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VII Consecuencias para la Salud

Los alimentos transgénicos, aquellos producidos a partir de un organismo modificado


genéticamente, no sólo tienen efectos ambientales, agrarios y socio económicos, sino también
sobre la salud de las personas, según alerta la organización ecologista.

El consumo de alimentos transgénicos puede tener diversas ventajas, tanto para el organismo,
como para la industria alimenticia, como una comida de mejor calidad y adicionada con más
nutrientes; no obstante, los riesgos sanitarios a largo plazo de los OMG presentes en nuestra
alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos no se están evaluando
correctamente. Y con el paso del tiempo, se han observado diversas consecuencias en la salud
e informes científicos independientes muestran evidencias de riesgos a la salud: nuevas
alergias, aparición de nuevos tóxicos y efectos inesperados y con el paso del tiempo, se han
observado diversas consecuencias en la salud.

Las ONGs explican que la ingeniería genética puede afectar la seguridad de los alimentos
fundamentalmente de dos maneras:

 La alteración o inestabilidad de los genes puede hacer que las plantas produzcan
nuevas toxinas.
 Las proteínas que produce el gen extraño puede ocasionar alergias o toxicidad.

Principales efectos sobre la salud

Hasta el momento se ha constatado los siguientes efectos sobre la salud:

1. Aparición de nuevas alergias por introducción de nuevas proteínas en los alimentos


Se genera una reacción que puede ser simple como una intoxicación, los alimentos
transgénicos pueden causar alergias como resultado de su consumo frecuente, debido
a los cultivos Bt o a las proteínas que se utilizan como marcadores en los OMG.
En EEUU, en el conocido caso del Maíz Starlink (2000) se encontraron en la cadena
alimentaria trazas de un maíz transgénico no autorizado para consumo humano que
provocó graves problemas de reacciones alérgicas.

2. Resistencia a medicamentos
Debido a la transferencia de la resistencia a antibióticos, por el consumo de OGM que
contienen marcadores genéticos con resistencia a antibióticos, algunos medicamentos
dejan de tener su efecto sobre determinadas enfermedades infecciosas. Es decir,
algunos transgénicos pueden transferir a las bacterias la resistencia a determinados
antibióticos que se utilizan para luchar contra enfermedades tanto humanas como
animales (por ejemplo, a la amoxicilina). La Asociación de Médicos Británica ha
recomendado prohibir el uso de estos genes marcadores.

3. Aparición de nuevos tóxicos en los alimentos


Debido a los cultivos Bt o a las proteínas que se utilizan como marcadores en los OMG.

4. Envenenamiento.
Mayores residuos de agroquímicos en los alimentos, diseñados para resistir un empleo
mayor de químicos, suelen contener pesticidas y otros productos, los cuales han sido
relacionados con enfermedades crónicas, como el cáncer.

5. Mutaciones genéticas
La recombinación de virus y bacterias en los alimentos transgénicos, potencialmente
podrían dar origen a nuevas enfermedades o cepas más patógenas de algunas
enfermedades como las gastrointestinales.

6. Daño al hígado
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Food and Chemical Toxicology,
aplicado a ratas, el consumo frecuente durante dos años de alimentos
transgénicos pueden dar lugar a daño hepático, además de un mayor riesgo de
tumoraciones.

7. Incremento de la contaminación
En los alimentos por un mayor uso de productos químicos en la agricultura.

8. Disminución en la capacidad de fertilidad


Según un estudio hecho público por el gobierno austriaco, la fertilidad de los ratones
alimentados con maíz modificado genéticamente se vio seriamente dañada, con una
descendencia menor que los ratones alimentados con maíz convencional.

9. Recombinación de virus y bacterias que potencialmente podrían dar origen a nuevas


enfermedades o cepas más patógenas de enfermedades conocidas

Pero más allá de los debates académicos y científicos sobre posibles consecuencias
contraproducentes de los OGM están algunos hechos reales

Consecuencias de facto por el consumo de algunos OGM

En 1998, la generación de una molécula tóxica en el proceso de manipulación genética de una


bacteria para producir L-triptófano -un complemento dietético común- causó la muerte a 37
norteamericanos y secuelas permanentes a otros 1500. Al respecto se comprobó la
responsabilidad de compañía farmacéutica japonesa.

El investigador Arpad Pusztai encontró que papas genéticamente manipuladas administradas a


ratas de laboratorio produjeron deformaciones estomacales, que no se dieron con papas no
manipuladas. Por dar a conocer estos resultados este investigador fue expulsado de su centro
de trabajo y siguió trabajando con otros OGM y al lado de otros científicos advirtió que la
manipulación genética aumenta los niveles naturales de toxinas y alergénicos en plantas,
además de producir nuevos.

En la Universidad de Nebraska se comprobó que la soya, genéticamente manipulada con la


nuez de Brasil, aumentó las alergias a distintos alimentos. Este padecimiento se detectó en un
8% de los niños de los Estados Unidos. Se manifiesta, desde síntomas leves, hasta la muerte
súbita.

Otros daños en la salud provienen del consumo de carne o leche, proveniente de animales
alimentados con semillas transgénicas u hormonas. En el caso del uso intensivo de hormonas,
como la Recombinante de Crecimiento Bovino (rBGH en inglés), también conocida como
Bovine Somatropin, que estimula la producción de otra hormona en la vaca, llamada en inglés
Insuline-like Growth Faktor 1 (IGF-1), se está comprobando su incidencia en la propagación del
cáncer. Hay algunos estudios iniciales que reportan un incremento del 180% de la incidencia
del cáncer de pecho en mujeres pre- menopausias y de tumor maligno de próstata en hombres
por ingerir leche y carne, tratados con estas hormonas.

El IGF-1 en la sangre humana es también un factor de riesgo del cáncer de próstata, cuyas tasas
han aumentado entre 1950 y ahora en un 180% (Science, 23 de enero de 1999). Pero también
propicia siete veces más probabilidad de contraer cáncer de mama en mujeres pre-
menopausias, así como cáncer de colon en los humanos.

VIII Consecuencias ambientales

Aunque el debate mundial sobre los OMG ha aliado normalmente a grupos dispares
interesados en la inocuidad de los alimentos y el medio ambiente, se considera que los riesgos
para el medio ambiente difieren en diversos aspectos de los riesgos para la inocuidad de los
alimentos.

La experiencia adquirida a lo largo de decenios de estudios sobre los efectos ambientales


indica que es posible que pasen años o decenios antes de que se comprendan las
consecuencias de los nuevos elementos biológicos en los ecosistemas. Entre los efectos
ambientales de los OMG introducidos, que pueden ser de carácter ecológico o genético, se
incluyen los siguientes:

 Efectos imprevistos sobre la dinámica de las poblaciones en el medio receptor como


resultado de los efectos sobre especies no destinatarias, que pueden producirse
directamente -por predicción o competición- o indirectamente -por cambios en el uso
de la tierra o en las prácticas agrícolas-;

 Efectos imprevistos en la biogeoquímica, especialmente debido a las repercusiones


sobre las poblaciones microbianas del suelo que regulan el flujo de nitrógeno, fósforo y
otros elementos esenciales;

 La transferencia del material genético insertado a otras poblaciones domesticadas o


autóctonas, denominada generalmente flujo génico, mediante la polinización,
cruzamientos mixtos, la dispersión o la transferencia microbiana.

Teniendo en cuenta que estos efectos potencialmente perjudiciales se han documentado sobre
el terreno para especies distintas de los OMG y que las consecuencias de esos efectos podían
ser graves, es importante regular y vigilar eficazmente todas las introducciones de OMG. En el
ámbito de la ecología, los experimentos sobre el terreno tardan meses o años en validarse.
Cualquier dato actual relativo a los OMG sobre el terreno debería considerarse específico del
lugar, y las extrapolaciones de experimentos en laboratorio o simulaciones con computadora a
situaciones reales deberían realizarse con cautela.
Las cuestiones ambientales y los cultivos modificados genéticamente

Los cultivos modificados genéticamente se comercializan y plantan en más de 40 millones de


hectáreas en seis continentes. Estas plantaciones constituyen la experiencia en materia de
introducción de OMG en distintos ecosistemas y se han convertido en el principal motivo de
preocupación por lo que respecta al medio ambiente. Activistas inquietos por la liberación de
OMG en la biosfera han destruido parcelas experimentales al menos en cuatro continentes.
Esta actitud indica la firmeza de su compromiso, pero también impide a cualquiera sacar
enseñanzas de los datos que habrían debido recogerse en esos ensayos.

La mayor parte de la superficie en que se han plantado cultivos modificados genéticamente se


ha destinado a variedades resistentes a herbicidas. Estos herbicidas están asociados con una
tendencia a una labranza menos mecánica para los cultivos en gran escala, que reduce la
erosión del suelo primitivo. Desde el principio, los científicos que se ocupaban de las malas
hierbas reconocieron y estudiaron las consecuencias para el medio ambiente de la
introducción de cultivos modificados genéticamente, especialmente para la lucha contra las
malas hierbas.

En 1998, una reunión técnica internacional, organizada por la FAO, sobre los beneficios y
riesgos de los cultivos transgénicos resistentes a los herbicidas llegó a las siguientes
conclusiones:

1. La utilización repetida de un herbicida provoca un desplazamiento de la flora de


malas hierbas, ya que éstas se ven sometidas a una fuerte presión de selección para
que desarrollen biotipos que sean resistentes a los herbicidas asociados con plantas
transgénicas seleccionadas para resistir a esos herbicidas.

2. El flujo génico se produce cuando los genes se propagan a través del polen y de la
polinización cruzada entre cultivos resistentes a herbicidas y especies de malas hierbas
afines. A falta del herbicida en cuestión, es poco probable que la posesión de esta
característica mejore el vigor de las malas hierbas, pero la aplicación del herbicida
mejoraría dicho vigor y podría reducir los beneficios económicos de la resistencia a los
herbicidas.

3. Los riesgos de las transferencias de genes son superiores en las zonas de origen y de
diversificación. Es necesario actuar con cuidado para asegurarse de que la
transferencia de genes resistentes a herbicidas no afecte al germoplasma autóctono,
incluidas las malas hierbas y las especies silvestres afines.

Aunque las zonas donde se han plantado cultivos con Bt resistentes a insectos ocupan menos
de un cuarto de la superficie de las zonas plantadas con cultivos resistentes a herbicidas, los
problemas comúnmente reconocidos están siendo objeto de una investigación intensiva. Esta
investigación se centra en los aspectos prácticos de la ordenación de agroecosistemas para la
producción intensificada, pero el interés de la opinión pública en el debate sobre los OMG ha
alentado también estudios ecológicos más básicos por parte de científicos de la comunidad
académica y de otras instituciones del sector público, especialmente en lo que concierne a los
efectos de los OMG sobre especies no destinatarias. Por ejemplo, se ha observado que
variedades con Bt segregan toxinas de Bt en las zonas radiculares del suelo; estas zonas
producen concentraciones de esas toxinas más altas que las que se encuentran normalmente,
lo que puede afectar a las poblaciones de insectos presentes en el suelo que no se alimentan
de los cultivos.

La importancia de la mariposa monarca, insecto muy apreciado en América del Norte, donde
más extensas son las superficies plantadas de cultivos modificados genéticamente, ha dado
lugar al estudio más detallado de los efectos de los OMG sobre las especies silvestres, al
tiempo que ha suscitado un notable interés entre los consumidores.

Las cuestiones de reglamentación, especialmente las relacionadas con la cuarentena, las


especies invasivas y la seguridad de la biotecnología, resultan muy importantes cuando los
cultivos modificados genéticamente son objeto de desplazamientos internacionales facilitados
por el comercio. Los órganos creados en virtud de un tratado internacional, por ejemplo la
Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, el Convenio sobre la diversidad biológica
y el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, participan activamente en la
construcción de un marco convenientemente viable. Mecanismos de reglamentación más
específicos son, por ejemplo, un código de conducta sobre la biotecnología en la medida que
influye en la conservación y utilización de los recursos genéticos para la alimentación y la
agricultura, que están elaborando los países por conducto de la FAO.

La posibilidad de que ejerzan efectos negativos en el medio ambiente

 Los genes pueden llegar a lugares imprevistos

Cuando los genes se "fugan", pueden transferirse a otros organismos de la misma


especie y aún de especies distintas. Los genes introducidos en los organismos
genéticamente modificados (OGM) no son una excepción, y la interacción puede
ocurrir en el ámbito de los genes, las células, las plantas y el ecosistema. Por ejemplo,
si los genes resistentes a los herbicidas llegaran a transferirse a la maleza, esto
constituiría un grave problema. Hasta ahora, la investigación no ha llegado a producir
conclusiones definitivas al respecto. Los científicos tienen opiniones diversas y con
frecuencia su oposición es acerba. Pero existe un consenso científico, según el cual,
una vez que estos organismos se difundan libremente, será imposible recuperar los
genes o secuencias extrañas de ADN fugadas, cuya inocuidad siga sujeta a debate
científico.

 Los genes pueden sufrir mutaciones que provoquen efectos perniciosos

Aún no se sabe si la inserción artificial de genes podría desestabilizar a los organismos,


producir mutaciones, o hacer que el gen transferido no logre mantenerse estable en la
planta en el curso de las generaciones. Todavía no existen conclusiones definitivas
sobre este tema.

 Los genes «dormidos» podrían activarse accidentalmente y los genes activos podrían
dejar de expresarse

Los organismos contienen genes que se activan en determinadas circunstancias, por


ejemplo, al sufrir el ataque de agentes patógenos o en condiciones ambientales
difíciles. Cuando se introduce un gen nuevo, también se introduce un gen "promotor"
para activarlo, el cual podría activar un gen "dormido" en circunstancias no deseadas.
Esto atañe en especial a los organismos que viven muchos años, como los árboles. A
veces la expresión de los genes se "acalla" a causa de una interacción desconocida con
el gen introducido.

 Interacción con poblaciones silvestres y locales

Los OGM podrían competir o cruzarse con las especies no modificadas, por ejemplo en
el caso de los peces de cría. Los cultivos genéticamente modificados podrían
representar un problema para la biodiversidad agrícola, especialmente si se producen
en los centros de origen de estos cultivos. Además, los cultivos genéticamente
modificados podrían competir y llegar a sustituir a las variedades tradicionales y a los
parientes silvestres que han evolucionado para adaptarse a las presiones ambientales.
Por ejemplo, gracias a las variedades de patatas de América Latina fue posible poner
remedio a la catastrófica plaga de la patata que asoló Irlanda en el decenio de 1840.
Hoy estas variedades de plantas contribuyen a incrementar la tolerancia al clima y la
resistencia contra las enfermedades. Si las variedades agrícolas genéticamente
modificadas llegaran a sustituirlas, podrían perderse irremediablemente, pero este
argumento también vale para las variedades mejoradas producidas con métodos
convencionales.

 Impacto sobre las aves, los insectos y la biota del suelo

Otro problema importante sería la probabilidad de riesgos para las especies naturales
que no son objeto de modificación genética mediante la biotecnología moderna, tales
como las aves silvestres, los insectos polinizadores y los microorganismos del suelo.
Nadie sabe a ciencia cierta qué repercusiones puede producir la corriente horizontal
del polen genéticamente modificado en el aparato digestivo de las abejas, ni las
secuencias genéticas nuevas de las plantas en los hongos y en las bacterias del
herbario y el suelo. Además, se teme que la difusión de cultivos genéticamente
modificados pueda producir resistencia en las poblaciones de insectos expuestas a
esos cultivos. Se recomienda sembrar zonas de "refugio" con variedades susceptibles a
los insectos, para atenuar el peligro de que éstos se vuelvan resistentes a causa de la
difusión de cultivos que contienen OGM de Bt.

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