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Como bien dijo el escrito y científico Arthur C.

Clarke, “La magia


es la ciencia que aun no entendemos“. ¿A quién no le gusta
entrar en un laboratorio lleno de probetas y tubos de ensayo?
Las posibilidades de la ciencia son infinitas, por eso hemos
reunido una serie de experimentos científicos que despertarán
al investigador que todo estudiante de Secundaria lleva dentro.

ÍNDICE DEL ARTÍCULO [MOSTRAR]

La seguridad, el primer paso de la ciencia

Durante el instituto, existen numerosos proyectos que tratan de


adoptar un enfoque más interesante en la enseñanza de
la ciencia. Cada uno de los experimentos y actividades que se
realizan en el aula de ciencias tienen un determinado objeto de
estudio. Por eso, es fundamental que los alumnos de secundaria
tengan una atmósfera de aprendizaje idónea, segura y
constantemente supervisada en donde puedan realizar los
ejercicios científicos que hemos reunido a continuación.

Globo aerostático
¿Has subido alguna vez a un globo aerostático? Quizás te
sorprenda su funcionamiento. Con este pequeño experimento no
podremos dar la vuelta al mundo como Willy Fog, pero al menos
entenderemos cómo la humanidad surcó por primera vez los
cielos. Su elaboración es muy sencilla y práctica: Lo único que
debes conseguir es una bolsa de plástico o de papel “china” y
montar una cruceta de cartón ligero pero consistente en la
abertura de la misma.

A esta cruceta la unimos un hilo o alambre asegurándonos que las


puntas estén bien ajustadas en los extremos de la bolsa. A
continuación cogemos papel higiénico, lo hacemos una bola y lo
ponemos en el centro del alambre suelto, doblando la punta para
que quede bien sujeto. Acto seguido, moja el papel con alcohol
de 96º (la cantidad no debe ser escasa pero tampoco debe
gotear). Ahora solo queda prender el papel con un mechero
asegurándonos de que la bolsa está bien abierta y no se quema.

*El experimento debe realizarse en un lugar sin árboles cercanos,


ya que el globo puede descender y provocar un incendio.

Disección de animales
Aunque es un tema que ha generado mucha controversia,
algunas escuelas de Secundaria usan la disección de animales para
enseñar anatomía y filogénia. Debemos estar preparados para
manejar los kits necesarios para la disección así como el
equipamiento de seguridad necesario.

Para este ejercicio se debe elegir un animal (como un sapo o


gusano) y un plan de lecciones apropiados a la hora de investigar
cómo funciona el organismo de un ser vivo. A medida que avanza
el aprendizaje, se usan animales más complejos como peces o
mamíferos pequeños.

* El profesorado debe tener en cuenta la sensibilidad de cada


alumno.

Lanzacohetes

Consigue una botella y sácale el corcho. Puedes hacer un cohete


de papel y pegarlo en la parte superior del corcho, mirando hacia
arriba. Vierte una cucharada grande de bicarbonato de sodio en
un pedazo de papel de 10×10 cm, tendrás que usarlo en breves
instantes. Mezcla en la botella ½ taza de agua y ½ de vinagre,
pero antes de meter el corcho deja caer dentro el papel con
bicarbonato. Puedes cerrar la botella todo lo fuerte que quieras,
pero aléjate porque el cohete está apunto de despegar.

* Asegúrate de que el techo es alto o realiza esta prueba al aire


libre.

Huellas dactilares

¿Tienes madera de detective? Descubre cómo son tus huellas


dactilares o las de algún compañero gracias a este experimento
científico. Presiona la yema de tu dedo índice en un papel de
filtro. En una pequeña cápsula de porcelana, echa una pequeña
porción de yodo sódico y caliéntalo bien con un mechero bunsen
de laboratorio. Apaga el fuego justo cuando comience a brotar
vapor violeta del yodo. Coloca el papel por el lado de la huella
para que absorba esos vapores y al cabo de unos segundos
podrás ver tus huellas perfectamente definidas.

* Este experimento debe estar continuamente bajo la supervisión


de un adulto.
Botellas que devoran huevos enteros, efecto de la presión
atmosférica

Este experimento resulta muy sencillo y divertido para los


alumnos. En primer lugar, necesitamos un huevo cocido pelado y
una jarra o botella cuya abertura tenga al menos 3.8 cm de
diámetro. Una vez que tengas todo esto, enciende una cerilla
grande y métela en la botella, acto seguido coloca el huevo en la
abertura y espera unos instantes. El fuego de la cerilla quemará el
oxígeno del interior de la botella, ese “vacío” generará presión en
la botella y como consecuencia; esta absorberá el huevo sin
dañarlo.

La magia del magnetismo; fabricar una brújula

Un experimento de lo más curioso e ilustrativo orientado a los


más aventureros de la clase: Coge una aguja pequeña y frótala
con un imán al menos 50 veces en una sola dirección. Coge un
pequeño corcho (de unos 10 mm) y fija la aguja en él con un poco
de celo. Ahora llena un recipiente de agua y pon el corcho a flotar
en él; la aguja señalará el norte. Debemos tener en cuenta que la
Tierra y su “norte magnético” es como un gigantesco imán para
las personas que viven en ella.

Encender una vela con clase

Este experimento resulta muy sencillo de realizar y bastante


curioso. Para ello lo único que vas a necesitar es una vela y un
mechero. Efectivamente, vamos a prender la vela con el mechero,
pero de una forma diferente.

Lo primero que debes hacer es encender la vela y esperar a que


se derrita la cera que está justo bajo la llama. Una vez suceda
esto, lo que debes hacer es apagar la vela con un soplido fuerte y
corto, pues no queremos enfriar la cera ni la mecha de la vela.
Cuando apagues la vela, verás que se produce una columna de
humo que, si no hay condiciones de viento, ascenderá en vertical
hasta el techo. Pues bien, usa el mechero para prender esta
columna de aire y ver cómo la chispa desciende hasta la mecha
de la vela, encendiéndola.

Mover cerillas sin tocarlas

Se trata de otro truco muy sencillo para el que solo vamos a


necesitar dos copas y dos cerillas.

Colocamos las dos copas juntas, pero sin que lleguen a tocarse.
Sobre el borde de una de las copas colocamos las dos cerillas.
Ahora, humedecemos el dedo y comenzamos a pasarlo por el
borde de la otra copa. Llegará un momento en el que el roce con
nuestro dedo provocará una vibración en las ondas de la copa, lo
que produce un sonido. Cuando el sonido comience a ser audible,
verás también como las cerillas que habías colocado previamente
en la otra copa se mueven como por arte de magia, sin necesidad
de tocarlas.

El agua que no cae

A veces, los experimentos más sencillos son también los más


sorprendentes. Para realizar el siguiente tan solo vas a necesitar
un vaso, un recipiente con agua y la tapa de un CD.

Llena el vaso de agua casi hasta su tope, pero que no rebose, deja
aproximadamente un centímetro del vaso sin llenar. Ahora, pon la
tapa del CD en la abertura del vaso y vete girando poco a poco
hasta que la abertura y el CD queden para abajo, y el fondo del
vaso para arriba. No temas, quita la tapa del CD y mira qué
sucede. Al contrario de lo que se pudiera creer, el agua con se cae
del vaso, sino que la tapa se queda adherida a la abertura.
¿Conoces algún otro experimento interesante para realizar en
clase? ¿Qué experimentos te han encargado hacer a ti en el
instituto? ¡No dudes en contarnos tus experiencias y, si quieres,
mandarnos tus fotos!

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 14 Inventos originales para estudiantes

ETIQUETAS: EXPERIMENTOS

ómo hacer una lámpara de lava

Como nos habéis pedido, hoy os vamos a mostrar la forma sencilla


de hacer una lámpara de lava. Es un experimento muy vistoso y
totalmente inofensivo, por lo que es muy recomendado para
hacerlo con los niños.
Se necesita:
- Una botella de 1 litro.
- Un embudo.
- Agua.
- Aceite.
- Un poco de colorante alimentario (del color que más os guste),
en forma líquida.
- Un par de pastillas efervescentes.
- Una linterna.

Procedimiento:

 Cogemos la botella y, con ayuda del embudo, vertemos en


ella 3/4 partes de un vaso de agua.
 A continuación, echamos aceite hasta llenar casi por
completo la botella.
 Lo dejamos reposar unos minutos hasta que el aceite
quede completamente separado del agua, estando el aceite en la
parte superior y el agua en la parte inferior.
 Añadimos diez gotas de colorante alimentario. Éstas pasarán
a través del aceite y se mezclarán con el agua.
 Por último, partimos por la mitad una pastilla efervescente e
introducimos las dos mitades en la botella.
Como podréis observar, comenzará el espectáculo de
burbujas que durará hasta que acabe la efervescencia de las
pastillas. Para alargar el efecto, tan solo hemos de echar otra
pastilla efervescente.
Para conseguir el efecto de una lámpara de lava, pondremos
una luz debajo de la botella (por ejemplo, una linterna).

Podéis guardar esta botella (con


el tapón puesto, claro) y volver
a utilizarla cuando queráis,
simplemente añadiendo otra
pastilla efervescente.

Explicación:
Para empezar, el aceite se mantiene encima del agua porque
es menos denso que ella.
Por otra parte, el agua y el aceite no se mezclan debido a la
llamada "polaridad intermolecular", esto es, cada sustancia tiene
una polaridad molecular que hace que se atraiga con otras
moléculas de su misma "especie", pero el agua y el aceite son
"especies" completamente opuestas, por lo que, en vez de
atraerse, se repelen. Esto también explica por qué las gotas de
colorante alimentario se mezclan con el agua y no con el aceite:
son de la misma "especie".
Cuando añadimos las pastillas efervescentes, éstas empiezan a
disolverse creando un gas. Este gas forma burbujas que, al subir,
llevan con ellas un poco de colorante. Cuando estas burbujas
llegan al borde de la botella, dejan escapar el gas y el agua vuelve
abajo, volviendo a comenzar el proceso.

Aquí tenéis un vídeo del experimento:


P.D.: Si esta lámpara de lava os ha sabido a poco, tranquilos,
pondremos más adelante otras formas de hacer lámparas de lava
caseras mucho más elaboradas y duraderas ;)
Quizá también te interese:
234 l experimento de la serpiente del faraón

Hoy os traemos
un sorprendente experimento
de química que impresionará
tanto a pequeños como a
mayores. Se trata de hacer
una sencilla mezcla que, al
prender, hará que salga una
gran serpiente negra de ella.
Es un experimento que pueden realizar niños, pero siempre bajo
la supervisión de un adulto, ya que al utilizar fuego siempre
existe algún riesgo.

Materiales:
- Arena (del parque, la playa...).
- Bicarbonato sódico.
- Azúcar glas.
- Un recipiente grande de aluminio.
- Gasolina blanca.
- Un mechero o encendedor.
- Un recipiente pequeño, como puede ser un cuenco o un vaso.
- Una cucharilla.

Procedimiento:
Lo primero que tenemos que hacer es echar un par de
cucharaditas de bicarbonato sódico en un recipiente y mezclarlo
con otras dos de azúcar glas. Es importante que la cantidad sea
aproximadamente la misma. Una vez bien removido, dejamos la
mezcla a un lado.

A continuación, cogemos el recipiente de aluminio y echamos en


él una buena cantidad de arena, formando una especie
de montaña. Con la cucharilla que hemos utilizado antes,
aplastamos la arena en el centro y hacemos un pequeño hueco.
Por último, rociamos bien la arena con gasolina blanca y
depositamos la mezcla de azúcar y bicarbonato que hemos hecho
previamente justo en el hueco. Una vez esté todo listo, nos vamos
al exterior a "invocar a la serpiente".

Para el siguiente paso es muy


importante tomar las medidas de
precaución adecuadas, como es
tener una botella de agua a mano y
alejarse lo suficiente de la mezcla,
además de realizarlo en un sitio
abierto y ventilado. Lo único que
tenemos que hacer es prender la
gasolina que hay en la arena (si lo
hacemos con un mechero largo,
mejor) y esperar.

Cuando prenda la parte central, podremos comprobar cómo poco


a poco comienzan a salir una especie de "serpientes negras" que
no paran de crecer.

Explicación:
Aunque no suene ni explote, la llamada "serpiente del faraón" es
en realidad un tipo de fuego artificial. Lo que ocurre es que el
bicarbonato de sodio y el
azúcar, al entrar
en combustión, se
descomponen
en carbonato de sodio,
vapor de agua y dióxido de
carbono. La "serpiente"
resultante es una mezcla de carbonato con partículas de carbono,
que crece gracias a la acción de los gases que desprende la
reacción.

Existen otras versiones de este experimento, como la que se hace


con tiocianato de mercurio, la cual es bastante más espectacular y
vistosa, pero el humo que desprende en este caso es tóxico, por
lo que no lo recomendamos.
Aquí os dejamos el vídeo de Expcaseros con nuestro resultado:
jueves, 6 de marzo de 2014
Cómo hacer fuego de colores

Hoy os vamos a mostrar cómo conseguir hacer fuego de


diferentes colores. Con un poco de alcohol, hilo de cobre, acetona
o ácido bórico veremos llamas de color azul, verde y amarillo con
distintas intensidades. Es un experimento casero para todos los
públicos pero, como siempre, hay que tener cuidado al utilizar
estas sustancias altamente inflamables.
Materiales:
- Ácido bórico.
- Alcohol.
- Hilo de cobre (se puede sacar de cables de teléfono).
- Acetona.
- Un mechero o encendedor.
- 3-4 recipientes de aluminio pequeños (los que contienen las
velas, por ejemplo).

Procedimiento:
Dependiendo de los materiales de los que dispongamos,
utilizaremos hasta 4 recipientes metálicos. En el primero
echaremos un poco de ácido bórico. En el segundo, hilo de cobre.
En el tercero, alcohol, y echamos también unas gotas en los dos
anteriores. En el último echaremos acetona.

Antes de encenderlos, es importante limpiar bien los restos de las


sustancias que hayan podido quedar por la mesa o en nuestras
manos, e incluso por el exterior de los recipientes. Una vez limpio,
procedemos a prenderlos. También es recomendable tomar las
medidas de precaución adecuadas como por ejemplo tener a
mano una botella de agua.

Como podremos comprobar, el fuego del recipiente con ácido


bórico adquirirá un color verde intenso, mientras que el del hilo
de cobre será de verde menos intenso e intermitente. En cuanto al
fuego del alcohol, el centro de la llama será de un color azul,
mientras que el de la acetona será más bien de un amarillo
anaranjado.
Explicación:
Por un lado, el fuego emite radiación electromagnética en forma
de luz, por lo que según cómo sea su longitud de onda tendrá un
color u otro. Cada elemento o compuesto químico tiene su
propio patrón de ondas característico y, cuando los calentamos, su
longitud de onda se altera y los vemos de otro color.

Por otro lado, los colores también cambian dependiendo de


la intensidad del calor. Por eso, en el recipiente con alcohol,
podemos ver que en el centro la llama es de color azul pero, a
medida que nos alejamos del punto más caliente, el color se va
volviendo amarillo.

Aquí os dejamos el vídeo de Expcaseros con los resultados, ¡no


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VOTOS


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REC

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