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EDIFICIO BLAS DE LEZO EN CARTAGENA

AUTORES: Efran Filot Roys & Daniber Zúñiga


FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y ADMNISTRATIVAS,
ADMINISTRACION DE EMPRESAS - UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA
GESTION DE PROYECTO

RESUMEN:

El presente trabajo está realizado con la idea de encontrar las razones fundamentales

por las cuales un proyecto arquitectónico llega a ser construido y luego de estar ejecutada la

obra se presentan problemas, fallas físicas que comprometen la seguridad y economía de las

personas que harán uso de la edificación, es decir que se recibe algo como si estuviera mal

hecho, o mal construido.

En la ciudad de Cartagena de Indias, durante el año 2017, ocurrieron varios sucesos

catastróficos en cuanto a estructuras se refiere, puntualmente el colapso de un edificio

residencial, dejando un saldo de aproximadamente treinta personas fallecidas. Con esto se

desencadeno una serie de irregularidades en cuanto a las licencias de construcción

falsificadas, poniendo esta acción en riesgo inminente a las familias que residen en estos

edificios.

El suceso ocurrido el 27 de abril del año anterior, la caída del edificio Portales de Blas de

Lezo II mientras se encontraba en construcción, puso a toda la ciudad de Cartagena con un

alto nivel de preocupación, creando la duda sobre el buen ejercicio de las actividades

constructivas y de diseño en la las edificaciones de la ciudad. Junto a este acontecimiento

salieron a luz la actividad ilícita de construcción sin los permisos urbanísticos, por lo que la

alcaldía contrató a la Universidad de Cartagena para que evalúe la integridad estructural de


16 edificios pertenecientes a la firma Quiroz y con características parecidas a la estructura

que había presentado el reciente colapso.

Esto ha provocado una alerta máxima por partes de las autoridades competentes,

exigiendo inmediata evaluación de las estructuras que estén dentro de este marco de

ilegalidad, otorgando así la responsabilidad ética a los profesionales de la ingeniería civil en

el campo estructural a prestar sus servicios para este fin y, además proponer soluciones

eficaces ante la inminente urgencia a la que se enfrenta el país y puntualmente la ciudad en el

ámbito constructivo.

Como producto del análisis es algo concreto al tratarse de una obra construida; en ella se

ven reflejados muchos personajes con responsabilidad ética y profesional, por eso cabe

estudiar y evaluar hasta qué grado o punto llega el compromiso de las personas que asumen

las labores de construcción en la toma de decisiones.

OBJETIVO:

- Realizar un análisis estructural completo de la edificación en riesgo en donde se

evidencie el grado de afectación social, político e infraestructura del colapso del

edificio Blas de Lezo en Cartagena

FUENTES DE INFORMACIÓN:

- Investigación de universidad tecnológica de Cartagena

- Diario el tiempo

- Revista Anales de Ing.

- Lucio Torres C.O

POBLACIÓN OBJETO DE ESTUDIO:

Personas afectadas habitantes del edificio en el popular Barrio Blaz de Lezo en la calle 21 con

carrera 67a
PALABRAS CLAVES: Edificio, fallas estructurales, planificación, catástrofe,

irregularidades.

METODOLOGÍA UTILIZADA: Análisis documental, cualitativo y cuantitativo

ANTECEDENTES:

En los últimos años en la comunidad internacional ha aumentado la preocupación por el

incremento del número de desastres y por la tendencia creciente de sus efectos destructivos,

que se concentran en amplios sectores de la población. Por esta razón, se hace necesario

elevar al máximo las medidas de prevención antes, durante y después de estos fenómenos.

Los ejemplos de una decadencia en la buena práctica de la ingeniería vienen de hace

varios años atrás, no solamente se remonta al 12 de octubre de 2013 con el triste colapso del

Edificio Space, ni al reciente colapso del edificio en el barrio Blas de Lezo en Cartagena en

abril de 2017. Infortunadamente, la mala práctica de la ingeniería, desde los diseños técnicos

hasta la ejecución en obra de los proyectos, se presenta en mayor o menor grado en todas las

ciudades de nuestro país. Así como la complicidad indirecta de las licencias que otorgan las

curadurías en los diferentes rincones del país.

Cuando Wilfran Wicho Quiroz y su pareja Maricela Cabarcas comenzaron a vender

el Portal Blas de Lezo, les prometieron a sus clientes que les harían realidad sus sueños de

tener apartamento nuevo cerca de las avenidas, centro comercial, Biblioteca Distrital de

Cartagena y, lo que es más importante, ¡a un precio espectacular! Pero lo que no sabían los

clientes es que la pareja Quiroz—Cabarcas era vendedora de humo, el cual se podría

convertir en una tragedia como Blas de Lezo I, ya que no reunía las condiciones técnicas

exigidas en estos tipos de construcción, puesto que clonan las licencias.


Tenían publicidad, promociones por internet y por Facebook, y participaban en ferias

inmobiliarias de Camacol. ¡Parecía una gran oportunidad para tener vivienda propia!

Para estafar y construir en forma ilegal, los Quiroz clonaban licencias de construcción

Esta historia es la cimentación de varios documentos que reposan en el expediente No

01191 del 2017 de la policía judicial adscrita a la Fiscalía, documentos particulares, escrituras

públicas, certificados de tradición, 10 entrevistas personales y una detenida observación de

los hechos y de las pruebas. Es un estudio de caso, guardando las proporciones de la

investigación social.

¿Por qué los bancos aprobaban sin problemas los créditos hipotecarios y leasing; las

empresas públicas instalaban los servicios públicos y el gobierno les concedía el subsidio de

primera vivienda a los que compraban los apartamentos de los Quiroz y demás constructores

piratas de Cartagena? Surtigas fue la primera que hizo contrato. Aguas de Cartagena no le

suspendió los servicios de agua a las tres pólizas de Wilfran Quiroz, muy a pesar de la

millonaria deuda que tiene, y ahora pretende que los usuarios actuales la paguen. Esa era la

pregunta que rondaba en la cabeza del periodista sin poder responder.

Pero había otra más aguda: ¿Por qué razón ninguno de los estamentos bancarios, empresas

públicas, y el Estado denunciaron a los Quiroz y demás constructores piratas —que de

acuerdo a un conocedor del negocio— son más de 40 empresarios con proyectos urbanísticos

ilegales en solo Cartagena? ¿Por qué podían estafar y engañar impunemente y en forma

rápida a cualquier ciudadano honesto que quería hacer realidad su sueño de ser propietario?

Los Quiroz, como los demás constructores ilegales, clonaban las licencias de construcción

legalmente expedidas para una construcción determinada, la cual utilizaban y adaptaban a sus

proyectos piratas. Wilfran Quiroz, con sus edificaciones Portal Blas de Lezo —seguramente
con la complicidad de funcionarios de las curadurías urbanas— utilizaba licencias de

construcción recientes para cometer la estafa. Es el caso de la licencia concedida por

la Curaduría Urbana 2 para Portal Blas de Lezo I. ¿Cómo funcionó? Quiroz usó la resolución

0081 del 4 de abril de 2016 para iniciar su proyecto urbanístico pirata. Para comprobar este

hallazgo, lo único que hizo falta fue digitar el número de la resolución de la licencia en la

página de las curadurías y de inmediato me salió la licencia real. Esta licencia fue expedida a

nombre de Zoila Salinas de Olivo, debidamente identificada, quien le dio poder a Henry de

Jesús Olivo Sánchez, para realizar el proyecto de construcción bifamiliar ubicado en el barrio

Olaya en la transversal 61B No 61-221, de acuerdo a lo estipulado en la escritura No 2373 del

30 de diciembre de 1977.

¿Qué hizo Wilfran Quiroz? Cambió el nombre de él por el de la titular, referencias

catastrales y escriturales, dimensión del predio y estudios previos que se exigen para

conceder la licencia de construcción. Lo curioso es que uno de los ingenieros geotecnista y

profesor de la facultad de ingeniería de la Universidad de Cartagena (UdeC), Modesto

Barrios Fontalvo, fue contratado para verificar si el proyecto de los Quiroz había hecho el

estudio de suelo con el fin de construir las zapatas de acuerdo a las condiciones geotécnicas.

Se dio cuenta que quien hizo el estudio de los Quiroz era él mismo, puesto que la resolución

No 0081 (la falsa que tengo en mis archivos con sellos y firmas del Curador No 2 y firmada

por Guillermo Mendoza Jiménez,) dice:

«Aprobar los planos arquitectónicos (…) elaborados por el arquitecto Daniel José Escobar

Coa con matrícula No A13542006-11165218 de Bolívar, y aprobado los cuatro planos

estructurales contentivos del diseño estructural identificados en su rótulo por las anotaciones

y contenidos (…) firmados por el ingeniero civil Modesto Barrios Fontalvo con matrícula

profesional No 131202-25021 de Bolívar, correspondiente a la obra, cuya ejecución se

autoriza, las cuales se integran a esta resolución para que formen parte de ella.»
Al ingeniero Modesto Barrios Fontalvo, coordinador de estudios geotécnicos de la

facultad de ingeniería del Alma Máter, lo he llamado ocho veces, pero no me ha contestado

su celular. Al arquitecto Daniel José Escobar Coa, no lo he llamado para verificar si realizó el

diseño arquitectónico, ya que su número de teléfono no lo he podido conseguir. Tampoco he

podido contactar al curador no 2, Guillermo Mendoza Jiménez. Se presume, sin embargo, que

sus firmas fueron falsificadas. ¿Concierto para delinquir? Como se puede apreciar en esta

investigación, Wilfran Quiroz Ruiz, no podría ser señalado como el único responsable de la

falsedad y el urbanismo ilegal. ¿Qué papel tienen los bancos, las empresas prestadoras de

servicios públicos, las notarías, las curadurías y las entidades que deben controlar y no lo

hacen? Indudablemente aquí existe un concierto para delinquir. Veamos la definición que

hace la Corte Constitucional a través de la sentencia C-241, de mayo 20 de 1997 firmada

por Fabio Morón Díaz

La Fiscalía no ha contemplado, dentro de las audiencias, el delito de concierto para

delinquir. Si lo hiciere, deberían caer no solo los servidores públicos implicados (Olimpo

Vergara y el inspector 12, Alfonso Ramos), sino también altos funcionarios del Distrito, la

Curaduría, las empresas de servicios públicos y del sistema bancario local. ¿No ven que es

una organización, una societas sceleris, que tiene la actividad criminal como su negocio?

¿Cuánto dinero mueven los bancos anualmente por concepto de la construcción ilegal?

¿Cuánto deja de percibir el Distrito porque no pagan los impuestos y éstos pasan a manos de

entes privados? Es una sociedad mafiosa creada para defraudar al Estado y a estafar personas

comunes y honestas que tienen el sueño de formalizar sus hogares con vivienda propia. Solo

los Quiroz tienen más de 35 proyectos que podrían percibir una entrada de más de $80 mil

millones en su actividad económica, ¿y cuánto tienen los más de 40 constructores piratas que

tiene la ciudad? Solo en el mismo barrio Blas de Lezo existen decenas de proyectos ilegales,

y no son solamente de los Quiroz.


DESCRIPCION DE LA OBRA

la obra inicio en octubre del 2016 y colapsa en abril de 2017, ubicada a 3 cuadras de la avenida
Kennedy, en el barrio popular Blas de Lezo, el lote es de 340 metros cuadrados y 16 metros de
frente, contemplaba a satisfacer el sueño de cualquier familia colombiana, una casa. La obra contaba
con la terminación previa de 24 apartamentos

Desarrolladores de la obra: constructora de los hermanos Quiroz

Interventores de la obra: secretaria distrital y curaduría de Cartagena

- ingeniero geotecnista, Modesto Barrios Fontalvo


- Curaduría Urbana, Zoila Salinas de Olivo
- Alcalde de Cartagena, Manuel Vicente Duque

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