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1 E D ED C S A R A
I
c e Cv i á a c i n
m
Do s o os m l Dt t F i
F R p
en a nl e a a Pei u e m O
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s ó r s uñ r s ecv a s a r
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Enlaces externos Funciones[editar]
Religiosa[editar]
Reconstrucción del complejo funerario del faraón Dyedkara Isesi del Imperio
Antiguo.
La expansión de los monumentos funerarios comenzó durante el
reinado de Zoser, que construyó su complejo enteramente de
piedra y remplazó el montículo intramuros por una pirámide
escalonada en cuyo interior fue enterrado. En el resto del Imperio
Antiguo, tumba y templo se aunaron en elaborados complejos
piramidales de piedra,47 cerca de los cuales existía una villa que
daba suministro a sus necesidades, de la misma manera que los
pueblos que abastecerán a los templos a lo largo de la historia
egipcia. El faraón Snefru introdujo novedades, pues comenzando
con su primera pirámide en Meidum, mandó construir complejos
piramidales simétricos a lo largo de un eje este-oeste, con un
templo del valle a orillas del Nilo comunicado con otro templo
situado al pie de la pirámide. Los sucesores inmediatos de Snefru
siguieron este patrón, pero a fines del Imperio Antiguo los
complejos piramidales combinaban diferentes elementos tanto de la
distribución a lo largo de un eje como del plan rectangular de
Zoser.48 Para abastecer a los enormes complejos piramidales los
faraones fundaron nuevas ciudades y fincas agrícolas en las tierras
sin explotar a lo largo de Egipto. El flujo de productos desde estas
tierras al gobierno central y los templos ayudó a unificar el reino.49
Los gobernantes del Imperio Medio (c. 2055-1650 a. C.), que
reunificaron el país tras su colapso, continuaron construyendo
pirámides y complejos a ellas asociados.50 Los pocos restos que se
conservan de los templos del Imperio Medio muestran que sus
trazados se hicieron perfectamente simétricos y en los templos
dedicados a las divinidades se comenzó a hacer un uso mayor de la
piedra. El patrón de templo con un santuario tras una sala de
columnas aparece ya frecuentemente en este período, y a veces
estos dos elementos estaban precedidos por patios abiertos,
presagiando el diseño de templo estándar utilizado en etapas
posteriores.51
Imperio Nuevo[editar]
Con mayor riqueza y poder durante el Imperio Nuevo (c. 1550-
1070 a. C.), Egipto destinó aún más recursos a sus templos, que se
hicieron más grandes y complejos.52 Los cargos de sumos
sacerdotes se convirtieron en permanentes en lugar de rotativos, y
una vez más se hicieron con una importante parcela del poder en
Egipto. Es posible que, con la expansión de la influencia de los
templos, las celebraciones religiosas que hasta entonces habían
sido públicas fueran absorbidas por los cada vez más importantes
festivales rituales de los templos.53 El dios más importante de este
período fue Amón y los sacerdotes de su principal centro de culto,
el recinto de Amón-Ra en Karnak, Tebas, alcanzaron una enorme
influencia política.54
Pilono de entrada al Templo de Lúxor, uno de los templos más importantes del
Imperio Nuevo.55
Muchos templos fueron entonces erigidos enteramente de piedra y
su plan general quedó fijado: sancta sanctorum, salas, patios y
accesos flanqueados por pilonos, todos orientados a lo largo de la
ruta de las procesiones de los festivales. Los faraones del Imperio
Nuevo dejaron de erigir pirámides como monumentos funerarios en
favor de tumbas alejadas de sus templos funerarios. Sin pirámides
en torno a las que organizarse, los templos funerarios comenzaron
a distribuirse según el mismo plan que los dedicados a los dioses.56
A mediados del Imperio Nuevo el faraón Akenatón convirtió al dios
Atón en la única divinidad del culto oficial y abolió el culto a todas
las demás deidades. Los templos tradicionales se descuidaron en
favor de los nuevos dedicados a Atón, cuyo diseño y construcción
difería notablemente. Pero esta revolución religiosa de Akenatón
fue abolida poco después de su muerte, los templos tradicionales
reinstaurados y los dedicados a Atón desmantelados. Los faraones
posteriores emplearon aún más recursos a los templos,
particularmente Ramsés II, el más prolífico constructor de
monumentos de toda la historia egipcia.52 La influencia religiosa de
la casta sacerdotal aumentó a la par que su riqueza: los oráculos de
los templos, controlados por los sacerdotes, fueron un recurso cada
vez más popular para tomar decisiones.57 El poder faraónico se
desvaneció y en el siglo XI a. C. los sumos sacerdotes de Amón
fueron capaces de tomar el control de todo el Alto Egipto, dando así
inicio a la fragmentación política denominada Tercer Período
Intermedio (c. 1070-664 a. C.).58
Con el derrumbamiento del Imperio Nuevo cesó para siempre la
construcción de templos funerarios.59 Sin embargo, algunos
gobernantes del Tercer período intermedio, como los de Tanis,60
fueron enterrados dentro de los templos divinos, continuando así la
estrecha relación entre templo y tumba.61
Evolución tardía[editar]
En el Período Tardío (664-323 a. C.) el debilitado estado egipcio
quedó a merced de varias potencias extranjeras, experimentando
solo períodos ocasionales de independencia. Muchos de estos
gobernantes foráneos fundaron o ampliaron templos con la finalidad
de reforzar su pretensión al trono de Egipto.62 Los faraones de Kush
de los siglos VIII y VII a. C. restauraron el templo de Karnak y
adoptaron el estilo de arquitectura templaria egipcia en las
construcciones de su originaria Nubia, donde dieron comienzo a
una larga tradición de sofisticada construcción de templos nubios.63
En estos siglos confusos la fortuna de varios templos cambió, pero
la influencia de la casta sacerdotal en general se mantuvo.62
El templo de Ramsés III en Medinet Habu, rodeado por los restos de los
edificios auxiliares
Al igual que toda la arquitectura del Antiguo Egipto, los diseños de
los templos enfatizaron el orden, la simetría y la monumentalidad, y
combinaron formas geométricas con estilizadas representaciones
vegetales.97 Su diseño rememoraba también las formas de los
primeros edificios egipcios. Por ejemplo, las molduras en caveto en
la parte superior de los muros se crearon para imitar las filas de
hojas de palma dispuestas en las paredes arcaicas, y la inclinación
de los muros exteriores, además de para asegurar su robustez, era
también un vestigio de los antiguos métodos de construcción.98 La
distribución en planta de los templos se basaba en un eje que
discurría desde el sancta sanctorum a la entrada principal, y en el
patrón plenamente desarrollado empleado en el Imperio Nuevo y
posteriormente, la ruta usada en los festivales procesionales —una
gran avenida salpicada de enormes puertas— sirvió como el
mencionado eje central. La ruta era entendida como la empleada
por los dioses en sus viajes fuera del santuario, mientras que la
gente usaba puertas laterales menores.99 Las partes típicas de un
templo, como la sala hipóstila llena de columnas, los peristilos
abiertos y los pilonos en las entradas, fueron dispuestas a lo largo
de este eje en un orden tradicional pero flexible. Más allá del templo
propiamente dicho, dentro de los muros exteriores se albergaban
numerosos edificios auxiliares.100
Este patrón de templo podía variar considerablemente, incluso al
margen de los efectos distorsionadores de los edificios secundarios.
Algunos templos fueron excavados íntegramente en la roca viva,
como el de Abu Simbel, o parcialmente, como las cámaras
interiores con patios y pilonos de mampostería de Wadi es-Sebua,
aunque en esencia se distribuyeron según el patrón de los templos
al aire libre. En otros, como el templo funerario de Deir el-Bahari, la
ruta procesional recorre una serie de terrazas en distintos niveles
con rampas de ascensión. Los templos más peculiares fueron los
dedicados a Atón por orden de Akenatón, en los cuales el eje
atravesaba varios patios completamente abiertos salteados de
altares.101
El modelo tradicional era altamente simbólico de arquitectura
religiosa.102 Era una variante muy recargada del diseño de una casa
egipcia, reflejando su papel de «casa del dios».22 Más allá de eso, el
templo representó una parte del mundo divino en la Tierra. El
santuario elevado y cerrado semejaba tanto la colina sagrada
primigenia cuando fue creado el mundo, como la cámara de
enterramiento de una tumba, donde habitaba el ba del dios, su
espíritu, del mismo modo que el ba humano habita su momia.103
Según las creencias egipcias, este lugar crucial estaba aislado de
las impurezas del mundo exterior,99 por lo que el acceso al sancta
sanctorum estaba muy restringido y la luz que en él penetraba era
muy tenue. Sin embargo, el templo también representaba el mundo
mismo, y así la vía procesional no era más que el recorrido del sol
por el cielo y el santuario la Duat donde se creía que penetraba en
la noche para después renacer. El espacio exterior se equiparaba
así con las aguas del caos que rodeaban el mundo, mientras que el
templo representaba el orden del cosmos y el lugar donde ese
orden era continuamente renovado.104
Cámaras interiores[editar]
Las cámaras interiores del templo estaban en torno al sancta
sanctorum del dios patrono, que normalmente se ubicaba en el eje
del templo y en la parte posterior del conjunto, mientras que en los
templos de las pirámides estaban situados junto a su base. El
santuario era el centro de los rituales del templo, el lugar donde la
presencia divina se manifestaba más poderosamente, aunque las
formas de esta manifestación eran diversas. En los templos de Atón
y en los santuarios solares tradicionales el objeto del ritual era el
propio sol, adorado en patios a cielo abierto.105 En muchos templos
funerarios las salas interiores contenían estatuas del faraón
fallecido, o una puerta falsa donde se creía que aparecía su ba para
recibir ofrendas.106
Sala de la barca sagrada del Templo de Edfu
Sin embargo, en la mayoría de templos el foco era la imagen de
culto: una estatua del dios del templo donde se creía que habitaba
su ba e interactuaba con los humanos. El santuario en estos
templos contenía una naos, un tabernáculo que albergaba la
imagen del dios o un modelo de barca que contenía la imagen
dentro de su cabina y que era empleada para transportarla durante
los festivales procesionales. Para resaltar la naturaleza sagrada del
santuario este se mantenía en oscuridad total.107 Si en los primeros
tiempos el santuario se disponía en el fondo del edificio, en el
Período Tardío y el Ptolemaico se convirtió en un edificio
independiente dentro del templo, aunque aislado del mundo exterior
por los corredores y habitaciones circundantes.99
Las capillas secundarias, dedicadas a deidades asociadas al dios
principal, se distribuían alrededor de la principal. Cuando el patrono
principal era una deidad masculina, las capillas secundarias se
solían consagrar a sus consortes y descendientes. En los templos
funerarios estas capillas secundarias eran dedicadas a dioses
asociados con la realeza.108
Junto al santuario se ubicaban otras salas para almacenar objetos
ceremoniales, textos rituales y objetos de valor del templo. Otras
estancias tenían funciones rituales específicas. La sala de las
ofrendas solía estar separada del propio santuario, y en los templos
sin santuario de la barca, existía un tabernáculo para guardarla.109
En los templos más tardíos, las zonas rituales podían ampliarse con
capillas en una segunda planta y en salas subterráneas.110
Finalmente, en el muro exterior de la parte posterior del templo a
menudo había nichos para que los laicos rezaran al dios patrono, y
eran lo más cerca de su morada que ellos podían estar.111
Salas y patios[editar]
Sala hipóstila del templo de Esna
Las salas hipóstilas, estancias cubiertas y repletas de columnas,
aparecen en los templos a lo largo de toda la historia de Egipto.
Durante el Imperio Nuevo se situaban normalmente enfrente de la
zona del santuario.112 Estas salas eran menos restringidas que las
cámaras interiores y se abrían a los laicos en determinadas
ocasiones.113 Estaban en penumbra, no tan oscuras como el
santuario: las salas del Imperio Nuevo contaban con altos pasajes
centrales sobre la ruta procesional para que un claristorio
proporcionara luz tenue. El epítome de esta tipología es la gran sala
hipóstila de Karnak, cuyas enormes columnas tienen 21 metros de
altura. En períodos tardíos los egipcios prefirieron un tipo distinto,
con un muro bajo para tapar la luz.112 Las salas en penumbra, cuyas
columnas suelen imitar plantas como el loto y el papiro, eran
símbolos del mitológico mundo pantanoso que rodeaba el túmulo
ancestral de la creación. Las columnas también podían ser vistas
como los pilares que sostenían el cielo en la cosmología egipcia.114
Más allá de la sala hipóstila existían uno o más peristilos a cielo
abierto. Estos patios abiertos, también llamadas salas hípetras,
presentes en los templos egipcios desde el Imperio Antiguo, se
convirtieron en zonas de transición en el plan clásico del Imperio
Nuevo, extendidos entre el espacio público del exterior del templo y
las restringidas salas interiores. Aquí el pueblo se encontraba con
los sacerdotes en los festivales. Frente a cada patio se levantaban
los pilonos, un par de torres anchas y trapezoidales que
flanqueaban la puerta principal. El pilono solo se conoce en
ejemplos dispersos en los imperios Antiguo y Medio, pero en el
Nuevo rápidamente se convirtieron en las distintivas fachadas de la
mayoría de templos egipcios. El pilono era una torre vigía simbólica
contra las fuerzas del desorden y un jeroglífico del horizonte, tras el
que se ocultaba el sol cada día, reforzando así el simbolismo solar
del templo.115
Frente a cada pilono se disponían pares de nichos para emplazar
astas con banderas. A diferencia de los pilonos, es