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La edad media, la iglesia y su poder en las ideas políticas

Juan Felipe Saavedra Beltrán.


Mayo 2018.

Universidad San Buenaventura.


Cundinamarca.
Historia, política y formación.
La edad media se reconoce fácilmente gracias al feudalismo, el cual se empezó a dar una vez ocurrió la ii

caída del imperio romano y representa una fase de arduo restablecimiento político, se empezó a dar el

feudalismo ya que esto se basa en que dios es el señor supremo y quien rige todo, un pensamiento

cristiano que cada vez más, con el paso del tiempo de la edad media, se fue afianzando entre las personas,

la idea de dios en la alta edad media (siglos III al X), fue la de un dios poderoso, de los militares, el cual

no tenía rival alguno, los demás dioses que se conocieran no eran más que falsos ídolos, aquel que no

declaraba que el padre, el hijo y el espíritu santo tienen una sola naturaleza o sustancia, una sola virtud y

poder, una sola divinidad a la que adorar, era excomulgadoiglesias presentaban como se logra

apreciar en el video expuesto en clase . Se observará la importancia y supremacía que se le

otorga a la iglesia en este tiempo llegando a castigar todo aquel que piense de manera diferente a

la que las La edad media, una época en donde la religión desempeña un papel decisivo en dar un

significado a la vida y a la realidad, pero también en esta época existieron otras formas de

conocimiento, como la magia y la ciencia, pero al que realmente tuvo un fuerte impacto fue la

religión, quien era la encargada de las decisiones políticas, fue donde el cristianismo obtuvo gran

auge, tuvo demasiados seguidores. Para entender el pensamiento cristiano que tenía la iglesia con

respecto al poder político, es importante fijarse en un pensamiento grecorromano que empezó a existir a

la caída del imperio Romano del occidente, el pensamiento estoico. Este pensamiento se adaptó con

facilidad al cristianismo ya que tenía una visión parecida de la vida, ya que, cuando se vio perdida la

confianza que se le tenía al estado, este pensamiento es capaz de considerar al individuo como portador de

valores universales, nunca se le veía formando parte de un todo dentro este pensamiento. Entre los

escritores de los primeros siglos de la edad media, se destaca San Agustín, quien expone una concepción

lineal de la historia, llena de fracturas y terminando siempre de la misma manera que había empezado,

con el paraíso, pero San Agustín introduce un concepto nuevo, la naturaleza caída se puede recuperar por

la gracia, el estado se puede convertir en “Remedium Peccati”, que significa que puede llegar a

convertirse en el remedio para lo que pasó si se hace cristiano,


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aceptando la revelación y la gracia. Con lo que dice San Agustín se puede observar para donde se

dirían las políticas con lo anterior dicho, se puede ver que la filosofía de los tiempos medievales

presupone un acto de adhesión al orden sobrenatural, superando así el orden natural del estado

por medio de la gracia y la revelación, que cancelan el escepticismo de la razón, lo cual se puede

llegar a ver, en el ámbito político, la absorción del derecho natural por la justicia sobrenatural, es

decir el derecho del estado por el de la iglesia. Esto nos da a entender que San Agustín solamente

tenía una cierta inclinación del espíritu, pero que las personas que heredarían su pensamiento

político lo convertirían en una doctrina explícita como tal, en donde la iglesia encontró un

instrumento valioso que utilizaría a lo largo de la historia para llegar a tener esa absoluta

supremacía en el ámbito político y quien decidiría o desarrollaría las ideas políticas que se

mantenían en la edad media. San Agustín reconoce la autoridad del Emperador romano,

admite que ésta viene de Dios, prescribe a los súbditos el deber de obediencia y exhorta

al Emperador a defender a la Iglesia contra los cismas y las herejías, pero no admite que,

en cuanto Emperador, tenga alguna autoridad dentro de la Iglesia. La fe y la moral

quedan reservadas a los Concilios y a los Obispos consagrados. Marca así nuevamente

con claridad la diferencia entre la Ciudad de Dios y la ciudad terrenal. En el pensamiento

de San Agustín, estos dos conceptos tuvieron una notable evolución: al principio, el

primero representa al cristianismo y el segundo al paganismo. En esta fase, San Agustín

procura liberar al cristianismo de la acusación de ser responsable del saqueo de Roma y

mostrar que el paganismo no habría salvado a Roma del desastre ni aún en sus épocas de

esplendor. Más tarde, la Ciudad de Dios representa a la Iglesia institucional y jerárquica,

y la ciudad terrena, al mundo fuera de la Iglesia.


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Dice San Agustín que "la paz de la ciudad es la concordia bien ordenada de los

ciudadanos en el gobierno y en la obediencia". En su pensamiento, la paz es un valor

central, "La paz es tan esencial a los hombres que hasta los malvados la desean". San

Agustín sabe, por cierto, que hay paces injustas y admite la legitimidad de algunas

guerras, pero denuncia las terribles consecuencias que llegaron a tener estas guerras. San

Agustín reconoce que, en el mundo real, la ciudad del diablo generalmente triunfa, al

menos momentáneamente, después de la caída, ella subsiste, sin embargo, Dios con su

gran paciencia y amor, le ofrece en forma permanente la oportunidad de convertirse en

ciudad de Dios. El pensamiento político de San Agustín desemboca así en una teología de

la historia política, Cristo, por su muerte, ofrece a las ciudades terrestres la oportunidad

de convertirse en ciudades de Dios.

Lista de referencias

http://sgfm.elcorteingles.es/SGFM/FRA/recursos/doc/Libros/2064449695_15920101245

32.pdf

https://www.youtube.com/watch?v=umuL7LCSsKw

http://www.monografias.com/trabajos-pdf4/pensamiento-politico-tomo-i/pensamiento-

politico-tomo-i.pdf

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