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1.

La estructura de la ciencia puede caracterizarse por una donde existe el Efecto


Mateo:

“Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; pero al que no tiene,
aun lo que tiene le será quitado” (versículo 11 del capítulo 13 del
Evangelio según San Mateo.

Merton quien planteó la tesis nos dijo que si un investigador famoso F colabora
con otro desconocido D aunque D trabaje más la gente le atribuye el mérito a F.

Esto se corrobora porque la mitad de los premios Nóbel del mundo en todas las
ciencias, trabaja en ciertas universidades (Columbia, Harvard, Rockefeller,
Berkeley o Chicago) en economía puede entrar Princeton y Satanford pero son
casi las mismas en todas las disciplinas.

Mario Bunge nos da el ejemplo de un experimento que se realizó hace algunos


años: “un equipo de científicos seleccionó una cincuentena de artículos de
investigadores reputados que trabajaban en universidades norteamericanas de
primera línea que habían sido publicados un par de años antes. Cambiaron los
títulos de los artículos, les inventaron autores ficticios empleados en College de
baja categoría, y los enviaron a las mismas revistas donde habían sido publicados.
Casi todos los artículos fueron rechazados. Los autores de la jugarreta, válidos de
su reputación, lograron publicar los resultados de su experimento en un par de
revistas”.

En el mismo trabajo hay otro experimento de un escritor canadiense al cual le


habían rechazado varios de sus artículos. “le envió a la misma revista media
docena de cuentos de clásicos contemporáneos, tales como Joseph Conrad y
Jack London, cambiándoles los títulos y los nombres de los autores. La revista los
rechazó. Cuando el autor denunció este escándalo, los críticos literarios en
cuestión tuvieron la desvergüenza de defender su decisión. Al parecer, pensaban
que un cuento es necesariamente bueno si es escrito por un escritor famoso y no
que un autor merece fama si escribe buenos cuentos”.

De esto se deduce unas clases sociales o estratos:

En primer lugar, los individuos que han dado su nombre a una teoría, una ley o un
método utilizado (por ejemplo, la Ley de Newton, darwinismo, etc). En segundo
lugar, los premiso Nóbel que aún no son ampliamente conocidos como
progenitores de una teoría e igualmente los nobelizables, o que fueron candidatos
y que nunca lo obtuvieron muchas veces por problemas ideológicos.

En tercer lugar, los directores de escuela, o rectores de universidades y


principalmente las personas que dirigen grupos de investigación, en cuarto lugar,
los subalternos de esos grupos y los pequeños investigadores conocidos dentro
de un pequeño circulo. Y finalmente, los que jamás publican y son el lumpen de la
ciencia.

En Colombia esta clasificación no sería correcta, mas bien tendríamos:

Primer lugar, la burocracia que publica dignos argumentos políticos y los


directores de grupos de investigación que reciben rentas por el monopolio de un
saber organizacional, es decir un saber, que si bien, todos pueden tener, ellos son
los que tienen el reconocimiento (un ejemplo Patarroyo o Kalmanovitz)

Segundo lugar, quienes se creen académicos y que algunas veces publican


amparados en el sector público que les permite publicar. En el caso de las ciencias
sociales, esto sucede en las revistas de la burocracia. Igualmente, tenemos los
seudo – académicos, quienes viven de dictar clases y de generar rentas por
consultoría y que publican en las revistas de sus respectivas universidades y que
no se conocen sino en es reducido espacio. Y finalmente, está el lumpen de los
que nunca publican.

En conclusión, se podría decir que la estratificación del conocimiento en Colombia


es más rentista que afuera? No, lo que sucede es que en el país la estructura de
rentas académicas no está todavía establecida y hay que buscarla en cualquier
lado; mientras que en las grandes economías la estructura de rentas es clara y
sencilla y consiste en:

 Primero, estudiar el saber dominante de su carrera en una gran universidad,


cosa que no hay que elegir sino que se impone porque todo saber en su fase
de ciencia normal, como diría Kuhn, es dogmático.

 Segundo, tratar de ingresar a un grupo de investigación adecuado.

 Tercero, dejarse explotar por las estrellas académicas. Aquí es pertinente


plantear el tema de quienes publican, dado que se cumpliría la Ley de Lotka
que señala que no basta con ser doctor para publicar, porque el número de
investigadores (n) que publican artículos es inversamente proporcional a su
cuadrado (1/n2). Es decir, que la mitad de los artículos científicos (en cualquier
ciencia y eso es verificable empíricamente) son producidos por el 5% de la
comunidad científica. De esto resulta que debe meterse el investigador en la
red adecuada y con las estrellas científicas adecuadas, es decir que
pertenezcan o estén relacionados con el 5% de los grandes investigadores.

 Cuarto, buscar publicar un artículo sólo aunque sus ideas ya pertenezcan a la


renta del investigador principal. Lo que se ganó con esta explotación (es
asimilable a lo que uno dice cuando trabaja, ¡gane experiencia¡) es el
reconocimiento que se obtiene, porque éste es uno de los bienes que se
buscan, con este reconocimiento logrará que le citen sus trabajos, dado que ya
es conocido (este señor trabajo con el señor X que es muy importante dentro
de la temática) y por esa vía le darán propuestas de investigación, explotará a
otros y logrará rentas.

En este punto es necesario decir que el reconocimiento no se da en Colombia por


la citación sino por la publicación, es decir, que así como en el mercado hay que
dar el salto peligroso, en el mercado de ideas, éstas tienen que lograr su
expresión social y ello sólo es posible si las ideas son citadas. En este proceso se
demuestra que el mercado de ideas no es perfecto sino que pasa por filtros
estratégicos y de manipulación del saber, claro está que los investigadores creen
que están produciendo conocimiento y lo que en verdad hacen es, parodiando a
Nietzche “soñar sabiendo que están soñando”, el problema es que ni siquiera
saben que sueñan.

Lo anterior, porque en el mundo de la ciencia todo conocimiento par ser


conocimiento debe ser validado por la comunidad científica. Sobre este aspecto es
necesario hacer unas precisiones:

1. La mayor parte de los artículos no son citados jamás


2. De los que se citan, el 58% son citados sólo una vez (son bienes de
consumo no durables), por lo tanto no son conocimiento porque éste es por
esencia público y durable. mejor tomarse una cerveza que leer un artículo
que nunca más se leerá.
3. El 2,7% de los artículos son citados entre 25 y 100 veces, y corresponden a
las publicaciones de las figuras científicas.
4. Sólo el 0,3% son citados más de 100 veces. Lo anterior es tomado de un
análisis econométrico de Garfield, quien es Director del Citation Index, de
una muestra de 20 millones de artículos.

En conclusión, el conocimiento debe ser público, es decir, para los demás pero no
por un acto de cambio sino de reconocimiento. El acto de cambio no define su
uso, sino que es la citación la que define su reconocimiento; y para ello es que la
comunidad científica ha estructurado sus reglas e institucionalidad. Ahora bien,
que sucede con las temáticas y las teorías que no se publican en las grandes
revistas y que no son citadas?

Estos crean sus propias mini-comunidades para validarse (el grupo de


interacciones económicas, por ejemplo). Para esto, se citan entre ellos y creen
generar conocimiento entre ellos y en si llega a ser útil para alguien entonce en el
mediano plazo adquieren estatus de comunidades científicas. Las comunidades
científicas dominantes, no dejan que las otras se desarrollen sino internamente,
para entrar a una comunidad grande se necesita reconocimiento y ya sabemos
como se logra éste. pero si un investigador es terco y quiere mandar una
publicación a un journal importante, pues además tiene que pagar para que se lo
revisen, al menos eso pasa en economía, que para publicar en el American
Economic Review debe pagarse para que se lo revisen los árbitros. Esto desde
luego no es competitivo

Sin embargo, las universidades al ser autónomas logran hacer ciencia con todo
este andamiaje institucional no competitivo en sentido abierto. Relacionado con la
tecnología se pierde este sistema y las universidades entran en el sistema de
patentes. En Estados Unidos esto comenzó en los ochentas (Bayh-Dole act),
aunque desde mucho antes, las universidades ya estaban en relación con el
poder, pero el conocimiento no era por si mismo. Sin embargo, desde la
oficialización de patentes, el carácter institucional del conocimiento como “imagen
del mundo” para citar a Heidegger, se pierde por uno más afín con las
necesidades científico tecnológicas de los procesos de innovación.

Las patentes son grandes fuentes de recursos, debe recordarse que en Estados
Unidos, las universidades han sido poco auspiciadas por el Estado. En el caso
europeo son más estatales pero la transformación se está dando hacia el sistema
anglosajón.

El ingreso por patentes en Canadá y EUA en 2002 ascendió a 1,2 billones de


dólares, Stanford ha ganado 150 millones de una sola patente el Boyer-Cohen
patente para recombinar el ADN. (Ver Howitt: La Economía de la Ciencia y el
Futuro de las Universidades).

Si el sistema de patentes, que no se como funciona es competitivo, esto se va


para abajo si se hace en universidades donde como ya dije la estructura no es
competitiva.

HIPOTESIS

La investigación en Colombia tiene desventajas ya que su estructura no es clara y formal en


comparación a las grandes economías internacionales.

CONTRAHIPOTESIS

La investigación en Colombia tiene ventajas ya que se encuentra estructurada y formalizada


posicionándose en las grandes economías internacionales.

TITULO
La formación y estructura de la investigación en Colombia influyen en la busca de posicionarse en
las grandes economías internacionales.

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