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ALGLINAS CONS IDERACIONE S


SOBRE LA POSICIÓN DE, LA FILOSOFÍA
DENTROY FUERA DEL MUNDO

JAN PATOčKA, "LIBERTAD Y SACRIFICIO", SALAMANCA, ED.


SÍGUEME, 2007

Las palabras que siguen no son ni pretenden ser filosofia en


sentido propio; tampoco abordan el nudo de problemas propia-
mente filosóficos. Que nadie piense que con ellas se pretende
ofrecer una contribución al diálogo filosófico que se despliega
época tras época a lo largo de milenios: diálogo entre aquéllos cu-
ya existencia en el tiempo supone -en mayor medida que la del
poeta o la del héroe, aquilatadas por la eternidad- la abolición
del tiempo. Pues, en definitiva, toda grandeza reside en el abrir-
se paso de 1o supratemporal en el tiempo. Más aún, \a grandeza
de la filosofia consiste en la comprensión explícita de la unidad
entre el tiempo y lo supratemporal. Ahora bien, esta grandeza ¿no
es ajena a nuestra época, insensible incluso tanto a la del poeta
como a la del héroe? La idea que nos hacemos del filósofo, ¿no es
acaso la de un hombre para quien la totalidad de su vida aparece
necesariamente como materia para pensar, un hombre que no es
simplemente filósofo en momentos muy concretos que se inter-
calan entre sus vicios y virtudes, sino que la filosofia en verdad
ocupa su vida por entero? Así las cosas, la filosofia actual parece
haberse convertido en un asunto contingente que puede cruzarse
en el camino de nuestra vida o dejarnos indiferentes. ¿Cómo pue-
de una filosofia semejante, sucedánea y sin pasión, resistir a los
ataques del <mundo>? ¿No es necesario que antes de nada se
aprehenda a sí misma en 1o que a su idea se refiere y en lo que
=*
20 Libertad y sacrificio La posición de la filosoJía 2t

puede serpara el filósofo concreto? Existe en este


sentido una ex- una de esas muchas diversiones a las que el hombre se puede en-
periencia filosófica, un proceso arduo que ningún individuo
ais- ¡egar en los momentos de tranquilidad, recluido en lugares espe-
lado puede reivindicar exclusivamente para sí, sino que
consiste ciales o en remansos de paz, en torno a los cuales se desata el hu-
en la obra de una estirpe de gigantes.
racán del mundo? Por todo ello, cualquier trabajador honesto,
Sobre esta experiencia filosófica, y a partir de algunos
rasgos cualquier persona probada por la vida que la arrostra con un mí-
que considero importantes, quisiera que versara
el objeto de Ia nimo de energía y orgullo, ¿no tiene derecho a míran a semejante
presente reflexión. Insisto, no se t¡ata en absoluto
de hacer filo_ desheredado como a alguien que esencialmente no sabe ni puede
sofia, sino de un modesto intento de arrancar a la
filosofia del ol_ saber 1o que es la vida? ¿No tiene derecho a considerarlo un fal-
vido, de una o,vópveolg consciente de su aleatoriedad.
Algo así sificador del sentido de la existencia, por más que pretenda expli-
como hablar de la tercera dimensión en un mundo
plano. Lo res_ carla a su manera? ¿No tienen raz6n, por tanto, los que ven tras la
tringido del marco nos impide justificar nuestra
tesis con la ex_ sobrehumana profession de foi fllosófica una huida demasiado
tensión deseada, pese a que posea sin duda
una legitimidad más humana por miedo a enfrentarse aIa auténtica realidad ya sea por
profunda que la insulsez afilosófica de esa producción
que en la motivos individuales o sociales? Al huir, ¿no está obligado el filó-
actualidad osa presentarse bajo el nombre de
filosofia. sofo a engañarse a sí mismo y a los demás? ¿No es un pobre dia-
comencemos, pues, con ra tesis según la cuar
la filosofia es ra blo y un Hanswurstt, cuya comicidad reside en que allí donde se
realización concreta de las siguientes ideas generales:
r. Entre ras cree libre es absolutamente dependiente, y donde se cree solo es-
posibilidades del hombre figura la capacidal
de conocer e r mundo tá absoluta y profundamente determinado por el drama colectivo
(no las cosas singulares, sino da totaiidad
>).2. Elsujeto no puede de la humanidad? Por tanto, el mundo no es indiferente, ni está
aprehender dicha posibilidad más que abandonando
el .nurráo, desarmado ante el filósofo. Si el filósofo se distancia del mundo,
decir, trascendiéndoto. 3. A diferencia del
conocimiento de las co- ", el mundo responde con el odio al filósofo. Desde el punto de vis-
sas singulares, este conocimiento de la totalidad
no es contingen_ ta del <mundo>, la filosofía es una perversidad y una estratage-
te; aunque nunca definitivo, pertenece a un
orden distinto al Je la ma, una astuta perversidad. Se la puede tolerar, se la puede utili-
comprensión intramundana de las cosas singulares.
4. Sólo el co_ zar con el fin de que no se vuelva algo molesto, reduciéndola a un
nocimiento del mundo (en tanto que <totalidad>)
proporciona la estatuto puramente auxiliar. Pero si rehúsa ser de utilidad, enton-
unidad que requiere el conocimiento del contenido
mundano, es ces habrá que combatirla como a un incomprensible proceso vital
decir, de las singularidades.
que carcome la vida de la colectividad. Será preciso extirparTa de
La filosofia consistiría en profundizar en estas
ideas, cosa que hecho del conjunto de funciones vitales y así desvitaTizarla. Con
no es aquí nuestra intención. En su luga¡ planteemos
más bien la todo, no cabe duda de que, ad intra, dichas objeciones discurren
siguiente cuestión: si el filósofo está separado
del mundo por un al margen de la filosofia, no afectándo más que a sus puntos de
abismo tan profundo (y por ende de todo lo
humano, en er senti- vista y a su expresión, es decir, a su proyección mundana. Todas
do de que el hombre forma parte del <contenido
del mundo>>),
¿no resulta su actividad completamente indiferente? Aplicado 1 . Según la versión alemana de Polichinela, este personaje viste traje de bu-
a
nuesfo mundo, ¿no se reduce su parámetro ameranada, fón a rayas blancas y azules. De cabeza poderosa y ojos expresivos, suele llevar
e inver- barba y grandes patillas; cubre su cabellera con un sombrero puntiagudo ligera-
samente, no aparecen su preocupaciones,
si las comparamos con mente iadeado, que se remata con un adorno en forma de pelota o con plumas.
ias de aquí abajo, como un simple juego Tiene un carácter fuerte y dificil, amén de crítico e irrespetuoso. En el siglo
intelectual que
esquiva la
seriedad de la vida? Dicho más brevemente, XVIII fue expulsado de la escena alemana, siendo juzgado, condenado y quema-
¿no es la filosofia do en la hoguera con toda solemnidad [N. del T.].
:gF!lr*'

22 Libertad y sacri"ficio
La posición de la./ilosofia 23

estas objeciones son por tanto vanas, pues


no alcanzana la filo_ brá obra alguna mía sobre temas filosóficos, porque tales temas
sofia. Aunque recorran por completo el
universo entero, ella nun-
ca estará allí. La filosofia es para nosotros, gente no pueden exponerse al modo como se hace en las diversas cien-
del mundo, un cias>2. Entonces, ¿cómo mostrar algo para lo cual no existe analo-
espectro que nos hace una mala pasada
a nuestras espaldas, pero
que nunca conseguiremos que se nos gia en el mundo y cuya proyección mundana no es más que un
muestÍe cara a cara.El tema
del aislamiento de la filosofia, la idea de fragmento de la general relatividad del mundo humano? Puede
la separación evocada en
primer lugar por Heníclito y recuperada, que solamente sea el silencio la modalidad propia de la respuesta
en términos elocuentes,
por el maestro Eckhari, al intensificarse filosófica.
y profund izarse,huce ari
que la indiferencia hacia ra filosofia Si al filósofo no le es posible convencer aportando pruebas,
se convierta en una hostili-
dad activa que la contempla como una talvez su discurso nunca pueda ser comprendido. El filósofo, por
amenazay un peligro.
Observemos est¿ idea más de cerca, veamos razones esenciales, emplea el mismo lenguaje que el resto de la
cuáles son, en dis_
tintos casos, las relaciones de reciprocidad gente, pero le da a las palabras un sentido que hasta ese momen-
entre el mundo y la fi_
losofia. El mundo sólo es capaz dever to no tenían. En nada ve lo mismo que quienes permanecen irre-
a la filosofia ,u p.oy"._
ción mundana; la filosofia, en cambio, ve "n flexivamente en su ingenuidad. Palabras como <<mundo>>, ((coso)
el mundo tal y como es,
pues su tema no es otro sino este. u <<hombre> significan para el filósofo algo esencialmente distin-
El filósofo se halra exteriormen-
te indefenso frente al mundo; el mundo to que para nosotros que no somos filósofos, y cuyo significado
se encuentra interiormente
indefenso frente a la filosofia. Esto significa nos ha venido de Dios sabe dónde. Por esta razón,todo está en fi-
que entre el filósofo y
el mundo no puede haber una discusián qu" losofia nrelto del revés (Hegel decía que <la filosofia es el mundo
u".r. propiamente so_ del revés>3). Lo <reab> se vuelve <<irreal> y viceversa. Las cosas se
bre lafilosofia. Las tesis con las que el
mundo interpreta la filoso_
fia (todos los materialismos, posiiivismos, encuentran determinadas por la idea en lugar de la idea por las co-
economicismos, psico_
logismos, psiquiatrismos, sociologismos sas. Marx, al confrontar su forma ingenua de pensar (sin que el
y ieologismos) se plantean
sobre el presupuesto erróneo de que término ingenuo tenga ninguna connotación peyorativa) con la fi-
se puede discutir con la filo-
sofia en el terreno de este mundo. El filásofo losofia del derecho de Hegel, afirma que <<la diferencia no está en
no puede aceptar es-
ta posición, pues significaría inmediatamente el contenido, sino en la forma de mirar o en laforma de hablar>>
que Ia filosofia de-
pende de un hecho intramundano (<Der Unterschied liegt nicht im Inhalt, sondern in der Betrach-
cualquiera, con lo que quedaría
liquidada la filosofia como comprensión tungsweise oder in der Sprechweise>)4. Toda la ambivalencia de la
de la totalidad.
Existe otra cuestión relacionada con esto que relación entre el filósofo y el mundo se percibe en estas palabras.
acabamos de de_
cir. El filósofo no puede en ningún caso Un filósofo puede suscribirlas en su integridad, pero el sentido
darp.uebas de su verdad.
que les da las convierte en contenido de una proposición distinta a
Quienes entienden la filosofia de una
-un".u tal que excluye c la que Marx quiso formular. Estas palabras, cuya finalidad no es
priori toda comprensión de la misma no encuentran en los argu_
mentos filosóficos más que apoyo para
sus tesis. Las pruebas ió_ 2. Platón, Carta VII,341c, en Platón, Apología de Sócrates. Critón. Carta
lo son posibles cuando se reconocen los VII, ediciín y traducción de Enrique López Castellón, Espasa Calpe, Madrid
mismos principios. Esto
queda excluido en el caso que nos 1998, 182 [N. del T.].
ocupa. En efecto, contra la fi_
losofia se argumenta en el nivel de los hechos 3. <Philosophie ist die verkehrte Welo [N. del T.].
intramundanos y no 4. K. Marx, Zur Kritík der Hegelschen Rechtsphilosophíe, en K. Marx-F. En-
en el que le es propio. De ahí el desconcierto gels, Werke I/2, Berlin 1982, 8 (versión cast.: Crítica de la /ilosoJía del derecho
del filósofo cuando
tiene que decir qué es la filosofia: <euede de Hegel, notas aclaratorias de Rodolfo Mondolfo, Ediciones Nuevas, Buenos
claro que ni hay ni ha_ Aires 1965)
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Libertad y sacriJicio La posición de la filosoJía 25

otra sino condenar la filosofia por


verbalismo, afirman implícita_
mente la derrota del mundo. por del conocimiento en general se interesa por una investigación que
ello, el filósofo ., p.in.ipám"n_ desconoce la oposición entre el conjunto arquitectónico y el deta-
te u_n ironista, aunque deje que
er mundo habre en su contra.
La denominada historia de la filosofi¿ lle, entre el entendimiento y la técnica. La religión, por su parte,
miento de ra vida de la rirosoría en lugar de situarse en el ámbito del ente se dirige hacia otro ám-
misma,
flicto de la filosofia con el mundo.
#:;:lilil.H,i11T- bito, dándose una diferencia original, irreductible e incomprensi-
El fiiósofo descubre el mundo ble entre ambos ámbitos ontológicos; así, en lugar de la trascen-
y extrae de ahí consecuencias
paralavida humana. f".o unup*l dencia afirma lo trascendente.
te considerable de lo que se
considera en los manuales como Mientras que la religión le debe al menos a la filosofia su or-
sofia no es otra cosa que la respuesta filo_
del mundo alallamada de la ganízación conceptual, la ciencia le debe su origen. Sin embargo,
filosofia a una craridad radicai y
u tu uut"niiuder pensamiento.
primer hombre que reflexionó El como ciertamente el ideal de los filósofos no se contenta con lo
expresam"nt" .our. lanaíxaleza que de hecho satisface a la ciencia, no puede ser la filosofia una
la filosofia tuvo ante sí los fenómeno, de
¿. iu erudición y de la be_ mera <fundación de las ciencias> (como querían 1os neokantia-
lleza del alma' fenómenos que
al encubrir la esencia de la filosofia nos), una reflexión sobre la ciencia en su facticidad. Asimismo,
se vio obligado a estigmatizat'.
Fue este mismo hombre quien como no puede ser sierva allí donde ha de ser señora, tampoco le
jo que el principio filosófico di_
..u in"ornp."nsible para la inmensa es posible ponerse al servicio de un trascendente. Separadas de la
de la gente, tanto si hubieran
]lVoría tenido previamente noticia filosofia, la ciencia y la religión se vuelven contra ella. Se con-
del mismo como si desde siempre
lo hu¡ieran desconocido6. forman de esta manera en instrumentos de la violación del hom-
En verdad Heráclito no supo
hacer frente ala cruzad.aorgani_ bre por parte de un sucedáneo mimético que se empeña en alcan-
zada contra la filosofia, de la que
iroy norot o, somos testigos y zar la verdad. La ciencia se situa en el ámbito del mundo, de tal
que tiene como colaboradores
a ta y la religión. La cien- manera que procede de lo singular a lo singular sin alcanzar nun-
cia sustituye er conocimie nto de "ienclu
Ia totariiah porel conocimiento ca su fin las distintas series que elabora. La ciencia sugiere la fal-
de todo, es decir, de cada una
de lu, y noción del conocimiento como algo que está absolutamente su-
laciones. En lugar de conocer "oru, "*istentes de sus re_
el mundo busca
sa
conoce¡ el conteni_ jeto a otras necesidades vitales. La religión, por su parte, es el
do del mundo; en lugar de la
esencia ¿. lu, persigue un sis_
tema formal de pensamiento instrumento de una opresión trascendente. Ambas cierran al hom-
sobre las cosas; "o.u,
en lugar de la idea bre el camino que lleva al autoconocimiento filosófico, el camino
5. H. Diels-W Kranz. Fragmente que conduce desde dentro del mundo hacia fuera del mismo. Con
derVorsokratiker,Berlin 195i, Heraklei_
tos' B 40 [N' de los editorásj. frecuencia coexisten en la misma persona tanto la filosofia como
óa .*¿i.io" r*i;:'"oru,
no enseña a enten-
der ninguna que, en caso cont ""
f,"Ui"." su mímesis, lo que provoca una ambivalencia que realmente es un
Jenófanes y a Hecateo> (Lo_s -io, Hesíodo y a pitágoras, a
presocráti""", "*r¡"áá " traducción y
i"r.Jr""Ln,
Juan David García_Bacca. notas de desdoblamiento. Allí donde el filósofo supone que puede cantar
rce,
rr¿¿"i." ióbó.
ñ]a.rr.l. iül
. 6. Ihid.. BI. <A pesar a..qu.
srempre,
óu.nru , i'*oí.,i;,. desde siempre
y para
victoria, es con frecuencia su doble quien recoge los frutos. El
no dan con EIla los hombrer,
ni áni";;; ñuf", oi¿o hablar de malin génie que inspiró a Descartes su mayor descubrimiento es
después de habe¡ oído de El ella ni
toaá. p,e.isameni."ü;;fff:*l_T_"iil;i g:
l"be,
sido hecho alavez el responsable de su obsesión por la certeza, obsesión que
palabras y obras seméiantes ,?T":.:::l
a
Iargo con divisiones v-sentencias
ras,;.:,,;;;;. #;H:;#.#:Xrli.lT;ill le privó de los frutos de su filosofar, delineando además el plan
Que en cuanro a los iemás t on.u.... ""ár;"il;;;;;11 .u¿u una de ras cosas.
ni s!il; ;;;'""enta de to que
de los esfuerzos de las ciencias modernas. De este modo, una de-
hacen
" "t' ffi ; ;i;."'H " * i¿".,, i i," p'?#
p u"' monología filosófica, o sea, la idea de que hay unas potencias in-
.'i,ili,Xll rllill tJi ti i au
¿

ternas que dirigen el conflicto entre el mundo y el filósofo, debe-


27
La posición de lafilosoJía
Libertad y sacrificío

las-que se contiene una


y poesía' visiones potentes en
ria ponerse como base para una historia de la filosofia que pre- oroduce mito en
tn fottu de modelos a contemplar'
tenda ser algo más que un catálogo de doctrinas. ffi;;;""s,án d" la vida de un arrebato que apela y embriaga'
¡Qué curioso espectáculo produce este conflicto! ¿Cómo puede il;;J;;.iones exaltantes' que viven y mueren para mostrarse a
haber conflicto si no hay contacto? Dicho contacto sólo es posible ;;;tt, engendra personas Ponte en el
allí donde se da un campo común de movimientos, pero esto es sí mismas y a
los ¿t-a' t" giand"'ay fuerza.propias'
jntelectualismo filo-
justamente lo que, al parecer, no hay. El mundo puede anular la y héroe' fposiblemente el
lugar del poeta el <Sócra-
instanie plebeyo y pequeño burgués'
existencia del filósofo, y sin embargo ¡es así como la filosofta en- 56,'ffi i^*"*aal Nietz-
(<Sokrates wa;Póbel))e' La significación de
tró en la historial Nada ilustra mejor hasta qué punto tales medios tes era plebe> desde
a su vez' logra hablar contra la filosofia
son poco adecuados para medirse con las potencias internas de la sche reside, "n-q"" Atihétot' El poeta
po"tu y es el inspirador del
filosofia. Larazón según la cual la filosofia tiene que ser perse- el punto de vista a"f y pe-
del poeta' su mundo es audacia
guida cuando cristaliza en su forma pura es aquella que Nietzsche lu"r*'t iiu,o" "r 'ári"u¿or parece- es la búsqueda de
captó plenamente en sus invectivas contra Sócrates: la proyección ligro; por su parte, la filosofia -según es algo así como un
que den seguridad' El filósofo
mundana de la filosofia se presenta como declive de la vida. La fi- certidumbres para que no
puesto al héroe en su camino
losofia es una forma de aminoramiento vital; con ella la vida deja ;'ttu""t; o"e ia vida ha
soberana'
de ser esponláneamente creativa. Nietzsche acuñó una afirmación pu.da lunrutse hacia su libertad
lo condenaron ni los poetas ni los
profunda: <El concepto es un final> (<Das Begreifen ist ein En- Sin embargo, u so"'ute' no
putódicasde los mismos' No era la vi-
de>)?. Por ello, considera una enfermedad no sólo la ciencia mo- héroes, sino unas
'o-i'u' áesbordante' sino en su posteridad
de-
derna, sino, más aún, a Sócrates. La ciencia de hoy, en su carácter da inmediata .,, .u f"t* por su he-
propia, que teme
factual, está movida por la idea de la utilidad vital. La autocom- bilitada, carente de fuetzacreadora
que recibe del espíritu de sus
prensión del científico de nuestro tiempo apenas difiere en matices rencia ameuazaday fo' tt sostén vida no refle-
de los representantes de la
y envergadura de la autocomprensión de un técnico. En cambio, antecesores. El desdin
en estos epígonos con la con-
para la filosofia antigua la comprensión es la única meta. Antes de xiva hacia la filosofia se intensifica
casos' la animadversión viene
la aparición de la filosofia, el hombre quiere y cree saber, pero no wlsión de la vengan za' Enambos
de la vida; una vida que se
quiere comprender. <<El sabio -afirma Píndaro- su gran saber a la ,uri"no¿u por el anhelo de infinitud
y' en e1 caso de los auténticos héroes'
Naturaleza debe; los que su ciencia sólo a la luz de estudios consi- define como inagotabilidad si esta
¿e acrecentamiento' ¡Como
guieron tan sólo son como habladores cuervos, que graznan va- como peÍnanente posibili¿a¿
con remover los
cuamente contra el ave divina de Zeus>8; mientras esté la vida en inagotabilidaO n'"'u ¡Como si bastara
"ul¿tnte! inflame con una fuetza superior!
su primer e ingenuo impulso, no comprende, sino que ordena. De obstáculos para que la vida se
quizás alimentada la animadver-
ello era Nietzsche profundamente consciente. La vida no reflexiva En último término, ¿no "ttu'a
de que la filosofia aciertaa
sión a la filosofia poi lu "o-p'ensión
7. F. Nietzsche, Nachlass 1888, VIII, 141226, en K¡itische Studienausgabe tocarelmomentoesencialdelavidaqueeslafinitud?Enelfon-
XIII, edición de ColliMontinari, 398 [N. de los editores].
8. Píndaro, Segunda Olímpica, en Pindari Carmína, Leipzig-Berlin 1923, Sokrates>' en Gótterdiimmerung'Kriti-
98s (versión cast: Olímpicas, traducción, prólogo y notas de Francisco de P. de 9. F Nietzsche, <Das Problem des de los editoresl (versión
Srudienausgutt' toi':iin"d; óárii-i'lontinu¡''68
Samaranch, Aguilar, Madrid t973,56. Hay otra traducción al castellano de Ru- sche di'tN'los ídotos o Cómo seJito'
bén Bonifaz Nuño, UNAM, México 1990. Hemos optado por la primera traduc- cast.: <81 problema ot tJiillJ"']""";i;;"pú"';b Andrés Sánchez Pascual'
y notas de
sofa con el martillo'i"t'J"ttlá"'
raducción
ción por ser más próxima a la versión checa de Patoóka, salvo en lo ¡efe¡ido al "ñi^;;;,Madrid
ave de Zeus, que Patoüka califica de <divino y no <celestial> [N. del T.]).
5Ie8l' l8 [N' del r])'
Y
28 Libertad y sacrificio
La posición de la filosofia 29

do, ¿no retrocede la vida ante la clarividencia


de la filosofia que y una finalidad, de tal modo que la salvación quede así asegurada.
descubre <este tedio absoluto que
no es en sí otra cosa que la vida
desnuda cuando se mira a sí No en vano, la condición de todo ello es que los dioses sean rea-
misma claramente, que no tiene
sustancia que la vid¿ misma ni otra les, que tengan lafuerza de determinar los acontecimientos. <Nai-
otra causa segunda que la clarivi_
dencia del viviente>r0?Al igual vitát, als ob Moral übrig bliebe, wenn der sanktionierende Gott
qu" le ru."d" al cristianismo
más allá, o a Buda con la disolu.ión
con el fehlt!)l'. No sólo es paradójico, sino además cínico, que no se
rn rl unirre.so, o al socialismo
con su visión de una sociedadjusta, crea en Dios y sí en sus mandatos. Si se ha de esperar la salvación
Nietzsche quiere salvar la vi_
da recurriendo al superhombre. de los dioses, ésta ha de ser de tal tipo que determine en último
La nloronu, a fin de cuentas,
estará implicando que-no existe ¿no término los acontecimientos. Dicha salvación, además, ha de ha-
ninguna salvación paralavida?
la comprensión de lafilosofiu En cer posible un comportamiento respecto a sí mismo, ya se en-
.omá p"fig., ¿no estará contenida
una cierta comprensión de lo que cuentre movido por el pathos del amor, del interés o de la volun-
ü fiio.otiu, aunque ,.u rp.i_ tad de poder. La religión está fundada en la reciprocidad: observa
",
mida? El combate contra el <<intelectualismo>>
de la filosofia está los mandamientos divinos y tu vida será recompensada por Dios.
encaminado a un fin, aunque
éste no sea su intenciOn .*pfiJu.
Pues resulta peligroso paralavida Spinoza expresó mejor que nadie 1o que en cambio significa la fi-
que elra comprenda su sobera_ losofia: <Quien ama a Dios no puede esforzarse por que Dios le
nía interna' La orientación espontánea
¿"," es hacia fuera de ame a su vez> (<Qui Deum amat, conari no potest, ut Deus ipsum
sí misma; busca habitar en
medio de cosas, "¡¿" de fines y de relacio_
nes. Que la vida misma sea contra ameo>)r2. El pathos de la filosofia no es el de la reciproci-
creadora y criterio último no
verdad que persiga ravida,sino es una dad, sino el pathos unilateral que va del hombre a lo sobrehuma-
algo aá to qu" ella se oculta. no; nunca al revés. Mi opinión es que ni en las consecuencias que
La vida prosigue con ingenuidJ¿
.
imagen de su propia e inteÁa,o¡.runá"orno
,i"nt u, proyecte ante sí una se derivan de la idea de filosofia, ni en el filosofar mismo, se en-
realidad mundana. cuentra comprendido algo semejante a la recompensa divina. El
En otras palabras, Ia vida ingenua
ti"n" ,i*pre dioses a los que filósofo no puede decirle a la gente: ¡Filosofad y os salvaréis! La
se confia en cuanto redentores
de su fáctica finitud. Así, según filosofía no es salvación, ya se base en el mérito o en la gracia.
una visión poética inspirada,
los dioses prr"A"n ser modelos La filosofia es simplemente una vocación individual de deter-
perfecta dgeni; pueden de la
ser las ideas hipostasiadas de minadas personas y, por ello, una necesidad interna de las mis-
ros filóso_
fos o los ideales hipostasiados. pueden
,", iu p*.n.ia de la natu_ mas. La filosofia produce placer a los que filosofan (placer que
raleza, concebida de diferentes
aun..ur, ,u sea en la forma del ciertamente se da de cuando en cuando, en medio de un arduo y
<<humanismo real> de Marx,
que ,u.nu Lí poru"ni. de doloroso combate consigo mismo por sí mismo), pues en ella vi-
bre no sometido a las cosas, un hom_
sino sometié.rdotur; ya sea en ve la pasión por el conocimiento, pasión tan imperiosa como otras
ma de la concepción nietzscheana la for_
de una nuturul"rubrutal, pero grandes pasiones. A mi juicio, la profunda visión aristotélica de la
grandiosa, la cual se redime
y se transfor_u goro y creación identidad entre f¡6ovr1, üeorqúc, y évép.¿erc rleoú, cabe interpre-
propia en el superhombre. pero "n
siempre Oa¡o ta condición de que
los dioses marquen la regla
a" asignen un orden 1. F. Nietzsche, Nachlass 1885-1886, YllI,21165; Kritische Studienaus-
"onauitl;;;" gabe
1

XII, edición
de Colli-Montinari, 148 (= Wille zur Machl, $ 253) [N. de los
10. Paul yaléry, L'áne et ladanse, editoresl.
en Guvres II. paris 1960, 167:<Cet
nui absotu fquil n'est en soi que
ra ui" rouie nii'oi,-li
en_ 12. B. Spinoza Ethika ordine geometrico demonstrata V p¡op. XIX, en
á'il se regarde crairemenr, Opera, Heidelberg 1923-1925 (versión casl.: Éfica demostrada según el orden
.11].:_ii',""r1.
subsrance qué ra,vie
voyance du vivant>
,cr.. ., i,]r#..l,ll. r..ona. que la clair_ geométríco, edición y traducción de Atilano Domínguez, T¡otta, Madrid 2000,
[N. de los editores].
255) [N. de los editores]
r*
30 Libertad y sacrificio La posición de lafilosofia 3I

tarse como sigue: la vida es la obra de la visión eterna


de la divi- bargo, ¿quién es libre? ¿Qué responde el filósofo a esta pregunta,
nidad; por ello, en tanto vivimos, hay siempre en nosotros
al me_ ahoratodaviamás urgente, pues el hombre se encuentra ahora des-
nos algo de felicidad. Sin embargo, esto vale paralavida
entera, provisto de apoyo trascendente? ¿No se avergonzará entonces el
no sólo parala filosofia.
filósofo ante la interna vacuidad de su principio? ¿No se muestra
La filosofia es la instancia de la claridad última. Surge
como en este momento el pálido intelectualismo en toda su ausencia de
audacia que aspira a la esencia última del ser, esencia
esquivada ütalidad?
por Ia vida ingenua. pertenece a la finitud de nuestra
vida actual La filosofia ni prescribe ni ordena. Le basta con remitirse a lo
el que sintamos la necesidad de algo externo a lo que que se desarrolla en la vida antes de que aparezca la filosofia y
aferrarnos,
la necesidad de una salvación. La salvación consiste aclarar su significado, Le es suficiente con hacer ver una cosa que
en apoyar
nuestra vida en un poder externo y absoluto. La
filosofia adviene hace plena la vida, sin violencia, sin escenificaciones y sin con-
dándole un giro a la situación: Io finito, simplemente, vulsiones, y que además no hace necesario comprometerse con
no puede
(apoyarse) ingenuamente en un poder
absoluto y externo; el mis_ nada exterior al hombre. Es un hecho que todo hombre puede, en
mo absoluto está todo é1, sin excepción, contenido virtud de su decisión, asir o esquivar su propia misión. La deci-
en lo finito. El
mundo mismo no es otra cosa que el mismo absoluto sión auténtica por su propia misión no toma en cuenta las circuns-
cuando se
presenta en la situación de ingenuidad. No tancias, posibilidades e imposibilidades, sino que el hombre se
nos es posible con_
fiarnos en Dios, puesto que el absoluto no está fuera, crece cuando topa con obstáculos. Nada de esto depende de lo que
sino dentro
de nosotros. La relación del hombre con Dios el hombre sea exteriormente, ni guarda relación con el lugar con-
es más cercana e
íntima de 1o que para él resulta cómodo y seguro. Dios tingente del hombre en la sociedad. Cuanto más frívola e irres-
en noso_
tros confirma nuestra finitud. El Dios absolutamente ponsable sea la vida, cuanto más volcada al exterior, menos pro-
creador no
es, a la vez, el Dios que ordena mandatos y que babilidad habrá de una verdadera sustancialidad. Alejados de la
salva. Se trata de
un Dios a quien no podemos preguntar qué vida, a menudo dura y áspera, los hombres se ocultan ante sus
debemos hacer.
El fi_
lósofo ha de mantener esta idea, ha de <isufrir el privilegio ojos su culpabilidad. Por ello, propiamente no son, sino que sólo
de su
gloria oculta>>l3. El intimissimun delDios de aparentan ser. A lo que apunta el filósofo, sin embargo, es a que el
los filósofos, que no
tiene designio alguno, es la creación inmemorial, hombre puede también ser, y no sólo aparentarlo.
sin voluntad, sin
pathos y sin impulso, es la creación que se realiza En último término, a lo que llama la filosofia es al hombre he-
en el oculta-
miento ante sí mismo. roico. Es ésta la palabra humana de la filosofia. El heroísmo no es
Si aparte de Dios existen aún los dioses, afirma una pasión ciega, no es amor ni venganza, no es ambición ni vo-
el filósofo, és_
tos no son en última instancia creadores, ni luntad de poder, sino que alberga una serena claridad sobre la to-
tampoco son infinitos
en sentido estricto, sino meras creaciones. pero talidad de la vida, al saber que este modo de acluar es para mí ttna
¿para qué descen_
der de las alturas alcanzadas y desear lo ya superado? necesidad, la única forma posible de mi existencia en el mundo.
Si Dios se
encarna en el hombre, éste ya no tiene que crear El heroico estar aquí, en el mundo, en este instante, no espera ra-
dioses. puesto
que el hombre no tiene ya por tarea realizar tificación y continuación en otro mundo. El heroísmo asume la
los designios externos
de algún dios, no le queda más que asir su propia propia finitud. No es otra cosa sino la atestación irrefutable de la
libert¿d. Sin em-
sustancia propia, una sustancia irreducible a las meras circuns-
_.. 13. Otokar Biezina, Bolest ,ólovéka [<El dolor del hombre>], edicion de Fr.
tancias o a las encrucijadas del mundo. La filosofia está por ello
Bílek, Ruce, Praga 1901 [N. de los ediro;es]. en disposición de purificar la autocomprensión del héroe, de dar-
32 Líbertad y sacrificío

le a comprender que su fe no es, en modo alguno, la revelación


lo trascendente, sino que ésta consiste en la acción
de 2
humana sobe_
ranay libre. Lo que se revela en esta fe no
es el mandato trascen_ VIDA EN EQUILIBRIO
dente de la divinidad, sino el principio
del hombre que se encuen_
tra en una situación histórica. La comprensión Y VIDA EN LA AMPLITUD
del ser, llevada a
cabo por la filosofia mediante la supeiación
del mundo, está así
en relación con el auténtico existir humano
que representala ac-
ción libre. Por ello, podríamos quizá formular
el ideal de la filo-
sofia soberana como la filosofia del heroísmo
y el heroísmo de la
filosofia.

En el proceso del pensamiento filosófico moderno cristalizan


con claridad, en lo que concierne al hombre, dos posturas típicas
y diferenciadas. En ellas se hacen presentes opiniones distintas,
no solamente aceÍca de la esencia del ser humano sino también, y
de consuno, acerca del papel de la filosofia en la vida. Podríamos
decir también que ambas posiciones sirven de epígrafes sinópti-
cos para una gran variedad de motivaciones y líneas de acción.
Con todo, en estas dos posturas se dan, a nuestro entender, unos
rasgos definitorios que justifican la agrupación que pretende-
mos establecer. La primera de las posturas, que gira en torno a las
ideas morales de lo que ha venido a llamarse ideología humanis-
ta, comprende al hombre como un ser constituido esencialmente de
forma armónica. El hombre está llamado a la felicidad y al equi-
librio de todas sus fuerzas. El proceso de la historia es unas veces
más lento, otras más veloz y enérgico, pero siempre está regido
por leyes orientadas a la meta natural del hombre, que es el equi-
librio y la armonía, para los cuales está todo predispuesto y orien-
tado en lanaturalezahumana. El hombre es un ser que todavía no
ha alcanzado el equilibrio natural que la propia vida da a los de-
más seres vivos al asignarles una forma estable e invariable de
existencia. No obstante, para esta orientación del espíritu, seme-
jante estado es provisional Llegará un tiempo en que la vida hu-
mana estará configurada y organizada de tal modo que no habrá
en ella nada lábil e impreciso. Aunque más compleja que la vida
de los demás seres y con un mayor grado de artificialidad, su fun-

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