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net/publication/28139364
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Henry Tantaleán
University of South Florida
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All content following this page was uploaded by Henry Tantaleán on 04 November 2014.
Este artículo describe nuestras investigaciones arqueológicas realizadas en el sitio prehispánico de Cutimbo (Puno-Perú), el mismo
que fue ocupado durante el período Altiplano (1.100-1.470 d.C.) y reocupado durante la época inka (1.470-1.532 d.C.). Nuestras
excavaciones se concentraron en las torres funerarias (chullpas) monumentales y sus áreas asociadas, ofreciendo evidencia de la
existencia de prácticas sociales que reprodujeron asimetrías económicas, políticas e ideológicas entre Inkas y lupakas. Dicha
asimetría social no sólo se dio entre la sociedad dominada (Lupaka) y la dominante (Inka), sino también en el seno de la misma
sociedad Lupaka, un proceso histórico que trascendió a la ocupación inka de la zona.
Palabras claves: asimetría social, coerción, ideología, lupakas, chullpas.
This paper describes archaeological research carried out in Cutimbo (Puno-Peru), a prehispanic settlement occupied during the
Altiplano Period (1,100-1,470 A.D.) and re-occuppied durig the Inka epoch (1,470-1,532 A.D.). Our excavations focus on the
monumental funerary towers (chullpas) and related areas which offered evidence consistent with the existence of economic,
political and ideological asymmetries between Inkas and lupakas. This social asymmetry not only existed between dominant
society (Inka) and dominated society (Lupaka) but also within Lupaka society, a historical process trascending the Inka
occupation of the area.
Key words: Social asymmetry, coercion, ideology, lupakas, chullpas.
Los lupakas fueron una de las sociedades más partamento de Puno, Perú, recorriendo e investi-
complejas y poderosas asentadas en torno al lago gando sitios prehispánicos de diferentes épocas. De
Titicaca a la llegada de los ejércitos del Estado Inka entre ellos, tuvimos a cargo la ejecución de los tra-
alrededor de 1.470 d.C. (Stanish 2003:237). Me- bajos arqueológicos en Cutimbo, uno de los sitios
diante las fuentes etnohistóricas se ha tratado de arqueológicos más representativos del área lupaka
recuperar los modos de vida de las sociedades alti- y al que se le hace continua referencia sin que este
plánicas como la lupaka, pues ésta se ha detallado haya sido investigado sistemáticamente (p. ej. Frye
en muchas crónicas tempranas (Diez de San Mi- y de la Vega 2005; Hyslop 1977b, 1990, Isbell 1997;
guel 1964 [1567]; Gutiérrez Flores 1964 [1574]; Stanish 2003).
Murra 1968). A consecuencia de este conocimien- En este artículo se enfoca el tema de la lucha
to mediante fuentes históricas, el trabajo de con- por la supervivencia real e ideológica de la elite
trastación arqueológica en muchos casos ha sido lupaka representada en los restos de su materiali-
desplazado (Malpass 1993:2). Sin embargo, toda dad social, en este caso en el sitio de Cutimbo. Para
una nueva generación de arqueólogos y arqueólo- ello partiremos de la premisa que las estrategias
gas han comenzado a establecer líneas de investi- inka de dominación imperial estuvieron en corres-
gación que están empezando a llenar ese vacío en pondencia con las prácticas socioparentales, so-
las representaciones de las sociedades altiplánicas cioeconómicas y sociopolíticas de las sociedades
prehispánicas (p. ej. Stanish et al. 2005). a las que se enfrentaron1. Así pues, de acuerdo con
Nosotros tuvimos la oportunidad de trabajar las características infraestructurales de la sociedad
en el altiplano andino, específicamente en el De- a dominar se ejercía un tipo u otro de control de la
1 Departamento de Prehistoria, Universidad Autónoma de Barcelona, España, y Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Lima, Perú. henrytantalean@yahoo.es
producción de la vida social de la población domi- Stanish et al. 1997) también evidencian una com-
nada, lo que consecuentemente también supondría plejidad socioeconómica que incluía la localiza-
una confrontación entre la ideología dominante y ción de asentamientos relacionados con la explo-
la ideología dominada. Para comprobar dicho su- tación de los recursos ganaderos durante el período
puesto en primera instancia utilizaremos la infor- preinka Altiplano y un ambiente de precariedad
mación disponible para el área que nos ocupa y la política (materializado en los pukaras o fortalezas
contrastaremos con los hallazgos realizados en naturales como la de Cutimbo) como producto de
nuestra investigación. los enfrentamientos entre grupos de interés dentro
de la sociedad o fuera de ella (ver también Hyslop
Dominación del Estado Inka y Reestructura- 1977b). Finalmente, según la evidencia etnohistó-
ción de la Sociedad Lupaka rica existiría un ejército lupaka (Cieza de León 1929
[1553]; Julien 1983) que permitiría el control de la
El registro arqueológico regional puede ayu- población y el resguardo de los intereses materia-
darnos a entender de mejor manera los cambios les de la elite lupaka.
producidos posteriores a la ocupación de un terri- Asumiendo que las asimetrías sociales también
torio por un grupo social dominante y que en el se pueden materializar en las prácticas funerarias
caso de la llegada de los inkas al área lupaka pare- y que en ellas se reflejaría la ideología del grupo
ce ser dramático. Originalmente, el patrón de asen- de interés que las realizó (Lull 2000) y que promo-
tamiento lupaka (1.100-1.470 d.C.) se realizó en vería la reproducción de la jerarquía social (dis-
dos niveles principalmente: (a) pueblos fortifica- tancia social) del “mundo de los vivos” o de la pro-
dos en cumbres de cerros (pukaras) o mesetas, ducción de la vida social (Castro et al. 1998), las
donde las viviendas presentan una nucleación de prácticas funerarias constatadas en diferentes in-
estructuras de planta circular con techos de falsa vestigaciones en el área lupaka harían patente un
bóveda y (b) aldeas dispersas reconocidas como acceso diferencial a lugares de entierro, consumo
concentraciones de estructuras domésticas y/o dis- pasivo de la producción o amortización de bienes,
persión de cerámica en las áreas llanas (Frye y de lo que plantea que la sociedad lupaka antes y du-
la Vega 2005; Hyslop 1976, 1977a, 1977b, 1978; rante la ocupación inka estaba dividida en diferen-
Stanish 2003; Stanish et al. 1997). Sin embargo, tes grupos socioeconómicos3.
una vez dominadas dichas sociedades por los inkas,
un nuevo patrón de asentamiento fue impulsado Prácticas Funerarias de la Sociedad Lupaka
por sus dirigentes, desplazando y concentrando a
la población local en asentamientos ubicados en el En el área ocupada por los lupaka son repre-
área cercana a las orillas del lago Titicaca y articu- sentativas las formas de enterramiento utilizadas.
lados mediante el camino inka principal (Arkush Se han hallado hasta cuatro tipos de ellas: torres
2005; Hyslop 1977b, 1984; Stanish 1997) con el funerarias o chullpas, cistas de paredes de piedra,
objetivo principal de conseguir un mayor control las “slab-cist tombs” y cuevas funerarias (Tscho-
de la población y su producción2. En el caso de la pik 1946; Stanish 2003:93-95, 229-331). En el caso
producción material, por ejemplo, la tradición ce- de los tres primeros tipos de estructuras funera-
rámica local se mezcló con la de los dominantes rias, estas pueden ser construidas y concentradas
en los talleres, para dar paso a dos de los estilos preferentemente en lugares que sobresalen en el
Inka-asociados más importantes del lago Titicaca: espacio geográfico como mesetas, colinas, mon-
el Sillustani Policromo y el Inka-Chucuito (Tscho- tículos pero también se encuentran dispersas en-
pik 1946). tre las zonas llanas o en los campos de cultivo
Como Stanish (2000) ha argumentado, previa- (Stanish 1994, 2003).
mente a la ocupación inka, la sociedad lupaka es- De todas las estructuras funerarias, las chull-
taba cercana a una organización de tipo estatal, pas son las más conocidas y serían una forma de
posición que permitiría a la elite conservar gran arquitectura funeraria local y que subsiste con
parte de sus privilegios socioeconómicos e incluso mejoras técnicas durante la ocupación inka. Las
mantener su jerarquía política local adentro de la chullpas del altiplano, en especial las monumen-
jerarquía política inka. Estudios de patrones de tales, han sido objeto de numerosas descripcio-
asentamiento (Frye 1997; Frye y de la Vega 2005; nes desde épocas muy tempranas de contacto con
Regresar para construir: Prácticas funerarias e ideología(s) durante la ocupación Inka… 131
Europa (siglo XVI) hasta la actualidad (p. ej. Ayca prospecciones arqueológicas (Stanish et al. 1997;
1995; Bandelier 1905; Cieza 1929 [1553]; Cobo Stanish 2003:229-230) sólo ha sido descrita deta-
1964 [1653]; Guamán Poma 1987 [1615]; Gil Gar- lladamente por Tschopik (1946) y se caracteriza-
cía 2000, 2001; Hyslop 1977a; Isbell 1997; Lum- rían principalmente por ser tumbas colectivas.
breras 1974; Nordenskiöld 1953; Squier 1974 Finalmente están las cuevas funerarias, en las
[1877]; Tschopik 1946; Vásquez 1937, 1939). cuales se realizaron varios eventos de internamiento
Las chullpas están construidas con piedra aun- de cadáveres y fueron selladas al completarse su
que hay algunas realizadas en barro (Gisbert et al. capacidad. El mejor caso estudiado es el de la cue-
1996; Isbell 1997:172-173; Kesseli 2001; Kesseli va Molino-Chilacachi (de la Vega et al. 2005), gra-
et al. 1999; Stanish 2003:231). Por lo general, las cias al cual ahora sabemos que en dichas cuevas
chullpas tienen un pequeño acceso hacia la cáma- los difuntos se depositaban en posición fetal en-
ra funeraria orientado casi siempre hacia al este. vueltos individualmente en tejidos de fibra de to-
Estas tumbas monumentales serían utilizadas como tora y acompañados de vasijas cerámica y otros
referentes o hitos en el espacio geográfico cons- artefactos. Cuevas similares aunque no tan profun-
truyendo un paisaje social en el que se desarrolla das y muy disturbadas han sido halladas en Cutim-
la vida de la población local y, en este caso, perse- bo. Dichas cuevas se encuentran en los farallones
guirían perennizar el poder de la clase dominante cercanos a la cima de la meseta y, aunque muchas
aun después de la muerte. En este caso concreto, de ellas se hallaban disturbadas, se reconoció un gran
dichos accidentes geográficos han sido modifica- número huesos humanos asociados a fragmentos de
dos por los dirigentes de la sociedad, inscribiendo cerámica Inka-Chucuito. Las paredes de algunas
sus estructuras arquitectónicas en el paisaje natu- cuevas incluyeron paneles con arte rupestre con
ral como muestra de un dominio de la realidad so- diseños inka hallados en la cerámica recuperada
cial y de un manejo racional de su espacio sagra- en nuestras excavaciones (Tantaleán y Pérez 2000).
do. Por ello, no es gratuito que se escojan las En nuestras investigaciones en Cutimbo halla-
mesetas para su construcción pues muchas de ellas mos tres de las formas de enterramiento descritas
son reconocidas como deidades protectoras (Apus). arriba, que conformando una unidad espacial y tem-
De hecho, el concepto de un lugar de origen mito- poral nos ofrecen una idea del conjunto de prácti-
lógico ancestral para cada pueblo (Paqarina) está cas funerarias que se realizaron en un período de
bastante arraigado en los Andes, y se reconocen en tiempo corto (ocupación inka del altiplano).
los mitos que señalan lugares (casi siempre acci-
dentes geográficos) de donde proceden los prime- Los Trabajos Arqueológicos en Cutimbo
ros seres humanos (Arkush 2005:240) y lugar a los
que deben regresar al morir. De esta ideología pro- Cutimbo se encuentra localizado al sureste de
vendría la primaria sacralización de los accidentes la ciudad de Puno (Figura 1). Se trata de una gran
geográficos, como sería el caso de Cutimbo. meseta que se levanta sobre el relieve regularmen-
La segunda forma de enterramiento más ex- te llano de la zona. Ha sido señalado por Hyslop
tendida en el área lupaka es la cista subterránea y (1976, 1977b, 1990:278) como la capital política
aunque pueden estar aisladas suelen conformar de la sociedad lupaka, básicamente por la existen-
concentraciones y en algunos casos pueden estar cia de un gran número de “bases de casas” y torres
asociadas a torres funerarias. Dichas cistas, de pa- funerarias (Figura 2). De hecho, Frye y de la Vega
redes de piedras con base y cobertura realizadas (2005) señalan a Cutimbo como uno de los sitios
con lajas del mismo material, contienen por lo ge- más grandes dentro de su área de prospección. Sin
neral a un solo individuo e incluye un ajuar fune- embargo, habría que anotar que una “capital” de-
rario de los cuales han sobrevivido, por las condi- bería encontrarse en la zona nuclear de un territo-
ciones climáticas del altiplano, solamente los rio y no en un extremo tan cercano a la “frontera”
objetos más resistentes como las vasijas cerámicas con los Colla4. Más plausible sería lo que plantea
y los objetos metálicos como los tupus. Frye (1997), que Cutimbo sería el asentamiento
La tercera forma de enterramiento es la “slab- principal de uno de los grupos sociales que con-
cist tomb”, la cual no ha sido hallada en nuestras formarían el área de una confederación política
investigaciones en Cutimbo y hasta la fecha aparte previa a la ocupación definitiva del territorio por
de algunas referencias de su existencia durante los inka.
132 Henry Tantaleán
Lago
Sillustani Titicaca
Cutimbo
Chucuito
250 km
Figura 2. La meseta de Cutimbo. En la parte superior se encuentra la mayor acumulación de estructuras domésticas y funerarias.
The Cutimbo plateau. The largest accumulation of domestic and funerary structurs is on the top.
Los resultados de nuestras investigaciones se ellas, de medianas dimensiones (chullpa 20), está
presentan de manera sintetizada y los hemos divi- ubicada en la ladera norte de la meseta (Figuras 3
dido de acuerdo a las estructuras funerarias inter- y 4). Tiene planta cuadrangular y la pendiente so-
venidas5. Nuestro objetivo particular fue definir si bre la que ésta se construyó fue nivelada mediante
las chullpas monumentales incluían en sus alrede- tres terrazas consecutivas y una plataforma cua-
dores áreas de actividad social prehispánica y, asi- drangular alrededor de la base de la chullpa. Posee
mismo, si las mismas concentraban estructuras cuatro hornacinas trapezoidales en las paredes in-
funerarias no obvias en superficie (como cistas fu- teriores de la cámara funeraria donde estarían co-
nerarias) como las que habíamos observado en Si- locados los cadáveres. Un segundo piso cumpliría
llustani y que revelarían, además, que las cistas se el mismo fin y que se infiere por bloques líticos
seguían construyendo como forma de enterramien- que sobresalen de la pared y que habrían soporta-
to durante la ocupación inka del área lupaka. Asi- do una estructura de material perecedero, proba-
mismo, mediante nuestras investigaciones pudimos blemente madera. Exteriormente algunos bloques
comprobar que todas las torres funerarias habían líticos están decorados con representaciones en alto
sido disturbadas con anterioridad, una situación que relieve de serpientes y su acceso está orientado
se observa en tumbas de este tipo dada su monu- hacia el este.
mentalidad y los ajuares funerarios que seguramen- Las otras dos chullpas intervenidas (chullpas
te contenían y que ya describían los primeros cro- 1 y 2) son las más importantes del sitio, tanto por
nistas castellanos. su monumentalidad como por su emplazamiento
en la parte superior de la meseta (Figura 5). La
Las Torres Funerarias o Chullpas chullpa 2 posee planta circular y una mamposte-
ría externa “almohadillada” del tipo poligonal ci-
Excavamos tres chullpas funerarias en área, clópeo, realizada con bloques de andesita, extraí-
tanto interior como exteriormente. La primera de da de una cantera localizada en la misma meseta
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Cista 1
Cista 2 Chullpa 2
Chullpa 1
Urna Funeraria
Cista 3 N
0 100 cm
“Altar”
Figura 9. Planta de las excavaciones en las chullpas 1 y 2 y las principales estructuras asociadas halladas. El área de excavación
excede el marco de la figura.
Plant of the excavations in chullpas 1 and 2 and of the principal associated structures. The excavation area excess the figure’s
frame.
Regresar para construir: Prácticas funerarias e ideología(s) durante la ocupación Inka… 137
Figura 11. (a) Objeto circular de bronce asociado al individuo de la urna funeraria, (b) Calero de bronce
recuperado en la urna funeraria.
(a) Circular bronze object associated with the individuals of the funerary urn, (b) bronze dispenser
(Calero) recovered from the funerary urn.
cuadrangulares realizadas con piedras trabajadas. funcionó contemporáneo con la chullpa y orienta-
Alrededor de estas se halló gran cantidad de frag- da al acceso de la misma (Figura 4). Por encima y
mentos de cerámica de alta calidad, miniaturas de alrededor de dicha estructura se evidenció esa área
vasijas cerámicas, artefactos metálicos y áreas de de combustión antes mencionada que incluía hue-
combustión que incluyeron huesos de camélidos y sos animales y carbones asociados a fragmentos
carbones vegetales. de aríbalos y platos de morfología y decoración
La chullpa 20 ofreció el primer hallazgo en Inka imperial e Inka-Chucuito. En el caso del área
Cutimbo de estas áreas de actividad social exter- exterior a la chullpa 1, a unos dos metros de la
nas asociadas íntimamente a la utilización original esquina noreste, también se halló una estructura
de las chullpas. El rasgo principal, en este caso, lo de piedras similar a la anterior (Figura 9). En el
compuso una estructura cuadrangular (50 x 50 cm) caso de la estructura de la chullpa 1, además de los
formada por piedras trabajadas que configuraban elementos asociados antes mencionados para la
una pequeña elevación en relación con el piso que estructura de la chullpa 20, se hallaron algunas
a b
Figura 13. (a y b) Cuchillos ceremoniales hallados cerca de la abertura de la tumba de la urna funeraria.
Ceremonial knives found near the opening of the tomb of the funerary urn.
piezas de metal. En ambos casos las estructuras curacas locales lupakas conducían la provincia a
podrían haber funcionado como “altares” o “me- nombre del Inka (Julien 1982), condición que les
sas” para ofrecer simbólicamente alimentos a los proporcionaba múltiples beneficios como la con-
ocupantes de las chullpas, como se grafica en Gua- centración de riqueza, específicamente la acumu-
mán Poma de Ayala (1987 [1615]:285, 293 y 291; lación de grandes cantidades de camélidos o el
ver también Isbell 1997: Figura 2.4). mantenimiento de su anterior jerarquía socioeco-
También asociados directamente al área de las nómica (Stanish 2000), lo que significaría el man-
chullpas 1 y 2 y en su posición original debemos tenimiento de la explotación del trabajo de miem-
anotar la gran cantidad de molinos o batanes de bros de la misma comunidad y que mantendría
piedra (10 solamente alrededor de las dos princi- categorías socioeconómicas como urus o “indios
pales estructuras) recuperados por nuestras exca- pobres” y que compondrían la fuerza de trabajo
vaciones, que evidenciarían la preparación de ali- necesaria para la construcción de obras como las
mentos paralela a las actividades llevadas a cabo chullpas funerarias monumentales.
en este sector del sitio. Esta misma actividad rela- De hecho, las estructuras funerarias monu-
cionada con las chullpas monumentales ya había mentales no serían la única muestra de arquitec-
sido registrada con anterioridad por nosotros en el tura con rasgos inka construidas por los lupaka
sitio de Sillustani. en Cutimbo, pues existe todo un sector al noreste
de las chullpas 1 y 2 compuesto por edificios de
Discusión y Conclusiones planta rectangular con características inka pero in-
dudablemente construidas por arquitectos y mano
La ubicación del sitio de Cutimbo en pleno de obra locales. Adicionalmente, el mismo Inka,
altiplano, su uso anterior a la llegada de los inkas y Uyu de la ciudad de Chucuito, fundada durante la
lo inusual de las tumbas de chullpa para enterra- ocupación inka, habría sido construida por arqui-
mientos de élite inka, plantearían que éstas fueron tectos locales (Arkush 2005:236). Si bien la utili-
construidas para albergar los cuerpos de los seño- zación de una arquitectura funeraria similar fue
res o jefes locales lupakas (Hyslop 1977a, 1990). utilizada durante la ocupación inka en los territo-
Además, se ha demostrado por la visita de Chu- rios colla y pakaje, la elite lupaka, que es la mejor
cuito (Diez de San Miguel 1964 [1567]) que los candidata para la construcción y utilización de las
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chullpas monumentales de Cutimbo, conservaría De este modo, Cutimbo incluyó lugares socia-
un poder socioeconómico tal que le posibilitaría les donde se realizaron prácticas sociopolíticas de
realizar dichas construcciones funerarias, además forma periódica relacionadas con los muertos a los
en un lugar de (re)encuentro social relacionado con que se trataba como en vida. Los diferentes tipos
su autonomía local, bastante apartado de las rutas de prácticas funerarias de una misma época halla-
oficiales de la religión inka (Arkush 2005) e inclu- dos aquí reflejan la importancia del yacimiento en
so alejado y aislado de los asentamientos humanos el ámbito religioso y político, poniendo en eviden-
fundados durante la ocupación inka6. cia sobre todo las diferencias sociales que existían
Por otro lado, las cuevas funerarias, las cistas en ese momento.
y sobre todo la tumba de la urna funeraria como Asimismo, el proceso de enriquecimiento y
forma de enterramiento diferentes a las chullpas retención de poder económico y político de la elite
en Cutimbo representaría que los lupakas, aunque lupaka al que se habían arriesgado los dirigentes
inkaizados, seguían manteniendo sus propias asi- inka, originó en algún momento la debilitación del
metrías socioeconómicas. Esto trascendería en el orden impuesto y llevado a disputas entre la elite
momento de la muerte de un miembro de la elite local y la elite inka (como hacen referencia las fuen-
lupaka de menor rango, enterrándolo en un área tes etnohistóricas). Aun cuando se evidencia un
periférica a una estructura mayor de elite, no pu- fuerte control ideológico materializado en diferen-
diendo ingresar su cuerpo en dicho edificio, por no tes espacios rituales (Arkush 2005), lugares como
pertenecer al grupo social privilegiado. Asimismo, Cutimbo sirvieron para evadir el espacio de coer-
la urna funeraria pertenecería a un individuo rela- ción ideológica impuesto por los inkas, sirviendo
cionado con las actividades militares, como de- para que la elite lupaka recreara las distancias so-
muestra el objeto hallado en la tumba semejante al ciales y la ideología que las justificaba. Para ello
de las representaciones de Guamán Poma de Aya- periódicamente los lupaka regresaron a Cutimbo
la. Adicionalmente, el depósito o amortización de para construir, además de sus chullpas y otras es-
artefactos relacionados a la tumba expresarían su tructuras funerarias, su ideología y así conservar
pertenencia a un grupo socioeconómico de mayor sus jerarquías socioeconómicas propias y su con-
jerarquía dentro de la sociedad lupaka-inka7. ciencia de grupo social con relación a los inkas.
Con relación a los hallazgos al exterior y fren- Todo esto nos conduce a plantearnos que las
te a las principales estructuras funerarias del sitio, estrategias de dominación inka no siempre fueron
sabemos por referencias etnohistóricas que alre- tan efectivas (aunque sirviesen para sus objetivos
dedor de las chullpas se congregaban grupos de primordiales) y como mediante ciertas prácticas
personas periódicamente para realizar fiestas y ri- sociales las poblaciones locales resistieron duran-
tuales (materializados en las trazas del consumo y te mucho tiempo las ocupaciones externas, un pro-
amortización de alimentos y artefactos) dirigidos ceso dialéctico que se evidencia hasta bien entrado
a los ocupantes de las estructuras funerarias, como, el siglo XVI.
por ejemplo, señala Guamán Poma de Ayala (1987
[1614]). Asimismo, dicha representación de las Agradecimientos: Este artículo nunca podría
actividades sociales, en este caso rituales relacio- haber sido escrito sin la confianza que depositó en
nados con los muertos depositados en las estructu- mí Rolando Paredes Eyzaguirre, director del Insti-
ras funerarias, encaja bien con la propuesta de los tuto Nacional de Cultura-Puno. También deseo
“sepulcros abiertos” de Isbell (1997). Aunque el agradecer a Carmen Pérez Maestro, incomparable
planteamiento de este autor trata de relacionar di- compañera en la fría puna durante las campañas
rectamente a dichas estructuras funerarias con el de excavación; a Eduardo Arizaca, arqueólogo aya-
tema de la reproducción de los ayllus, nosotros vireño, de quien aprendimos los conocimientos
planteamos que complementariamente a esa cons- empíricos de la zona y al equipo de trabajo que
trucción de los ayllus (al fin y al cabo, una ideolo- conformamos con los pobladores de la zona: Roy
gía cohesionadora de producción de identidad co- Marón, Sixto Quispe y Abdón Chambilla. A Char-
lectiva), aquí el objetivo real sería la reproducción les Stanish por su constante apoyo y sus acertados
sociopolítica de las elites locales lupaka durante comentarios a este manuscrito. También agradez-
un período de dominación externa, en este caso co a los dos consultores externos por sus críticas
inka. que me ayudaron a enfocar y organizar mi texto.
Regresar para construir: Prácticas funerarias e ideología(s) durante la ocupación Inka… 141
Muchas de mis ideas acerca del “mundo de los cialmente a Vicente Lull quien ha sido una gran
muertos” cambiaron sustancialmente en la Univer- inspiración para mí. Marillyn Holmes ocupa un
sidad Autónoma de Barcelona, por eso, muchas de importante espacio en mi vida y gracias a ella pue-
las ideas aquí vertidas son consecuencia de las dis- do sentirme realizado en muchos aspectos. Las ilus-
cusiones en el Departamento de Prehistoria de di- traciones que acompañan al texto fueron mejora-
cha Universidad aunque quisiera agradecer espe- das por Juan Roel.
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142 Henry Tantaleán
Notas
1 Nuestra perspectiva teórica materialista dialéctica está ins- de Tiwanaku (Kolata 1993:1-10; Yaeger y Bejarano 2004) o
pirada en la teoría de las prácticas sociales (Castro et al. de las islas del Sol y la Luna (Bauer y Stanish 2001).
1996) y la teoría de la producción de la vida social (Castro 3 En relación a esto, el tema de los urus o pobres en el área
et al. 1998). Para el caso de los inka, aproximaciones simi- lupaka (Stanish 2000) es relevante para la aceptación de
lares que inspiran este planteamiento son sintetizadas en grupos sociales locales explotados antes, durante e incluso
Stanish 2001:220-221. después de la ocupación Inka.
2 Otro motivo para la expansión de los inka hacia el altiplano 4 Habría que determinar si realmente las provincias inka
del Titicaca sería el ideológico patentizado en la ocupación corresponden a los territorios originales que ocupaban
Regresar para construir: Prácticas funerarias e ideología(s) durante la ocupación Inka… 143
las sociedades en el período Altiplano (1.100 d.C.- prospección de los abrigos rocosos y cuevas de Cutimbo y
1.470 d.C.). que incluyó el relevamiento del arte rupestre allí plasma-
5 Hay que precisar que las excavaciones en Cutimbo se rea- do. Eduardo Arizaca, además de excavar junto a nosotros
lizaron como parte de un proyecto realizado por un conve- el área de las chullpas monumentales, excavó algunas es-
nio entre el Gobierno Regional de Puno y el Instituto Na- tructuras circulares para deslindar su función.
cional de Cultura durante los meses de febrero y marzo de 6 Aun con todo, cabría la posibilidad que las tumbas perte-
1998 con el objetivo principal de realizar una “puesta en neciesen a la elite cuzqueña, a la espera de un estudio que
valor” del sitio. A pesar que el objetivo principal era res- contraste el estudio del “mundo de los muertos” (espacios
taurar las chullpas monumentales y acondicionar una vía funerarios) con el “mundo de los vivos” (espacios de pro-
de acceso a las mismas, pudimos sacarle provecho a dicho ducción de la vida social) (Lull 2000) en Cutimbo y alre-
proyecto creando una estrategia de investigación que opti- dedores.
mice la información generada a raíz de esta oportunidad 7 Sin embargo, la inhumación en la urna podría ser resultado
única para explorar e investigar las chullpas monumenta- de un sacrificio, entrando así en otro tipo de práctica socio-
les y sus áreas asociadas. Bajo esta misma premisa tam- política también relacionada con la reproducción de las asi-
bién encargamos a la arqueóloga Carmen Pérez Maestro la metrías sociales.
144 Henry Tantaleán