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QUE ES LA CLONACIÓN

Primeramente, es importante conocer qué es la clonación. Biológicamente, se


trata de un proceso natural donde los seres vivos se duplican a sí mismos de forma
asexuada. Es decir, el proceso “consiste en la obtención de un clon, entendido como
un conjunto de ‘elementos’ genéticamente idénticos entre sí y a su precursor”
(Herráez, 2012, p.191).

Se trata de un proceso donde el elemento se duplicaría, por entenderlo de


forma sencilla. Estos elementos pueden ser células, moléculas, tejidos u
organismos pluricelulares completos. Así, cada componente individual del clon tiene
la misma información genética, el mismo genotipo del elemento de partida; por
tanto, todos y cada uno serían un clon de los otros.

Por otro lado, se define la clonación como “el proceso de hacer copias de un
fragmento específico de ADN, generalmente de un gen. Cuando los genetistas
hablan de clonación, no se refieren al proceso de hacer copias idénticas de todo un
organismo” (Almarza, 2004: 96). De esta conceptualización, se considera
interesante el hecho de que no se habla de individuos completos sino de ciertos
fragmentos o elementos del ADN.

PREGUNTA DE ANÁLISIS

Aún no hay noticias de clonación humana, pero las posibilidades


están sobre la mesa, aún cuando se vea grotesco o espeluznante
producir un ser humano idéntico a otro. Para muchos constituyen una
forma de obtener órganos o miembros de su cuerpo para reparar lo que
no esté sano. Es como una especie de doble saludable que ofrece todos
los “insumos” o “recursos” para mejorar la propia salud.

Ahora bien, si se toma como referencia principal el artículo 11 de la


Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos
Humanos, en UNESCO (1997), donde se cita la clonación como un
incumplimiento de los derechos humanos más elementales, dejando
dicho lo siguiente.

No deben permitirse las prácticas que sean contrarias a la


dignidad humana, como la clonación con fines de reproducción
de seres humanos. Se invita a los Estados y a las
organizaciones internacionales competentes a que cooperen
para identificar estas prácticas y a que adopten en el plano
nacional o internacional las medidas que corresponda, para
asegurarse de que se respetan los principios enunciados en la
presente Declaración.

La clonación es una práctica que contraría, infringe y transgrede la


dignidad humana, la individualidad, el derecho a ser únicos; por lo que
la figura de oposición destaca en cuanto a atentar contra el ser humano
como persona, como ser consciente y racional; como un sujeto de
derechos, que debe cohabitar con alguien idéntico a él, no como un
gemelo, sino como un ser que piensa y siente como él mismo.

Por otro lado, una perspectiva favorable sobre la clonación tiene


como base considerarla como una posibilidad para que parejas infértiles
en las cuales los otros métodos de reproducción asistida hayan fallado
puedan tener hijos biológicos; bajo un argumento sentimental que
justificaría, per se, otorgar cualquier deseo a una persona para que no
sufra (Pardo, 2010).

A lo anterior, se agrega que el acalorado debate sobre la clonación


reproductiva se puede ver que algunos expertos la defienden, le dan
carácter lícito, incluso bajo condiciones muy bien delimitadas se sitúa
en el mismo nivel del resto de las técnicas de reproducción asistida. No
obstante, para otros es éticamente reprobable, pues entraña riesgos y
violación de derechos, como tener padres biológicos (Rivera, 2004).

Aunado a que se tiene un enfoque donde la vida humana comienza


desde la concepción, que conlleva a prohibir toda investigación sobre
embriones. Se suma el punto de vista religioso, donde los experimentos
con seres humanos violan el proyecto de Dios y desafían al Creador,
porque el alma, la vida, es otorgada por este ser supremo y no puede
ser engendrada por los padres ni en laboratorios (Rivera, 2004).

Se han encontrado evidencias de que el genoma puede cambiar por factores


ambientales. Científicamente, en los laboratorios también se han introducido
cambios importantes. Y esto sería beneficioso cuando hablamos de cuestiones de
salud. Pero, ¿éticamente es aceptable? Quizá no, cuando entendemos que estas
alteraciones representarían la creación de una persona “perfecta”, que podría ser
superior a las características de todos los seres humanos, lo cual conllevaría a la
discriminación y estigmatización.

RIESGOS Y PELIGROS DE LA CLONACIÓN HUMANA

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