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Análisis de Steiner

Difundido en los años 50 por Cecil C. Steiner.


Se basó en los trabajos de Northwest, Downs, Wylie Reídle, Margolis y otros.
En su análisis presentaba las mediciones en un patrón de tal forma que no solo destacaba
las mediciones individuales, sino también las relaciones existentes entre ellas determinando la
naturaleza, ubicación y extensión de las anormalidades dentofaciales, para la cual ofreció pautas
específicas para poder aplicar las mediciones cefalométricas a la planificación por medio del
establecimiento de metas de tratamiento específico. 9
Usó el plano SN como base para medir otros ángulos, según él por ser un plano fácil de
localizar y no Frankfort el cual es un plano que
tiene un valor limitado debido a la dificultad
de hallar el punto más inferior en el límite
de la órbita y la posición variable del porion;
además de que con el diverso tipo de luz y
sombra lo convierten en un punto poco fiable.
Pero se debe mencionar que SN, es decir la
base craneal anterior, no es estable durante el
crecimiento, aunque es bien sabido que cambia
poco después del cuarto o quinto año de vida.
Él justifica el uso de SN por ser una línea de
referencia donde sus puntos se desvían poco
de su posición fija en el cefalostato.12
Steiner realiza un estudio basado en el análisis
esqueletal, dental y estético.
Fig. 6 Línea SN
Análisis Esqueletal
La primera medición es el ángulo SNA, que
indica la posición anteroposterior del hueso
maxilar en relación con la parte anterior de la
base craneal. El valor establecido como normal
es de 82 ± 2°. Por lo tanto, si un paciente tuviera
un ángulo SNA superior a 84°, se interpretaría
como protrusión maxilar, mientras que valores
inferiores a 80° se consideraría retrusión
maxilar. A Steiner no concierne importante
el ángulo SNA tanto como a ANB porque en
sí solo muestra si la cara protruye o retruye
debajo del esqueleto.
También se emplea el ángulo SNB para valorar
la posición anteroposterior de la mandíbula,
cuyo valor normal es de 80 grados. Pero habla
en su resumen de la importancia de saber
cuál es la localización de la mandíbula y su
relación con otras estructuras. Para esto toma
ideas prestadas de Wylie y forma una línea
desde el punto más distal de la cabeza del
cóndilo y la traza perpendicular a la línea SN,
esa intersección se llamará entonces Punto
E. Se expresa la localización mesiodistal del
cóndilo. A su vez para interpretar aún mejor
su dimensión anteroposterior se proyecta el
punto más anterior del cuerpo de la mandíbula
(Pg: dependiente) a la línea SN y a ese punto
lo llamaron L. Por último miden SND (D es el
Revista Científica • Principales análisis cefalométricos utilizados para el diagnóstico ortodóntico
Juan B. Barahona Cubillo, Johanna Benavides Smith
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punto localizado en el centro de la sección
transversal del cuerpo de la sínfisis. Representa
la localización anteroposterior del cuerpo
mandibular y evalúa cambios de posición), el
cual tiene una norma de 76 o 77 grados.12
El punto D puede también ser usado para
determinar cambios en la posición de los
dientes mandibulares, y se traza perpendicular
a línea Go-Gn, y lo llamaron línea D.
La diferencia entre SNA y SNB es el ángulo
ANB que indica la magnitud de la discrepancia
maxilar esquelética al relacionar la maxila con
la mandíbula, la norma es de 2º.14
Para determinar la relación vertical
mandibulocraneal usa el ángulo SN /plano
mandibular (Go-Gn), la norma es de 32º. El
plano mandibular lo determina entre estos dos
puntos, pues considera que es representativo
tomar la masa o el cuerpo mandibular que en
sí el borde inferior de la mandíbula, el cual a
su vez para Steiner no es una línea.13
El plano oclusal lo relaciona a la base craneal
anterior (SN-Oclusal) y así determina la
oclusión con respecto a la cara y al cráneo. Su
norma es de 14º.

Es fácil reconocer a un prógnata, ya que tiene la mandíbula prominente o más grande de lo


normal, pero lo que puede resultar más complicado es entender los problemas que sufre
quien vive esta anomalía ósea, pues enfrenta dificultades para masticar, respirar e incluso
para hablar normalmente.

El prognatismo puede ser hereditario o bien presentarse durante el desarrollo por


formaciones deficientes de los huesos de la cara. El resultado principal de este defecto óseo
es la mala alineación de la mandíbula y el maxilar superior, así como baja posición de la
lengua, lo que acarrea alteraciones al ocluir (cerrar) la boca, con las consecuentes
dificultades para morder, masticar y hablar.

Igualmente habrá dolor articular, asimetría facial y, en alto porcentaje de casos, problemas
psicológicos, ya que el afectado se encuentra a disgusto con su apariencia, puesto que el
labio superior se hace menos prominente y su longitud se reduce en relación a quien tiene
una mandíbula normal, en tanto que el inferior experimenta discreto alargamiento y la
unión bilabial se mueve hacia abajo, lo cual promueve un gesto de enfado o enojo.

Este problema maxilar es también común en quienes padecen gigantismo o acromegalia,


afecciones que tienen su origen en el mal funcionamiento de la glándula hipófisis, la cual es
encargada de generar la llamada hormona del crecimiento, cuya función principal es regular
la evolución en altura en niños y adolescentes. Es así que cuando dicha hormona es
producida en exceso se presentarán los padecimientos señalados, caracterizados por el
desarrollo anormal de los huesos.

Una causa más que debe mencionarse es la pérdida prematura de los molares deciduos
(muelas de leche), lo cual puede provocar desplazamientos mandibulares en el pequeño que
no se corregirán por si solos.

Los estudios al respecto informan que este defecto es más frecuente en personas de raza
amarilla (japoneses, chinos y esquimales), y resulta más común en varones que en mujeres.
Cabe mencionar que, aunque en bajo porcentaje, algunos bebés manifiestan esta protrusión
mandibular durante el segundo mes de nacido y suele desaparecer en el quinto mes.

Si bien se recomienda acudir al odontólogo u ortodoncista para la evaluación y posible


tratamiento del desalineamiento de los dientes y la mandíbula, de igual forma se sugiere
consultar al médico general para descartar trastornos que pueden asociarse o derivarse del
prognatismo.

Causas comunes:
Una mandíbula extendida (prominente)  puede ser parte del contorno facial normal con el
cual una persona ha nacido y también puede ser causada por afecciones hereditarias tales
como el síndrome de Crouzon o el síndrome de nevo de células basales. Igualmente, esta
afección la puede desarrollar un niño o un adulto por  gigantismo o acromegalia.

4. Etiopatogenia

a. Herencia. La influencia de la herencia en la aparición de esta displasia ha sido


ampliamente reportada; los estudios de la relación craneofacial en gemelos han
suministrado información útil concerniente al papel de la herencia en la
maloclusión. Así, Markowitz23, señala la existencia de una transmisión poligénica
no ligada al sexo que ha sido comprobada en un estudio sobre 15 parejas de
gemelos y 7 de mellizos: en los gemelos 14 coincidían con maloclusión Clase III
y en los mellizos sólo una pareja presentó maloclusión.

En 1970 Litton y cols24 estudiaron las familias de 51 individuos con este


problema observaron que la anomalía estaba presente en 13 % de los parientes
consanguíneos y encuentra su relación con la herencia en la descendencia y en
los hermanos, en una cifra mayor en relación con otras maloclusiones y
reportaron que los hermanos usualmente muestran tipos similares de
maloclusión de manera que la evaluación de los hermanos mayores puede
suministrar, eventualmente una pista sobre la necesidad de intervención del
tratamiento temprano de la maloclusión.

Probablemente el ejemplo más famoso de marca genética en seres humanos


que se trasmitió a través de muchas generaciones, es el pedigrí de la mandíbula
en la familia Hapsburg, el cual se trasmitió como un rasgo autosómico
dominante en la monarquía Austriaco/Húngara. Debido a que hay evidencia de
que las estructuras craneofaciales están bajo un control genético y son
significativas en el desarrollo craneofacial; por lo que ellas deben ser
consideradas en la etiología de la maloclusión.

También se ha establecido ampliamente que muchas alteraciones craneofaciales


no son desórdenes monogenéticos sino que son una combinación de la
interacción de muchos genes con el ambiente, es decir poligénica. Cada
maloclusión tiene su aspecto distintivo de la relación genética/ambiente, la
dificultad está en la determinación de la contribución precisa para cuantificar el
efecto de cada una. En todo caso, si el patrón genético influye más que el
ambiente, el pronóstico ortodóncico será menos favorable.

b. Factores epigenéticos. Entre estos factores se menciona la lengua; Von


Limbourgh (1972)26 considera que la lengua aplanada y deprimida puede
representar un factor epigenético local en la maloclusión Clase III estableciendo
una relación causa-efecto.

Linder-Aronson,27 en sus estudios sobre la función respiratoria y su influencia en


el crecimiento craneofacial describen cómo la respiración bucal condiciona una
postura más baja de la lengua y del hueso hioides pudiendo ejercer presión
sobre la parte anterior del proceso dentoalveolar mandibular y escaso estímulo
a nivel del maxilar, actuando así como factor etiológico predisponerte y afirma
que el cambio compensatorio en la posición lingual es consecuencia del exceso
de tejido linfoide epifaringeo.
Moyers28 y otros autores sostienen que la hiperplasia amigdalina y los
problemas naso respiratorios pueden adelantar, deprimir y aplanar la postura
lingual, ya que esta intensa acción mantiene abierta la vía respiratoria.

c. Factores ambientales. Las fuerzas oclusales generadas por la erupción


anormal también pueden inducir una guía incisal desfavorable, favoreciendo la
relación de Clase III. En ese caso, el desplazamiento anterior de la mandíbula
como consecuencia de la guía incisal produce lo que se conoce como
maloclusión Clase III funcional o falsa.

Entre otras posibles causas, se anota, la pérdida prematura de los molares


primarios que pueden provocar desplazamiento mandibular, debido al cambio
en la guía oclusal de los dientes en malposición o a la lingualización de incisivos
maxilares.5

Se ha comprobado una correlación estadística significativa entre la falta de


dientes maxilares, la hipoplasia maxilar y la Clase III. Las ausencias dentarias
en especial en el maxilar, como la agenesia de incisivos laterales y la inclusión
canina, juegan un papel predisponerte.29

arcinoma basocelular

El carcinoma basocelular es con mucha diferencia el tumor más frecuente a nivel


palpebral y es también el cáncer más frecuente a nivel global en personas de raza blanca.
Tiene una relación directa con la exposición solar y suele presentarse en personas mayores
de 40 años. La piel clara es un factor de riesgo muy claro, mientras que es prácticamente
inexistente en personas de raza negra.

La mortalidad por carcinoma basocelular es extremadamente baja ya que tiene un


comportamiento relativamente ‘benigno’. Es un cáncer que no se disemina(existen
excepciones) y sólo produce invasión a nivel local. Sin embargo, la destrucción local que
provoca puede ser importante en estructuras tan delicadas e importantes como los párpados.
La localización más frecuente es el párpado inferior, seguido por el canto interno y el
párpado superior

El diagnóstico de un carcinoma basocelular es clínico en la mayoría de ocasiones, es


decir, se diagnostica en la consulta por su aspecto.Tras su resección quirúrgica completa se
confirma el diagnóstico en el examen anatomopatológico, que tipifica el tumor y además
nos confirmará que hemos resecado el tumor por completo. Tras la resección del tumor
debemos reconstruir el párpado de forma que no sólo sea estéticamente adecuado si no que
además cumpla con su función de protección ocular.

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