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Katya Mandoki. Prosaica uno. Estética cotidiana y juegos de la cultura

Article · October 2017


DOI: 10.5377/realidad.v0i118.3366

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Luis Alvarenga
Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas"
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Rincón del libro

LUIS ALVARENGA

Katya Mandoki. Prosaica uno. Estética cotidiana y


juegos de la cultura. Siglo XXI Editores, México, 2008.

La estética suele ser vista como un área ESTÉTICA COTIDIANA


suntuaria dentro de la vida humana. Desde Y JUEGOS DE LA CULTURA
korvo mondoki
la caracterización kantiana del juicio estéti-
co como "juicio desinteresado", la estética
es reducida al ámbito de los objetos bellos
pero carentes de otro sentido que no sea el
de una contemplación "neutra". El libro de
la profesora Mandoki, doctora en Historia
del Arte, pone a discusión las diferentes con-
cepciones filosóficas que han prevalecido
sobre la estética.
"La tesis central de este libro -apunta PROSAICA UNO
la autora en el prefacio- es que no sólo es
posible sino indispensable abrir los estudios
estéticos -tradicionalmente restringidos al
ÜCONACULTA ' FONCA . .
arte y lo bello- hacia la riqueza y com-
plejidad de la vida social en sus diferentes
manifestaciones. Eso es la Prosaica: senci-
llamente, la estética cotidiana. Esta pervivencia de la estética se expresa
de mil maneras, desde nuestra forma de vivir, en el lenguaje y el porte, el
modo de ataviarse y comer, de rendir culto a deidades o a personalidades,
de legitimar el poder, ostentar el triunfo o recordar a los muertos; pero el
papel primordial que la estética tiene en nuestra vida cotidiana se ejerce en
la construcción y presentación de las identidades sociales" (p. 9).
Esto supone prestar atención a muchas supuestas verdades sobre la
estética, a pretendidas "obviedades" que, de tan obvias, no deberían, en

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apariencia, cuestionarse. Una de Mandoki pone en rel ieve lo
esas supuestas "verdades que caen escurridizo que resulta la estética
por su propio peso" es el concepto a la hora de querer teorizar sobre
elitista de la estética, que reduce lo ella. "¿Es la estética una disciplina
estético -que es algo tan amplio cuyo objeto es el arte y lo bello u
como la sensibilidad humana- a otros posibles (forma significativa,
las llamadas bellas artes. Esto trae expresión simbólica, experiencia
consigo varias consecuencias: La sensible) o es la estética un objeto
delimitación de lo estético a la de varias disciplinas como la psico-
"contemplación desinteresada"; la logía, la sociología, la historia del
prescripción de una forma específi- arte? Si la estética fuese un objeto
ca de observar los objetos estéticos; de varias disciplinas contaríamos
la formación de un espectador apro- con u n corpus teórico desde la
piado para la observación de dichos psicología, la sociología, la semió-
objetos -el esteta, el "amante de tica o la historia enfocadas a la
las artes" y el crítico- y la creación estética. Pero ese corpus no existe
de espacios e instituciones para tal en forma coherente, si acaso, sólo
observación -el museo, el conser- fragmentaria. No hay historia de la
vatorio, el teatro, etc.-. estética sino de las teorías estéticas
(Bayer, 1984; Marchan, Fiz). No hay
En lo que respecta al abor-
sociología de la estética, sino enfo-
daje teórico de la estética, lo que
ques sociológicos a los fenómenos
podemos observar es una suerte artísticos como en Hauser (1969)
de "horror al vacío": "A pesar de
o enfoques psicológicos a la per-
esta omnipresencia de la estética cepción de la forma como la teoría
en ámbitos no sólo culturales y de la Cestait aplicada por Arnheim
sociales sino incluso biológicos, (1985). Si definiésemos a la estética
los teóricos en estética parecen no exclusivamente como el estudio del
darse cuenta de ello y siguen requi- arte (que no es la posición aquí asu-
riendo del aislamiento de un museo m ida) podríamos concordar, y muy
o sala de conciertos para distinguir parcialmente, con una concepción
fenómenos que atañen a la sensi- como objeto de varias disciplinas
bilidad. Temen que, de salirse del ya que hay sociología del arte, his-
ámbito artístico, se precipitarían toria del arte, teoría del arte. Pero
en un panestetismo que disolvería esta definición no sería aceptable
a la estética ipso facto. Y cuando para un gran número de estetólogos
la estética extraartística ya es fran- que prefieren entender su campo
camente insoslayable, los filósofos como el estudio de lo bello y no del
optan por aplicarle nombres como arte" (p. 14). Reducir la estética al
'corporalidad' o 'sensorialidad' para ámbito de "lo bello" o al "arte" es
denotar lo que no es otra cosa que confinar el ámbito de la sensibilidad
la estesis" (pp. 9-10). humana, lo que perpetúa, además,

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la concepción dualista que escinde en la realidad precisamente como
al ser humano entre "cuerpo" y índices en su evasión o afán de
"alma". emancipación desde lo real" (p. 27).
Una vieja polémica es la que El que la estética forme parte
tiene que ver con el papel social del mundo cotidiano no significa
del arte. Esta polémica se relacio- que todo sea estético. "Al contra-
na, en el fondo, con las diferentes rio -afirma la autora- se asume
.'"
concepciones sobre el "lugar" de [...] que ninguna cosa es estética, ni
la estética en la vida cotidiana. siquiera las obras de arte o las cosas
Mandoki recuerda la polémica en- bellas. La única estesis está en los
tre los defensores del "arte por el sujetos, no en las cosas. La formu-
arte" ("teología del arte", le llamaba lación de la estética de lo cotidiano
Walter Benjamin) y el llamado "arte aquí elaborada no puede ser más
comprometido". "Arte y realidad, inocente de cualquier acusación de
como la estética y lo cotidiano, han panestetismo por el simple hecho
estado y están totalmente imbrica- de que al enunciar que 'todas las
dos, y no por la voluntad explícita cosas son estéticas' se presupone
o 'compromiso social' del artista el objetualismo, pecado del cual la
políticamente correcto, ni por hacer Prosaica está absuelta. La estesis es
patente una ideología, sino porque una condición de los seres vivos.
no hay un más allá de la real idad, Vivir es estesis (lo cual no quiere
ni una estética que no emerja en decir que todo en la vida sea este-
primera instancia de lo cotidiano. sis)" (p. 147).
¿Para qué tanto brinco de reunir arte
y realidad, estética y cotidianía, es- El libro de Mandoki va en la
tando tan perfectamente integrados? línea de una perspectiva crítica de
Aún cuando el arte se manifieste la estética, que supere el mito de
como un dispositivo de evasión (el su distinción de la vida cotidiana y
arte hollywoodense) o de eman- parta de su cotidianidad. Su trabajo
cipación (que intentó promover la tiene elementos interesantes para
Escuela de Francfort) sigue estando replantearnos, asimismo, nuestra
fatal e irremediablemente inmerso noción de cultura.

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