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LA ETICA Y LA CALIDAD DE VIDA Diego Gracia

El tema de mi ponencia es el de los problemas morales que tea el criterio de


calidad de vida, que desde los años 60 ha idquiriendo cada vez mayor
importancia en las discusiones morales sobre temas biológicos y médicos y
que hoy se utiliza en conntextos tales como el consejo genético, la planificación
familiar, la indicación del aborto, el infanticidio, la eutanasia,etc.

1. QUE ES CALIDAD DE VIDA?

El término "calidad de vida" comenzó a hacerse usual en el lenguaje culto de


los países occidentales a partir de los años cincuenta, y adquirió una
connotación semántica precisa en la década de los setenta. Hoy es expresión
casi tópica, que se utiliza en tres tipos de contextos y. con tres significados
distintos, que denominaré, de acuerdo con los actuales usos de la filosofía del
lenguaje, "descriptivo", "evaluativo" o "normativo", y "prescriptivo" o "moral".

Entiendo aquí el lenguaje "descriptivo" en el sentido de Richard Haré. Según él,


un término es descriptivo cuando designa una determinada clase de objetos, y
un juicio es descriptivo ruando su predicado o predicados son términos
descriptivos y se hallan expresados en indicativo. En tanto que término
descriptivo, calidad, que viene del latín qualitas, significa aquello que convierte
a una persona en cuál, por tanto lo que la individúa y diferencia de los demás
seres, su diferencia específica. EN ESTE SENTIDO, la cualidad por
antonomasia del ser humano es la razón, de modo que calidad de vida viene a
identificarse con racionalidad (en el sentido amplio del término, que incluye
también los sentimientos específicamente humanos y la voluntad). En este
primer nivel, puramente descriptivo, calidad de vida es sinónimo de vida
humana (a diferencia de vida infrahumana). Así, la American Medical
Association ha utilizado la expresión calidad de vida, en este sentido
meramente descriptivo y meramente neutro, para designar la condición
humana del enfermo, a veces degradada y hasta anulada por el propio proceso
de la enfermedad y por la cada vez más compleja y agresiva intervención de la
actual medicina.

Sobre ese sentido básicamente descriptivo, la expresión calidad de vida tiene


otro de carácter "evaluativo" o "normativo". Por lenguaje "evaluativo" entiendo
aquél que tiene un carácter valorativo, y por tanto no-descriptivo, y que sin
embargo, carece de sentido prescriptivo o moral. El lenguaje evaluativo no se
refiere a los "hechos" (facts) sino a los "valores" (valúes); y puesto que después
vamos a hablar de modo específico del valor moral, aquí entendemos por
lenguaje evaluativo el que se refiere a los valores no morales. En las
proposiciones evaluativas se utiliza frecuentemente el verbo "debe", pero sin
sentido moral. Así, cuando se dice: "La insulina debe administrarse por vía
parenteral", o "Los tornillos de acero deben tener tal resistencia", se están
formulando proposiciones valorativas, pero sin contenido moral directo. Es,
pues, un lenguaje intermedio entre el puramente descriptivo y el puramente
prescriptivo o moral. Por no tener carácter prescriptivo, en este tipo de lenguaje
son mucho menos graves las consecuencias de la llamada por Moore "falacia
naturalista", razón por la cual sus proposiciones suelen convertirse en notas de
carácter descriptivo o naturalista. Así, la primera proposición evaluativa que
hemos formulado, se puede convertir en esta otra descriptiva: "La insulina no
se absorbe por vía digestiva". Lo mismo cabe decir de las demás.

Calidad es un término evaluativo. La calidad puede evaluarse. Es obvio que si


hay niveles mayores o menores de calidad, deben establecerse criterios para
su evaluación. Estos criterios se han introducido en el lenguaje de las ciencias
humanas a partir de los métodos de control de calidad utilizados en los proce-
sos industriales. Los métodos estadísticos para medir la calidad de la vida
humana son básicamente los mismos que los utilizados para el control de
calidad de los alimentos o de los aceros; sólo cambian las variables por medir.
La determinación de estas últimas ha sido tema clásico de las ciencias
económicas y sociales y de las últimas décadas. Se diferenciaron dos tipos de
factores, los positivos, aquellos cuyo crecimiento va seguido de aumentó de la
calidad de vida, como la riqueza económica, y otros negativos, por ejemplo la
cantidad de población, que si crece hace disminuir la riqueza por persona y, de
alguna manera, el bienestar y la calidad de vida. Como indicador fundamental
del bienestar de las personas se eligió el PNB, el índice de riqueza de las
naciones. Pueblos con elevado PNB habían de gozar por definición de gran
bienestar, en tanto que las sociedades con pequeña renta por habitante se
consideraba que poseían poco bienestar, o lo que es lo mismo, que sufrían
mucho malestar.

Pero esto dista de ser evidente. De hecho, en las últimas décadas hemos
asistido al sorprendente fenómeno de ver cómo el incremento acelerado del
producto nacional bruto puede provocar una degradación tal del medio natural
que haga disminuir muy sensiblemente la calidad de vida de sus habitantes. La
renta nacional no es buen índice de la calidad de vida de los hombres. En los
movimientos radicales de izquierda, cada vez más relacionados con los grupos
ecologistas, al PNB se le hace sinónimo de "polución nacional bruta". De ahí
que desde 1972 se hayan venido proponiendo correcciones a ese índice. En
ese año dos economistas de la Universidad de Yale, William Nordhaus y James
Tobin propusieron un nuevo índice, en NNW (Net National Wel-fare), que
Samuelson ha rebautizado como Net Economic Welfare (NEW) o "Bienestar
Económico Neto" (BEN). Se trata de un ajuste del PNB en el que se tienen en
cuenta como sustraendos los inconvenientes de la urbanización, la
contaminación encubierta y los costos ecológicos, y como sumandos la
disminución de las horas de trabajo, el aumento del ocio, etc. Estos últimos
factores hacen disminuir el PNB (ya que a menor número de horas trabajadas,
menor incremento de la riqueza económica), en tanto que aumentan el BEN,
pues se supone que el ocio va seguido de satisfacciones psíquicas y culturales
que aumentan el bienestar y la calidad de vida. Por el contrario, hay. factores
que rebajan el BEN respecto del PNB tradicional, el cual aparece así como un
índice sobrestimado, ya que mide los "bienes" (por ejemplo, la producción de
acero), pero no los "males" que genera la manufactura de esos bienes (la
contaminación del aire, la lluvia acida, etc.). Naturalmente, el BEN crece mucho
más despacio que el PNB. Y, naturalmente también, llegará un momento en
que el progreso del PNB irá seguido de una disminución del BEN. Para ciertos
autores como Forrester, ese momento ya ha llegado y viene a coincidir con el
inicio de la gran crisis económica de los años setenta.
Pero los índices como el PNB y el BEN tienen todo un mismo defecto, y es que
evalúan la calidad de vida en términos monetarios. Para evitar esto, el Instituto
de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social propuso en
1970 un índice de nivel-de-vida o de calidad-de-vida, midiendo los ítems en
unidades naturales, valorándolos en escalas móviles. Este método se utiliza
mucho en investigaciones realizadas a niveles sub-nacionales (regionales,
etc.). Por su parte, los sociólogos y antropólogos han puesto a punto métodos
de medida dé la calidad de vida en tanto que percibida por las propias
personas, denominados Perceived Quality of Life: Allardt (1973), Abrams
(1976), Campbell, Converse y Rodgers (1976) y Withey (1976). Hay, fi-
nalmente, otro método de abordaje de la calidad de vida, los llamados Systems
of Social Indicators, el más importante de los cuales es el SPES, de 23
indicadores en nueve áreas, desarrollado por la OCDE Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 1973, 1976).

A la vez que iban madurando todos estos métodos de abordaje del tema de la
calidad de vida, los políticos empezaban a incorporarlo a sus programas. Esto
sucedió en los Estados Unidos en los debates en torno a la "sociedad opulenta"
(affluent society), la "Nueva Frontera" (New Frontier) y la "Gran Sociedad"
(Great Society). Un portavoz de la Gran Sociedad de Lyndon Johnson lo
expresó de la siguiente manera: "La tarea de la Gran sociedad está en
asegurar a nuestro pueblo el clima, las capacidades y las estructuras sociales
que le darán oportunidad de perseguir su felicidad individual. Por ello, la Gran
Sociedad no se preocupa con el cuánto, sino con el cómo de bueno; no con la
cantidad de bienes (quantity of goods), sino con la calidad de nuestras vidas
(quality of our Uves)". Poco después, en 1966, B. Gross hacia esta predicción:
"Se puede predecir de modo confidencial que en los años 70 habrá variados
programas de la 'Gran Sociedad' —a muy diferentes niveles— tanto en la
Europa del Este como en la del Oeste. Del mismo modo que el anterior objetivo
nacional de 'estabilidad económica' (o desarrollo), los actuales objetivos es
seguro que se extenderán a las varias formas de 'vida buena'". Y, en efecto, en
los años 70, sobre todo a partir de la crisis económica de 1973, las políticas
nacionales empezaron a plantearse como objetivo no ya la expansión eco-
nómica, sino el incremento del bienestar individual.

3. Apoyándose en su condición de índice estadístico de orden económico y


social, el término calidad de vida tiene otra rigurosamente ética, prescriptiva,
que permite diferenciar lo bueno de lo malo, lo que se debe hacer de lo que no
se debe hacer, lo permitido de lo prohibido. Entiendo por lenguaje "prescriptivo"
al propio de los principios éticos. Como características tiene:

a. El no designar ninguna clase de entes u objetos (lenguaje ontológico), sino


definir principios de deber ser o de acción (lenguaje deontológico);

b. este lenguaje no tiene carácter "indicativo" sino "imperativo";

c . no puede ser deducido desde proposiciones meramente descriptivas (por


impedirlo la "falacia naturalista").
El lenguaje de los principios morales es prescriptivo. Pero no todo lenguaje
moral es prescriptivo. Por eso los filósofos analíticos aconsejan distinguir entre
el nivel de los principios éticos (prescriptivo) y el nivel descriptivo de los hechos
morales. Esta última es la "moral de hechos"; aquélla, la "ética de principios".
También pueden llamárselas "ética normativa" y "metaética", o "ética de
contenidos" (o material) y "ética formal".

Cuando decimos que la calidad de vida tiene sentido prescriptivo, queremos


afirmar que se ha convertido en un criterio o principio moral. La calidad de vida
no es sólo un índice estadístico, sino también una "norma de moralidad".
Veamos con qué sentido.

La vida ha sido siempre un "valor" muy apreciado. La práctica totalidad de las


culturas han "estimado" la vida. Parece natural, pues, pensar que es bueno
todo aquello que va a favor de la vida y malo lo que va en contra suya o la pone
en peligro. Pero a pesar de las apariencias, las cosas no son exactamente así.
La vida ha de definirse primariamente como un valor de los que a comienzos
de siglo se llamaron "vitales", y no como un valor "moral". En tanto que "valor
vital", la vida puede definirse como lo opuesto a la muerte, es decir, como el
conjunto de procesos metabólicos que mantienen en actividad las llamadas
funciones vitales: respiración, circulación, digestión, sensación, etc.
ciertamamente, la vida puede también definirse como "valor moral", pero
entonces la definición será otra. Richard McCormick propone la siguiente: "un
estado (o capacidad) de actividad humana de bienestar (well-being)".
Adviértase la diferencia: hay estados como por ejemplo la vida vegetativa, el
coma profundo, que cumplen con la definición biológica de vida, pero no con la
definición moral.

Como escribe McCornick, "si 'vida' significa sólo metabolismo y procesos


vitales, entonces ¿que sentido puede tener decir que es un 'bien en sí mismo'?
Si por esto se quiere significar un bien que debe ser protegido
independientemente de cualquier capacidad para la experiencia consciente,
creo con sinceridad que se está defendiendo una pura y simple forma de
vitalismo, una mentalidad que defiende la vida (entendida como simples
procesos vitales), abstracción hecha de las condiciones reales del paciente.
Uno puede y, en mi opinión, debe decir que la persona es siempre un valor
incalculable, pero que en ciertas circunstancias la prolongación de la vida física
no supone ningún beneficio. Más aún, el prolongar la 'vida' pueda fácilmente
ser un asalto a la persona y a su dignidad. Por tanto, frases como 'el bien o el
valor de la vida en sí misma' son confusas en estas discusiones", es decir, en
las morales. Hasta aquí la cita de McCormick. La "vida" sin más es un "valor
vital'^pero no necesariamente un "valor moral". Por eso al término "vida" se le
han ido añadiendo diferentes cualificaciones, como "santidad de vida",
"cantidad de vida" y "calidad de vida".

Calidad de vida y Santidad de vida.

El primer criterio de moralidad referente a la vida, el más clásico y aceptado,


parece ser el de la "santidad de vida". La práctica totalidad de las religiones
históricas han considerado la vida como un don de Dios, y por tanto como algo
santo, sagrado, contra lo que no pueda atentar so pena de enfrentarse a Dios.
Esto es particularmente claro en la tradición religiosa que más ha influido en
nuestra cultura occidental, la propia del pueblo de Israel. La tradición bíblica
eleva la vida a la categoría máxima, la de gracia de Dios o don sagrado. La
vida es un "valor religioso" primordial y prioritario.

Evidentemente, el término "santidad de vida" tiene en principio un sentido que


no es moral sino religioso. La vida es un valor religioso porque es un don de
Dios. Pero no cabe duda de que de ese valor religioso puede deducirse un
criterio moral. Así, por ejemplo, Julián N. Hartt, en el trabajo que en 1979 pu-
blicó en el Journal of Medicine and Philosophy con el título de "Creation,
Creativity, and the Sanctity of Human Life", define así el criterio moral de la
santidad de vida: "El criterio cristiano de la santidad de vida afirma que
cualquier acto humano por el que se pone fin a una vida 'antes de tiempo' es
malo y no puede ser justificado por ningún tipo de razonamiento moral. Pues el
disponer de la vida es una prerrogativa divina: el quitar la vida, como el darla,
es un derecho inalienable de Dios; ambos son partes de sus designios. Por
tanto, la administración humana de la muerte es un negocio peligroso. Y por lo
mismo, la intervención en el proceso normal de la vida reproductiva es
igualmente peligrosa. El riesgo en ambos casos es olvidar que los seres
humanos son criaturas, y comenzar a actuar como dioses".

El lector se preguntará, naturalmente, cómo se compagina eso con la doctrina


tradicional sobre la guerra justa, la pena de muerte, etc. La respuesta a esta
pregunta tan simple no es fácil. Pues una de dos, o se sitúa junto al criterio
moral de la santidad de vida otro, como por ejemplo el de la "justicia", y se
resuelven los problemas mediante la metodología del "conflicto de valores" (lo
cual permitiría entender por qué a veces se atenta contra la vida, a pesar de
que la definamos como santa), o si no hay que decir que la santidad de vida es
un valor religioso, pero no es primaria y formalmente un criterio moral. ¿Qué
significa santidad de vida, se pregunta Clouser? ¿Un sentimiento? ¿Un valor?
¿Un derecho? ¿O no será más bien algo más simple que todo eso, una
orientación general hacia la vida, una especie de división del mundo? De ser
esto así, como piensa Clouser, lo único que significa es que la vida debe ser
protegida, y que no puede a nadie privarse de ella sin razón suficiente. Clouser
piensa que por santidad de vida se pueden entender estas cinco cosas:
— Que la vida es preciosa;
— que se debe respetar;
— que debe ser protegida;
— que no debe privarse a nadie de ella sin adecuada justificación;
— que a cada ser vivo se le presume el derecho a la vida.

Naturalmente, carácter moral no tienen más que las dos últimas proposiciones,
que además son equivalentes. Pero si el criterío moral de la santidad de vida
dice que no debe privarse a nadie de ella sin adecuada justificación, entonces
hay que especificar qué puede entenderse por "justificación adecuada". Según
Clouser, "es oscuro si 'santidad de vida' significa que la vida deba de
protegerse a toda costa, o bien que la calidad de vida debe protegerse a toda
costa (aún en el caso de que esto requiera el sacrificio de otras vidas). Los
argumentos basados en la calidad de vida se utilizan para permitir el aborto,
dejar morir a los minusvalidos , determinar las prioridades de la política
sanitaria durmiendo cómo debe gastarse el dinero (diciendo, por ejemplo que
en los ancianos tanto como en los jóvenes). Con frecuencia se piensa que todo
esto se opone al argumento de la 'santidad de vida'. Pero entonces los
partidarios de la calidad de vida podrían llamar al criterio de 'santidad de vida'
en su auxilio, afirmando que la vida humana es tan especial que no debe ser
degradada, y que existen formas y condiciones de vida que no vale la pena
vivir. Esto demuestra la ambigüedad del criterio de la 'santidad de vida', que
puede utilizarse en contra de sí mismo".

¿Qué se deduce de todo esto? Se deduce, en mi opinión, que ambos criterios,


el de la "santidad de vida" y el de la "calidad de vida" no son contradictorios
entre sí, como se ha querido hacer ver con harta frecuencia, sino más bien
complementarios. Como hace años escribió el gran moralista norteamericano
Richard McCormick, "realmente, ambos acercamientos no deben verse como
contrapuestos. El criterio de la calidad de vida debe contemplarse desde la
reverencia y el respeto a la vida, como una extensión del propio respeto por la
santidad de vida. Sin embargo, hay ocasiones en que preservar la vida de
quien se halla incapacitado para los aspectos de la vida que consideramos
humanos, es una violación de la propia santidad de vida. Por tanto, separar los
dos aspectos y denominar a uno santidad de vida y al otro calidad de vida es
una falsa escisión intelectual que muy fácilmente sugiere que el término
'santidad de vida' se está usando de forma exhortatoria".

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Calidad de vida

La calidad de vida se define en términos generales como el bienestar, felicidad


y satisfacción de un individuo, que le otorga a éste cierta capacidad de
actuación, funcionamiento o sensación positiva de su vida. Su realización es
muy subjetiva, ya que se ve directamente influida por la personalidad y el
entorno en el que vive y se desarrolla el individuo. Según la OMS, la calidad de
vida es "la percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el
contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con
sus expectativas, sus normas, sus inquietudes. Se trata de un concepto muy
amplio que está influido de modo complejo por la salud física del sujeto, su
estado psicológico, su nivel de independencia, sus relaciones sociales, así
como su relación con los elementos esenciales de su entorno".

Indicador de calidad de vida

Un indicador común para medir la calidad de vida es el Índice de Desarrollo


Humano (IDH), establecido por las Naciones Unidas para medir el grado de
desarrollo de los países a través del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), cuyo cálculo se realiza a partir de las siguientes variables:

 Vida larga y saludable (medida según la esperanza de vida al nacer).


 Educación (medida por la tasa de alfabetización de adultos y la tasa
bruta combinada de matriculación en educación primaria, secundaria y
superior, así como los años de duracíón de la educación obligatoria).
 Nivel de vida digno (medido por el PIB per cápita en dólares).

Existen otros indicadores de calidad de vida tales como:

Mortalidad, Morbilidad, Analfabetismo, Alimentacion, Asistencia medica,


Escolarización- nivel de educacion, Vivienda- tipo de vivienda , Seguridad
ciudadana, libertad, medio ambiente, vivienda, trabajo adecuado con salario
fijo, seguridad social, acceso a los servicios gubernamentales, saneamiento
básico ( agua, luz, alcantarillado, gas, telefono), recreación-descanso, respeto
a sus derechos humanos, la propiedad privada. Exige salir del nivel de
indigencia y de pobreza.

La misión de la Calidad de Vida es medir: la seguridad en la alimentación y en


la salud, principalmente; la disponibilidad y el uso del agua, el sentimiento de
pertenencia a un grupo social; el deseo de poseer cosas materiales, es decir de
propiedad; el deseo de comunicación; el de educación; la necesidad de
proteger y preservar el medio ambiente. Involucrando las áreas de nutrición,
salud, educación, derechos humanos, seguridad social, vivienda, seguridad
laboral.

La calidad de vida de una población esta estrechamente relacionado con


su Desarrollo Humano.

Definición de desarrollo humano

Proceso por el que una sociedad mejora las condiciones de vida de sus
ciudadanos a través de un incremento de los bienes con los que puede cubrir
sus necesidades básicas y complementarias, y de la creación de un entorno en
el que se respeten los derechos humanos de todos ellos.

Es la cantidad de opciones que tiene un ser humano en su propio medio, para


ser o hacer lo que él desea ser o hacer. A mayor cantidad de opciones mayor
desarrollo humano, a menor cantidad de opciones, menor desarrollo humano.
El Desarrollo Humano podría definirse también como una forma de medir la
calidad de vida del ente humano en el medio en que se desenvuelve, y una
variable fundamental para la calificación de un país o región.

Los países con el IDH más alto son Islandia, Noruega, Australia, Suecia,
Canadá y Japón. De Latinoamérica, Argentina, Chile, Uruguay y Costa Rica.

En el informe publicado en 2007 el índice de desarrollo humano fluctuaba entre


Islandia con un índice de 0,968 en la primera posición al 0,336 de Sierra Leona
en el puesto 177.

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A lo largo del tiempo, el concepto de Calidad de Vida ha sido definido como la
calidad de las condiciones de vida de una persona, como la satisfacción
experimentada por la persona con dichas condiciones vitales, como la
combinación de componentes objetivos y subjetivos, es decir, Calidad de Vida
definida como la calidad de las condiciones de vida de una persona junto a la
satisfacción que ésta experimenta, y, por último, como la combinación de las
condiciones de vida y la satisfacción personal ponderadas por la escala de
valores, aspiraciones y expectativas personales, no obstante, se estarían
omitiendo aspectos que intervienen directamente con la forma de interpretar o
no las situaciones como positivas o no, es decir, aspectos que influyen la
escala de valores y las expectativas de la personas: la cultura.
Adicionando a las concepciones anteriores el aspecto cultural, se propone el
siguiente modelo de calidad de vida: considerando a priori que ya existe
cobertura de ciertas necesidades básicas para la sobrevivencia del ser
humano, ya que si ellas no se encuentran cubiertas no puede ascenderse o
construir. Pues bien, Se concibe al ser humano inmerso dentro de sociedad
enmarcada en un lugar determinado (físico e histórico) y una cultura que ha
adquirido mediante socialización; ambos elementos regulan e incluso limitan -si
bien no de forma terminante- las concepciones de mundo del sujeto. Desde
esta arista, el sujeto se ubica para evaluar más o menos conciente lo que le
acontece y, sin duda, no es sencillo, puesto que aquel proceso se encuentra
mediado por una cantidad de factores anexos a los globales antes
mencionados, por nombrar algunos: el nivel evolutivo, la comparación con
otros, su historia personal, el momento actual, las expectativas futuras, etc.
Todo ello se conjuga y permiten que el sujeto a cada momento de la vida, la
conciba de cierta forma, y la vivencie acorde a dicha evaluación. Por último, si
bien se ha planteado calidad de vida desde una evaluación mediada por una
multiplicidad de factores, no podemos obviar las características personales, el
estado que se adiciona al resto de los factores antes mencionados
complejizando más aun este proceso, desde aquí recatamos la subjetividad,
esta forma de concebir el mundo tan particular como humanos existen en la
Tierra, que a la vez está mediada por el proceso de socialización y la cultura en
la cual se desenvuelve y lo regula.
Pues bien, la calidad de vida es una categoría multidimensional, presupone el
reconocimiento de las dimensiones materiales, culturales, psicológicas y
espirituales del hombre, combate el concepto de hombre unidimensional y
uniforme y obliga a desplegar mucha creatividad para aprender la diversidad
humana.
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Si la calidad de vida tiene que ver con la satisfacción de las necesidades
observemos como Maslow las clasifica en su Teoria de la Piramide
La Pirámide de Maslow
Es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en su obra: Una
teoría sobre la motivación humana (A Theory of Human Motivation) de 1943, que
posteriormente amplió.
Maslow formula en su teoría una jerarquía de necesidades humanas y defiende
que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos
desarrollan necesidades y deseos más elevados.

Teoría jerárquica de las necesidades de Maslow

La jerarquía de necesidades de Maslow se describe a menudo como una


pirámide que consta de cinco niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser
agrupados como «necesidades de déficit» (deficit needs o D-needs); al nivel
superior lo denominó «auto-actualización», «motivación de crecimiento», o
«necesidad de ser» (being needs o B-needs). «La diferencia estriba en que
mientras las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, la necesidad de ser
es una fuerza impelente continua».

La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan
nuestra atención sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la
pirámide. Las fuerzas de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en
la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades
prepotentes hacia abajo en la jerarquía. Según la pirámide de Maslow
dispondríamos de:

* Necesidades fisiológicas

Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (referente


a la salud); dentro de estas, las más evidentes son:

 Necesidad de respirar, beber agua, y alimentarse.


 Necesidad de mantener el equilibrio del pH y la temperatura corporal.
 Necesidad de dormir, descansar, eliminar los desechos.
 Necesidad de evitar el dolor y tener relaciones sexuales.
* Necesidades de seguridad y protección

Estas surgen cuando las necesidades fisiológicas se mantienen compensadas.


Son las necesidades de sentirse seguro y protegido; incluso desarrollar ciertos
límites de orden. Dentro de ellas se encuentran:

 Seguridad física, de salud.


 Seguridad de empleo, de ingresos y recursos.
 Seguridad moral, familiar, de propiedad privada.

* Necesidades de afiliación y afecto

Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades
de asociación, participación y aceptación. Se satisfacen mediante las funciones
de servicios y prestaciones que incluyen actividades deportivas, culturales y
recreativas. El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse,
ser parte de una comunidad, de agruparse en familias, con amistades o en
organizaciones sociales. Entre estas se encuentran: la amistad, el
compañerismo, el afecto y el amor.

* Necesidades de estima

Maslow describió dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja.

 La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e


incluye sentimientos tales como confianza, competencia, maestría,
logros, independencia y libertad.

 La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la


necesidad de atención, aprecio, reconocimiento, reputación, estatus,
dignidad, fama, gloria, e incluso dominio.

La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el


complejo de inferioridad.

* Auto-realización o auto-actualización

Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para
denominarlo: «motivación de crecimiento», «necesidad de ser» y «auto-
realización».

Son las necesidades más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, y a


través de su satisfacción, se encuentra un sentido a la vida mediante el
desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles
anteriores han sido alcanzados y completados, al menos, hasta cierto punto.

* Personas auto-realizadas

Maslow consideró auto-realizados a un grupo de personajes históricos que


estimaba cumplían dichos criterios: Abraham Lincoln, Thomas Jefferson,
Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Eleanor Roosevelt, William James, entre
otros.

Maslow dedujo de sus biografías, escritos y actividades, una serie de


cualidades similares; estimaba que eran personas:

 centradas en la realidad, que sabían diferenciar lo falso o ficticio de lo


real y genuino;
 centradas en los problemas, que enfrentan los problemas en virtud de
sus soluciones;
 con una percepción diferente de los significados y los fines.

En sus relaciones con los demás, eran personas:

 con necesidad de privacidad, sintiéndose cómodos en esta situación;


 independientes de la cultura y el entorno dominante, basándose más en
experiencias y juicios propios;
 resistentes a la enculturación, pues no eran susceptibles a la presión
social; eran inconformistas;
 con sentido del humor no hostil, prefiriendo bromas de sí mismos o de la
condición humana;
 buena aceptación de sí mismo y de los demás, tal como eran, no
pretenciosos ni artificiales;
 frescura en la apreciación, creativos, inventivos y originales;
 con tendencia a vivir con más intensidad las experiencias que el resto de
la humanidad.

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