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INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo hablaremos de la legislación dominicana desde 1844-hasta el


2010. En esta sección se pretende informarle y resolverle todas las dudas acerca de
las cuestiones legales de República Dominicana. Además te permitirá conocer mejor
las leyes de República Dominicana.

República Dominicana tiene sus propias leyes, por lo que no siempre es igual al país
de origen del extranjero que visita el país. Partiendo de esa premisa, no siempre
tendrás la razón y antes de cualquier cosa que pretendas realizar, crear tu propio
negocio, comprar alguna propiedad, etc . es mejor que te informes y te asesores.

Si te detienen, lo primero que te aconsejamos es que se lo notifiques a tu consulado,


recuerda de llevar la dirección y el teléfono del consulado siempre encima, ellos te
sabrán asesorar según en el caso que te encuentres.

No olvides también, ante cualquier duda, pedir siempre hablar con un superior, sobre
todo en el aeropuerto, esto te evitara muchos problemas, como por ejemplo que
algún policía o agente de seguridad privada de la aduana te quiera intimidar para
quedarse esas botellas de ron que has comprado para llevarte a tu país.

Con el fin de regular el comportamiento económico de la nación, así como dirigir la


producción, distribución, el cambio y el consumo de los bienes materiales en los
diferentes estados de desarrollo de la sociedad humana, los países implementan
resoluciones, reglamentos y leyes como herramienta para lograr la efectividad en el
manejo de las políticas de la sociedad. En la República Dominicana, el Estado
fomenta activamente la generación e implementación de leyes económicas con el
propósito de colaborar con el cumplimiento de los objetivos pautados. En este
apartado se presentan las legislaciones económicas más destacadas e importantes
de nuestro país.
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA LEGISLACIÓN EN SANTO DOMINGO

Lic. Eugenio Galán Reyes MA.

CONCEPTO DE LA CONSTITUCION.
La constitución ha asumido varias definiciones a través de los tiempos, entre ellas
podemos citar a las siguientes:
a) Ley de Leyes,
b) Ley Sustantivas,
c) Ley Orgánica,
e) Carta Magna, etc.

La constitución es un conjunto de normas y principios básicos que tienen como fin


ordenar una colectividad para una correcta convivencia.

Las constituciones pueden clasificarse de las siguientes maneras:

a) Constituciones Rígidas, son aquellas que no admiten reformas o modificaciones.


b) Constituciones Flexibles, son aquellas que como su nombre lo indica, son flexibles
a las modificaciones o reformas según las circunstancias lo requieran, las mismas
constituciones especifican las formas en que se debe proceder para hacer dichas
reformas.

Las constituciones flexibles constan de dos partes fundamentales que son:

a) Dogmática, que contiene la declaración de los derechos humanos


b) Normativa, que versa sobre la división de los poderes del estado, en el caso de la
República Dominicana, son estos: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Para entender mejor el proceso evolutivo que ha seguido la República Dominicana
en el aspecto legislativo, tenemos que remontarnos al inicio de la historia de la isla. A
la llegada de Cristóbal Colón en 1492, la población que habitaba en esta isla
carecían de una legislación escrita, pues sus normas eran consuetudinarias o sea
que se entendían y transmitían por tradiciones y costumbres; pero inmediatamente
se instalaron los conquistadores se ponen de manifiesto las primeras normas legales
escritas que se conocieran y que reglamentarían en lo adelante la vida en la isla,
estas fueron:

a) “Las Capitulaciones de Santa Fe”, contrato firmado entre los Reyes Católicos y
Cristóbal Colón en 1492, las cuales determinaban la posición de mando entre los
conquistadores y demás expedicionarios.

b) “Real Cedula”, dictada ocho años después (1500) debido a la presunta violencia
entre los conquistadores y de estos a su vez con los nativos indígenas, con estas
normas se buscaba el cumplimiento cavar de las capitulaciones y la protección de los
indígenas.

Las frecuentes violaciones a estas normas y disposiciones coloniales les plantearon


la necesidad a la corona española de crear un tribunal de justicia que tendría como
función dirimir los conflictos y desavenencias que se suscitaran en la colonia. Así se
creó la primera Real Audiencia de América en el año 1511, en la actual ciudad
colonial dominicana hoy (Museo de las Casas Reales), la creación de dicho tribunal
no fue suficiente para hacer cumplir las normas y disposiciones que emanaban de las
autoridades metropolitanas, y el trato dispensado a los nativos era cada ves más
cruel, lo que provocó la reacción de los sacerdotes dominicos Bartolomé de Las
Casas y Antón de Montesinos quienes alzaron sus voces a favor de los indígenas, de
este último es fama “el Sermón de Montesinos”.

Estas denuncias llamaron la atención de las autoridades de la corona quienes


ordenaron estudiar la situación y presentar soluciones alternativas, lo que obligó a la
redacción de una serie de ordenanzas que recogieron las conclusiones adoptadas
por una junta de teólogos y juristas, conocida como Junta de Burgos, que se había
reunido como respuesta al famoso sermón de Montesinos (1511) y su denuncia por
las condiciones sociales de los indígenas. La misma concluyó con una serie de
principios:

• Los indios son libres.

• Los Reyes Católicos son señores de los indios por su compromiso evangelizador.

• Se podía obligar a los indios a trabajar con tal de que el trabajo fuese tolerable y el
salario justo, aunque se podía pagar en especie y no en dinero.

• Se justifica la guerra si los indios se negaban a ser cristianizados; y para ello se


creó la institución del Requerimiento. “Una conquista sólo estaba justificada si los
indígenas se negaban a ser evangelizados”, “GUERRA JUSTA”. Esto dio originó la

c) “Leyes de Burgos”, Conjunto legislativo establecido por la monarquía española


para el gobierno de las indias, recogieron las conclusiones adoptadas en la junta de
teólogos y juristas celebrada en Burgos en 1512, que dictaminó que los indígenas
americanos eran libres y debían ser tratados como tales, debían ser instruidos en la
fe, se les podía obligar a trabajar sin detrimento para la cristianización y con
provecho para ellos, su trabajo debía ser moderado, debían poseer casas y
haciendas propias, se comunicarían con los españoles para crecer en la fe y se les
debía remunerar.

Estas disposiciones legales en principio por su acentuado matiz religioso se creyó


que sulocionaría el maltrato de que eran victimas los indígenas, pero más que
protegerlo legalizaba el trato injusto con la aprobación de las encomiendas o
repartimientos legales que a la postre dieron al traste con los últimos reductos
indígenas que quedaban en la isla.
Y así de esa manera continuó la vida colonial hasta poco después de la Revolución
Francesa, la cual desencadeno la revuelta de la negros de la colonia francesa de
Saint Domingue, mejor conocida como Revolución Haitiana. La misma dio al traste
con la esclavitud y el colonialismo en la parte occidental de Santo Domingo, con el
triunfo de los negros encabezando por Toussaint Louverture al final del siglo XVIII.

Hacia el año 1800, y antes el tratado de Basilea firmado entre España y Francia, en
la cual España cedía su colonia de Santo Domingo hoy (República Dominicana) a
Francia, y ante el temor de los negros libertos de la parte oeste de la isla hoy (Haití),
decide su líder Toussaint el 4 de enero de 1801 ocupar la parte orientar de la isla
bajo el principio constitucional haitiano de esa época que decía “La isla es una e
indivisible” de esta manera y durante aproximadamente un año la parte española de
la isla fue objeto del primer ensayo constitucional, el cual favoreció a la mayoría de la
población que era negra y mulata, pues este conjunto de leyes llamada Constitución
de Toussaint concebía la igualdad entre todas las personas sin importar la posición
social y económica, y sobre todo sin importar la ascendencia étnica.

En el año 1802 la invasión napoleónica a la isla comandada por un cuñado del


emperador Víctor Emmanuel Leclerc, quien condujo el mayor contingente militar que
hasta la fecha había cruzado el atlántico con mas de 21,000 soldados, truncaron el
proyecto de indivisibilidad de Toussaint que tuvo que retirarse a su nación dejando la
parte oriental en manos de expedicionarios franceses, iniciándose así el conocido
periodo denominado “Era de Francia en Santo Domingo” quedando la vida de la
colonia regida por el Código Napoleónico y siendo esta la segunda experiencia
constitucional en el territorio que hoy ocupa la República Dominicana.

La vigencia de este código duró hasta mediados del año 1808, cuando un grupo de
criollos encabezados por el hatero de Cotuí Juan Sánchez Ramírez, derrotaron a los
franceses en la batalla de Palo Hincado.
De este modo evacuada las huestes francesas de la colonia oriental de Santo
Domingo se da inicio a un período conocido en nuestra historia como “España Boba”
el cual se extendió desde julio de 1809 hasta en 1 de Diciembre de 1821.

Es necesario señalar que en este período de la historia dominicana caracterizado por


la miseria y las luchas intestinas que sangraron la sociedad, se pone en vigencia la
tercera experiencia constitucional en esta parte de la isla “La Constitución de Cádiz”
en el año 1812, que era una constitución liberal y democrática, cuyo espíritu libertario
no se puso en práctica aquí en la colonia; es de no meno importancia señalar que en
ese espacio de tiempo (España Boba) nacieron tres niños entre tantos otros, que
luego se convertirían en los tres padres de la patria dominicana: Juan Pablo Duarte
1813, Ramón Matías Mellas 1816 y Francisco Sánchez del Rosario 1817.

La inestabilidad que caracterizó a este período concluyó el 1ro. de diciembre de 1821


cuando el Auditor de Guerra y Marina y Catedrático de la Universidad Santo Tomás
de Aquino, y uno de lo más prominentes hombres el Lic. José Núñez de Cáceres
proclamó la separación de la Española al declarar el Estado Independiente de Haití
Español, amparando un acta constitutiva que no era más que un mamotreto jurídico
redactado por él a su imagen y semejanza, que fue sin lugar a dudas la curta
experiencia constitucional que tuvo la sociedad colonial y el más cercano intento de
dominicanidad.

El proyecto de Estado Libre de Núñez de Cáceres, por razones diversas y que son
bien conocidas por los historiógrafos dominicanos fracasó muy pronto y a penas
después de dos meses y nueve días (9/2/1822) se había producido la tercera y
última ocupación haitiana que hasta hoy registran las páginas de la historia nacional,
conocida como “La Dominación Haitiana u Ocupación de Boyer de 1822” y que se
extendió hasta el año 1844.

Así el fracaso de Núñez de Cáceres pasa a la historia bajo la denominación de


“Independencia Efímera” pasando a ser regida la sociedad dominicana por la
Constitución Haitiana de 1816, considerada como una de las más liberales y
democrática del continente, no obstante la dominación fue despótica, y es
precisamente durante este período de dominación que se forja la conciencia nacional
principalmente en la persona del joven Juan Pablo Duarte y Diez, que encarnó los
más nobles sentimientos de patriotismo y civilismo para darle a los pueblos del este
de la isla el derecho de una patria libre y soberana, que como la haitiana y otras del
hemisferio occidental pudiera tomar por sí misma sus propias decisiones. Esos
esfuerzos de encomiable valor humano culminaron la noche del 27 de Febrero 1844
con la proclamación de la Independencia Nacional Dominicana, cuando el redoblar
de las campanas anunciaba al mundo que una nueva patria acababa de nacer.

Inmediatamente se organizó un gobierno provisional que se encargaría de conducir


los destinos de la nacientes República y garantizar los derechos de los ciudadanos
hasta tanto se creara un congreso legislativo que tendría la misión de redactar y
votar lo que sería la primera constitución nacional.

FORMA DE GOBIERNO

De acuerdo con la Constitución de 1994, la República Dominicana es una


democracia representativa en la que el poder está dividido entre tres ramas
independientes: los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El sistema de gobierno,
tal como está definido por la Constitución, es democrático, representativo y
presidencial.

El ejercicio del Poder Ejecutivo recae en el Presidente de la República y en el


gabinete integrado por Secretarios de Estado designados por él. El Presidente es
electo por el voto directo de la mayoría absoluta (50% más 1 voto) para un período
de cuatro años. Si ninguna candidatura obtiene esta cantidad en una primera vuelta
de votaciones, se celebra una segunda vuelta cuarenta y cinco días después de la
primera. Conforme a la reforma constitucional de 1994, en la actualidad, la reelección
del Presidente en períodos sucesivos está prohibida.

El Poder Legislativo es ejercido por un Congreso bicameral, compuesto por el


Senado y la Cámara de Diputados. Los miembros de ambas cámaras son electos por
voto directo en comicios distintos a los presidenciales y por un período de cuatro
años. Actualmente existen 32 senadores, uno por cada una de las provincias del país
y por el Distrito Nacional. Además, hay 152 diputados, cada uno representa a
cincuenta mil habitantes o a una fracción de más de veinticinco mil habitantes en
cada una de las provincias y en el Distrito Nacional.

El Poder Judicial está representado por la Suprema Corte de Justicia, las Cortes de
Apelaciones, los Tribunales de Tierras, los Juzgados de Primera Instancia y los
Juzgados de Paz.

Tipo de Gobierno tenemos los


dominicanos

Aristóteles calificó los distintos tipos de regímenes políticos, atendiendo a dos


criterios distintos. Igualmente, distinguió tres modelos puros de gobiernos, cada uno
de ellos con su correspondiente forma corrupta, establece el gran sabio griego.

Las tres formas puras de gobierno son la monarquía, que ejerce una sola persona; la
aristocracia, gobierno de unos pocos y la República, el gobierno de muchos.

La tiranía es el interés de una persona, o de la minoría rica, que se representa por la


oligarquía. Y cuando está representado por la mayoría pobre, entonces estamos ante
un gobierno democrático.
La República Dominicana, si nos amparamos en la teoría de Aristóteles, ni es
República, ni funciona una democracia verdadera, ya que los gobiernos del Partido
de la Liberación Dominicana se han caracterizado por gobernar para un grupo
minoritario, representado, originalmente por 27 hombres que formaron el Comité
Político, el que fue llevado a 35 durante el pasado VIII Congreso.

Los primeros 27 miembros del Comité Político del PLD han llegado a constituirse en
una poderosa corporación, integrada por una aristocracia que maneja todos los
resortes del poder político en la República Dominicana, y que se han hecho
millonarios a su paso por los cargos públicos que han desempeñado, salvo raras
excepciones.

El control que ejerce esta gente es tan fuerte que, aún con pruebas irrefutables de
que ha cometido actos de corrupción, cuando alguien osa someter a uno de estos
jefes a los tribunales de Justicia, los expedientes pasan a mejor vida, ya que son
enviados a archivos definitivos.

¿Hasta cuándo será esto? Bueno, el ex presidente Leonel Fernández ha expresado


que el PLD gobernará hasta el 2044. Mientras algunos comentaristas de radio y
televisión, que parecen bocinas peledeístas, hacen coros en el sentido de que al PLD
no le gana nadie, como si no existiera en la República Dominicana un pueblo que
sufre los desmanes de esas gentes.

Nosotros dudamos que el vaticinio del doctor Fernández se cumpla, porque no es


verdad que ningún pueblo pueda tener tanta capacidad de aguante, para soportar
por tanto tiempo esta aristocracia que nos gobierna.

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