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sábado 18 de septiembre de 2010

¿SALIVA O PAPEL?: REGISTRO DE AUDIENCIAS EN EL NUEVO


CODIGO PROCESAL PENAL.

Aníbal Abel Paredes Matheus(*).


En los cursos impartidos antes de la entrada en vigencia del Código Procesal Penal en el Cusco,
quienes se encargaban de llevar adelante las exposiciones sobre diversos tópicos manifestaban
que en el nuevo modelo procesal la figura del Secretario de Juzgado desaparecía completamente
y ello generó que el personal auxiliar que laboraba en los entonces denominados Juzgados
Penales muestren marcada preocupación sobre su futuro laboral a tal extremo que muchos de
ellos manifestaban que serían reubicados en juzgados existentes fuera de la sede de Corte.
La vigencia plena del nuevo Código Formal en el Distrito Judicial del Cusco ha traído por tierra
aquellas afirmaciones. En efecto si bien es cierto que actualmente la labor jurisdiccional la
realizan exclusivamente los Jueces Especializados Penales (de Investigación Preparatoria y
Unipersonales), Jueces Superiores y Jueces Supremos; también lo es, que existe un nutrido grupo
de servidores que permiten que el aparato de justicia en materia penal funcione a cabalidad.
De no existir materialmente los Especialistas Legales de Juzgado (anteriormente Secretarios
Judiciales) y los Notificadores, sería ilusorio llegar al estadío de la respectiva audiencia en
atención a que actualmente quienes dictan los decretos corriendo traslado de los requerimientos a
los sujetos procesales o fijan lugar, día y hora para el verificativo de la correspondiente audiencia
–entre otras labores- son los primeros, mientras que los Notificadores son quienes cumplen con
verificar las labores de comunicación ya sea en forma tradicional cual es entregando las
respectivas cédulas o en todo caso utilizando otros medios actualmente permitidos cuales son el
uso del teléfono y el correo electrónico.
En esta línea de pensamiento, el Juez toma conocimiento de la audiencia que debe llevar
adelante el mismo día de su verificativo, en atención a que se le comunica sobre el particular vía
correo electrónico, por la publicación que aparece en el diario judicial o mediante el impreso del
rol de audiencias del día que se le alcanza muy temprano y es por ello que llegada la hora, el
magistrado se constituye en la Sala programada a efecto de que el acto procesal se lleve adelante.
Ello quiere decir que el escenario natural de trabajo de los Jueces del nuevo modelo es la
audiencia cuyo contenido queda registrado en audio (artículo 361°) y además se levanta un acta
como constancia de su realización por el Especialista Judicial de Audiencias (artículo 121°).
Ya en audiencia el Juez concede el uso de la palabra a la parte procesal requirente para que
sustente su pedido oralmente y luego corre traslado a los demás sujetos procesales para que
absuelvan el trámite también oralmente y de darse el caso hay derecho a la réplica y dúplica
correspondiente y luego de escuchado la defensa material del investigado –siempre que
corresponda- debe emitirse inmediatamente la respectiva resolución. Sobre el particular debe
precisarse que en el Distrito Judicial del Cusco se ha hecho una buena práctica que después de
cerrado el debate oral, el juez –sin retirarse del ambiente que ocupa- proceda a clasificar la
información recibida de las partes y posteriormente dicte oralmente la resolución del caso y así
también se ha procedido en casos de terminación anticipada acogiendo el acuerdo al dictar
sentencia o rechazando el mismo y ello ha posibilitado que los justiciables ingresen a la Sala
sabiendo perfectamente que es lo que van a pedir y se retiren de sus ambientes conociendo
perfectamente lo decidido por el Juez luego del debate, pudiendo inclusive en el mismo acto
interponer el recurso impugnatorio correspondiente. Como ya se dijo, todo ello queda registrado
en audio -el que está a disposición de las partes gratuitamente- y como constancia de su
realización se levanta un acta la que se agrega a la carpeta que motiva el desarrollo de la
audiencia.
Hasta antes del 05 de Marzo del 2010 en que se dictó la Casación Nro. 61-2009 - La Libertad, no
existía ningún reparo sobre el contenido de las actas; esto es, que la misma era prácticamente una
mera constancia del verificativo del respectivo acto procesal, donde se precisaba sólo el lugar,
día y hora de su realización, se identificaba tanto al magistrado que lo dirigía como a los sujetos
procesales asistentes; se consignaba el pedido concreto efectuado por cada uno de estos últimos
con ocasión del debate y se transcribía sólo la parte resolutiva del mandato que se expedía
oralmente y finalmente se precisaba si aquellos habían impugnado o no lo resuelto. Sin embargo,
en la mencionada casación se ordena que la resolución oral prolada en audiencia sea transcrita
íntegramente en la respectiva acta, por que sólo así –dícese- es posible ejercer el control recursal,
proceder al registro y archivo de las resoluciones orales para su ordenación interna y permite el
acceso a la crítica jurídica y social; sustento que no es valedero en atención a que si en el sistema
anterior se leía previamente la resolución impugnada para luego pronunciarse sobre su mérito,
era por que nos encontrábamos en el escenario del sistema inquisitivo donde predomina la
escritura; mas ahora en que ya está vigente el Código Procesal Penal del 2004 que es acusatorio
en el que prima la oralidad, nada impide que actualmente con ocasión de la audiencia que genera
la impugnación se escuche a las partes, igualmente se escuche el audio que contiene la
resolución cuestionada y luego se absuelva el grado, por lo que el control recursal es
perfectamente posible. Del mismo modo la consola con la que están dotadas todas las Salas de
Audiencia donde operan los magistrados del Nuevo Modelo Procesal permite registrar en audio
el mas mínimo detalle de lo ocurrido en audiencia, desde el saludo inicial del Juez a los
presentes, hasta la despedida del magistrado y es en el mismo Sistema Integrado de Justicia que
se alimenta por los auxiliares judiciales el sentido de la resolución y estado del respectivo
cuaderno luego de haberse verificado la audiencia, por tanto no es cierto que lo que consta en
audio no sea posible de registro, archivo y ordenación interna. Finalmente quien desea hacer uso
del derecho a formular análisis y críticas de las resoluciones y sentencias judiciales conforme al
artículo 139.20 de la Constitución Política del Estado, no está impedido de escuchar el audio
donde consta no sólo la respectiva resolución, sino todo el desarrollo de la audiencia y luego
verificar el análisis y críticas que corresponda; dejándose constancia que la sentencia que se dicta
por tratarse del producto final del sistema de justicia oral que se imparte si se protocoliza; esto
es, si tiene el soporte escrito correspondiente.
Como se dijo en líneas anteriores, la Casación 061-2009 fue expedida por la Suprema Instancia
el 05 de Marzo del 2010; sin embargo, en puridad mal podría llamarse casación por que no se
pronuncia sobre el fondo del asunto conforme al artículo 433° del Código Procesal Penal con
relación a la excepción que la generó, sino sólo por el aspecto formal; esto es, la omisión de
remitir los audios y el hecho de que en las actas de las audiencias verificadas por el Juzgado de
Investigación Preparatoria y la Sala de Apelaciones no se había copiado el íntegro de la
resolución impugnada.
Mucho antes del 05 de Marzo del 2010 en que se emitió la Casación en comento, ya existían
pronunciamientos del Tribunal Constitucional dictadas sobre la base de resoluciones orales
proladas por magistrados del nuevo modelo procesal; pudiendo precisar entre otras la de fecha
27 de Mayo del 2009 que corre en el Exp. Nro. 05010-2008-PHC/TC - La Libertad en el que se
solicita se deje sin efecto la resolución emitida por la Sala de Apelaciones en cuyo fundamento
6° el máximo intérprete de la Constitución precisa: “…que tal como consta en el audio y video
registrados de dichas audiencias, remitido a este Tribunal mediante Oficio Nro. 384-09-LDL-
3298-2008-CSJL, que obra en el cuadernillo del Tribunal Constitucional, los jueces se han
pronunciado por tales medios probatorios, arribando a la conclusión de que estos no tenían la
suficiente entidad para desvirtuar los presupuestos originarios que dieron lugar a la medida que
viene sufriendo el beneficiado…”. Del mismo modo la de fecha 25 de Septiembre del 2009
expedida en el Exp. Nro. 02937-2009PHC/TC dictada en el marco de una demanda a efecto de
que se declare nula las resoluciones dictadas por el Juez de Investigación Preparatoria y la Sala
de Apelaciones por la que se revoca el mandato de comparecencia restrictiva y confirma la
misma respecto de un justiciable, el Tribunal Constitucional ha dicho en el fundamento 2° lo
siguiente: “…La necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas es un principio que
informa el ejercicio de la función jurisdiccional y, al mismo tiempo, es un derecho fundamental
de los justiciables. Mediante la motivación por un lado, se garantiza que la administración de
justicia se lleve a cabo de conformidad con la Constitución y las leyes y, por otro, que los
justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de defensa…”; para posteriormente
agregar en el fundamento 4° que: “…En el presente caso, este Tribunal estima que la resolución
de fecha 5 de Diciembre del 2008 se encuentra debidamente fundamentada en el extremo que
justifica las razones para varias la medida de comparecencia restrictiva por la de prisión
preventiva. En efecto, analizando el audio de la audiencia de apelación de la precitada
resolución, este Colegiado considera que los supuestos del artículo 268°, inciso 1° se encuentran
debidamente motivados; es así que…”.
De las dos decisiones mencionadas anteriormente se puede concluir que el máximo intérprete de
la Constitución a tono con la oralidad que regula el nuevo Código Procesal Penal reconoce que la
motivación en hecho y en derecho de las resoluciones judiciales en el nuevo modelo procesal
debe hacerse oralmente, sin que sea necesario que el acta de la audiencia transcriba el íntegro de
la resolución, por que quien revisa sus alcances está en plena posibilidad de escuchar el
contenido del soporte de audio respectivo y sobre ello emitir la decisión que corresponde. Si es
que quedara algún tipo de duda sobre el particular, después que la Sala Penal Permanente de la
Corte Suprema de Justicia de la República emitiera aquella Casación 061-2009 en fecha 05 de
Marzo del 2010, el Tribunal Constitucional ha seguido dando pleno y absoluto valor a las
decisiones orales tomadas por los operadores judiciales del nuevo modelo procesal y de ningún
modo ha exigido que las actas de las audiencias transcriban el contenido íntegro de las
resoluciones emitidas. Así sólo por mencionar una de ellas, en el Exp. Nro. 05698-2009-PHC/TC
procedente de Arequipa en fecha 04 de Junio del 2010 frente a una demanda interpuesta contra el
Juez de Investigación Preparatoria de Ilo por la que se pide se declare nula la disposición fiscal
de formalización y continuación de la investigación preparatoria y de la medida de
comparecencia con restricciones ha dicho lo siguiente en el fundamento 8°: “…En el presente
caso, este Tribunal estima que la Resolución de fecha 11 de noviembre de 2008 se encuentra
debidamente fundamentada en el extremo que justifica las razones por las que concluye con
imponer comparecencia restrictiva en contra de la favorecida. En efecto, examinando el audio
que contiene el citado pronunciamiento judicial, se aprecia que el órgano judicial emplazado ha
cumplido con la exigencia constitucional de motivación de las resoluciones judiciales, adecuada
a las condiciones legales de la material, al expresar sus fundamentos que el peligro de
obstaculización se manifiesta por cuanto…”. En la misma resolución, en el fundamento 9 el
Tribunal Constitucional concluye: “…resultando que la resolución de la comparecencia
restrictiva de los autos contiene una motivación suficiente que termina por validarla, esto
conforme a la Constitución y la normativa legal de la materia, prevista en el artículo 287° del
nuevo Código Procesal Penal…”
De lo transcrito no queda la menor duda que acogiendo el principio de oralidad consagrado en el
artículo 1.2° del Título Preliminar del Código Procesal Penal, el Tribunal Constitucional Peruano
resuelve los cuestionamientos de las decisiones judiciales adoptadas por los operadores del
nuevo modelo procesal, escuchando los audios de las decisiones orales que lo motivan, sin exigir
que el acta levantada al efecto contenga el íntegro de la decisión cuestionada.
Ahora bien el artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional al hacer
referencia al control difuso e interpretación constitucional refiere textualmente lo siguiente: “…
Los Jueces interpretan y aplican las leyes o toda norma con rango de ley y los reglamentos según
los preceptos y principios constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que
resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional…”. Si ello es así, cabe
preguntarse: ¿Existiendo implicancia entre lo dispuesto por la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema de transcribir en el acta el íntegro de las decisiones orales tomadas en audiencia y la
buena práctica puesta de manifiesto por el Tribunal Constitucional de resolver sobre la base del
contenido del audio sin exigir que el acta contenga el íntegro de la resolución oral cuestionada,
por cual de aquellas debe optarse?. La respuesta es obvia y es precisamente que habiendo
quedado de lado el sistema inquisitivo del Código de Procedimientos Penales de 1940 donde
predomina la escritura, debe preferirse la oralidad del sistema acusatorio del Código Procesal del
2004, consiguientemente el expediente ya no está representado por un cúmulo de papeles, sino
por un registro de audio y el acta es una mera constancia que el acto procesal se realizó, sin que
sea necesario transcribir el íntegro de la resolución dictada en audiencia.
Desde la emisión de la Casación 061-2009; esto es, desde el 05 de Marzo del 2010 mucha agua
ha corrido bajo el río, existiendo posiciones encontradas al efecto; sin embargo, quien la generó,
esto es la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República ha omitido
proponer precisamente aquello como tema del V Plenario de Magistrados Supremos a llevarse
adelante en el mes de Noviembre del 2010 y ello hace que en varios de los distritos judiciales
donde actualmente el Código Procesal Penal del 2004 ya se estén dando las primeras clarinadas
de alerta no sólo por que el papel está tratando de reconquistar un supuesto rol protagónico frente
al audio que es típico en un sistema acusatorio; sino también por que se está generando retraso en
el trámite administrativo de los cuadernos después de verificada la audiencia y ya se visualiza
que en un tiempo no muy lejano un ejército de servidores se dediquen mañana, tarde y noche a
transcribir insulsamente lo que ya está registrado en audio; todo pese a que ningún justiciable o
el mas recalcitrante de los abogados hasta la fecha haya cuestionado la atinada forma de impartir
justicia en el marco de un sistema acusatorio.
(*) Juez del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria del Cusco.

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