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La función de la nutrición

La función de la nutrición permite al individuo obtener, trasformar y


aprovechar los alimentos suministrados por el medio, y posteriormente,
obtener la energía necesaria para poder realizar las demás funciones.

No todos los seres vivos obtienen los nutrientes de la misma forma. Según
esto, podemos distinguir dos tipos de nutrición: autótrofa, en organismos que
como las plantas son capaces de producir su alimento, o heterótrofa, en
seres que como los animales no pueden producirlos y por consiguiente
necesitan tomarlos de otros organismos.

A todos estos procesos se les conoce con el nombre de metabolismo, el cual


puede dividirse en:

a) Metabolismo sintético o anabolismo, cuando los nutrientes son utilizados


para producir el crecimiento del individuo, o la regeneración de estructuras
perdidas, desgastadas o muertas.

b) Metabolismo energético o catabolismo, cuando algunos de los nutrientes


son desdoblados para producir energía.

Las funciones de la nutrición las realizan el aparato digestivo y el sistema


circulatorio. El aparato digestivo se encarga de trasformar el alimento que
ingerimos en sustancias más sencillas, que pueden atravesar las barreras
del organismo. El sistema circulatorio transporta dichas sustancias, por vía
sanguínea, a cada uno de los órganos del cuerpo. De esta manera cada
órgano dispone de todos los nutrientes necesarios para construir sus propias
sustancias o para obtener la energía que requieren sus actividades.

Estos procesos necesitan oxígeno, el cual está presente en el aire; el


aparato respiratorio se encarga de tomarlo y llevarlo a la sangre para que
finalmente llegue a cada órgano en particular. Los productos de deshecho
pueden salir por el ano (parte final del aparato digestivo) o pueden ser
filtrados por los riñones para ser expulsado por el aparato excretor o urinario.
Digestión en animales
El ser humano y los demás mamíferos poseen un tubo digestivo completo y una
digestión interna. El aparato digestivo está conformado por: boca, dientes, lengua,
faringe, esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso y ano.

El hombre y los demás mamíferos poseen labios móviles y aprehensores; dientes


diferenciados en incisivos (desarrollados en roedores y ausentes en desdentados),
caninos (desarrollado en carnívoros), premolares y molares (desarrollados en
herbívoros); los dientes están implantados en alvéolos dentarios de las mandíbulas
(una superior y una inferior) y cubiertos en su base por la encía. Durante la vida de un
mamífero hay dos denticiones (una temporal y otra permanente). La lengua es un
órgano carnoso y muy móvil; la lengua es prensora, permite la deglución y posee las
papilas gustatorias. Los mamíferos y demás vertebrados poseen glándulas anexas al
aparato digestivo: hígado (produce la bilis, almacenándola en la vesícula), páncreas
(produce el jugo pancreático, necesario para la digestión) y las glándulas salivales. El
estómago en algunos mamíferos puede estar dividido en varios compartimientos:
cuatro en los rumiantes (panza, redecilla, libro y cuajo).

Las aves poseen mandíbulas en forma de pico protegido por un estuche córneo;
carecen de dientes. La lengua está poco desarrollada en la mayor parte de ellas.
Poseen buche (dilatación del esófago) y molleja (estómago muscular y triturador). La
parte final del tubo digestivo es una cloaca, donde desembocan los conductos
digestivo, urinario y reproductor.
Los reptiles poseen dientes (excepto las tortugas) soldados a las mandíbulas (salvo
cocodrilos y caimanes, que ya los tienen implantados en los alvéolos dentarios). La
mayor parte de las serpientes poseen dientes inoculadores de veneno. La lengua por
lo general es bien desarrollada (en los camaleones es protráctil y en las serpientes es
delgada, bífida, y con función sensorial). El ano termina en la cloaca.

Algunos anfibios poseen dientes en el maxilar superior y otros no los poseen; cuando
los hay son pequeños, cónicos, soldados a los huesos y de función aprehensora. La
rana tiene dos dientes palatinos. La lengua está unida al piso delantero de la boca
(protráctil) ligeramente bífida, y pueden lanzarla hacia el exterior para agarrar a su
presa. El ano termina en la cloaca. Los anfibios degluten la presa entera.

En los peces la lengua está poco desarrollada y los dientes están soldados al hueso;
los hay en las mandíbulas, el paladar y hasta en la faringe, y son aprehensores y no
masticadores. Poseen, un hígado grande, en particular, los tiburones.

En los artrópodos existe un tubo digestivo completo (algunos poseen buche y molleja).
Lo más complejo es su aparato bucal, que varía con los diferentes grupos y con el tipo
de alimentación que poseen: masticador (crustáceos, quilópodos, miriópodos),
masticador-lamedor (abejas), lamedor (mariposas y moscas) y picador (en insectos
hematófagos, como piojos y pulgas). Poseen solamente un hepatopáncreas. Los
insectos carnívoros, como escarabajos, poseen además molleja. Las arañas poseen
digestión externa.

Los crustáceos superiores tienen un número grande de dientes en una estructura


conocida como molino gástrico, ya que se encuentra en el estómago. Uno o dos pares
de patas se transforman en parte del aparato de ingestión y triturador.

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