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“ANTENOR ORREGO”
CICLO : IX Ciclo
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PRESENTACION
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INDICE
I. INTRODUCCION ........................................................................................................... 5
1.1. REALIDAD PROBLEMÁTICA .................................................................................. 5
1.2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA .................................................................... 7
1.3. HIPOTESIS ................................................................................................................. 7
1.4. VARIABLES ................................................................................................................ 8
1.4.1. VARIABLE DEPENDIENTE .............................................................................. 8
1.4.2. VARIABLE INDEPENDIENTE .......................................................................... 8
1.5. OBJETIVOS ................................................................................................................ 8
1.5.1. OBJETIVOS GENERAL .................................................................................... 8
1.5.2. OBJETIVOS ESPECIFICOS ............................................................................. 8
II. MARCO TEORICO....................................................................................................... 9
2.1. Derechos Humanos .............................................................................................. 9
2.1.1. Evolución de los Derechos Humanos. ....................................................... 9
2.1.2. Concepto de Derechos Humanos ............................................................. 12
2.1.3. Principios de los Derecho Humanos......................................................... 13
2.1.4. Clasificación De Los Derechos Humanos ............................................... 15
2.1.5. Declaración Universal De Los Derechos Humanos ............................... 17
2.1.6. Derecho Humanos En El Perú................................................................... 18
2.1.7. Articulo 4 Y 5 De La Convención Americana De Los Derechos
Humanos .................................................................................................................. 20
2.1.8. Violación De Los Derechos Humanos En El Perú-Caso Barrios Altos Y
La Cantuta................................................................................................................ 22
2.2. RESPONSABILIDAD CIVIL............................................................................... 30
2.2.1. Nociones de Responsabilidad Civil........................................................... 30
2.2.2. Clases de Responsabilidad Civil ............................................................... 32
2.2.3. Responsabilidad Civil Extracontractual en la Legislación Peruana ..... 33
2.2.4. Responsabilidad Civil por parte del Estado en caso de violación de los
Derechos Humanos ................................................................................................ 34
2.2.5. Responsabilidad del Estado en el Derecho internacional de los
Derechos Humanos ................................................................................................ 37
2.2.6. Indemnización a las Victimas..................................................................... 40
2.2.7. Principio de Equidad en la Responsabilidad Civil .................................. 44
2.2.8. Modalidades de reparación por violación a los Derechos Humanos .. 44
2.2.9. El pago y supervisión de la Corte ............................................................. 58
III. CONCLUSIONES ...................................................................................................... 59
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ...................................................................... 60
3
DEDICATORIA
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I. INTRODUCCION
Los antecedentes demuestran que el Estado Peruano vivió entre 1980 y 2000 el
episodio de violencia más intenso y más extenso de toda la historia de la
República. Asimismo, que la lucha contra el terrorismo reveló brechas y
desencuentros profundos y dolorosos en la sociedad peruana que condujo a la
violación de los derechos humanos y a la perpetración de crímenes de lesa
humanidad; por los que, al ex presidente Alberto Fujimori se le sentenció como
el responsable de estos delitos contra la población, que fueron cometidos por las
fuerzas del orden bajo su régimen.
Por los años noventa el Estado Peruano afrontaba una situación demasiado
crítica, con una grave crisis económica y social; asimismo, se sumó a ello actos
terroristas y subversivos que la única salida para fomentar la tranquilidad, el
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desarrollo pacífico e inviolable de los derechos humanos lo prometía una nueva
figura política llama Alberto Fujimori.
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violaciones a los derechos humanos. En el caso La Cantuta, los hechos se
produjeron la madrugada del sábado 18 de julio de 1992, cuando el Grupo Colina
incursionó en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y
Valle (conocida como La Cantuta debido al nombre de la zona donde se
encuentra) fueron secuestrados y desaparecidos por el destacamento Grupo
Colina, pertenecientes al Ejército Peruano, un profesor y nueve estudiantes, que
fueron acusados injustamente de terrorismo.
Luego se tomó conocimiento que el Grupo Colina fue un grupo que no
pertenecía a las Fuerzas Armadas, pero que fue creado para que hagan
“eliminaciones extrajudiciales”; es decir, para que capturen a personas y luego
eliminarlos sin dejar rastro, sin llevarlos a juicio ni comprobar si eran terroristas
o no. Todo por órdenes del ex dictador Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos,
su asesor.
1.3. HIPOTESIS
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monto indemnizatorio sería fijado de común acuerdo entre las víctimas, el
Estado demandado y la Comisión interamericana
1.4. VARIABLES
1.5. OBJETIVOS
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II. MARCO TEORICO
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jurídicos inmutables basados en la naturaleza humana, discernibles mediante la
razón, de los cuales emanan derechos que aun ausentes de la ley positiva poseen
una jerarquía superior a ella.
Si bien los aportes referidos han sido más que importantes en la evolución de la
conciencia de los derechos humanos, es Incuestionable que el advenimiento del
cristianismo y su posterior difusión constituyen un salto cualitativo y conceptual de
consecuencias determinantes en la historia de la humanidad.
La doctrina cristiana afirma que todos los hombres llenen una misma dignidad
esencial, dignidad derivada por el sólo hecho de ser hijos de un mismo Dios que
los iguala como hermanos asignándoles por esto los mismos derechos sin
distinción alguna.
Asimismo aporta una nueva concepción respecto del valor de la libertad como
atributo innato a todos los seres humanos, cualidad que les permite optar por su
destino ejerciendo el libre albedrío, introduciendo el concepto de responsabilidad
que esta aptitud llene como consecuencia.
También aporta una nueva visión de distinción de los ámbitos espirituales y
temporales, reservando sólo este último para los gobernantes. Se introduce el
concepto de caridad expresado sublimemente en el mandato evangélico de amar
al prójimo como a uno mismo.
Avanzando en los anales de las Historia se advierte que las primeras
manifestaciones de garantías individuales en el Derecho Español se producen en
el siglo Vil y aparecen como aportes del Derecho Canónico al derecho Hispano
Visigodo. Estas normas están contenidas entre los acuerdos o cánones de los
Concilios V, VI y VII realizados en Toledo en los años 636, 638 y 653,
respectivamente. Sucesivos Concilios originaron diversas leyes que otorgaron
protección a los derechos de libertad, propiedad y otros, y que representaron un
avance de indiscutible importancia. Fueron los castellanos, leoneses y
aragoneses de los siglos XI y XII que reglamentaron ciertas garantías individuales.
El conjunto de leyes aprobadas en León 1188, denominado la Carta Magna
Leonesa, estableció garantías procesales de la libertad personal, el derecho de
propiedad y la inviolabilidad del domicilio para los hombres libres del territorio del
reino.
Durante los siglos XVI y XVII teólogos y juristas de la Escuela Española realizaron
un esfuerzo de adaptación creativo del iusnaturalismo medieval a los problemas
de la modernidad y prestaron una contribución decisiva a la afirmación de los
Derechos Humanos; entre ellos cabe destacar a Francisco Suárez, Francisco de
Vittoria, Bartolomé de las Casas, Fernando Vásquez de Menchaca y otros.
En Inglaterra en 1215, los barones y el clero inglés impusieron al monarca Juan
Sin Tierra el reconocimiento de un conjunto de garantías individuales que se
conocen con el nombre de Carta Magna.
En Estados Unidos de América, el 4 de julio de 1776, el Congreso de Filadelfia
proclamó la independencia y en el acta correspondiente, se estableció que todos
los hombres han sido creados iguales, que a todos confiere su creador ciertos
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derechos individuales entre los cuales están la vida, la libertad y la búsqueda de
la felicidad; que para garantizar esos derechos, los hombres instituyen gobiernos
que derivan sus justos poderes del consentimiento de los gobernados, que
siempre que una forma de gobierno tiende a destruir esos fines, el pueblo tiene
derecho a reformarla o abolirla, a instruir un nuevo gobierno que se funde en
dichos principios, y a organizar sus poderes en aquella forma que a su juicio
garantice mejor su seguridad y su felicidad.
En 1787 se promulgó la Constitución de los Estados Unidos de América y en 1789
ella fue complementada con las diez primeras enmiendas, que consagran la
libertad religiosa; las libertades de palabra, prensa y reunión; la inviolabilidad del
hogar; la seguridad personal; el derecho de propiedad y algunas garantías
judiciales.
En Francia en 1789, la Asamblea Nacional Constituyente aprobó la Declaración
de los derechos del hombre y del ciudadano.
En el siglo XX se hace efectivo un movimiento para obtener el reconocimiento y
protección internacional de los Derechos Humanos. Entre los antecedentes de
este movimiento tenemos los siguientes: El Proyecto de reconocimiento
internacional de los derechos del individuo presentado en 1917 por el
internacionalista chileno Alejandro Álvarez al Instituto Americano de Derecho
Internacional; El mensaje presentado el 6 de enero de 1941 al Congreso de los
Estados Unidos de Norteamérica por el Presidente Franklin Delano Roosevelt; La
Carta del Atlántico suscripta por Franklin Délano Roosevelt y Winston Churchil en
1941; La Declaración formulada por 45 Estados en 1942; La Declaración sobre
Seguridad Colectiva firmada en 1943 por Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviética y la República Popular China:- Los Acuerdos
de la Conferencia de Dumbarton Oaks de 1944, y la Conferencia de Chapultepec,
de 1945.
Todo éste movimiento culminó en tres importantes declaraciones, que dieron
origen a otros tantos sistemas de protección internacional de los Derechos
Humanos. La Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre (1948);
la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), y la Convención Europea
de los Derechos del Hombre y de las libertades fundamentales (1950).
(PACHECO, 1995)
Así es de concluir que una de las características de la sociedad internacional de
la Postguerra es su mayor interdependencia. Con el poder de las armas
destructivas y la expansión de los intereses de grandes potencias no hay
sociedades nacionales que se puedan sentir excluidas del peligro de ser
alcanzadas por un conflicto bélico o económico.
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2.1.2. Concepto de Derechos Humanos
Los Derechos Humanos han sido materia de muchas definiciones y aún siguen
dándose otras, como consecuencia de que definir es lo más difícil, pues no se
puede decir en unas cuantas palabras lo que muchas veces es imposible aun en
varios volúmenes como sostenía Buffon, pensador francés.
Existen varias razones que explican la ambigüedad conceptual y terminológica de
los Derechos Humanos.
La progresiva ampliación histórica del uso y significado de la expresión «Derechos
Humanos», de tal manera que a medida que se ha ido ampliando el ámbito de uso
de la expresión, su significación se ha ido volviendo más imprecisa.
La fuerte carga emotiva de la expresión Derechos Humanos. La carga emotiva es
debida fundamentalmente aunque no exclusivamente al carácter utópico
(entendiendo por utópico la referencia a la utopía concreta) que en sí mismos
encierran, y por su propia naturaleza.”
La fuerte carga ideológica que llene la expresión, llegando incluso a ser utilizados
como argumento legitimador por parte de regímenes atentatorios de los más
elementales Derechos Humanos.
Pese a la gran cantidad de bibliografía existente, puede señalarse también como
causa de la ambigüedad conceptual de los Derechos Humanos la aún insuficiente
elaboración doctrinal acerca de los mismos. De ahí la importancia que encierra la
participación por parte de todos, especialistas y no especialistas, en la búsqueda
de nuevos horizontes y nuevas referencias. La falta de acuerdo entre los diversos
autores acerca del alcance y significado que debe darse a las diversas acepciones
o términos empleados para designar a los Derechos Humanos. (SANTAGATI,
2006)
Los Derechos Humanos son en realidad, las condiciones de la vida social sin las
cuales no puede ningún hombre perfeccionar y afirmar su propia personalidad.
(PINTO BAZURCO, 1995)
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satisfacción apreciamos no habría tenido posibilidad de realizarse en la dimensión
universal que hoy tiene la doctrina de los derechos humanos. (ALVAREZ VITA,
1993)
Una definición que pretende ser descriptiva, aunque tiene una fuerte carga
teleológica, y que ha sido generalmente aceptada por la doctrina, es la que
propone Pérez Luño, quien entiende que los Derechos Humanos son: «Un
conjunto de facultades e instituciones que en cada momento histórico, concretan
las exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad humanas, las cuales deben
ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel nacional e
internacional». (PÉREZ LUÑO, 1991)
a) Universalidad:
El sólo hecho de ser, hace al hombre detentador de derechos frente a otros
hombres o sus respectivas instituciones representativas; son patrimonio de
todo ser humano sin importar ninguna de las características accidentales se
su persona.
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La Declaración Universal de los Derechos humanos en su artículo 1,
establece que los derechos humanos comprenden a todos los seres
humanos, haciendo aquí una precisión importante: la declaración utiliza un
término absoluto al referirse al género humano en su conjunto, por lo cual
no cabe considerarlo parcialmente.
b) Imprescriptibilidad:
La existencia de derechos humanos no ha de extinguirse nunca, ya que al
ser consustanciales a la naturaleza humana, tendrán vigencia en tanto
existan seres humanos.
c) Irrenunciabilidad o inalienabilidad:
Los derechos humanos son de naturaleza óntica no es posible renunciar a
ellos, así como no es posible renuncia a ser un humano. Por su parte la
inalienabilidad de los derechos humanos reside en que al hallarse más allá
de la esfera de manipulación del hombre, le es imposible disponer
arbitrariamente de ellos.
d) Inviolabilidad:
La naturaleza irreductible y siempre vigente de los derechos humanos frente
a todo poder, grupo o individuo, resaltando la necesidad de protegerlos y
garantizarlos en toda circunstancia y en todo momento, sin subordinarlos ni
mediatizarlos. Si los derechos humanos se subordinan a un limitado y
amoral poder del Estado y se imponen una doctrina de la seguridad del
estado, los derechos humanos se vaciarán de contenido.
f) La igualdad de derechos:
Los derechos humanos protegen en igual medida todo ser humano, por lo
que hay una identidad absoluta de derechos en todos y cada una de las
personas, así el primer considerando del Preámbulo de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos señala: considerando que la libertad,
la justicia y la paz del mundo tiene como base el reconocimiento de la
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dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de los miembros
de la familia humana.
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caracterizan porque imponen al Estado el deber de abstenerse de interferir en el
ejercicio y pleno goce de estos derechos por parte del ser humano.
El Estado debe limitarse a garantizar el libre goce de estos derechos, organizando
la fuerza pública y creando mecanismos judiciales que los protejan. Los Derechos
Civiles y Políticos pueden ser reclamados en todo momento y en cualquier lugar,
salvo en aquellas circunstancias de emergencia que permiten el establecimiento
de ciertas limitaciones de sólo algunas garantías.
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paz, al desarrollo, al disfrute de un medio ambiente sano y equilibrado, a la
información, al patrimonio cultural, al descanso y al disfrute del tiempo libre”
(Franco, 2012).
Los Derechos de Tercera Generación también conocidos como Derechos de
Solidaridad nacen como consecuencia de una voluntad necesariamente
consciente de todos los estados que buscan evitar futuras guerras mundiales que
pongan en riesgo la existencia de la propia humanidad.
Tras este acto histórico, la Asamblea pidió a todos los Países Miembros que
publicaran el texto de la Declaración y dispusieran que fuera "distribuido,
expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de
enseñanza, sin distinción fundada en la condición política de los países o de los
territorios".
Hay que mencionar que la aprobación de la Carta de las Naciones Unidas no dejó
claro todos los conceptos referentes a los derechos humanos particularmente
sobre su alcance y su protección y había la necesidad que éstos quedaran
claramente definidos, labor que se encarga a la citada comisión, la que establece
que deben realizarse las siguientes tareas:
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La segunda guerra mundial significo, en la práctica, el triunfo de la
democracia sobre el totalitarismo. Las execrables violaciones a los más
elementales derechos de las personas producidas por el Nazismo y el
Fascismo obligaron a los países victoriosos a fundad la Organización de
las Naciones Unidades (ONU), encargada de velar por la paz y la seguridad
mundial.
Para la defensa de la libertad y la democracia, este organismo encomendó
a una comisión plural, presidida por la influyente señora Eleanor Rossevelt,
a la redacción de un documento que contenga los derechos fundamentales
del hombre a fin de someterlo a discusión en el seno de la Asamblea
General de las Naciones Unidad. Esta comisión cumplió con la
presentación del texto que fuera aprobado el 10 de Diciembre de 1948 con
el nombre de Declaración Universal de los Derecho Humanos.
A partir de esta fecha, muchos países se han dado nuevas constituciones
prodigas, en el reconocimiento de los derechos humanos que vienen a
constituir, en la actualidad, la dimensión ética de la democracia y que
marcan el inicio del constitucionalismo de los derecho humanos,
Este constitucionalismo, considera al hombre como el fin supremo de la sociedad
y del Estado. Acepta, por lo tanto, el rol social del Estado y en función de este
objetivo establece los mecanismos y garantías para hacer eficaces los derechos
fundamentales. (FRANCO, 2012)
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y generalmente sin pruebas válidas. Las condiciones carcelarias son pésimas, y
los derechos de los familiares a visitar a los presos comúnmente violados. La
tortura y los malos tratos siguen siendo comunes, y el sistema judicial carece de
independencia y eficiencia. Gran parte de la población del país sigue viviendo bajo
estados de emergencia, donde los derechos civiles más básicos, tales como la
inviolabilidad de la correspondencia, no existen.
En el Perú los derechos humanos son una prioridad de todas las organizaciones
del sistema ONU. Cada una de ellas, desde sus respectivos ámbitos, trabaja para
la protección de los derechos de los grupos más vulnerables, principalmente, así
como en la educación, promoción y difusión de los mismos.
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de las Naciones Unidas (UNFPA) enfoca sus esfuerzos en el derecho a la salud
reproductiva, la planificación de la familia y la salud sexual.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) tiene
como misión la promoción y protección de los derechos de las niñas, niños y
adolescentes. El derecho a la alimentación y la lucha contra la desnutrición en el
país es preocupación constante de organizaciones de las Naciones Unidas como
el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS).
Las organizaciones del Sistema ONU en el Perú trabajan también por los derechos
de los pueblos indígenas, loas afrodescendientes, los discapacitados, las
personas que viven con VIH, la erradicación del trabajo infantil, entre otros.
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5. No se impondrá la pena de muerte a personas que, en el momento de la
comisión del delito, tuvieren menos de dieciocho años de edad o más de setenta,
ni se le aplicará a las mujeres en estado de gravidez.
6. Toda persona condenada a muerte tiene derecho a solicitar la amnistía, el
indulto o la conmutación de la pena, los cuales podrán ser concedidos en todos
los casos. No se puede aplicar la pena de muerte mientras la solicitud esté
pendiente de decisión ante autoridad competente.
Comentario: Nuestra Constitución Política lo precisa en el artículo 2 “toda
persona tiene derecho: 1. A la vida, a su integridad moral, psíquica y física
y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en
todo cuanto lo favorece”. Consideramos necesario tener presente que,
haciendo alusión a la Convención Americana de Derechos Humanos,
artículo 4, inciso 1“Toda persona tiene derecho a que se respete su vida.
Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento
de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”. En
tal sentido, consideramos que efectivamente la vida comienza desde el
momento de la concepción, en atención a la lectura del Documento
Internacional aludido.
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5. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los
adultos y llevados ante tribunales especializados, con la mayor celeridad posible,
para su tratamiento.
6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma
y la readaptación social de los condenados
Comentario: Nadie debe ser víctima de violencia mora, psíquica o física,
ni sometido a torturas o a tratos inhumanos o humillantes. Cualquiera
puede pedir de inmediato el examen médico de la persona agraviada o de
aquella imposibilitada de recurrir por si misma a la autoridad. Carecen de
valor las declaraciones obtenidas por la violencia. Quien emplea incurre en
responsabilidad. El jurista Chirinos Soto señala que el artículo 57 de la
constitución de 1933 segundo párrafo, ya decía “carece de valor toda
declaración obtenida por violencia. La constitución reprueba, en efecto, la
violencia de cualquier clase, así como la tortura o cualquiera especia de
malos tratos. Este derecho no ha sido lamentablemente respetado durante
el régimen del decenio del 90.
a. BARRIOS ALTOS
HECHOS
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de corrupción y genocidio, huyó del Perú hacia Japón, renunciando vía fax ante el
Congreso peruano, sin plan de retorno.
La noche del 3 de noviembre de 1991 se llevaba a cabo una fiesta popular, una
pollada en el primer piso del inmueble ubicado en el Jirón Huanta Nº 840 para
conseguir fondos para reparar el servicio de desagüe de la quinta.
Aproximadamente a las 23:30, seis individuos armados y encapuchados entraron
al edificio luego de bajar de dos vehículos, dispararon con sus fusiles a los
asistentes sin mediar explicación.
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autogolpe que ejecutó Fujimori el 5 de abril de 1992 en el que disolvió el Congreso.
El Congreso Constituyente Democrático elegido en su lugar en noviembre de 1992
no continuó la investigación ni publicó las conclusiones preliminares que se habían
logrado.
Luego de la caída del gobierno de Fujimori en el año 2000, la ley de amnistía fue
derogada y el caso reabierto con lo que un buen número de los acusados fueron
detenidos. El 21 de marzo del 2001, la Fiscal de la Nación Nelly Calderón denunció
a Fujimori ante el Congreso, sindicándolo como "co-autor" de la masacre.
Presentó evidencia que Fujimori, actuando de acuerdo con Vladimiro Montesinos,
jefe del SIN, tuvo control sobre el Grupo Colina. La denuncia señala que dicho
grupo no hubiera podido cometer crímenes de esa magnitud sin el consentimiento
expreso o las órdenes directas de Fujimori, y que tanto la formación como el
funcionamiento del grupo Colina fue parte de una política integral de contra
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insurgencia que implicó sistemáticas violaciones a los derechos humanos. De
acuerdo a lo señalado, Fujimori fue a los cuarteles generales del SIN para
celebrar, junto con los oficiales de inteligencia, el supuesto éxito de la operación
en Barrios Altos.
DERECHOS VULNERADOS:
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b. LA CANTUTA
HECHOS
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en dicho campus. A inicios de los años 1990, debido a un retiro estratégico del
MRTA y a la fragmentación de los otros grupos izquierdistas en el campus (tanto
legales como ilegales) Sendero Luminoso logró tener un rol predominante. En
1991, estudiantes senderistas de la universidad asesinaron a la Sra. Rosa Pretell,
encargada y supervisora de las residencias universitarias, y luego del crimen,
tomaron por la fuerza las residencias, alojando a sus militantes y desalojando a
los estudiantes que ahí vivían por razones económicas. Luego asesinaron al
Profesor de Historia Franklin Távara, que estaba postulando a la alcaldía de
Chaclacayo. Este largo predominio senderista en la UNE se logró a pesar de las
operaciones policiales como la que se llevó a cabo el 13 de febrero de 1987
cuando 4.000 policías llevaron adelante una redada nocturna en los dormitorios
de La Cantuta y otras dos universidades nacionales, el 20 de abril de 1989 cuando
una fuerza conjunta de la Policía Nacional del Perú y el Ejército del Perú
intervinieron a La Cantuta y a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
arrestando a más de 500 estudiantes bajo cargos de subversión; o el 22 de mayo
de 1991 cuando, en respuesta a la toma de rehenes y a los rumores de bomba en
el campus, Fujimori ordenó que el ejército intervenga para restablecer el orden en
la universidad. Gran cantidad de graffiti alusivo a Sendero Luminoso y a su líder,
Abimael Guzmán Reynoso, fue remplazado por el ejército con eslóganes
patrióticos; los estudiantes entraban a la universidad pasando varios puntos de
control y bajo estricta supervisión de las fuerzas armadas, y el campus se mantuvo
bajo control militar por varios años.
Una vez dentro, las tropas forzaron a todos los estudiantes a salir de sus
habitaciones y echarse boca abajo en el piso. Nueve estudiantes, sospechosos
de estar conectados a la explosión de Tarata, – Bertila Lozano Torres, Dora
Oyague Fierro, Luis Enrique Ortiz Perea, Armando Richard Amaro Cóndor, Robert
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Édgar Teodoro Espinoza, Heráclides Pablo Meza, Felipe Flores Chipana,
Marcelino Rosales Cárdenas, y Juan Gabriel Mariños Figueroa – fueron
separados de los demás y llevados aparte. Mientras tanto, en las residencias de
los profesores, un grupo de soldados irrumpió en la casa del profesor Hugo Muñoz
Sánchez. Luego de registrar su dormitorio, se lo llevaron.
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después– su cuerpo decapitado y desmembrado, con muestras de haber sido
torturada, se encontró en marzo de 1997.)
DERECHOS VULNERADOS
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- Violación a los derechos de la vida
- Violación a los derechos de la integridad física
- Violación a los derechos de libertad personal
- Violación a los derechos de garantías judiciales y protección judicial de las
víctimas.
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Como es sabido, la disciplina de la responsabilidad civil está referida al aspecto
fundamental de indemnizar los daños ocasionados en la vida de relación a los
particulares, bien se trate de daños producidos como consecuencia del
incumplimiento de una obligación voluntaria, principalmente contractual, o bien de
daños que sean el resultado de una conducta, sin que exista entre los sujetos
ningún vínculo de orden obligacional. (TABOADA CORDOVA, 2003)
La responsabilidad es la sujeción de una persona que vulnera un deber de
conducta impuesto en interés de otro sujeto a la obligación de reparar el daño
producido. (DÍEZ PICAZO, 1989)
La responsabilidad civil no es otra cosa que el deber de indemnizar los daños
causados culposamente a otro. (MOSSET ITURRASPE, 1973)
Para que exista responsabilidad civil es necesaria la constatación de una acción
u omisión, la cual tendrá relación con un daño mediante un nexo de causalidad.
Adicionalmente debe verificarse si se da el adecuado factor de atribución, que
permitirá justificar la imputación del daño a un determinado patrimonio.
(YZQUIERDO TOLSADA, 2001)
La responsabilidad civil es “la obligación que surge en cabeza de una persona de
reparar un daño a otro, como consecuencia de la comisión de un hecho ilícito,
doloso o culposo, o por el incumplimiento de una obligación”. (VISSER DEL PINO,
1987)
Una persona es responsable siempre que debe reparar un daño porque su sentido
etimológico del responsable, es el que responde; y tampoco cabe ser responsable
para con uno mismo porque un solo patrimonio se halla interesado por lo que toda
definición de responsabilidad debe enfrentar a dos personas, y que además el
término reparación implica que el perjuicio no es padecido por quien es el autor
de él; implicando además de ello, que sólo son pasible de responsabilidad los
sujetos de derecho.
Por otro lado, en cuanto se refiere al término civil que, en este caso,
gramaticalmente es un adjetivo calificativo, denota la naturaleza de la
responsabilidad para diferenciarlo de la responsabilidad penal o la responsabilidad
moral. Podemos decir que se habla de responsabilidad civil porque supone un
perjuicio o un daño privado, no social, donde la víctima es un particular y no toda
la sociedad y en este sentido la víctima del daño no tendrá que castigar al autor
del daño, sino únicamente le pedirá reparación. (MAZEAUD, 1977)
Finalmente, para definir a la responsabilidad civil, debemos tener en cuenta
también que en algunos casos, frente a un daño, no solamente tiene el deber de
responder su autor, sino también un tercero que tiene alguna relación con el autor
del daño, tenemos por ello la responsabilidad por hecho ajeno y la responsabilidad
por el hecho de las cosas. Del mismo modo debemos considerar que la definición
debe abarcar los dos regímenes de responsabilidad civil, el contractual y el
extracontractual, los mismos que analizaremos más adelante.
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2.2.2. Clases de Responsabilidad Civil
a. Responsabilidad Contractual:
Para el autor chileno Arturo Alessandri “La responsabilidad contractual supone una
obligación anterior, se produce entre personas ligadas por un vínculo jurídico
preexistente y cuya violación sirve de sanción. Es la que proviene de la violación
de un contrato: consiste en la obligación de indemnizar al acreedor el perjuicio que
le causa el incumplimiento del contrato o su cumplimiento tardío o imperfecto. Si
todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, justo es que
quien lo viole sufra las consecuencias de su acción y repare el daño que así cause.”
(Alessandri Rodriguez, 1981).
b. La Responsabilidad Extracontractual:
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sólo a partir de que este se produce. Se habla de que el deber incumplido es el
consagrado en el artículo 1969 del Código Civil: “Aquel que por dolo o culpa causa
un daño a otro está obligado a indemnizarlo”, en relación con el deber general de
no dañar a los demás, se requiere asimismo una acción u omisión, daño, nexo
causal y un criterio de imputación subjetiva
Alessandri Rodriguez, señala que “es la que proviene de un hecho ilícito intencional
o no, que a inferido injuria o daño a la persona o propiedad de otro… no hay relación
entre el autor del daño y la víctima, y si la hay el daño se produjo al margen de ella.
Supone la ausencia de obligación, se produce entre personas jurídicamente
extrañas por lo menos en cuanto al hecho de que deriva y es ella la que crea la
obligación de reparar el daño” (Alessandri Rodriguez, 1981)
Dr. Lizardo Taboada señala que la responsabilidad civil es una sola, existiendo
como dos aspectos distintos, la responsabilidad civil contractual y extracontractual,
teniendo como ambas como común denominador la noción de antijuridicidad y el
imperativo legal de indemnizar los daños causados.
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señala que tanto la responsabilidad civil contractual como extracontractual tienen
una estructura común, tales como: La antijuricidad, el daño causado, La relación de
causalidad, Factores de atribución: Son aquellos que determinan finalmente la
existencia de la responsabilidad civil que a su vez están plasmados en los artículos
1969, 1970, 1985 del Código Civil Peruano.
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al cual le es imputable un acto ilícito según derecho internacional, debe reparación
al Estado en contra el cual fue cometido ese acto” (Verdross, 1967). Se ha
establecido por la doctrina internacionalista que “de acuerdo con la doctrina
admitida comúnmente, la responsabilidad internacional es siempre una relación
de Estado a Estado” (Rousseau, 1966); De esto se puede deducir que un Estado
dañe a otro Estado y que éste solicite la reparación por el daño causado. Sobre el
fundamento de la responsabilidad internacional del Estado se han sostenido
diversas tesis (Arechaga, Responsabilidad Internacional , 1985), primando la idea
de que la responsabilidad se fundamenta en la contrariedad de la actuación del
Estado con la norma internacional a la que se encuentra obligado en forma
voluntaria, a través de un tratado o del derecho consuetudinario. Así nos señala
el profesor ROUSSEAU: “El único fundamento de la responsabilidad es, en
realidad, el incumplimiento de una regla del derecho internacional; y es la solución
que se emplea cada vez más en la doctrina y en la práctica”.
Los elementos que componen el hecho ilícito (este incumplimiento de la regla de
derecho internacional), según el profesor JIMÉNEZ DE ARÉCHAGA, serían los
siguientes:
A) Existencia de un acto u omisión que viole una obligación establecida por una
norma del derecho internacional vigente entre el Estado responsable del acto u
omisión y el Estado perjudicado por dicho acto u omisión.
B) Dicho acto de carácter ilícito le debe ser imputable al Estado en su calidad de
persona jurídica.
C) Debe haberse producido un perjuicio o daño como consecuencia del acto u
omisión ilícita.
A juicio del profesor JIMÉNEZ DE ARÉCHAGA dicha responsabilidad es objetiva,
en el sentido de que no debe estarse a los aspectos subjetivos del sujeto que ha
actuado en representación o por el Estado involucrado en los hechos (Arechaga,
El Derecho Internacion Contemporaneo , 1980).
Debemos tener presente que parte importante de la doctrina ha señalado que el
daño no es, necesariamente, un requisito para el surgimiento de la
responsabilidad internacional del Estado, bastando el incumplimiento imputable al
Estado, sin que sea necesario que además se produzca un daño a partir de dicho
incumplimiento.
Esta fue la tesis del Relator de la Comisión de Derecho Internacional, Roberto
AGO (L., 1998) quien en su Segundo Informe sobre la Responsabilidad de los
Estados señaló que sólo dos son los elementos necesarios para configurar
responsabilidad internacional por actos ilícitos: comportamiento atribuible al
Estado como sujeto del Derecho Internacional y la contravención de la norma. A
juicio de la CDI, mantener como un requisito el “daño” forzaría a concluir que toda
violación a las normas internacionales constituye de por sí un daño o perjuicio ya
que es evidente que hay infracciones que no provocan ni daño ni siquiera
afectación al honor o dignidad de los Estados contratantes.
35
En todo caso, el daño sigue siendo un tema relevante, en particular por sus
implicancias en materia de reparaciones. Esta tesis fue seguida por la Comisión
de Derecho Internacional, la cual ha establecido en el artículo 1° del Proyecto de
artículos sobre Responsabilidad de los Estados por hechos internacionalmente
ilícitos que “todo hecho internacionalmente ilícito de un Estado da lugar a la
responsabilidad internacional de este”, determinando como únicos requisitos: la
contravención de la norma y la atribución de esta al Estado. Así el artículo 2
relativo a los “Elementos del hecho internacionalmente ilícito”, señala:
“Hay hecho internacionalmente ilícito del Estado cuando un comportamiento
consistente en una acción u omisión:
a) Es atribuible al Estado según el derecho internacional;
b) Constituye una violación de una obligación internacional del Estado”.
La actuación ilícita del Estado tiene un efecto fundamental, cual es, el nacimiento
del deber de reparación.
El profesor AGUIAR nos resume este principio: “Toda regla de responsabilidad,
cualquiera sea su naturaleza, encierra en su interioridad un propósito reparatorio
y sancionador a la vez”.
La obligación que tienen los Estados de reparar en caso que incurran en un ilícito
internacional se considera como uno de los principios del derecho internacional
público en materia de responsabilidad del Estado. Su condición de principio del
Derecho Internacional y, por tanto, aplicable como fuente de obligaciones, ha sido
consagrada por la Justicia Internacional entre Estados y por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos: “Es un principio de Derecho Internacional,
que la jurisprudencia ha considerado ‘incluso una concepción general de derecho’,
que toda violación a una obligación internacional que haya producido un daño
comporta el deber de repararlo adecuadamente.
La indemnización, por su parte, constituye la forma más usual de hacerlo”.
De esta forma, hoy es evidente y no es materia de discusión, que los Estados
están obligados a reparar las infracciones a las obligaciones internacionales en
que concurran. Dicha obligación es un principio del derecho internacional público
(Shelton, 2002)y una norma acogida tanto por el sistema contencioso público
como por el sistema especializado en derechos humanos. La Comisión de
Derecho Internacional así lo ha entendido y en su proyecto de artículos sobre
Responsabilidad Internacional del Estado por hechos ilícitos (2001), estableció en
su artículo 31:
1. El Estado responsable está obligado a reparar íntegramente el perjuicio
causado por el hecho internacionalmente ilícito.
2. El perjuicio comprende todo daño, tanto material como moral, causado
por el hecho internacionalmente ilícito del Estado.
Los criterios de reparación que ha establecido el derecho internacional público son
la restitución, la compensación, la rehabilitación y la satisfacción y garantías de no
repetición.
36
2.2.5. Responsabilidad del Estado en el Derecho internacional
de los Derechos Humanos
Incluso, podemos afirmar que existe una relación triangular, donde se relacionan
el Estado obligado, los individuos titulares de derechos y todos los demás Estados
–comunidad internacional– como garantes del respeto a los derechos humanos.
Asimismo, podemos observar que el objeto de protección del sistema normativo
cambia. Ya no se trata de simples intereses recíprocos entre Estados, sino que el
objeto de protección son las personas, por lo que la responsabilidad del Estado
no puede verse disminuida ni agotada por la mera voluntad de uno de los sujetos
de la obligación. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la
37
Corte Interamericana” o “la Corte”) ha resaltado este carácter especial de los
tratados sobre derechos humanos:
“La Corte debe enfatizar, sin embargo, que los tratados modernos sobre derechos
humanos, en general, y, en particular, la Convención Americana, no son tratados
multilaterales de tipo tradicional, concluidos en función de un intercambio
recíproco de derechos, para el beneficio mutuo de los Estados contratantes. Su
objeto y fin son la protección de los derechos fundamentales de los seres
humanos, independientemente de su nacionalidad, tanto frente a su propio Estado
como frente a los otros Estados contratantes. Al aprobar estos tratados sobre
derechos humanos, los Estados se someten a un orden legal dentro del cual ellos,
por el bien común, asumen varias obligaciones, no en relación con otros Estados,
sino hacia los individuos bajo su jurisdicción …”
38
en beneficio de las personas y no de los Estados. En virtud de lo anterior, las
reservas a las obligaciones convencionales se encuentran limitadas y restringidas
(General, 2005). Así, también las actuaciones de los Estados quedan sujetas a un
control internacional, cual es, el de los órganos creados por los propios
instrumentos internacionales, sin perjuicio de eventualmente sujetarse al control
de la Corte Internacional de Justicia. En el ámbito de Naciones Unidas, en el año
2005, se aprobaron por parte de la Asamblea General los “Principios y Directrices
relativos a los derechos de las víctimas en casos de violaciones de derechos
humanos y derecho internacional humanitario” (General, 2005). Respecto de la
obligación de reparar, los Principios de Naciones Unidas señalan lo siguiente:
“Conforme al derecho interno y al derecho internacional, y teniendo en cuenta las
circunstancias de cada caso, se debería dar a las víctimas de violaciones
manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones
graves del derecho internacional humanitario, de forma apropiada y proporcional
a la gravedad de la violación y a las circunstancias de cada caso, una reparación
plena y efectiva, según se indica en los principios 19 a 23, en las formas
siguientes: restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de
no repetición”.
En materia de responsabilidad del Estado por violaciones de derechos humanos,
por tanto, debemos determinar dos elementos básicos:
39
a lo que cabría añadir en la actualidad el “daño al proyecto de vida”. (SESAREGO,
2003)
40
Ante esto la Corte Interamericana de Derechos Humanos señala que:
El punto de partida en esta materia para la Corte es que toda persona que va a
ser reparada debe ser calificada como víctima en el proceso contencioso seguido
ante ella. Esto, que podría parecer intrascendente, ha generado problemas con la
Comisión en cuanto a la identificación de las víctimas en casos de violaciones
masivas. Asimismo, constituye un problema serio cuando se piensa en extender
la reparación a los familiares, quienes también deben ser identificados. Por tanto,
es importante en materia de reparaciones distinguir entre víctimas, “parte
lesionada” y familiares. Estos son conceptos que pueden dar origen a distintas
consecuencias. Es decir otorgue una reparación integral adecuada por concepto
de daño material y moral a los familiares de las 15 presuntas víctimas que fueron
ejecutadas y de las cuatro presuntas víctimas que se encuentran con vida.
41
expresión pública de solicitud de perdón y erigir un monumento
recordatorio).
42
Además, los familiares pueden ser considerados víctimas por sí a partir de la
forma en que el Estado resuelve el caso y serán considerados como “parte
lesionada” a efectos indemnizatorios. Por tanto, no todas las víctimas son “parte
lesionada” y no todos los familiares son víctimas y “parte lesionada”. Puede haber
víctimas que son consideradas “parte lesionada” y otras no; los familiares podrán
ser “parte lesionada” en tanto causahabientes o por derecho propio al ser
considerados víctimas directas.
Sobre la forma en que debe realizarse la asignación de las indemnizaciones, la
Corte ha señalado en cada caso los porcentajes en que debe hacerse la
distribución.
Sin duda el tema a futuro será determinar cómo se va a realizar la acreditación de
quiénes son víctimas, en particular, en casos con multitud de ellas. Nos
encontramos en la jurisprudencia con casos donde claramente hay víctimas de
violaciones de derechos humanos que no son consideradas “parte lesionada” y,
de esta forma, quedan excluidas de recibir compensación.
La Corte ha señalado que:
“Este Tribunal recuerda que cuando se está en presencia de un caso contencioso
ante la Corte es preciso que la parte interesada determine quién o quiénes son
los beneficiarios. Por esta circunstancia, la Corte no está en condiciones de decidir
indemnización alguna respecto de posibles familiares de los internos víctimas de
violaciones de derechos humanos que no hayan sido identificados”.
En un fallo reciente la Corte ha ido más allá y ha señalado que las víctimas deben
estar individualizadas en el Informe del art. 50 de la CADH y en la demanda de la
Comisión:
“El Tribunal reitera que se considera parte lesionada a aquellas personas que han
sido declaradas víctimas de violaciones de algún derecho consagrado en la
Convención. La jurisprudencia de este Tribunal ha indicado que las presuntas
víctimas deben estar señaladas en la demanda y en el informe de la Comisión
según el artículo 50 de la Convención.
Por ende, de conformidad con el artículo 33.1 del Reglamento de la Corte,
corresponde a la Comisión, y no a este Tribunal, identificar con precisión y en la
debida oportunidad procesal a las presuntas víctimas en un caso ante la Corte”.
Esta parece ser una solución extrema y que no ayuda a la efectiva reparación de
las víctimas de violaciones de derechos humanos. La rigurosidad del
procedimiento no debiera implicar rigidez: si las víctimas pueden ser identificadas,
no hay razones para excluirlas del proceso de reparación.
Sobre la forma en la cual debe ser acreditada la identificación de las víctimas la
Corte ha señalado:
“Esta Corte considera como identificadas a las víctimas respecto de quienes los
representantes aportaron certificado de nacimiento, cédula de vecindad o
certificado de matrimonio, o bien, otro documento expedido por autoridad
competente en el cual se haga referencia a alguna de las víctimas, como un
certificado de defunción”.
43
En esta materia pareciera estar surgiendo alguna clara divergencia entre la Corte
y la Comisión. Es de esperar que, por el bien del sistema, esto no genere
problemas que terminen perjudicando a las víctimas.
En relación con el pago de las indemnizaciones, la Corte es quien fija el monto y
la forma del mismo, sin perjuicio del acuerdo a que puedan llegar las partes. En
particular, la Corte se ha preocupado de que este pago sea verdaderamente
compensatorio, por lo que ha tomado especiales resguardos ante procesos
inflacionarios. Al mismo fin apunta el hecho de ordenar la constitución de fondos
fiduciarios para la administración de los dineros, lo que sólo tiene por objeto una
adecuada administración, de forma tal que las indemnizaciones tengan un
verdadero efecto reparador. (NASH ROJAS, 2009)
44
La tesis clásica del derecho internacional público señala que la “reparación
es la consecuencia principal de la responsabilidad internacional del Estado”
(MONROY, 1986).
45
Sobre este punto nos parece interesante citar la doctrina de la Corte
Internacional de Justicia:
“El principio general que está implícito en el concepto de acto ilícito (...) es
que en la medida de lo posible, la reparación debe anular todas las
consecuencias del acto ilícito y restablecer la situación que probablemente
hubiera existido de no haberse cometido dicho acto. Restitución en especie
o, si ello no es posible, pago de una suma equivalente al valor que tendría la
restitución en especie, otorgamiento de ser necesario, de una indemnización
por los daños sufridos que no hayan sido reparados por la restitución en
especie o por el pago en efectivo: tales son los principios que deben servir
para determinar el monto de una indemnización por un acto contrario al
derecho internacional” (Fábrica Chorzów , 1928)
46
La Corte Interamericana ha desarrollado un amplio catálogo de medidas
reparatorias, que están vinculadas con el concepto amplio de reparaciones a que
se ha hecho referencia:
a) CESE DE LA VIOLACIÓN
47
Sin embargo, en la jurisprudencia reciente de la Corte encontramos sentencias en
las que se han dispuesto medidas de cese de la violación, aunque éstas son
consideradas bajo otros criterios clasificatorios, en el apartado sobre “otras
medidas”, distintas a las materiales. En este sentido, nos encontramos con
sentencias en que la Corte ha ordenado: demarcación de territorios en casos
sobre derecho a la propiedad indígena (Caso Comunidad Mayagna (sumo)
Awas Tingni), suministros de bienes y servicios básicos frente a situaciones
graves que amenacen el derecho a la vida (Caso Yakye Axa, párrs. 216 y
sgtes), prestaciones de salud en casos en que se amenace el derecho a la
vida (Sólo en el año 2006 ver: caso Masacre de Pueblo Bello, párr. 274;
Caso Baldeón, parrs. 206 y sgtes.; Caso de las Masacres de Ituango, párr.
403; Caso Vargas Areco, párr. 159; Caso Goiburú y otros, párr. 176) ,
entrega de información pública solicitada o la Fundamentación de la negativa
a entregar dicha información (Caso Claude Reyes y otros), entre otras.
Todos estos casos tienen como denominador común que el Estado debe
adoptar medidas que impidan que una violación convencional se siga
consumando. Podríamos considerar también dentro de esta categoría aquellas
sentencias en que se han dispuesto modificaciones legislativas, pero parece
más adecuado analizar este tipo de reparación dentro de las garantías de no
repetición, ya que su objetivo es más amplio que la satisfacción del goce y
ejercicio de un derecho respecto de una víctima individual. Asimismo, podría
ser analizada en este apartado la obligación de garantía en tanto respuesta
ante violaciones de derechos humanos y el deber de actuación en el ámbito
interno, pero, por las especiales características de este tema, lo veremos en
forma separada más adelante.
b) REPARACIONES MATERIALES
48
debe contener y perseguir toda sentencia de acuerdo al artículo 63.1 de la
Convención. Por esta vía quedan abiertos otros caminos de reparación y, en
consecuencia, este concepto adquiere un carácter amplio o “plural”.
Por lo que respecta al daño material, la Corte ha establecido que comprende “la
pérdida o detrimento de los ingresos de las víctimas, los gastos efectuados con
motivo de los hechos y las consecuencias de carácter pecuniario que tengan un
nexo causal con los hechos del caso”. (Caso Bámaca Velásquez y Caso Suárez
Peralta)
c) DAÑO EMERGENTE
La Corte ha tratado una serie de medidas como parte de la reparación del daño
emergente:
49
Villagrán Morales – reparaciones);
d) LUCRO CESANTE
50
compensatoria), fijando en este segundo caso un criterio de mayor
flexibilidad a la hora de ponderar la indemnización.
e) DAÑO INMATERIAL
f) COSTAS Y GASTOS
La Corte ha establecido que las costas y gastos están comprendidos dentro del
concepto de reparación, en este sentido, el tribunal ha señalado en su
jurisprudencia constante que las costas y gastos hacen parte del concepto de
reparación, toda vez que la actividad desplegada por las víctimas con el fin de
obtener justicia, tanto a nivel nacional como internacional, implican erogaciones
que deben ser compensadas cuando la responsabilidad internacional del Estado
es declarada mediante una sentencia condenatoria.
51
de Derechos Humanos, que cuenta con la reglamentación adecuada para su
funcionamiento tanto en la Corte como en la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos. (Reglamento sobre el Funcionamiento del Fondo de Asistencia Legal de
Víctimas)
Por lo que hace al “lucro cesante”, corresponde señalar que mientras éste se
refiere en forma exclusiva a la pérdida de ingresos económicos futuros, que es
posible cuantificar a partir de ciertos indicadores mensurables y objetivos, el
denominado “proyecto de vida” atiende a la realización integral de la persona
afectada, considerando su vocación, aptitudes, circunstancias, potencialidades y
aspiraciones, que le permiten fijarse razonablemente determinadas expectativas y
acceder a ellas. El “proyecto de vida” se asocia al concepto de realización personal,
que a su vez se sustenta en las opciones que el sujeto puede tener para conducir
su vida y alcanzar el destino que se propone. En rigor, las opciones son la
expresión y garantía de la libertad. Difícilmente se podría decir que una persona es
verdaderamente libre si carece de opciones para encaminar su existencia y llevarla
a su natural culminación. Esas opciones poseen, en sí mismas, un alto valor
existencial. Por lo tanto, su cancelación o menoscabo implican la reducción objetiva
de la libertad y la pérdida de un valor que no puede ser ajeno a la observación de
esta Corte.
Cuando las violaciones a derechos humanos coartan o limitan esta libertad, hay
consecuencias y daños que deben ser remediados por el Estado.
52
Las formas de reparación no materiales cumplen un importante rol en cuanto medio
de reparación integral de la víctima. Estas medidas poseen un enorme poder de
reparación en situaciones de violación de los derechos humanos. La posición de
la víctima de violaciones de derechos fundamentales no tiene sólo una óptica
material y dicho aspecto no es el más importante. Los aspectos más relevantes
dicen relación con la verdad, el restablecimiento del honor, la justicia, los
cambios internos en el Estado, entre otros.
“Por esta razón, la Corte considera que el Estado está en la obligación de tomar
todas las medidas necesarias para asegurar que la víctima reciba sus salarios,
garantías sociales y laborales a partir de la fecha de emisión de esta sentencia
y hasta que se encuentre en condiciones de reincorporarse efectivamente al
servicio docente. A este respecto, la Corte estima prudente que sean utilizados
los mecanismos inter- nos aplicables a situaciones de incapacidad laboral, o
cualquier otro medio idóneo que asegure el cumplimiento de esta obligación”
(Caso Loayza Tamayo – reparaciones).
i) RESTITUCIÓN
Bajo este rubro la Corte establece la reparación más esencial: restituir al individuo
en el goce de sus derechos; esto ha implicado enfrentar desafíos importantes como
dejar sin efecto una condena penal, se ha ordenado también la restitución de tierras
ancestrales a integrantes de comunidades indígenas, (Cfr.Comunidad Mayagna
(Sumo) AwasTingni.Reparaciones) entre otros casos relevantes.
53
Entre estas medidas se encuentra el derecho a la verdad. Al respecto, la Corte ha
señalado que el deber del Estado respecto de las medidas preventivas y de no
repetición “empiezan con la revelación y reconocimiento de las atrocidades del
pasado... La sociedad tiene el derecho a conocer la verdad en cuanto a (los)
crímenes (cometidos) con el propósito de que tenga la capacidad de prevenirlos
en el futuro”. (Caso Masacre de dos Erres)
54
de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y
libertades.
55
violación producida– su lugar debe estar dentro de las garantías de no
repetición. El objetivo de esta actuación en el ámbito interno es precisamente
entregar un mensaje de rechazo a la impunidad y, por tanto, tiene un
componente claramente preventivo y no sólo sancionatorio y por ello es
pertinente que su tratamiento sea en el ámbito de las medidas destinadas a
la prevención de futuras violaciones a los derechos humanos (Caso Baldeón
García).
Esta es una materia relevante no sólo en sus efectos internos, sino que
también desde una mirada teórica. En efecto, tal como señalamos supra, el
derecho internacional ha entendido que el Estado debe cumplir con la
obligación cuyo incumplimiento ha generado responsabilidad internacional.
En este sentido, cumplir con la obligación original violada es parte de la
obligación subsistente. Por tanto, dar cumplimiento a la obligación de
garantía (establecida en el art. 1.1 de la CADH y relacionada con cada
derecho convencional), tal como lo ha entendido la propia Corte, implica
desarrollar una serie de actividades con el fin de permitir el pleno goce y
ejercicio de los derechos, así como la adopción de medidas de prevención,
dentro de las cuales destacan aquellas destinadas a evitar situaciones de
impunidad en caso de violaciones graves de derechos humanos. En este
mismo sentido se ha pronunciado el Comité de Derechos Humanos de
Naciones Unidas:
Si uno realiza esta lectura podrá concluir que estas medidas no son
técnicamente medidas de reparación. Para argumentar sobre su procedencia
56
en las sentencias o en el acápite sobre reparaciones, uno puede plantear varias
hipótesis. Por una parte, sostener que estas son medidas de satis- facción y,
por tanto, medidas de reparación. Por otra, sostener que estas son medidas de
garantías de no repetición. Por último, que son medidas de cumplimiento de la
obligación original, pero con efectos reparatorios para las víctimas.
Sin perjuicio de cuál sea la mejor justificación, no puede dejarse de lado que
esta es una materia especialmente relevante, ya que implica la necesidad
de que los Estados cumplan con su obligación de garantía de los derechos.
Esto supone, entre otras cosas, llevar adelante investigaciones efectivas en
los casos de violaciones de derechos humanos y perseguir la sanción de los
responsables.
“Esta medida no solo beneficia a los familiares de las víctimas sino también
a la sociedad como un todo, de manera que al conocer la verdad en cuanto
57
a tales crímenes tenga la capacidad de prevenirlos en el futuro” (Caso 19
Comerciantes, párrs. 257, 258 y 259).
Sobre este punto es interesante la opinión del juez Cançado Trindade quien
nos señala:
“El Estado está, por otra parte, obligado a investigar toda situación en la que
se hayan violado los derechos humanos protegidos por la Convención. Si el
aparato del Estado actúa de modo que tal violación quede impune y no se
restablezca, en cuanto sea posible, a la víctima en la plenitud de sus
derechos, puede afirmarse que ha incumplido el deber de garantizar su libre
y pleno ejercicio a las personas sujetas a su jurisdicción. Lo mismo es válido
cuando se tolere que los particulares o grupos de ellos actúen libre o
impunemente en menoscabo de los derechos humanos reconocidos en la
Convención” (Caso Velásquez Rodríguez,).
58
compensatorio, por lo que ha tomado especiales resguardos ante procesos
inflacionarios. Al mismo fin apunta el hecho de ordenar la constitución de fondos
fiduciarios para la administración de los dineros, lo que sólo tiene por objeto una
adecuada administración, de forma tal que las indemnizaciones tengan un
verdadero efecto reparador. En todo caso, la Corte mantiene las facultades de
supervigilancia de las condiciones de pago, así como de la protección del mismo.
Una medida interesante que ha dispuesto la Corte es la creación de un mecanismo
oficial por parte del Estado para el seguimiento del cumplimiento de las
reparaciones. Mecanismos de este tipo profundizan la idea de que estas son
medidas obligatorias para los Estados. (Caso Velasquez Rodriguez)
III. CONCLUSIONES
59
7. Las reparaciones son el camino que el derecho internacional y,
concretamente, el sistema interamericano de protección de los derechos
humanos ha encontrado para acercar la justicia a los individuos. Un camino
forjado por víctimas que han tenido la fortaleza, el temple para iniciar y
enfrentar el camino de la búsqueda de la justicia, primero a nivel interno y
luego internacional.
General, A. (2005). Principios y directrices basicos sobre el derecho de las victimas de violaciones
manifiestas. España: España.
60
Meron, T. (2003). Curso de Derecho Internacion en la Academia de Derecho Internacional de la
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Sólo en el año 2006 ver: caso Masacre de Pueblo Bello, párr. 274; Caso Baldeón, parrs. 206 y
sgtes.; Caso de las Masacres de Ituango, párr. 403; Caso Vargas Areco, párr. 159; Caso
Goiburú y otros, párr. 176.
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61
VITA, J. A. (1999). DE LA DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Voto Razonado Concurrente juez A.A. Cançado Trindade, Caso Bámaca Velásquez, párrs. 199-
202..
62