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El cine siempre ha necesitado pequeños trucos y ayudas para recrear por completo la visión

de los artistas detrás de las cámaras. Aquí entran de lleno los CGI y VFX: ¿qué es y qué
evolución han tenido? ¿Cuáles son sus aplicaciones actuales?

Desde el comienzo del cine, la ficción ha ido buscando recursos que permitieran
engañar al espectador y trasladarlo al imaginario del director. Desde decorados y
pintura mate sobre piezas de madera, las cuales encajaban en el plano estático proyectando
una imagen con una perspectiva que cuadraba a la perfección con la tomada por cámara,
maquetas a escalas inimaginablemente grandes que servían para reconstruir determinados
planos que no podían hacerse de otro modo, hasta llegar a los actuales VFX, que es el
sistema que impera en la actualidad.

VFX, ¿qué es?

Empezando por lo básico, las siglas VFX hacen referencia a los efectos visuales, es decir,
a las diferentes maneras en que las imágenes pueden ser creadas y/o manipuladas una vez
ya se han grabado. Son aquellos efectos que se realizan en postproducción.

Hay que diferenciar los efectos visuales (VFX) de los efectos especiales (FX). Estos
últimos son los que se llevan a cabo durante el rodaje, es decir, aquellos que se ruedan
directamente, sin postproducción. Aunque en este post no hablaremos de ellos.
Una evolución de los VFX que es ascendente e imparable

La incursión del modelado 3D y el CGI, unidos a la potencia computacional necesaria, han


hecho que con el paso de los años aquellos primeros procesos pasaran a digitalizarse
cada vez más. Digamos que el primer gran hito de los efectos visuales por ordenador se
produjo en el año 1977 con el estreno de Star Wars (que hasta 1999 no pasaría a
renombrarse como Star Wars:Episodio IV. Una nueva esperanza).

En esta cinta, el reparto y gran parte del equipo trabajaban por primera vez sobre un fondo
azul y, si tenían suerte, encontraban algún set construido en su mayoría. Maquetas, matte
painting e inserciones digitales eran el hilo conductor y verdaderos protagonistas de la
película, que hasta que no fue estrenada era una historia incomprendida entre el propio
reparto. El camino de los efectos digitales va abriéndose y teniendo sus éxitos y sus
fracasos.

En el 1993 se estrena Jurassic Park, que combina animatrónicos (elementos vivos en


escena recreados con robótica) con efectos digitales avanzados (determinados
dinosaurios del parque y soporte de efectos en secuencias reales).

En 1999 se estrena The Matrix y se potencian de nuevo las técnicas de efectos generados
por ordenador, situándose como un referente por muchas razones, pero principalmente
por la revolución que supuso a nivel de VFX. Nuevas técnicas de rodaje cumplimentadas
con efectos visuales, “tiempo bala” y “freeze time”, con instalaciones de cámaras
fotográficas replicando el recorrido de una cámara de cine y tirando 24 fotos cada segundo
para poder congelar la acción o recorrerla a cámara muy lenta, borrado digital o inserción
de entornos digitales.

Con esta película se planteó un antes y un después en la industria de los efectos visuales.
Desde entonces, el crecimiento e implementación de estos recursos ha ido creciendo y
desarrollándose, poco a poco, hasta ir alcanzando nuevas cotas cada vez más
evolucionadas. Hace poco, con el estreno de Rogue One: A Star Wars Story, se planteó
una dura crítica a la utilización de CGI para reconstruir digitalmente a Tarkin y a
Leia, dado que Peter Cushing falleció en 1994 y que el personaje interpretado
originalmente por Carrie Fisher debía tener el mismo aspecto que en la primera película.

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