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Margarita Mora Pérez

1 ESO A

EL TRAIDOR
(Vienen Lucía y María por la calle de camino a la compra y de repente,
Lucía se queda pasmada mirando a un hombre.)

LUCÍA: ¡Mira María! (sorprendida) ¿Aquel hombre de allí es Manolo el


que estaba en nuestra clase cuando erramos unas crías?
MARÍA: La verdad es que me suena mucho la cara de ese hombre.
Acerquémonos y preguntémosle si es Manolo nuestro amigo de la infancia.

(Las dos muchachas se acercan hacia aquel hombre.)

LUCÍA: Perdone, ¿es usted Manolo?¿El que conocimos en la infancia?


MANOLO: Sí, me llamo Manolo, pero no sé qué quiere decir, no la
entiendo.
MARÍA: A ver, a ver… ¿Usted estuvo en el colegio C.E.I.P Los Rosales?
MANOLO: Sí ¿por qué me preguntan eso?
LUCÍA: Porque somos tus compañeras de clase, que estudiamos contigo.
Por eso nos hemos acercado para ver si era usted y para saludarlo, que hace
mucho tiempo que no nos vemos. Éramos grandes amigos.
MARÍA: ¿No se acuerda de nosotras?
MANOLO: (Pensativo) Ehhhh… Espere que recuerde… (Dirigiéndose a
Lucía) ¿Es usted Lucía?
LUCÍA: Sí, soy yo la misma que ves y calzas. ¿Ya me recuerdas?
MANOLO: (Con sarcasmo) No te voy a recordar... ¡Si me dejaste caer y
me partiste un brazo!
MARÍA: Ui ui ui, si Lucía pega a alguien razón tendrá, porque ella no hace
daño ni a una mosca.
LUCÍA: Que si razón tendré…, por supuesto, yo no sé si usted, Manolo, se
acuerda, pero me quiso dar un beso… Pero en fin, éramos unos críos,
espero que no quede nada de rencor entre nosotros.
MARÍA: Manolo, ¿usted me recuerda?
MANOLO: Claro que sí, era usted la niña más inteligente de todo el
instituto, y aunque de un principio no os haya reconocido, ahora os
recuerdo perfectamente.

(De repente un hombre se acerca por las espaldas de María rápidamente y


le quita el bolso de un tirón.)
MARÍA: (a voces) ¡Ehhhh! ¡Ladrón, el bolso! ¡Ayuda!

(Entonces Manolo salió corriendo detrás de aquel individuo para poder


recuperarle el bolso a María. Ella con muchos nervios cogió el teléfono y
llamó a la policía sobresaltada.)

MARÍA: Perdone policía. Me acaban de robar el bolso mientras estaba tan


tranquilamente hablando en la calle. Así que ¡corra! Tiene que recuperar
ese bolso tengo ahí mi carnet y mis documentos, aparte de mi dinero.
Búsquelo por todo el barrio, porque ha salido corriendo.

(Lucía se preocupa por los nervios que María, su amiga, tiene encima, así
que decide que lo mejor era sentarse a esperar en un banco y tratar de
tranquilizarla.)

LUCÍA: Venga María no pasa nada. Lo recuperarán. La policía está


acostumbrada a casos como éstos y saben cómo actuar, así que no te
preocupes. Además, Manolo va tras él, así que hará todo lo posible por
recuperarte el bolso.
MARÍA: Pero Lucía, estoy muy preocupada porque tengo ahí todos los
documentos de indentidad como el DNI, o el carnet de conducir… También
tengo papeles del banco porque pensaba ir ahora a sacar dinero para ir a la
compra.
LUCÍA: Bueno ya veremos lo que ocurre.

(En aquel momento apareció Manolo y las dos chicas se levantaron para
preguntarle que había ocurrido)

MARÍA: Manolo, ¿qué ha pasado?


MANOLO: Pues desgraciadamente perdí al ladrón de vista porque era muy
rápido, pero vi tu cartera en el suelo tirada. No tiene dinero porque el
ladrón lo cogería. Pero tienes aquí todos los documentos.
MARÍA: Muchas gracias Manolo no sé lo que hubiera hecho si usted no
hubiera estado aquí. Mil gracias. (En aquel momento, María le dio un beso
en la mejilla a Manolo).
LUCÍA: Bueno, ya ha pasado todo, creo que lo mejor es irnos a tomar un
café a aquel bar que nos gusta tanto y comernos un dulcecito. Invito yo no
os preocupéis.

(Se fueron los tres a tomarse un café y estuvieron una hora hablando
mientras el teléfono de Lucía irrumpió la conversación).
MARÍA: Hola, ¿sí, dígame? … ¿Cómo? ¿Ya ha detenido al ladrón?......
¡Muchísimas gracias! …. Enseguida voy. (Dirigiéndose a Manolo y a
Lucía) Chicos me ha llamado la policía y me ha dicho que han encontrado
al ladrón, por lo visto ya había robado unos pocos de bolsos en el barrio y
ya lo estaban buscando. Pero me ha dicho que por favor me acerque a la
comisaría de policía que tiene que hablar conmigo. ¿Me acompañáis?
MANOLO: Yo lo siento pero he de irme.
LUCÍA: Yo te acompañaré.

(Se despidieron de Manolo y las dos chicas partieron el viaje hacia la


comisaría de policía y lo que les dijo el policía las dejó de piedra, por lo
visto Manolo estaba implicado en el robo. Él salía a correr detrás del ladrón
para quedarse con el dinero y poder devolver la documentación)

MARÍA: Pues he de ir tras él y meterlo en la cárcel por lo menos por un


mes.

(María estaba muy enfadada porque había pasado un buen susto, los
policías trajeron a la comisaría a Manolo y ahí le dieron un buen
escarmiento)

MARÍA: (Muy enfadada) ¡Pero qué miserable!, ¿cómo has podido hacer
eso con lo bueno que eras de pequeño? No te quiero ver más, solo entre
rejas.
LUCÍA: Pero ¿cómo se te ha podido ocurrir eso Manolo? Eres insufrible de
verdad. No sé en qué momento se te ha ocurrido hacer eso así, pero espero
que el único castigo que puedas tener es estar encerrado entre cuatro
paredes.
MANOLO: Lo siento me arrepiento mucho pero es que… No me quedaba
otra tengo muy poco dinero y mi familia y yo lo necesitamos… (Lo
interrumpe Lucía)
LUCÍA: (A voces) Ahora no nos venga con tonterías, usted es un ladrón y
nos creíamos que era usted muy bueno, se lo agradecimos creyendo que
usted había sido el que nos había ayudado, pero no. No le queremos volver
a ver pequeño inútil.

(Desde aquel momento Manolo estuvo en la cárcel por un mes, por aquel
robo, y cuando salió volvió a hacer de las suyas. María y Lucía lo olvidaron
todo. La luz se va apagando lentamente y se cierra el telón)

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