You are on page 1of 32

DERECHO AGRARIO

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................. 3

EL OBJETO DEL DERECHO AGRARIO ...........................................................................................4

GENERALIDADES E IMPORTANCIA ..........................................................................................4

LA ACTIVIDAD AGRARIA EN EL OBJETO DEL DERECHO AGRARIO ................................ 7

LA IDENTIFICACION DEL OBJETO DEL DERECHO AGRARIO .......................................... 10

EFECTOS DE LA DETERMINACIÓN DEL OBJETO DEL DERECHO AGRARIO ............... 13

EL DERECHO AGRARIO Y LA UNIVERSALIZACION DE SU OBJETO............................... 14

EL OBJETO DEL DERECHO AGRARIO EN LA LEGISLACION AGRARIA COMPARADA


.......................................................................................................................................................... 16

FRANCIA .................................................................................................................................... 16

ITALIA.......................................................................................................................................... 16

COSTA RICA .............................................................................................................................. 17

ARGENTINA .............................................................................................................................. 18

URUGUAY .................................................................................................................................. 19

METODO DEL DERECHO AGRARIO ............................................................................................ 19

GENERALIDADES ......................................................................................................................... 19

EL METODO Y EL OBJETO NOCIONES ................................................................................. 20

EL MÉTODO EMPÍRICO DEDUCTIVO ................................................................................. 21

EL MÉTODO RACIONAL DEDUCTIVO ............................................................................... 21

EL EMPÍRICO DIALÉCTICO .................................................................................................... 21

LA VINCULACION DEL OBJETO Y EL METODO EN EL DERECHO AGRARIO ............. 22

CONTENIDO DEL DERECHO AGRARIO .................................................................................... 24

PREMISA ........................................................................................................................................ 24

LA AGRARIEDAD Y LA EXTENSION DEL CONTENIDO DEL DERECHO AGRARIO


PERUANO ..................................................................................................................................... 25

1
DERECHO AGRARIO

DEL ANALISIS........................................................................................................................... 25

CONTENIDO DEL DERECHO AGRARIO PERUANO EN LA UNICIDAD DE SU OBJETO


......................................................................................................................................................... 27

NOCIONES PRELIMINARES.................................................................................................. 27

LOS INSTITUTOS IUSAGRARIOS Y LA AGRARIEDAD .................................................... 28

CONCLUSIONES ............................................................................................................................... 31

REFERENCIAS ................................................................................................................................... 32

2
DERECHO AGRARIO

INTRODUCCIÓN

En el Perú la escaza difusión del conocimiento jurídico agrario ha carcomido el criterio


del legislador, gobernante, juez, abogado, político y de todo aquel que tiene que ver
con el que hacer de la agricultura y de su derecho propio. El operador del derecho
(agrario) ha olvidado que está obligado a usar adecuadamente no solo los conceptos
iusagrarios, sino el saber derecho propio de la agricultura, o mejor, la configuración
jurídica de la actividad agraria, que en sí, es la materia iusagraria, y la que emana en
la esencia del objeto del derecho agrario bajo el criterio biológico de la actividad
agraria, así, no solo podrá manejar nociones específicas como el fenómeno de la
actividad agraria, la propiedad agraria, la posesión agraria, la empresa agraria, el
empresario agrario, los contratos agrarios, etcétera, sino, estará familiarizado con
conceptos medulares como actividad agraria, agrariedad, ciclo biológico,
sostenibilidad, cultivo vegetal, crianza de animal, calidad productiva, agricultura,
objeto del derecho agrario, criterio biológico, lo agrario, consumo humano, fuerzas de
la naturaleza renovable, producción y productividad agrícola, calidad de vida, instituto
agroambiental, ambiente, derecho común, derecho especial, IUS PROPRIUM, tipicidad,
autonomía, lo civil, lo agrario, contaminación, productos agrarios, etcétera. La
frecuencia en la utilización de esta serie de conceptos está en ligazón con la
especialidad de la materia agraria.

3
DERECHO AGRARIO

EL OBJETO DEL DERECHO AGRARIO

GENERALIDADES E IMPORTANCIA

El objeto de estudio de la ciencia iusagraria, ha sido de prolífico estudio y análisis por


los cultores de la ciencia del derecho agrario (Carrozza, Massart, Zeledón), en una
serie de eventos jurídicos a nivel internacional y mundial, en particular por su
descubridor el profesor Antonio Carrozza, así, La Quinta y Séptima Mesa Redonda
Italo-Soviéticas realizadas en 1982 y 1989; el Congreso realizado en Pisa (Italia) en
junio de 1981, organizado por el jurista italiano Alfredo Massart para la Scuola
Superiore Santa Anna di Studi Universitari e Perfezionamento; el Congreso Europeo
de Derecho Agrario (Ferrara, 1983); el XVII Congreso del Comité Europeo de Derecho
Rural, en Interlakem (1994), en Florencia (Italia); el VIII Congreso Internacional de
Derecho Agrario (Buenos Aires-Salta, 1995), y otros eventos científico-doctrinarios no
menos significativos para el derecho agrario. Desde ya se advierte que la ciencia del
derecho agrario está en constante y adecuada construcción de su teoría general, al
igual que el desarrollo creciente de su contenido.

La Escuela Moderna del derecho agrario, que se alejó de las históricas y fecundas
Escuelas Clásicas —de la autonomía (Bolla) y de la especialidad (Arcangeli) —,
arranca en la década de los años 70 del siglo pasado, con la presencia de la
personalidad científica del profesor Antonio Carrozza, y de su trabajo de «La noción
de lo agrario (agrariedad) - Fundamento extensión», conocida también como la
«teoría de la agrariedad». Carrozza concibe la actividad agraria desde la óptica
metajurídica para dejarla demostrada y firme, en cuanto consiste «en el desarrollo de
un ciclo biológico, vegetal o animal, ligado directa o indirectamente al disfrute de las
fuerzas de los recursos naturales, el cual se resuelve económicamente en la
obtención de frutos, vegetales o animales, destinados al consumo directo, sea como
tales o bien previa una o múltiples transformaciones».

4
DERECHO AGRARIO

En consecuencia es desde la noción extrajurídica de lo agrario que se originan las


causas del objeto de la ciencia iusagraria, las que son manejadas con la presencia
racional del hombre —productor o empresario agrícola— creando actos, relaciones y
situaciones jurídicas sustantivas que ingresan al contenido normativo del derecho
agrario. Siendo así, toda actividad agraria es acto humano que aprovecha las fuerzas
abióticas de la naturaleza, para obtener elementos bióticos —vida vegetal o animal—
destinados al consumo humano. Al final de cuentas se trata de una actividad natural-
cultural.

La importancia ingénita del descubrimiento del objeto de la ciencia del derecho agrario
está en saber con firmeza y seguridad científica que derecho agrario no es derecho
civil u otra rama especial del Derecho. El objeto del derecho agrario, además tiene
una cualidad o condición de relevante significación: haber verificado y consolidado
desde sus orígenes —causas— que el derecho agrario es el ius proprium de la
agricultura. A esto se suma que la agrariedad opera de común denominador, para
saber axiomáticamente qué es y qué no es derecho agrario. La fecundidad de la
agrariedad enriquece el contenido del derecho agrario con la fortaleza de saber hasta
dónde puede y debe abarcar la extensión de sus fronteras. En definitiva allí donde
está la agrariedad está el derecho agrario. La naturaleza no se crea, se descubre.

Sin duda, a partir del objeto iusagrario se advierte un derecho agrario con un
contenido rico de agrariedad, la cual no es fácilmente modificable o alterable, porque
en ella está la naturaleza y la vida, regidas por leyes biológicas, las cuales son los
elementos constitutivos de la actividad agraria.

La importancia superlativa del descubrimiento del objeto del derecho agrario -para el
derecho agrario- radica esencialmente en:

a. La elaboración de su teoría general


b. La consolidación de su autonomía
c. El estudio de sus institutos
d. La elaboración de su normatividad especial
e. La enseñanza-aprendizaje e investigación universitaria
f. Todo cuanto planteamiento surja en materia agraria.

5
DERECHO AGRARIO

El derecho agrario peruano mantiene en su contenido la presencia de una vasta


normatividad, que genera crecientemente la especialidad del derecho agrario
peruano. Normatividad que está llena de agrariedad, aun cuando el legislador no esté
avisado sobre la nueva concepción de la actividad agraria, que aquí o en la China
nunca dejará de ser el desarrollo de un ciclo biológico de producción vegetal o animal
destinada al consumo humano e indisolublemente ligada a las fuerzas de los recursos
naturales renovables y a la capacidad creativa del hombre.

Lo notable de los trabajos de investigación especializados, verificados en materia


agraria, y desde luego, expuestos y sustentados en eventos que aglutinan a los más
conspicuos iusagraristas del mundo (Bolla, Carrozza, Germano, Massart, Galloni,
Bassanelli, Zeledón, Duque Corredor, Carrera, Brebbia, Vattier, Bailarín, Luna
Serrano, Sanz Jarque, etcétera), preocupados por la construcción progresiva de la
cientificidad del derecho agrario, con la natural influencia de la determinación del
objeto, la autonomía, la especialidad, el contenido, el fundamento y la extensión del
derecho agrario. En este contexto, lo extraordinario para el derecho agrario resultó el
descubrimiento de su objeto de estudio, el cual, con los antecedentes que tenemos
sobre el tratamiento de las actividades agrarias y la tipicidad del derecho agrario como
el ius proprium de la agricultura, resulta la piedra angular para cualquier trabajo
especializado.

De lo precedente podemos extraer dos preguntas de rigor: ¿Cuál es la importancia


de la identificación o determinación del objeto del derecho agrario? ¿En qué medida
la identificación del objeto del derecho agrario es el punto de partida para la
construcción de su teoría general, autonomía, método, contenido, fuentes, principios
especiales, especialidad, etcétera? Vamos a dar las respuestas conforme vayamos
avanzando sobre la concepción del objeto del derecho agrario, o adelantando
diremos, que la determinación del objeto del derecho agrario resuelve el problema de
la búsqueda incesante de su propia identidad en el mundo de las ciencias jurídicas,
Que al “haber resuelto una de las exigencias fundamentales del derecho agrario,
como de cualquier otra rama jurídica, la adecuada identificación de su objeto, pues
solo a partir de ahí puede iniciarse los verdaderos trabajos científicos para una
sistemática de la materia” (Zeledon, 1990, pág. 113).

6
DERECHO AGRARIO

Con la determinación del objeto se advierte que se ha resuelto un verdadero problema


teórico pero también práctico al señalar adecuadamente sus fronteras, es decir, poder
llegar a determinar con nivel de certeza la agrariedad que funciona en el mundo del
derecho agrario como el común denominador para determinar qué es y qué no es
derecho agrario. Ello significa no solo saber cuándo se está, o no, en presencia de lo
agrario, sino, sobre todo hasta dónde llega la extensión de lo agrario, concretamente
significa llegar a fijar la individualidad de la disciplina jurídica de la agricultura. “Esto
reviste la máxima importancia para la sistemática del derecho agrario pues la
determinación del objeto significa llegar a descubrir su verdadera esencia, alcanzar el
ius proprium de la materia” (Zeledon, 1990, pág. 127).

Si así es, el derecho civil (comercial u otra disciplina jurídica) se ha alejado


definitivamente de cualquier equiparación o confusión con el derecho agrario. La
naturaleza de la materia determina e identifica el objeto de una disciplina jurídica, así
ocurre con la materia del derecho agrario, que es única.

LA ACTIVIDAD AGRARIA EN EL OBJETO DEL DERECHO AGRARIO

Bajo el rubro que precede pasemos a determinar o fijar la inescindible relación


existente entre la actividad agraria con el objeto de la ciencia del derecho agrario, al
extremo que en el objeto vive la actividad agraria, bajo un criterio biológico; veamos:

A. Con los planteamientos que contiene la fecunda argumentación que contiene


la teoría de la agrariedad sobre el hallazgo del objeto iusagrario por el italiano
Carrozza, nace lo que se ha venido en denominar según el profesor Zeledón,
la moderna —mejor denominada «contemporánea»— escuela del derecho
agrario, que se apoya en la certeza científica que contiene dicha teoría. La
identificación del objeto de la ciencia del derecho agrario invariablemente
conduce a la construcción de su teoría general y a enriquecer su contenido
normativo sobre nuevas bases más seguras, tomadas desde el objeto del
derecho agrario que ha generado una nueva configuración de la actividad
agraria fundada en un criterio biológico. Caen así todos los objetos que se le
atribuyeron al derecho agrario, el fundo rústico, la propiedad agraria o la
empresa agraria, la reforma agraria, los contratos agrarios. El propio

7
DERECHO AGRARIO

razonamiento lógico jurídico enseña que el objeto de la ciencia del derecho


agrario, no podía sor el fundo, la propiedad agraria, la empresa agraria, la
reforma agraria n: los contratos agrarios, pues estos son importantes institutos
del derecho agrario (llenan su contenido) y carecen de validez científica, de
unicidad y de generalidad como objeto.

B. En consecuencia, individualizado sin mayor fluctuación el derecho agrario, a


través de su objeto corno derecho propio de la agricultura, «debe excluirse
definitivamente como objeto de la materia el fundo agrario, la empresa agraria,
la propiedad agraria, la reforma agraria, y en fin, todos esos calificativos usados
por autores más preocupados por llevar adelante la disciplina. Porque
evidentemente ninguno de los institutos referidos constituye el objeto, porque
éste debe ser el común denominador de los institutos, y no un instituto
específico» (Zeledon, 1990, pág. 140).
Las evidencias que contienen estas afirmaciones establecen que el objeto del
derecho agrario ya no es como antaño, que fundamentaba su objeto en el
fundo, la propiedad o la empresa agraria. Así, el derecho agrario resultaba uno
de los saberes jurídicos de cierta afinidad con el derecho civil, porque provenía
de él; hoy, con el hallazgo científico del objeto iusagrario, esa afinidad no existe
o resulta inmensamente disímil. Es decir, lo civil y lo agrario se excluyen por la
propia naturaleza de la materia que estudian y regulan ambos derechos.

C. En lo que respecta a la agricultura sin tierra que contiene la teoría de la


agrariedad de Carrozza;

De ninguna manera pretende afirmar la sola existencia de una


agricultura sin tierra, toda vez que la agricultura territorial continua
obviamente siendo la principal, el medio de que habitualmente se vale
el agricultor para el desarrollo del ciclo biológico que culmina con la
obtención de los frutos (Brebbia, 2000, pág. 175).

D. La teoría de la agrariedad no solo ha fijado con gran solvencia científica el


objeto del derecho agrario, sino ha determinado con firmeza su individualidad
e identidad en el inmenso universo de las ciencias jurídicas, consolida además,

8
DERECHO AGRARIO

su autonomía científica, didáctica y legislativa. De tal suerte que la agrariedad


configura la intensidad de su firmeza científica en el elemento general y
aglutinante de todo lo agrario al operar de común denominador para saber qué
es y qué no es derecho agrario

E. De lo que resulta que el conocimiento científico del saber jurídico agrario se


promueve desde la determinación de su objeto, en él anida la materia típica,
propia e inconfundible en la concepción universal del desarrollo de un ciclo
biológico productivo vegetal o animal ligado a las fuerzas de los recursos
naturales renovables, con la concurrencia del acto humano creativo y racional,
proyectado estimativamente a la alimentación diaria del hombre. En
consecuencia saber y comprender la operatividad científica y jurídica del objeto
del derecho agrario es, conocer definitivamente los fundamentos y extensión
del derecho agrario. Parece oportuno aclarar que el concepto «desarrollo» que
se utiliza en la definición científica de la actividad agraria está referido, no al
ciclo biológico en sí mismo o a una de sus fases necesarias en el proceso
productivo, sino al ser viviente vegetal o animal, al que el ciclo de vida se
refiere, como a todo ser vivo que proviene de un germen (omne vivum ex ovo).

En suma, la actividad agraria es actividad cultural de explotación racional, ambiental


productiva de seres vivos vegetales o animales para su ciclo entero o para una fase
necesaria del mismo. El énfasis que le asigna la agrariedad al derecho agrario señala
los límites del ámbito de su contenido o la extensión de sus fronteras frente al derecho
civil y a su codificación. Aseverado es que son tan ciertas como que el derecho agrario
es propio de la agricultura. La agrariedad afianza definitivamente la individualidad
típica de la disciplina jurídica de la agricultura frente al derecho civil.

9
DERECHO AGRARIO

LA IDENTIFICACION DEL OBJETO DEL DERECHO AGRARIO

No existe una clasificación jurídica del Derecho que evidencie su objeto de estudio
con tanta validez científica, unicidad y generalidad como el derecho agrario.

En la década de los 70, del siglo pasado, Antonio Carrozza da a conocer su trabajo
Noción de lo agrario (agrariedad) - Fundamento y extensión llamada también teoría
de la agrariedad, basada en el ciclo biológico de la actividad agraria. Teoría que fue
provocada -lo reconoce el propio autor- por la «chispa» científica hurgada por los
profesores argentinos Rodolfo R. Carrera y Andrés Ringuelet, en cuanto afirmaban
que la actividad agraria es vida y naturaleza, lo que significó para Carrozza, hacer
fuego de aquella chispa, para dar el paso siguiente: ingresar al mundo científico el
conocimiento iusagrario, marcando el inicio de la efectiva construcción creciente de
su teoría general.

La identificación del objeto del derecho agrario fue perentoria y se constituyó en la


piedra angular para definir su individualidad jurídica, autonomía y especialidad.
Advierte el gran maestro italiano un cambio de método, pues la autonomía ya no se
fundaría en la identificación de principios, sino en la existencia de institutos propios,
es decir, son los institutos —ya consagrados o incorporados en el Código o en la
legislación— susceptibles de ser agrupados a través de ese común denominador.
Carrozza daba cuenta de que no existía texto legal que definiera una noción
fundamental de lo que es la agricultura; no debe olvidarse —advertía también— que
todos los códigos fueron elaborados a imagen y semejanza del napoleónico, y que el
derecho de la agricultura era identificado con el derecho civil, considerándose por la
doctrina como el modo de gozar y utilizar una serie de bienes, principalmente la tierra,
para lo cual no eran necesarias reglas particulares.

El profesor Carrozza después de comentar sobre la imposibilidad de exponer un


criterio de agrariedad a través de la legislación o una noción que obtenga validez
general, se ve obligado a buscar una noción extrajurídica de la actividad agraria. Del
vasto estudio analítico que contiene su teoría nos entrega en síntesis la concepción
de la agrariedad que anida en el objeto iusagrario, considerando en su más íntima
esencia la actividad agraria como;

10
DERECHO AGRARIO

el desarrollo de un ciclo biológico, vegetal o animal, ligado directa o


indirectamente al disfrute de las fuerzas y de los recursos naturales la que se
resuelve económicamente en la obtención de frutos -vegetales o animales-
destinados al consumo directo o bien previa una o más transformaciones
(Carroza, 2001, págs. 135-158).

Esta es actividad humana interrelacionada con el desarrollo de un ciclo biológico


vegetal o animal y la unión inseparable con las fuerzas de la naturaleza renovable
(tierra, lluvia, agua, clima, piso ecológico, vientos, presión atmosférica, energía solar,
etcétera), elementos absolutamente ajenos al derecho civil y a su codificación. He
aquí la materia agraria que diferencia y a la vez individualiza al derecho agrario como
el ius proprium de la agricultura frente al derecho civil y, desde luego, a las demás
ramas especiales del Derecho.

Al respecto, aludiendo a la doctrina que informa el objeto del derecho agrario se


asevera que su descubrimiento es el arranque de la Escuela del actual
(contemporánea) derecho agrario liderado por el insigne iusagrarista de nota mundial,
el profesor Antonio Carrozza. Hito que marcó la actualidad de la ciencia iusagraria,
que se produjo solo al año del hecho de la muerte de Bolla, padre mundial del derecho
agrario. El hallazgo del objeto de la ciencia del derecho agrario, consiste en haber
verificado las causas u orígenes de la afirmación que el derecho agrario es el ius
proprium de la agricultura con la presencia de la agrariedad en su esencia. Se produjo
la continuidad entre maestro y discípulo, pues fue afirmación intuida o percibida por
Bolla, pero verificada y revelada en sus causas por su más preclaro discípulo y
científico del derecho agrario, el profesor Carrozza. No se trata de una respuesta
basada solo en el tecnicismo propio de la actividad agraria, sino, de una línea
argumental conducente a la construcción de la individualidad jurídica de la ciencia del
derecho agrario y de establecer un criterio concreto de agrariedad, que anida en el
objeto del derecho agrario, advirtiendo que el objeto ya no es el fundo rústico —
impulsado por Bolla—, ni el criterio fundiario, ni la propiedad agraria, menos la
empresa agraria, dándose paso a una agricultura no fúndiaria, bajo los fundamentos
del criterio biológico de la actividad agraria, que genera la fecundidad creciente de la
teoría general, institutos y sistema normativo del derecho agrario.

11
DERECHO AGRARIO

Desde luego la teoría biológica propuesta por Carrozza, no pretende aseverar ni


insinuar que la agricultura prescindiendo del factor tierra sea la única, esto no es así,
toda vez que la agricultura utilizando la tierra es y será siempre la primordial actividad
económica y productiva, la que utilizando permanentemente los recursos naturales
renovables está ligada al cultivador o criador. Es en la tierra agraria que se genera el
fenómeno natural del desarrollo de aquel ciclo biológico de producción vegetal o
animal. En suma, la actividad agraria en el criterio biológico vive invariablemente en
el sustrato del objeto del derecho agrario.

Sin duda, el método propuesto para el estudio del derecho agrario instituto por
instituto (Carrozza), tiene la preeminencia de estar informado de la agrariedad, por
ejemplo, la propiedad agraria y los demás institutos ius reales. De tal modo que la
fijación certera del contenido típico del agrario es a través de la agrariedad, la que
funciona —se ha dicho— como el común denominador para calificar e identificar qué
es y qué no es derecho agrario, es más, conduce a saber con exactitud axiomática
hasta donde llegan las fronteras del derecho agrario.

Con ocasión del VI Congreso Internacional de Derecho Agrario, llevado a cabo en


Rosario (Argentina, 1994), se recordaba que «en los años 40 el fundo rústico era en
la realidad económica de la época el elemento fundamental de la hacienda agrícola,
el factor productivo esencial, y todo “rotaba en tomo a él”, desconociéndose toda otra
forma de producción agraria de lo que resulta que el derecho agrario era concebido
como “el derecho de la empresa agraria” ejercida sobre el fundo agrícola, y más tarde
esta actividad y aquella concepción cambia, y es “puesta en crisis” la centralidad de
la tierra individualizándose entonces el ciclo biológico como elemento discriminante
de todo lo que es o no es agrario» (Germano, 2001, pág. 2).

Si bien Carrozza lamentaba «que no existía una norma legal que defina la actividad
agraria». Hoy, ese lamento no existe, porque es toda una realidad la recepción
normativa comparada de su teoría de la agrariedad comenzando por la sustitución del
artículo 2135 del Código Civil italiano, en el cual se acoge ampliamente la concepción
de agrariedad que anida en el objeto iusagrario.

12
DERECHO AGRARIO

El extraordinario descubrimiento del objeto del derecho agrario es haber resuelto la


autonomía y especialidad de los sistemas científico y normativo agrarios, verificados
desde las causas surgidas del mejor laboratorio del derecho agrario, la actividad
agraria, la que ha generado el efecto axiomático de que el derecho agrario es el ius
proprium de la agricultura, con la certeza que solo la ciencia otorga.

EFECTOS DE LA DETERMINACIÓN DEL OBJETO DEL DERECHO AGRARIO

El descubrimiento del objeto de la ciencia del derecho agrario ha generado los efectos
siguientes:

A. El hallazgo de las causas que fundamentan lo agrario -agrariedad-, que dio


el paso definitivo para consolidar axiomáticamente las palabras de Bolla,
en cuanto el derecho agrario es el ius proprium de la agricultura.

B. Transforma el modo de tipificar los institutos iusagrarios, haciéndolos más


propios o típicos del derecho agrario, como ocurre con la propiedad agraria,
empresa agraria, contratos agrarios, etcétera.

C. Genera la impredecible extensión de lo agrario en la creciente elaboración


y reelaboración de su teoría general y contenido normativo especial. Propio
de un derecho nuevo —ius novum— en permanente evolución.

D. Transforma la didáctica superior sobre la materia, obligando su revisión y


adecuación permanente a los logros científicos, normativos y
jurisprudenciales, desde la perspectiva del objeto iusagrario. Cuya
actualización está en relación con el sílabo, instrumento académico de
manejo permanente en la enseñanza superior de la ciencia del derecho
agrario.

E. Despeja toda confusión entre el derecho civil y el agrario, para afirmar con
firmeza, que derecho agrario no es derecho civil o que los derechos reales
agrarios no son derechos reales civiles, que empresa agraria no es
empresa comercial, que propiedad agraria no es civil, etcétera.

13
DERECHO AGRARIO

F. Revela que el corpus de la actividad agraria productiva no tiene paralelo


alguno con otras actividades económicas.

G. Genera con solidez científica que la materia agraria no es materia civil. En


fin, que derecho agrario no es derecho civil.

A modo de corolario podemos decir que el descubrimiento del objeto del derecho
agrario demuestra y confirma que la materia agraria es inconfundible e incompatible
con la civil u otra. Ella es propia, típica, autónoma y especial del derecho agrario. De
tal manera resulta que la operatividad de la agrariedad en el mundo del derecho
agrario es la más adecuada o idónea para identificar si estamos o no frente al derecho
agrario, para saber cuándo estamos o no ante un producto agrícola, por cuanto se
puede dar la confusión con otros productos, como los resultados de la actividad
industrial. En fin, saber qué es y qué no es derecho agrario, es la enseñanza metódica
para determinar, ¿cuándo estamos frente a la propiedad civil o agraria?, si la
propiedad está ínsitamente revestida de agrariedad, sin duda, es propiedad agraria,
de lo contrario será otra forma de propiedad, pero no agraria.

La agrariedad no se presta a especulaciones, confusiones ni fluctuaciones o


vacilaciones, pues en ella habita la realidad fáctica o real que encierra la actividad
agraria. «Ninguna de las limitaciones al criterio biológico sugerida por distintos autores
ha podido conmover esa apreciación, además, estas limitaciones en el fondo importan
la admisión de este criterio, pues necesariamente parten de él para limitarlo, en sus
consecuencias». Para nosotros la ubicación del derecho agrario en el universo de la
ciencia del Derecho, se determina e identifica axiomáticamente con la utilización de
la directriz que expresa: donde está la agrariedad está el derecho agrario.

EL DERECHO AGRARIO Y LA UNIVERSALIZACION DE SU OBJETO

El objeto del derecho agrario irradia su influencia (en la unidad de su validez científica
y en su generalidad) a todo espacio donde se desarrolla el conocimiento jurídico
agrario. De la misma manera y con el mismo significado se debe afirmar que el objeto
del derecho agrario ostenta unicidad, es decir, es uno solo llámese derecho agrario

14
DERECHO AGRARIO

peruano o derecho agrario chino. El conocimiento científico tiene el atributo de ser


universal y general. De lo que resulta inadmisible la existencia de derechos agrarios
con objetos distintos, porque éstos disiparían su cientificidad.

La determinación del objeto adquiere gran importancia para la ciencia del derecho
agrario, en cuanto responde a la cuestión práctica de saber ¿qué es derecho agrario
y qué no es derecho agrario? Es decir, se puede distinguir a través de la agrariedad
y con toda nitidez y validez cuáles son los límites o las fronteras del derecho agrario;
permitiendo identificar fácilmente las relaciones y situaciones jurídicas agrarias. En
consecuencia la actividad agraria, en su concepción biológica, gravita en la
universalidad del objeto del derecho agrario como toda una realidad concreta que
irradia su invariable unicidad.

Existe la unidad del objeto «porque no pueden existir diferentes objetos en diferentes
ordenamientos jurídicos, como tampoco diferentes objetos en diferentes épocas
históricas, pues ello podría generar el error -algunas veces cometido- de aceptar
existentes tantos derechos agrarios como diferentes ordenamientos jurídicos»
(Zeledon, 1990, pág. 141).
Lo antedicho no admite oscilaciones, toda vez que «como todas las ciencias tampoco
la joven ciencia del derecho agrario sufre las distancias de la geografía, no conoce
las limitaciones de las fronteras. Las diferencias que podemos encontrar en los
mismos de hechos positivos (debido a la influencia ejercida por los factores locales y
por los elementos particulares de cultura, de costumbre, de lengua, etcétera), no
deberían obstaculizar la formación y difusión de un país a otro de una teoría general
del derecho agrario» (Carroza, 2001, págs. 185-215). El derecho agrario peruano
participa plenamente de estas aseveraciones.

15
DERECHO AGRARIO

EL OBJETO DEL DERECHO AGRARIO EN LA LEGISLACION AGRARIA


COMPARADA

El objeto del derecho agrario, en el cual se ubica inmanente el fenómeno biológico de


producción vegetal o animal destinado al consumo, ha pisado a su expreso
reconocimiento normativo en la legislación del derecho agrario comparado, veamos:

FRANCIA

La ley N° 88, de 10 de diciembre de 1998, de Orientación Agraria, establece en su


artículo 2o, lo siguiente: «Son consideradas agrarias todas las actividades relativas al
control y a la explotador de un ciclo biológico de carácter vegetal o animal, que
constituyen una o varias de las etapas necesarias para su desarrollo, así como las
actividades desarrolladas por un productor agrario cuando constituyan una
prolongación del acto de producción o que tienen como soporte de su explotación».
Se trata de una definición legal de la agrariedad que incorpora expresamente el objeto
del derecho agrario, cuando dicha norma regula la actividad agraria principal
refiriendo a «... la explotación de un ciclo biológico de carácter vegetal o animal...».
Luego regula las actividades agrarias conexas señalando: «... así como las
actividades desarrolladas por un productor agrario cuando constituyan una
prolongación del acto de producción...». Utiliza los conceptos propios de la agrariedad
al indicar «...un ciclo biológico de carácter vegetal o animal...», que desde luego
implica el disfrute de las fuerzas de los recursos naturales renovables.

ITALIA

Otra definición legal que se adopta el criterio biológico de la agrariedad, se encuentra


en el Derecho italiano, allí, donde florece e irradia la concepción universal de la ciencia
del moderno derecho agrario con ocasión de la sustitución del artículo 2135 del
Código Civil de 1942 introducida por el Decreto Legislativo de 18 de mayo de 2001,
N° 228 Norma Sectorial de Orientación y Modernización de la Agricultura. La norma
en mención se elabora siguiendo la teoría de Carrozza, en cuanto define al
empresario agrario como aquel que realiza la actividad agraria entendida como
cuidado y desarrollo de un ciclo biológico; en efecto, el aparta o primero, del sustituido
artículo 2135, del Código en mención, nos trae la definición legal del empresario

16
DERECHO AGRARIO

agrícola, y al mismo momento, define las actividades agrarias principales y conexas,


en los términos siguientes:

«Artículo 2135 (empresario agrícola). Es empresario agrícola quien


ejercita una de las siguientes actividades: cultivo del fundo, silvicultura, crianza
de animales y actividades conexas. El cultivo de fundo, por silvicultura y por
crianza de animales se entienden las actividades dirigidas al cuidado y al
desarrollo de un ciclo biológico, o de una fase necesaria del ciclo mismo, de
carácter vegetal o animal, que utilizan o pueden utilizar el fundo, el bosque, o
las aguas dulces, salubres o marinas. Se entienden igualmente conexas las
actividades, ejercidas por el mismo empresario agrícola, dirigida a la
manipulación, conservación, transformación, comercialización y valoración que
tengan por objeto productos obtenidos prevalentemente de aparejos o recursos
de la hacienda normalmente empleados en la actividad agrícola ejercida entre
ellas comprendidas las actividades de valorización del territorio y del patrimonio
rural y forestal, o también de recepción y hospitalidad como las define la ley»
(Sanchez Hernandez, 2001, pág. 195).

El precepto contiene la configuración de la actividad agraria en armonía con los


elementos centrales de a agrariedad; así, refiere al «desarrollo de un ciclo biológico»
y emplea los conceptos «vegetal o animal», a diferencia de la primigenia redacción
del artículo 2135 del Código Civil italiano, que utilizaba el concepto «ganado», que
resultaba muy restrictivo frente al criterio de expansión de la actividad agraria de hoy.

COSTA RICA

En el derecho agrario costarricense ha quedado incorporada con gran nitidez la teoría


del ciclo biológico en el Reglamento que desarrolla la Ley de Uso, Manejo y
Conservación del Suelo, n° 29373, de 2000. Cuando en su artículo 6 define la
actividad agraria como la consistente en el «desarrollo de un ciclo biológico, vegetal
o animal, ligado directamente al disfrute de las fuerzas y recursos naturales, que se
traduce económicamente en la obtención de productos vegetales o animales,
destinados al consumo directo o sus transformaciones». Aquí vemos la influencia
nítida del objeto del derecho agrario desarrollado por el profesor Carrozza. Se trata

17
DERECHO AGRARIO

de la definición de actividad agraria elevada a la categoría de norma jurídica en


consonancia con el ciclo biológico productivo que propugna la teoría de la agrariedad.
Cabe recordar que la actividad agraria aquí o en cualquier parte de la geografía
mundial, con tierra o sin ella, siempre será el desarropo de un ciclo biológico vegetal
o animal, y fue Carrozza, quien se encargó de descubrir, lo que siempre existió
ínsitamente en las actividades agrarias, como el modo normal de ejercer la
agricultura, por el hombre.

ARGENTINA

En el derecho agrario argentino el anteproyecto de Código Agrario para la Provincia


de Santa Fe, redactado por el distinguido profesor Femando Brebbia, presentado a la
Legislatura de la Provincia de Santa Fe (1993), en el tratamiento de modificación del
Código Rural que todavía data de 1901, propone una definición adecuada o en
armonía con la concepción biológica de la actividad agraria, como persuade de su
Título Preliminar, en los términos siguientes: «Se entiende por actividad productiva
agraria, a la industria genética consistente en el desarrollo de un ciclo biológico,
vegetal o animal, ligado directa o indirectamente al disfrute de las fuerzas o recursos
naturales que se resuelven económicamente en la obtención de frutos destinados al
consumo directo o previa a una o múltiples transformaciones, o a su comercialización
cuando resulte del ejercicio normal de la agricultura. Ella consiste en el cultivo de
vegetales, comprendida la silvicultura, la cría, mejora o invernada de toda especie
animal y las actividades conexas, cualquiera fuera el lugar donde la misma se realiza
el medio o procedimiento utilizado para obtenerla» (Sanchez Hernandez, 2001, págs.
163-164).

Se advierte, en la definición, el reconocimiento y la adherencia a la concepción


agrobiológica de la actividad agraria, patentizada en la agrariedad de Carrozza, en
cuanto expresamente alude «... al desarrollo de un ciclo biológico vegetal o animal...»
y luego al «... disfrute de las fuerzas o recursos naturales que se resuelven
económicamente en la obtención de frutos…».

18
DERECHO AGRARIO

URUGUAY

El 21 de mayo de 2004 el Poder Ejecutivo de la República de Uruguay promulgó la


«Ley de las Sociedades Agrarias y los Contratos Agrarios Colectivos y de Integración»
N° 17777, conjunto normativo agrario que en su artículo 3o alcanza la definición legal
de las actividades agrarias, en los términos siguientes:

«Artículo 3o. A los efectos de esta ley, se reputan agrarias las


actividades destinadas a la producción animal o vegetal y sus frutos con el fin
de su comercialización o industria, así como también las de manejo y uso con
fines productivos de los recursos naturales renovables.
Se consideran comprendidas en ella, las actividades realizadas por los
productores rurales de manera directamente conexas o prolongación de sus
actos e producción o servicios».

Se trata de una definición legal que acoge la agrariedad de Carrozza, en cuanto alude
expresamente a la producción animal o vegetal. Debe apreciarse que la sola
utilización de la palabra «animal», ha cambiado, con tanta riqueza, el contenido del
derecho agrario o el ámbito de su extensión científica, normativa y jurisdiccional.

METODO DEL DERECHO AGRARIO

GENERALIDADES

Hemos dejado establecido en armonía con la mejor doctrina iusagraria que el objeto
del derecho agrario con plena solidez científica y generalidad está identificado en la
actividad agraria productiva. Lo que quiere decir que existe identidad entre el objeto
del derecho agrario y la agrariedad y de ésta con las actividades agrarias en general,
incluidas las agrarias-conexas.

Entendemos, que sin la determinación precisa del objeto de estudio del derecho
agrario, toda labor de estudio e investigación resultara sin contenido científico o
acientífico, desde luego, en esta misma medida resultaría inexistente el método
empleado, toda vez que la operatividad del método debe ser adecuada a la naturaleza

19
DERECHO AGRARIO

del objeto de investigación de la materia agraria, «no debe olvidarse las precisiones
verificadas anteriormente, no solo en cuanto a sus implicancias, sino principalmente
en todo lo referido al método científico indispensable de utilizar en la disciplina, pues
a una determinada identificación del objeto deberá corresponder otra de escogencia
en el tema del método» (Zeledon, 1990, pág. 113).

Lo antedicho enseña además «que una vez precisado el objeto del derecho agrario
también corresponde escoger y determinar el método adecuado para su estudio». La
elección del método idóneo para el estudio del objeto fijado o identificado resulta de
mucha relevancia para la ciencia ius agraria, en cuanto deben excluirse como objeto
del derecho agrario y en forma concluyente los otros (objetos-institutos) insinuados
tradicionalmente, que no son el objeto iusagrario, cono los denominados institutos,
por ejemplo, la propiedad agraria, la empresa agraria, el fundo agrario, etcétera, sino,
como siempre los hemos tratado y como registra la mejor doctrina agrarística, es
decir, como institutos jurídicos involucrados en el contenido del derecho agrario.

EL METODO Y EL OBJETO NOCIONES

En lo que respecta a los métodos para el acceso al conocimiento de los diversos


objetos, antes mencionados, no admite un método uniforme, único, como alguna vez
se ha sostenido. Por el contrario, cada objeto, según su situación en las distintas
ontologías regionales, exige un método de conocimiento especial, concordante con la
naturaleza del objeto al cual apunta.

Si se compendia la pluralidad de métodos que la metodología informa, métodos


atendiendo a la especial naturaleza y característica de los diversos objetos que
pueden establecer su conocimiento, los métodos pueden ser:

20
DERECHO AGRARIO

EL MÉTODO EMPÍRICO DEDUCTIVO

Para el conocimiento de los objetos reales -naturaleza físico-psíquica-, que


permite mediante la experimentación de casos particulares inducir de las
conclusiones pertinentes, principios cada vez más generales hasta llegar al
conocimiento de los caracteres universales de ese tipo de objeto (leyes
naturales).

EL MÉTODO RACIONAL DEDUCTIVO

Los objetos ideales requieren de este método, en virtud del cual la razón
establece a priori ciertas verdades extraídas de su propia naturaleza y se
imponen a ella con una evidencia que excluye la necesidad de su
comprobación: son las verdades de razón los axiomas, los postulados, los
principios fundamentales de la lógica como el de identidad, el de contradicción,
el tercero excluido, etcétera. Es de recordar que el método racional deductivo
se vale del silogismo, como instrumento lógico en el proceso de la deducción.

EL EMPÍRICO DIALÉCTICO

Los objetos culturales en correspondencia con su naturaleza requieren un


método especial: el empírico dialéctico, único hábil para captar el sentido o
valor en que esencialmente consisten (Molina, 1990, pág. 613).

Hecha la aprehensión cognitiva de las nociones generales sobre el objeto de estudio


de una determinada ciencia, veamos ahora -con especificidad- lo correspondiente al
objeto de la ciencia del derecho agrario. Desde luego sin descartar los métodos
descritos, con la correspondencia de que el método -enseña la metodología y la
práctica investigativas- debe adaptarse a la naturaleza del objeto de investigación, el
cual no puede prescindirse, aun faltando el método.

21
DERECHO AGRARIO

LA VINCULACION DEL OBJETO Y EL METODO EN EL DERECHO AGRARIO

A. Una aproximación al estudio del objeto sin esclarecer los cuestionamientos del
método podría trascender en un error científico. Es obvio afirmar que cada objeto
de un determinado conocimiento científico debe ser tratado con un método que se
adecúe a su naturaleza, con lo que deben quedar unidos el objeto y el método en
el estudio e investigación de un determinado objeto. Desde este punto de vista se
puede definir el método como el conjunto de procedimientos y reglas a que debe
ajustarse el sujeto cognoscente para desentrañar la esencia de una cuestión que
desconoce, lo que se traducirá en una exposición, demostración y sistematización
fundada en hechos probados o razones lógicas.

B. Cada ciencia o grupo de ellas dispone de sus propios métodos que se adecuan a
la naturaleza de su objeto. En este entender el profesor Zeledón, aconseja para el
estudio del objeto de la ciencia del derecho agrario, el método que más se adapta
es la estructura tridimensional del Derecho, o como bien lo explica el mismo
profesor, «que la elección del método correcto es de la misma importancia. Un
mismo objeto considerado desde la óptica del ius naturalismo, del positivismo, o
desde un punto de vista valorativo puede ofrecer tres imágenes distintas. En este
sentido una visión tridimensionalista» (Zeledon, Sistematica del Derecho Agrario,
2002, pág. 141).
El tridimensionalismo jurídico nos ofrece mejores posibilidades para apreciar
correctamente el objeto del derecho agrario, pues cualquier objeto jurídico tiene
tres importantes dimensiones (hecho, valor y norma), tres aspectos del mismo
objeto de conocimiento. El método debe ser el adecuado, es decir, conviene
utilizar un método que sea fáctico, axiológico y jurídico a la vez, que se adapte
amplia y nítidamente al estudio del objeto iusagrario. De tal suerte que la utilización
de la estructura tridimensional del Derecho, como método para el estudio del
objeto, sea fecunda y la más adecuada.

C. En el conocimiento científico, el objeto se desdobla en dos: uno el objeto material,


en el cual se sitúa la actividad agraria, bajo el criterio biológico de producción de
bienes vegetales y animales en ligamen directo con las fuerzas de la naturaleza y
las acciones productivas del hombre, es decir, aquí la materia iusagraria se ubica,

22
DERECHO AGRARIO

con una extraordinaria tipicidad que no se presta a confusiones con los objetos de
estudio de otras disciplinas jurídicas; y dos, el objeto formal en el que se ubica la
norma especial o el conjunto normativo agrario especial. En la doctrina sobre el
objeto del derecho agrario y del método adecuado, la estructura tridimensional de
la ciencia jurídica, es la más ajustada a las realidades que presenta el objeto
concreto vinculado a la actividad agraria y las fuerzas de los recursos naturales
renovables (no pueden escindirse), de manera que «vinculando objeto y método,
la actividad agraria siendo hecho y norma, cebe ser analizada fáctica y
normativamente, y su fin axiológicamente, que la determinación del objeto y de su
método, va a facilitar la elaboración adecuada de su concepto así como de todas
las otras exigencias necesarias para la construcción sistemática del derecho
agrario, porque los fundamentos de cualquier construcción científica debe
necesariamente partir del objeto y el método de la disciplina, a partir de donde se
desarrollarán todos los demás fundamentos».

D. Ya se mencionó que una vez identificado el objeto de la ciencia iusagraria, y


establecido el método adecuado para su identificación, debe eliminarse
concluyentemente lo que sin ningún contenido científico se ha venido conociendo
como objetos de nuestra disciplina: «el fundo», «la propiedad agraria», «la
empresa agraria», «los recursos naturales renovables», «la reforma agraria», u
otro. Ninguno de estos conceptos es objeto de la ciencia del derecho agrario, sino,
institutos jurídicos involucrados en el contenido del derecho agrario e informados
en esencia por la agrariedad.

E. En todo trabajo investigativo o en la determinación del objeto material de una


disciplina jurídica es requisito sine qua non aproximarse al método adecuado o
idóneo al objeto de estudio, con el propósito de lograr su plena y eficaz
identificación, es decir, «para comprender mejor la dimensión de cómo acercarse
en forma correcta al objeto y lograr identificarlo eficientemente resulta necesario
establecer las vinculaciones entre objeto y método. Uno y otro -objeto y método-
son dos manifestaciones de un mismo fenómeno, conformadores de una sola
unidad coherente. El derecho se descompone en tres aspectos: uno normativo en
tanto ordenamiento, otro fáctico como realidad social e histórica, y un tercero
axiológico como valor. De ahí la conveniencia de utilizar un método tridimensional

23
DERECHO AGRARIO

susceptible de analizar el objeto desde el punto de vista normativo, fáctico y


axiológico -asimismo se explica- que, Como el objeto y el método constituyen un
canal de doble vía la agrariedad ha de encontrarse tanto en el objeto material-
hechos como en el sustrato del objeto formal. Como los institutos se encuentran
conformados por hechos, normas y valores, la conformación del sistema solo
podrá lograrse a través de un método tridimensional». El método y el objeto son
el binomio imprescindible para toda investigación científica. La identificación del
objeto de estudio de una disciplina jurídica, a nuestro juicio, resulta el requisito
sine qua non, el método debe adecuarse al objeto de investigación. En una
investigación puede faltar el método pero no el objeto de estudio, el acercamiento
del método para el estudio del objeto estará en armonía a la naturaleza de éste.

CONTENIDO DEL DERECHO AGRARIO

PREMISA

El objeto del derecho agrario no solo sirve para delimitar concluyentemente la


extensión del contenido del derecho agrario, sino, le da preeminencia científica al
contenido del derecho agrario. Resulta indiscutible que la agrariedad está enraizada
en el objeto del derecho agrario, entonces, el contenido iusagrario está lleno de
normas e institutos especiales investidos de agrariedad que les proporciona
autonomía y tipicidad agraria. En el contenido solo cabe lo que le es propio al derecho
agrario, excluyendo toda contaminación con institutos y leyes ajenas o vacías de
agrariedad.

Con respecto al concepto «contenido» se tiene que este vocablo;

Envuelve un concepto jurídico formal. Indagar por él, respecto de la


materia que nos ocupa, es dilucidar qué conjuntos de normas, qué institutos
componen el contenido del derecho agrario. Es también enfrentarse al

24
DERECHO AGRARIO

problema de la dispersión de sus normas e instituciones, al de la actual


adscripción de alguna de ellas a otras ramas jurídicas y atender a la necesidad
de integrar en forma sistemática, ya sea en un estatuto ya sea en varios, pero
debidamente articulados con soluciones coherentes, todos los elementos
formales que componen esta disciplina (Vanin, 1985, pág. 159).

LA AGRARIEDAD Y LA EXTENSION DEL CONTENIDO DEL DERECHO


AGRARIO PERUANO

DEL ANALISIS

Pasemos a un examen que nos permita establecer con mayor nitidez el contenido y
extensión de derecho agrario.

A. Entre les derechos especiales que ostentan abundante contenido normativo es


el agrario el destinado a la regulación de las relaciones y situaciones jurídicas
agrarias de naturaleza sustantiva que inmanentes están revestidas de
agrariedad. El ámbito del contenido del derecho agrario resulta un cuerpo
compacto que es logrado crecientemente bajo la mirada de un común
denominador de la agrariedad, encargada de aglutinar a todo cuanto esté
investido de lo agrario, proporcionando a toda normatividad o instituto su propia
tipicidad y autonomía.

B. De lo anterior resulta que el «contenido» está enriquecido desde el nivel


científico o desde el objeto del derecho agrario. Ya se ha dicho que la
naturaleza de la materia que encierra el objeto iusagrario es la que fija el
contenido de la disciplina jurídica de la agricultura, pues allí donde está la
agrariedad está el derecho agrario. De lo que resulta que el caudal del
contenido del derecho agrario (como del peruano), discurre sobre un lecho
ungido de agrariedad, la cual tiene operatividad efectiva en el mundo de la
ciencia del derecho agrario, en la construcción de su teoría general, sus
institutos, su normatividad, etcétera, siendo así, no es difícil ni complejo saber
distinguir un instituto jurídico civil de un instituto jurídico agrario o una
disposición civil de una disposición agraria

25
DERECHO AGRARIO

C. La gama de normatividad agraria especial en vigencia y los institutos jurídico-


agrarios son los que llenan el contenido del derecho agrario peruano, los
cuales son aglutinados en dicho contenido bajo la determinación del común
denominador de agrariedad, que opera, como sabemos, para saber sin
fluctuación alguna qué es y qué no es derecho agrario. Así, el contenido del
derecho agrario extiende sus fronteras crecientemente a nuevas dimensiones
jurídicas junto a su efectiva sistematización científico-normativa.

D. El derecho civil y su regulación normativa carecen absolutamente de


agrariedad, pues sus disposiciones no están revestidas de los elementos que
contiene lo agrario (entre otros, ciclo biológico, vegetal c animal, fuerzas de la
naturaleza, consumo humano, etcétera). De estas afirmaciones deducimos,
una vez más, que el derecho civil y su codificación son ajenos a la actividad
agraria considerada «como una industria genética, y que tierra y vida son sus
elementos constitutivos esenciales a la que debe agregarse que es la actividad
del hombre la que interfiere y coadyuva para que pueda cumplirse el proceso
agrobiológico» (Carrera, 1978, pág. 6).
Todo esto y mucho más hacen que el derecho agrario, en la unicidad científica
de su objeto se proyecte con gran vigor como conocimiento universal para la
construcción sólida de su teoría general y de un sistema normativo especial,
en el espacio donde opera y se desarrolla, como acontece con el derecho
agrario peruano.

E. La extensión del contenido del derecho agrario, conforme evoluciona la


agricultura en lo técnico, científico y práctico es impredecible, porque allí donde
está la agrariedad está el derecho agrario. Recordemos que el derecho agrario
y la agricultura están unidos genéticamente, tanto que el futuro de uno es
también el del otro.

Por último, la agrariedad no es sino constitutiva óntica del objeto de la ciencia del
derecho agrario, es la que le otorga originalidad, particularidad e individualidad
jurídica, igualmente es la que identifica y delimita su contenido y extensión.

26
DERECHO AGRARIO

CONTENIDO DEL DERECHO AGRARIO PERUANO EN LA UNICIDAD DE SU


OBJETO

NOCIONES PRELIMINARES

Al ocuparnos de la unicidad y universalidad del objeto de la ciencia del derecho


agrario, esgrimimos que para ello operaba bajo los atributos de su validez científica y
de su generalidad. En esta oportunidad partiremos de la pregunta ¿cuál es la
operatividad de la agrariedad, para aglutinar todo lo agrario en el contenido del
derecho agrario? En principio la agrariedad vive inmanente en el sustrato del objeto
del derecho agrario, esta es la fuerza -fáctica, jurídica y científica- que le da la misión
de determinar si un instituto (o un dispositivo legal) está o no ungido de ella. De esta
manera despeja «lo agrario» de «lo no agrario», para proceder a aglutinar, en el
contenido del derecho agrario, los institutos jurídicos y la normatividad que estén lleno
de agrariedad o a todo lo que la agrariedad le de vida.

No es posible confundir el objeto del derecho agrario o la agrariedad con el contenido


del derecho agrario -lamentablemente algunos autores lo hacen-. La agrariedad
determina o fija la normatividad agraria reguladora de los institutos jurídicos y de todas
las relaciones y situaciones jurídicas derivadas de las actividades agrarias en general;
aun así el objeto no es el contenido, porque no es normatividad jurídica ni es instituto
jurídico. Su ubicación tratamiento está en la teoría general del derecho agrario. Tanto
es así, que la agrariedad opera metodológicamente como común denominar del
universo iusagrario, para identificar lo qué es y lo qué no es derecho agrario. De lo
que resulta afirmativo saber que la agrariedad es la llave maestra que abre todas las
puestas del conocimiento científico, teórico, legislativo didáctico del derecho agrario.

Ocuparnos del contenido del derecho agrario es hacer alusión a todo lo que pasa a
formar parte de un todo o a constituir un todo, en materia agraria ese todo habita en
el contenido del derecho agrario aglutinado por la fuerza incontenible de la agrariedad.
El contenido está conformado por un todo bajo la batuta de la materia iusagraria. Pero
ese todo no es inmóvil, es dinámico, activo, crecientemente impredecible y siempre
sometido a la directriz donde está la agrariedad está el derecho agrario. Ese todo está
integrado por los institutos iusagrarios y la normatividad agraria especial. Instintos que

27
DERECHO AGRARIO

«deben entenderse como “creaciones plásticas” que representan la condensación de


determinados contenidos espirituales del derecho, y en igual medida, fragmentos de
la realidad económica y social. El instituto jurídico es pues la concentración del
contenido de un fragmento de una realidad socio-económica y cultural regulado
jurídico-normativamente, en nuestro caso, el derecho agrario, e integrar su propio
contenido» (Carroza, 1990, pág. 78).

El derecho agrario en su elaboración sistemática «debe fundarse en el método de la


individualización de un cierto número de institutos propios, y exclusivos de esta
materia» (Carrozza). Aquí la agrariedad, a nuestro juicio, juega el papel decisivo de
conducir a la individualidad del derecho agrario a través de sus institutos típicos y
propios, como la propiedad agraria, la posesión agraria, la retención agraria, la
empresa agraria, los contratos agrarios, etcétera.

LOS INSTITUTOS IUSAGRARIOS Y LA AGRARIEDAD

La genialidad de Carrozza, nos enseña que la agrariedad opera en el mundo del


derecho agrario como el mínimo común denominador para determinar lo Agrario. A
nuestro juicio, aquí está la validez de la generalidad del objeto de la ciencia del
derecho agrario. El maestro además expresaba que «un cambio de método, en
cuanto a la determinación de la autonomía del derecho agrario, que ya no se fundaría
en la identificación de principios, sino en la existencia de institutos propios, es decir,
son los institutos ya consagrados en el código o en la legislación especial susceptibles
de ser agrupado a través de un común denominador (la agrariedad), que nos
conduzca a la especialidad del derecho agrario».

La presencia de la agrariedad en el universo de la ciencia del Derecho, tiene la


trascendente utilidad de ubicar el derecho agrario bajo la directriz «donde está la
agrariedad está el derecho agrario». Se trata de saber cómo opera la omnipresencia
de lo agrario en el fascinante mundo del derecho agrario, pues donde está presente

28
DERECHO AGRARIO

la agrariedad está el derecho de la agricultura. Todo instituto iusagrario tiene el


atributo de llevar ínsitamente la agrariedad, el cual no permite que el instituto o la
norma que lo regula sea confundida, con otros institutos u otras leyes.

Entendemos que en el sustrato del objeto del derecho agrario anida la agrariedad,
proporcionando originalidad y tipicidad propias a la materia del derecho agrario, de lo
que resulta que «para definir los institutos -aunque sea en forma provisional y
aproximada, esto es, con reserva de una verificación separada para cada uno de
ellos- será útil y suficiente una noción general de agrariedad, que cumpla de algún
modo la función de común denominador entre tales institutos. Noción de agrariedad
que, por tanto, señalará la pertenencia de éstos al ámbito del derecho de la
agricultura. Se advierte la utilidad metodológica de la agrariedad para identificar un
instituto jurídico agrario, como parte del contenido del derecho agrario.

Es de nuestra aprehensión cognitiva que la actividad agraria, bajo el criterio biológico,


es extraordinariamente funcional, tan es así, que opera en el universo de la ciencia
iusagraria como común denominador para determinar axiomáticamente qué es y qué
no es derecho agrario.

Nuestra labor en el presente trabajo investigativo nos conduce a fijar la atención -casi
siempre- en la agrariedad o lo agrario, por su trascendental importancia en la vida
científica y normativa del derecho agrario y porque es la llave maestra que abre todas
las puertas del conocimiento iusagrario. Si esto es así, la llamada teoría biológica del
derecho agrario, que no obstante las limitaciones derivadas de su basamento
naturalístico y metajurídico, constituye una de las aportaciones doctrinales más
relevantes, por su trascendencia metodológica y, por tanto, sistemática, de las últimas
etapas del desenvolvimiento científico del derecho agrario» (Luna, 2002, pág. 733).
La verdad indubitable clara y sin fluctuaciones es que a partir de la determinación del
objeto de la ciencia del derecho agrario, se asienta definitiva y sólidamente la
categoría jurídica que el derecho agrario es el ius proprium de la agricultura.

Conviene precisar que la noción de lo agrario en el derecho agrario viene asignada


para que «ella deba constituir el instrumento para una racional agrupación de las
normas del mismo; o mejor de los institutos de los cuales la norma es parte, para

29
DERECHO AGRARIO

poder comprobar que tales institutos efectivamente entran dentro de la competencia


del derecho agrario y son homogéneos a la vista de la formación de un verdadero y
propio sistema» (Carroza, 1990, pág. 78). No es posible fijar la presencia de lo agrario
en la norma o en los institutos sin que se realice una abstracción valorativa de la
presencia del criterio biológico en la materia del derecho agrario, o si se quiere una
determinación de k directa y efectiva relación con productor agrario.

30
DERECHO AGRARIO

CONCLUSIONES

La actividad agraria productiva consiste en el desarrollo de un ciclo biológico,


vegetal o animal, ligado directa o indirectamente al disfrute de las fuerzas y de
los recursos naturales y que se traduce económicamente en la obtención de
frutos, animal o vegetal, destinado al consumo directo o previa transformación,
por los humanos.

La naturaleza del objeto de la ciencia del derecho agrario es la que determina


su materia, la cual se asienta ínsitamente en el objeto iusagrario considerado
como un desarrollo de un ciclo biológico productivo con la indispensable
presencia de las fuerzas de la naturaleza.

La autonomía legislativa del derecho agrario debe descansar


preponderantemente en un sistema normativo agrario especial, frente al cual,
la normatividad civil solo puede operar en áreas donde tenge injerencia
supletoria.

31
DERECHO AGRARIO

REFERENCIAS

Brebbia, F. (2000). Los Confines y el Futuro del derecho Agrario. Buenos Aires: Aestra.
Carrera, R. R. (1978). Derecho Agrario para el Desarrollo. Buenos Aires: Depalma.
Carroza, A. (1990). Teoria General e Institutos de Derecho Agrario. Buenos Aires:
Aestra.
Carroza, A. (2001). Scritti di diritto Agrario. Milan: Giufre Editore.
Germano, A. (2001). La Disiplina Comunitaria ed Internazionale del Mercato dei
prodotti agricoli. Turin: Giappichelli.
Luna, S. A. (2002). El Sentido y la Evolucion del Derecho Agrario. Madrid: Francisco
Lledo Yagüe.
Molina, J. C. (1990). Objeto (en general). Buenos Aires: Driskill.
Sanchez Hernandez, A. (2001). Configuracion Juridica de la Actividad Agraria en
España. Italia: Edizioni.
Vanin, T. J. (1985). Derecho Agrario. Bogota: Universidad Externado de Colombia.
Zeledon, Z. R. (1990). Teoria General e Institutos de Derecho Agrario. Buenos Aires:
Aestra.
Zeledon, Z. R. (2002). Sistematica del Derecho Agrario. Mexico: Porrua.

32

You might also like