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Máster Universitario en Innovación e Investigación en Educación

Asignatura: ​Innovación, Diversidad y Equidad

Docentes: Carmen Jiménez Fernández y Mª Paz Trillo Miravalles

Curso: 2016-2017

Segunda actividad obligatoria​: Análisis y recensión del libro:

Educación y género. El conocimiento invisible.

Carmen Jiménez Fernández, Gloria Pérez Serrano (Coords.)

Tirant Lo Blanch. Valencia Octubre 2008.


ÍNDICE

1. Introducción Pág. 1

2. Presentación Pág. 1

3. Primera parte Pág. 2

4. Segunda parte Pág. 5

5. Conclusión Pág. 11

1. Introducción

Tras la lectura y asimilación del libro, creo que para realizar una recensión del mismo y
comentario personal sobre lo escrito, debo abordarla desde una vertiente por capítulos, al ser el
libro un compendio de escritos heterogéneos que tratan diferentes temáticas, todas ellas bajo el
eje central de la temática de género pero cada capítulo centrado en una experiencia
diferenciada. Los textos han sido escritos con total independencia pero existen ejes
transversales. Es por ello, que resulta más eficiente abordar por separado los diferentes
centros de atención presentados y realizar una conclusión final sobre el texto completo, aunque
en este caso ese sentido de unidad del texto sea más complejo de encontrar.

2. Presentación

En este primer apartado del libro se nos realiza un breve resumen de lo que vamos a leer, son
diferentes trabajos elaborados por catedráticas de las Facultades de Pedagogía de diferentes
universidades españolas, que pretenden concienciar sobre la igualdad de género. La obra
consta de 15 colaboraciones (aunque hubo el apoyo de 30 catedráticas existentes, no todas
pudieron contribuir por diferentes motivos) de las Universidades de Alicante, Barcelona,
Córdoba, Granada, La Laguna, León, Málaga, Murcia, Sevilla, Tarragona, Valencia y la UNED.
Se estructura en dos partes diferenciadas: la primera parte sobre planteamientos generales y la
segunda parte, un poco más extensa sobre temas específicos.

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3. Primera parte

3.1. - Carmen Jiménez, ​Educación, equidad y género​.

Se analiza la situación real de mujeres y hombres en el mundo, en la Unión Europea y en


España. Desde lo lejano a lo cercano para observar lo variable e invariable.

- a) Análisis de los conceptos de equidad e igualdad. Lo equitativo es aquello que


consideramos justo, pero existe un conflicto entre equidad y eficiencia. La discriminación
positiva se vuelve una herramienta necesaria para equilibrar desigualdades históricas porque
no existe igualdad real aunque sí que exista igualdad formal.

- b) Situación relativa de hombres y mujeres en cuanto a educación, trabajo, renta, poder y


toma de decisiones o derechos y deberes. En el mundo se suele marginar a la mitad de la
población. Son niñas el 75% de los 121 millones de infantes que no asisten a la escuela. Dos
tercios de los 875 millones de analfabetos que hay en el mundo son mujeres. Son relegadas a
los puestos mal pagados que no gozan de seguridad ni de prestigio, se las contrata menos y se
les paga menos. Las diferencias salariales son evidentes, el porcentaje de mujeres que recibe
el salario mínimo es superior al de los hombres, y su trabajo suele ser más parcial y temporal.
En el hogar realizan la mayor parte de las tareas del hogar, cuidando de la familia y de las
personas dependientes. Pese a ello siguen siendo las más desheredadas.

En España, hay ausencia de equidad entre los géneros en empleo, renta, poder y toma de
decisiones en educación. Permanecen estereotipos de trabajos típicamente masculinos y
femeninos. Las chicas se sitúan a la cabeza del sistema educativo, tanto en alumnado como en
profesorado, excepto en los niveles más altos de la universidad como catedráticas. Mucho
esfuerzo para conseguir menos, más precario y con mayor coste. Avanzamos muy lentamente
hacia la igualdad. Un ejemplo es que existían títulos con validez profesional sólo para los
hombres hasta 1910, como medicina, las mujeres podían estudiar pero no practicar esa
profesión.

c) Escasa presencia de mujeres en la investigación científica y en el desarrollo tecnológico. No


puede sancionarse la reproducción y se deben adoptar medidas para mejorar la situación
femenina en todos los ámbitos pero especialmente en la carrera científica y en la función
directiva

3.2. - Petra Mª Pérez, ​La socialización simbólica de la asimetría. Una perspectiva


antropológica​.

Trata la asignación diferenciada de tareas a hombres y mujeres.

La distribución asimétrica de tareas, es un lastre para el desarrollo de la sociedad civil que no


se justifica por la mayor fuerza física del hombre y el carácter reproductor de la mujer.

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El concepto de género se utilizó para enfatizar su carácter cultural por oposición al sexo
biológico. No existen cualidades innatas y universales aplicables a hombres y mujeres en todas
las culturas, son una construcción social. El género está presente en los sujetos, en sus
relaciones, en la política, en la cultura, en el mundo social. Son relaciones de poder, desiguales
y asimétricas. En todas las sociedades el hombre mantiene una relación de status y de poder
respecto a la mujer.

Desde el ​Evolucionismo antropológico se postula que las sociedades evolucionaron desde el


salvajismo a la civilización, y las relaciones entre hombres y mujeres evolucionaron hacia
formas superiores de dominación masculina y patriarcado como consecuencia natural del
progreso evolutivo. Tanto el Evolucionismo como el Funcionalismo consideran que el rol de la
mujer está determinado por su naturaleza biológica. Las desigualdades de género son para
algunos perfectamente naturales, pero son los procesos educativos los que articulan la
estructura social de una cultura a través de la transmisión del sistema simbólico de carácter
arbitrario del que también participan las mujeres. Es por ello necesario, cambiar este orden
simbólico y avanzar en la simetría de sexos.

3.3. - Lidia Santana, ​Las dos mitades de la Humanidad​.

Recorrido histórico sobre la desigualdad de género, lucha por la igualdad e incorporación de la


mujer al mundo laboral.

Cultura patriarcal y desigualdad entre los sexos. Aunque las mujeres se perciben a sí mismas
como personas capaces de poder desempeñar sus diversos papeles con dignidad y solvencia.

Los grupos feministas niegan la identidad de la mujer tal y como es definida por los hombres y
reproducida en la familia patriarcal. Se busca la construcción de igualdad efectiva.

La cultura, la política, las profesiones no tienen sexo; lo que sí puede que tenga sexo son los
prejuicios, los intereses y los convencionalismos sociales. Un ejemplo son los anuncios
publicitarios que suelen estar cargados de los esquemas y estereotipos sociales tradicionales.

El logro de la igualdad en el terreno laboral sigue siendo una carrera de fondo tanto a nivel
salarial, de empleabilidad y de permanencia. Las diferencias de salario por realizar el mismo
trabajo persisten en todo el mundo.

El papel de la mujer a nivel histórico se circunscribe al entorno familiar y cuando se accedía a la


esfera pública su rol era sistemáticamente devaluado y criticado. Por ello existían dificultades
para reconocerse y reconocer a mujeres realizando ocupaciones diferentes a las asignadas
históricamente. Las mujeres representan a la mitad de la humanidad y deben reclamar la
participación activa en el mundo al mismo nivel que los hombres.

3.4. - ​Leonor Buendía, ​Valores interculturales y de género.

Distintos tipos de valores, valores en la educación, valores interculturales y de género,


metodologías en investigación.

Enseñar valores en la escuela supone un proceso de interacción con la cultura, mediada por el
lenguaje. Interacción con los otros. Educar supone enseñar valores. Los valores son cognitivos,

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comportamentales y afectivos. Encontrar el fin hacia el que se dirige la actividad humana es la
conciencia.

Desde el enfoque axiológico integrador se señalan tres criterios: los presentes en el sujeto, en
el objeto y en la situación. Reacciones del sujeto, cualidades del objeto y situación en la
relación sujeto-objeto. Tres dimensiones: a) sociocultural, b) reguladora e c) individual y dos
categorías: 1.Intraindividual: se relaciona con valores corporales, intelectuales, afectivos y
2.Sociocultural: relacionada con el contexto y valores y antivalores sociales, instrumentales,
estéticos, ecológicos, religiosos y morales.

El Tratado Constitucional de la Unión Europea recoge un conjunto de valores que forman parte
de la ética cívica o de los ciudadanos, siendo prioritario el principio de igualdad y el respeto por
las culturas que interactúan generando nuevas culturas.

Las culturas son aprendidas y compartidas, son simbólicas y son mecanismos de adaptación
social. Es todo aquello que ha sido aprendido o producido por un grupo de personas.

Se deben romper desde la escuela los roles estereotipados que se reproducen en nuestra
cultura para conseguir la igualdad desde la coeducación. La escuela mixta no ha superado la
discriminación de la mujer. Las diferencias son generadas socialmente, con el sexismo se
producen desigualdades en el trato de las diferentes personas. Se observa en la escuela en el
curriculum manifiesto y en el oculto, en las expectativas del profesorado, en la transmisión de
estereotipos sociales, en los materiales didácticos que deben fomentar la igualdad y no lo
hacen.

Es necesario eliminar la perspectiva androcéntrica y la estructura patriarcal. En los cuentos


tradicionales de una u otra forma se transmite y refuerza la idea de que la belleza física es un
valor esencial que las mujeres deberían alcanzar y mantener para ser felices en la vida.

Respecto a las metodologías de investigación no solo se cuestiona el uso tradicional del


método científico sino la adecuación y pertinencia del propio método para los estudios de
género. Se tiende a utilizar más al método etnográfico como las historias de vida. A través de
ellas, la mujer pasa a ser la protagonista de su propia historia.

3.5. - Cristina Cardona y Mari Ángeles Martínez, ​Análisis de roles de género en la


sociedad postmoderna: la participación de la mujer en el ámbito de la educación
universitaria.

Roles de género y fomento de la igualdad.

Los términos sexo y género no son sinónimos. Sexo se emplea para referirse a las
características biológicas. Género es un rasgo que se aprende. Los roles de género son las
conductas y actitudes asociadas o esperadas de cada sexo en una determinada sociedad. Las
diferencias biológicas continúan empleándose para justificar las desigualdades de género. Las
diferencias de comportamiento entre los géneros no son heredadas, sino socialmente
construidas.

Existen dos posturas científicas respecto al género: destacar las semejanzas ya que somos
parecidos en el comportamiento intelectual y social y las diferencias son producto de la
socialización, no de la biología; o subrayar las diferencias que se atribuyen a la biología como
el ​esencialismo​.

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Cuatro tipos de feminismo que se pueden combinar entre ellos:

- Feminismo liberal: las mujeres deberían tener los mismos derechos y oportunidades.

- Feminismo cultural: las mujeres tienen cualidades especiales. Un sentido especial para la
comunicación y el contacto con la gente, desarrollando habilidades, destrezas de relación y
facilidad para establecer vínculos emocionales estrechos. Valores asociados a su orientación
interpersonal.

- Feminismo social: origen en las desigualdades económicas. La sociedad capitalista debe


cambiar.

- Feminismo radical: se debe eliminar la opresión del hombre sobre la mujer.

En los materiales curriculares, las chicas son prácticamente invisibles y en el mejor de los
casos, desempeñan roles insignificantes. Los libros de texto están estereotipados respecto al
género y se deben cambiar. La relación del profesorado con las chicas también refuerza esos
mensajes. La escuela enseña a los chicos que los problemas son retos a vencer, mientras que
a las chicas les enseña que el fracaso está fuera de su control.

Durante Secundaria y Bachillerato el rendimiento de las chicas baja, porque empiezan la


adolescencia con una pobre imagen de sí mismas mientras los chicos tienen la creencia de que
son buenos en todo. Cualquier diferencia en matemáticas y ciencias se explica mejor por
factores de género que por factores biológicos.

Las mujeres acceden a la universidad en mayor número que los hombres pero su popularidad
es inferior a los chicos como en bachillerato. Las mujeres obtienen la mayoría de las
licenciaturas, sin embargo, son los hombres quienes continúan estudios más avanzados y se
imponen en la universidad como profesores y catedráticos.

Las mujeres tienen salarios más bajos, menos prestigio, menos autoridad y más dificultad para
ascender que los hombres en todo el mundo. Están peor pagadas porque eligen ocupaciones y
trabajos que exigen menos demandas a sus responsabilidades familiares. En 2007 solo el 4%
de las mujeres ocupaban puestos en Consejos de Administración en España. A medida que se
sube en el nivel de las organizaciones, se encuentran menos mujeres. Sucede a nivel mundial
en todos los sectores ya que las estructuras de las empresas se rigen por reglas masculinas y
los puestos de alta dirección suelen ser de libre elección.

Respecto a la mujer docente, son mayoría en la enseñanza elemental y primaria, están más
equilibradas en educación secundaria pero están poco representadas en la educación superior
y en los órganos de gobierno y representación. Conforme la categoría profesional asciende,
menor es la presencia de las mujeres. Son diferencias inexplicables.

Cuando las mujeres ocupan puestos de dirección en el sistema educativo, lo hacen en áreas
más bien no académicas. La masculinización de cargos directivos se da tanto en secundaria,
en la universidad y en las más altas instancias del poder.

Los objetivos de futuro son conseguir la igualdad de poder, para ello se debe investigar y
enseñar, promoviendo la información y sensibilización; socialización feminista de niños y niñas,
reducir las desigualdades y la violencia y promover acciones individuales y colectivas. Se debe
ser consciente de que vivimos en una sociedad sexista que debemos cambiar para que no lo
sea.

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4. – Segunda parte

4.1. - Araceli Estebarán, ​La formación de mujeres y hombres en competencias para una
sociedad de la información en igualdad.

Sobre el aprendizaje y el desarrollo profesional con enfoque de género.

Se deben adoptar más iniciativas de concienciación, para promover la igualdad. Existe gran
exigencia de educación permanente.

Desde la Unión Europea existe el programa EQUAL que fomenta la empleabilidad, capacidad
de emprender, adaptabilidad e igualdad de oportunidades. Medidas que favorecen la igualdad
para construir una sociedad justa.

La carrera profesional comienza cuando las personas descubren su interés profesional, se


plantean objetivos y continúa con el aprendizaje situado en el campo profesional. Se deben
desarrollar las capacidades de conocimiento, planificar el tiempo, dominar las TIC, aprender a
ajustar necesidades personales y necesidades empresariales, desarrollar la conciencia de
género, aprender a emprender.

Una buena competencia emocional produce un desempeño laboral sobresaliente. La


satisfacción en el trabajo y la familia reduce el estrés.

La orientación es el proceso de construir un proyecto vital y profesional pero existe falta de


orientación durante la formación. Es necesaria la coordinación entre los ambientes educativos
familiares y escolares y acerar la formación a las estructuras del sistema productivo.

La incorporación de las mujeres a los ámbitos de poder o tareas de responsabilidad profesional


más altas son beneficiosas para la mujer, para el cambio social y para las propias instituciones.
Deben existir redes de apoyo de las mujeres directivas y programas de formación. Decidir y
ejecutar decisiones de forma conjunta hace posible actuar de manera más compleja, logrando
una mayor capacidad de resolución de problemas en equipo y refuerzo de la creatividad.

4.2. - Pilar Colás, ​Género y ciencia, Líneas y metodologías de investigación.

Situación de la mujer en el sistema de la ciencia.

Las mujeres están infrarrepresentadas en las actividades científicas, en 2004, representaban


un 29% del total. La ciencia está masculinizada, tanto a nivel interno como externo. La distancia
entre sexos, va ampliándose de forma contundente en el nivel académico más elevado. En
2004, las cátedras de Universidad femeninas en España eran solo el 13% con datos similares
en otros países. Las mujeres son el 25% de representación en la gestión de la ciencia en los
países de la comunidad Europea.

En los procesos de selección de las universidades, la científica tiene que ser más productiva
para ser considerada igual de competente que el científico.

Las mujeres científicas son objeto de una selección exhaustiva que provoca que estén muy
motivadas, muy comprometidas y muy bien organizadas. Se encuentran con dificultades de dos
tipos: psicológicas (relacionadas con sus actitudes y su personalidad) y sociológicas (derivadas

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de la estructura de la familia, de las instituciones de ciencia o de la propia sociedad). Pueden
aportar a la ciencia su propia visión.

Surgen nuevas líneas de investigación sobre género y ciencia como la filosofía de la ciencia,
sobre cómo se genera y crea ciencia. La perspectiva sociológica, con indicadores sobre la
situación de las mujeres en el sistema social de la ciencia. Desde la psicología, cómo las
mujeres perciben, interpretan, viven y sienten su situación en el sistema de la ciencia y desde
la perspectiva pedagógica, la transmisión del conocimiento científico. Desde la metodología
cuantitativa incluir el sexo como variable. Desde la metodología cualitativa el método
fenomenográfico, la etnografía, el interaccionismo simbólico, análisis del discurso científico etc.
Rescatar del olvido mujeres ilustres del pensamiento, la ciencia, la tecnología etc.

El lenguaje de la ciencia contribuye a construir una relación social asimétrica entre hombres y
mujeres, se hace necesario generar nuevas ideas y modelos científicos útiles. Se busca
transformar las relaciones de desigualdad entre hombres y mujeres en el sistema de la ciencia
y hacer una sociedad más igualitaria y libre.

Se debe velar por la representación de las mujeres en la ciencia, así como proponer medidas
de igualdad y hacer seguimiento de las mismas. Garantizar la igualdad real en todos los
ámbitos, participación equilibrada en la toma de decisiones.

Desde la educación se debe alcanzar la visibilización, sensibilización y actitud transformadora.

4.3. - Carmen Sanchidrián, ​Estudios universitarios y ejercicio profesional de las


mujeres en el franquismo.

El pasado de la mujer universitaria en una época muy concreta en España.

En el franquismo la mayoría de universitarias eran chicas de clase media o alta. Existía un


deseo del régimen de alejarlas de lo público. Educación y trabajo son dos variables que se
enriquecen mutuamente. La educación permite acceder a un trabajo mejor cualificado, su nivel
de estudios es determinante para la inserción laboral. El trabajo de la mujer era subsidiario y
transitorio, trabajos que exigían poca cualificación.

El derecho a la educación y el derecho al trabajo son los ejes del feminismo social.
Reivindicaron el acceso a todos los ámbitos y nivel de la actividad humana en condiciones de
igualdad, pero la realidad no se cambia solo con leyes. Se puede cambiar la ley pero perduran
los tabúes, estereotipos y prejuicios.

Las mujeres no pudieron matricularse libremente en la universidad hasta 1910. La llegada de la


mujer a la universidad y a determinados puestos de trabajo producía inquietud entre los
hombres. Las opiniones contrarias a la educación superior de las mujeres, pero sobre todo al
ejercicio profesional una vez casadas, eran mayoritarias durante el franquismo. En 1967 había
9 catedráticas en España y ninguna estaba casada.

La presión social y factores económicos condicionaban las elecciones académicas y laborales


durante el franquismo. Con la Constitución se ha intentado la igualdad frente a la ley. Aún a día
de hoy la elección de carrera se hace siguiendo estereotipos, aunque se van abandonando
poco a poco.

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Las guías de estudios para la mujer se limitaban a ciertos trabajos y en ciertas circunstancias,
profesiones más o menos adecuadas para las mujeres. Por ejemplo: maestra estaba
recomendada, pero profesora de universidad o de instituto no.

A día de hoy estudian más, sacan mejores notas y ganan menos. En la educación la igualdad
formal se ha conseguido pero no la real, el mercado de trabajo y la esfera doméstica van muy
por detrás. Todavía hay mucho trabajo educativo por hacer.

4.4. - Juana María Sancho, ​Profesoras e investigadoras en el ámbito de la Tecnología


Educativa: Una tendencia ascendente.

Sobre la presencia femenina en la docencia e investigación de la tecnología educativa.

Existe una dificultad histórica de la mujer para acceder a los estadios avanzados de desarrollo
de la ciencia y la tecnología como a los puestos de reconocimiento y relevancia social. Pero
hay un imparable acceso de la mujer al campo de la ciencia y la Tecnología Educativa.

La mujer está accediendo a cualquier actividad científica, técnica o artística. Pero su presencia
no se traduce en mayor acceso a cargos de poder y relevancia social. El número de rectoras,
vicerrectoras, decanas o directoras de departamento es todavía insuficiente. Existe una falta de
simetría entre la formación de las mujeres y su presencia y progreso en los ámbitos de la
ciencia y la Universidad. Según ciertos estudios, una mujer debe estar mucho más cualificada
que un hombre para obtener la misma plaza.

No se cuenta con estadísticas fiables ni estudios sobre sus causas y consecuencias. Entre las
posibles explicaciones se encuentran: razones genéticas o biológicas, valores de la propia
ciencia, tipo de educación recibida, razones socioculturales etc.

4.5. - María Luisa Sevillano, ​El espacio de las Tecnologías y Medios de Comunicación en
la Didáctica. Estudio de la perspectiva del género.​

Cambios y el papel de las mujeres como investigadoras y tesis doctorales.

Surge una nueva forma de organizar, representar y codificar la realidad. La mera utilización de
los medios audiovisuales o informáticos asegura el aprendizaje eficaz y moderno. Esto no es
así cuando sólo se introduce la tecnología en la vieja propuesta educativa.

Hay muy pocas Directoras de periódicos, revistas, emisoras de radio. Las mujeres están
relegadas en su reconocimiento social y público.

Existen iniciativas de mujeres creativas e innovadoras. En la universidad siguen dirigiendo más


tesis los hombres por tener más presencia en esta institución pero cada vez son más mujeres
las que realizan y dirigen tesis doctorales relacionadas con el género.

4.6. - Fuensanta Hernández, ​Las diferencias de género en los enfoques de aprendizaje​.

El centro de interés se proyecta en la compresión frente a la memorización. Marton y Saljo


(1976) son los primeros en introducir los términos enfoque superficial y profundo. El aprendizaje
profundo tiene la intención de comprender e integrar lo aprendido mientras el superficial,

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memorizar y reproducir lo aprendido. Están formados por dos componentes: las motivaciones,
intenciones que mueven al estudiante a aprender y las estrategias coherentes con dichas
intenciones.

Es posible cambiar las intenciones o motivos del estudiante y su rendimiento si se cambian las
tareas y los contextos en que el aprendizaje tiene lugar.

Los estudiantes adquieren la capacidad de percibir los problemas desde perspectivas


diferentes. Aprenden a analizar, a sintetizar, a ser más flexibles, más competentes y más
responsables de su propio aprendizaje en un mundo complejo y cambiante.

El aprendizaje es el proceso que permite crear conocimiento, mientras que meta-aprendizaje es


el proceso de asignarle sentido a las experiencias de aprendizaje.

Es el contexto educativo el que produce diferencias por eso existen pocas diferencias en los
estudios entre hombres y mujeres: motivación para el logro, orientación para el futuro,
satisfacción, valores, perspectiva cognitiva y social de la motivación.

Las mujeres tienen mayor diversidad de metas, las dos tradicionales se incrementan con el
empleo y la carrera profesional. Existe en las mujeres miedo al fracaso y ansiedad por abordar
tareas a la vez con otras que consideran más importantes. En los estudios no existen
diferencias respecto a cómo los estudiantes aprenden en función del género pero sí a nivel de
ítems en algunas estrategias y motivos. Existe una tendencia a utilizar el enfoque profundo en
las mujeres más que en los hombres pero ambos utilizan más el enfoque profundo que el
superficial. Los estudios no son concluyentes respecto al género o no son suficientemente
sensibles.

4.7. – Quintina Martín-Moreno, ​La mujer en la dirección de las organizaciones educativas​.

La mujer directiva y el techo de cristal. Las mujeres están poco representadas en los órganos
de dirección de las organizaciones, incluyendo las educativas. La igualdad real no coincide con
la igualdad legal. Cuanto mayor es el nivel del puesto directivo, la presencia de la mujer
disminuye. Persiste la discriminación y desigualdad, con menor salario con las mismas
funciones y dificultades para acceder a puestos directivos, con menores oportunidades de
promoción. Se deben incrementar las políticas públicas de discriminación positiva a favor de la
mujer porque las mujeres aún son minoría en puestos directivos. Les resulta complicado
compatibilizar ocupaciones familiares con trabajo remunerado y desean priorizar sus
ocupaciones familiares. La mayor parte de las mujeres dicen tener dificultades para
desconectarse del trabajo al llegar a casa. Muchas mujeres no se consideran preparadas o
tienen baja autoestima. Se deben mejorar sus habilidades y estrategias: establecer prioridades,
delegar, organizarse.

El techo de cristal se mantiene en las organizaciones por estereotipos y sesgos aprendidos en


la infancia, que se conservan en la adultez. Se está tratando de averiguar si la mujer tiene una
manera diferente de ejercer el poder y de influir en la toma de decisiones en las
organizaciones. Se han encontrado más semejanzas que diferencias pero se habla de
dirección blanda y dirección dura en ambos sexos. La dirección transaccional prioriza el control
y la detección de deficiencias tratando de eliminarlas, la dirección transformacional prioriza la
colaboración y el trabajo en equipo, consiguiendo mejor rendimiento. Las organizaciones con
mayor presencia de mujeres en puestos de dirección son un 35% más rentables. El liderazgo
feminista enfatiza la equidad y trabaja para construir entornos holísticos que posibilitan
desarrollar al máximo las posibilidades, con independencia del género. Es una herramienta
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muy eficaz para estimular un mayor equilibrio en la sociedad desde la perspectiva de género y
promover profundos cambios para derribar barreras sociales, culturales y académicas.

4.8. – Isabel Cantón, ​El espacio y el género en los centros educativos.

La noción de espacio y su lugar en educación, los espacios femeninos.

Es necesario que los espacios de las ciudades se adapten al grupo mayoritario de población
silenciosa que son tanto las mujeres, como los ancianos y los niños.

Las mujeres dedican sus esfuerzos y se esmeran en la mejora y embellecimiento del espacio
escolar que ocupan, adornándolo.

El lugar donde se realiza la educación formal establece ámbitos privados para los sexos: lo
privado para la mujer, lo público y político para el hombre. La cultura de los centros sigue
siendo controlada por hombres y las mujeres chocan contra el famoso techo de cristal. La
territorialidad del centro es ocupada por hombres para el desarrollo de actividades o
movimientos amplios, mientras que se restringen movimientos y espacios de la mujer. Los
espacios ovalados y de formas redondeadas pertenecen más al género femenino mientras que
los espacios rectilíneos son propiedad del género masculino. Los niños tienden a construir
torres y las niñas recintos. Las actividades más ruidosas y con más amplio espacio son las
preferidas por los varones, las alumnas se recluyen en actividades más minuciosas de
psicomotricidad fina, o en tareas relacionadas con las humanidades.

La tecnología también es un espacio preferentemente masculino. La e-mujer parece que aún


queda lejos.

El dominio del espacio específicamente masculino sobre el femenino halla su correspondencia


lingüística en el uso del masculino como representativo de ambos sexos y un sistema de
representación política donde el hombre representa a la mujer, mientras ésta sólo se
representa a sí misma. El problema es la asimilación de espacio y poder. Los hombres han
ocupado los espacios exteriores y han relegado a las mujeres a los interiores, abarcando un
ámbito más abierto y dinámico, siendo directores incluso en lugares donde la mujer es mayoría.

4.9. – María Dolores García Fernández, ​Mujeres y Acoso Laboral​.

Conceptos como acoso moral y laboral.

El acoso moral en el trabajo se presenta como uno de los más graves de las relaciones
laborales, por la generación de relaciones interpersonales problemáticas que desarrollan un
entorno hostil hacia la persona y que sitúan a la víctima en una espiral de indefensión.

Recientemente se utiliza el término Acoso Moral Laboral (AML), es un trato vejatorio hacia una
persona, con el fin de desestabilizarla psíquicamente. Al comienzo se sitúa en pequeños
conflictos, que van escalando rápidamente posiciones a un grado de violencia que provoca en
la víctima temor ante la injusticia y lo desconocido poniendo en peligro su salud.

Ser mujer es un riesgo potencial de sufrir acoso, aunque algunos estudios muestran igualdad
entre géneros en este aspecto. Más de la mitad del profesorado afirmaba haber sufrido acoso
laboral. En un estudio de la USC, más del 25% del personal sufre mobbing, se destacan
funcionarios y mujeres, siendo ellas el 70% de las víctimas. En otros estudios las mujeres eran
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las más acosadas aunque en porcentajes más bajos, siendo los hombres los que suelen
acosar. Curiosamente, los hombres son acosados por hombres, y las mujeres por hombres y
mujeres indistintamente.

La discriminación y la desigualdad de la mujer en el trabajo es una realidad. Conciliar la vida


familiar y laboral significa mantener el equilibrio con el fin de mejorar el bienestar, la salud y la
capacidad de trabajo personal. Las empresas que se preocupan de la conciliación, tienen
mejores resultados.

4.10. – Juana Noguera, ​Mujer y educación física​.

Diferencias corporales entre hombres y mujeres. Sexismo en el deporte.

La historia de la educación de las mujeres ha sido el reflejo de nuestra cultura patriarcal donde
fueron consideradas seres de segundo rango. Reconocer la igualdad en la diferencia es el justo
reconocimiento de la diversidad. El nacimiento del deporte desde la antigüedad ha ido ligado a
la masculinidad.

Las diferencias morfológicas y fisiológicas son evidentes entre mujeres y hombres con respecto
al esfuerzo físico. En los deportes y actividades físicas en los que el coste energético es mayor,
los hombres obtienen mejor rendimiento, como ocurre en las carreras.

El niño y la niña aprenden que hay unas formas de andar, moverse, etc. adecuados para cada
uno: dichos modelos cambian a través de la historia.

Para practicar deporte la salud es el aspecto más motivador seguido de la obligación. Si bien la
práctica de la actividad física y deportiva en las mujeres se ha incrementado en gran manera,
persisten las diferencias en cuanto a la intensidad y diversificación de las actividades y
deportes practicados, el tiempo dedicado y los estereotipos tradicionales. Por otra parte, la
presencia femenina en los puestos de responsabilidad de los organismos deportivos es
reducida.

Desde la Unión Europea se crean medidas para potenciar el deporte femenino como la
expresión del derecho a la igualdad con el objetivo de conseguir mayor participación femenina
e incentivar el deporte en las mujeres y la investigación deportiva.

5. Conclusión

La lectura y análisis de los textos citados provoca en el lector una apertura y conocimiento
mayor de la realidad respecto al género en ámbitos diferentes de los que por desconocimiento
no se era consciente.

El libro, aunque escrito en 2008, es de plena actualidad. Los datos probablemente hayan
mejorado pero presumiblemente no lo suficiente: queda mucho camino por hacer.

Desde la educación se deben crear iniciativas que, desde muy pequeños, creen sensibilización,
concienciación respecto a temas de género, promoviendo la igualdad para ir creando un
cambio real en el pensamiento respecto a romper barreras, estereotipos y prejuicios muy
arraigados en las culturas a nivel mundial. También se debe tener especial cuidado en la
creación de materiales didácticos y libros de textos que representen una sociedad igualitaria y
paritaria, sin utilizar estereotipos de género y con presencia de mujeres en todos los ámbitos
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históricos, rescatando figuras femeninas importantes de la historia que hayan sido olvidadas
con el paso del tiempo. Esto contribuirá también a mejorar la autoestima y el auto concepto de
nuestras niñas, con la ayuda de los medios de comunicación y redes sociales que deben
cambiar algunos de sus mensajes por otros menos sexistas.

Es clara la primacía de la mujer en el nivel universitario como alumna y profesora, pero todavía
queda por estar reflejada esta primacía en los altos puestos de la universidad, con más
rectoras, catedráticas y decanas con puestos de dirección en las universidades por parte de las
mujeres. En los procesos públicos donde hombres y mujeres acuden en igualdad de
condiciones, son ellas las que suelen obtener más puestos, pero se deben fomentar esta
igualdad de condiciones reales, aunque en los espacios de la empresa privada resulta mucho
más complicado. También en el ámbito científico se deben revisar las normativas que se
aplican en los procesos de selección y obligar a los proyectos a tener un número mínimo de
mujeres en sus equipos.

Respecto a la sociedad, las diferencias son significativas, es una sociedad patriarcal y


androcéntrica, se deben eliminar ciertas consideraciones ancladas en el pasado. Se deben
seguir implementando medidas que para algunos son controvertidas como son los cupos o la
discriminación positiva, muy necesaria para convertir la desigualdad actual en un problema del
pasado. Cuando la situación se normalice y se regule la presencia de mujeres en todos los
ámbitos sociales, económicos, políticos, directivos etc., podrán eliminarse estas medidas
porque ya habrán cumplido su cometido y se habrá conseguido la paridad en los órganos de
dirección, en los equipos directivos, en las altas instancias del estado, en los gobiernos y
parlamentos, en los órganos de decisión europeos, etc. Pero hasta entonces, deben seguir
existiendo estas normas para fomentar la presencia femenina en todos los ámbitos de la vida.
Cuando lleguemos a la simetría de sexos, rompiendo el techo de cristal y alcanzando al fin la
igualdad de poder.

Por otra parte, uno de los grandes problemas actuales, como es la natalidad, debe fomentarse
con políticas públicas de ayuda a la misma, mejorar las condiciones de conciliación familiar en
las empresas, con mayor flexibilidad en el trabajo, equiparar derechos y deberes de ambos
progenitores, igualando las bajas por maternidad y paternidad, y sobre todo educando a los
futuros ciudadanos sobre la importancia de la igualdad para eliminar estereotipos, prejuicios y
creencias que ya no tienen cabida en la sociedad del siglo XXI. La violencia de género es otro
de los grandes problemas que se deben abordar desde la educación y concienciación. También
respecto al reparto de tareas en el hogar y el cuidado de hijos y personas dependientes.

Se deben inspeccionar los trabajos realizados por hombres y mujeres en las empresas, para
equiparar los salarios y no exista esa diferencia realizando el mismo trabajo. También acabar
con el acoso laboral, que afecta tanto a hombres y mujeres.

En síntesis, abogar por la creación de un mundo más justo, donde la sociedad esté
representada equitativamente, rompiendo el orden simbólico, como un reflejo de lo que somos,
y no una situación que se ha mantenido a lo largo de demasiado tiempo por criterios que ya no
tienen cabida en la sociedad actual.

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