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TEMA CENTRAL:

NO DEBEMOS TENER VERGÜENZA DEL EVANGELIO

Texto Base:
Romanos 1:16-17
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío, primeramente, y también al griego.
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está
escrito: Mas el justo por la fe vivirá”.

INTRODUCCIÓN

• Pablo declaraba con toda firmeza que él no se avergonzaba del evangelio y en


estos versículos podemos encontrar al menos tres razones por la cuales no
hacerlo.

I. EL EVANGELIO NO AVERGÜENZA PORQUE NOS SALVA

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para


salvación a todo aquel que cree…”

• La primera razón por la cual no debemos avergonzarnos del evangelio porque


es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.
• En el mundo existen muchas ideologías, muchas religiones que enseñan sus
principios que tienen como objetivo acercar al hombre a sus diferentes
divinidades.
• También la ciencia que si bien es cierto ayuda al hombre a tener una vida más
fácil, también es la causante de la degradación moral.
• Sin embargo, ninguno de estos mensajes tiene el poder de salvar al
hombre de la condenación eterna.
• El mensaje del Evangelio es tan poderoso que siempre cumple con su objetivo
en los corazones de los hombres:

“Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino
que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y
pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí
vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que
la envié”
(Isaías 55:10-11).
• El mensaje del Evangelio es eficaz porque es capaz de discernir los
pensamientos más ocultos del hombre y hablarle directamente al corazón:

“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de
dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos,
y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”, (Hebreos 4:12).

• Si el hombre está dispuesto a creer en el mensaje del evangelio este puede ser
salvo:

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”,
(Marcos 16:15-16).

• Por esta causa el mensaje del evangelio no nos avergüenza porque es poder
de Dios para salvar a todo aquel que cree.

II. EL EVANGELIO NO AVERGÜENZA PORQUE ES UN MENSAJE


PARA TODOS.

“… al judío primeramente, y también al griego…”

• En segundo lugar, no nos avergonzamos del evangelio porque es un mensaje


que no hace acepción de personas.
• En la actualidad existen muchas religiones y algunas de ellas son exclusivas de
las etnias o naciones que las practican, y aun estas dentro de sí hacen
diferencias entre el sexo y las clases sociales.
• Por ejemplo, el judaísmo aborrecía a los gentiles y pensaban que solamente
LOS JUDÍOS ganarían la vida eterna, por eso Jesús les dijo en cierta ocasión
referente a la fe de un centurión a cuyo siervo sano:

“Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni
aun en Israel he hallado tanta fe. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del
occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos;
más los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y
el crujir de dientes”, (Mateo 8:10-12).

• De igual manera la religión judía llegaba a lo absurdo de menospreciar a la


mujer a tal punto que ni siquiera se le permitía a un hombre hablar con ellas en
la calle, pero nuestro Señor Jesús rompió con estas creencias cuando hablo
con la mujer samaritana (Juan 4:1-42).
• Además de todo esto, los judíos menospreciaban a los niños y por esta razón
en cierta ocasión los discípulos ahuyentaban a los niños que se le acercaban,
pero una vez más nuestro Señor nos demostró que él no hace acepción de
personas:

“Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre
ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños
venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Y
habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí”, (Mateo 19:13-15).

• Por esta causa el mensaje del evangelio no nos avergüenza porque no solo
tiene poder para salvar a todo aquel que cree sino también es un mensaje que
no hace acepción de personas.

III. EL EVANGELIO NO AVERGÜENZA PORQUE EL SUSTENTO DE


NUESTRA FE

“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está
escrito: Mas el justo por la fe vivirá”.

• En el tercer lugar, no nos avergonzamos del evangelio porque es un mensaje


que sustenta nuestra fe.
• La fe es preciosa e incalculable para todo cristiano ya que por un lado nos hace
creer y llamar las cosas que no son como si fueran:

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”,


(Hebreos 11:1)

• La fe nos ayuda a acercarnos a Dios y ser merecedores de sus galardones:

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se


acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”,
(Hebreos 11:6).

• Nuestra fe es constantemente alimentada y fortalecida por el mensaje del


evangelio:

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”, (Romanos 10:17).
• Por esta razón el mensaje del evangelio no nos avergüenza, porque no solo
tiene poder de salvar al que cree y no hace acepción de personas, sino
también es la fuente que nos alimenta y fortalece nuestra fe de tal modo que
verdaderamente andemos en este mundo por fe: Mas el justo por la fe vivirá.
• Estas últimas palabras de Romanos 1:17 fueron las que trajeron el descanso al
alma de Martín Lutero, quien toda su vida había sido formado para creer que
solo a TRAVÉS DE SUS OBRAS podía alcanzar salvación.
• Sin embargo Lutero aprendió a descansar en Dios entendió que solamente
tenía que confiar en Cristo el cual podía perdonar sus pecados por la fe.

CONCLUSIÓN

• Como Pablo, nosotros no nos avergonzamos del evangelio porque es poder


de Dios para salvar a todo aquel que cree, porque es un mensaje tanto para
judío como para gentil, y no hace acepción de personas, y porque es la fuente
que nos alimenta y fortalece nuestra fe.

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