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EL CONCEJO DELIBERANTE DE LA CIUDAD DE CORDOBA

SANCIONA CON FUERZA DE


ORDENANZA

IGUALAR DIETAS Y HABERES DE CONCEJALES, INTENDENTE Y FUNCIONARIOS AL DE


UNA MAESTRA DE GRADO MUNICIPAL.

Artículo 1: Iguálese el monto de dietas o haberes que cobren concejales,


intendente, funcionarias/as políticas del Departamento Ejecutivo y Concejo Deliberante,
Tribunal de la Cuentas y Tribunales de Faltas de la Ciudad de Córdoba, con el de una
maestra de grado municipal, definida en la escala salarial.
Artículo 2: A partir de la vigencia de la presente ordenanza, los y las concejales y
funcionarios/as políticos/as del municipio de la Ciudad de Córdoba, sólo podrán percibir
aumentos en sus dietas y/o haberes en el mismo momento y en la misma proporción a los
aumentos que registren los haberes que percibe un/a docente según lo estipulado en el
artículo 1º de esta ordenanza.
Artículo 3: Remuneración única. Los concejales, el Intendente y funcionarios
públicos descriptos en el artículo 1 perciben mensualmente como dieta y haberes el
monto equivalente al salario de una maestra de grado que recién se inicia según la escala
salarial vigente a la fecha.
Artículo 4: Comuníquese al Departamento Ejecutivo.

FUNDAMENTOS

En los últimos años se ha profundizad la miseria en el país. Centenares de miles de


personas perdieron sus trabajos, haciendo ingresar así en la pobreza a otras tantas
familias. El gobierno de Mauricio Macri que prometía pobreza cero se despidió con un
índice que supera el 40%. Nuestra ciudad y nuestra provincia no han escapado a esta
realidad, de hecho, siempre se encuentran en los primeros puestos cuando se discrimina
regionalmente las cifras de la miseria. El gobierno de Schiaretti ha sido uno de los socios
políticos más fieles al gobierno nacional, acompañando cada ley de ajuste al pueblo
trabajador con sus representantes en el Congreso. El nuevo gobierno municipal, se alineó
automáticamente con ambas gestiones. Es de esperar que actúen mancomunadamente
para la gestión de la recesión y la crisis que quieren descargar sobre las espaldas de la
mayoría de la población.
El nuevo gobierno de Fernández-Fernández pregona un pacto social, que significa
suspender paritarias y dar aumentos salariales por decreto: una verdadera regimentación
de la clase trabajadora y sus organizaciones. Las conducciones gremiales, no sólo le
garantizaron la gobernabilidad a Mauricio Macri en el pasado, sino que ahora serán las
garantes “en nombre de los trabajadores”, de sostener ese pacto con los empresarios que
históricamente ha perjudicado a la clase trabajadora. Se trata de un regalo para los
empresarios.
La sintonía “fina” de Llaryora con esta política nacional y provincial estrenó gobierno
con los dichos de su Secretario de Gobierno, con declaraciones contra los trabajadores
municipales, con la excusa de la “herencia” recibida de la anterior gestión.
Relevando los datos publicados por la propia municipalidad en el sitio de gobierno
abierto, nos encontramos con que el Intendente saliente, Ramón Mestre, tenía en junio
de 2019, un sueldo bruto de 216 mil pesos. En tanto las dietas de los concejales oscilan
entre 183 mil y 194 mil pesos. Esto contrasta en forma obscena con los salarios de las
docentes municipales, que según la misma escala oscila entre 38 y 41 mil pesos,
superando apenas el costo de la canasta básica alimentaria para una familia, fijada por el
INDEC en el mes de octubre en 34800 pesos. Sobre la planta política de la municipalidad,
es un verdadero misterio. De hecho, la tan famosa mesa de transición en donde deberían
armonizarse las gestiones saliente y entrante, estallo por este punto, no existe claridad en
la cantidad de funcionarios políticos nombrados por el intendente. Durante años hemos
escuchado que la culpa de que la municipalidad no pudiera funcionar de manera
adecuada para los vecinos, se debía a la cantidad de empleados y sus sueldos. Mestre,
orgullosamente señala que se va con 3 mil empleados menos. La reducción de personal en
un clima de recesión y aumento de la pobreza es mostrada como una virtud.
Pero la importancia que tienen las y los trabajadores municipales es innegable, en
cada paro queda a las claras que, sin su presencia y su labor, la ciudad directamente
queda paralizada
Pero ¿a qué se debe esta brutal asimetría entre los salarios de los trabajadores y los
funcionarios?
La explicación es sencilla. Para garantizar normas y fallos favorables a los intereses
de los grandes empresarios que han venido gobernando la ciudad, es necesaria una casta
especial de políticos profesionales, que viva como los altos gerentes de las grandes
empresas y a la que no le tiemble el pulso a la hora de gobernar y legislar en favor de los
grandes capitalistas y grupos económicos. Esta alevosa desigualdad, entre un pequeño
grupo de funcionarios políticos que viven como ricos y millones de trabajadores y pobres
que no llegan a fin de mes, tiene el único objetivo de perpetuar este régimen social
basado en la explotación.
Un sistema en el que sean los y las trabajadoras quienes garanticen las enormes
ganancias capitalistas y paguen también sus inevitables crisis, como busca imponerse
ahora con medidas de ajuste, tarifazos, inflación y techo salarial. Los privilegios de los que
gozan concejales, legisladores provinciales, parlamentarios a nivel nacional y funcionarios
políticos de todo tipo contrastan con las condiciones de vida, las necesidades y los
padecimientos de la amplia mayoría del pueblo pobre y trabajador. Por eso, constituye
una gran falacia que para justificar tales privilegios se afirme que quienes ocupan cargos
políticos deben cobrar sueldos millonarios para “ejercer su función”, como si el trabajo de
un obrero, de una empleada doméstica o de los y las maestras de grado no valiera nada, y
la “función pública” fuera algo para “especialistas”. Por el contrario, bien podrían
destinarse esos cuantiosos fondos a paliar necesidades populares como la falta de
vivienda, de acceso a la salud, al transporte, a la educación; para un plan de emergencia
contra la violencia hacia las mujeres o para realizar obras tan necesarias en los barrios de
la ciudad.
Hemos escuchado a los representantes del oficialismo decir demagógicamente que
reducen un 25% la planta política de personal, mientras mantienen los sueldos y dietas de
privilegio que, como hemos visto, superan los $200.000.
Es de una caradurez absoluta poner en juego los intereses de los trabajadores
municipales, sembrando duda sobre los recursos con que cuenta el municipio para
afrontar el pago de aguinaldo y los salarios de diciembre de toda la planta de personal.
Hablan de “emergencia” y finanzas municipales “en crisis”, pero no se les ocurre poner en
duda las concesiones millonarias del servicio del transporte y la basura a favor de los
empresarios amigos, sino que cuestionan los salarios obreros.
El Frente de izquierda propone discutir los privilegios económicos de toda la planta
política de la municipalidad y el Concejo deliberante, proponiendo que pasen
inmediatamente a cobrar como un trabajador medio o una maestra, tal como lo hacemos
desde la izquierda, donando el resto de las dietas que no percibimos, a las luchas y causas
del pueblo trabajador, las mujeres y disidencias sexuales, la juventud trabajadora y
estudiantil que se levanta para cuestionarlo todo como en Chile, Ecuador, o inclusive en
Francia.
Es una medida elemental a tomar en tiempos de austeridad y crisis, cuando los
gobiernos proponen ajustes en diversas áreas del estado. El derecho al control político por
parte de los vecinos avanzando en la revocabilidad de los mandatos, es otra de las
medidas mínimas para abaratar los costos de la política y a la vez dar trasparencia y
representatividad real a la población, no limitándola a que elija una vez cada dos o cuatro
años a quienes deben representar y defender sus intereses. Contra toda casta de políticos
privilegiados que gobiernan a favor de la clase capitalista, defendemos a los y las
trabajadoras que hacen política para defender sus propios intereses sin enriquecerse a
costa de la población.
Por lo expuesto, y otros motivos que daré en comisiones y el recinto, es que solicito
a mis pares, que aprueben este importante proyecto de ordenanza

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