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Estas perspectivas entienden la mente humana como una lucha de fuerzas opuestas.
Una de las primeras grandes corrientes de pensamiento que surgió fue el psicoanálisis de Freud.
Pero los estudiantes de Freud y aquellos seguidores que decidieron romper con él debido a
discrepancias en algunos elementos de su teoría también siguieron generando contenidos y
añadiendo nuevas teorías y aspectos a la terapia psicoanalítica. Estos son los denominados
enfoques psicodinámicos. Y con ellos, surgieron diferentes terapias. En este artículo veremos los
principales modelos y teorías psicodinámicas.
En este sentido, todas ellas comparten con la teoría freudiana la idea de que existen conflictos
intrapsíquicos entre el consciente y el inconsciente, siendo uno de los principales objetivos de la
terapia contribuir a hacer que el paciente sea capaz de entender y gestionar el contenido
inconsciente (llevándolo a la consciencia).
Estos modelos y teorías psicodinámicas se diferencian del psicoanálisis, entre otras cosas, en que
se centran más en el motivo de consulta identificado por el paciente y no en una
reestructuración de la personalidad completa. Las terapias no son tan largas y están más
espaciadas, además de estar abiertas a un gran número de trastornos y problemas mentales y no
solo las neurosis e histeria. Existen otras diferencias, pero estas van a depender en gran medida
del modelo psicodinámico concreto que se observe.
Este autor consideraba que la líbido no era el principal motor de la psique, sino la búsqueda de
aceptación y pertenencia, que generará ansiedades que de no suplirse provocarán sentimientos
de inferioridad. También consideraba al ser humano un ser unitario, entendible a nivel holístico,
que no es un ser pasivo sino que tiene la capacidad de elegir. Este autor considera el estilo de vida
como uno de los aspectos más relevantes a trabajar junto con el afán de poder derivado de la
sensación de inferioridad y los objetivos y metas del sujeto.
Su psicoterapia es entendida como un proceso que busca confrontar y cambiar la manera del
sujeto de afrontar las tareas vitales, intentando explicitar la línea directriz de la actuación del
sujeto para favorecer su autoeficacia y confianza en sí mismo.
Desde esta teoría psicodinámica se propone en primer lugar el establecimiento de una relación
de confianza y reconocimiento entre terapeuta y paciente, procurando acercar los objetivos de
ambos hacia la consecución de la recuperación del segundo. Posteriormente se exploran los
problemas en cuestión y se favorece la observación de los puntos fuertes y competencias del
paciente que va a terminar utilizando para resolverlos.
Se analiza el estilo de vida y las decisiones tomadas, tras lo cual se pasará el foco a trabajar las
creencias, metas y objetivos vitales del sujeto de cara a que éste consiga auto-comprender su
propia lógica interna. Finalmente se trabaja conjuntamente con el paciente la elaboración de
hábitos y conductas que permitan la reorientación de la conducta hacia las tareas y objetivos del
sujeto.
El objetivo de esta terapia es lograr el desarrollo de una identidad integrada, intentando ayudar
al sujeto a tener en cuenta lo que Jung interpretaba como fuerzas inconscientes. En primer
lugar se confronta al sujeto con su persona (la parte de sí que reconoce como propia y que
expresa al mundo exterior) y con su sombra (la parte de nuestro ser que no expresamos y que
solemos proyectar en otras) procurando que mediante el tratamiento se consiga.
Tras ello se trabajan los arquetipos de anima y animus, los arquetipos que representan lo
femenino y lo masculino y como se trabajan y proyectan en las relaciones sociales.
Posteriormente en una tercera etapa se busca trabajar los arquetipos correspondientes a la
sabiduría y sincronicidad con el universo mediante el análisis de sueños y elaboraciones artísticas
(que son analizados, entre otros métodos, mediante el uso de la asociación en elementos
particulares de los sueños). Se trabaja de forma colaborativa con el paciente y se intenta que se
integren las diferentes facetas del ser.
A nivel de terapia, esta es entendida como una forma de relación interpersonal que permite
aportar seguridad y facilita el aprendizaje. Esta debe generar cambios en la persona y situación,
trabajando el terapeuta de forma activa y directiva sin aumentar la angustia del sujeto.
Una de sus teorías más relevantes es la teoría de las relaciones objetales, en que se propone que
los individuos nos relacionamos con el entorno en función del vínculo que hagamos entre sujeto y
objeto, siendo especialmente relevante la fantasía inconsciente que nos genere el objeto a la hora
de explicar la conducta.
A la hora de trabajar con niños se le da especial importancia al juego simbólico como método
para trabajar y exteriorizar las fantasías inconscientes, para posteriormente intentar clarificar las
ansiedades que de ellas se derivan e introducir modificaciones tanto a través del juego como por
otras vías como la visualización creativa, la narrativa, el dibujo, la danza o los juegos de roles..
Además de ello también resulta común un elevado nivel de directividad del terapeuta y la
expresión de optimismo con respecto a la mejoría del paciente. Se busca atacar las resistencias
para trabajar posteriormente la ansiedad que genera dicho ataque y posteriormente hacer
conscientes los sentimientos que han generado dichas defensas y malestar.
Dentro de este tipo de psicoterapia podemos encontrar diferentes técnicas, como la psicoterapia
breve con provocación de angustia o la desactivación del inconsciente.
Con una gran influencia y basada en gran medida en la teoría del apego de Bowlby, intenta
explicar el trastorno mental (especialmente el trastorno límite de personalidad) como
consecuencia de la dificultad a la hora de atribuir estados mentales a lo que hacen o sienten. La
terapia vinculada a este modelo busca la congruencia, favorecer la conexión entre sentimiento y
pensamiento, desarrollar la capacidad de mentalizar e intentar comprender las propias
emociones y las de los demás, mejorando a su vez las relaciones interpersonales. Te puede gustar recomendado por
Referencias bibliográficas:
Almendro, M.T. (2012). Psicoterapias. Manual CEDE de Preparación PIR, 06. CEDE: Madrid.
Bateman, A. W., & Fonagy, P. (2004). Psychotherapy for Borderline Personality Disorder:
Mentalization Based Treatment. Oxford: Oxford University Press.
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Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Máster
2. Enfermedad de Binswanger: síntomas,
en Psicopedagogía con especialización en Orientación en Educación Secundaria. Cursando el
causas y tratamiento de esta demencia
Máster en Psicología General Sanitaria por la UB.
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