24 :ev 7 al 13 de noviembre de 2010
por las diócesis Diócesis de Arecibo
LUIS JOSÉ Cruz Pérez
Para El Visitante
En el mundo actual se podría decir
que nada tiene validez si no se fundamenta
en la evidencia razonable, por eso muchos
alegan que Dios no existe ya que no hay
pruebas claras que demuestren lo contrario.
Lamentablemente, están muy equivocados;
sí se puede demostrar de manera razonable
la existencia de Dios.
Es inconcebible que si el Universo
COORDINADORES DE CATEQUESIS DIÓCESIS DE ARECIBO
Tienen una cita importante Domingo, 21 de noviembre de 2010 a la 1:30pm
Departamento de Catequesis
¿Dios, existe?...
es la obra del Creador, Él no haya dejado
algunas huellas así como lo hace el pintor
en sus obras. Claro está, nunca será posible
crear una teoría de Dios ya que en nuestra
naturaleza, restringida por la carne, no se-
remos capaces de explicar en su totalidad
aquello que está muy por encima de todo
conocimiento humano. Por tal razón, para
aceptar que Dios existe es necesario des-
prenderse de la avaricia del conocimiento y
del orgullo que desgraciadamente impide a
algunos aceptar lo irrefutable.
En primer lugar, que no lo veamos no
quiere decir que no existe puesto que su-
cede con Él lo mismo que con el aire, no lo
vemos pero sus efectos se sienten y su au-
sencia se nota. Podemos ir más allá de esto
porque Dios es mucho más tangible que
el aire. Dios nos revela su presencia con la
ciencia. Sólo Él podría crear un Universo tan
balanceado en el que las condiciones para
la vida estén justo en su punto. La misma
ciencia empírica afirma que si una de las
fuerzas fundamentales (gravedad, electro-
magnetismo, nuclear débil y nuclear fuerte)
cambiara su intensidad, el mundo dejaría
de existir. Asimismo, tampoco es casualidad
que nuestro planeta se encuentre exacta-
mente a la distancia necesaria del Sol y del
centro de la galaxia, o que tenga los recur-
sos necesarios para albergar la vida. Todo
esto puede corroborarse con la ciencia.
No es necesario entrar en un razona-
miento profundo para comprender esto.
Todos sabemos que los sentidos y expe-
riencias muestran que en el mundo las co-
sas cambian y se sabe que eso cambia por
una causa. Cuando un objeto entra en mo-
vimiento lo hace porque recibe el impulso
de una fuerza que cambia su estado de re-
poso, por lo tanto, ese impulso es la causa.
De la misma manera, cuando un ser huma-
no decide caminar lo hace por un impulso
de su voluntad, siendo ésta su causa. Por
consiguiente, todo en el mundo tiene una
causa, estas no se pueden prolongar indefi-
nidamente hacia el pasado pues se llegaría
al momento del Big Bang y se tendría que
buscar la causa del mismo. Entonces, surge
la necesidad de un Primer Motor como de-
cía Santo Tomás de Aquino y ese tiene que
ser Dios.
Del mismo modo, se ve que todas las
cosas son contingentes y tienen un prin-
cipio de la existencia fuera de sí mismos.
Tiene que existir un Principio Absoluto que
es Dios. También existe el amor que es la
presencia de Dios en los hombres y no hay
ley ni teoría que explique el amor; lo mis-
mo sucede con la felicidad. Igualmente, se
observa un mundo de perfección y está no
surge por sí sola, necesita ser creada por
algo también perfecto y qué más perfecto
que Dios.
Además, se tiene la historia. La revela-
ción de Dios al pueblo de Israel y la huma-
nidad puede ser corroborada con la Biblia,
demostrando que no es mito ni leyenda.
Por ejemplo, el libro del Éxodo, donde se
narra cómo Dios habla directamente con su
pueblo y reafirma sus palabras con eventos
prodigiosos. ¿Que el Éxodo es un libro épi-
co?, esto no le quita veracidad ya que es tan
sólo el estilo en el cual se escribió. ¿Que la
Biblia sólo aplica a los judíos?, mentira, en
Isaías 49, 6 Dios dice claramente que “(…)
para que mi salvación llegue hasta el último
rincón de la Tierra” y lo repite en la figura de
Jesús quién derramó su sangre por todos.
Si todavía piensan o quieren probar
que Dios no existe tienen la revelación más
grande: los Evangelios. De igual forma, si
Dios no existiera, ¿dónde quedarían los mi-
lagros de la era actual, como el rescate de
los mineros en Chile? Evidencia suficiente
hay y el Universo habla por sí solo. Claro,
no hay prueba ni argumento que convenza
a quien no quiera aceptar que por encima
de él existe Aquel que lo ha creado todo, el
Alfa y Omega, el Todopoderoso.
(El autor es estudiante de cuarto año del
Hogar Colegio la Milagrosa,Miembro
Coro Parroquial de Jóvenes “Amigos de
Jesús”, y Monaguillo y Catequista de la
Parr. San Juan Bosco)