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Violan McDonald’s y Burger King

derechos humanos y laborales


Pago de 15 a 16 pesos por hora trabajada, que significan salarios quincenales de
mil 600 pesos en promedio; contratación como empleados generales, por lo que
en una misma jornada preparan comida y lavan baños o pisos que provocan
constantes accidentes, sobre todo caídas y fracturas; y obligación de firmar
renuncias en blanco; son las condiciones laborales de los jóvenes que laboran en
McDonald’s y Burger King.
Entrevistas realizadas a estos empleados en una investigación de la Universidad
Autónoma Metropolitana de Xochimilco e información del Proyecto de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (ProDesc) revelan las condiciones en que
laboran los jóvenes en estos restaurantes de comida rápida, los cuales tienen
sindicatos de protección, que les aseguran la no organización de los trabajadores,
además de que gozan de otra particularidad: rara vez son verificados por
inspectores de la Secretaría del Trabajo.
Tanto McDonald’s como Burger King, de acuerdo con la información recabada,
utilizan el mismo esquema de contratación temporal de adolescentes y jóvenes
desde los 16 años y hasta los 22, no más allá, porque no quieren trabajadores con
antigüedad ni contratos permanentes. Contratan en su mayoría a estudiantes, que
son capacitados por sus propios compañeros.
En las dos empresas, luego de sus jornadas de trabajo, ya sea que hayan
preparado comida o hayan atendido las cajas, tienen la obligación de hacer la
limpieza de los locales, lavar baños, limpiar mesas, pisos, ventanas, cocina y
demás, según manifiestan los jóvenes en las entrevistas que se les realizaron, así
como la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco.
Una joven que llamaremos María –quien en McDonald’s tuvo un accidente en un
ojo– y Ernesto, que labora en Burger, señalaron que las jornadas se pueden
prolongar más de ocho horas: si las tiendas cierran a las 22 horas, pueden tardar
hasta dos o tres horas más limpiando el establecimiento; por lo que a las doce o
una de la madrugada tienen que buscar cómo irse a su casa o pedir a sus padres
que vayan por ellos.
María relata que el accidente que sufrió fue porque le saltó aceite en un ojo, razón
por la que fue trasladada de emergencia a una clínica del Seguro Social, estuvo
incapacitada un mes y a su regreso fue despedida. Nunca le entregaron su
liquidación, “me hicieron dar varias vueltas: ‘ven mañana, no está firmado tu
cheque, no lo encontramos’. Hasta que mejor deje de ir”. Aunque le quedaron
secuelas del accidente en el ojo derecho y conoce a muchas otras compañeras
que han sufrido caídas, fracturas e intoxicaciones con químicos de limpieza, dice
que es imposible reclamar, porque les hacen firmar renuncias en blanco y
documentos para liberar de responsabilidades a la empresa.
Ernesto detalla que los jóvenes que reclaman por las condiciones de trabajo son
despedidos de inmediato, que les pagan en promedio 15 o 16 pesos por hora, que
tienen un día de descanso y que a veces no los dotan de equipo de seguridad
para realizar sus tareas. Tanto McDonald’s como Burger King contratan a través
de terceras empresas.
Carlos García Villanueva, profesor e investigador de la Universidad Autónoma
Metropolitana-Xochimilco, en su informe Jóvenes y trabajo precario expone que
estas empresas fueron las primeras en aplicar el pago por hora, con bajo salario,
elemento básico en la contratación de empleados en condiciones laborales de
precariedad.
En su análisis, difundido en Veredas: Revista del Pensamiento Sociológico, el
experto detalla que en Burger King las contrataciones se hacen por conducto de la
intermediación tercereada de Comidas Rápidas SA de CV. Son por tiempo
indeterminado, sin estabilidad laboral, bajo condiciones de multifuncionalidad, que
la empresa tiene la prerrogativa de cambiar horarios y tareas, las cuales van
desde descongelar carne para las hamburguesas y cocinarlas, hasta lavar la
cocina, desinfectar utensilios, asear baños y demás.
En entrevistas que el investigador hizo entre los trabajadores concluye que las
condiciones laborales en estas empresas están marcadas por una situación de
alta relatividad, salario insuficiente, falta de seguridad e higiene, mal trato, gran
cantidad de actividades a realizar y cero protección sindical.
ProDesc llevó a cabo la semana pasada un Día de acción global contra las
violaciones de derechos humanos laborales en McDonald’s, y detalló que en
Estados Unidos a algunos trabajadores de intercambio les impusieron turnos de
hasta 25 horas seguidas, sin pago extra y remuneraciones inferiores al salario
mínimo y altos cobros por alojamiento.
En la ciudad de México, McDonald’s tiene firmados contratos colectivos de trabajo
con el Sindicato Progresista Justo Sierra de Trabajadores de la República
Mexicana, controlado por Ramón Gámez, “el zar de los contratos de protección,
quien se encuentra prófugo de la justicia”; sin embargo, le fue otorgada la toma de
nota como secretario general de esta organización.

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