You are on page 1of 3

¿Tengo un problema con mi pareja?

En este post describiremos la problemática de la pareja patológica. Entendida esta como una
fuente de sufrimiento y espiral destructiva. Las parejas en las que uno de los componentes es
una persona “normal” tiene en este tipo de parejas las de perder.

Como componente de la pareja “normal” nos referimos a una persona que sabe relativizar los
desacuerdos que tiene con las personas con las que se relaciona. Aquella que se enfada y se
desenfada sin pasar semanas, que cuando su cabeza le dice estupideces sabe parar la mayoría
de las veces y cuestionar la realidad de sus pensamientos cuando está tranquilo y, a veces,
cuan do está muy enfadado, con mucho miedo o muy triste.

Este tipo de personas sufrirán mucho más con una pareja patológica que aquellas personas
que son también patológicas y presentan importantes desequilibrios a la hora de regularse.

Pasaremos a describir las diferentes etapas por las que pasa una relación patológica para una
persona “normal”.

La primera fase sería la de embrujo. Está fase suele estar marcada por un “conocerse” mágico,
especial o extraño. La persona normal siente por su pareja patológica unas emociones
extremas ya sea porque esta persona le parece como si la conociera de toda la vida o siente
por ella unas sensaciones intensísimas.

Da igual que las emociones sean pasión, miedo, rareza…el resultado si la persona normal se
queda serán los mismos. Las emociones intensas enganchan y la persona se sentirá como
embrujada y le será dificilísimo dejar la relación.

Fase de negociación. Todas las parejas deberían decirse las conductas y características del otro
que más le molestan y que son importantes mientras hay amor para poder hacer cambios y
ajustarse.

Sin embargo, en la pareja patológica, cuando pasa la fase de luna de miel, que suele durar
poco, y la persona normal le dice al patológico que algo no le gusta de él, ve la primera
muestra de que algo va mal. La pareja patológica le atacará con todas sus fuerzas y recurrirá a
insultos, gritos, lloros y a una representación dramática que dejará a su oponente en un estado
de confusión total.

Si el que empieza es el patológico, la entradilla será un drama acerca de que no le quiere de


verdad, que es un egoísta que le es infiel o cualquier reproche que no se basara en ninguna
realidad. Es tan irreal y tan absurdo que el normal no se podrá creer lo que está pasando y se
preguntará a si mismo si se lo puede estará diciendo de verdad.

Fase de conflicto. En esta fase es donde se reconoce que tu pareja es patológica. Las parejas
normales en esta fase negocian discuten e incluso se pelean para llegar a un ajuste y cambios
por ambos lados.

El patológico, sin embargo, tiene un yo frágil y procura protegerlo anulando al otro en las
situaciones de conflicto. Las situaciones de conflicto suelen venir de forma inesperada cuando
empiezan por cuenta del patológico. Su táctica favorita es cuando estas tan tranquilo, de
repente, estallan y te atacan con una virulencia extrema. A veces, incluso de haber pasado un
buen rato.
Los patológicos no paran la discusión hasta que no ven que su oponente esta destrozado. Una
vez que se han afilado las uñas en la espalda del otro y ven que el otro se desmorona se acaba
la discusión. Es común que el patológico le diga al otro que si se van a hacer algo y el normal le
diga que que va a hacer él si esta hecho trizas. A esto, el patológico responde con un lacónico
“Si eso paso antes y ya esta superado”. Lo cierto es que él ha conseguido lo que necesitaba:
regular su rabia, miedo o sensación de desprecio en el otro.

Fase de promesa. Esta fase es cuando el patológico recibe la primera advertencia de que o
cambia o se dará por terminada la relación. La primera reacción del patológico será atacar,
pero si ve que la advertencia va en serio prometerá cambiar.

Los cambios se darán y durarán poco. De hecho, si cambia en algún aspecto es frecuente que
empeore en otros. El problema es que el patológico al tener un yo frágil siente que si cambia
sus conductas cambiara el y desaparecerá. Una frase que suelen decir es “Si tu quieres que
cambie es que yo no te gusto”.

Fase de desesperación. En esta fase la persona normal se encuentra abatida, perdida,


confundida y con mucha angustia. Duda de todo y empieza a preguntarse si es el que está
viendo una realidad paralela. La persona patológica no está totalmente loca. En realidad, es
como un niño ya actúa como tal.

El problema es que tiene una parte adulta y racional. Con esa parte puedes hablar, razonar y
llegar a acuerdos, pero cuando viene la parte niña todo cambia. Su niño insulta, patalea, ataca
y de repente se tranquiliza después de haberlo roto todo.

La persona normal siente el peso de cargar con un niño. El patológico es inconsolable,


incansable, irrazonable e imposible de regular. Al igual que un niño, para sus ataques si ve a su
madre llorar. En realidad, notaras que eres su padre o madre.

Fase de cierre. Esta es una fase complicada debido a las continuas promesas de cambio. En lo
último el patológico te promete cambiar y al poco de prometerlo vuelve a hacer lo mismo. A
veces, nada más realizar la promesa.

Es frecuente que las ocasiones de cierre se plantean después de un periodo bueno en el que
todo parece haber cambiado y de repente se desata la furia y la locura por cualquier detalle
nimio.

Lo cierto, es que la pena, la confusión y la angustia dificultan el cierre de la relación. Al intentar


cerrar la relación es común que el normal vuelva. La razón es que cuando lo deja sólo recuerda
los momentos buenos y lo mucho que quiso al patológico. Le es difícil recordar los momentos
malos.

Si la fase de cierre se alarga o las vueltas a la relación se suceden es conveniente pedir ayuda.
Nuestro consejo para la persona normal es que intente cerrar la relación. En pocos casos, la
persona patológica tiene un compromiso real de cambio y las ganas de emprender una terapia
que será larga. El esfuerzo del normal es grande y valdra la pena si hay hijos, propiedades o
mucho tiempo de ralción y merebce muycho la pena trabajarlo.-

You might also like