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La bola en el escenario de la pared ilustra simplemente que definir y redefinir las cosas
como tratamos de alcanzar un objetivo realmente nos previene de lograr ese objetivo.
Esto es lo que algunas veces hace la filosófica cuando busca examinar la verdad. En
algunas ocasiones nubla tanto los temas que nada puede ser conocido con seguridad.
Pero aún cuando esto es verdad de que un número infinito de mitades (½ de “a” + ½
del residuo + ½ del residuo de eso, etc.…) no iguala a un todo, podemos “probar” que
sí lo hace al simplemente tirar una bola contra una pared y observarla rebotar. En
realidad, matemáticamente hablando, la ecuación del ½ no es igual a un todo en su
conjunto. El problema no está en la verdad sino en su aplicación, como sucede es
frecuentemente el caso con la gimnasia verbal filosófica.
“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las
tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.”
(Colosenses 2:8).
Para que la verdad sea definida apropiadamente, tendría que ser una declaración
correcta de hecho y lógica. En otras palabras, tendría que ser cierta. Pero tal vez
podríamos mirar más hacia la verdad al determinar lo que esta no es. La verdad no es
error. La verdad en sí no se contradice. La verdad no es engañosa. Claro está podría
ser cierto que alguien obre engañosamente, pero el engaño en sí no es verdad.
En el relativismo todos los puntos de vista son igualmente válidos y toda verdad es
relativa al individuo. Si esto fuera verdad, entonces parecería que esta es la única
verdad que el relativismo pudiera ofrecer. Pero el problema es que en realidad, el
relativismo no es verdadero por la siguiente razón lógica. Si es cierto que para mí el
relativismo es falso, entonces, ¿es cierto que el relativismo es falso? 1) Si Usted dice
que no, entonces, lo que es verdadero para mí no es verdadero y el relativismo es
falso. 2) Si Usted dice que sí, entonces el relativismo es falso. El relativismo parece
desafiar la misma naturaleza de la verdad; a saber que la verdad no es contradictoria.
Una vez más: ¿Qué es la verdad?
¿Existe una cosa como algo que siempre es verdad todo el tiempo? Sí. Sí existe. Por
ejemplo: “Algo no puede traerse a existencia.” Esta es una declaración absolutamente
cierta. Para que algo se traiga a sí mismo a existencia, tendría que existir para poder
ser capaz de realizar una acción. Pero si ya existe, entonces, no es posible que se
traiga a existencia ya que existe. De igual manera, si éste no existe entonces, no tiene
la habilidad para realizar ningún acción creativa ya que no existía inicialmente. Por lo
tanto, “Algo no puede traerse a existencia” es una verdad absoluta.
El anterior ejemplo es una verdad encontrada en la lógica, pero existen verdades que
no son, por naturaleza, lógicas. Es cierto que yo amo a mi esposa. Esto no es
lógicamente comprobable por medio de teoremas y formulas y paradigmas lógicos,
pero aún así; es verdad. Por lo tanto, nosotros podemos decir que la verdad conforma
y afirma la realidad y/o la lógica.
Los testigos escribieron lo que vieron; estuvieron con Él; lo miraron realizar muchos
milagros, sanar a los enfermos, calmar una tormenta con una orden, y aún levantarse
de entre los muertos. Aún cuando Usted crea o no crea estas afirmaciones. Si no las
cree, esta es su decisión. Pero si Usted las acepta, entonces es confrontado para tomar
decisiones acerca de Jesús. ¿Qué creerá acerca de Él? ¿Qué decidirá acerca de Él? ¿Es
Él la verdad? ¿Es verdad lo que Él dice?