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La Chata y La Gaditana
de que no era natural ni debía existir para así conservar los valores de una
No obstante, también en las últimas décadas del siglo XIX y las primeras
del XX se dieron una serie de cambios sociales que permitieron a los escritores
tal cual es y del naturalismo, que ahondaba en los aspectos más sórdidos de la
época, sino también la conciencia de que la expresión del amor entre mujeres ha
nacido en la Ciudad de México, que por medio del proyecto titulado “La linterna
Cabe señalar que las novelas de Cuéllar, además de presentar los tipos
sociales aceptados como la china o los pollos, y una incipiente clase media que
novela Las jamonas, publicada en 1871. El narrador nos cuenta, al inicio de esta
su infancia, asistía a un colegio para mujeres donde entabla una estrecha amistad
con La Chata. Juntas comparten las dudas e inquietudes acerca del amor, el
matrimonio y el futuro. Estos temas que eran prohibidos para una niña “bien
curiosidad.
de las dos niñas, sino una relación que se sale de lo normal. Más adelante el autor
afirma:
mujer estar en contacto con otro ser para revestirlo de un encanto particular:
deseaban estar solas, y como los celos son inseparables del amor,
Este amor juvenil, que el autor sólo explica como un juego al llamarlo “indefinido”,
Amalia dice, un poco más adelante: “Yo quisiera tener un novio para
-¡Ay! ¿y si te casas?
una vida exclusivamente ellas dos. Asimilaban que debían cumplir con los
fin, recibiendo cada una por su parte el primer golpe doloroso; ofrecieron
pero Amalia que se veía libre, recibía a cada paso las más halagüeñas
Por este lado, la referencia del amor erótico que siente la Chata por Amalia es
notable. También Calipso es “la que oculta”, lo cual deriva en la segunda función
la existencia del amor entre mujeres en su época. Si bien, no hay una declaración
será, más adelante, la expresión del deseo lésbico en la literatura mexicana del
siglo XX.
Gaditana.
mundo prostibulario de la Ciudad de México en los últimos años del siglo XIX. Es
protagonista. Considero que es un personaje mucho más activo, pues declara con
mayor libertad su deseo lésbico, que era conocido por todas las habitantes del
prostíbulo.
Conocemos la fuerza de este amor gracias al relato que hace Santa al ciego
que yo la quiera más que a cualquier hombre ¿se habrá vuelto loca?... Toda
la mañana se la pasó en mi cuarto sin dejarme levantar, arrodillada junto a mi
cama y besándome todo mi cuerpo con unos besos rabiosos, como jamás he
creía en los hombres ni podía quererlos, porque son unos tales por cuales, y
usted lo mal que amanece uno al día siguiente de una borrachera!”. (155)
seguía siendo un tema tabú en su época, sino que da pauta para que el autor
germinar y aun adquirir exuberante lozanía enfermiza de loto del Nilo; era el
Este rechazo social enunciado por el narrador, no impidió que nuestro personaje
amante o como si fueran reliquias… ¿Qué será eso, Hipo, usted lo sabe?
deforme, indecente, todo lo que usted quiera, pero amor al fin! ¡La Gaditana
derechos, paran con el juez y con el cura; otros medio tuertos, y acarrean
Gaditana, por ejemplo. Pregúnteselo usted a ese borrachín que nos visita y
tenía la conciencia de que el amor entre mujeres estaba presente desde hace
***
novelas en que aparecen me parece significativo. El decir “esto existe”, “el amor
entre mujeres es algo que pasa en la sociedad”, abre el camino para pensar que
en estas referencias, bien hechas por hombres, bien ancladas en los prejuicios de
su época, son algunas de las raíces que permitieron iniciar una tradición de
literatura en la que no se silencia al amor lésbico, sino que se nombra para afirmar
su existencia.
una voz y una acción para revelar la condición de las lesbianas en el siglo XIX.