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TEMA 1

LOS LLAMADOS PUEBLOS BARBARI:

Roma acaba entrando en contacto con los pueblos situados más allá de sus fronteras,
una frontera natural que limitada al norte con El Rin y al sur con el Danubio. Estos
pueblos eran denominados barbari o extranjero, en su mayoría germánicos, y
considerados por los romanos de un nivel cultural inferior. Se trataba de pueblos
nómadas organizados en tribus o clanes, que intentaban encontrar lugares donde
instalarse y desarrollar su agricultura y ganadería. Los romanos comenzaron a aprender
de estas tribus acerca de su armamento, organización militar, religión, costumbres,
etc...por ello los limes ya no eran tanto una frontera, sino una zona de contacto que
facilitaba las relaciones entre ambos, propiciando el comercio y la política. Se
comienzan a producir entrada de germanos en las filas del ejército romano
(mercenarios) modificando el arte de la guerra de los romanos. A pesar de esto hubo
violentas incursiones en algunas provincias del imperio y durante muchos años los
emperadores intentaron evitar la catástrofe, pero es a lo largo del siglo IV cuando la
invasión de los pueblos germánicos dentro del Imperio se convirtió en un hecho
irreversible.

GOBIERNO DE CONSTANTINO

Una de las grandes transformaciones que sufrió el Imperio Romano durante el s.III, fue
la expansión del cristianismo, la decadencia del paganismo romano hizo que el
cristianismo pasara de secta a religión. Aun así, existieron focos de resistencia por parte
de los romanos ante este hecho, creándose por ejemplo la Tetrarquía para salvaguardar
la unidad del imperio (poder ostentado por 4 titulares: 2 Augustos y 2 Césares
subordinados a los anteriores). La tetrarquía se disolvió y cuando llegó Constantino al
poder se encontró inmerso en rivalidades imperiales que obtuvieron la solución en la
Batalla del Puente Milvio contra Majencio, donde Constantino venció a su enemigo,
según él, por inspiración divina lo que influyó directamente en la conversión de
Constantino al cristianismo, promulgando al año siguiente el llamado “Edicto de Milán”
(313) por la que, junto a su colega Licinio en oriente, promulgaban la total libertad de
culto. A partir de aquí la tolerancia religiosa continuó (a excepción de Juliano el
apóstata) hasta tiempos de Teodosio, artífice de la conversión del cristianismo en la
religión del Estado. De todas formas esta acomodación del cristianismo estuvo marcada
por una serie de altibajos y fue un proceso muy largo.

MIGRACIONES Y ASENTAMIENTO DE LOS PUEBLOS BÁRBAROS

Se aprecian dos grandes etapas en las invasiones bárbaras: las primeras, desde la llegada
de los visigodos al imperio (376) hasta la entrada de los lombardos en Italia (568) y la
segunda protagonizada por vikingos, húngaros y sarracenos durante los siglos IX y X.
La migración se realizó de noreste a suroeste hacia donde estaba la riqueza, es decir,
Roma. Los primeros fueron los visigodos que, presionados por los Hunos derrotaron al
emperador Valente en la batalla de Adrianópolis y se esparcieron por los Balcanes.
Teodosio, último reunificador del imperio, logró una pacífica asociación promulgando,
junto con sus herederos (Arcadio y Honorio), la llamada “Ley de Hospitalidad”, en la
que se reglamentaba la forma de disfrutar, por parte de las familias germanas, de los
bienes de las familias romanas que los acogían. La potencia dirigente del mundo
bárbaro fueron los hunos encabezados por Atila (se cree que procedía de Asia). Sus
campañas estaban dirigidas a Oriente, pero desde Constantinopla, con gran habilidad, se
desviaban hacia Occidente, realizando su primera incursión en el año 451. Guerreros
infatigables, los primero fueron en sentir su presión fueron los visigodos que terminaron
saqueando Roma en el 410 con Alarico al frente, en el 455 los vándalos también
saquean la ciudad y finalmente en el 476 el hérulo Odoacro, mercenario romano,
destituye al último emperador Rómulo Augusto, remitiendo las insignias imperiales a
Constantinopla, reconociendo como único emperador a Zenón I, que residía en Oriente.

CARACTERÍSTICAS DE LOS REINOS. PERVIVENCIAS DEL MUNDO


ROMANO
Con la caída del gobierno romano central, los líderes bárbaros asumen
responsabilidades civiles ayudados éstos por oficiales romanos y con la dirección
militar de las bandas guerreras. Las formas en que los líderes políticos y las
instituciones van surgiendo a lo largo de los siglos V y VI son a menudo oscuras.
La forma de gobierno de estos reinos era una combinación de estructuras heredadas, la
clave se situó en los intercambios entre vencedores y vencidos. Lo que pervive del
imperio es la lengua, el derecho, la organización territorial y la religión cristiana que se
refuerza tras la caída. Lo que cambia es el poder ,que se fragmenta, aportaciones al
derecho por parte de los invasores y sus usos y costumbres.

LA MONARQUÍA
Un rasgo común de estos pueblos germánicos era la realeza. Era una monarquía, muy
rudimentaria, pero había un rey, un caudillo, que tiene poder militar, político, legislativo
y judicial. En su origen la monarquía era electiva entre los príncipes de los distritos,
pero con el tiempo tendió a vincularse a una dinastía o a una familia. La reina parecer
haber tenido su papel en estas monarquías, siendo responsables de los asuntos
domésticos de la casa real, con oficiales a su cargo, y de haber manejado el dinero para
asuntos relacionados con la provisión de la corte. También tuvo un papel mediador, de
agente de paz, mecenas, o incluso conspiradora.

LA CORTE
Los germanos que constituyeron la élite militar y formaron la clase dirigente en los
distintos reinos, constituían una minoría frente a la población indígena, por lo que en las
zonas más romanizadas la nobleza (senadores) perdurará como clase social y ejercerá
distintos servicios y funciones civiles. También apareció otra nobleza, formada por
obispos arrianos o católicos, la guardia personal del rey y los vinculados al rey por el
commendatio. Éstos últimos, prestaban un juramento especial al rey por algunos
servicios (fidelidad) y en pago a estos servicios, recibían concesiones de tierras
(beneficia), es lo que sería el feudalismo, clave de la organización social de esta época.
También aparecieron las asambleas (concillium) que eran un medio principal de
gobierno y de toma de decisiones. Eran grandes reuniones públicas de magnates laicos y
eclesiásticos en las que se zanjaban disputas, se oían peticiones, se tomaban decisiones
y se hacían leyes. El orden del día y las decisiones de estas asambleas de los siglos VIII
y IX se presentan en capitularios, actas conciliares y cartas de folio único donde queda
constancia escrita de las decisiones legales. En estos documentos se observa la gran
variedad de asuntos discutidos en ellas.
EL DERECHO
La continuidad del mundo romano se puede apreciar con claridad en el contexto del
derecho, no hubo ni caída ni un declive del derecho romano, solo un proceso gradual de
adaptación. Roma contaba con el Código de Teodosio, formado por la compilación de
toda la normativa romana existente hasta la fecha, se escribió en latín en el año 438.
Eurico, instalado en el Reino de Tolosa, codifica las normas germanas, elaborando el
llamado Código de Eurico (475), Alarico, por su parte, lo que hace con posterioridad es
aplicar un derecho romano a los visigodos en general, creando el Breviario de Alarico
(506). Apareció también el Derecho eclesiástico que tuvo una gran influencia en la
legislación eclesiástica posterior.
A lo largo de los siglos VI y VII la legislación germánica, influida por el derecho
romano y la iglesia, consiguió un gran desarrollo. En el norte de Italia, Rotario, el rey
lombardo en el año 643 promulga El Edicto, primer código lombardo. Por último
Recesvinto en España, promulga el Liber iudiciorum (Libro de los Juicios), traducido al
romance tiempo después con el título de Fuero Juzgo (654), para visigodos e
hispanorromanos.

LAS FINANZAS Y EL EJÉRCITO


En occidente los nuevos gobernantes procuraron dejar en funcionamiento la recaudación
de tributos y algunas de las estructuras administrativas del sistema fiscal romano. Se
tiene constancia de mucha actividad militar entre el 395 al 476, el notable aumento del
ejército y del gasto público trajo consigo un grado de organización logística y
económica sin precedentes.

LAS PRINCIPALES MONARQUÍAS GERMÁNICAS


A partir del 476 los germanos se fueron instalando en ciertas zonas de los países
ocupados, distinguiéndose dos categorías: los que fueron absorbidos por otros reinos
más fuertes y los que se consolidaron como monarquías. Las monarquías absorbidas
fueron:
Los suevos:(absorbidos por los Visigodos) atravesaron el Rin y en el 409 se instalaron
en España. Se instalaron en Gallaecia y Lusitania pero al marcharse los vándalos al
norte de África se quedaron dueños de la península ibérica. Siguieron su expansión
llegando hasta Mérida y Sevilla y parte de la cartaginense. Fue el primer pueblo en
convertirse al catolicismo pero cuando fueron derrotados por los visigodos, se vieron
obligados a convertirse al arrianismo. Este reino desaparición hacia el 585 derrotados
por los visigodos con el monarca Leovigildo al frente.
Los burgundios:(absorbidos por los Francos) Aparecen en el siglo I en la región
Báltica aunque eran oriundos de Escandinavia. Comienzan a trasladarse hasta que en el
359 empiezan los contactos fronterizos con los romanos. Este contacto se mantuvo
durante 140 años lo que permitió el desarrollo de cierta actividad económica. En el 413
firmaron un foedus con el emperador obteniendo parte de la Galia próxima al Rin. A
pesar de esta armonía el estado burgundio no era muy viable. No pudieron hacer frente a
sus competidores los francos.
Los vándalos: (absorbidos por los Bizantinos) Aprovechando la guerra civil que se
produjo en el imperio (428-432), un grupo de vándalos ocupó el Norte de África. Los
vándalos se encontraban a orilla del Báltico, sobre la zona de Pomerania. Los primeros
movimientos fue el intento de penetración en la Dacia. Poco después, empujados por los
hunos se movieron hacia el oeste. Consiguieron pasar la Galia, pero la amenaza romana,
los impulsó a buscar terreno de saqueo al sur de los Pirineos. Cuando llegaron a España
no encontraron ningún tipo de resistencia al hallarse sumida en una guerra civil. Atacan
las Baleares y Mauritania y toman la base naval de Cartagena. Desembarcan en Tánger
invadiendo el resto de África hasta Tripolitania. Incapaces los romanos de rechazar a los
vándalos les propusieron un foedus. Este pueblo ocupaba las tierras de los romanos
adoptando sus costumbres. Exiliando a sus antiguos propietarios a Italia o a Oriente,
ningún puesto importante fue ocupado por romanos. Su rey, Genserico tenía como
objetivo principal la expansión continua, saqueando todo lo que encontraban a su paso.
Culminaron con el saqueo de Roma en el año 455. Los vándalos mantuvieron una
actitud agresiva hasta la muerte de su rey (477). Su obra fue efímera y sucumbieron bajo
los ataques del emperador bizantino, Justiniano.
Los ostrogodos: después de la batalla de Adrianópolis, los ostrogodos tuvieron 2
asentamientos: uno en Panonia y el segundo en la península de los Balcanes. En un
primer momento, los ostrogodos dirigieron sus amenazas hacia Constantinopla pero
fueron rechazados con habilidad hacia Italia, donde se encontraba el gran rival de
Zenón, Odoacro. Teodorico dirige sus tropas hacia Italia y en el 493 derrota a Odoacro.
Tras esta derrota, Teodorico trató de organizar una Italia sobre una base dualista: godos
y romanos. Durante su gobierno intentó formar una especie de confederación de
monarcas germanos del occidente. Llevó a cabo una política de alianzas familiares con
los demás príncipes bárbaros. Supo llevar a cabo una actividad diplomática a escala
europea, facilitada por la tranquilidad excepcional de que disfrutaron entonces.
El centro del estado fue la corte de Rávena. Levantó palacios, iglesias, baptisterios e
incluso su propia estatua ecuestre aunque en Roma solo actuó como restaurador.
Durante los 36 años que duró su reinado Italia gozó de paz. Aunque ya en los últimos
años de su vida pudo contemplar cómo se preparaba una crisis de sucesión. Los
problemas surgidos en el gobierno de los ostrogodos fue aprovechado por el emperador
bizantino Justiniano que facilitó su intervención y posteriormente la de los lombardos.
Las monarquías consolidadas fueron:
Los godos: fueron de los primeros pueblos que fundaron estados duraderos. Partieron
del sur de Suecia y se instalaron en el actual litoral polaco. Pero durante el siglo III
comenzaron a tener contacto con los romanos al afincarse a lo largo del curso del
Danubio, donde proporcionaron reclutas a los ejércitos y cobraron tributos. El ataque
que sufrieron de los hunos en el año 375, obligaron a pedir asilo en el imperio, es
entonces cuando se produce la división de los godos: los visigodos que pasaron al
imperio y los ostrogodos que permanecieron al norte del Danubio.
Los visigodos: los visigodos ya instalados en la Tracia fueron presionados por el
emperador Valente que les impuso unas duras condiciones. Éstos se rebelaron,
venciendo en la batalla de Adrianópolis (9 de agosto de 378), donde Valente encontró la
muerte. A pesar de los foedus, siguieron realizando continuas incursiones, hasta que en
el 410, al no llegar a ningún acuerdo con el emperador Honorio, deciden atacar y
saquear Roma con Alarico al frente. Le sucede Ataúlfo cuyo objetivo era establecer la
reconciliación definitiva con los romanos, pero los problemas continuaban existiendo
entre los propios visigodos como lo demuestra su asesinado en Barcelona (415). Le
sucede Valia, que consigue un acuerdo con los romanos estableciendo un Estado dentro
del Imperio, el conocido “Reino visigodo de Tolosa”. Durante los reinados de
Teodorico I y II se respetaron los acuerdos y con Eurico (466-484) el reino de Tolosa
alcanzó su apogeo, aumentó su poder en la Galia y firmó su protectorado sobre España.
Durante el reinado de su hijo Alarico II (484-507) se consolida la dominación en España
pero hubo de hacer frente a los Francos y en la batalla de Vouillé en el 507, donde
pierden el reino de Tolosa y el nuevo enclave visigodo se sitúa en Toledo, que se
mantuvo hasta el 711 con la llegada de los musulmanes.
Los francos: pueblo germano de aparición tardía, de orígenes oscuros pero que ejercerá
una influencia notable y duradera en toda la historia de occidente. Se dice que provenían
de poblaciones situadas a orillas del Rin. Su infiltración fue lenta y persistente nada que
ver con los otros pueblos bárbaros. Unos fueron incorporándose al mundo romano
formando parte de su ejército y otros fueron colonizando las fronteras abandonadas del
Imperio. Su historia empieza con Clodoveo cuando asciende al trono (481-511)
heredado de su padre Childerico I e inaugura la dinastía Merovingia (heredada de su
abuelo Meroveo). Realizó varias campañas contra los germanos pero la más conocida es
la de Vouillé (507) en la que se apodera de Tolosa. Se casa con una católica, Clotilde lo
que supuso la conversión de todos los francos al catolicismo, se bautiza (496),
convirtiéndose en el primer reino bárbaro católico. Clodoveo se convierte en el brazo
armando de la iglesia y sus campañas en cruzadas frente a arrianos y paganos. Durante
su reinado hubo una gran expansión territorial desde el Rin al Atlántico y del Canal de
la Mancha hasta los Pirineos, aunque su expansión continuó hasta el año 560 con sus
sucesores. Este Estado fue el más duradero del occidente bárbaro debido al relativo
equilibrio entre sus elementos romanos y germánicos.
Anglos y sajones: al mismo tiempo que se realizan migraciones terrestres existen otros
movimientos en las zonas costeras de la Europa del Noroeste, protagonizada por
sajones, anglos y jutos, quienes desde la costa de Jutlandia y el Rin se dirigen a la
Bretaña oriental. Lo que se inició con la piratería terminó en conquista y colonización.
No hay una explicación clara sobre el motivo que provocó estos movimientos, se han
alegado causas geológicas y demográficas, progresos de la construcción naval o la
existencia de posibles tesoros monetarios. De los jutos se le atribuye la colonización de
Kent, la isla de Wight y una parte de Hampshire. El caso de los anglos se cree que
provienen de la costa oriental de Schlesvig (norte de Alemania) que desalojan al
emigrar hacia Britania. Finalmente los sajones ocuparon el tercio oriental de la isla. La
conquista de la isla debió de producirse a mediados del siglo V pero fue a finales del
siglo VII cuando la Inglaterra medieval estaba enteramente ocupada y la lengua inglesa
se había extendido por todas partes. Se extendió el paganismo y los reinos se
multiplicaban llegando a sumar más de 12. Siete de ellos formaron la heptarquía
anglosajona: 3 sajones (Essex, Sussex y Wessex), 3 creados por los anglos (Mercia,
Anglia Oriental y Northumbria) y el último fundado por los jutos (Kent).
Los lombardos: la invasión lombarda fue la última y la más devastadora. La historia
los sitúa a orillas del Elba aunque a finales del siglo V se hallaba en un sector de la
actual Austria. Su rey, Waco, adquiere prestigio internacional, casa a sus hijas con reyes
merovingios y mantiene buenas relaciones con Bizancio. Su expansión se vio
favorecida cuando Justiniano, emperador de Bizancio, destruye el Estado ostrogodo,
momento en el que los Lombardos conquistan Italia. En poco más de un año ocupan la
llanura del Po y toman Milán y dos años después arrebatan a los bizantinos Pavía.
Nunca formaron núcleos estables ni un estado coherente como el de los francos en la
Galia o el de los visigodos en España. Su final sobrevino con el expansionismo francés
de Carlomagno.

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