Ante el interés que ha surgido nuevamente en muchos de ustedes por el tema de las muertes y mutilaciones misteriosas de animales ocurridas en Puerto Rico, atribuidas a las criaturas llamadas popularmente Chupacabras, pero a las cuales nosotros preferimos referirnos con el término Entes Biológicos Anómalos (E.B.A.s), les presentamos aquí el texto del primer capítulo de nuestro libro 'El Fenómeno E.B.A.s'. Esperamos sea de su interés.
Así Comenzó Todo - Mutilaciones, Criaturas Misteriosas y OVNIs
A principios de diciembre del año 1994 un ganadero de un sector entre los pueblos de Morovis y Orocovis, en el corazón de Puerto Rico, encontró a 10 toros de su propiedad muertos bajo circunstancias extrañas.
Los toros mostraban raros orificios en sus cuerpos y parecían haber sido desangrados.
Extrañado y alarmado ante aquello, el ganadero decidió enterrar a los anmales, sin notificar lo ocurrido a las autoridades.
Ese fue el primer caso de esta índole de la que sería conocida como la más fuerte oleada de mutilaciones misteriosas de animales atribuídas posteriormente a las criaturas llamadas popularmente por los medios de comunicación con el mote de “Chupacabras”, pero a las que de ahora en adelante llamaremos, para efecto de este trabajo, con el término de 'Entes Biológicos Anómalos'.
Ese es un término creado por este autor para identificar de modo más certero y sin sensacionalismos a este tipo de criaturas.
Simultáneamente, varios vecinos del sector en cuestión alegaron haber visto misteriosos objetos voladores luminosos sobrevolando las áreas afectadas por los enigmáticos ataques.
Mientras eso ocurría en Morovis, en el cercano pueblo de Orocovis se estaban produciendo simultáneamente otros eventos más relacionados al fenómeno OVNI.
Una tarde a finales del mes de diciembre del año 1995, el Sr. Miguel Rodríguez Olmo, figura muy conocida en ese municipio del centro de la isla, y visto como persona muy seria y estimada en la comunidad, se encontraba, como parte de un trabajo cívico, ayudando a organizarse a un grupo de jovencitas en un ensayo de batuteras en el área del parque del pueblo, cerca del sector del camposanto.
De improviso “...cinco naves tipo platillos voladores, redondas, preciosas, metálicas y plateadas aparecieron en el cielo.
“Tenían luces de diferentes colores a su alrededor -nos dijo el Sr. Rodríguez-, y una abertura en su centro, por debajo, que emanaba una luz violácea. Se suspendieron a baja altura sobre un terreno baldío cerca del parque”, según nos indicó él más tarde.
Las cinco hermosas naves estuvieron suspendidas allí por unos dos minutos, elevándose entonces silenciosamente y desapareciendo en lo alto del cielo.
“Es lo más hermoso que yo haya visto -dijo él-, y todos las vimos.”
El día 2 de marzo de 1995 la Sra. Lydia Torres, residente en el mismo sector cercano al camposanto de Orocovis, vio también a cinco naves tipo platillos voladores mientras volaban por el área.
Entonces, el viernes 17 de marzo de 1995 se produjo el primer caso conocido de un ataque misterioso a animales en el municipio de Orocovis.
Se recibió una querella en el cuartel de policía de ese municipio en la cual el Sr. Enrique Barreto reportó la muerte misteriosa de varios ovejos y ovejas de su propiedad en su finca en el sector Miraflores del barrio Saltos Cabra de ese pueblo.
Los policías Guillermo Rivera, Jorge Cruz, y el sargento Samuel Sierra acudieron al lugar a investigar los hechos, encontrándose con una dantesca escena: ocho ovejos yacían muertos mostrando raros orificios circulares a través de los cuales aparentemente se les había extraído la sangre.
En el lugar había también varias pisadas muy extrañas de solamente tres dedos con aparentes garras potentes, que dejaban profundas marcas sobre el blando terreno.
Esa fue la primera ocasión en que se halló ese tipo de huellas extrañas en un caso de esta índole, pero luego se convertieron en un patrón común y recurrente en estos casos.
El reportero radial y gerente de la estación de radio orocoveña Radio Cumbre, Sr. Arnaldo García, infatigable reportero, supo lo ocurrido y entrevistó al Sr. Barreto, a la Sra. María García y a los miembros de la policía que investigaron el suceso.
Por otro lado, comenzaron a ser reportadas también raras criaturas de aspecto humanoide en esa zona.
La primera de ellas reportada en el municipio de Orocovis fue un ser de aspecto más o menos humanoide avistado por el oficial policíaco Jorge Cruz cuando investigaba la matanza de ovejas en los terrenos del Sr. Barreto, en el sector del barrio Saltos Cabra.
Recorriendo el sector en un auto patrulla junto al sargento Sierra, Cruz se percató de la presencia de una “cosa” que estaba de pie en medio de la oscuridad en el área. Ordenó a su compañero detener la patrulla, y se lanzó de ella.
‘Aquello’, que según él tenía forma humanoide [cabeza, torso, brazos, piernas, etc.], parecía ser de un tamaño no mayor de unos tres a cuatro pies de estatura, era delgado y con un color amarillo-anaranjado [ver ilustración hecha por él].
El policía no vio rasgos en la criatura debido a la oscuridad reinante en el lugar y al veloz movimiento que ésta hizo al correr hacia la izquierda para lanzarse hacia la espesura del monte y desaparecer.
Al intentar acercarse a la figura, el policía sintió un fuerte dolor de cabeza y una gran sensación de mareo, teniendo que ser auxiliado por su compañero.
Pero los ataques en la finca del Sr. Barreto continuaron.
El sábado 18 de marzo otros ovejos fueron atacados de similar modo en la finca.
Ante lo que sucedía, una oveja muerta fue inyectada con veneno y dejada como carnada para el atacante misterioso. De ser un perro el culpable, si regresaba a comer del animal, moriría y se aclararía el asunto.
Para el domingo 19 de marzo ya el rumor de los raros eventos se había regado como la pólvora por el sector, y la comunidad orocovense se sentía atemorizada.
El cuerpo del ovejo envenenado permanecía aún intacto. El misteriosos atacante parecía sospechar la trampa, y se mantuvo alejado del cuerpo del animal.
El martes 21 de marzo de 1995 estalló ante la opinión pública puertorriqueña el enigma de las raras muertes de animales que estaban ocurriendo en Orocovis gracias a un reportaje radial del periodista Arnaldo García a través de las ondas de la emisora radial de noticias WKAQ. La oveja envenenada permanecía aún intacta.
Para el miércoles 22 de marzo comenzaron a allegarse al municipio de Orocovis cientos de curiosos, y para entonces, el conocido humorista radial, Silverio Pérez, al escuchar la noticia, acuñó el nombre de “Chupacabras" para la criatura que mataba a los animales, ya que, según él, “ les chupaba la sangre” y “...prefería a las cabras y ovejas.”
De más está decir que el mencionado mote “pegó” inmediatamente, siendo utilizado por todos los medios de comunicación del país.
El jueves 23 de marzo se reanudaron los ataques en los te- rrenos del Sr. Barreto.
Nuevas huellas de tres dedos con garras se dirigían hacia una “cueva” formada por varias rocas apiñadas en la base de uno de los montes del lugar, se investigó en ella, sin hallar nada.
Por otro lado, la oveja envenenada aún seguía intacta.
El viernes 24 de marzo se hace el primer reportaje de televisión desde Orocovis, desde la finca del Sr. Barreto.
El departamento de noticias de WAPA televisión, canal 4, informó los insólitos eventos.
Igualmente, el canal 11 de televisión hizo otro reportaje desde el lugar de los hechos.
Esa misma tarde, a las 6:00 P.M., el Sr. Junior Rodríguez, director de la Defensa Civil del municipio de Orocovis, llevó a cabo mediciones de radiactividad en los ovejos muertos de Barreto, uno de ellos presentó muy leves indicios de aparente radiactividad, pero según los miembros de la Defensa Civil eran insignificantes.
Ese mismo día, a las 6:30 P.M., se informó a las autoridades que un toro negro propiedad del Sr. Víctor Rodríguez, residente en el sector Saltos Colí, también había sido atacado.
El enorme y fuerte animal, que antes del ataque había sido un animal recio, saludable y “medio alebrestáo” [bravo], según don Víctor, mostraba una profunda herida circular de casi media pulgada de diámetro cerca de la pezuña de una de sus patas delanteras. La herida subía internamente hacia la parte superior de la pata.
Aparte de eso, el formidable animal mostraba tres orificios similares en su costado, y cerca del espinazo. Se encontraba muy débil, y tirado sobre el terreno, pero aún con vida.
Don Víctor y su esposa Margarita, muy preocupados, nos revelaron que habían perdido otras 6 cabezas de ganado [toros y vacas] anteriormente, pero pensaron que sería debido a alguna rara enfermedad que afectaba a los animales.
Al surgir el caso de las ovejas de Barreto, se percataron de que las heridas en las ovejas eran similares a las de sus animales.
“Estamos muy preocupados con todo esto - nos dijo Don Víctor- porque aquí está pasando, algo raro y las cosas no están claras.”
Por su parte, su esposa Margarita dijo haber escuchado “unos ruidos muy extraños...como aullidos raros de algo que no puedo precisar qué era.”
Esa misma noche un vecino apodado Tolín [apellido retenido a petición suya] informó que en su finca había aparecido un gran número de gallinas muertas con heridas profundas, orificios circulares similares a las de las ovejas y el toro, y que no tenían rastro de sangre en su interior.
El sábado 25 de marzo de 1995 aparecieron otras ovejas atacadas en los terrenos del Sr. Barreto junto a gran número de pisadas profundas de tres dedos con garras por todo el lugar.
Ya para esa fecha, algunos de las ovejas inicialmente muertas estaban en estado de descomposición, casi en sus osamentas, mientras que la envenenada aún permanecía intacta.
A su vez, el toro de Don Víctor Rodríguez murió, luego de convulsionar en agonía, a las 11:00 de la mañana, unas 18 horas después de haber sido atacado.
Por otro lado, en horas de la noche una yegua propiedad del Sr. Miguel Torres, vecino de Barreto, fue atacada por algo desconocido.
Entrevistamos a policías y vecinos que estaban en el sitio cuando ocurrió el ataque y dijeron que “algo” que se movía muy rápido saltó hacia la yegua, pero al ésta reaccionar corrió y huyó a gran velocidad, desapareciendo entre la maleza del lugar.
La yegua mostraba una pequeña herida circular poco profunda en la parte baja del cuello.
La esposa del Sr. Torres nos reveló que al momento del ataque ella había visto algo “...como un fino rayo de luz azul [¿un rayo tipo láser?] que cayó del cielo e impactó a la yegua, que comenzó entonces a saltar agitadamente.”
Por otro lado, esa misma noche se produjo el primer informe de aparentes OVNIs sobre las áreas afectadas por los ataques a los animales cuando el Sr. Juan Rojas, vecino del lugar, alegó haber visto a extrañas luces evolucionando por el área a la misma hora en que sucedió el incidente con la yegua.
Una “Cosa” en el Arbol
El domingo 26 de Marzo de 1995, el Sr. Jaime Torres, un humilde residente de un sector cercano, tuvo un encuentro con una singular criatura en los terrenos donde estaban las ovejas del Sr. Barreto.
Torres indicó que había ido al área el sábado 25 al conocer lo que pasaba motivado por varios avistamientos de OVNIs que él, sus hermanos y varios vecinos habían tenido desde el mes de diciembre de 1994 en el área donde residían, en el sector “La Bajura” del Barrio Gato de Orocovis.
Tanto él como sus vecinos y hermanos nos aseguraron que en su trayectoria regular sobre el municipio, los OVNIs avistados por ellos, a los que describían como "de forma discoida o con forma de huevos", y brillantemente iluminados, desaparecían siempre hacia los sectores de Saltos Cabra y Saltos Colí.
Por tal razón él quiso ir a ver qué era lo que ocurría, pensando que habría alguna relación entre una cosa y la otra.
Una vez en el terreno del Sr. Barreto decidió quedarse y hacer una vigilia nocturna.
A eso de las 5:45 A.M. sintió la imperiosa necesidad de satisfacer una función fisiológica, y como estaba solo y todos los vecinos del área estaban dormidos y sus casas cerradas, no se atrevió a molestarles. Decidió entonces bajar a los terrenos donde estaban las ovejas de Barreto, y satisfacer su necesidad.
Mientras se encontraba en tal función, a eso de las 6:00 A.M., ya amaneciendo, se percató de que una increíble criatura que él describió como de “...cabeza redonda y con ojos de tipo oriental y alargados hacia los lados, con una boca pequeñita y con quijada fina...”, estaba aferrada a la rama de un árbol muy cercano a donde se encontraba él.
Según Torres “aquello tenía brazos delgados de sólo tres o cuatro deditos con garritas y unas piernitas [o patas] de igual número de dedos, pero un poco más gruesas y fuertes, especialmente en los muslos, y con aparentes garras [ver ilustración hecha por Torres].
También notó que “la criatura tenía diferentes colores brillantes en su piel, gris oscuro [en el rostro] marrón, amarillo y púrpura [en la espalda y en el costado derecho], colores brillantes que parecían cambiar o alternarse”.
Este detalle de los colores cambiantes en el lomo y costado de la criatura era algo muy extraño, pero, como veremos más adelante en el contenido de este libro, resultaría muy importante.
De acuerdo a Torres la rara criatura le hizo un gesto extraño cuando en un momento dado movió su cabeza de lado a lado mientras le miraba.
Acto seguido el raro “animal” hizo un sonido siseante y en ese momento él sintió que se dormía o se desmayaba, pero pudo sobreponerse a esa sensación.
Al momento, “la criatura saltó del árbol, dejándose caer hacia atrás, y desapareció velozmente entre la maleza del lugar”.
Ahí Torres corrió y se fue del lugar.
Posteriormente nos suministró un boceto hecho por él de la criatura que vio en el árbol, el cual mostramos aquí.
El boceto fue mostrado en un reportaje del canal 11 de televisión, y la situación comenzó a tomar más seriedad ante la opinión pública.
Interrogamos al Sr. Jaime Torres en su casa, y nos repitió su historia sin entrar en contradicciones ni aumentar o exagerar los hechos.
En nuestra opinión Torres es un testigo que expuso con toda honestidad lo que vio esa madrugada del domingo 26 de marzo de 1995.
Torres hizo otros bocetos de lo que alegó haber visto en el árbol, e igualmente sacó moldes en yeso de lo que serían huellas de las patas del esquivo ser que mató a los animales de Barreto,las cuales mostraban tres dedos con garras poderosas.
El Sr. Jaime Torres describió en aquél momento detalles físicos de una criatura que ahora forman parte del patrón común en las descripciones de los llamados “entes biológicos anómalos”.
Junto a lo anterior, tanto Jaime Torres como otras personas aseguraron haber visto a misteriosos objetos luminosos de forma ovoide sobrevolando el área de Saltos Cabras y Saltos Colí esa misma noche, dirigiéndose hacia el área del municipio de Villalba, hacia el sur.
Entre los varios testigos del paso de los OVNIs estuvo el policía Burgos, del cuartel de Orocovis, quien reportó el avistamiento en el cuartel.
Se notaba ya una posible relación entre estos eventos y el fe- nómeno OVNI.
El lunes 27 de marzo de 1995, un personal, alegadamente de la División de Extensión Agrícola de la Universidad de Puerto Rico, junto a un veterinario, llegaron al lugar y tomaron muestras de la sangre de los ovejos de Barreto. Se desconoce aún qué encontraron, si algo, en los análisis hechos a las muestras, pues jamás lo revelaron.
Se organizó también una búsqueda por toda la finca del Sr. Barreto y áreas cercanas, en la cual participamos junto a miembros de la Policía, de la Defensa Civil de Orocovis, voluntarios y miembros de la prensa.
No se halló nada importante, aunque todos notamos que en el área donde aparecían muertas las ovejas de Barreto toda la vegetación estaba impresionantemente seca, mientras que a su alrededor el resto de la vegetación mantenía toda su vitalidad, humedad y verdor.
Ese día, un alegado grupo de aficionados a la investigación OVNI que había estado merodeando por el área envió a los canales de TV un boceto de lo que decían era un ser “reptiliano” que se encontraría por el área y que sería el culpable de las muertes de los animales.
El boceto mostraba la figura caricaturizada de un dinosaurio caminando en dos patas y vestido con un uniforme muy similar a la figura de uno de los personajes de la serie de caricaturas animadas infantiles “Dino Riders”.
Para desgracia de todos, el canal, antes de asesorarse con personas versadas en este tipo de investigaciones en el país, presentó el boceto en su noticiero, y en ese momento rodaron por el suelo la credibilidad y la seriedad que el asunto había tenido ante la opinión pública del país hasta entonces.
Fue desde ese preciso momento que se desarrolló todo una ridiculización oficial del asunto y de los testigos de Orocovis, principalmente por representantes del gobierno, utilizando los comentarios de ese tipo de grupos, lo que afectó enormemente a la investigación seria que se estaba realizando hasta ese momento.
¿Acaso fue algo casual el envío del mencionado boceto ridículo a la televisión por este alegado ‘grupo de investigación OVNI’ recién aparecido en el país, o por el contrario, fue algo planificado para desprestigiar todo el asunto? Una serie de hechos posteriores parecen indicar lo último. Más adelante discutiremos estos.
Vuelven a ver a la rara criatura
El martes 28 de marzo, en la mañana, el Departamento de A- gricultura Federal envió a varios técnicos de esa agencia a tomar muestras de los animales heridos de Barreto que aún se encontraban con vida.
Por otro lado, el biólogo José Chavert, director de la división de Recursos Terrestres del Depto. de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico llegó al lugar junto al sargento Hernández Colón, pero aún antes de entrar a la finca y sin siquiera examinar a los animales atacados, aseguraron que todo era “...debido a ataques de perros”.
Al ser cuestionados sobre cómo podían llegar a tal conclusión sin haber examinado a los animales, uno de ellos dijo que “por su experiencia” y el otro “porque lo vio por televisión” [ ¿¡!? ]. Entonces, tras recoger algunas muestras, abandonaron el lugar.
A eso de las 5:00 de la tarde, y mientras este que escribe y mi esposa Marleen investigábamos en el área de las mutilaciones de las ovejas, otra persona, esta vez un vecino del Sr. Barreto, vio a una criatura similar a la vista antes por el Sr. Jaime Torres.
El Sr. José Vega [pseudónimo] observaba nuestros movimientos abajo en la finca a través de unos binoculares, cuando se percató de la presencia de “...una criatura muy rara”.
Supimos sobre su avistamiento gracias a la confidencia de otro de los vecinos del Sr. Barreto, quien nos dijo lo ocurrido.
Al preguntarle al respecto, aunque renuente al principio debido al temor de ser blanco de la burla, nos relató todo al ver que nuestro interés por el asunto era serio.
Según Vega, “...la criatura era de un color gris oscuro, con la piel lisa, sin pelo y con una cabecita redonda con la cara un poco más oscura...y tenía el torso más grande que la parte inferior del cuerpo, con las piernas más cortas y más ‘llenitas’ y fuertes que los brazos.
“La criatura -añadió- tendría como unos cuatro pies de alto. Claro, yo la vi a la distancia, pero creo que tendría ese tamaño, por lo que pude ver. Estaba como a mitad del palo, en una rama, y observándoles a ustedes cuando bajaron la montaña. Tenía unos dedos largos, finitos...y en los pies también.
“La vi por unos momentos y entonces se movió rápido. Ahí fue que dejé de verla. Eché a un lado los binoculares y me quedé pensativo...y muy nervioso.
“Después, por la noche estaba intranquilo...me sentía como con algo por dentro, porque ver aquello me dejó mal.
“Antes de ver aquello yo era uno de los que se burlaba de todo esto. Creía que eran cosas de la gente, inventos. Pero ahora sé que esas cosas existen y que están por ahí...y si puedo voy a cazar esa cosa, porque sé dónde se sube en los palos.”
Esa misma tarde algo desconocido intentó atacar nuevamente a la yegua del Sr. Miguel Torres, huyendo luego a una increíble velocidad corriendo por la maleza hacia los terrenos de Barreto, dejando a su paso la yerba aplastada.
En esta ocasión los policías Noel Vázquez y Padilla vieron “algo” de bajo tamaño y de un color marrón-amarilloso [similar a lo visto antes por el policía Cruz] huir del lugar “...veloz como un celaje.”
Eso estaba ‘aparráo’
Los próximos testigos de la presencia de este tipo de criaturas humanoides anómalas fueron Don Víctor Rodríguez y su esposa Margarita Torres, mencionados antes y residentes en el sector Saltos Colí, los propietarios del toro muerto ya mencionado.
Eso estaba ‘aparro’
Una noche del mes de marzo de 1995, Doña Margarita regaba unas plantas en su patio con una manguera a eso de las 10:25 P.M., cuando notó que a unos 75 pies de distancia de ella caminaba una criaturita de unos tres pies de alto.
Según ella era “...una cosa como un muchachito, chiquito...y con la cabecita redonda, grande. Era medio flaquito, y tenía los bracitos como largos, parecía tener ojos grandes y oscuros, pero no estoy totalmente segura de eso de los ojos, porque estaba oscuro.Tenía la piel de un color gris.
“Eso salió de la maleza, y yo, asustada, intenté soltar la manguera y correr a llamar a mi esposo, pero no pude moverme. Traté dos veces de voltearme, irme de allí, pero no podía moverme, y algo me decía en mi mente que tenía que seguir mirando a la cosa esa, que no le quitara la vista a eso.
Ahí eso cogió y se fue caminando en dos piernas, como una personita, por el camino [vereda de tierra que sube hacia un monte en su propiedad]. Ahí, cuando eso se fue, pude moverme, y me eché a llorar y fui rápido y le dije a mi esposo lo que había pasado.”
Don Victor la calmó, y entonces ambos regresaron al lugar, esta vez armados con un machete y una linterna de pilas eléctricas.
“Cuando se calmó fuimos para allá - nos dijo Don Víctor - y vimos eso aparráo [agachado], mirando a un toro. El toro se veía nervioso.
“Mire, eso era una cosa como de tres pies [de altura]...y, yo no sé, pero tenía el cuerpo como de un muchachito, y flaquito, como dijo ella. Y cuando uno lo alumbra con la linterna brilla, como que la piel de eso brilla con la luz.
“En esa misma área me han atacado chivos, y me han atacado a los toros y terneros.
“No sé si eso iba a atacar al toro, pero estaba ahí velándolo, aparráo (inclinado) detrás de él.”
Continuó explicando: “Eso es muy rápido. Cuando estábamos llegando eso estaba de espaldas, medio de lado hacia nosotros, detrás de un arbusto mirando al toro...y lo iluminé.
“Cuando nos acercamos Margarita y yo ella no pudo más y empezó a gritar, y eso salió corriendo bien rápido entre la yerba, como un celaje, y desapareció.
"Entonces fuimos al negocio que está a la salida de la finca y todos los que estaban allí vinieron y nos ayudaron a recoger el ganado, por si eso lo iba a atacar.
“Nunca habíamos visto una cosa así [refiriéndose a la criatura], y como están matando a los animales. Es una cosa extraña”, comentó Doña Margarita.
Mostramos varias ilustraciones de seres humanoides al matrimonio, y ambos estuvieron de acuerdo en que lo que vieron era básicamente similar a la ilustración de un ser humanoide del tipo ”Gris”.
Durante la entrevista a Don Víctor éste nos confió que en ocasiones anteriores habían visto extrañas bolas de luz volando en su propiedad, e igualmente grandes objetos luminosos suspendidos en el aire en el sector del barrio Pellejas, a varios kilómetros de distancia, de los que salían muchos objetos luminosos menores que desaparecían en diferentes direcciones a gran velocidad. Tras eso los objetos grandes se elevaban y desaparecían en el cielo (obviamente hablaba de grandes naves madre liberando en el cielo de la zona a naves de menor tamaño).
Estos detalles claramente implicaban la presencia OVNI en estas situaciones, ya que los diferentes tipos de fenómenos, el de las apariciones de las criaturas tipo EBAs o Chupacabras, las de los seres tipo humanoides ‘Grises’ y la manifestación de las naves u OVNIs coincidían en tiempo y espacio en los mismos lugares.
Tras el encuentro de los esposos Rodríguez con el ser humanoide, el viernes 31 de marzo de 1995 se efectuaron otras búsquedas por la policía de Orocovis y personal de la Defensa Civil en los terrenos del Sr. Barreto y del Sr. Rodríguez, sin dar con las misteriosas criaturas, pero el Teniente Fontánez y otros encontraron un área quemada en círculo, de unos 40 pies de diámetro, y extrañamente, los árboles sobre el círculo también estaban quemados de arriba hacia abajo y quebrados, tal y como si un gran objeto circular que despedía un gran calor hubiese descendido allí.
Esto pudimos verificarlo personalmente más tarde durante una búsqueda que hicimos en el sector.
Esa noche volvieron a verse misteriosos objetos voladores no identificados sobrevolando las áreas afectadas en Orocovis y en los municipios cercanos de Morovis, Barranquitas y Villalba.
Simultáneamente se corrió el rumor de que en la residencia del ex-comandante de la policía de Orocovis, Don Heriberto Torres, había ocurrido algo relacionado a las apariciones de las raras criaturas en el sector, pero al ser preguntárle no quiso hacer comentarios.
También esa noche hicieron su aparición en los terrenos del Sr. Barreto los miembros de otro sospechoso “grupo de investigación OVNI" procedente del municipio de Aguada.
Los miembros de ese grupo se mostraron esquivos y hostiles con todos los allí presentes, al grado de que su líder amenazó al camarógrafo de WAPA TV, canal 4, Alfonso Sánchez, con "romperle la cara” y su cámara por tomarle video casualmente mientras tomaba vistas del lugar.
¿Por qué no quería el individuo, de aparente origen extranjero, que tomasen video de su persona?
El grupo estaba armado y contaba con equipos electrónicos muy sofisticados.
Los miembros del grupo, que vestían de negro, al igual que los del otro grupo anterior que envió la ilustración ridícula al canal de TV, montaron casetas y acamparon en los terrenos del Sr. Barreto sin permiso alguno, y más tarde, extrañamente, la policía desalojó a todo el público presente del lugar, incluso a nosotros, pero no intervino con los miembros del mencionado grupo, que permanecieron allí sin ser molestados.
¿Quiénes eran esos individuos, esos grupos que cuentan, en apariencia, con el apoyo de las autoridades?
Más tarde volveremos sobre este punto en el capítulo final, cuando analicemos ciertos operativos de desinformación organizados por agencias de inteligencia de los EE.UU. en relación a la situación OVNI en Puerto Rico.
A todo esto, el toro de Don Víctor Rodríguez, muerto el sábado 25 de marzo,7 días antes, no había mostrado en ningún momento los síntomas de la rigidez post mortem, manteniéndose totalmente flácido, ni se había descompuesto.
El viernes siguiente el reportero de televisión del canal 4, Pedro Rosa Nales y este servidor nos personamos al lugar junto al veterinario Luis Vientós y al biólogo Francisco Lendor para ver a los animales afectados y tomarles muestras de sangre y tejidos, con la intención de hacerles análisis y ver qué se encontraba, si algo, en ellos.
Vientós era un conocido veterinario del área metropolitana que para el momento era el presidente de la Asociación de Veterinarios de Puerto Rico, y Lendor era el biólogo residente y director del zoológico del Parque de las Ciencias, localizado en el municipio de Bayamón y administrado por ese municipio.
Antes de ir a Orocovis Rosa Nales hizo una entrevista, grabada en video, al Dr. Vientós, preguntándole su opinión sobre lo que ocurría y el tipo de heridas que se veía en los animales atacados, y éste indicó que las heridas, el tipo de orificios que se podía apreciar en los animales victimados no eran compatibles en modo alguno con las de perros o animales conocidos. Dijo estar bien seguro de ello porque su especialidad es precisamente en animales exóticos.
Una vez en Orocovis, fuimos a la residencia del Sr. Barreto y el Dr. Vientós tomó muestras de la sangre de una oveja moribunda que había sido atacada por la misteriosa criatura y que presentaba orificios, y luego fuimos todos al lugar donde yacía el cuerpo del toro de Don Víctor Rodríguez.
Ya en el lugar, ambos especialistas se sorprendieron al ver el estado del toro luego de estar muerto y a la intemperie por ocho días, ya que no mostraba rigidez alguna ni mal olor.
Además, aunque se encontraron algunos coágulos cerca del corazón del toro al abrirse el animal para su exámen, su sangre estaba en forma líquida, fresca y roja en su aspecto, por lo cual ambos mostraron su asombro y desconcierto por la obvia falta de coagulación del fluído.
Lendor nos comentó luego en una entrevista grabada para nuestro programa radial lo siguiente: “Nosotros nos movimos con la autorización y por la preocupación de Ramón Luis Rivera [alcalde de Bayamón]. Tan pronto el canal 4 peticionó nuestra presencia en el área, él incondicionalmente nos dio instrucciones de cooperar.
“Nos sorprendieron grandemente las circunstancias en que encontramos a este toro.
“Cuando abrimos al animal la carne de éste tenía una apariencia fresca, rosada, blanda, como si hubiese acabado de morir y eso no es normal, máxime si tomamos en cuenta que el animal yacía en un lugar donde hacía sol, bastante caliente, y ya por ocho días. Ese tipo de animal debía haberse descompuesto bajo esas condiciones.
“Las coyunturas no tenían rigidez, no había rigor mortis... y cuando estudiamos una de las heridas incisas, uno de los o- rificios, en su espalda, se notó que no se había lacerado ninguna víscera, la trayectoria de lo que haya producida la herida se dirigía moviéndose directamente hacia el pulmón.
“Encontramos coágulos cerca, en el área del corazón y extraímos una muestra del fluído y se envió a un laboratorio para análisis, pero aún no hemos recibido los resultados.
“Todo era muy extraño, nunca había visto algo así. El estado de la carne del animal no era normal para un animal que ha estado muerto y a la intemperie por ocho días.
“Nos sorprendió lo que vimos, pero no me atrevo a apuntar ni a declarar nada hasta que no lleguen los resultados de las muestras que se enviaron a nuestros laboratorios de referencia.
“Científicamente se pueden levantar muchas teorías e hipótesis al respecto, pero sin la respuesta a los análisis no levantaremos nada.”
Le preguntamos sobre la posición de los representantes del gobierno [Depto. de Agricultura, Depto. de Recursos Naturales] y ciertos detractores profesionales del país, que en vez de ir a investigar seriamente y responsablemente en los lugares afectados y recoger muestras para su posterior análisis científico en vías de aclarar lo que pasaba se dedicaban a ridiculizar el asunto y a los testigos, insistiendo en que todo se debía a ataques por perros realengos o mandriles.
Contestó lo siguiente: “Por lo que vi , y a razón de la experiencia, descarto automáticamente la explicación del mandril.
“La de los perros...tendría que ser un perro extremadamente pequeño porque la separación entre una perforación y otra es prácticamente de menos de una pulgada, y no demuestra señas de otros dientes como molares. Están bien extrañas.”
'Además, lo que sea que penetra en ellos no desgarra el tejido de los animales, sólo produce esos orificios o unos huecos circulares perfectos’, le dijimos, y él contestó: “Eso es correcto. Esa no fue la atmósfera que vimos en Orocovis. Vimos equipos de la Defensa Civil y equipos de las noticias buscando seriamente una respuesta a algo desconocido. Allí sí hay materia para investigar.
“Lo que personalmente nos sorprendió fueron las declaraciones del pueblo, de personas que no tenían por qué crear estas situaciones, y prácticamente todas coincidían en muchos puntos en cuanto a las descripciones de que era algo extraño y muy rápido lo que atacaba a los animales.Todas son personas serias. Algo sí está sucediendo.”
Tanto Vientós como Lendor aseguraron que lo que vieron no era normal, y nos comentaron su asombro. Estaban muy intrigados por el asunto.
Al irse, Vientós mostraba un gesto de preocupación que ya habíamos visto antes en otros especialistas veterinarios que habían examinado animales muertos en similares circunstancias, y eso nos preocupó.
¿Por qué nos preocupó? Teníamos un mal presentimiento, y días más tarde se confirmarían nuestros temores.
Al comunicarnos con él días más tarde para saber qué había sobre los resultados de los análisis de las muestras, nos di: “No hay nada. No valía la pena enviar las muestras para su análisis porque el toro ya tenía una semana de muerto y las muestras estarían contaminadas, así que no las mandamos y las botamos.”
No podíamos creer lo que escuchábamos.
Le preguntamos cómo era posible que hiciera eso, pues aunque sí, tal vez por el tiempo de muerto el toro la muestra podría estar contaminada, aún así se podía analizar en busca de alguna sustancia extraña contenida en las mismas, especialmente en la sangre, en los fluídos.
Por su parte, el reportero Rosa Nales fue a la oficina del Dr. Vientós para recoger los resultados de los análisis y sus comentarios, y el veterinario, que antes había comentado lo anómalo de toda la situación y que las heridas en los animales no eran compatibles con las mordidas de perros u otros animales exóticos, le informó que había desechado las muestras tomadas de los fluídos y tejidos del toro y que no podía descartar que las heridas que tenían los animales [las ovejas y el toro] eran compatibles con mordeduras de perros.
Sorprendido, el reportero le preguntó cómo podía decir eso si pocos días antes le había dicho categóricamente en una entrevista grabada en video que le había hecho en el Parque de Las Ciencias de Bayamón, que las heridas que se veían en los animales que estaban siendo atacados en la isla no eran compatibles de ninguna manera con las de perros u otros animales conocidos.
Le preguntó también cómo era posible que la herida punzante que el toro tenía en una pata entrase desde el área de la pezuña del animal hasta una distancia de varias pulgadas hacia arriba en el interior de la pata, pues, definitivamente, el colmillo de un perro no podía hacer eso.
Ante tales preguntas, el veterinario aceptó que no podía decir qué había matado a los animales.
Por otro lado, se habían hecho análisis a la sangre de la oveja moribunda, reflejándose en ellos una anemia crónica.
Ante las preguntas del reportero, Vientós indicó que ese tipo de anemia era compatible con la pérdida de una gran cantidad de sangre del cuerpo del animal.
Alarma durante un pasadía
El domingo 2 de abril de 1995 un grupo compuesto por unas quince personas, entre adultos y jóvenes, se hallaba en un pasadía en lo alto de un terraplén en un monte perteneciente al Sr. Fín Colón, justo detrás del pueblo de Orocovis, cuando a eso de las 6:00 P.M. tuvieron un encuentro con otra extraña criatura.
Mientras los jóvenes jugaban, la Sra. Ana Torres y una amiga, sentadas junto a un declive en el monte, notaron algo junto a un árbol. Ana le lanzó unas piedritas y aquello se movió.
Al observar mejor, vieron que era "una cosa de color gris" de unos tres pies de altura, y de configuración humanoide.
Alarmadas, gritaron y llamaron a sus esposos y a los jóvenes, que vieron también al insólito ser. Al momento se produjeron una serie de hechos que alarmaron a todos.
El Sr. Ramón Colón, uno de los esposos, vio al ser detrás del árbol: “Era una cosa gris -nos dijo-, como de tres pies de alto.
“Al principio no vimos bien cómo era. Solo vi un bulto gris detrás del palo. Entonces eso sacó la cabeza por detrás del tronco y nos hizo un ruido como siseando. Para mí que eso se burlaba de nosotros.
“A los muchachos se les cayó la bola por allí, y fueron a buscarla y se encontraron de frente con aquello. Era una cosa pequeña, delgada, y de color gris (un ser humanoide tipo 'Gris).
“Uno de los muchachos, José Angel Cruz, cogió un palo para darle, pero en ese momento quedó paralizado y no pudo moverse.
“Entonces, lo raro fue que dos de los muchachos podían ver a la criatura y le decían ¡Salte de ahí, está al lado tuyo!, pero él no la veía. El sólo veía una luz brillante que le cegaba.
“Aquello siseó de nuevo y él se desmayó. Otro de los muchachos se mareó también, y por poco se desmaya, y ahí aquello corrió entre los palos y nosotros corrimos y subimos a los muchachos. Mi esposa, mis hijas y vecinos, todos vimos esa cosa.
“Llevamos al muchacho al hospital y al rato pudo despertar. Entonces fuimos al cuartel de policía, y a eso de las 9:00 de la noche volvimos con varios policías al sitio.
“Aquello todavía estaba allí. Por donde corría se veían los arbustos moviéndose. Nos aproximamos al sitio y logramos verlo.”
A preguntas nuestras el Sr. Colón describió a la criatura: “Los ojos los tiene en forma de cono [almendrados, grandes y de tipo oriental], luminosos, blancos. La forma de los ojos va de mayor a menor, y alargados hacia los lados de la cabeza.
“Era algo gris oscuro. y estaba como agachado. Estaba en una posición encogida, con los bracitos y las manos como encogidos y las manos caídas, pero se movía de lado a lado, de derecha a izquierda y viceversa.
“Pero eso no caminaba, más bien eso estaba como flotando. El movimiento ese de lado a lado era como flotando. Se desplazaba rápido, y se nos escondía.
“Salía de nuevo y se desplazaba y se nos escondía. De momento hizo un sonido raro, como un murmullo rápido.”
El Sr. Colón, nervioso, quería que uno de los policías le entregase su arma para dispararle a la criatura, pero el policía le indicó que no podían dispararle, que deberían capturarla viva, si posible, y que al otro día se haría una búsqueda en el sector.
Uno de los policías en el lugar, el oficial Cruz, intentó bajar hacia el área donde estaba la criatura, pero igual que en su primer encuentro en la finca del Sr. Barreto, sintió un fuerte dolor de cabeza y un raro malestar, y desistió de su intento.
Mientras investigábamos en el área con los testigos, pudimos ver y fotografiar una serie de extrañas huellas en el terreno que parecían tener grandes garras.
“Yo estaba engañado -nos dijo el Sr. Colón-, creía que lo que se veía o lo que mataba a los animales eran perros, como decían, o culebras, pero lo que vimos aquí no es nada de este mundo.
“Ahora sí creo en todo esto. Esto es real... y eso es tan rápido...Es algo increíble. Eso se mueve a una velocidad tremenda.”
Los demás testigos corroboraron todo lo dicho por él.
Al mostrarle las ilustraciones de diferentes tipos de criaturas humanoides indicó que lo visto por ellos era algo en cierto modo parecido a uno de los llamados seres tipo “Grises” asociados a los casos OVNI, “pero con ojos diferentes, y luminosos.”
Con las declaraciones del Sr. Colón, del Sr. Vega, y las de Jaime Torres, comenzaba a tomar forma la descripción correcta de los “Entes Biológicos Anómalos” o “Chupacabras” que se manifiestan en Puerto Rico, y también que junto a la presencia de esas criaturas estaba la presencia de seres humanoides que han sido relacionadas directamente con el fenómeno OVNI.
¿Acaso esto quería decir que ambos tipos de seres tenían que ver con las muertes de animales que estaban ocurriendo en Puerto Rico, y que el asunto OVNI también era parte de ello?
En los capítulos siguientes discutiremos más hallazgos sobre todo esto.