You are on page 1of 12

LICEO CULTURAL LUIS ENRIQUE OSORIO

LABORATORIO DE VIDA EN Y PARA LA DEMOCRACIA


TALLER DE NIVELACION CULTURA RELIGIOSA Y FILOSOFIA
GRADO SEXTO
LICENCIADA PAOLA OSPINA

PRESENTACIÓN DEL TALLER:

Estimados padres y estudiantes:


El presente taller tiene como objetivo principal nivelar las temáticas que se han
trabajado durante el segundo trimestre.
 Es necesario acompañar y orientar al estudiante en la lectura y solución
del taller, ya que es él quien lo debe realizar, bajo el acompañamiento y
exigencia afectuosa de papá y/o mamá.
 Es necesario que ingresen a los “links” que propone el taller ya que ellos
profundizarán los temas.
 La sustentación del mismo se efectuará en LA HORA DE REFUERZO de
la asignatura.

LAS RELIGIONES EN LA AMÉRICA PRECOLOMBINA


Introducción
El continente americano estaba habitado por numerosos grupos humanos con
culturas muy diferentes. Habían llegado en varias oleadas desde Asia hacía
decenas de miles de años.
Las tierras de los actuales Canadá y Estados Unidos y las zonas de selva de
Sudamérica y del Caribe eran el hábitat de un gran número de tribus que se
dedicaban a la caza y a la recolección de vegetales o practicaban una agricultura
parecida a la neolítica.

Pero en el centro y sur del continente americano se desarrollaron diversas


civilizaciones comparables a las de Egipto, Mesopotamia o China. Las tres mejor
conocidas fueron las de los mayas y aztecas en Centroamérica y la de los incas
en Sudamérica.
LOS MAYAS
Localización y cronología
La civilización maya habitó una zona de América Central, que hoy se
correspondería con el sur de México, Guatemala, Honduras y El Salvador. Si nos
remontamos a la antigüedad, tienen una historia de unos 3000 años, que
van desde 1500 a. de C. hasta 1530 d. de C., año en que fueron conquistados
por los españoles. Pero la civilización maya nunca ha desaparecido por
completo, pues hoy día viven muchos pueblos descendientes de los mayas que
conservan rasgos de su cultura y de su lengua.
Características del pueblo maya
Fundaron grandes ciudades como Chichén Itzá, Uxmal, Palenque y Copán.

Chichén Itzá
Palenque

Las ciudades mayas eran centros ceremoniales monumentales


con pirámides escalonadas y otros grandes edificios de uso religioso, así
como observatorios astronómicos y grandes explanadas para desarrollar
los rituales. A la llegada de los españoles ya habían sido abandonadas, pero se
conocen por la arqueología y nos han legado un patrimonio cultural
impresionante.
La religión de los mayas
Los dioses:
Los mayas eran politeístas, tenían una gran cantidad de dioses cuya
importancia era variable. No eran iguales en todas las ciudades y fueron también
cambiando de nombre con el tiempo. Había cuatro dioses que sostenían el
mundo desde los cuatro puntos cardinales.
El dios supremo era Huntoh Chac. A él le siguen los dioses cósmicos: Hurakán,
dios de las tormentas, temido pero también querido porque es el que manda la
lluvia beneficiando así a la agricultura.
Vucacuh y otros son los responsables de los males en forma de enfermedades
o hambre. A estos les contrarrestan los benéficos Hun-Ahpu y Xbalamqué.

Ixchel Ah Puuch, dios de la muerte


Ixchel era la diosa de la fertilidad y protegía a las mujeres durante el parto.
También el Dios del maíz es un dios muy importante, ya que el maíz era el
principal alimento de los mayas.
Por último, Ah Puuch es el dios de la muerte y las enfermedades que habita en
el inframundo.
Un pueblo tan aficionado a la astronomía como el maya, que dejó listas
completas de eclipses y otros fenómenos astronómicos, es natural que divinizara
los astros.
El culto:
Los mayas tenían una intensa vida religiosa y un calendario litúrgico muy amplio.
Además de la piedad personal, el pueblo se reunía para los actos colectivos en
las explanadas ante los templos, generalmente pirámides escalonadas, o de
edificios altos. Los ritos consistían en ceremonias
fastuosas, cánticos, oraciones, música y ofrendas incruentas.
Eran un pueblo más bien pacífico y culto, pero en los últimos tiempos, y por la
proximidad de los aztecas, introdujeron la práctica de los sacrificios humanos.
Existían diferentes maneras de llevar a cabo los sacrificios dependiendo de la
divinidad a la que se dedicaban: por extracción de corazón, por decapitación o
por medio de atravesar con flechas a la víctima.
Para el culto se hacían necesarios muchos sacerdotes. Estaba el Sumo
Sacerdote, los había especializados en adivinación, otros eran los sacrificadores,
y otros se dedicaba a la medicina, brujería y otras actividades.

Mito de la creación
Han llegado hasta la actualidad algunos de sus libros sagrados, como
el Popol Vuh, narración ancestral en la que se cuentan mitos que abarcan desde
el origen del mundo hasta la llegada de los conquistadores españoles y del
cristianismo. Este es el relato del origen de la creación:
«Todo estaba en suspenso, todo estaba en calma, en silencio, todo inmóvil,
callado y vacía la extensión del cielo. No había nada que hiciera ruido, nada que
se moviera [...] solo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había
nada dotado de existencia. Solamente había inmovilidad y silencio en la
oscuridad, en la noche. Solo el Creador, el Formador, los Progenitores, estaban
en el agua rodeados de claridad [...], de grandes sabios, de grandes pensadores
es su naturaleza. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando, se pusieron
de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento [...] ¡Hágase así!, ¡que se
llene el vacío! ¡Que esta agua se retire, que surja la tierra! Así dijeron, ¡que
aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en
nuestra creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre
formado.»
LOS AZTECAS
Localización y cronología
Los aztecas son los últimos de los pueblos que habitaron junto al lago Texcoco,
en tierras del actual México. Su imperio abarca desde principios de siglo XII
d. de C. hasta 1525 d. de C., año en que Cortés ejecuta a Cuauhtémoc, último
rey azteca (1520-1525).

Características de los aztecas


La civilización de los aztecas es heredera de todas las de la zona, además de
ser la que mejor conocemos. Su lugar principal era la capital, Tenochtitlán,
fundada en 1325. Ellos creían que esta ciudad era el centro del universo y punto
de intersección de una cruz, cuyos extremos marcaban los territorios que debían
ser conquistados para instaurar en ellos el orden deseado por los dioses.

Tenochtitlán

Otra ciudad importante fue Teotihuacán, que significa “ciudad de los dioses”. La
ciudad es un centro ceremonial trazado como un gran símbolo de dos ejes. El
que va de norte a sur, denominado «Calzada de los Muertos», es el principal, y
de él parten, como alas, edificios, palacios, plazas y adoratorios. En la
cabeza se encuentra la gran pirámide de la Luna y a un costado la mole inmensa
de la pirámide del Sol, dualidad creadora de la naturaleza y de los hombres.
Teotihuacán

Su existencia estuvo regida por fenómenos de la naturaleza que afectaban a los


seres humanos como la lluvia, la siembra y la cosecha, aunque también tenía un
profundo significado astronómico.
La religión de los aztecas
Los dioses:
Parece que en algunas épocas, estaba extendido el monoteísmo. Las gentes
más cultas de los aztecas creían en un dios único y creador, invisible y que no
se podía representar. Se llamaba Teotl y esta palabra acabó identificándose con
la idea de dios en general.
Pero podemos decir que, en general, los aztecas fueron politeístas y en el
laberinto de la religión azteca se multiplicaron las divinidades de forma
extraordinaria. Los dioses aztecas tienen orígenes diferentes. Cada grupo
profesional y cada pueblo tenía sus dioses tutelares.

Quetzalcóatl
Por ejemplo, Quetzalcóatl, cuyo nombre significa «serpiente emplumada», era la
divinidad principal en la cultura de Teotihuacán, dios del arte y descubridor de la
industria y la agricultura. Este dios mantiene una rivalidad con su enemigo y
complementario Tezcatlipoca, «espejo que ahúma», dios de la noche y de la
guerra. Entre los aztecas fue también considerado dios supremo Huitzilopochtli,
dios solar, de los guerreros y protector de los aztecas.
Los fenómenos naturales se fueron divinizando hasta formar una auténtica legión
de dioses. Entre estos están: Tláloc, dios de la lluvia, el que permite que las
semillas se conviertan en vegetales y que haya una buena cosecha; Centeotl,
dios del maíz; Ehécatl, dios del viento y de la vida; Coatlicue, diosa de la
tierra; Macuilxoxhitl, diosa de las flores; y muchos más.
El culto:
Tantos dioses y cultos exigían millares de sacerdotes. Estaban rígidamente
jerarquizados y especializados. Además de los sacrificios y el culto en general,
hacían los ritos de nacimiento, muerte, casamiento y todos los actos
importantes de la vida privada o colectiva.
Los aztecas pensaban que el sol se debilitaba y necesitaba de los sacrificios,
y en especial de los de sangre humana, para poder seguir su curso y no
destruir el mundo.

Para los aztecas el ser humano era el objeto sacrificial máximo. En una ocasión,
durante la consagración del templo de Tenochtitlán, se sacrificó a 20.000 seres
humanos. Eran tantos que obtener víctimas no era tarea fácil. Para ello se
utilizaban los rebeldes, los fugitivos y los esclavos. Además los padres
ofrendaban voluntariamente a sus hijos e hijas. Las familias pobres vendían a
sus hijos con este fin y si nacían dos gemelos, uno quedaba automáticamente
destinado a servir como víctima. Además se utilizaban los prisioneros de guerra.
En todas las fiestas se elegía un hombre o una mujer, considerado el doble de
un dios. Se le agasajaba durante varios días como si fuera el propio dios y
después se le sacrificaba.
Las ideas de ultratumba:
Los aztecas imaginaban que había trece cielos, en los que reinaban otros
tantos dioses, y a los que iban los difuntos elegidos. Había cielos para los
guerreros muertos en combate, para algunas víctimas de sacrificios (los
“dobles”), para los enfermos de enfermedades terribles, para los muertos de
muerte natural, para los niños... En el más allá no había premio ni castigo de la
vida terrenal, sino que había un más allá acorde al tipo de cielo que les tocaba
en suerte.
El calendario azteca

La piedra del Sol está en el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de


México, uno de los museos más impresionantes del mundo. Es un calendario en
cuyo centro aparece el quinto sol, el actual de los aztecas. En el círculo
siguiente aparecen los cuatro soles anteriores, que cayeron y destruyeron el
mundo en cuatro ocasiones anteriores Los cinco soles, como las cinco partes de
mundo que se representan en una cruz, marcan el orden del mundo, que los
aztecas mantenían por medio de las guerras, donde conseguían prisioneros para
sacrificarlos al sol y fortalecerlo.
LOS INCAS
Localización y cronología
El imperio inca fue la última de las grandes civilizaciones andinas. Unificó y
controló un enorme territorio de 5.000 km de largo, que abarca el actual Perú,
pero también parte de Bolivia, algo de Ecuador, noroeste de Argentina y norte
de Chile. Los historiadores sitúan este pueblo entre los siglos XII y XVI de
nuestra era. El fin del imperio inca lo marca la llegada de los españoles en 1532
d. de C.
Características de los incas
El rey, al que se conocía por el nombre de Sapa Inca, era considerado un
dios y se le llamaba «Hijo del Sol». Todo lo que tocaba se convertía en sagrado.
El rey era considerado también el centro del mundo. Los incas creían que el
universo funcionaba correctamente gracias a él. Vivía en la ciudad central del
imperio, llamada Cuzco, que quiere decir «ombligo».
La ciudad de Cuzco era el centro político y también religioso del imperio inca.
Cuando el viajero se acercaba a la ciudad todo parecía indicarle que entraba en
el mundo sagrado. La fortaleza de Sacsayhuamán, que presidía la ciudad de
Cuzco, es una obra impresionante, ejemplo del poder de los emperadores incas.
En sus murallas se representaban animales sobrenaturales que preparaban la
entrada a la propia ciudad, en cuyo centro estaba el templo de Coricancha,
rebosando el oro que simbolizaba a Inti, cuyo hijo era el Sapa Inca.

Machu Pichu

Machu Pichu es la ciudad inca mejor conservada. Situada en la montaña, en


medio de la nada, es llamada también la Ciudad Perdida de los Incas. La zona
puede dividirse en tres sectores definidos: el agrícola, con andenes dedicados al
cultivo; el urbano que conserva elementos arquitectónicos de la ciudad inca y el
militar, donde se encuentran casas más humildes y talleres. Las construcciones
más importantes son el Templo del Sol, la Tumba Real y el Palacio del Inca.
La religión de los incas
Los dioses:
Los incas tenían sus propios dioses pero, en su expansión por los Andes, fueron
adoptando algunos de los dioses de los pueblos conquistados, como Viracocha,
dios creador y el que lleva la civilización a los hombres. Cuando el conquistador
español Francisco Pizarro entró en contacto con los incas, estos creyeron que
se trataba del propio Viracocha que regresaba. Otro de los dioses que tomaron
fue Pachacamac, divinidad abstracta cuya representación estaba prohibida. Era
creador de la humanidad y esposo de la Pachamama o madre tierra, diosa muy
popular, cuyo culto estaba relacionado con la fertilidad de los campos y los
animales.
Más importante que todos ellos era Inti, el Sol. Los reyes incas decían que eran
sus descendientes directos. Su esposa era Quilla, la Luna, madre del
firmamento. También tenían importancia Illapa, dios del trueno y de la lluvia,
y Saramama, diosa del maíz.
El culto:
El monarca o Sapa Inca era sagrado y su persona era tabú, su poderío imperial
era parecido al egipcio con un poder centralizado y absoluto. Una de las
principales labores del monarca era presidir la celebración de los rituales
necesarios para que las cosechas fueran buenas, además de las fiestas en honor
de los dioses. También anunciaba los equinoccios y los solsticios.

Para celebrar los rituales, realizar las observaciones astronómicas y atender a


las necesidades del rey era necesario un gran número de sacerdotes. El más
importante de todos ellos era el sumo sacerdote, cuyo cargo desempeñaba el
hermano del monarca.
Los sacerdotes sabían emplear algunas plantas y raíces para fines medicinales,
a modo de curanderos o para entrar en trance. De esta manera, podían
comunicarse con las divinidades en fiestas y rituales. Además, había
sacerdotes especializados en comunicarse con los muertos o en
hacer adivinaciones.
Los sacrificios humanos fueron una práctica restringida a una serie de
acontecimientos importantes como la elección del nuevo inca, la muerte del
soberano, el inicio de las guerras y al advenimiento de desastres naturales. Por
ejemplo, cuando un nuevo inca (monarca) ascendía al trono, sus parientes
seleccionaban 200 niños para ser sacrificados ante el Sol, la Luna u otro dios
venerado por el grupo. Las evidencias arqueológicas indican que también se
sacrificaban doncellas.
El culto solar incaico:
Los incas se consideraban a sí mismos como «hijos del Sol», por lo que el culto
solar fue oficial en todo el imperio. Debido a que el Sol era considerado como «el
padre del inca», cuando un nuevo soberano era elegido, este tenía que esperar
ser aceptado por el dios Sol, para lo cual se realizaban rituales adivinatorios. Su
templo principal era el Coricancha («recinto de oro»), construido en la ciudad de
Cuzco. Este templo estaba decorado con piezas de oro y plata así como por
planchas de oro sobre las paredes y los marcos de las puertas. Este culto fue
especial, elitista y exclusivo de la aristocracia.

Inti Raymi en la actualidad

El Inti Raymi o fiesta del sol inca coincidía con el solsticio de invierno (el año
nuevo solar). Para los incas esto significaba obtener el favor del sol para
fecundar la tierra y procurar bienestar a los ciudadanos del imperio.
El culto a los muertos:
La muerte en los Andes era vista como un viaje lleno de dificultades que el
espíritu del difunto hacía hasta llegar al mundo de los muertos. Para que el viaje
fuese exitoso, sus familiares y parientes debían realizar una serie de ceremonias
que incluían llevarle ofrendas (comida, bebida, ropa y otros objetos) y realizar
banquetes rituales. Por esta razón, los lugares donde se enterraba a los
muertos eran sagrados.
Las momias de los antepasados fundadores se llamaban mallquis.
Estos mallquis eran considerados como los intermediarios entre los parientes del
difunto y las divinidades locales. A ellos se les pedía por buenas cosechas y por
el bienestar del grupo. Cada cierto tiempo, las momias eran sacadas de las
cuevas, donde eran depositados para recibir ofrendas y ser paseados en
procesiones.
Realiza las siguientes actividades:
1. Realiza un mapa de América en donde ubiques las religiones
precolombinas más importantes analizadas en la lectura
2. Elabora un friso con imágenes en donde se muestren los dioses mayas,
aztecas e incas.
3. ¿En qué consistían los sacrificios mayas?
4. ¿Cuáles eran los principales ritos aztecas?
5. ¿Cuál era el papel de los sacerdotes incas?

Observa el siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=Ptz0vfOZ12w el


cual habla sobre el pueblo de Mesopotamia, luego de observar con atención el
video, realiza las siguientes actividades:
6. ¿Cómo funcionaban las primeras ciudades estado en Mesopotamia?
7. ¿Qué reinos o pueblos gobernaron las tierras mesopotámicas?
8. ¿Cuál fue el principal aporte de Mesopotamia a la humanidad?

You might also like