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La dinámica del calendario paleolítico de

la cueva de Armintxe
Xabier Gezuraga Jauregi, 7-2-2021

“por la noche el Sol, el cielo y el día quedan debajo de la tierra y el oscuro mundo inferior
queda encima”

https://pib.socioambiental.org/es/Povo:Barasana

Introducción

Los miembros del grupo de espeleología ADES descubrimos el 1 de Mayo de 2016, una
serie de grabados paleolíticos en la desaparecida cueva de Armintxe, en Lekeitio (Bizkaia).
Tras analizar las fotografías me di cuenta de que nos hallábamos ante un enorme
hallazgo. Los grabados representaban un calendario, los animales no eran simples
animales, eran parte de un sistema para representar periodos de tiempo. Tras cuatro años
de estudio ya puedo dar por finalizado mi trabajo y he de decir, que lo que a priori
parecía un sencillo calendario, resulto ser un complejo sistema en el que utilizaban los
ciclos de la Luna, el Sol y las constelaciones de la Vía Láctea. Comprendo el rechazo que
puede tener este hecho en una primera instancia, rechazo provocado porque no
concuerda con la imagen que tenemos de nuestros antepasados y por el desconocimiento
de los comportamientos de los indígenas alrededor del mundo, quienes al igual que
nuestros antepasados han sido subestimados. El uso de este tipo de calendarios es más una
norma que una excepción, se extiende entre los indígenas de antes y ahora por todo el
planeta.

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La cueva de Armintxe

La cueva de Armintxe se halla en pleno casco urbano de Lekeitio (Bizkaia), tanto es así
que quedó sepultada entre escombros y la dábamos por desaparecida. Aunque la cueva
había quedado aislada debajo de los bloques de viviendas y su urbanización, dejaron un
pequeño resquicio, un agujero de unos 20 cm. Tras una desobstrucción accedimos a su
interior, mantenía una parte intacta, y poco tardamos en encontrar el panel principal de
grabados, durante los siguientes meses pudimos topografiar y fotografiar la cueva, y
finalmente, ésta quedó en manos de la administración. La cueva está terriblemente
deteriorada, el río que transcurre por ella, ha sido prácticamente taponado, lo que
provoca unas terribles crecidas que inundan parte de los grabados. La cueva consta
aproximadamente de tres niveles: el nivel activo, por donde discurre el río, el nivel
intermedio con algunos grabados dañados por la inundación, y el nivel superior donde se
hallan la mayoría de los grabados, el suelo del panel principal está siendo arrastrado por
el río y los grabados corren el riesgo de inundarse.

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El panel principal

Tras pasar una gatera entramos en una sala con forma de tubo ligeramente aplastado por
el techo, las paredes son rojizas, los grabados aparecen de frente, nada más levantar la
cabeza. En un principio se ven muchas líneas y no parecen tener un sentido, pero si
miramos hacia la izquierda destaca la cabeza de un caballo y una cabra. En un primer
análisis distinguimos de forma clara, un caballo de tamaño más pequeño, y un león al que
delata su cola, además se ven unos tres signos claviformes con forma de “P” y líneas
meandriformes.

Una vez que trazamos las líneas en las fotografías, podemos distinguir con mayor
facilidad las figuras, las de la parte derecha son más grandes y tienen una mayor
definición.

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El caballo más grande mira hacia el lado derecho del panel, tiene el crin corto, unas
marcas laterales en el cuello, y unas barbas en la mandíbula, por sus características se
asemeja a un caballo de la raza Przewalski. En la parte inferior del cuello tiene cuatro
grupos de cuatro líneas que asemejan zarpazos, estas líneas se van haciendo menos
visibles a medida que van bajando.

La cabra se sitúa justo encima de la cabeza del caballo pero mirando al lado contrario, de
forma que tiene la cola en forma de “Y” invertida justo encima de la cabeza del caballo,
tiene un proyectil clavado en la espalda. La cabra contiene en su interior una sucesión de
trazos que van desde la cabeza a la cola, algunos de ellos tienen una ligera continuación
hasta el vientre.

Hay también un caballo que mira hacia la izquierda, también con el crin corto, tiene la
cabeza repetida, en realidad parecen dos caballos.

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La pared y techo derechos del panel están plagados de figuras, son más pequeñas excepto
el cuarto delantero de un bisonte, son figuras menos detalladas y es una zona bastante
confusa, llena de animales y trazos ondulados, donde destaca un león.

Hay dos caballos en la imagen, el primer caballo mira hacia la derecha , se encuentra de
pie y tiene una pata delantera doblada, en la cabeza se le superpone la pata trasera de la
cabra que tiene encima, esta cabra tiene una marca en el cuello, perece el relieve de la
pared, pero mirándolo detenidamente parece que el artista contornea esta marca de
forma triangular, resaltando el corte en el cuello.

El segundo caballo yace horizontal, parece un cadáver con lo que parecen marcas de
zarpazos, en la parte inferior del cuello al igual que el caballo principal, se le superpone
una cabra no muy bien definida, no se distingue muy bien la cabeza y tal vez podría estar
separada del tronco, tiene los cuernos excesivamente largos, haciendo dudar si realmente
son cuernos o líneas de otro tipo.

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En la parte central de esta escena, se puede ver a un león con sus garras remarcadas y su
cola de felino levantada, a su alrededor parece que hay varios leones. Los leones parecen
morder alguna figura no definida.

De los caballos y cabras salen unas líneas meandriformes que después de surcar la zona
de los leones acaban bruscamente para convertirse en dos cuartos delanteros de bisonte.
Los dos bisontes tienen las bocas abiertas y por ellas circulan más trazos meandriformes,
que parecen dibujar un gran río. El bisonte derecho es más grande y definido que el
izquierdo, tiene marcado el pelaje, el bisonte izquierdo, apenas parece un bisonte, tiene
un aspecto fetal.

Las líneas rodean unas figuras claviformes pirenaicas, esas figuras tienen forma de P,
también hay varias figuras que no soy capaz de identificar. Para ver la ubicación de las
figuras con más detalle, monté la siguiente panorámica 3D:

https://www.360cities.net/es/image/the-cave-of-armintxe-lekeitio

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El arte rupestre y el cielo.

El mayor inconveniente a la hora de comprender el arte rupestre no es lo que


desconocemos, sino lo que conocemos, su carga académica, corremos el riesgo de
perdernos en una sobreinformación arqueológica y unas clasificaciones que nada tienen
que ver con la visión de los autores de dicho arte, lo mismo sucede con la visión científica
de los arqueo-astrónomos, centrados en la medición y las magnitudes y toda la
información astronómica de la que nuestros antepasados no disponían: tamaños,
distancias de planetas y satélites, ciclos siderales, etc.

Este análisis tiene como fundamento las imágenes, sus formas, la orientación, y la relación
visual con los ciclos del Sol, la Luna y las estrellas. Es importante que aprendamos que el
calendario se puede ver, que es una consecuencia de la observación y debemos conocer la
lógica de esa observación. Yo no sabía mucho de este tema, pero tengo que decir que
antes del descubrimiento de Armintxe, llevaba 10 años fotografiando el cielo, le dedicaba
todo mi tiempo. Se puede decir que necesitaba estar sólo, observando el cielo y viendo
como se manifestaba.

Arco iris: http://www.lekitxokozeruak.com/search/label/arco iris


Rayos: http://www.lekitxokozeruak.com/search/label/rayos
Luna: http://www.lekitxokozeruak.com/search/label/ilargia
Sol: http://www.lekitxokozeruak.com/search/label/eguzkia

Lo poco que sabía sobre la observación del cielo lo he complementado con el


conocimiento de los diferentes grupos étnicos del mundo, como los Lakota en
Norteamérica y los Barasana en el Amazonas, y sobre todo del autor o autores del panel
de Armintxe. Por tanto para comenzar debemos conocer un poco la visión del mundo
por parte de diferentes grupos que habitan la tierra, es curioso que con tanta variedad en
sus mitos y disparidad climática, se puedan encontrar muchos puntos en común que nos
pueden ayudar a comprender el porqué de este arte.

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Antecedentes etnográficos

Lo que más me sorprendió cuando comencé a buscar si este tipo de actitudes se daban en
seres humanos, fue descubrir la cantidad ingente de estudios que muestran el
conocimiento del firmamento de las diferentes etnias esparcidas por el mundo y lo
infravalorado que ha sido este conocimiento por los académicos europeos. Una pequeña
muestra porque la lista es interminable.

Tribus de Norte America:


https://www.wwu.edu/planetarium/a101/archeoastronomy.shtml
Argentina y Chile: Mapuches:
https://www.researchgate.net/publication/311850097_Las_estrellas_a_traves_de_las_ar
aucarias_La_etnoastronomia_Mapuche-Pewenche
Atacameños: https://issuu.com/eso_observatory/docs/alma-etno_2013
Tarapaqueños: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-
26812014000200005
Etnias de Venezuela:
http://www.rupestreweb.info/figuraciones.html?fbclid=IwAR1UzT7r2pjdhRpXmJ4pzL
C0ty0-_c-pSGq-1mLhX4_plHvJZ2ToNAWiXkY
Colombia:
Aponte:
http://sac.csic.es/astrosecundaria/es/astronomia_en_la_ciudad/monos_y_estrellas.pdf
Brasil: https://pib.socioambiental.org/pt/Astronomia_tukano
Barasana:
https://www.researchgate.net/publication/229672453_The_Pleiades_and_Scorpius_in_
Barasana_Cosmology/link/5a9456df45851535bcdab1a0/download
Africa: https://thinkafrica.net/the-borana-calendar-and-how-it-works-existing-from-300-
bc-until-today/
https://www.academia.edu/39946127/ARCHAEOASTRONOMY_AND_BEDOUIN
_STAR_LORE_IN_THE_ROCK_ART_OF_THE_NEGEV_DESERT?email_work_c
ard=view-paper

Las coincidencias en los mitos relacionados con constelaciones en culturas sin ningún tipo
de contacto en decenas de miles de años, hace pensar que la lógica del uso del
firmamento por los indígenas se pierde en el tiempo.

https://www.researchgate.net/publication/26484663_Cosmic_Hunt_Variants_of_Siberi
an-
North_American_Myth?fbclid=IwAR2yQ_Lq8aLWGEVjEgoQqM4brk5_69GCJPvMN
hsp6LnABtwkeBbvDWjb-jI
100.000 años: https://theconversation.com/the-worlds-oldest-story-astronomers-say-
global-myths-about-seven-sisters-stars-may-reach-back-100-000-years-
151568?fbclid=IwAR02o4HE5WNzQ5HVpnju_pJQLGPnmDQLabXSHxLxvW_5iZ9
oQ4xjfZWj0s0

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La tierra y el cielo

Cada grupo indígena tiene sus propios mitos, son en su mayoría historias que cuentan
como se creo el mundo, la vida de un héroe valiente etc. Los animales tienen un gran
protagonismo: el jaguar, la anaconda, los bisontes etc. Son muchas las historias sobre
animales que se comen el Sol o que bajan de la Vía Láctea, son muy respetables, pero en
el caso de la etnografía sucede igual que en la arqueología y la arqueo-astronomía, nos
podemos perder en toda esa interminable colección de ritos de distinta índole como ritos
de fertilidad o buena suerte en la caza. Digamos que hay un sustrato común dentro de esa
ingente serie de rituales y mitos, algo medible y que guarda una secuencia lógica, el
calendario. El calendario se conforma como una serie y está marcado por los
movimientos del Sol, la Luna y la Vía Láctea.

En los grupos indígenas el calendario no son unas simples fechas, es más una mezcla de
representación temporal, espiritualidad y mitología. Su calendario está representado por
las plantas que recolectan, los peces que pescan y los animales que les dan sustento. Los
ciclos de vida de estos elementos naturales dan nombre a los periodos de tiempo que
vienen definidos por los ciclos de la Luna, el Sol y el firmamento estelar.

La tierra no es un pequeño planeta en mitad de un universo casi infinito. La tierra ocupa


la mitad de abajo que es tan importante como la mitad de arriba, el cielo. Existe una
dualidad continua, madre-padre, tierra-cielo, día-noche, vida-muerte.

Por ejemplo los Barasana explican que el Sol y la Luna nacen de la tierra, van por el cielo
en un río que va de este a oeste, para volver a introducirse en la tierra, por donde circula
un río subterráneo que circula al revés, de oeste a este, por donde vuelven a aparecer. El
cielo y el Sol son el mundo exterior y por la noche es el oscuro mundo inferior el de la
noche y las estrellas el que emerge de la tierra. Para muchas culturas las estrellas son los
espíritus de sus antepasados muertos que suben por la Vía Láctea:
https://www.mayaexploration.org/pdf/milkyway.pdf

Las cavernas son la puerta de entrada a ese misterioso mundo inferior, que reúne su
mística espiritual con el conocimiento del tiempo y la lógica posicional del firmamento.

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Observando el Sol, la Luna y la Vía Láctea.

Para comprender la posición de las figuras debemos conocer el comportamiento del Sol,
la Luna y la Vía Láctea durante el año. Para explicar estos movimientos he utilizado el
programa Stellarium, las fotografías que utilizo como gráficos, están tomadas desde el
programa y luego han sido superpuestas para ver la evolución durante el año, las
posiciones no son aleatorias son las que corresponden con el astro en una hora y año
determinado en el simulador.

El Sol

El uso del Sol para dividir el año es de sobra conocido, para mí, la manera más sencilla es
buscar una referencia en la tierra y fijarnos en su posición en el horizonte al amanecer.
En dos momentos del año, el Sol sale por el este y se pone por el oeste, esto sucede en los
equinoccios de primavera y otoño, la palabra equinoccio proviene del latín y quiere decir
“igual noche”, indica que la noche tiene la misma duración que el día. Los solsticios son
los puntos en lo que el Sol llega a su posición lateral más extrema, su nombre proviene del
latín “solstitium” y quiere decir Sol quieto, el movimiento lateral que podemos observar
durante el año parece detenerse durante unos pocos días. Tomando como referencia el
este, al momento en que el Sol alcanza su posición más septentrional, lo llamamos
solsticio de verano, por el contrario cuando el Sol llega a su posición más meridional, lo
llamamos solsticio de invierno.

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La Luna

Si hay un astro que nos divide los meses de forma visual es la Luna, casi todos los
calendarios se basan en la luna, incluyendo muchos que llamamos solares. El mes en
idiomas de origen anglosajón viene de la palabra Luna, moon, el ciclo sinódico de la
Luna es de 29,53 días (de una luna llena a la siguiente), el ciclo se divide
aproximadamente en semanas si no se cuenta la luna nueva, dos semanas de menguante y
dos de creciente. No es un invento romano ni griego, se pierde en el tiempo. La mayoría
de los calendarios tienden a compatibilizar el sistema de semanas lunar con el sistema
estacional solar.

La casualidad hizo que fotografiara un momento que luego tendría bastante


trascendencia en la comprensión del sistema, sucedió 49 días después del descubrimiento
de Armintxe: http://www.lekitxokozeruak.com/2016/06/2016-6-20.html

Si miramos a la luna cuando ha alcanzado cierta altura, uno puede dudar si la luna está
completamente llena o no, apenas hay diferencia entre la luna del día anterior. Pero hay
una manera inequívoca para saber si la Luna es llena, la Luna retrasa su salida todos lo
días, unos 50 minutos. Solo cuando la luna es llena, sale al tiempo que se pone el sol. Es el
momento clave para observar el calendario.

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Si observamos este momento repetido a lo largo del año, vemos que podemos observar 12
o 13 lunas llenas entre los dos solsticios de invierno. En este caso. vemos en Stellarium un
año de 12 lunas. La luna llena más cercana al solsticio de invierno, es la más septentrional
y la cercana al solsticio de verano la más meridional, al contrario que el Sol. El Sol y la
Luna coinciden en su posición de salida, en los equinoccios. (Aunque no siempre de
forma exacta, ya que no coinciden exactamente las fechas de los equinoccios y las lunas
llenas).

Por tanto, una manera de observar un calendario lunisolar, es la de contar las lunas llenas
a partir del solsticio de invierno. A partir del amanecer del solsticio de invierno,
esperamos al primer atardecer en el que sale la luna llena 1, contamos todas las lunas
hasta el amanecer del siguiente solsticio de invierno, serán 12 o 13, a partir del solsticio
volvemos a empezar y así sucesivamente, de manera que vamos sincronizando el año
solar y los ciclos lunares.

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Los nombres

A esa serie de posiciones del Sol y lunas llenas les falta algo determinante, el nombre, algo
totalmente necesario para distinguir unas de otras. La forma más lógica, sencilla y
extendida entre las diferentes etnias del mundo, es denominar al momento, utilizando un
hecho que se da en la naturaleza, normalmente se utiliza un rasgo característico en el
ciclo de vida anual de los animales o plantas. Valga de muestra los nombres de las lunas
de los diferentes grupos étnicos de Norteamérica, donde muchas veces los animales dan
nombre a las lunas llenas:

https://www.wwu.edu/planetarium/a101/indianmoons.shtml

La transmisión oral ha sobrevivido en el caso Norteamericano, aunque evidentemente no


sucedió así en Europa, por suerte, han sobrevivido sus representaciones artísticas, la
mayoría de estos símbolos son representaciones animales en un momento de su ciclo
anual, además no muestran los animales que cazaban, y algunos de esos animales ya no
existían en la zona, y a pesar de la cantidad de animales con los que convivían, en un
80% de los casos, dibujaban solo caballos, bisontes, cabras y ciervos. Repitieron los
mismos símbolos durante más de 20.000 años, no cabe duda de que representaban algo
concreto y cotidiano, como vamos a poder comprobar, representan el tiempo en forma
de calendario.

Para introducirnos en la explicación:


https://www.academia.edu/42970130/El_arte_de_representar_el_tiempo?source=swp_
share

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La dinámica del panel

El Ibex representa el ciclo solar:


https://www.academia.edu/45088030/La_cabra_en_el_calendario_lunisolar_del_Paleol
ítico_supeior_en_la_región_Pirénaico_Cantábrica?source=swp_share
El más representado es el que representa el solsticio de invierno, esto se debe a su valor
vertebrador del calendario, es el que sincroniza las lunas. A veces aparecen más cabras
representando los equinoccios, raras veces nos muestran los 12 pasos del año (Atxurra), y
en este caso nos muestra los tres pasos solares del invierno, el Ibex principal, como no, es
el del solsticio de invierno.

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Los caballos representan las lunas del invierno, la cabeza del caballo hace referencia a la
primera luna llena después del solsticio de invierno, el caballo erguido la segunda y el
caballo muerto o tumbado la tercera y última. Los dos bisontes bisontes en formación
hacen referencia a la primera luna llena de la primavera.

Vemos como ejemplo un año lunar de 12 lunas. En el siguiente esquema he montado con
el programa Stellarium las posiciones de salida de las 12 lunas llenas. Desde un solsticio
de invierno hasta el siguiente.

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Aquí podemos ver el paso de un año de 12 lunas llenas al siguiente. El año acaba con la
luna 12 antes del solsticio de invierno y comienza el siguiente ciclo con la luna 1 en la
posición más septentrional. Además podemos hacer una comparativa de la posición de las
lunas llenas, las figuras en forma de “p”, parecen mostrar las posiciones de las lunas llenas
cercanas al solsticio de invierno.

A continuación vemos las posiciones de las lunas llenas de un año de 13 lunas. El


pequeño retraso acumulado durante 2 años, hace que en el tercer año la luna 12 no
llegue a su posición más septentrional y tengamos una luna más antes del solsticio de
invierno, la luna 13, es la luna del caballo doble, después vendría el solsticio de invierno,
para continuar otra vez con la luna de la cabeza del caballo, de forma que el calendario
se mantiene sincronizado.

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Por tanto, la explicación del uso de los animales y su orientación sería la siguiente:
Las cabras A,B,C representan el ciclo solar, miran hacía la izquierda, como el
movimiento del sol, de invierno a la primavera, los caballos 1,2,3 representan las lunas
llenas del invierno y se mueven hacia la derecha como el movimiento de las lunas llenas.
Tres de los caballos tienen una cabra en la cabeza, si miramos con atención el Ibex A,
que representa el solsticio de invierno, tiene dos caballos, uno que le precede, el caballo
de dos cabezas que todavía se mueve hacia la izquierda, como la luna 13 o última luna
antes del solsticio de invierno, y la luna 1, la primera luna después del solsticio que se
mueve hacía la derecha, las otras dos lunas llenas del caballo se corresponden a dos pasos
solares de las cabras, mostrando la sincronización.

Los símbolos en forma de “P” representan las lunas llenas más septentrionales, las
cercanas al solsticio de invierno.

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En la siguiente fotografía, la salida de la última luna llena antes del solsticio de invierno, el
10 de diciembre de 2016, el año del descubrimiento de la cueva. La luna llena en su
posición más septentrional. Su parecido es bastante evidente.

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La Vía Láctea y la Estrella polar

La Vía Láctea es conocida como el río, por diferentes culturas por todo el planeta. En
decenas de culturas, sobre todo en América, se utiliza la Vía Láctea en un sentido de
calendario, por ejemplo en el Amazonas utilizan calendarios de estrellas dibujando
constelaciones con los animales típicos de cada época en la Vía Láctea. En culturas de
lugares tan dispares como Colombia y Etiopía, la posición de la Vía Láctea señala las
épocas del año y la relacionan con las temporadas de lluvia y las crecidas de los ríos.

El panel de Armintxe es una representación del calendario y a su vez de las constelaciones


de la Vía Láctea. En la parte superior vemos unas líneas meandriformes que parecen
hacer alusión a ese río, y en la parte central unos leones que no parecen tener ninguna
función, pero como veremos su papel es fundamental y cobra total protagonismo cuando
miramos el panel desde el punto de vista estelar.

La gatera situada a la izquierda de la imagen superior representa el este, en el momento


en que sale la Luna, y la de la derecha el oeste cuando el Sol se pone.

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El tubo de la cueva representa el firmamento de este a oeste, tenemos que tener en cuenta
la precesión de los equinoccios, el paulatino cambio del eje polar, ya que este fenómeno
cíclico determina las posiciones de las constelaciones, el panel podría tener entre 10.000 a
25.000 años, la horquilla es demasiado amplia. El panel representa la posición de la Vía
Láctea en el ocaso del Sol y la salida de la cuarta luna llena , cercana al equinoccio de
primavera.

Las constelaciones paleolíticas están formadas por muchísimas estrellas de diferentes


magnitudes. Pero al contrario de las occidentales destaca el uso de estrellas de baja
magnitud, aproximadamente de 6,5 o incluso menores, que serían prácticamente
invisibles en las ciudades de hoy en día, a estas estrellas se les suman estrellas de mayor
entidad, sobre todo en el caso del León, las constelaciones no se componen únicamente
de estrellas, además aprovechaban las zonas oscuras de la Vía Láctea para dar forma a los
animales. Mi descripción es visual, algunas de las constelaciones son fácilmente visibles,
por ejemplo, el león, el segundo Ibex, la cabeza del caballo etc. Otras sin embargo son
muy forzadas y prácticamente imposibles de identificar como el caballo doble que apenas
se aprecia como una zona oscura de la Vía Láctea. Por tanto he desarrollado una cultura
estelar de la cueva de Armintxe sobre la base de las constelaciones occidentales, se puede
instalar en Stellarium y se puede ver su comportamiento en las diferentes épocas del año,
durante diferentes milenios. La podéis descargar en el siguiente enlace para un uso no
comercial y siempre que se haga referencia al autor:

https://drive.google.com/drive/folders/1n5hE0eyeoAzdESX4bVWmgAs2Y9BZsUE7?
usp=sharing

En las siguientes imágenes podemos ver la ubicación de las constelaciones más fáciles de
identificar, en relación a las estrellas y constelaciones occidentales.

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Entre las figuras del panel destaca el león. Los símbolos del calendario se podrían
encuadrar en el magdaleniense, pero los leones no son un símbolo tan habitual en esta
época, podrían tener un origen anterior al magdaleniense. En la cueva de Chauvet
parecen tener un papel importante y esta cueva tiene dataciones mucho más antiguas,
superan en algunos casos los 30.000 años.

Desde el punto de vista estelar, la precesión de los equinoccios hace que las posiciones
vayan quedando obsoletas de forma que las constelaciones acaban perdiendo su sentido
temporal. Respecto al resto de las constelaciones, el panel podría tener sentido en un
periodo muy amplio, entre 10.000 y 25.000 años. Aunque no podemos asegurar el año de
ejecución del panel de Armintxe, sí podemos calcular el origen de esta cultura estelar. En
el contexto del panel, una vez que lo introducimos en Stellarium, los leones ocupan la
posición de la estrella polar de hace 21.500 años. Son el centro sobre el que todo gira, en
el mundo indígena el tiempo se concibe en forma de espiral, los leones parecen ser los
motores de todos los cambios, los que acaban con unos ciclos para dar comienzo a otros.
los que acaban con la vida del caballo para dar comienzo al bisonte.

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La Vía Láctea y la Luna

Lo más sorprendente en el calendario de Armintxe es como complementan el uso del sol,


la luna y la posición de la vía láctea. De forma que esta conjunción nos hace disponer de
más herramientas para definir los mismos periodos de tiempo, pudiendo aprovechar las
noches estrelladas en el caso de tener días nublados en los que no hemos podido observar
el Sol.

En el cuadro podemos ver las 4 posiciones de la Vía Láctea hace unos 20.000 años,
teniendo en cuenta la precesión de los equinoccios. El momento elegido es por supuesto el
ocaso del Sol los días de luna llena, el momento en que comienzan a hacerse visibles las
estrellas a la vez que la luna llena comienza su ascenso.

El cuadro 1 nos muestra la salida de la primera luna llena después del solsticio de invierno
se halla en su posición más septentrional y la posición de la Vía Láctea, prácticamente
perpendicular, señalando el norte.

En el 2, la segunda luna llena del invierno, su posición empieza a moverse hacia el Este a
la vez que vemos la Vía Láctea ligeramente inclinada acercándose al nordeste.

En la 3, la última luna llena del invierno, más hacia el este y la Vía Láctea adquiriendo
una posición más paralela al horizonte y señalando el nordeste

En la 4, La cuarta luna llena, al igual que el sol, sale por el este y la Vía Láctea forma un
arco en el cielo desde el oeste al este. Posición que coincide con la representación de
Armintxe.

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Conclusión

El panel es una representación de un calendario lunisolar y de la Vía Láctea, nos muestra


la composición del invierno o caballo, hasta la llegada de la primavera o bisonte, la
sincronización de los ciclos lunares con el ciclo solar y las posiciones de la Vía Láctea. El
significado de los símbolos es el siguiente

El panel completo- Representa su calendario como escena de la naturaleza, la muerte


del caballo por el ataque de los leones en el río, que a su vez representa la Vía láctea.

A- Ibex: El solsticio de invierno.


B y C, cabras: Dos pasos solares del invierno.
13- Caballo doble: La luna 13 en un año de 13 lunas, luna que precede al solsticio de
invierno.
1-Cabeza del caballo: Primera luna llena después del solsticio de invierno.
2-Caballo erguido: Segunda luna llena del invierno.
3-Caballo tumbado: Tercera luna llena del invierno.
4-La formación del bisonte: Cuarta luna, luna llena que anuncia la llegada de la
primavera.
5-Claviformes”P”: Lunas llenas de invierno.
6-Leones: Eje polar.

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