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NUTRIENTES DE LA CEBOLLA

Es rica en minerales y oligoelementos (calcio, magnesio,


cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio,
silicio, cinc, azufre y bromo); y también en vitaminas (A, B,
C y E).

La planta de la cebolla contiene esencias volátiles


sulfurosas que le confieren su sabor picante tan
característico; uno de esos componentes se disuelve con
rapidez en agua y produce ácido sulfúrico, lo que hace
lagrimear a las personas al cortarla.

Tiene propiedades diuréticas y antisépticas.

Fuente de nutrientes y sustancias no nutritivas


Proteínas, potasio, vitamina C, flavonoides y distintos
compuestos azufrados.

Valoración nutricional
La cebolla es un alimento con bajo contenido energético.
En la composición de las cebollas se ha de tener en cuenta
su contenido en minerales y vitaminas. Las cebollas son
fuente de potasio mineral que contribuye al
funcionamiento normal de los músculos
y del sistema nervioso. También es fuente de vitamina C.
Una ración de cebolla (150g) cubre el 48% de las ingestas
recomendadas de esta vitamina para la población de
estudio. Hay que tener en cuenta que esta vitamina es
termosensible, por lo que su aporte de vitamina
disminuiría si la cebolla se consumiese cocinada.

Las cebollas son ricas en flavonoides y en compuestos


azufrados (sulfóxido alquilcisteína), responsables de su
aroma. Entre los flavonoides, los antocianos son los
responsables del color rosado o violáceo de determinadas
variedades de cebolla; pero sobre todo destaca el
contenido en quercetina con una importante función
antioxidante. La vitamina C contribuye a la protección de
las células frente al daño oxidativo.

Además, la cebolla contiene una sustancia volátil llamada


alilo, con propiedades bactericidas y fungicidas. Es
interesante su contenido en glucoquinina, una sustancia
que baja el azúcar en sangre, por lo que también es
conocida como la “insulina vegetal”.

En la cocina es muy versátil y la mejor forma de aprovechar


los beneficios de la cebolla es consumirla cruda. Así
estimula mejor el funcionamiento del hígado, el páncreas
y la vesícula, aunque al cocinarla no se producen grandes
pérdidas en sus propiedades nutritivas.
VALOR NUTRICIONAL

Fibras:
Las cebollas son una fuente de fibra, lo que contribuye a la
ingesta de fibras solubles. El tipo de fibra presente en las
cebollas puede reducir la probabilidad de desarrollar
enfermedades cardiovasculares, como presión arterial
alta, accidentes cerebrovasculares, insuficiencias cardíacas
e infartos. Además, ayuda a reducir el colesterol, según la
Federación española del corazón.

Vitaminas:
100 gramos de cebolla nos aportan el 11,5% de la dosis
diaria recomendada de vitamina B6. Esto convierte a las
cebollas en una buena opción para las funciones cognitivas
y nerviosas, ya que la vitamina B6 ayuda al cuerpo a
producir serotonina y mielina. Además, con una porción de
cebollas, conseguimos el 5,9% de la ingesta diaria
recomendada de ácido fólico y el 3,9% de la vitamina C que
nuestro organismo necesita.

Minerales:
100 gramos de cebolla nos aporta el 8,5% del calcio que
necesitamos a diario para tener huesos y dientes fuertes.
Además, las cebollas también nos aportan manganeso.

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