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Opinión
T.D.: 12969820
OPINIÓN Nº 104-2018/DTN
1. ANTECEDENTES
Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las
consultas que absuelve este Organismo Técnico Especializado son aquellas referidas al
sentido y alcance de la normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas
genéricos y vinculados entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de
conformidad con lo dispuesto por el literal o) del artículo 52 de la Ley de
Contrataciones del Estado, Ley N° 30225 (en adelante, la “Ley”), y la Tercera
Disposición Complementaria Final de su reglamento, aprobado mediante Decreto
Supremo Nº 350-2015-EF (en adelante, el “Reglamento”).
2. CONSULTA Y ANÁLISIS
De manera previa, debe indicarse que, con fecha 3 de abril de 2017, entraron en
vigencia el Decreto Legislativo N° 1341 -que modifica la Ley N° 30225- y el Decreto
Supremo N° 056-2017-EF -que modifica el Decreto Supremo N° 350-2015-EF-, cuyas
disposiciones son de aplicación a partir de la fecha mencionada salvo para aquellos
procedimientos de selección iniciados con anterioridad a ella, los cuales se rigen por las
normas vigentes al momento de su convocatoria1.
2.2 Sobre el particular, debe precisarse que en nuestro ordenamiento jurídico, por regla
general, rige el principio de aplicación inmediata de las normas, en virtud del
cual, toda norma debe regir a partir del momento en que empieza su vigencia hasta
su derogación. Esta, de manera general, se encuentra prevista en el artículo 103 de
la Constitución Política del Perú en los términos siguientes: "La ley, desde su
entrada en vigencia, se aplica a las consecuencias de las relaciones y situaciones
jurídicas existentes y no tiene fuerza ni efectos retroactivos; salvo, en ambos
supuestos, en materia penal cuando favorece al reo. La ley se deroga sólo por otra
ley".
2.3 A lo señalado debe agregarse que, en materia contractual, existe una excepción
constitucional expresa para la aplicación de las normas en el tiempo, pues el
artículo 623 dispone que los términos contractuales no pueden ser modificados por
leyes −se entiende posteriores a la suscripción del contrato−, estableciéndose una
regla de inmutabilidad de los términos contractuales.
2.4 Precisado lo anterior, este test, según el Tribunal Constitucional está compuesto de
3
Artículo 62 de la Constitución Política del Perú: "La libertad de contratar garantiza que las
partes pueden pactar válidamente según las normas vigentes al tiempo del contrato. Los términos
contractuales no pueden ser modificados por leyes u otras disposiciones de cualquier clase. (…)." (El
subrayado es agregado).
4
Ver el Fundamento 3 de la Sentencia del Tribunal Constitucional, emitida el 30 de enero de 2004,
recaída sobre el Expediente Nº 2670-2002-AA-TC.
5
El Fundamento 9 de la Sentencia del Tribunal Constitucional expedida el 11 de abril de 2002 en el
Expediente 0006-2000-AI-TC estableció que "(…), este Tribunal considera -como lo ha hecho en
casos análogos que "la intangibilidad de los contratos de concesión protegida por el artículo 62° de
la Constitución, el mismo que se interpreta en concordancia con los preceptos generales que la ley de
la materia dispone, esto es, en el Título Preliminar V del Código Civil concordado con los artículos
1403° y 1404° del mismo cuerpo legal, no puede estar por encima, ni ser ajena al cambio en las
circunstancias que posibilita que estos pierdan validez, convirtiéndose la obligación en ilícita o
prohibida, cuando su realización afectare el interés general, el cual, para el caso, se ve expresado
en los fundamentos de las normas que se impugnan, las mismas que cumplen con el principio de
razonabilidad y proporcionalidad." (El subrayado y resaltado son agregados).
6
El Fundamento 9 de la Sentencia del Tribunal Constitucional expedida el 10 de octubre de 2006 en el
Expediente 2488-2004-AA-TC estableció que "(…). Tal y como ha sido analizado de modo previo, en
el caso de los contratos de concesión, el interés público posibilita el ejercicio de ciertas potestades en
la Administración tales como la posibilidad de modificar el contrato de modo unilateral e inclusive de
resolverlo. No obstante, tales poderes sólo podrán ser ejercidos cuando el interés público así lo
justifique, lo que obliga a la Administración a concretizar la razón de interés público que sustenta su
poder en cada caso concreto y a que en todos los casos sus facultades sean ejercidas de modo
necesario, idóneo y proporcional." (El subrayado y resaltado son agregados).
4
Ahora bien, en relación al procedimiento que debe seguirse en la aplicación del test
de proporcionalidad, el Tribunal de Contrataciones ha establecido 7 que "(...) la
decisión que afecta un derecho fundamental debe ser sometida, en primer término,
a un juicio de idoneidad o adecuación, esto es, si la restricción en el derecho
resulta pertinente o adecuada a la finalidad que se busca tutelar; en segundo lugar,
superado este primer análisis, el siguiente paso consiste en analizar la medida
restrictiva desde la perspectiva de la necesidad; esto supone, como hemos
señalado, verificar si existen medios alternativos al adoptado por el legislador. Se
trata del análisis de relación medio-medio, esto es, de una comparación entre
medios; el medio elegido por quien está interviniendo en la esfera de un derecho
fundamental y el o los hipotéticos medios que hubiera podido adoptar para
alcanzar el mismo fin. Finalmente, en un tercer momento y siempre que la medida
haya superado con éxito los test o pasos previos, debe proseguirse con el análisis
de la ponderación entre principios constitucionales en conflicto. Aquí rige la ley de
la ponderación, según la cual “cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de
la afectación de un principio, tanto mayor tiene que ser la importancia de la
satisfacción del otro".
Así, se advierte que el nuevo régimen legal previsto en la Ley N° 30793 incide en
la aplicación de un derecho, en este caso el derecho a la libertad de contratación; en
ese sentido, de acuerdo con nuestra jurisprudencia constitucional, si la aplicación de
un nuevo régimen legal incide en la aplicación de un derecho -libertad de
contratación-, al existir conflicto entre derechos, bienes o principios
constitucionales, debe efectuarse una necesaria ponderación, mediante el test de
proporcionalidad, para lo cual deberá considerarse el objeto y/o la finalidad
pública8 de la contratación.
7
Ver el Fundamento 25 "Aplicación del test de proporcionalidad" de la Sentencia del Tribunal
Constitucional, emitida el 05 de junio de 2008, recaída sobre el Expediente Nº 579-2008-PA/TC.
8
Cabe precisar que el requerimiento tiene una finalidad pública, por lo que debe encontrarse orientado
al cumplimiento de las funciones de la Entidad.
5
2.7 En relación con lo anterior, el numeral 36.1 del artículo 36 de la Ley establece que
“Cualquiera de las partes puede resolver el contrato, por caso fortuito o fuerza
mayor que imposibilite de manera definitiva la continuación del contrato (…)”. (El
subrayado es agregado).
Del mismo modo, el artículo 135 del Reglamento establece dentro de las causales
para la resolución del contrato al caso fortuito, fuerza mayor o por hecho
sobreviniente al perfeccionamiento del contrato que no sea imputable a las partes y
que imposibilite de manera definitiva la continuación de la ejecución del contrato.
2.8 Por su parte, a fin de determinar los conceptos de “caso fortuito o fuerza mayor” es
necesario tener en consideración que el artículo 1315 del Código Civil, de
aplicación supletoria a los contratos que se ejecutan bajo el ámbito de la normativa
de contrataciones del Estado10, establece que “Caso fortuito o fuerza mayor es la
causa no imputable, consistente en un evento extraordinario, imprevisible e
irresistible, que impide la ejecución de la obligación o determina su cumplimiento
parcial, tardío o defectuoso.” (El subrayado es agregado).
9
GARCIA DE ENTERRIA, Eduardo. FERNANDEZ, Tomás-Ramón. Curso de Derecho
Administrativo I, reimpresión 2001, Madrid: Civitas, 2001, Pág. 750.
10
De conformidad con la Primera Disposición Complementaria Final del Reglamento.
6
Por último, el que un hecho o evento sea irresistible13 significa que el deudor no
tiene posibilidad de evitarlo, es decir, no puede impedir, por más que lo desee o
intente, su acaecimiento.
En este supuesto, corresponderá a la parte que solicita la resolución del contrato -en
este caso a la Entidad-, probar la ocurrencia del caso fortuito o fuerza mayor (como
es el caso de la promulgación de una norma), y la consecuente imposibilidad de
continuar con la ejecución de las prestaciones a su cargo.
3. CONCLUSIONES
11
Según el Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Tercera Edición, lo extraordinario es
aquello “1. adj. Fuera del orden o regla natural o común.”. Tomado de: http://dle.rae.es/?
id=HP5RXLV
12
De conformidad con el Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Tercera Edición, lo
imprevisible es aquello “1. adj. Que no se puede prever.” Tomado de: http://dle.rae.es/?id=L7EnyuT
13
De conformidad con el Diccionario de la Lengua Española, Vigésima Tercera Edición, lo
irresistible es aquello “1. adj. Que no se puede resistir.”. Tomado de: http://dle.rae.es/?id=M8f2fZB
7
TAM