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FILOSOFÌA INSTITUCIONAL - PRINCIPIOS

Recopilación Trinidad Orozco Forero

La Filosofía Institucional expresa la misión fundamental de la Universidad, que se


fundamenta en la obra, el método y espíritu de Tomás de Aquino, correlacionada con
los retos y problemas de hoy y la cultura Latinoamericana.

La Filosofía Institucional se inscribe dentro del movimiento del humanismo cristiano.


Santo Tomás afirmó la dignidad de la persona llamada a la perfección, la autonomía de
lo humano y al diálogo de saberes.

El Tomismo es una visión crítica de la realidad es un tipo especial de pensamiento


amplio y complejo que articula, las exigencias críticas de la racionalidad filosófica y las
perspectivas cristianas de las verdades de fe.

Se trata de una visión crítica que en forma problémica y sistemática afronta los diversos
problemas fundamentales de la realidad (el ser, Dios, la naturaleza, el hombre, el
conocimiento, la ética, el derecho, la política, la sociedad) y que por método se
propicie una discusión y polémica abierta a diferentes formas de pensar. De ahí que el
Tomismo, hoy pueda ser asumido desde el horizonte de nuestros propios problemas y
en la visión específica de nuestra historia, tal como en otro tiempo lo hicieron en el
contexto de los problemas de la Colonia, Bartolomé de las Casas y Francisco de
Vittoria.

El sello peculiar del Tomismo, además marca en profundidad el ideario pedagógico de


la USTA y de su proyecto educativo que desde el pensamiento humanista, quiere
articularse en forma crítica y creativa a los actuales procesos de modernización,
flexibilización, internacionalización y renovación de la educación superior

En el modelo universitario de “Estudio General”, en términos académicos la Usta se


plantea tres los tes principios de la formación integral: formación en las ciencias,
formación de la conciencia y la formación para la presencia.
Formación en las Ciencias: Apertura a la investigación en la pluralidad de métodos y
saberes, a la diversidad de lenguajes, y formas culturales, exigencia y rigor en búsqueda
siempre de la verdad.
Formación de la conciencia: Reconocimiento y apertura al mundo de los valores y a la
ética profesional, formación en la autenticidad; construcción del sentido de la libertad,
de responsabilidad y de autonomía, comprensión del hombre como un ser social,
político y ético, abierto a los retos y compromisos que la situación del país plantea.
Formación para la presencia. Con su saber y sentido crítico, no es ajeno a los
compromisos y responsabilidades del momento histórico. Esta abierto al cambio y la
reconstrucción social. En su proyecto de vida hace visible la justicia social, la
democratización y el respeto por los derechos fundamentales de la persona

El dominicanismo se expresa en la comprensión de la correlación e


institucionalización histórica de las dos dimensiones esenciales a la cultura: Ciencia y
Fe.
Las Cátedras de Ética, Política e Identidades Culturales, favorecen la
interculturalidad en los programas, al igual que de la democracia y la
participación ciudadana.

A través de la cátedra de Filosofía Política, donde no solo se reflexiona sobre la


dimensión política del hombre, sino el entender esta como la búsqueda del bien común a
través de ejercicios de participación y democracia. Así mismo incrementando la Cultura
ciudadana en actitudes muy concretas

Todas las s cátedras de formación institucional, y reflexión y apropiación ayudan


al estudiante tomasino a alcanzar el perfil profesional propuesto.
.
Aun cuando no se separa u opone la formación del "hombre en cuanto hombre" de la
formación del "hombre en cuanto profesional', esta segunda meta enfatiza el perfil
profesional de la Vuad
La formación humana integral de la Usta, resalta que la principal profesión el ser
humano es ser un hombre capacitado para vivir de una manera digna dentro de su
sociedad

La formación humana integral, propone el desarrollo de las de las dimensiones del ser
humano, la formación del “hombre en cuanto hombre” y del “hombre en cuanto
profesional”, implica la formación humana integral de profesionales, donde se
enfatiza la aptitud para la creatividad y la critica científico-técnica, operativo,
instrumental, especialmente relacionada con el ámbito del hacer (del saber hacer, del
saber cómo, cuándo, dónde hacer, del saber para qué hacer...) donde a través del
estudio se dinamicen cambios conceptuales (cambios en las formas de pensar), cambios
procedimentales (cambios en las formas de actuar) y cambios actitudinales (cambios en
las formas de ser y de sentir).
“En condiciones de aportar soluciones a la problemática y Las necesidades
de la sociedad y del país” (PEI)

MISIÓN DE LA UNIVERSIDAD SANTO TOMAS

La misión de la Universidad Santo Tomás, inspirada en el


pensamiento humanista de Santo Tomás de Aquino, consiste en
promover la formación integral de las personas, en el campo
de la educación superior, mediante acciones y procesos de
enseñanza-aprendizaje, investigación y proyección social, para
que responda de manera ética, creativa y crítica a las exigencias
de la vida humana y estén en condiciones de aportar soluciones
a la problemática y necesidades de la sociedad y del país
VISIÓN DE LA UNIVERSIDAD SANTO TOMAS

Visión institucional
La Visión, como proyección de la Misión a mediano plazo, prospecta así
la presencia y la imagen institucional de la Universidad Santo Tomás:
interviene ante los organismos e instancias de decisión de alcance
colectivo; se pronuncia e influye sobre los procesos que afectan la vida
nacional o de las comunidades regionales, porque goza tanto de la
acreditación de sus programas como de la acreditación institucional; es
interlocutora de otras instituciones tanto educativas como empresariales
del sector público y privado.

La comprensión humanista cristiana de la realidad colombiana y


latinoamericana contemporánea, heredada de su larga tradición en el
campo de la educación superior, en contexto de mundialización, inspira el
quehacer de sus programas, con miras a asegurar la construcción del
bien común y la realización de la justicia distributiva, y así reducir la
exclusión social, económica, cultural y política. Vinculada a las distintas
regiones del país, a través de sus Seccionales y de sus programas de
Universidad Abierta y a Distancia, es factor de desarrollo y mejoramiento
de los entornos y contextos donde opera. Incorpora el uso de nuevas
tecnologías educativas como herramientas para la docencia y la
investigación en todos los planes de estudio, y vincula a docentes y a
estudiantes en proyectos compartidos para recuperar, adaptar y generar
nuevos conocimientos en orden a la solución de los nuevos problemas de
la sociedad y del país.

HUMANISMO EN TOMAS DE AQUINO

Tomás de Aquino encarna, en su vida y en su obra -como estudiante y como profesor-,


la manera de ser universitario y de hacer la universidad. En todos los casos, buscador
y agente de la verdad, en apertura permanente a la realidad total, en diálogo con otras
culturas y formas de pensar. Entre las representaciones de Santo Tomás, una de las
más difundidas es aquella en que aparece con un sol sobre el pecho, símbolo de la
verdad. Todo en el Aquinate se ordena a la verdad y a su posesión, porque ella es el
bien supremo.

Su inconmovible confianza en la verdad explica una serie de cualidades de su peculiar


manera de vivir la universidad y de trabajar en ella, las cuales conforman su
personalidad científica:

1) Diálogo de fe y razón. Era lema suyo el principio de que la verdad no puede


oponerse a la verdad. Sin embargo, afirmaba la independencia fundamental de la
ciencia, la filosofía y la teología, con sus propios objetos, principios y métodos, lo cual
no implicaba negar la necesidad de la colaboración y el diálogo entre ellas.

2) Humanismo incluyente: 'Todo hombre debe ser para todo hombre un familiar y
amigo" (S.T., II-II, 114, 2; S.C.G., III, cap. 117; S.C.G., IV, 54, par. 4).
3) Humanismo integral: no existe oposición entre lo material y lo espiritual, sino
perfecta sinergia; ni materialismo excluyente ni espiritualismo sin compromiso
histórico.

4) Realismo metódico, es decir, primacía del conocer sobre el pensar. Por ello, no se
le ocurría a Tomás de Aquino tomar el pensamiento como punto de partida de su
reflexión, porque para él no era posible el pensamiento si no habla antes
conocimientos de las cosas.

5) Asimilación crítica del pasado como una de las actitudes esenciales para el
desarrollo de los saberes y la creatividad en las distintas disciplinas.

6) Atención a la realidad presente. No fue un espectador de su sociedad, sino una


palabra crítica que, desde el ámbito de las exigencias de la razón, analizó la
significación de la cultura de su tiempo y le asignó sentido nuevo.

7) Cuestionador infatigable. El Aquinate no cesaba de interrogar y de problematizar,


de buscar nuevas razones, nuevos puntos de vista y nuevas fuentes de demostración;
luego encadenaba observación con observación, argumento con argumento,
discutiendo, explicando, precisando, distinguiendo y eliminando, para terminar uniendo
los resultados en una síntesis que revela al Maestro ("magister" = quien accede a la
mayor ("magis") comprensión).

8) Apertura interdisciplinaria y convergencia transdisciplinaria. Magíster Tomás,


teólogo de profesión, sabia muy bien que su actividad magistral no podía ser actividad
solitaria, ni en su fuente ni en su término: en su origen, estaban las "cuestiones"
complejas de sus contemporáneos, lo cual imponía el trabajo investigativo compartido
con sus "socios" (profesores y estudiantes de su comunidad conventual) y con la
comunidad maestro-estudiantil de las demás Facultades. En su término, estaban las
expectativas de todos los estudiantes de la corporación universitaria y las necesidades
de la ciudad y del mundo cristiano, aun más allá de la Europa cristiana. Por ello,
procuraba no sólo el encuentro entre las disciplinas (filosofía, teología, derecho civil,
derecho canónico, medicina) sino la indispensable construcción -mediante la
búsqueda de nexos articuladores- de una visión que las trascendiese.

9) Apertura a nuevos horizontes culturales (griegos, árabes, judíos...) y ensayo de


nuevo paradigma filosófico-teológico, apto para el diálogo con los que no piensan ni
creen como los cristianos.

10) Relativizador del propio saber. Por ello, decidió no continuar escribiendo y llegó
a confesarle a su secretario Fray Reginaldo que consideraba como "poca cosa" o
“paja" todo lo que había escrito.

Estos rasgos centrales de su personalidad universitaria y científica arraigaban en su


visión humanista cristiana: el hombre -macrocosmos, horizonte, vínculo sustancial del
universo- es menos un elemento del mundo que un nuevo mundo en el que se resume
la totalidad.

Magíster Tomás estaba convencido de que, como educador, debía "guiar” y


“promover" a sus estudiantes hasta cuando pudiesen alcanzar “plenitud humana", es
decir, hasta cuando su razón práctica los hiciese capaces de auto-gestionar su propio
crecimiento humano y aptos para auto-gobernarse, como colaboradores de Dios en el
gobierno del mundo. En una sociedad de riesgo como la actual, quien ha alcanzado
plenitud humana debe ser apto para afrontar las distintas incertidumbres de la vida.
Podrá aspirar a hallar seguridades y a quedarse en ellas, huyendo de toda
contingencia, pero no es precisamente esa la vocación humana. Según Magíster
Tomás, "Un barco anclado en un puerto estará siempre a salvo, pero no es para eso
que se han hecho los barcos" (Suma Teológica, I-II, 2, S

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