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de la Universidad Metropolitana rT1

La Formación Ética de las Estudiantes


de la Carrera de Educación
de la Universidad Metropolitana
BEATRIZ RODRÍGUEZ PERAZZO
Facultad de Ciencias y Artes
Universidad Metropolitana

Resumen
La formación ética de las futuras docentes vista desde la dimensión de su
crecimiento socio-emocional, a través de la implementación de un progra-
ma para el desarrollo de la autoestima y del desarrollo del juicio moral, fue
objeto de evaluación para conocer la eficacia del proceso de aprendizaje
y la adecuación del desempeño o correspondencia de los logros con las
necesidades reales externas del programa. Para lo cual se realizó una
evaluación sumativa del programa, comparando los parámetros de entra-
da con los de salida, midiendo con pruebas de pre-test y de post-test las
variables autoestima y juicio moral. Para medir la autoestima se utilizó la
escala de auto-aceptación elaborada por Emanuel Berger, y el juicio mo-
ral fue medido a través del Moral Judgement Interview denominado "Dile-
ma de Heinz", diseñado por Lawrence Kohlberg. Para evaluar la adecua-
ción del desempeño se diseñó una encuesta de opinión sobre la conduc-
ta ética profesional de las alumnas, tres años y medio después de haber-
se implementado el programa, la cual fue administrada a profesores de
las mismas. Los resultados señalan que los objetivos curriculares para el
desarrollo de la autoestima y del juicio moral, fueron alcanzados. Sin
embargo, a través de la encuesta dirigida a los profesores se puede cons-
tatar que en el perfil ético de las futuras docentes se encuentran deficien-
cias en lo que se refiere a la iniciativa por un lado, y a la participación y
solidaridad social por el otro. Por lo tanto, siendo que el programa va
dirigido a fortalecer el perfil ético del docente en su rasgo Promotor Social,
diríamos que la formación llevada a cabo no se corresponde totalmente
con las necesidades reales externas del programa que establece el Mi-
nisterio de Educación, en la búsqueda de un docente que sea agente de
cambio de social.
Palabras claves: Formación ética, autoestima, juicio moral, promotor so-
cial, crecimiento socio-emocional.

Abstract
The ethical education of the future teachers, sight from the dimension of
their emotional growth, through the implementation of a program for the

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development of the self-esteem and of the development of the moral


judgement, it was object of evaluation to know the efficiency of the learning
process and the appropriateness of the performance or correspondence
of the achievements with the external real needs of the program. For
something which was accomplished an evaluation summative of the
program, comparing the entry parameters with those of exit, measuring,
with tests of pre-test and of post — test, the variables self-esteem and moral
judgement. To measure the self-esteem was used the Self Acceptance
Scale elaborated by Emanuel Berger, and the moral judgement was
measured through Moral Judgement Interview denominated «Dilemma of
Heinz», designed by Lawrence Kohlberg. To evaluate the appropriateness
of the performance was designed a opinion poli on the professional ethics
conduct of the students, three years and middle after it have been
implemented the program, the one which was administered to professors
of the same. The results indicate that the curricular objectives for the
development of the self-esteem and of the moral judgement, they were
reached. However through the survey directed to the professors can be
verified that in the ethical profile of the future teachers, are found deficiencies
with respect to the initiative on the one hand, and the participation and
social solidarity by the other. Therefore being that the program is going
directed to strengthen the ethical profile of the future teachers in their
Social Promoting feature, we would say that the training carried out is not
corresponded totally with the external real needs of the program that
establishes the Department of Education, in the search of an teacher that it
will be an agent of social change.
Keywords: Ethical education, self-steem, moral judgement, social
promoting, emotional growth.

El presente trabajo (iniciado en el año 1992) surgió de una inquietud por


conocer la influencia de las materias dedicadas al crecimiento personal (socio-
emocional) y ético de las estudiantes de la carrera de Educación Preescolar, en
su formación ética profesional, como educadoras con un rol social que amerita
conductas de elevada moral.

El objetivo de esta investigación fue realizar una evaluación sumativa, a


nivel del micro-currículo la cual por su parecido a la investigación experimental,
se sustenta principalmente en el control de las variables o conductas
operacionables del proceso educativo.

La realización del estudio se inició con una revisión del Proyecto Curricular
de la Escuela de Educación Preescolar elaborado en Mayo de 1983. Las mate-
rias Seminario Integrativo I, Seminario Integrativo II y Seminario Integrativo III
eran las destinadas dentro del pénsum de la carrera de Educación Preescolar,
al desarrollo personal (socioemocional) y ético de las futuras docentes.

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Dichas materias que eran dictadas en los tres primeros semestres de la


carrera (en un régimen de cuatro horas semanales), se fundamentaban en el
desarrollo de la autoestima y la asertividad de las estudiantes recién ingresa-
das a la universidad, así como en el desarrollo de su juicio moral; aspectos o
factores considerados que brindan una plataforma para el desarrollo ético y
personal, tomando en cuenta que el concepto de sí mismo y la autoestima
están íntimamente relacionados con el sistema de valores del individuo, ya que
el ser humano procura mantener la coherencia entre sus valores, conducta y la
percepción de sí mismo.

El proyecto curricular de la Escuela de Educación responde a la concepción


filosófica educativa del Progresismo, orientación centrada en el individuo, en el
desarrollo individual de sus funciones psíquicas, las cuales se van organizando
en estructuras cada vez más complejas, como resultado de la interacción
participativa (enfrentamiento con el ambiente y la búsqueda de soluciones). El
objetivo de la experiencia educativa es el desarrollo cognoscitivo, la capacidad
de pensar, pensamiento que organiza tanto al conocimiento como a la emoción;
teniendo como finalidad de la educación la formación de individuos autónomos,
capaces de comprender perspectivas en conflicto y entender el sentido de una
cultura que puede ser negociada y reconstruida por sus miembros.

La estrategia pedagógica establecida para el desarrollo personal y ético de


las futuras docentes de la Universidad Metropolitana, fue la del fortalecimiento
emocional del Yo, respaldada por la psicología humanista de Carl Rogers y Vir-
ginia Satir, por un lado, y la del desarrollo del juicio moral propuesta en la teoría
del Desarrollo Moral de Lawrence Kohlberg, psicólogo norteamericano, seguidor
del enfoque cognitivista-evolutivo del aprendizaje. Para Kohlberg el desarrollo
moral vendrá dado por alcanzar niveles de juicio moral cada vez más elevados,
exponiendo al educando a situaciones de conflicto moral que lo lleven a com-
prender intelectualmente el principio ético: la justicia.

La investigación se inició en Octubre de 1992 tomando como población a la


totalidad de las estudiantes inscritas para cursar la Carrera de Educación Pre-
escolar en el semestre académico 92-93 "A"; a quienes la primera semana de
clases se les aplicó una prueba de Juicio Moral ("Dilema de Heinz" del autor
Lawrence Kohlberg) y una prueba de Autoestima (elaborada por Emanuel Berger)
para obtener los parámetros de entrada al proceso educativo. Las mismas prue-
bas fueron aplicadas dieciséis meses después, al finalizar el semestre 93-94
"A", recién que las estudiantes hubieron finalizado el curso "Seminario Integrativo
III"; con la finalidad de detectar cambios en sus niveles de Juicio Moral y
Autoestima, determinando los parámetros de salida del proceso de aprendizaje.

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Para finalizar la investigación y teniendo en cuenta que para la evaluación de


la formación ética de las estudiantes sólo se habían medido los niveles de juicio
moral (que no de la conducta moral) se quiso conocer la opinión que tenían
algunos profesores de estas alumnas, sobre ciertos aspectos que se conside-
raron importantes para la ética, al menos profesional, del docente. Para esto se
elaboró una encuesta de opinión, que los profesores debieron responder de
manera anónima, para evaluar la conducta moral o disposición a actuar en con-
gruencia con los principios democráticos que subyacen en la Constitución Na-
cional (Libertad, Dignidad, Justicia, Bien Común) y que el Ministerio de Educa-
ción considera indispensables en el perfil del docente como promotor social
descrito en el diseño curricular base para la formación del docente venezolano.

Debido a que en el post-test los niveles de juicio moral habían aumentado en


todas las estudiantes, se pudo pasar a considerar la variable "nivel de juicio
moral" como controlada, y así se obtuvo una puntuación grupal de algunos as-
pectos de su conducta ética profesional, a través de una escala de Liekert.

Variables Metodológicas
Variables Independientes: recursos de aprendizaje (contenidos pro-
gramáticos y estrategias curriculares)

Desarrollo de la Autoestima
Proceso reflexivo bajo el enfoque humanista, que permite una mayor valora-
ción del auto-concepto, a través del conocimiento de los aspectos positivos y
negativos de la personalidad; evaluando los aspectos valorizantes que llevan a
la persona a apreciarse a sí misma (fortalezas de la personalidad) y los aspec-
tos que impiden o coartan (debilidades de la personalidad) el desarrollo de sus
potencialidades. Indicador del desarrollo de la autoestima: autoevaluación posi-
tiva del concepto de sí mismo: conocimiento, aceptación y valoración de las
cualidades propias individuales.

Desarrollo del Juicio Moral


Proceso bajo el enfoque cognoscitivo-evolutivo, que le brinda al individuo la
posibilidad, de reflexionar acerca de los valores de la vida, de manera de poder
establecer entre ellos un orden de prioridades en función del momento y de las
circunstancias particulares, comprendiendo el principio ético: la justicia como
consecuencia de la reducción del egocentrismo, discutiendo dilemas morales
que implican ejercitar el role-taking, en un marco de reciprocidad, cooperación y
respeto mutuo. Indicador del desarrollo del juicio moral: emisión de razonamien-
tos de valor, guiados en la intención de preservar el principio ético: la justicia,
sin que prevalezca la consecución de un beneficio personal.

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Variables Dependientes: objetivos curriculares de desarrollo


Autoestima
Aceptación de sí mismo (valoración positiva del auto-concepto). Indicador
de la autoestima: nivel de autoaceptación, según la escala de autoaceptación
diseñada por Emanuel Berger, psicólogo y profesor de la Universidad de
Minnesota, quien basa la escala principalmente en características propias que
definen la aceptación de sí mismo, señaladas por Carl Rogers. El instrumento
brinda tres niveles de autoaceptación: Baja autoaceptación, Mediana
autoaceptación, y Alta autoaceptación.

Juicio moral
Razones que se dan para sustentar el valor adjudicado a una determinada
acción o conducta. Indicador del desarrollo del juicio moral: nivel de moralidad,
según la escala diseñada por Lawrence Kohlberg a partir del "Dilema de Heinz"
conocida como MJI (Moral Judgement Interview) la cual permite clasificar los
razonamientos morales en tres niveles:
Pre-convencional: el valor moral se basa en reglas culturales externas acer-
ca de lo bueno y lo malo, en función de un castigo o consecuencia física.
Convencional: el valor moral se basa en el mantenimiento y conformación
del orden convencional y en satisfacer las expectativas de otros.
Post-convencional• los valores y principios éticos universales son validados
y aplicados independientemente de la autoridad o conformidad de los miem-
bros del grupo.

Conducta moral
Disposición a reaccionar de un modo positivo hacia la consecución de las
dimensiones éticas fundamentales que subyacen a la declaración de los princi-
pios democráticos de nuestra Constitución Nacional: Libertad, Dignidad, Justi-
cia y Bien Común; presentes en las exigencias del Ministerio de Educación en
lo que se refiere a la formación ética de los docentes. Indicador de la conducta
moral: nivel de disposición a la consecución de los valores que reflejan las
dimensiones éticas de la formación profesional; según una escala de opinión
(se utilizó una "Escala de Liekert": conjunto de items presentados en forma de
afirmaciones, ante las cuales se pide la opinión de los sujetos a los que se les
administra) obtenida a través de una encuesta a los profesores de las estudian-
tes. Las afirmaciones en cuestión fueron presentadas a varios expertos para su
validación. Las dimensiones estudiadas son: Libertad: concebida como la capa-
cidad lógica y crítica que permite discernir con claridad y argumentar con impar-
cialidad frente a los hechos, buscando la verdad y actuando auténticamente en
consecuencia. Es la libertad como consecuencia de la inteligencia que conoce.

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Dignidad: capacidad de apreciarse a sí mismo, buscando la superación a través


del esfuerzo constante. Valorando la excelencia y la laboriosidad. Justicia: ca-
pacidad de comprender a los otros, respetarlos cumpliendo las normas y acep-
tando las críticas. Bien Común: sensibilidad social, capacidad de participación,
de acciones solidarias, y de iniciativa al cambio en servicio a la comunidad.

La escala permite una apreciación de la conducta moral de las estudiantes


discriminada en cinco niveles: Muy poca (puntuación del 1 al 16), Escasa (pun-
tuación del 17 al 32), Moderada (puntuación del 33 al 48), Elevada (puntuación
del 49 al 64) y Sobresaliente ( puntuación del 65 al 80).

Análisis de los resultados y conclusiones


Resultados de la medición de la variable autoestima
El 3,57% obtuvo una clasificación de baja autoaceptación, el 57,14% de
mediana autoaceptación y el 39,28% de alta autoaceptación, en la prueba de
evaluación de entrada.

En la prueba de pos-test encontramos que el 35,71% obtuvo una clasifica-


ción de mediana autoaceptación y el 64,28% de alta autoaceptación.

Evidenciándose una eficacia en el desempeño en el logro del objetivo curricular


del desarrollo de la autoestima, ya que 21 alumnas del total de 28, mejoraron
sus puntuaciones en la escala de autoaceptación.

Resultados de la medición de la variable juicio moral


Los resultados de la prueba de pre-test del nivel de juicio moral, acusan que
el 28,57% de las estudiantes se encontraba en el estadio 3 (nivel convencional
de juicio moral), el 7,14% se encontraba en la transición entre los estadios 3 y
4.
El 35,71% se encontraba en el estadio 4 del nivel convencional del juicio
moral. El 3,57% se encontraba en la transición entre los estadios 4 y 5.

El 25% se encontraba en el estadio 5 (nivel post-convencional de juicio


moral).

En la prueba de post-test acerca de los niveles de juicio moral, se obtuvo


que el 78,57% (22 alumnas del total de 28) se ubicó en el estadio 5 del nivel
post-convencional de juicio moral; lo que acusa un desempeño muy eficaz del
método utilizado para el logro de los objetivos específicos de los programas

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educativos; casi de manera independiente de otras variables, ya que a pesar de


no haber controlado intencionalmente otras variables intervinientes, la pobla-
ción resultó ser muy homogénea.

Como datos relevantes en la prueba de pre-test, describiendo a la población


que se ubicó de entrada en el estadio 5, un total de 7 alumnas, tenemos que el
71,42% (5 alumnas) resultó tener ambos padres con educación universitaria y
las madres de las dos alumnas restantes eran bachilleres.

Se evidencia que el nivel de instrucción de los padres podría ser una varia-
ble determinante en el desarrollo del juicio moral.

Resultados de la medición de la variable conducta moral


Los resultados de la encuesta de opinión a los profesores en relación con la
conducta moral de las estudiantes, arrojaron los siguientes datos: una sola alumna
(8,33%) fue evaluada con un nivel Moderado de conducta moral, 8 alumnas
(66,66% de la muestra) fueron calificadas con un nivel de Elevada conducta
moral y 3 alumnas (25%) fueron consideradas como poseedoras de un nivel
Sobresaliente de conducta moral.

Aun cuando los resultados generales son bastantes satisfactorios, al hacer


un análisis desglosado por dimensión ética evaluada, pudimos observar en cuá-
les aspectos de la conducta moral, las estudiantes se encuentran más fortale-
cidas y en cuáles acusan más deficiencias. Para este análisis se estableció
una subescala del 1 al 5 para cada aspecto dentro de las dimensiones estudia-
das.

Profundizando el análisis de cada uno de los aspectos o rasgos de la con-


ducta moral evaluados, (LIBERTAD: Capacidad lógica, Capacidad crítica, Inte-
rés por la búsqueda de la verdad, Autenticidad; DIGNIDAD: Aprecio a su perso-
na, Deseos de superación personal, Esfuerzo constante, Laboriosidad; JUSTI-
CIA: Comprensión empática, Respeto humano, Aceptación de críticas, Respon-
sabilidad; y BIEN COMÚN: Sensibilidad social, artística y espiritual, Iniciativa,
Participación, Solidaridad) se sacó el puntaje promedio de cada uno de ellos,
recordando que la puntuación por item va del 1 al 5, obteniéndose los siguientes
resultados.

El aspecto más elevado resultó ser Aprecio a su persona con un puntaje


promedio de 4,66; siguiéndole todos los aspectos de la dimensión Justicia, en
este orden: Comprensión empática (3,91), Respeto humano y Responsabilidad
ambos con 3,81 puntos, y Aceptación de críticas con 3,79 puntos.

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El aspecto más deficiente fue el de la Sensibilidad social, artística y


espiritual, con un puntaje promedio de 1,58; siguiéndole los demás aspectos
de la misma dimensión Bien Común; en el siguiente orden: Iniciativa (3,16),
Solidaridad (3,43), y Participación con un puntaje promedio de 3,60.

El aspecto Autenticidad obtuvo un promedio alto (3,72), así como también


la Capacidad lógica (3,62), la Capacidad crítica (3,60), y Deseos de superación
personal (3,60).

Un punto que llama la atención es que a pesar de que el aspecto Capacidad


crítica, obtuvo una buena puntuación promedio, el aspecto Iniciativa fue el
aspecto más deficiente en segundo lugar, después del de la Sensibilidad so-
cial, artística y espiritual.

La dimensión Libertad obtuvo un puntaje promedio de 14,31; la dimensión


Dignidad obtuvo 15,33 (el más elevado). La dimensión Justicia obtuvo 15,27 y
la dimensión Bien Común obtuvo sólo 11,66 (un nivel moderado de conducta
moral).

Podríamos concluir que teniendo en cuenta la apreciación de los profesores,


esta cohorte de profesionales de la educación tiene rasgos morales muy posi-
tivos, como son la comprensión empática, el respeto a los otros, la responsabi-
lidad (factores éstos promovidos por la educación liberal kohlbergiana que esta-
blece como norte ético el principio de la justicia), por otra parte, y respondiendo
al estímulo del desarrollo de la autoestima como parte de su crecimiento perso-
nal, demuestran tener aprecio de su persona (el aspecto más elevado), la au-
tenticidad y el deseo de superación personal; este último evidenciado en que 14
alumnas del total de 28 de la población original objeto de esta investigación,
han continuado estudiando en la Universidad (después de licenciarse) con el
objetivo de obtener el título en otra mención educativa; 3 se encuentran hacien-
do estudios de post-grado en Estados Unidos; así tenemos, pues, que el 60,71%
de la población original continúa preparándose académicamente.

Sin embargo, el hecho de que la dimensión Bien Común obtuviese el menor


puntaje promedio, requiere de nuestra reflexión, pues pareciera que el respeto
hacia los otros, es una conducta ejercida desde una visión muy limitada del
bienestar social común, traducida en no meterse con los otros, en aras de un
pretendido respeto hacia la libertad individual.

"La herencia kantiana que ha llevado a separar artificiosamente el ámbito


público del privado en cuestiones de moralidad es una de las posibles causas

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que explican la situación actual. En el ámbito público el principio rector es el de


la justicia, en él se pretende que haya, por tanto, unas normas objetivas que
sirvan para todos. En el ámbito privado, sin embargo, lo que vale es una concep-
ción de la "vida buena" que se deja al arbitrio del individuo autónomo en tanto no
vaya en contra de los intereses de los demás." (Gordillo, 1992, p. 21).

Ese personalismo mostrado por nuestras estudiantes, a través de la poca


sensibilidad y participación social, pudo haberse arraigado como consecuencia
del énfasis puesto dentro de los objetivos curriculares, en el desarrollo de la
autoestima. Capacitar a los futuros docentes para la acción social, es preparar-
los en acciones decididas hacia el bien, y esa disposición moral depende de la
voluntad, la cual se fortalece en el hábito de actuar críticamente frente al bom-
bardeo de anti-valores a los que constantemente se ve expuesta nuestra socie-
dad y buscar los valores verdaderos y universales.

"No se trata, pues, como muchos intentan ahora, de elaborar una "moral de
mínimos": una especie de "normas de tráfico", para evitar accidentes mortales
y, sobre todo, choques frontales. Se trata de ayudar al nítido discernimiento
entre el bien y el mal, y a la adecuada comprensión de la libertad de la persona:
del origen, del sentido y del destino final de la libertad participada, de la "creati-
vidad creada".Y eso teniendo en cuenta que también el conocimiento —y así la
misma ciencia en todos sus aspectos y sectores, y su enseñanza—, como acto
humano que es, ha de ser un acto de libertad éticamente calificable. Lo primero
que debe hacer el educador, como profesional de la enseñanza, es conseguir
que su propia tarea sea un acto ético: debe actuar éticamente, como persona
que se dirige a personas, y dar a esa relación recíproca que se establece un
sentido moralmente bueno: ha de ser un acto personal bueno, en sí y en sus
consecuencias. Ha de ser un buen profesor, siendo un profesor bueno". (Cardo-
na, 1990, p. 19).

La preocupación cada vez más sentida por la praxis de la ética en la educa-


ción, de que los valores no se "enseñan" si no se practican, nos hace pensar
que frente al liberalismo ético, el realismo aristotélico nos servirá de antorcha
olímpica llevando su luz esclarecedora que no se apaga jamás, en los momen-
tos históricos en que la filosofía moral ha dado muestra de algún tipo de
reduccionismo.

Podríamos concluir que los objetivos curriculares para el desarrollo personal


y ético, propuestos en los programas de las materias "Seminario Integrativo"
fueron logrados, pues al evaluar el desempeño (comparación de los parámetros
de entrada con los de salida) se obtuvo altos niveles de autoestima y de juicio

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moral, se formaron docentes autónomos, además de tener alto sentido de la


responsabilidad, respetuosos de los derechos de los integrantes de la sociedad
y tenaces en su superación personal.

Son personas que van en camino de su autorrealización, pero que demues-


tran poca inclinación hacia la preocupación por lo social y hacia la participación
en tareas colectivas, que el diseño curricular base del Ministerio de Educación
bajo la denominación de Promotor Social en el perfil del docente, había determi-
nado; lo que pone en cuestionamiento la adecuación del desempeño o corres-
pondencia con las necesidades reales de cambio y desarrollo social, externas
del programa educativo en cuestión.

Partiendo de la concepción de la persona como un ser digno y perfectible, se


juzga que los valores de justicia y respeto establecidos en el marco del liberalis-
mo ético de la educación progresista, no logran capacitar al docente como un
agente de promoción y desarrollo social; puede que lo preparen a un éxito profe-
sional social más bien individualista alejado de la participación social coopera-
tiva. La misma neutralidad modelada por el facilitador dentro de la teoría de
Kohlberg podría ser un elemento de gran influencia en la actitud poco crítica que
presentan las estudiantes.

Una modificación sustancial ha sido eliminar los contenidos del desarrollo


de la autoestima (como crecimiento personal efectivo e individualizado) y sus-
tituirlos por la reflexión académica acerca de la dignidad del ser humano, el
respeto hacia las alumnas evidenciado en la puntualidad de las horas de clase
y en la entrega de sus calificaciones, la exigencia académica como consecuen-
cia de la confianza del profesor hacia la capacidad de las estudiantes, y como
estímulo a la excelencia; real apoyo y preocupación genuina por sus circunstan-
cias, acompañándoles en sus actividades extra-curriculares (eventos deporti-
vos, culturales, etc.) lo que implica un trato personalizado y comprometido;
modelando la esencia del acto educativo, cual es el deseo del bien hacia el
alumno, no en una práctica alcahueta y paternalista, sino en una práctica de
acción compartida.

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