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METODOLÓGICAS1
Teresa Negrete Arteaga
Transcripción: Angélica Saldaña Pérez y Jenny Paola Ríos Cruz
Pedagógica Nacional, unidad 211 – Benemérita Universidad Autónoma de puebla (BUAP). Puebla,
Puebla.
metodológicas que exhortan y alteran la convención convencional, desde el punto
de vista desde la vida. Bienvenida Tere. Muchas gracias.
Bueno primero quisiera celebrar que estemos aquí todos reunidos por segunda
ocasión, para poder hablar, discutir, pensar sobre Intervención Educativa,
agradecer a los organizadores de este evento, al esfuerzo puesto por la unidad UPN
de Puebla para que pudiera darse, está actividad en este espacio, y a la Universidad
Autónoma de Puebla que también sumo sus esfuerzos así como otras instituciones
para poder hacer realidad este encuentro. Celebremos todos y también yo celebro
en lo personal poder estar aquí con ustedes nuevamente.
Su análisis debe mostrar el juego, la manera como luchan unas contra otras, el
combate que se realiza contra las circunstancias adversas o aún más, la tentativa
que hacen estas fuerzas y los ejercicios de escape o de fuga que podemos ir
mostrando, por eso hacer intervención educativa es hacer resistencia, resistencia
ética política. Estos estados de fuerzas, estas luchas de unas contra otras, los
combates que estamos haciendo, se hacen patentes en la habilitación, en el caso
de México, con el enunciado de Intervención Educativa, como un enunciado que da
cuenta del entramado de lo educativo en acontecimientos y situaciones críticas de
la vida, por eso no hablamos de objetivos escolares, estamos situados en otro lugar,
en este lugar de la emergencia que tiene que ver con ese posicionamiento.
Enunciados que nos colocan simultáneamente a pensar planos ontológicos y
epistémicos y aquí entraré al terreno de por qué lo ontológico.
Se trata de poner en primer orden la observación al cuerpo que habla como una
superficie de inscripción de los sucesos porque desde ahí resulta clave visualizar
qué tipo de instrumentaciones se inducen para trabajar, hacer hablar y descifrar
las marcas y huellas que se hacen manifiestas en los cuerpos; digiera Foucault, el
cuerpo y todo lo que se relaciona con el cuerpo: la alimentación , el clima, el sol,
es el lugar de impronta, procedencia de lo que antecede y por ende también de
lo emergente, que traza horizontes de por-venir. Cito a Foucault: “en el cuerpo se
encuentra el estigma de los sucesos pasados de él nacen los deseos, los
desfallecimientos y los errores, en él se entrelazan y de pronto se expresan, pero
también en él se desatan, entran en lucha, se borran unos a otros y en un
continuo conflicto inagotable”. Por eso en las intervenciones trabajamos con lo
conflictual, con lo dilemático, no buscamos la armonización, no buscamos la
pedagogización que armoniza y encubre lo conflictual, por eso no hacemos
pedagogía, en el terreno de los pedagógico -como en un tiempo nosotros
trabajamos los proyectos pedagógicos y yo creo que justo evolucionamos de
proyecto pedagógico a los proyectos de intervención- ¿por qué?, porque lo
pedagógico se inscribe en una lógica por naturaleza prescriptiva, nos obliga a la
prescripción, entonces desde la intervención entramos en un proceso de
indagación y no de prescripción. Esto es algo importante porque es uno de los
deslindes que hay que ir como marcando, podemos hacer intervención, y luego de
la intervención arribar una propuesta pedagógica, sí lo hemos hecho con la
intervención institucional en instituciones de Educación Superior, que a partir del
análisis del juego de la institución, de sus procesos, de sus relaciones, de las
fuerzas de poder y saber configuramos curriculum, sí, y no al revés, no es un
curriculum y desde ahí todos se sujetan sino a la inversa, desde las prácticas y la
experiencia transitar a producir curriculum.
(44:28)
Bien, pues ahora pasaremos justo con las preguntas, las aportaciones de las
experiencias, pues nos ponen a pasar al plano epistémico, ya vimos el plano
ontológico de cómo encarar la vida cotidiana, etcétera, y justo las preguntas que
ustedes señalan y sus experiencias, nos instalan a pensar en el plan epistémico.
Por un lado, está esta pregunta de ¿qué relación hay entre pedagogía social y
educación social? -que yo creo que por ahí podemos entrar justo-.
Me parece que hay lazos que se conectan entre uno y otro, de hecho la idea de
intervención educativa como fue configurada, por ejemplo para el diseño de la LIE
en la Pedagógica, nutrió de los avances y conocimientos, saberes que estaban
instalados en la pedagogía social, pero también en el proceso de desarrollo de las
intervenciones hemos encontrado otros asideros y estos asideros nos llevan a
darle la vuelta a muchos elementos que ya estaban puestos desde la idea de la
pedagogía social pero que se requerían repensarse, podríamos decir que entre los
vínculos que están entre la educación social y la pedagogía, se dan porque
tenemos ponemos en foco las mismas preocupaciones, ponemos en foco los
mismos elementos, ponemos en foco los aspectos que hablan de estás crisis
estructural, pero parece que hay diferencias en los modos de abordaje y allí hay:
o nos complementamos o nos tensionamos, y nos tensionamos en el modo de
proceder en los procesos metodológicos, porque podemos tener coincidencias y
vamos, y vamos, digamos que estamos en la misma trinchera, pero ya en los
procederes hay diferencias, y en esos procederes nos tensionamos también. Uno
tiene que ver que la intervención educativa no se inscribe en una lógica de una
disciplina, sino la intervención educativa, se abre como un dispositivo a ser
construido desde distintas disciplinas, entonces nos obliga un trabajo de
problematización transversal, porque si emergen temas y problemas con la
población con una diversidad de complejidades, tenemos que hacernos de distintas
herramientas para poder hacer inteligible eso que está pasando y también para
hacer inteligible el tipo de táctica que tenemos que ir trabajando, y en ese sentido
pues se nos abre el panorama, por ejemplo, esta primera reflexión que hice con
ustedes de lo ontológico, traigo a cuenta referencias de orden filosófico, referencias
de orden histórico, referencias del orden antropológico, referencias del orden
pedagógico, y entonces hay que problematizarlo, entonces no podemos
circunscribirnos a una reflexión solamente disciplinar, sino nos obliga a esto.
Entonces ahí abonamos, sí de lo que nos ha dado la pedagogía social, en efecto,
no de la pedagogía instrumental, pero también ahí vamos reconociendo de
animación, vamos reconociendo, pero por eso digo que es un analítica no solo un
método porque hemos tenido la experiencia con colegas de la pedagogía social
en el caso de México y de algunos casos también en España. Con los colegas
españoles, ellos han tenido con las experiencias de acciones de intervención ya
en el proceder de los proyectos de pedagogía social que ven a la intervención
solo como método, y entonces ahí es donde entramos como en tensión y yo creo
que este es un tema de interés a seguir discutiendo para seguir viendo cómo se
remiten una a otra y cómo también en esa remisión en donde una a otra nos
transformamos mutuamente. Entonces quería señalar esta parte que es donde yo
ubico en que estamos teniendo remisiones, sentidos dirigidos pero ¿en qué nos
estamos diferenciando? vía la práctica, porque podemos en las propias prácticas.
Otro elemento que me parece interesante de lo que han señalado es, ¿cómo
vamos haciendo distinciones en el proceder de la relación entre investigación e
intervención? Ineludiblemente si nosotros vamos a ubicar la intervención educativa
como punto de partida en la experiencia, pone en juego y discusión la relación
experiencia-conocimiento y esta tensión experiencia-conocimiento es una tensión
epistémica de larga data, porque tiene que ver con la discusión entre el
racionalismo y la parte que tiene que ver con lo experiencial. Esta discusión, justo
como decía ayer en la conferencia, Violeta, esta discusión que se arma desde la
idea de la construcción del positivismo, donde desde la lógica del positivismo se
niega a la experiencia como fuente de conocimiento; bueno la intervención
educativa trae a cuenta esa discusión, pero en un ejercicio ineludible de entablar
relaciones entre investigación e intervención. El ejercicio que hemos venido
desarrollando en el MEXESPARG justo en México, es poner a revisión esta relación
y no quedarnos en la oposición, sino como dirá Derrida, trabajar en el tercero, ni es
investigación, ni es intervención, sino es la relación de esos dos elementos y en la
relación estamos construyendo, no hay un método, no hay una receta, no hay una
sola manera de proceder, pero sí hay principios que hemos ido reconociendo por la
propia experiencia de hacer intervención. En ese sentido quisiera solo señalar
algunos de los principios que nosotros ubicamos que entran justo en las luchas de
tensión en ámbito de lo académico, en el ámbito de la producción del conocimiento
constante en dos vertientes: una que nosotros la hemos llamado de despliegue y
emergencia temática y otra que tiene que ver -que es en la que nos formamos todos
en la academia y que sigue siendo hegemónica- que es el referente como principio
de identidad que delimita y acota la temática de investigación, y estamos siempre
en tensión: la perspectiva que decimos que se despliega y luego se configura el
tema y otros que asumen que el tema solo puede ser definido a partir de la
referencia previa a principios de identidad, principios de identidad disciplinario,
principios de identidad de un campo de conocimiento, principios de identidad a los
objetivos, principios de identidad a los propósitos, siempre está el referente de ante
mano, entonces si aparece el referente de antemano se tasa el proceso de
investigación hegemónico frente al de la intervención, o se tasa como preferente el
ejercicio de evaluación frente al de intervención, o se tasa como ejercicio
hegemónico el de la planeación y de la programación al de la intervención, entonces
nosotros estamos cuestionando esta mirada y ahí es donde justo las experiencias
críticas digamos cuestionándola, si nosotros vamos revisando propuestas de
investigación acción, propuestas de pedagogía social, propuestas de intervención
educativa y miramos cuáles son sus puntos de partida podemos críticamente ver
aquellas que solo se sitúan como punto de partida a los referentes y ahí tenemos
que dudar si hubo intervención porque estuvo el referente como ante mano y que
finalmente si nos damos cuenta las propuestas que nosotros también hemos
impulsado tienen esa tendencia, allí es donde tenemos que empezar a deconstruir
esas estructuras que obturan la intervención.
Bien, por eso es que hablamos de devenir y por eso es que hablamos de cómo se
va desplegando en la propia experiencia -digamos en las vivencias, cómo se van
desplegando procesos, qué reflexionan para configurar experiencia-. Y vean, en
este momento no he dicho aprendizaje, en todo mi discurso no he dicho aprendizaje.
¿Por qué?, porque el aprendizaje es uno de tantos procesos que se viven en el
despliegue de una intervención. Sí, estamos hablando de formación, ósea como se
va formando, conformando el sujeto y entre ello, entran una diversidad de
elementos y procesos de los sujetos, de esta conformación. Lo conceptual,
entonces nos sirve como una guía, pensando en esta idea de herramientas, ¿cómo
tomamos herramientas?, herramientas que nos puedan mostrar esas luchas, esos
componentes alrededor del caso por caso, de lo situacional, de lo grupal y
alrededor de ellas es que vamos armando nuestro corpus de trabajo, entonces vean
cuando nos piden el marco teórico antes de ir a ver una población, pues de qué
estamos hablando, en relación con qué, por qué ese concepto, ósea, cómo juega
como herramienta ese concepto, entonces ahí es donde está la tensión, entre los
bonos del proceder porque si yo no tengo contacto con la población, no he
indagado, no me he puesto implicado ahí, no he visto con qué herramientas,
entonces es aquí donde esta una discusión muy fuerte: ¿qué va primero? ¿y qué
va después? Bueno, para nosotros todo concepto se convierte en pregunta, toda
idea previa que vamos teniendo tenemos que convertirla en pregunta, para que
entonces el juicio no sea el que se anteponga. Esta conversión en pregunta pues
nos lleva a la actitud de indagación, así los conceptos usados como herramientas
de indagación nos sirven como guías en esta conversión de volverlo instrumento
de exploración, estableciendo conexiones múltiples que producen ejercicio de
problematización, que yo ubicaría en dos vías: una desde los espacios en donde se
realizan los proyectos de investigación-intervención con una población específica
y la otra desde las propias lógicas instituidas/instituyentes que operan como
repertorio discursivo de quienes realizan la intervención educativa, los saberes
e imaginarios expresados en preocupaciones, intereses, expectativas, deseos y
apuestas de los proyectos que tienen los interventores -pero que también tiene la
población cuando uno está en el proceso de implicación con ellos- estas ambas
vías se ponen a revisión, por eso no podemos jugarnos con objetivos y propósitos,
porque esas ambiciones, esas expectativas, esos intereses, esas preocupaciones
en el proceso de intervención se ponen a revisión, tanto las que tiene el interventor
como las que la población proyecta en el proceso de intervención, todo el tiempo
se van a estar revisando, se van modificando; de esta manera, entonces esta
reedición de saberes provenientes de trayectos formativos previos -de la
población y de nosotros, por la experiencia en el quehacer- van tomando un juego
de reedición, y por eso el que interviene es intervenido.
Bueno, quisiera señalar, ya para cerrar, algo que nosotros hemos reconocido para
el registro de las experiencias para dar cuenta del devenir, que ya un poco lo había
dicho, tiene que ver con esto, pasa por lo biográfico, pero pasa también en la
reconstrucción de: ya no estamos haciendo una sistematización de como se hacía
en la investigación convencional, sino estamos reconociendo que lo que transita
(por eso decimos el despliegue) el despliegue se hace a través de mapas, de
trayectos, de hilos conductores para trabajar en fino los procesos de
acompañamiento en la formación en investigación e intervención y en el registro de
la experiencia de lo que fue intervenido; es por ello que la labor tutoral resulta ser
un enclave de formación junto con la grupalidad, ambas brindan condiciones de
descentramiento de lo personal y se despliega la escucha, se distingue el poder de
afectación: de afectar y ser afectado, el uso del cuerpo como analizador en el entre
cuerpos y con todo ello emana y se proyecta firmemente la intervención educativa.
Este modo de proceder resalta lo indefinido como potencia en términos sugeridos
por Deleuze, y aquí lo quiero traer a cuenta porque desde que se diseñó la LIE y
hemos andado corriendo transitando, en el país de un lugar a otro con lo de la
intervención, la pregunta era pero es que esto me genera mucha ansiedad, es que
defíname que es intervención, es que defina cuál es el camino que voy a seguir, y
justo Deleuze, tiene una frase sensacional (que yo uso ya ahora como herramienta)
de que parte de este devenir, del transitar, de hacer mapas, se puede definir porque
hay una travesía que no está puesta de ante mano, entonces hay una indefinición,
entonces la indefinición es un constitutivo de la intervención, y lo indefinido dice
Deleuze: al indefinido no le falta nada (no le falta nada) y sobre todo no le falta
determinación. Es la determinación del devenir su potencia propia, la potencia de
un impersonal, que no es de una generalidad, sino de una singularidad en el punto
más alto, alcanzando una zona en la que ya no podemos distinguir entre nosotros y
aquello, en lo que estamos convirtiéndonos. Y con esto yo cerraría la exposición.
(1:17:50)
Otro que podríamos llamar principio es: que producir experiencia entonces es hablar
del sujeto de la experiencia. Qué, cuál es el sujeto que construye la experiencia, no
la persona, el sujeto, ¿por qué el sujeto?, porque el sujeto está relacionado con los
otros, la subjetividad se constituye con lo social y lo social configura subjetividad,
esto es una parte clave como principio, por eso ya no podemos dividir -como se
intentó, bueno, como se hizo y operó en la LIE: la división de psico-social,
socioeducativo- porque el sujeto de la experiencia esta articulado en lo social con
lo subjetivo, en lo subjetivo están las marcas y las huellas de la impronta social,
político, económica que el sujeto frente a ese mundo trabaja un proceso de
subjetivación y lo constituye, lo constituye como determinante o lo constituye en la
posibilidad de pensar qué hacer con eso, cómo cambiarlo y hacia dónde; entonces
ese es otro principio.
Otro elemento que podría hacer como principio, pues justo tiene que ver en tratar
de abrirnos a reconstruir los trayectos formativos: cómo llegamos acá, por qué
llegamos acá, cómo me formé, quién me formó, qué marcas me dejaron, qué me
está significando ahora mi propio proceso de formación, qué decisiones tengo que
tomar. Es el sujeto de la decisión. Por eso el cierre era lo indecidible en tanto que a
partir de lo indecidible tienes que transitar a la decisión, que ese es otro de los
elementos.
¿Cómo nos hemos habilitado para escucharnos, para escribir, para hablar, para
circular nuestra palabra? Esa es la pregunta que hoy nos tendríamos que hacer
como UPN, pero además como una institución que sigue teniendo una impronta
muy fuerte a nivel nacional y que tenemos un potencial que no podemos echar a la
borda. Que tenemos que seguir en la resistencia yendo a contrapelo a la lógica
hegemónica que hace que los sujetos vivamos en climas absolutamente de
adversidad en los espacios escolares, en los espacios de la propia UPN y en los
espacios sociales. Tenemos un gran reto y tenemos la capacidad y la fuerza,
tenemos, nos conocemos todos sabemos de lo que somos capaces de hacer, pero
que también nosotros mismos nos imposibilitamos para hacerlo.
Entonces la invitación tiene ver con reconstruyamos esa fuerza y unamos nuestros
lazos para seguir resistiendo, construyendo espacios vitales para nuestra población
y para nosotros mismos.
Y bueno con esto cerramos, yo los invito… platicando ayer con las colegas del
MEXESPARG: el proyecto México, España, Argentina surgió en el encuentro de
dos personas Mariza Sánchiz Ruiz de España, que hoy ya no está con nosotros
porque falleció hace dos años y después fue creciendo y ahora somos 25
integrantes, donde están compañeros de las unidades UPN, compañeros de
España y de Argentina que hoy afortunadamente nos acompañaron la gran mayoría
(18 de ellos aquí en este congreso) fue intenso, pudimos compartir con ustedes todo
lo que han imaginado, no sé quiénes hayan estado en los espacios de la radio con
las chicas de Argentina -más tarde lo presentarán nuevamente- con los colegas de
España con todo el trabajo que han hecho en las comunidades, con los mismos
estudiantes de LIE de las maestrías, del doctorado que han hecho una invención
de la intervención, vamos viendo cómo hemos ido apuntalando todos esa potencial,
esa potencia. Y bueno yo quiero cerrar con una en memoria de Mariza Sánchiz,
les cuento la anécdota estando en 2010 en un congreso que organizamos en
España para justo mostrar las miradas contrapuestas de la intervención Educativa,
la pedagogía Social, la orientación educativa, íbamos en el auto, Mariza Sánchiz,
Silvia Satulowski, Margarita Rodríguez del Ajusco y yo, y Maritza puso un disco
donde todas juntas cantábamos y que hoy quiero que nos acompañen a coro,
invitándolos porque creo que nutre este potencial que como América Latina
sostenemos y que podremos dar, seguir dando la batalla.