Diseño de elementos sometidos a cargas estáticas.

Conocer las diferentes propiedades de los materiales es necesario en el diseño

de cualquier elemento de máquina, así como también el tipo de carga que tendrán
que soportar. Esto, es requisito para seleccionar correctamente los materiales que
se deben utilizar dependiendo del caso. Por la razón de que una pieza de maquina
puede fallar por diferentes causas, se vuelve necesario el tener conocimiento de
las propiedades de los diferentes materiales para crear los elementos con las
características necesarias con el fin de que realice apropiadamente el trabajo
esperado del mismo. En el caso de que el elemento a diseñar vaya a estar bajo la
acción de una carga estática, es posible que sufra una falla, para esto existen
métodos para saber el comportamiento que tendrán los materiales al aplicarle
dichas cargas, estos son llamados teorías de falla.

Primero hay que preguntarse, ¿Qué es una carga estática? Una carga estática
no es más que una acción estacionaria de una fuerza o un momento que poseen
magnitud, dirección y punto (o puntos) de aplicación que no varían con el tiempo.
¿Qué es una falla? La falla es la pérdida de función de un elemento tanto por
deformación (fluencia) como por separación de sus partes (fractura). ¿Qué son
teorías de falla? La teoría de falla son aquellos criterios usados para determinar
los esfuerzos estáticos permitidos en estructuras o componentes de máquinas. Su
objetivo es relacionar el fallo en un estado unidireccional (ensayo de tracción) con
el fallo bajo cualquier estado de tensiones.

Los mecanismos de falla dependen de la estructura microscópica del material y

de la forma de sus enlaces atómicos. Para predecir la falla de materiales bajo
cargas estáticas y poder hacer diseños de elementos de máquinas confiables se
han desarrollado varias teorías para grupos de materiales, basándose en
observaciones experimentales. Las teorías de falla se dividen en dos grupos. El
primer grupo son los materiales dúctiles: aquellos que pueden deformarse
considerablemente antes de llegar a rotura. Y el segundo grupo son los materiales
frágiles: cuando es muy poca la deformación que presentan antes de romperse.

A la hora de seleccionar el material adecuado para una determinada aplicación,

hay que tener en cuenta diversos factores, como por ejemplo el trabajo que va a
desarrollar la pieza hecha con dicho material y las fallas que pueda presentar ante
la aplicación de cierta carga. Por lo tanto, un profundo conocimiento de las
propiedades de los distintos grupos de materiales y de las formas en que se
pueden mejorar es fundamental para estar en condiciones de determinar cuál es el
más apropiado.
 Para diseñar un elemento, independientemente de la función que desempeñara
o qué tipo de cargas soportara, es necesario conocer sus atributos y propiedades,
conocer sus debilidades y fortalezas, sus ventajas y desventajas. Todo eso con el
fin de diseñar un elemento que se adecue a las necesidades, soportando y no
fallando fácilmente ante las cargas.