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DANTE ALIGHIERI: LA DIVINA COMEDIA

CANTOS DEL INFIERNO

INTRODUCCIÓN. Demonio Jefe. La Selva. Desorientación de Dante. Encuentro con Virgilio. Dudas
de Dante. Razón del viaje explicada por Virgilio.

I Y II:

Dante ha ingresado en la selva oscura, camina hacia el oeste pero tres fieras le impiden el
camino y lo echan hacia atrás. Entonces aparece Virgilio que lo invita avanzar por otro camino.

Dante entra en esta selva de confusión y muerte por abandono del buen camino, es decir como
arrastrado por las circunstancias. El viajero logra escapar de la muerte del alma, fuera de la
selva, comienza el difícil ascenso de la ladera del monte, hasta el encuentro de la pantera que le
impide el paso, la pantera simboliza el deseo y placer, el león simboliza la ira y la loba la avaricia.

La loba es el enemigo definitivo. Virgilio no se puede enfrentar a la loba y la mejor manera de


vencerla es cambiar de camino, por lo cual hay que pasar por el infierno. Virgilio describe a
Dante las tres etapas del camino: el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, donde se encuentra
Beatriz. Dante se refiere al camino que va a forjar como “guerra”, porque debe mirar todas las
miserias humanas sin apiadarse de lo criminales aunque Dante siempre mostrara una actitud
piadosa con los vicios individuales, pero nunca tolerara los actos de maldad contra el prójimo.

ALTO INFIERNO. VESTÍBULO Y PUERTA. Carón. Los inútiles y egoístas. Travesía del río Aqueronte
en la barca de Carón.

PRIMERO. Limbo de los dos bautizados y del mundo antiguo.

III Y IV:

Llegada a la puerta del infierno, en el vestíbulo de ingreso se encuentran lo inútiles e indolentes.


Ante al rió Aqueronte, Virgilio le cuenta el tránsito de las almas. De repente suena un terrible
trueno y Dante se desmaya, recuperado ya se encuentra al borde del primer círculo o limbo de
los no cristianos, es decir los que no están bautizados.

El canto III termina con la descripción de Virgilio de los que llegan al Infierno, aquí se encuentra
con los grandes poetas de la antigüedad como Homero, Ovidio y Lucano.

Llega al castillo que se compone de siete muros y siete puertas esto es interpretado de varias
maneras según los autores, unos dicen que representan las cuatro virtudes morales: justicia,
fortaleza, templanza y prudencia; y las tres espirituales: fe, esperanza y caridad. Para otros es la
representación de las siete artes liberales: el Trivium de gramática, lógica y retórica, el
cuatrivium de aritmética, geometría, música y astronomía.

Dante sigue su propio orden y si antes puso primero a los poetas, ahora pone a los héroes y
hombres de acción que funda la civilización y el imperio. Comienza con Troya: Electra, Zeus,
Eneas, Héctor, Cesar, Lucio Junio Bruto fundador de la republica romano etc.

Ahora viene con los filósofos: Aristóteles, Sócrates, Platón, Heraclito, Zenón etc. Siguen los
hombres prácticos como Dioscorides, Séneca, Hipócrates y Galeno.
Esta lista es una verdadera declaracion de principios: es su manera de honrar a todos los que
ama, venera y respeta como maestros y ejemplos de una humanidad inteligente y virtuosa.

SEGUNDO. MINOS. Círculo de los lujuriosos.

V:

Desciende al segundo círculo, donde están los lujuriosos, Virgilio señala a personajes típicos de
la antigüedad y se encuentran a Francisco de Rimini y Pablo Malatesta que les cuentan su
desgracia. Dante vencido por la piedad se desvanece.

Este círculo lo preside Minos ya que se le atribuía toda clase de aventuras amorosas y la
invención de la pederastia, tiene el poder de juzgar a los muertos, este desconfía de los viajeros
y trata de asustarlos.

Este círculo es un terrible torbellino que arrastra a las almas como lo hace el huracán.

TERCERO. CERBERO. Círculo de los golosos.

VI:

Dante se encuentra en el tercer círculo, el de los golosos, atormentados con una lluvia sucia con
granizo y nieve, y se encuentran con Ciacco.

En esta descripción del circulo, se percibe el desprecio de Dante por lo que en vida no tuvieron
mas horizonte que el placer de comer. Los golosos son comparados a perros destacando una vez
más el desprecio que le merecen al viajero. El canto termina con la explicación de Virgilio sobre
la perfección del bien y el mal.

CUARTO. PLUTOS. Círculo de los avaros y pródigos. Sobre la Fortuna y los cambios. Las negras
aguas del río Éstige forma el pantano de los iracundos.

VII:

Descenso al cuarto círculo aquí se castigan a los avaros y pródigos, están condenados a chocar
unos contra otro eternamente. Virgilio le informa a Dante porque no podrá reconocer a
ninguno. Se encuentra con el demonio Plutos. A continuación descienden al quinto círculo.

QUINTO. FLEGIAS. Regreso al círculo de los iracundos. Llegada a la ciudad de Dite y oposición de
los demonios.

VIII:

Llegan al quinto circulo donde se castigan a los irascibles, los dos poetas atraviesan la Estigia en
la barca de Flegias se encuentran con Felipe Argenti y la ciudad de Dite. Finalmente llegan a las
puertas de la ciudad, donde se enfrentan a una resistencia de demonios.

Nos acercamos a una ciudad duramente fortificada y gobernada por demonios, que en cierta
manera, tienen la libertad como para decidir lo que hacen y poder rebelarse. Diríamos que esta
ciudad es un lugar abandonado de la mano de Dios, y a merced de fuerzas malignas.
Encuentro con Felipe Argenti, representa a uno de esos hombres brutos, vulgares y estúpidos,
Dante descarga sobre este todo su rencor contra la violencia de la vida política florentina, en
este caso, causada por el arte irritable y la fácil cólera de un arrogante florentino.

Virgilio en este momento descubre que el viajero es un alma ardiente a favor de la justicia, un
verdadero señor que esta en el mundo, no solo para su felicidad personal, sino para beneficio de
sus amados compañeros hombres oprimidos por las fuerzas ciegas y brutales. Finalmente
llegamos al ciudad de Dite que Dante llama “mezquita” porque en la oscuridad percibe sus
agujas de sus torres, ciudad entera de hierro.

Tropiezo con los demonios rebeldes, quienes no desean tratar con Dante.

BAJO INFIERNO. SEXTO. LAS ERINIAS. Aparición de las Erinias. Episodio de la Gorgona.
Intervención del Ángel e ingreso en la ciudad de Dite. Los heresiarcas.

IX:

Aparecen tres amenazadoras furias salidas de la ciudad de Dite. Episodio de la Gorgona,


interviene un mensajero celeste que sin dificultad abre con una varilla las puertas de la ciudad.
Llegan los poetas al sexto círculo en donde los herejes son castigados en sepulcros ardientes.

Virgilio esta lleno de furia y de impotencia pero al ver la palidez del rostro de Dante, recompone
el rostro suyo con rapidez para no desanimarlo.

Dante le pregunta Virgilio si ya hubo algún otro proveniente del limbo de la antigüedad. En
realidad, trata de asegurarse de que Virgilio conozca bien el camino.

Aquí Dante se encuentra con las Furias, que son divinidades violentas, su misión es vengar los
crímenes, en especial las faltas contra la familia. Castigan los delitos enloqueciendo a los
culpables o haciéndoles sufrir crímenes semejantes por manos de otros. Las furias intentan
impedir la entrada de Dante a la ciudad de Dite infundiéndole terror, y por ello llaman a la
Medusa para que lo haga piedra.

La Gorgona es símbolo del terror que inmovilizan y deja indefenso al que lo padece, y en este
momento del ingreso a la ciudad de Dite, donde se contemplaran las grandes miserias humanas,
y donde Dante tendrá que abrir lo ojos para ver todas esas miserias. Dante no se priva en
advertirnos la gravedad del momento. A esta escena de terror le sigue la calma y la armonía del
enviado celeste.

Todo este canto es como un discurso al lector para templar su espíritu por lo que va a venir. La
lectura es purificadora y nos hace ver al Ángel como la representación de lo mejor de la dignidad
humana.

Explicaciones de Virgilio acerca de las tumbas abiertas. Encuentro con los epicúreos Farinata
degli Uberi y Cavalcante de Cavalcanti.

X:

Los viajeros se integran el sexto círculo, donde se castigan a los herejes, metiéndolos en
sepulcros de fuego. Dante encuentra con los epicúreos
Farinata degli Urbenti y Cavalcante de Cavalcanti. Farinate predice al poeta su futuro exilio ya
que los condenados conocen presente y futuro.

Encuentro con Farrinata, jefe político y militar de los gibelinos de Florencia y fue condenado
como hereje post mortem. En medio de la conversación con Farinata, surge la figura de
Cavalcante, poeta y el más importante amigo de Dante. Prosigue la conservación con Farinata y
Dante le pregunta sobre los conocimientos que poseen los condenados. La respuesta de Farinato
es que la luz divina les permite en cierta medida conocer cosas del futuro, pero que del presente
no saben nada solo lo que le cuentan los recién llegados. Dante ahora comprende la confusión
de Cavalcanti y solicita de Farinata que le informe que su hijo todavía sigue vivo.

Dante emocionado por la profecía de Farinata, queda pensativo, Virgilio le dice que no olvide lo
que le han dicho, pero que cuando llegue al Paraíso, de boca de Beatriz conocerá el destino de
su vida. Desciende a un valle inferior, es decir al siguiente circulo.

Anastasio Papa. Topografía del infierno descrita por Virgilio.

XI AL XVI:

En su descenso se tropiezan con el sepulcro del pontífice Anastasio II. Virgilio le despeja algunas
dudas sobre las categorías de los vicios y porque la usura es una ofensa a Dios.

Este séptimo circulo esta dividido en tres recintos:

 Primer recinto los violentos contra el prójimo (canto XII).

 Segundo recinto se encuentran los violentos contra su propia persona y sus bienes
(canto XIII).

 Tercer recinto los violentos contra Dios y contra la naturaleza. Este recinto a su vez se
divide en tres zonas:

 Primera zona los blasfemos contra Dios (canto XIV)

 Segunda zona alberga a los sodomitas o violentos contra la

Naturaleza (canto XV)

 Tercera zona alberga a los usureros, son violentos contra

Los recursos naturales (canto XVI).

SEPTIMO. MINOTAURO. CENTAURO. Recinto 1º Los violentos contra el prójimo sumergidos en el


Flegetonte, río de sangre hirviente.

XII:

Virgilio y Dante llegan al primer recinto del séptimo círculo custodiado por el
Minotauro.Sumergidos en el Flegetonte rió de sangre hirviente, los violentos son custodiados
por centauros. El centauro Neso les acompaña al segundo recinto.

El lugar esta obstruido por escombros. El desmoramiento dejo el paso solo practicable para
quien se arriesga a cruzar por la ruinas.
Los violentos contra el prójimo, su castigo es estar sumergidos en un río de sangre hirviente, el
Flegetonte, que comienza siendo profundo, luego va emergiendo el fondo y luego nuevamente
se profundiza, de manera que los primeros están sumergidos hasta las cejas , los siguientes
menos, pero los últimos están otra vez completamente sumergidos.

Mas abajo los viajeros encuentran una tropa de centauros, no de los cuales es el centauro Neso.

Recinto 2º. Los violentos contra sí mismos. Los Suicidas, árboles secos y nudosos.

XIII:

Llegados al segundo recinto del séptimo circulo, los viajero llegan a una horrible selva llena de
árboles donde se castigan a los suicidas, tanto a los que se han quitado la viada como a los que
han derruido sus bienes. Entre los suicidas se encuentra Pedro Della Vigna. Finalmente escuchan
los lamentos de un florentino anónimo.

Al arrancar ramas de los arbustos comienza a manar sangre, y se le aparece el alma de Polidoro.
En relación con esto Virgilio le dice a Dante que observe bien, Virgilio se disculpa con el suicida
de haber provocado la herida. El suicida resulta ser Pedro Della Vigna.

Recinto 3º. Primera zona: los violentos contra Dios. Los Blasfemos. Virgilio habla del viejo de
Creta y del origen de los ríos del Infierno.

XIV:

Se encuentra en la primera zona del tercer recinto del séptimo círculo, los viajeros ingresan al
ardiente arenal que encierran a los violentos contra Dios, a los blasfemos, entre los cuales se
encuentran a Capaneo. Mientras transitan hacia la segunda zona Virgilio habla a Dante del
anciano de Creta y del origen de los ríos del infierno.

Se hacen descripción de la situación de las tres zonas del tercer recinto: los que yacen de
espalada son los de la 1º zona, los violentos contra Dios, los que esta acurrucados son los d la 3º
zona los usureros, y los que caminan sin descanso son los de la 2º, los violentos contra la
naturaleza.

También se hace una descripción sobre el arenal que se compara con la lluvia de fuego caída de
los copos de nieve.

Encuentro con Capaneo es uno de los sietes príncipes arguivos que en la leyenda de la guerra de
Bebas se lanzaron contra la ciudad.

Segunda zona: los violentos contra la naturaleza, los sodomitas. Las aguas del Flegetonte se
precipitan en el octavo círculo. Aparece el monstruo Gerión.

XV:

Segunda zona del tercer recinto del séptimo círculo, están los sodomitas, violentos contra la
naturaleza. Dante reconoce a Bruneto Latini que le predice su destierro de Florencia.
Ya se había alejado de la sombra, aquí Dante introduce al lector en un ambiente menos violento
que los anteriores y que preanuncia el encuentro de personaje familiares que merecen respecto
y admiración.

Encuentro con Brunetto Latini, literato y canciller de la republica de Florencia. Dante se quiere
acercar pero solo la ribera lo ampara del fuego y opta por acercar el rostro e inclinar la cabeza
hacia el maestro en la actitud respetuosa que se merece. Dante le cuenta su llegada hasta allí y
Brunetto le habla de la persevidad de los florentinos, Dante emocionado, expresa el deseo de
que aun estuviera entre los vivos.

XVI:

Continuan los viajeros caminando hacia la orilla del Flegetonte, allí se encuentra a Guidoguerra,
Tegghiajo y Rusticucci guerreros ilustres de Florencia.

Allí salen al paso estos tres individuos solicitando su atención a gritos, es tal el fervor de Dante
que quisiera tenerlos en sus brazos y le comenta que con Virgilio va en busca de la felicidad. Los
condenados ignoran el presente y recuerda su esplendorosa vida.

Los viajeros continúan su marcha hacia la fagorosa caída de las aguas del Flegetonte.

Descripción del monstruo Gerión. Última zona de los usureros. Descenso sobre el lomo de
Gerión al octavo círculo.

XVII:

Se describe al monstruo Gerion.Antes de descender al octavo círculo, a ver y a parlamentar con


los usureros. Los viajeros descienden al octavo círculo, montados en Gerion.

Gerion era un gigante de tres cabezas y de cuerpo triple. Dante modifica la figura en un solo
cuerpo con cola de escorpión y rostro humano. Esta imagen creada por Dante resuena en el
Apocalipsis.

Montado en Gerion para el descenso de octavo circulo, la situación es de pavor. El abismo hacia
el octavo círculo es extensa y tan oscuro que no se puede ver nada, resuenan extraños ruidos y
Dante percibe fuegos y oye llantos.

OCTAVO CÍRCULO. GERIÓN. Descripción de Malebolge en diez giros concéntricos. Fraudulentos y


defraudadores.

Recinto 1º y 2º. Los rufianes y los seductores.

Los lisonjeros.

XVIII:

Ingresan los viajeros al octavo círculo, que esta dividido en diez fosas concéntricas donde se
castigan a los fraudulentos. En la primera fosa están los rufianes que son por los demonios,
como Venedico Cacciameno, y los seductores como Jasón. En la segunda fosa se encuentran los
aduladores, que están sumergidos en in pozo de inmundicia.
En este círculo es donde reina la maldad del hombre. En el centro de este círculo hay un vacio
circular, ultimo reducto del infierno.

Caminando siempre por la izquierda, los viajeros van ir ahora recorriendo los recintos circulare.
La primera fosa que se encuentra esta repleta de rufianes y seductores desnudos. El lugar es
maloliente e inmundo como apestan los aduladores en el mundo. Este canto concluye en la
vulgaridad de la adulación cortesana con fines de dominación sexual.

Recinto 3º. Los simoníacos.

XIX:

El tercer recinto del octavo circulo, se encuentran con los simoniacos, están enterrados cabeza
abajo, y sus pierna son devoradas por las llamas. Se detienen a conversar con Nicolás III.

Metidos de cabeza en la aberturas de los simoniacos, con intimidad y con fianza propone Dante
el descenso, Virgilio lo concede y protege la marcha teniéndolo firme a su lado.

Dante muestra el desprecio que le merecen estos infatuados papas; alude al texto apocalíptico
17,1-3.

Este texto se refiere a los diez mandamientos con los cuales comando la Iglesia sobre los pueblos
cristianos. Virgilio muestra satisfacción y hasta admiración por la honestidad de Dante.

Recinto 4º. Los adivinos y los magos.

XX:

Cuarto recinto del octavo círculo, los viajeros encuentran a adivinos y magos, con el rostro
vuelto atrás, en castigo de haber querido mirar demás hacia delante. Dante se conmueve de
esta situación miserable y se gana el reproche de Virgilio. Aparecen Tiresias, Aronta y Manto.

Todo este paisaje da cuenta de la afición medieval a la astrología, que tenia tan alto uso en la
cortes por reyes y señores, a fin de conocer el éxito de sus empresas.

Este canto cuenta con la alusión de la Luna, señora de los maleficios, Virgilio le cuenta el ingreso
en la selva oscura, de noche, en la que gracias a la luna llena podía andar.

Recinto 5º. Los estafadores.

XXI Y XXII:

En el quinto círculo del octavo circulo, están los que estafan y defraudan en un lago hirviendo,
bajo guarda de los demonios vengadores. Los viajeros deben enfrentarse a los demonios y sufre
el engaño de Malacoda. Guiados por diez demonios, los viajeros recorren el recinto, se
encuentran a Giampolo. Dos diablos discutiendo caen al agua hirviendo.

El recinto se muestra como una caldera hirviente, absorto de su contemplación, Dante no atina a
apartarse del camino de un demonio, es necesaria la intervención de Virgilio que lo protege y lo
quita del camino.
El ambiente es catastrófico y amenazador, es un mundo en degeneración creciente. El valiente y
experimentado Virgilio se enfrenta resueltamente a loa demonios, quienes se abalanzan contar
él.

El ambiente de estos cantos reflejan el desden por la deshonestidad política de esos tiempos.

Recinto 6º. Los hipócritas. Engaño de Malacoda.

Los viajeros reemprenden la marcha hacia el sexto recinto, arrojándose por una ladera huyendo
de los demonios que los siguen. Sexto recinto de los hipócritas castigados a cargar una pesada
capa de plomo dorado que los obliga a marchar lentamente. Allí encuentran a dos miembros de
la orden de los Gaudentes, Catalano y Loderingo, que están junto a Caifás crucificado. Entonces
Virgilio comprende que ha sido engañado por Malacoda.

XXIII: Después de tanta agitación, marchan en silencio uno tras el otro como caminaban por los
claustros los franciscanos. La fábula de Esopo citada es la de una rana que finge querer ayudar a
un topo a cruzar un pozo de agua llevándolo sobre el lomo; pero como en realidad quería
ahogarlo, ata su pata a la pata del topo; de esta forma, llegados a un lugar profundo se sumerge
arrastrando consigo al topo. Pero pasa un gavilán que agarra al topo y con él a la rana, y se los
come a ambos. Se interpreta comúnmente a Calcabrina como la rana traidora, a Alichino como
el topo y a la vez como el común castigo del gavilán. Otra interpretación es, el navarro como al
gavilán, quien con su decisivo y veloz actuar arrastra a los competidores al común charco
hirviente. Para Dante la comparación era evidente, pues agrega que la competencia de los
demonios y la fábula se asemejan tanto como mo e issa que son dos adverbios de tiempo del
latín ( modo e hac ipsa ) que significan lo mismo, ahora, y añade la referencia al principio y al fin
de la escena. Lo complejo de la situación y el embarazo y bochorno en que han quedado los
demonios, atemoriza a Dante que presiente entonces una venganza inevitable.
Hermoso y descriptivo pasaje de la intensidad como Virgilio protege a Dante. Es un verdadero
Conductor y Maestro a quien mueve el aprecio que ha engendrado Dante en él. Pasaje humano
que une a los hombres verdaderamente grandes.

XXI y XXII y el comienzo de éste: Constituye por sí mismo una escena completa, principio, fin,
drama, acción, diálogos, comedia, y un desenlace triunfal del débil sobre el fuerte. El ambiente
es tétrico, y uno percibe, en medio del teológico castigo divino, que hubo una revancha, un acto
valiente y decidido que, con inteligencia, supera la estupidez de los violentos, en fin un asomo
de felicidad que contradice a las leyes infernales establecidas. Es el infierno que Dante inventó,
enteramente humano, casi histórico. Y por sobre todas las cosas, de aquello que más ama
Dante, la inteligencia, y su compañera inseparable e imprescindible, la virtud, es decir, el coraje
y la firme atención y perseverancia ante la oportunidad.

Descenso al sexto recinto del octavo círculo, mundo de los hipócritas, por fuera noble y brillante
como el oro, por dentro agobiado por la mezquindad. El aspecto de los precitos es comparado
con la apariencia de los monjes de Cluny, cuyo ropaje, compuesto de un abundante escapulario
y una túnica talar de amplias mangas y pliegues, solemne y lujosa, contrastaba con la simple
túnica de los frailes franciscanos y de otros pobrecillos en época de Dante. La hipocresía es
ostentación de falsa virtud, vicio propio de los aspirantes a la perfección religiosa, por lo que
esta referencia a Cluny es enteramente adecuada como introducción al tema.

Etimológicamente pues y en realidad, hipócrita es el que finge lo que no es, y lo que finge es
algo grande y maravilloso que deslumbra a los simples.

El abrumador plomo de los hipócritas es comparado a una tortura que el emperador Federico II
usaba para con los culpables de lesa majestad, consistente en encerrarlos en capas de plomo y
arrojarlos al fuego. La hostilidad eclesiástica contra el emperador había elaborado y propagado
fantásticas leyendas sobre este castigo. Lo que de nuevo nos acerca a la hipocresía, tanto más
que Dante era ferviente defensor del emperador como única autoridad capaz de poner orden en
la desquiciada Italia y en la corrupta Roma. Encuentro con los frailes Gaudentes. Los presitos
desconfían de este que, cuando habla, mueve la garganta; movimiento que denuncia su
respiración.
Frailes Gaudentes o Godenti, es decir gozadores, sobrenombre que se ganaron los miembros de
una orden caballeresca francesa, originada durante la cruzada contra los albigenses, también
llamados Cátaros. Fueron llamados Gaudenti por su vida licenciosa; el pueblo los consideró
frailes falsos, y los apodó sarcásticamente los Capones de Cristo. Todo lo cual revela la
hipocresía de estos religiosos supuestos componedores de entuertos y herejías. Sobre el
maravillarse de Virgilio, hay quienes interpretan que le sorprende el castigo que sufre Caifás,
aunque en realidad, frente a otros tormentos del Infierno de Dante, no es nada extraordinario.
Otros interpretan que la maravilla se refiere a la concordancia de la frase de Caifás, y la que
Virgilio pone en boca de Neptuno consolando a Venus de la ira de Juno contra Eneas, en el V
libro de la Eneida:

...Ahora pues mantén tu fe en mi, deja el temor.


Pues aquel por quien ruegas, llegará seguro al puerto del Averno,
Y sólo a uno perderá en los abismos del mar,
uno será quien dé la vida por muchos. (En. V, 812-815).

Virgilio solicita la ayuda de los frailes para salir al siguiente recinto, porque aunque sabe que por
mandato divino los demonios están obligados a conducirlos sanos y salvos, no confía demasiado
dada la pasada experiencia. El puente de paso está roto, y la única forma de seguir el viaje es
trepar sobre los escombros que se amontonan al borde del círculo. Virgilio se da cuenta
entonces del engaño de Malacoda y recibe del fraile la respuesta de Jesús al largo acoso de los
fariseos:

Vosotros sois del padre diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre.
Homicida es él desde el principio, y no permanece en la verdad porque la verdad no está en él.
Cuando dice mentiras, habla de lo que hay en él, porque es mentiroso y padre de la mentira. (Jn,
VIII, 44). Virgilio no puede ocultar la ira que lo embarga.

Recinto 7º. Los ladrones. Caco. Transformación recíproca de un ladró en serpiente.

XXIV: Los poetas suben a la cornisa del séptimo recinto, en cuya fosa, repleta de serpientes,
corren los ladrones. Entre los condenados encuentran a Vanni Fucci, hombre violentísimo y
ladrón de la sacristía de San Jacobo en Pistoya. Quien, como revancha, predice a Dante la
derrota de los güelfos blancos en el campo pistoyense.
Vanni Fucci maldice a Dios y es inmediatamente castigado. Se encuentran con Caco, presencian
la transformación de un ladrón en una cierta serpiente y viceversa. Encuentro con florentinos.

El canto se inicia con una descripción del cambio estacional que se produce al acercarse la
primavera. Es un cambio gradual, pero que sorprende al campesino cuando toma conciencia del
desvanecimiento de la nieve y de la reaparición de la hierba. Así, como la tristeza del hielo se
cambia en alegría del Sol, así Virgilio cambia de pronto su ánimo y semblante. Alude al Canto I,
Cuando Virgilio lo animara a emprender el camino que lo llevaría a la cima del monte del
Purgatorio, lugar del Paraíso terrenal. Ascenso por las ruinas del sexto recinto al séptimo. Los
viajeros se encuentran más hacia el centro de Malebolge, que es un círculo inclinado hacia la
boca del abismo central. Por donde la orilla exterior es más alta que la interior, que es por
donde están trepando los poetas.

Fatiga de Dante que intenta reposarse, lo que le vale el vivo reproche de Virgilio, quien le insta a
obrar. La fama, que es como una segunda vida, no se logra en la pereza. La larga escala será la
ascensión del monte del Purgatorio, cuya esperanza de lograrla debe valerle para darle ánimo. El
descenso a los Infiernos no es sino la antesala y la preparación para el ascenso purificador.

El foso de los ladrones está infestado de culebras y serpientes. El ladrón es una estirpe rapaz y
astuta como la serpiente que se insinúa desde lo oculto y aprovecha el descuido de los que no
están atentos; por ello pertenecen a este círculo que es el de los que obran por fraude. Es por
tanto un desertor y un traidor de la familia de los hombres de la cual es parte. Los desiertos de
Libia tenían fama de producir serpientes espantosas, a las cuales Dante junta las de Etiopía y las
del desierto arábigo para minimizarlas antes la terrible cría de este foso. Ovidio imaginó que las
serpientes de Libia nacieron de la cabellera de Medusa (Sobre Medusas y Gorgonas ver Canto IX,
52-60 y notas):

Triunfantes sobre las líbicas arenas


se arrastran sangrientas gotas caídas de la testa de Gorgona,
que en la tierra acogidas se animaron en serpientes,
por donde aquella patria está siempre infestada de culebras...
(Ov. Metam. IV, 617-620).

QUELIDRAS son una especie de culebras acuáticas.


YÁCULOS son unas que se lanzan desde los árboles.
Las FARAS se trasladan dejando un surco en la arena.
Las CENCROS dejan unas mínimas picaduras.
Las ANFISBENAS tienen una cola semejante a la cabeza lo que las hace parecer como de dos
cabezas.

Los condenados de este foso no encuentran abrigo ni talismán que los salve de las sierpes. El
Heliotropo es una piedra preciosa y mágica, especie de cuarzo verde con manchas rojas,
semejante a la esmeralda, a la que antiguamente se atribuía la virtud de hacer invisible al que la
llevaba. El deshacerse y rehacerse del ladrón tras la picadura de serpiente es la primera
transformación y testimonia la decadencia de lo humano hasta devenir una cosa efímera, como
la gloria del ladrón entre sus pares.
El ave Fénix es uno de los más vibrantes símbolos antiguos de la inmortalidad por muerte y
resurrección, como el mismo Infierno de Dante o camino de aniquilación previo a la
recuperación del Purgatorio.
La transformación del ladrón es ahora comparada con un ataque de epilepsia, que se creía obra
del demonio o causada por la obstrucción de las venas. La descripción termina con un grito de
admiración por la venganza divina. Conocemos ahora la historia del ladrón, que fue Vanni Fucci,
hijo ilegítimo, fue hombre violento y ladrón. Declara su vida bestial como de animal. Dice mulo
porque era bastardo, como el mulo que es hijo de yagua y asno.

Para vengarse de Dante, el ladrón predice el futuro funesto de los güelfos blancos de Pistoya y
Florencia: primero alude a la expulsión de los Negros de Pistoya en mayo de 1301, luego al
ingreso de Carlos de Valois, enviado del Papa, y a la proscripción de los Blancos, entre el 1301 y
1302, cuando reentraron los negros, y se cambió gente y modos, es decir partidarios y políticas

XXV: La soberbia de Vanni lo lleva a lanzar, como blasfemia, un signo obsceno contra Dios, lo
que provoca la reacción de las serpientes que lo inmovilizan y enmudecen. En medio del
descalabro del mundo feudal, existía una situación desordenada en las autoridades, la cuales ya
no imponían las leyes ni reglaban la vida ciudadana. Dante se asombra que las autoridades no
deliberaran acabar de una vez incendiándola.
En tiempo de Dante y según la leyenda, se creía que los secuaces de Catilina, una vez derrotado
su jefe, habrían fundado Pistoya y refugiádose allí: eran facinerosos, violentos y corruptos, de
ahí la alusión a la mala simiente, herederos de sus fundadores. La soberbia de Vanni es grande, y
pero no mayor a la de Capaneo en su presunción e invectiva contra Zeus, el rey de los dioses

Aparición de Caco en forma de centauro atormentado por las serpientes que lo cubren y un
dragón que lo cabalga. No va por el camino de sus hermanos, los centauros, que están en el
primer recinto del séptimo círculo. A notar esta deformación de Caco en centauro, como para
acentuar la rapacidad vehemente del ladrón.
A fin de facilitar la comprensión de lo que sigue hay que notar los siguiente:
Las serpientes que habitan este recinto no son demonios castigadores sino los mismo ladrones,
que unos tienen figura humana y otros de serpiente. Los personajes que se nombran son los
siguientes:
Cianfa, en forma de una sierpe de seis patas. Los tres florentinos que aquí se nombran, son tres
altos funcionarios que se enriquecieron distrayendo a su favor las finanzas públicas, a saber:

Agnel Bruneleschi, quien es el atrapado por Cianfa y se funde con él en un solo ser monstruoso,
vv. 50-78.

Buoso Donati degli Abati, es el que es mordido por la serpiente negra como la pimiento, la cual
es Francesco de los Cavalcanti.

El tercer florentino, nombrado en el versículo 148 y único a no sufrir trasformación es Puccio


Sciancatto.

Primera transformación por unión de naturalezas. En esta etapa de Malebolge y los cantos
siguientes, asistimos a la mutilación y transformación de la figura humana, como un nuevo
avance del desorden infernal que se precipita hacia el caos, donde se revelará finalmente en los
traidores del Cocito, la total inversión o subversión de los valores humanos: inversión que
constituye propiamente lo que se llama satanismo. Cianfa se lanza sobre Agnel y lo aprisiona
con sus patas, para luego fundirse con él en una sola entidad. Los miembros duplicados se
unifican en un ser macabro, antihumano, bestial. Las formas primitivas desaparecen para
quedar un ser absurdo que torpemente avanza con lentos pasos, siendo a la vez dos y ninguno.

Una serpiente negra, llena de ira y veneno, (Francisco Cavlacanti), picante como la negra
pimienta, se lanza contra el vientre de uno de los florentinos, (Buoso Donati) y lo pica en el
ombligo. La serpiente queda a sus pies y Buoso bosteza como uno a quien le avanza la ponzoña.
Ambos luego arrojan humo, uno por la boca, otro por el herido ombligo, y los humos se
confunden en uno solo. La escena preanuncia la metamorfosis que seguirá luego.

Las metamorfosis son una manera simbólica de describir la inmensa plasticidad del espíritu
humano que puede apoderarse de todas las formas y convertirse en lo que quiera, sea tanto
para envilecerse o para superarse hacia una perfección interior que sólo es conocida por los que
la alcanzan.

Lucano en su Farsalia narra que alguno de los soldados que comandaba Catón en el desierto
líbico fueron mordidos por serpientes: el cuerpo de Sabello se destruyó por las heridas, de tal
modo, que en breve quedó reducido a cenizas; Nasidio se hinchó de tal manera que reventó su
coraza.

La transmutación de las naturalezas es vista por Dante dentro de la filosofía tradicional, como
un intercambio de la forma con conservación de la materia individualizante. Desarrollo de la
transformación iniciada en 79. La serpiente va cambiando sus formas por la humana y el hombre
por las de la serpiente. La serpiente comienza por partir su cola y el herido funde sus piernas en
un solo miembro. La serpiente tierniza sus escamas y el hombre endurece su piel. El hombre
insume sus brazos en el cuerpo, y la serpiente, que tiene patas, alarga las anteriores para formar
brazos. Las patas traseras de la serpiente se funden y forman el miembro viril, el hombre a su
vez cambia el suyo por dos patas. El humo cambia los colores de los transformantes. Vela es
término pictórico, significa ocultar un color cubriéndolo con otro. La serpiente gana cabellos y el
hombre una calva.

Finalmente el hombre hecho serpiente cae al suelo perdiendo su postura erguida, mientras la
serpiente se yergue. Ambos observan cuidadosa y aviesamente como cambia el aspecto de sus
caras. La ex serpiente encoge la trompa y le salen orejas de la sobreabundancia de carne sobre
las ya lisas mejillas. Lo que sobró se hace nariz y abulta los labios como los humanos.

El ex hombre yaciente en el suelo extiende el hocico hacia delante y oculta las orejas, como el
caracol los cuernos, dice festivamente Dante. La lengua se le divide como corresponde a una
serpiente, y la de la ex serpiente se unifica en lengua humana. Y el humo se detuvo: terminada la
transmutación, el humo sagrado y mágico que cubría el misterio, se desvanece dando por
terminada la acción.

El alma humana hecha sierpe huye silbando, seguida de la burla e improperios del hombre que
le vuelve las espaldas recién adquiridas.

Dante acentúa la condición pesada y gravosa del recinto llamándolo lastre, como el que llevan
los barcos. Se disculpa Dante de que esta admirable pieza descriptiva, por un lado veloz en su
brevedad y enérgica en la frase, pueda desmerecer el arte poético con tamaña aberración
maligna. Y aún es verdad, que se requiere atenta lectura para saber quién se muda en quién, y
que los ladrones son ora hombres ora serpientes, porque en realidad nunca lo ha dicho, dejando
que nuestra mirada lo advierta.

Termina el canto con la referencia al único florentino no trasmutado y la indicación de quién era
la serpiente negra.

Recinto 8º. Ulises o la ambición desmedida.

El cruce con tantos florentinos en el séptimo recinto brota en el pecho de Dante una invectiva
contra Florencia. Siempre dentro del octavo círculo, los poetas pasan al octavo recinto donde
son castigados los consejeros fraudulentos encerrados en llamas de fuego. Encuentro con Ulises
y Diomedes. Ulises relata su viaje allende las columnas de Hércules y como encontraron la
muerte, él y sus compañeros.

XXVI: Como epílogo del séptimo recinto, Dante descarga su vergüenza contra Florencia,
recordando que es famosa en todo el mundo, pero también su nombre abunda en el Infierno de
los ladrones. En general, los ladrones son de pobre origen y de baja educación, pero los de
Florencia son nobles que debieran ser virtuosos, lo que causa la vergüenza de Dante. Acuciado
entre el inmenso amor que siente por su patria y su desdén por los vicios que ella encierra,
Dante desea su perdición y que su maldad sea borrada de la tierra.
7 Los poetas y la tradición sagrada atribuyeron siempre un especial valor a los sueños que se
sueñan al amanecer, cuando la conciencia está en un estado crepuscular, en el ensueño de la
vigilia que se inicia.

Dante es conciente del estímulo que lo guía. Refrena entonces el ingenio para tomar aliento, y
dejar que sea la virtud de sus genuinos propósitos la que vuelva a tomar el mando de la tarea.

Multitud de llamas pueblan el recinto octavo, cada una conteniendo a un convicto. Dante
compara el espectáculo de las llamas en la oscuridad a la visión de un aldeano cuando,
reposándose de sus tareas en la colina, contempla el valle oscurecido, donde poco antes había
estando arando y vendimiando, plagado de brillantes luciérnagas. La escena ocurre en el verano,
cuando más dura la luz del Sol sobre el horizonte, y la hora nocturna es identificada por la
aparición de los mosquitos nocturnos.

Prosiguiendo con las imágenes y para mostrar como se movían las llamas en el foso y se
alejaban y acercaban, recurre Dante a la escena bíblica cuando Eliseo vio partir el carro de Elías.
Cuando habiendo sido burlado por unos muchachos, Eliseo los maldijo en nombre de Dios, y dos
osos salieron del bosque y los destrozaron. La referencia al aldeano que mira el valle fue un
ameno recurso para exponer la apariencia del octavo recinto. Ya antes Dante había dicho que no
debía dejarse arrastrar por el brillo de su ingenio, sino contenerlo dentro de la honesta virtud
del deber a cumplir. Ahora nos muestra la pretensión de Eliseo más allá de sus capacidades y la
consecuente frustración.

Las llamas son como ladrones que esconden su presa. Retorno al relato. Virgilio responde a la
pregunta de Dante sobre una llama de doble pico que compara a la pira de Eteocles (uno de los
héroes del ciclo tebano.
Ulises, rey de Ítaca, y Diomede, rey de Argos, héroes del ciclo troyano, aparecen aquí envueltos
en una aventura que no figura en los relatos homéricos, pero que, imaginada por Dante, refleja
un difundido juicio, en la época, sobre Ulises, al que se consideraba un imprudente y
presuntuoso aventurero capaz de desafiar a los mismos dioses. Vale la pena tomar debida nota
de todos estos excesos del propio genio que es como el tema central de este canto: comenzó
con el temor de Dante de dejarse llevar por su ingenio, siguió con Eliseo pretendiendo más de lo
que debía, y ahora es Ulises quien, arrastrado por su pasión de aventuras, no mide las
consecuencias para sí y sus compañeros, ni el desafío a la divinidad que sus actos implican. Se
hace saber que están en la venganza infernal así como fueron prontos a la violencia y a la
cólera.
Se recuerda el artificio del caballo de Troya por el cual los griegos tomaron y destruyeron la
ciudad, aunque, por designio del destino, sirvió para que, bajo la conducción de Eneas, la estirpe
troyana llegara a Roma y fundara la nobleza romana.
El Paladio es una estatua divina dotada de propiedades mágicas, se suponía que representaba a
la diosa Palas, epíteto ritual de la diosa Atenea, conocida habitualmente como Palas Atenea,
cuyo nombre latino es Minerva. De origen divino, la estatua, modelada por Atenea en
reparación por la muerte accidental de Palas, hija del dios Tritón, después de diversas peripecias
fue precipitada de lo alto del Olimpo por Zeus y cayó en Ate, en Tróade, en el momento que Ilo
se disponía a fundar la ciudad que iba a ser Troya (Ilión), por lo cual fue considerada como un
señal divina y asumida como protectora permanente de Troya. Temiendo que fuera robada, se
dice que los troyanos hicieron una imagen falsa que fue la que Ulises junto con Diomedes robó,
pues le había sido dicho que sólo sería tomada Troya si le faltaba el Paladio.

Robada la falsa efigie, en la noche fatal del incendio de Troya, Eneas se apoderó del Paladio en el
templo de Atenea para huir, y después de su prolongado peregrinaje por los mares, finalmente
llevarlo a Roma, donde estaba depositado en el templo de las Vestales. Como en Troya, el
Paladio protegía a la ciudad y estaba ligado a su destino.

El saber que se halla cerca de Ulises y que puede oír de su boca la historia de su muerte, incita
apasionadamente a Dante, que suplica repetidamente a Virgilio que satisfaga su ardiente deseo.
Virgilio lo contiene, y con la excusa de que siendo griegos tal vez no quieran hablar con él, le
ruega silencio y que será él quien hable. Una vez más asistimos a una escena de descontrol e
imprudencia, y a la necesidad de mantener las cosas dentro de prudentes y racionales límites.

Comienza el relato de Ulises quien con la sola referencia a su alejamiento de Circe, pasa
directamente al relato de su aventura final más allá del estrecho de Gibraltar. Se muestra
también la pasión desmedida que no se detiene ni ante el amor al padre, al hijo y a la esposa,
con tal de ver y experimentar todas las cosas y todos los vicios. La audacia es tal que con solo un
barco y los pocos compañeros que le quedan se atreve a lanzarse a lo desconocido. Ulises
navega hacia occidente por el mar Mediterráneo hasta los límites de España, pasando por las
islas de Cerdeña, que cita, y las otras que baña el mar, hasta allegarse a Marruecos al norte de
África.
Ya viejos por el largo viaje - la Odisea habla de veinte años - divisan el estrecho de Gibraltar, la
fosa estrecha, donde Hércules puso sus columnas con la advertencia "NON PLUS ULTRA", no más
allá, símbolo universal de que el hombre puede todo probar hasta un cierto límite, más allá del
cual encontrará su ruina, Pero el atrevido y astuto Ulises las traspasa superando Ceuta en la
orilla africana y Sevilla en la española.

Discurso de Ulises a sus compañeros para que se atrevan a lo que él ya mismo ha decidido
atreverse. Este párrafo es el único por el que este canto puede llamarse el de los consejeros
fraudulentos, en el sentido de que Ulises proclama a sus hombres, ocultándoles el peligro, y
para su propio beneficio. Porque por el resto del canto, se trata específica y casi exclusivamente
del exceso en el uso de los propios dones, virtudes y talentos. Célebre frase que, en boca de
Ulises puede que no sea sino un ardid más para arrastrar a sus compañeros a la loca aventura,
pero en boca de Dante resume todo su programa de vida y la razón de ser de la Divina Comedia.

La aventura de Ulises transcurre en un viaje hacia occidente, de espaldas al Oriente, vuelta


nuestra popa a la mañana, en viaje hacia el Atlántico pero contornando siempre el lado
izquierdo, es decir doblando hacia el sur. Notemos que Dante sabía, como toda gente culta
antigua, que la tierra era redonda, pero ignoraban todos que existiera un continente entre
Europa y Asia por el lado oeste. Dante, en su creación de los tres mundos, sitúa, en el medio de
ese inmenso mar, a la montaña del Purgatorio, a la cual se podía llegar a través de una abertura
situada al final del Infierno. La osadía de Ulises, el loco vuelo, fue querer llegar al Purgatorio, y
por ende al Paraíso terrenal que está en su cima, por sus propios medios y abusando de su
ingenio, es decir, quiso lograr la perfección del Purgatorio sin antes pasar por la muerte
simbolizada por el Infierno, lo cual es imposible, e implica soberbia e hipocresía.
Aparece la montaña del Purgatorio en cuya cima está el Paraíso terrestre. Se forma una como
tromba marina, un vórtice, que golpea al barco en la proa. El castigo divino, muestra la gravedad
de la presunción asumida, y cae sobre ellos. Son tres vueltas girando el barco en el agua, y a la
cuarta, alza la popa y hunde violenta e irremisiblemente la proa, y el mar, severo y fatal, se
cierra sobre ellos.

Los falsos consejeros.

Virgilio interroga a otra llama del recinto octavo: Guido de Montefeltro.

XXVII: Ulises ya no habla más. Y su llama queda tiesa y callada, y se aleja lentamente a una señal
de Virgilio, cuando ya otra llama, que le seguía de cerca, se muestra.

Dante compara el murmurar de la llama al mugido del toro, porque las palabras no podían salir
por la punta de la llama que no tenía abertura de salida. La referencia al toro de Falaris tiene
relación con la conducta de Guido de Montefeltro, que de lobo rapaz que fuera, convertido en
franciscano, volvió a caer en sus propios vicios aconsejando a Bonifacio VIII y mereciendo el
justo castigo. La voz logra finalmente salir por la llama, medio sofocada. Como venía muy cerca
de la llama de Ulises, cree que las palabras de Virgilio a Ulises se dirigían a él, y que lo estaban
echando, y por tanto ruega que le tengan paciencia y lo escuchen.

Respuesta de Dante a la demanda de Guido, sobre el estado de paz o guerra en la Romanía.


Historia de Guido de Montefeltro, quien habla claramente pues supone que Dante no volverá al
mundo de los vivos. Su fuerza es comparada a la del león, y su astucia al lobo. Se reconcilió con
la Iglesia en 1294 bajo el papa Celestino V y en sus últimos años de vida se hizo franciscano en
1298. Arrepentido se rindió a la orden franciscana, lo cual le habría servido para su regeneración
y penitencia. Bonifacio VIII no es indicado por su nombre, sino simplemente como el príncipe de
los hipócritas. El Papa no respetó su oficio ni sus órdenes sagradas, ni el cordón franciscano que
llevaba Guido, y que enflaquecía, por la austeridad que representaba, a los que estaban ceñidos
con él.

Así como Constantino pidió al Papa san Silvestre, que estaba oculto en una cueva del monte
Soracto por huir de la persecución que se hacía a los cristianos, que le curara la lepra. Este
hecho, atribuido a Constantino, es falso, pero se creía en época de Dante. Como se recordará
(ver Inf. Canto V) Minos determina a qué círculo arrojar un pecador retorciendo su cola
alrededor de su cuerpo, tantas veces como círculos hay que descender. Al decir fuego ladrón
quiere decir reo de las llamas de este recinto, que son llamadas ladronas porque ocultan al
pecador. Guido, así vestido, anda y es torturado, por donde se aleja retorciendo la cresta de la
llama.

El próximo recinto es de los que siembran la discordia y los cismas.

Recinto 9º. Los sembradores de discordia y los cismáticos.

Deteniéndose sobre el puente del noveno recinto, Dante y Virgilio observan el paso de los
sembradores de discordia y causa de cismas, que a su vez son castigados por un demonio que los
corta y divide en partes. Encuentran a Mahoma, fray Docino, Pedro de Medicina, Curión, Mosca
Lamberti y Bertrand de Born.

La palabra cisma y cismático no debe entenderse en este canto en el sentido religioso, sino
simplemente como división de unos contra otros, sea en el seno de una familia sea entre
naciones. Inclusive en el caso de Fray Dolcino, puede apreciarse que el cisma es más la guerra
que la religión.

XXVIII: Dante se espanta de lo que ve en este recinto y expresa la debilidad de nuestra mente y
nuestra lengua para describir. Para intentarlo al menos, recurre a la descripción de terribles
hechos de sangre conocidos de su época. Si de todos estos hechos sangrientos, cada herido
mostrara sus miembros rotos o sus cuerpos atravesados, todos juntos no igualarían los que
Dante vio en el noveno recinto.

Nueva figura de un tonel abierto por pérdida de sus duelas para exponer cómo está hendido de
arriba abajo, y cuál la miserable situación del condenado con sus entrañas abiertas. Continúa así
Dante diluyendo la figura que antes fuera humana y ahora se torna monstruosa, porque
estamos descendiendo cada vez más cerca del caos final. Dante no se ocupa de la diferencia de
religión, de lo contrario debía haber ubicado a Mahoma entre los herejes. El castigo infligido a
los cismáticos y a los que escandalizan contra la paz es provocado por demonios que los dividen
con espada, los hacen circular, y cuando las heridas se han cerrad en cada vuelta, las vuelven a
abrir.

El último terceto de este párrafo deja una cuestión pendiente: Mahoma alza un pie, lo tiene en
alto mientras habla, y luego lo apoya en el suelo y se marcha. Porqué este detalle del pie
alzado? Pedro de Medicina, llamado así de la tierra de este nombre, en el territorio de Bolonia.
Fue un intrigante que esparció la discordia entre sus conciudadanos por un lado y Guido de
Polenta y Malatestino de Rímini por otra. "Fue del condado de Bolonia, y armó guerra entre
Florencia y Bolonia, y entre Bolonia y los Ubaldini; luego por sus malas artes instigó la guerra
entre los de Fano y los Malatesta" (Anónimo).

Cayo Curión, tribuno romano en el 50 a. C., había sido republicano pero luego se acercó a César
por interés. Cuando César fue declarado enemigo de la república por el senado, instó a César a
que no esperara más, es decir, que no demorara más la guerra civil, diciéndole: "No te demores,
siempre es nocivo diferir las cosas a quienes están preparados". Lucano, Farsalia I, 281). Por
haber hecho mal uso de la palabra, Curión está privado de la lengua que tiene cortada. Mosca
de la familia de los Lamberti, quien ayudado por otros compañeros dio muerte a puñaladas a
Buondelmonte para vengar el honor de los Amidei, porque estando comprometido para casarse
con una hija de éstos, la abandonó para unirse a una de los Donati. Esto encendió la primera
chispa de las discordias civiles en Florencia, que luego se dividió en güelfos y gibelinos. Mosca
fue quien propuso el asesinato en un consejo de parientes de Amidei, pronunciando entonces
las palabras "Capo ha cosa fatta" que una cosa, cuando se ha cumplido, está terminada,
queriendo decir que era bueno el asesinato y que no había que preocuparse de las
consecuencias.

La semilla del odio se expandió, y los primeros en padecerla fueron los Lamberti, expulsados de
Florencia en 1258, diez años después fueron declarados rebeldes y finiquitada su familia. El
recordar estos hechos aumenta el dolor de Mosca. Ante el encuentro del más extraño
despedazado, Dante recurre a la pureza de su conciencia para establecer la verdad de lo que ha
visto. La buena conciencia y la pureza de intención son la base para que, sin el obstáculo de los
prejuicios ni de los remordimientos, sin necesidad de consideraciones especulativas, se pueda
ver y comprender la realidad

Bertrand de Born, brillante poeta provenzal y bravo guerrero, que floreció hacia la segunda
mitad del siglo XII, fue vizconde de Hautfort, en Gascuña, instigó al hijo de enrique II de
Inglaterra a rebelarse contra su padre. Como poeta fue alabado por Dante por sus versos
guerreros (De Vulg. Eloq., II, 2) y por su liberalidad (Banq. IV, 11). Murió hacia 1207, retirado en
su vejez en un monasterio cisterciense.

En el Libro II de los Reyes, capítulos XV-XVII se narra la rebelión de Absalón, hijo de David,
contra su padre, en la cual conjura fue apoyado por Aquitofel, antiguo consejero de David, al
que traicionó. Aquitofel, vencida la rebelión, se ahorcó. Bertrand lleva la cabeza separada de su
cuerpo, donde está el corazón, principio de vida del cuerpo y de la cabeza.

Recinto 10º. Falsarios - alquimistas - monederos falsos

Todavía en el noveno recinto, Dante reconoce a un pariente, Geri del Bello. Los viajeros pasan al
décimo recinto donde los monederos falsos y los alquimistas son castigados con enfermedades
denigrantes. Encuentran a varios sieneses y a Capocchio de Siena.

XXIX: Dante, concentrado en sus reflexiones sobre lo que a él tanto le duele, divisiones, guerras,
cismas, entre parientes y compatriotas, está, fijos los lagrimosos ojos, clavado sobre el noveno
recinto. Virgilio lo urge a seguir adelante recordándole que el tiempo concedido es breve

Geri del Bello era hijo de Bello Alighieri, primo del padre de Dante, hombre pendenciero que fue
muerto en una riña, asesinado por un individuo de la familia de los Sachetti, y ninguno de los
Alighieri tomó venganza del homicidio, por lo que Dante cree que Geri del Bello se aleja
amenazándole. En los tiempos de Dante, se formaban en las ciudades grupos de familiares y
afines juramentados en defenderse mutuamente. Eran épocas de justicia por la propia mano, y
la venganza de las ofensas cometidas contra el grupo era de responsabilidad de todos los
miembros de vengarlas por cuestión de honor y juramento. Virgilio, que no desea que el
personaje Dante revuelva en su mente esos compromisos, lo incita a seguir adelante y no
detenerse en consideraciones indignas. El magnetismo de la obra de Dante es tal, que los
antiguos, y no tanto, comentadores, confundidos entre el personaje Dante con Dante el autor,
en situaciones como estas comienzan a preguntarse y analizar cuál sería el pensamiento de
Dante respecto del honor y la familia, olvidando las propias palabras de Dante, de que el sentido
literal de la obra es la "fábula que inventan los poetas". Nosotros en cambio seguimos
percibiendo detrás de esta magna comedia el rostro sonriente de Dante jugando con sus
marionetas infernales e incitándonos a comprender las consecuencias y la vanidad de la
perversidad humana.

Los habitantes del décimo recinto son llamados los trasmutados porque padecen enfermedades
deformantes. Son comparados a los enfermos hacinados en los hospitales de entonces,
especialmente los enfermos de malaria de la insalubre Marismas, donde eran frecuentes las
fiebres epidémicas del verano. Los heridos e infectados yacían con sus gangrenas, los miembros
muertos, de la cual lentamente se moría. Todo lo cual redundaba en pestilencias y hedor. Los
poetas descienden siempre rotando hacia la izquierda acompañando el muro del
Infierno. Compara el arañar de los enfermos, con el mozo de cuadra que ante los ojos
impacientes de su amo se apresura a frotar el caballo con el raspador, así como el establero lo
hace velando la noche en el establo.

Griffolino de Arezzo era amigo de Alberto de Siena, pariente del obispo Bonifacio. La ingenuidad
de Alberto le hizo creer que Griffolino era capaz de elevarse por los aires, pero desilusionado por
el fracaso y la burla, aprovechándose de la confianza del obispo que lo quería como a un hijo, lo
acusó de nigromancia y fue condenado a la hoguera. La alquimia en esta época era la ciencia y
arte de transformar metales en oro y plata, y con ella se entremezclaba la falsificación de
metales para cometer fraude o adulterar moneda. Dédalo, ateniense, de familia real, es
prototipo del artista universal, arquitecto, escultor, inventor de recursos mecánicos. Se le
atribuyen toda clase de invenciones, algunas fantásticas. Desterrado a Creta por haber dado
muerte a un discípulo suyo, se puso al servicio de Minos y construyó para él un palacio llamado
Laberinto, de intrincados corredores, en cuyo centro el rey encerró al Minotauro, el cual fue más
tarde muerto por Teseo con la ayuda de Ariadna aconsejada por Dédalo. Enfurecido Minos por
el éxito de Teseo, encarceló a su cómplice Dédalo junto con su hijo Ícaro en el mismo Laberinto.
Del cual Dédalo y su hijo huyeron volando con unas alas que fabricó Dédalo y que pegó en sus
espaldas y en las de su hijo.

Dante pregunta a Virgilio por la vanidad de los habitantes de Siena, y él mismo responde que en
ello son peores que los franceses. La leyenda atribuí al Galo Senón la fundación de la ciudad de
Siena. Sobre los sieneses ver Bocaccio, Decamerón, VII Jornada, III y X. 125 y ss. Stricca, tal vez
de la familia de los Salimbeni, "fue un joven rico que dilapidó fortuna en la Brigada de los
gastadores". Cuéntase que en Siena se formó una sociedad de jóvenes ricos que habiendo
vendido todos sus bienes y reunidos doscientos mil florines, los malgastaron en veinte meses de
orgías, y quedaron reducidos a la miseria. Entre estos jóvenes, se encontraban los citados:
Nicolo, hermano de Stricca, promotor de la sociedad, que se dio a la glotonería de mechar
carnes con el clavo de especia, especie importada y muy cara; Caccia de Asciano, patricio sienés
que dilapidó viñas y bosques; y Abbagliato, hombre de mucha ciencia, rector de Campagnatico,
canciller en Siena, podestá en Montereggioni e en Monteguidi, capitán de Taglia, multado por
ebrio en una taberna, se dedico a locuras despilfarrando sus bienes con la sociedad. Todo ellos
mostraron la fatuidad y vanidad de los habitantes de Siena.

Capocchio, fue enviado a la hoguera por haber falsificado metales con la alquimia. "Dicen que
junto a Dante estudió filosofía natural y se hizo hombre doctísimo, y por la filosofía se fatigó en
búsqueda de la verdadera alquimia; y no pudiendo hallarla, finalmente se dio a la sofística, y
falseó sutilmente los metales" (Landino).

Del mismo Ladino: "Supo siempre imitar las operaciones naturales, como el mono imita las
humanas". El método alquímico, básicamente, consistía en remedar la naturaleza, fomentando
sus mutaciones sin violentarla. De donde el dicho: "El arte imita a la naturaleza", mal
interpretado frecuentemente, pero que no quiere decir sino que el verdadero arte de
aprovechar los recursos naturales consiste en acompañar, acelerar, usufructuar las propias
virtudes e inclinaciones de la naturaleza, la cual no puede ser substituida por nadie ni por nada.
De ahí también que la alquimia se llamara "filosofía natural" en cuanto tenía su fundamente en
la observación y estudio de los elementos y mutaciones naturales.

Falsarios - estafadores - falsificadores

Los viajeros encuentran a impostores agrediéndose unos a otros a mordiscos y arañazos: Gianni
Schicci y Mirra. Los monederos falsos son castigados con hidropesía, maese Adam, y el falso
testimonio con sed ardiente, Sinón. Virgilio reprocha a Dante por demorarse en un vulgar litigio.

XXX: En este canto, los falsarios aparecen más envilecidos sea por lo miserable de sus falsías, sea
por la suma vulgaridad y furia que los envuelve en riñas. A tono con el tema, Dante evoca
ejemplos de locura furiosa.

SEMELE, hija de Cadmo, fundador de Tebas, y de Harmonía. Amada por Zeus concibió a Dionisio.
Hera, celosa, le sugirió que pidiese a su divino amante que se le mostrara en toda su gloria. Zeus
que imprudentemente había prometido a Semele cumplir todo lo que le pidiera, tuvo que
acceder a mostrarle su gloria, y Semele murió al instante carbonizada.

HERA, Juno en la versión romana, es la mayor de las diosas olímpicas y esposa legítima de Zeus.
Como tal es protectora de las mujeres casadas. Se la representa como mujer celosa, violenta y
vengativa. A menudo se irrita contra Zeus cuyas infidelidades son para ella insultos. En el caso
narrado por Dante, su furia se extiende más allá de Semele, hasta la nodriza que criaba a
Dionisio.

ATAMANTE, hijo de Eolo, monarca beocio reinó en la propia Tebas. En la versión que nos ocupa,
cayó en el enojo de Hera por haber consentido en educar al niño Dionisio, confiado por Zeus a
Ino, que hermana de Semele y esposa de Atamante, del cual tuvo dos hijos, Learco y Melicertes.
Enloquecido por Hera, Atamante creyendo que su palacio es un bosque y que Ino y sus hijos son
una leona con dos cachorros, tomó a Learco y lo estrelló contra una roca, mientras Ino,
aterrorizada, se arrojó al mar con Mericertes.

HECUBA, es la segunda esposa de Príamo, rey de Troya en el momento de la guerra que


destruyó a la ciudad. Célebre por su fecundidad se le atribuyen hasta diecinueve hijos: su
primogénito es Héctor quien luchará con Aquiles, y su segunda hijo es París, causa de la guerra
de Troya por haber raptado a Helena.

Los falsarios de este recinto se atacan ferozmente unos a otros, sirviendo unos de verdugos y
otros de víctimas. En este párrafo, se trata de dos sombras furiosas: Una es Gianii Schicci, que
alcanza a Capocchio (28), la otra es Mirra (36). Capocchio se lo conoce del canto. El arentino es
Griffolino de Arezzo también del canto

Gianni Schicci de los Cavalcanti de Florencia, fue un hábil estafador, farsante e impostor. El
anónimo florentino cuanta la historia de cómo Schicci personificó a Buoso Donati un muerto
intestado, a pedido de su sobrino Simone, para hacer, ante notario, testamento a favor de
Simone. Pero contra lo acordado, fingiéndose el muerto, hizo testamento a favor de sí mismo,
dejando a Simone no sólo heredero de casi nada, sino nombrándolo albacea para dar efecto al
testamento dentro de los quince días, so pena de ceder todo a los frailes menores. Al mismo
hecho se refieren los vs. "aquel otro que allá va" es Schicci. Como entre las cosas testadas había
una excelente mula, Dante dice "para ganar la dama de la tropa" es decir el mejor animal del ato
de mulas de Buoso Donati.

MIRRA, era hija de Tías, rey de Siria, a quien la cólera de Afrodita impulsó a desear un incesto
con su padre.

Historia de maese Adam, Adam Anglicus o de Brescia según otros, ejerció su arte de acuñar
moneda en la corte de los condes Guido de Romena. Los familiares, necesitados de dinero, lo
convencieron para que falsificara florines del municipio de Florencia. Fue descubierto,
procesado y quemado vivo en la hoguera. El hidrópico lleva abultado el vientre pero no el
rostro, el rostro ya no responde al vientre, y si careciera de piernas parecería un laúd. Su sed se
compara a la del tísico que mantiene abiertos los labios.

Su ansiedad se expande recordando los arroyuelos que descienden del monte Cosentino, en los
Apeninos, y que confluyen en el Arno, el río de Florencia, a los que llama frescos y blandos, y su
evocación le atormenta más que el mal que padece, y así se cumple ampliamente el rigor de la
justicia. 73 Romena: Castillo de los condes Guido, del cual no quedan hoy más que ruinas. El
Florín de oro de Florencia tenía en la cara la imagen de San Juan Bautista, patrono de la ciudad,
y en la cruz un lirio. El engaño y perversidad de los condes que lo abandonaron en la culpa, le
hace a Adam desear - y sabe que así será pues son tan culpables o más que él, - la presencia de
los mismo en este recinto. Guido I conde de Romena tuvo cuatro hijos: Guido II, de quien aquí se
habla, Alejandro, Aghinolfo e Idelbrandino. Aghinolfo tuvo dos hijos, Oberto y Guido, a quienes
dirige Dante la Carta a los condes de Romena, en ocasión de la muerte del tío de ellos Alejandro.
Dante era amigo de la familia que le había dado hospitalidad en su exilio. Pero eso no le impide
fustigarlos en su delito.
Fuente Branda, es una famosa fuente de la región Toscana a donde todos los sieneses van en
busca de agua. Otros piensan que se trata de una fuente cerca de Romena, que solo lleva agua
en invierno.

Adam fantasea que si pudiera moverse aunque más no fuera una onza (unos 2 a 3 cm según las
regiones) cada cien años, se pondría en movimiento para cruzar las once millas de circunferencia
y ver a sus enemigos condenados. Finalmente recuerda que los condes fueron los instigadores
del delito.

Dos falsarios clásicos: uno bíblico y otro griego.

La mujer de Putifar, capitán de guardias del Faraón, asediaba a José, mayordomo y hombre de
confianza de Putifar, para que satisficiera sus deseos. José se niega repetidas veces, y en una
ocasión que estaban solos en palacio, la mujer tomó a José por la ropa y le dijo "¡Acuéstate
conmigo!". Al huir José precipitadamente, la mujer le arranca el vestido y lo usa para acusarlo
ante su marido de haberla querido seducir. Sigue la historia del encarcelamiento de José y su
posterior liberación.

Siguiendo el relato de Virgilio en la Envida. El griego SINÓN, se entrega a los troyanos y finge
haber sido amenazado de muerte por los griegos. Sinón explica a los troyanos el significado del
caballo de madera, y los convence de introducirlo en la ciudad. Así lo hacen, y por la noche Sinón
abre el vientre del enorme caballo para que de su interior salgan los soldados griegos que atacan
a los troyanos y destruyen la ciudad de Troya.

Comienza una disputa grosera entre Adam, monedero falso, y Sinón mensajero falso. Sinón lo
acusa de ligereza de movimiento al falsear moneda, y Adam le retruca sobre la falsedad de su
testimonio ante los troyanos. Sinon dice que su falsía fue una sola falta, pero que Adam cometió
tantas falsedades como monedas acuñó.

Intercambio de afrentas. Adam agrede a Sinón recordándole que por obra de la Eneida de
Virgilio, quién está allí presente mientras hablan, todo el mundo conoce su infamia. 121 Sinón
afrenta a Adam no sobre el pasado, sino sobre su estado presente, por la sed que le agrieta la
lengua, y el humor hidrópico que hace de su vientre un cerco que lo rodea.

Réplica de Adam que se goza de la sed de Sinón que lo obligaría a lanzarse a lamer el agua hasta
el fondo. El espejo de Narciso es figura por agua.

Dante se ha dejado arrastrar por una vil disputa, lo que le gana la burla de Virgilio que provoca
su vergüenza. Dante se ha avergonzado en demasía por un descuido ligero, y por tanto debe
restringir su pesar. Con todo, Virgilio le asegura su futura presencia en casos semejantes para
evitar que caiga en lo que es propio sólo de un alma vulgar: complacerse en tales altercados.

EL COCITO. Sumidero final del Infierno donde refluyen todos los ríos.

POZO DEL COCITO: LOS GIGANTES: Los traidores

Rodean formando una muralla alrededor del Cocito. Los gigantes Nembrod, Fialte, Briereo, Ticio,
Tifón y Anteo. Anteo los desciende al fondo del pozo.
Los poetas abandonan el último recinto del octavo círculo y se aproximan al borde del pozo del
Cocito, en cuyo derredor, a modo de torres, sobresalen los gigantes, entre los cuales se nombran
Nemrod, Efialto, Briareo, Ticio, Tifón y Anteo. Éste último los toma y los deposita en el fondo del
pozo, lugar de los traidores.

XXXI: Todavía avergonzado por haberse detenido a escuchar una vil contienda entre falsarios,
Dante se recupera rápidamente a las palabras de Virgilio. Recuerda entonces la famosa lanza de
Aquiles, según la leyenda narrada por Ovidio.

La lanza la había recibido Aquiles de Peleo, su padre, como herencia, y decíase que tenía el
poder de sanar las heridas que ella misma abriera. Entre el octavo círculo y el Cocito hay un
espacio brumoso que los poetas recorren en silencio. Se oye un fortísimo sonar de un cuerno, y
Dante se vuelve hacia el lugar del que proviene el estampido, es decir hacia donde están los
gigantes. Narra la Chainson de Roland que, en el desfiladero de Roncesvalles, fue atacada la
retaguardia del ejército de Carlo Magno que retornaba de España en el año 778

Dante desde lejos y por la oscuridad reinante cree ver dentro de la ciudad de Dite otra ciudad
con sus torres y entonces pregunta de qué país se trata. En realidad se trata de famosos gigantes
hundidos hasta la cintura en el hielo y en derredor de la embocadura del Cocito. Luego de haber
alcanzado en el octavo círculo la mayor deformación y destrucción del cuerpo humano,
entramos ahora en un mundo fantástico de seres, poderosos, violentos y bestiales, en los que se
suma el odio y el poder.

Montereggione, castillo entre Stragia y Siena, todavía conserva sus muros circundantes y sus
torres de defensa erigidos en 1203 por los sieneses para defenderse de los florentinos. Eran 18
torres que alcanzaban 20 metros de altura.

Los GIGANTES, son hijos de la Tierra, Gea, nacidos de la sangre que manó de la herida de su
esposo Urano cuando fue mutilado por Crono (Saturno). Nacidos de la tierra, semidioses pero
mortales, han sido engendrados para vengar a los Titanes, encerrados por Zeus en el Tártaro.
Son seres enormes, de fuerza invencible y de aspecto terrorífico. Tienen espesa cabellera, barba
hirsuta, y por piernas, serpientes.

La Gigantomaquia, guerra de los gigantes contra los dioses ha sido tema frecuente de artistas,
especialmente en los adornos de los frontones de los templos, ya que los Gigantes representan
las fuerzas oscuras, primitivas y violentas, titánicas, organizadas y dominadas por el orden y
serenidad que reina entre los dioses olímpicos.

Los griegos decían Júpiter llueve, Júpiter truena, para decir llover y tronar. Dante recoge la
expresión. Consideración sobre la conveniencia de la desaparición de los Gigantes que hubieran
sido un arma terrible en manos del dios de la guerra, no son simplemente animales enormes
sino que reúnen a la fuerza la astucia y el coraje racional. Las palabras que encabezan este
párrafo proceden la primera del hebreo y las otras de dialectos derivados de ella. No forman en
su conjunto una frase, sino que podrían significar, separadamente, según algunos autores

¡Poder de Dios! ¡Porqué estoy en este abismo! ¡Vuélvete atrás! ¡Escóndete!


Pero es más factible pensar en una expresión simbólica de la saga bíblica de la torre de Babel,
como dirá más abajo, como ejemplo de confusión de lenguas.

NEMROD, hijo de Cush, de la estirpe de Cam, era cazador y portaba un cuerno, símbolo de la
caza y de la guerra. Se lee en el libro del Génesis:

Cush engendró a Nemrod que fue el primer potentado de la tierra. Era valiente cazador ante
Yavé, y por eso el dicho: "Como Nemrod, valiente cazador ante Yavé". Las mejores partes de su
imperio fueron Babel, Ereq y Acad, villas todas del país de Shinear. Gen, X, 8 ss.

Nemrod fue uno de los que trabajaron en la construcción de la torre de Babel.

Dante hace de Nemrod un gigante creador e instigador de la construcción de la torre de Babel.

El siguiente gigante está ceñido con una cadena que lo rodea cinco vueltas, y le amarra el brazo
derecho en la espalda y el izquierdo por delante.

EFIALTO o EFIALTES, Ifimedia, hija de Tríope, casó con su tío Aloeo de quien tuvo tres hijos: dos
varones, llamados los Alóadas, Efialtes y Oto y una hija Pancrátis. Otras autores dicen que
nacieron de Gea, la Tierra, como todos los gigantes, y que Ifimedia sólo fue su nodriza. Fue uno
de los adversarios de los dioses muerto por Apolo y Hérculess, con los ojos traspasados por las
flechas. Virgilio, narra el viaje de Eneas al Averno y estando allí dice:

Allí vi a esta raza antigua de la Tierra, varones Titanios,


que expulsados por el rayo se revuelcan en el abismo.
Allí vi a los hermanos Alóadas, descomunales cuerpos,
que a desgarrar el magno cielo con las manos
se movieron, para destruir los reinos súperos de Jove.
Eneida, VI, 580-584

BRIAREO o EGEÓN, es uno de los gigantes de cien manos (los Hecatonquiros) a quien los dioses
llamaron Briareo y los hombres Egeón. Junto con sus hermanos participó en la lucha contra los
Titanes como aliado de los olímpicos. Cuando los olímpicos Hera, Atenea y Posidón quisieron
encadenar a Zeus, Tetis llamó a Egeón en socorro del rey de los dioses. Su sola presencia, el
temor a su prodigiosa fuerza, bastaron para disuadirlos. Otra tradición, recogida por Dante, lo
hace un aliado delosTitanes en su guerra contra los olímpicos.

ANTEO, gigante hijo de Posidón y de Gea. Habitaba en Libia y tenía su cueva en Zama y se
alimentaba de carne de leones. Obligaba a todos los viajeros a luchar contra él. Luego, cuando
los había vencido, adornaba con sus despojos el templo de su padre. Era invulnerable mientras
estaba en contacto con su madre, la Tierra, sobre la cual dormía para recuperar fuerzas, pero
Hércules, a su paso por Libia en búsqueda de las manzanas de oro, combatió contra él y lo
asfixió, ciñéndolo y levantándolo sobre sus hombros. Tuvo por esposa a Tinge que le dio un hijo
Sófax, el cual fundó la ciudad de Tingis (Tánger) en honor de su madre.

XXXI: La altura de Anteo es medida en alas, medida usada en Flandria e Inglaterra, equivalente a
dos brazos y medio florentinos. Cinco alas son pues 12,5 brazos de 60 cm. cada una lo que da
7,50 metros. En el valle de Bragada, cabe la llanura de Zama, Escipión venció gloriosamente a
Aníbal en el año 202, poniendo fin a la guerra púnica. Los veteranos de Cártago fueron
enfrentados y rodeados por la caballería romana las órdenes de Lelio y de la númida a las de
Massinissa.

TICIO, es un gigante, hijo de Zeus y Elara. Por temor a los celos de Hera, Zeus ocultó a su amante
embarazada en las profundidades de la tierra, y cuando nació el niño fue el gigante Ticio. Hera,
celosa de Leto, otra amante de Zeus, lanzó contra ella al monstruo Ticio inspirándole a éste
deseos de violarla. Pero Ticio fue fulminado por Zeus y arrojado al Infierno, donde dos
serpientes o águilas devoran su hígado que renace con las fases de la Luna. Según otros, Ticio
murió por las flechas de los hijos de Leto que vinieron a defenderla; Ticio quedó tendido en el
suelo y su cuerpo "cubría nueve hectáreas".

TIFÓN es un ser monstruoso, el menor de los hijos de Gea (la Tierra) y el Tártaro. Era un ser
intermedio entre hombre y fiera, y por talla y fuerza superaba a todos los restantes hijos de la
Tierra, mayor que todas las montañas, cuya cabeza tocaba el Cielo, y sus brazos se extendían de
Este a Oeste. De cintura para abajo estaba rodeado de víboras, sus dedos tenían cien cabezas de
dragones.

Finalmente Anteo toma a Virgilio y a Dante y los desciende al pozo del Cocito. Recordemos que
Anteo se fortificaba en contacto con la Tierra, pero Hércules lo alzó apretándolo entre sus brazos
para que no pudiera tocarla.

La torre inclinada de Bolonia fue llamada la Carisenda o Garisenda en honor de su constructor.


Hoy se llama Torre Mozza. Tiene uno 35 metros de altura, y al que se coloca al pie de ella del
lado que se inclina, mirando arriba cuando pasa una nube en sentido contrario a la inclinación,
cree que es la torre que se mueve hacia la nube y no al revez. Así entonces a Dante cree que él
se va en contra del gigante, en vez de verlo inclinarse, lo que aumenta su terror.

Zona 1º o Caina: Los traidores de su propia familia.

Zona 2º o Antemora Los traidores políticos, a la patria. Ruggieri y Ugolino.

En el Cocito, fondo del Infierno, se encuentran los traidores agrupados en zonas continuas: la
primera es la Caína que encierra a los traidores a familiares: los condes de Mangona, Camicione
de los Pazzi; en la segunda, llamada Antenora, están los traidores a la patria: Bocca de los Abati
y varios otros. Al fin del canto, Dante contempla a dos en un mismo hoyo, uno mordiendo al
otro en la nuca.

XXXII: Dante se lamenta de quizá no poseer la suficiente tosca lengua para cantar la miseria del
Cocito. Sin embargo continúa adelante, con temor, porque está describiendo el centro de la
tierra, hacia donde todas las cosas pesadas, las miserias humanas, se concentran. Es el mundo
más denso, yerto, muerto, formado con el frío de los traidores. Agrega "de la lengua que dice
papá y mamá" que se aprendió en la infancia, que es la que mejor se maneja y mejor expresa el
pensamiento.

ANFIÓN, es hijo de Zeus y Antíope, hermano gemelo de Zeto. Fueron expuestos por su tío Lico
en un monte, pero fueron recogidos por un pastor. Zeto gustaba de las ocupaciones violentas y
las artes manuales, Anfión en cambio, que había recibido de Hermes un lira, amaba la música.
Entretanto su madre era tenida en esclavitud por el tío Lico y odiada por la esposa de éste. Una
noche Antíope lugar escapar, y sus hijos la reconocen y dan muerte a Lico y a su esposa, atando
a ésta a un toro que la arrastra y destroza contra las peñas. Los hermanos luego reinaron sobre
Tebas y la rodearon de un muro, Zeto cargando las piedras en su espalda y Anfión, ayudado por
las Musas, acercando las rocas con la música de su lira. Las Musas son las "damas" a quien
nuestro poeta solicita ayuda. Termina Dante con una imprecación de que mejor les hubiera sido
ser bestias pacíficas que seres humanos.

El Cocito es profundo y, al entrar en el pozo, Dante contempla los pies de los gigantes que lo
coronan. El piso del Cocito es un espejo de hielo que Dante compara a los helados ríos europeos
en invierno: al Danubio de Austria y al Don (Tanai) de Rusia. El grosor del hielo es estimado por
el hecho de que si dos inmensos montes cayeran sobre él no dañarían ni siquiera la orilla donde
más fino es el hielo. Los montes que nombra son el Tambernick que unos autores sitúan en
Eslavonia y otros en Armenia, y el Petrapana, monte de la Toscana, al norte de Luca.

Comparados con ranas que en el verano, cuando la aldeana ya está pensando en la cosecha,
asoman apenas del agua el hocico, los condenados están inmersos en el hielo hasta las mejillas,
lugar donde se muestra el rubor de la vergüenza.

Las cigüeñas cuando entrechocan sus picos producen un traqueteo desapacible, semejante a un
chocar de tablas de madera. Los helados labios y los tristísimos ojos demuestran el dolor que
padecen.

Una pareja de condenados se estrechan y se embisten fieramente. El frío es tan intenso que, al
alzar el rostro y llorar los ojos, se les hielan las lágrimas y se les congelan los ojos. Un condenado
se presta a dar explicaciones sobre algunos habitantes de la Caína. La Caína se llama así por
Caín, quien mató a su hermano Abel.

El valle de Bizencio corre entre Luca y Florencia. En este valle tuvo sus posesiones Alberto degli
Alberti, conde de Mangona y dueño de los castillos de Vernio y Cerbaia. Muerto éste, sus dos
hijos, Alejandro y Napoleón, nacidos de una misma madre, hijos de un padre y herederos de una
común riqueza, a falta de amor se disputaron la herencia, y se mataron entre sí en el año 1286.
También estaban divididos políticamente, pues uno era gibelino y el otro güelfo.

Mordrec, habiéndose emboscado para matar su padre Arturo, rey de Inglaterra, fue descubierto
por él y traspasado de una lanzada; y como según cuenta la leyenda de Historia de Lancelote del
Lago, a través de la herida pasó un rayo de Sol, y por éso se dice que le quitó la vida y la sombra.

Vanni dei Cancellieri, apodado Focaccia, noble de Pistoya, le cortó la mano a su primo y mató a
un primo de su padre. Estas crueldades, y los compromisos de venganza habituales en la época,
dieron origen a las facciones de los Blancos y los Negros, que se iniciaron en Pistoya y luego se
extendieron a Florencia. En 1283 se dictó sentencia en su contra.

A Sassolo Mascheroni, de Florencia, le fue confiado, en tutela, Ubertino, único hijo de su tío,
pero lo mató para apoderarse de la herencia. Descubierto el delito "fue preso, y confesado su
crimen, fue puesto en un barril con agujas, y fue arrastrado revolcando el barril por el suelo, y
luego cortada la cabeza. Fue un hecho tan conocido que se habló de él por toda la Tosacana"
dice el anónimo florentino.
El narrador finalmente se presenta como Comicion dei Pazzi, gibelino de Valdarno, quien mató a
traición a un pariente suyo. Espera a Carlino dei Pazzi quien cometió un más grave crimen y por
tanto, en cierta forma, se siente excusado por él.

XXXII, 70 hasta XXXIII: Descripción de los habitantes de la segunda zona llamada Antenora,
donde están los traidores de la patria y de los aliados.

ANTENOR, Anciano troyano, compañero y consejero del viejo Príamo, rey de Troya. Con
anterioridad a la guerra, había trabado amistad con jefes griegos, de los que había sido incluso
huésped. Antes del sitio, recibió en su casa a Menelao y a Ulises quienes, en calidad de
embajadores, venían a componer el conflicto pacíficamente. Partidario de las soluciones
pacíficas, trata de lograr la decisión por medio de un duelo entre París, raptor de Helena, y
Menelao, esposo de la raptada. Durante el posterior ataque y saqueo de Troya, los griegos lo
respetaron a él y su familia. Posteriormente, la figura de Antenor convirtióse en la de un traidor
a su patria, que ayudó a los griegos a robar el Paladio y abrió las puertas del caballo de madera a
los guerreros que cargaba en su interior. Dante recoge este último aspecto de su historia y usa
su nombre para apodar esta zona del Cocito.

Dante tiene conciencia que la fuerza de gravedad se condensa en el centro de la tierra, pero
también alude a que es aquí donde se reúne toda la maldad del mundo.

Montaperto, aldea cerca de Siena, donde se celebró una batalla que terminó con la derrota de
los florentinos. Las causas de esta derrota fueron muchas, pero cuando el enemigo atacó
violentamente, Bocca degli Abati, que será nombrado más abajo, güelfo, ganado por los
gibelinos, cortó la mano a Jacobo Pazzi que llevaba el estandarte de su partido. Los güelfos,
aterrados por la caída de su enseña, huyeron y perdieron la batalla. Por eso dice que si Dante no
viene a incrementar el castigo que sufre por la traición de Montaperto, ¿porqué lo hiere
entonces? La agresión que padece Bocca sería insufrible si estuviera vivo en el mundo, y por
tanto llamaría a venganza.

Los traidores no desean que su nombre cobre fama en el mundo, es decir, que aumente su
infamia. Pero Dante, una vez conocida la identidad del odiado traidor de su gente (106) lo
pondrá en su escrito para que para siempre se recuerde su traición.

Conocida su identidad, Bocca degli Abati se venga nombrando a los que conoce en la Antenora.
Del primero que se venga es del que delató su nombre, Buono de Duera, de Cremona, quien, al
mando de las tropas del rey Manfredo en el distrito de Parma, merced al oro que le ofreció el
conde francés Carlos de Anjou, dejó pasar a su ejército traicionando la causa gibelina.

Don Tesauro de Becchería, de Pavía, abad de Vallombrosa, y cardenal legado del Papa Alejandro
IV. Fue decapitado en 1258 en Florencia, en la plaza de San Apolinario. La acusación de que se
puso de acuerdo con los exilados gibelinos, el conde Guido Novelli y Farinata degli Uberti, es la
versión aceptada por Dante. El Papa Alejandro no discutió la traición pero negó el derecho de
juzgar a su legado, razón por la cual lanzó un interdicto sobre Florencia que duró siete años.

Gianni o Juan de Soldanier, gibelino florentino, "hizo fraguar llaves con las que de noche
entraron los blancos en Florencia por una puerta que les indicó, y traicionó a muchos Gibelinos
de Toscana y aretinos; ocurrió que sin embargo fueron sorprendidos y muertos todos". (Crónica
de Villani) Ganelón, Gano de Maganza, prototipo del traidor en la leyenda de Carlo Magno:
vendió a Roldán ocasionando la derrota de Roncesvalles. Tebaldello, de la familia de los
Zambrasi de Faenza. El 13 de noviembre de 1280, de noche, teniendo una de las llaves de la
puerta, entregó su ciudad a los güelfos, capitaneados por un francés, lugarteniente de Martín IV.
Murió en el asedio de Forli, en 1282.

Sin más comentarios, los viajeros se alejan atraídos por una visión macabra y canibalesca. El
punto de unión del cerebro con la nuca es la médula espinal. Nuca viene del árabe nukha que
significa precisamente médula espinal.

TIDEO, es un héroe etolio hijo del rey Eneo y Peribea hija de Hipónoo. Una de las tradiciones
cuenta que Peribea habría sido seducida por el rey y, antes de casarse con ella, abandonada a
los porquerizos. Entre ellos habría crecido Tideo. Habiendo cometido un asesinato, Tideo tuvo
que abandonar el país y llegó a la corte de Adrasto, quien lo purifica de su crimen y le da una de
sus hijas en matrimonio. Hay varias episodios de su vida donde Tideo se muestra siempre feroz y
violento. Participa en la expedición de los Siete Jefes a la conquista de Tebas y en la batalla
decisiva el adversario era Melanipo (Menalippo escribe Dante), quien lo hiere en el vientre, pero
Tideo alcanzó a matarlo. Atenea su protectora planeaba darle la inmortalidad, pero advertido
Anfiarao, quien no le perdonaba haber organizado la expedición que sabía desastrosa, y
conociendo el salvajismo de Tideo, cortó la cabeza de Melanipo y se la llevo a Tideo, el cual
partió el cráneo y sorbió los sesos. Atenea horrorizada lo privó de la inmortalidad y se retiró de
la batalla.

Como siempre Dante promete honrar en su Comedia lo que refieren los prescitos, en tanto que
su escritura no se agote.

Zona 3º o Tolomeo. Ruggieri y Ugolino. Los traidores de los huéspedes. Alberico y Blanca d´Oria.

Continuando en la Antenora, segunda zona del Cocito, se narra el fin trágico del conde Ugolino y
sus hijos en la torre de los Gualandi. Invectiva contra Pisa. Los viajeros pasan a la tercera zona,
llamada Tolomea donde están los traidores de sus huéspedes: fray Alberigo y Branca d'Oria.
Invectiva contra los genoveses.

XXXIII: Ugolino, conde de Donoratico, hijo de Guelfo de la Gherardesca. Nacido en la primera


mitad del 1200, tuvo autoridad y posesiones en Pisa y Cerdeña. De sus numerosos hijos se
recuerda aquí a Gaddo y Uguccione y a sus nietos Brigata y Anselmuccio.

A notar que se dice que el conde tal vez fuera culpable. Dante lo condena como traidor a la
causa gibelina y hace de él una breve referencia respecto de la entrega de los castillos. El
verdadero traidor y criminal del relato es el arzobispo Ruggieri, y la feroz muerte se destaca
como crimen y tema principal de este canto. Ruggieri de los Ubaldini, nieto del cardenal
Octaviano, gibelino, archidiácono de la curia de Boloña, arzobispo de Ravena en 1271 y de Pisa
en 1278. Aprovechó las discordias güelfas y el desacuerdo entre Ugolino y Nino Visconti, su
nieto, para favorecer el advenimiento gibelino al poder. Dante condena al arzobispo sea por
haber traicionado al conde, encarcelándolo vilmente luego de haberlo invitado a la ciudad para
un acuerdo, sea por la horrenda muerte que le fue dispuesta.
Relato de los sueños y presentimientos del conde y de sus hijos. En el sueño, Ugolino ve al
arzobispo, jefe de la acción, salir de caza acompañado de perras expertas y bravías guiadas por
conocidas familias gibelinas. Él mismo y sus hijos se sueñan como las presas de la caza que
finalmente, prefigurando la muerte, son laceradas por los canes. Hay un reproche al fin de este
párrafo para Dante en el que Ugolino no ve sino curiosidad pero no conmoción. Pero se dirige
también a los lectores preguntándose si son capaces de compartir su dolor. La escena cobra todo
su valor no por el hecho de la muerte de Ugolino, sino por la de los niños no culpables en nada
de los hechos. Dentro de lo brutal de las costumbres de la época, las mujeres y los niños eran
muy respetados, y ejemplifica este aspecto el hecho que cuando alguno era exilado de su
ciudad, como fue el caso de Dante, la mujer y los hijos pequeños no eran amenazados ni
molestados, y podían permanecer en la ciudad con sus bienes. Esta actitud de las costumbres, el
hecho que un guerrero supiera distinguir lo que era el enemigo, y el respeto por los débiles e
incapacitados para defenderse, es lo que indigna a los contemporáneos y a Dante en la crueldad
del arzobispo.

El relato destaca lo terrible de la situación que todos los encerrados en la torre conocen,
sabiendo lo inevitable de la muerte. Ugolino mantiene como puede el control sobre sí mismo,
pero sabe ya que no engaña a ninguno. Anselmito, el menor de todos, lo sorprende y lo deja
mudo con su pregunta. Viendo el aspecto de sus hijos, Ugolino tiene un momento de debilidad
ante el destino que los espera y se muerde la mano de rabia, sabiendo que, sin haberlo pensado,
él es la causa de la muerte de los niños. El fin del párrafo incrementa el dramatismo de Ugolino,
enceguecido por el ayuno buscando a tientas el cuerpo de sus hijos.

Conclusión e invectiva contra Pisa y los pisanos. Dante en su indignación expresa el deseo que
dos isletas del mar Tirreno se moviera a entorpecer el curso del Arno y se inundara el país y
murieran todos. Nótese la forma dubitante con que Dante relata la posible traición de Ugolino:
la fama, la voz popular, lo acusaba.

Nueva Tebas. Es necesario recordar aquí todo el ciclo pre-homérico de la historia legendaria de
Tebas, la guerra de los Siete contra Tebas, y la continuación en sus descendientes los Epígonos, y
las brutales escenas que allí se narran, para comprender la comparación de Pisa con Tebas. Las
leyendas dramatizadas de los orígenes del mundo helénico y los acontecimientos que afectaron
a los diversos pueblos que allí moraron, son, como la Biblia, un detallado escenario donde se
desenvuelven pasiones humanas, y donde hechos aparentemente pequeños, problemas de
celos, cóleras, envidias y ambiciones personales, desencadenan el destino irremediable de
pueblos enteros, y acompaña a los personajes como así mismo a su descendencia que hereda los
hechos y queda encerrada en las consecuencias necesarias y fatales de los crímenes de sus
ancestros.

Continuando el viaje los poetas ingresan a la tercera zona del Cocito llamada Tolomea, sea por
Tolomeo, rey de Egipto, que hizo matar a Pompeyo, sea por el gobernador de Jericó, Tolomeo,
que mató al sacerdote Mardoqueo y sus hijos (I Macabeos, XVI, 11-16). En esta zona los
prescitos están inmersos en el hielo pero con el rostro alzado, de modo que pueden menos
protegerse del hielo que generan sus lágrimas y que se condensa y cuaja en sus ojos. De tal
manera que es para ellos un alivio que alguien los libere de ese escudo de hielo que cubre y
penetra sus ojos.
Todo vapor extinto. Se suponía entonces que el viento era producido por los vapores que el Sol
elevaba, lo cual, producto de la observación, no estaba muy lejos de la realidad, pues son el aire
que, bajo las diferencias de presión ocasionadas por la temperatura, se mueve.

Encuentro con Fray Alberigo. Os han dado el último puesto, es decir, os han permitido llegar
hasta este fondo final del Infierno. El viajero Dante ya no siente compasión alguna por los
habitantes del Cocito, por donde se vuelve exigente y condiciona el pedido de alivio a una
respuesta. Se adelanta a conseguirla y se compromete bajo pena de él mismo aceptar que se lo
encierre en el hielo. Alberigo de los Manfredi, güelfo, miembro del orden laico de los caballeros
de María Virgen, llamados también los frati gaudenti o hermanos gozosos, muy activos en la
política de Faenza. Habiendo sido ofendido por familiares suyos, él y un hijo suyo Alberghetto, a
fin de tomar venganza, los invitó a almorzar un 2 de mayo de 1285 a su villa de Cesate.

Así asesinó Alberigo a sus parientes huéspedes y comensales suyos. Su nombre vino a ser
proverbial para señalar "las matanzas y golpes dados a traición"-

El castigo que padece es mayor que el sufrido por sus parientes, y acordándose del crimen
realizado en el servicio de las frutas, se compara con el dátil más fino que el higo, y
posiblemente un refrán de la época.

El traicionero asesinato de los huéspedes, los cuales desde siempre gozaron del privilegio del
buen trato, es un delito tan grave que provoca la muerte del alma, aun cuando el cuerpo siga
vivo, antes de que su tiempo corporal se termine.

MOIRAS, son personificación del destino de cada cual, de su suerte en la vida. En principio todo
mortal tiene su moira, es decir, la parte que le corresponde. Es también el destino, impersonal e
inflexible, y encarna una ley que los mismos dioses no puede evitar. Así cuando ha llegado "su
hora" a alguien, nada ni nadie lo puede evitar. Son tres las Moiras, que en Romo luego vinieron
a ser las Parcas, a saber: Átropo, Cloto y Láquesis. Eran hijas de la Noche y pertenecientes a la
primera generación divina, la de las fuerzas elementales del mundo. Se representan como
hilanderas que gobiernan a su antojo la duración de la vida. Son tres hermanas que presiden el
nacimiento, el matrimonio y la muerte. El tiempo lo cuentan en vueltas de sus ruecas, y por éso
se dice "antes que Átropos le de la vuelta" que marque el fin de su vida.

Otra alma caída en la Tolomea y que se encuentra detrás de Alberigo. Branca Doria, yerno de
Miguel Zanche (ver Inf. XXII, 88). Invitó a su suegro a un banquete y lo mató en 1275 o 1290.
Según el v. 146 la acción tuvo el apoyo de un pariente. Murió en el 1325, cuatro años después
que Dante, por lo que Dante sabía que estaba vivo, y de ahí sus duda de las palabras de
Alberigo.

Dante falta a su palabra de aliviarlo de su pena: se trata de un pérfido traidor y fue cortesía ser
villano con él. Invectiva contra los genoveses, como antes contra los pisanos, a los que desea su
dispersión por el mundo y su desaparición de Italia.

A la ya conocida desagregación del ser humano simbolizada en la degradación del Infierno, a la


destrucción y mutilación de los cuerpos de los previos cantos, sigue aquí un quebradura mayor,
una suplantación del alma por un demonio, por lo cual ya no es un hombre el que está vivo
después de cometer tal traición.
LUCIFER. Zona 4º o Judeca. Los traidores de sus benefactores. Judas, Bruto y Casio.

SALIDA DEL INFIERNO. CENTRO DE LA TIERRA. Llegada al centro de la gravedad de la tierra, paso
el hemisferio antártico. Reaparecen las estrellas.

Llegamos a la cuarta y última zona del Cocito, llamada Judeca en deshonor de Judas, en la cual
se castigan los traidores de sus benefactores. Los viajeros se encuentran con el tricéfalo Lucifer
que roe en sus tres bocas a Judas, Bruto y Casio. Bajando por los costados de Satanás, traspasan
el centro de la Tierra y de la gravedad, y por un estrecho pasaje labrado por un arroyo, alcanzan
el hemisferio antártico donde se encuentra el monte del Purgatorio, y de nuevo ven las estrellas.

XXXIV: Hay un himno litúrgico, compuesto por Venanzio Fortunato de Poitiers, por el 569, para
la llegada a Constantinopla de una reliquia de la Cruz. El himno pasó luego a formar parte de la
liturgia del viernes Santo, en la celebración la Exaltación de la Cruz, en las vísperas de la Pasión.
Himno muy conocido del pueblo y que Dante modifica para exclamar en la Judeca: Avanzan los
estandartes del rey del Infierno hacia nosotros. Dante, azotado por el viento helado del Cocito
cree ver las aspas de un molino girar y mover el aire, y se refugia en las espaldas de Virgilio.

En estas zona, es tal el frío y la cesación total de la vida, que sus habitantes están encapsulados e
inmóviles en el hielo como una brizna de paja colada dentro de un cristal. No asoman nada fuera
del coagulado cristal, y están allí en diversas posturas como estatuas, privados de movimiento y
de habla. Dite, se dice del latín dives es decir rico, opulento de las riquezas de la tierra que
vuelven a la tierra y adhieren el hombre a la tierra. Es Lucifer o Satanás, la serpiente antigua,
ángel bellísimo que se enamoró de sí mismo, se alzó contra Dios y fue expulsado del Cielo, y
como veremos más adelante, no sólo en su caída arrastró a otros ángeles rebeldes, sino que
cayó como una estaca y se enterró hasta el centro de la Tierra, vaciando un hemisferio de
tierras, empujándolas y acumulándolas en el otro hemisferio.

Tal es la visión dantesca de este imaginado proceso que está en correspondencia con los
conocimientos geográficas de entonces: es decir todas las tierras se han acumulado desde las
columnas de Hércules hasta Extremo Oriente en un hemisferio, el resto, el "otro" hemisferio, es
todo de agua. Y ésto ocurrió por la catastrófica caída de Lucifer.

La figura espantable de Dite deja helado y confuso al viajero Dante que ya no sabe qué es él
mismo.

Lucifer está enterrado en el hielo hasta la mitad del pecho, y su enorme altura permite comparar
su brazo con un gigante. Podemos pensar que Dante imaginó el porte como, pensamos otros
piensan de otra manera, de unos 10 metros de altura desde el medio del hielo. Tiene tres caras
unidas por la nuca, cuyos colores de izquierda a derecha son: negro, rojo y amarillo. Todo lo ve
claramente el viajero, los rostros, las alas de murciélago, los tres vientos que congelan el fondo
del Infierno. La figura es monstruosa, conveniente para el caos de todo lo humano al que hemos
llegado. Que sean tres las caras, y no más ni menos, ha suscitada diversas interpretaciones.
Recordamos nosotros que en la Vita Nova Dante habla del tres como un número de perfección, y
aquí estamos en la perfección del mal y de la negación de todas las cosas. Recordemos que en el
esoterismo los símbolos tienen un doble sentido, hacia el bien y hacia el mal, como el número
666 que es el de la Bestia pero también es el número del Sol y de Cristo.
Los tres que tortura Dite son: Judas Iscariote, notorio apóstol de Jesús, que lo vendió por 30
monedas y lo traicionó con un beso. Marco Junio Brutus que asesinó de una puñalada a César, el
año 44 a. C. con la esperanza de hacer renacer el partido de Pompeyo. Cayo Casio Longino que
promovió la conjura contra César logrando que se adhirieran sesenta personas, entre las cuales
Bruto. Salida del Infierno hacia el Purgatorio. Los viajeros descienden hacia el centro de la Tierra
ayudándose, sin peligro, de la pelambre de Dite, el cual, como corresponde al congelado Cocito,
está concentrado en sí mismo y es el colmo de la negación del bien, la nada metafísica y moral, y
por tanto a nada atina, está como indefenso, simplemente se reduce a batir las alas y triturar
incansablemente a los traidores máximos. Es una figura aterradora, solemne entre el rumor del
viento y el batir de las mandíbulas.

Mientras descienden, llegan hasta los muslos de Dite en el centro mismo de la Tierra, pasan al
hemisferio opuesto, y Virgilio se ve obligado a realizar una ardua pirueta para invertir su cuerpo,
donde estaban los pies la cabeza y viceversa, de modo que ahora ya no desciende sino que
comienza una subida. Dante se asombra y cree que está trepando de nuevo hacia la cabeza de
Dite.

Llegan ahora como a una caverna desde donde todavía se puede ver el cuerpo de Lucifer. Dado
el tamaño del bicho, las piernas son como dos columnas que emergen, ahora, del centro de la
Tierra hacia arriba, en el nuevo hemisferio. Por eso Dante "levanta la vista" para contemplarlas,
y se compara a sí mismo con la "gente grossa", ignorante, que no sabe ni puede comprender la
situación.

Virgilio no le da respiro, le augura un largo y penoso viaje, y que ya están a media mañana. La
forma antigua y romana de dividir el día solar era en cuatro partes iguales: prima, tercia, sexta y
nona. Dependiendo de la época del año, tercia comenzaba a las 9 y terminaba a las 12. Por
donde media tercia sería las 10:30. En el versículo 68 Virgilio había dicho renace la noche, es
decir está comenzando. Lo que explica la confusión de Dante porque en muy poco tiempo de
noche comenzando se pasó a media mañana.

Dante reclama respuestas a su enredo mental y hace tres preguntas sobre dónde está el hielo,
porqué Lucifer está invertido, y cómo tan rápido se hizo la mañana. El centro de la Tierra es el
punto hacia donde gravita el Universo, según la cosmología tolemaica, y como dirá enseguida, es
una pequeña esfera, que de un lado, por el Infierno, sube hasta la "gran seca", la tierra firme del
continente euroasiático, donde fue muerto Cristo. Alguna alusión hay aquí al Génesis, I, 9-
10. Lucifer está enclavado en el centro desde el comienzo de los tiempos, cuando su rebelión y
caída. Virgilio agrega que las tierras, por miedo del ángel feroz, huyeron, hicieron vela del mar, y
se reunieron en un lugar, y dejaron una vacío, bajo el que están ahora.

Belcebú es otro nombre de Lucifer (ver Mat,XII, 24), es el nombre de una divinidad cananea,
Beelzebul, que significa Príncipe Baal, y en la forma denigrante Beelzebub, significa Baal de las
moscas.

La tumba, que algunos entienden tumba de Belcebú, es el Infierno mismo cuya extensión del
centro a Sión, es la misma que del centro al Mar base del Purgatorio. Por éso dice que al fondo
de la caverna en que están, abajo, nace un lugar lejano que todavía no ven pero que presienten
por el rumor del arroyuelo que de allá viene cavando su curso.
Notar de paso el sentido evangélico de que pocos son, no los que entran, sino los que descubren
el camino que conduce a la vida, que en cierta forma concuerda con el ideal dantesco de buscar
la virtud y el conocimiento, como objetivo de la vida. Los viajeros entran por el sendero que
conduce al mundo de la luz, y en la subida, por una abertura, ya comienza Dante a ver el Sol y las
estrellas, las cosas bellas aquellas que Dios creara en el primer día, como dice en el Canto I. De
esta manera el ciclo infernal se cierra desde la apertura del buen presagio que le prometía el
comienzo, con el reencuentro con esas mismas cosas bellas, símbolos de todo lo que ama Dante.

Dante no narra cuánto tiempo ni cómo recorrió todo el camino desde el centro del mundo hasta
la superficie del mar donde está el santo monte que avizorara y buscara en el primer día, y que
Virgilio le informara entonces que para llegar a él debía elegir otro camino. Pero de alguna
manera logran sortear el espacio, y vuelven a ver los amados astros del Cielo. Los tres cánticos
de la Comedia terminan con un versículo que hace referencia a las estrellas. Las estrellas
siempre simbolizaron, como los ángeles, los estados superiores del espíritu.

Todo el Cántico del Infierno se compone de 4720 versos organizados en 1573 tercetos y un
versículo más, el 139 de este canto.

LA DIVINA COMEDIA EN LA CAPILLA SIXTINA

En la faja de abajo, en el centro, los ángeles del Apocalipsis despiertan a los muertos al son de
las largas trompetas; a la izquierda, los resucitados que suben hacia el cielo recomponen sus
cuerpos (Resurrección de la carne); a la derecha, ángeles y demonios compiten para precipitar a
los condenados en el infierno. Por último, abajo, Caronte a golpes de remo, junto con los
demonios, hace bajar a los condenados de su barca para conducirlos ante el juez infernal Minos,
con el cuerpo envuelto por los anillos de la serpiente. En esta parte es evidente la referencia al
Infierno de la Divina Comedia de Dante Alighieri.

LA OBRA Y SU SIMBOLOGÍA

La Divina Comedia es un poema donde se mezcla la vida real con la sobrenatural, muestra la
lucha entre la nada y la inmortalidad, una lucha donde se superponen tres reinos, tres mundos,
logrando una suma de múltiples visuales que nunca se contradicen o se anulan. Los tres mundos
infierno, purgatorio y paraíso reflejan tres modos de ser de la humanidad, en ellos se reflejan el
vicio, el pasaje del vicio a la virtud y la condición de los hombres perfectos. Es entonces a través
de los viciosos, penitentes y buenos que se revela la vida en todas sus formas, sus miserias y
hazañas, pero también se muestra la vida que no es, la muerte, que tiene su propia vida, todo
como una mezcla agraciada planteada por Dante, que se vuelve arquitecto de lo universal y de
lo sublime.

El sujeto de la comedia es el hombre de todas las razas, credos, edades, el hombre que esta
entre el cielo y la tierra; que en esencia es el estado de las almas después de la muerte y la
forma en que se expresa en cuanto por sus méritos o desméritos se hace por lo tanto acreedoras
a los castigos o a las recompensas divinas. Dante se vale tanto de personajes bíblicos como de
seres extraídos de la mitología pagana para la creación de sus personajes, mezclándolos en los
pasajes indistintamente
El espacio que se presenta es uno solo subdividido en tres partes autónomas e independientes al
interior, no así en su exterior, es un contenedor único, accesible para todos pero perfectamente
definido por sus límites, un solo espacio con diferentes ambientes claramente determinados.
Difícilmente puede imaginarse la construcción espacial de los espacios visitados por Dante, las
descripciones no pueden remitirnos a espacios reales o tangibles, debe permitirse a la
imaginación ser guiada por el lenguaje poético para el que cualquier lugar puede ser posible.

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