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INTRODUCCIÓN
En las plantas, el agua es extraída a través del sistema radicular y transportada por la
corriente xilemática, luego se distribuye como parte constituyente de la planta hasta alcanzar
la atmósfera mediante el proceso de transpiración, que se da en respuesta al gradiente de energía
aportada por la radiación solar (Salisbury & Ross, 2000).
El estudio de flujo de savia permite entender el estado hídrico de la planta que se tiene
así poder determinar la cantidad expuesta a problemas o simplemente la cantidad favorable de
refuerzo que tiene la misma. Las mediciones de flujo de savia en el xilema en algunos casos
basado en la conducción y la convección de calor han sido ampliamente usadas para investigar
las relaciones hídricas de las plantas.
Los estomas están formados por un poro llamado ostiolo, que está limitado por dos
células oclusivas. Gracias a los estomas se realiza la transpiración del vapor de agua y el
intercambio de gases entre la planta y el aire circundante. La planta al mantener los estomas
abiertos, capta el anhídrico carbónico y mediante el proceso fotosintético lo transforma en parte
de su propio alimento, pero, inevitablemente, también pierde agua que se escapa en forma de
vapor a la atmósfera circundante. Las moléculas de agua perdidas de esta forma, son sustituidas
por el agua disponible en el suelo; de esta manera, mientras los estomas están abiertos y el agua
se evapora por las hojas, las raíces incorporan agua desde el suelo y el transporte ascendente
del agua en la planta es continuo (Universidad Complutense de Madrid, 2015).
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2. DESARROLLO
Otra forma de evaluar si los riegos se están realizando en forma adecuada, es medir el
estado hídrico de las plantas. Estas mediciones son complementarias a las de humedad de suelo
y tienen la ventaja de que integran tanto el contenido de humedad de toda la zona radical y las
condiciones de demanda evaporativa imperantes en el momento de la medición. Dentro de
estos métodos está la medición del potencial hídrico xilemático o tensión xilemático y la
variación de diámetro de troncos o dendrometría (Gil, Sellés, & Ferreyra, 2009).
El uso de sistemas presurizados como goteo y micro aspersión son de gran ayudan,
pero la cantidad de agua y cuándo regar han sido interrogantes que siempre se han hecho al
momento de usar este recurso, llegando a no poder explotar con eficiencia los sistemas de riego
y justificar sus altos costos. Algunos factores deben complementarse, como la utilización de
estaciones meteorológicas, que ayudan en la determinación de la dosis de agua en los cultivos
por medio de parámetros climáticos, y el uso de baterías de tensiómetros que ayudan a
determinar la tensión de las moléculas del agua en las partículas del suelo. (Munzón Quintana,
Ladines Villamar, & Alvarado Aguayo, 2017)
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no realizar un monitoreo del estatus hídrico, siendo este último, información para la
programación del riego. Por ello con el objeto de predecir el comportamiento el potencial
hídrico del xilema (ᴪ) y flujo de savia (FH2O) en relación a las variables ambiéntales (RAFA,
HRa, Ta, DPV) se utilizó un modelo mecánico de flujo de agua en plantas de tomate (Solanum
lycopersicum L.) bajo condiciones de invernadero en el piedemonte amazónico colombiano
(Florencia, Caquetá). Las tendencias diarias monitoreadas se mantuvieron entre los 64,7 a
225,4 g h-1 y -1,2 a -0,34 MPa para FH2O y ᴪ respectivamente, al modelar el comportamiento
de las variables estas fueron entre rangos de -0.38 a -1.30 MPa para ᴪ y 58,46 a 208,55 g h-1
para FH2O, siendo estos altamente correlacionados (P<0,0001). El uso del modelo mecánico
de flujo de agua en plantas de tomate bajo condiciones de invernadero demostró ser estadística
y fisiológicamente viable para para entender la demanda hídrica diaria el cual dependió de las
variables ambientales. (Cristian Alejandro Cuellar Murcia,Juan Carlos Suárez Salazar, 2018)
La medida de la velocidad o del Flujo de Savia en el tronco o las ramas o raíces puede
proporcionar una buena estimación directa de la transpiración. Dado que se trata de un método
fisiológico, la medida del Flujo de Savia presenta ventaja adicional de integrar conjuntamente
las consecuencias derivadas de la acción sobre el contenido hídrico del suelo y la demanda
climática de agua sobre el funcionamiento hídrico de la planta, permitiendo no sólo analizar el
consumo hídrico real de la planta, sino además detectar la presencia de estrés fisiológico o
hídrico y evaluar las necesidades de riego.
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Se evaluó flujo de savia, humedad de suelo y crecimiento de la planta. Al momento
de cosecha se cuantificó la producción en peso y número de frutos totales y comerciales y la
calidad evaluando distribución de calibres, propiedades químicas del fruto y causas de
desecho. (Rosa Pertierra Jorge Jara María Victoria Suárez José Celis Fernando Reyes, 2000)
Para la medición del flujo de savia , se instaló un sensor tipo en el tallo principal de la
planta de tomate, a una altura de 20 cm del suelo, los cuales se basan en el principio del método
pulso de calor (Heat Ratio Method, HRM). Este método ha sido ampliamente utilizados como
herramienta para medir el uso del agua por las plantas, permitiendo cuantificar la velocidad del
flujo de savia en base a curvas de temperatura a partir de un impulso de calor (densidad y
difusión térmica). (Cristian Alejandro Cuellar Murcia,Juan Carlos Suárez Salazar, 2018)
Posterior a esta hora los valores disminuyen debido al cierre estomático existiendo
una reducción en la actividad de transpiración, por lo tanto, manteniendo así un equilibrio entre
la tasa de captación de agua por la raíz y la tasa de transpiración.
La sequía es uno de los estreses abióticos más importante que limita la productividad
de los cultivos en disímiles condiciones ambientales pueden provocar un déficit de agua en las
plantas. No sólo en períodos de escasa o nula pluviometría, también la presencia de altas
concentraciones de sales en el suelo o bajas temperaturas inducen deficiencia hídrica.
Por tanto, mejorar el uso eficiente de la misma constituye una prioridad fundamental,
por ser un rasgo importante para el Fito mejoramiento. Las estrategias de las plantas para hacer
frente a la escasez de agua implican un conjunto complejo de rasgos relacionados con el agua
y el carbono. Estos rasgos muestran fuertes interacciones que pueden ser relevantes a diferentes
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niveles de organización y escalas de tiempo. A escala corta de tiempo y a nivel de tejidos y
órganos entre los procesos involucrados se incluye el comportamiento estomático.
Para soportar el estrés por sequía, las plantas cierran sus estomas para garantizar la
turgencia y mantener el metabolismo celular. En la medida que estos se cierran, se reduce la
tasa fotosintética, las plantas deben ajustar de forma constante su conductancia estomática para
permitir suficiente entrada de CO2 y evitar pérdidas de agua innecesarias durante el estrés. Por
lo tanto, las plantas deben sentir permanentemente el déficit hídrico (Donaldo, M, 2017, p138).
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las plantas optimizar y balancear el rendimiento fotosintético con la disponibilidad y uso del
agua.
La presión hidráulica negativa necesaria para empujar el agua desde el suelo a las hojas,
a través del xilema, es consecuencia del proceso de evaporación continua a nivel de la
superficie foliar, en un proceso conocido como transpiración. Una vez en las hojas, la presión
de vapor en la atmósfera es mucho menor que en los espacios aéreos del mesófilo, por lo que
el agua difunde en forma de gas hasta perderse a la atmósfera.
2.5. Dendrometría
Sin embargo, no siempre es posible medir ciertas dimensiones y en otros casos es más
costoso medirlas que calcularlas, esto es, con base en dimensiones fáciles de medir se calculan
aquellas que presentan cierto grado de dificultad en su medición.
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en el Inventario Forestal, en la Economía Forestal, etc. Se debe siempre distinguir la diferencia
entre “determinación” y “estimación”, sea en volumen o distancia.
Otras investigaciones en las que han utilizado dendrómetros, reportan que hay un
crecimiento neto positivo del tronco cuando las condiciones hídricas y ambientales son
favorables; las oscilaciones diarias del déficit de presión de vapor en el día y del diámetro del
tronco se deben al aumento de volumen en las noches, al disminuir la demanda hídrica.
(Downes, et al. 1999; Passos, et al. 1991).
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Un método de monitoreo del estado hídrico de la planta que recientemente se ha
incorporado a huertos de paltos y cítricos es el uso de la dendrometría, técnica que permite
registrar la micro-variación del diámetro del tronco de la planta, para determinar eventos de
estrés o de cese en el crecimiento. En frutales esta metodología se ha incorporado con el fin de
regar “en sintonía fina”. Actualmente existen en huertos dendrómetros análogos que se leen
diariamente y también dendrómetros electrónicos, que registran datos en forma continua. En
general, este sistema funciona con un sensor o dendrómetro electrónico que se instala en la
base del tronco y que mide variaciones del orden de 1 micrón (0.001 mm). Este sensor se
conecta a una central de adquisición de datos, que permite realizar mediciones en forma
continua.
El déficit de riego se manifiesta por una contracción alta durante el día y una reducción
del crecimiento del tronco. Después del riego, las contracciones disminuyen y el crecimiento
se mantiene positivo. Cuando el agua del suelo es insuficiente, el tronco comienza nuevamente
a detener su crecimiento y las contracciones a aumentar en magnitud.
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2.6. Parámetros Visuales En Plantas En Sequia Y Con Riego
Las hojas están adaptadas para conservar el agua gracias a sus distintas capas cerosas.
Las hojas jóvenes poseen un reducido control sobre la transpiración estomática y son más
pobres en ceras epicuticulares y cutina que las hojas viejas, esta abundante cutícula cerosa en
ocasiones ocluye los estomas, lo que representa una reducida pérdida de agua (Agustí, 2003).
La eficiencia en la utilización del agua por parte de las plantas se define como la relación
entre las unidades de materia seca total producida por unidad de agua consumida, o en términos
de fotosíntesis como miligramos de dióxido de carbono (CO2) absorbidos por gramos de agua
empleados en el proceso de transpiración (Bancon, 2004). Esta eficiencia además de depender
de factores climáticos también se ve afectada por el material vegetal usado y la fenología del
mismo.
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vientos fuertes y secos se puede producir estrés hídrico en la planta aún con humedad aceptable
en el suelo. Este estrés afecta de diferente manera e intensidad los distintos estados de
crecimiento.
Cuando las hojas son iluminadas, la fotosíntesis se realiza a una tasa que depende de la
distribución de los fotones sobre las hojas y de la eficiencia fotosintética de cada hoja. Las tasas
de absorción de la radiación solar por la planta no solamente dependen de las propiedades
ópticas y de la eficiencia fotosintética de la hoja, sino también de su inclinación y orientación
espacial.
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Según (Goudriaan,1998) la disposición de las hojas en la planta se caracteriza mediante
la frecuencia acumulada de los ángulos foliares. (Wit, 1977), establece cuatro clases de
distribución foliar en el dosel, de acuerdo con la inclinación foliar, así:
Los estudios muestran que, mientras unas hojas están muy expuestas en ciertos periodos
del día, otras lo están mucho menos, lo que podría revelar la estrategia de las para captar o
evitar luz (Bancon, 2004).
Entre los factores que influyen en la exposición a la luz solar influye la latitud, el
momento del día y del año, la inclinación y orientación de las hojas, y la sombra. También el
viento es otro factor importante, puesto que puede alterar tanto la posición de la hoja como la
duración y la intensidad de la sombra.
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3. CONCLUSIONES
El xilema en representación de las plantas es el que permite decidir sobre el sistema de
riego u aplicación permitida, que sea permisible y adecuada, para que el sembrío o
cultivo se mantenga constante.
El mecanismo que se utilizó en las plantas de tomate se demostró un bajo potencial
hídrico, y a su vez se vio que fue sensiblemente afectado de manera positiva por las
variables ambientales que se presentaron mediante el proceso del mismo.
Como resultados nos brinda que el estrés hídrico de las plantas al tener falta de riego
cierra sus estomas para afrontar el mismo y no causar daños a su metabolismo de la
planta.
Mejor uso de los recursos hídricos y tener un riego eficiente para que no se presente
ninguna anormalidad de un estrés hídrico y por ende no se encuentre ninguna sequía.
El crecimiento del diámetro del tronco se reanuda después del riego ya que frente a un
déficit de agua el tronco detiene su crecimiento y las contracciones aumentan.
Los valores de inclinación y giro mayores de 0º funcionan como mecanismos
fotoprotectores que previenen de sufrir fotoinhibición al evitar la captación de
radiación. El aumento del ángulo de giro de un mes a otro podría funcionar como
mecanismo de fotoprotección alternativo que simultanee el momento de mayor
captación de radiación con el de mayor disipación fotosintética de la energía,
minimizando los excesos de energía absorbida que pudieran provocar fotoinhibición.
La extinción de la luz a lo largo del perfil vertical de la copa de las plantas determina
un ángulo de inclinación medio diferente: una inclinación mayor (nivel superior) reduce
la insolación directa, mientras que un ángulo menor (niveles inferiores) permite captar
una fracción mayor de la luz directa que deje pasar el nivel superior.
El cambio de ángulo de inclinación a lo largo del año representa una respuesta de la
planta al déficit hídrico, puesto que un ángulo de inclinación mayor representa menor
insolación directa que se traduce en una menor transpiración. Esto se hace más evidente
en parcelas experimentales al producirse mayor variación en el ángulo foliar.
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4. REFERENCIAS
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y potencial hídrico en plantas de tomate . researchgate.
Cristian Alejandro Cuellar Murcia,Juan Carlos Suárez Salazar. (mayo de 2018). flujo de savia
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