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El siguiente texto es un ensayo personal acerca de la vida.

Se invita a leerlo
con cuidado y analizar las características del género ensayístico. En la obra,
se habla de reflexión acerca de las diferentes acepciones de vida, así como
se invita a vivirla como una aventura.

Para una lectura adicional, se recomienda la guía sobre cómo escribir un


ensayo paso a paso.

¿Qué es la vida? Definiciones varias

A quien no le ha tocado dar una definición personal acerca de esta palabra


tan utilizada.
Una palabra tan utilizada, pero a veces tan poco entendida.
En el diccionario de la Real Academia Española, “vida” posee unas veinte
definiciones
Algunas de ellos son:
Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la
posee.
Estado de actividad de los seres orgánicos.
Unión del alma y del cuerpo.
Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un
vegetal hasta su muerte

Analizando estas definiciones, podemos ver que existe un elemento común


en todas ellas, el cual consiste en un dinamismo, en un movimiento
continuo.
La vida es eso, es movimiento continuo, es acción
Otro elemento frecuente para entender el concepto tiene que ver con el
aspecto espiritual
La vida no es solo movimiento, es también “alma”. Las almas hacen
referencia a un elemento no visible.

La vida como acción: la necesidad de lanzarse


El mundo no se detiene.

Aun no haciendo nada, aun en el más completo silencio o en la paz más


tranquila, existe un devenir como invisible, imparable, inevitable

Estamos en una sociedad que cada dia quiere vivir más deprisa.
Impulsado por el avance de la globalización, vivimos pero sin vivir. Cabe
preguntarnos seriamente, cuando conciente estamos de esta avance
Vivir pero no sentir.

Dejar que la vida y sus caminos nos consuman.

Oscar Wilde decía que “Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La
mayoría de la gente existe, eso es todo”
Un objeto existe, un paisaje, una mesa. Pero, nosotros, podemos también
dejarnos “existir” y quedarnos quieto, mientras la vida avanza.
Por tanto, la inercia de la vida es equivalente a la muerte misma de nuestro
espíritu,
Pongamos un ejemplo concreto. Juan, trabaja todos los días en una oficina
de correos. Se pasa el día, de ocho a cinco de la tarde ordenando cartas,
cargando datos en el ordenador.
Juan tiene una mirada muy seria todo el dia. No le gusta su trabajo, pero
tampoco parece disgustarlo. Se podría afirmar que le es indiferente si
siente que debe trabajar simplemente para poder ganar el dinero necesario
y así tener cubierto sus necesidades básicas.
Cuando tiene tiempo, a Juan le gusta pintar. Pero no lo hace siempre, a
veces ya llega muy cansado y no tiene ánimos para tomar el pincel
Cuando pinta, se puede ver en su rostro un leve sonrisa. Se nota que le
encanta ese breve tiempo en que puede sentirse libre, ser simplemente un
artista que ama su arte y lo plasma.
Pero la sonrisa y ese momento mágico dura muy poco. Al rato Juan ya
cambia su rostro serio, y vuelve al trabajo, a su rutina.

Podríamos criticar la vida de Juan de muchas formas. Podríamos decir que


tiene un trabajo miserable y que no se anima a dar el salto
¿Salto para qué? Un salto de fe a creer en su propia potencialidad. En su
propia fuerza interior.
Juan, como bien lo firma Oscar Wilde, solo “existe”, cuando realmente
vive, aunque sea por un corto espacio de tiempo, es cuando pinta, cuando
se le ve esa sonrisa en el rostro.
El rostro del tiempo, en realidad, no vive.
La vida es un siempre tomar riesgos y lanzarse. Es creer en la propia
capacidad y no dejarse llevar por la corriente por la que todos van como
dormidos

El siguiente texto es un ensayo personal acerca de la vida. Se invita a leerlo


con cuidado y analizar las características del género ensayístico. En la obra,
se habla de reflexión acerca de las diferentes acepciones de vida, así como
se invita a vivirla como una aventura.

Para una lectura adicional, se recomienda la guía sobre cómo escribir un


ensayo paso a paso.

¿Qué es la vida? Definiciones varias

A quien no le ha tocado dar una definición personal acerca de esta palabra


tan utilizada.
Una palabra tan utilizada, pero a veces tan poco entendida.
En el diccionario de la Real Academia Española, “vida” posee unas veinte
definiciones
Algunas de ellos son:
Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la
posee.
Estado de actividad de los seres orgánicos.
Unión del alma y del cuerpo.
Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un
vegetal hasta su muerte

Analizando estas definiciones, podemos ver que existe un elemento común


en todas ellas, el cual consiste en un dinamismo, en un movimiento
continuo.
La vida es eso, es movimiento continuo, es acción
Otro elemento frecuente para entender el concepto tiene que ver con el
aspecto espiritual
La vida no es solo movimiento, es también “alma”. Las almas hacen
referencia a un elemento no visible.

La vida como acción: la necesidad de lanzarse


El mundo no se detiene.

Aun no haciendo nada, aun en el más completo silencio o en la paz más


tranquila, existe un devenir como invisible, imparable, inevitable

Estamos en una sociedad que cada dia quiere vivir más deprisa.
Impulsado por el avance de la globalización, vivimos pero sin vivir. Cabe
preguntarnos seriamente, cuando conciente estamos de esta avance
Vivir pero no sentir.

Dejar que la vida y sus caminos nos consuman.

Oscar Wilde decía que “Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La
mayoría de la gente existe, eso es todo”

Un objeto existe, un paisaje, una mesa. Pero, nosotros, podemos también


dejarnos “existir” y quedarnos quieto, mientras la vida avanza.
Por tanto, la inercia de la vida es equivalente a la muerte misma de nuestro
espíritu,
Pongamos un ejemplo concreto. Juan, trabaja todos los días en una oficina
de correos. Se pasa el día, de ocho a cinco de la tarde ordenando cartas,
cargando datos en el ordenador.
Juan tiene una mirada muy seria todo el dia. No le gusta su trabajo, pero
tampoco parece disgustarlo. Se podría afirmar que le es indiferente si
siente que debe trabajar simplemente para poder ganar el dinero necesario
y así tener cubierto sus necesidades básicas.
Cuando tiene tiempo, a Juan le gusta pintar. Pero no lo hace siempre, a
veces ya llega muy cansado y no tiene ánimos para tomar el pincel
Cuando pinta, se puede ver en su rostro un leve sonrisa. Se nota que le
encanta ese breve tiempo en que puede sentirse libre, ser simplemente un
artista que ama su arte y lo plasma.
Pero la sonrisa y ese momento mágico dura muy poco. Al rato Juan ya
cambia su rostro serio, y vuelve al trabajo, a su rutina.

Podríamos criticar la vida de Juan de muchas formas. Podríamos decir que


tiene un trabajo miserable y que no se anima a dar el salto
¿Salto para qué? Un salto de fe a creer en su propia potencialidad. En su
propia fuerza interior.
Juan, como bien lo firma Oscar Wilde, solo “existe”, cuando realmente
vive, aunque sea por un corto espacio de tiempo, es cuando pinta, cuando
se le ve esa sonrisa en el rostro.
El rostro del tiempo, en realidad, no vive.
La vida es un siempre tomar riesgos y lanzarse. Es creer en la propia
capacidad y no dejarse llevar por la corriente por la que todos van como
dormidos

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