CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA DE AMPARO Y ANTEJUICIO:
Guatemala, diecisiete de marzo de dos mil ocho. I) Se integra esta Cámara con los Magistrados suscritos. II) Se tiene a la vista para dictar sentencia el amparo promovido por LEOPOLDO MORALES DÍAZ, en quién se unificó personería de Carlos Fernando de la Cruz Moya, José Alfonso Chacón Aguirre, Diego Raymundo Marcos, Carlos Luís Barrios López, Carlos Gamaliel Alvarado Cano, Oscar Alfredo Ponce Peña, Jorge Alberto Minera Castillo, Erwin Amílcar Enríquez Carrillo, Francisco Horacio Monzón Camarero, Julio César Ruiz Ruiz y Carlos Fernando Ramios Urrutia contra la SALA PRIMERA DE LA CORTE DE APELACIONES DE TRABAJO Y PREVISION SOCIAL. El postulante actuó bajo la dirección y procuración del abogado Carlos Ronaldo Paiz Xulá. ANTECEDENTES A) Fecha de interposición: fue presentado el tres de agosto del dos mil seis. B) Actos reclamados: a) Sentencia emitida el uno de marzo de dos mil seis, por la Sala Primera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, que revocó la emitida por el Juez Cuarto de Trabajo y Previsión Social de la Primera Zona Económica, que declaró con lugar la demanda ordinaria laboral promovida por Carlos Fernando de la Cruz Moya, José Alfonso Chacón Aguirre, Diego Raymundo Marcos, Leopoldo Morales Díaz, Carlos Luís Barrios López, Carlos Gamaliel Alvarado Cano, Oscar Alfredo Ponce Peña, Jorge Alberto Minera Castillo, Erwin Amílcar Enríquez Carrillo, Francisco Horacio Monzón Camarero, Julio César Ruiz Ruiz y Carlos Fernando Ramos Urrutia, condenando al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, al pago de las horas extraordinarias laboradas por los actores; b) el auto del catorce de junio de dos mil seis que declaró sin lugar la aclaración presentada por los hoy solicitantes de amparo. C) Fecha de notificación del acto reclamado a los postulantes: veintitrés de mayo del dos mil seis. D) Uso de recursos contra el acto impugnado: aclaración que se declaró sin lugar y se notificó a los postulantes el cinco de julio de dos mil seis. E) Violaciones que denuncian: “… principio de impartir justicia de conformidad con la Constitución y las leyes (…) prescripción se interrumpe por demanda o gestión ante autoridad competente (…) Aplicación errónea del artículo 263 del Código de Trabajo, al considerar que la reclamación proviene de un contrato de trabajo y no de la ejecución de un laudo arbitral …” . HECHOS QUE MOTIVAN EL AMPARO A) De lo expuesto por el postulante y de los antecedentes se resume lo siguiente: a) el diecisiete de junio de dos mil dos Carlos Fernando de la Cruz Moya, José Alfonso Chacón Aguirre, Diego Raymundo Marcos, Leopoldo Morales Díaz, Carlos Luís Barrios López, Carlos Gamaliel Alvarado Cano, Oscar Alfredo Ponce Peña, Jorge Alberto Minera Castillo, Erwin Amílcar Enríquez Carrillo, Francisco Horacio Monzón Camarero, Julio César Ruiz Ruiz y Carlos Fernando Ramos Urrutia promovieron juicio ordinario laboral ante el Juez Cuarto de Trabajo y Previsión Social de la Primera Zona Económica, reclamando salarios extraordinarios por turnos realizados los días sábados y domingos a partir del uno de octubre de mil novecientos ochenta y seis, hasta el último de marzo de mil novecientos noventa y nueve, el cual se declaró con lugar y, en consecuencia, condenó al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social al pago de las reclamaciones; b) el demandado apeló, habiendo conocido la Sala Primera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social la que revocó lo resuelto en primera instancia, pues consideró que el período prescriptivo para la reclamación del pago de horas extraordinarias es de cuatro meses, por provenir ese derecho del contrato de trabajo, razón por la cual declaró con lugar las excepciones de: a) Prescripción en el derecho de los actores para solicitar el pago de horas extraordinarias; b) Improcedencia del pago de horas extraordinarias no autorizadas …” . Los demandantes interpusieron recurso de aclaración, el cual fue declarado sin lugar; c) los solicitantes de amparo señalan que lo resuelto por la Sala es ilegal y oficioso, pues el derecho que reclaman proviene de un laudo arbitral como lo demostraron en primera instancia, y viola el principio de congruencia de toda sentencia, además, lo resuelto viola el artículo 266 inciso a) del Código de Trabajo, pues este señala que el término de prescripción se interrumpe por demanda o gestión ante autoridad competente y ellos recurrieron ante el Juzgado de Trabajo y Previsión Social de la Primera Zona Económica, y la Sala, al considerar que no utilizaron la vía adecuada, se extralimitó en sus funciones; d) además la consideración que hizo la autoridad impugnada de que la demanda que presentaron no interrumpió la prescripción, por no ser la vía adecuada, no se encuentra regulada en el Código de Trabajo ni en el Código Procesal Civil y Mercantil, por lo que se está resolviendo contra lo establecido en los artículos 264 y 266 del Código de Trabajo y 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala, razón por la que acuden al amparo a efecto de que se les restaure en los derechos violados. Solicitaron que se otorgue el amparo y en consecuencia “… se deje sin ningún efecto en cuanto a los amparistas la resolución de fecha uno de marzo de dos mil seis de la Sala Primera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, dentro del expediente Trescientos noventa y siete guión dos mil cinco a cargo del oficial y notificador primero; b) Se nos restituya a los amparistas a la situación jurídica que teníamos en la sentencia de primer grado dictada en el juicio ordinario laboral identificado con el número dos mil dos guión mil cuatrocientos cuarenta y nueve a cargo del oficial y notificador tercero del Juzgado Cuarto de Trabajo y Previsión Social de la Primera Zona Económica; c) Se ordene a la autoridad recurrida dictar nueva resolución, resolviendo conforme a derecho y a lo considerado por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio; d) Se conmine a la autoridad recurrida a dar cumplimiento a lo resuelto fijándole el plazo de tres días, bajo apercibimiento de que en caso de incumplimiento se impondrán las sanciones respectivas ...” B) Casos de procedencia: señaló los artículos 8 y 10 incisos a) y b) de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad. C) Leyes violadas: citó los artículos 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala; 264 y 266 del Código de Trabajo. TRÁMITE DEL AMPARO A) Amparo provisional: no se decretó. B) Terceros interesados: Instituto Guatemalteco de Seguridad Social e Inspección General de Trabajo. C) Remisión de antecedentes: a) ordinario laboral número un mil cuatrocientos cuarenta y nueve – dos mil dos del Juzgado Cuarto de Trabajo y Previsión Social de la Primera Zona Económica; b) Expedientes de la Sala Primera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social número trescientos noventa y siete - dos mil cinco. D) Pruebas: a) los expedientes que sirven de antecedentes a la presente acción de amparo; b) presunciones legales y humanas. ALEGACIONES DE LAS PARTES A) Los postulantes, reiteraron los argumentos expuestos en el escrito inicial. B) Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, tercero interesado, a través de su representante legal señala que: a) la autoridad impugnada no violó ninguno de los derechos que reclaman los solicitantes de amparo, además no hubo aplicación errónea del artículo 263 del Código de Trabajo, pues las horas extraordinarias que pretenden se les pague no provienen de un laudo arbitral, más bien de una relación laboral individual, pues lo que se resolvió en el laudo arbitral fue que quedaba a salvo el derecho de los trabajadores para promover la reclamación relacionada en la vía correspondiente, para establecer si era o no procedente el pago, es decir, debieron acudir al derecho individual; b) las horas extraordinarias laboradas se deben reclamar dentro de un juicio ordinario laboral, por ser un derecho que compete a cada trabajador en lo individual y no es un derecho colectivo y, por la misma razón, el laudo arbitral no interrumpió la prescripción; b) los solicitantes de amparo pretenden crear una tercera instancia revisora, lo cual esta prohibido en el artículo 211 de la Constitución Política de la República de Guatemala y el 59 de la Ley del Organismo Judicial. Solicitó se deniegue el amparo. C) La Inspección General de Trabajo, tercera interesada: no alegó. D) El Ministerio Público, a través de la Fiscalía de Asuntos Constitucionales, Amparos y Exhibición Personal, por medio de su agente fiscal Miriam Judith Chinchilla Sarceño, expuso que no le corresponde al Tribunal de Amparo decidir respecto de las consideraciones jurídicas y fácticas en que se fundamenta el acto impugnado, pues constituye el análisis valorativo que la Sala puede realizar de acuerdo con la facultad de juzgar que contiene el artículo 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala, cuya apreciación valorativa no puede ser revisada mediante el presente amparo; por lo que concluye que la defensa constitucional solicitada ha de ser denegada por considerarse que no existe agravio que se deba reparar por el presente amparo. Solicitó que se deniegue el amparo. CONSIDERANDO -I- La Constitución Política de la República de Guatemala establece en su artículo 265 el amparo como medio de protección para las personas contra las amenazas de violación a sus derechos o como restaurador de los mismos, en caso la infracción ya hubiese ocurrido. También en su artículo 203 establece que juzgar y promover la ejecución de lo juzgado es una potestad que corresponde con exclusividad a jueces y magistrados, quienes en el ejercicio de sus funciones, únicamente están sujetos a la misma Constitución y a las leyes. -II- Carlos Fernando de la Cruz Moya, José Alfonso Chacón Aguirre, Diego Raymundo Marcos, Leopoldo Morales Díaz, Carlos Luís Barrios López, Carlos Gamaliel Alvarado Cano, Oscar Alfredo Ponce Peña, Jorge Alberto Minera Castillo, Erwin Amílcar Enríquez Carrillo, Francisco Horacio Monzón Camarero, Julio César Ruiz Ruiz y Carlos Fernando Ramos Urrutia solicitaron amparo contra la Sala Primera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social, señalando como actos reclamados la sentencia del uno de marzo del año dos mil seis que revocó la emitida por el Juez Cuarto de Trabajo y Previsión Social de la Primera Zona Económica, que declaró con lugar la demanda ordinaria laboral condenando al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social al pago de las horas extraordinarias laboradas por los actores, así como contra el auto del catorce de junio de dos mil seis que declaró sin lugar la aclaración presentada por los hoy solicitantes de amparo. Señalan que al hacerlo de esa forma vulneró el “… principio de impartir justicia de conformidad con la Constitución y las leyes (…) prescripción se interrumpe por demanda o gestión ante autoridad competente (…) Aplicación errónea del artículo 263 del Código de Trabajo, al considerar que la reclamación proviene de un contrato de trabajo y no de la ejecución de un laudo arbitral …”, pues al resolver la Sala consideró que la demanda que presentaron no interrumpió la prescripción por no ser la vía adecuada, lo que no se encuentra regulado en el Código de Trabajo ni en el Código Procesal Civil y Mercantil, por lo que está resolviendo contra lo establecido en los artículos 264 y 266 del Código de Trabajo y 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala, razón por la que acuden al amparo a efecto de que se les restaure en los derechos violados. -III- Hecho el estudio de los antecedentes y de la petición presentada, esta Cámara estima: a) que en relación al acto reclamado que consiste en el auto del catorce de junio de dos mil seis que resolvió el recurso de aclaración en contra de la sentencia del uno de marzo del mismo año, queda subsumido en la sentencia impugnada por ser esta la que contiene el fondo del asunto reclamado; b) que la Sala Primera de la Corte de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social actúo de conformidad con lo estipulado en el artículo 372 del Código de Trabajo que le faculta para confirmar, revocar o modificar las sentencias dictados por los jueces de primera instancia, por el contrario en aplicación al debido proceso consideró que: “… En el presente caso esta Sala estima que si bien el hecho de que en el laudo se indique que la reclamación de horas extraordinarias retroactivas debe ser materia de conocimiento de un juzgado de trabajo y previsión social en juicio ordinario laboral y que el tribunal arbitral le haya dejado a salvo el derecho a los trabajadores para acudir a la vía legal correspondiente, esto no significa que se esté reconociendo el derecho al cobro de salarios de horas extraordinarias ya prescritas, atendiendo que el período prescriptivo para esta prestación comienza a correr desde la fecha en que se omitió su pago, de lo cual se establece en el memorial de la demanda que fue a partir del primero de octubre de mil novecientos ochenta y seis que la entidad demandada dejó de pagar las horas extras por lo que los trabajadores debieron acudir a reclamar su pago en la vía adecuada dentro del término de dos años después de que a cada quien se le dejó de pagar las horas extras y no hacerlo dentro de la negociación colectiva que dio lugar al laudo arbitral ya que tal solicitud no interrumpía la prescripción por no ser la vía adecuada toda vez que son derechos que reconoce el código de trabajo sin necesidad de que sean objeto de negociación colectiva, simplemente corresponde a los actores demostrar haberlas trabajado indicando los días y horas exactos haciendo constar en forma clara y precisa el número de las que excedan de la jornada legal ya que sin estos requisitos es imposible considerar su pago por falta de certeza jurídica lo cual los actores no lograron evidenciar claramente „Aún cuando la confesión ficta produce plena prueba sobre tales prestaciones, es necesario que el actor determine su número exacto o medio que permita hacer la liquidación por el Tribunal, ya que de lo contrario, por falta de prueba, quedará absuelto el patrono. Gaceta de los Tribunales de Trabajo y Previsión Social, Guatemala julio mil novecientos sesenta Volumen III Época IV página 133‟, por lo que a través de la vía que pretendían lograr el pago (Conflicto de Condiciones de Trabajo), no es la idónea ya que esta sólo pretende mejoras de tipo económico social por lo que se puede determinar que desde la fecha en que se les dejó de pagar las horas extraordinarias a la fecha de la presentación de su reclamo (trece de mayo del dos mil dos (13-5-2002) excedió en demasía el término de dos años que establece el artículo 264 citado. Independientemente de lo anterior, esta Sala estima, que el período prescriptivo para la reclamación del pago de horas extraordinarias, es de cuatro meses por provenir ese derecho del contrato de trabajo (Artículo 263 del Código de Trabajo). Por lo considerado es procedente acoger las excepciones planteadas y revocar la sentencia apelada debiéndose hacer las declaraciones que en derecho correspondan …”. Por ello entrar a conocer el fondo del asunto, como se pide, implicaría sustituir a la autoridad impugnada en el ámbito de su competencia, interviniendo en las funciones que corresponden con exclusividad a la justicia ordinaria y no a un tribunal del orden constitucional, por lo que el amparo no puede convertirse en una instancia revisora de lo resuelto. Por lo tanto, ninguna violación a los derechos que considera se les violó se ha dado en el presente caso, ya que el accionante tuvo oportunidad e hizo valer los medios de defensa que permite la ley, no pudiendo ni debiendo estimarse que el sólo hecho de que lo resuelto le haya sido contrario sea causa suficiente para la procedencia del amparo. Por tales razones, el amparo interpuesto deviene improcedente, tal como se declarará al hacerse los demás pronunciamientos de ley, haciéndose obligatoria la condena en costas a los interponentes, así como la imposición de la respectiva multa al abogado patrocinante. LEYES APLICABLES Artículos citados; 12 y 265 de la Constitución Política de la República de Guatemala: 1, 3, 4, 7, 8, 10, 27, 33, 34, 42, 44, 46 y 47 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 77, 141, 142 y 143 de la Ley del Organismo Judicial; Auto Acordado 2-95 de la Corte de Constitucionalidad y Acuerdos 44-92 y 9-95 de la Corte Suprema de Justicia; POR TANTO: LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA DE AMPARO Y ANTEJUICIO, con base en lo considerado y leyes citadas, al resolver: I) DENIEGA, por notoriamente improcedente, el amparo planteado por Leopoldo Morales Díaz, Carlos Fernando de la Cruz Moya, José Alfonso Chacón Aguirre, Diego Raymundo Marcos, Carlos Luís Barrios López, Carlos Gamaliel Alvarado Cano, Oscar Alfredo Ponce Peña, Jorge Alberto Minera Castillo, Edwin Amílcar Enríquez Carrillo, Francisco Horacio Monzón Camarero, Julio César Ruiz Ruiz y Carlos Fernando Ramos Urrutia. II) se condena en costas a los solicitantes de amparo. III) Se impone al abogado patrocinante, Carlos Ronaldo Paíz Xulá, la multa de un mil quetzales, que deberá hacer efectiva en la Tesorería de la Corte de Constitucionalidad dentro de los cinco días siguientes de estar firme este fallo, y que en caso de insolvencia se cobrará por la vía legal correspondiente. IV) Oportunamente, remítase a la Corte de Constitucionalidad copia certificada del presente fallo, para los efectos contenidos en el artículo 81 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad. Notifíquese, con certificación de lo resuelto devuélvanse los antecedentes al lugar de su procedencia y en su oportunidad procesal archívese el expediente. Luis Fernández Molina, Magistrado Vocal Segundo; Carlos Gilberto Chacón Torrebiarte, Magistrado Vocal Quinto; Jorge Gonzalo Cabrera Hurtarte, Magistrado Vocal Séptimo; Rodolfo de León Molina, Magistrado Vocal Duodécimo; Jorge Guillermo Arauz Aguilar, Secretario de la Corte Suprema de Justicia.