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Monición de entrada (María Isabel Marín)

Con alegría nos reunimos hoy para participar en la Santa Eucaristía y elevar
nuestras suplicas y acción de gracias al Señor, poniendo en sus manos todo el
esfuerzo, empeño y dedicación durante el trascurso de este año escolar.
Hoy nos unimos como grupo y familia educativa para hacer una reflexión sobre
lo que hemos vivido con nuestros amigos, en nuestro colegio y ofrendarlo al
Dios amoroso quien todo nos lo proporciona.
Seamos conscientes de su presencia en este lugar y entre nosotros. Vivamos
con intensidad este encuentro de oración y amor.

Primera lectura (Manuela Builes)


Lectura de la profecía de Daniel (9,4b-10):

¡AY, mi Señor, Dios grande y terrible, que guarda la alianza y es leal con los
que lo aman y cumplen sus mandamientos!
Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado
apartándonos de tus mandatos y preceptos. No hicimos caso a tus siervos los
profetas, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a
nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.
Tú, mi Señor, tienes razón y a nosotros nos abruma la vergüenza, tal como
sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo
Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todos los países por donde los
dispersaste a causa de los delitos que cometieron contra ti.
Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros reyes, príncipes y padres, porque
hemos pecado contra ti.
Pero, mi Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona, aunque nos hemos
rebelado contra él. No obedecimos la voz del Señor, nuestro Dios, siguiendo
las normas que nos daba por medio de sus siervos, los profetas.

Palabra de Dios;
Te alabamos Señor.

Salmo (Jerónimo Atehortua)

Al siguiente salmo respondemos:


R/Señor, no nos trates
como merecen nuestros pecados

V/. No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres;


que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados.
R/Señor, no nos trates
como merecen nuestros pecados

V/. Socórrenos, Dios, Salvador nuestro,


por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados
a causa de tu nombre.
R/Señor, no nos trates
como merecen nuestros pecados

V/. Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:


con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte.
R/Señor, no nos trates
como merecen nuestros pecados

V/. Nosotros, pueblo, ovejas de tu rebaño,


te daremos gracias siempre,
cantaremos tus alabanzas de generación en generación.
R/Señor, no nos trates
como merecen nuestros pecados

Monición a la palabra de Dios (Juan Camilo Quirós)


Tu palabra Señor es la verdad, tu luz nuestra libertad.
Alimentemos nuestro corazón con el Banquete glorioso de la palabra de Dios.
Que Ella sea la regla divina que guía nuestras palabras, pensamientos y
acciones. Escuchemos con atención

Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,36-38):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:


«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no
seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis
perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada,
remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a
vosotros».

Palabra del Señor


Gloria a ti Señor Jesús.
Peticiones (Salomé Saldarriaga)

Compartiendo nuestra vida con Jesús, rogamos a Dios que nos ayude a ser
fíeles testigos de su amor.
A las siguientes peticiones respondemos todos:
R. / ¡Te lo pedimos, Señor!
Te pedimos Señor por todos los niños, niñas y jóvenes que no tienen la
oportunidad de asistir a un colegio y acceder a la educación.
R. / ¡Te lo pedimos, Señor!
Te pedimos Señor por los jóvenes que están perdidos en este mundo, por
drogas, alcohol, sexo y otros placeres del mundo, para que comprendan cuál
es el verdadero camino y la verdadera felicidad.
R. / ¡Te lo pedimos, Señor!
Te pedimos por los jóvenes que tienen problemas y que sufren por ello, para
que tú señor les des la fuerza y la sabiduría para afrontarlos y salir adelante.
R. / ¡Te lo pedimos, Señor!
Te pedimos señor por nosotros, estudiantes del grado octavo, para que nos
ayudes día a día a ser mejores personas y a cambiar aquello que no nos hace
bien a nuestra vida.
R. / ¡Te lo pedimos, Señor!
Te pedimos señor por nuestra unión grupal, para que juntos salgamos adelante
apoyándonos unos en otros.
R. / ¡Te lo pedimos, Señor!

Ofrendas: (María Isabel Vásquez)

PAN Y VINO (Sara Luna Y Juan Manuel)


Te presentamos Señor el pan y el vino signo de tu presencia entre nosotros, te
has hecho pequeño y sencillo para que todos podamos llegar hasta ti y por eso
te alabamos.

LUZ (Gerónimo Correa y Ana Londoño)


Te presentamos Señor esta luz que simboliza la luz de Cristo que desde
pequeños buscamos y nos permite ver tanto el mundo como nuestro interior.
Tu nos dijiste “Yo soy la luz del mundo; ¡el que me siga no caminará en la
oscuridad! sino que tendrá la luz de la vida”. La luz que se enciende en la
oscuridad nos recuerda que Cristo vence la oscuridad. Nosotros unidos a Jesús
también somos luz.

SÍMBOLO GRUPAL: ZAPATOS (Emmanuel Londoño y Luisa Correa)


Te presentamos estos Zapatos los cuales con orgullo nos identifican como
estudiantes de esta la Fundación Escuela Normal Superior la Merced y nos
ayudan día a día a guiar nuestros pasos por el camino de la educación.
Hoy queremos Señor que tú los recibas. ¡Ellos marcan esta etapa de
estudiantes muy importante en nuestras vidas!

ACCIÓN DE GRACIAS (Isabela Agudelo)


Una vez más señor, presentes ante tu altar te damos gracias por vivir con
nosotros, por alentarnos en la lucha y darnos la fuerza y la perseverancia para
cada día cargar con nuestras responsabilidades y deberes.
Ayúdanos a recoger nuestros frutos sembrados al comienzo y durante lo que
va trascurrido del año escolar, algunos estaremos tristes porque no
cosechamos lo que esperábamos o tal vez porque la semilla no fue la
adecuada, otros estaremos satisfechos de los frutos obtenidos, frutos que se
traducen en logros, en conocimientos adquiridos y experiencias vividas, de una
u otra forma hoy elevamos nuestros brazos para alabarte y darte infinitas
gracias porque te derramas en generosidad para con nosotros al
proporcionarnos la oportunidad de salir de la ignorancia y formar nuestro
carácter y nuestro entendimiento.
Gracias por todas las personas que día a día contribuyen con nuestra
formación, es decir, familia, profesores y directivas. Y ayúdanos a aprovechar
esta oportunidad, te pido que no te canses y continúes conmigo en este
caminar. Gracias Señor, te amamos.

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