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Trabajo de Fin de Grado

“CICLO AUSTRIACO DE ECONOMÍA:


UN ANÁLISIS APLICADO A LA CRISIS DEL 2008”
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
Autor: Tomás Piqueras Fontaneda
Tutora: Ana Cristina Mingorance
Curso 2017/2018

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CICLO AUSTRIACO DE ECONOMÍA:
UN ANÁLISIS APLICADO A LA CRISIS DEL 2008

AUSTRIAN ECONOMIC CYCLE:


A PRACTICAL ANALYSIS ABOUT THE CRISIS ON 2008
Universidad CEU San Pablo
Facultad de Ciencias Económicas y empresariales.

Realizado por: D. Tomás Piqueras Fontaneda.


tomaspiqueras@hotmail.com
Grado en Administración y Dirección de Empresas

Dirigido por: Dra. Ana Cristina Mingorance

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A Basy, por su incondicional apoyo bajo cualquier
situación y circunstancia.

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Índice

0- Resumen……………………………………………………..……5

1- Los ciclos económicos……………………………………………6

2- La Escuela Austriaca…………………………………………...…11
2.1 Origen y desarrollo de la Escuela Austriaca…………………..12

3- El ciclo económico en la Escuela Austriaca……………………..14

4- Aplicación práctica de la teoría del Ciclo Austriaco..…………...19

5- El problema del desempleo....………………………………....…29

6- Conclusión.....…………………………………………………….34

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Resumen
Dada la última crisis económica y los perjudiciales efectos que se sufrieron sobre la riqueza
de los diferentes sectores económicos, el presente Trabajo de Fin de Grado tratará de analizar
las principales causas que pudieron originar la crisis así como las soluciones que se dieron.
Todo esto se hará dentro del marco analítico propio de la Escuela Austriaca, estudiando la
manipulación artificial de los tipos de interés y la expansión crediticia vivida.

Palabras clave: Escuela Austriaca; Tipo de interés; Capital; Ahorro; Inversión.

Sinopsis.
Given the last economic crisis and the harmful effects suffered over the wealth of the various
economic sectors, this end-of-studies dissertation will attempt to analyze the principal causes
that might have originated the crisis, as well as the solutions that were proposed. All of this
within the Austrian School analytical framework; studying the artificial manipulation of
interest rates and the credit expansion that took place.

Key words: Austrian School; Interest rate; Capital; Savings; Investment.

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1.- Los ciclos económicos
Con carácter general se denomina ciclo económico a los periodos de expansión y contracción
que experimenta el nivel general de actividad económica de un país, lo que ocurre a lo largo de
periodos temporales más o menos largos, dentro de lo que denominamos medio-largo plazo.
Tanto la duración como el origen de los ciclos económicos han sido objeto de debate entre
autores pertenecientes a distintas escuelas de pensamiento económico 1. Si bien, parece que es
un hecho consensuado entre gran parte de los economistas las diferentes fases que se suceden
a lo largo de un ciclo económico. Las cuatro etapas consecutivas son, a saber: auge, crisis,
depresión y recuperación tal y como se recogen en la siguiente figura.
Figura 1. Fases de un ciclo económico.

Recesión Recesión

Recuperación
Ciclo 1 Ciclo 2

A lo largo del ciclo diversas variables económicas se ven afectadas, la producción, el empleo,
la inversión, el ahorro y el crédito bancario, entre otras. Del mismo modo que existe un cierto
consenso en lo que a las fases del ciclo se refiere, lo hay también, al menos a grandes rasgos,
en lo que sucede con las principales variables macroeconómicas a lo largo de cada fase del
ciclo. Según Burns y Mitchell (1946) el comportamiento de las variables económicas durante
cada una de las fases del ciclo es:
• Auge: Durante esta etapa, también denominada expansión, se experimenta una
expansión generalizada de la economía ligada a un incremento del PIB (Producto
Interior Bruto) y a una caída del desempleo. Las empresas incrementan su inversión
produciendo una gran cantidad de bienes y servicios sabedoras de que serán adquiridos
por los consumidores que han experimentado aumentos en su nivel de bienestar y se

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A grandes rasgos se puede distinguir las Teorías del ciclo endógeno, que apuestan por culpabilizar a los propios
mecanismos internos del mercado como causantes de los ciclos económicos, de las Teorías del ciclo exógenas,
para las que son las variables externas al sistema económico (población, tecnología, materias primas…), las
causantes del ciclo. Un análisis más detallado sobre ambas aportaciones puede consultarse en Alonso Neira et al
(2011)

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animan al consumo reduciendo sus necesidades de ahorro. El aumento del consumo
conlleva un aumento en el nivel general de precios (IPC) haciendo que la economía
entre en la denominada fase de recalentamiento. Cuando la economía alcanza su nivel
máximo de crecimiento decimos que estamos en la cima del ciclo.
• Recesión2: También llamada fase de desaceleración. Una vez alcanzada la cima del ciclo
comienza a desacelerarse el incremento del PIB. Se sigue creciendo, pero cada vez a un
menor nivel. Algo similar ocurre con el desempleo, que inicia una fase de
estancamiento, manteniéndose estable al inicio de este periodo y aumentando a medida
que se avanza en la fase de recesión. Por su parte la inflación se mantiene en valores
bastante estables o incluso puede seguir creciendo al ser un indicador que responde con
cierto retraso.
• Depresión: A lo largo de este periodo la producción económica desciende y aumenta el
desempleo. Los hogares sienten cierta inseguridad que les lleva a reducir su consumo y
aumentar el ahorro, que empieza un periodo de crecimiento hasta alcanzar valores
máximos. Al reducirse las ventas de las empresas, éstas reducen sus necesidades de
inversión, que al contrario que el ahorro alcanza niveles mínimos. A su vez, los agentes
económicos tratan de conseguir liquidez deshaciendo sus proyectos de inversión
marginalmente menos rentables, mientras ponen a la venta parte de sus activos.
Respecto al nivel general de precios, es común experimentar un periodo de deflación.
Cuando la economía alcanza su nivel mínimo de crecimiento decimos que estamos en
el valle del ciclo
• Recuperación: Esta fase hace referencia al punto más bajo de producción a lo largo del
ciclo (valle), así como a la salida del mismo. Durante este periodo el PIB ya no decrece,
el aumento del desempleo se detiene y la posible deflación experimentada en la fase de
depresión deja de ser tal. Es habitual ver también un máximo en los indicadores de
ahorro y en las mejores expectativas por parte de los inversores.

Entendidas las fases del ciclo es posible ofrecer una definición más específica sobre los ciclos
económicos. Así, Burns y Mitchell (1946) afirman que: “Los ciclos económicos son un tipo de
fluctuación encontrada en la economía agregada y en aquellas naciones que organizan su
trabajo mediante las empresas privadas: un ciclo consiste en las expansiones ocurridas

2
Algunos otros autores utilizan el término crisis para referirse al punto más bajo del ciclo económico
relacionado con un máximo de desempleo y un mínimo de demanda. Puede ocurrir que a lo largo del trabajo nos
refiramos al periodo de recesión como crisis.

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simultáneamente en diversas actividades económicas, seguida por recesiones, contracciones y
recuperaciones que emergen de nuevo en el periodo de auge del ciclo siguiente. Estas
secuencias son recurrentes, pero no periódicas”.
Suele sostenerse que los ciclos económicos son inevitables, y las fases ascendentes y
descendentes se suceden en la economía. De todas ellas nos detendremos a continuación en el
análisis de las crisis y más en concreto en su origen.
Las crisis económicas pueden clasificarse en base a diferentes criterios como duración, origen
o gravedad. Tal vez el criterio más relevante para este trabajo es el del origen, pudiendo
diferenciarse hasta tres tipos de crisis según sus orígenes (Mingorance 2016):
• Crisis cíclica: Tiene su origen en la escuela marxista para la que las crisis económicas
son condición sine qua non de la economía capitalista, resultando imposible escapar de
las fluctuaciones en este tipo de economías. Aun siendo esto un concepto marxista,
como hemos dicho anteriormente, muchos economistas liberales admiten que la
economía de libre mercado inevitablemente conlleva ciclos económicos.
• Crisis de oferta: Tiene su origen en la oferta económica, pudiendo distinguirse diferentes
orígenes. Por un lado, la crisis de oferta puede surgir por un desequilibrio entre el
producto demandado y el output producido, siendo estos distintos el uno del otro y no
satisfaciendo de este modo las necesidades del consumidor. Por otro, surge la crisis de
oferta ligada a la denominada Ley de Say3. Esta Ley nos introduce en la que
posteriormente recibió el nombre de crisis de demanda keynesiana 4.
• Crisis financiera: Las crisis financieras hacen referencia a aquellas crisis que no tienen
su origen en la economía real, sino que se focalizan en el sistema financiero. Dentro de
las crisis financieras podemos diferenciar distintos tipos de crisis. En primer lugar,
podemos hablar de crisis cambiaria, relacionada con los movimientos que cierta moneda
puede tener frente a su devaluación o apreciación. Estas fluctuaciones suelen ir ligadas
a la confianza depositada en el emisor de la moneda y sobre todo en su intervención con
el objetivo de mantener el tipo de cambio de la moneda dentro de unos valores, ya sean
prefijados o considerados estándares. En segundo lugar, se deben mencionar las crisis
de deuda, generalmente ligadas a un alto nivel de pasivos, ya sea por parte del sector
público (deuda pública) o del sector privado (deuda privada), unido a un alto grado de

3
Para Jean Baptiste-Say toda demanda necesitará previamente la generación de renta mediante la oferta de otros
bienes. Para Say entonces oferta y demanda serán iguales
4
Posteriormente explicaremos dicha ley y veremos porque una crisis de demanda es en última instancia una crisis
de oferta, por ello no citaremos en este apartado la llamada crisis de demanda.

8
posibilidad de impago. Por último, las crisis bancarias, que resultarán de gran interés a
lo largo de este trabajo. Tienen su origen en la inestabilidad emergente del negocio
bancario por su financiación a corto plazo y sus préstamos a largo plazo, lo que implica
un alto riesgo en el descalce de plazos.

Gambera et. al. (2017) concluyen que hasta 1930 la visión general sobre los ciclos económicos
asumía que sucedían de manera natural sobre la economía y por lo tanto los perjuicios de la
fase de recesión serían temporales. La gravedad de la crisis ocurrida en 1929 cambio en
diferentes modos el planteamiento que se tenía sobre las crisis económicas generando un amplio
debate entre las diferentes escuelas.
La diversidad de planteamientos económicos dados por las diferentes agrupaciones de autores
es sumamente amplia, por ello, con el objetivo de concentrar la información en aquello que
pueda ser más relevante para la tesis central del trabajo, trataremos las tres escuelas que han
parecido ser más influyentes tras la gran depresión del 29.
• Escuela Neoclásica: Los autores neoclásicos se basan en el concepto de equilibrio
general movidos por el concepto de la mano invisible desarrollado por Adam Smith. Así
mismo, para estos autores el equilibrio de la economía se encontrará en aquel punto
donde demanda y oferta coincidan. En caso de un shock económico la economía se
reajustará rápidamente alcanzando el punto de equilibrio de nuevo mediante menores
tasas de interés y un descenso en los salarios. La escuela neoclásica carece de teoría del
ciclo como tal. Lo que más se aproxima a ésta es la teoría de destrucción creativa
elaborada por Schumpeter, autor que además se habría visto muy influenciado por la
Escuela Austriaca5 al haber estudiado junto a Menger y Hayek.
• Escuela Keynesiana: La escuela capitaneada por John Maynard Keynes ha resultado
ser la más influyente en las últimas décadas. Ésta concebirá la intervención del gobierno
como solución a los ciclos económicos. Propone así la manipulación del gasto público
y del tipo de interés con el objetivo de regular la demanda agregada. Al igual que la
Escuela Neoclásica, Keynes carecía de una teoría del ciclo explícita. Son sus seguidores
y los precursores de la Escuela Keynesina quienes desarrollarán una teoría del ciclo.

5
No entraremos en detalles por el momento sobre esta escuela ya que será el eje central del trabajo y quedará
ampliamente explicada en las próximas paginas

9
Así, el autor postkeynesiano, Hyman Minsky, desarrolla su teoría del ciclo partiendo
para ello de la hipótesis sobre la inestabilidad financiera 6.
• Escuela Monetaria: Esta escuela de pensamiento capitaneada por Milton Friedman se
contrapondría a la intervención del gobierno promovida por Keynes. En base a los
planteamientos de los autores monetaristas las crisis económicas se deben esencialmente
a dos causas relacionadas con el crecimiento de la base monetaria. Por un lado, un
crecimiento demasiado acusado acabará causando un boom insostenible, mientras que
un crecimiento demasiado lento podría provocar una recesión. Para los monetaristas será
clave entonces, establecer un crecimiento de la masa monetaria que sea paulatino y una
intervención pública limitada que permita a los agentes económicos establecer
expectativas futuras fiables sobre la evolución de los mercados.

John Maynard Keynes probablemente haya sido el economista predominante a la hora de


explicar las últimas crisis económicas, por ello, aunque sea en gran medida contrario a la tesis
general de este trabajo, cabe explicar los breves puntos de su teoría. Keynes esgrimiría su tesis
principal, con su libro más conocido publicado en plena gran recesión (1936), “Teoría general
del empleo, el interés y el dinero”. Si bien a lo largo de la obra previamente citada no trataba
de explicar los ciclos económicos, sí se puede deducir a través de su análisis sobre el
funcionamiento de la economía, desde un punto de vista agregado, cuáles serían las causas de
los ciclos económicos para el autor británico. Keynes separa de manera bastante drástica la
oferta y la demanda, contraponiendo la capacidad productiva frente al deseo de gasto. El
problema que ve Keynes es que, si la demanda es inferior a la oferta, la oferta tenderá a reducirse
y por lo tanto se dará una situación de capacidad productiva ociosa. La solución que dicho
economista propone es pasar el peso de la política económica al lado de la demanda agregada.
Todo lo anterior surgió en parte tratando de ejecutar una refutación a la conocida Ley de Say,
la cual explica que “la producción es la que determina la demanda de otros productos” (véase
Say (1821)). Bajo esto Keynes entendió que lo que el economista quería decir era que, todo
aquello que se ofreciese en el mercado iba a ser demandado (véase Keynes (1980)).
Probablemente esto se deba a una mala comprensión de lo que el autor francés quería decir,
pues el alcance que éste quería determinar es la necesidad de producción (presente o futura)
que genere renta mediante la cual se posibilite la demanda.

6
Para ampliar información sobre la hipótesis de la inestabilidad financiera de Minsky, así como su aportación a la
teoría de los ciclos económicos puede consultarse el trabajo de Sedeño (2015)

10
Fruto de este debate surgirían entonces dos posturas antagónicas a la hora de explicar el
problema de desempleo, por un lado, aquellos que apuntan a este dilema como un problema de
escasez de demanda y por otro, los economistas más clásicos, que entenderán la existencia de
trabajo ocioso como un problema por el lado de la oferta.

2.- La Escuela Austriaca


La gravedad de la crisis del 2008 originó la reapertura del debate económico sobre las causas y
soluciones principales de los ciclos económicos. En este sentido la Escuela Austriaca ha
mostrado enormes desarrollos tratando de encontrar los motivos que originaron la última crisis.
La citada escuela no sólo ha sido capaz de predecir lo que sucedería con la burbuja subprime,
sino que también jugó un papel importante en la crisis del 29. Mediante el Instituto Austriaco
de coyuntura económica dirigido por Hayek ya se alentaba de lo que estaba por venir (Véase
en este sentido Taghizadegan et al (2015)) Un ejemplo más actual sobre cómo, en base a los
principios de la teoría austriaca del ciclo económico, era previsible una fase de crisis económica,
lo podemos ver en la entrevista realizada en el año 2003 para la revista “Futuro” por Javier
Arce a Francisco García Parames, gestor de fondos de inversión que, basando su análisis
macroeconómico en los principios de la teoría austriaca del ciclo, ya avisó sobre la
preocupación que sentía por el estallido de la burbuja que llegaría cinco años más tarde.
A continuación, y basándonos en las diferentes aportaciones de los principales teóricos que
conforman la Escuela Austriaca, estudiaremos las implicaciones que la crisis suprime ha tenido
en los diferentes agentes económicos y en el sector bancario. En concreto nos centraremos en
la postura de autores como Ludwig Von Mises, Friedrich August Von Hayek, Carl Menger,
Eugen von Böhm-Bawerk, Ludwig Lachman, Murray Rothbard, y muy especialmente, por
tratarse de dos economistas españoles actuales, del Catedrático de economía política Jesús
Huerta de Soto y del Doctor en economía, Juan Ramón Rallo, quienes desarrollan ampliamente
la teoría del ciclo que en este trabajo nos ocupa.
Cabe mencionar también a autores como Jean Baptiste-Say o Knut Wicksell, que tal vez no
sean austriacos en su máxima vertiente, pero si guardan una amplia similitud con dicha escuela
de pensamiento, resultando imposible la comprensión sobre el surgimiento de las burbujas
crediticias u otros planteamientos económicos sin entender previamente sus aportaciones a
corrientes de pensamiento posteriores 7.

7
Como ejemplo práctico podemos ver la utilización del concepto de tipo de interés natural utilizado por Hayek,
pero heredado de Wicksell.

11
2.1-Origen y desarrollo de la Escuela Austriaca
Sin entrar en amplios detalles históricos es conveniente proporcionar un breve contexto que
defina dónde y cuándo surge la Escuela Austriaca con el objetivo de entender mejor su
explicación a los ciclos económicos.
Aunque este aspecto es motivo de debate entre los propios autores de la Escuela, si existe un
amplio consenso sobre la gran influencia que los escolásticos españoles del siglo XVI, a través
de la Escuela de Salamanca, tuvieron en la posterior formación de la Escuela Austriaca. Así,
autores como Diego de Covarrubias (1515-1577), o el padre Juan de Mariana (1536-1624),
sentaron las bases para el posterior desarrollo que se daría esencialmente en el siglo XX.
Podemos ver como el padre Juan de Mariana afirma “Yo entiendo que cualquiera alteración
en la moneda es peligrosa, y bajarla de ley nunca puede ser bueno ni dar más precio por la ley
a que de suyo y en estimación común vale menos; y que cuanto más acá bajaren el oro, tanto
más le bajarán en los reinos comarcanos […] Que si un marco de cobre acuñado tiene de todas
costas ochenta maravedís y no más, que no pase por doscientos ochenta como al presente se
hace, porque todo lo que le suben de valor, le sacan de ley.” De Mariana (2017, pp. 107-109).
En estas líneas se puede ver un paralelismo que imbricará con la visión que Hayek, tres siglos
más tarde, adoptaría sobre las expansiones monetarias y el exceso de la base monetaria por
encima del considerado como nivel natural. Para el padre Juan de Mariana la manipulación de
la base monetaria constituiría un problema económico a tratar. Si bien, debido a las diferencias
temporales estas manipulaciones se llevaban a cabo mediante la aleación de los metales,
mientras que Hayek se centrará en las acciones llevadas a cabo por los Bancos centrales.
Seguido de la Escuela de Salamanca aparecerían dos autores principales a la hora de sentar las
bases para el posterior desarrollo de la teoría del ciclo, estos son, Richard Cantillon (1680-1734)
y Jean Baptiste-Say (1767-1832). Respecto al primero, nacido en Irlanda, llevará a cabo dos
aportaciones principales que sentarán las bases de los principios austriacos, en primer lugar, su
teoría del valor subjetivo demostrará que los precios quedan fijados por la demanda o la
valoración que los compradores hacen sobre el producto y no por los costes de producción como
algunos autores establecían. En segundo lugar, la teoría monetaria de Cantillon contará con dos
patas principales, la primera tratará de demostrar los orígenes del dinero como institución social
espontanea (esto será desarrollado más en detalle posteriormente por Menger) en
contraposición a lo que ahora conocemos como la Teoría Monetaria Moderna y la segunda pata
central de Cantillon estará relacionada con la teoría cuantitativa del dinero y la relación

12
existente entre una expansión monetaria y el aumento generalizado del nivel de precios 8. Jean
Baptiste-Say demostrará, a través de La Ley de Say, cómo cualquier problema de demanda es
en realidad un problema de oferta. Pudiendo existir un exceso de oferta en ciertos sectores a la
vez que una escasa oferta en otros sectores diferentes. Para Say la oferta de un bien X será lo
que permite obtener una renta con la cual poder hacer frente a la demanda de un bien Y,
resultando refutada la diferencia que Keynes hace entre oferta y demanda posteriormente, para
Say la oferta es demanda.
Las aportaciones de la Escuela Austriaca a la economía fueron notables. Así como nos recuerda
García Paramés (2016) la Escuela Austriaca comienza a desarrollar su teoría a partir del Siglo
XIX con la obra “Principios de economía política” escrita por Carl Menger (1840-1921) quién
desarrolla el papel de las instituciones sociales (como el dinero o el mercado). Para este autor
el dinero nacerá de manera descentralizada cómo solución a los problemas que el trueque spot
y el trueque en diferido causaban a los individuos a la hora de intercambiar bienes. Junto a esto,
su aportación sobre la determinación del valor de los bienes será también fundamental para el
desarrollo de la Escuela Austriaca. La Teoría del Valor de Menger servirá como refutación a
gran parte de las ideas marxistas. Para Menger, el valor de un bien no dependerá de elementos
puramente objetivos sino de la valoración subjetiva que los individuos le concedan en base a
cuánto crean estos que dichos bienes serán capaces de saciar sus necesidades”.
En relación a esto escribiría: “El valor no es algo inherente a los bienes, no es una propiedad
intrínseca de los mismos, sino solo la significación que concedemos en primer término a la
satisfacción de nuestras necesidades o lo que es lo mismo, a cuanto estos contribuyan a su
calidad de vida y bienestar”. Menger (1997, pp.174).
Contemporáneamente a este autor podemos encontrar a Eugen von Böhm-Bawerk (1851-1914).
Hasta la llegada de éste, las teorías establecidas sobre la concepción del tipo de interés poco
distanciaban las unas de las otras. Con la publicación de la obra “Capital e interés” de Böhm-
Bawerk, se rompe con esta situación. El autor austriaco enjuicia cómo toda teoría anterior
padecía del mismo problema al no cuestionarse la existencia del tipo de interés como
consecuencia de un intercambio de bienes presentes por bienes futuros (Véase Böhm-Bawerk
(1970)). Como se recoge en Rallo (2014), Böhm-Bawerk desarrolla a lo largo de su trabajo
teórico tres razones por las cuales, como decíamos antes, el valor de los bienes presentes
siempre será mayor que el de los bienes futuros.

8
Durante el tercer bloque del trabajo trataremos estos dos temas más en detalle por lo que no nos detendremos
por ahora en estos argumentos.

13
La primera razón para presuponer tal conclusión tiene que ver con cómo las necesidades
presentes se valoran más que las necesidades futuras. El autor alemán argumenta como la
escasez relativa de bienes será mayor cuanto más nos acerquemos al tiempo presente, lo que
hace a estos más valiosos que los bienes futuros.
Respecto a la segunda razón, cabe señalar que probablemente se trate de un concepto más
relacionado con un aspecto de behavioural economics9, pues se centra en ver cómo los
individuos subestimamos las necesidades futuras anteponiendo las necesidades o los placeres
presentes. Si bien, este sesgo no sólo tiene que ver con un pensamiento cortoplacista, sino
también con la dificultad de predecir las necesidades futuras y el factor de la incertidumbre ante
la vida.
Por último, la tercera explicación proporcionada, deriva del periodo medio de maduración de
los procesos productivos, y como en tanto en cuanto más larga sea la cadena de producción
mayor será el valor añadido obtenido en líneas generales 10.
Ya más centrados en la teoría del ciclo, cabe destacar la biografía de Von Mises (1881-1973) y
F. A. Hayek (1899-1992). El primero es un economista de origen ucraniano que sirvió de guía
a las aportaciones de su discípulo F. A. Hayek. Entre sus aportaciones más relevantes cabe
destacar, para el posterior desarrollo de este trabajo, su obra magna “La acción humana” Von
Mises (1949). En ella se trata, de manera amplia, el funcionamiento de la economía de mercado
como proceso de interrelación y cooperación entre individuos, incluyendo aquí la posible causa
de los ciclos económicos. Respecto al segundo, filósofo, economista y jurista de origen
austriaco, destacamos para el posterior análisis sus ensayos sobre teoría monetaria y su obra
“precios y producción” Hayek (1996). Aunque estos no son los únicos integrantes de la Escuela
Austriaca, si son probablemente los de mayor relevancia por sus aportaciones a la hora de hacer
un análisis de la crisis del 2008.

3.-El ciclo económico en la Escuela Austriaca.


Se hace necesario, para una mejor comprensión, ofrecer una breve reseña sobre la teoría del
ciclo de la Escuela Austriaca, lo que nos ayudará a diferenciar su visión del ciclo económico
frente a la de otras escuelas de pensamiento.
El instituto CFA (Chartered Financial Analyst) define la teoría del ciclo mediante la
interpretación de la teoría monetaria de Hayek. Dicho instituto afirma que “La Escuela

9
Dicho problema ha formado parte esencial en el ámbito del comportamiento económico y sus sesgos
psicológicos. Véase Thaler y Sunstein (2008).
10
Nótese que el autor no afirma este concepto en su totalidad sino en términos generales.

14
Austriaca posee su teoría sobre que causa los ciclos económicos, esto es, las señales erróneas
enviadas a través de la intervención del gobierno. Von Hayek argumentaba que las
fluctuaciones son causadas por los estados a la hora de tratar de incrementar el PIB y el
empleo mediante la adopción de políticas monetarias expansivas. Los estados bajarán los tipos
de interés de mercado por debajo de su nivel natural lo que conllevará una sobreinversión.
Una vez las empresas perciban que han acumulado demasiado capital y demasiadas
infraestructuras, pararán su proceso de inversión, lo cual deprimirá la demanda agregada
causando una crisis en todos los sectores de la economía. Posteriormente, para alcanzar el
equilibrio todos los precios, incluyendo los salarios, deberán decrecer. Todo esto habrá
surgido como consecuencia de la manipulación artificial del tipo de interés” Gambera et. al.
(2017, pp. 214).
Aun siendo ésta una definición bastante simplista, define de manera correcta las líneas generales
en las que se encuadra la teoría del ciclo de la Escuela Austriaca. Jesús Huerta de Soto,
incorpora a la definición anterior la importancia de respaldar el crédito con ahorro real11. De
esta manera dicta lo siguiente, “La consecuencia más importante de la creación de crédito
bancario12 es la siguiente: expandir el crédito sin garantizar el correspondiente respaldo
voluntario de ahorro, causando una distorsión inevitable en la estructura productiva real con
una recurrente crisis económica y un proceso de recesión como resultado” Huerta de Soto
(2012, pp. 167).
Ante esto, podemos decir entonces que la Escuela Austriaca considera los ciclos económicos
como un modelo de ciclo exógeno causado por perturbaciones externas, en este caso los bancos
centrales como autoridad sobre el nivel de la masa monetaria
La Escuela Austriaca ejercerá un especial énfasis en determinar cuáles serán las implicaciones
en los intercambios con diferentes consumos intertemporales, es decir, el ahorro presente que
se convertirá en consumo futuro y su relación con la tasa de interés. Bajo este enfoque será
necesario conocer cuál es el tipo de interés natural en relación con las preferencias temporales
de los agentes económicos, esto es, la contraprestación debida a una renuncia de un consumo
presente por la preferencia de un consumo futuro. Wicksell (2000) definirá la tasa de interés
natural como aquella en la que la tasa de préstamo del capital y la oferta de ahorro en la
economía concuerdan exactamente, y además ésta concuerda aproximadamente con la tasa de
retorno esperada del capital. Hayek adapta esta concepción, y en base a ella afirma que: “La

11
Nótese que ésta no es una idea de dicho autor, sino que la adapta de teóricos previos como Mises o Rothbard.
12
En discordancia con otros autores de la Escuela, el autor denomina crédito bancario al crédito emergente como
consecuencia de un sistema de reserva fraccionaría.

15
tasa de interés de equilibrio 13 es aquella que, en ausencia de manipulaciones monetarias 14, se
determina mediante la igualación de oferta y demanda de ahorro” Hayek (1996). Fruto de este
descuadre que puede existir entre la tasa de interés de equilibrio y la tasa de interés real 15 surge
la preocupación por la expansión del crédito artificial como base de la teoría austriaca del ciclo
económico.
Para dicha escuela los precios establecerán una importante red de comunicación no sólo entre
ofertantes y demandantes, sino también en términos intertemporales. De ahí la importancia que
ejerce el tipo de interés como precio establecido entre las preferencias de consumo actual y el
ahorro en esta red de comunicación. Como apunta Garrison (2001), en ausencia de
manipulaciones monetarias, un aumento del ahorro conllevará un aumento de los fondos
prestables, disminuyendo la tasa de interés y a su vez haciendo que proyectos que anteriormente
debían afrontar una tasa de interés mayor, y que por lo tanto no eran rentables, si lo sean ahora
por su reducción16. De este modo, los cambios en las preferencias intertemporales mediante una
disminución del consumo presente a favor de una mayor tendencia hacia el ahorro 17, se
traducirán también en los planes intertemporales de producción, facilitando los proyectos de
inversión que requieren un mayor tiempo de maduración. Cuando los bancos centrales
intervienen en el mercado monetario disminuyendo la tasa de interés de manera artificial, se
producen importantes distorsiones que no vienen correlacionadas con la disponibilidad de
recursos existentes ni con las preferencias intertemporales de los consumidores. La importancia
del factor tiempo en la estructura de producción es ejemplarizada en Hayek (1996).
Figura 2: Triangulo de Hayek.
Valor producción final

Etapas del proceso productivo.


Fuente: Elaboración propia en base a “Precios y producción”.

13
Hayek hace uso del término equilibrio en lugar de natural, pero en el mismo contexto que Wicksell.
14
Este término ha llevado a un amplio debate entre los propios autores de la Escuela Austriaca sobre si sería
posible el alcance del interés de equilibrio sin un coeficiente de reserva de caja del 100%
15
Entendiéndose por real la tasa de interés de mercado, no el concepto Fisheriano donde se descuenta la inflación
16
Junto con Garrison, Richard Ebeling, sostiene una tesis similar en varias de sus obras, a destacar “Political
Economy, Public Policy, and Monetary Economics : Ludwig von Mises and the Austrian Tradition”
17
Traducido en un consumo futuro

16
Como podemos ver en la figura 2 anterior, Hayek representa una estructura de tiempo lineal en
la cual se suceden varias etapas del proceso productivo. Según éstas se van sucediendo, el valor
de los bienes intermedios aumenta. El tipo de interés se ve estrechamente correlacionado con
la inversión en las diferentes etapas del proceso productivo. Un descenso en el tipo de interés
causa un aumento en la rentabilidad de los bienes de capital y por lo tanto a nivel empresarial,
un incremento de la producción en las etapas más tempranas del proceso productivo, ergo más
alejadas del consumo, destinadas a la producción de bienes de capital, como muestra Alonso
et. al. (2011) en su trabajo sobre la crisis Subprime. Si se produce dicho descenso de manera
artificial mediante la manipulación de la tasa de interés, se acabará provocando un alargamiento
de la estructura productiva en la que no casarán los plazos de ahorro de la economía con el
tiempo que dicha estructura productiva necesita hasta proporcionar los bienes de consumo,
produciéndose un descalce intertermporal. Esto es, los consumidores demandarán los bienes
finales en un periodo más temprano de lo que los planes productivos tardarán en concluir,
dándose la descoordinación entre productores y consumidores.
Uno de los puntos claves para cuadrar ambos elementos (ahorro e inversión) será determinado
por los intermediarios financieros encargados de coordinar inversores con ahorradores
descalzando plazos 18. Esto es, cuadrando la financiación recibida en términos de ahorro y la
financiación proporcionada en términos de inversión. Como apunta Rallo (2018), la Escuela
Austriaca hasta entonces había hablado del tipo de interés como un elemento único, lo que no
implica que existan diferentes tipos del mismo en función de los dispares perfiles de tiempo y
riesgo (ahorro a un mes, un año etc., o una diferente calidad crediticia). Dichos intermediarios
financieros recibirán financiación que constituirá el pasivo de sus balances pidiendo prestado a
corto plazo, y por lo tanto pagando un interés menor. Mientras, el activo del balance recoge los
préstamos o inversiones a un plazo más extendido, percibiendo por ello unos intereses mayores.
La rentabilidad de los intermediarios financieros encargados de descalzar plazos (generalmente
bancos, pero no de manera exclusiva), resultará del diferencial existente entre el tipo de interés
resultante entre prestamistas y prestatarios. Es en este punto donde los bancos centrales
ejercerán como principal causante de las crisis económicas a la luz de la Escuela Austriaca,
financiando a los bancos privados 19 con el objetivo de evitar su suspensión de pagos. Los bancos
centrales refinanciarán de manera continua a los bancos privados sus pasivos a corto hasta que

18
El concepto de descalce de plazos como pilar de la estabilidad financiera no fue acuñado por Hayek o Mises de
manera directa, pero si ha sido elaborado más en detalle por diversos autores como Juan Ramón Rallo.
19
Ciertos bancos centrales pueden ser también de titularidad privada pero aquí nos refererimos por banca
privada a la banca comercial y de inversión.

17
estos amorticen sus activos a largo plazo. Así, cuantos más fondos hayan prestado los bancos
privados, mayor será la posibilidad de expandir el crédito, cómo explican Rodríguez y Rallo
(2009). De todo esto nace el riesgo del descalce de plazos, al crearse el incentivo de pedir
prestado a muy corto plazo para acabar prestando a largo plazo teniendo que refinanciar
constantemente su balance. Este incremento del riesgo tiende a acabar transformándose en una
crisis económica, crediticia y financiera.
Una vez se detiene la expansión de crédito artificial los precios se ven forzados a restablecerse
en su valor real, haciéndose una limpieza también durante esta fase de todas aquellas
inversiones que únicamente eran rentable de manera ficticia por los bajos tipos de interés. Todo
este proceso implica una reestructuración necesaria en la estructura del capital, desde el capital
humano hasta los medios de producción. El premio nobel de economía del año 2008, Paul
Krugman tratará de refutar la Teoría Austriaca desde esta fase del ciclo, poniendo en el punto
de mira la inmediatez en la transformación de bienes de capital en bienes de consumo. En
definitiva, Krugman (1998) (en su artículo periodístico “The Hangover Theory Are recessions
the inevitable payback for good times?”), no entenderá porque una estructura productiva no
puede variar en el corto plazo. Eugen Bhön-Von Bawerk (1890) en su obra anteriormente ya
citada “capital e interés” desarrollará la Teoría del Capital que será capaz de dar respuesta a lo
planteado por Krugman. Así, los bienes de capital no son homogéneos sino heterogéneos y
difícilmente transformables. A fechas de 2008 el debate de Krugman y la Escuala Austriaca se
traducirá en una burbuja productiva donde gran parte del capital se había destinado al sector de
la construcción. Todo esto dará también respuesta a la tesis Keynesiana que apuesta por un
aumento del consumo, contra el deterioro del ahorro, con el objetivo de revivir la economía.

18
4.-Aplicación práctica de la Teoría del Ciclo Austriaco a la Crisis del 2008
A la postre, trataremos de ver como la última crisis económica y financiera global puede ser
entendida desde el punto de vista austriaco previamente explicado, en base al siguiente
cronograma:
Tabla 1: Cronograma de la crisis del 2008
Disminución de los tipos de interés a nivel global por
2002-2005 debajo de su nivel natural, generando el endeudamiento
barato.
Subidas de precios en las materias primas y
2006 estrechamiento de beneficios empresariales
Comienzan los primeros impagos de la deuda, la quiebra
2007 de algunos fondos y la subida de precios de la vivienda
se detiene
Alto nivel de impagos, quiebras bancarias y caída brusca
2008 de todos los activos
Fuente: Elaboración propia a partir de Rodríguez y Rallo (2009)
Para los defensores de la Escuela Austriaca 20, el germen de la crisis comienza a incubarse en el
año 2002, cuando el que fuese presidente de la Reserva Federal Estadounidense (FED), Alan
Greenspan, en contra del principio austriaco de la manipulación de los tipos de interés, tomó la
polémica decisión de bajar a mínimos históricos los tipos de interés fomentando el
endeudamiento a bajo coste e incrementando así los ratios de apalancamiento en todos los
sectores de la economía (Véase gráfico 1). La FED no se quedaría sola, y a esta se le uniría el
Banco Central Europeo (BCE) en el año 2003 estableciendo nuevos mínimos en sus tipos de
referencia, que llegaron a situarse cerca del 2% hasta el 2005. Con esta bajada global de tipos,
el crédito a las familias y las empresas comenzó a fluir a unas condiciones de acceso
artificialmente reducidas, no sólo por la parte financiera y lo que implica unos tipos de interés
en mínimos históricos, sino también en materia regulativa 21.

20
Vease Rodriguez y Rallo (2009), Rallo (2012) o Lacalle (2013)
21
Algunos autores como el chileno Axel Kaiser apuntan a los fallos que se podrían haber ocasionado a través de
materia legislativa con el Community Reinvestment Act, 1977 que facilitaban los créditos a clientes de dudosa
solvencia en el caso de E.E.U.U. En el caso de España determinadas regulaciones en materia impositiva
fomentaban la compra de vivienda en deterioro del alquiler, también en materia legislativa cómo por ejemplo con
la Ley de Arrendamientos Urbanos.

19
Gráfico 1: Tasa de interés en Estados Unidos (1999-2018).

7.00

6.00

5.00

4.00

3.00

2.00

1.00

0.00

Fuente: Federal Reserve Bank of St. Louis (2018).


En relación al problema del descalce de plazos, comentado anteriormente, la banca comercial
pudo endeudarse a corto plazo con un coste reducido permitiendo así una mayor rentabilidad
sobre los préstamos a largo plazo. Varios instrumentos derivados fagocitarían el aumento del
proceso de descalce de plazos arbitrando la curva de tipos de interés, emitiendo papel comercial
a corto plazo para adquirir activos a largo plazo, aprovechando así la diferencia entre ambos
tipos de interés. Respecto a esto, Alonso et. al. (2011, pp.167) comentaría lo siguiente: “las
titulizaciones pasaron a utilizarse a su vez para arbitrar tipos de interés, especialmente a través
de algunos conduits como los “vehículos de inversión estructurada” o SIV, cuyo objetivo
explícito era emitir papel comercial a corto plazo (ABCP) para adquirir activos a largo plazo,
y así explotar el spread entre los tipos a corto y a largo”
La expansión de la enorme oferta de crédito fue respondida por parte de la demanda, y los
agentes económicos (familias y empresas en este caso, pues la deuda pública se mantenía
estable), que comenzaron a endeudarse para adquirir bienes de muy largo plazo en el consumo.
La inversión, como ya advirtió Hayek (1996), se dirigiría entonces a sectores muy alejados del
consumo final. Las altas condiciones de bonanza económica hicieron que el crédito en el sector
inmobiliario terminará por expandirse a clientes que tendrían graves dificultades para poder
afrontar el pago de sus préstamos, originando las llamadas hipotecas subprime22. En el caso

22
Aunque este término se haya aplicado más habitualmente a la economía estadounidense, el concepto se puede
llevar a las diferentes economías europeas que sufrieron la enorme burbuja.

20
español en particular, pero también en el resto de países afectados por la crisis hipotecaria, se
dio una abrupta reducción del interés que los compradores de vivienda tendrían que costear
frente a sus bancos. Según los datos del Banco de España, el tipo hipotecario medio para el
territorio nacional disminuyó, pasando del 6,5% en el año 2001 al 3% entre los años 2003 y
2005. Esta reducción de los tipos de interés probablemente no hubiese sido tal sin la previa
manipulación de los mismos ofrecidos por los bancos centrales. De ahí que la Escuela Austriaca
apunte a los bancos centrales como principal causante de la crisis financiera. Pero el sector
inmobiliario no fue el único sector donde el crédito se expandió, otros bienes también de
consumo duradero experimentaron el pertinente incremento conllevando grandes escalas de
apalancamiento mediante deuda expandida a través de los intermediarios financieros. El crédito
que los bancos concedían al sector privado (familias y empresas) pasó de 560.000 millones
hasta 1,7 billones en el año 2007, cómo se señala en Rallo (2012).
El balance de los bancos comerciales y el resto de intermediarios financieros que centraban su
negocio en el sector hipotecario no paraba de expandirse, al tiempo que los ratios de liquidez y
solvencia empeoraban junto con el apalancamiento de sus activos por el lado de los pasivos.
Además, la banca había concentrado su core business en un único sector, rompiendo con el
principio financiero de disminución de riesgo y en concreto con la diversificación. En caso de
que el sector del ladrillo sufriese un shock (tal y como lo haría posteriormente) los
intermediarios financieros que se habían dedicado a conceder créditos a dicha industria,
sufrirían por el lado del activo en sus estados contables provocándose una crisis sistémica. La
expansión de sus pasivos no se veía acompañada de un incremento de la financiación en forma
de ahorro que coincidiese con el plazo a los que se emitían las hipotecas, lo que causaría
mayores dificultades a la hora de mantener una estructura solvente. El sector bancario tendría
que enfrentarse a dos potenciales amenazas. En primer lugar, la posibilidad de impago de las
hipotecas concedidas a sus clientes en caso de que estos tuviesen problemas para afrontar las
cuotas de pago acordadas (la probabilidad de que esto ocurriese era bastante alta dada la mala
calidad crediticia de una buena parte de los mismos) 23. En segundo lugar, en caso de que los
bancos tuviesen que refinanciarse a un tipo de interés mayor, las rentabilidades podrían
desplomarse. Por el lado de los préstamos hipotecarios concedidos a tipo fijo, una subida del
interés sería mayormente perjudicial para la banca, mientras que las hipotecas a interés variable

23
Aquellas denominadas hipotecas subprime, en el caso americano copaban el 10% de la deuda hipotecarea.
Rodriguez y Rallo (2009)

21
podrían resultar perjudiciales para el agente hipotecado, lo que podría incrementar sus
dificultades de solvencia24.
Para que todo este boom en el sector inmobiliario fuese posible, se necesitó elevar la tasa de
inversión que la economía necesitaría para generar recursos. De este modo, la formación bruta
de capital alcanzó un nivel record en la economía española, llegando a copar el 30% del PIB tal
y como se muestra en el gráfico 2. En el caso de los países que no sufrieron una burbuja en el
sector inmobiliario (o al menos no tan acusada), como podrían ser Alemania u Holanda, esta
misma variable no pasaría del máximo del 21% o 22% sobre su producto interior bruto
respectivamente.
Gráfico 2: Formación Bruta de Capital. España Alemania Holanda (1997-2016).

España Alemania Holanda

31

29

27

25

23

21

19

17

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del Banco Mundial (2018).
Si bien, una alta tasa de inversión es algo fundamental para el crecimiento de una economía,
ésta debe ser sostenible en el tiempo, estable y, sobre todo, debe desarrollar una estructura
productiva que fomente el crecimiento de los diferentes sectores productivos. En el caso de
España el problema relacionado con esta alta tasa de inversión era su inherente relación con el
sector inmobiliario. Toda esta sobreinversión hacía que la estructura de capital, tanto medios
de producción como capital humano, se concentrará en una parte muy específica de la
economía. Pese al elevado incremento en la oferta de viviendas puestas a la venta, el precio de
las mismas aumentaba de manera continuada (dada su alta demanda), llegando a ser tasada a
precios extremadamente elevados en comparación con la media histórica. El Instituto Juan de

24
Esto no siempre será así especialmente por el lado bancario dadas las implicaciones que un contrato
hipotecario puede tener mediante diversas clausulas como las clausulas suelo o clausulas techo.

22
Mariana (2008), mediante su publicación del informe “los precios de la vivienda y la burbuja
inmobiliaria (1985-2007)” prueba un análisis empírico donde se demuestra que el PER25 de la
vivienda en el año 2007 se valoraba a 32,2, mientras que su media histórica entre los años 1985
y 1999 era de 19,5. El precio del metro cuadrado de la vivienda pasó a duplicarse en apenas
seis años, de 1.500 € a 3.000 €. Esta alza en los precios hizo que las viviendas no sólo fuesen
tratadas como un bien de consumo por las familias, sino también como un producto de
inversión. La alta rentabilidad de la compra-venta de viviendas que se daba durante estos años
de bonanza hacía que cada vez más gente se sumará al negocio inmobiliario. El mercado laboral
no quedaría inmune a esta subida en el sector de la construcción, consiguiendo aumentar el
número de empleados dentro de esta parte de la economía de 1.951.000 ocupados en el año
2001 a 2.664.700 durante el 2007.
Con todo esto, el crédito no sólo afectó al sector del ladrillo de manera directa, sino que
terminaría por filtrarse de manera indirecta a otros sectores de la economía que comenzaron a
recibir rentas de manera colateral por el sector de la construcción en las épocas de alto
crecimiento. Estos sectores que paralelamente comenzaban a percibir rentas no tenían por qué
estar endeudados, pero sí que su demanda provenía de otros agentes cuyo endeudamiento había
incrementado su poder de compra. Esas rentas que se filtran al resto de los sectores económicos,
una vez explota la burbuja de la construcción, dejan de tener la demanda previa que en última
instancia era también recibida de manera burbujística. Cómo en un castillo de naipes, la débil
estructura económica del país dependía de una sola variable, la construcción, en caso de que
alguna variable exógena cometiese un mínimo movimiento el castillo terminaría por
derrumbarse.
Así ocurrió durante el año 2006, la FED subió los tipos de interés, lo que repercutió en todos
los agentes que de una manera u otra habían participado de la deuda barata. Por otro lado, los
beneficios empresariales se vieron disminuidos, en gran medida por causa del alza en los
precios de las materias primas. Esta subida general en el precio de los inputs fue causada, en
parte, por qué el capital se había concentrado en el sector del ladrillo, y en contraposición
dejándose de invertir en la producción de estos materiales.

𝑃𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒 𝑎𝑑𝑞𝑢𝑖𝑠𝑖𝑐𝑖ó𝑛 𝑑𝑒 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑎


25 𝑃𝐸𝑅 = 𝑃𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑎𝑙𝑞𝑢𝑖𝑙𝑒𝑟

23
Gráfico 3: Precio histórico del barril de Brent (2000-2015).

Fuente: LSE blog.


El precio del barril de Brent llegó a tener un valor record tras una larga tendencia alcista que se
sucedió a lo largo de todo el proceso de expansión crediticia, tomando como precio máximo de
cotización 140$ (Véase gráfico 3).
Esta desaceleración de la economía, en especial la paralización de los aumentos en los
beneficios empresariales, hizo que los intermediarios financieros detuviesen la concesión de
créditos, especialmente en el sector hipotecario. La subida de los tipos de interés antes
comentada, junto con un repunte en la tasa de desempleo hizo que la parte más débil de la deuda
hipotecaria comenzara a sufrir los primeros impagos. Estos impagos no solamente se dieron de
manera forzosa por la incapacidad de hacer frente a los pagos por problemas económicos, sino
que también fueron provocados por la bajada del precio de las viviendas. En este segundo caso,
se desató una cadena de impagos sobre aquellos que poseían una hipoteca non-recourse, es
decir, aquellas que sólo podían tomar cómo garantía hipotecaria el colateral que cubriese el
préstamo, independientemente de que el valor del mismo fuese menor al de los préstamos
concedidos 26. La situación cada vez se complicaba más, los bancos comenzaban a tener que dar
de bajar del balance los activos que a su vez usaban para poder acceder a los préstamos del
sistema interbancario con el objetivo de arbitrar la curva de tipos fomentando el descalce de
plazos. Los fondos propios, por tanto, cada vez se veían más reducidos haciendo que los pasivos
tomasen más peso en la ecuación patrimonial. Tras la insostenible situación de la economía
ocurrió lo que algunos autores han denominado como el “comienzo de la crisis” con la quiebra

26
Este caso sólo se pudo dar en E.E.U.U. (y ni siquiera en la totalidad de los estados) ya que en los países
europeos la totalidad de las hipotecas concedidas eran recourse loans, donde se exigía la totalidad del pago del
valor del préstamo concedido y no sólo el colateral.

24
del banco hipotecario, American Home Mortgage. El pánico de que más quiebras bancarias
pudiesen suceder hizo que los bancos no se prestaran entre sí, y que la liquidez del sistema
bancario se viese extremadamente deteriorada. Por ello la FED tuvo que crear nuevos
mecanismos27 que facilitase al sector bancario el acceso a la financiación.
La situación en España era semejante, los bancos tuvieron que asumir cada vez más pérdidas
haciendo la situación insostenible. La totalidad de las pérdidas era superior que el capital que
los bancos y las cajas españolas habían sido capaces de atesorar a lo largo de las épocas de
bonanzas. Mientras que la estimación de las pérdidas llegó a ser de 400 mil millones, los fondos
propios no superaban los 377 mil millones de euros. Para solventar este problema se proponían
dos soluciones, por un lado, el Bail-in, método por el cual los accionistas, bonistas, depositantes
y acreedores asumen el rescate del banco. Por otro lado, el Bail-out, vía intervención estatal28.
Para la Escuela Austriaca la solución óptima ligada a valores éticos sería llevada a cabo por el
primer método, pues estos autores defenderán la privatización tanto de pérdidas como de
beneficios, y en caso de que fuese el estado quien rescate al sector bancario sucedería lo
contrario, las pérdidas se sociabilizarían. Sin embargo, la solución que se tomaría inicialmente29
pasaría a manos del sector público mediante tres métodos distintos, a saber: La creación de la
Sociedad de Gestión de Activos procedentes de Restructuraciones Bancarias (SAREB),
inyecciones de capital en aquellos bancos que fueran parcialmente viables, y liquidación de los
inviables. La SAREB 30 quedó constituida con una capitalización de 45.000 mil millones,
estando obligados los bancos afectados a vender sus activos de peor calidad bajo las condiciones
que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) les ordenase. Entre tanto, la
inestabilidad del sistema financiero no era el único problema por el que España debía
preocuparse. Amén de todos los problemas que las entidades privadas pudiesen tener en sus
cuentas, con el estallido de la crisis el estado vio también cómo sus cuentas comenzaron a entrar
en déficit. El tan necesario ahorro que los austriacos piden en épocas de bonanza no fue
suficiente para poder afrontar la crisis económica sin un déficit público.

27
Estos eran elementos de refinanciación que permitían a los bancos obtener liquidez, tales como: Money Market
investor Funding Facilities, Term Securities Lending Facility, Commercial Paper Funding Facility o Term
Auction Facility, entre otros.
28
Para la Escuela Austriaca, en tanto que la intervención del estado se haría en última instancia vía
contribuyentes, sería totalmente rechaza, quedando cómo única opción etícamente viable el Bail-in
29
Esto sería sólo inicialmente, dado que a fecha del 28 de junio del 2013 el Consejo europeo aprobó las nuevas
directrices a seguir en caso de insolvencia de una entidad financiera, estableciéndose que las siguientes medidas
a llevar a cabo se harían mediante el Bail-in.
30
Algunos economistas como Gonzalo Bernardos argumentan que este banco será de carácter privado pues el
estado solo invertiría 2.000 millones. En este trabajo lo trataremos como medida estatal por diferentes motivos,
entre otros, por el respaldo que ejerce el Tesoro sobre la deuda preferente.

25
España (junto con Irlanda y Grecia, ambos también afectados de manera grave por la burbuja)
se convirtió en uno de los países donde más crecieron los ingresos del estado, pero a su vez,
también sería una de las economías donde la recaudación caería de manera más brusca tras el
estallido de la burbuja, el aumento del desempleo, la caída de la inversión y las pérdidas
empresariales.
Gráfico 4: Saldo público de España en porcentaje del PIB (2000-2015).
4.00%

2.00%

0.00%

-2.00%

-4.00%

-6.00%

-8.00%

-10.00%

-12.00%

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del Banco Mundial


Así las cosas, la economía se encontraba en una de sus peores situaciones, no solo desde el
punto de vista de los agentes privados, empresas y familias, sino también en lo referido a las
cuentas del estado. La amenaza de que España, junto con el resto de países del sur de Europa
(Grecia y Portugal esencialmente) entrará en suspensión de pagos era cada vez mayor, lo que
provocaba una fuga de capitales continuada. España necesitaba urgentemente solucionar los
desequilibrios ocasionados por una estructura de capital poco productiva y un exceso de deuda.
Para ello, Juan Ramón Rallo (2012), propone, desde un punto de vista liberal, tres medidas
principales: austeridad del sector público, liberalización del sector privado e interiorización de
las pérdidas.
En lo que respecta al sector financiero, los autores austriacos creerán fundamental un
saneamiento completo del sector, en términos generales reestructurando todos los elementos
desde la base, esto es, desnacionalizando la moneda y permitiendo la libertad en los medios de
pagos (toman como base la obra de Hayek “La desnacionalización del dinero” 31). Otra medida
fundamental para acabar con inestabilidades económicas futuras consistiría en eliminar todos

31
Aquí se abriría un amplio debate sobre hasta qué punto esto sería posible y si un retorno al patrón oro sería
ideal para el funcionamiento de la economía

26
los privilegios que, a juicio de la Escuela Austriaca, la banca recibe de los bancos centrales.
Para eso será necesario una modificación integra del sistema bancario español, llegando a dejar
quebrar si fuera necesario aquellas entidades que resultasen insolventes como resultado de una
mala gestión de sus inversiones. Idealmente, con el objetivo de salvaguardar el sistema de los
intermediarios de pago, en las ocasiones donde fuese posible se optaría por un rescate interno
por medio de los acreedores (El previamente mencionado Bail-in). Quedaría entonces
descartada la nacionalización del sector bancario. Por el contrario, se apostará por la propiedad
privada de los entonces acreedores. En contraposición a la creación de la SAREB, tendrían que
ser los nuevos propietarios quienes determinasen cómo y cuándo proceder a la liquidación de
los activos tóxicos.
En lo referente a las medidas fiscales, tanto por principios éticos, como utilitaristas en términos
económicos, los austriacos abogan por una disminución drástica de la tasa impositiva, tanto al
nivel empresarial como familiar. Esta disminución de los impuestos debería ir en paralelo a una
disminución del gasto con el objetivo de eliminar el déficit, así como a una amortización urgente
de los niveles de deuda pública. Frente a esto, la medida tomada por el Gobierno español fue la
de subir de manera generalizada los impuestos, al menos en una primera fase. Es a partir del
2012, cuando el Gobierno opta por recortar el gasto público y reducir el déficit, medidas que
encajan mejor con las propuestas de la Escuela Austriaca. No obstante, desde un punto de vista
liberal las medidas deberían haber sido mucho más radicales. En lo que concierne a la deuda,
ésta no sólo no se redujo, sino que además siguió creciendo hasta prácticamente la actualidad.
Todo esto gira en torno al tan ansiado principio elemental del liberalismo con el objetivo de
aminorar lo máximo posible el tamaño del estado, privatizando todos aquellos sectores
susceptibles de ser privatizados, limitando la función del estado a la seguridad, la defensa, la
justicia y a aquellos sectores donde el sector privado no pueda llegar 32. La flexibilización
completa de la economía será también una máxima necesaria bajo la opinión de estos autores,
siendo necesaria la eliminación de cualquier tipo de barrera que impida el comercio tanto en
términos nacionales, como en términos internacionales. Esto implica la eliminación de
aranceles, la suspensión de cualquier regulación del mercado no fundamental, o las barreras a
la formación de precios que intervengan a la formación de los mismos, tal y como se haría
mediante criterios de mercado (como precios máximos o subvenciones). Con todo esto, el
mayor reto que tendría que afrontar la economía española sería solucionar el problema del
desempleo, un problema complejo dadas las rigideces del mercado laboral español y el

32
No existe una lista de elementos a privatizar sino que este concepto varía dependiendo de cada pensador. Sí
será una norma general el tratar de minimizar la existencia de coacción por parte del estado.

27
recorrido histórico que el empleo ha vivido hasta la actualidad, con tasas de desempleo siempre
superiores a la media de los países de Europa, independientemente de la parte del ciclo en la
que nos encontremos. A fecha del año 2007 el desempleo se encontraba en su punto mínimo,
con una tasa del 8,7% (Véase gráfico 4). Tan sólo 6 años después la economía española tendría
que afrontar la adversidad que una cifra del 26% de desempleo trae consigo. Estas cifras sólo
agravan el problema de solvencia financiera y estabilidad presupuestaría que España tendría
que atravesar.
Gráfico 5: Desempleo en España

25

20

15

10

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Banco Mundial.


Ante esto se abría el debate, tanto académico como mediático, sobre cómo solucionar el
problema de las altas tasas de paro que se estaban viviendo en España y el resto de países del
sur de Europa. A grandes rasgos, se discuten dos modelos para solventar la situación. En primer
lugar, estudiaremos aquellas propuestas que estudian el desempleo desde una perspectiva de
demanda separando a ésta íntegramente de la oferta, opinando que el aumento del consumo (la
demanda) llevará consigo el aumento del empleo, y por lo tanto será primordial el concepto de
aumentar la demanda agregada como panacea del crecimiento. Los teóricos que apuestan por
esta toma de decisiones situando la intervención del estado como elemento necesario para el
crecimiento económico son, entre otros, los siguientes: John Maynar Keynes, Hyman Minsky
o Paul Krugman entre otros.

28
5.- El problema del desempleo
Para poder entender esta teoría más en detalle nos centraremos en la obra por Lord Keynes
publicada en el año 1936 “La Teoría general del empleo, el interés y el dinero”, obra que
probablemente haya sido de las más relevantes en lo relativo a la teoría económica actual. Para
Keynes, el nivel de ocupación de una economía viene determinado por el nivel total de
demanda, de este modo Keynes escribe lo siguiente: “la función de ocupación estará dada por
Nr = F r (D.r) .O, de un modo más general, si podemos suponer que D.r es función única de la
demanda efectiva total D„ la función de ocupación estará determinada por Nr= Fr(D) Lo que
quiere decir que N hombres estarán empleados en la industria r cuando la demanda efectiva
sea D..” Keynes (1980, pp.249)
Formula 1: Nive de ocupación Keynesiano
𝑁r = 𝐹𝑟 (𝐷. )33
Continuando con el argumento, para poder calcular la demanda, necesitaremos saber que
elementos la componen. Si lo miramos en términos agregados comprobamos que la demanda
agregada tradicionalmente por la siguiente expresión:
Formula 2: Demanda agregada.
𝐷𝐴 = 𝐶 + 𝐼 + 𝐺 + (𝑋 − 𝑀)34
En base a esto, un aumento de cualquiera de las variables que forman la ecuación concluirá en
un aumento de la demanda agregada. Si una de las variables de la demanda es el consumo, la
contracara de ésta será el ahorro. Por todo esto, Keynes entiende que el atesoramiento es
perjudicial para los niveles de empleo de una economía y conforme a esto especifica “La
desocupación va unida al ahorro negativo en ciertos sectores, privados o públicos” Keynes
(1980, pp.249). Esto constituye una crítica directa al papel que el atesoramiento juega en el
sistema económico, en contraposición directa a los planteamientos de la Escuela Austriaca.
Dentro de este modelo de demanda cabe estudiar en que variables se podría actuar. En tanto en
cuanto la variable de exportaciones netas no depende únicamente del modelo económico
nacional sino también del internacional35, los gobiernos tienden a centrar su política económica
sobre el resto de las variables, generalmente orientándose hacia el consumo y el gasto público.
Para poder llevar a cabo esto, se suele recurrir a medidas económicas expansivas, tales como

33 𝑁𝑟 = 𝑉𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑛 𝑑𝑒 𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑐𝑖ó𝑛 𝐷𝑟 = 𝐷𝑒𝑚𝑎𝑛𝑑𝑎 𝑒𝑓𝑒𝑐𝑡𝑖𝑣𝑎 𝑟𝑒𝑎𝑙


34 𝐷𝐴 = 𝐷𝑒𝑚𝑎𝑛𝑑𝑎 𝐴𝑔𝑟𝑒𝑔𝑎𝑑𝑎 𝐶 = 𝐶𝑜𝑛𝑠𝑢𝑚𝑜𝑚 𝐼 = 𝑖𝑛𝑣𝑒𝑟𝑠𝑖ó𝑛 𝐺 = 𝐺𝑎𝑠𝑡𝑜 𝑃ú𝑏𝑙𝑖𝑐𝑜 𝑋 = 𝐸𝑥𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠
𝑀 = 𝐼𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠
35
Si bien, existen ciertas medidas que se pueden llevar a cabo internamente como la subida de aranceles a las
importaciones que pueden actuar sobre esta variable, pero dados los efectos colaterales que pueden causar no
suele ser una medida recurrente.

29
una mayor laxitud en la política monetaria, incentivos a un mayor flujo del crédito, aumento
del déficit presupuestario, utilización del empleo público o incrementos en los niveles de deuda
pública. Es así como nacen los llamados “planes de estímulo”. En términos prácticos para el
caso español todo se podría traducir en el llamado “Plan E”, lanzado en el año 2009 bajo el
gobierno del PSOE, se intentó mediante el gasto público frenar la caída del desempleo y la
sostenibilidad de la economía. Para ello, se hizo uso de dos fondos principales, el Fondo Estatal
de Inversión Local (FEIL) y el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local36, para
el primero se llevó a cabo un gasto de 7.560 millones de euros, y para el segundo una cuantía
total de 4.250 sumando un total de 11.810 € gastados de acuerdo a los datos mostrados por el
tribunal de cuentas.
Previa a esta teoría donde el desempleo se trata como un problema de demanda, se da una
posición contrapuesta en la cual el paro es tratado como un problema de oferta. Para estudiar
esta posición nos centraremos en el autor también previamente mencionado, Jean Baptiste-Say.
El autor en su obra “Tratado de economía política” escrita en el año 1803 redacta todo este
problema de manera explícita en el capítulo XV. Say expone, que para que un bien sea
demandado, es necesario que otros bienes sean producidos, redactándolo del siguiente modo:
“El hombre cuya industria se aplica a dar valor a las cosas, disponiéndolas de modo que
tengan un uso cualquiera que sea, no puede esperar que sea apreciado y pagado este valor
sino donde haya otros hombres que tengan medios para adquirirle. ¿Y en qué consisten estos
medios? En otros valores y productos, fruto de su industria, de sus capitales y de sus tierras:
de donde resulta, aunque a primera vista parezca una paradoja, que la producción es la que
da salida a los productos.” Say (1821, pp.111)
Para Say, el dinero será un medio que facilite el intercambio únicamente, pues la generación de
valor depende de la generación de bienes que satisfagan las necesidades del consumidor y de
acuerdo a esto expone: “El dinero no hace más que un oficio pasajero en este doble cambio; y
terminados los cambios, resulta siempre que se han pagado productos con productos”. Say
(1821, pp.113). La controversia con Keynes se produce en la lectura que el mismo hace de Say,
de este modo el economista británico escribe 37: “Say y Ricardo, los economistas clásicos han
enseñado que la oferta crea su propia demanda” Keynes (1980, pp.28). Dado que Keynes no
cita directamente en su obra a Jean-Baptiste Say, sino que lo hace a través de John Stuart Mill
en una parte de la obra “Principios de la economía Política” donde éste habla sobre la Ley de

36
Este último lanzado durante el año 2010, un año más tarde.
37
El análisis que Keynes hace sobre Say se complica dado que en su libro no cita o hace referencia a lo escrito
por Say. Sí existe una referencia en la que J.S.

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Say, se complica saber a qué parte de la obra de Say se refiere Keynes. Lo que Keynes da a
tender con esta frase sobre el autor francés es que cualquier cosa producida automáticamente
se va a vender, independientemente de lo que se produzca. Cómo hemos visto, lo que Say quiere
decir, no es que cualquier cosa producida vaya a ser demandada, sino que para que un elemento
sea demandado otro necesita ser producido. Esto significa que el gasto viene limitado por la
producción38. Say admite que puede existir producción excesiva de ciertos bienes en
repercusión de una escasez de producciones en otras mercancías y de este modo expone: “las
mercancías que no se venden, o se venden con pérdida, exceden a la suma de las que se
necesitan, ya porque se han producido cantidades demasiado considerables o más bien porque
han decaído otras producciones. Superabundan ciertos productos, porque han llegado a faltar
otros” Say (1821, pp.113). La Escuela Austriaca defendería que el proceso de mercado llevaría
consigo una reestructuración del capital en el largo plazo que permitiese a los medios de
producción de aquellos bienes que han quedado ociosos, relocalizarse para producir aquellos
bienes que han quedado escasos en su producción. Por tanto, oferta y demanda, en base a esto
si tienden a coincidir.
Frente a la tesitura expuesta, cabe plantearse dos cuestiones, la primera sería que bienes deben
ser producidos para conseguir que la renta derivada de esta producción permita la adquisición
de otros bienes y la segunda sería como financiar la producción de estos bienes. Puesto en
términos actuales, frente a la postura de aquellos que plantean necesario incrementar el
consumo cabe analizar qué consumo habría que estimular. Durante el año 2008 tan sólo el
27,5%39 del consumo privado que se daba en España era producido también en España, esto
quiere decir que un incremento del consumo no iría destinado necesariamente a los productores
españoles y por lo tanto el aumento de la demanda no tendría por qué atraer consigo un aumento
del empleo nacional incluso desde la perspectiva keynesiana. Si España no estaba produciendo
entonces lo que los españoles estaban demandando, toda la estructura de capital que se había
generado alrededor del sector inmobiliario ya obsoleto debería redirigirse hacia sectores que si
fuesen valorados. Para la toma de decisiones sobre donde colocar el capital de manera que
genere valor, la Escuela Austriaca defiende que la toma de decisiones de inversión debe llevarse
a cabo mediante un proceso empresarial de descubrimiento que permita, mediante el
conocimiento disperso de los diferentes agentes y el orden espontaneo, conocer cuáles son las

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Say no especifica de manera clara si aquí incluye únicamente producción pasada o también considera la
producción futura.
39 𝐶𝑜𝑛𝑠𝑢𝑚𝑜−𝐼𝑚𝑝𝑜𝑟𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠
Este dato ha sido calculado mediante: . Hay que tener en cuenta que parte de las
𝑃𝐼𝐵
importaciones van destinadas al gasto público, pero sirva este dato como una mera estimación.

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necesidades a cubrir por los consumidores. Según defiende F.A. Hayek en su obra “La fatal
arrogancia” un estado será incapaz de llevar a cabo una correcta asignación del capital por un
motivo de falta de información, al creer que ésta se puede centralizar. Esta información entiende
Hayek que no sólo se da manera medible o articulable, sino que en muchas ocasiones se da de
manera tácita, de manera que tan sólo aquel que posee la información es capaz de ponerla en
práctica.
Respecto a cómo financiar el gasto de manera que aumente la demanda agregada, trataremos a
coalición la perspectiva de la Teoría Monetaria Moderna (TMM). Esta teoría propone en
grandes rasgos que el crecimiento económico y el empleo se pueden conseguir mediante la
emisión monetaria bajo un estado que es soberano sobre el monopolio de emisión.
Analizaremos ahora aquellos aspectos que la teoría pueda adolecer en contraposición a los
principios austriacos.
Partiendo desde la base hablaremos de que es el dinero, y como nace en términos históricos.
Primariamente los excedentes de producción que se daban en la economía tendrían a ser
intercambiados mediante el trueque. Esta técnica consistía en cambio directo de unos bienes
por otros sin la mediación de lo que hoy conocemos como moneda. Dos tipos de trueque se
podrían producir entonces, trueque spot y trueque diferido. Mediante el trueque spot se permite
satisfacer las necesidades de ambas partes en el mismo momento, este adolece de tres problemas
principales: El primero será la doble coincidencia de necesidades, es decir que el sujeto A tenga
lo que el sujeto B quiere y viceversa, el segundo problema tiene que ver con la temporalidad,
mediante el trueque spot se precisara de una simultaneidad en el momento del intercambio y el
tercer problema es en relación a las cantidades, el sujeto A no sólo debe tener el objeto que B
desea sino también en las cantidades precisas. Mediante el trueque en diferido se consigue
eliminar la necesidad de simultánea. El sujeto B puede aplazar la entrega del bien al sujeto A
en el tiempo que estos decidan pactar, de este modo se consigue también facilitar el problema
relacionado con la cantidad de bienes, pues no será necesario disponer de la cuantía total en el
momento del intercambio, sino que se podrá aplazar parte de la entrega. Este último tipo de
trueque trae consigo el problema de impago, pues se correrá el riesgo de que el sujeto B termine
por no entregar las mercancías necesarias a A.
Otro problema esencial al trueque es la unidad de cuenta en la que se mide cada bien y la
dificultad en los procesos de valorización. En la medida en la que unos bienes tienden a ser más
fáciles de intercambiar por otros bienes, estos podrán ser utilizados como medio para
posteriormente ser intercambiados por otros bienes que sí palien las necesidades del agente,
aumentando las probabilidades del intercambio. El hecho de que una mercancía sea más fácil

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de intercambiar que otra fue tratado por Jevons (1896), reuniendo las siguientes cualidades:
Utilidad previa, portabilidad, indestructibilidad, homogeneidad, divisibilidad, liquidez40 y
cognoscibilidad. Aquel bien que reúna estas cualidades al mismo tiempo será caracterizado
como buen dinero. Los individuos comenzaran a determinar que bienes son aquellos que a su
parecer resultan más líquidos. Hayek (1952) entendería al dinero, al igual que Menger, como
una institución espontanea, de este modo escribió: “Las instituciones sociales como el dinero
[…] son el resultado no intencionado de decisiones individuales que dinámicamente nos
conducen a comportamientos pautados agregados” Hayek (1952, pp.83-84). Frente a esta
teoría mengeriana sobre la teoría evolutiva del dinero, se opone la TMM. Para estos últimos la
gracia del estado quien conceda a un bien la cualidad de dinero al conceder a este la capacidad
de ser el medio por el cual se saldan deudas tributarias.” Según Rallo (2017, pp.59) “Los
teóricos de la TMM afirman que toda moneda fiat emitida por el Estado y exigida para el pago
de impuestos tenderá a generalizarse como medio de intercambio indirecto. Dado que todos
los contribuyentes necesitarán esa moneda fiat para poder cumplir con sus obligaciones
tributarias, todos ellos la aceptarán como pago por la venta de sus bienes o servicios”. Cabe
deducir entonces, que, si aquel medio que permite la compra de bienes depende del Estado, si
éste guarda soberanía sobre su emisión, su capacidad para comprar bienes será ilimitada. En
frase de uno de los autores de la TMM, “Los Estados pueden permitirse comprar cualquier
cosa que esté a la venta en la moneda que constituye la unidad de cuenta interna” Kelton
(2011. pp,61).
Es en este punto donde la teoría del keynesianismo sobre el aumento del gasto público cómo
elemento para aumentar así la demanda agregada y con ello el empleo. Así para esta clase de
autores todo déficit del sector público será en contraposición del aumento de la riqueza en el
sector privado. La TMM apuesta sostiene como beneficiosa la creación de dinero con el
objetivo de aumentar el empleo, naciendo los llamados “Planes de empleo garantizado” donde
el Estado será garante de ocupación. Haciendo referencia a Wray (2015, pp.221) “Un Estado
que emite su propia moneda siempre puede permitirse contratar a los trabajadores
desempleados”. Para poder hacer frente al pago de los salarios que aquellos que precisen un
empleo, a luz de la TMM, les bastará con emitir nueva moneda Fiat. El problema reside en que
se retribuye a cambio del pago del salario, si la producción recibida no está valorada en al menos

40Tomando el concepto de liquidez de Menger mediante el cual un bien tendrá una relación
directa entre la demanda del mismo respecto a su uso como medio de intercambio.

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el salario abonado con la creación de la nueva moneda Fiat, significará que el Estado está
pagando por el empleo un precio mayor que el de mercado tenderá a crear inflación.
A ejemplos prácticos se puede ver el caso de Argentina, donde tras periodos de emisión
monetaria del 143% entre el 1935 y 1991 la inflación aumentó en 181% durante este mismo
periodo. Para este mismo año (2018) su expansión monetaria es del 25% y a su vez, las
expectativas de inflación son del 25%.
Desde el punto de vista del sector privado, si la emisión monetaria genera inflación, caben dos
posibilidades a la hora de pensar que ocurriría con los salarios. Si las expectativas de inflación
aumentan, los trabajadores pedirán salarios más altos en términos nominales para poder
mantener el salario real, por lo tanto, los incentivos privados a la contratación seguirán siendo
los mismos. Si la inflación aumentase sin expectativas de inflación, lo que habría sería una
devaluación del precio del factor trabajo.

Conclusión
A la luz de lo expuesto parece que a pesar de que la Escuela Austriaca comenzase a desarrollar
sus argumentos en el S.XVIII, tomando como fuente del desarrollo autores previos como
Wicksell, Jean-Baptiste Say o el Padre Juan de Mariana, es posible dar una visión actualizada
y aplicada a la última crisis financiera global que golpeó con gran fuerza en los países del sur
de Europa y Estados unidos. Las manipulaciones vividas a partir del año 2002 por los distintos
Bancos Centrales causaron una expansión generalizada del crédito al colocar los tipos de interés
por debajo de su nivel natural. Esta distorsión en los activos financieros tuvo un efecto colateral
en los activos reales originando la llamada “burbuja inmobiliaria”. Tras el colapso financiero,
los agentes tuvieron que reajustar su estructura de capital, hacia sectores demandados
actualmente. A nivel político las alternativas para solucionar la situación eran dos distintas, por
un lado, la llevada a cabo durante los primeros años de la crisis con una intención más
intervencionista. Por otro lado, la variante tomada durante los últimos años, flexibilizando el
mercado laboral y recortando los gastos desde el sector público.
Así las cosas, España comenzaría a crecer de nuevo a partir del año 2012, paradójicamente con
una reducción de tipos de interés que permitía la inyección de liquidez en el sistema en
salvaguarda del sistema financiero global, para algunos, el germen que nos había introducido
en la crisis de la cual intentábamos salir volvía a estar presente en la economía.

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Acabose de imprimir este trabajo
el día 15 de abril, Festividad de San Telmo
en el año de nuestro Señor Jesucristo de 2018.
LAUS DEO

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