You are on page 1of 3

LA EVALUACIÓN EN LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD -

ENTREVISTA A JOSÉ MUÑIZ


// fecha de publicación 14/06/2006 6:34:00

Enviar Imprimir

De cara a la nueva edición del DSM-V, la APA, con ayuda de otras instituciones
(NIMH, NIDA, OMS), tiene previsto para los próximos cinco años elaborar grupos de
expertos, con el objetivo de analizar, discutir y reformular el sistema de clasificación
de los trastornos mentales y del comportamiento. Las diferencias culturales en la
manifestación del comportamiento humano, las dificultades a la hora de hacer un
diagnóstico diferencial con respecto a otros trastornos, así como los problemas que
suscita la débil línea entre el comportamiento normal y el patológico, ha supuesto, no
en pocas ocasiones, discrepancias entre los profesionales a la hora de delimitar y
refinar estas categorías diagnósticas y la ausencia, en muchos casos, de tratamientos
especializados con estos pacientes.

En el VI Congreso Nacional de Trastornos de la Personalidad, que se celebrará entre


los días 14 y 16 de junio, un nutrido grupo de especialistas de la salud mental
española abordarán, entre otras cuestiones, los problemas que plantean los actuales
sistemas diagnósticos de clasificación y las implicaciones de éstos en la práctica clínica
habitual.

En este contexto, contar con buenos instrumentos de evaluación que nos permitan
realizar diagnósticos más refinados y, por consiguiente, elaborar mejores
tratamientos, se convierte en una tarea necesaria y fundamental.

Con motivo de la celebración de este evento


de gran trascendencia para la Psicología
clínica española, entrevistamos a José
Muñiz Fernández, quien será el encargado
de moderar la mesa sobre Nuevos
instrumentos de evaluación. Muñiz es
Catedrático de Psicometría por la Facultad
de Psicología de la Universidad de Oviedo, y
decano de la Facultad de Psicología de la
misma universidad. Es así mismo,
presidente de la International Test
Commission y Vicepresidente de la
European Association of Methodology.
Prof. J. Muñiz

ENTREVISTA

Profesor Muñiz, ¿cuáles son los instrumentos de evaluación más utilizados en


España para el diagnóstico de los Trastornos de Personalidad?

Los psicólogos y psiquiatras españoles disponen de instrumentos clásicos para la


evaluación de los Trastornos de Personalidad, tales como el MILLON, MMPI, NEO PI-R,
Entrevistas Clínicas estructuradas, o el Inventario de Adjetivos editado por TEA, por
citar sólo algunos. Precisamente en este congreso se presentan nuevos datos para
población española de algunos instrumentos, tales como la Escala de Depresión de
Gunderson (DIDP), o la Entrevista semiestructurada para el Trastorno Borderline de
personalidad (DIB-R). Ni que decir tiene que una evaluación rigurosa y diferenciada
de los trastornos de personalidad constituye un paso previo e imprescindible para una
intervención fundada y eficiente.

La mayoría de los instrumentos de evaluación son elaborados en EEUU y con


posterioridad, se validan para la población española. ¿Cuáles son las
principales dificultades que nos encontramos hoy en día a la hora de validar
estos instrumentos de evaluación?

Es verdad que muchos de los instrumentos de evaluación se elaboran originalmente


en otros países y luego se adaptan a la población española, lo cual no es ni bueno ni
malo, es lo que ocurre habitualmente con la mayoría de las tecnologías científicas, y
los tests no iban a ser una excepción. Lo importante es que el proceso de adaptación
se lleve a cabo de forma profesional y rigurosa. Afortunadamente hoy disponemos de
unas directrices internacionales elaboradas por la Comisión Internacional de Tests
(ITC), donde se establece con detalle la forma adecuada de llevar a cabo la
adaptación de los tests y cuestionarios de unos países a otros.

El COP ha participado en la comisión


internacional que ha elaborado estas
directrices, una versión española de las
cuales puede consultarse en su página
web, en la sección de la Comisión de
Tests. También se puede consultar allí el
modelo europeo para la evaluación
sistemática de la calidad de los tests.

El error más habitual en la adaptación de


un instrumento de evaluación de un país
a otro es pensar que todo consiste en
hacer una buena traducción.

La traducción en sí es una parte muy pequeña y relativamente sencilla del proceso


global de adaptación, el cual implica la validación y baremación del test en la nueva
población.

No en pocas ocasiones, la dificultad de contar con un buen diagnóstico inicial


provoca que, tanto pacientes como familiares, se vean inmersos en un
peregrinar por diferentes recursos de salud mental, en busca de un
diagnóstico para estos problemas de alto coste personal, familiar y social.
¿Qué consecuencias tiene el uso de estos instrumentos con la práctica
clínica?

Con los instrumentos y conocimientos disponibles en la actualidad ya no hay ninguna


razón objetiva para ese peregrinar, el profesional especializado y bien preparado
sabrá dar respuesta adecuada a la casuística que se le presente.

Desde distintos sectores de la Psicología se ha puesto en evidencia la falta de


tratamientos especializados y eficientes para los trastornos de personalidad.
Desde su punto de vista, ¿de qué manera se relaciona la ausencia de estos
tratamientos especializados con las dificultades que suscitan actualmente los
sistemas de clasificación más comúnmente utilizados en la práctica clínica
(DSM y CIE)?

La pregunta es de mucho calado, y nos llevaría en última instancia a planteamientos cuasi-


filosóficos sobre lo que es la personalidad y sus posibilidades de cambio. Sin ir tan lejos, cabe
señalar con cierto optimismo que en la actualidad los psicólogos y psiquiatras intervienen con
eficacia razonable en los trastornos graves de personalidad. Claro que existen dificultades y
problemas, faltaría más, pero no parece especialmente ingenioso echar todas las culpas a los
sistemas de clasificación como el DSM y CIE, que son sólo eso, sistemas clasificatorios de
codificación. Queda mucho camino por recorrer, y buena prueba de ello son los interesantes
trabajos que se presentan en este congreso, pero también es verdad que ha sido muy importante
lo que se ha avanzado, y abundantes los recursos de los que los profesionales disponen en la
actualidad para ayudar a sus pacientes con trastornos de personalidad. Creo que hay más motivos
para el optimismo que para la desesperanza.

Artículos Relacionados
RELEVANCIA DE LA EMPATÍA EN EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD DURANTE LA INFANCIA Y LA
ADOLESCENCIA
ENTREVISTA A JULIO BOBES, PRESIDENTE DEL COMITÉ ORGANIZADOR DEL VI CONGRESO NACIONAL DE
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES EN SINTOMATOLOGÍA RELACIONADA CON SALUD MENTAL

VI CONGRESO NACIONAL SOBRE TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD (14 al 16 de junio, 2006) -


Oviedo/España
PERSONALIDAD DEL NIÑO Y DISLALIA

LA VALIDEZ Y LAS CONSECUENCIAS DEL USO DE LOS TESTS

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD: UN PROBLEMA SOCIAL Y ECONÓMICO

You might also like