You are on page 1of 31

REFLEJO DE LOS PROCESOS PSICOLOGÓGICOS

EN EL TRASTORNO DEPRESIVO

Jennifer García

Mariana Murillo

Ángela Patricia Vidal

Trabajo presentado como requisito en la asignatura de Procesos Psicológicos

Al docente

Arnulfo de Jesús López Zapata

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA

PSICOLOGÍA

MEDELLIN

2016
! 2!

Tabla de contenido

Introducción 4

Tipos de trastornos depresivos 5

Caracterización de la depresión 5

Bioquímica de la depresión 6

Trastorno de depresión maníaca (desorden bipolar) 6

Trastorno depresivo mayor 7

Causas 8

Síntomas 8

Aspectos a tener en cuenta para evitar la depresión 9

Depresión en mujeres y en hombres 10

Tratamiento 10

Tratamientos antiguos 12

La terapia electro convulsiva 12

Dificultades en detectar la depresión / avances en la tecnología 13

Procesos psicológicos 15

Sensación 15

Percepción 17

Conciencia 18

Memoria 20

Atención 20

Aprendizaje 21
! 3!

Pensamiento 22

Lenguaje 24

Motivación 26

Emoción 27

Inteligencia 29

Referencias 31
! 4!

Introducción

La tristeza es un sentimiento displacentero motivado por alguna adversidad de la vida que

todo el mundo ha experimentado alguna vez, la depresión está constituida por un cuadro clínico

enclavado en el terreno de lo anormal, patológico y mórbido. (Fernández, 1988, p.1)

Según Padrusch, D. y Menninger, E. (2000), la depresión tiene diferentes facetas y muchas

veces los síntomas son difíciles de identificar o están ocultos. Es fácil cuando un paciente llega

con las muñecas cortadas y dice que quiere acabar con su vida, ya que está definido, pero el

diagnóstico debe ser más cuidadoso en pacientes que aducen dolores abdominales, cuando en

realidad solo podrían estar deprimidos. Ellos formularon que muchos casos de depresión

clínica son una compleja interacción de acontecimientos de vida, genética y química cerebral.

Etimológicamente significa: hundimiento, abatimiento.

El estado del depresivo se describe muy bien en el siguiente texto:

El sufrimiento del enfermo depresivo es profundo y difuso, se infiltra en la mayor parte de

los procesos psíquicos y corporales y suele asociarse con otros signos y síntomas que

reflejan falta de impulso, pérdida de comunicación e irregularidad imperante en los ritmos

biopsíquicos. (Fernández, 1988, p.1)


! 5!

Tipos de trastornos depresivos:

Existen gran cantidad de trastornos depresivos, pero los más graves serían los siguientes:

•! Trastorno depresivo mayor: Estas personas no han cursado con episodios maníacos o

hipomaníacos, pero han padecido uno o más episodios depresivos mayores. Puede ser recurrente

o un episodio único.

•! Trastorno depresivo maníaco (desorden bipolar). Estas personas sienten un altibajo

drástico. Pueden tener sentimientos de tristeza y desesperanza y también sentimientos de

energía ilimitada y creatividad. Siempre son estos dos extremos.

Caracterización de la depresión

•! Características atípicas: donde se presenta aumento en la ingesta de alimentos y aumento

de peso, duermen en exceso y tienen la sensación de ser lentos o estar paralizados. A

menudo, son en extremo sensibles al rechazo.

•! Características melancólicas: episodios depresivos mayores donde se presentan algunos

síntomas “clásicos” de la depresión mayor. Estos pacientes despiertan temprano y se

sienten peor en la mañana que en el resto del día. Pierden apetito y peso, se sienten

culpables, pueden mostrarse lentos o agitados y no se sienten mejor cuando sucede algo

que por lo general les agradaría.

•! Síntomas de ansiedad. Un paciente muestra síntomas de ansiedad, tensión, inquietud,

preocupación o temor.

•! Características catatónicas. Características de hiperactividad o inactividad motriz. Pueden

describirse en episodios depresivos mayores y episodios maníacos.


! 6!

•! Características mixtas. Los episodios maníacos, hipomaníacos y depresivos mayores

pueden contar con una mezcla de síntomas maníacos y depresivos.

•! Características psicóticas. Los episodios maníacos y depresivos mayores pueden

acompañarse de ideas delirantes, las cuales son o no congruentes con el estado de ánimo.

Bioquímica de la depresión

En 2000 Padrusch, D. y Menninger, E. mencionan que un desequilibrio químico cambia

la forma de pensar de una persona depresiva. Por razones que aún se desconocen, las personas

deprimidas poseen menor cantidad del neurotransmisor serotonina. Esta carencia hace que no se

comuniquen los mensajes que son vitales para controlar el estado de ánimo. En otras palabras, el

mensaje es enviado pero jamás es recibido. Los científicos creen que esta es la base bioquímica

de la depresión.

Trastorno de depresión maníaca (desorden bipolar)

Casi todos los casos de depresión crean sentimientos de tristeza y desesperanza pero un

tipo puede crear sentimientos de energía ilimitada y creatividad. Esto es conocido como desorden

bipolar. Pueden presentar varias manifestaciones: gastos exagerados, conversación excesiva y

comportamiento sexual obsesivo. Eventualmente estas actividades seden y se convierten en una

depresión aplastante. Entre 25% y 50% de las personas con este tipo de depresión intentan

suicidarse (Padrusch, D. y Menninger, E., 2000) Los ciclos de esta depresión maníaca son

impredecibles y las fases de la manía pueden durar semanas. Los episodios depresivos pueden

extenderse meses o años.


! 7!

Trastorno depresivo mayor

Según Morrison, J. (2015), se dice que alguien padece de un trastorno depresivo mayor

cuando un paciente tiene uno o más episodios depresivos mayores y carece de síntomas

maníacos o hipomaníacos. Para que se presente un episodio depresivo mayor, es necesario que se

den 5 condiciones: 1. Una calidad depresiva del estado de ánimo o pérdida del interés o el placer.

2. Debe presentarse durante un período mínimo de al menos 2 semanas con el fin de poderse

diferenciar de un período normal de “abatimiento” normal en toda la población. 3. Debe estar

acompañado con un determinado número de síntomas. 4. Debe generar malestar o discapacidad.

5. No debe transgredir ninguno de los criterios de exclusión que se mencionan. Tres áreas se ven

normalmente afectadas presentando aumento o disminución respecto de lo normal: sueño,

apetito/peso y actividad psicomotriz (generalmente disminuye).

Según Fernández (1988) el primer rasgo psicopatológico captable desde el exterior,

consiste algunas veces en la realización de un acto suicida fallido, que permite comprobar la

existencia de depresión en los días subsiguientes.

De acuerdo a lo expresado por Morrison, J. (2015), este trastorno se presenta en

aproximadamente el 7% de la población, afectando en su gran mayoría a las mujeres.

Generalmente puede iniciar entre los 25 y 29 años, sin descartar que se presenta también desde la

niñez hasta la tercera edad. Su aparición puede ser súbita o gradual, en episodios que pueden

durar entre 6 y 9 meses, reconociendo que su variación depende del paciente, llegando incluso a

durar años. Es un trastorno que tiene un gran componente hereditario, mostrándose

principalmente que los parientes en primer grado tienen un mayor riesgo de padecerlo. Algunas

personas solo presentan un único episodio durante su vida, pero en otras los episodios son
! 8!

recurrentes, presentándose con una frecuencia de cada 4 años. La frecuencia de estos puede

aumentar con la edad, lo que aumenta también el riesgo de suicidio.

Causas

En 2000 Padrusch, D. y Menninger, E. sugieren que la depresión es provocada por una

combinación de factores.

)! La genética o el historial familiar pueden hacer que las personas sean susceptibles a la

enfermedad.

)! Los desequilibrios químicos en el cerebro a menudo contribuyen a la depresión.

)! Los acontecimientos de la vida, como la tragedia, la pérdida o el abuso emocional pueden

provocar una depresión en cualquiera de nosotros.

Investigaciones sugieren que casi todos los casos de depresión son una combinación de estos tres

factores.

Síntomas

De acuerdo a Fernández (1988), la sintomatología de la depresión suele distribuirse en 3

sectores: la afectividad, la psicomotilidad y el pensamiento. Dentro de la afectividad se incluyen

indiscriminadamente todas las experiencias relacionadas con la afectividad: estado de ánimo,

sentimientos, afectos, emociones y pasiones. En la psicomotilidad se describen los trastornos

propios de la inhibición psicomotora. Y finalmente, para los trastornos del pensamiento y el

delirio.

Algunos de ellos son los siguientes:


! 9!

•! Sentimientos de desesperanza.

•! Dificultad para tomar decisiones.

•! Cambio radical en hábitos de sueño y alimentación.

•! Falta de interés en algún pasa tiempo habitual o en responsabilidades cotidianas.

•! Incapaz de concentrarse en el trabajo.

•! Acosado por pensamientos continuos de muerte, desesperación o suicidio

Una persona que tenga uno o todos de estos síntomas, por más de 2 semanas, sugieren que

hay una depresión clínica.

Aspectos a tener en cuenta para evitar la depresión

En 2000 Padrusch, D. y Menninger, E.(2000), formulan que la desgracia puede atacar a

cualquier persona, pero hay cosas que se pueden hacer para evitar la depresión tales como:

)! Mantenerse activo.

)! Tener una dieta equilibrada.

)! Mantener el contacto con los amigos.

)! Aprender nuevas habilidades.

)! Tomar tiempo para relajarse.

)! No avergonzarse por pedir ayuda si es necesaria


! 10!

Depresión en mujeres y hombres

Según Padrusch, D. y Menninger, E. (2000), la depresión puede afectar a cualquier persona, pero

las mujeres experimentan la depresión en una taza mucho más alta que los hombres.. Las

hormonas pueden ser impredecibles. Esto significa que al ya delicado caso del trastorno se le

suma el efecto de las hormonas, lo cual produce un resultado significativamente mayor. Cuando

una mujer vive sus años reproductivos, su cerebro sufre diferentes niveles de hormonas,

estrógeno en particular y ese cambio podría ser uno de los factores que aumentan el riesgo de

depresión en las mujeres. La depresión posparto ataca a las mujeres cuando deberían estar llenas

de dicha. Generalmente las mujeres que sufren de este tipo de depresión tienen una ansiedad

tremenda. Por el contrario la depresión en los hombres según padrush, D y Menninger, E. (2000)

, la depresión es un lucha contra los sentimientos , para los hombres puede ser un problema

sensible , ya que todos se siente incomodo incluso comentándolo .muchos hombres experimentan

la depresión en distintas formas que las mujeres . Los hombres adultos caucásicos poseen el

mayor riesgo de suicidio. Cuando lo intentan generalmente tienen éxito. Incluso, tienen ciertos

sintomas que por lo general aparecen mas en ellos que en las mujeres, como: La toma de riesgos,

los arranques abusivos y las conductas autodestructivas.

Tratamiento

En 2000 Padrusch, D. y Menninger, E., mencionaron que existen muchos tipos de

psicoterapia, pero se pueden dividir en dos categorías amplias:

)! La terapia psicodinámica (análisis freudiano): repasa traumas pasados o pérdidas

emocionales, para poder comprender el presente.


! 11!

)! La terapia de comportamiento: se concentra en cambiar patrones negativos de conducta o

pensamientos que contribuyen a la depresión.

Hoy en día la mayoría de los terapeutas utilizan una combinación de estas dos técnicas.

La terapia puede ayudar a cambiar el pensamiento negativo y desesperanzado de una

persona. Proporciona una guía para ajustarse a los cambios de vida. Hablar con un terapeuta no

es darse por vencido y pedir ayuda no es algo que debe dar vergüenza. El terapeuta es una guía,

que puede ayudar a descubrirse a sí mismo y lo que puede ser lo mejor en cada caso. En el

escenario terapéutico existen varias formas de expresar las emociones.

Una es la terapia expresiva de las artes, que ayuda a acceder a una parte del paciente

realmente vital. Es una forma de terapia relajante y tranquilizante. La terapia con arte puede

combinarse con otras formas de tratamiento, más que todo efectivas en niños y adolescentes con

problemas para verbalizar sus sentimientos y emociones. Fue desarrollada en la década de los 70,

por artistas que trabajaban en hospitales mentales, se basa en una larga tradición de utilización

de las artes, el dibujo, el movimiento y la música para la sanación. Es una forma de tomar la

energía que está adentro y movilizarla.

Pero no solo la terapia es suficiente en muchos casos, por eso es necesario administrar

sustancias que ayuden a mejorar el trastorno:

Inhibidores Recaptadores Selectivos de Serotonina (SSRI): Según Padrusch, D. y Menninger, E.

(2000) estos inhibidores operan en el cerebro mejorando el desempeño de los neurotransmisores.

Aumentan la cantidad de serotonina al desacelerar la velocidad de su retorno hacia la neurona

que la envía. Más serotonina significa mayor posibilidad de que el mensaje sea traspasado con

éxito desde una célula cerebral a otra, aunque algunos críticos piensan que se abusa con las
! 12!

recetas para la depresión. Actualmente a casi todas las personas con depresión se les trata con

algún SSRI tales como prozac, zoloft, paxil, celexa, etc. Cada uno afecta a los neurotransmisores

en forma levemente distinta, pero todos tienen efectos secundarios, incluyendo agitación,

estreñimiento, disfunción sexual y dolores de estómago, pueden sufrir estreñimiento o diarrea.

Algunas personas se sienten cansadas cuando toman estos medicamentos, por lo cual se les

recomienda tomarlos al anochecer. Si los agita o los deja más alerta, se les recomienda tomarlos

en la mañana. Los SSRI no provocan euforia, solo restituyen el equilibrio emocional, reparando

el desequilibrio químico del cerebro. Casi todos los medicamentos demoran entre 4 y 6 semanas

antes de acoplarse al sistema corporal.

Tratamientos antiguos

En el pasado, antes de que se descubrieran remedios efectivos, los tratamientos para la

depresión eran muy primitivos.

•! Sedación fuerte

•! Celdas acolchadas

•! En los peores casos shocks eléctricos

•! A muchas personas se les encerraba para siempre y se les olvidaba

La terapia electro convulsiva

Según Padrusch, D. y Menninger, E. (2000), no merece tan mala reputación. Es un

tratamiento efectivo para casos graves de depresión. Esta terapia, por medio de una máquina,
! 13!

manda estímulos eléctricos al cerebro para provocar un ataque. Aunque no se sabe por qué, los

ataques aparentemente recuperan el equilibrio de los niveles químicos en el cerebro. El ataque

dura entre 20 y 150 segundos. Fisiológicamente es tan agotador como subir 5 pisos de escalas.

Este es uno de los tratamientos más seguros para la depresión y las manías severas. Se utiliza

cuando las terapias y los remedios han fallado y cuando la seguridad de un paciente está en

riesgo.

Los hombres y las mujeres no siempre necesitan la misma dosis. El cráneo de los

hombres es más grueso que el de las mujeres, por lo tanto oponen más resistencia a la

electricidad.

Existen efectos secundarios. La pérdida de la memoria es el más importante, pero

generalmente regresa luego de completar el ciclo de tratamiento.

Dificultades en detectar la depresión / avances en la tecnología

Un desafío que enfrentan los científicos es hallar formas de ver la depresión en el cuerpo

humano. No es fácil, ya que el cerebro es un órgano que está encerrado entre una caja sólida.

Una radiografía solo muestra huesos. Ahora los avances médicos están permitiendo que los

investigadores vean más allá del cráneo y dentro del cerebro.

La comprensión de la forma en que los cerebros manejan los estados de ánimo y las

emociones es el primer paso para detectar la depresión.

El lóbulo frontal controla los estados de ánimo. Los investigadores no pueden ver la

depresión aquí, pero mediante exámenes extraen información para crear gráficos que ilustran qué
! 14!

sustancias químicas están presentes y activas dentro del cerebro humano. Los resultados son

preliminares, pero la colina, es esencial para la producción de membranas celulares, se ha

encontrado en niveles anormalmente altos en adolescentes con depresión.

Hoy en día, el futuro de los tratamientos para la depresión se encuentra en los laboratorios

de las compañías farmacéuticas. Los investigadores farmacéuticos están mejorando los

antidepresivos ya existentes y descubriendo unos nuevos. El centro de su labor son los

neurotransmisores cerebrales.
! 15!

Procesos Psicológicos

Sensación

En palabras de Morrison, J. (2015), los episodios depresivos tienen una intensidad

suficiente que provocan tensión física, llegando a comprometer el desempeño laboral, la vida

sexual, su área social, etc.

Según Fernández (1988), se pueden llegar a presentar vómitos, bradicardia, un descenso

energético corporal que incluye lentitud y bajo desempeño motor y vegetativo, disminuyendo la

intensidad en la actividad global del paciente: mímica, gesticulación, reducción en los impulsos

para trabajar, divertirse, viajar, desempeñar movimientos rutinarios. En casos extremos el retardo

psicomotor toma la forma de estupor. Todos estos síntomas se traducen en una astenia o fatiga

precoz y adinamia o falta de ganas de moverse. La realización de movimientos en ocasiones se

torna agotadora y dolorosa, síntomas que se presentan antes, durante y después del movimiento.

De igual manera también se ve afectado el campo sexual, pues disminuye la líbido y se tiene

gran dificultad para conseguir un orgasmo. En el caso de los hombres disminuye la potencia

sexual llegando a la disfunción eréctil y en las mujeres puede causar frigidez absoluta.

Dentro de la depresión, también se pueden producir otros síntomas corporales como

amenorrea, trastornos tróficos, signos aparentes de envejecimiento precoz, caída del cabello,

disminución del vello corporal en los hombres, agrietamiento en las uñas, aumento en las

arrugas, falta de lágrimas, sequedad en la boca (disminución en el flujo de saliva), problemas

gastrointestinales como estreñimiento o diarrea, dolor de cabeza, bradicardia, hipotensión o


! 16!

hipertensión arterial, taquicardia, cefalea, neuralgia, sensación de opresión en el pecho y

dificultad para engullir (Mendels, 1972)

Fernández (1988) explica que en este estado depresivo se presenta una disminución de la

captación sensorial y de la motilidad expresiva. El malestar corporal global más frecuentemente

referido por los depresivos, consiste en una mezcla de rigidez y de pesadez, dejando atrás la

flexibilidad y ligereza de otros tiempos. También se puede notar una pérdida de tono general o

un adormecimiento corporal, considerado como manifestaciones de un proceso de

envejecimiento irremediable. Dentro de la amplia gama de molestias corporales localizadas

sobresalen como datos más frecuentes: los dolores de cabeza, cara (semejantes a la neuralgia del

trigémino), boca, espalda y región lumbar, opresión dolorosa en la frente, nuca, cuello, región

precordial y epigastrio, disestesias u hormigueos de la cabeza y extremidades, prurito en distintos

sectores cutáneos o de la mucosa rectal o vaginal, también es frecuente la sensación de tensión o

presión.

Además, Mendels (1972) muestra que las mujeres depresivas manifiestan con frecuencia

cambios en su ciclo menstrual, el problema más frecuente es la prolongación del ciclo usual con

un flujo más ligero, en algún caso la menstruación puede cesar completamente durante varios

meses.

Padecen rasgos de ansiedad: pueden quejarse de tensión, indecisión, temores vagos e

inespecíficos y multitud de preocupaciones. Pueden además sufrir el temblor y los accesos de

sudoración comúnmente asociados a los estados de ansiedad (Mendel, 1972)


! 17!

Percepción

Según Fernández (1988), en la conducta sexual de los pacientes depresivos, en algunas

ocasiones, se detectan ciertas conductas de desviación sexual, hiperactividad o promiscuidad,

conductas que pueden ser compulsivas, ajenas al yo, provenientes de la incapacidad de dominar

el ansia de placer, se percibe una complicidad de una consciencia moral desgastada o ausente

casi por completo. Estos comportamientos son traducidos como interpretaciones erróneas de

situaciones vividas por el individuo, que conducen a conductas sexuales insospechadas o

aberraciones.

El mismo Fernández (1988) también describe que la percepción de estos pacientes es la de

vivir en un entorno que perciben como irreal, se pasea como una especie de extraño en su

mundo. Tienen una incapacidad para experimentar o más bien para percibir el placer

bloqueando la posibilidad de recibir recompensas y estímulos agradables. Tienden a captar

mensajes distorsionados cuando actúa como receptor y cuando es el emisor tiende a poner

barreras y distancia con el otro. Cuando se produce excitación angustiosa pueden percibirse

alucinaciones en forma de voces, olores o imágenes. En cuanto al tema del espacio y ambiente,

el paciente consolida su comportamiento global de retraimiento social, al alejarse de la realidad,

interponiendo un surco y viendo el medio como una imagen lejana, pobre, plana, carente de

profundidad y perspectiva. En cuanto al tiempo, se tiene una percepción de su paso demasiado

lenta.

El depresivo se percibe con frecuencia más como un enfermo somático, como un enfermo

del cuerpo o como una persona simplemente disgustada por problemas de su vida que como un

enfermo de la personalidad, lo cual no obsta para que se halle sumido en un mundo


! 18!

profundamente pesimista y amargado, cerrado a las satisfacciones, al placer y a la alegría. Un

mundo saturado de sufrimiento de vivir.

La depresión se caracteriza por la existencia de errores cognitivos que conducen al

individuo deprimido a percibir e interpretar la realidad de una manera negativa,por un

procesamiento distorsionado negativo de la información (Ortiz, 1997, citado por Serrano, Rojas

y Ruggero, 2013)

Conciencia

Unos pocos pacientes pierden el contacto con la realidad y desarrollan ideas delirantes o

alucinaciones. (Morrison, 2015, p. 114)

Pauleikhoff (1960), citado por Fernández (1988) señala que el sentimiento depresivo de culpa

solo puede aparecer cuando una persona tiene conciencia de libertad y de responsabilidad

personal. De aquí que sea tan escaso en el seno de las culturas primitivas.

En cuanto al tema de los ritmos corporales, Fernández (1988) señala que se presentan en la

depresión: insomnio, variaciones diurnas del estado subjetivo y del comportamiento. La

conciencia del tiempo se organiza sobre los datos objetivos aportados por el reloj, el calendario,

las horas de las comidas y otras referencias exteriores. Generalmente y con fluctuaciones

normales, se experimenta el empeoramiento de la condición en las mañanas y una mejoría en las

tardes, lo que constituye la variación circadiana típica en la sintomatología. La perturbación no

solo afecta los ritmos circadianos (de 24 horas), sino también los ultradianos (o ritmos con

frecuencias más rápidas o breves que los circadianos) y los infradianos (ritmos de frecuencia más

lenta o intervalos más largos que los circadianos). Esa regulación tiene que ver con la influencia
! 19!

de las monoaminas neurotransmisoras, cuya alteración está relacionada con la depresión. Las

alteraciones más comunes relacionadas con estos ritmos son las del sueño, alimentación, ciclo

actividad-descanso, de temperatura y oscilación emocional. Los trastornos en los ritmos del

apetito y la variación del peso son recurrentes, acompañados a veces de episodios de bulimia.

Los disturbios en el ritmo biológico, forman una desorganización, aumento o disminución de las

variaciones diarias, desplazamientos de fase (anticipada o retrasada), pérdida de sincronismo y

desfasamiento externo.

El ciclo sueño-vigilia es el ciclo circadiano más afectado en la depresión, expresado en

hiposomnia o insomnio, presentándose dificultad para conciliar el sueño, insomnio medio o

fragmentado donde hay una imposibilidad de volver a dormir y despertar precoz con incapacidad

para reanudar el sueño. Las noches son momentos de mortificación, pues abundan las pesadillas

y hay poco o ningún descanso reparador. Es uno de los primeros síntomas que aparece y uno de

los últimos en desaparecer. El sueño MOR experimenta alteraciones importantes.

Otro de los desórdenes en los ritmos, es el que se presenta con el período menstrual en las

mujeres. De acuerdo a Fernández (1988), la amenorrea es frecuente en mujeres depresivas,

principalmente cuando el cuadro es intenso. Es normal encontrar mujeres que en etapa

premenstrual experimentan más marcados cuadros depresivos.

Ligado a la depresión estacional, se presentan cuadros recurrentes cada año generalmente

una vez pasa el otoño y llega el invierno (de octubre a diciembre). Una vez llega la primavera

desaparecen o disminuyen en intensidad los síntomas: insomnio, pérdida de peso o anorexia,

hipersomnia, hiperfagia, reducción del sueño lento profundo, aumento en el sueño lento

superficial.
! 20!

Según lo menciona Fernández (1988), El 50% de las fases depresivas comienza con un

trastorno del sueño. Tal cuadro inicial típico se va acentuando y completando paulatinamente, en

sus aspectos subjetivos y objetivos, psíquicos y somáticos, hasta llegar a constituir el cuadro de

estado depresivo.

Memoria

Se presenta incapacidad de concentración experimentada selectivamente como una pérdida

de memoria. (Fernández, 1988, p. 40)

Goodale (2007) plantea cómo diferentes investigaciones han demostrado que la dificultad

para recordar a corto plazo va acompañada de un alto grado de dificultad. Una muestra clara de

esto es posible evidenciarla tras una cita que la autora utiliza para ejemplificar el asunto: “Isley at

al. comparó a 15 pacientes con depresión y 15 control utilizando una batería de test de memoria.

Los resultados demostraron que los pacientes con depresión presentaban déficits en el discurso a

nivel psicomotor y en el recuerdo de material”. (Goodale, 2007, p.14)

En este mismo ítem, Goodale (2007), plantea cómo algunos estudios neuropsicológicos

han arrojado en pacientes que sufren de trastornos depresivos mayores, incapacidad o inhabilidad

en la memoria de trabajo.

Atención

Para Morrison, J. (2015), los individuos con este padecimiento presentan dificultad muy

intensa para la concentración (real o percibida) que a menudo se confunde con la demencia.
! 21!

La pérdida del interés, la disminución de energías, la incapacidad de llevar a cabo

cualquier tarea, la dificultad al concentrarse, la erosión de la motivación y de la ambición, se

combina para menoscabar un funcionamiento eficiente (Mendels, 1972)

Aquellos pacientes que padecen de trastornos depresivos mayores (TDM), se caracterizan

en primer lugar porque presentan una problema para focalizar su atención y concentrarse,

dificultando en esta medida la capacidad para ejecutar cualquier tarea habitual (Goodale, 2007,

p.13).

Los pacientes con TDM se quejan a menudo de falta de atención según Goodale (2007).

En este sentido la autora considera que existen dos tipos de procesos. Uno de ellos, conocido

como procesos automáticos, caracterizados porque no necesitan de ningún grado de atención,

mientras que por el contrario, los procesos que se han denominado como controlados, necesitan

obligatoriamente de un grado de atención especifico y una ejecución de la información. “Los

estudios sobre la demanda atencional tanto en los procesos automáticos como en los controlados

sugieren un mayor déficit de atención en la depresión”. (Goodale, 2007, p.13).

Según Palacio (2014), gran parte de los sujetos que padecen este trastorno refieren una

capacidad disminuida para pensar, concentrarse y/o tomar decisiones, incluso antes de presentar

el cuadro completo de trastorno depresivo mayor.

Aprendizaje

Tanto los adultos como los jóvenes presentan “distorsiones cognitivas, atribuciones

negativas esquemas del pensamiento mal adaptativos. Algunos acontecimientos neutrales son

interpretados por los depresivos de forma negativa. Al mismo tiempo presentan deficiencias en
! 22!

habilidades sociales, bajo autoestima y dificultades de aprendizaje y conocimiento” (Palacio,

2014, p.286).

Goodale (2007) plantea cómo diferentes investigaciones han demostrado que la capacidad

para aprender va acompañada de un alto grado de dificultad.

La depresión dificulta la memoria y la concentración, impidiendo prestar atención y

asimilar lo que se enseña. Un niño que no siente ilusión por nada, encontrará casi imposible

acopiar la energía suficiente para que las lecciones del profesor lo estimulen de algún modo

(Goleman, 2008, citado por Serrano, Rojas y Ruggero, 2013)

Pensamiento

“Los síntomas depresivos más graves de todos son las ideas de muerte, los deseos de

muerte y las ideas suicidas, puesto que existe un riesgo real de que la persona actúe con

éxito...estas sólo necesitan ser “recurrentes”. (Morrison, 2015, p. 114)

Mendel (1972) también confirma que un depresivo puede tener o sentir pesimismo, ideas

de culpabilidad, autoacusación, pérdida del interés y motivación, disminución de la eficacia y de

la concentración y pensamientos, amenazas e intentos de suicidio. Fernandez (1988) explica que

el depresivo vive muriendo, está absorbido por la imagen de muerte inmanente, su propia

muerte. Es un ser espontáneamente dado a la muerte, sin que medie en ello la reflexión. Su

tendencia suicida significa nada más que un modo de anticipar o precipitar su destino inminente

de muerte.

Así como lo menciona Fernández (1988) la depresión se vive como un sufrimiento

inmotivado o insuficientemente justificado. Suele acompañarse de un denso cortejo de

frustraciones y temores, creyendo que su sufrimiento no tiene remedio. Estas personas están tan
! 23!

hastiadas de la vida que llegan a considerar la idea de la muerte con toda familiaridad, sin

respeto ni temor, sino que desea abrazarse a ella. Dentro de este síndrome, se presenta de un 50 a

70% de los actos suicidas graves, presentándose sobre todo en adolescentes, porcentaje que se ha

incrementado considerablemente en los últimos tiempos. En el trastorno depresivo es normal

encontrar el permanente pensamiento de la muerte, es una agresividad manifestada contra sí

mismo. Este riesgo aumenta a medida que persiste el número e intensidad de los siguientes

rasgos: antecedentes de hogares fragmentados, suicidios en su círculo familiar o social más

cercano, personalidad psicótica impulsiva, intentos de suicidio previos, falta de apoyo social,

tentativa de suicidio verbalizada, entre otros. Son recurrentes las cavilaciones sobre la muerte, el

sentimiento de culpa que se agrava con el insomnio extendido.

Así como lo manifiesta Fernández (1988), en los pacientes depresivos se forman

pensamientos delirantes retrospectivos muy frecuentes, pues su temporalidad impera en el

pasado, se ve estancado en él. Se presenta un vaciamiento psíquico reflejado en la cantidad de

dudas e indecisiones en formas de pensamientos oscuros, estrechos, lentos y reiterativos, falta de

fantasías y ocurrencias donde se disminuye la creatividad. Resulta alterada así la comprensión de

sí mismo, es decir, aquella potencia del pensamiento que se define como la comunicación

consigo mismo. Las preocupaciones hipocondríacas, las económicas y las morales, es decir el

interés por la salud corporal, la subsistencia económica y la salud del alma, son los únicos

sectores valorativos respetados e incluso alentados por la depresión. Todas las demás cuestiones

como la necesidad de poder, las pulsiones sexuales, las interrelaciones personales y los intereses

familiares quedan disminuidos o anulados por la reducción dinámica impuesta por un cuadro

depresivo de suficiente intensidad.


! 24!

De acuerdo con Jakob (1966) citado por Fernández (1988), se presentan trastornos del

pensamiento clasificados en trastornos formales y de contenido. Los formales hacen que el

paciente ponga una especie de velo sobre la totalidad de su vida psíquica y comprende la

inhibición o lentificación del curso del pensamiento, el estrechamiento del campo de

pensamiento, el empobrecimiento de los objetos del mismo que incluye ideas y fantasías, exceso

en la persistencia de un tema o pensamiento en círculo. Por otro lado, los de contenido tienen a

su cargo el delirio depresivo y algunos giros de pensamiento y expresiones metafóricas y se

relacionan con expresiones como “no se me ocurre nada”, “pienso siempre en círculo”, “no tengo

una idea”.

Según Beck (1967) citado en Fernández (1988), los pacientes depresivos presentan una

desviación de la abstracción y el pensamiento lógico en una vía cognitiva más personalizada y

propia, basada en la abstracción selectiva y la sobregeneralización.

Lenguaje

De acuerdo a lo expresado por Morrison, J. (2015), el tono de la voz puede verse

disminuido llegando a ser casi imperceptible. Algunas personas pueden dejar de hablar,

comunicándose solo para responder preguntas directas que les sean realizadas. Otros pueden

presentar un mutismo total o desarrollan agitación (expresada mediante sudoración en las manos,

caminar de un lado a otro de manera insistente o no poder permanecer quieto en un solo lugar).

Fernández (1988) menciona que el humor depresivo se expresa en una fisonomía rígida,

que denota sufrimiento y que indica un avance brusco del proceso de envejecimiento. La risa y

las manifestaciones de alegría generalmente están ausentes. Esto puede variar, pues algunos

depresivos mantienen el esbozo de su sonrisa a pesar de su padecimiento interior. El llanto


! 25!

también puede aparecer, siendo muy frecuente o definitivamente habiendo una ausencia total de

él. Otros más mantienen una expresión de abatimiento sin manifestaciones drásticas.

En su apartado relacionado con la discomunicación, Fernández (1988), nos expresa sobre

algunas alteraciones que sufre el lenguaje en relación con los pacientes depresivos: Se presenta

un bloqueo de la comunicación, no solo relacionado con el lenguaje hablado (mensaje, tono,

acento, ritmo, pausas, vocalización, etc), sino que incluyen aspectos o signos no lingüísticos

como la mímica, los gestos, el vestuario, la postura, la mirada, la distancia, es decir “la

pragmática de la comunicación”. Comprende entonces no solo la lingüística sino también otros

modos de comunicación. El lenguaje y la comunicación se ven alterados por una postura

introvertida, una retirada interior que puede bloquear la comunicación, la falta de sintonización

con los otros, es decir, no asume la participación vital en el otro y en el ambiente, se siente

como un objeto distante de los demás. Esto resulta en una imposibilidad de poder mantener una

apertura para desarrollar las relaciones humanas y una comunicación con naturalidad. Abundan

los mensajes paradójicos o contradictorios (en el contenido y en el contexto), se presenta un

descenso en la capacidad de comprensión y del lenguaje discursivo, disminuyen el lenguaje

hablado, la mímica, la gesticulación, se presenta abandono del vestuario y poco cuidado de la

imagen corporal, pierde capacidad de comprensión y fluidez que junto con el descenso de su

capacidad expositiva lógico-racional, entorpece la comunicación intelectual. Al no existir en la

persona depresiva el aliento que debe tener en el juego de la resonancia recíproca característica

de las relaciones interpersonales, se van apagando las distintas modalidades de comunicación

verbal y no verbal, produciendo una introversión. Se registran bajos niveles de contacto con la

mirada, la risa y elementos que modulan el contacto social como el hecho de elevar las cejas y

por el contrario un incremento en la expresión del humor sombrío, mirada lejana, fruncimiento
! 26!

del entrecejo, ángulos de la boca caídos. En general se detecta una contracción en la musculatura

facial. En el sector de la discomunicación, los rasgos más frecuentes inicialmente son la

aflicción por cualquier cosa, el retraimiento social, la sensación de soledad o aislamiento, la

irritabilidad, el abandono de las lecturas, radio o televisión, y el descuido en el arreglo personal y

el vestuario.

Motivación

A medida que la depresión se hace más profunda, tiene lugar una pérdida progresiva del

interés por el aspecto y el cuidado de la persona (Mendels, 1972)

Algunos pacientes insisten en que la pérdida de interés en casi todas las actividades que

antes amaban (Morrison, 2015, p. 115)

Haefner (1954 y 1963), citado por Fernández (1988) menciona que la desesperanza y el

desaliento en torno a la quiebra del proyecto existencial que integran la depresión existencial son

también una fuente de ideas delirantes relativas al futuro. Se tienen ideas de castigo y/o

persecución.

En la anergia o vaciamiento de impulsos suelen aparecer con mucha frecuencia desde el

principio el aburrimiento o la apatía (falta de ganas), las cavilaciones obsesivas, la indecisión, la

disminución de la actividad habitual en los trabajos o en las distracciones y la astenia o la

adinamia (fatiga corporal). Según Fernández (1988), se presenta una disminución de la iniciativa

y la actividad.
! 27!

La voluntad depresiva está marcada por la dificultad de tomar decisiones: le falta energía

para inclinarse en el momento oportuno por una de las motivaciones o impulsos presentes

(Fernández, 1988, p. 41)

En este sentido continua Fernández (1988), la pérdida de energía y motivación se presenta

en 3 grados: 1. Ligero, donde presenta apatía, aburrimiento o hastío, falta estimulación interna,

motivación e intereses. 2. Intermedio, donde se presenta una especie de anestesia afectiva o

“desierto sentimental”, donde hay insensibilidad interior. 3. Intenso, en la que los pacientes

afirman sentirse petrificados, paralizados, casi muertos, inmersos en el no-vivir y el no-ser. Estas

experiencias resultan mortificantes para la persona.

Mendels (1972) expone varios síntomas somáticos, como son la pérdida del apetito y el

peso: muchos pacientes depresivos muestran una acentuada pérdida del apetito, sobre todo a

medida que la enfermedad progresa. No tienen ganas de comer y cuando lo hacen la comida les

parece insípida. Existen pacientes en los que el desarrollo de la depresión va acompañado por un

aumento de apetito. Por lo común se trata de depresivos en grado leve y moderado.

También se da una pérdida de la líbido: abarca desde una disminución del interés

espontaneo de la actividad sexual hasta una marcada obsesión contra el sexo (Mendels, 1972)

Emoción

Así lo menciona Morrison, J. (2015): algunos pacientes deprimidos presentan fatiga

(cansancio o disminución de la energía). Sus movimientos físicos y expresión oral disminuyen su

ritmo mostrando diferentes grados de lentitud, inclusive mostrando una larga pausa para

responder algo o iniciar una actividad, esto se suele llamar enlentecimiento psicomotor.
! 28!

Presentan además una baja autoestima o sentimientos de culpa, incluyen crisis de llanto, fobias,

obsesiones y compulsiones. Los pacientes pueden aceptar sentir desesperanza, indefensión o

poca valía, tristeza, abatimiento.

Según lo expresado por Fernández (1988), se presenta un sentimiento de culpa inmerso en

el ser o “culpa del ser” en términos de Weitbrencht (1963) citado por Fernández (1988). En

estos casos se trata de un ser más culpable que triste, donde el núcleo del estado de ánimo

depresivo es la misma culpa. De igual manera su contexto es de desconfianza, irritabilidad y

posibles celos. Se presenta una falta de resonancia para los estímulos externos y para las demás

personas, una rigidez emocional que difícilmente se afecta con estímulos externos, alcanza una

insensibilidad emocional extrema frente a estímulos alegres y placenteros. Pero así mismo se ve

afectada la posibilidad de expresar la tristeza como antes se hacía como cuando se pierde un

familiar, además las personas y los objetos queridos pierden el significado que habitualmente han

tenido, es una extrañeza del ambiente. Aun cuando se encuentren acompañados, se sienten

profundamente solitarios. A raíz de ello, las personas se pueden alejar del paciente, dada la

escasa expresividad que en él se encuentra. La resonancia mutua o recíproca es la base de la

comunicación verbal y no verbal. La sobredependencia también es una actitud relacionada con

este trastorno, la falta de confianza en sí mismo y la exagerada necesidad de aprobación y

gratificación acompañada del temor al abandono son frecuentes.

En cuanto a la agresividad, no desaparece necesariamente, a veces, a los cuadros

depresivos se acompañan de sobrecargas de agresividad. Se ha llegado a considerar que la

depresión es facilitada por la frustración de la respuesta agresiva (Kendell, 1970, citado en

Fernández, 1988). Esto podría interpretarse como que la depresión es el resultado de la


! 29!

inhibición de la expresión de la agresividad, una respuesta para exteriorizar la agresividad

reprimida

Según Fernández (1988), en el estado de ánimo depresivo sobresalen inicialmente el

pesimismo o amargura, la desesperanza, la tristeza, el hastío de la vida, la pérdida de alegría o la

falta de placer (anhedonia), las preocupaciones morales o económicas, la hipocondría, las

cefaleas, la opresión precordial y las distintas sensaciones de malestar corporal.

Según lo mencionado por Mendels (1972), el llanto se da con cierta frecuencia entre los

depresivos de grado leve y moderado, no solo como respuesta a experiencias específicas sino a

razón de frustraciones de menor importancia o cuando se irritan, a veces sin motivo aparente.

Los enfermos depresivos en grado agudo son incapaces de llorar.

Inteligencia

Según Nevid (2011), la inteligencia es la capacidad para pensar y razonar con claridad y

para actuar de acuerdo con un propósito y de forma efectiva en la adaptación al ambiente y en el

logro de metas individuales. Hernández (2005) afirma que los estudios revelan que el inadecuado

procesamiento emocional de los sujetos no determina el rendimiento académico, pero que este si

se relaciona con diferentes patologías, entre ellas la depresión. El estudio de estas variables, la

depresión junto con la emoción, o mejor dicho, la inteligencia emocional, resulta importante para

el ámbito educativo-social, y afecta el bienestar del sujeto que de una u otra forma repercute en

la sociedad, y en casos de espacios educativos, podría influenciar de manera negativa en el

rendimiento académico.
! 30!

Se puede relacionar esto con la inteligencia, ya que la meta de muchos, especialmente los

sujetos que están en etapa de colegio o universidad, es un rendimiento académico positivo.


! 31!

Referencias

Fernández, F. (1988). La depresión y su diagnóstico. (1ª. ed.). Barcelona: Labor S.A.

Goodale, E. (2007). Síntomas cognitivos de la depresion. Revista de Toxicomanías, 50, 13-15.

Hernández, P. (2005). ¿Puede la inteligencia emocional predecir el rendimiento? Potencial


predictor de los moldes mentales. Revista interuniversitaria de formación del profesorado,
19(3), 45-62

Mendels, J. (1972). La depresión. Barcelona: Herder.

Morrison, J. (2015). DSM – 5 Guía para el diagnóstico clínico. (1ª. ed.). México, D.F.: El

Manual Moderno.

Nevid, J. (2011). Psicología: conceptos y aplicaciones. México: CENGAGE Learning Editores.

Padrusch, D. (Productor) y Menninger, E. (Director). (2000). Body Invaders: Depression

[documental]. Estados Unidos: Discovery Home and Health.

Palacio, J.D. (2014). Psiquiatria Infantil. (1ª. ed.). Medellín: CIB Fondo Editorial.

Serrano, C., Rojas, A. y Ruggero, C. (2013). Depresión, ansiedad y rendimiento académico en

estudiantes universitarios. Revista intercontinental de Psicología y Educación. 15 (1), p.

47-60

You might also like