Professional Documents
Culture Documents
Las enfermedades, las crisis familiares, la falta de resultados financieros, los quiebres en
relaciones amorosas, el desempleo, la ausencia de logros o el no saber qué hacer en
determinadas circunstancias, ¿que tienen en común?
Todas son parte de lo que se conoce como ÉPOCAS DIFÍCILES DE LA VIDA.
Pueden venir en cualquier momento e instalarse por largo tiempo. ¿Qué hacer? Hoy
veremos a cuatro hombres leprosos ––que de por sí su vida ya era difícil–– que supieron
levantarse y enfrentar una crisis nacional, crisis que les afectaba a ellos también.
¿Le gustaría saber qué hicieron para salir adelante? ¿quisiera conocer algunas claves para
enfrentar, al igual que ellos las épocas difíciles? ¿estaría dispuesto a acompañarme a
descubrir las acciones que estos hombres leprosos llevaron a cabo en momentos de
mucha angustia? Entonces sígame en este sermón que de seguro traerá luz a su vida.
1
11 Los porteros gritaron, y lo anunciaron dentro, en el palacio del rey.
INTRODUCCIÓN.
El trasfondo histórico del pasaje.
Corría el siglo VIII a.C. El poderoso imperio Sirio sitió (rodeó) la capital de Israel,
Samaria. Por largos meses los caminos y ríos de Samaria fueron bloqueados, poco
a poco el hambre comenzó a hacer presa de los israelitas a tal punto que las
cabezas de los asnos y el estiércol de las palomas se vendían a precios muy altos
(2ª Reyes 6:24-30), incluso el canibalismo se dejó ver entre los samaritanos sitiados
(las mujeres cocinaban a sus hijos para comérselos, 2ª Reyes 6:26-29).
El profeta Eliseo inspirado por Dios emite un mensaje de esperanza para el pueblo
oprimido: “Jehová mostrará su poder a través de medios insospechados” (2ª reyes
7:1-2). Esto nos enseña que “Dios utiliza lo ordinario para realizar lo
extraordinario”.
El hambre y la sed serían aplacadas por Dios, pero para esto el Señor se valdría de
cuatro leprosos, hombres afectados por una de las enfermedades más terribles de
todos los tiempos para llevar a cabo su plan. Cabe hacer notar que para los
tiempos antiguos los leprosos simbolizaban “la maldición de los dioses”, esta regla
no era una excepción en Israel. Dios nos quiere dar una lección aquí: “Él convierte
nuestra maldición en bendición”.
Estos cuatro hombres leprosos estaban afuera de la ciudad, no se les permitía
entrar por eso pasaban sus días en la puerta de Samaria viviendo de las limosnas;
pero fueron ellos precisamente los elegidos por Dios para salvar a Israel (2ª Reyes
7:9-20).
2
“—¿De qué nos sirve estar aquí sentados esperando la muerte?”. Esta pregunta podría
traducirse así: ¿Para qué estoy aquí? ¿Cuál es el propósito de mi enfermedad? ¿Qué
sentido tiene el estar viviendo esta situación?
Los problemas pueden hacer que toquemos fondo, deprimirnos, frustrarnos,
entristecernos y experimentar toda clase de sentimientos negativos; sin embargo los
problemas son parte de la vida, las épocas malas también. De ahí que tenemos dos
opciones cuando las crisis vengan:
1. Dejarnos tumbar por ellas o bien,
2. Sacar lecciones de los problemas, aprender a ser más fuertes, más persistentes, a
tener fe. Lo que trato de decirles es sencillo: dale sentido a tus crisis.
Podemos notar que con toda resolución los leprosos decidieron actuar, ellos
se levantaron y fueron al campamento militar de los sirios.
¿Qué aprendemos?: No basta las buenas intenciones, éstas deben ponerse en marcha.
“Cuando el hombre actúa, Dios también actúa”. Dios no utiliza a los pasivos, sino a los
activos. Dios no utiliza a gente desocupada, sino a los más ocupados. Entonces, ¿qué
hacer para enfrentar la crisis? Ponte en acción, sé proactivo: “Si nada está sucediendo es
tiempo que hagas que las cosas sucedan”, porque quedándote quieto cuando deberías
moverte hará que la crisis se agudice cada vez más.
3
4ª LECCIÓN: Entiende que Dios obra de Maneras Misteriosas (vv. 6-7).
“El Señor había hecho que los sirios escucharan el sonido de carros, caballos y un
gran ejército. Por eso los sirios se dijeron: «El rey de Israel contrató a los hititas y a
los egipcios para atacarnos» y salieron huyendo esa tarde dejando todo atrás.
Abandonaron sus carpas, caballos y asnos, y escaparon”.
Cuán grande fue la sorpresa de los leprosos al ver el obrar de Dios, el campamento de los
sirios fue abandonado y en él quedaron la comida, dinero, caballos y muchas cosas más.
Esto nos enseña que “Dios es el maestro de las soluciones milagrosas” y que gusta de
sorprender a los humanos con sus portentos inexplicables. Por eso no pierdas tu tiempo
tratando de entender el accionar del Señor, más bien agradece y ten expectativa de que
un milagro sucederá y éste vendrá en el momento menos esperado y de la forma más
insospechada.
4
Los leprosos no fueron egoístas con lo que habían descubierto, ellos reflexionaron y
dijeron: «No estamos actuando bien. Hoy es un día de buenas noticias y nosotros
guardamos silencio. Si esperamos hasta el amanecer, se descubrirá que somos culpables.
Entremos ahora al palacio y demos aviso».
No hay que ser mezquinos en la vida, si queremos afrontar las épocas difíciles y salir
victoriosos debemos compartir las bendiciones a los demás (la clave es “dar en vez de
guardar”). El egoísmo, la tacañería, la avaricia no sólo se manifiesta en cuestiones de
dinero sino en todo tipo de áreas.
¿Qué habría pasado si lo leprosos hubiesen guardado silencio? De seguro todos los
habitantes de Samaria habrían muerto pero ellos decidieron ser “puente de bendición”, y
eso es precisamente lo que debemos nosotros hacer, permitir que las bendiciones
recibidas también lleguen a otros. Aprende a compartir una idea, una conexión, una
recomendación, una oración, un aporte financiero, una palabra de ánimo, una invitación,
un consejo; comparte tu compañía, tu tiempo, tu habilidad, lo que sabes hacer; en otras
palabras “procura que a los demás les vaya bien, si lo haces a ti también te irá bien”. Eso
es ser un puente de bendición.
CONCLUSIÓN.
Cuatro hombres leprosos nos han dado tremendas lecciones de vida, lecciones que les
fueron útiles para enfrentar épocas difíciles y lo pueden ser hoy también para quienes
estén enfrentando grandes problemas. Repasemos cada una de las acciones de los
leprosos y con ello damos por terminado el sermón:
1º Dale sentido a la crisis que estás viviendo
2º Elabora estrategias para salir adelante
3º No te quedes ahí parado, ¡Actúa!
4º Entiende que Dios obra de Maneras misteriosas
5º Disfruta las bendiciones a pesar de
6º Sé un puente de bendición para los demás