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EL TRABAJO DEL ACTOR DE CINE (1999) DE ASSUMPTA SERNA. PRIMER CAPITULO.

ACTUAR EN
CINE.

María Asunción Rodés Serna, más conocida como Assumpta Serna (Barcelona, 16 de
septiembre de 1957), es una actriz y profesora de interpretación cinematográfica española de
trayectoria internacional, ha desarrollado su carrera en la industria de dos continentes. La falta de
escuelas, de revistas y libros especializados la llevaron a dar un primer paso y decide escribir éste
libro (en un otoño argentino siendo animada por sus amigos) viendo la necesidad de una primera
reflexión crítica en español sobre el trabajo del actor en cine, donde habla desde su propia
experiencia y nos cuenta cada faceta de esta actividad profesional, aconsejando a todos aquellos
aspirantes a entrar en este medio exponiéndoles también las diferencias del procedimiento entre
las industria de Hollywood y de la producción europea y latinoamericana. Además, este libro va
dirigido a actores nobeles, profesionales del cine y a aquel público que solamente oye hablar del
lado más vendible y amarillista y superficial de ésta profesión.

“Nunca he sido una actriz aficionada a seguir una determinada técnica. No creo que exista u
método cerrado para la técnica del actor, no hay un cómo eficaz para todos, ni un libro esencial en
el que aprender a actuar, ni un camino secreto para trabajar en el cine, pero, en el curso de mi
profesión, he abierto mis oídos a todo lo que pudiese contribuir a perfeccionar mi intuición”. Con
este fragmento deducimos que este texto habla desde su propia técnica que aplicó y practicó en el
cine. Sobre todo ésta me parece una buena invitación, pues estoy totalmente de acuerdo en que
hay que estar abiertos a escuchar y recibir y al fin quedarnos con todo aquello que nos aporte a
nuestro proceso, pues la experiencia no es precisamente lo que nosotros vivimos, se puede
aprender desde la experiencia de otros, desde libros, investigando, etc. Con todas esas
experiencias, errores y respuestas encontradas a través de la profesión, vamos conformando y
creando una técnica personal y eficaz. Ésta técnica equivale a la formación del actor, que es
necesaria para la mejor comprensión y colaboración de todos los elementos en el proceso de
filmación.

Hay dos cosas que quiero resaltar de la autora: la primera es cuando dice “Si un actor puede
imaginarse a sí mismo haciendo alguna otra cosa, debería hacerlo”, yo pienso que con eso nos dice
todo. Algunos interesados en la actuación, la ejercen, pero no totalmente seguros de si se quieren
dedicar totalmente a esto. Es cierto que es un arte para expresar que llama mucho la curiosidad a
querer hacerlo; pero por lo mismo debería ser tomado con responsabilidad, total voluntad, una
tenacidad meticulosa, una gran curiosidad por los detalles de la vida y un fuerte sentido de la
aventura y el juego, pues es un arte que requiere tiempo y dedicación. El actor tiene que observar
y saber, con humor y estilo, eliminar los problemas que distraigan su concentración. Lo segundo
que quiero resaltar es la humildad con la que la autora y actriz nos habla, a causa de que dice “hay
muchos actores que saben más que yo” pero igual nos comparte su conocimiento y recibe
experiencias personales de otros actores que, teniendo problemas similares a ella, han encontrado
respuestas distintas, pero no contradictorias. El hecho de compartir con el otro, aprender del otro,
me parece muy importante, ya que hay actores que se dejan llevar por su ego, y esa arrogancia los
hace más cerrados a su propio trabajo. Por eso la humildad fue no sólo una cualidad sino un tema
importante que quise resaltar de Assumpta.

Este primer capítulo está desarrollado por varios ítems que abordan temáticas en relación.
Empecemos hablando por las ventajas y desventajas que tiene un actor de teatro para actuar en
cine. En esta parte se menciona que “el actor de teatro enfoca más serio su trabajo, porque lo ha
elegido” lo que me hace pensar, ¿Entonces el actor de cine no lo eligió?... Existe la creencia de que
el actor que seriamente ha escogido la profesión se mueve por vocación, por una necesidad de
expresarse, y que busca en el teatro los métodos para formarse técnicamente como actor”. El
teatro dará un manejo más amplio a la hora de analizar textos, trabajar con otros actores y un
director, de defender un texto frente a un público, de crear un personaje e investigar emociones
por sí mismo, muchas aspectos que permitirán realizar un trabajo muy valioso para el cine, solo
hay que adaptar toda esta metodología al medio. La autora incluso nos menciona desde su
experiencia, facultades necesarias a desarrollar en la actuación para cine (pág. 16) facultades que
en su mayoría, considero yo, ya están incorporadas en el actor de teatro. No obstante, éste tendrá
que pasar la prueba de la cámara. Será difícil pues ahora tendrá que aplicar la técnica aprendida en
todos sus años de vida teatral, pero de otra manera. La autora dice que muchos de ellos nunca se
adaptaron a un medio en el que el actor ha de comprender que su trabajo no es más que una pieza
en un juego de ajedrez. Cosa difícil de asimilar para nosotros los actores de teatro, puesto que en
el teatro el actor lo es todo, casi siempre es su propio director, productor, vestuarista, maquillador,
peluquero, escenógrafo, iluminador, autor de obra, entre tantas cosas, entonces considero que
pasar de todo esto a acoplarse solo a dedicarse a hacer básicamente lo que es: actuar, tiene sus
pro y sus contra, pues el actor de teatro se concentrará más en lo que es pero al principio quizá
esté algo desubicado y le tome tiempo adaptarse a este nuevo método de trabajo.

Por otro lado, tenemos al actor de cine, que es más reconocido por el público y directores que se
interesarán en su trabajo, pues pocos responsables de castings y directores de cine suelen ir al
teatro, y no siempre loas papeles son apropiados para que vean en los actores de teatro
posibilidades cinematográficas. Por añadidura, si se escogió a un actor que por primera vez actúa
en cine, se sabe que es inexperto, por lo que no es necesario que el actor se desgaste energía en
demostrar que domina la técnica cinematográfica, algo que es ventaja para el actor de cine pues le
debe generar tranquilidad, además que en el proceso irá aprendiendo y así obteniendo esa técnica
cinematográfica que requiere. Algo a tener en cuenta es que cuando se elige al actor es porque
cumple físicamente con las características del personaje, lo que ven los directores no es la
versatilidad del actor, si no la manera en que se presentan y en sus rasgos genéticos. La mayoría de
personajes se dan a actores que ya han demostrado que pueden interpretar ese tipo de
personajes. Respecto a esto opino que se le puede dar la oportunidad a nuevos actores (inexpertos
o poco reconocidos) pues pueden dar otra interpretación y/o propuesta, de otra manera pero
siguiendo los rasgos del personaje, que quizá pueda gustarle a los directores. Aunque claro está
que en el cine el actor se tiene que dar la forma exacta del personaje. En este aspecto,
encontramos algo negativo para el actor de cine y es que, aunque sea más versátil que el papel
determinado que siempre le dan, el individuo ya está dando a los demás una cierta imagen. Así
que él debe intentar ser conocido primero por lo que hace mejor, limitarse a lo que han visto o
descubierto en él, y pensar después a donde va con su carrera y cómo modificarla. “ Un buen
trabajo interpretativo siempre generará más trabajo. El trabajo llama al trabajo”

Assumpta Serna nos regala algo muy valioso en este primer capítulo de su libro, y son las
herramientas de trabajo del actor. Expongamos entonces primero la fotografía:
Los actores deben emitir un mensaje con su rostro, su imagen nos cuenta ya una historia. La
fotografía debe expresar quienes somos en realidad, para esto el fotógrafo trabaja para el actor
ayudándole a encontrar su propio estilo. El fotógrafo muchas veces tenderá a ocultar los defectos
del actor, y a lo mejor son estos rasgos los que mejor definen su personalidad y originalidad por las
que podría ser requerido y elegido. Las fotografías serían la tarjeta de presentación para futuros
trabajos. Una buena sesión fotográfica debe producir seis buenos retratos que le sirvan a nuestro
agente. Lo que ésta autora opina es que para encontrar las fotos adecuadas a la personalidad de
uno requiere de muchas sesiones con varios fotógrafos. A esto aporto, que es muy difícil encontrar
a un fotógrafo especializado en actores, a menos que tengas mucho dinero y estés en Estados
Unidos o en Francia.
Otra herramienta de trabajo del actor y muy fundamental en el cine, es el casting, pues es por
medio de este que se consigue el trabajo. Es justamente por esta razón que generalmente, incluso
en muchos países, los castings se convierten en algo angustioso para los actores, pues se sienten
juzgados en su capacidad profesional. Están los jefes de castings y los agentes. En Los Ángeles hay
un curso que enseña a los actores a seducir en 10 minutos a todos los que están detrás de cámara.
Ser bueno en los castings es sólo eso, seducir y vender una imagen, no significa que se es un buen
actor.
Para abordar ésta temática, Assumpta nos cuenta una experiencia propia de cuando fue a un
casting, queriéndonos exponer diferencias entre las industrias americanas y europeas, y comenta
que los actores de habla hispana tenemos suerte de no tener esa industria enorme donde la oferta
de actores es mucho mayor que la demanda, y que hay diferencias a la hora de realizar el casting.
También nos da recetas, así lo define ella, que ha aplicado con éxito en su carrera pero que cada
actor tendrá que adaptar a cada circunstancia. Me parecen demasiado esenciales los consejos que
da, son muy claros y concisos, así el actor aspirante aprende desde su experiencia y tomará en
cuenta todo esto.
La última herramienta de trabajo son los agentes, quienes son los que más influyen a la hora de
tomar decisiones de cada proceso creativo en esta industria. Son los que más saben de los actores,
directores, de los escritores y los que menos hablan. Me parece que sin ellos no sería igual el
trabajo del actor, pues los agentes son quienes lo consiguen, pero lamentablemente en este medio
sus ideas no tienen paternidad: los productores, directores y actores se las apropian. Los agentes
son nuestro equipo, nuestro respaldo y nuestra fuerza. La elección de un agente es decisiva para la
carrera del actor. Consecuentemente, el interés del agente será proporcional con la cantidad de
dinero que el actor genere o que piensa que puede generar en su profesión. Normalmente hay
demasiada oferta como para invertir tiempo y energía en un actor desconocido, cosa que aunque
es un hecho real me parece lamentable, pues hay buenos talentos que aún no han salido a la luz,
pero tampoco lo hacen porque no le brindan la oportunidad a dichas persona o porque a todos los
castings que ha asistido, ninguno ha coincidido con el personaje buscado. Para mi hay talentos
desperdiciados, que generan desempleo a los que solo trabajan en este medio, y me generan
preguntas como ¿Y si ningún jefe de casting me encuentra? ¿Y si a ningún agente le interesa
trabajar conmigo? ¿Y si no paso ningún castings? ¿Qué pasaría con mi carrera actoral?...

Para concluir y cerrar éste informe, quiero decir que personalmente me gustó la forma en que la
autora expone sus temas, pues su proximidad al lector es mucha, ya que nos incluye en todo, nos
aconseja, y nos comparte aprendizajes que nos sirven para nuestro proceso. Assumpta Serna ha
llenado muchos vacíos que tenemos los actores de habla hispana respecto al actor del cine, pienso
que ha cumplido su propósito en el libro y a pesar de que solo me haya leído un capitulo, me ha
dejado con ganas de leer todo su libro para complementar la información y tener más claridad
respecto a este tema tan profundo, que abarca tantas cosas sobre una profesión en la que no
existe nada minúsculo, pues en ella todo es verdaderamente importante.

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