soñando, o estamos en la célebre Cámara de Ámbar?
policía lo confiscó. El cuadro era uno de la serie de cuatro que fueron incluidos —Ah, veo que no conoce las vueltas de la Cámara. De todos modos iba a
en la Cámara por mandato de Catalina la Grande. contar la historia. Bien. Originalmente esta habitación estaba destinada al Palacio
—¿Y la cómoda? —preguntó Jorge—. ¿También apareció de casualidad? de Charlottenburg en Berlín. Fue diseñada por el arquitecto y escultor Andreas
Schlüter, que había tenido la idea tan original de decorar las paredes de una de las
—Así es —aseguró Irina—. Ahí la historia fue algo distinta. La cómoda fue habitaciones del palacio con pequeñas placas de ámbar. Por mandato del primer
vendida en 1978 por veinte mil Marcos a una señora de Berlín Occidental por rey de Prusia Federico I, en 1706 se les encargó a los expertos en trabajos en ám-
un órgano de la entonces Alemania Democrática, encargado de conseguir divisas bar Ernesto Schacht y Godofredo Turau la realización del costoso proyecto, cuyo
128 El papiro de los ríeos 10. La Cámara de Ámbar 129

monto alcanzó la friolera de 30.000 táleros reales. Es que el ámbar era doce veces mosaico florentino. Pero el supuesto reducto seguro de Kónigsberg finalmente fue
más caro que el oro. Al morir Federico I en 1713, los trabajos aún no terminados alcanzado por la guerra en 1944. Dos ataques aéreos ingleses a la ciudad dañaron
fueron suspendidos por un tiempo. Después la decoración fue instalada en un seis revestimientos de sócalos de la sala; y entonces los paneles fueron nuevamente
gabinete del Salón Blanco del Palacio Real de Berlín. Allí se solía reunir el Colegio desmontados y guardados probablemente en cajas en un lugar seguro. Así por
del Tabaco de la corte. lo menos aseguró el cuidador de la sala, Alfredo Rohde. Se estima que ese lugar
fue el sótano del palacio. Otros sospechan que Rohde envió las cajas a Alemania.
En 1716, el zar Pedro I el Grande visitó Berlín y vio la Cámara de Ámbar,
Unos meses después se comenzó con la evacuación de la población. En abril de
manifestando el deseo de obtenerla para su colección de arte en San Petersburgo.
1945, el Ejército Rojo conquistó Kónigsberg, pero de la Cámara de Ámbar ya no
El hijo y sucesor de Federico I, Federico Guillermo I, quería conquistar al zar
quedaba ningún rastro. Rohde, por su parte, falleció misteriosamente.
como aliado contra Suecia y le hizo grandes regalos, y entre, también la Cámara
completa. El zar le devolvió la amabilidad enviándole 55 granaderos de elevada —Pero tantos cajones con semejante peso no pueden disolverse de la noche a
estatura para un regimiento especial. la mañana ni desaparecer como por arte de magia— objetó Jorge—. Aquí parece
haber gato encerrado.
Los paneles fueron desmontados y trasladados en 18 cajones a Rusia en 1717,
donde hubo dificultades en el montaje de las seis toneladas de ámbar. En 1741, —Mejor dicho: Ámbar desaparecido. En alguna parte deben haber ido a parar
la nueva zarina Eíízabeth I, hija de Pedro I, hizo reconstruir la sala en una habi- aquellos cajones. Hay más de 100 teorías sobre el destino que les podrá haber
tación del palacio de invierno. En 1745 Federico el Grande envió algunos agre- tocado, todas ellas basadas en afirmaciones, sospechas y especulaciones. Funda-
gados de ámbar báltico. Una vez terminado todo, la sala fue usada como salón mentalmente se resumen en dos: los cajones fueron sacados de su escondite antes
oficial de recepción de visitas. En 1755 hubo un nuevo traslado, esta vez al palacio de la llegada del Ejército Rojo; o descansan hasta hoy en su depósito, por lo visto
de verano Tsárskoye Seló; y como el salón previsto para recibirla era mayor, fue olvidado, perdido y tapado.
necesario agregar 24 espejos venecianos, decoraciones de piedras preciosas, can-
Jorge siguió sin comprender. La Cámara continuaba desaparecida, pero él es-
delabros dorados y mosaicos florentinos. Sócalos de ámbar al pie de los espejos y
i taba parado en medio de la Cámara.
decoraciones de estucos en la parte superior, pintados como ámbar, completaban
la superficie sobrante. En 1763, Catalina la Grande reemplazó esas pinturas por I —Por lo menos una cosa es segura —indicó Irina—: la suposición de que
ámbar verdadero, invirtiendo en ello 450 kilos del precioso material. La Cámara ¡ los paneles se quemaron no es correcta. El líder de la primera comisión rusa de
era el orgullo de toda Rusia, carácter que mantuvo incluso tras la Revolución de búsqueda de la sala, Alejandro Brjussow, que había hecho tal afirmación, dijo en
1917. 1955 que la sala no se había perdido por el fuego.

—¿Realmente? —preguntó un anciano—. Casi no lo puedo creer. El misterio crecía cada vez más.

—Sí, así fue —respondió Irina—. Cuando el ejército alemán invadió la Unión —La ruina del castillo de Kaliningrado fue demolida por orden de Leonid
Soviética, los nazis incluyeron la Cámara en la lista de las obras de arte que debían Breschnew para construir en su lugar la Casa del Soviet de Kaliningrado. Pero
ser secuestradas. Por el lado local, el encargado de proteger, desmontar y llevar < por problemas de estática no se pudo concluir este edificio, que quedó a me-
los paneles a un seguro escondite fue Kuchumov; pero al intentar el desmante- dio terminar. Dicen que debajo de esa ruina soviética aún existen los cimientos
lamiento de las placas, las dañó, y entonces simplemente las cubrió con papeles del antiguo castillo con un gran número de sótanos, bunkeres y túneles, donde
pintados, esperando que los alemanes no detectaran lo que se hallaba detrás de Podría hallarse el ámbar. Ese sistema subterráneo está lejos de ser investigado y
su superficie. Pero no fue así. En septiembre de 1941, los soldados alemanes se explorado a fondo. Aparentemente algunos accesos fueron dinamitados sobre el
apropiaron del palacio, descubrieron los paneles, los desmontaron en 36 horas y final de la Guerra; y ahora hay proyectos de nuevas excavaciones.
los trasladaron en 27 cajones al castillo de Kónigsberg, donde expusieron partes —¿Nadie buscó la Cámara? —quiso saber un turista que fotografiaba sin cesar.
de su robo. Kónigsberg era la capital de Prusia Oriental. Hoy la ciudad se llama
Kaliningrado. Un artículo ilustrado en la revista Pantheon reveló que faltaba un

L
130 El papiro de los ricos 10. La Cámara de Ámbar 131

—Centenares de personas lo han hecho —aclaró Irina—. Es más. El Minis- El reproche dejó boquiabierta a la italiana y a varios turistas más. Irina conti-
terio para la Seguridad del Estado de la entonces República Democrática Alema- nuó en el acto.
nia invirtió millones de Marcos en la búsqueda de los paneles, suponiendo que
—En 1976, las autoridades de este palacio resolvieron reconstruir la sala des-
los mismos fueron llevados al territorio alemán. Esa operación secreta llamada
aparecida. Para ello se basaron en fotos en blanco y negro del original y en una
"Puschkin" inspeccionó túneles, montañas, sótanos y casi mil castillos y casas
sola toma en color. Después de algún tiempo, los trabajos fueron interrumpidos
señoriales; controló joyeros y especialistas en ámbar y realizó 130 excavaciones.
por problemas de financiación; pero en 1999 una empresa de gas de Alemania
La última pista que investigaron los detectives hasta el momento del derrumbe
Federal donó tres millones y medio de Dólares, y así los trabajos fueron llevados
de la RDA los llevó a un sistema secreto de galerías subterráneas, en el que 3000
a buen término. La mayor parte del dinero se fue en salarios. Hasta 1999 traba-
personas habían construido sobre el fin de la Guerra una refinería de combustible
jaban unos 20 restauradores; en momentos pico fueron incluso 60. El segundo
para aviones. Ese fue el mayor proyecto secreto de la época nazi, camuflado bajo
factor de gasto enorme fue el ámbar mismo. Se requirieron seis toneladas; y de un
el nombre clave "Golondrina V", aún no investigado del todo. El resultado de
kilo crudo se pueden obtener apenas 150 a 200 gramos útiles. En el marco de la
todas estas búsquedas fue siempre el mismo: nulo. Otros buscaron en el Mar del
celebración de los 300 años de San Petersburgo, el 31 de mayo de 2003 el Presi-
Norte, en submarinos y barcos hundidos y en muchos otros lugares más. Algunos
dente ruso Putin y el Canciller alemán Schróder inauguraron la nueva Cámara.
hicieron de la búsqueda la razón de su vida y otros las transformaron en manía.
De hallarse los desaparecidos paneles y demás elementos, se calcula que podrían Irina hizo una pausa. Ahora la Cámara despedía chispas centelleantes.
valer hoy unos 125 millones de Euros.
—¿Así que todo esto fue reconstruido? —se atrevió a decir una joven, soste-
Esta cifra produjo un estallido de asombros y admiraciones. Pero seguía ha- niendo la respiración—. ¡Increíble!
biendo una realidad que no cerraba para nada con lo que los visitantes estaban
—Así es —comento Irina—. Los restauradores hicieron un trabajo excelente
contemplando: precisamente la abundancia de ámbar por todas partes en esta
en todo sentido. Se han comprometido de lleno con el proyecto y resucitaron
sala. Sin lugar a dudas se hallaban en la Cámara de Ámbar. Desde el piso hasta técnicas artesanales y tecnologías de los siglos XVII y XVIII, produciendo más de
el cielorraso, todos los planos, superficies, recovecos, rincones, facetas, ángulos, medio millón de piecitas de ámbar.
caras y lados de la sala estaban cubiertos hasta más no poder de planchitas, trozos,
paneles, astillas, fragmentos, fajas y molduras del delicado material. —¿25 años de trabajo para una sola habitación, y medio millón de piezas de
ámbar? —preguntó un setentón con fuerte acento neoyorquino—. ¿Por qué no
—Discúlpeme, Irina —se atrevió a expresar Jorge—; si los paneles desapare- lo hicieron de material sintético?
cieron en 1945 y hasta el momento no fueron encontrados, ¿cómo es que estamos
en la Cámara de Ámbar? No podía haber una propuesta más estrafalaria y grotesca. Una señora dijo con
desprecio a su vecina:
—Estaba esperando esa pregunta —dijo Irina con una sonrisa picara—. Esta-
mos en la Cámara de Ámbar reconstruida. —Esa pavada hay que tomarlo como de quien viene. Allá hacen todo de plás-
tico barato.
—¿Reconstruida? —exclamó el fotógrafo, olvidándose de disparar su cámara.
El neoyorquino hizo como que no escuchara. Irina retomó el hilo de la
—Así es. explicación.
—-¡Entonces esto es una estafa! —gritó la señora italiana—. Pagué para ver la
—La sala es un símbolo único de las relaciones altamente cambiantes entre
Cámara de Ámbar, y no una reconstrucción. Voy a hacer una denuncia pública.. •
Rusia y Alemania. Hasta la inauguración de la reconstrucción, fue un símbolo
—Señora, será mejor que la próxima vez lea primero lo que dicen los libros, los de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. Ahora es un símbolo lúcido de las
folletos turísticos y los anuncios en internet —respondió Irina con calma siberia- excelentes relaciones entre nuestros países. Esta reconstrucción fue un proyecto
na—. Quien se interesa por la Cámara, sabe que ésta aquí es una reconstrucción. único en la historia de la cultura.
132 10. La Cámara de Ámbar 133
El papiro de los ricos

Que no era ni siquiera un pequeño David, mientras que el ciclópeo Goliat se


Jorge estaba sumido en un profundo silencio. El escritorio no era tal, sino una
erguía más y más. Que no podía seguir luchando contra tantos enemigos que
cómoda; el mueble había desparecido en 1944 y reapareció en 1997; la Cámara
las tenían todas a su favor. Ya estaba por llamar a la oficina de su línea aérea para
entera había desaparecido antes del final de la Guerra en 1945; y la reconstruc-
ción fue inaugurada en 2003. Los Messer habían mentido de manera mayúscula. cancelar el resto del recorrido y volver lo antes posible a Buenos Aires, cuando el
En 1966, año indicado en el informe, no había ni escritorio, ni cómoda ni sala inconfundible sonido de su computadora anunció que alguien se había conectado
ni nada. Otro punto más en contra de la ampulosa historia, que cada vez más se con el programa de chateo. Era Gladys. Justo a la hora precisa.
evidenciaba como historieta de fantasía. Gladys de inmediato se dio cuenta del pozo en que se hallaba Jorge. A éste
"Valió la pena haber venido a San Petersburgo", caviló Jorge; "tanto para ver la le costaba formular con meridiana claridad lo que había cosechado en el día, y
Cámara como para desmantelar otra mentira del informe Messer". más le costaba hablar sobre el blog. Finalmente dejó traslucir que tenía ganas de
abandonar todo.
Sumamente contento, Jorge siguió escuchando las explicaciones de Irina sobre
los detalles de la decoración. Después de despedirse de la agradable estudiante, —Ustedes, los hombres, son todos iguales —protestó vehementemente
completó el recorrido por el Palacio, salió del regio edifico y caminó tranquila- Gladys—. Ante la menor dificultad tiran la toalla. Ahora que me entusiasmé yo
mente hacia el portal de entrada. Una vez fuera del complejo, trató de ubicar también, no vamos a parar hasta desmantelar pieza por pieza la construcción de
algún taxi u ómnibus que lo llevara a San Petersburgo. Grande fue su sorpresa los Messer y demostrarle al mundo que la verdad es bien otra.
cuando vio a Iván Krapotkin haciéndole seña desde su vehículo estacionado al —¿Al mundo? ¿No te parece que ese zapato nos queda inmensamente grande?
otro lado de la calle. Se acercó y los dos se saludaron con sincera alegría. —planteó Jorge—. Me conformaría con muchísimo menos.
—¿Es casualidad que me haya encontrado?—preguntó Jorge—. No habíamos —No, en absoluto. Dije al mundo. Nada menos. Y ahora te diré lo que de-
convenido nada. bes hacer —respondió Gladys, que aparentemente se había preparado un guión
—Casualidad a medias —respondió Iván—. Sé cuánto dura un recorrido completo—. Primero le solicitas al director del diario que elimine el blog. Luego
completo, y entonces suelo volver para esperar a mis clientes. le escribes a tu amigo Marino y le pides que te explique qué es eso del "paraguas
impermeable" para proteger una computadora. Te acordarás que una vez me ha-
Jorge abordó el vehículo, y media hora más tarde estaba en su hotel. Convino blaste de este programa que estaba desarrollando Marino. Si logró terminarlo,
una nueva salida con Iván para el día siguiente. Alquiló el taxi por todo el día para que te ayude a proteger el blog. Una vez que el director del diario abra de nuevo
recorrer algunos de los principales iconos arquitectónicos de la ciudad. Aunque el blog con tu artículo, que Marino tome cartas en el asunto, y así ya nadie podrá
tenía muy poco tiempo, quería disfrutar de algún aperitivo de estos titánicos tocar indebidamente el sitio.
monumentos culturales.
Jorge no sabía qué decir. Gladys era una caja de sorpresas. Recordaba vaga-
La cosecha del día había sido excelente. Jorge cenó y luego revisó sus correos
mente que su amigo le había comentado algo de su "paraguas impermeable" para
electrónicos y el blog sobre el papiro. Seguía destruido y lucía peor aún. Los
proteger computadoras. Marino era el hijo de uno de sus profesores, Joaquín del
terribles hackers habían agregado fotomontajes que ridiculizaban absolutamente
Conde, y manejaba la computadora como pocos. Era un brillante programador,
todo. También había una ristra de leyendas sucias en media docena de idiomas.
que ya desde temprana edad se había atrevido a inventar programas matemáticos,
Y en el centro de la página destrozada lucía una foto de Jorge sentado sobre un
graficaciones inauditas y complejos juegos que luego repartía entre sus amigos.
dinosaurio, y debajo la inscripción: "Uno que se cree Robin Hood, pero que ter-
Efectivamente la solución podía pasar por Marino.
minará peor que aquel loco. Buen viaje, San Jorge; que te coma el dragón . ¿De
dónde se habían enterado del viaje? ¿De dónde habían sacado su foto? ¿A qué alu- Jorge y Gladys siguieron chateando un buen rato. Luego Jorge envió un pri-
día lo del dragón? Jorge se sintió pésimamente mal. Estrujado y aplastado. Tenía mer correo a Marino, planteándole su problema; y después se tiró a la cama. Se
la impresión que su extensa gira al servicio del desmantelamiento de la mentira sentía pisoteado por diez elefantes. Dio gracias a Dios que Gladys lo había sacado
de Jonny Messer iba a terminar en la nada. Que se estaba esforzando inútilmente.
134 El papiro de los ricos

del pozo. Su depresión momentánea se había volatilizado; y tuvo ligera vergüenza


ante sí mismo por haber querido abandonar su emprendimiento.
A la mañana siguiente, Iván lo buscó muy temprano. Jorge preparó su equipa-
je, entregó la llave, pagó y se marchó. Luego del extenso recorrido por la ciudad,
Iván lo llevaría directamente al Aeropuerto para tomar el último vuelo de la noche
a Berlín.
Recorrieron la ciudad de punta a punta, deteniéndose en los lugares más lla-
11. El fulgor de Berlín
mativos: la Fortaleza de Pedro y Pablo, la Catedral de San Isaac, el Museo Ruso,
el Museo Hermitage y un buen número de monumentos y estatuas. Al llegar a A las cinco y cuarto, el primer rayito audaz del sol berlinés se filtró por la ventana
la Avenida Nevsky, Jorge pidió bajar unos minutos. Quería palpar esa sensación de la habitación de Jorge, haciéndole cosquilla en el párpado izquierdo. De un
de dejarse arrastrar por la abigarrada multitud que fluía por la principal vía co- salto Jorge estuvo de pie. Siempre había tenido ojos muy sensibles, acaso dema-
mercial, financiera y neurológica de la ciudad. Una vuelta por el Malecón del Río siado delicados, pues un poco de luz blanca, una brisa o un polvillo invisible lo
Neva con su hermosa vista de los palacios y monumentos más emblemáticos de hacían lagrimear de inmediato. Era tan sugestionable que incluso una conversa-
San Petersburgo completó la gira, acompañada en todo momento por la experta ción sobre la pupila, el iris o el nervio óptico provocaba el mismo efecto. Ahora
explicación de Iván. El viaje a Pulkovo 2 fue breve; el embarque, rápido; y el vuelo ya no podía pensar en seguir durmiendo. Pero como a esa hora apenas funcionaba
de dos horas a Berlín, tranquilísimo. El Aeropuerto de Tegel quedaba en plena algún servicio de emergencia en la ciudad, optó por revisar su correo electrónico.
ciudad. Jorge tomó un ómnibus y descendió casi frente a su hotel. Encontró la respuesta de Marino, enviada hacía apenas unos minutos por el
Por la diferencia horaria entre San Petersburgo y Berlín, Jorge tenía un buen noctámbulo amigo al otro lado del Atlántico. Decía que justo había terminado
tiempo a su favor, así que luego de haberse registrado en el hotel, decidió hacer su invento, y que en ese mismo instante estaba preparando la solicitud de paten-
una excursión por la espléndida ciudad de Berlín, cuyo placentero clima meteo- tamiento, aún sabiendo que la concesión tardaría en llegar unos cuantos meses.
rológico y humano lo envolvió de inmediato con una cálida bienvenida. No pudo Pero mientras tanto su invento gozaba de una protección provisional. El Paraguas
resistir la tentación de ir a ver la "Catedral Francesa", en la que al día siguiente impermeable era un programa que se instalaba adosado a un sitio, una página o
le tocaba continuar con su quij oteada detectivesca. Tuvo que caminar apenas 15 un blog. Funcionaba al estilo del conocido cortafuegos, un programa protector
minutos para recibir una primera impresión nocturna sobre su próxima meta. para los peligros que acechaban desde la red. Si un atacante intentaba modificar
Volvió a su hotel pasada la medianoche. el blog, el Paraguas devolvía el golpe y creaba una falsa pantalla en el monitor del
hacker, haciéndole creer que estaba logrando su objetivo en el blog ajeno. Esa
falsa pantalla quedaba registrada al estilo de una máscara en un archivo vinculado
al blog con el número de IP del atacante; y todas las veces que el hacker ingresaba
de nuevo al blog supuestamente desvirtuado, atacado o destruido, la máscara le
hacía creer que estaba teniendo éxito. Si ingresaba al blog desde otra computadora
y veía el blog intacto, podía creer que su dueño lo había arreglado en el ínterin.

Pero esto era sólo una parte del solemne engaño. Vinculado al Paraguas im-
permeable venía un contraprograma que introducía una lanza espía en la com-
putadora del atacante que le borraba exactamente la mitad de todos los archivos
de texto y de las imágenes, y además le aceleraba el dispositivo que controlaba el
movimiento del ratón, volviéndolo totalmente inmanejable.

135
136 El papiro de los ricos 11. El fulgor de Berlín 137

Para completar las astucias del Paraguas, su programador había incluido otro a un guía que llevaba un cartel que anunciaba "Catedral Francesa, visita guiada
detalle. Cada vez que alguien abría el blog, un cartel informaba las direcciones IP en inglés, una hora de duración", optó por esta modalidad. Se acercó, pagó los
desde las cuales se había intentado violentar el blog. cinco Euros que costaba el tour y esperó unos diez minutos hasta la hora fijada.

Jorge tuvo que leer varias veces estas explicaciones. Mientras tanto miraba —Buenos días, damas y caballeros; soy Charlie, como el ex Checkpoint —sa-
cada rato su reloj para no perder ningún minuto del tiempo dispuesto para la ludó el guía, granjeándose de inmediato la simpatía del nutrido grupo—. Les doy
tarea del día. Pero como aún faltaba más de una hora para el desayuno, conti- la bienvenida al conjunto arquitectónico más impactante y majestuoso de Berlín:
nuó leyendo con relativa tranquilidad. Le encantaba la computación, pero de la Plaza de los Gendarmes con sus dos "Catedrales" y el Palacio de Conciertos.
programación entendía poco y nada. Tomó su cuaderno de campo y se hizo un Lo que ustedes admiran aquí es el mayor fulgor arquitectónico de la Capital de
esquema, dibujando el servidor del diario, el blog, el Paraguas y el monitor de Alemania. Y para que quede claro de entrada, las "Catedrales" no son iglesias pro-
un imaginado atacante. Luego trazó las líneas de conexión entre estos elementos, piamente dichas, sino edificios con una torre con cúpula, sin función religiosa...
agregó las flechas de idas y venidas de señales, y por fin creyó comprender el fun- —¿Cómo dice? —preguntó una señora con marcado acento francés—. Siem-
cionamiento del genial programa de Marino. pre me habían contado que aquí había dos iglesias, una de la congregación alema-
Abrió el chat y trató de comunicarse con Marino. El trasnochador seguía firme na y otra de los refugiados de Francia...
al pie del cañón. Jorge le agradeció enormemente por toda la explicación y le pre- —Tiene razón, señora —calmó Charlie los ánimos—; pero permítame ex-
guntó cómo seguir. Marino le indicó que debía pedirle al director del diario que plicar la cuestión. Las torres son construcciones adosadas a iglesias. Vayamos en
volviera a abrir el blog, por supuesto arreglado y con el texto original; y que para primer lugar a la verdadera iglesia francesa.
colocar el Paraguas necesitaba la clave de ingreso al blog. Jorge registró cuidadosa-
mente cada paso indicado. No debía permitirse ningún error. Luego de escribirle Dirigió al abigarrado enjambre de trotamundos hacia la parte posterior de
al director del diario, fue a desayunar. la "Catedral". Unos pocos escalones conducían a una sencilla y a la vez solemne
entrada. Charlie abrió la pesada puerta que giraba muy lentamente en sus goznes,
Caminó nuevamente los quince minutos desde su hotel a la Plaza de los Gen- y el racimo de gente se volcó a un edificio en forma de nave rectangular limitada
darmes. Llevaba bien grabado en su memoria que según el informe de Messer, por secciones semicirculares.
por motivos desconocidos el "papiro de los ricos" pasó de la Cámara de Ámbar al
—Estamos en la iglesia francesa de Friedrichstadt; y como pueden ver, el in-
armario del archivo en la "Catedral Francesa", siendo descubierto allí casualmente
terior es sumamente sencillo, sobrio y austero, como todas las iglesias calvinistas
por un carpintero durante la restauración de la fachada del edificio iniciada en
—explicó Charlie—. Esta iglesia fue construida entre 1701 y 1705 por las autori-
1967.
dades de Berlín para los refugiados franceses hugonotas, que fueron recibidos en
Arribó a la Plaza y se tqpó con los dos llamativos edificios que a primera vis- esta ciudad hacia fines del siglo XVII al ser expulsados de Francia por el Edicto
ta parecían ser muy idénticos, designadas coloquialmente "Catedral Francesa' de Nantes. Por aquellos años, los refugiados constituían una cuarta parte de la
y "Catedral Alemana", respectivamente. Cada construcción se hallaba ceronada población de Berlín. En el diseño de la iglesia, el arquitecto se basó en el modelo
por una cúpula sobre un majestuoso tambor con columnas que se levanta so- de la iglesia hugonota francesa de Charentón, destruida en 1688.
bre un edificio cuadrado con frentes por tres lados flanqueadas por majestuo-
sas columnas. Jorge se paró entre ambos edificios y comenzó a inspeccionarlos —Charentón-Saint-Maurice —completó la dama francesa, que no pudo con
su genio—. Usted debe saber que mi esposo es profesor de historia de la iglesia
detalladamente, pues le intrigaba la gran semejanza entre ambos componentes
en la Facultad de Teología de Estrasburgo, y su hobby son los templos franceses.
del conjunto arquitectónico. Al rato, comenzó a descubrir una serie de detalles
diferenciados; pero como no estaba aquí para realizar estudios arquitectónicos, —Gracias por la aclaración —respondió Charlie con elegancia—. Sigamos.
abandonó la comparación y dirigió sus pasos a la "Catedral Francesa". Primero Ustedes pueden imaginarse que tantos refugiados con otra lengua y de fe calvi-
quiso conseguirse un folleto turístico o algún libro con una buena descripción del
edificio; pero cuando vio que unos cuantos turistas comenzaron a reunirse junto
138 El papiro de los ricos 11. El fulgor de Berlín 139

nista despertaban no sólo simpatía en Berlín, sino también cierta resistencia entre —.. .y abundante Kitsch —completó la frase un japonés—; ¡así como nos
los locales que eran luteranos. gusta comprarlo!
—Pero la rivalidad no sólo era religiosa, sino que en esa época los berlineses —Me gusta su comentario —asentó Charlie—; yo no lo habría podido for-
eran más atrasados en materia de manufacturas, industria y comercio —metió mular mejor. Volvamos a la construcción de esta torre. Para su edificación, la co-
nuevamente su pico la consabida dama—. Eso produjo mucha envidia y rivalidad. munidad francesa tuvo que ceder su cementerio, recibiendo como compensación
el derecho de usufructo perpetuo de la torre que hoy es propiedad de la Ciudad
—Es cierto. Con el objetivo de mantener la paz entre ambos grupos, las auto-
de Berlín. En el siglo XIX, la torre albergaba las viviendas del sacristán y del por-
ridades también hicieron construir una iglesia para los locales, llamada entonces
tero, como también una escuela completa. Desde 1935, funciona aquí el Museo
iglesia nueva. Es el conjunto llamado "Catedral Alemana" que hace juego con la
Hugonota de Berlín, que da testimonio de la inmensa importancia que tuvo esta
"Francesa". Posteriormente, entre 1780 y 1785, por mandato del rey prusiano
corriente inmigratoria y religiosa para la historia de la ciudad.
Federico II, se adosaron esas torres con cúpulas a las iglesias. En 1817, se produjo
una unión de luteranos y reformados; y la comunidad francesa pasó a formar par- —¿Y las Guerras? Tengo entendido que aquí hubo mucha destrucción por los
te de la Iglesia Evangélica de la Antigua Unión Prusiana. Pero ya antes de esa fecha bombardeos —comentó el japonés.
la comunidad calvinista había adoptado tradiciones luteranas. Instaló un órgano
—Exacto. La "Catedral Francesa" fue destruida en la Segunda Guerra Mun-
en 1753, integró himnos en su repertorio originalmente limitado a los salmos e
dial. Luego de la reconstrucción de la Iglesia de Friedrichstadt, también fue re-
hizo colocar algunas pocas decoraciones en el templo.
construida la torre con su cúpula entre 1981 y 1987.
Charlie hizo una pausa, durante la cual los visitantes recorrieron silenciosa-
Jorge justo estaba mirando dos gordas Biblias francesas expuestas en una vi-
mente el espacio sagrado cuya mayor ostentación era su sencillez. Luego les invitó
trina del Museo cuando el guía dijo esta frase. Aquí había algo que le interesaba
a proseguir el recorrido. Salieron por la misma puerta de acceso, rodearon el edi-
vivamente. Haciéndose un poco el distraído, preguntó con cara inocente:
ficio e ingresaron por la parte delantera al Museo Hugonota.
—Disculpe, Charlie, ¿cuándo dijo que se hizo la reconstrucción?
—Las iglesias propiamente dichas transfirieron sus respectivos nombres a los
conjuntos completos de los cuales se habían vuelto apenas la "parte posterior" — —La torre y la cúpula fueron reconstruidas entre 1981 y 1987. Para la cele-
prosiguió el guía—. La designación de "catedral" para la torre sin función religio- bración de los 750 años de Berlín en 1987, se colocó un carillón con 60 campanas
sa no se deriva en este caso de una sede episcopal, sino que proviene de la palabra en la cúpula de la "Catedral". El 9 de noviembre de 1989 sobrevino la caída del
francesa dome, que significa cúpula. Muro de Berlín; y finalmente se renovó la fachada de la "Catedral Francesa" entre
2004 y 2006 con un costo total de seis millones de Euros. El 25 de agosto de
—Si estas construcciones no cumplían función religiosa, ¿para qué las levanta-
2006 fueron concluidas esas tareas.
ron? —preguntó un hombre con bermuda colorida y un gigantesco pañuelo con
el que se secaba ininterrumpidamente el sudor que le emanaba de todos los poros. Jorge había escuchado lo que necesitaba saber. Quedó desenmascarada otra
* mentira más de los Messer, que habían informado que el papiro fue descubierto
—La verdadera función de esas atractivas torres con cúpula eran el despliegue aquí durante la restauración de la fachada en 1967. Igualmente decidió plantear
pomposo y el impacto urbanístico —indicó Charlie—. El modelo lo suministra- una pregunta adicional.
ron las iglesias gemelas con cúpulas en la Piazza del Popólo de Roma y la iglesia
—En algún lugar leí que hubo una restauración en la década del sesenta del
Sainte-Geneviéve de Paris, el actual Panteón, y algunos otros edificios, amén de
la tradición de la arquitectura palladiana. Sobre el lado occidental en la Plaza de siglo veinte...
los Gendarmes y entre ambas iglesias se halla el bonito Palacio de Conciertos, y —No, decididamente que no —replicó Charlie con vigor—; en aquel enton-
frente a este Palacio se levanta la estatua del poeta alemán Friedrich Schiller. En ces, absolutamente nadie pensaba en la restauración de este edificio. En esos años,
esta Plaza se instala todos los años un mercado navideño en el que se venden ar- las autoridades de la República Democrática Alemana, porque de ésta se trataba,
tesanías, juguetes, masas, dulces, decoraciones navideñas...
140 El papiro de los ricos 11. El fulgor de Berlín 141

tenían que enfrentar otros problemas y necesidades. Y ahora les quiero explicar lo —Ah, sí; ¿y cómo encontraron este papiro justo en este lugar?
que exhibe este Museo.
—Alguien lo olvidó en la caja fuerte de esta iglesia; y cuando renovaron la
Jorge siguió las explicaciones con interés algo menguado, pero no totalmente fachada del templo en 1967, el arquitecto que dirigía la obra descubrió el valioso
apagado, pues aquí se encontraba con los testimonios de la confesión protestante documento. Dicen que fue escrito por un apóstol de Jesús, me imagino que usted
de la rama materna de su familia. La mayoría de los protestantes mexicanos eran sabe quién era ese Jesús. El fundador de la iglesia cristiana.
de origen calvinista, al igual que los refugiados que fueron recibidos en Berlín
—En verdad, muy interesante —respondió Jorge con cara de inocentón—. ¿Y
cuando hacía tres siglos la corona francesa había optado por encerrarse en su pro-
qué diría usted si yo le digo que la fachada del templo se renovó recién 40 años
pio atraso y expulsar a los hugonotes progresistas.
después de 1967? ¿No lo sabía? Dígame, ¿usted tiene permiso para montar aquí
Al concluir la visita, Charlie agradeció personalmente a cada turista, lo cual un puesto de venta ambulante?
le proporcionó mayor simpatía aún y más propinas adicionales. Jorge salió del
El improvisado ataque al espurio mamarracho surtió efecto inmediato. El ven-
edificio y recorrió muy lentamente de punta a punta la majestuosa Plaza de los
dedor, que olía una amenaza peligrosa para su lucrativo negocio con el fraudulen-
Gendarmes. Charlie no había exagerado. El espacio exhalaba verdaderamente un
to impreso, abrió sorprendido los ojos, se quitó su gorro de piel, murmuró algo
monumental fulgor. Jorge admiró el Palacio de Conciertos y luego la "Catedral
en un idioma eslavo y tartamudeó una explicación.
Alemana". Como disponía de suficiente tiempo, visitó la exposición permanente
sobre la evolución de la democracia parlamentaria en Alemania, instalada desde —Es que... bueno... mire... de algo hay que vivir. Veo que usted conoce la
2002 en este edificio. historia, así que le puedo confiar que sé muy bien que esto es puro invento. Pero
la gente quiere llevarse un souvenir de la "Catedral". Antes vendía llaveros y va-
Luego de comer algo liviano en un restaurante cercano, cruzó nuevamente
sos berlineses; pero unos californianos me preguntaron dónde podían conseguir
la Plaza para visitar algunos puntos llamativos más de la esplendorosa Berlín. Ya
copias del "papiro de los ricos" que había sido encontrado en esta "Catedral"; y
estaba saliendo del perímetro, cuando vio a un vendedor ambulante con un gorro
con la falta de trabajo y la recesión, sabe, señor, olí un buen negocio. Entonces me
de piel, parado a la sombra que estaba proyectando la "Catedral Francesa". Un
informé sobre el "Papiro" y... bueno, cambié de ramo. Usted sabe, señor, la gente
llamativo cartel en alemán, inglés, francés y ruso anunciaba "Copias del Papiro de
quiere ser engañada y además paga por ello. A muchos les gusta que les mientan,
los Ricos". Sumamente sorprendido, Jorge dirigió sus pasos al improvisado puesto
y yo vivo de eso. Un negocio perfecto. Esta hojita no le hace mal a nadie.
de venta. El hombre había amontonado unos cuantos rollos de papel amarillento
sobre una mesita plegable. En el centro un rótulo decía "10 Euros". Jorge le pre- —Pero difunde una mentira sobre Jesucristo y el cristianismo —replicó Jor-
guntó en inglés si hablaba este idioma, ya que él no sabía alemán. El vendedor ge—; ¿le parece que eso es algo tan inocuo?
asintió con la cabeza e inmediatamente desenrolló uno de los papeles y se lo
mostró a Jorge. > —Jesús no me paga ningún sueldo, y yo no puedo vivir del aire y del amor. Así
que, ¿se va a comprar un ejemplar o no?
Un solo vistazo bastó para que Jorge se diera cuenta del engaño. Era una
simple hoja en formato A4, terminada rápidamente con alguna impresora domés- —No. Me lo imprimo yo mismo. Y ahora debo irme, pues me pidieron una
tica. Lucía la primera página del papiro, bajada directamente del sitio del canal entrevista en la Radio de Berlín sobre el "Papiro". Me parece que tendré que con-
estadounidense. tar que lo están vendiendo a diez Euros detrás de la "Catedral Francesa"...

—Cómprese un ejemplar de recuerdo —insistió el vendedor con un fuerte Dicho eso, saludó y se fue con rápidos pasos. Antes de meterse en una ca-
acento que sonaba a Europa Oriental—; es un hermoso souvenir de la "Catedral lle lateral, volvió a mirar para atrás. El vendedor ya no estaba más en su lugar.
Francesa", porque este papiro fue descubierto aquí en 1967 y ahora tiene fama Jorge se dirigió a la Avenida Unter den Linden, la recorrió unas cuadras y luego
mundial. Fíoy ya vendí más de veinte. Éstos son los últimos ejemplares que me negoció con un taxista una gira de tres horas por las principales arterias de Ber-
quedan. Por diez Euros se puede llevar el suyo. lín. No se trataba de un taxi tradicional. Se parecía a esos triciclos a tracción de
sangre humana de la India y China, con un mecanismo de bicicleta movida por
142 El papiro de los ricos

el conductor. Pero a diferencia de los vehículos orientales, los "City-Cruiser" de


Berlín tenían un motorcito eléctrico de apoyo para el arranque y trayectos empi-
nados. Jorge pasó tres horas espléndidas. Su conductor era un libro abierto que le
explicaba detenidamente las bellezas de su ciudad.

Cansadísimo, pero muy contento, volvió a su hotel. Tuvo que pensar que el
informe de los Messer seguía un patrón perfectamente identifícable: los lugares
mencionados existían; muchos detalles eran correctos, pero no todos; y sobre
todo no coincidían los tiempos. Pareciera que todo estaba hecho para "cazar bo-
12. Psicólogos ilustres
bos". Claro, buena parte de los turistas tomaba fotos de los lugares; pero pocos se
dedicaban a revisar la historia y las líneas de tiempo. Jorge se levantó muy temprano, empaquetó sus cosas y tomó el ómnibus al Aero-
puerto de Tegel. Media hora después estaba sentado en la sala de embarque, y una
Mañana le esperaba una nueva hazaña a Jorge, esta vez en tierras helvéticas. hora más tarde el aparato pintado de rojo y blanco se elevó rumbo a Zúrich. El
vuelo duró una hora y 30 minutos, un tiempo casi insuficiente para disfrutar del
desayuno y del precioso tapiz verde que se extendía allá abajo.
En el Aeropuerto de Kloten, Jorge tomó un tren que lo dejó en la estación
central de Zúrich. Con calma caminó los pocos metros a su hotel y se instaló
cómodamente. Como aún era temprano, aprovechó la oferta de desayunar. In-
mediatamente se sintió a gusto en esta ciudad; y aunque no podía explicar en qué
consistía la diferencia con respecto a Berlín, notaba que estaba en otro ambiente.
Ni mejor, ni peor, pero sí diferente.

Como aún le quedaba suficiente tiempo, Jorge resolvió atender su correo elec-
trónico y ver por dónde andaba el trámite del blog. El director del diario le había
escrito que su webmaster había rehecho íntegramente el blog gracias a las copias
de seguridad que se hacían diariamente. También le envió las claves para ingresar
a la estructura del blog. Jorge fue al blog, y efectivamente éste estaba intacto.
Transmitió de inmediato las claves a Marino. En la Argentina eran las cinco de la
madrugada, un momento hermoso para dormir en este mes de mayo; pero Mari-
no igualmente seguía despierto frente a sus aparatos. Prometió instalar el Paraguas
impermeable y de paso informó que había logrado enviar su invento a la oficina
de patentes, solicitando un trámite ultrarrápido por intermedio de Ricardo, un
brillante abogado de origen armenio, gran amigo de la familia. Marino prometió
que dentro de una hora iba a estar lista la instalación del sistema de protección.
Jorge le preguntó si se podían seguir enviando comentarios como de costumbre
al blog; y qué pasaba con aquellos que tuvieran contenido obsceno, injurioso u
ofensivo. El genio había pensado también en esto. Explicó que le había pedido un
listado de los términos groseros, sucios y vergonzosos en los principales idiomas
occidentales a su padre; y que luego colocó esta larga lista a la manera de filtro

143
144 El papiro de los ricos 12. Psicólogos ilustres 145

selectivo en el programa, de manera que si un comentario contenía uno de esos —Oh, entonces tengo una noticia buena y una mala para usted —respondió
vocablos, el programa lo descartaba automáticamente. la dama acompañando ambos epítetos con una mímica insuperable: una sonrisa
fulgurante y una mueca de desánimo total, respectivamente.
Jorge no supo cómo agradecerle a Marino por su ayuda. "Lástima que por
ahora no podemos difundir absolutamente nada de todo esto, porque este in- —Dígame entonces primero la mala —pidió Jorge.
vento será una sensación mundial", fue su razonamiento antes de cerrar la com-
—La mala es que el Códice Jung, pues así se llama el documento, ya no se
putadora y emprender el camino al Instituto Jung, pues por ahí debía comenzar
halla en Suiza, sino en Egipto. Y la buena es que le puedo contar todo lo que le
la búsqueda. Había encontrado el sitio del instituto en internet. Quizá podían
interese sobre Jung mismo, este Instituto y el Códice. Algunas lenguas malas me
suministrarle allí algún dato o rastro.
consideran una especie de "archivo viviente", y eso que recién tengo 87 años...
Jorge tomó un tren de Zúrich a Küsnacht, sede del Instituto, y caminó unos
—¿87 años? ¡No lo puedo creer! —dijo Jorge con cara asombrada—. Le daba
diez minutos desde la estación del ferrocarril, siguiendo el plano que había solici-
muchísimo menos.
tado en el hotel. De camino al Instituto, recapituló los datos del informe Messer.
Decía que alguien había comprado el papiro por cuatrocientos mil Francos para —Ah, veo que usted es un verdadero galán, que para agradar a una dama se
donarlo a un instituto dirigido por el psicólogo Jung. También aclaraba que Rich atreve a mentir. Deben quedar muy pocos de su tipo. Hoy la gente es agresiva,
Messer había hallado este dato en un informe proporcionado a un diario de Zú- provocadora y violenta.
rich por la señora Ruth Bütli, bisnieta de la amiga de infancia del psicólogo Jung,
—No, créame, se lo digo con total honestidad. Le felicito. Bien, si tiene un
llamada Margarita Erni. El informe concluía con un dato decepcionante: antes de
poco de tiempo, cuénteme algo sobre Jung, el Instituto y el Códice.
ser entregado al instituto, el papiro fue robado y desapareció de la vista.
—Con muchísimo gusto. Cari Gustav Jung nació el 26 de julio de 1875.
La puerta principal del Instituto aún permanecía cerrada. Pero justo cuando Estudió medicina en Basilea, y de 1900 a 1909 fue psiquiatra en Zúrich, donde
Jorge quiso tocar el timbre, la secretaria de la recepción abrió la puerta. Era una introdujo juntamente con Eugen Bleuer el psicoanálisis de Freud a la psiquiatría
dama alta y delgada y lucía un impecable vestido blanco, con un prendedor en local. Pero después de seis años de amistad con su colega austríaco, Jung rompió
forma de escarabajo egipcio de amatista violeta con patitas y antenas de plata. con éste en 1912...
Jorge no pudo determinar la edad de la señora. Quizá ya estaba muy cerca de su
retiro. —¿Por qué?

—Grüezi wohl! —saludó amablemente la dama en dialecto suizo alemán. —Por diferencias teóricas en sus respectivos enfoques profesionales. A partir
de ese momento, Jung creó su propia psicología analítica. En 1904 se casó con
Al percatarse que la primera visita de la mañana no entendía el dialecto local, Emma Rauschenbach. Tuvieron cinco hijos. En 1935 fue designado profesor de
cambió de inmediato al inglés. la Universidad de Zúrich y en 1944 pasó a enseñar psicología en la Universidad
—Mucho gusto, soy Christa Lüniger —se presentó la dama—; soy jubilada, de Basilea. Vivió aquí en Küsnacht, y aquí también fundó este Instituto que lleva
pero sigo atendiendo de tanto en tanto como voluntaria la Secretaría del Institu- ahora su nombre. ¿Puedo servirle un café?
to. Bienvenido. Pase, por favor. ¿En qué puedo servirle? —Con mucho gusto. Soy cafetero. En mi país se toma muchísimo café, y
Jorge entró a la sala de recepción y explicó que estaba interesado en historia en la patria de mis abuelos maternos hay por lo menos cincuenta maneras de
antigua y que se había enterado de la existencia de un manuscrito copto que lle- prepararlo...
vaba el nombre del ilustre psicólogo Jung. Buscaba más información sobre este —Ah, disculpe mi curiosidad, ¿puedo preguntarle de dónde viene usted? —
documento y la colección entera. dijo la dama con delicadeza—. Veo que no es suizo; pero no logro distinguir su
procedencia. Usted habla demasiado bien el inglés como para delatar su origen.
12. Psicólogos ilustres 147
146 El papiro de los ricos

parece que fue vendido a un coleccionista particular en los Estados Unidos. Gilíes
—Gracias, no es para tanto. Vengo de la Argentina; mis abuelos maternos son
Quispel, un historiador holandés, se interesó por ese códice y decidió comprarlo
mexicanos; y por el lado paterno soy una mezcla de Argentina, España, Brasil y
en nombre del Instituto en 1952.
Suiza. Mi árbol genealógico es una enmarañada jungla.
—¿Suiza también? Así me gusta —dijo la dama—. Y le digo algo más: quienes
—Ah.
habitamos la Confederación Helvética somos también una mezcla impresionan- —El códice contiene la Oración del Apóstol Pablo, el Libro Secreto de San-
te. Cuatro etnias, cuatro lenguas oficiales (y para entendernos entre nosotros a tiago, el Evangelio de la Verdad, el tratado sobre la Resurrección y el Tratado
veces tenemos que hablar inglés), dialectos de otros dialectos, cada Cantón con Tripartito. Son textos de incalculable valor para conocer la filosofía y la teología
sus tradiciones... pero nos entendemos. Espere, que le hago un café. ¿Con leche gnósticas. Perdón, ¿sabe lo que es eso?
y azúcar?
—Sí, estudié teología y soy un enamorado de los primeros siglos del
—Sí, por favor. cristianismo.
La dama salió de la sala y a los pocos minutos volvió con una bandeja con dos -—¡Oh, así que estudió teología! Le felicito. Tengo un hijo que también estu-
tazas y un platito lleno de bombones de chocolate. Se sirvieron, y luego la dama dió teología. Fue pastor en Friburgo y en Ginebra. Se jubiló el año pasado. Le sigo
continuó. contando sobre el Códice. En homenaje a nuestro fundador, nuestro Director
—Jung creó este instituto como fundación sin fines de lucro en 1948 para fo- Meier decidió ponerle el nombre de "Códice Jung". Jung se opuso a ello y dijo
mentar la formación de cuadros en psicología analítica y psicoterapia. El instituto que no quería ser el centro de una celebración, y que tampoco quería que el Códi-
continúa haciendo esta tarea, cultivando la herencia del fundador, desarrollando ce sea bautizado con su nombre. Pero ya era demasiado tarde. El 15 de noviembre
su sistema y completándolo con los resultados de nuevas investigaciones. de 1953 - y lo recuerdo como si fuera ayer— estábamos de fiesta en el Instituto.
Hicimos una celebración pública para festejar la compra del Códice y ponerle el
—Vi en internet que ofrecen cursos, conferencias y seminarios. nombre previsto. Una vez publicado el texto, el manuscrito fue devuelto a Egipto,
—Así es. El instituto es un lugar de encuentro para estudiantes, investigado- como corresponde, ¿no le parece?
res y docentes de todo el mundo. También tenemos una biblioteca con más de Sin esperar una respuesta, la dama tomó las dos tazas, las colocó con elegancia
quince mil libros y revistas especializadas. Aquí recibimos todo lo que se publica a sobre la bandeja y marchó a la cocina. Al rato volvió con las tasas llenas. El aroma
nivel mundial sobre la psicología y la psicoterapia de Jung. Nuestro fundador ha del café se fusionaba con la emanación característica de una biblioteca, mezcla de
sido un gran pensador que puso sus esfuerzos al servicio de la humanidad. papel, tinta de imprenta y peso de décadas. Jorge se sentía totalmente en casa. Era
Hizo una pausa para permitir que esta síntesis sobre Jung se impregne en la bibliófilo, bibliómano y caféfilo, todo junto.
comprensión del visitante. Insistió que Jorge comiera otro bombón -era el sex-
—Seguramente usted sabtá —continuó la señora— que en el año 2000 Frie-
to—, ya que tenía dos cajas mis en la gaveta de su escritorio.
da Nussberger-Tchacos adquirió otro códice copto, que contiene el evangelio
—Los tengo que cerrar bajo llave, son demasiado tentadores para quienes tra- gnóstico apócrifo de Judas y otros textos. Lo llamó "Códice Tchacos" en honor
bajan aquí —dijo la dama con una sonrisa picara—. Los reservo para visitas muy a su padre Dimaratos Tchacos, y lo transfirió a la Fundación Mecenas para el
especiales, como usted. Arte Antiguo, de Basilea. Como usted puede ver, Suiza se preocupa por rescatar
documentos coptos antiguos.
—Muchas gracias. Cuénteme, por favor, algo sobre el manuscrito copto con
el nombre de Jung. —Sí, conozco ese texto y también su historia. Y ya que estamos, me permito
—El llamado Códice Jung pertenece a un conjunto de trece códices hallados preguntarle algo —dijo Jorge lentamente, tratando de elaborar una formulación
en Nag Hammadi, en Egipto —dijo la señora—. Se trata de literatura cristiana adecuada—. En algún lugar leí que alguien compró otro códice de papiro para
gnóstica en versión copta. Uno de esos códices se les escapó a las autoridades y
148 El papiro de los ríeos 12. Psicólogos ilustres 149

entregarlo directamente al fundador del Instituto Jung en persona, creo que en —Me alegra que le interese este campo. Yo también lo siento así. Sigo con
enero de 1968. ¿Qué hay de cierto en esto? Pfister. Durante tres décadas mantuvo una intensa correspondencia con Freud.
Discutieron muchos temas teológicos y religiosos. Fue pionero de la psicología
—Ah, ¿de dónde salió este dato?
suiza. Lo peculiar de su trabajo fue su combinación de teología y psicología, como
—Recuerdo que la nota decía que la información fue brindada por Ruth Büt- dos disciplinas que consideró compatibles. Aplicó la psicología en la cura de al-
li, bisnieta de Margarita Erni, amiga de infancia de Jung. mas de sus fieles. Eso le trajo varios problemas con las autoridades eclesiásticas,
—No conocía esta historia, pero la información que usted me da contiene que lo sometieron a interrogatorios, pero Pfister siempre salió triunfante. Tam-
bién incursionó en la aplicación del psicoanálisis en el campo de la educación.
varios errores y confusiones.
La dama hizo una pausa y observó de reojo y con cierto condimento de picar- —¿Tuvo contacto con Jung?
día a Jorge, mientras éste hacía un esfuerzo descomunal para aparentar serenidad —Pues, claro —dijo la dama—; los dos entablaron una hermosa amistad. Sos-
imperturbable. Por dentro hervían todos sus nervios. Nuevamente había llegado pecho que además de la psicología, también los unía el hecho de ser ambos hijos
muy cerca de una pista, y otra vez se anunciaban incorrecciones. de pastores. Pfister se hizo miembro de la Asociación Psicoanalítica de Zúrich,
—En primer lugar, Jung falleció en 1961 —retomó el hilo la señora—; para fundada por Jung. En 1919, creó la Sociedad Suiza de Psicoanálisis, juntamente
ser bien exactos: el 6 de junio de 1961. Lo recuerdo perfectamente, porque fue con Emil Oberholzer y Hermann Rorschach...
el cumpleaños de mi hermano. Ahí tenemos un primer error. Yo conocía a Ruth —¿El Rorschach del famoso test? Lo hice una vez hace años.
Bütli; fue secretaria honoraria de la Universidad y colaboraba ocasionalmente
—Exacto. El Rorschach que creó el test que lleva su nombre.
con nuestro Instituto, pero ella falleció en 1965. Ahí tiene el segundo error. Ruth
Bütli, por su parte, no fue bisnieta, sino nieta sobrina de Margarita Erni. Tercer —Dígame —dijo pausadamente Jorge, mientras tomó otro bombón, posible-
error. Y Margarita Erni no fue amiga de infancia de Jung, sino del pastor y psi- mente el octavo—; a excepción del austríaco Freud, ¿todos los psicólogos ilustres
cólogo Pfister. Cuarto error. Por otra parte, Margarita permaneció soltera, jamás fueron suizos?
tuvo hijos ni adoptó alguno. Así que difícilmente pudo haber tenido una nieta.
—Bueno, digamos humildemente que no todos, pero sí unos cuantos.
Evidentemente alguien confundió un montón de datos.
—¿Y ese papiro o, digamos, supuesto papiro?
—¿Dijo Pfister? ¿Quién fue Pfister? —preguntó algo desconcertado Jorge,
pensando en una nueva pista—. Reconozco que no lo conozco. —No sé absolutamente nada de otro papiro —afirmó la dama—. Le aseguro
que conozco cada personaje, cada gaveta, cada hoja, cada libro y cada registro de
El semblante de la amable dama cambió ligeramente de matiz, como no que-
este Instituto; pero jamás escuché algo de un papiro que se haya querido integrar
riendo creer que alguien no .conociera a Pfister. Pero era tan cortés para no hacerle
a nuestra Biblioteca en 1968.
sentir a Jorge su ignorancia.
—Le creo. Me dio suficientes muestras de su brillante memoria y sus conoci-
—Oskar Pfister fue un pastor y psicoanalista suizo, nacido en 1873 y fallecido
mientos enciclopédicos.
en 1956. Fue compañero de escuela de mi padre. Lo llegué a conocer personal-
mente. Fue hijo de un pastor reformado; estudió teología, psicología y filosofía en Los dos siguieron conversando un rato más sobre el Instituto, su fundador, los
Basilea y Zúrich y se doctoró en filosofía. Durante muchos años fue pastor. Tuvo programas que se ofrecían y la vasta biblioteca. Afuera, los rayos atrevidos del sol
interesantes contactos con los socialistas religiosos, ese grupo de Leonardo Ragaz; primaveral esbozaban millones de figuras constantemente cambiantes sobre la su-
usted seguramente los conoce. perficie del hermoso Lago de Zúrich. Cuando Jorge finalmente quiso despedirse,
la dama lo sorprendió con una oferta:
—Sí, leí algunos textos de Ragaz. Su planteo y su lucha por la paz me parecen
sumamente desafiantes. —¿Está muy apurado o tiene tiempo para permitirme invitarlo a almorzar?
Conozco un estupendo restaurante a orillas del Lago.
V
El papiro de los heos 12- Psicólogos ilustres 151
150

Jorge aceptó con muchísimo gusto. La dama cerró la puerta del Instituto, y y las enseñó a la cámara. Eran las láminas 2, 10 y 5, respectivamente, del test de
ambos caminaron los escasos cien metros hasta el restaurante, donde disfruta- Rorschach, con algunos retoques. En la primera, Jung y Pfister, tomados de las
ron de un exquisito almuerzo. Luego de dos agradables horas, Jorge se despidió manos y ambos con gorros frigios diseñados por Rorschach, bailaban alrededor
sumamente agradecido de Christa Lüniger. Tomó el tren a Zúrich, y una hora de una fogata que había hecho Freud. Allí se estaba quemando el "papiro de los
más tarde estaba instalado en su habitación en el hotel y sacó un balance. Jonny ricos". Cuando Jonny vio el fuego, se asustó y lo quiso apagar, pero no logró su
Messer o su padre -a esta altura, realmente no importaba quién de los dos— había cometido. En la segunda carta, dos cangrejos azules salían de una biblioteca anti-
mentido una vez más. La sarta de falsedades olía cada vez peor. gua y se dispusieron a comer a un enanito que llevaba una lanza y estaba sentado
sobre un diminuto caballito blanco. La figurita había saltado desde el público
Prendió su computadora y se conectó con Gladys. Grande fue la alegría allá en
al televisor y blandía exasperadamente su lanza. Jonny tuvo que esquivar unos
Barcelona. Se contaron las novedades del día; y luego Jorge, con tono eufórico, le
cuantos lanzazos. En la tercera carta, una polilla negra comenzó a comerse la
comunicó que tenía pensado elaborar un primer informe sobre la gira y colocarlo
ya mismo en el blog, a lo cual Gladys le respondió que eso no era recomendable, vestimenta de la pequeña figura, transformándose de repente en un vampiro que
pues si los datos de los lugares faltantes se evidenciaban como ciertos, el blog quiso chuparle la sangre al enano para participar así en el festín de los cangrejos.
perdía todo crédito; y, además, una vez concluida la gira y recopilada toda la Entonces el enanito comenzó a crecer hasta alcanzar una estatura gigantesca, y
información, el golpe de efecto sería muchísimo mayor si todos los datos de los entonces liquidó con su lanza a los cangrejos y al vampiro. Mientras tanto, Jung
Messer se evidenciaban como inexactos. Jorge tuvo que darse cuenta que Gladys y Pfister seguían danzando alrededor del montículo de ceniza al que quedó redu-
tenía razón. Ella había pensado un tramo más allá del arrebato extático producido cido el papiro. Se reían a carcajadas del "adivino". Este, ante el total descontrol
por los primeros éxitos. Confirmaron el próximo encuentro en Madrid-Barajas de su función y la súbita aparición de Freud y Rorschach en persona que se le
para viajar juntos a Salamanca, y se dieron mutuamente las buenas noches. acercaron con gigantescas jeringas, tiró las cartas al piso y escapó corriendo.

A la mañana siguiente, Jorge tomó un tren a Lucerna y fue directamente al


cementerio de la ciudad. Sentía la obligación moral, familiar y espiritual - y por
qué no, también económica- de visitar la tumba de quien le había beneficiado
de tal manera. Al estar en posesión de la identificación, encontró el sepulcro al
breve tiempo entre las interminables hileras de sepulturas del camposanto. Hasta
la necrópolis exhalaba perfección suiza. Jorge quedó más de una hora frente a la
tumba de Roswitha von Kánel, meditando en silencio sobre el paso de las genera-
ciones y agradeciendo a Dios porque esta anciana le había posibilitado hacer algo
en defensa de su fe. Luego volvió caminando hasta la estación del ferrocarril; pero
antes de tomar el tren a Zúrich, decidió disfrutar primero de la espectacular vista
del Lago de los Cuatro Cantones y del barrio antiguo de la ciudad.

Llegó a Zúrich cuando ya no faltaba mucho para la hora de la cena. Recorrió


la larga vía desde la estación hasta el Lago de Zúrich, luego fue a cenar y finalmen-
te volvió a su hotel, disponiéndose a descansar. Al día siguiente le tocaba hacer
dos vuelos, primero a Frankfurt y luego de allí a Madrid. Si bien había conexión
directa de Zúrich a Madrid, por cuestiones de la compañía su pasaje tenía esas
idas y venidas. Durmió relativamente mal, atribulado por un sueño rarísimo.
Jonny Messer apareció en la televisión con un juego de naipes y anunció que iba
a adivinar la mala suerte de quienes no confiaban en él. Sacó tres cartas al azar
13. La Políglota de Salamanca
Cuando Jorge se despertó, anotó cuidadosamente todos los detalles del sueño.
"Tengo que hablar con algún profesional sobre esto; me intriga lo que me está
queriendo decir mi inconsciente", pensó en voz alta, mientras preparaba sus co-
sas. Dejó el hotel, fue a la estación del ferrocarril, tomó el primer tren a Kloten y
se dispuso a enfrentar una nueva etapa de su aventura.
El vuelo a Frankfurt duró algo menos de una hora. Después de dos horas de
espera, Jorge abordó el aparato rumbo a Madrid-Barajas, donde arribó luego de
dos horas y treinta minutos de espléndido vuelo. Los 1470 kilómetros pasaron
literalmente volando. Jorge disfrutó especialmente del panorama de los Pirineos.
Siempre había querido ver esta curiosa formación orográfica. Ahora la aprecia-
ba desde arriba bajo el cálido sol del mediodía. Tal como lo habían convenido,
Gladys lo estaba esperando en el hall principal del Aeropuerto. Pero no había
llegado con las manos vacías. Firme como un faro en medio de una masa casi infi-
nita de gente, Gladys sostenía un enorme cartel con una inscripción en castellano,
escrita con letras griegas: Bl£V(3£VÍ5o AÍSep Av"riTTC(TTÍpO. La sorpresa de Jorge
fue mayúscula. La gente pasaba frente al cartel, algunos trataban de descifrar la
curiosa leyenda, otros tomaban fotos, una chica le preguntó a Gladys qué decía
la inscripción, y un hombre llegó a leerlo en voz alta a sus compañeros de viaje.

—"Bienvenido, Líder antipapiro"; pues, oye, hombre, esa niña debe ser la hija
de algún personaje griego importante —dijo con marcado acento gallego—. Pero
no puedo imaginarme de qué país será. ¿Vosotros tenéis alguna idea?
El grupo continuó su marcha y se perdió en la muchedumbre, y Jorge tuvo
que abrirse paso entre la marea interminable de pasajeros. Cuando por fin estaba
con Gladys, celebraron efusivamente el reencuentro. Luego de algunos minutos
muy personales, se dirigieron a la salida del Aeropuerto y tomaron un ómnibus a
Madrid. Durante el recorrido de los doce kilómetros, Gladys no paraba de hablar.
Es que se le desbordaban el corazón, la mente, la boca y nuevamente el corazón.
Ambos se sentían muy felices y llenos de energía. En la Capital, tomaron un taxi

153
154 El papiro de los ricos 13. La Políglota de Salamanca 155

a la Estación de Tren de Madrid-Chamartín. Aún les quedaba media hora hasta la Jorge no había pensado en esa posibilidad. La suposición parecía tener lógica.
salida del cuarto de los cinco trenes diarios a Salamanca. Fueron a tomar un café Se propuso tenerla en cuenta.
y Gladys seguía hablando, contando, conversando, informando, preguntando y
—¿Y qué haremos mañana? —preguntó Gladys—. Me cuesta enhebrar todos
platicando.
los pasos.
El tren partió puntualmente. Estaba totalmente repleto. Mitad turistas y mi-
—Mañana iremos a la Biblioteca de la Universidad de Salamanca. El informe
tad estudiantes. Desde hacía siglos, Salamanca atraía a estudiantes y visitantes.
Messer indica que alguien halló una referencia al papiro en una hoja con anota-
Luego de un viaje tranquilo de dos horas y casi treinta minutos estaban en la
ciones que algún investigador dejó entre las páginas de la Biblia Políglota Com-
singular urbe junto al Río Tormes, declarada Patrimonio de la Humanidad por
plutense en dicha Biblioteca.
la UNESCO en 1988; en 2002, Capital Europea de la Cultura y en 2010, Ca-
pital Europea del Deporte. Grandes honores para una gran ciudad, aunque ella —¿Cuándo fue eso?
propiamente dicha tenía apenas 155 mil habitantes y su área metropolitana sólo —En 1968.
llegaba a los 207 mil.
—¿Te parece que aquella hoja aún se halla en esa Biblia? —reparó Gladys—.
Jorge y Gladys fueron a un hotel, dejaron sus cosas y se dispusieron a dar un Estamos a más de cuatro décadas de aquel momento.
paseo por la grandiosa urbe.
—Claro que no tengo ni la más mínima esperanza de encontrar la hoja —res-
—Tengo entendido que Salamanca es Patrimonio de la Humanidad —dijo pondió Jorge—; pero quizá algún bibliotecario recuerde algún dato, una huella,
Gladys, mientras caminaban por una pintoresca vía—. ¿A qué se debe esta honra? una pista. Esos tipos suelen ser archivos ambulantes.
—A su patrimonio arquitectónico —respondió Jorge—. Tiene dos catedrales, Volvieron al hotel, se instalaron y descansaron de manera espléndida. Luego
la Vieja y la Nueva; la Plaza Mayor, la Universidad, las Escuelas Mayores, el Con- de un fabuloso desayuno emprendieron la marcha a su destino de este día. A
vento de San Esteban y varias reliquias culturales más. medida que cruzaban la ciudad, Jorge iba informando a Gladys sobre la célebre
Encontraron un restaurante con mesas al aire libre y macetones gigantes con Universidad de Salamanca.
flores de todo tipo entre las mesas. Unos faroles sostenidos por columnas de hie- —Aquí se encuentra la universidad más antigua de toda España. Fundada
rro forjado regalaban una luz amarillenta y envolvían a los comensales que apro- en 1218, fue la primera de este continente que obtuvo el título de Universidad
vechaban la cálida noche salmantina. Casi todos eran jóvenes. Claro, el mayor en 1253. Su fama se equipara a las Universidades de Oxford, Salerno, Bolonia,
imán de la ciudad era su celebérrima Universidad. La Sorbona, Padua, Cambridge, Montpellier. Se formó a partir de las Escuelas
Luego de asfixiar el hambre más urgente, Jorge con un calderillo bejarano y de la Catedral. Aquí se discutió sobre la viabilidad del plan de Cristóbal Colón
Gladys con patatas revueltas, le tocó el turno a Jorge de contar sus múltiples peri- de llegar a Oriente navegando hacia Occidente. Después se discutió sobre si los
pecias tras la verdad sobre el papiro. Pinchando con su tenedor un pimentón con aborígenes americanos tenían plenos derechos o no. Muchas innovaciones del
perejil que sobró del manjar de Gladys, dijo finalmente: derecho tuvieron lugar en esta Universidad. La fama de este centro era tal que
cada año llegaban miles de nuevos estudiantes, y su flujo de dinero le vino muy
—Como ves, hay una especie de patrón en la historia de los Messer. Los luga-
bien a la monarquía.
res existen, muchos datos son reales, pero siempre hay detalles que no coinciden.
Esto es así sobre todo con las fechas indicadas, que no concuerdan con las reales. Jorge hizo una pausa y tomó algunas fotos del portal de la Universidad. Luego
Tengo la impresión que se trata de una gigantesca historia fabricada específica- continuó.
mente para este fin. —Aquí estudiaron las primeras estudiantes universitarias del mundo: Lucía de
— O para algún otro —replicó Gladys—; qué sé yo, quizá Jonny tomó una Medrano y Beatriz Galindo, que también llegó a dar clases. Durante la ocupación
novela de viajes y la aplicó a su papiro. francesa, que tan bien nos vino a los independentistas latinoamericanos porque la
156 El papiro de los ricos 13. La Políglota de Salamanca 157

corona española estaba ocupada en otras cosas y no pudo intervenir militarmente En ese momento hizo su aparición el guía, un hombre de bastante edad, de
en sus colonias, se robaron muchísimos libros de esta Universidad. Con los siglos, estatura muy baja y con voz chillona. Se movía constantemente, como si tuviera
una buena parte volvió a sus estantes originales. mercurio en alguna parte de su cuerpo; y cada tanto se elevaba sobre la parte de-
lantera de sus pies, sumando así varios centímetros a su reducida estatura.
—¿Conoces a gente famosa que haya pasado por aquí?
—Buenos días, damas y caballeros. Mi nombre es Julián Juan de Sahagún
—Claro: Fray Luis de León, Fray Bernardino de Sahagún, San Juan de la
del Valle, como el Patrono de esta ciudad, San Juan de Sahagún. Vosotros podéis
Cruz, Francisco de Vitoria, Santo Toribio de Mogrovejo...
llamarme simplemente Don Juan.
—¿Tantos santos? ¡Pobres profesores!
—"Don Juan", ¿como el de Tirso de Molina? —preguntó una dama de la
—Aquí fueron estudiantes y docentes comunes. Recién después fueron cano- cuarta edad—. ¡Pues me pongo colorada!
nizados. Sigo. Antonio de Nebríja...
—No tema, bella dama —respondió Don Juan—; nadie tiene por qué temer.
—¿El de la primera gramática del castellano? Os doy la bienvenida a la primerísima Universidad de nuestro país, del continente
y seguramente del mundo entero. Vosotros os halláis en el centro más docto y
—Exacto. Continúo: Hernán Cortés, el Cardenal Mazarino, Luis de Góngo-
sublime, sagrado y probado del saber universal. Como sin duda todos vosotros
ra, Miguel de Unamuno, Calderón de la Barca.
debéis saber, la excelencia académica de esta Universidad está fuera de toda duda,
—¿Cortés, el conquistador de México; y Gongora, el gran poeta? gracias a su nivel de exigencia, de lo cual dan elocuente testimonio las frases
históricas Quod natura non dat, Salmantica non praestat, y Multos et doctíssimos
—Así es.
Salmantica habet.
—¿De dónde sabes tantas cosas sobre la Universidad de Salamanca?
Hizo una pausa para poder respirar, porque por haber hablado muy rápida-
—En 2002, nuestro profe Joaquín del Conde participó en el Congreso Bíbli- mente había tragado aire y ahora le faltaba fuelle. Sus citas suscitaron un mur-
co Español, realizado aquí en Salamanca; y a su regreso nos presentó un amplísi- mullo mal disimulado de unos que preguntaban qué significaban esas frases y de
mo informe sobre el evento y la ciudad. otros que se las traducían.
Llegaron al edificio de la Biblioteca de la Universidad. Tuvieron que esperar —Permitidme ayudaros —cantó un anciano—: Eso significa Lo que la natura-
unos minutos hasta que el portero abriera con parsimonia el solemne portal. Lo leza no da, Salamanca no presta; y Salamanca tiene muchos y doctísimos.
hizo a las 8,30 en punto, con cara plenamente consciente de la importancia de
"su" Biblioteca. Una vez abiertos y asegurados ambos batientes, el portero anun- Don Juan continuó de inmediato.
ció con voz aparatosa: —Y ahora os conduciré a la Biblioteca de esta prestigiosa casa de altos estu-
—Damas y caballeros, en diez minutos comienza una visita guiada a la Bi- dios. Debéis considerar que los profesores son el cerebro pensante de toda Uni-
blioteca. Quien de vosotros tenga intención de participar, pues, que se anote con versidad; pero, ¿qué sería el cerebro sin la columna vertebral? Pues, escuchad, la
nombres y apellidos, dirección, teléfono y número de documento en la lista que Biblioteca es la columna vertebral; y estoy seguro que vosotros estáis de acuerdo
se halla sobre la mesa de entrada. con esta afirmación.

—¿Anotarse así para una visita guiada? —preguntó Gladys—. ¿Es necesario Miró a su alrededor; y al ver que varios asentían en silencio, hizo seña para
eso? que la gente lo siguiera. Luego de un breve recorrido, el grupo ingresó a la sala de
exposiciones especiales de la Biblioteca.
—Aparentemente es así —respondió Jorge—. Me imagino que es para res-
guardar mejor el patrimonio de la Biblioteca. Es decir, para prevenir que los libros —Estamos en el verdadero santuario de esta institución del saber —anun-
salgan a "pasear". ció Don Juan, haciendo una profunda reverencia como ante un altar—-: su
158 El papiro de los ricos 13. La Políglota de Salamanca 159

magnificencia, la Biblioteca. En 1450, el alemán Johannes Gensfleisch, llamado Un escalofrío académico y museal recorría a todos los presentes. Algunos sos-
Gutenberg, creó la primera imprenta con tipos móviles. Su primer libro impreso tuvieron la respiración, como para no empañar el grueso vidrio de seguridad que
fue la Biblia; y a partir de esa fecha no ha cesado la impresión de Biblias. Pero el protegía a los vetustos volúmenes del libro sagrado.
primerísimo lugar lo ocupa España, gracias al benemérito cardenal Francisco Ji-
—Cisneros integró en su equipo a varios judíos convertidos al Catolicismo,
ménez de Cisneros, que es el padre espiritual de su majestad, la Biblia Políglota...
que se hicieron cargo de la edición de los textos hebreos y árameos; a especialistas
—Disculpe, Don Juan, ¿Políglota o Biblia Complutense? —preguntó una en griego y latín; y a dos tipógrafos. Con ellos formó un equipo que no tenía
dama. ningún antecedente similar.
—Esta obra, bella dama, es la primera edición políglota de una Biblia com- Los presentes estaban admirando en silencio reverencial las páginas abiertas
pleta; y fue preparada por un equipo de sabios que se concentraron en Alcalá de de la Políglota.
Henares. Alcalá en latín es Complutum. Allí existía la Universidad fundada por
—Como vosotros podéis apreciar, la Biblia Complutense consta de seis volú-
Cisneros, la Complutense. Y esa Biblia se llama políglota porque incluye versiones
menes. Los cuatro primeros contienen el Antiguo Testamento. Cada página está
en diversos idiomas. Cisneros y su equipo comenzaron con el trabajo en 1502 y
dividida en tres columnas: el texto hebreo en la parte exterior, la Septuaginta en
lo finalizaron 15 años después. El producto de su tarea fue más que magnífico.
la interior con texto latino interlineado, y entre ambas la Vulgata.
—¿Tantos años para un libro? —preguntó un visitante con camisa florida—.
—Disculpe, Don Juan —dijo un joven con fuerte tono caribeño—; ¿puede
Hoy un libro se edita en un par de meses.
explicarme lo que son la Septuaginta y la Vulgata?
—Sí, claro, con el ordenador —aclaró Don Juan con tono irónico—; y con
—Pues, claro, hombre. La Septuaginta es la traducción del Antiguo Testa-
rotativas veloces, correctores automáticos y quién sabe cuántos enseres más; pero
mento al griego, elaborada entre los siglos III y II antes de Cristo; y la Vulgata es la
hace medio milenio se hacía todo a mano. Pues, oíd lo que hizo Cisneros. Com-
traducción al latín, hecha por San Jerónimo algunos siglos después de Jesucristo.
pró manuscritos antiguos, convocó a los mejores sabios y teólogos en toda Europa
En el Pentateuco, la Complutense ofrece también el texto caldaico o arameo del
y les encomendó compilar una Biblia políglota...
Tárgum Onkelos y su traducción al latín.
—¿Con qué fin? —preguntó el mismo tipo florido—; digo, ¿para qué una
—¿Por qué colocaron el texto latino en el centro? —preguntó Gladys.
políglota?
—Eso lo explica el editor en el prefacio: la sinagoga hebrea y la Iglesia de
—Para "avivar el decaído estudio de las Sagradas Escrituras", como dijo Cisne-
oriente de habla griega están colocadas como los dos ladrones a ambos lados de
ros mismo. Y ahora os pido que forméis un círculo en torno a aquella mesa larga
Jesús en la cruz, representado por el latín de la Iglesia romana.
cubierta con un paño negro.
—Vaya criterio —murmuró Gladys al oído de Jorge—; no lo comparto para
El grupo obedeció en silencio. El guía comenzó a levantar cuidadosamente el
nada.
paño, lo dobló y lo colocó sobre una silla. Los visitantes pudieron apreciar una
mesa tipo vitrina cubierta por un grueso vidrio, debajo del cual se hallaban seis —¡Qué trabajo magnífico! —exclamó Jorge, mientras miraba detenidamente
tomos gigantescos, todos ellos abiertos. Unos fluorescentes amarillentos sedo- la primera página del primer tomo. Comenzó a deletrear el texto hebreo—: Be-
sos difundían una luz agradable, casi demasiado suave como para ver todos los reshit bard Elohim...
detalles.
—Muy bien, jovencito, le felicito —se apuró a decir Don Juan—; no son
—Aquí podéis apreciar los seis tomos de la Biblia Políglota Complutense, joya muchos los que saben leer hebreo. Le recomiendo que venga a estudiar Teología
de la Biblioteca de nuestra Universidad. a nuestra Universidad.
Gladys tosió fuertemente, cerrándose la boca con un pañuelo descartable.
Casi estalló de risa.
160 El papiro de los ricos 13. La Políglota de Salamanca 161

—El quinto tomo contiene el Nuevo Testamento —prosiguió Don Juan—, —600 en total. Unas cuantas se perdieron en un naufragio, pero varias fueron
en su versión griega original y en la Vulgata. El sexto tomo contiene diccionarios a parar a las principales bibliotecas europeas y tuvieron gran influencia en las
de todas estas lenguas y una gramática hebrea. El Nuevo Testamento estaba listo ediciones posteriores de la Biblia. Actualmente se conservan sólo 123 de las 600.
en 1514, pero el editor quiso esperar la terminación del Antiguo, que fue conclui-
—¿No hay peligro que aquí alguien estropee o que manipule indebidamente
do en 1517. La Políglota Complutense tiene el mérito de ser la primera edición estos magníficos ejemplares que estamos admirando? —preguntó Jorge, como
impresa del mundo de la Septuaginta y del Nuevo Testamento en griego... para ir afilando los dardos que necesitaba colocar.
Jorge no pudo dejar esto así. Se atrevió a interrumpir la exposición. —Pues, jovencito, eso queda totalmente descartado —subrayó con vehemen-
—Pero mientras tanto, Erasmo de Rotterdam, que se había enterado del pro- cia Don Juan—. Tenemos alarmas y cámaras por todas partes, nadie puede le-
yecto de Cisneros, editó en 1516 su Nuevo Testamento griego, obteniendo un vantar el vidrio de la mesa para sacar los tomos, y por consiguiente tampoco es
privilegio de publicación exclusiva por cuatro años del Papa León X y del em- posible que alguien los toque. Esos libros sólo se pueden mirar y admirar, jamás
perador Maximiliano I, y así le ganó de mano a Cisneros. Y fue éste el texto que manipular. La última vez que hemos abierto esta mesa-vitrina fue en 1998, por-
usó Martín Lutero para producir la versión alemana del Nuevo Testamento, la que se había extendido un hongo debajo del vidrio. Y la vez anterior fue en 1945,
primera que se hizo desde el original griego. cuando descubrimos unos diminutos insectos cerca de un libro. Se hizo una lim-
pieza a fondo, y luego, como ya dije, hasta 1998 nadie tocó nada.
Don Juan lo miraba a Jorge con enorme sorpresa y cierto disgusto nacionalista
mal disimulado. —Gracias —respondió Jorge—; eso me deja más tranquilo.

—Pues veo que sabes más de lo que aparentas —reconoció el guía—; sí, la- —¿Más tranquilo? ¿Por qué?
mentablemente Erasmo logró lanzar al público su edición antes que Cisneros.
—Usted sabe, me interesa que se conserve de manera perfecta el patrimonio
Hasta hoy le guardamos cierto rencor por eso. Por el privilegio otorgado a Eras- histórico de cada lugar, y soy bibliófilo y de a ratos también bibliómano. ¡Admiro
mo, nuestra Complutense española no pudo salir al público antes de 1520. Y lue- su tarea, Don Juan!
go hubo algunos problemitas por la herencia de Cisneros, de manera que recién
en 1522 se logró una difusión amplia. El guía, bastante apaciguado por estas palabras empalagosas, se olvidó del
trance de Erasmo; y prosiguió con su tarea. Gladys y Jorge siguieron con mu-
—Para ese momento, Erasmo ya había publicado la tercera edición de su Nue- cho interés las explicaciones. Jorge se sentía plenamente realizado. La referencia
vo Testamento —comentó Jorge, echando algo más de pimienta a orgullo nacio- a la hoja olvidada por algún lector en la Biblia Políglota Complutense era otro
nal de Don Juan. invento más de los Messer. El público sólo tenía acceso visual a esta Biblia. Era
El guía hizo como si no hubiera oído el comentario. Prosiguió en tono solemne. imposible meter una hoja en un libro inaccesible, resguardado por vidrio grueso
y protegido por alarmas.
—Lamentablemente el Cardenal falleció en julio de 1517, cinco meses des-
pués de terminarse su magna obra. Dicen que no la llegó a ver. Pero quiero que os Ya eran casi las 10,30 cuando terminó la visita guiada. Los turistas agradecieron
quede claro que el retraso se debió a motivos políticos y por ciertos litigios por la cálidamente a Don Juan, y éste se sintió plenamente satisfecho cuando Gladys le
herencia de Cisneros, y no a alguna incapacidad de los editores españoles. dijo que jamás había aprendido tanto en una visita como en el día de hoy.

—¿Cuánto costó la publicación? —preguntó el hombre florido. —Pues es usted muy amable conmigo, señorita —dijo Don Juan—; y el buen
mozo a su lado, con esos brillantes conocimientos que debo reconocer que posee,
—50.000 ducados, una verdadera fortuna —respondió Don Juan.
tiene un gran futuro por delante con una persona como usted.
—¿Cuántas copias se imprimieron? —inquirió Gladys.
162 El papiro de los ricos

Jorge y Gladys fueron a una librería cercana para comprar algo algún buen
libro sobre la Universidad. Luego dirigieron sus pasos al mismo restaurante donde
habían cenado.
—Ayer cené algo de Béjar —respondió Jorge cuando el mozo les preguntó
qué deseaban—. Pero no recuerdo el nombre exacto.
—Pues de Béjar tenemos huesillos de Béjar, un manjar hecho de azúcar, ha-
rina, aguardiente, aceite de oliva, huevo y condimentos; calderillo bejarano; cor- 14. La imprenta en la selva misionera
dero lechal al estilo de Béjar, que son paletilla y pecho de cordero con diversas
especias; paletillas de cordero a la bejarana hecha en cazuela de barro... A la mañana siguiente, Jorge tomó el primer vuelo de Madrid a Frankfurt. Allí
—Me gustaría este último plato —interrumpió Gladys—; tráigamelo, por tenía conexión con el vuelo a Buenos Aires. Preparándose para el largo viaje de
favor. trece horas y media a Ezeiza, repasó en la sala de espera una vez más su cúmulo
de datos. Le faltaba muy poco para llegar al final de la lista de lugares indicados
—A mí también —coincidió Jorge—. en el informe de los Messer.
El almuerzo fue una fiesta espectacular. La cocina española seguía siendo una Por fin llegó la hora del embarque. Jorge subió el avión y se instaló. El aparato
delicia. A cabo de dos sensacionales horas continuaron su recorrido por la esplén- estaba casi lleno. Con puntualidad envidiable, el pesado Jumbo se puso en movi-
dida ciudad, cuya majestuosa arquitectura destilaba historia en estado purísimo. miento, despegó y tomó rumbo a la Perla del Plata.
Luego de la extensa jornada, volvieron muy contentos a su hotel, no sin antes
haber pasado nuevamente por el conocido restaurante para probar otro manjar Dos horas después, el tapiz ocre del suelo hispano se extendía nuevamente a
bejarano. treinta mil pies debajo del avión. Jorge tuvo que pensar en los muchos bosques
que seguramente habían existido aquí hasta la época de la conquista, cuando
Se despertaron muy temprano. Prepararon sus cosas, pagaron y fueron a la en España comenzaron a talarse los árboles. Pero no sólo en España. ¡Cuánta
estación de tren. Tres horas después estaban en Madrid. Se tomaron el día en- destrucción trajo consigo el avance de la "civilización"! Muerte de seres huma-
tero para conocer las maravillas de la Capital española, tan pródiga en riquezas nos, animales, plantas, recursos naturales, suelos, ríos, regiones, culturas, lenguas,
arquitectónicas, historia plasmada en docenas de edificios imponentes y museos sociedades, países enteros... Mientras Jorge mascaba en su interior esta devasta-
espectaculares. A la noche, Gladys tomó el tren a Barcelona, mientras que Jorge ción de proporciones universales, sintió que crecía su enfado; y más aún acumuló
se alojó en un hotel en el centro de la ciudad. bronca cuando pensó que el "papiro de los ricos" colaboraba con la justificación
de esta maldita destrucción de la creación de Dios. Este desagrado se convirtió en
un empujón adicional para su propósito de denunciar la falsedad de la construc-
ción de Jonny Messer, en caso de evidenciarse la misma como tal.

Un rato después pudo observar la costa sudoccidental de la península ibérica


y la espuma del Atlántico, ese vasto "Mar Océano", al decir de la época de la
conquista. Se imaginaba aquellas diminutas carabelas que ponían su proa rumbo
al sudoeste para volver meses después con lo que se extraía a sangre y fuego de
las tierras americanas: productos agrícolas y cantidades escandalosas de plata y
oro. Allá, al otro lado del "Mar Océano", quedaban muertos vivos y sobre todo
muertos bien muertos, viudas, huérfanos, africanos esclavizados, tierras arruina-
das, minas vaciadas, suelos estériles, plantas y animales exterminados. Y al este del

163
164 El papiro de los ricos 14. La imprenta en la selva misionera 165

gigantesco Atlántico, la acumulación creciente de la riqueza expoliada producía Continuaron conversando un buen rato, hasta que Jorge notó que Gladys se
capital, ganancia, más riqueza, lujo y derroche. estaba durmiendo. Las palabras le brotaban como burbujas espesas. Claro, eran
casi las cuatro de la madrugada en Barcelona.
Con estas meditaciones, ni siquiera el excelente almuerzo quería saber bien.
Jorge tampoco pudo dormir. Es que no estaba cansado. Tomó su computadora Luego de una larga ducha, Jorge vio que ya era hora de descansar. Su propio
portátil, la abrió y se puso a examinar toda la documentación sobre el papiro acu- ritmo tenía un adelanto de cinco horas. A pesar de ello, no pudo dormir ensegui-
mulada en los últimos días. Luego revisó una vez más los archivos con los folios da. Durante un largo rato estuvo luchando con una tormenta de sentimientos,
del papiro, y finalmente comenzó a redactar su informe. Con eso pasó gran parte pensamientos y ponderaciones que lo tironeaban de todos lados. Pensó sobre su
del largo día, en el que por viajar de oriente a occidente, siguiendo la marcha vida, corta hasta ahora en años pero riquísima en vivencias; sobre su espléndida
aparente del sol, el tiempo de luz se prolongaba cinco horas más de lo común. relación con Gladys, que pintaba cada día mejor y prometía un futuro feliz y sa-
tisfactorio; sobre su fe y su vocación pastoral, que se habían vistos sacudidos en un
Jorge decidió dormir un rato. Se despertó cuando el capitán anunció el próxi-
primer momento por el impacto del anuncio de Jonny Messer, pero que con cada
mo aterrizaje en Ezeiza. Media hora más tarde, el aparato se posó en la pista del
paso que estaba dando en esta gira considerable se afirmaban más y más; sobre los
Aeropuerto, y Jorge sintió un enorme alivio. Había hecho una gira gigantesca,
motivos que habría tenido el papirólogo para divulgar semejante historia; sobre la
pero aún no estaba listo. Aún debía verificar tres indicaciones más del informe
fe de miles y acaso millones de personas, que quizá se sentían muy cuestionadas,
de los Messer. En primer lugar debía buscar el libro La Biblia y su historia del
tal como había pasado debido a las falsedades garrafales divulgadas por el "Códi-
jesuíta Juan Eusebio Nieremberg, editado en la imprenta jesuítica de las Misiones
go". Pensó también en las familias de humildes agricultores de su congregación,
del Paraguay en el año 1775. Jonny Messer indicó que su padre había hallado
que desde hacía tiempos inmemoriales vivían su sincera fe y su amor a Jesucristo;
casualmente en ese libro una anotación hecha con lápiz en la página en la que
y en las criaturas de la Escuela Bíblica, que allí aprendían semana tras semanas
Nieremberg presentaba los primeros papiros con textos bíblicos. Al no mencionar
los primeros pasos en la vida comunitaria. Pensó en los pobres del mundo y los
el "papiro de los ricos", algún investigador completó la lista de textos con este
condenados de la tierra, hundidos aún más por el papiro. Entrando finalmente en
papiro, indicando que el papiro había pasado por las manos de un bibliotecario
esa inexplicable fase de intersección entre el estado consciente y el sueño, ya sin
por la Universidad de Córdoba.
distinguir entre el manejo intencional de los pensamientos y el ser arrollado por el
¿Por dónde empezar? Nunca había estado en la Biblioteca Nacional. No cono- inconsciente que se hacía presente de manera codificada, se vio a sí mismo subien-
cía a nadie allí; y por experiencia sabía que siempre era mejor averiguar primero do una empinada montaña, balanceando peligrosamente sobre una cresta y con
todo lo posible sobre el objeto en cuestión y recién entonces enfocar la búsqueda horribles abismos a cada lado. Un pasito en falso, un leve descuido, y se convertía
directa. Así que decidió dirigirse a su Facultad para conversar con su ex profesor en alimento del precipicio. Pero ahí estaba la imagen de Gladys, flotando alegre-
de historia. Tomó un taxi y fue al barrio Flores. La Administración de la Facultad mente a su lado y teniéndolo firmemente de su mano izquierda. Y también había
aún atendía, así que preguntápor la posibilidad de hospedarse por dos o tres días. otra figura, indescifrable, transparente, casi sin contornos visibles, que sostenía su
Lugar había, y así pudo instalarse inmediatamente. Llamó a Gladys y le informó mano derecha. Cuando el camino se hacía dificultoso o infranqueable o cuando
de su feliz llegada a tierras argentinas. él se inclinaba peligrosamente hacia uno u otro lado, ambas figuras lo volvían a
enderezar. El marcaba el ritmo de la marcha, y las imágenes lo sostenían. Ya no
—Se nos hará muy larga la espera —dijo con voz casi quebrada—; ¿por qué
faltaba mucho para llegar a la cumbre. De repente, una cabra montesa salto a la
no haces pronto otro viaje relámpago a Europa?
fascinante escena. Llevaba atado un cencerro al cuello que hacía sonar de manera
—Buena idea —reflexionó Jorge—; una vez que termine con el papiro, veré ensordecedora con sus locos brincos. Jorge se despertó con un gran susto, pues la
si puedo. cabra intentaba derribarlo; y la loca campanilla sólo quedó silenciada cuando Jor-
ge logró apagar el despertador. No sabía dónde estaba, en Salamanca, en Buenos
—Querer es poder —retrucó Gladys—; aunque igual ya no falta tanto para
Aires, en Frankfurt o en la alta montaña. Poco a poco, su espíritu volvió a su cuer-
que yo regrese. Apenas medio año y unos días.
166 El papiro de los ricos 14. La imprenta en la selva misionera 167

po. Entonces tuvo que pensar muy aceleradamente en el simbolismo metafórico San Martin. Lo dará mi sobrino Vito del Conde. Luego vamos a cenar, y ahí te
de la caminata sobre la cresta. cuento todo lo que quieras sobre Nieremberg.
Se preparó, salió a desayunar y luego volvió para consultar al docente. Este lo Era una oferta tentadora. Jorge estimó que un buen concierto de guitarra no
recibió con mucha alegría, pues todo ex estudiante que ejerce felizmente su pro- le vendría mal. Convinieron la hora de salida, Joaquín prometió conseguir una
fesión es una confirmación del trabajo docente bien cumplido. entrada para Jorge, y cada cual fue a lo suyo. Una hora antes del concierto se en-
Jorge le explicó que buscaba asesoramiento sobre la imprenta jesuítica del contraron en la puerta principal de la Facultad, y de allí fueron al Teatro. La sala
Paraguay y los libros salidos de dicho establecimiento. estaba repleta hasta el último lugar. La atmósfera destilaba expectativa mayúscula,
pues lo que la gente leía en el folleto que había recibido a la entrada prometía algo
—Mira —dijo el profesor luego de unos segundos—, sobre esta materia me sensacional.
parece que será mejor que lo consultes a mi colega Joaquín del Conde...
Quince minutos después, un locutor se paró delante de la pesada cortina aún
—Pero Joaquín es docente de ciencias bíblicas y no de historia. cerrada y presentó a Vito del Conde.
—Sí, pero uno de sus campos de investigación particular son las reducciones —Buenas noches, damas y caballeros —dijo el hombre enfundado en un im-
jesuíticas. Sé que el año pasado dictó una conferencia en el Paraguay, creo que en pecable traje negro—. Tengo el grato honor de presentarles a un joven guitarrista
San Ignacio Guazú, sobre la imprenta jesuítica y los diversos libros que fueron muy prometedor, cuyo nivel artístico multiplicado por su humildad está en re-
editados allí. Juntó un cúmulo de materiales sobre este tema y lo conoce a la lación inversamente proporcional a su edad. Es Profesor Superior de Guitarra,
perfección. Escribió una novela sobre el mito del tesoro jesuítico, en la que empa- y sobre todo es un eximio músico. Casi lo llamaría tímido, y creo que es mejor
quetó todos los aspectos del sistema reduccional. así. Ya hemos tenido demasiados artistas, deportistas, políticos y otros, cuyo en-
Jorge agradeció al docente, y luego de compartir con él cómo le estaba yendo greimiento era inversamente proporcional a su verdadera capacidad. Disculpen
en el trabajo, se despidió para ir a buscar a Joaquín del Conde. A esa hora, éste estos divagues, pero quedé sumamente entusiasmado cuando Vito me brindó una
solía merodear por la Biblioteca, revisando publicaciones periódicas y libros re- pequeña prueba de su arte. No puedo con mi genio.
cientemente ingresados. Efectivamente, encontró a Joaquín detrás de una monta- El hombre hizo una pausa artificial y miró las puntas de sus dedos. Luego
ña de libros, mediando entre las páginas impresas y el teclado de su computadora prosiguió.
portátil. Ya estaba concluyendo su trabajo. Comenzó a cerrar libros, revistas y la
computadora. —Vito del Conde nació en Buenos Aires en 1988; y teniendo aún muy tem-
prana edad, sus padres fueron a vivir al Paraguay. Allí hizo la primaria y la se-
Se saludaron con sincera alegría. Luego, Jorge expuso su consulta. cundaria. A los ocho años se inició en la música con guitarra popular y canto,
—Busco información sobffe el libro La Biblia y su historia del sacerdote jesuíta realizando varias presentaciones radiales y en eventos del sur del Paraguay. A los
Juan Eusebio Nieremberg, de Colonia, Alemania. El dato que tengo es que el doce años ingresó a un conservatorio para realizar estudios de guitarra culta. Allí
libro fue publicado en la imprenta jesuíta de las Misiones del Paraguay por el año se recibió de Profesor Superior de Lenguaje Musical. Desde hace varios años se
1775. presenta en festivales y concursos de renombre, en los que fue ganador y logró re-
conocimientos de importancia. Entre sus maestros figuran destacados guitarristas
—Mira, Jorge, eso suena muy interesante —respondió Joaquín con tono dis- de Argentina, Chile, Paraguay, Brasil, Costa Rica, Inglaterra. Es Profesor Supe-
creto—; pero así a simple vista te digo que en esta información ya hay tres errores. rior de Guitarra Clásica, pero me dijo que también toca otros instrumentos, en-
Si tienes tiempo, te explico la cosa con lujo de detalles. tre ellos, la mandolina. No cometo ninguna infidencia si les cuento que estudió
—Claro que tengo tiempo. Me tomé el día entero para esta averiguación. hotelería, recibiéndose hace algunos meses. A los 16 años comenzó a organizar
por cuenta propia Festivales Internacionales de Cuerda con músicos de Paraguay,
—Tengo que terminar unos trámites urgentes que me llevarán casi todo el día.
Argentina, Uruguay y Brasil, contando para ello con el apoyo más incondicional
Recién me desocuparé a la noche. Te invito a un concierto de guitarra en el Teatro
168 El papiro de los ricos 14. La imprenta en la selva misionera 169

y total de sus padres. Mientras otros jóvenes no saben cómo "matar el tiempo", suele ser parte del repertorio regular de quienes ejecutan música paraguaya; pero
Vito lo invierte en el estudio y en brindar alegría a muchas personas a través de la este picaro se la reservó para el final. Se veía que sabía trabajar muy bien con gol-
música. Eso de por sí ya merece nuestro más fervoroso aplauso. pes de efecto. Además, la ejecución fue sensacional. Quien cerraba los ojos, creía
escuchar de a ratos una orquesta completa de arpas y guitarras sobre el escenario.
Una larga ovación fue la respuesta del público a este anuncio. Cuando volvió
a imperar la calma, el locutor prosiguió. Vito fue aplaudido por un público eufórico que se levantó de sus butacas.
Unos cuantos subieron al escenario y lo abrazaron, algunas chicas le tiraron flores
—Vito del Conde tiene un extenso curriculum de actuaciones internaciona- e incluso prendas de ropa, y una dama de la alta edad media gritó entusiasmada:
les. Con toda seguridad ustedes disfrutarán esta noche de la música de alguien "Querido, ¡te adopto!". Vito no sólo había mostrado alta destreza, técnica impe-
que en un par de años figurará en los primeros puestos mundiales del arte de la cable y habilidad sin par en el manejo del instrumento. También le había puesto
ejecución de este bello instrumento, que es símbolo de nuestra identidad nacio- calor de vida a su música. La gente suele sentir cuando un artista vierte su ser en
nal; y no sólo de la nuestra, sino también de la de nuestros países vecinos. Hoy su obra. Quien es músico de corazón, extrae de su instrumento la metamorfosis
nos deleitará con un repertorio singular: música renacentista adaptada a guitarra, de su alma.
Bach, himnos religiosos alemanes e ingleses, canciones folklóricas del Paraguay y
nuestra querida Marcha "San Lorenzo". Con ustedes, entonces, ¡Vito del Conde! La sala se vació muy lentamente. Joaquín del Conde y Jorge esperaron pa-
cientemente hasta el final, pues no tenían ningún apuro y debían esperar a Vito.
Se abrió el telón, y Vito del Conde apareció en el escenario, guitarra en mano. Finalmente apareció éste, en una mano el estuche con la valiosísima guitarra, en
Estaba elegantemente vestido con un traje oscuro y una camisa blanca. A pesar de la otra un bolso azul con sus pertenencias. Los tres tomaron un taxi y fueron a un
estar acostumbrado a actuar en público y a recibir ovaciones, evaporaba timidez pulcro restaurante en la calle Lavalle, en pleno corazón porteño.
por todos los poros. "Realmente, mejor así" pensó Jorge. Cuando el público hizo
silencio, Vito fue a la silla, acomodó sus partituras y comenzó con su concierto. Comentaron ampliamente el espléndido concierto, y tanto Joaquín como Jor-
ge no ahorraron elogios para el joven artista. Luego se dedicaron a la opípara
Jorge había escuchado mucha música buena a lo largo de su vida, pero la cena. Al llegar el momento del postre y el café, Joaquín volvió al tema de interés
excelencia de la habilidad con la que Vito manejaba el instrumento no tenía de Jorge.
parangón. "Manejaba" ni siquiera era la expresión adecuada. Hacía sonar, cantar,
modular, solfear y recitar la guitarra. Un poema musical tras otro salía de esas seis —A ver, dame de nuevo los datos sobre ese libro, y veamos cómo seguir.
cuerdas. El público vibraba. El edificio mismo comenzó a centellear, tal era la —Me interesa saber todo lo posible sobre el libro del sacerdote jesuíta alemán
conmoción melódica y humana que permeaba la atmósfera. Juan Eusebio Nieremberg, La Biblia y su historia, publicado en la imprenta jesuíta
Cuando al cabo de una hora llegó el momento de la Marcha "San Lorenzo", de las Misiones del Paraguay en 1775, y reeditado en la Argentina en 1967. Se
el público acompañó la magistral ejecución con su tarareo. Los acordes finales halla en la Biblioteca Nacional.
de la distinguida marcha se mezclaron con los aplausos y los gritos de quienes Joaquín ni tuvo que pensar para enumerar los errores de ese dato. Eran por
pedían algún adicional. Por supuesto lo recibieron. El joven guitarrista, puesto demás evidentes.
de pie, levantó la mano y esperó que el público volviera a hacer silencio. Dijo
simplemente: —No sé de dónde obtuviste esta información, pero está plagada de errores. En
primer lugar, Juan Eusebio Nieremberg no fue alemán, sino español. Su padre fue
—Bueno, voy a tratar de brindarles algo más. Espero que les guste. tirolés y su madre, de Bavaria. Ellos sí fueron alemanes, de ahí el apellido alemán.
Por lo visto llevaba en su ser una veta que se deleitaba en brindar sorpresas. Pero Juan Eusebio nació en 1595 en Madrid y murió allí en 1658. Jamás salió de
Acomodó su silla, volvió a sentarse, hizo una pausa y puso una cara como si estu- España. Segundo, nunca escribió libro alguno sobre la historia de la Biblia. Tiene
viera pensando "¿Qué podré tocar?", y entonces comenzó con los característicos una obra llamada Libro de la vida de Jesús crucificado, impreso enjerusalén con su
toques de "Pájaro Campana". La sorpresa era mayúscula. Generalmente esta pieza sangre; pero no es un libro de historia bíblica ni de historia de la Biblia. Tercero, la
170 El papiro de los ricos 14. La imprenta en la selva misionera 171

imprenta misionera funcionó en varios lugares del sistema reduccional jesuítico- —Si el Papa Clemente disolvió la Compañía, ¿cómo es que sigue habiendo
guaraní, en plena selva misionera, desde 1700 hasta 1727. No existe ningún libro Jesuítas? —preguntó Vito, confundido por tantos detalles.
publicado en las Misiones después de esa fecha.
—Sí, ésas son las vueltas de la historia —respondió Joaquín—. Resulta que en
Jorge no salía de su asombro. Muy original la construcción de los Messer, pero 1814, el Papa Pío VII restableció la Compañía de Jesús en todo el mundo. Ahora
en alguna parte siempre había algún gancho que impedía el avance. Sólo había bien, la creación de aquella imprenta fue una hazaña incomparable. El General
que encontrar esa arista. Joaquín bebió el resto de su café; y cuando Jorge quiso Bartolomé Mitre dijo lo siguiente sobre este emprendimiento: "La aparición de
responderle, le dijo: la imprenta en el Río de la Plata es un caso singular en la historia de la tipografía,
—Aún no terminé. En cuarto lugar, Carlos III decretó en 1767 la expulsión después del invento de Gutenberg. No fue importada: fue una creación original.
de los Jesuítas de todos los dominios españoles, y al año siguiente se efectivizó Nació o renació en medio de las selvas vírgenes, como una Minerva indígena
rigurosamente esta maltita orden en todo el Río de la Plata. En 1773, el Papa armada de todas sus piezas con tipos de su fabricación, manejados por indios
Clemente XIV dio el golpe final, disolviendo la Compañía de Jesús con el Breve salvajes recientemente reducidos a la vida civilizada, con nuevos signos fonéticos,
Dominus ac Redemptor noster. Así que la fecha que te dieron, 1775, es falsa e hablando una lengua desconocida en el nuevo mundo, y un misterio envuelve su
imposible en todo sentido. Quinto, no hubo ninguna reedición de libros de Nie- principio y su fin".
remberg en 1967 en la Argentina. Joaquín hizo una pausa y después continuó.
Jorge sintió admiración por Joaquín, que manejaba casi jugando semejante —La imprenta fue creada en aquella selva misionera por dos sacerdotes, el
cantidad de datos tan complejos. Luego de unos segundos, preguntó: Padre austríaco Juan Bautista Neumann y el Padre español José Serrano. Para
—¿Podría tratarse de otro libro de Nieremberg, publicado en la imprenta su trabajo misionero, los Jesuítas debían contar con material impreso en idioma
misionera? guaraní, pues en las misiones sólo se hablaba esa lengua. Así fue que editaron cate-
cismos, libros de oración, sermones, gramáticas, diccionarios, manuales litúrgicos
—El único libro de Nieremberg editado en esa imprenta es la obra De la dife- y cosas similares...
rencia entre lo temporaly eterno, crisol de desengaños; con la memoria de la eternidad,
postrimerías humanas, y principales misterios divinos. —¿Quedó algo de todo eso? —interrumpió Vito, a quien comenzó a interesar
la materia—. Conozco las ruinas de Trinidad y Jesús, y allí sólo hay piedras y
—¿Un título tan largo para un libro? —preguntó Vito—. ¡Me quedo con la algunas imágenes. El resto se lo robaron los corruptos de siempre.
música!
—Se conserva una decena de libros salidos de la imprenta misionera —indicó
—Mira, en la época barroca muchos libros tenían títulos mucho más largos Joaquín—. Y quiero agregar que la imprenta editó dos obras del guaraní Nicolás
que éste —aclaró Joaquín—. Bien, esta obra fue publicada en 1705. Yapuguay, un tomo de sermones y una larga explicación del catecismo. Por su
Jorge hizo otro intento. parte, a pesar de su título en castellano, el libro de Nieremberg fue publicado
íntegramente en guaraní, traducido por el Padre José Serrano.
—La persona que brindó la información, ¿no pudo haber visto esa obra en la
Biblioteca Nacional? Jorge pensó un buen rato en la abrumadora cantidad de falsedades relacio-
nadas con el supuesto libro sobre la Biblia y su historia. En realidad, se sentía
—Imposible. Eso queda totalmente descartado —cortó Joaquín enfáticamen- sumamente satisfecho. No sólo por la excelente cena luego del grandioso concier-
te esta posibilidad—. De ese libro existen sólo dos ejemplares en el mundo. Uno to, sino por este postre adicional con información tan precisa como no la habría
pertenece a un coleccionista particular aquí en Buenos Aires, y el público no conseguido en ninguna parte o sólo tras largas búsquedas.
tiene acceso a su biblioteca. El otro se halla muy bien guardado y asegurado en el
Museo de Lujan. Los tres permanecieron un buen rato en silencio, cada cual reflexionando so-
bre lo vivido y conversado. De repente se le ocurrió algo genial a Jorge.
172 El papiro de los ricos 14. La imprenta en la selva misionera 173

—Vito, si te invito a venir un fin de semana a nuestra iglesia de Urdinarrain Joaquín asintió con una mirada comprensiva. Pero agregó con profunda sabi-
para dar un concierto de guitarra, ¿aceptarías? ¡La selección del repertorio queda duría, ésa que nace de la fe inamovible:
a tu cargo y todos los gastos corren por cuenta mía! —Si un joven como Vito puede alabar a Dios con música tan hermosa que
Vito no tuvo que pensar mucho. a su vez afirma la fe, esta fe no puede ser mentira como lo dice ese "cuchillo"
yanqui.
—Por supuesto. Pongámosle fecha al concierto.
—¿Qué "cuchillo" yanqui? —preguntó Jorge algo confundido.
Jorge sacó su agenda y la revisó.
—Ese Messer. Messer significa cuchillo en alemán. Te toca demostrar que es
—Digamos, el primer fin de semana de junio -—propuso con mirada
apenas un cuchillo de goma.
expectante.
Un cierre singular para una jornada espectacular.
—Ndaipóri problema, como decimos en el Paraguay —dijo Vito—: no hay
problema.
—Trato hecho —cerró Jorge ese punto.
—Me parece excelente —constató Joaquín.
Jorge comenzó a sentirse cansado. El día había sigo demasiado largo. Elaboró
una cuidadosa formulación para cerrar la conversación.
—Te agradezco, Joaquín, por estos datos. Me ayudaste mucho.
—No hay nada que agradecer —replicó Joaquín con tono algo misterioso—.
Espero que mis aclaraciones puedan serte realmente muy útiles.
Esto sonaba un poco raro, pero Jorge atribuyó el tono a la avanzada hora.
—Si necesitas que te ponga los datos por escrito, lo haré con mucho gusto.
Sería una pequeña colaboración para tu tarea...
Esto desconcertó del todo a Jorge. Evidentemente Joaquín sabía bastante más
de lo que aparentaba. »
—Me imagino que mañana vas a viajar a Córdoba y pasado a México —rema-
tó Joaquín sus extrañas elucubraciones—. Te deseo que tengas un rotundo éxito.
Jorge prefirió no decir más nada. Al fin y al cabo el blog era público. Lo demás
podría ser cálculo lógico. Quien había tomado nota de la lista de lugares del in-
forme Messer, sabía que después del libro de Nieremberg seguía el cuaderno del
bibliotecario de Córdoba y luego la copia del papiro en México. Pero Jorge optó
por el silencio. Aún no había llegado al final de su investigación, y todo canto de
gloria antes de la victoria podía derivar en un gran fiasco. Sólo osó decir:
—Veremos.
15. Un bibliotecario obsesionado
El día amaneció con un cielo envuelto en sábanas grises que anunciaban llovizna.
Jorge empaquetó una muda de ropa, su computadora portátil y sus anotaciones,
fue a la Terminal de Ómnibus de Retiro y se embarcó rumbo a Córdoba. Instala-
do en el confortable ómnibus coche cama, repasó los datos para la siguiente etapa.
Decía el informe de Messer que la supuesta nota en la obra de Nieremberg -de la
que ya sabía que no existía- remitía a un bibliotecario encargado de la Colección
Jesuítica de la Biblioteca Mayor de la Universidad de Córdoba que había visto y
registrado el papiro; que Messer Padre había encontrado efectivamente en 1968
una referencia al papiro en el cuaderno de apuntes del bibliotecario; que este
hombre le informó que un italiano había querido venderle el papiro, pero por el
precio exagerado que pedía el poseedor no se concretó el negocio; y que entonces
el traficante abandonó el país y se fue a México. Todo esto sonaba muy enmara-
ñado y parecía seguir un patrón que tenía forma de espiral: la información giraba
en torno a un determinado punto, alejándose sin embargo de ese punto por quién
sabe qué fuerza centrífuga.

Luego de ocho horas de viaje, el ómnibus arribó a Ciudad de Córdoba. Una


amplia terminal construida en forma de arco o media luna recibía y despedía
un flujo constante de buses que conectaban esta ciudad con todo el país. Jorge
había pasado una vez por esta terminal cuando tenía cinco o seis años, en viaje
de vacaciones con sus padres. Tenía unos vagos recuerdos de aquel viaje, pero por
supuesto no de la terminal.
Media hora después estaba en su habitación en el hotel en pleno centro de La
Docta., como solía llamarse esta ciudad en honor a su antiquísima Universidad.
También se llamaba La Ciudad de las Campanas. La noche invitaba a pasear por
el centro de la prestigiosa urbe, una de las más veteranas de la Argentina, fundada
el 6 de julio de 1573. Jorge recorrió varias calles y luego fue a descansar.
A la mañana siguiente, fue el primero que ingresó al edificio de la Biblioteca
de la Universidad cuando ésta abrió sus puertas a las ocho y treinta de la mañana.

175
176 El papiro de los ricos 15. Un bibliotecario obsesionado 177

Preguntó por la Colección Jesuítica, recibió la información, y a los pocos minutos —¿Cuándo fue creada?
ingresó al célebre recinto. Una joven estudiante atendía a los interesados en dicha
—Comenzó con el Colegio Máximo fundado por los Jesuítas en 1610. En
sección.
1621, el Colegio obtuvo la autorización de conceder grados; y en 1622 fue decla-
—Buenos días, encantado —se presentó Jorge—; soy Jorge del Cántaro. Vine rada inaugurada la Universidad. Lamentablemente los Jesuítas fueron expulsados
a conocer la Colección Jesuítica. de aquí por el nefasto Decreto del infeliz monarca Carlos III de España, que
arruinó una brillante evolución cultural, no sólo aquí, sino también en todo el
—Buenos días, bienvenido; me llamo Cristina Fader.
territorio de las treinta reducciones guaraníes. Cuando los Jesuítas volvieron a
—Disculpe: Fader... ¿Cómo el célebre pintor? Córdoba en 1860, sus bienes se habían perdido para la Compañía de Jesús. La
Universidad pertenecía al Estado; el templo de Córdoba había sufrido pérdidas
Una picaresca sonrisa recorrió la cara de Cristina. Jorge tenía la impresión de
y deterioros considerables; y las estratégicas estancias estaban en manos ajenas.
que el rostro tomaba los colores de un cuadro de Fernando Fader. Conocía todas
las obras de este artista, nacido en 1882 y fallecido en 1935; hijo de padre alemán Cristina hizo una pausa, durante la que Jorge tuvo que pensar intensivamente
y madre francesa, criado en Mendoza, educado en Francia y luego en Alemania, en sus futuros suegros, que habían convertido los valores del sistema reduccional
donde estudió pintura; pero fundamentalmente argentino porque eligió serlo. en la razón de su vida.
Radicado en Mendoza y posteriormente en Córdoba, se pasó gran parte de su
—Durante un siglo y medio, la Universidad enseñaba filosofía y teología.
vida pintando las bellezas de su país. Este impresionista por antonomasia supo
Después fueron incorporados estudios sociales y de leyes. Una vez producida la
captar como pocos el misterio mendocino, el paisaje rural, el panorama serrano,
independencia y comenzándose con la organización del país, las universidades
el alma de un árbol, las entrañas de un estanque, el tul del cielo tapado, la hirsuta
de Córdoba y de Buenos Aires pasaron a depender del gobierno nacional. En el
maraña de gajos verdes o secos, la tristeza de la plena luz, la incógnita del otoño, el
proceso de aplicación de reformas académicas, en 1864 también se eliminaron
entresijo de la existencia solitaria y las figuras criollas entrelazadas e identificadas
los estudios de teología de esta universidad. Posteriormente de abrieron varias
con el paisaje.
facultades nuevas: ciencias exactas, matemáticas, medicina. En 1918 se produjo
Cristina dijo simplemente: el movimiento de la Reforma Universitaria que transformó a las universidades en
autónomas, un valor mantenido hasta la actualidad. Así llegamos a 1969 con el
—Usted no es el primero que pregunta. Todos los que saben que nuestro país
conocido Cordobazo, un levantamiento social con participación de estudiantes
tuvo un pintor de apellido Fader me preguntan lo mismo. A veces digo que lo
y obreros. Mientras tanto, se había creado toda una serie de nuevas facultades:
adopté como bisabuelo, porque me enamoré de su obra tan genial.
psicología, arquitectura, humanidades, economía, odontología, química, lenguas.
Construyendo sobre este puente de una común pasión, Jorge solicitó a Cristi-
na que le suministrara un poco de información sobre la Universidad de Córdoba —¿Cuántos estudiantes tiene actualmente la Universidad?
y su Biblioteca. Cristina, que estaba acostumbrada a cumplir deseos extravagantes —Aproximadamente cien mil, y seguro algo más. Mucha gente llega a hacer
relacionados con libros antiguos y raros planteados por investigadores de todo el su posgrado en Córdoba, pues se invierte mucho en investigación. La Universi-
mundo, se alegró que esta vez venía alguien con otras inquietudes. Como a esta dad y el Colegio Monserrat también han formado a un participante en la Revolu-
hora de la mañana aún no había otros interesados, se tomó todo el tiempo nece- ción de Mayo de 1810, que fue Mariano Moreno; a dos miembros de la Primera
sario para informar a Jorge sobre la prestigiosa Universidad. Junta, Juan José Paso y Juan José Castelli; a tres presidentes de la Nación y a tres
—Nuestra Universidad Nacional de Córdoba es la más antigua de la Argenti- gobernadores de esta Provincia. Además, a un número considerable de investiga-
na y la cuarta que fue fundada en este continente. La primera del país en cantidad dores de primerísimo nivel.
de estudiantes, profesores y facultades es la de Buenos Aires; la de Córdoba es la Una galería realmente significativa de egresados, que se sumaba a la excelencia
segunda. La ciudad tiene el nombre de La Docta por el hecho de contar con la académica, la experiencia de siglos y el honor de ser "La Primera".
primera universidad del territorio argentino.
178 El papiro de los ricos 15. Un bibliotecario obsesionado 179

—El complejo llamado Manzana Jesuítica fue declarado patrimonio de la hu- —No, es mucho más reciente —respondió Cristina, tomando cuidadosamen-
manidad por la UNESCO en el año 2000. Abarca el Colegio Máximo, el Colegio te el cuaderno y colocándolo delante de Jorge—. Pero igual tiene un siglo com-
de Monserrat, el Noviciado, la Iglesia, la Capilla Doméstica y la Residencia de pleto. Pertenecía a un bibliotecario allá hacia fines del siglo XIX.
los sacerdotes. En el antiguo Colegio Máximo se hallan hoy el Rectorado de la
—¿Se puede saber para qué guardan un cuaderno de un bibliotecario en una
Universidad y la Biblioteca Mayor
Biblioteca histórica tan prestigiosa como ésta?
—Realmente, un complejo enorme —constató Jorge—. ¡Lo que habría sido
—Es una larga historia —aclaró Cristina—. Aquí trabajó durante muchísi-
de todo esto si no hubiera sobrevenido la expulsión de la Compañía!
mos años un bibliotecario llamado Teófilo Reuter. Tenía un famoso cuaderno en
—Cierto. Córdoba fue el corazón y la capital de la antigua Provincia Jesuítica el que registraba visitantes, investigadores, préstamos, salida y entrada de libros,
del Paraguay, que abarcaba el actual Paraguay, parte del Uruguay, una gran región ofertas de libros y también algunas compras que hizo el director de la Biblioteca.
de la Argentina y una zona de Río Grande do Sul en el actual Brasil. Original-
Jorge sintió un cosquilleo en alguna parte del cuerpo. Prestó suma atención a
mente se extendía a una región hoy boliviana y a Chile, pero Chile fue separado
cada palabra que decía Cristina. Esta prosiguió.
de esta Provincia jesuítica en 1625 como Viceprovincia. A la Manzana Jesuítica
se agregan las cinco estancias: la Casa de Caroya, en 1616; Jesús María, en 1618; — Reuter registró también datos personales de los lectores y hasta resúmenes
Santa Catalina, en 1622; Alta Gracia, en 1643; y La Candelaria, en 1683. de conversaciones con algunas personas que frecuentaban la Biblioteca. Tenía
una letra microscópica, de manea que el volumen de casi 200 hojas le duró varios
—¿Las famosas estancias jesuíticas?
años. Esos apuntes constituyen un verdadero tesoro para los historiadores, y ya
—Sí —respondió Cristina—. Fueron adquiridas y puestas en funcionamiento han venido varios a consultar el célebre cuaderno del obsesionado hombre.
para sostener las actividades de los colegios. A la vez también tenían un sentido
—-¿Cuándo fue eso? —preguntó Jorge—; digo, ¿cuándo trabajó aquí ese Reuter?
misional. Allí se criaba ganado; se cultivaban frutas, verduras, trigo y maíz; había
reservas de agua, talleres de teñido, herrería, carpintería, tejido e incluso una fá- Jorge se había puesto muy ansioso porque parecía estar a un paso de un regis-
brica de jabón y una panadería. tro certero del papiro, acaso el único hasta el momento.
— O sea, con estas instalaciones los Jesuítas podían funcionar de manera autó- —Hace más de un siglo. Teófilo falleció el 31 de diciembre de 1899; y tres días
noma —constató Jorge—. ¡Qué organización! antes, el 28 -que la inocencia le valga- él mismo había publicado una semblanza
de su famoso cuaderno en un suplemento cultural de un diario de Córdoba.
—Exacto. Efectivamente funcionaban así. Practicaban lo que hoy se llama
"soberanía alimentaria". Por eso no había pobres en su radio de influencia. Había Así que se trataba de otra pista falsa. El bibliotecario había existido, su cua-
trabajo, estudio, producción material y espiritual, adoración; y la gente vivía en derno existía, pero nuevamente las fechas no coincidían en absoluto. El informe
ámbitos protegidos. Messer hablaba de 1968; el bibliotecario había fallecido casi setenta años an-
tes. Posiblemente Rich Messer leyó aquel suplemento cultural y sobre esta base
Mientras Cristina estaba explicando todo esto, Jorge vio un cuaderno antiquí-
armó su historieta. Igualmente Jorge quería cerciorarse bien, pues asistiéndole
simo, bastante gordo, con tapas marrones y bordes desflecados. Estaba colocado
el beneficio de la duda a Messer Padre, podría pensarse que éste encontró un
sobre una mesita puesta a un costado del escritorio central. Allí también yacían
registro del papiro en la libreta y agregó la historia del bibliotecario en persona,
otros libros vetustos, evidentemente esperando turno para ser restaurados.
"resucitándolo" en cierto modo luego de siete décadas. Así que osó decir con cara
—¿Y ese cuaderno? —preguntó con tono intencionalmente distraído—. artificialmente tímida:
¿También es de la época jesuítica?
—Ya que el cuaderno es tan célebre, ¿puedo mirarlo?
180 El papiro de los ricos 15. Un bibliotecario obsesionado 181

—Por supuesto —respondió Cristina—. Sólo deberá tener un poco de cuida- a Gladys y le informó sobre las novedades cordobesas, y conversaron sobre mil
do con los bordes, que se están deshilachando. Lo traje para enviarlo juntamente cosas que sienten los enamorados.
con esa pila de libros al restaurador.
Jorge pasó el resto del día sintetizando todos los resultados de sus investigacio-
Cristina tomó el cuaderno y se lo dio a Jorge. Éste comenzó a hojearlo con nes y preparó un largo artículo, dejando abierta la parte correspondiente a México
sumo cuidado, esperando encontrar alguna referencia al papiro. En ese momento, y al banco neoyorquino. Pensaba colocar el texto de inmediato en el blog y pu-
llegó un docente y pidió varios libros. Eso le dio un tiempo adicional a Jorge, pues blicarlo también en el diario impreso, en caso de obtener en México y en Nueva
mientras Cristina estaría ocupada con el profesor, él podía revisar con tranqui- York el resultado que era de esperarse.
lidad la libreta. Se tomó todo el tiempo posible para hacerlo. Pero por más que
Después abrió el blog para repasar los últimos comentarios, y quedó grata-
revisara página por página, no encontró en ningún lugar algo relacionado con el
mente sorprendido por el enorme apoyo internacional que estaba recibiendo.
término "papiro". Como la mayor parte de las anotaciones consistía en listas de
Pero también le dolían ciertas púas malintencionadas clavadas allí por personas
libros, la búsqueda fue fácil. Cuando a los veinte minutos el docente se despidió,
que emanaban odio y rencor. En cierta manera se había acostumbrado a esos
ya le faltaban pocas páginas a Jorge.
comentarios, pues constituían una minúscula minoría en el mar de aportes posi-
—No tengo apuro con el cuaderno —dijo Cristina, al ver que Jorge se lo tivos; pero igualmente había tenido que aprender una dura lección: un tipo que
quería devolver—; vale la pena que conozca este objeto tan curioso de un hombre profiere amenazas peligrosas es más alarmante que mil personas que sonríen; un
obsesionado y cautivado por listas y registros. Casi lo llamaría fanático. criminal con armamento pesado desparrama más amenazas que una masa de diez
mil personas pacíficas. Una crítica infundada o un comentario hiriente, en el caso
Jorge volvió a dedicarse a la libreta y al rato terminó su examen. Nada. Ab-
del blog, le resultaba más doloroso que diez notas de aprecio y apoyo.
solutamente nada. Con el mismo cóctel de siempre de expectativa frustrada y al
mismo tiempo alivio, cerró cuidadosamente el cuaderno y comentó: Esta vez el aguijón venía en una carta enviada por nadie menos que un colega
jubilado de su propia Iglesia. Entre otras barbaridades, decía:
—Muy interesante. Un trayecto de historia visto a través de los ojos de un
bibliotecario. "Jamás comprendí la evolución que tomaron nuestra Iglesia y el 'cristianismo
ecuménico' a partir de 1968, cuando tuvo lugar aquella conferencia del Consejo
—Cierto, pero ojos un poco desquiciados.
Mundial de Iglesias en Uppsala. ¿Por qué tuvieron que darle importancia tan
Jorge hizo varias averiguaciones sobre el fondo de la Biblioteca, hojeó el catá- decisiva al desarrollo económico y social, e insistir tanto en la justicia y la paz
logo entero y preguntó acerca del sistema de consultas y préstamos. Luego agra- internacional? Lo que se divulgó allí y luego por todas partes como el 'gran des-
deció por toda la información recibida y se despidió muy contento. Como tenía cubrimiento actual del cristianismo', a saber, el amor al prójimo, era más viejo
suficiente tiempo, resolvió recorrer el centro de la ciudad. Siempre ávido por que Matusalén. Ya era una norma en tiempos del Antiguo Testamento; y, además,
conocer cosas nuevas, se pasó toda la tarde dándose baños culturales en la urbe tiene claramente un lugar secundario. El principal mandamiento enseña a amar
tan culta. Apreció la interesante arquitectura cordobesa, visitó un museo y pasó a Dios. Lo primero, primero; el amor a Dios está por encima de todo. Jesús dice
un buen rato hasta poco antes de la salida de su ómnibus en una enorme librería, claramente que el mandato del amor al próximo viene en segundo lugar. Menos
donde repasó las publicaciones recientes sobre diversos campos de su interés. De mal que el evangelista Mateo aclaro eso con mucha precisión. Marcos capítulo
allí fue directamente a la terminal de ómnibus, abordó su vehículo, cenó y se dur- 12, versículo 31 dice simplemente "el segundo", hablando del mandamiento de
mió muy contento. Se despertó cuando el ómnibus estaba entrando a la terminal amar al prójimo; Mateo capítulo 22, versículo 38 aclara que es sólo un poco
de Retiro. parecido, o sea, no es igual. 'Parecido' nunca puede significar 'igual' ni 'del mis-
mo rango'. Es decir, es algo totalmente secundario, porque se halla colocado en
Fue directamente a su habitación en la Facultad, pues debía preparar algunos
segundo lugar. Es inferior, de menor valor, imperfecto. Y por ser secundario, el
detalles para su próximo viaje. Restaba la exploración en la tierra azteca. Llamó
amor al prójimo jamás puede convertirse en un 'programa' de la Iglesia, como lo
hizo el movimiento ecuménico. Y quienes ahora no pueden aceptar que el 'papiro
182 El papiro de los ricos 15. Un bibliotecario obsesionado 183

de los ricos' diga algo diferente de aquello a lo que estaban acostumbrados, ten- uno no funcionaba sin lo otro. Ése era el "programa" de Jesús; y ése ha de ser el
drán que aceptar una dura realidad: el verdadero cristianismo es una filosofía del "programa" de toda persona que quiera ser discípula de Jesús. Por más "papiros
éxito. Es para los triunfadores; y no tiene nada que ver con esa postura cabizbaja de los ricos" que surjan.
de quienes se autoflagelan con cara lastimera y que esperan conseguir méritos Colocó su aclaración en el blog y se fue a descansar. En los próximos días debía
regalando todos sus bienes, en vez de trabajar y hacer trabajar". superar las últimas barreras. Su expectativa crecía a medida que perdía el control
Esto no podía quedar así. Por más colega que fuera, si estaba equivocado, debía sobre sus sentidos, hasta caer en un profundo sueño.
recibir una aclaración. Jorge fue a la Biblioteca de la Facultad y revisó el texto grie-
go original de la cita indicada. Vio que la palabra griega traducida comúnmente
por semejante en realidad significaba de la misma naturaleza o del mismo tipo; de
igual valor, de igual poder. El amor a Dios es el primer y gran mandamiento; y el
segundo es, entonces, de la misma naturaleza, y no algo "inferior". Se trata de dos
mandamientos iguales. Son las dos caras de la moneda de un único compromiso
de amor. Eso también lo ratificó apóstol Pablo en su carta a los Gálatas en el ver-
sículo 14 del capítulo 5: Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo.

Pero la púa ladina del colega venía al final de su carta, donde decía:
"Siempre tuve la impresión de que el enemigo de Dios insufló a toda la cris-
tiandad ese espíritu herético de la exageración del compromiso social y del amor a
los pobres, que no es otra cosa que querer salvarse por las obras. Ya no hablan de
otra cosa que de la opción por los pobres, el amor a los marginados, la dedicación
a los excluidos; como si eso fuera el evangelio. Al contrario: el evangelio es para los
que se esfuerzan, sudan, luchan y batallan. Me alegra que el papiro demuestre que
yo siempre tuve razón. En su origen, el evangelio no fue lo que ustedes hicieron
de él."

Eso era gravísimo. Jorge tuvo que pensar con amargura que ese colega se pasó
la vida entera predicando algo en lo que ni él mismo creía; y que ahora, por un
estúpido, maldito y falsificado papiro, desestabilizaría y confundiría a toda la
gente que él mismo había engañado durante cuarenta años.
Jorge tuvo que refrenarse para no volcar al teclado toda su bronca ante seme-
jante bobada. Trató de ser lo más objetivo posible, pero igual no lo logró del todo.
¿Quién lo puede, cuando le atacan tan frontalmente la estructura de su fe, su vida
y su vocación; llevando a cabo ese ataque no sobre bases firmes, sino sobre un
monumental fraude? Jorge redactó cuidadosamente su respuesta a este comen-
tario insólito. Aclaró con mucha precisión el sentido del término "semejante" y
dejó claramente establecido que este vocablo indicaba que el mandato del amor
al prójimo era de la misma naturaleza que el mandamiento del amor a Dios. Lo
16. La Biblia azteca
Jorge se despertó muy temprano. Desayunó rápidamente y se trasladó en taxi a
Ezeiza. Hoy le tocaba un vuelo espectacular de unas diez horas, sobrevolando el
noroeste argentino, Chile, Perú, el Pacífico y México. Todo a plena luz del día.
Jorge abordó el avión, colocó su equipaje en el compartimiento superior y se
ubicó en su espléndido asiento. El avión comenzó su carreteo, y unos instantes
después ya estaba en el aire.
Al lado de Jorge viajaba un señor corpulento, vestido muy elegantemente.
Cuando terminó de desayunar, pidió un coñac y se puso a leer un libro. Jorge
miró de reojo y vio que se trataba del "Código". El caballero a su vez también
miró de reojo lo que estaba leyendo Jorge en su computadora, y cuando vio que
la pantalla exhibía la imagen de un papiro, decidió que había llegado la hora de
entablar una conversación.

—Disculpe, veo que está estudiando un papiro —dijo con acento mexica-
no—. El libro que estoy leyendo también habla de papiros.
—Ah, ¿sí? ¿De qué papiros?
—Mire, no recuerdo todos esos nombres raros. El autor habla de unos escritos
que encontraron hace unas décadas en unas cuevas cerca del Mar Muerto y de un
cántaro hallado en Egipto, que estaba lleno de papiros, o algo así.
—Son los rollos del Mar Muerto o textos de Qumrán por un lado; y por el
otro, los códices de Nag Hammadi.
—¿De dónde sabe eso? —preguntó el hombre con admiración—. ¡Lo veo tan
jovencito! Ah, disculpe, aún no me he presentado: Me llamo Victorio González
Hernández y soy mexicano de pura cepa.
—Encantado de conocerlo. Soy Jorge del Cántaro, de la Argentina. Mi bis-
abuelo materno, mexicano, también era de apellido González. En una de esas,
salimos siendo parientes. Usted está leyendo el "Código", ¿no es cierto?

185
186 El papiro de los ricos 16. La Biblia azteca 187

—Exacto, y realmente es un libro brillante. Dice la verdad sobre el cristianis- mientras que los evangelios de la Biblia son del siglo I, ningún texto gnóstico es
mo. Saca a luz cosas que nunca se dijeron. Por ejemplo, que Jesús estaba casado anterior al siglo II. Y hay muchos de los siglos III, IV y V. A mediados del siglo
con María Magdalena y que el matrimonio tenía una hija llamada Sara, que dio II la absoluta mayoría de las comunidades cristianas ya había aceptado que hay
origen a la dinastía los merovingios en Francia. Sus descendientes viven hasta hoy cuatro evangelios inspirados y sólo cuatro. Es falsa la afirmación del "Código" que
en el país galo... sostiene que en el año 325 se eligieron esos cuatro entre más de 80 evangelios.
Jamás hubo 80. En el Concilio de Nicea tampoco se decidió si Jesús era Hijo de
—¿Y usted cree esas cosas? —preguntó con tono punzante Jorge, con unas Dios o no. Eso ya se afirmó desde los primeros comienzos del cristianismo. En la
ganas locas de decir "pavadas" en lugar de "cosas".
Biblia hay 40 menciones de Jesús como Hijo de Dios. La discusión en Nicea era
—Pero, claro —se defendió el agredido—; cómo no lo voy a creer, si el libro sumamente complicada, pues trataba sobre lo que en aquel momento se llamaba
lo comprueba. Bien al comienzo, el autor indica que todas las descripciones de "esencia" del Hijo y del Padre. Pero esto es demasiado complejo para el autor del
arte, arquitectura, documentos y rituales de su libro son totalmente fidedignas. "Código". Este simplemente copió lo que dice una de sus fuentes, el libelo intitu-
Entonces tiene que ser cierto lo que dice. Además, cita los libros en los que se lado Santa Sangre, Santo Grial: que en Nicea se decidió por voto que Jesús era un
basa su historia. dios, no un profeta mortal. Pero de hecho los cristianos de los siglos anteriores a
Constantino leían el mismo mensaje que nosotros leemos hoy: que Jesucristo, el
Jorge no sabía bien por dónde empezar a refutar esas trenzas de pavadas, in-
Hijo de Dios, murió en la cruz por el perdón de los pecados; y que resucitó para
ventos y mentiras que constituían las fibras de las que estaba hecha esa novela. En
dar vida a todos los que creen en él.
eso, el pasajero le proporcionó el hilo preciso.
Victorio rumiaba lentamente la catarata de información y trataba de encon-
—Dice el autor que el emperador Constantino mandó realizar un Concilio
trarle un común denominador. Volvió a la carga con otra pregunta.
en el año 325 para decretar que Jesús era Dios o Hijo de Dios, no recuerdo
bien cómo dice; y que luego ordenó destruir todos los evangelios anteriores a —Pero igual la Biblia no dice que Jesús es Dios...
su época y sólo permitió que se incluyeran en la Biblia los cuatro evangelios que
—Disculpe, pero ahí usted se equivoca grandemente. Por más que no les guste
conocemos hoy. Y después dice que algunos escritos se salvaron de la destrucción
a muchos, el Nuevo Testamento contiene afirmaciones tajantes en este sentido. El
ordenada por Constantino. Son los manuscritos del Mar Muerto y los de Egipto,
Evangelio de Juan dice que la Palabra, es decir, Jesucristo, es Dios; y el discípulo
que cuentan la verdad sobre Jesús, mucho antes de que se decretara que debía
Tomás exclama en el mismo Evangelio: ¡Mi Señor y mi Dios! En su carta a los Ro-
ser Dios. Allí es solamente un ser humano común y comente. Por eso la Iglesia
manos, Pablo dice literalmente: ... vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas.
oculta esos textos.
En otro lugar dice nuestro Gran Dios y Salvador Jesucristo. En la carta de Pedro
—Mire, caballero, no tengo la intención de ofenderlo, pero ya que veo que dice nuestro Dios y Salvador Jesucristo. Y puedo seguir enumerando más textos.
usted tiene interés en estos temas, me permito explicarle algunas cosas —dijo Jor-
—¿Le parece? —preguntó algo confundido Victorio—. Mire que el libro dice
ge, reclinándose cómodamente en su asiento—. Se ve que el autor del "Código"
otra cosa.
jamás leyó un libro bueno sobre los textos del Mar Muerto. En ningún lugar esos
rollos mencionan a Jesús. Es que la mayor parte de ellos proviene de la época an- —Sé que el libro dice otra cosa, pero por más que lo diga, no es verdad lo
terior a Jesús. Desde 2001, hay acceso totalmente libre a todos los textos, no hay que afirma. Los hallazgos de papiros de los primeros siglos, mucho antes de
ninguno que se esté ocultando, y cualquiera puede comprobar que no contienen Constantino, refutan las afirmaciones ridiculas, falsas y mentirosas del autor del
ninguna mención de Jesús, la Virgen María, los apóstoles o quien fuere de los "Código"...
personajes del Nuevo Testamento. Por otra parte, en la actualidad se conocen 118
—Pero el autor dice que se basa en libros serios...
papiros con textos del Nuevo Testamento. La mitad de ellos proviene del tiempo
anterior a Constantino. Y ninguno contiene un texto diferente del que tienen —Se basa en libros, pero para nada serios. Si hay algo que brilla por su ausen-
los evangelios, de los que dice el "Código" que son falsificados. Por otra parte, cia en ese pasquín, son los libros serios de historia y de arte. En cambio, abundan
188 El papiro de los ricos 16. La Biblia azteca 189

los inventos, chucherías de esoterismo y teorías pseudocientíficas de conspiración patas arriba e invertida de lados. Si ésa es la "seriedad" del libro, ¡muchas gracias!
sobre el Santo Grial, el supuesto Priorato de Sión y cosas similares. Esas "fuentes" Prefiero una historieta.
del "Código" se basan parcialmente en los documentos falsificados por un tal
—¿No hay otros textos confiables que digan algo sobre un matrimonio de
Pierre Plantard y no tienen ninguna seriedad académica. El autor del "Código"
Jesús?
no sabe absolutamente nada de historia antigua, de manuscritos y de teología
cristiana. Sus supuestos "hechos y realidades" no son otra cosa que pompas de ja- —Nada, absolutamente nada, ni en la Biblia ni fuera de ella.
bón. Uno las toca con un solo hecho científico, como la existencia de papiros an- El hombre pensó un rato. De repente se le iluminó la cara. Se había acordado
teriores a Constantino que tienen exactamente el mismo texto que los evangelios de algo.
de la Biblia, y esas pompas estallan. Cuando asumió Constantino, el cristianismo
ya se había extendido por todo el imperio romano. Ni siquiera queriendo, el em- —El evangelio de Felipe dice que "Jesús besaba frecuentemente a María Mag-
perador habría podido destruir todos los textos que ya estaban en circulación. Y dalena en la boca". ¿Qué me dice de esto?
le reitero que ningún papiro evidencia retoques intencionales para convertir a un —Ya me esperaba esta cita. Allí donde el "Código" dice boca, el papiro está
"simple hombre" en un "Dios". dañado y no queda ninguna letra de la palabra original. Boca es sólo una recons-
El interlocutor quedó pensando un buen rato. Esto era algo nuevo para él. trucción. Es pura suposición. Por el espacio que ocupaba la palabra desaparecida,
Casi demasiado. Pidió algo para tomar, hojeó por un breve momento su libro, y también es posible que haya dicho frente o mejilla.
volvió a la carga. —Pero un beso es un beso...
—El "Código" dice que el evangelio de Felipe califica a María Magdalena —De ninguna manera. En los primeros tiempos del cristianismo, un beso
como esposa de Jesús. no necesariamente tenía un significado erótico o connotación sexual, sino que
—Mire —dijo Jorge con una calma que comenzaba a ser sospechosa y que fá- también era una forma de saludarse. En varias epístolas del Nuevo Testamento el
cilmente podía irritar a cualquiera—, ése es un texto apócrifo del siglo III. Es uno apóstol anima a sus lectores a saludarse con el beso sagrado. Acuérdese que hasta
de los códices gnóstico de Nag Hammadi. Allí no dice esposa, sino que se emplea Judas besó a Jesús. Y en otra oportunidad, Jesús le reprochó a un fariseo de no
una palabra aclarada por el término griego "koinonós", que designa camarada, haberlo saludado con un beso.
compañero, en masculino y femenino; pero no en el sentido de pareja, novio o es- —Ah, pues mire, yo no sabía todo eso.
poso, sino de alguien con el que se tiene algo en común, como en la camaradería
o el compañerismo. —Así que en la antigüedad un beso pudo haber sido un simple beso de her-
mandad o de saludo, así como los besos y abrazos de saludo en muchos lugares
—Pero el autor dice que todo aquel que conoce el idioma arameo podrá con- de América Latina. Pero no le recomiendo saludar así a un inglés o a un alemán.
firmar que esa palabra significaba esposa...
Victorio soltó una carcajada. Se paró de un salto e improvisó una estilizada
—Justamente ahí tiene una doble prueba de que el autor afirma estupideces. parodia uni-bipersonal de un inglés recibiendo un beso de un mexicano. Varios
El evangelio de Felipe no está escrito en arameo, sino en idioma copto. El copto pasajeros lo miraron con cierto asombro. Cuando volvió a instalarse en su asiento,
no tiene absolutamente nada que ver con el arameo. Y la palabra "koinonós", del Jorge continuó con su explicación.
idioma griego, no designa esposa. Para hablar de la esposa, el griego usa la pala-
bra "gyné" y no "koinonós". En el texto de Felipe, "koinonós" significa algo así —Hay algo más con respecto al famoso beso. Aun aceptando la reconstruc-
como hermana en el sentido espiritual. Si quiere, le doy más ejemplos de errores. ción de la palabra faltante como boca, ese beso no tiene nada que ver con una
El "Código" llama "rollos" a los textos de Nag Hammadi, pero en realidad son escena erótica. El texto de Felipe es un producto gnóstico. La gnosis distingue en-
códices en forma de libros. En las ediciones ilustradas en alemán e inglés del "Có- tre los que pueden conocer y comprender la verdad y aquellos que no lo pueden.
digo", aparece una fotografía de un rollo de Qumrán, doblemente invertida: esta El verdadero saber sólo es alcanzable por iniciados. Los cristianos "normales" no
saben ni conocen nada. El ser humano es salvado por el conocimiento, no por la
190 El papiro de los ricos 16. La Biblia azteca 191

fe; y ese conocimiento puede transmitirse simbólicamente por un beso. El beso desconcertantes, con sabiduría misteriosa y esotérica brindada sólo para iniciados,
simboliza que dos personas tienen la misma "onda" de conocimiento. Sería algo y con distancia total de la gente del pueblo.
así como un ritual de iniciación en la sabiduría revelada. Quien recibe el beso,
—Pero los gnósticos estimaron mucho el liderazgo de las mujeres...
recibe una revelación especial.
—Sí, eso dicen los neognósticos y los autores que no investigan bien. Quieren
—¿Así que yo no recibiría ningún beso? —preguntó Victorio con cara de
ser "políticamente correctos". Lo que pocos dicen es que el último versículo del
picaro—. Digo, porque me considero cristiano "normal".
evangelio copto de Tomás, también un texto gnóstico y apócrifo, afirma exacta-
—Beso gnóstico, seguro que no —devolvió Jorge la derivación jocosa, notan- mente lo contrario. Ahí el Jesús gnóstico dice que impulsará a María para hacerla
do que la resistencia de Victorio se estaba disolviendo—. Sobre otros besos no me varón. Y termina diciendo que "cualquier mujer que se haga varón, entrará en el
corresponde opinar. Reino de los cielos".
—Está bien —acotó Victorio—. Consultaré a mi esposa al respecto. —¡No puede ser!
Estaban sobrevolando la región de Calama, al norte de Chile. Debajo del —Sí, puede ser y es así. La gnosis, por más que algunos la consideren avan-
avión comenzaron a desplegarse los inmensos rectángulos de color verdoso y tur- zada y progresista, estaba "pegada" a la cosmovisión de la antigüedad en la que la
quesa de la gigantesca mina de cobre. Desde la altura, los cuadriláteros parecían mujer jugaba el papel de un ser inferior y subordinado al varón. Gran parte de
cultivos de hortalizas. Victorio sacó unas fotos, sin apagar el flash de su cámara, la gnosis era machista y elitista; y además odiaba el cuerpo por ser material. Por
obteniendo por supuesto sólo reflejos del destello en la ventanilla del avión. Lue- ende también odiaba la sexualidad. Desde muy temprano, los cristianos rechaza-
go retomó la conversación. ron mayoritariamente las tendencias gnósticas, enemigas del cuerpo y de toda la
creación. Gracias a Dios, ese tipo de pensamiento no ha entrado al canon del NT.
—Disculpe: ¿no le molesto con mis preguntas? Es que nunca tuve oportuni-
dad de platicar sobre estas cosas con alguien tan instruido como usted. En ese momento, Victorio se acordó de otra afirmación del "Código".
—De ninguna manera me molesta. Comente y pregunte todo lo que quiera. —El autor dice que el Tetragrama YHVH, el nombre de Dios, se compone del
Siempre y cuando no se sienta molesto con mis respuestas... Agrego que esos tex- masculino Yah y de Havah, que es una palabra previa al hebreo que significa Eva",
tos gnósticos no tenían ningún interés histórico en datos biográficos. Son meras y que eso muestra una tendencia andrógina.
colecciones de dichos gnósticos puestos en boca de Jesús. Compararlos con los
—Eso es totalmente necio y evidencia la incomprensión del autor. El concepto
evangelios canónicos es desconocer las respectivas intenciones de ambos.
de Dios, cuyo nombre impronunciable se representa con el Tetragrama YHVH,
Victorio parecía comprender, pero quiso asegurarse un poco mejor. es absolutamente trascendente. Dios interviene en la historia y en la vida de las
personas, pero no está atado a nuestras dimensiones. Creó al ser humano como
—El Jesús de esos textoS gnósticos, ¿no es acaso más humano que el de los
varón y mujer; pero él mismo no está sometido a los sexos y géneros humanos.
evangelios de la Biblia?
—¿Y cómo es la cuestión con Leonardo da Vinci? —preguntó Victorio, cada
—Al contrario. El Jesús gnóstico no es un ser de carne y hueso, mortal, hu-
vez más inseguro del las "verdades" del "Código"—. Dice el libro que este pintor
mano; sino un ser etéreo, místico, esotérico, espiritual, un héroe celestial, una
sabía del casamiento de Jesús con María Magdalena y lo comunicó en forma codi-
figura que se distancia totalmente de la vida común y corriente. Por más que no
ficada a la posteridad, colocando a María Magdalena al lado de Jesús en su cuadro
le guste al autor del "Código", fueron los evangelios que él considera fraudulen-
de la última cena. Ambos forman una "V", que es el símbolo de lo femenino.
tos y mandados a hacer por Constantino los que conservaron la humanidad de
Jesús, juntamente con su divinidad. En los textos apócrifos, Jesús es presentado —Mire, ningún experto de arte acepta la afirmación del "Código". Si ese jo-
con poderes sobrenaturales ya desde su nacimiento, con acciones espectaculares y ven no es Juan, ¿dónde está entonces ese discípulo? ¿Le parece que Leonardo se
192 El papiro de los ricos 16. La Biblia azteca 193

habría atrevido a pintar sólo once discípulos? Y con respecto a la "V", esta letra egolátrico que se quiso construir el autor, haciéndole creer al público que por fin
no es ningún símbolo femenino. alguien había descubierto "la verdad", y entonces obtiene el cuadro casi completo.
—¿Y el Santo Grial? —preguntó Victorio, ya bastante distendido—. El autor —¿Por qué sólo casi?
dice que el cuerpo de María Magdalena es el Santo Grial por ser el recipiente de
—Porque la parte faltante la pone la gente —aclaró Jorge con cierta dosis de
la "sangre real" de Jesús.
resignación—. Hay muchísima información académica sumamente sólida que
—Todas las especulaciones sobre el "Santo Grial" como copa de la última desmantela punto por punto las falsedades del "Código", pero mucha gente pre-
cena de Jesús son leyendas que fueron construidas y divulgadas recién en la Edad fiere seguir creyendo lo que dice ese mamarracho.
Media. No tienen ningún arraigo en la realidad de aquella cena. Igualmente fan-
Había llegado el almuerzo, y ambos se dedicaron por un buen rato a esta parte
tasiosa es la interpretación del "Código" de trasladar el "Grial" al cuerpo de María
"prosaica" de la vida. Una vez terminado, Victorio se levantó a caminar un rato
Magdalena.
por los pasillos del avión, luego volvió a su lugar y se durmió. Así permaneció du-
Victorio solicitó otro coñac. Bebió unos sorbos y retomó la conversación. Por rante casi dos horas. Se despertó cuando sirvieron una merienda liviana, y retomó
lo visto, había quedado fascinado con las aclaraciones de Jorge. la conversación.
—¿Qué me puede decir sobre el Priorato de Sión? —Jorge, me quedó algo en el tintero. Leí que en algún idioma, no me acuerdo
cuál, le cambiaron el título de "Código" por el de "Sacrilegio".
—El "Código" dice que los Templarios guardaron el secreto del matrimonio
de Jesús y que al ser destruidos en el siglo XIV, el Priorato de Sión se hizo cargo —Fue en la versión alemana. Me parece toda una metáfora no intencionada,
de guardar esa documentación tan "peligrosa" para la Iglesia. También afirma que pues el libro en sí es un verdadero sacrilegio contra la verdad, la investigación
Leonardo da Vinci, Isaac Newton, Descartes y Víctor Hugo fueron miembros de seria, la fe sincera de millones de personas, la honestidad e incluso el buen gusto.
ese club de notables. Es otra mentira mayúscula. En 1956, un estafador de nom-
Victorio asintió lentamente con la cabeza y mantuvo un largo silencio. El
bre Pierre Plantard inventó el Priorato. Más tarde atestiguó bajo juramento que
avión comenzó su descenso. Se acercaba el final del viaje. Victorio puso el broche
no existe ningún Priorato. Plantard reconoció que había falsificado documenta-
final a la larga conversación:
ción y que había mentido.
—Jovencito, le agradezco enormemente por haberme dado tantas explica-
—¡Ufa! —exclamó Victorio—; ¿Así que eso tampoco es cierto?
ciones interesantes. Debo reconocer que usted me convenció. Volveré a leer el
—No. Toda esa construcción ficticia es una baratija literaria. Es una macedo- "Código", pero con una mente muy crítica. Y si me lo permite, transmitiré sus
nia, una pseudohistoria mezclada con una teoría de la conspiración de la Iglesia explicaciones a mis amigos. Algunos de ellos son fanáticos del "Código", como
contra la "verdad" de ese supuesto matrimonio de Jesús con María Magdalena. Es lo era yo.
más: es pseudohistoria paranoide. Así suele fantasear alguien que sufre de delirio
El piloto anunció que en 20 minutos aterrizarían en el Aeropuerto de México.
paranoide.
El personal comenzó a preparar la cabina, y el nerviosismo habitual ante la inmi-
—Disculpe mi ignorancia: ¿Qué significa "paranoide"? nente llegada al destino se apoderó de muchos pasajeros. A la derecha del avión
se divisaba a cierta distancia el conjunto orográfico más famoso del país azteca: el
—El delirio paranoide es un síndrome algo atenuado de la enfermedad llama-
volcán Popocatépetl y la montaña Iztaccíhuatl. Iztaccíhuatl significaba en náhuatl
da paranoia, y se caracteriza por egolatría, manía persecutoria, recelo, suspicacia
"Mujer blanca"; el nombre popular era "La mujer durmiente" por el perfil de la
y alta agresividad. Fíjese, todo eso coincide con lo que sucede en el "Código": la
teoría de una conspiración en contra de la verdad, recelo y alta agresividad contra masa que se parece a una mujer acostada. El nombre náhuatl del volcán Popo-
la Iglesia y la Biblia. Súmele las falsedades que divulga el libro y el monumento catépetl significaba "Montaña que humea". Haciendo honor a ese nombre, justo
cuando Jorge había enfocado con su cámara la cumbre del volcán, éste lanzó una
fumarola grisácea al cielo. Jorge pudo tomar rápidamente varias fotos del singular
194 El papiro de los ricos 16. La Biblia azteca 195

fenómeno. Victorio se sentía a sus anchas brindándole información detallada so- Ya en el vehículo y rumbo a su casa en el histórico barrio de Coyoacán, el
bre ambos macizos. A los pocos minutos comenzaron a verse debajo del aparato abuelo planteó la pregunta que había venido rumiando todo el tiempo.
los primeros trazados de la gigantesca mancha urbana de más de veinte millones —Además de venir a visitarnos a nosotros, me imagino que tienes más moti-
de habitantes. Algunos cerros sobresalían de la enorme planta de la ciudad, y unos vos para viajar a Europa y a México. ¿Puedes explicarnos las razones de tu viaje?
instantes después aparecieron los edificios altos del centro del Distrito Federal. El
avión se inclinó suavemente hacia la izquierda y realizó un elegante arco, luego del —Sí, claro. Estoy haciendo algunas investigaciones —dijo pausadamente Jor-
cual el piloto apuntó la nariz del aparato hacia la pista principal del Aeropuerto ge—; y mañana debo visitar el Museo de las Sagradas Escrituras México.
Internacional Benito Juárez. Un minuto después, exactamente a las 18:00, la hora —Excelente. Puedo llevarte allí, si quieres —respondió el abuelo con cara
prevista, el tren de aterrizaje hizo contacto con el suelo. "Estoy en casa - en una de anciano sabio—; pero estoy seguro que no encontrarás nada de lo que estás
de mis casas" pensó Jorge. Con madre mexicana, México también era su patria. buscando.
—Espero que nos encontremos de nuevo en algún rincón del planeta — Adán logró lo que se había propuesto. Jorge preguntó confundido:
dijo Victorio al despedirse de Jorge—; ha sido un viaje genial. Muchas gracias,
nuevamente. —¿A qué te refieres?

Estando en la larga fila para pasar por migraciones, Victorio, que estaba dos —A lo que indicó el gringo sabelotodo sobre el Museo de las Sagradas
metros delante de Jorge, se acordó de otro tema más. Escrituras.

—Cuando volvamos a encontrarnos, le voy a pedir que me explique qué es eso A todas luces, el abuelo sabía más de lo que aparentaba. Jorge preguntó
que llaman el "papiro de los ricos". En Semana Santa, vi un programa sobre este admirado:
hallazgo, pero no entendí gran cosa. —¿Quién te comentó lo que estoy investigando?
Jorge sintió que una descarga eléctrica le recorría todo el cuerpo. Tratando de —"Un pajarito", como dicen ustedes en la Argentina. Hoy los pajaritos son
mantener la calma, pero logrando su cometido sólo a medias, sacó una tarjeta de digitales y viajan con velocidad luz. Algunos vienen por correo electrónico, otros
su bolsillo y se la dio a Victorio. por teléfono.
—Tome, aquí le dejo la dirección de un blog sobre ese papiro. Fíjese en el Un código misterioso tras otro. Un camión se acercó peligrosamente al vehí-
artículo que está en este blog y luego mándeme su comentario a mi correo elec- culo de los Navarro, de manera que la abuela gritó con desesperación:
trónico, que es fácil de recordar: jorgedelcantaro@hotmail.com
—Adán, ¡no hables tanto y conduce con más cuidado! Pueden conversar en
—Espere, me lo anoto —dijo Victorio, sacó una lapicera y anotó la dirección casa.
al dorso de la tarjeta—. Gracias. Le escribiré.
Ante esta justificada interrupción, Jorge prefirió no seguir preguntando. Lo
En ese momento, uno de los funcionarios de migraciones terminó de atender hizo recién cuando luego de arribar al hogar de los Navarro, estaban cómodamen-
a un pasajero y dijo: "El siguiente, por favor", y Victorio tuvo que adelantarse. A te sentados a la mesa, listos para cenar.
Jorge le tocó otro lugar, y entonces perdió de vista al ex entusiasta del "Código".
—Abuelo, ahora me tienes que contar qué es lo que sabes de mi investigación.
Pasó por migraciones y aduana, y finalmente pudo saludar a su abuela Florencia
Chávez González y a su abuelo Adán Navarro Cruz. Se habían visto la última vez —Gladys me mandó la dirección de tu blog; y como vi el programa en Sema-
en el acto de clausura cuando Jorge terminó sus estudios de teología. Por proble- na Santa, me siento orgulloso de tener un nieto que tiene el coraje de un David
mas de salud de la abuela, no pudieron viajar a su ordenación al pastorado, así para enfrentarse con un Goliat.
que llevaban varios años sin verse. Los tres hablaban ininterrumpidamente a la
—Adán, sentir orgullo es pecado —corrigió en el acto la abuela—. Debes
vez, pues había miles de novedades familiares que merecían ser intercambiadas.
decir: "Doy gracias a Dios por el coraje que le dio a nuestro nieto .
j.yt> El papiro de los ricos 16. La Biblia azteca 197

—Bueno, sea como tú dices —concedió Adán—. Doy gracias etc. —Pues, entonces ha llegado el momento para que usted organice uno —res-
Jorge no salía del asombro. Su abuelo estaba a la altura de las circunstancias. pondió el encargado—. Desde ya, le ofrezco toda mi humilde colaboración.

—Abuela, ahora me toca a mí —dijo Jorge—. Doy gracias a Dios por los Jorge no sabía si la afectuosa formulación de la salutación era mera formalidad
abuelos que tengo. o algo más. Pidió al director que le explicara el objetivo, las características y los
contenidos del Museo.
Como ya no había nada para ocultar, pues evidentemente Adán no sólo había
estudiado toda la materia sino que también había recibido información adicional —Esta institución se llama Maná, Museo de las Sagradas Escrituras, Asocia-
de Gladys, Jorge brindó un amplio informe a sus abuelos. El abuelo creció varios ción Civil; y es conocida popularmente como Museo de la Biblia. La entidad fue
centímetros al enterarse de todos los descubrimientos que había hecho su nieto, creada para facilitar el estudio y el análisis de la Biblia —comenzó el encarga-
mientras que Florencia, la abuela, sazonaba la exposición con comentarios teoló- do—. El Museo posee actualmente más de 1.200 Biblias en más de un centenar
gicos que nacían de su fe sincera y auténtica. de idiomas y toda una serie de documentos adicionales. Además de ediciones en
las lenguas bíblicas originales, griego, hebreo y arameo, hay Biblias europeas de
—Aquí en México quiero verificar si es cierto que el papiro pasó por el Museo los siglos XVI y XVII que pertenecieron a grupos perseguidos por la Inquisición;
de las Sagradas Escrituras —concluyó Jorge la larga exposición—. El informe dice tenemos ejemplares en la mayoría de los idiomas occidentales: latín, castellano,
que Messer Padre pasó por México a comienzos de 1969, que aquí un amigo le alemán, ruso, catalán, inglés; en idiomas asiáticos como hindi y coreano; y por su-
indicó que en el Museo se guardaba una copia de un pedazo del famoso papiro, puesto en los idiomas indígenas de nuestro propio país: tzotzil, huasteco, chinan-
que verificó que efectivamente existía esa copia, que ubicó a la persona que había teco, náhuatl, variantes zapotecas, y otros. Quiero destacar que el Museo posee un
vendido la copia al Museo, que a través de ella encontró al traficante de antigüe- ejemplar de la Biblia que perteneció al emperador Maximiliano de Habsburgo;
dades que poseía el original, y que le compró el papiro. De aquí el documento una Biblia del Oso, que fue la primera Biblia completa en español traducida de
pasó a Nueva York. los idiomas originales y publicada en 1569; asimismo, la primera traducción ca-
—Bien, vayamos entonces mañana al Museo —concluyó el abuelo la larga tólica al español de 1790 como también la primera Biblia impresa en América, en
jornada—. Que descanses bien. 1831. Constantemente estamos adquiriendo más ejemplares.

—Será bueno que prepares algún estudio bíblico para la noche —agregó Flo- Mientras el Director daba estas explicaciones, iba mostrando a Jorge los ejem-
rencia—. Nuestra comunidad quiere conocerte. plares de las Sagradas Escrituras.

—¿La comunidad? —preguntó Jorge con cierto asombro—. ¿Qué les conta- —Me doy cuenta de que ustedes realmente aman la Biblia —dijo Jorge con
ron de mí? total sinceridad—. Esto es más que un museo. Es un santuario del libro sagrado.

—Ya verás —respondió Adán—. Sólo te adelanto que todos te admiran. —Tiene razón —asintió el Director—. No somos fanáticos, pero estamos
convencidos de la enorme importancia que tuvo este libro para la cultura occiden-
A la mañana siguiente, Adán llamó al Museo para anunciar la visita, y luego
tal y mundial. Prosigo contándole. Poseemos Biblias en los más diversos soportes
fue allí con Jorge.
modernos, tales como discos compactos, audiocintas, microfichas y en sistema
—Encantado de conocerlo, Pastor —saludó el Profesor Cristian Gómez, Di- braille. También tenemos candelabros, un shofar hebreo de cuerno de carnero,
rector del Museo —. Es un privilegio para nuestro Museo que usted nos honre videos, material informativo, diccionarios, gramáticas. Hacemos exposiciones y
con su distinguida visita. conferencias públicas en iglesias, bibliotecas, universidades, museos e incluso en
el sistema de transporte público, pues aún no tenemos un espacio propio para una
—Igualmente encantado —contestó Jorge—; pero el privilegio es mío. No
exposición permanente. También tenemos una exposición itinerante que muestra
tenemos un museo así en mi país.
la historia de la Biblia a lo largo de cuatro milenios intitulada "Del Papiro a la
198 El papiro de los ricos
16. La Biblia azteca 199
Computadora" y que ha sido exhibida en varias Universidades, colegios, iglesias y
escuelas en diferentes lugares del país. El Director fue a una vitrina y sacó con cuidado el valioso instrumento.

—¿Quién sostiene todo este inmenso trabajo? —inquirió Jorge—. Puedo —Pruébelo sin miedo —dijo, entregándoselo a Jorge—. Es un tipo de trom-
imaginarme que no es barato mantener todo esto y ampliarlo constantemente. peta que se usa en varias fiestas judías, tales como Rosh Hashaná, que es el Año
Nuevo Judío; y en Yom Kipur, el Día del Perdón.
—El Museo es sostenido por una Asociación Civil formada por cristianos y
judíos. Jorge tomó el instrumento con sumo cuidado, lo acercó a la boca y comenzó
a soplar. Pronto pudo sacar un sonido claro. Luego se lo devolvió al encargado.
—¿Quién tuvo la idea o quién llevo adelante la iniciativa de esta magnífica
obra? —¿Me permite preguntarle algo? —dijo con tono tímido—. ¿Es cierto que
este Museo posee la copia de un fragmento de un papiro del primer siglo de la
El Director bajo la cabeza, pues no era su modalidad colocarse en primera
era cristiana?
plana, pero no le quedó otro remedio que reconocer que él era el fundador del
Museo. Luego prosiguió con sus explicaciones: —¿Una copia del supuesto "papiro de los ricos"? —respondió el encargado,
sin evidenciar sorpresa alguna por esa pregunta—. Mire, vi el programa sobre ese
—Con el objetivo de apoyar todo el trabajo el Museo, se ofrecen varios servi-
papiro en Semana Santa, y ya vinieron varias personas a preguntarme. Pero todo
cios educativos: diplomados, licenciaturas y maestrías en ciencias bíblicas y filo-
lo que se dijo en el programa sobre nuestro Museo es mentira. Jamás adquirimos
sofía de la religión.
una copia de tal papiro, no sabemos absolutamente nada de algo así, y sobre todo
—¿Qué materias enseñan? —preguntó Jorge con vivo interés. no coinciden las fechas.

—Estudios de los idiomas bíblicos hebreo, arameo, griego y latín; introduc- —¿Qué fechas? —preguntó Jorge.
ciones a las escrituras hebreas y griegas; cursos sobre los libros históricos, pro-
—El papirólogo dijo que su padre vio esa supuesta copia de ese supuesto papi-
féticos y poéticos hebreos; arqueología bíblica; cursos sobre los evangelios, las
ro en 1969. Todos esos supuestos son inventos. En ese entonces no existía ningún
epístolas y el Apocalipsis; clases de historia de la iglesia, museografía; e incluso
museo de la Biblia en México. Nuestro Museo fue fundado recién en el año 2000.
ofrecemos una carrera de música.
—¿Recién en el 2000?
—Es decir, prácticamente podrían funcionar como una facultad de teología
—acotó Jorge—. ¿Cuál es el impacto de todo esto en la sociedad? —Sí. En el año 2000 después de Cristo, y según el calendario gregoriano, para
mayor precisión. Hace una década. Tres décadas después del año indicado por los
—Excelente —respondió el Director—. Es un trabajo de extensión cultural,
Messer. Le reitero que en lo que respecta a México, todo es un invento.
que desmitifica el acceso a la Palabra de Dios. El reconocimiento es tal que una
Universidad otorgó valor curricular a la Licenciatura en Lenguas Bíblicas y otros "No sólo lo que respecta a México" pensó Jorge para sí, "todo lo es". Pero
cursos y seminarios con un enfoque bíblico. consideró mejor no entrar en detalles. Nunca es bueno adelantarse eufóricamente
a los hechos.
Con cada elemento nuevo que aportaba el Profesor Gómez, Jorge sentía que
aquí estaban a años luz de unos cuantos países del resto del continente en materia —Le agradezco por esta información —dijo Jorge con cara aliviada—. Quería
de divulgación científica de la Biblia y su historia. El Director prosiguió. tener certeza sobre este punto. Dígame, ¿tienen un sitio en internet?

—El ciclo de conferencias explicativas toca temas como la formación del ca- —Tenemos una dirección en Facebook y estamos trabajando en la creación de
non bíblico, la formación de los libros bíblicos, los manuscritos más antiguos, los un buen sitio. Nos puede encontrar en http://www.facebook.com/pages/Mana-
llamados textos apócrifos y su relación con los textos canónicos. Pero venga, ahora Museo-de-la-Biblia/111369572118 y puede comunicarse con el museo a través
le muestro el shofar. del correo electrónico museomana@yahoo.com.mx y plantearnos lo que le inte-
rese. Con mucho gusto trataremos de responder todo lo que podamos.
200 El papiro de los ricos 16. La Biblia azteca 201

Siguieron recorriendo las demás salas y vitrinas del Museo, y Jorge se cargó de —Si lo del Mount Alban Brothers Bank es cierto, el Banco debería figurar en
tanto entusiasmo que decidió hacerle caso al Director y encarar la creación de un alguna guía de teléfono de México —reflexionó el abuelo—. Esto lo podemos
museo similar en la Argentina. Pensó que su Facultad de Teología sería el lugar chequear desde aquí. Quizá te ahorres el viaje a Nueva York, y así nosotros po-
más adecuado para ello. dremos contar unos días más con tu grata presencia. Vayamos a consultar la guía
telefónica de Oaxaca.
El tiempo había pasado volando, y el abuelo y su nieto se despidieron del Pro-
fesor Gómez como viejos conocidos. Se habían dado cuenta de que compartían —No, hagan esa revisión mañana —dijo la abuela—; ya es hora de descansar.
una montaña de sentimientos, saberes y preferencias, siempre en torno a la Biblia. Buenas noches.
Por su parte, el Director era no un libro, sino toda una biblioteca abierta en ma-
Tenía razón la abuela. El día había sido largo, como todos los anteriores. Así
teria bíblica. A todas luces dominaba su amplio campo. Jorge tenía la impresión
que fueron a descansar. Los tres durmieron el sueño de los justos. Se despertaron
que ambos, el Museo y su fundador y Director, estaban hechos el uno para el otro.
relativamente tarde; y luego de un copioso desayuno, Jorge y Adán se instalaron
Constituían una simbiosis perfecta de saberes no tan fácilmente accesibles, amor
en el escritorio de la casa y comenzaron a revisar una docena de guías de teléfono.
a la Palabra de Dios, entusiasmo por su divulgación y profunda sabiduría que
El resultado fue siempre el mismo. En ningún lado figuraba un Mount Alban
emanaba de la fe formada y sustentada por el Libro de los libros.
Brothers Bank. Luego de dos horas de búsqueda infructuosa, Adán resolvió lla-
La abuela los estaba esperando con un delicioso almuerzo mexicano, que se es- mar a un viejo conocido, que había trabajado hacía más de medio siglo de telegra-
tiró hasta las cuatro de la tarde. Luego Jorge preparó un estudio bíblico. Cuando fista en el correo central. Luego de explicarle con mucha paciencia lo que quería
terminó, ya era hora de ir a la iglesia. averiguar, el amigo prometió hurgar en sus viejos archivos y devolver la llamada.

Cuando ingresó al templo bellamente iluminado, la comunidad entera se A la hora llamó.


puso de pie y lo recibió con enorme alegría. Jorge quedó mudo de asombro. No se
—Tuve suerte. Encontré algo. Quizá te sirva —dijo con voz temblorosa por la
había esperado tal bienvenida. El pastor local pronunció unas palabras vibrantes edad—. Efectivamente existía un Mount Alban Brothers Bank, pero no en Oaxa-
y explicó a la comunidad que Jorge era el autor del artículo del celebérrimo blog ca ni en lugar alguno de México. Se trataba de un pequeño banco neoyorquino
-así dijo literalmente— que divulgaba la verdad sobre la difamación más absurda creado por dos hermanos, hombres de finanzas, amantes ambos de la arqueología
de la fe cristiana. y entusiastas del sitio arqueológico de Monte Albán de Oaxaca. De allí proviene
Pero esa explicación no era necesaria. Todos conocían el contenido del blog. el nombre tan curioso. Pero ese banco quebró en la gran depresión de los Estados
Evidentemente el abuelo Adán había dado buena manija al asunto. Jorge no pudo Unidos, y su capital se esfumó totalmente en 1930, hace ocho décadas. Encontré
desarrollar su estudio bíblico, pues la comunidad tenía docenas de preguntas so- la dirección en una vieja guía de teléfonos de bancos que usábamos en mi trabajo.
bre los evangelios, el papiro, las historias falsificadas, la relación de pobres y ricos Los demás datos los saqué de un libro sobre la historia de los bancos.
en la Biblia y muchos puntos mas. Adán agradeció afectuosamente a su amigo. Colgó el teléfono y transmitió la
Cansadísimo y a la vez contentísimo, Jorge volvió al domicilio de sus abuelos. información a Jorge. Éste la registró cuidadosamente en su cuaderno de campo.
En breve tiempo, habían quedado desmanteladas dos mentiras más de los Messer.
—Ahora me queda realizar una sola investigación —-dijo Jorge antes de ir a
dormir—. Pasado mañana viajaré a Nueva York. Cuando ambos salieron de la oficina, la abuela ya los estaba esperando con
la cena. Antes de dedicarse a este placentero disfrute, Jorge llamó a la agencia de
—¿Qué te queda por investigar? —preguntó Adán—. Por supuesto que te
viajes y canceló el vuelo a Nueva York. Ahora disponía de tres días enteros para
ayudaré. conocer algo más de la fascinante Ciudad de México.
—Jonny Messer dijo que el padre colocó el papiro en una caja fuerte en el
Los tres días fueron espectaculares. Bajo la sabia guía de su abuelo, Jorge llegó
Mount Alban Brothers Bank de Nueva York, filial de un banco de Oaxaca. Así a conocer no sólo las atracciones celebérrimas del Distrito Federal, sino también
que debo ir a verificar este dato.
202 El papiro de los ricos

los rincones menos conocidos, pero no menos pintorescos y expresivos de la his-


toria y el presente de México.
El sol ya dibujaba sombras muy estiradas sobre el panorama urbano y se dis-
ponía a ocultarse debajo del horizonte, cuando al final del tercer día Adán llevó a
su nieto al Aeropuerto.
—Me has proporcionado un distinguido privilegio —dijo Adán, mientras
Jorge bajaba del vehículo para ingresar a la Terminal Aérea—. Me has permitido
colaborar contigo en el desenmascaramiento del mayor fraude del siglo XXI. 17. El sello de garantía del fraude
—Espera, abuelo; todavía no hemos terminado. No cantemos gloria antes
de la victoria. Aún puede pasar cualquier cosa. La vida está llena de imprevistos. Jorge se despertó cuando los primeros rayos del sol comenzaron a acariciar la
punta del ala izquierda del avión. Estaban sobrevolando el noroeste argentino. Al
Cuánta razón tenía el joven Jorge. rato trajeron el desayuno. Cuando finalizó esta ceremonia, el capitán avisó que
estaba iniciando el descenso para aterrizar en aproximadamente veinte minutos
en Buenos Aires. Como siempre en este momento de un vuelo, un curioso ner-
viosismo se extendió entre los pasajeros, que llegó a su fin cuando el aparato se
posó sobre la pista de Ezeiza.

Jorge tomó un taxi a la terminal de ómnibus de Retiro y abordó el primer


ómnibus que salía a Urdinarrain. Después de pasar por el complejo de puentes
de Zarate y Brazo Largo, intentó redactar la última parte de su artículo, pero no
pudo concentrarse. Así que optó por mirar el paisaje, archiconocido por cierto,
pero igualmente saturado con algunas sorpresitas: una cigüeña, una bandada de
loros, hermosas flores en los bañados y esteros, un arroyo desbordado, camalotes;
y, ya sobre el trayecto final entre Gualeguaychú y Urdinarrain, incluso un ñandú.

Al llegar a su domicilio, tuvo que ventilar un largo rato la casa. Los muchos
días de encierro se hacían sentir. Mientras se preparó algo para comer, le vino una
especie de iluminación.
En el papiro había aún un dato que hasta ese momento no había podido
ubicar. Era la historia de la conexión entre la vid y el olmo, aplicada a la relación
entre pobres y ricos, en el sentido de que siempre debía haber ricos para poder
sostener a los pobres; y pobres, para poder orar por los ricos. Jorge había cons-
tatado que en la Biblia no existía paralelo alguno para esta imagen. Igualmente
el relato le parecía conocido. Ahora, mientras pelaba unas papas, se acordó que
la comparación de la vid y el olmo se hallaba en un escrito del siglo II intitulado
Pastor de Hermas, redactado quizá entre los años 130 y 140. El Pastor pertenecía a
un conjunto de textos llamados "Padres Apostólicos". Jorge dejó las papas, se lavó
las manos y fue a su biblioteca. Tras buscar algunos minutos, halló lo que buscaba.

203
204 El papiro de los ricos 205
17. El sello de garantía del fraude

Al comparar la traducción al inglés hecha por Jonny Messer con la versión dependencia mutua entre el rico y el pobre. El Pastor de Hermas agregó a este es-
castellana en su edición de los Padres Apostólicos, Jorge encontró tantas similitudes quema la teoría del equilibrio. Esto encuadraba de alguna manera en la ideología
que fue directamente a los respectivos textos griegos. Para su enorme sorpresa del "papiro de los ricos", aunque éste reflejaba la última etapa de esas vueltas de
halló una serie de coincidencias literales de manera que quedaba descartada cual-
tuerca hacia la total "rehabilitación" de los ricos y la anulación de todo cuestiona-
quier coincidencia. Se le escapó un "¡Viva!", pero inmediatamente le asaltó una
miento de los mecanismos de apropiación y uso de la riqueza.
duda: ¿No podía ser acaso que Jesús haya creado esta breve analogía y que la mis-
ma no haya llegado a entrar a los Evangelios canónicos, sino que fuera transmitida Jorge se puso muy contento con lo que había descubierto. Terminó de pelar
por otras vías hasta llegar al autor del texto del siglo II? La honestidad académica sus papas a altas horas de la noche.
de Jorge tenía que ceder aquí el beneficio de la duda, aunque de hecho él estaba
Al día siguiente, quiso emprender la última embestida. Repasó de nuevo todas
nuevamente ante un indicio más que se agregaba a los anteriores. Recordó que
sus anotaciones y la manera cómo había estructurado su artículo con los datos
los autores patrísticos Tertuliano e Ireneo de Lyon citan al Pastor de Hermas como
obtenidos. Cada escala del estudio del texto y del viaje fue una nueva evidencia
Escritura; y que también aparecía como parte del Nuevo Testamento en dos edi-
que el "camino del papiro" era una construcción artificial para engañar a la gente.
ciones del mismo, llamados Códice Sinaítico uno y Códice Claromontano el otro.
La historia aparecía como basada en datos que sonaban reales, pero que eran una
El autor del texto, por su parte, parecía provenir de círculos judeocristianos del
mezcla de fragmentos de realidad con mucha ficción, y siempre había algún de-
siglo I. La obra contiene cinco visiones de género apocalíptico, doce mandamien-
talle o varios que no coincidían con el relato. Sobre todo las fechas evidenciaban
tos sobre virtudes cristianas y humanas en general, y diez comparaciones.
abismos garrafales desde algunas décadas hasta unos cuantos siglos.
Jorge buscó un comentario a los textos de los Padres Apostólicos y repasó los
De repente, Jorge sentía que su desenmascaramiento no cerraba del todo. Para
datos sobre el Pastor de Hermas. Vio que en este escrito los ricos eran invitados al
casi todas las fallas o errores del relato de los Messer podía inventarse alguna
arrepentimiento y llamados a usar la riqueza a favor de los pobres y necesitados.
excusa o explicación. Jorge se asustó enormemente cuando se dio cuenta de que
Para Hermas, la riqueza era una dádiva de Dios que debía ser usada en beneficio
su triunfo, que le había parecido estar al alcance de la mano, aún estaba a cierta
del pobre. Por medio de la riqueza, los ricos podían realizar obras buenas, y por
distancia. Incluso parecía alejarse. "Es como que me falta algo", pensó, "un 'sello
eso la riqueza podía ser útil. El rico era considerado pobre espiritualmente, y el
de garantía' del fraude".
pobre en lo económico era comprendido como rico en lo espiritual. Cuando el
rico daba al pobre y el pobre oraba por el rico, ambos realizaban la obra de Dios. No daba más de saturación. Estaba harto. Todos los datos cuidadosamente
Hasta aquí la teología del Pastor de Hermas. elaborados y las posibles excusas comenzaron a revolotear en su cabeza, formando
un torbellino de ideas contradictorias. Jorge se levantó, abandonó el escritorio y
Jorge constató que allí no había ningún cuestionamiento de la riqueza ni de su
se dirigió al jardín. Quería desconectarse. Necesitaba urgentemente una pausa.
procedencia. Simplemente se decía que la riqueza provenía de Dios. Este escrito
Creativa, en lo posible. Se sentó debajo de un árbol de paraíso sombrilla, planta-
del siglo II estaba a años luz de aquella radicalidad del Evangelio de Lucas y de la
do por su antecesor en el cargo pastoral; cerró los ojos y permaneció en silencio.
Epístola de Santiago. Estos textos canónicos cuestionaban a los ricos como clase,
Estuvo así un largo rato, perdiendo la noción de tiempo y tratando de no pensar
denunciaban la apropiación ilegítima de la fuerza de trabajo de los jornaleros,
nada. Pero justamente cuando alguien hace tal esfuerzo, parece que los pensa-
desenmascaraban el afán de acumulación, anunciaban la total inutilidad del ate-
soramiento y del carácter trágico y mortal de esa actitud. En cambio, en el Pastor mientos se conjuran contra la voluntad y aparecen con mayor presión. Cuando
de Hermas había una yuxtaposición paradójica de la riqueza espiritual del pobre alguien se propone no pensar en elefantes rosados, estos curiosos bichos no se van
y la riqueza material del rico. Evidentemente la situación socioeconómica y tam- más de la imaginación. Igualmente Jorge consiguió serenarse hasta tal punto que
bién teológica de las comunidades cristianas se había desarrollado en la dirección se dijo que revisando punto por punto desde el principio toda la cuestión, quizá
denunciada y temida por Santiago y contra la que éste había levantado su voz: descubriría algo nuevo, algún dato no visto la primera vez, alguna pista conside-
los ricos se transformaron en miembros muy bien establecidos y poderosos de la rada de menor importancia pero finalmente decisiva.
comunidad, y su incorporación era comprendida y justificada con la teoría de la
206 El papiro de los ricos
17. El sello de garantía del fraude 207

Volvió a su escritorio y abrió la imagen del papiro en la computadora. Decidió


el último vestigio de café de cada tecla y los pequeños resortes. Cuando limpió la
revisar el curioso documento letra por letra, punto por punto, línea por línea,
tecla de la "P", le vino la tan ansiada iluminación. Por fin se acordó dónde había
centímetro por centímetro. Aprovechó para ello la función de ampliación de la
visto la curiosa estrellita. Estaba seguro de que poseía un papiro moderno con ese
imagen. Cuando estaba llegando casi al final de la primera hoja sin haber descu-
mismo signo, uno de esos papiros en blanco que se venden en los países orientales
bierto nada nuevo ni llamativo, miró el reloj y se asustó. Había tardado una hora
y en bazares europeos que comercializan productos de Oriente. Cuando estaba
con esa revisión. Se le iba a ir el día entero y media noche con el papiro entero. Y
en Chicago, se lo regaló un profesor que había ido a dictar unas conferencias en
aún le faltaba una última línea de la primera hoja.
Jerusalén. El docente había adquirido el papiro en un bazar cercano a la Puerta
"No importa el tiempo que invierta", se dijo, "o hacemos bien las cosas o no de Jaffa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Jorge siempre había querido escribir
las hacemos". Fue a prepararse un café. Cuando volvió a su computadora, quiso algunos versículos del Nuevo Testamento en el papiro. Pero cuando concluyó los
pasar a la segunda hoja del documento, pues estimó que no encontraría nada estudios, el papiro quedó guardado en alguna gaveta, esperando sus versículos.
en la última línea de la primera. Pero tras una brevísima duda prefirió examinar Jorge no lo tocó nunca más. El papiro había venido en un sobre especial con una
también esa última línea con el mismo esmero de siempre. leyenda que indicaba que se trataba de una pieza de importación elaborada en
Alejandría, Egipto. Allí un enamorado de las antigüedades, instalado en un barco
Lo que descubrió allí bien al pie de la página, prácticamente escondidito, lo
en el Nilo, fabricaba papiros modernos con el mismo procedimiento con el cual
alteró de tal forma que volcó su taza de café sobre el teclado. Una parte del chorro
se habían elaboraban los papiros en la antigüedad. Pero, ¿dónde había quedado
del aromático líquido pardo se buscó su camino entre las teclas, otra parte superó
ese papiro?
el borde de la mesita y se volcó sobre el pantalón de Jorge. No prestándole aten-
ción a este hecho y sin sentir el líquido caliente sobre la piel de sus piernas, amplió Jorge revolvió desesperadamente todos sus cuadernos de apuntes y demás pa-
todo lo posible la imagen y luego la movió cuidadosamente varias veces hacia peles guardados desde la época de sus estudios. De paso aprovechó para hacer un
arriba y hacia abajo, hacia la derecha y la izquierda. No había duda alguna: en el poco de limpieza en su escritorio y tiró unos cuantos papeles al tacho de basura.
borde inferior izquierdo del papiro, apenas visible, había una finísima estrellita El resultado de su búsqueda fue nulo. Desde las gavetas revueltas esta nulidad se
roja de cinco puntas. No la había visto antes. Claro, era sumamente diminuta. trasladó al ánimo de Jorge, pues ahora todo dependía de una miserable estrellita
Cada rayita tenía a lo sumo un milímetro, de manera que la estrellita no llegaba sobre un papiro seguramente ya deshilacliado y desteñido. Quizá ya ni siquiera
a medir dos milímetros de diámetro. Lo más llamativo era la construcción de la lucía esa marca. Habían pasado ocho largos años y tres mudanzas desde que Jorge
estrella. No estaba formada por pequeños triangulitos, al estilo de las estrellas del había recibido ese souvenir oriental.
mar o como suele representarse gráficamente una estrella. Estaba formada por
cinco líneas que convergían en el centro. Jorge hervía de frustración, rabia, bronca e incluso cólera. Era un náufrago
aferrado de un papiro humedecido que se le deshacía entre las manos. Había
Jorge quedó mirando durante varios minutos la figurita. Muy vagamente re- invertido su tiempo, sus esfuerzos, su dinero y sus vacaciones en una investiga-
cordaba haber visto en algún lugar exactamente el mismo garabato decorativo. Y ción cuya comprobación final dependía de cinco misérrimas rayitas rojas de un
no precisamente en un objeto de casi dos mil años de antigüedad, sino en uno milímetro de extensión. Claro que podía presentar todas sus investigaciones al
muy reciente. Pero por más esfuerzo que hacía, no lograba recordar dónde había público a través del diario de Buenos Aires y de su blog; pero sospechaba que
visto este mismo simbolito. Era de suponerse que si un papiro que provenía del Jonny Messer iba a refutar buena parte de los descubrimientos hechos, cambian-
primer siglo de la era cristiana ostentaba una determinada marca que también do simplemente las fechas y disculpándose por algunos errores cometidos en el
aparecía en un objeto mucho más reciente, el nuevo repetía el rótulo del antiguo. fragor de la batalla. Ni siquiera estaba en juego el honor de Jorge. Estaba en juego
O el objeto antiguo no era tal, sino que delataba que era nuevo y sólo artificial- el evangelio mismo.
mente "antiguo".
"Voy a quemar este montón de basura", pensó Jorge, tomó el tacho y se dirigió
Por fin Jorge se levantó, tomó un baño y se puso un pantalón nuevo. Luego al patio. Allí tenía una pequeña salamandra de hierro fundido, usado en décadas
limpió cuidadosamente el teclado, desarmándolo íntegramente y quitando hasta pasadas para calefaccionar la casa en invierno y luego reemplazada por calefacción
208 El papiro de los ricos
17. El sello de garantía del fraude 209

a gas. Ahora cumplía una función decorativa entre dos arbustos en el jardín. De
mismo. Jorge hizo la prueba final y revisó las ocho hojas. Todas llevaban la misma
tanto en tanto, Jorge quemaba allí papeles o cartón.
marquita en el mismo lugar.
El ser humano tiene una relación muy peculiar con el fuego. En las capas más
Siempre le había ofendido muchísimo a Jorge cuando alguien le mentía o lo
profundas de la conciencia colectiva deben estar grabadas las imágenes y sensa-
tomaba por bruto o estúpido. Trataba de ser honesto y sincero con todos, y espe-
ciones de las primeras fogatas de la incipiente humanidad, que brindaban calor y
raba lo mismo en el trato por parte de los demás. Pero esto ya era el colmo. Un
protección a los más remotos antepasados. La fascinación del fuego se transmitió
supuesto experto en papiros antiguos le "vendió" un cuento mayúsculo. A él y a
a toda la humanidad. Millones vibran ante un despliegue de luces de todo tipo,
la humanidad crédula y ávida de extravagancias. A ese tipo no le había importado
fuegos artificiales, aparatos que producen o simulan fuego o simplemente una
en lo más mínimo tergiversar totalmente la verdad histórica.
vela prendida sobre una mesa de cumpleaños o de Navidad.
Jorge dividió sus sensaciones en una mitad de bronca por el engaño y en otra
Jorge abrió la puertita de la salamandra y comenzó a introducir los residuos en
mitad de inmensa alegría por haber desenmascarado absolutamente toda la farsa.
el receptáculo. Luego prendió fuego al papel. Las llamas rojas y naranjas se entre-
Pero no eran mitades geométricamente definidas. Se entrelazaban como todo en
lazaban con el humo blancuzco que ellas mismas producían. Hoja tras hoja iba
la vida. De a ratos, Jorge tenía la sensación de haber cometido una locura muy
a parar al pequeño infierno. Ya faltaban pocas. Justo cuando Jorge quería meter
extravagante con su enorme gira; pero luego sentía la satisfacción del deber cum-
las últimas dos o tres, sonó el teléfono. Arrojó los papeles al piso, pues no quería
plido. La estrellita del papiro era lo que tanto había necesitado y pedido. Con in-
perderse el espectáculo de la quema, y fue al escritorio. Atendió, colgó el teléfono
mensa alegría llamó a Gladys y le dijo tan sólo que había descubierto finalmente
y volvió a tu tarea fogosa. Juntó las hojas tiradas y ya las estaba por introducir a la
el sello de garantía del fraude. No le quiso adelantar por teléfono en qué consistía
salamandra, cuando por segunda vez en esta tarde quedó alterado. Entre dos hojas
ese sello. Lo iba a publicar en un extenso artículo en el diario y en el blog.
con apuntes ya inútiles, abrochadas por las cuatro esquinas cuan sobre protector
que envolvía otra hoja algo más pequeña, asomaba una puntita amarilla. Era el Esta vez se preparó una cena espectacular. Primero pensó salir a cenar en algún
papiro del bazar de Jerusalén. restaurante, pero tenía ganas de ordenar sus sentimientos y pensamiento, y para
Ir al escritorio, buscar la estrellita en el papiro de Messer y comparar la figurita eso no convenía meterse en la bulla de la calle y de los locales. Además, tenía
supuestamente tan antigua con la estrellita en el papiro nuevo comprado hace ganas de volver a llamar a Gladys. Tenía tanto para contarle que necesitaba la
pocos años en Jerusalén, eran los eslabones superpuestos de una misma acción seguridad del hogar para hacerlo. Y así lo hizo.
desarrollada en segundos. No había ninguna duda. El papiro moderno lucía exac- Luego preparó sus anotaciones y dispuso todo para terminar mañana a prime-
tamente la misma estrellita. Evidentemente era alguna marca de fábrica. ra hora el artículo con el cual se proponía dar la estocada final. El tiro de gracia.
Por fin Jorge tenía la prueba decisiva de que se trataba de un fraude, pues la Ya eran casi las doce de la noche cuando Jorge revisó el blog y leyó los nuevos
posibilidad de que un papiro de,,casi dos mil años y un papiro actual elaborado comentarios. Había un par de entradas muy acidas, pero ya ninguna con palabras
para turistas llevaran la misma identificación en cuanto a forma, tamaño, color zafadas. A todas luces, el filtro instalado funcionaba muy bien. Y después seguían
y lugar, seguramente era de una a un millón de millones. Una nueva inspección las declaraciones positivas, entusiastas y hasta devotas. Una en especial suscitó el
quitó el último resto de duda referida a la posibilidad de que el papiro moder- interés de Jorge. Decía:
no llevara una estrellita copiada de un papiro antiguo. Con suficiente aumento,
se veía claramente que la estrellita en el papiro de Jonny Messer no había sido "Bravo, San Jorge, ¡así se hace! En mi juventud -ya hace siete décadas- fui
trazada con algún estilo o pincel, sino que había sido impresa sobre el papiro. miembro de la Liga de San Jorge, y aún conservo una lámina con el Santo de mi
Igual que la estrellita sobre el papiro moderno comprado en el bazar. Ahora todo devoción. ¡Felicitaciones! ¡Nunca vi a alguien con tanta inteligencia y tanto cora-
quedó aclarado. El papirólogo mentiroso, estafador, engañador, fraudulento, em- je! ¡Termina de una vez con ese dragón!"
baucador y tramposo se había conseguido varias hojas de papiro comercializado Jorge conocía vagamente la leyenda de San Jorge y el dragón. Fue a su enci-
y escribió en ellas un texto de su propia cosecha. Un engendro inventado por él
clopedia y se enteró que aquel Santo del siglo III era oriundo de Capadocia, hoy
210 El papiro de los ricos

Turquía; que había sido militar del ejército romano en tiempos de Diocleciano, el
emperador romano que intentó liquidar totalmente el cristianismo; y que se negó
a ejecutar la orden de persecución sangrienta de los cristianos, sufriendo por ello
el martirio. Lógicamente se lo veneró por esta defensa heroica de la fe cristiana;
y paulatinamente se formaron leyendas en torno a esta figura audaz. La más co-
nocida es la de la victoria sobre el dragón, surgida en el siglo IX. Algunos habían
proporcionado una interpretación religiosa de esta leyenda: el Santo representaba
a los creyentes, el caballo blanco simbolizaba la Iglesia y el dragón era la suma de
todo lo que se oponía a Dios y su obra.
18. A un paso de la muerte
Ahora Jorge comprendió lo que le había intentado transmitir su inconsciente
Jorge durmió tan bien como nunca en las últimas semanas. Con toda tranquili-
a través del sueño en Zúrich. Por fin sabía quién era el pequeño jinete con la lan-
dad se preparó un buen desayuno, y luego se puso a terminar su informe final,
za, que había liquidado a los cangrejos y al vampiro y que hizo retroceder a Jonny
repasando nuevamente punto por punto los errores cometidos por el papirólogo y
Messer. Sólo le faltaba identificar las jeringas de Freud y Rorschach.
las mentiras divulgadas con respecto al recorrido del papiro. La primera parte del
artículo contenía la enumeración de las faltas en el papiro mismo; la segunda era
su propio relato de viaje, destacando en qué puntos había mentido el informante.
Terminó su tarea sobre el mediodía. Luego de una última lectura, envió el artículo
juntamente con una serie de fotos al diario de Buenos Aires y una versión algo
abreviada al blog. A la vez anunció que prepararía en un par de días un análisis
teológico del papiro para desenmascarar también la "teología de la prosperidad"
sobre la que estaba construida la ideología divulgada por ese fraude superlativo.

Una hora después, comenzó la batahola de comentarios, correos electrónicos


y llamadas telefónicas. El director del diario le avisó que estaba negociando una
publicación conjunta y paralela del artículo con una serie de diarios internaciona-
les y con varios canales de televisión. Claro, suculentos honorarios y derechos de
autor y edición de por medio.
—Vamos a fundir a nuestros "colegas" del norte que le dieron micrófono y
cámara a Jonny Messer —dijo con un tono de satisfacción superlativa—; éstos
no se embarcarán nunca más en semejante aventura. Te tocará una buena tajada
de la ganancia.
—No me interesa el dinero, sino que se conozca la verdad —respondió Jorge
secamente—. Ya tengo mi satisfacción.
Unos minutos después, Jorge recibió una amenaza por teléfono.
—Te vamos a mandar al infierno —dijo una voz ronca—; ya dijiste demasiado.
Lamentablemente Jorge no tenía identificador de llamadas en su teléfono de
escritorio como para poder denunciar la llamada y permitir su rastreo. Al rato,
llegaron varias llamadas más del mismo tenor. Eran un repaso de los sinónimos de

211
212 El papiro de los ríeos
18. A un paso de la muerte 213

matar, liquidar, sacrificar, extinguir, apagar, oscurecer, aniquilar, destruir, sofocar,


hacer desaparecer y muchos más. Jorge tragó en seco. Al rato, le pareció ver el vehículo sospechoso delante del colectivo, alejándose
con cierta velocidad. Eso le dio más tranquilidad. Sin embargo, cuando descendió
A la hora de la merienda, comenzaron a entrar correos electrónicos de intimi- del colectivo en Liniers, tuvo la difusa sensación de que lo estaban observando
dación y de amenazas abiertas. Un tipo que firmaba como "El vengador" anunció y siguiendo. "No seas paranoico" se dijo a sí mismo; pero no pudo deshacerse
"medidas drásticas"; otro le puso un ultimátum: "O cierras hoy mismo el blog, o de la sensación de que una figura huidiza se le había pegado a los talones. A esa
te cerramos la boca para siempre"; y un tercero, que firmaba como "El Matón a hora, se movían miles de personas en las calles y veredas de Liniers. Era un barrio
Sueldo", lisa y llanamente avisó: "Hoy es tu penúltimo día". densamente poblado, con muchísimos negocios de todo tipo y una terminal de
En un primer momento, Jorge no le asignó importancia a esta ola de adver- ómnibus con movimiento tumultuoso. Un concierto turbulento de bocinazos,
tencias y amenazas. Pero poco a poco un escalofrío recorrió primero su psique, gritos, música a todo volumen, ronquidos de motores, vocinglería y alaridos in-
luego su mente y finalmente su cuerpo entero. ¿A qué se debía tanta agresividad? asibles se mezclaba con luces, sombras y destellos. Y ahí, en medio de esa jungla,
¿Qué intereses se jugaban con ese maldito papiro? ¿Era sólo una maquinación de parecía moverse también una sombra sospechosa.
alguien que quería colocarse en primera plana en los medios internacionales, o
Efectivamente, luego de que Jorge caminara una cuadra y media, la sombra
había algo más detrás de este fraude?
se le acercó, lo tomó del antebrazo derecho con el puño izquierdo, apretándolo
"Sea como fuere", pensó Jorge, "yo continúo. Ahora con más decisión que férreamente; y Jorge sintió el frío hierro de la boca de una pistola en su cuello.
antes". Con voz ronca ordenó la sombra:

Decidió no esperar más con el análisis teológico, sino poner manos a la obra. —Ninguna palabra, si no, bum, y quedas frito.
Pero para este artículo no le alcanzaba su propia biblioteca. Debía volver a hurgar Jorge quedó congelado. Era el polo opuesto a frito. Siempre había temido un
en la Biblioteca de su Facultad. Así que fue a la terminal de ómnibus y sacó un asalto, pero nunca se lo había imaginado de esta forma. La sombra iba enfundada
pasaje a Buenos Aires para la mañana siguiente. en un saco muy largo, cerrado hasta arriba y con el cuello levantado; llevaba un
El día amaneció de manera espléndida. "Hoy será un gran día", fue el primer oscuro sombrero de fieltro que le tapaba la frente y ocultaba parte del rostro de-
pensamiento de Jorge cuando abrió la ventana y respiró aire fresco. Media hora trás de oscuras gafas. Era, pues, imposible verle la cara.
después, ya estaba sentado en el confortable ómnibus, viajando rumbo a Buenos
—¿Qué quieres? —osó decir Jorge con el corazón en la boca—. No tengo
Aires.
dinero, y no llevo nada de valor. Te equivocaste de víctima.
Trabajó arduamente durante todo el día en la Biblioteca. Fotocopió una mon-
—Silencio, dije —gruñó la sombra con voz apenas perceptible—; no nos inte-
taña de materiales y tomó numerosos apuntes; y cuando cerró sus carpetas y
resa tu dinero. Ya verás lo que queremos. Y tú sabes muy bien por qué.
su computadora portátil, consideró que había obtenido una excelente cosecha.
Empaquetó sus cosas y se dispuso a regresar. Al salir de la Facultad, le parecía que Siempre con la pistola puesta en el cuello de Jorge, la sombra lo guiaba len-
alguien lo estaba observando desde un vehículo verde oscuro estacionado junto a tamente hacia un vehículo oscuro estacionado a pocos metros de ahí. A Jorge le
la vereda. Hizo como si no hubiera visto el vehículo, cuyo ocupante inmediata- parecía que el hierro del arma era algo grande para ser la boca de un revolver o
mente subió la ventanilla polarizada impidiendo que se lo reconociera desde afue- una pistola común. Mirando muy disimuladamente de reojo hacia abajo, vio con
ra. Jorge se alejó de la Facultad y se dirigió a la Avenida Rivadavia, donde tomó un espanto que tenía puesto en el cuello la boca de un silenciador colocado sobre el
colectivo urbano hasta Liniers. Allí debía abordar el ómnibus interurbano a Entre caño de la pistola. Una pesadilla tremenda. Esto complicaba enormemente cual-
Ríos. En cierto momento creyó ver el vehículo verde oscuro a cierta distancia de- quier intento de fuga. Un disparo normal alertaba a mucha gente y dificultaba la
trás del colectivo. Se sentía bastante cansado luego de una jornada tan completa, huida del asesino; pero si el criminal trabajaba con un silenciador, podía llevar a
de manea que resolvió no prestarle más atención al asunto y alegrarse en cambio cabo su nefasto objetivo sin temer que más que una o dos personas se percataran
por una buena cosecha de datos nuevos que llevaba en su mochila. del hecho, pudiendo escabullirse de inmediato entre los transeúntes como si nada
hubiera pasado.
214 El papiro de los ricos 18. A un paso de la muerte 215

Ya casi a un paso del auto, la sombra le dijo: propia voluntad. Pero no se arrepintió de su proyecto de desenmascaramiento del
maldito papiro. Si éste era el precio que debía pagar por defender su fe y la verdad
—Cacareaste demasiado sobre un papel viejo. Ahora te vamos a enseñar que cristiana, pues que así sea. Supuso que Dios se manejaba con otras dimensiones
con nuestros clientes no se juega. de tiempo, incomprensibles para la mente humana. Las medidas humanas suelen
Jorge se obligó a permanecer totalmente quieto. Interiormente estaba tenso colisionar con las divinas como en un acelerador de partículas.
como nunca antes en su vida. Sabía que cualquier movimiento brusco disminuía Pocos metros más adelante, se produjo una tal colisión, vaya uno a saber de
sus posibilidades de vida. Hizo un intento de calcular sus posibilidades de escapar, qué dimensiones. Pero quedó claro que las masas enfrentadas eran bastante más
pero tuvo que aceptar que las mismas eran prácticamente nulas. La sombra abrió voluminosas que las de meras partículas subatómicas. Cuando el vehículo del
la puerta trasera del coche, empujó brutalmente a Jorge al interior del vehículo secuestrador se acercó a la tercera bocacalle, que no contaba con semáforo y por
y bloqueó ambas puertas traseras con un control remoto que llevaba colgado del consiguiente era un verdadero caos, Jorge se percató que desde la izquierda se
cuello. Luego sacó las llaves del auto de su bolsillo, abrió la puerta del conductor, aproximaba un enorme camión. Dedujo su tamaño por el bramido imponente
se ubicó en el asiento y arrancó el motor, siempre con la pistola en la mano y listo del motor. Tirándose hacia el lado derecho del asiento trasero, grito con fuerza:
para sofocar cualquier intento de resistencia por parte de Jorge. Una gruesa reja
entre el asiento delantero y el trasero dividía el interior del coche en dos compar- —¡Nos van a chocar, cuidado, idiota!
timentos, de manera que era imposible pasarse de uno al otro. El idiota, que también estaba escuchando el ronquido amenazante del camión,
La sombra aceleró a fondo y el vehículo pegó un salto hacia delante. Las rue- pero que no pudo distinguir de qué lado venía éste, titubeó por una fracción de
das chirriaron sobre el asfalto y levantaron un repugnante humo gris oscuro. Jorge segundo, perdió el control y, en lugar de frenar, aceleró e intentó doblar hacia la
llevaba una minúscula tijerita colgada del llavero ubicado en el bolsillo izquierdo izquierda. Quizá pensó que el vehículo venía del lado derecho. Eso ya nunca se
de su pantalón. Calculó que si lograba sacar esa tijerita, podría clavársela a la som- podrá averiguar. Qué lástima.
bra en el brazo derecho, o incluso herirlo en la espalda o la nuca para que soltara El impacto fue colosal. La titánica trompa del camión se incrustó en el costa-
momentáneamente la pistola, para luego intentar una fuga. Pero inmediatamente do izquierdo del coche y lo comprimió con conductor y todo. El encontronazo
se acordó del clásico "clic" que había escuchado cuando la sombra bloqueó las torció la carrocería entera e hizo que se abriera la puerta trasera del lado derecho.
puertas traseras del auto. Igualmente se animó a meter sigilosamente la mano iz- Con la rapidez de un relámpago, Jorge aprovechó la oportunidad para escabullirse
quierda en el bolsillo y comenzó a buscar su tijerita. Pero no había calculado con por la tan bienvenida apertura. Una vez fuera del coche, se tiró al suelo, gateó
la astucia de la sombra. El nefasto delincuente había instalado varios espejos retro- hacia atrás, se metió entre la gente que a esa hora llenaba de a miles las veredas y
visores en el vehículo, además del espejo central. Podía controlar todo el espacio. calles; luego se incorporó, se quitó el saco para camuflarse un poco, caminó en
Jorge no se había percatado de la existencia de esos espejos. Evidentemente no zigzag y se dirigió lo más rápidamente posible a la terminal de ómnibus. Todo ello
estaba ante un ladronzuelo de gallinas, sino ante un experimentado secuestrador con su mochila a cuestas, con su computadora portátil y un centenar de fotoco-
y matón a sueldo. pias y datos recopilados en la Biblioteca de la Facultad. Abordó el ómnibus, que
—Saca la mano del bolsillo, pues te fulmino aquí mismo —dijo con voz ronca ya estaba listo para salir, se enchufó en su asiento y se tapó con el saco, haciéndose
el perverso criminal—. Y ahora te mantienes absolutamente quieto allí. Rápido, el dormido.
o te pego un tiro. En el lugar del horripilante suceso, inmediatamente se había formado un
No le quedó otra alternativa a Jorge que obedecer. Se encomendó ferviente- grueso enjambre de gente alrededor de los dos vehículos que se habían besado
mente a Dios y se preparó para lo peor, jurándose que iba a vender su vida de la tan apasionadamente. La escena era espasmódica. Nadie había tomado nota del
manera más cara posible. Sin proponérselo, en fracción de segundos Jorge hizo pasajero fugado. Todos gritaban, gesticulaban, vociferaban y braceaban a la vez.
un repaso completo de su vida. Pensó en Gladys, su corta edad, sus padres, sus Cada cual contó el accidente a su manera, no faltando las típicas exageraciones
abuelos, su comunidad en Entre Ríos. Pensó en el lío en que se había metido por del caso. El costado izquierdo del coche se parecía a una laucha metálica pasada
216 El papiro de los ricos
18. A un paso de la muerte 217

por una máquina de picar carne. Efectivamente, lo era también en el sentido


retorcía una y otra vez; y sólo cuando giró totalmente hacia su lado derecho, su
literal, pues los metales habían picado carne. Al ratito llegó la policía y acordonó
propio peso dejó suelta la manga de su campera con la que se había envuelto, y así
la escena. Luego vino una dotación de bomberos en una unidad de rescate y co-
pudo deshacerse del abrazo sofocante. Bañado en sudor y temblando como una
menzó a trabajar con sierras eléctricas, teniendo que cortar las chapas retorcidas y
hoja, se incorporó de un salto, chocando el compartimiento superior del ómnibus
los hierros sensualmente entretejidos para poder liberar los restos descuartizados
y cayendo de nuevo sobre su asiento. La confusión no quería terminar. Luego
de quien en vida había sido "el Señor Sombra". La falta de iluminación adecuada
de un buen rato, se percató de que el ómnibus estaba entrando a la terminal de
hizo lo suyo para agregar una dosis de aterrador espanto a la horrible escena. La
Urdinarrain. Allí terminó el viaje.
penumbra siempre agranda los espectros. Varios espectadores tomaron fotos con
sus celulares, y a los pocos minutos también se presentó un reportero gráfico. La Tambaleando, bajó del vehículo y caminó las pocas cuadras a su casa, donde se
novedad era imperdible. Mientras que el periodista grababa en vivo el rescate de metió inmediatamente a la cama. Por supuesto, no halló tranquilidad, pues debía
los restos descuartizados que los bomberos sacaban del retorcido conjunto de me- sospechar que quienes estaban detrás del mandato de la sombra no escatimarían
tales, le brotaban las más sádicas comparaciones, que tanto agradan al morbo de ningún esfuerzo hasta conseguir sus fines. Sobre la identidad de éstos sólo podía
una sociedad enfermiza llena de repugnantes vetas sadomasoquistas. El conjunto especular, pero sus cavilaciones no anunciaban ningún final feliz. Dormir así le
formado por segmentos del cuerpo destrozado y metales ensortijados tenía pinta resultó imposible. Se retorcía y giraba en la cama cuan barrena enloquecida. Tras
de un termincttor aniquilado, tal como había aparecido hacia el final de aquella muchísimo reflexionar, tomó una decisión tajante.
película.
Hasta ese momento, Jorge había tratado de tomar sus decisiones en lo po-
Cuando los bomberos habían desembrollado el último vínculo entre metales sible por consenso con la gente con la que le tocaba trabajar. Pero esta vez no
y partes originalmente humanas, Jorge ya estaba a casi 200 kilómetros de la luc- había nadie a quien preguntar. Ni siquiera se animaba a consultar a Gladys. Sus
tuosa escena. Cuando las rotativas comenzaban a escupir las primeras hojas de la conexiones de internet o de teléfono podrían estar pinchadas. Así que tomó una
edición matutina de los diarios chillones con la información sobre el accidente decisión él solo. Una determinación drástica, definitiva y definitoria, jugándose
nuestro de cada día y de cada noche, Jorge comenzó a guerrear con una mons- por todo o nada. La iba a ejecutar a primera hora de la mañana. Pero antes debía
truosa pesadilla. Iba galopando en un hermoso caballo bayo sobre una tranquila preparar cuidadosamente un texto. Así que saltó de la cama y se puso a trabajar.
llanura. A lo lejos, una cadena de montañas proyectaba una solemne silueta sobre
Primero preparó un largo escrito para enviarlo esta vez como carta pública a
el cielo brillante. De repente, otro jinete comenzó a perseguir a Jorge. Estaba
los principales diarios de América Latina y en versión inglesa a los EE.UU. y a
montado sobre un cuadrúpedo salido del taller de algún zoólogo discípulo de
Europa, denunciando nuevamente, con más detalles y con todas las letras el en-
Frankenstein. Tenía patas de oso, cuerpo de hiena, cola de cascabel y cabeza de
gaño cometido por el papirólogo. Pero después recordó su contrato con el diario
yacaré. El jinete, enfundado en un poncho color sangre todo desflecado, estaba
de Buenos Aires, y se detuvo. No podía hacer arreglos personales sin consultar
preparando un lazo gigantesco. Cuando Jorge se percató que el terrible engendro
al director del diario. Ya estaba sintiendo como su yo desaparecía en un abismo
no venía en son de amistad, imprimió más velocidad a su corcel. Pero el horrible
depresivo cuando de repente le vino una idea mucho más brillante que la de la
espantajo hizo lo mismo. Cuando estaba cerca de Jorge, hizo girar el lazo varias
carta pública. Se imaginó que sería sumamente efectivo enfrentar directamente a
veces sobre su cabeza para arrojarlo finalmente sobre su víctima, que no tuvo
Jonny Messer en persona. Si el papirólogo mismo reconociera públicamente su
posibilidad de zafar. El lazo, formado por repugnantes serpientes, se cerró alre-
gigantesco fraude, el golpe de efecto sería inmensamente mayor. Entonces termi-
dedor de Jorge. Un increíble olor putrefacto llenó toda la llanura. En la lejanía
nó su informe, repasando punto por punto todos los errores y las falsedades que
comenzaron a temblar las montañas. Jorge sentía cómo el lazo lo sofocaba más
había descubierto tanto en el papiro mismo como en el relato de su trayectoria.
y más. Palideció y se dio cuenta que el trágico final era inevitable. Totalmente
Después preparó un testimonio muy cuidadoso de lo que le había pasado en
inmovilizado, con ambos brazos atados al cuerpo por el pavoroso lazo, sólo le
Buenos Aires, imprimió dos copias y colocó una en un sobre para despachárselo
quedaba esperar que el monstruo diera un tirón para arrancarlo de su caballo y
a Ricardo, el abogado amigo de su familia, con el pedido de publicar el informe
luego rematarlo con quién sabe qué arma. Apresado por el maldito lazo, Jorge se
y de dar los pasos legales necesarios en caso de que él no llegara a volver sano y
218 El papiro de los ricos

salvo del enfrentamiento que tenía por delante. Después elaboró sendas versiones
inglesas de ambos textos y también las imprimió.
Cuando hacia el oriente una tenue línea de color tibio comenzó a poner algo
de luz en el cielo nocturno, Jorge había concluido su trabajo. Fue a dormir una
hora y luego hizo varias llamadas telefónicas. Tuvo suerte. Consiguió un pasaje.
Juntó un poco de ropa y sus documentos y se embarcó a Buenos Aires.

19. El enfrentamiento decisivo


Jorge llegó a la terminal de ómnibus de Retiro cuando las agujas del reloj marca-
ban las dos y media de la tarde. Aún tenía suficiente tiempo, así que decidió llevar
personalmente el sobre a la oficina de Ricardo. Este lo recibió con mucha alegría,
porque por regla general el contacto entre ambos se realizaba por correo electró-
nico. Mientras Jorge le exponía su situación y su plan, Ricardo tomó cuidado-
samente nota de todos los datos. Repasaron juntos el testimonio de lo ocurrido
en Liniers, luego Jorge le proporcionó todos los datos relacionados con Jonny
Messer y le pidió que actuara inmediatamente si al tercer día no recibía noticias.
Ricardo quiso convencerle de que debía tomar inmediatamente medidas, pero
Jorge lo frenó.

—La "sombra" está muerta; y cualquier actuación puede poner sobre aviso a
los del norte. Primero enfrento al autor del mamarracho, y luego veremos.
Jorge firmó un poder con el que el abogado podía obrar en su nombre, se
despidió de su amigo y tomó un taxi a Ezeiza. Allí esperó pacientemente la salida
de su avión. Aprovechó el tiempo para repasar por enésima vez su informe am-
plio. Finalmente llegó la hora de salida. Al abordar el avión, Jorge tomó un diario
del montón que estaba a disposición de los pasajeros. Se acomodó en su asiento,
se encomendó a Dios como en todos sus viajes y demás emprendimientos, y se
dedicó al diario. El avión comenzó su carreteo hacia la pista de despegue, y a los
pocos minutos estaba en el aire.
Al llegar a la tercera página, Jorge quedó altamente sorprendido. Había allí un
amplio informe con abundantes fotos sobre la acción de las fuerzas de seguridad
luego de un accidente ocurrido en la noche de ayer en Liniers. Contaba que des-
pués de un choque en el que el único ocupante de un vehículo particular quedó
literalmente descuartizado al impactar sobre el lado izquierdo de su coche un
camión que circulaba a alta velocidad por una calle lateral de Liniers, la policía
encontró una pistola cargada y con silenciador. Alertado por este último "detalle"
no muy frecuente en asaltos comunes y debiendo sospechar que se trataba de un

219
220 El papiro de los ricos
19. El enfrentamiento decisivo 221

integrante de una banda dedicada a secuestros extorsivos, el investigador a cargo


movido por quién sabe qué señores ocultos, que por lo menos sepa lo que produ-
del caso sometió el vehículo a una revisión muy profunda, hasta dar con una
jo su juego. Y que se cuide, porque lo que intentaron hacer con Jorge, también
agenda en la que figuraba una dirección en Morón. Previendo la posibilidad de
podrán aplicárselo a este idiota útil e inútil a la vez.
un choque violento con más integrantes de una eventual banda de criminales, la
policía arribó al lugar con refuerzos, rodeó primero la manzana y luego la casa, y Jorge disfrutó de la cena como pocas veces en un viaje. Incluso solicitó otro
procedió a tomar el reducto. Como era de esperarse, los agentes fueron recibidos postre, que le fue concedido gentilmente. Luego descansó espléndidamente.
por una lluvia de balas, respondiendo de inmediato. En la balacera, un cabo re-
Estaba amaneciendo cuando el aparato se posó en la pista del Aeropuerto
sultó herido en el brazo izquierdo, mientras que los dos delincuentes que habían
John Fitzgerald Kennedy de Nueva York. Situado en Long Island a unos 20 Km.
abierto el fuego resultaron muertos. La revisión de la guarida evidenció que los
al noreste de Manhattan, este Aeropuerto era uno de los tres de la ciudad y el del
malvivientes habían instalado en el sótano una especie de calabozo para personas
mayor número de vuelos y pasajeros, distribuidos en sus nueve terminales.
secuestradas, no habiendo empero nadie en el refugio. Un detenido examen de
la casa produjo otro resultado inesperado, a saber, el descubrimiento de una lista Jorge tomó un taxi al centro de Manhattan. A los 30 minutos estaba frente
de las próximas tres víctimas de la banda. Como título del macabro listado de- al departamento del falsificador del siglo o acaso del milenio. El edificio no tenía
cía simplemente "Liquidar". Allí había un juez, conocido por su decidida actua- nada de espectacular. Puerta común, timbre sencillo, dos ventanas que daban
ción en contra de narcotraficantes internacionales; un periodista famoso por sus a la calle, cortinas que impedían las miradas curiosas al interior de la vivienda.
constantes denuncias de casos de corrupción; y un pastor de Entre Ríos. La lista Nada indicaba que ahí moraba el descifrador del papiro "más sensacional de toda
indicaba los nombres y las direcciones de los dos primeros, que inmediatamente la historia". Mejor dicho, el falsificador más osado de los últimos dos milenios.
fueron puestos bajo protección; con respecto al pastor, la escueta anotación sólo Ahora el pastor de Entre Ríos le colgaría una espada de Damocles en el roñoso
decía que "estaba publicando cosas sobre un antiguo documento, que molestaban cielorraso.
a nuestro cliente en los EE.UU." Ahora bien, decía la noticia, en la Provincia
Jorge se encomendó a Dios y apretó el timbre. Una débil voz dijo "Just a mo-
de Entre Ríos vivían muchísimos pastores. Vaya uno a saber a cuál se refería la
ment, please"; después se escucharon pasos amortiguados de pantuflas, ruido de
indicación. Por de pronto, las autoridades no podían seguir esta pista. También
llaves, la cerradura y el clásico chirrido de bisagras secas a las que les faltaba aceite.
fueron encontrados sesenta mil dólares en billetes grandes y una agenda con va-
Jorge colocó de inmediato su pie derecho entre el marco y la puerta. Un truquito
rios números de teléfono de los EE.UU., que ahora estaban siendo investigados.
para evitar que el tipo le cerrara la puerta delante de las narices.
"Gracias, Señor" logró exclamar Jorge. "¡De lo que me salvé! ¡De lo que me
El papirólogo aún no se había vestido del todo. Sin las gafas oscuras y el ma-
salvaste!"
quillaje de la presentación en televisión, su aspecto era endeble, casi enfermizo.
Ahora estaba segurísimo de que detrás del "papiro de los ricos" no estaba el
—Yes? —preguntó Jonny, repitiendo su pregunta cuando Jorge no contestó
Evangelio ni el interés académico o el amor a la verdad. Ahí se jugaban intereses
de inmediato—. Yes?
muy gruesos y sucios de la peor calaña. Jorge comenzó a vislumbrar que su ac-
tuación de destape de todo ese gigantesco engaño había puesto en peligro esos En ese momento, Jorge se acordó dónde había visto a este tipo: en Chicago,
intereses. Debía tratarse de intereses titánicos, ya que sus defensores hacían todo en algún programa ecuménico de estudiantes de teología de diversas facultades,
lo posible para silenciar definitivamente a quienes los cuestionaban, aunque fuere mientras pasó allí su año de intercambio. Pero aún no dijo nada.
un inofensivo pastorcito rural. Pero por lo visto, este pastorcito había dado en el
Jorge se presentó con nombre y apellido y dijo muy decididamente y con voz
blanco. Con sus descubrimientos y sus publicaciones, había metido el dedo en la
severa, que no admitía ninguna discusión:
llaga del gran capital.
—Vine de la Argentina para hablar sobre el papiro.
Jorge sacó cuidadosamente la hoja del diario y la guardó en su bolso de mano.
Se la iba a mostrar al papirólogo. Aunque quizás éste haya sido sólo un títere más —¿De dónde obtuviste mi dirección? —preguntó Jonny muy sorprendido—.
Yo no se la di a nadie.
222 El papiro de los ricos 19. El enfrentamiento decisivo 223

—Eso no interesa. No sólo obtuve tu dirección, sino muchísimas cosas más. Y publicarlo y tomar todas las medidas necesarias para actuar judicialmente a través
ahora quiero pasar. Tenemos que hablar. de los resortes internacionales si yo no estoy de regreso mañana a primera hora en
Jonny abrió la puerta e hizo pasar a su visita. Condujo a Jorge a su pequeño la Argentina. Toma, ahora lee esto.
escritorio donde había un estante con libros caóticamente apilados y un escritorio Jonny tomó tímidamente el manojo de páginas y comenzó a leer. Cuando
que exhibía un desorden infernal. Para que Jorge pudiera sentarse, Jonny primero había terminado la primera página, Jorge lo interrumpió.
tuvo que sacar ropa revuelta, papeles, un maletín y varios libros del sillón para las
—Conozco lo suficiente los sucios métodos de la mafia —comentó solemne-
visitas. Luego él mismo tomó asiento frente a su anárquico escritorio y esperó que
mente, haciendo un esfuerzo para no desesperarse con el recuerdo de lo que le
su visita iniciara el bombardeo. Sabía de qué se trataría.
había pasado hacía 36 horas—. Pero antes que a mí, primero te tocará a ti. Mi
Jorge se tomó todo el tiempo del mundo. Su vuelo de regreso partía a la no- abogado tiene todos tus datos: dirección, teléfono, celular, correo electrónico, IP,
che, así que podía conversar todo el día con el mentiroso número uno de Nueva número de identificación, tarjeta de identidad, carnet de conductor, tarjeta verde,
York. Miró detenidamente los títulos de los libros, un cuadro chillón y una tribu pasaporte, número de tu cuenta bancaria, número de título de propiedad de tu
de figuritas de plástico, imitaciones baratas de las esculturas clásicas de la Venus casa; y también todos los datos de tus amigotes.
de Milo, el Laocoonte y la Victoria de Samotracia. Kitsch a la enésima potencia.
Mientras Jorge examinaba el entorno, Jonny no se atrevió a mirarlo. Seguramente Jorge se sentía espléndidamente bien en su rol. Toda la bronca acumu-
estaba pensando en las respuestas que daría a las eventuales preguntas sobre el lada le salía ordenadamente por la mirada severa, la voz firme y la actuación
papiro. Jorge decidió sorprenderlo con una pregunta astuta. Calculó que si Jonny convencidísima.
había participado en aquel programa ecuménico de Chicago, en ese momento Jonny continuó leyendo. Luego de la cuarta página se atrevió a preguntar:
habría sido estudiante de teología de alguna Iglesia. Evidentemente había inte-
rrumpido su carrera, pues ahora no era ministro religioso. —¿Cómo me encontraste?
—Ya te dije que eso no interesa. Sólo te digo que todos tus datos están prepa-
—¿Por qué abandonaste tu estudio de teología? —preguntó Jorge con voz
rados para ser entregados a la justicia.
tajante—. En el encuentro de Chicago parecías muy convencido de tu vocación.
Jonny Messer tragó en seco y siguió leyendo. En una parte se agarró fuerte-
Jonny se había esperado cualquier cosa, menos esta pregunta.
mente de la silla, expiró profundamente, comenzó a sudar, soltó la silla, clavó las
—Porque... porque tuve un problema vocacional, eh... una cuestión personal uñas en sus piernas y dijo algo en voz muy baja. No sonaba muy melodioso. El
de pareja —tartamudeó—; y no quise seguir esa carrera. ¿De dónde sabes eso? aire a su alrededor estaba por estallar. Jonny siguió leyendo. Terminó luego de 40
largos y ansiosos minutos. Quedó deshecho. Un trapo mojado tirado en el piso.
—¿Y entonces tomaste venganza de Jesús, difamándolo y tergiversando el
No quedaba absolutamente nada del gran papirólogo de fama mundial que "por
Evangelio? ¿No te das cuenta del daño que le hiciste a la obra de Dios?
fin había descubierto la verdad sobre los orígenes del cristianismo".
Jonny agachó la cabeza y no dijo nada. No necesitaba preguntar a qué venía
la pregunta de Jorge. Con cada segundo que pasaba, le quedaba más claro a qué —Ahora leerás el segundo informe —dijo Jorge con tono punzante—. Y lue-
había venido su visita. go confesarás. Después te diré lo que tendrás que hacer.

Jorge abrió su bolso de mano y sacó las doce páginas de la versión inglesa de Jorge sacó el segundo manojo de hojas de su bolso. Eran sólo seis. Contenían
su informe. Antes de darle el paquete a Jonny para que éste lo leyera, le dijo con el testimonio del secuestro. Adosó la hoja del diario y entregó el paquete al pa-
voz categórica: pirólogo. Éste lo tomó y se abocó a la lectura. Luego de haber leído las primeras
líneas, se puso pálido como una hoja de papel y comenzó a temblar visiblemente.
—Todo lo que vas a leer ahora en dos documentos quedó registrado en Bue- Por estas reacciones, le quiso parecer a Jorge que era evidente que Jonny no te-
nos Aires en una copia en manos de mi abogado; y éste tiene instrucciones para nía nada que ver con el secuestro. La lógica decía que quienes habían ordenado
224 El papiro de los ricos 19. El enfrentamiento decisivo 225

el secuestro y con seguridad el posterior asesinato del líder antipapiro eran los Latina, donde había mucha resistencia a sus empresas, pero no sólo de parte de
mismos quienes habían encargado la confección del papiro. Jorge decidió asestar algunos políticos, sino también de muchos cristianos.
otro golpe. —¿Qué resistencia?
—No tenías ningún motivo de traicionar a Jesús y sus principios de solida- —Resistencia a la globalización, al sistema neoliberal, al flujo de capitales, a la
ridad por tu problema vocacional personal. Hiciste un daño inmenso a la fe de extracción del petróleo por empresas extranjeras, a la venta de armamentos y cosas
millones de personas y especialmente a los pobres de la tierra. así. De economía no entiendo nada, pero recuerdo estos términos.
—¿A los pobres? —¿Y entonces?
—Sí, a los pobres de la tierra. Justificaste su explotación con tu maldito papi- —Entonces sus clientes solicitaron que se elabore algo que desacredite al cris-
ro, y ahora ellos serán las víctimas de más dureza. tianismo y su prédica de la solidaridad.
La mirada de Jonny se puso vidriosa. Era evidente que estaba rumiando tro- Era lo que Jorge había intuido. Resolvió aplicar una vuelta de tuerca más. No
zos muy rígidos en su interior. Lentamente volvió a la lectura. Cuando terminó estaba seguro que lo que iba a decir tenía solidez, pero igualmente se atrevió. Pues
las seis hojas, miró brevemente las fotos del diario. No entendía el texto, pero la cosa tenía lógica.
tampoco hacía falta. Las imágenes del vehículo destrozado y de los fragmentos
segmentados de la sombra eran por demás elocuentes. —Es la misma gente que fomenta la "teología de la prosperidad", ¿no es cierto?

—Eso es lo que ahora te tocará a ti —dijo Jorge con expresión muy seria—. Ya Jonny abrió asustado los ojos. Evidentemente el argentino se las sabía todas.
que no me pudieron liquidar, te silenciarán a ti, pues les podrás estorbar. —Algo así dijo el abogado. Sus clientes apoyaban con donaciones a ciertos
El efecto de estas palabras se adosó al de la lectura de las muchas páginas y predicadores de esa teología, sobre todo en América Central y en el Brasil.
del impacto de las fotos. Jonny perdió el control sobre sus brazos y los dejó caer. —Así es. Eso ya lo sabemos —constató Jorge. Ese engendro se ha extendido
Colgaban del torso cuan extremidades de una marioneta abandonada. En efecto, cuan cáncer maligno por muchos países del globo. Y tu maldito papiro iba a dar-
era exactamente eso. les la razón a estos salvajes.
—Ellos me ofrecieron mucho dinero, muchísimo —dijo finalmente con voz —Para componer el texto, me indicaron que leyera varios sermones que me
ahogada—. Un millón de Dólares. Me dijeron que yo era el único que podía mandaron. Tenían que ver con esa teología.
elaborar un texto así en griego Koiné de la época del Nuevo Testamento para que
pareciera real. Me trajeron un bosquejo en inglés, y yo lo completé a partir de los Se produjo un largo silencio.
textos bíblicos, y entonces me dieron el dinero... —¿Qué harás ahora? —preguntó Jonny, despertándose poco a poco de la
anestesia inicial—. Puedo imaginarme que tienes algún plan.
—¿Quiénes son "ellos"?
—Muy cierto —respondió Jorge—. Y no sólo uno. Tengo unos cuantos. Mi
—No lo sé. Sinceramente no lo sé. Se contactaron conmigo a través de un
abogado iniciará acciones contra ti y el canal de televisión por fraude interna-
abogado del que ni siquiera sé el nombre. Tampoco tengo su dirección. Apenas
cional. Lo hará en nombre de varias Iglesias, facultades de teología y editoriales
tengo el número del celular del jefe de ese grupo. El abogado me dijo que me lo
cristianas. Las organizaciones ecuménicas internacionales con sede en Ginebra
daba sólo para algún caso de extrema urgencia, por ejemplo, si él mismo se murie-
presentarán cargos por difamación y calumnia de la fe cristiana. Todas ellas reci-
ra; pero que no me atreviera a divulgar ese número ni a usarlo para llamadas co-
birán copias de mi informe. Te llevarán al Tribunal Internacional de La Haya por
munes, pues entonces era hombre muerto. El abogado me explicó que se trataba
engañar a la opinión pública mundial. Cada uno de los países del recorrido del
de un grupo anónimo de empresarios petroleros y de la industria de armamento.
papiro que inventaste tan burdamente te hará un proceso por difamación de su
Me dijo que sus clientes veían amenazados sus negocios, sobre todo en América
patrimonio cultural y por colocarlos en el papel de sospechosos de haber hecho
226 El papiro de los ríeos 19. El enfrentamiento decisivo 227

desaparecer un documento supuestamente valioso. Mi abogado tiene orden de La bronca lo había teñido de color morado. Estaba realmente alterado. Ni él
enviar copias de mi informe a los Consulados de estos países. Además, tres de es- mismo se conocía así. Quiso gritar algo más, pero no le salía nada. Tardó un buen
tos países te demandarán porque afirmas estar en posesión de un papiro que ellos rato hasta calmarse.
consideran su patrimonio nacional.
—¿Qué quieres que haga entonces? —preguntó Jonny tímidamente.
—¿Qué países?
—Decir la verdad —gritó Jorge—. Publicarás por todos los medios, empe-
—Eso no te lo diré. Pero te aviso que sus cárceles son horribles. zando por el canal televisivo que desparramó tu mentira, que cometiste fraude.
Enviarás tu declaración sobre tu fraude firmada con puño y letra a las radios, los
Cada frase había sido un taladro en el corazón de Jonny. Jorge se había reser-
canales de televisión, las redes sociales, los diarios y las revistas nacionales e inter-
vado una aplanadora completa para el final. Dijo con voz muy fuerte:
nacionales y también a mi blog.
—Y como si todo esto fuera poco, serás denunciado y juzgado como autor
—Pero entonces terminaría hoy mismo mi carrera —replicó Jonny—. ¿De
moral del secuestro a mano armada con intención de asesinato. Creo que sabes
qué viviré?
cuál es el castigo que te espera.
—Esa carrera ya terminó hace rato cuando aceptaste fabricar esa maldita fal-
Jonny sintió caer un pesado martillo de mil toneladas de puntiagudo acero
sificación. Tendrás que buscarte un trabajo honesto. Y ahora quiero ver el diario
sobre su cabeza. Pero de repente levantó muy lentamente la cabeza. Sus ojos ad-
de tu padre.
quirieron un brillo feliz. Sonrió levemente y dijo:
Jonny no se había esperado este pedido. Pero como ya estaba tan amedrenta-
—Te ofrezco diez mil Dólares por tu silencio. Me das tus informes, firmamos
do, ni siquiera preguntó por la razón de esta curiosa exigencia. Abrió la gaveta de
un pacto de silencio recíproco, retiras los papeles de tu abogado y te quedas con
los diez mil. También te pago tu viaje. su escritorio, extrajo un cuaderno azul y se lo dio a Jorge. Jorge lo revisó deteni-
damente y luego dijo:
La respuesta de Jorge fue inmediata.
—No sólo mentiste con respecto a Jesús y la Biblia. También mentiste sobre
—Ni lo pienses. tu padre.
Jonny no podía creer que alguien rechazara diez mil Dólares así nomás. Au- —Sí, dije algunas cositas que no eran ciertas —respondió Jonny con voz muy
mentó su oferta a veinte mil, y como Jorge no se tragaba la carnada, de repente baja—. Esto es un bosquejo para una novela de viaje que había querido escribir
le ofreció cien mil. En ese momento, estalló algo en Jorge. Toda la ira acumulada mi padre.
durante semanas, que había ido aumentando a lo largo de toda su extensa gira
y que llegó a un punto culminante cuando estaba en poder de la sombra que lo —El texto de tu padre no tiene nada que ver con lo que dijiste sobre el papiro.
secuestró, se abrió paso de golpe cuan río torrentoso débilmente contenido por —No. Aproveché las indicaciones sobre lugares turísticos y arqueológicos que
un dique de barro. Terminó su paciencia. Explotó todo en él. Se incorporó de un había registrado mi padre, y le agregué algunos datos...
salto, gesticuló vehementemente y gritó con vos estremecedora:
—Falsificaste pésimamente las cosas. Entreveraste las fechas y muchos datos,
—Ni si me ofrecieras tu sucio millón. Me distancio de los corruptos como tú y alguien desprevenido podía creer que se trataba de un recorrido verídico. ¿Te
y tu asquerosa mafia y de todos esos capitalistas salvajes, chupasangres inmorales, das cuenta para qué hice mi extenso viaje por tantos países? Y ahora prende tu
que llenan tu país y también el mío y mi continente entero. Yo lucho por un computadora. Te mostraré algo.
nuevo mundo y no por empeorar el existente. Te puedes meter tu dinero donde
Jonny prendió el aparato, y Jorge entró al blog. Cuando Jonny vio la inmensa
quieras. No lo quiero ni lo necesito. Es dinero robado a los pobres. Es el sueldo
cantidad de comentarios que apoyaban al autor del artículo inicial y que hablaban
de Judas. Hay sangre pegada en ese dinero. Sangre de gente honesta y trabajadora.
peste del falsificador del papiro, se dio cuenta que su carrera académica realmente
había llegado a su ocaso. Lo mejor estaba en el último comentario colocado en el
228 El papiro de los ricos

blog. Hasta Jorge se quedó sorprendido. Era una carta abierta de un estudiante
neoyorquino, dirigida al presidente de la Universidad en la que trabajaba Jonny.
Decía lo siguiente:

"Señor Presidente: ¿Cómo usted puede seguir teniendo en su cuerpo docente


a un mentiroso de semejante calibre? Es una vergüenza pública que un falsario de
tal magnitud ejerza la docencia en un país con tradición democrática, manchando
de esta manera el prestigio académica de nuestra prestigiosa Universidad."
20. El golpe final
A ello el presidente en persona había respondido igualmente con una nota pú-
blica diciendo que acababa de ordenar una investigación; y que en caso de eviden- Mientras volaba de regreso a su patria, Jorge durmió el sueño de los justos. Había
ciarse verdadero lo que denunciaba el blog, Jonny Messer no sólo será despedido, abandonado las comarcas de los despiertos pocos minutos después de la cena. Se
sino que se le abrirá un juicio por parte de la misma Universidad. despertó siete horas después cuando se prendieron lentamente las luces del avión
Era el broche de oro. Jonny quedó sumido en una especie de letargo depresivo. para el servicio del desayuno.
Tardó muchísimo en volver a la realidad. Tras mucho cavilar, logró formular su Se sentía contento por volver a su país; pero también sumamente cansado,
frase final: agotado por tanta concentración durante las últimas semanas. Estaba fatigado por
—Bueno, voy a confesar la verdad; pero te pido que me des una semana de tantos vaivenes, pero a la vez inmensamente satisfecho con la conversación con el
plazo para que pueda formular acertadamente mi descargo. falsificador. Ahora sólo cabía esperar dos días más. Había dejado a un papirólogo
totalmente quebrado y arruinado allá en Nueva York. Estaba convencido de que
-—Descargo, nada. La verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad. Y nada esa marioneta, ahora asustadísima hasta las médulas, iba a confesar su fraude.
de una semana. Te doy tres días, a partir de hoy. Si al cabo de estos tres días no Pero jamás llegó a imaginarse el resto.
recibo tu declaración pública, pongo en marcha todo lo que te anuncié. Aquí
tienes mi tarjeta con mi dirección de correo electrónico y mi teléfono de Urdina- En Ezeiza, tomó un taxi y se hizo llevar a la terminal de ómnibus. Allí com-
rrain. No te doy mi celular, pues vaya a saber qué tipo de localizadores tiene esa pró un pasaje a Urdinarrain. Llamó rápidamente a su abogado para avisarle que
mafia mugrienta que financió tu fraude. Hasta luego. Ha sido un placer conversar estaba de regreso, y que todo había salido bien. A los quince minutos salió su
contigo. ómnibus. Segundos antes de la partida del vehículo, cuyas puertas se estaban ce-
rrando lentamente, Jorge escuchó vagamente a un vendedor ambulante de diarios
Jorge no esperó ninguna respuesta del hombrecillo totalmente quebrado. que gritaba una nueva noticia para aumentar su venta. Logró escuchar tan sólo
Tomó un taxi y fue directamente al Aeropuerto. Se pasó la tarde en las librerías "Sensacional papiro...", pero en ese se cerraron las puertas, el conductor aceleró
del inmenso edificio, poniéndose aj tanto de las últimas novedades. Finalmente suavemente y el vehículo se puso en marcha.
abordó su vuelo de regreso. Estaba muy contento.
Jorge ya había escuchado y leído tanto sobre el "papiro de los ricos", que por
el momento no le interesaban más noticias sobre papiros y menos sobre aquellos
que se vendían como sensacionales. Estaba seguro de que ya no le quedaba más
nada por hacer. Que los medios sigan publicando sus disparates y que los vende-
dores ubiquen sus diarios donde pudieran. Él estaba harto y saturado de tantos
dislates absurdos. El ómnibus aún no había abandonado los límites de la Ciudad
de Buenos Aires, cuando Jorge ya estaba durmiendo de nuevo. Se despertó cerca
de las tres de la tarde, cuando el vehículo entró a la terminal de Urdinarrain. A pe-
sar de haber dormido más de cuatro horas, sólo tenía ganas de seguir descansando

229
230 El papiro de los ricos 20. El golpe final 231

y de dormir por única vez en tantas semanas sin interrupción hasta el día siguien- Y de los primeros siglos del cristianismo reflexionaba sobre la gran recepción de
te. Fue tambaleando a su casa y se sintió aliviado por no encontrar a nadie en el noticias como las del papiro. La relacionaba con un malestar cultural general, que
camino. De carácter extrovertido y de tendencia social por regla general, ahora es caldo de cultivo para la invención de fantasías que supuestamente revelan una
sólo quería silencio y tranquilidad. novedad total sobre algo archiconocido. Decía el autor que a comienzos de la
Mientras desempaquetaba sus pocas cosas, prendió la televisión, porque igual década de los noventa del siglo XX, fueron bestsellers varios libros con contenidos
le había quedado la espina del grito del vendedor ambulante "Sensacional papi- supuestamente académicos sobre los rollos del Mar Muerto. Pero estos libros en
ro... ". Justo comenzaba el noticiero de las cuatro de la tarde. realidad eran totalmente extravagantes y ridículos.

No podía creer lo que informaba el noticiero. Decía que en una sencilla con- Luego hizo furor una película sobre los estigmas, que mezclaba de manera
ferencia de prensa a última hora de ayer, Jonny Messer, el supuesto "descubridor" muy confusa estas curiosas marcas con elementos de posesión demoníaca y con
del también supuesto "sensacional papiro de los ricos", confesó su fraude. El pa- los intentos de silenciamiento por parte de la Iglesia de un texto de un evangelio
pirólogo dijo que construyó una historia ficticia para hacerse famoso, pero que apócrifo, cuando en realidad se trataba de tres cuestiones que no tenían ninguna
luego de ver el daño que había hecho a la fe cristiana, decidió reconocer públi- vinculación entre ellas. Además, el texto citado era muy conocido, pues provenía
camente su fraude y pedir disculpas a Dios y a la humanidad. Cuando un perio- del evangelio copto de Tomás, y jamás la Iglesia lo había querido silenciar.
dista le preguntó por qué llegó a confesar de repente el engaño tan astutamente
Varios años después, apareció un osario con una inscripción que lo convertía
tramado, explicó que fue llevado a esta confesión por un blog de un amigo de la
en depósito de los huesos de Santiago, caracterizado como hijo de José y hermano
Argentina, el pastor Jorge del Cántaro, que tras una larga y paciente investigación
de Jesús. Nuevamente surgieron especulaciones de todo tipo, a favor y en contra,
había descubierto todos los errores del papiro y las mentiras de la historia de su
sobre lo que podía ser y lo que no debía ser.
recorrido a lo largo de dos mil años. Jonny aprovechó la ocasión para agradecer
públicamente a Jorge por haberle hecho ver que había cometido algo gravísimo. Algún tiempo después, alguien publicó el "Código", una novela que se convir-
También pidió disculpas a los gobiernos de los países indicados en la historia del tió en bestseller mundial y que contaba una historia supuestamente comprobada,
recorrido del papiro. Pidió perdón a la memoria de su difunto padre por haber pero en realidad íntegramente falsificada sobre un matrimonio de Jesús con María
falsificado su diario de viajes. Especialmente pidió disculpas a los pobres y hu- Magdalena, y con información sobre su supuesta descendencia.
mildes de toda la tierra por haberlos difamado con ese supuesto "evangelio de los
Al poco tiempo, salió a luz otra gansada, esta vez por partida doble: se publi-
ricos". Finalmente agregó que ya presentó su renuncia indeclinable a su cargo
có un libro sobre la "estirpe o dinastía de Jesús" y se hizo una película sobre el
como docente en la Universidad.
descubrimiento de la supuesta "tumba familiar de Jesús". La información carecía
Jorge corrió a su computadora, la prendió y buscó rápidamente las últimas totalmente de solidez científica. Se trataba de una sarta de combinaciones estéri-
noticias en internet. Era cierto: la nueva noticia estaba dando la vuelta al mundo. les, vanas especulaciones, malas interpretaciones, desconocimiento de la historia
En todos los países la estaban publicando. En el idioma que uno buscara. Jorge del cristianismo de los siglos I y II y pésimos análisis de los datos arqueológicos.
también encontró la versión digital del diario ofrecido por el vendedor en Retiro. Consecuentemente, al poco tiempo se durmió la noticia.
El título decía: "Sensacional papiro resultó ser fraude mayúsculo".
Después vino la publicación del evangelio de Judas. En vez de destacar el valor
El líder antipapiro lamentó no haber prendido su videograbadora durante la de ese texto para la investigación del movimiento gnóstico de mediados del siglo
presentación de la noticia, pero se consoló con la idea de que con total seguridad el II, del cual procedía su autor, los que comercializaban la noticia anunciaron con
canal iba a volver a pasar la misma noticia en el siguiente noticiero. Por las dudas, bombos y platillos que se trataba del "evangelio perdido", "el evangelio prohibi-
ya preparó el aparato. Como premio consuelo, encontró en una de las noticias en do", "una novedad que cambiaría para siempre nuestra concepción del discípulo
internet sobre la confesión de Messer un enlace a un artículo en un suplemento que entregó a Jesús", "una visión totalmente diferente de la historia de la pasión",
cultural de un prestigioso diario de Buenos Aires, publicado unos días atrás. O y otras sandeces y bobadas insostenibles. El texto en cuestión no tenía que ver
sea, antes de la caída del papiro. Allí un prestigioso profesor de historia bíblica absolutamente nada con la época de Jesucristo ni con los relatos evangélicos. Era
232 El papiro de los ricos
20. El golpe final 233

un producto de ¡deas gnósticas que se formaron muchísimo tiempo después. El


algún efecto mágico de una sustancia extravagante, la gente acudía en masas. Las
documental que acompañaba la presentación en público de ese texto estaba lleno
librerías estaban llenas de libros sobre ondas misteriosas, criptografía, ángeles,
de sugestiones y datos improvisados. Más que un interés certero en la verdad,
cristales, interpretación de sueños (que no tenía nada que ver con el trabajo psi-
quienes montaron el espectáculo habían evidenciado la intención de subirse al
coanalítico), energías, pirámides y mil cosas más que ofrecían seguridad para esto
tren del "Código" y su danza millonada. Ahora bien, los sólidos análisis de los
o para aquello. En cambio, lo serio y probado "no vendía". Y daba de pensar que
errores del "Código" y de la sobreinterpretación del Evangelio de Judas habían
varios de los "descubrimientos" vendidos con tonos sensacionalistas apuntaban a
desmantelado en buena parte los colores chillones de ambos proyectos, y cierto
la dimensión religiosa. Evidentemente la "industria de Jesús" vendía muy bien.
tiempo después el sensacionalismo comercial ya era historia. Pero sus promotores
Todo ello era peor aún en internet, pues allí cualquier persona podía publicar lo
habían hecho fortunas a partir de la ingenuidad casi mundial.
que se le antojaba, sin riesgos ni gastos. Y ahora, decía el artículo, había irrumpido
Luego apareció una noticia sobre el descubrimiento de una palabra escrita en escena el "papiro de los ricos". Todas estas cosas supuestamente revolucionarias
con tinta, no grabada, sobre una piedra de la época neotestamentaria, que parecía no eran otra cosa que sensacionalismo comercializado, sin ningún fundamento
indicar que la idea de un Mesías muerto y resucitado existía ya antes de Jesús. serio. Constituían una respuesta del mercado a la búsqueda posmoderna de senti-
Según su descubridor, ello supuestamente negaría originalidad a la enseñanza do, respuesta hueca construida sobre la porosidad de la información globalizada.
cristiana. Señalaba el artículo que la noticia se basaba en la interpretación de una Al atacar los fundamentos del cristianismo, estos fraudes del portentoso circo
sola palabra en esta inscripción, nada segura; que una escritura con tinta sobre mediático en realidad atacaban todas las religiones que proporcionaban sentido
piedra era una rareza total y muy fácilmente sujeta a falsificación; y que incluso si a la vida humana y a la sociedad como también trascendencia a las personas.
fuera verdadera esa idea sobre un Mesías muerto y resucitado ya antes del hecho Muchos ataques se dirigían particularmente a la afirmación de la resurrección de
de Jesucristo, este dato no modificaba absolutamente nada de las afirmaciones del Jesucristo. Quitándole esa dimensión a la fe cristiana y por ende privándole a la
Nuevo Testamento. humanidad de esa posibilidad trascendente, de hecho se reducía al ser humano a
una masa informe de carne, a un material muerto, a un conjunto de tejidos desti-
Después encontraron en una tumba en los alrededores de Jerusalén un au-
nados a la destrucción. Se le quitaba toda proyección a valores tales como el amor,
téntico sudario de la época de Jesús, junto a unos pocos restos del muerto al que
la justicia, la solidaridad, la esperanza, la vida eterna. Precisamente porque Dios
envolvía la tela. Los restos no habían recibido la típica segunda sepultura al año de
se hizo pleno ser humano en Jesucristo y porque en la resurrección en aquel do-
la muerte de acuerdo a la costumbre imperante, cuando se sacaban los huesos y se
mingo de pascua lo divino se vinculó inseparablemente con lo humano, lo eterno
los colocaba en un osario. Se estimó que no se procedió a realizar esta ceremonia
con lo temporal, el espíritu con el cuerpo, lo estable con lo débil, sólo por ello
porque el hombre murió de lepra y tuberculosis, según el análisis de ADN prac-
hay esperanza para la humanidad. Por eso nuestro cuerpo, nuestra carne, nuestra
ticado sobre los huesos; y que por lo contagioso de la lepra, la entrada al nicho
debilidad, nuestro mundo material y nuestras preocupaciones tienen pleno valor.
fue sellada con argamasa. La tela y los restos humanos parecían carbonizados. Por
hallarse sepultado junto a Anas, dh sumo sacerdote pariente de Caifas, se cree Preguntaba el autor: "¿Cuándo la gente tomará conciencia de que se trata de
que se trató de un sacerdote. Una vez divulgada la noticia, inmediatamente se sensacionalismo inflado? ¿Acaso cuándo se evidencie que el papiro también es una
dijo que el sudario tenía una forma completamente diferente de la tela de Turín, falsificación? Pues sin duda llegará ese momento. ¿Cuántos más quieren que se
y que eso cuestionaba todo lo dicho sobre ese sudario, la sepultura de Jesús y la los engañe?" La última frase del artículo era un suspiro que mientras tanto había
resurrección. Como si una cosa tuviera algo que ver con la otra. recibido respuesta: "¡Dios quiera que alguien derribe de un solo golpe el fraude
del 'papiro de los ricos'!"
Proseguía diciendo el autor que en la época actual, altamente tecnificada y
sofisticada, mucha gente evidenciaba una cierta tendencia a creer lo curioso, es- Jorge leyó con inmenso placer esta nota. Recordaba un análisis análogo he-
trafalario y raro. Cuando se anunciaba un descubrimiento sólido, fruto de me- cho cierto tiempo atrás por Francisco García Bazán, investigador de primerísimo
ses o años de paciente investigación y experimentación, casi nadie reaccionaba. nivel internacional y especialista en gnosticismo, editor de la versión española
Pero si se anunciaba algún descubrimiento exótico, por más banal que fuere, o de los textos de Nag Hammadi y de otros textos apócrifos. En su análisis sobre
el supuesto osario familiar de Jesús, García Bazán había hecho advertencias muy
¿34 El papiro de los ricos
20. El golpe final 235
similares sobre la comercialización de productos sensacionalistas lanzadas por el
circo mediático con el solo objetivo de ganar caudales, sin importarle en lo más Caminó lentamente a su escritorio, se sentó, levantó el tubo con la mano
mínimo la verdad. izquierda y tomó una lapicera con la derecha, dispuesto a registrar el dato o el
pedido que alguien quería transmitirle con tanta premura.
Al concluir su lectura, Jorge agregó mentalmente la vergüenza que significaba
el enorme mercado religioso de aceite, sal, piedras, varas, rosas, cintas, mantos y —Hola, habla Jorge del Cántaro.
cuanto elemento más cargado de falsas promesas hechas a personas de búsqueda —Helio, it's me, Jonny Messer, from New York —respondió una voz débil—.
sincera. Asimismo pensó en los engaños de la "teología de la prosperidad" con You remember...
sus promesa de una vida libre de enfermedades, estrés, vicios, problemas matri-
moniales y laborales, pero llena de bienes de todo tipo. Claro, sólo para donantes Jorge tuvo que hacer un esfuerzo adicional para concentrarse. La llamada lo
generosos, no "simplemente" personas de fe. Crédulos que llenaban las arcas de había tomado totalmente por sorpresa. De alguna manera, estaba esperando no-
los mayoristas y monopolistas de estas empresas religiosas. Jorge también recordó ticias de Jonny, pero no había estado preparado para recibirlas tan rápido.
aquellas noticias de dominio público que relacionaban estos emporios religiosos —Seguramente no te tengo que decir que confesé —dijo Jonny con cierto
con la acusación de lavado de dinero, evasión de impuestos y malversación de tono de alivio—, habrás visto la información en la televisión, los diarios y en in-
fondos, actos repudiables cometidos contra la buena fe, la convivencia y la ética; ternet. Pero me pareció necesario decírtelo también personalmente. Te agradezco,
atentados infames contra el tejido social y la esperanza de las personas honestas. Jorge.
Jorge se quedó un largo rato frente a la pantalla, pensando en todo esto; y sólo Se produjo un largo silencio. Ambos sentían que había ocurrido algo muy
cuando se dio cuenta de que se estaba cayendo de la silla, se desconectó de estas serio.
cavilaciones y decidió tomarse un merecido descanso. No daba más. Súbitamente
hizo eclosión el cansancio de las últimas semanas. El golpe sensacional de la con- —Dios te ha usado como su instrumento privilegiado —dijo Jonny con voz
fesión del falsificador del papiro agregó una alta dosis emocional al agotamiento casi quebrada cuando retomó la conversación—. Primero me tocó ser el papi-
de Jorge. Casi tuvo que arrastrarse hasta la cama. Aún vestido, quedó tirado sobre rólogo más famoso, ahora soy el mentiroso más famoso, mientras que tú eres la
su lecho y se durmió profundamente. El reloj marcaba las seis y media de la tarde. celebridad que salvó al cristianismo. Te felicito. En cambio, para mí se ha puesto
definitivamente el sol.
Eran las once y media de la mañana siguiente cuando Jorge comenzó a desper-
tarse muy lentamente. Estaba sumido en un aturdimiento casi total y le costaba —No —dijo Jorge—, no es así. Por reconocer públicamente tu tramoya, de-
enormemente salir del mismo. Cuando finalmente logró mirar el reloj, creyó que mostraste que eres una persona rescatable. Y te aclaro que yo no salvé ningún
se estaba aproximando la medianoche. Pero luego percibió el centelleo del sol que cristianismo. Sólo quise conocer la verdad y compartirla. Jesucristo no necesita
se filtraba por las persianas aún cerradas de las ventanas, y entonces comprendió abogados que lo defiendan. Sólo quiere testigos.
que había dormido 17 horas de uns tirón. Entonces Jonny contó que apenas se había ido Jorge, llamó al número del
Quiso ir al baño para refrescarse un poco y sacar los últimos tirones de amo- jefe del grupo anónimo y le dijo que quería devolverle el millón de Dólares, pues
dorramiento de sus ojos, cuando sonó el teléfono. No tenía ganas de contestar. había experimentado algo así como una conversión religiosa dándose cuenta del
Aún estaba de vacaciones; y para casos de emergencia pastoral estaban sus colegas mal que había hecho. El jefe le dijo que no le interesaba ese dinero. No tenía ma-
de Basavilbaso y de Gualeguaychú. Así que dejó que el teléfono sonara una y otra nera de registrarlo legalmente, y además quedaría delatado públicamente porque
vez. Finalmente no aguantó más. Triunfó su exagerado sentido del deber. Allá, al era fácil rastrear las vías de una transferencia. Así que Jonny se quedara nomás
otro lado del hilo o de la señal satelital, podría haber alguien que lo necesitaba con su miserable "sueldo de Judas"; y si le parecía bien, que se reventara como le
justamente a él y a nadie más. ocurrió a Judas. A él y a sus amigos no les afectaba un millón de Dólares. Era lo
que gastaban al cepillarse los dientes a la mañana.
236 El papiro de los ricos
20. El golpe final 237

Jorge no podía creer lo que le estaba contando Jonny. Pero Jonny se había
ningún resultado positivo. Ni siquiera estaba prendido el contestador automático.
reservado algo más para el final. Un golpe extra. Un golpe final.
Intentó con el celular, y tampoco logró nada.
—Entonces decidí donar el millón de dólares a alguna institución cristiana
En ese momento, alguien tocó el timbre. Jorge tenía la sensación de que sona-
que atendiera niños de la calle en la Argentina, ya que fue un argentino el que me
ba tímido, como si la persona ahí afuera dudara un poco. Por supuesto sabía que
hizo reconocer mi estupidez— dijo el papirólogo con la voz ya algo más estable—.
se trataba de una impresión totalmente subjetiva. El cable no podía transmitir
Te pido que organices una fundación en tu país para poder recibir y encauzar la
sentimientos o temores, sino sólo impulsos eléctricos. ¿O quizá sí? Las persianas
donación. Envíame cuanto antes los datos de la cuenta bancaria de tu Iglesia, así
seguían cerradas, de manera que podría suponerse que nadie sabría que él había
podré realizar la transferencia. También te comunico que mañana abandonaré mi
regresado de su viaje. Jorge fue a la puerta, pero de repente pensó que quizás sería
país y me iré a trabajar por el resto de mi vida como voluntario a una escuelita en
mejor no atender a nadie en este estado de confusión, producto de todo lo que
un pueblo en Tanzania, donde mis abuelos habían sido misioneros hace 60 años.
había pasado en los últimos días. Mientras aún estaba parado indeciso frente a la
Thank you for your help. God bless you. Good bye.
puerta, volvió a sonar el timbre, esta vez con estridencia decidida. Jorge se con-
Sin esperar respuesta alguna, Jonny cortó la comunicación. Al escuchar el venció de que debía atender, sea quien fuere. Volvió al escritorio, tomó el llavero
"clic" al otro lado de la línea, a Jorge se le cayó el tubo del teléfono de la mano. El y quiso abrir la puerta. Por supuesto se confundió de llave. Era un manojo de
tubo arrastró el aparato entero al piso. El cable a su vez tumbó un portalápices y nervios. Recién el tercer intento dio con la llave correcta. Abrió la puerta.
un florero, volcando el agua y las flores sobre un montón de papeles que dormían
Afuera estaba Gladys, con un pequeño bolso de viaje en la mano.
sobre el escritorio. Totalmente desconcertado, Jorge volvió a colocar las cosas en
su lugar, buscó un trapo y limpió someramente su escritorio. —¿Qué... qué...? —fue lo único que pudo tartamudear Jorge—. ¿Cómo...?
Completamente pasmado, con un desorden total en sus pensamientos y sen- Por tercera vez en dieciocho horas, Jorge no podía creer lo que estaba viviendo.
timientos, Jorge quedó parado un largo rato frente al escritorio, mirando el telé-
—Apenas se enteraron de la confesión de Jonny Messer —aclaró Gladys—,
fono, las flores, los papeles mojados y otra vez el teléfono, como si de allí pudiera
mis padres me llamaron para decirme que me pagaban un viaje relámpago para
salir alguna respuesta a las miles de preguntas que tenía ahora. ¿Por dónde em-
que viniera a felicitarte personalmente porque lograste derribar el embuste
pezar? ¿Qué hacer? ¿Cómo hay que hacer para organizar una fundación? ¿Cómo
construido por ese falsario.
asegurar todo esto legalmente? ¿Cómo encauzarlo? ¿Con quiénes trabajar? ¿Era
éste el proyecto definitivo que le había tocado a él? ¿Se trataba de un proyecto de Gladys hizo una breve pausa y continuó con su explicación.
vida? ¿Por qué le habían tocado tantas cosas juntas? —Mamá y papá llegarán esta tardecita desde Posadas. Mamá organizó por
Preguntas y más preguntas, y por ahora ninguna respuesta. Incapaz de ordenar teléfono una gran cena para esta noche en el comedor que está sobre la ruta.
siquiera someramente su propio listado de confusión, prendió la pequeña radio También van a venir tus padres de Buenos Aires y tus abuelos de México. En este
portátil que tenía sobre el escritorio. Le encantaba escuchar música instrumental momento, está por aterrizar su avión en Ezeiza. Tus padres los buscan en el aero-
mientras trabajaba. Pero ahora no podía ni quería trabajar. Quizá la música ten- puerto y los traerán a Urdinarrain. Mientras volabas desde Nueva York a Buenos
dría algún efecto terapéutico. Y así fue. La emisora regalaba el Aleluya del Mesías Aires, te convertiste en celebridad internacional. En todo el mundo se habla de
de Hándel a su audiencia. Cuando el radiante Aleluya se despegó del coro que lo ti. Fíjate en internet. Me siento orgullosa de ser la novia del "Líder antipapiro".
cantaba con convicción envidiable y se elevó para formar un firmamento de ala- Jorge se puso pálido. Temblaba como una hoja sacudida por un tornado. De
banza cósmica por encima de todas esas pequeneces a las que se abocaban tantos golpe, su semblante cambió a púrpura. No tenía ningún control sobre su aspecto.
espíritus minúsculos, Jorge se decidió llamar a Gladys. Necesitaba escuchar su Comenzó a lagrimear. Sacó un pañuelo y se refregó vigorosamente los ojos.
voz, cariñosa y firme a la vez, receptora y orientadora al mismo tiempo. Disco el
número, pero no respondía nadie. Lo probó varias veces. Pensó que en su con- —¿Puedo pasar? —preguntó la novia del "Líder antipapiro".
fusión quizá había cometido algún error al discar el largo número. Pero no obtuvo
238 El papiro de los ricos 20. El golpe final 239

En medio de estas turbulencias de información, sentimientos y exterioriza- atreví a hablar con el dueño del comedor y convenimos en hacer la cena en el
dones, Jorge ni siquiera se percató de que Gladys aún seguía parada ahí en la patio de la iglesia. El tiempo es hermoso, podemos cenar al aire libre. En el patio
vereda. Cuando se dio cuenta de ello, la tomó del brazo y la introdujo de un salto cabe más gente que en el restaurante. El comedor seguirá con la atención de su
de la casa. Una vez adentro los dos y como no le quedaba ninguna mano libre, familia, pastor; y la comisión se encargará de sus propios gastos.
Jorge pegó un enérgico puntapié a la puerta. El marco crujió cuando la hoja se
—Bueno, Presidente, ya que se tomó el trabajo de organizar y arreglar la
cerró estruendosamente.
cosa, estoy de acuerdo. Solo espero que no tengamos problemas con el dueño del
—Ahora el mundo es nuestro —logró decir con voz temblorosa—. Gracias a comedor.
Dios.
—De ninguna manera. Al contrario, el hombre tendrá más clientes. Nos ve-
Gladys sólo pudo asentir con la cabeza. remos entonces esta noche en la iglesia. La comisión también quiere conocer a
Gladys. Hasta luego.
En ese preciso instante, volvió a sonar el teléfono.
—Gracias, hasta pronto.
—¡Otra vez! —exclamó Jorge—. ¡No termina nunca ese teléfono!
Jorge no sabía qué decir. El presidente no sólo se había enterado de los detalles
Jorge estaba harto. No de las fascinantes novedades con las que se había llena-
de la cena, sino también del nombre de Gladys. Y eso que Jorge siempre había
do su día, sino de eventuales nimiedades y menudencias o de posibles curiosos.
sido muy cauto con los detalles de su vida privada.
Pero el teléfono no tenía la culpa de sonar y sonar. Era un simple transmisor.
Como el timbre no paraba de molestar, Jorge finalmente volvió a su escritorio Informó brevemente a Gladys sobre el cambio ya arreglado por el presidente.
y levantó el tubo. Quizá Jonny Messer lo llamaría de nuevo para agregar alguna Gladys sólo le preguntó si quería tomar primero unos mates o si prefería al-
novedad. Pero era el presidente de la congregación. morzar. Jorge optó por el mate. Fueron a la cocina y lo prepararon; pero apenas
habían tomado dos o tres, volvió a sonar el teléfono. Otra vez Jorge estaba en la
—Hola, pastor, ¿cómo le va? ¡Tanto tiempo! Nos tendrá que contar todos los
tentación de dejarlo sonar, pero nuevamente se levantó y atendió.
detalles de su viaje. También me interesa la herencia que le tocó. Pero todas las co-
sas a su debido tiempo. Lo llamo por un asunto urgente. Espero no incomodarlo —Hola, pastor, bienvenido en Urdinarrain. ¿Sabe quién soy?
demasiado. Sé que acaba de llegar su novia. Usted estará muy ocupado. Disculpe
Jorge tuvo que confesar que no reconocía al interlocutor por su voz.
la molestia.
—Discúlpeme, pero tengo muy mala memoria auditiva. Suelo recordar mejor
¡Increíble! ¿Cómo se enteró el presidente de la llegada de Gladys? Jorge prefirió
las imágenes que los timbres de la voz.
no preguntar, porque sabía que aquí incluso las paredes, las columnas de luz y
los árboles no se perdían detalle alguno de lo que pasaba en el ejido. También era —Soy Fernando, el presidente del club de básquet.
consciente de que las casas pastorales tenían paredes de vidrio. A veces le moles-
—Ah, claro —respondió Jorge—; ahora lo reconozco. Gracias por la
taba que la gente le sirviera en bandeja hasta los más insignificantes detalles de su
bienvenida.
vida y de la de los demás. Pero no era por maldad. Era simplemente su manera
de ser. Así que puso buena cara -mejor dicho, buena voz- al tiempo nublado y —Mire, pastor —dijo Fernando—; vayamos al grano. Sé que usted está muy
preguntó: ocupado con una visita muy agradable. Lo llamaba por la cena de esta noche.
Me enteré que la congregación lo agasajará en el patio de la iglesia; y como usted
—¿En qué puedo servirle?
siempre apoyó nuestro club, quisiéramos compartir con usted y sus familiares este
—Mire, pastor, me enteré que la familia de su novia le está preparando una evento; por eso proponemos trasladar la cena al salón del club...
cena en el comedor sobre la ruta; y me parece que lo que usted logró se merece
que se lo agradezca toda la comisión directiva de la congregación. Por eso me
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—Mire, Fernando —interrumpió Jorge—; estaba previsto cenar en el come- —.. .y como nos enteramos de la fiesta que le harán esta noche en el club de
dor sobre la ruta, y luego el presidente de la congregación convino con el dueño básquet, también queremos participar, porque usted siempre estuvo del lado de
del comedor el traslado a la iglesia. No quiero anular ese arreglo ya hecho... nuestro club.
—No se haga problemas —dijo Fernando—, ya hablé con ambos, con el due- —¿Cómo dice?
ño del local y con el presidente. Ambos están muy de acuerdo con mi propuesta.
—La cosa es muy simple. Tenemos unos cuatrocientos miembros...
Nuestro club pagará los gastos de sus miembros.
—Pero tantos no entran en el salón del club de básquet...
—Entonces que sea así como ustedes acordaron.
—Tranquilo —dijo Haydee—, está todo bajo control. Nuestro secretario ha-
—Gracias, pastor; nos veremos entonces esta noche. Saludos a Gladys de parte
bló con el presidente del club de básquet y se pusieron de acuerdo en realizar la
mía.
cena en nuestra cancha de fútbol. Ya están llevando las mesas y sillas...
Jorge colgó el teléfono y quedó mudo. Esto era increíble. Una cena familiar
—Pero el presidente del club de básquet había hecho un arreglo previo con el
se había convertido en una cena de la iglesia para transformarse luego en fiesta
presidente de la congregación, y éste a su vez con el dueño del comedor —dijo
del club de básquet. Mientras tomó otro mate, tuvo que admirar la habilidad de
Jorge con voz tímida—; creo que hay que respetar ese convenio.
los líderes del pueblo. Cualquier ocasión les venía bien para juntar a su gente y
festejar. —Le dije que todo estaba bajo control —replicó Haydee con tono triunfan-
te—. El secretario también habló con los otros dos que usted nombró. Todos
—Ahora voy a ducharme y luego quiero un poco de paz —comentó, mientras
están de acuerdo. Nuestro club pagará los gastos de sus miembros. Bueno, nos
tomó apuradamente otro mate, anticipándose a más llamadas y propuestas—.
veremos esta noche. Saludos a su novia y nuevamente felicitaciones por lo que
Espero que ahora nos dejen tranquilos.
usted logró.
—No nos quejemos de la cordialidad de la gente —apaciguó Gladys—. Se ve
Esta vez el "clic" del corte de la comunicación no brindó ningún alivio. Gladys,
que te aprecian.
que había seguido silenciosamente toda la conversación pegada al segundo teléfo-
—Sí, está bien... no de la casa, no podía ocultar su inmensa satisfacción.
Y volvió a sonar el ruin teléfono. —Alégrate, Jorge; tú dijiste que ahora el mundo es nuestro. ¡El mundo es algo
más amplio que un pequeño comedor!
—Basta —dijo Jorge resueltamente—. Sólo falta que ahora se agregue algún
sindicato de conductores de carretas... Jorge quedó abatido sobre su silla. Era una hoja de lechuga marchita. Tenía
la impresión de haber sido aplastado por un tractor muy pesado. La catarata de
El teléfono seguía con su estridejicia testaruda. Jorge se vio obligado a atender.
eventos y sorpresas le había quitado el aire. Para colmo, volvió a sonar el teléfono.
—Sí, habla Jorge del Cántaro...
—Esta vez no atenderé —dijo con voz casi asfixiada—. Y aunque sea el Secre-
—Felicitaciones, pastor, buen día o buenas tardes, no sé si ya almorzó, pero tario de las Naciones Unidas.
nuevamente felicitaciones. Usted es nuestro héroe...
—Entonces atiendo yo —respondió Gladys con tono que no permitía discu-
—Disculpe —interrumpió tímidamente Jorge, que no conocía esa voz—; sión—. Y si es para ti, te pasaré la llamada.
¿con quién tengo el gusto de hablar?
Dicho y hecho. Gladys atendió con suma amabilidad, y luego de escuchar
—Ah, disculpe, en el apuro no me presenté. Soy Haydee, la nueva secretaria unos segundos, dijo con suficiente volumen como para no dejar duda de la pre-
del club de fútbol... sencia de Jorge en la sala:
"No... realmente basta" pensó Jorge en su interior. "Ya alcanza". —Jorge, el intendente quiere hablarte.
242 El papiro de los ricos 20. El golpe final 243

Jorge tomó el tubo con malas ganas. Tuvo que hacer un esfuerzo adicional vez. El momento del encuentro era interminable. Luego de un buen rato de tan
para que su voz sonara aproximadamente normal. agradable desorden, la abuela mexicana Doña Florencia pidió silencio.
—Buenas tardes, intendente. —Les propongo que hagamos una oración para agradecer a Dios por esta re-
unión familiar, como no la tuvimos desde hacía mucho tiempo. Recordemos que
—Hola, pastor —respondió el intendente—. En primer lugar, le felicito de
el motivo último y fundamental que hizo posible este encuentro fue la búsqueda
parte de nuestro Municipio. Es una honra contar con ciudadanos como usted.
apasionada de la verdad y la defensa empedernida del evangelio que llevó adelante
Mire, sé que estará cansado del viaje, pero quiero comunicarle que hemos resuelto
mi querido nieto Jorge. Adán, tú eres el mayor en edad, te toca hacer la oración.
ampliar un poco su cena familiar...
Todos quedaron en silencio y juntaron sus manos. Mientras Adán agradecía a
—Perdón, ya lo han hecho otros: la congregación, luego el club de básquet y
Dios con fervientes palabras que le brotaban de lo más profundo de su fe, Jorge
finalmente el club de fútbol...
vio pasar a modo de película acelerada todas las imágenes de lo que había vivi-
—Ya lo sé, y está bien que lo hayan hecho —respondió el intendente—; pero do en las últimas semanas. Le parecía increíble cómo cada pieza del gigantesco
ya hemos hablado con toda la cadena, y todos los presidentes están de acuerdo rompecabezas se había enlazado con el siguiente elemento hasta formar el cuadro
con lo que resolvimos. completo de la evidencia final de que Jonny Messer había pergeñado un espectral
engaño. Luego de una palabra de bendición formulada con solemnidad por el
—¿Se puede saber lo que resolvieron? —preguntó Jorge muy tímidamente.
abuelo Adán, los sentimientos de los miembros de la improvisada iglesia hogareña
—Por supuesto. Para ello lo estoy llamando. Consideramos que toda la ciudad eclosionaron en un sincero, candido y familiar "Amén".
tiene derecho a festejar con su ciudadano tan ilustre; así que dispuse invitar a la
población a compartir una cena a la canasta; usted sabe, cada persona o cada fa- El tiempo avanzaba inexorablemente. Una vez instaladas, las visitas se some-
milia trae algo para comer, porque el comedor no dará abasto con tanta gente... tieron a las correspondientes ceremonias de aseo y a los demás preparativos para
la noche.
—¿Y si la gente no cabe en la cancha de fútbol?
Finalmente llegó el gran momento. Todos se trasladaron a los terrenos del
—Ya está prevista la solución —explicó el intendente—. Ordené poner a dis- ferrocarril, donde los empleados del municipio habían instalado un improvisado
posición los extensos terrenos de la vieja estación de ferrocarril. Allí caben cinco palco para Jorge y sus familiares. Cuando Jorge vio la tarima, la asoció con un
mil personas. En este momento, estamos invitando a la población a través del cadalso, pues seguía sintiéndose mal con tanto circo por algo que él había hecho
canal de cable y la radio y también con tres vehículos que están recorriendo las meramente por su convicción de fe y de ninguna manera para figurar en prime-
calles con altoparlantes. ra plana. Pero tuvo que reconocer que era justo y digno festejar el resultado de
—Bueno, que sea lo que usted disponga —dijo con tono resignado Jorge, esos esfuerzos, y decidió tomar todo este espectáculo montado por las autorida-
dejando caer el tubo del teléfono. des locales como una sincera expresión de alegría. También pudo imaginarse que
muchos llegarían a este encuentro sin saber de qué se trataba, qué significaba el
Gladys acomodó el teléfono y trató de animar a su líder antipapiro. "papiro de los ricos" y cuáles habrían sido sus consecuencias; pero eso tampoco
—Esto es sensacional. Quién sabe lo que seguirá mañana. tenía tanta importancia a la hora de festejar.

En ese momento sonó el timbre de la puerta. Esta vez atendió Gladys. Con Poco a poco llegó a llenarse el gigantesco espacio. Por supuesto que no alcan-
alegría inmensa saludó a sus padres y hermanos. La presencia de los seres queridos zaron las mesas hechas de simples tablones y caballetes, ni las sillas y los bancos
reanimó los desinflados ánimos de Jorge. Más aún, cuando a los pocos minutos traídos de todas las instituciones de Urdinarrain. Muchas familias trajeron sus
volvió a sonar el timbre e hicieron su aparición sus padres y los abuelos mejicanos. mesitas y sillas plegables, y unas cuantas personas quedaron paradas, cosa que
Todos hablaban, gesticulaban, se saludaban, se abrazaban, reían y lloraban a la a nadie le incomodaba. Lo que interesaba era el encuentro festivo. Cada treinta
metros había una consola de sonido, y unos muchachos estaban tendiendo los
244 El papiro de los ricos
20. El golpe final 245

últimos cables para que todos los presentes pudieran escuchar los infaltables dis-
cursos que debían pronunciarse esta noche. América Latina. Jorge jamás se había imaginado que en la tranquilidad entrerria-
na podía hallarse un ejemplar de aquella celebérrima edición.
La excelente cena iba intercalada con las habituales palabras de bienvenida y
de reconocimiento de la hazaña de Jorge, adhesiones y un sinnúmero de saludos, —Me lo dejó mi abuelo, que fue pastor en Francia —dijo la anciana—. Me
entre ellos, uno enviado por el Pastor Presidente de la Iglesia de Jorge. Hablaron encomendó que lo cuidara muchísimo y que jamás lo vendiera, aunque llegaran
los demás pastores del pueblo y el sacerdote. Llovían felicitaciones y congratula- a ofrecerme mucho dinero, porque era un libro inmensamente valioso. Dijo que
algún día iba a aparecer alguien que lo iba a merecer, y que entonces se lo regalara.
ciones. Era lo habitual; y como siempre, toda esa batahola de cortesía iba estre-
Ese momento llegó ahora. Lo que usted hizo por nuestra fe es impagable. Como
chamente fusionada con el deseo de los respectivos autores de colocarse personal-
este libro. ¿No le parece?
mente en el haz de luz de los reflectores. También fueron leídos cuatro mensajes
que llegaron por correo electrónico, y Jorge no pudo menos que sospechar que —Abuela, no sé cómo agradecerle este descomunal regalo. Pero yo no hice
detrás de los mismos estaba nadie menos que Gladys. Pues de otra manera no se nada especial. Sólo quise averiguar la verdad.
podía explicar semejante publicidad. Un mensaje de Christa Lüniger, la amable
secretaria del Instituto Jung de Suiza, decía: "Jorge: Luego de su visita comencé —Dejémoslo ahí —dijo la abuela—; usted hizo algo único. Dios lo bendijo
a hilar fino, y no me equivoqué. Usted me entiende. Le felicito". El director del con sabiduría, fe y coraje; y usted supo emplear bien esos talentos. Que Dios lo
Museo de la Biblia de México decía algo similar. Joaquín del Conde, el profesor siga guiando como hasta ahora, y que este libro le ayude en su tarea.
de teología de Buenos Aires, dijo simplemente "Ahora sé quién podrá ser mi El singular gesto de la anciana sobre el escenario emocionó al público presente
sucesor en la Facultad"; y Vito del Conde, el eximio guitarrista, anunció la com- más que todos los discursos, ya olvidados a esta altura. Aunque Erasmo y su edi-
posición de una pieza para dos guitarras, al estilo de una payada, intitulada "El ción del Nuevo Testamento eran enigmas indescifrables para la absoluta mayoría
baqueano", con un texto sobre un baqueano que encuentra el camino correcto de los presentes, la escena de Catalina entregando un libro a Jorge era por demás
a pesar de las huellas mentirosas dejadas por un delincuente. El público seguía conmovedora. La ovación fue larga y entusiasta.
y aguantaba todo esto con paciencia estoica y grandiosos aplausos, ingrediente
infaltable del ritual de tales fiestas. Cuando comenzó a mermar el aplauso y los celebrantes se dedicaron al postre
y a retomar sus respectivas conversaciones, pues siempre había suficiente material
Pero las sorpresas no terminaron allí. Una vez concluidos los discursos y ya para las mismas, Jorge volvió a su lugar junto a Gladys y le preguntó con voz muy
pasada la medianoche, cuatro jóvenes subieron a una anciana en una silla de rue- romántica:
das al palco. Todo el mundo la conocía simplemente como Doña Catalina. Era
—Gladys, ¿quieres casarte conmigo?
una especie de abuela del pueblo. El encargado de los equipos de audio le alcanzó
un micrófono, y Catalina le pidió a Jorge que se acercara. Luego le entregó un Inmediatamente se produjo un profundo silencio. Varias miles de personas
paquete. * miraban expectantes a la pareja sobre el escenario. El tiempo se congeló y las es-
trellas se detuvieron en su milenario movimiento sobre la esfera del firmamento.
—Tome, pastor, le traje un regalito. Ábralo. Espero que le guste.
—Por supuesto —respondió Gladys en el acto—. Ya estaba esperando esta
Jorge tomó el paquete y lo abrió con mucha expectativa, ante el silencio ex-
pregunta.
pectante de miles de personas.
—¿No te molesta que te lo esté preguntando justo aquí y en este momento?
—Sólo sé que es un Nuevo Testamento —dijo la anciana—; pero nunca pude
leerlo, porque no conozco esas letras. —Al contrario. Es la coronación más sublime de toda la hazaña.

Con inmensa sorpresa, Jorge vio que se trataba de un Nuevo Testamento grie- En su entusiasmo festivo y enteramente sumidos en sus sentimientos, los dos
go, un ejemplar intacto de la primera edición del texto griego hecha por Erasmo no se habían dado cuenta de que el operador de los equipos de amplificación no
de Rotterdam en 1516. Una rareza total y absoluta en el país y acaso en toda había apagado los micrófonos que estaban delante de ellos. La pregunta radical
de Jorge y la apasionada respuesta de Gladys resonaron con todos los decibeles
246 El papiro de los ricos

posibles por el amplio espacio, de manera que todo el público fue testigo del bre-
vísimo pero sustancioso y decisivo diálogo. Jorge y Gladys recién se percataron de
esta transmisión en vivo cuando un aplauso estruendoso e interminable y miles de
gritos de júbilo se elevaron desde las festivas mesas al terciopelo oscuro del cielo
nocturno, clavándose en las cuatro estrellas de la Cruz del Sur que vigilaban desde
lo alto la escena envuelta en la tibieza de la noche otoñal.
No le quedó otra alternariva a la feliz pareja que ponerse de pie y concluir la
espléndida velada con un largo abrazo, fusionando de manera inseparable sus
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