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Época de cambios o cambio de época?

Por utilizar la clase de contundentes y a menudo simplificadores esló ganes de uso corriente en el
management contemporá neo: no estamos viviendo en una época de cambios, sino en un cambio de
época(1). Esta idea se ha convertido en un lugar comú n a lo largo de la ú ltima década. Y si esta percepció n
se ha convertido en parte del acervo popular del ú ltimo cuarto del siglo XX es porque, en ese corto
espacio de tiempo, han concurrido, o se han hecho explícitas, cuatro grandes innovaciones que han tenido
y seguirá n teniendo un impacto fundamental sobre los estilos de vida y las agrupaciones de intereses de
las personas y sobre la estructura econó mica de las sociedades avanzadas. La primera innovació n fue la
de la microelectró nica que posibilitó (2) un desarrollo espectacular de las telecomunicaciones y también
(3) un desarrollo inédito y una integració n sin precedentes de sistemas automá ticos de almacenamiento
y procesamiento de la informació n que han hecho posible (4) el desarrollo de la ingeniería genética y de
la biotecnología.
Estas cuatro grandes innovaciones está n convergiendo y actuando sinérgicamente para producir un
nuevo espacio social y mental donde las personas se representan el mundo de una forma radicalmente
nueva. Sin embargo, por utilizar la expresió n de Cornellá , “la fiesta todavía no ha empezado; estamos
escuchando la mú sica desde lejos, pero nos vamos acercando al festival”(2). Trataremos de elucidar las
razones por las que esto es así y de qué manera, cuando llegue la fiesta de verdad, los modos de producir
y estar de las personas y de las organizaciones se verá n conmovidos.
Características formales de la empresa informacional
A modo de introducció n, con el fin de fijar el campo de juego, empezaremos por ofrecer una visió n
sistemá tica de la empresa informacional o empresa-red.
Lo que aparece como característico de la sociedad de la informació n, lo es de sus instituciones má s
íntimas, como es el caso de la empresa capitalista. Blondin, al igual que Echevarría entre nosotros(3), ha
teorizado sobre la emergencia de un nuevo paradigma que afecta a toda la actividad humana, si bien
desde un punto de vista menos general y má s pegado a las consecuencias e impacto que, para la actividad
econó mica humana, se han derivado de la extensió n y casi universalizació n de las nuevas tecnologías. El
cuadro siguiente muestra las características diferenciales entre el viejo paradigma y el emergente segú n
este autor.

VIEJO PARADIGMA | NUEVO PARADIGMA |


Implicaciones para las organizaciones
El cuadro de Blondin se centra en las implicaciones que la tecnocultura que subyace a algunos atributos
de lo que Javier Echevarría ha denominado Tercer Entorno o E3, tales como la capacidad de operar a
distancia, el cará cter representacional y simbó lico del marco, la inestabilidad y globalidad asociadas con
su instalació n y desarrollo, su capacidad para desarrollar una memoria autó noma de la humana y su
impacto sobre procesos culturales de fondo que implicarían una especie de tecnolenguaje universal
(integració n semió tica), tienen sobre las tecnologías y su renovació n, los mercados y las relaciones que
los actores econó micos pueden desarrollar en este nuevo espacio.
Cartier (5) por su parte, a partir del aná lisis del cuadro diferencial de Blondin identifica lo que le parecen
ser los principales rasgos del nuevo paradigma en lo que hace a su instalació n en las organizaciones, a
saber:
* La innovació n adquiere má s importancia que la producció n en masa.

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* El peso de los activos intangibles deviene en las nuevas condiciones en el marcador del valor de
mercado de la empresa. El valor de las empresas, expresado en su cotizació n en Bolsa, se autonomiza de
sus activos materiales al descansar de forma creciente en activos intangibles, especialmente en nuevos
conocimientos, que carecen de representació n contable.
* Como consecuencia, el mundo financiero invierte crecientemente en nuevos conceptos, má s que en
equipos e infraestructuras, todo lo cual determina un aumento del capital de riesgo.
A estos tres rasgos generales del nuevo paradigma deberían añ adírsele estos otros tres que propone
Cornellá (6), característicos de un modelo de sociedad cuya identidad má s bá sica y esencial radica
crecientemente en la fluencia de informació n y que será n discutidos má s adelante:
* E3 y el nuevo paradigma econó mico está n determinando el que, tanto las organizaciones como las
personas, hayan de vivir bajo la presió n de gestionar eficientemente informació n cada vez má s masiva.
De hecho, existe demasiada informació n, pero poco conocimiento en proporció n. El mayor riesgo para las
organizaciones e individuos en este contexto es la infoxicació n (7).Las organizaciones que pretendan
sobrevivir deberá n incrementar su capital intelectual, imaginando maneras de agilizar su motor de
generació n de conocimiento.
* El nuevo paradigma econó mico convierte la comprensió n en un imperativo. En una sociedad con
exceso de informació n, el reto consistirá en hacer má s sencilla su comprensió n. Habrá poco tiempo para
digerir los inputs, por lo que se invertirá má s tiempo en la confecció n de los estímulos informacionales
con el objetivo de que la gente invierta má s tiempo en comprender que en acceder o leer.
* Internet aparece como el factor crítico de transformació n de las organizaciones, los negocios y los
trabajos. Pero Internet es ella misma informació n. Internet permite representar las organizaciones, tanto
en sus maneras de operar como de relacionarse con el entorno. Para las empresas, la clave del éxito en
internet está vinculado con entender la relació n entre quién compra y quién vende (o entre quién
produce y quién consume), relació n que es diferente de la que ocurre en el “mundo real”. El e-negocio
aparece entonces como lo que en realidad es: i-negocio. La nueva economía es una economía de
intangibles, y má s concretamente, de gestió n de la informació n con base en el conocimiento.
En este contexto, las organizaciones se enfrentan con los siguientes tres grandes desafíos:
* El período de respuesta de los competidores es cada vez má s corto, lo que determina una rá pida
obsolescencia del know-how: Los avances frente a los competidores se vuelven cada vez má s frá giles.
* Es necesario posicionar rá pidamente el producto en el mercado global: Durante los 80 y 90, los costes
de I+D han crecido exponencialmente en los países má s avanzados. A la vez ha aumentado la velocidad
del cambio tecnoló gico y la complejidad de las nuevas innovaciones, mientras que se ha rebajado el
tiempo necesario para desarrollarlas y colocarlas en producció n. Estas tendencias obligan a las empresas
a recuperar los costes de I+D en poco tiempo, mediante el lanzamiento de sus productos a escala mundial.
Es importante subrayar que todas las organizaciones, con independencia de cual sea su actividad,
deberá n comprometerse severamente en procesos de I+D+D (Inteligencia+Diseñ o+Desarrollo) y, en
consecuencia, se deberá n comprometer con sistemas que aceleren la difusió n del conocimiento y el
aprendizaje organizacional (en sistemas de I+L, esto es, en sistemas INTELARNING o de Inteligencia
Competitiva+Aprendizaje Organizacional)
* Los costes de fabricació n y producció n deben ser mínimos: Si bien los costes de I+D pueden ser
elevados, los costes de fabricació n deben ser lo má s bajos posibles, aunque ello pueda suponer la
subcontratació n o la deslocalizació n de la producció n.
Como resultado del incremento de la velocidad del ciclo de la innovació n y de la difusió n de la misma,
está emergiendo en los países má s avanzados un nuevo modo de organizar y valorar el trabajo que
afecta:
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* A las relaciones laborales;
* A las condiciones de trabajo;
* A los roles y jerarquías en las organizaciones;
* A la cualificació n requerida y a los contenidos de la actividad laboral;
* A los estilos de trabajadores considerados funcionales;
* Al concepto de funcionalidad laboral, cada vez má s vinculado con la idea de polivalencia;
* A la participació n del trabajo en los beneficios de la actividad;
* A la ordenació n y segmentació n de los mercados laborales;
* A los patrones de implantació n territorial de las corporaciones.
La mayor parte de estas ideas, si bien no todas, han devenido en un lugar comú n de la literatura
socioló gica, econó mica y relativa a la gestió n empresarial en los ú ltimos añ os de los noventa del siglo XX.
Puede encontrarse uno o varios o, a veces, todos los rasgos señ alados en cualquier revista econó mica,
artículo de prensa y, naturalmente, en miles de sites má s o menos especializados de Internet.
La empresa informacional y el trabajo informacional
Las empresas son uno de los espacios formativos má s determinantes en esta fase de capitalismo
informacional, no só lo en la medida en la que sus interacciones determinan el espacio de los flujos de
bienes, personas, informació n, conocimiento, la formació n de los mercados y en buena medida las formas
de organizació n y ocupació n del espacio físico y la estructura social, sino porque han devenido en
espacios de creació n, socializació n y difusió n del conocimiento, a la par que los modelos de gestió n
avanzados han generado en su interior un espacio de aprendizaje e incorporació n de conocimiento a las
personas de cará cter crecientemente formal.
Y las empresas son cada vez má s lugares en los que se aprende porque en buena medida el trabajo
informacional consiste en aprender. Esta funció n, que antañ o se realizaba de manera má s informal y
fundamentalmente a través de estrategias de aprendizaje y de socializació n en el trabajo (learning by
doing), ha venido a situarse en el corazó n de la estrategia de las organizaciones má s en la frontera de sus
respectivos conocimientos sectoriales. En consecuencia, la socializació n a través del trabajo incluye un
componente de trabajo intelectual que trasciende el antiguo concepto de cualificació n profesional. Como
se verá , las cualificaciones profesionales cada vez son má s digitales en un sentido que precisaremos, lo
que en parte quiere decir que en todos los casos incluyen una apropiació n intelectual, de cará cter muy
simbó lico y abstracto, de los procesos sometidos al control de las má quinas y la programació n. En el
mismo sentido, las tecnologías blandas o de gestió n requieren de las personas comportamientos
socialmente exigentes que implican el dominio de destrezas sociales vinculadas con competencias que se
adquieren en un ambiente social cognitivamente rico que, hasta hace no mucho, estaban circunscritas al
á mbito de las élites gerenciales y a los mandos intermedios.
En este nuevo contexto, la empresa, a través de las estrategias de formació n continua que lidera y
desarrolla, se suma al conglomerado de instituciones sociales que amplían la base social del conocimiento
y hacen posible que el ciclo de la innovació n tecnoló gica pueda ser socialmente interiorizado, apropiado y
reutilizado de formas no obvias ni predeterminadas, ampliando de ese modo su alcance inicial hasta
alcanzar al conjunto de la sociedad.
Internet como espacio integrador de tecnologías, objetos, informació n y personas
El resultado má s espectacular del desarrollo de las Nuevas Tecnologías de la Informació n y la
Comunicació n (NTIC) es Internet (Web Wide World). Internet es un espacio integrador de tecnologías,

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objetos y contenidos y, probablemente, una parte crecientemente importante del espacio social mismo.
Tentativamente, cabe afirmar que la sociedad de la red representa y lo hará aú n má s en el futuro, una
proporció n mayor de la sociedad de la informació n. En Internet se está produciendo la convergencia de
las NTIC con las viejas TIC (teléfono, televisió n, radio y otros sistemas de almacenamiento de sonidos e
imá genes) y también con otras tecnologías anteriores procedentes de la Segunda Revolució n Industrial,
la que se produjo entre 1860 y 1900 (mecá nica, hidraú lica, electricidad, electró nica). Como resultado de
estos procesos emergen fenó menos como la teleformació n, el telemantenimiento y control de má quinas y
procesos, el telecontrol de presos y ciudadanos sometidos a restricciones en su libertad, la telemedicina,
la teleformació n y el teletrabajo, entre otras.
En el actual estado de desarrollo tecnoló gico de la red y de las infraestructuras que la soportan ninguna
de estas formas de “acció n a distancia” se muestra capaz de abolir las interacciones humanas cara a cara
o de desplazarlas a un espacio puramente recreativo. Má s bien al contrario, requieren de operaciones de
coordinació n que refuerzan la necesidad de relaciones humanas en otro nivel. Sin embargo, cuando en el
futuro converjan en ese nuevo espacio los cuerpos animados a través de sus representaciones animadas,
lo real y lo virtual pueden llegar a diluir sus fronteras hasta un punto difícil de imaginar, generando
posibilidades de relació n humanas inéditas, ricas y complejas(8).
La empresa red como nuevo paradigma de la producció n informacional
Considerado el cambio desde el punto de vista de las organizaciones, la empresa informacional o
empresa-red es la principal consecuencia del desarrollo del ciberespacio como nuevo espacio de
sociabilidad, intercambios y comunicació n.
La empresa-red constituye el nuevo paradigma organizativo del capitalismo informacional/global; su
naturaleza íntima consiste en estar conectada y su éxito en la arena global depende de su capacidad para
generar redes robustas y estables o, lo que es lo mismo, generar retebilidad o potentes efectos-red(9).
Comienza a resultar un lugar comú n el considerar que las claves del éxito de la empresa-red residen en su
capacidad para procesar informació n masiva, generar a partir de ella conocimiento diferencial y
proyectar eficientemente esa transformació n en forma de innovació n de producto o servicio, o bien en
forma de propuesta de colaboració n o alianza, sobre un entorno donde lo realmente escaso es el tiempo y
la atenció n de las personas que consumen(10). En este sentido, como señ ala Castells, “la empresa red
materializa la cultura de la economía informacional/global: transforma señ ales en bienes mediante el
procesamiento de conocimiento”(11).
Jerarquías, redes, capital social y aceleració n del aprendizaje organizacional
La preeminencia de las redes en el nuevo contexto informacional ha determinado que las estrategias
pú blicas y privadas dirigidas a mejorar la innovació n de las empresas se hayan orientado en buena
medida a incrementar el capital social, interrogá ndose por las condiciones en que se produce y tratando
de reproducir esas condiciones precisamente(12). Desde el punto de vista de las empresas, el objetivo de
muchas de ellas en la frontera ha sido el de insertarse en un medio donde ya exista esa clase de substrato.
Sin embargo, es imposible disfrutar de las ventajas de un entorno social rico derivadas de la participació n
en redes sociales informales, diná micas y potentes cuando las relaciones de producció n y los métodos de
coordinació n no está n basados en una cultura de alta confianza(13) que promueva la autonomía de las
personas(14), el trabajo en equipo y un compromiso flexible con el propó sito y objetivos de la
compañ ía(15). El logro de ese medioambiente organizacional y la inserció n en esa clase de ambientes
sociales ricos caracterizados por la proximidad geográ fica y la proliferació n de lazos débiles entre
personas de diferentes empresas y, por ende, por la permeabilidad de las organizaciones(16) se
consideran en el contexto del ascenso del informacionalismo como intrínsecamente aceleradores del
aprendizaje y, por ello, se han convertido en la piedra de toque, tanto de muchas empresas en la frontera

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como de todas las políticas pú blicas orientadas a incrementar el aprendizaje y la innovació n de las
organizaciones.
Funciones de inteligencia y aprendizaje en la empresa informacional
La característica má s sobresaliente de la empresa informacional es que tiene hipertrofiadas dos
funciones: la funció n de inteligencia(17) y la funció n de aprendizaje. Una de las tendencias emergentes
observables desde el punto de vista de la gestió n de las organizaciones es la integració n de las funciones
de inteligencia y aprendizaje en un nivel superior(18). Las redes de aprendizaje organizacional(19)
representan ese nivel superior que, una vez establecido, orientan de forma irreversible a la organizació n
hacia el conocimiento. La palabra conocimiento en este contexto designa tanto los procesos de gestió n y
la calificació n técnica de las personas, como el marco cultural de la organizació n y las disciplinas
humanas que deben dominarse para enfrentar los retos derivados de la aceleració n del ciclo de la
innovació n tecnoló gica(20).
Si bien la idea de Drucker segú n la cual las corporaciones son los grandes vertebradores de la vida social
parece desconsoladoramente adecuada al guió n del “pensamiento ú nico”, el hecho es que las
organizaciones son un espacio social extraordinariamente relevante considerado desde el punto de vista
de la creació n y difusió n del conocimiento social; ademá s, en la medida en la que, en el contexto del
trabajo informacional y cognitivo emergente, articulan y ordenan el trabajo social y secundariamente
distribuyen las compensaciones asociadas con la posició n de los actores en ese proceso, desempeñ an un
papel relevante en la asignació n de roles y posiciones sociales de las personas en el nuevo contexto
informacional y en la conformació n de la estructura social(21).
La fusió n de inteligencia y aprendizaje como concepto (Intelearning), designa una estrategia orientada a
la integració n de las funciones de inteligencia y aprendizaje en un entorno de red. Ello ha modificado la
arquitectura de las organizaciones, pues ha supuesto la integració n de los procesos de gestió n del
conocimiento(22) con los de vigilancia tecnoló gica(23) e inteligencia de negocio(24). Desde un punto de
vista operativo, semejante modificació n ha supuesto la integració n de los procesos de descubrimiento de
conocimiento, conversió n del conocimiento en productos y servicios y, frecuentemente, en ambas cosas a
la vez, así como los orientados a la modificació n de los comportamientos (educació n) y sus tecnologías
asociadas(25). El conjunto de innovaciones referido es el responsable del cambio emergente en los roles
de las personas en el proceso de producció n y, por ende, de los que de allí se derivan con relació n a la
posició n que ocupan dentro del propio entramado social de la empresa y de la comunidad. Esta profunda
modificació n de la estructura organizativa y de los paradigmas de control sobre los flujos de informació n
de las empresas má s orientadas a la innovació n es la que, en ú ltima instancia, ha determinado una
variació n de los pesos relativos asociados con las jerarquías y las redes en el seno de tales organizaciones
en beneficio de éstas ú ltimas; variació n que resulta adecuada al estilo de producció n en pequeñ a escala,
orientado a satisfacer necesidades y gustos locales, programable, en definitiva ajustado (lean production)
adecuado a la instalació n de la economía informacional en las organizaciones(26).
Sentido polisémico de la palabra red como atributo de empresa
Después de lo dicho creo que puede establecerse un ideal-tipo de empresa-red basado en un triple
sentido de la palabra red:
1. La empresa-red se caracterizaría por la riqueza de sus conexiones conscientes en forma de alianzas,
sistemas de retroacció n con los clientes, sistemas de conexió n en red con el objetivo de buscar, descubrir
y procesar con sentido informació n y conocimiento, conexió n con los sistemas de educació n formal y
continua, etc...
2. En segundo lugar, la empresa-red es la que ha adoptado un estilo de producció n ajustada, basado en
la potenciació n de la responsabilidad de las redes sociales de la empresa en las operaciones de control en

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detrimento de las jerarquías. En este sentido, la empresa red responde a una tipología empresarial
caracterizada por la horizontalidad.
3. En tercer lugar, la empresa-red es aquella establecida sobre una estructura social vinculada a un
territorio, caracterizada por una alta densidad de interacciones sociales. La empresa-red sería aquella
capaz de vincularse significativamente con esos flujos a través de las interacciones informales de sus
miembros con otros del exterior a fin de capturar el conocimiento que se produce en la frontera, casi
siempre de cará cter tá cito, internalizarlo y convertirlo en producto(27). Una de las aparentes paradojas
de las redes es que, a la vez que en apariencia abolen la distancia física generando un mundo sin
profundidad, ni altura o anchura en el que, casi de manera literal, todo puede estar a la vez en cada parte
o al menos accesible desde cada una de las partes, el contacto físico, las relaciones personales en un
medio socialmente rico aparecen como los motores y los aceleradores de la innovació n. El lema High tech
high touch, alta tecnología alto contacto refleja adecuadamente esta compleja interacció n entre
desarrollo de las redes y del sector cuaternario, patrones de ocupació n del territorio de la actividad
econó mica y alta densidad de relaciones sociales presenciales.
Algunas de las consecuencias má s relevantes de la preeminencia de las redes sobre las jerarquías en las
organizaciones má s en la frontera tienen que ver con el énfasis que es observable con relació n al
fortalecimiento de aquellas variables estructurales má s inmarcesibles y difusas, y también má s
“personales”, tales como la comunicació n y sus procesos, la cultura de la empresa y sus valores asociados,
el clima sentimental y emocional que debe reinar en el grupo y que, a la postre, parece ser determinante
con relació n al grado de implicació n y asunció n de responsabilidades y desafíos de los trabajadores, el
sistema de recompensas intangible, que ahora incluye diseñ os de carrera profesional, ceremonias de
reconocimiento del esfuerzo y el trabajo intelectual y, también, perspectivas y oportunidades de carrera
asociados con la posibilidad de alcanzar importantes presupuestos para el desarrollo de ideas
nuevas(28).
Especializació n cultural y fragmentació n de la empresa informacional
Se dice que una idea se transforma en innovació n cuando es reproducible a gran escala y a costes
razonables. Si la idea tiene la suficiente importancia como para impactar y modificar severamente los
estilos de vida (como en el caso del teléfono, el automó vil, el aeroplano o el ordenador digital) entonces
hablamos de innovació n bá sica. Esta clase de innovaciones tiene la capacidad de crear una nueva
industria o modificar la existente(29).
Desde el punto de vista de la ingeniería, cuando una idea pasa a convertirse en una innovació n lo que
ocurre es que confluyen en ella diversas “tecnologías de componentes” en un conjunto nuevo. Estos
componentes provienen de desarrollos aislados en diferentes á reas de investigació n y configuran
gradualmente un conjunto de tecnologías fundamentales para su mutuo éxito. Mientras ese nuevo
conjunto no se forme, la nueva idea no será posible. Esta forma de entender la innovació n en el á rea
industrial, como empaquetamiento y agregació n de tecnologías preexistentes, en origen aisladas, pero a
la postre compatibles, ha pasado a convertirse en la forma que la innovació n ha terminado por tomar en
todos los sectores de producció n, incluidos los servicios. Esta es la idea, al menos, que expone Kevin
Werbach(30) tomando como referencia lo que ocurre en la industria de los contenidos y el
entretenimiento (perió dicos, revistas, TV...) y proyectá ndola sobre negocios que funcionan en red. A su
juicio la sindicació n, entendida como “la venta del mismo bien a muchos clientes, que lo integran con
otros y lo distribuyen”(31), podría llegar a ser, de continuar la expansió n de Internet, “la estructura
subyacente de los negocios”(32).
Veamos como funciona la sindicació n y có mo convierte la escasez en abundancia. Dentro de la industria
de Internet cabe distinguir tres grandes tipologías de empresas. Por un lado, estarían las productoras u
originadoras de contenidos, que, frecuentemente, pueden ser, profesionales, asociaciones de los mismos.

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La idea de contenido utilizada en este contexto, denota algo má s amplio que texto o imá genes; en la
prá ctica, como señ ala Werbach, “cualquier cosa que pueda existir como informació n –desde productos y
servicios a procesos de negocio o divisiones de una corporació n- puede ser sindicado”(33). En segundo
lugar, tenemos los ensambladores o empaquetadores (o sindicadores, en terminología inglesa) que son
los que agrupan contenidos “a través de formatos y contratos está ndar”, añ adiendo valor por el camino al
evitar que los distribuidores, que son la cara que el cliente final ve, tengan que negociar con docenas de
productores o buscar por su cuenta los contenidos má s adecuados. Finalmente, los distribuidores,
partiendo de paquetes prefijados, los agrupan en funció n de las demandas explícitas o, si se trata de un
nuevo proyecto, latentes del mercado de manera que resulten ú tiles.
La sindicació n no es outsourcing, ni tampoco un modelo que funciona só lo con contenidos tradicionales
(textos, grá ficos, dibujos, fotografías, animaciones, vídeos o mú sica). Entre los ejemplos de sindicadores
que propone Werbach, Screaming-Media respondería a la tradicional idea de empaquetador o agencia
que agrupa contenidos y los distribuye aprovechando la tecnología Internet (en este caso utilizando una
combinació n de software de filtrado que hace llegar a cada distribuidor los contenidos en funció n de sus
intereses y de editores humanos), sin embargo en el caso de Linkshare lo que se empaqueta es comercio y
no contenidos. En este ú ltimo caso, má s de 400 tiendas virtuales han establecido un contrato con
Linkshare para que administre sus programas de afiliados, programas que permiten alcanzar un
determinado sitio web desde otros emplazamientos en la red a cambio de una pequeñ a comisió n en la
venta que se realice. Linkshare, al agregar todos estos programas en su sitio, provee de, por así decirlo,
una ventanilla ú nica, de lugares afiliados. En este modelo, las tiendas virtuales son los originadores o
productores que sindican sus conexiones desde otros espacios de la web en Linkshare, el empaquetador
que provee de la tecnología para seguir la traza de las operaciones y asegurar el pago de las comisiones a
los afiliados; los lugares de contenidos son, finalmente, los distribuidores. Linkshare cobra una tasa por
estar en su servicio y una comisió n sobre las ventas que canaliza.
A menudo los diferentes roles se solapan o agrupan en estrategias de empresa ambiciosas. Werbach
menciona el caso de Amazon, que ha pasado de ser un sitio de libros, de hecho la librería má s grande del
mundo, a lanzar un agresivo programa de afiliació n tendente a sindicar su almacén, que le ha permitido
estar presente en má s de 400.000 sitios de la red (a cambio de perder parte del control sobre el proceso
de ventas y de recortar sus beneficios entre un 5% a un 15%, la comisió n que paga a sus afiliados, por
unidad vendida). Má s recientemente, ha sindicado su base de clientes desarrollando un servicio de
hospedaje en el que se han establecido cientos de pequeñ os proveedores. Al hacerlo, cada pequeñ a tienda
gana un mercado potencial de 13 millones de clientes y se beneficia de las sofisticadas tecnologías
desarrolladas por Amazon para relacionarse con ellos; a cambio, debe abonar a Amazon una tasa y una
comisió n por cada venta. Como señ ala Werbach “al comportarse como sindicador y distribuidor a la vez,
Amazon ha convertido la amenaza derivada de la ausencia de escasez característica de la red en una
ventaja”.
Werbach opera sobre la idea de que cualquier cosa cuya naturaleza sea digitalizable (y todo puede llegar
a ser reducido a informació n en el marco del nuevo paradigma) puede tratarse a los efectos como un
contenido y en consecuencia puede ofertarse como un servicio, sin las constricciones de localizació n,
almacenaje y montaje características del mundo econó mico no digital. Dado que la red puede generar casi
indefinidamente espacio de red, la informació n puede ser replicada y recombinada de maneras
potencialmente infinitas y ser distribuida a cualquier lugar en cualquier momento, la amenaza
fundamental para las empresas que no dispongan de una buena red de sindicació n y una estrategia
acorde no proviene de la escasez, sino de la abundancia que hace que el ciclo de producto y las ventajas
competitivas devengan extraordinariamente cortas. “Las compañ ías necesitan –escribe Werbach- (...)
buscar y ocupar los nichos má s valiosos en las redes de sindicació n, aquellos que les permitan maximizar
el nú mero y la fortaleza de sus conexiones con otras y con los clientes. Y dado que esas conexiones está n
cambiando permanentemente, incluso la má s exitosa de las estrategias de negocio difícilmente puede
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permanecer por mucho tiempo”(34). Vemos de nuevo de qué modo la economía digital de la red ha
incorporado revoluciones a la centrifugadora de Schumpeter y có mo los servicios del futuro consistirá n
en empaquetamientos originales de servicios preexistentes, que a los efectos funcionan aquí de manera
aná loga, pero sin las restricciones características del mundo físico, a como las tecnologías de
componentes lo hacían con relació n a los procesos de innovació n tecnoló gica de naturaleza material.
La naturaleza de los empaquetamientos y su éxito dependerá de que las agrupaciones realizadas se
correspondan con relaciones significativas, si bien latentes, en el mundo social de los usuarios; en
resumen, de que resuelvan mejor un problema o que satisfagan má s adecuadamente alguna clase de
necesidad latente de naturaleza no só lo digital. El problema está en encontrar los có digos que posibiliten
la combinació n adecuada de los componentes en funció n de una percepció n adecuada de las tendencias
emergentes en el espacio de las necesidades humanas. La economía digital será una economía del
conocimiento en la medida en la que sea capaz de generar empaquetamientos codificados y adecuados a
ese mundo inexpreso y latente, de la informació n digitalizada. A título de ejemplo podemos imaginar la
siguiente situació n. La informació n que envían los 200 chips tontos de cualquier coche de ú ltima
generació n podría hacerse llegar a un concesonario de la marca o bien a un taller cuyo servicio es, de
momento, el mantenimiento preventivo. Es posible que el usuario disponga de varios vehículos, por lo
que le resultaría mucho má s có modo que una empresa de telemantenimiento preventivo, y só lo una, le
enviara a su correo electró nico las operaciones que debe hacer, y cuá ndo, de todos ellos. Sin embargo,
podría resultarle interesante que fuera la misma empresa la que se ocupara del telemantenimiento
preventivo de los electrodomésticos y del sistema de seguridad de su casa y que, a la vez, gestionara los
seguros de la vivienda y vehículos, que se benefician de importantes descuentos en funció n del
telemantenimiento preventivo realizado, los sistemas de seguridad implantados, etc.
El resultado de todo ello es una revolució n estructural sobre la innovació n, la estructura de las empresas
y su cultura. Aparte de esta primera razó n de índole digital, Werbach apunta una segunda, igualmente
importante, a la hora de considerar la sindicació n o empaquetamiento codificado de servicios digitales
como el futuro de la empresa informacional. Segú n ésta, la sindicació n de servicios permitirá a las
industrias y empresas generar valor concentrá ndose en aquello que saben hacer mejor.
Tradicionalmente, los contenidos han sido muy caros y costosos de crear. La aportació n de Werbach
sugiere que en el futuro la industria de contenidos, entendida ésta en el sentido amplio y digital en el que
aquí utilizamos ese término, operará con el mismo concepto de tecnologías de componentes agregadas y
compatibles con el que trabaja el sector de fabricació n industrial(35).
Una de las ideas sugeridas en el artículo de Werbach, a saber, que las empresas caminan por una senda de
especializació n cultural, fue el objeto sustantivo de un artículo de John Hagel III y Marc Singer,
considerado el mejor artículo de management del añ o 1999 publicado en la Harvard Business
Review(36), y que podría titularse algo así como “Desmantelando la organizació n”. Segú n los autores, el
modelo de empresa en la industria de los ordenadores de los 70 caracterizado por una férrea integració n
vertical y que paradigmá ticamente representaban corporaciones como IBM, Burroughs o Digital
Equipment, fue sometido a una dura prueba cuando una pequeñ a compañ ía, Apple Computer lanzó el
Apple II en 1.978. El Apple II fue el resultado de agregar componentes desarrollados por pequeñ as
empresas especializadas de hardware y software. De inmediato, como señ alan los autores, “las ventajas
de los generalistas –tamañ o, reputació n, integració n- comenzaron a declinar. Las nuevas ventajas –
creatividad, velocidad, flexibilidad- pertenecían a los especialistas”(37). La explicació n del fenó meno
tiene que ver con una vieja idea que Coase expuso en su célebre artículo La naturaleza de la empresa
segú n la cual la forma integrada y vertical de la empresa industrial venía determinada por la limitació n
estructural que imponían los costes de transacció n en el estadio de desarrollo tecnoló gico e
informacional del industrialismo(38). Coase preveía que la disminució n de tales costes acabaría con el
dominio de las grandes corporaciones integradas. Los costes de transacció n hacen referencia al tiempo y
dinero que las compañ ías gastan en intercambiar bienes y servicios. Hagel III y Singer amplían y ponen al
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día el concepto al referirse a dichos costes como costes de interacció n, que no só lo incluyen los costes de
los intercambios formales entre compañ ías y entre éstas y los clientes, sino que incluyen los costes
derivados de intercambiar informació n e ideas aquellos derivados(39).
La idea fuerza del artículo de Hagel III y Singer es que toda empresa es el resultado de la combinació n de
tres “negocios” bá sicos: uno de generació n de nuevos productos (I+D), otro de operaciones o producció n
y, por ú ltimo, un tercero de relaciones con el cliente. Lo relevante para nuestro propó sito es que los
factores de éxito, las competencias y las pautas culturales de cada uno de ellos son diferentes. Esta
diferencia, empero, no está asumida por parte de la cultura gerencial dominante. Como señ alan los
autores, “los directivos se refieren a sus actividades clave en términos de <<procesos>>, má s que como
<<negocios>>, porque, salvo raras excepciones, asumen que las actividades deberían coexistir. Cerca de
un siglo de teoría econó mica avala la idea convencional de que clientes, innovació n e infraestructuras
deben combinarse en una sola empresa”(40), pues, se cree firmemente, los costes de coordinació n
inherentes a la desagregació n de los negocios excederían a las posibles ganancias en flexibilidad y
creatividad. Por esa razó n, las grandes compañ ías se han pasado las ú ltimas décadas inmersas en
complicados proyectos de reingeniería de procesos, só lo para constatar finalmente que las pautas de
gobierno de cada uno ellos entra en conflicto con las de los otros(41).
El negocio de la innovació n se concentra en servir a los empleados, sin pensar en ningú n momento en los
clientes. En I+D la palabra clave sería speed. Es necesario anticipar la innovació n, intuir cuá les son las
demandas latentes en el cambio social y articular una respuesta antes que nadie en un entorno
caracterizado por la complejidad. En este contexto la retenció n del talento y la capacidad de creació n lo
son todo. En producció n la palabra clave es scale, lo que significa que gana el que produce a menor coste
por unidad de producto, pero para ello es preciso establecer standards. La cultura de producció n, a
diferencia de la innovació n o ventas, es impersonal. No le interesa nada, excepto racionalizar al má ximo
las operaciones de manera que los costes unitarios decrezcan. Por ú ltimo, en el negocio de relacionarse
con los clientes la palabra clave es scope, el cliente es el que manda y la empresa es la encargada de
satisfacer sus particulares deseos; desde esta ó ptica de servicio, la cultura de ventas propende
naturalmente a ofertar al cliente tantos productos y servicios como sea posible.
“Bajo la presió n combinada de la desregulació n de los mercados, la competencia global y las posibilidades
de las tecnologías avanzadas, un importante nú mero de industrias se está fracturando a lo largo de las
líneas de falla abiertas entre la gestió n de las relaciones con los clientes, la innovació n de producto y la
gestió n de las infraestructuras”. Segú n los autores, las tensiones derivadas de la coexistencia en el seno
de la organizació n de culturas tan diferentes obligará n a las empresas a desmembrase en funció n de las
diferentes subculturas. Tenemos aquí proyectada a una escala estructural la divisió n de Werbach entre
creadores de contenidos o componentes (I+D), empaquetadores o productores (los que trabajan con lo
que hacen los creadores sobre el paradigma de las economías de escala) y, por ú ltimo, los distribuidores
que difunden y adecuan lo que hacen los productores a las exigencias del cliente.
Este proceso de desmantelamiento ya es observable en las empresas de comunicació n perió dica y,
comienza a serlo, en la farmacéutica y en las de las tarjetas de crédito tales comon VISA o Mastercard.
Má s en general, los autores observan, de manera concurrente con Werbach que “para ver el futuro de las
organizaciones de negocios, só lo se precisa echar un vistazo a có mo se está n organizando hoy las que
operan en Internet. Portales de negocios como Yahoo! está n centrando crecientemente su actividad en la
gestió n de su relació n con los clientes, mientras, por un lado, delegan en otras compañ ías la provisió n de
productos y servicios innovadores con base en la red y, por otro, la gestió n de las infraestructuras. Mucha
gente sigue pensando en Yahoo! como en un buscador, cuando lo cierto es que su servicio de bú squeda es
provisto por otra compañ ía, Inktomi, una empresa innovadora cuyo conocimiento experto en
procesamiento y computació n en paralelo permiten a su buscador revisar millones de pá ginas Web
prá cticamente de manera instantá nea. También ha forjado relaciones con los grandes proveedores de
9
acceso a Internet, como AT&T, que, a su vez, manejan una parte importante de las infraestructuras de
Internet. Yahoo! queda libre, en consecuencia, para concentrarse en atraer clientes, reunir informació n
sobre ellos, y conectarlos con anunciantes y vendedores. [Yahoo!] está llamada a posicionarse como lo
que nosotros denominamos un infomediador –una empresa cuyo rico almacén de informació n sobre
clientes le posibilita controlar el flujo de comercio en la Web”(42).
Internet funciona aquí como avanzadilla de la economía informacional debido, como reconocen los
autores, a los bajos costes de interacció n característicos de la actividad econó mica de la red; por eso
resulta natural que sus empresas se concentren en una sola actividad. Pero en la medida en que esa
avanzadilla representa el futuro de la actividad econó mica y, en este sentido, la senda de la fragmentació n
y especializació n cultural parece ser la que recorrerá n la mayoría de las empresas a medida en que las
NTIC penetren má s profundamente en sus actividades a la par que incrementen la interconexió n e
interacció n entre ellas, disminuyendo dramá ticamente los costes de transacció n.
Trabajar y aprender: La empresa-red como sujeto inteligente que aprende
Cada vez en mayor medida, las empresas son consideradas como sujetos que aprenden, y que lo hacen
para poder evolucionar, adecuarse y responder a las exigencias de un entorno cultural caracterizado por
la inestabilidad, la fluencia, la virtualidad y la multiplicidad de expectativas, que demanda de ellas una
extraordinaria destreza adaptativa.
En su formulació n má s bá sica y, por tanto, vacía de todo contenido empírico, cabe considerar a la
empresa informacional como una comunidad o grupo humano cimentado sobre un proyecto de
cooperació n estable basado, en primer lugar, en las capacidades de sus miembros y en el plusvalor que
son capaces de producir a partir de ellas en funció n de la riqueza e intensidad del marco de relaciones
que sean capaces de establecer(43) y, en segundo lugar, en las posibilidades de transformació n de los
comportamientos inherentes a los procesos intensivos de aprendizaje; el fin ú ltimo de todo ello sería el
de permanecer como grupo con independencia de la actividad concreta que en cada momento de la vida
de la comunidad realice. Como ha dejado escrito Castells “Todo intento de cristalizar la posició n en la red
como có digo cultural en un tiempo y en un espacio particulares sentencia [a la organizació n] a la
obsolescencia, ya que se vuelve demasiado rígida para la geometría variable que requiere el
informacionalismo. El “espíritu de informacionalismo” es la cultura de la “destrucció n creativa”, acelerada
a la velocidad de los circuitos optoelectró nicos que procesan sus señ ales. Schumpeter se encuentra con
Weber en el ciberespacio de la empresa-red”(44)
Esta abrumadora descripció n de los requerimientos de supervivencia de la empresa-red está delineando
algunas funciones claves cognitivamente exigentes que, en general, tienen todavía un cará cter emergente
como pueden ser las de vigilancia tecnoló gica y descubrimiento del conocimiento y de mercados, la
vigilancia y fidelizació n de los clientes utilizando para ello poderosas tecnologías de relaciones (Customer
Relationship Management o CRM) que hacen posible utilizar la informació n que proporcionan á quellos
en una segunda vuelta de los negocios, las de gestió n de la informació n(45), las de notificació n de la
informació n y gestió n del conocimiento y la de formació n por competencias, de gestió n de la formació n y
de formació n con base en la red (Web-base-training o WBT) o e-learning. Todas ellas ejercen una presió n
de cará cter selectivo sobre la fuerza de trabajo al incidir definitivamente en la organizació n y gestió n de
la misma y, como consecuencia, en las relaciones de trabajo y en las condiciones en las que éste se realiza.
En buena medida, en el contexto informacional, para las empresas que operan en la frontera del
conocimiento de su sector trabajar es aprender en un sentido que deberemos precisar.
En definitiva, debido a la presió n creciente del conocimiento en red sobre el ciclo de innovació n de las
empresas, las funciones de inteligencia y aprendizaje han adquirido una relevancia estratégica de la que
hasta hace poco carecían al estar situadas ambas en la cadena secundaria de valor (no ser aquello por lo
que paga directamente el cliente). Semejante acontecimiento está empezando a ejercer una presió n

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notable sobre los sistemas que proveen de la base social del conocimiento y sobre la posició n relativa de
las personas dentro de la estructura social de las empresas, posició n que se está redefiniendo en relació n
con su nivel de funcionalidad en las nuevas condiciones que está n generá ndose. De forma cada vez má s
evidente los temas relativos a educació n, formació n profesional reglada y continua, formació n superior,
formació n de base e instalació n y generalizació n de la sociedad de la informació n se mezclan de manera
intrincada en los media, a la vez que aparecen como prioridades explícitas en la agenda política. Con
frecuencia, todo ello adolece de un exceso de ideología puesta al servicio de un proyecto político pocas
veces explicitado, de cuyas consecuencias dualizadoras y exclusoras nadie, sino “la extraordinaria
originalidad de los hechos”, parece hacerse responsable.
Competició n basada en la competencia
Un lugar que empieza a ser comú n en el discurso del management informacional es el que asegura que las
ideas parecen haber sustituido al capital en su funció n de generador de riqueza. El talento es lo que
mueve el capital. “Hoy, el realizar cosas imaginativas con la informació n es la vía de amasar
fortunas”(46). Segú n esto, el poder de la mente domina en las organizaciones modernas o, por decirlo con
las acertadas palabras de Castells, “por primera vez en la historia, la mente humana es una fuerza
productiva directa, no só lo un elemento decisivo del sistema de producció n”(47).
Pero las empresas no está n interesadas en comprar cualquier clase de conocimiento, sino uno
empaquetado o codificado de manera muy característica. Las empresas desean competencias. Las
competencias profesionales son mucho má s que conocimiento general; son conocimiento utilizable en un
contexto organizacional y de trabajo específicos. En este sentido, el concepto de competencia incluye tres
aspectos: una base de conocimiento teó rico que subyace a las realizaciones que el trabajador debe
desarrollar con arreglo a los requerimientos de su funció n, una parte importante de conocimiento
aplicado o saber hacer que es la que permite al trabajador dotar de un cará cter funcional al conocimiento
teó rico que atesora y, por ú ltimo, un espacio de aplicabilidad o logro determinado por los objetivos que la
organizació n desea alcanzar, tomando como base la colecció n de competencias que acumula. En la
prá ctica, una organizació n puede concebirse como un acumulador de competencias codificadas, en cierto
modo original, que es el que dota de identidad institucional a la empresa.
En general, suelen distinguirse dos clases de competencias, las técnicas y aquellas otras que tienen que
ver con la educació n del cará cter y las aptitudes sociales de las personas. Las primeras son entrenables y
las segundas educables. La empresa informacional, en la medida en que se representa a sí misma cada vez
en mayor medida como un espacio de alta densidad social, desea una mezcla adecuada de ambas. De
hecho, lo que desde hace relativamente poco se denomina inteligencia emocional es ya considerado, en
esta época en la que el cerebro es la principal herramienta de producció n, como una de las claves de éxito
de la empresa informacional.
Cuando se dice que la explotació n y transformació n de la informació n en conocimiento parecen haberse
convertido en la ú nica fuente de competitividad sostenible para las organizaciones lo que en realidad se
quiere decir es que la conversió n de la informació n en competencia es el objetivo de las organizaciones
informacionales, para ello precisan que ese conocimiento esté codificado de una manera adecuada y
empaquetado en las personas del modo pertinente a sus objetivos. La idea-fuerza del nuevo discurso
subraya que la competició n se basa en la competencia, esto es, en una mezcla de conocimientos teó ricos,
experiencia, capacidades cognitivas superiores, sentido comú n, talento para resolver problemas y para
generar valor cognitivo agregado a partir de interacciones sociales intensas, tales como las que se
producen en una organizació n en un ambiente permanentemente ansió geno. De nuevo aparece aquí la
idea de competencia asociada con la capacidad de las personas para resolver problemas en un contexto
cultural nuevo que enaltece el trabajo en equipo.
La empresa-red como sujeto inteligente que desaprende

11
Antes, la competencia organizacional, entendida como el agregado de competencias de los trabajadores
en un contexto organizativo que posibilitaba que el resultado fuera má s que la simple agregació n de lo
que cada individuo por separado pudiera llegar a hacer, gozaba de cierta estabilidad; la mayor parte de
las veces la competencia organizacional variaba levemente en el curso de una generació n. La idea de
cualificació n profesional resultaba entonces adecuada a este estado de cosas; al fin y al cabo la
cualificació n no era sino un empaquetamiento típico de competencias, con frecuencia sancionado
normativamente. Los trabajadores apenas necesitaban de una formació n teó rica rudimentaria, porque
daban por supuesto que a lo largo de la vida laboral apenas iban a conocer otro escenario tecnoló gico que
aquel en el que se insertaban. Por su parte, las empresas podían tomarse el trabajo de formar la
competencia de los trabajadores, sin preocuparse mucho del modo y tampoco del coste de la
incompetencia, a sabiendas de que el medio social de trabajo haría lo suyo si se le dejaba el tiempo
suficiente y de que el retorno diferido sería muy superior a la inversió n. Había tiempo para todo ello
porque había estabilidad.
Sin embargo, una vez que la centrifugadora de Schumpeter comenzó a tomar revoluciones, convirtiendo a
la informació n que utilizan las empresas como base de su competencia en un bien fungible, la cuestió n
que se hizo evidente que debía afrontarse con urgencia fue ésta: ¿cuá les eran las condiciones que debían
reunir las personas, los grupos y las organizaciones para distinguir la informació n ú til de la de rebajas,
dotarla de sentido intencional, convertirla en competencia, instalarla en las personas y difundirla a lo
largo de toda la organizació n y, por fin, utilizarla funcionalmente en las exigentes condiciones que
requería el nuevo entorno? En el mundo de la empresa-red, donde la informació n y sus transformaciones
se han convertido en el activo má s valioso, en particular en el entorno cultural de sus funciones de
aprendizaje y adaptació n al cambio, una tonadilla que se empieza a tararear con frecuencia incluye en el
estribillo una palabra que comienza a nimbarse con un halo má gico: desaprender. ¿Qué significa con
precisió n esta palabra?
Las organizaciones en la frontera del conocimiento comienzan a sentir que deben renunciar al éxito para
sobrevivir. Kevin Kelly aconseja expresamente renunciar al éxito para sobrevivir y crecer. ¿Le va a usted
muy bien? Perfecto, preocú pese, es lo que parece decir. Este hecho supone una ruptura radical con la
funció n tradicional de todas las instancias sociales de aprendizaje, incluida la empresa. Antañ o, su
funció n era la de preservar y transmitir una saber valioso, sin excluir de ese concepto de saber aquellas
operaciones o saber hacer que era transmitido a través del aprendizaje y de los sistemas de formació n
profesional. ¿Acaso nos hemos quedado sin ninguna clase de conocimiento aplicado que transmitir entre
generaciones?
Ya hemos señ alado que Schumpeter consideraba que el capitalismo consistía esencialmente en un
proceso de “destrucció n creativa”. Era cierto en los treinta. Ahora no lo es má s, só lo ocurre que en la
actual fase informacional del capitalismo el ciclo destrucció n -creació n se ha acelerado. O sea, que ahora
es verdad en menos tiempo. De manera má s precisa, por destrucció n debe entenderse destrucció n del
éxito. Las empresas má s conscientes pueden provocar artificialmente crisis de éxito con el fin de explorar
las nuevas oportunidades ocultas en las tendencias subyacentes en el cambio social que, en una economía
de la abundancia de base tecnoló gica, el dinamismo econó mico propicia incesantemente(48)

.
Naturalmente, la mayor parte de la gente y de las empresas a las que les va muy bien se pueden
preguntar por qué poner en cuestió n aquellos valores, comportamientos e ideas que les han convertido
en ganadores. Al fin y al cabo ¿por qué deberían imaginar un mundo en el que no resulten tan necesarios
en lugar de imaginar otro en el que se les necesite aú n má s? La respuesta tiene que ver con el modo en el
que se desarrolla la innovació n y la creació n de servicios en la economía informacional, no tanto creando

12
ex novo algo que no existía, cuanto integrando en una nueva plataforma servicios que ya existían,
dotá ndolos de ese modo de una funcionalidad superior, y añ adiendo a la par algo nuevo a todo ello, con
frecuencia derivado de las nuevas relaciones generadas entre sus componentes. De esto ya hemos
hablado. Lo que interesa anotar aquí es que, en la prá ctica, la canció n de desaprender acota uno de los
motores sobre el que descansa el dinamismo de la economía informacional: aquel que considera que el
éxito puede resultar el mejor antídoto para la creatividad y para la adaptació n de las organizaciones a
largo plazo. Un gran éxito hace que las organizaciones se muestren renuentes al cambio y, cuando éste
llega, “el entramado de competencias que les proporcionaba sus ventajas, se convierte en una
desventaja”(49)
El espíritu del informacionalismo parece consagrar el cambio como una forma de cultura permanente, un
modo de vida deseable, como un fatum individual y colectivo. La cultura de lo efímero, en la que aparece
inserta el capitalismo informacional, exige que los trabajadores sean multifuncionales y altamente
flexibles con relació n a sus condiciones de trabajo y a los requerimientos cognitivos y operacionales del
mismo. Para satisfacer semejantes exigencias, el capitalismo informacional anima a su tropa de trabajo a
olvidar las viejas lealtades de clase basadas en una compresió n del mundo compartida y les conmina a
vivir inserta en un proceso permanente de formació n que les haga posible, por así decirlo, reinventarse
individualmente en cada ocasió n que sea preciso.
Ese proceso, que afecta al nú cleo del saber obrero tradicional, a la experiencia profesional y a los
conocimientos operativos vinculados con manipulaciones y otras rutinas corporales, es un proceso ya en
marcha. En algú n sentido bastante preciso, la vieja dignidad obrera basada en el trabajo físico y los
conocimientos operativos asociados, todo ello teñ ido de un profundo azul Vergara y envuelto en aromas
de taladrina, aparece en el mega-discurso de superficie del managament y la economía informacional
como una especie en vías de extinció n. Las empresas, entendidas como sujetos activos en el espacio
unitario de la red cuya funció n má s característica es aprender, está n sometidas al mismo proceso de
reforma y formació n, de codificació n y recodificació n permanentes(50).
Descendamos al problema específico del aprendizaje organizacional como medio de desaprender y
cambiar. Sobre el problema del aprendizaje organizacional la obra fundacional y todavía de referencia
esThe Fifth Discipline: The Art and Practice of Learning Organization de Peter Senge(51). Pero debemos
Chris Argyris una distinció n seminal entre dos clases posibles de aprendizaje(52). Aprendizaje 1 o
aprendizaje de un solo bucle sería aquel centrado en resolver problemas específicos sobre la base de
premisas existentes. Por premisas entiende el autor aquellos esquemas cognitivos que conforman una
cierta arquitectura mental y un cierto modo de entender el mundo (paradigmas, esquemas, creencias,
modelos mentales). Se trata, en definitiva, de resolver problemas dentro de un mundo de convenciones
establecido y asumido que constituye la cosmovisió n del grupo, de la organizació n y, probablemente de la
sociedad. El aprendizaje 1 está por tanto relacionado con la resolució n de problemas en un marco de
convenciones. No es en este sentido de resolució n de problemas el que tiene que ver con lo que Senge
entiende por cambio organizacional. En esta operació n está comprometido otro tipo de aprendizaje de
cará cter mucho má s autoalusivo el Aprendizaje 2 o aprendizaje de doble bucle. É ste sería aquel que
propende al establecimiento de nuevas premisas (nuevos paradigmas, nuevos esquemas, nuevos modelos
mentales, nuevas perspectivas) que invalidan las existentes y por tanto tiene una incidencia crucial sobre
los valores, normas, convenciones y otros patrones culturales que dan cohesió n y sentido a la
organizació n. Con el aprendizaje 2 las organizaciones tratarían de generar un nuevo mundo de
convenciones, en definitiva, de dar un salto que situaría los problemas en un nuevo nivel. En este caso el
aprendizaje está directamente conectado con el cambio, la innovació n y con la gestió n de ambas cosas.
Nonaka(53), primero y Nonaka y Takeuchi(54), después, han teorizado largamente con relació n al
problema de creació n de conocimiento organizacional. Tanto en un caso como en otro los autores tratan
de superar la visió n tradicional que consideraba a las compañ ías como un mecanismo engranado
13
jerá rquicamente, en beneficio de una visió n compleja de cará cter organicista que introduce los
problemas derivados de la complejidad social y del gobierno en el corazó n mismo del problema del
conocimiento y su creació n. A propó sito de esto Nonaka escribe: “una compañ ía no es una má quina, sino
un organismo viviente y, a semejanza del individuo, puede tener un sentido colectivo de identidad y
propó sito. Se trata del equivalente empresarial del autoconocimiento, una comprensió n compartida de
los objetivos de la compañ ía...”(55) Las organizaciones inteligentes son capaces de generar má s
conocimiento que el que podría generar cada individuo por separado o el derivado de la suma aritmética
de los talentos individuales que la componen, incluso si éstos fueran extremadamente brillantes. Esta
constatació n coloca a los individuos agregados alrededor de un proyecto de empresa en una situació n
explícitamente reticular que deben ser capaces de gestionar. Desde esta perspectiva, las jerarquías
aparecen con frecuencia como un freno a la creatividad organizacional. El conocimiento entendido como
creació n se asocia, por el contrario, con diná micas autoorganizativas en entornos caracterizados, segú n
Nonaka, por la fluctuació n y el caos. Desde esta perspectiva, como ya hemos apuntado, el conocimiento
no se identifica con competencia técnica, sino que incluye facultades complejas y difíciles de definir que
tienen que ver con el cará cter de las personas y con la educació n y socializació n de las mismas en un
marco social determinado (el de la empresa, pero también el de la escuela o la familia antes, etc...) así
como con su capacidad para poner en cuestió n sus convenciones, patrones culturales, modelos
cognitivos, creencias y paradigmas.
La idea socioló gicamente relevante oculta detrá s de la idea de desaprender es que las personas deben
estar permanentemente disponibles, lo que probablemente atenta contra la necesaria estabilidad del
tiempo humano y de la sociabilidad humana. Por otro lado, la idea de desaprender en tanto tarea
colectiva que implica el establecimiento de nuevos consensos, la aceptació n de nuevas convenciones, la
interiorizació n de nuevos valores, la asunció n de nuevas perspectivas en un marco social caracterizado
por la complejidad, la ambigü edad y el desorden revaloriza las habilidades sociales y emocionales de las
personas, las otras inteligencias, en tanto que serían las que posibilitarían la creació n de conocimiento en
el sentido preciso de hacer posible el paso al compá s de los grupos organizados en empresa con los
exigentes requerimientos de la centrifugadora de Schumpeter.
Las cualificaciones digitales como cualificaciones recombinantes con identidad profesional difusa
En una investigació n dirigida por Saul Meghnagi(56) para la Comisió n Europea, desarrollada por un
equipo italo-españ ol en el marco de un Proyecto Leonardo, cuyo objetivo era acotar el campo de lo que
entonces era un concepto emergente, el de competencia transversal, se descubrieron algunos
movimientos de fondo que estaban afectando de manera probablemente definitiva al desempeñ o
profesional y a las complejas agrupaciones de intereses que éste había propiciado en el pasado, así como
al soporte institucional que servía para gestionarlos y darles cobertura. En aquella ocasió n, se procedió a
un aná lisis del campo semá ntico de los términos de referencia considerados clave, entre ellos los de
cualificació n y competencia, en una serie de documentos de cará cter normativo tanto españ oles como
italianos(57). Uno de los resultados de la investigació n fue la constatació n de la creciente obsolescencia
del concepto de cualificació n como definició n del desempeñ o profesional o como empaquetamiento
característico de una determinada gama de funciones asociada con el ejercicio de una ocupació n
característica.
En efecto, el equipo españ ol constató que, en los documentos referenciados, aparecían recursivamente un
par de ideas, entre otras, en relació n con el concepto de cualificació n que aquí nos interesan:
1. Una primera parecía mostrar que se estaba produciendo un cierto deslizamiento del concepto de
cualificació n hacia el de competencia profesional.

14
2. Con relació n al problema de dó nde y có mo se adquiere la cualificació n, una de las dimensiones clave
del problema junto con la del reconocimiento que es el que propicia su circulació n social, se apuntaban
dos posibilidades que, en ambos casos, consideraban a la empresa como lugar cualificante:
(a). La idea de que la empresa es un lugar cualificante si bien produce cualificaciones sumergidas.
(b). La idea de que la empresa propende crecientemente a considerar la cualificació n, en especial aquella
que se adquiere en su entorno, de un modo adelgazado (lean-qualification) La cualificació n que ha de
incorporarse a la empresa desde su propio dinamismo, al igual que el resto de los procesos productivos,
no ha de producir desperdicios. Este enfoque propende a vincular estrechamente instalació n de
competencia en los RR.HH con amortizaciones rá pidas de esa inversió n en el marco de una actividad
productiva informacional que “consume” las competencias y, por ende, desfigura los perfiles de
cualificació n a una velocidad crecientemente acelerada.
Como se ve, las dos ideas está n fuertemente vinculadas. (2.b) apunta al hecho de que, desde el punto de
vista de la empresa, el concepto de cualificació n se confunde con el de competencia, si bien por razones
entendibles: la funció n de la empresa es producir y no cualificar, en especial cuando el valor de dichas
cualificaciones, por efecto de la velocidad de la instalació n del cambio (tecnoló gico, organizacional...), es
aceleradamente decreciente. Esta idea es la que implícitamente aparece en (2.a) [el coste del proceso de
validació n de las cualificaciones adquiridas y, probablemente el tiempo, sería imposible de asumir o, por
estas o tal vez otras razones, resultaría indeseable hacerlo] (1) ofrecería un marco sobre el que completar
este diagnó stico en la medida en que esa confusió n obedeciera estratégicamente a las necesidades de
recambio de cualificació n de las empresas. (2.b) también se refiere a la naturaleza de las competencias
instaladas desde la empresa.
Bá sicamente, la investigació n pone de manifiesto que la gestió n del conocimiento y de su
empaquetamiento típico en cualificaciones sobre la base de las competencias es el equivalente de la
gestió n de la innovació n y de la informació n sobre la tecnología de componentes. De hecho, las
competencias posibilitan una aproximació n al problema de la manipulació n del saber profesional
radicalmente nueva e informacional.
El viejo saber profesional de cará cter unitario, organizado en torno a una cualificació n entendida como el
reconocimiento de la colecció n de competencias que conjuntamente componen una ocupació n,
reconocimiento con frecuencia sancionado mediante un acto administrativo que hacía de la cualificació n
algo socialmente transparente al acreditar pú blicamente la capacidad, queda arrumbado y
crecientemente suplantado por las nuevas figuras profesionales susceptibles de ser constantemente
recodificadas. Las cualificaciones informacionales basadas en la tecnología de componentes del
conocimiento (la tecnología de competencias) son en realidad cualificaciones recombinantes sin una
identidad profesional precisa o con una identidad profesional difusa, si se las compara con el sentido que
la palabra cualificació n tenía en el no tan antiguo orden industrial. La posibilidad de polivalencia que se
les supone radica precisamente en las posibilidades de recodificació n de las competencias que las
componen, esto es, en su naturaleza ajustada, digital y recombinante.
¿En qué consiste desaprender en este nuevo contexto? En la capacidad que debe mostrar la fuerza de
trabajo para recodificar sus figuras profesionales al ritmo que marca la centrifugadora de Schumpeter, lo
que inevitablemente lleva a un adelgazamiento de la cualificació n en el viejo sentido, junto a una pérdida
de su valor social, al menos de las má s está ndar o que menos competencias de frontera atesoren. Las
agrupaciones de competencias, y las competencias mismas, en el contexto de la economía informacional,
carecen de una forma estable en el tiempo hasta el punto de convertir en algo problemá tico el propio
concepto de cualificació n.
¿Qué es lo que hace posible la recalificació n permanente de la competencia y la generació n de
cualificaciones recombinantes y polivalentes, despojadas de una identidad profesional neta y por tanto
15
difusas características del ascenso del informacionalismo? A mi juicio, la respuesta a esta pregunta es
doble.
En primer lugar, lo que hace posible este hecho sin precedentes es que buena parte de la informació n
sobre la que se construye la competencia y que es sobre la que la competencia opera para realizarse
como tal, es ya de naturaleza digital. Con el término de cualificaciones digitales nos referimos, no a las
nuevas cualificaciones que han emergido en los ú ltimos 20 añ os y que está n en el centro de lo que se
conoce como nueva economía, sino a la naturaleza que está n adquiriendo las cualificaciones
“tradicionales” en el nuevo contexto de la sociedad de la informació n y la economía del conocimiento. La
idea de cualificació n digital apunta una tendencia: la progresiva sustitució n de las operaciones manuales
y rutinas corporales que en la sociedad industrial constituían el nú cleo de la mayoría de las
cualificaciones, por la manipulació n digital de teclados, que son el interface informacional con el que se
comunican las má quinas con las personas y que permiten a éstas hacer cosas con aquellas, y el dominio
abstracto de los procesos subyacentes. Segú n creo, esta sustitució n resulta inexorable, pues está inscrita
en la misma evolució n del trabajo humano y de la técnica(58).
La idea de cualificació n recombinante y digital responde al trabajo prevalente de este estadio del
desarrollo de la técnica y de evolució n del trabajo humano y tiene una consecuencia imposible de eludir:
la mayoría de las cualificaciones profesionales industriales desaparecerá n en los pró ximos añ os, tal y
como las conocemos. Las habilidades motoras precisas será n en la mayoría de los empleos má s parecidas
a las de un pianista o un administrativo que a las que caracterizaron a los empleos industriales. La
diferencia estará en lo que cada persona tenga dentro de su cerebro y en su capacidad para reprogramar
el conjunto de sinapsis cerebrales del mismo al ritmo del cambio; porque, en la medida en que las
personas operan con má quinas reprogramables y que la tecnología de componentes basada en la
codificació n de informació n digitalizada está en condiciones de acelerar el ritmo de producció n de
objetos, relaciones y, por ende, de diversificar el trabajo humano hasta límites inimaginables, el ejercicio
bá sico asociado con el trabajo consistirá en un ejercicio de reprogramació n mental que, en su forma má s
banal, consistirá en aprender có mo utilizar una nueva utilidad de un programa o un nuevo sistema
operativo y en su forma má s dramá tica puede consistir en cambiar patrones de comportamiento, revisar
un sistema de creencias o dar por obsoleto un determinado mundo de convenciones y, de ese modo,
olvidarnos en cierto sentido de quiénes somos.
Antes hubo oficios, luego cualificaciones y ahora lo que, provisionalmente, hemos denominado
cualificaciones recombinantes y digitales; por su naturaleza recombinante resultan adecuadas para
responder a la capacidad de integració n de funciones productivas que resulta característica del estilo de
producció n informacional, a la vez que a la diversificació n de la tarea humana asociada con su extensió n y
penetració n en los procesos materiales de producció n y distribució n.
Desaprendo, luego existo(59): La cuestió n del sentido del trabajo humano en la empresa-red
Pero si desaprender u olvidar se ha convertido en una tarea y en un objetivo preciso de aprendizaje para
las organizaciones y las personas, ¿qué clase de conocimiento queda cuando al conocimiento, que en una
persona tiene un cará cter unitario y continuo, le despojamos de los aprendizajes derivados de la
experiencia y el trabajo estrictamente profesionales? ¿Cuá l es la naturaleza del conocimiento que en el
nuevo contexto informacional permite afrontar con éxito las tareas de desaprender y reaprender y cuá les
son las condiciones sociales, los modos de vida y el mundo de emociones que posibilita afrontar esa tarea
sin merma de alguna clase de identidad que permanezca má s allá de la vorá gine del cambio?
En la medida en la que una suerte de no-identidad definida se convierte en la señ a de identidad cultural
má s preciada todas las memorias deben ser arrumbadas, pero entonces aparece la cuestió n del sentido.
Desde el á mbito de la empresa, se habla de necesaria desorganizació n(60), de la promoció n activa de
situaciones de fluctuació n y caos(61), de ir má s allá de las jerarquías, propugnando formas de relació n

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social vinculadas al trabajo má s á giles, autoorganizadas, reticulares y desburocratizadas. En el extremo se
llega a afirmar que “la organizació n es la estrategia”(62) o que “el ejercicio esencial de la direcció n gira en
torno al significado”(63), o bien que el problema de las organizaciones es dotar a su funció n de “un
sentido de continuidad, un sentido de conexió n y un sentido y direcció n”(64).
La cuestió n del significado y del sentido, de las fuentes culturales, en el entorno del trabajo informacional
emergente es, sin duda, una de las má s relevantes, como lo es la que se interroga acerca de las
condiciones culturales y sociales que deberá n satisfacer las personas y corporaciones que aspiren a ser
actores en el espacio unitario de la red de redes. Se trata en definitiva de identificar las fuentes de lo que
Castells ha denominado el “espíritu de informacionalismo” y su impacto sobre las profesiones y las
condiciones de profesionalidad del nuevo espacio econó mico informacional.
El ascenso del informacionalismo y el nuevo espíritu de los tiempos no es neutral con relació n a las
formas culturales e institucionales preexistentes asociadas con el capitalismo industrial y postindustrial,
de manera que el resultado arroja un saldo de perdedores y ganadores. La clase de cualificació n hasta
cierto punto vacía de contenido empírico, extremadamente digital (en el doble sentido de que las
operaciones manuales utilizan como interfaz el teclado de un ordenador y operan sobre el proceso de
producció n a través de herramientas informá ticas), no vinculada permanentemente a ningú n repertorio
de tareas o rutinas, ni tampoco necesariamente con personas má s allá de los equipos de trabajo o
proyecto que se crean ad hoc, requiere una contextura personal y un espacio de socializació n que exige,
para la vieja clase trabajadora que pervive, desaprender algo má s que rutinas: les obliga a olvidar
aquellos modos de vida y de relació n que la identificaban como sujeto colectivo, a la par que dotaban a
sus miembros de una identidad personal de la que poder sentirse orgullosos; requiere, en definitiva, dar
por concluido el conflicto de clases.
El concepto de desaprender en el ascenso del informacionalismo y de la formació n permanente de redes,
organizaciones e identidades laborales resulta menos paradó jico a la postre de lo que a simple vista
parece. Por un lado la idea de desaprender incluye como nú cleo sustancial el conjunto de competencias
que hace posible que una persona pueda adecuar su paso al ritmo del cambio tecnoló gico marcado por la
obsolescencia de los medios de producció n (que pueda saltar de una herramienta informá tica a otra, de
un sistema operativo a otro, de una tecnología operativa a otra, etc...), en definitiva la clase de
competencias que se adquieren en la escuela o en la enseñ anza formal académica; por otro, desde un
punto de vista cultural, desaprender significa olvidar el sistema de valores que subyacía al sistema de
cualificaciones y formació n profesional del pasado caracterizado por el estatismo, el mecanicismo y las
vastas agrupaciones de intereses.
Este sistema de cualificaciones que posibilitaba la inserció n laboral de las personas, a la par que su
inclusió n social en una determinada clase en funció n de la naturaleza de su contribució n al trabajo social,
es la que ha quedado arrumbado por el ascenso del informacionalismo, aú n cuando en la realidad perviva
en numerosos espacios industriales como una cultura só lida. Pero se trata de un espejismo, su existencia
actual, aú n cuando pujante en muchos casos, ¿es el reflejo de las formas de organizar el conocimiento y la
sociabilidad del trabajo del futuro o el del pasado?.
Tecnohumanidad y cualificaciones recombinantes: la ló gica binaria de la sociedad digital
El ascenso del informacionalismo ha determinado una relació n entre el hardware capitalista –la
tecnología desarrollada en funció n del lucro- y su software humano, esto es, el paradigma antropoló gico
que hace operativo al primero, lo que significa que la sociedad informacional/global debe adquirir,
cuando no lo ha hecho ya, un perfil diferente al de la sociedad en su etapa capitalista industrial. ¿Cuá l es el
tipo humano funcionalmente adecuado a las nuevas exigencias del capitalismo informacional? Heinz
Dieterich Steffan lo ha bautizado con el nombre de “hombre semió tico”, una clase de persona
bá sicamente socializada en el ciberespacio con una alta capacidad de recodificar sus có digos culturales y

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de adquirir nuevas capacidades tecnoló gicas(65). La tesis que tratamos de defender aquí es sencilla y,
segú n creo, se deriva de todo lo dicho: la idea de desaprender significa de hecho el triunfo de una clase de
competencias sobre otras, de una clase de saber sobre otro, de una clase de cultura sobre otra y,
probablemente, de un principio de estratificació n sobre otro. Significa el triunfo de aquella clase de
competencias inespecíficas, intrínsecamente reprogramables y recodificables, capaces de mantener su
valor en escenarios laborales y sociales caracterizados por la diversidad, esto es, significa sencillamente
el triunfo de los logaritmos (cuyo conocimiento es imprescindible para programar un torno de mecanizar
de control numérico) sobre treinta añ os de experiencia en un torno de mecanizado. En el segundo caso, lo
má s probable es que el trabajador posea la competencia de evaluar la calidad de una pieza a ojo, sin
necesidad de calibrarla, pesarla, etc... en el primero, sin embargo, ninguna habilidad motora está
comprometida, lo ú nico que se precisa es comunicarse en el lenguaje simbó lico de la má quina. En
definitiva, significa el triunfo de una clase de adiestramiento específico: el que proporciona la enseñ anza
formal académica. La centrifugadora de Schumpeter precisa para seguir rotando cada vez a mayor
velocidad de má s destreza cerebral reprogramable.
La cuestió n que queda por resolver es la que se interroga por la clase de papel que juega el sistema
educativo en esa clase de socializació n, cuá l es la naturaleza de las oportunidades que provee en el nuevo
contexto y de qué modo las distribuye, esto es, de qué modo la gestió n social del conocimiento y la
institucionalizació n de la creació n de la base social del mismo, cuestiones en ú ltima instancia de
naturaleza política, impactan sobre los fenó menos de estratificació n, fragmentació n y exclusió n sociales
característicos de esta fase del informacionalismo.
La versió n apocalíptica de las implicaciones derivadas del ascenso e instalació n del informacionalismo
supone que los procesos de innovació n está n operando de acuerdo con una ló gica absolutamente snob.
Desde esa perspectiva, la ló gica binaria con la que operan los ordenadores y las redes se proyectaría a
nivel social. Desde esta ó ptica, la ruptura y la distancia social se estarían acentuando; finalmente por un
lado quedarían los unos (1), que son el grupo de los capaces de asumir culturalmente el cambio
acelerado, y por el otro los ceros (0), aquellos que resultan incapaces o bien, como ha señ alado Steffan
Diderich, aquellos que resultan excedentes o superfluos. ¿Las estrategias de diversificació n
características de los sistemas sociales de provisió n de conocimiento de base ocultan una estrategia
orientada a la producció n de personas excedentes? O, dicho de un modo má s directo, en el nuevo
contexto informacionalista, ¿Existe un sistema y una estrategia de formació n de la sociedad vinculada con
el sistema educativo que propende a educar personas para la excedencia social?
La respuesta a esta pregunta no está tecnoló gicamente determinada o, dicho en un lenguaje que en cierto
modo suena antiguo, la ló gica propia de las formas de producció n no son por sí mismas capaces de
determinar el cambio econó mico y, como consecuencia del mismo, todo el cambio social. Si bien, como ha
señ alado Schumpeter, esta proposició n esencial de la sociología marxiana no deje de contener una
cantidad muy apreciable de verdad, muchos de los problemas que suscita su aplicació n al aná lisis
histó rico podrían solucionarse admitiendo “cierta medida de interacció n entre la esfera de producció n y
las demá s esferas de la vida social”(66), en particular la esfera política.
Detengá monos un momento en la noció n de infoestructura. Esta noció n debe considerarse desde una
doble perspectiva: desde el punto de vista de los requerimientos tecnoló gicos necesarios para su
instalació n y desarrollo y desde el de los requerimientos culturales que las organizaciones y las personas
(los actores sociales) deben satisfacer para que esa instalació n tenga un sentido intencional. Físicamente,
la infoestructura está constituida por “el conjunto convergente de tecnologías de la microelectró nica, la
informá tica (má quinas y software), las telecomunicaciones/televisió n/radio y la optoelectró nica”(67),
esto es, una red de comunicaciones capaz de conectar hardware y software informá tico sofisticado que
integra en un nivel superior funciones de inteligencia (orientadas a la comprensió n intencional de la
informació n del entorno) y funciones de aprendizaje (orientados a la difusió n, comunicació n y al cambio
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de los comportamientos). Pero, por otro, la instalació n y el desarrollo de una potente infoestructura
informá tica depende dramá ticamente de la previa consolidació n de una cultura social y organizacional
solventes basadas en un propó sito compartido, una misió n trascendente a los individuos, unas metas
bien definidas y un modelo de gestió n de todo ello avanzado. En definitiva, de un sistema de valores y
creencias. Es importante notar aquí que los procesos tecnoló gicos no son neutrales con relació n a los
valores, creencias, los modelos y esquemas mentales de comprensió n de la realidad y viceversa. Quizá
por eso no existe un modo determinado de realizar la sociedad de la informació n a pesar de que, por
defecto, se haya difundido la sospecha y con ella la desazó n e incertidumbre para muchas personas, de
que un solo futuro, derivado de la generalizació n de un solo presente, es posible.
Informació n exuberante y perplejidad informada: el desafío formativo de la sociedad informacional
La sociedad de la informació n precisa llegar a ser una sociedad del conocimiento generalizado. Como he
tratado de mostrar, el conocimiento y no la informació n es la condició n de sostenibilidad de la empresa-
red y de la ló gica de la innovació n subyacente. Sin embargo, el sentido de sociedad del conocimiento con
frecuencia se ha asociado con la capacidad del sistema de ciencia-tecnología para llevar el conocimiento
de frontera un poco má s allá . A lo largo de estas pá ginas, he tratado de mostrar algo bastante simple, pero
que a menudo se olvida: la sostenibilidad de este modelo de sociedad depende del conocimiento
banalizado que sean capaces de movilizar las personas para utilizar la innovació n, difundir el
conocimiento y apropiarse de paradigmas, modelos mentales y esquemas que ahora pertenecen a un
exiguo grupo de gente. Todo lo cual debe encontrar un reflejo en la base social de conocimiento que es la
que, en realidad, cuenta con la capacidad para movilizar la sociedad de la informació n. Por eso, los
movimientos en esa base social deben reflejar de manera fehaciente la cantidad, calidad y naturaleza de
la actividad cerebral asociada con el informacionalismo y sus posibles instalaciones.
En segundo lugar, en la sociedad del conocimiento las infoestructuras generan un efecto aumentador de
las capacidades humanas para comprender y relacionarse, en definitiva, un efecto aumentador de su
capacidad para dotar de sentido a lo real y para generar redes humanas basadas en una weltanschaung
compartida o, lo que viene a ser lo mismo, comunidades humanas estables de intereses. Desde esta
perspectiva, la sociedad del conocimiento es una construcció n cultural con base en la tecnología, lo que es
mucho má s que una tecnocultura basada en un sistema tecnocientífico que, en sí mismo, carece de
ninguna clase de aliento humano.
Y he aquí que nos encontramos con la ú ltima paradoja de una serie ya larga: esta época de informació n
exuberante es también, por utilizar la expresió n de Castells, una época de “perplejidad informada”. La
avalancha real de informació n y la consideració n mental de la que potencialmente se puede generar
sumen en la perplejidad a cualquiera. Una de las amenazas má s reales para aquellas personas y
organizaciones que carezcan de una só lida cultura y de una robusta tecnología del conocimiento, y de
recursos cognitivos suficientes es, como ha señ alado Cornellá , la infoxicació n, una suerte de
envenenamiento producido por la incapacidad para gestionar intencionalmente informació n masiva, que
está empezando a abrir una brecha de una profundidad difícil de evaluar todavía entre aventajados y
desaventajados informacionales y, como consecuencia, está creando un ejército cada vez mayor de
desaventajados sociales, con frecuencia políticamente olvidados.
Los procesos de desinformació n informacional tienen consecuencias sociales. Una de ellas es la que
Anthony Giddens ha descrito como estado de “incertidumbre inducida”. Mucha informació n de calidad
produce má s desorientació n en muchas personas y organizaciones que la “ignorancia” del pasado. En
realidad, mucha informació n sin la adecuada capacidad para procesarla y convertirla en conocimiento
funcionalmente ú til genera en las personas y colectivos una sensació n de desamparo y riesgo de la que
antes adolecían. Al parecer, la informació n masiva produce inseguridad social en ausencia de robustos
sistemas de protecció n, cuya naturaleza se hace preciso elucidar siquiera sea por vía negativa. Sabemos

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que hay razones por las que ciertas personas y colectivos pueden ser consideradas como personas o
grupos de riesgo, pero es urgente establecer las razones de ese estado de cosas.
EPOCA DE CAMBIOS O UN CAMBIO DE EPOCA?

Vivimos un período acelerado de cambios. Cambios en todo aspecto, tecnoló gicos, sociales, políticos, de
valores, científicos, religiosos, ideoló gicos. Una transformació n evidente e importante que influye a todas
las sociedades del planeta, porque ninguna se mantiene lejana sino que está inmersa en esta, el ú ltimo
cambio de época que sufrió el mundo es el de la Revolució n Industrial, fue este el que condujo a las
sociedades desde el agrarismo hacia el industrialismo, generando indecisió n, inestabilidad, y por ello,
vulnerabilidad.
Actualmente el desarrollo de la sociedad en todos los aspectos se ha dirigido a la producció n de
informació n que ayuda a las personas lograr un producto má s eficaz, rá pido y actualizado. Existen tres
revoluciones, la sociocultural, la tecnoló gica y la econó mica, las cuales está n haciendo que la época del
industrialismo quede en el pasado y nazca la época del informacionalismo como madre de las
sociedades. Todo el mundo quiere innovar y ser má s flexible, es el objetivo de empresas, regiones y
países. La innovació n como base de la productividad, la flexibilidad como condició n de competitividad y
las tecnologías de la informació n como base de la infraestructura productiva. Las tres revoluciones tienen
cada una su aporte para que, sin ser necesariamente compatibles entre sí, cambien el sistema de ideas, el
sistema de técnicas y la institucionalidad de la época histó rica del industrialismo, es decir den paso a una
nueva época que constituye el cambio de esta tres características o aspectos.
Cada revolució n ha creado una nueva visió n del mundo, siendo esta una especie de ventana conceptual, a
través de la cual podemos percibir e interpretar el mundo, tanto para comprenderlo como para
transformarlo. Esta ventana incluye varios aspectos como son valores, creencias, principios, conceptos,
enfoques, etc., que hacen que tengamos una nueva y clara percepció n de la realidad y, por lo tanto,
actuemos y pensemos de cierta manera ante la vida. Por ejemplo, la revolució n socio-cultural, que nació
en los añ os 60 surgida por la necesidad de un desarrollo sostenible y del todas las formas de vida del
planeta, así como el respeto a toda clase de sociedad; tiene una misió n sistemá tica del mundo para la cual
el mundo es un sistema complejo y diná mico, con mú ltiples dimensiones y funciones interconectadas y es
constituido por una diversidad de entidades vivas interrelacionadas, incluyendo la especie humana
organizada en sociedades. La revolució n econó mica, nacida en los añ os 70, en la que el capital y todas sus
formas de productividad dependen de un recurso intangible que es la informació n, han creado una visió n
econó mica del mundo, para la cual el mundo es percibido como un mercado sin sociedades, donde las
transacciones comerciales prevalecen sobre las relaciones sociales. Y por ú ltimo la revolució n
tecnoló gica, que surgió a mediados de los 70, en la que se ha desarrollado inmensamente las tecnología
de informació n y comunicació n, han creado un visió n mecá nica del mundo, ya que se hace posible la
concepció n de redes virtuales capaces de comprimir y eventualmente condensar el tiempo histó rico y el
espacio geográ fico, y considera al mundo como una má quina sin sentimientos, donde la razó n mecá nica
excluye a la emoció n humana.
En cuanto a las transformaciones que se han dado para convertirse en un cambio de época, está n las
cualitativas en las que creo importante citar las de relaciones de producció n que se refiere a que el
conocimiento es aplicado sobre el conocimiento para generar má s conocimiento: los productos, procesos
y servicios má s relevantes son los intensivos de conocimiento. Así, la productividad y la competitividad
será n quienes dirijan la economía emergente; la productividad será derivada de la innovació n tecnoló gica
y la competitividad será derivada de la innovació n institucional y de la capacidad gerencial. La economía
es obtenida de lo intangible que es la informació n convirtiéndose en una economía informacional, en esta,
lo intelectual es má s importante que el control sobre la propiedad física, el valor de los bienes culturales
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es má s alto que el valor de los bienes materiales. Otra transformació n cualitativa se da en la experiencia
humana en la la forma como se vive la experiencia humana, es decir en la familia, la sexualidad, las
relaciones de género, las relaciones interpersonales y sociales, las relaciones con la naturaleza, etc.
Existen muchos cambios en cuanto a las formas de vida, ya sabemos que la época ha cambiado de una
industrial a una informacional la cual abarca a una sociedad de la informació n y el conocimiento, la
primera incluye una dimensió n de transformació n social, cultural, econó mica, política e institucional,
desarrolladora y la segunda “La sociedad de la Informació n” es la piedra angular de las sociedades del
conocimiento. (1) El concepto de esta, está relacionado con la idea de la “innovació n tecnoló gica”.
Lo que caracteriza a la revolució n tecnoló gica actual no es el cará cter central del conocimiento y la
informació n, sino la aplicació n de ese conocimiento e informació n a aparatos de generació n de
conocimiento y procesamiento de la informació n/comunicació n. “La difusió n de la tecnología amplifica
infinitamente su poder cuando sus usuarios se la apropian y la redefinen. Las nuevas tecnologías de la
informació n no son só lo herramientas que aplicar, sino procesos que desarrollar. (...) Por primera vez en
la historia, la mente humana es una fuerza productiva directa, no só lo un elemento decisivo del sistema
de producció n” (2).
Con la época informacional la sociedad de la informació n y el conocimiento se consolida mas cada día, y
este es un gran paso para el desarrollo de la humanidad junto con el avance tecnoló gico ya que todo esto
permite al ser humano hacer provecho de datos, informació n y conocimiento en formas, modos o
maneras inimaginables y nunca antes vistas, dando paso a un intercambio científico, cultural y técnico de
manera global y mundial, pasando sobre las barreras geográ ficas, las divisiones políticas y las de tiempo.
Toda esta época de cambio nos debe hacer reflexionar sobre có mo estamos actuando para que la realidad
del mundo mejore, y sea en beneficio de todos, debemos aprovechar toda esa informació n que existe en el
mundo a través de la tecnología y los medios de comunicació n para convertirlas en conocimientos y
apropiarnos de ello para hacer el bien a los que nos rodean y a uno mismo, ya que debemos ser parte de
la sociedad aportando con algo, especialmente con una buena actitud que nos permita ser parte de esta
nueva época pensando siempre en el desarrollo social y humano, fomentando los valores y la ética y
siendo solidarios.

1. EL ECUADOR EN EL CAMBIO DE ÉPOCA


De acuerdo a Castells, una época histó rica cambia cuando se transforman de forma cualitativa y
simultá nea las relaciones de producció n, relaciones de poder, experiencia humana y cultura, dicho
cambio de época responde a tres cambios que se constituyen en: la revolució n tecnoló gica de la
informació n, la crisis econó mica tanto del capitalismo como del estatismo y la emergencia de
movimientos sociales y culturales.
A continuació n vamos a detallar las evidencias o cambios que se está n dando en nuestro país, que está n
haciendo confrontar la época del Industrialismo con la nueva época que de acuerdo a De Souza la llama
como del Informacionalismo, vistas desde estas cuatro relaciones:

Transformaciones en la relación de Producción:


* Economía Dolarizada, desaparició n de nuestra identidad monetaria, el Sucre.
* Deuda pú blica y externa, excesivamente alta.
* Ingreso de capitales transnacionales.
* Crisis bancaria, fuga de capitales.
21
* Nuevas relaciones de trabajo: tercerizació n, contrato por hora, etc.
* Desregulació n del mercado interno (liberació n del sistema de precios y eliminació n d subsidios).
* El rol de la mujer ha cambiado, de madre a trabajadora-profesional, ingresando con una importante
representació n en el aparato productivo.
* Escasa inversió n en el Aparato Productivo.
* Falta de agenda interna que fije el rumbo del futuro econó mico: ausencia de Proyectos de Desarrollo.
* Implementació n-copias de modelos transnacionales no aplicables a nuestro país.

Transformaciones en la relación de Poder:


* Crisis de legitimidad en los Poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial)
* Baja credibilidad Institucional
* Procesos de descentralizació n en auge.
* Modelo Neoliberal del Estado
* Fortalecimiento de los Movimientos Socioculturales.
* Corrupció n institucionalizada.

Transformaciones en la Experiencia Humana:


* Deterioro rá pido del concepto de Familia.
* Fenó meno de la Migració n.
* Fragmentació n social, aumentan los pobres.
* Bú squeda de identidad nacional, la participació n de nuestra clase indígena es cada vez mayor en
nuestra sociedad.
* Cambios en la relaciones humanas: Se privilegian las relaciones hombre-má quina, sobre las hombre-
hombre.
* Importancia del Talento Humano.

Transformaciones en la Cultura:
* Facilidad de acceso a la informació n
* Cultura de la realidad virtual
* Falta de compromiso de las personas para consigo mismo y con las instituciones a las cuales se
pertenece, cultura del “yo no fui”, “yo te lo dije”, “yo lo sabía”, entre otras.
* Població n resistente a cambiar sus costumbres y creencias.
* É poca de crisis: de valores, política, cultural y social.
* Crisis de la Educació n, escasa inversió n, maestros mal pagados, divorcio entre la investigació n y
docencia.

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Durante el desarrollo de estas transformaciones, ocurren varios procesos, donde cuatro de ellos
destacan por ser má s relevantes para comprender el cambió de época:

* La construcció n de un nuevo régimen de acumulació n de capital


* El establecimiento de un Estado-red supranacional
* El esfuerzo hacia el desarrollo sostenible del Planeta; y,
* La emergencia de un nuevo modelo de generació n de conocimiento.

2.- CONCEPCIÓN DEL CAMBIO DE LAS PERSONAS:


De acuerdo al estudio de las huellas de la Red del Nuevo Paradigma en Ecuador, se manifiesta: “No son las
técnicas las que prevalecen sino la creatividad. No son las finalidades de la razó n sino la libertad de la
imaginació n. No hablamos de recetas sino de invenció n. Cambiar las personas que cambian las cosas, es
comenzar a pensar al contrario de la tendencia de cambiar las cosas para que cambien las personas”.
El cambio e innovació n institucional se consiguen en la medida que suceden cambios en las personas que
la integran, porque las organizaciones necesitan que su personal cambie para ellas también cambiar y ser
innovadoras.
Sin lugar a duda las personas son la clave del cambio, y este cambio no se logra sin considerar los
siguientes pará metros, que de acuerdo a nuestro parecer son los má s relevantes para que se de el cambio,
así como conocer que es lo que debemos cambiar en las personas:

Cómo debe ser el cambio?


* Debe ser emotivo: en su modo de pensar, sentir, hacer y ser
* Debe ser ético
* Debe practicarse
* Debe haber compromiso de las personas y de las organizaciones
* Debe ser contextual y grupal
* Debe generar una relació n entre la razó n - emoció n
* Debe ser deseado, voluntario, consciente, participativo, innovador, creativo, reflexivo y auto-critico.

Qué debemos cambiar en las personas?


* Sus conceptos, valores, creencias.
* Pará metros para ver la realidad
* Modos de intervenció n
* Una visió n má s amplia de los problemas y soluciones
* Valoració n de lo local
* Aumentar credibilidad y reconocimiento
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3.- VISIONES DE MUNDO EN LA COMPRENSIÓN DE NUESTRAS ORGANIZACIONES E
INSTITUCIONES
De acuerdo a De Souza, una visió n del mundo es una ventana conceptual, a través de la cual nosotros
percibimos e interpretamos el mundo, tanto para comprenderlo como para transformarlo. En un cambio
de época todos somos presionados para cambiar nuestra percepció n de la realidad, en donde nuestros
valores, creencias, principios, conceptos, entre otros pará metros moldean nuestra forma de ver, sentir,
interpretar la realidad.
Todo cambio de época establece una visió n de mundo dominante que partiendo de las revoluciones
socioculturales, econó micas y tecnoló gicas, generan tres visiones de mundo: Cibernética, Mercadoló gica y
Contextual, que está n en continú a competencia y conflicto, en donde una de ellas lucha para prevalecer
sobre las demá s

Visión Cibernética de Mundo: los conceptos principales propuestos en


esta visión son:
* EFICIENCIA,
* Productividad,
* Recursos humanos,
* Resultados, metas, impactos, y
* Redes (electró nicas).

Visión Mercadológica de Mundo: los conceptos principales propuestos


son:
* COMPETITIVIDAD,
* Calidad, eficacia, valor agregado,
* Igualdad de oportunidad, ventaja comparativa, competencia,
* Acumulació n, oferta – demanda, utilidad
* Modernizació n, cliente, capital humano e intelectual,
* Sobrevivencia, pragmatismo, individualismo.

Visión Contextual de Mundo: los conceptos principales propuestos en


esta visión son:
* SOSTENIBILIDAD,
* Complejidad, valores,
* Diversidad, multicasualidad, participació n, interacció n,
* No –linealidad, interdependencia,
* Naturaleza, sociedad, cultura, equidad,

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* Talentos humanos, solidaridad
El Ecuador, es un país subdesarrollado, en el cual las crisis son frecuentes en todos su
aspectos, sociales, culturales, econó micos, etc., cuyos habitantes se han convertido en sobrevivientes del
medio, en donde las clases sociales son bien enmarcadas, y que a pesar de la diversidad de culturas,
climas, y riquezas naturales, no ha podido salir de sus crisis.
BIBLIOGRAFÍA:
* Á lvarez Freddy; Mato María; Santamaría Julio; Cheaz Juan; De Souza José (2005)“El Arte de Cambiar
las Personas que Cambian las Cosas, EL CAMBO CONCEPTUAL DEL SER HUMANO DESDE SU CONTEXTO
CAMBIANTE”.
* Boletín, ICCI “RIMAY” (2001), publicació n mensual del Instituto Científico de Culturas Indígenas.
* Nair, Sami, Articulo de Internet, “La época delas Identidades”.
* Mind marketing (dic-2005), “Informe macroeconó mico mensual”.
* Red Nueva Paradigma (Oct-2005), “La Innovació n de la Innovació n Industrial”.

ÉPOCA DE TRANSICIÓN: EL CLAMOR DE LA TIERRA POR SU SUPERVIVENCIA.


"Nuestro error fue pensar que la tierra era nuestra, cuando la verdad de las cosas es que nosotros somos
de la tierra"
Indigena Kogui-Sierra Nevada de Santa Marta-Corazó n del Mundo-Colombia.
Por: Ovidio Herrera Rivera.
Transició n, cambios, transformaciones, emancipació n, palabras que hacen ruido, cuando nos referimos a
un sueñ o, a la posibilidad de vernos distinto dentro de las grandes tragedias humanas, en donde el
hombre se ha convertido en verdugo de sí mismo, un canibalismo que día a día carcome su sentir, su
pensar y su actuar. En palabras de Froma Walsh(2004) “vivimos en tiempos turbulentos, al borde de la
incertidumbre total”, si… incertidumbre que escapa a la capacidad de asombrarnos, la cual ha sido
reemplazada por la palabra acostumbrarnos, a má s violencia, a má s pobreza, a má s maltrato físico y
verbal, a má s barbarie, a má s guerras…. Asistimos perentoriamente al entierro de nuestra bella tierra,
llamada por algunas tribus andinas como la pachamama; tierra fértil, que alimenta pueblos, que provee
los recursos necesarios para subsistir, pero que lastimosamente es víctima del hombre quién se
aprovecha indiscriminadamente de sus riquezas, quién ha convertido los bosques nativos en desiertos
inhó spitos, quién ha destruido su fauna, su flora, en el afá n de enriquecerse. Al respecto Antonio
Orihuana en su libro la “Destrucció n del mundo”, reú ne una amplia selecció n de poemas que describen la
vida muerta que se extiende en las sociedades capitalistas, al mismo tiempo que muestra las raíces de la
emancipació n social.
Este colapso de nuestra tierra, hace que esta emita gemidos con olor a muerte, a contaminació n, los
cuales se traducen en llamados incesantes de auxilio, de apoyo para interrumpir o al menos disminuir el
cataclismo. La tierra y con ella el universo necesita de personas que no solo entiendan lo que está
pasando, sino que a la vez comprendan las posibilidades vitales de asistir al encuentro por salvar lo poco
que nos queda. Un llamado a la cosmovisió n del mundo a unir esfuerzos biopolíticos, morales y
econó micos, una convocatoria al trabajo interdisciplinar y multidisciplinar desde un accionar activo y
diná mico que geste propuestas, planes y proyectos encaminados a salvaguardas nuestros recursos del
ecosistema terrestre. En estos tiempos en los que el mayor desafío colectivo es frenar la destrucció n del
planeta, necesitamos considerar, estudiar y respetar otros modelos que estabilicen, el auge destructivo
del hombre hacia los recursos naturales y contra sí mismo. Un buen ejemplo de protecció n de la tierra, es
la realizada por la tribu Tayrona, ubicada en la Sierra Nevada de Santa Marta, son ellos, quienes nos dan
luces de como reinterpretar nuestra relació n con la tierra, con el agua, con los á rboles, con la energía....y
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con nuestras necesidades humanas, ellos hace mucho tiempo lo tienen claro, pero lastimosamente
constituyen una minoría para salvar lo que ellos mas aman “la tierra”. Sumarse a este sueñ o, es quizá s la
ú nica posibilidad de reinvindicarnos y de aportar. Al respecto, es bastante significativo el aporte que hace
la revista cosmovisió n andina “Todo cuanto existe en el mundo andino es vivo. No só lo el hombre, los
animales y las plantas sino también las piedras, los ríos, los cerros y todo lo demá s. En el mundo andino
no existe algo inerte: todo es vivo. Igual que nosotros todos participan en la gran fiesta que es la vida:
todos comen, todos duermen, todos danzan, todos cantan: todos viven a plenitud”; parece un sueñ o
utó pico en tiempos de turbulencia y barbarie, pero la apuesta a lo posible, en palabras de Edgar Morín, es
el camino, a pesar del oscurantismo recalcitrante del hombre frente a lo bello y exuberante, frente a lo
dó cil de la naturaleza, frente al ocaso de un atardecer, frente al abrir de una rosa, frente al susurro de la
noche… estoy maravillado de ser parte de esas posibilidades, estoy maravillado de poder inquietar a
otros frente a las amenazas de nuestro ecosistema y con ellas su movilidad a la protecció n de los
recursos.
La actualidad refiere un panorama incierto, calentamiento global, efecto invernadero, y con estos
fenó menos una amenaza incesante sobre la tierra y el mismo hombre, muchos se preguntaran ¿qué
pasará en unos añ os con nuestro planeta? Si se sigue abusando indiscriminadamente de la naturaleza,
dá ndole un uso indebido que llevará a un desequilibrio ecoló gico, que tarde o temprano tendrá trá gicas
consecuencias.
Un llamado final a la cultura de un mundo vivo y vivificante, que late al ritmo de los ciclos có smicos y de
los ciclos telú ricos que es el ritmo de la vida, para ello necesitamos desarrollar la capacidad colectiva, de
accionar, de impulsar nuestros pequeñ os y grandes esfuerzos en redefinir – resignificar nuestros
modelos del mundo, lo cual, se constituye en tarea prioritaria, y todo comienza por nosotros mismos,
principalmente generando conciencia del problema.

TIPO DE CAMBIO

1.- Introducción.-
El crecimiento economico se ve reflejado principalmente en cuatro indicadores que son; el empleo, la tasa
de interes, la inflació n y el tipo de cambio.
Aquí analizaremos lo que concierne al tipo de cambio, la politica externa, el comercio internacional, la
balanza de pagos, la postura y teorias de las corrientes del pensamiento economico mas relevantes a
travez de la historia economica mundial.
Ademas observaremos los sucesos historicos fundamentales que han influido en el desarrollo de los tipos
de cambio.

2.-Conceptos Basicos
Para entender este ensayo se deberá n entender distintos conceptos que será n utilizados frecuentemente:
-Tipo de cambio: Es el precio de la moneda de un país en
términos de otra moneda o un bien.

-Regímenes cambiarios

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-Si el gobierno de un país regula al tipo de cambio al cual la
moneda se debe de cambiar por otras monedas, el sistema
o régimen es llamado fijo o manejado.

-Revaluacion moneda local → baja el tipo de cambio.

-Devaluacion moneda local → sube el tipo de cambio.

-Si el gobierno de un país no interfiere en la determinació n


del tipo de cambio en ninguna forma, la moneda se dice
que es flotante o flexible.

-Apreciació n moneda local → baja el tipo de cambio.

-Depreciació n moneda local → sube el tipo de cambio

-Si el gobierno de un pais regula el tipo de cambio en manera que puede apreciarse o depresiarce dentro
de límites interpuestos por una cuota superior e inferior, el régimen es de bandas de flotació n.

-Divisa: se refiere a la moneda utilizada en una region o pais determinado.


Las divisas fluctú an entre sí dentro del mercado monetario mundial. De este modo, podemos establecer
distintos tipos de cambio entre divisas que varían constantemente en funció n de diversas variables
econó micas como el crecimiento economico, la inflació n, el consumo interno de una nació n.
La divisa es el dinero en moneda de otros países en depó sitos bancarios. Conviene destacar la diferencia
con el término moneda, cuyo significado incluiría exclusivamente el metal o papel moneda utilizado para
obtener bienes, productos o servicios. La relació n o precio de la moneda de un país con respecto a otras,
dependerá de los flujos comerciales y financieros entre los residentes de la zona de esa moneda con
respecto a los de la otras. Las importaciones de bienes y servicios y la inversió n en el extranjero
determinara la demanda de divisa extranjera, mientras que las exportaciones de bienes y servicios y la
inversió n extrajera en nuestra zona determina la oferta de la divisa extranjera aqui.

-Sistema Monetario Internacional (SMI): se refiere a las instituciones por medio de las cuales se pagan las
transacciones que traspasan las fronteras nacionales, determina có mo se fijan los tipos de cambio y có mo
pueden influir en ellos los gobiernos.

-Balanza de Pagos: es un documento contable que presenta de manera resumida el registro de las
transacciones econó micas llevadas a cabo entre los residentes de un país y los del resto del mundo
durante un período de tiempo determinado

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-Acuerdos de Bretton Woods: son las resoluciones de la Conferencia Monetaria y Financiera de las
Naciones Unidas, realizada en el complejo hotelero de Bretton Woods, (Nuevo Hampshire), entre el 1 y el
22 de julio de 1944, donde se establecieron las reglas para las relaciones comerciales y financieras entre
los países má s industrializados del mundo. En él se decidió la creació n del Banco Mundial y del Fondo
Monetario Internacional y el uso del dó lar como moneda internacional.
3.-Breve historia del tipo de cambio
El patró n oro (1876-1913):
En este período las monedas se convertían dependiendo del precio cotizado contra un cierto peso en oro.
Por ejemplo, si en Estados Unidos el precio por onza de oro era de 20.25 dó lares la onza, y el precio en el
Reino Unido era de 4.2650 libras la onza, entonces el tipo de cambio dó lar/libra se calculaba de la
siguiente manera:

20.25/4.263=4.7502 dó lares/libra

Primera y Segunda Guerras Mundiales (1914-1944):


En este período se le permitían a las monedas fluctuar de acuerdo a un rango en términos del precio del
oro.
Bretton Woods y el FMI (1944):
Después de la guerra, los aliados se reunieron en Bretó n Woods para crear un sistema monetario
internacional. El Acuerdo Bretton Woods estableció un sistema monetario internacional basado en el
Dó lar Estadounidense y creó
dos nuevas instituciones: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Tipos de cambio fijos (1945-1973):
El acuerdo cambiario negociado en Bretton Woods incluyó
un régimen de tipos de cambio fijos. Estos funcionaron bien
durante el período de reconstrucció n, pero las diferentes
políticas fiscales, inflaciones, etc. derivaron en la caída de
este régimen.
Tipos de cambio flotantes (1973 a la fecha):
A partir de este añ o, poco a poco los países fueron cambiando a este régimen de tipo de cambio. En 1976,
se hizo oficial este sistema. En 1979, se creó el Sistema Monetario Europeo. En 1982, México se declara en
suspensió n de pagos y hace un control de cambios. Brasil y Argentina le siguen unos meses después. En
México se pasa después a un tipo de cambio semi controlado, pasando posteriormente al de “bandas”.
En 1994, se rompe el esquema de bandas y se pasa a un tipo de cambio flotante. En 1995, el Yen sube a su
má ximo histó rico para después tener una depreciació n lenta. En 1997 se devalú a el Baht Tailandés, al
cual le siguen las monedas de Indonesia, Corea, Malasia y Filipinas. En 1998, el Banco Central Ruso
devalú a el Rublo. En 1999 se lanza el Euro como moneda ú nica de la zona Europea. Este mismo añ o el
Real Brasileñ o es devaluado y pasado a un sistema de flotació n libre. En 2001, la moneda Argentina se

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colapsa y el Banco Central Argentino declara el “corralito”. El 1 de Enero del 2002 comienzan a circular
los billetes y monedas de la zona Euro.

4.-El sistema clá sico del Patró n Oro: 1870-1914.


Cuando el patró n oro regía el comercio internacional de bienes, servicios y capitales, cada país en el
mundo fijaba un precio para la onza de oro y aceptaba convertir sus billetes en oro físico. Si el precio del
oro en Estados Unidos era 400 dó lares y de 250 libras esterlinas en Gran Bretañ a, entonces una libra
esterlina (£) valía ($400/£250) = $1,60/£ en los mercados cambiarios. Si el tipo de cambio difería de
$1,60/£ se activaría un proceso conocido como arbitraje, mediante el cual, compradores y vendedores en
ambos lados del Atlá ntico intentan obtener beneficios de tal diferencia, activando ofertas y demandas de
oro que al fin y al cabo llevarían a restablecer el precio de la libra esterlina al nivel de $1,60/£
nuevamente. Por ejemplo, si el tipo de cambio era $1,50/£, esto es, si la moneda inglesa se abarataba,
aumentaba su demanda y a cambio se ofrecían dó lares en los mercados cambiarios, con las libras
adquiridas a un menor precio se compraba oro en Gran Bretañ a que se encontraba a precio fijo, se
embarcaba el mismo hacia Estados Unidos y se vendía en ese otro país. El proceso se mantenía en
constante funcionamiento hasta que el precio de la moneda inglesa volviera a su nivel inicial de $1,60/£.
Un proceso similar de cará cter opuesto ocurría si el tipo de cambio era $1,70/£.
El sistema internacional de pagos del comercio estaba basado en el compromiso serio y creíble de todos
los gobiernos, de intercambiar monedas nacionales por oro a un precio fijo. Como se explicará má s
adelante, los gobiernos de cada país pueden emitir y crear dinero, billetes y monedas nacionales, de cuya
cantidad total en la economía depende el valor de la moneda interna, o sea, el tipo de cambio. Siempre le
ha convenido a los gobiernos, hacer creer al pú blico que mantendrá n bajo control el crecimiento de la
oferta monetaria u oferta interna de moneda nacional, para mantener baja la inflació n y las tasas de
interés. La vigencia patró n oro garantizaba la existencia de un mecanismo automá tico de ajuste de la
oferta monetaria que le permitía a las autoridades de gobierno cumplir con el compromiso citado. Sin
embargo, las autoridades de gobierno de los diferentes países encuentran en el control deliberado de la
oferta de moneda nacional un mecanismo para crear empleos y para financiar su déficit fiscal. Al permitir
el crecimiento de la oferta de dinero y crecer la inflació n, el costo real de sus préstamos se reduce, en
perjuicio de los ahorrantes de ese país. Esta situació n sin embargo, reduce la credibilidad de los
gobiernos en el compromiso de mantener fija la oferta monetaria, ocasionando que los ciudadanos se
formen expectativas racionales sobre la tasa de interés: cuando los ciudadanos se enteran de las políticas
deliberadas de gobierno de aumentar la oferta monetaria interna, exigen mayores tasas de interés
nominales para compensar una inflació n esperada mayor. Esta situació n, en un equilibrio de Nash,
corresponde a un equilibrio ineficiente para la economía ya que tanto gobierno como ciudadanos pierden
(Nash, 1951). Volviendo entonces al patró n oro, la promesa del gobierno de convertir moneda nacional
en oro creaba el control sobre la creació n de oferta monetaria: el oro se convertía en el ancla nominal del
nivel de precios.
Para explicar lo anterior consideremos que pasaba si Gran Bretañ a compraba má s bienes y servicios en
Estados Unidos que los bienes y servicios que Estados Unidos compraba a Gran Bretañ a, dando lugar a la
creació n de un déficit comercial en este ú ltimo país. En esa situació n la oferta de libras esterlinas en los
mercados cambiarios era mayor que su demanda, ocasionando una presió n para que el precio de la libra
bajara de su nivel inicial de $1,60/£. Esa reducció n en el precio activaba el arbitraje y parte del oro de
Gran Bretañ a se trasladaba a Estados Unidos. El sistema de patró n oro exigía que el banco central de cada
país, en este caso la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra mantuvieran en sus cajas,
una reserva de oro igual al 25 por ciento del valor de su oferta monetaria interna, o moneda nacional en
circulació n. Si esa reserva de oro se reducía en Gran Bretañ a por el traslado de oro a Estados Unidos,
entonces el Banco de Inglaterra debía reducir su oferta de libras esterlinas. Ademá s, en Estados Unidos al
29
aumentar la reserva de oro por encima de su nivel de 25 por ciento, la Reserva Federal de ese país podía
aumentar la cantidad de dó lares en circulació n.
Segú n los economistas clá sicos esos aumentos en la oferta de dinero o cantidad de moneda nacional en
circulació n (M) se traducía en aumentos proporcionales en el nivel de precios internos (P). Los
economistas clá sicos habían formulado la teoría cuantitativa del dinero, explicada por la siguiente
ecuació n: P x Q = M x V. Donde Q es la cantidad de bienes y servicios producidos en el país y V es la
velocidad promedio de circulació n del dinero (Friedman, 1966). Segú n ellos, en el corto plazo en el cual la
economía no podía crear má s empleos ni las instituciones e instrumentos financieros podían cambiar
drá sticamente, tanto Q como V eran constantes, creando entonces el efecto directo entre el aumento de la
oferta monetaria interna y el nivel general de precios. De acuerdo con esa relació n, la misma proporció n
de aumento en la oferta monetaria se trasladaba al nivel general de precios: por tanto los precios en
Estados Unidos aumentarían y los precios en Gran Bretañ a disminuirían.
Como resultado de esos cambios de precios entre los dos países, las mercancías y servicios en Gran
Bretañ a se vuelven má s competitivos que en Estados Unidos, Gran Bretañ a vende con má s facilidad y
Estados Unidos con má s dificultad. El déficit comercial que inicialmente se había presentado en Gran
Bretañ a se reduce, al tiempo que el superá vit comercial en los Estados Unidos también se reduce. En el
país con superá vit comercial los precios de los bienes no sujetos al comercio internacional suben con
relació n a los precios de los bienes y servicios comerciables, se reduce el consumo nacional de bienes no
comerciables y aumenta el consumo de bienes importados. En el país con déficit comercial los precios de
los bienes no comerciables bajarían con relació n a los comerciables, aumenta el consumo local en bienes
no comerciables y aumentan las exportaciones. Este proceso de ajuste es conocido como el mecanismo de
ajuste automá tico de la balanza de pagos en el patró n oro: la imposibilidad de que se crearan situaciones
de déficit sostenido y persistente de la balanza de pagos y por tanto la existencia de una fuerte presió n
para devaluar la moneda nacional no podían existir.
Sin embargo, no permitir que el déficit comercial redujera la oferta de dinero ni permitir que el superá vit
comercial la aumentara, es una política de esterilizació n o de neutralizació n del mecanismo de ajuste
automá tico de la balanza de pagos, y se lograba mediante la intervenció n del gobierno y las autoridades
monetarias de los países, creando o destruyendo oferta monetaria para compensar los movimientos
inducidos por el resultado del comercio exterior.
La posibilidad de permitir la política de esterilizació n es la crítica má s comú n que se le hizo al patró n oro,
ya que esa política de los gobiernos de hacer frente al desempleo, la inflació n y al aumento de las tasas
internas de interés, causados por el comercio internacional, llegó finalmente a destruir el patró n oro
como sistema mundial de pagos. Ademá s, en una economía keynesiana, los precios de los bienes y
servicios producidos en el país son rígidos a la baja e impedirían el mecanismo de ajuste automá tico del
déficit comercial. Sin embargo, los cambios de precios de los bienes comerciables y los no comerciables
dentro del país, así como la mayor velocidad de crecimiento de precios en los países con superá vit,
garantizaría todavía, un efecto débil de ajuste automá tico de la balanza de pagos.
El patró n oro, que imponía una fuerte disciplina a los gobiernos sobre la creació n de dinero dentro de
cada país, empezó a derrumbarse conforme los países europeos entraban en el conflicto bélico de la
Primera Guerra Mundial. Los bancos centrales, movidos por las necesidades de sus propios gobiernos,
emiten monedas nacionales contra documentos como bonos o letras de gobierno para financiar los pagos
a sus soldados y la compra de pertrechos de guerra. Dichos emisiones redujo drá sticamente el respaldo
en oro de los billetes en circulació n y obligó a los estados europeos a suspender la convertibilidad en oro
de sus monedas, suspendiendo las paridades fijas y adoptando la flotació n del valor de sus monedas. Una
vez roto el patró n oro, esto no pudo ser restablecido a pesar de los esfuerzos de las Conferencia de
Bruselas en 1918 y Génova en 1922. Cuando se demostró que las devaluaciones competitivas obligaban a
los países a intercambiar recesió n econó mica, convinieron a través del Acuerdo Monetario Tripartita de
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1936 a administrar la cantidad de moneda no convertible, a regular el tipo de cambio y a participar en un
proceso de cooperació n internacional de coordinació n de políticas monetarias. Objetivos similares son
relevantes hoy día (Carranza, 1992). Los países encontraron en el nacionalismo la oportunidad de emitir
y administrar su propio papel moneda con el fin de lograr objetivos internos de generació n de empleo.
6.-Keynesianos y el tipo de cambio.

En el famoso capítulo XII de la La Teoría General del empleo, el Interés y el Dinero se halla ya concebido
un impuesto sobre las transacciones, con el fin de vincular los inversores a sus acciones de forma
duradera. Tobin -James Tobin (Champaign, Illinois, 5 de marzo de 1918- New Haven, Connecticut, 11 de
marzo de 2002) fue un economista estadounidense, defensor de las ideas del keynesianismo. -traspasó
esta idea en 1971 a los mercados de divisas; por aquel entonces, EE.UU. se despidió del sistema de tipos
de cambio fijos establecido en los acuerdos de Bretton Woods y, al mismo tiempo, las primeras
transacciones electró nicas de dinero por ordenador prometían un gigantesco aumento del nú mero de
operaciones a realizar. Tobin pretendía aminorar la velocidad de este proceso para que se especulara
menos y para que los tipos de cambio no fluctuaran tanto. Hoy en día, en que cualquiera puede comerciar
en el mercado de valores desde su casa, con una simple computadora personal, este problema se ha
acrecentado muchísimo.
Resulta utó pico actualmente, por otra parte, volver a un sistema de tipos de cambio fijos para la
protecció n de las monedas, puesto que los grandes especuladores internacionales dejan a los bancos
emisores en jake con sus maniobras y manipulaciones.
Keynes creía en un sistema de tipo cambio fijo que pueda ajustarse de comú n acuerdo.

7.-Tipo de cambio, enfoque monetarista.


El enfoque monetarista considera que los tipos de cambio estan determinados por las respuestas de un
mercado libre ante las fluctuaciones de la demanda y la oferta de los fondos de divisas en los paises.
El enfoque monetarista subraya el hecho de que el mercado de divisas es un fenó meno monetario, donde
el dinero de un pais es intercambiado por el de otro. Asi pues, la oferta y la demanda monetarias, en el
pais propio y en el extranjero, sirven para explicar la tendencia de su tipo de cambio.
Como los bancos centrales pueden controlar la oferta monetaria, el enfoque monetarista, hace hincapié
en la demanda monetaria del pais y sus determinantes.
Segú n este enfoque, la demanda agregada de dinero que existe en un pais depende del nivel de ingreso
real, de los precios y de las tasas de interes.
Cuando la economia crece y el ingreso real sigue el mismo camino, la població n demandara mas dinero
para poder financiar una mayor cantidad de transacciones. Si los precios suben, demandara mas dinero
para sufragar sus transacciones economicas.
La tasa de interes representa el costo de oportunidad de tener dinero. Las tasas de interes bajas llevan a
la gente a tener mas dinero, porque disminuye el costo de oportunidad de tener saldos en efectivo.
Es decir, cuando las tasas de interes son bajas, las personas tienen menos incentivos para dejar sus saldos
monetarios, que no generan intereses, para optar por activos financieros que si los generan.
Por otra parte, cuando estos determnantes operan en sentido contrario, la demanda de dinero disminuye.
Cambios en la oferta y la demanda monetarios con tipos de cambio determinados por el mercado y su
efecto en el tipo de cambio segú n el enfoque monetarista
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Cambio* Efecto
Incremento de la oferta monetaria…… …………………………….Depreciació n
Decremento de la oferta monetaria….. ……………………………...Apreciació n
Incremento de la demanda monetaria. ……………………………...Apreciació n
Decremento de la demanda monetaria …………………………….Depreciació n

8.-Conclusiones:
Los sistemas de tipo de cambio han ido evolucionando a travez de la historia devido a los grandes
acontecimientos que han sacudido el mundo financiero internacional.
El sistema de tipo de cambio patró n oro que tubo lugar a las contribuciones de los economistas llamados
clasicos, decia que los paises devian fijar su moneda respecto al valor de este metal y al hacer la
conversió n en oro fisico, la promesa del gobierno de convertir moneda nacional en oro creaba el control
sobre la creació n de oferta monetaria, todo en el largo plazo. Despues de la primera guerra mundial el
sistema flotante del patron oro fue en declive dando paso a un sistema de bandas con respecto al oro.
Vino la crisis de 1929 y con ello la segunda guerra mundial, Keynes revoluciono las teorias existentes y
dio paso al sistema de tipos de cambio fijos, aunque no explícitamente, keynes enfatizo en los sistemas de
cambio fijos, en los cuales los bancos centrales devian intervenir diariamente en el mercado de divisas
para mantener la divisa en un precio determinado, esto funciono en el periodo de recuperacion pero fue
derrumbadopor sus politicas fiscales.
Después de 1973 los paises empesaron a implementar politicas economicas para establecer el tipo de
cambio flotante, con un auge del enfoque monetarista. Estos nos dicen que la oferta y la demanda de
dinero en los dos paises determinara la tendencia de las divisas, Los monetaristas creen en el libre
mercado y creen que la politica fiscal externa es un error de la economia ya que no dejara la libre
flotacion de las divisas.
Para llegar a un crecimiento economico sostenible es necesario un regimen de tipo de cambio eficiente,
confiable y de acuerdo con el tiempo en el cual se quiera fijar. Aunque sabemos que la economia esta
sujeta a ciclos, el mercado de divisas es uno de los mas sensibles ante una situació n desfavorable para
cualquiera de los paises participantes.
Asi las aportaciones keynesianas ayudaron a fijar un precio entre las divisas y sus ideas ayudaron a crear
sistemas anti especula torios en regimenes de tipod de cambio flotantes.
Cada enfoque ha surgido para resolver los problemas de su epoca y han funcionado en su proporcion,
pero hay que observar claramente las diferencias entre uno y otro con respecto al tipo de cambio:
Enfoque Clasico: Tipo de cambio fijo con respecto al patron oro, el mercado lo regula mediante el
arbitraje.
Enfoque keynesiano: tipos de cambio fijo, con politicas monetarias y fiscales para regularlo.
Enfoque monetarista: tipos de cambio flotantes, la O y D monetarias lo fijan.
FUENTES-BIBLIOGRAFIA
-Teoria del comercio internacional-Ricardo Torres Gaytan-Siglo XXI editoriales- Vigesimosexta Edicion,
Mexico 2007.

32
-Economia Internacional-Robert J. Carbaugh-Novena Edicion, Argentina 2007.
-Balanza de pagos y tipo de cambio, Introducció n a los problemas monetarios internacionales-Erich
Schneider, Editorial Aguilar, Españ a 1972.
-Historia de la Teoria Economica y su Metodo-Robert B. Ekelund Jr., Robert F. Herbert- Tercera Edicion-
Mc Graw Hill 2005.
-Economia Internacional-Dominick Salvatore-Cuarta Edicion- Mc Graw Hill 1995.
Macroeconomia en la Economia Global- Felipe Larrin B., Jeffrey D. Sachs- Segunda Edicion- Editorial
Pearson- Argentina 2002.
LA EDUCACION EN LA EPOCA COLONIAL
Durante la época colonial la educació n la educació n implementada en la nueva Españ a experimento una
serie de cambios significativos que dieron pauta a una nueva forma de enseñ anza en la educació n
novohispana. En esta época la instrucció n otorgada se enfocaba principalmente a la doctrina cristiana. A
lo largo del siglo XVI el trato dado a los hijos de nobles e indios marco una diferencia en el tipo de
enseñ anza impartida ya que se hacia una divisió n en cuestió n de estatus social.
A los hijos de los principales se les preparaba en la doctrina cristiana en la lectura y la escritura, ademá s
de habilitarse para el regimiento de sus pueblos y para el servicio de las iglesias. Por otro lado a los hijos
de los populares solo recibían enseñ anza en cuestió n de religió n y al mismo tiempo se aconsejaba a los
varones siguieran el oficio de sus padres, y las mujeres apoyaran en las labores del hogar.
Posteriormente el cabildo de la ciudad de México de la nueva Españ a, decidió realizar una serie de
ordenanzas, con el fin de que los maestros que brindan enseñ anzas del arte de leer, escribir y contar en
distintas escuelas, se perfeccionen en esto. En ellas se menciona como primer se otorgaron dos maestros
los cuales será n visitadores y examinadores de los no examinados, es necesario que se examinen para así
obtener su escuela y darles carta de examen. La segunda ordenanza hace referencia a las características
del maestro, pues este no tiene que ser negro, ni mulata, ni indio, sino españ ol cristiano viejo de vida y
costumbres; primero debe ser admitido a examen.
En la tercera ordenanza se mencionan los conocimiento que los maestros deben poseer, tienen que saber
leer romance en libros, cartas masivas y procesos, escribir las formas de letras de redondillo grande,
mediano y chico, si algú n maestro no se sabe estos dos tipos de letras, no se le permitirá presentar el
examen y es requisito que tenga conocimiento acerca de lo contenido en la cuarta enseñ anza, en esta
ú ltima se habla de que el maestro debe saber las cinco reglas de cuenta gualisima: sumar, restar,
multiplicar, medio partir y partir por entero, ademá s de sumar cuenta castellana. La quinta ordenanza
dice que ningú n maestro puede ser examinado, si no sabe lo contenido en la 3° y 4° ordenanza. Si algú n
maestro ejerce la enseñ anza sin haber sido examinado, se le cerrara la escuela con pena de $20 de oro
comú n. En la sexta o de manera de dialogo que ningú n maestro que haya sido examinado puede poner su
escuela junto a otro maestro en las mismas condiciones; en el caso de que la escuela estuviese a dos
cuadras de donde estuviese dicho maestro, no había problema.
La séptima ordenanza deja en claro que las amigas de muchachas no pueden enseñ ar a leer a muchachos,
pues es pena de los dichos $20. En la octava ordenanza se dice que el maestro que tenga escuela y haya
sido examinado, debe enseñ ar el mismo sin tener quien lo ayude. En la novena ordenanza se menciono
que si alguno tiene tienda, no puede tener escuela a menos que deje la tienda y se examine. En la decima
ordenanza se habla de los maestros con má s tiempo de enseñ ar, algunos de ellos no saben enseñ ar bien,
ni escribir como se pide en la tercera ordenanza; en este caso recibían alumnos solo para enseñ arles a
leer, si recibían muchachos para enseñ arles a escribir, se les cerrara la escuela y no podían brindar sus
servicios como maestros.

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Por ú ltimo en la onceava enseñ anza hace referencia a la doctrina cristiana, por la mañ ana se debe rezar
en las escuelas, por la tarde se les daba la tabla de la cuenta guarisima a los discípulos y algú n día de la
semana se les tomara en cuenta a los discípulos para que se instruyan a los demá s en la doctrina a los de
la cual tengan mayor saber. Como se mencionaba anteriormente en primera instancia se puso en prá ctica
la educació n hacia los hijos de caciques y principales en la nueva Españ a. Esta educació n estuvo a cargo
de los “Doce” quienes crean un grupo de expedicionarios de cará cter oficial tanto de la corona españ ola
como de la santa sede. Como obra inspirada por el espíritu santo, se dieron a la tarea de construir
escuelas junto a los templos religiosos llamados escuela-monasterio de los cuales se exponen en el añ o
1570 en toda la nueva Españ a, con el fin de dar educació n a los niñ os y al mismo tiempo inculcar la
doctrina cristiana.
Estos templos retomaron la disciplina impartida anteriormente por la escuela Calmecac, caracterizada
por castigos rigurosos como azotes, pues seguían el lema “La letra con sangre entra”, la educació n en
estas escuelas consistían en un régimen de vida monarcal, ya que el programa de estudios con el que
trabajaban los niñ os, no les permitía estar de ociosos en ningú n momento. Se les instruía en la lectura,
escritura, canto y doctrina cristiana. La comunicació n entre maestros y alumnos al principio se vio un
poco limitada por la diferencia de idioma, pero má s tarde los frailes demostraron un rá pido aprendizaje
del idioma, dá ndose a entender para una mejor enseñ anza. Para el añ o de 1523 se empezaron a formar
los gremios que son asociaciones del mismo trabajo, unidos para lograr beneficios para su grupo, el
propó sito fundamental de estas organizaciones era el proteger a sus miembros de la competencia y al
pú blico de las mercancías de poca calidad.
Fue hasta 1601 cuando se estableció el Gremio de Maestros del Nobilísimo Arte de Primeras Letras en la
ciudad de México. A diferencia de otros gremios, el gremio de maestros reglamentaba un arte liberal, por
lo tanto sus ordenanzas fueron diferentes, ya que contaban con privilegios, como portar armas y gozar de
las preeminencias y franquezas de que gozaban los hijos galgos, ademá s de que no podían ser
encarcelados. Así mismo los aspirantes a pertenecer a este Gremio tenían que probar ser españ oles de
sangre pura, cristiano viejo, hijo legitimo de buena vida y costumbres, ademá s de ser sometido a un
examen. Los maestros mayores tenían gran poder de autoridad dentro de la asociació n Gremial
otorgaban licencias provisionales a los maestros, elaboraban los exá menes y visitaban las escuelas.
En 1761 el Gremio contaba con aproximadamente 30 integrantes, en 1787 debido a la decadencia de esta
asociació n el nú mero de miembros disminuyo a 5, por este motivo no logro recuperar su membrecía. En
el siglo XVIII se dieron muchos cambios en la Nueva Españ a, el objetivo de la enseñ anza brindada a los
indios cambio, se promovió el establecimiento de las escuelas de castellano en los pueblos de indios para
hacer má s precisa la enseñ anza de la doctrina cristiana, y a pesar de que los indios se oponían, en poco
añ os hubo 286 escuelas en 76 pueblos de indios, donde una cuarta parte de ellos enseñ aban a leer y
escribir. Finalmente las escuelas de los indios quedaron conformadas de la siguiente manera:
supervisadas por el gobierno civil, incluía la lectura y escritura; se enseñ aba a veces a niñ os mestizos y
blancos con los indios y sus maestros fueron pagados con sus propios fondos.
Por otra parte también estaban los Jesuitas; ellos buscaban reforzar los estudios de historia y de las
culturas prehispá nicas y promover el método experimental en las ciencias. Por esta razó n lograron
establecer “Academias” para el estudio de matemá ticas, lenguas modernas, griego, física, química,
historia y geografía. Sin embargo se expulso a los Jesuitas, y los franciscanos y los agustinos abrieron
colegios en varias ciudades para tratar de remediar la falta; así fue có mo surgió la segunda universidad
fundada en todo el virreinato. En 1786 el ayuntamiento de la ciudad de México ordeno que los conventos
y parroquias establecieran escuelas gratuitas de doctrinas cristiana y lectura, surgiendo las dos primeras
escuelas municipales, una para niñ os y otra para niñ as. La enseñ anza de los niñ os sin embargo era
rudimentaria, doctrina cristiana, labores de costura y a veces lectura, aunque no era menos motivo para
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que hubiera escuelas particulares de niñ os, las Amigas. Ya casi al final del siglo la fisonomía educativa
cambio; para 1802 había 62 Amigas particulares, 3 escuelas gratuitas y 1 escuela municipal.
Dentro de los cambios que se dieron en la Nueva Españ a durante las ú ltimas décadas de siglo XVIII se
fundaron 4 nuevas instituciones. La escuela de Cirugía, se practicaban disecciones del cuerpo humano. La
enseñ anza impartida aquí era má s avanzada que la instrucció n médica ofrecida por la universidad, los
alumnos adquirían experiencia por las prá cticas en disecció n y por las visitas diarias a los enfermos.
En la academia de Bellas Artes se establecieron estudios de pintura, escultura y arquitectura. Se
promovió el estilo neoclá sico frente al barroco novohispano, y en la década de los 90, la enseñ anza
mejoro con la llegada de directores españ oles para arquitectura y pintura, con el inicio criollo entre los
profesores peninsulares de la Academia. También se dio el proyecto para una cá tedra de botá nica
fundá ndose en jardín botá nico, con la habilidad para entrenar a los alumnos por medio de la
experimentació n y observació n de las plantas, incorporá ndose la nomenclatura y conocimientos
indígenas. Por ú ltimo se fundó un colegio de Minería con 6 profesores europeos, plan de estudios de 4
añ os de clases y 2 de prá ctica, con 3 laboratorios para la enseñ anza de química, física y metalú rgica. En
las 4 instituciones se intentaron promover conocimientos europeos modernos; no sin que los
intelectuales novohispanos reaccionaran mediante el llamado nacionalismo intelectual.
1.2 FACTORES DEL CAMBIO SOCIAL
Los cambios sociales ocurren por diferentes factores:
Demográ fico
Científico y Tecnoló gico
Econó mico
Ideoló gico

1.2.1 FACTOR DEMOGRAFICO.


La demografía es el estudio científico de la forma có mo los nacimientos, las muertes y las migraciones
afectan la composició n, el tamañ o y la' distribució n de las poblaciones. Esto ha ten ido enorme
importancia en la sociedad y' sus cambios.
a. El crecimiento poblacional está en relació n con el tipo de organizació n social. Recordamos que grupos
pequeñ os de. Individuos provenientes de una misma familia formaban los clanes. La unió n de éstos, la
tribu, luego se confederan para formar el estado.

En la época feudal o Edad Mediana, la població n rural era superior a la urbana, pero poco a poco se ha ido
produciendo en tiempos modernos el aumento de la població n urbana y la disminució n de la vida
ciudadana como en la rural, cambiando totalmente la sociedad entera.
b. La informació n demográ fica se utiliza ampliamente para describir la estructura social, particularmente
la distribució n por edad. Esto ayuda a crear una visió n de conjunto de una sociedad y sus posibles
tendencias futuras.
c. La població n está basada en el nacimiento de los seres humanos y esta decisió n es un asunto
enteramente personal. Tener o no tener descendencia y cuá nta, es una elecció n particular. Existe
evidencia sobre el uso de formas de control de la natalidad y planificació n familiar en las sociedades má s
antiguas. Cada una de las determinaciones individuales que afecten la vida de los infantes en la familia,

35
incluyendo la de estar casado o no, tener relaciones sexuales, usar el control de la natalidad, amamantar y
destetar influyen en la tasa de nacimiento de una sociedad.
d. La selecció n individual también se ve comprometida en otros aspectos del cuadro de la població n: la
migració n es un asunto de elecció n y también de respuesta a la presió n social de la estructura. Incluso las
tasas de mortalidad se ven afectadas por las decisiones humanas, incluyendo las de estar o no en buena
salud, de comer bien conservar la vida con tecnología médica. etc. Por lo tanto, debe considerar la
demografía, tanto en la perspectiva estructural, como en la perspectiva de la acció n. Se vislumbran estos
dos enfoques cuando se describe el progreso del individu0 a través del ciclo vital, es decir, có mo avanzas
los grupos dentro de la estructura por la edad. La cantidad d~ personas es siempre un correlativo
significativo de la vida social: y a veces, durante las guerras, humanas O epidemias o sobre fronteras y
territorios recientemente establecidos pueden convertirse nuevamente en algo decisivo para el progreso
o para la decadencia de una sociedad.

1.2.2. FACTOR CIENTÍFICO Y TECNOLÓ GICO


La técnica es un procedimiento que permite el trabajo. Su uso ha determinado grandes cambios para la
humanidad a través de su historia.
1. El uso de la piedra permite la confecció n de los primeros instrumentos de trabajo y armas de caza.
2. El fuego facilitó el uso de metales, que permitió perfeccionar los arados para una mayor producció n
agrícola, que a su vez aumentó la alimentació n para má s personas y mejores armas que sirvieron para
que unos pueblos sometieron a otros.
3. La rueda permitió el mejor transporte, comunicació n y comercio al igual que la navegació n.
4. La escritura ha permitido la comunicació n entre los pueblos y reunir el conocimiento para que cada
generació n los use y mejore en aras del progreso.
5. El desarrollo de mú ltiples técnicas científicas han permitido la transformació n de la naturaleza en
beneficio del ser humano, accediendo a grandes cambios sociales tal como lo fue la aparició n del
capitalismo industria), gracias al desarrollo de la má quina a vapor.
En razó n de sus efectos' de largo alcance, sobre la sociedad v las relaciones sociales, la ciencia v la
tecnología son fenó menos sociales. Desde luego no siempre la técnica ha sido usada pata beneficio del
ser humano sino para su destrucció n y explotació n.
El crecimiento extraordinario de Ciencia y la Técnica como institució n social, ha impedido explicar su
rá pido surgimiento. Al igual que para otros enigmas socioló gicos, se han ofrecido dos respuestas
fundamentales: la una que representa lo funcional y otra el poder. Desde la perspectiva funcional, el
crecimiento de ciencia y tecnología se explica por su valor propio para la articulació n normal de la
sociedad. La ciencia proporciona el conocimiento confiable para controlar la naturaleza y el complejo
orden social. Como resultado, las personas son mucho má s capaces de lograr sus metas colectivas y de
esta manera ciencia y tecnología han florecido. Desde la perspectiva del poder el contrario, el crecimiento
de ciencias y tecnología se explica no en términos de su valor para la sociedad, sino de la utilidad para
quienes controlan el orden social. Grupos poderosos los promueven para enaltecer su propia fuerza y
luego sus peculiares intereses, creando una nueva forma de dominio mediante el cual los grupos
predominantes pueden controlar a los débiles.

1.2.3. EL FACTOR ECONOMICO.

36
Lo econó mico es el factor má s impOJ1ante del cambio social. Es la base material de la vida, que determina
todos los aspectos restantes, por eso la historia de la sociedad se debe estudiar, ante todo, como la
historia del desarrollo y sucesió n, sujeta a las leyes de los modos de producció n.
La historia conoce cinco modos de producció n que se sucedieron consecutivamente y son:
• Comunidad primitiva
• Esclavismo
• Feudalismo
• Capitalismo
• Socialismo

El sistema econó mico se proyecta en el orden político jurídico e ideoló gico de la sociedad cuando este
cambia también se transforma la política el derecho, la moral, la religió n, la ciencia, la filosofía y el arte.

1.2.4. EL FACTOR IDEOLOGICO.


La ideología es la forma de pensamientos que la sociedad imprime en la mente del ser humano a través
de su aparato ideoló gico e instituciones políticas, religiosas, clasistas, culturales. etc., es decir, es la forma
có mo la gente es inducida a pensar, creando una escala de valores que le inspiran una manera de
conducirse, ante lo que se le ha establecido como bien o mal en su mente.

La ideología es una parte de la conciencia social, tiene sus bases en las condiciones de la vida material de
la sociedad y refleja las particularidades del régimen econó mico, social. Toda ideología es el resultado de
la existencia social, del sistema econó mico que predomina en un momento dado. Estas palabras, forma
parte de la superestructura y como tal representa, en ú ltima instancia, las relaciones econó micas entre
las persones.
Toda sociedad busca educar a los ciudadanos ¿as? con una ideología determinada; por ejemplo: en la
sociedad capitalista existen ideas políticas liberales, propiedades privadas, creencias religiosas, filosofía
pragmá tica, diversas formas de arte con relació n al sistema social., etc., o sea una manera de pensar
generalizada en todos y que fortalece al sistema social.

En estas circunstancias surgen otras ideas diferentes y hasta contrarias.


Las nuevas ideas debilitan a las antiguas y poco a poco se imponen, acabando por desplazarlas con el
triunfo de un nuevo orden de cosas.

LAS CONTRADICCIONES EXTERNAS

Son las que acontecen fuera de una sociedad determinada y que influyen dentro de ella. Volviendo al caso
de la historia Ecuatoriana tenemos las siguientes con relació n a los ejemplos anteriores:
a) La revolució n Norteamericana es una contradicció n externa que influye en la independencia del
Ecuador

37
b) El desarrollo mundial del capitalismo y la política internacional de libre cambio son paradojas que
influyeron en la revolució n marcista de 1845 y liberal de 1895.
c) La I Guerra Mundial y la Revolució n Rusa son desacuerdos que influyen internamente en el Ecuador en
la revolució n Liliana de 1995.
d) La crisis mundial de los añ os cuarenta repercute en nuestro país en los acontecimientos de mayo de
1944.
e) La Revolució n Cubana de 1959 que lleva al comunismo al poder, influye para que en Ecuador sedé el
golpe de estado que derroca al presidente civil Carlos Julio Arosemena Monroy.
f) Presiones internacionales contra los regímenes dictatoriales son factores que guardan relació n con el
retorno al régimen de derecho en nuestro país

CONCLUSIÓ N
Contradicciones internas y externas, ambas importantes. pero las internas son las má s decisivas mientras
que las externas son complementarias.

CONTRADICCIONES BASICAS Y NO BASICAS


Son contradicciones bá sicas aquellas que ocurren entre clases sociales y reconciliables y que, por lo
general, se resuelven violentamente, por ejemplo la contradicció n entre criollos quiteñ os y chapetones
españ oles en los añ os de la independencia de la Audiencia de Quito. En cambio las contradicciones no
bá sicas son conciliables, es decir, no antagó nicas y se resuelven sin llegar necesariamente a 12 violencia;
ellas ocurren, entre aquellas clases sociales que por lo general, no guardan enemistad permanente, por
ejemplo: en la época colonial indígenas y negros tenían diferencias entre ellos, pero ambos eran por igual
explotados y conjuntamente pelearon en las guerras de la independencia. En nuestra época una
contradicció n bá sica es la lucha entre la narco-guerrilla y ciertos gobiernos, mientras que una no bá sica
es la contradicció n entre partidos políticos liberales y conservadores democrá ticos.
1.3. LEYES DEL CAMBIO SOCIAL O LEYES DIALECTICAS

El cambio social expresa el estado de transformació n y desarrollo permanente de la sociedad.


Este proceso no ocurre en forma caó tica y desorganizada, sino que está regido por leyes sociales,
objetivas e independencia de la conciencia de los seres humanos, llamados también leyes dialécticas.
Estas leyes son las siguientes:
• Ley de la Unidad y Lucha de Contrarios.
• Ley de la Negació n de la Negació n
• Ley de la Transformació n de los Cambios Cuantitativos en Cambios Cualitativos.

1.3.1. LA UNIDAD Y LUCHA DE LOS CONTRARIOS


En la sociedad existen aspectos contrarios de manera permanente que guardan en sus entrañ as dos
elementos: uno positivo y otro negativo, en constante lucha por prevalecer. La transformació n universal
se produce gracias a esa contradicció n que genera el movimiento y desencadena una pugna que ha de
resolverse en un conflicto superior, que a su vez llevará en su seno el germen de una nueva contradicció n,
38
que volverá a resolverse en un nivel superior de evolució n, así tenemos las siguientes contradicciones
sociales:
• Amos y esclavos
• Nobles y siervos
• Burguesía y proletariado
Son algunos aspectos contradictorios en proceso histó rico de la humanidad. Podemos decir que la
existencia de contrarios es esencial en la sociedad: les dan su unidad e impulsan su desarrollo y proceso
histó rico.
La unidad de los contrarios nos enseñ a a conocer las cosas no en forma unilateral, dogmá tica, si N° en tu
dualidad, Su variedad, su complejidad. También nos enseñ an a ser modestos y humildes, a no considerar
que nuestras verdades son absolutas, por que siempre habrá en ellas algú n error, o algo de verdad en el
error ajeno. A no hacer afirmaciones o negaciones siento por siento; a mirar el lado bueno y molo de las
cosas; a no encasillarnos jamá s en lo absoluto.

CONTRADICIONES FUNDAMENTALES Y NO FUNDAMENTALES


Encierra a las anteriores: son de orden global se refieren a sistemas opuestos. Por ejemplo:
• Esclavismo- Feudalismo
• Feudalismo- Capitalismo
• Capitalismo. Socialismo
La ú ltima de las mencionadas era la contradicció n fundamental contemporá nea: capitalismo y socialismo,
que se enfrentaron en todo el mundo, se expresó como la lucha entre dos tendencias sociales
fundamentales, la una defendía el sistema capitalista, su estructura de clases, su ideología, la propiedad
privada, etc. mientras que la otra, propugnó la igualdad econó mica, la abolició n de las clases sociales y de
la propiedad privada, por ejemplo: las contradicciones no fundamentales de la actualidad son las
diferencias entre intereses de un mismo bloque, por ejemplo: las existencias entre Estados Unidos y
Panamá por el canal, o la que hubo entre Inglaterra y Francia, cuando ésta se oponía a que la primera
entrara al mercado comú n Europeo. Estas son conciliables y terminan cuando desaparece el motivo de
fracció n, pues en los demá s aspectos coinciden. En los ejemplos mencionados, la contradicció n de Estados
Unidos-Manama disminuyo considerablemente cm la firma del tratado Torrijos-Carter, mientras que la
entrada de Inglaterra al mercado comú n Europeo terminó con las diferencias con su aliado Francés.
Por otro lado, las contradicciones fundamentales no son de naturaleza conciliable, ya que la base del
capitalismo es la propiedad privada sobre los medies de producció n social, mientras que en el socialismo
le fue precisamente derogar la misma; esto creó diferencias radicales entre ambas sociedades ya que la
base econó mica de la una significa la destrucció n de la otra. Por este motivo los ideó logos del socialismo
señ alaron que la Ú nica manera de construir el nuevo sistema social era sobre las ruinas del capitalismo.

1.3.2. LA NEGACIÓ N DE LA NEGACIÓ N

También llamada ley del progreso, opera de la siguiente manera:


a) Nace un sistema social determinado.
b) Este sistema comienza a decaer.
39
c) Dentro de el se comienza a desarrollar un nuevo orden de cosas.
d) El viejo sistema empieza combatir al nuevo, que termina por imponerse.
e) Lo nuevo destruye a lo viejo, es su negació n.
f) Pero lo nuevo tan bien envejece y vuelve a enfrentarse al nacimiento de otro nuevo sistema que así
mismo trata de evitar.
g) En este caso lo nuevo se convier1e en la negació n de la negació n.
h) El nuevo sistema es siempre superior al anterior por lo que la sociedad y la humanidad entera
progresan permanentemente.
Todo proceso de desarrollo se realiza a través de las contradicciones existentes en el seno de cada
fenó meno debido a su propia negació n. Y es que toda contradicció n, por el hecho de serio, lleva su propia
negació n, es decir, la afirmació n de una palie de su ser y la negació n de la otra. Pero la negació n es a su
vez negada por lo que se constituye en la negació n de la negació n. Negar, dialécticamente, no es suprimir
completa y absolutamente lo negado, sino mantener e incorporar a lo nuevo los aspectos positivos de lo
viejo, que de esta manera se superan. Esto es lo que Hegel expresaba en el esquema conceptual de Tesis,
Antítesis y Síntesis, al afirmar que todas las cosas tienen dentro de sí un elemento contrario, un factor de
afirmació n que es ,la Tesis y uno de negació n que es la Antítesis, enfrentados incesantemente. La lucha
interna y la Interpretació n de ellos desemboca en una Síntesis, producto distinto, en un grado superior de
evolució n, que a su vez lleva el germen de otra contradicció n que volverá a resolverse en una síntesis. Lo
anterior en ejemplos:
• Nace la sociedad colonial en América.
• El sistema colonial se mantiene sobre la base de opresió n y fuerza.
• Los criollos americanos comprenden la necesidad de liberarse del dominio españ ol y surgen los
primeros precursores de la independencia.
• Españ a envía ejércitos contra los revolucionarios latinoamericanos. pero estas triunfan finalmente.
• Nacen las repú blicas latinoamericanas destruyendo ti sistema colonial españ ol.
• El nuevo orden republicano ha triunfado sobre el viejo orden colonial.
• En la historia republicana la justicia social es lenta y luego de varias etapas surgen ideas eolíticas
nuevas: conservadurismo. liberalismo, socialismo.
• Los liberales sufren la oposició n de los conservadores y los socialistas la de ambos.
• La republica liberal es la negació n de la época colonial, pero el socialismo es la negació n del
liberalismo, el socialismo se convierte en la negació n de la negació n.
1.3.3 LA TRANSFORMACIÓ N DE LOS CAMBIOS CUANTITATIVOS
EN CUALITIVOS
Es la vida social ocurren dos clases de cambios.
a. Cuantitativos.
b. Cualitativos.
Se llaman cambios cuantitativos a las pequeñ as reformas que de manera paulatina y a veces casi
imperceptibles ocurren en la sociedad tratarse de modas, costumbres, política, leyes. etc.
En cambio las transiciones cualitativas son los saltos estructurales y radicales de la sociedad.

40
Ejemplo del primer caso es la resolució n de la Cá mara nacional de representantes de aumentar los
sueldos y salarios en todo el país. En el segundo serié el paso de la sociedad feudal al capitalismo, o ésta al
socialismo.
Los cambios cuantitativos se ven sumando hasta que finalmente precipitan la transformació n cualitativa,
o sea que só lo esta ú ltima logra modificar la naturaleza del sistema social por completo.

EL SALTO SOCIAL

El motivo en que se produce el cambio cualitativo de la sociedad, o sea de sus estructuras que significa
transformació n total se llama salto social, es decir, es una situació n revolucionario o una revolució n
social.
Muchos piensan que es un simple golpe de Estado Militar o cambio de gobierno. Eso no es así, pues es un
hecho socioló gico sujete a leyes así como los demá s hechos sociales.
Si entendemos la revolució n social como transformaciones rá pidas y fundamentales del Estado, de una
sociedad y de las estructuras de clase, podremos diferenciar a una revolució n social de una rebelió n, o de
una revolució n política.
Por eso, aunque el conflicto de clase es fundamental para la revolució n, también es necesario considerar
có mo los miembros de clase está n organizados y cuá les son sus recursos.
Existen tres factores que no deben ignorarse cuando estudiamos la revolució n: el primero, las
revoluciones rara vez han empezado en forma intencional generalmente surgen de situaciones en crisis.
Segundo, las revoluciones no son exactamente productos de fuerzas internas. Las relaciones,
particularmente prolongadas guerras y derrotas militares, contribuyen al desarrollo y surgimiento de las
crisis y de las revoluciones, al socavar los viejos regímenes políticos.
En tercer lugar, los estados tienen una existencia propia, y no necesariamente dependiente de los
intereses y estructuras de la clase dominante.

LEYES UNA REVOLUCIÓ N SOCIAL


Son tres:
a. Crisis entre gobernantes y gobernados
b. Límite y capacidad para resistir la explotació n del "hombre; por el hombre"
c. Concienciació n de los seres humanos capaces de emprender la acció n revolucionario; es decir, la
compresió n personal de la necesidad del cambio social.
d. Cuando estas tres leyes confluyen entonces la revolució n social es un hecho irreversible que ningú n
poder humano es capaz de detener. Esto pasó con la revolució n Francesa, Rusa, Chinas, Cubana. etc.
La injusticia e inmisericorde explotació n de las naciones fuertes sobre las má s débiles en lo internacional
y de las clases dominantes sobre los oprimidos han, finalmente, copado la paciencia de las masas
populares que se han lanzado a la lucha revolucionaria dirigida por caudillo tal como lo fueron Bolívar,
San Martín, Sucre, etc. que guiaron a los pueblos sudamericanos a liberarnos de los tiranos españ oles
inaugurando la época republicana. Pero no todo quedó ahí, ya que dentro de las repú blicas
latinoamericanas han continuado pugnas, frecuentemente sangrientas, entre liberales, conservadores,

41
populistas, militares, etc.; con el afá n de llegar al poder político mientras la injusticia popular sigue
vigente igual que antes.

1.4 INDIVIDUOS (AS) Y MASA EN EL CAMBIO SOCIAL


En el proceso de cambio social hay dos factores indispensables.
1. El (la) líder o individuo (a)
2. La masa popular o pueblo
Ambos son importantes:
La masa actú a movida de acuerdo con las necesidades condiciones sociales. El (la) líder comprende la
situació n y la dirige. Lo uno no puede actuar sin lo otro.
En el caso de que los dirigentes mantengan posiciones má s adelante o extremas a las de los miembros, su
principal tarea consistirá en informar en propagar sus ideas, en fomentar la toma de conciencia de los
miembros de las posiciones má s retrasadas, tratará de hacer evolucionar al movimiento y a sus
miembros, pero velando por la cohesió n e integració n de todos ellos. Ya que de no observar el suficiente
cuidado puede romper la unidad del movimiento, y por ende, su eficacia como tal.

1.5. EVOLUCIÓ N Y TRANSFORMACIÓ N


La evolució n es el cambio paulatino de ideas, conductas, leyes, etc., y má s formas del acontecer social,
que la transforma.
Se trata de una serie de transiciones que se da en los grupos sociales, en su lucha por la existencia,
adaptació n al medio y el mejoramiento de su situació n.
LECTURA
¿CAMBIO SOCIAL?
El proceso histó rico de la humanidad se ha caracterizado no só lo por el progreso de la sociedad sino
también por la lucha de los hombres para cambiar dichas sociedades. La razó n fundamental que ha
encendido las hogueras revolucionarias ha sido la desigualdad entre los hombres, pues unos se han
enriquecido con el esfuerzo y explotació n de los otros, por eso la antigü edad nos habla de la explotació n:
amos-esclavos, nobles-siervos, etc.

2.2. EPOCA COLONIAL


l. Los Huancavilcas destruyen y queman varias veces Guayaquil, fundada en 1535, debido a abuso de los
peninsulares.
2. Las duras y crueles condiciones de las encomiendas, mitas y obrajes de la época colonial provocaron
innumerables levantamientos indígenas, todos sangrientamente, sofocado. Esto en parte lugar a la
famosa leyenda negra, que no era otra sino la crueldad españ ola en los territorios americanos.

2.3. EPOCA REPUBLICANA


1. La independencia no cambió la situació n del indígena que desde entonces continú a en estado de
servidumbre y bajo yugo feudal.

42
Los abusos continuaron y también los levantamientos. En 1871 bajo el régimen de García Moreno se
produce una formidable insurrecció n acaudillada por Fernando Daquilema, en la provincia del
Chimborazo, la misma que fue cruelmente sofocada por las fuerzas feudales del dictador.
2. En el siglo xx ocurren varios levantamientos, especialmente en la década de los añ os veinte, entre las
que se destaca la terrible matanza acontecida en 1923, en la provincia de Tungurahua, cuando, los
indígenas protestaban por su salario de 5 y 10 centavos diarios y pedían aumento.
Entre 1920 y 1929 se registraron 12 grandes levantamientos en el Ecuador y desde entonces hasta
nuestros días alrededor de treinta. Al finalizar la ú ltima dictadura militar, en octubre de 1980, los
trabajadores del ingenio azucarero AZTRA, en el cantó n la Troncal, provincia del Guayas, ocuparon las
instalaciones de la empresa reclamando aumentos salarios y otras mejores econó micas, esta acció n fue
anulada mediante una salvaje agresió n por parte de fuerzas militares y policiales, que masacraron a
decenas de trabajadores, provocando una protesta popular en todo el país.
En la década actual se han producido sucesivos levantamientos indígenas en todo el país, destacá ndose
las marcha nacionales hacia la ciudad de Quito, desde la Amazonia y la Regió n Andina ocurrida de 1992, a
propó sito de la conmemoració n de 500 añ os de resistencia indígena.
1. Se debe recordar la heroica actuació n de los indígenas
a. Las guerras de la independencia
b. La revolució n liberal
c. Las luchas de las organizaciones indígenas en la defensa de sus tierras, contra desalojos, pagos y
aumentos de salarios, mejores condiciones de vida, etc.
2.4. IMPORTANCIA Y REPERCUCIONES DE ESTOS MOVIMIENTOS

Las insurrecciones indígenas son el producto de un régimen de oprobio. que ha mantenido a los pueblos
aborígenes marginados de sus derecho~ y bajo estado de servidumbre feudal. Sus levantamientos han
servido de presió n para conquistar algunas leyes favorables tales como: mejores salarios, fin del trabajo
precario. seguro social campesino, educació n. etc: pero todo ellos es insuficiente, la redenció n del
indígena es aú n un ideal de justicia, que de no ocurrir puede originar una situació n revolucionaria de
grandes repercusiones y consecuencias.
LECTURA
SOBRE EL INDIGENA ECUATORIANA

El indígena ecuatoriana al igual que los de má s aborígenes de la cordillera andina ha vivido y viven en las
peores situaciones imaginables de existencia social. Ellos habitan en los pá ramos andinos, donde son
cruelmente explotados por los latifundistas serranos y cuando vienen a las ciudades se ocupan de los
trabajos má s duros y peor pagados; muchos acaban de pordioseros, en el alcoholismo, delincuencia,
prostituci6n, etc.
El éxodo del campo a la ciudad es un problema de todos los días y comú n a todos los países
subdesarrollados. El campesino piensa encontrar en la gran ciudad el remedio para todos sus males:
educació n para sus hijos, fuentes de trabajo, mejores ingresos, asistencia a su salud, vivienda, mejor
alimentació n, otro tipo de distracciones, etc. Má s, en la prá ctica, ú nicamente encuentra miseria, dolor y
angustia.

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Nuestra legislació n debe hacer algo al respecto, recordemos que las clases marginadas tienen su límite de
resistencia a la injusticia, sufrimiento y explotació n; reflexionemos en los grandes levantamientos
indígenas del pasado originados en la mismas injusticias del presente, por lo tanto un despertar violento
de un milló n del aborígenes que subsisten miserablemente sin que los poderes del Estado se preocupen
del problema, podrían, en un momento dado, provocar un levantamiento con gran fuerza revolucionaria.
Se hace urgente una reforma agraria y leyes sociales de aplicació n prá ctica e inmediata eficacia social
pues es necesario prevenir aquello que pudiera degenerar en peligros suceso imprevisible.

UNIDAD 3

EUROPA EN El SIGLO XIX Y LA INDEPENDENCIA DE AMERICA

La revolució n Francesa fue uno de los acontecimientos má s notables del desarrollo histó rico
contemporá neo.

3.1. LA REVOLUCION FRANCESA Y SUS CARACTERISTICAS

La revolució n Francesa de 1789 ha sido uno de los acontecimientos má s notables de la historia. Muchos
historiadores la señ alan como el hecho que puso fin a la época moderna e inició la época contemporá nea.
La falta de satisfacció n de las necesidades vitales: alimentació n adecuada, vivienda y vestido, aparece
como las precursoras de la revolució n Francesa; un inmenso aumento en el precio del plan (el precio má s
alto en setenta añ os), debido a la malas cosechas de 1787 y 1788. Los trabajadores de la ciudad e incluso
los residentes rurales tuvieron que enfrentar una hambruna prolongada.
En 1789 se revelaron, los revolucionarios Franceses depusieron la monarquía absoluta representada por
el rey Luís XV y la reina María Antonieta, a quienes guillotinaron poniendo fin al orden feudal que
imperaba. Con el rey cayeron la nobleza y la iglesia cató lica, que fueron perseguidos por la revolució n, al
haber sido los principales sostenedores de la monarquía absoluta, que creía gobernar por derecho devino
y por voluntad de Dios.
Entre los principios sociales del feudalismo se establecía, que la nobleza era superior al pueblo, quien
debía trabajar en condiciones de servidumbre, a fin que los nobles pudiesen vivir en abundancia y
comunidad.
El feudalismo, desde el punto de vista econó mico, era un sistema cerrado y auto suficiente, producía todo
lo que necesitaba, casi no practicaba el comercio y el campesino estaba atado a la tierra sin casi percibir
salario, má s bien debía pagar una esta en trabajo, dinero o servicios por la pequeñ a parcela que se le
entregaba para su cultivo. El modo de producció n feudal fue la tierra que pertenecía a los señ ores
feudales, quienes explotaban a los campesinos, por lo que se denominaban, siervos de la gleba o sea de la
tierra.
En el sistema feudal la falta de relaciones econó micas, es decir, de un mercado interno determinaban muy
débiles vínculos de unidad nacional, debido a la falta de un arder, jurídico unitario, un poder centralizado,
la nació n de soberanía y demá s electo caracterizan al Estado.
La revolució n Francesa puso violento fin a este sistema econó mico social, que ya había envejecido y lo
sustituyó por otro nuevo y mejor, el sistema liberal capitalista, que entre factores de producció n (trabajo,
44
capital y tecnología) confiere má s valor a los bienes de capital, es decir, los equipos y maquinarias que
sirven para producir los bienes de consumo.
La monarquía absoluta, fue reemplazada por la forma de gobierno el parlamento representativo, así
mismo aquel principio político del derecho divino a gobernar fue a su vez sustituido por el principio de la
soberanía popular y el derecho del pueblo a elegir a sus gobernantes. Si bien es cierto, estos principios no
prevalecieron desde el comienzo, pero terminaron por consolidarse.
En el plano social la nobleza perdió su poder y ascendió la burguesía, formada principalmente por
industriales y comerciantes, poniéndose en vigencia, aunque no todo, los principios de libertad, igualdad
y confraternidad como aspectos inherentes; a los derechos del ser humano.
Finalmente, en el plano estructural, la economía cerrada y auto suficiente dio paso a la economía abierta e
interdependiente sobre la base del comercio, la industria, la producció n, el trabajo la unidad y forjando el
moderno Estado France.
Estos principios econó micos, políticos y sociales tuvieron una gran repercusió n entre los
latinoamericanos, especialmente los criollos, quienes veían en el triunfo de dichos principios sus propios
fundamentos de progreso y prosperidad.

3.2. SITUA CJON EUROPEA

El siglo XIX representa para Europa la paulatina consolidació n del sistema capitalista, la liberació n
política de América y la acentuació n de la colonizació n europea en Asia, América y Oceanía.
El triunfo de la Revolució n Francesa (1789), que puso fin, a la aristocracia feudal y la nobleza
permitiendo el ascenso a poder político, del tercer estado ( la burguesía), a través de su representante en
el trono de Francia, Napoleó n Bonaparte (1804), llenó de terror a las monarquías europeas, que así como
en Francia, antes de la revolució n actuaban como símbolo del poder le la aristocracia y la nobleza en
defensa de sus intereses, convirtiéndose en un freno para el desarrollo pleno del capitalismo en Europa.
De ahí que las monarquías se coligaren militarmente, contra Francia revolucionaria, de manera sucesiva,
hasta que finalmente lograron derrotar a Napoleó n en la batalla de Waterloo (1815), pero el sistema
político representado por la monarquía absoluta, quedó seriamente golpeado, y no tardó su
desintegració n definitivamente.
De todas las naciones de Europa, Inglaterra y Francia eran las má s series competidoras, sus intereses se
enfrentaban en todas partes del mundo, en una terrible y permanentemente lucha por nuevos repartos
del mundo colonial y la explotació n de bs pueblos; de lo cual se deduce que Inglaterra haya encabezado
las diferentes coaliciones contra Francia, para así tratar de eliminar a su rival má s poderoso.
Inglaterra y Francia habían avanzado má s dentro del proceso y logros del sistema capitalista con relació n
a las demá s naciones europeas. Los ingleses en plena revolució n industrial necesitaban ampliar a toda
costa su imperio colonial, para obtener ventajas comerciales a través de una fá cil consecució n de
materias primas y productos alimenticios, la extracció n de metales preciosos y la ampliació n de su
mercado mundial; por este motivo, ingleses y Franceses organizaron flotas de corsarios para asaltar y
atacar las naves españ olas cargadas de productos sacados de las colonias americanas y mantenían un
amplio contrabando. El interés de Inglaterra en eliminar a Francia y Españ a, era por lo tanto, de lo má s
manifiesto.
3.3. LA INVACIÓ N DE FRANCIA Y ESPAÑ A ALARMA EN EUROPA Y EN AMERICA

45
El añ o de 1808, las tropas dé: Napoleó n Bonaparte ocuparon la península Ibérica (Españ a y Portugal).
Esto hizo que el rey de Portugal, escape con toda su corte a su colonia, Brasil, mientras que el rey de
Españ a fue llevado cautivo a Francia y obligado a abdicar, entonces Napoleó n, impuso a su hermano José
Bonaparte como rey de Españ a. El pueblo españ ol inició de inmediato la lucha contra los invasores, por
su liberació n nacional.
Estos sucesos alarmaron seriamente a la naciones europeas, que veían en los triunfos Franceses, un serio
peligro para las clases dominantes aristó cratas feudales, representadas por monarcas absolutos.
Inglaterra temía que Francia, al apoderarse de la corona españ ola, lo hiciera también con sus colonias en
América, desplazá ndola de sus aspiraciones, pues como ya indicó . Inglaterra, necesitaba a toda costa del
mercado latinoamericano para dar salida su ingente producció n de mercadería, fruto de su revolució n
industrial, considerando que los ingleses, habían sufrido un serio revés con la independencia de las trece
colonias ingreses en América (Estados Unidos), en 1776.
A Inglaterra le era fá cil desplazar a Españ a, ya que ésta se había estancado en el desarrollo del
capitalismo, manteniendo viejas formas feudales, por lo que al eliminar a Francia, Inglaterra se
convertirla en la mayor potencia mundial, cosa que efectivamente ocurrió .
La alarma no só lo era ara Europa, ésta se propago también en América; los terratenientes criollos
americanos se sintieron amenazados frente a la posibilidad de que movimientos revolucionaras,
similares a los de Francia, en los que ,muchos aristó cratas y terratenientes habían acabado en el
guillotina luego de grandes insurrecciones populares, también pudieron ocurrir en las colonias. La
burguesía criolla latinoamericana deseaba beneficiarse con el comercio inglés, entorpecido por las
regulaciones jurídicas del poderío españ ol, por eso ocurrió una dualidad en el comportamiento de los
criollos por un lado y por otro, de Inglaterra.

3.4. LA DUALIDAD CRIOLLA

Los criollos americanos, formaran las llamadas juntas patrió ticas (1809-1814), una de las primera en
formarse fue la ciudad de Quito (10 de agosto de 1809).En ella, los juntitas proclamaron la lealtad al rey
Fernando VII y desconocían a la vez, a las autoridades españ olas (virreyes, presidentes de audiencias.
etc.), que representaban precisamente al monarca de Españ a Fernando VII. Esto se hizo porque en el
fondo lo ú nico que buscaba era sufrir al poder político, como una nueva clase dominante, sin llevar a
cabo una transformació n econó mica y social, que habría significado el fin de la exploració n de las masas
populares a quienes los españ oles y criollos temían por igual, luego del ejemplo de Francia
revolucionaria. Esta situació n, quedó perfectamente al descubierto, pues una vez que los franceses fueron
derrotados y expulsados de Españ a y vuelto al poder Fernando VIL éste envió nuevos ejércitos a América
y todas las juntas fueron disueltas por la fuerza de las armas.

3.5. LA DUALIDAD INGLESA

Por otro lado, a los ingleses les convenía respaldar a Españ a contra Francia en territorio europeo, y así
combatir a su rival má s importante por la hegemonía mundial; mientras tanto en América, ayudaba a los
criollos en su lucha contra Españ a, ya que trataba de tomar su lugar en América.

3.6. LA DUALIDAD FRANCESA

46
Ademá s, hay que considerar que los Franceses habían realizado una revolució n, que había proclamado
los derechos del ser humano que les eran reconocido a los Franceses, pero no puestos en vigencia y peor
aplicados a favor de los pueblos de su imperio colonial, donde se pisoteaban los má s elementales
derechos humanos.

3.7. CONTRADICCIONES INTERNAS Y EXTERNA OUE INPULSARON


EL PRESO DE LA INDEPENDENCIA

El ascenso al poder, para consolidar el dominio de los criollos, en el plano econó mico, político y social fue
el estímulo interno má s importante para que les patriotas americanos llevaron a cabo la independencia
de las colonias españ olas, pues el monopolio europeo, en los cargos pú blicos y las dura regulaciones
impuestas al comercio, frenaban al proceso de desarrollo de los criollos, como poder econó mico y social.
Por otro lado, las ideas de la Revolució n Francesa, el ejemplo de la revolució n norteamericana, la
conflictiva situació n de Europa y la intervenció n inglesa a favor de la independencia, eso como el
debilitamiento de Españ a; fueron las causas externas del mismo hecho histó rico.
Al momento de inicciarse as guerras por la independencia, existía en América Latina, un descontente,
total, habían sucedido varias sublevaciones, las masas populares sufrían esclavitud, servidumbre y
segregació n racial, la pugna entre europeos y criollos era má xima y los ingleses, estimulaban el
descontento en todas partes.

3.8. EL PAPEL DE LAS MASAS POPULARES

La revolució n Latinoamericana del siglo pasado no se habría podido realizar sin el divido respaldo de las
masas populares (mestizos, indígenas, negros. muletas, etc.); pero se debe tener en consideració n, el
escaso grado de concienciació n (verdadero conocimiento e realidad social), que éstas hablan logrado y
cuyo resultado se anota, al encontrar que el pueblo se enroló a luchar, al encontrar que el pueblo se
enroló a luchar, en nú mero igual, tanto al favor de los ejércitos realistas, así como aliado de los ejércitos
criollos latinoamericanos en las guerras independencia. Tengamos en consideració n que la conciencia
social es un proceso lento, al que se integran grupos sociales en diferentes momentos historiaos, de
manera paulatina.

3.9. OUIENES FUERON LOS LIDERES DE LA INDEPENDENCIA Y QUE REPRESENTA.

En las guerras de la independencia, actuaron grandes personalidades como: Miranda, Bolívar, San Martín,
O'Higgins, Sucre, entre otros; los cuales representan los intereses de los criollos, como clase socia, es
decir, actuaron en defensa de su clase (terratenientes y burgueses); que luchaban para expulsar del poder
españ ol y tomarlos ellos. Muchos de estos líderes suponían que el triunfo de un orden justo y mejor, es
decir, integral para toda la sociedad.

3.10. ETAPAS DE LA INDEPENDENCIA


47
La independencia de Latinoamérica pasó por dos etapas: la primera fracasó , por cuanto aú n no se daban
las condiciones necesarias para conseguir el éxito deseado; ademá s, hubo aislamiento y falta de
coordinació n entre los distintos movimientos. Desde el principio, se pudo notar el verdadero cará cter de
la revolució n latinoamericana, comprobá ndose que las primeras juntas patrió ticas, fuera del cambio
político, no aspiraban una trasformació n econó mica y social.
Recordemos, en contraste, el movimiento verdaderamente revolucionario del cura Hidalgo en México,
quien al tratar de devolver al indígena la tierra y pedir un reparto má s equitativo de la riqueza, produjo
una reacció n de unidad, entre criollos y españ oles; quienes consideraron en peligro sus intereses y se
unieron en contra del movimiento revolucionario popular, por eso es que en México, la independencia se
produjo en comú n acuerdo, entre españ oles y mexicanos criollos.
Durante la segunda etapa de la independencia, las condiciones estaban ya dadas y a pesar de la terrible
represió n españ ola, de todas manera se produjo. Los líderes má s destacados de la independencia fueron;
Bolívar y San Martín. Bolívar colaboró decididamente por la independencia de Venezuela (Batalla de
Carabobo), de Colombia (Batalla de Boyacá ), del Ecuador (Batalla del Pichincha), del Perú (Batalla de
Junín y Ayacucho). San Martín prestó su valiosa ayuda para liberar a Chile (Batallas de Maipú y
Chacabuco) y también a Argentina y Perú .

3.11. RAZONES QUE TUBO INGLATERRA PAR4 PROPORCIONAR AYUDA A LA INDEPENDENCIA

Los ingleses ayudaron plenamente a la revolució n latinoamericana; lo hicieron con dinero, armas y
hombres, ellos deseaban el triunfo americano, para apoderarse de las riquezas naturales de América
Latina y así mismo convertirla en mercado de consumo de las mercancías de su revolució n industrial,
como ya se ha dicho.
De esta ayuda, surgió la célebre deuda inglesa, que serviría para el sometimiento posterior de la
economía de las nuevas repú blicas americanas a Inglaterra, dá ndose lugar al neocolonialismo, una nueva
fó rmula de dominació n, mediante la cual un país es políticamente independiente, pero su economía, es
absorbida por una gran potencia.

3.12. APORTE IDEOLÓ GICO DE FRANCIA

Francia aportó principalmente en el proceso de la independencia a través de la filosofía de los


enciclopedistas en aquello que se refiere a la soberanía popular, la divisió n de los poderes, los derechos
del ciudadano. etc.; fueron entre otros, los principios teó ricos en los que se inspiró la revolució n
latinoamericana, en su lucha ideoló gica contra el absolutismo, cuyo gobierno autoproclamaba ser de
origen divino.

3.13. CONSECUENCIAS INTERNAS Y EXTERNAS DE LA INDEPENDENCIA

La independencia de las colonias españ olas, hizo que éstas se convirtieran en repú blicas, pero fracasaron
en formar gobiernos inspirados en la filosofía política, liberal ya que la democracia burguesa, puede
funcionar bien y con regularidad, tan solo en condiciones capitalistas má s o menos estables. En
48
Latinoamérica la dependencia econó mica al imperialismo ingleses y el caos político social, impedían la
necesaria estabilidad interna en las diferentes repú blicas lo cual ocasionó frecuentes insurrecciones, que
estallaban en crisis políticas y hacían fracasar permanentemente el régimen presidencial y
parlamentario, apareciendo sucesivos caudaIismos, dictaduras y cambios políticos violentos. Las masas
campesinas, los esclavos y los mestizos; continuaron en la misma situació n anterior a la independencia.
Los criollos, ú nicos beneficiados con la independencia, se lanzaron a luchas intestinas por el poder
político.
Las estructuras econó micas, permanecieron intocables y de la dependencia econó mica de Españ a, se
pasó a la inglesa.

3.14. DIFERENCIA ENTRE LAS EVOLUCIONES BURGUESAS DE EUROPA Y LA DE LOS CRIOLLOS


LATINOAMERICANOS

Finalmente, consideramos brevemente, las diferencias entre las revoluciones burguesas de Europa y la de
los criollos latinoamericanos. Las revoluciones en Europa fueron desde luego diferentes a las
Latinoamericanas, pues en Europa la burguesía desplazó a la nobleza feudal, es decir el capitalismo al
feudalismo, erradicando sus formas de explotació n por otras nuevas. En cambio, en América Latina,
después de la revolució n se mantuvieron intocables aquellas formas econó micas basadas de explotació n
de una burguesía comercial importadora, explotadora. Dicho de otra manera, el proceso mundial del
capitalismo, que eliminó los vestigios feudales de Europa necesitó del mantenimiento de imperios
coloniales de economía dependiente, con una estructura interna en que se combinaran los latifundios, de
determinadas características feudales y una burguesía comercial que garantiza el libre cambio, tan
favorable para las grandes potencias industriales, pero desfavorable para los países productores de
materias primas, alimentos bá sicos y nulo desarrollo industrial.

3.15. NEOCOLONIALISMO Y LA NUEVA STUACION LATINOAMERICANA

Derrotada Españ a y expulsada de sus dominios americanos (a excepció n de Cuba y Puerto Rico),
Inglaterra ocupó su lugar; si bien es cierto, se logró la independencia política ya que los criollos tomaron
el poder, pero Inglaterra dominó econó micamente. Esta invadió el mercado latinoamericano con
mercancías inglesas e inició una exhaustiva explotació n de materias primas, la extracció n de sus recursos
minerales y su riqueza agrícola. Reconsolidaron nuevas formas de subdesarrollo econó mico, político y
cultural; el monocultivo, el monoproducto y la vieja estratificació n social, caracterizaron a las nacientes
repú blicas.
El cambio político no se reflejó en el campo econó mico social en beneficio de las masas populares, que
habían sido verdadera carne de cañ ó n en las guerras de la independencia y las que má s habían soportado
el yugo españ ol.
Los nuevos gobernantes alejados del pueblo, só lo se preocupaban por sus intereses, y nuevas
contradicciones propiciaron inestabilidad y luchas internas. Aparecieron caudillo militares y lucha
permanentes, entre la creciente burguesía contra los terratenientes por la hegemonía en el poder político,
que por algunas décadas, ensangrentarían nuestra historia republicana 8 guerras civiles entre lideres y
conservadores). Má s adelante, después de la 1º y 2º guerras mundiales. Estados Unidos, paulatinamente
desplazó a Inglaterra en la sucesiva explotació n de nuestros pueblos; pero así mismo, las masas

49
populares han oído poco a poco cobrando conciencia de su situació n, a través del inicio de un
pensamiento y acció n de verdadera liberació n nacional.
El neocolonialismo es una nueva forma de explotació n y miseria, de aquellos pueblos que han sufrido la
explotació n colonial en el pasado. Es la etapa inmediata posterior a la ruptura del vínculo colonialismo
que se logra a través de la independencia política, pues al encontrar el imperialismo en estas condiciones
a un determinado país, inicia su penetració n econó mica bajo la protecció n de la ideología burguesa, que
ha continuado dominando en la nació n independiente.
Al romperse la coyuntura colonial, las clases dominantes asumieron la responsabilidad directa del poder
político, liberaron las fuerzas econó micas de la dependencia a un solo país, al destruir la relació n
metró poli colonial, y simultá neamente abrieron las posibilidades de inversiones a otros países
imperialistas.
El neocolonialismo es una posició n regresiva del proceso histó rico de independencia o liberació n
nacional. Es la época del dominio invisible, el capital externo en los países que proclaman la má s absoluta
soberanía, política, mientras hipotecan los recursos naturales y pierden independencia en el nivel de las
decisiones internas y externas, por la fuerte presió n econó mica a que se encuentran sometidos. Los
neocolonias son los países pobres del mundo controlado y explotado por sus clases dominantes en
relació n directa con los monopolios imperialistas.

LECTURA
EL SIGLO XIX Y SUS CRISIS

El siglo XIX fue un verdadero arremetido revolucionario en Europa y América. Los grandes imperialismos
luchaban entre sí en la bú squeda del dominio mundial e igualmente soportaban grandes insurrecciones
populares dentro de sus fronteras. Españ a y Portugal, dueñ os de vastos imperios coloniales, estaban en
franca decadencia mientras Inglaterra y Francia, los mayores poderes del mundo de ese entonces, se
enfrentaban en tremendas y pavorosas guerras; de las cuales finalmente triunfaron los ingleses.
Por otro lado, los latinoamericanos que estaban guiados por pró ceres como Bolívar, San Martín, O'Higins,
Santander, Sucre, Artigas, etc., expulsaron a los españ oles luego de tres siglos de colonialismos. En este
momento de liberació n se iniciaba la repú blica y se escribían constituciones políticas en cada uno de los
nuevos Estados brillando un relá mpago de felicidades por solo un momento.
Reflexiones en esto:
1. La expulsió n de los españ oles y el asenso de los criollos, ¿fue el fin de la injusticia social?
2. La sustitució n de Españ a por Inglaterra y Estados Unidos. ¿No fue un continuismo con cambio só lo de
forma?
3. ¿No fue acaso el ú ltimo día del despotismo y el primero dé lo mismo?

UNIDAD 4

INCIDENCIA DEL LIBERALISMO EN LA SUPERESTRUCTURA POLITICA

La Revolució n liberal consolidó la política de libre cambio mundial y modificó las revoluciones de poder.
50
La Revolució n Liberal fue el fin de una época de dominio latifundista conservador e inició del dominio de
la burguesía mercantilista, trayendo consigo una serie de cambios que afectaron la vida de la nació n
ecuatoriana.

4.1. ANTECEDENTES

Durante la época colonial fueron poco a poco delineá ndose dos grupos econó micos poderosos entre los
criollos:
• Los terratenientes o Latifundistas y
• Los comerciantes o burguesía comercial.
Los primeros prevalecieron en la Sierra y su centro urbano má s importante fue Quito. Los otros en la
Costa y su ciudad má s importante fue Guayaquil.
Al ser expulsados los españ oles luego de la independencia y quedar los criollos dueñ os de la situació n, el
país fue gobernado por los representantes de los intereses econó micos latifundistas. Los grupos
mercantiles de Guayaquil fueron el centro principal de oposició n política.
Hay que recordar que al eliminarse las restricciones, de comercio exterior impuestas por la Corona
Españ ola, la independencia creó un contexto favorable para el desarrolle de nuevas actividades en la zona
tropical del Ecuador, consistentes en la recolecció n y el cultivo de productos destinados a la expor1ació n.
La ruptura de las trabas coloniales significaba para el tró pico la posibilidad de colocar el cacao en
mercados exteriores. La diferencia entre la economía de consumo doméstico agrícola cereal era e
industrialmente textil de la meseta, y la agricultura exportable de la regió n Litoral; comenzó a marcarse
desde el momento mismo de la emancipació n.
Así empezaron a definirse los primeros antagonismos entre las clases dominantes de las dos, principales
regiones de nuestro país. Para la Sierra era inconveniente un comercio exterior, producía competencia
con la industria textil semidoméstica, mientras que para el Litoral era conveniente el comercio exterior,
pues podía surtirse má s barato de los productos elaborados, vender su producció n exportable de cacao,
sal, madera y otros artículos. De estos dos grupos fueron poco a poco surgiendo los dos partidos políticos
má s antiguos del Ecuador: el partido conservador por los terratenientes de la Sierra y el partido liberal
como ideología política de los comerciantes de la Costa.

4.2. ETAPA CONSERVADORA

Desde la disolució n de la Gran Colombia e inicios de la repú blica, a partir de 1830, hasta 1895 gobernaron
los conservadores. Sus dos figuras políticas má s importantes fueron .luan José Flores y Gabriel García
Moreno que dominaron al país, el primero ejerció el poder o su influencia entre 1830 Y 1845; y el otro
entre 1860 Y 1875. Entre ambos períodos transcurren los gobiernos productos de la revolució n de marzo
de 1845, la tendencia liberal, etapa que se extiende durante 15 añ os, pero a pesar de su inclinació n
política la correlació n de fuerzas favorecía aú n a los latifundistas y el poder volvió a ellos con García
Moreno.
Los ú ltimos gobernantes de la repú blica conservadora fueron llamados progresistas, que a través de
determinadas reformas trataron de detener el liberalismo, pero ya las condiciones estaban dadas y
aconteció la revolució n liberal acaudillada por su líder el General Eloy Alfaro.
51
4.3. SU ESTRUCTURA ECONÓ MICA

En esta primera etapa de nuestra historia el medio de producció n del que dependía fundamentalmente
nuestra economía era la agricultura, la de la Sierra para el COnSIH110 interno y la de la Costa en menor
escala, dedicado al comercio internacional. La fuerza de producció n má s importante la consistía el
campesinado, que en condiciones serviles trabajaban en los campos, en lo que se ha denominado un
verdadero yugo feudal. Pequeñ os grupos de artesanos y obreros, manufacturas e incipientes industrias
en poder condiciones, así como algunos pequeñ os propietarios completaban el cuadro de nuestra fuerza
humana de producció n estaban dados por las condiciones de explotació n de latifundistas; sobre
campesinos, siervos de la Sierra y el dominio de los grandes comerciantes de Guayaquil sobre los
pequeñ os. Así eran grandes las rivalidades humanas entre los poderes econó micos de la costa y Sierra.

4.4. LA SUPERESTRUCTURA

El dominio político del poder conservador latifundistas, durante este período fue el fin reflejo de la
correlació n de fuerzas econó mico, sociales en este momento histó rico, ya que es ló gico que quien domina
la estructura econó mica debe también denominar la superestructura política.
El poder político de los conservadores se fortalecía ideoló gicamente con el catolicismo, lo cual le daba un
respaldo extraordinario sobre todo si consideramos la naturaleza a veces hasta el fanatismo de la mayor
parte del pueblo, especialmente el campesino de la Sierra. En este caso no se trataba ú nicamente de un
respaldo de índole espiritual, pues la iglesia, ademá s de construir el baluarte de la ideología
conservadora, era una rica institució n latifundista que disfrutaba del desigual reparto de riqueza al igual
que los demá s terratenientes.
De este ordenamiento econó mico, político e ideoló gico se desprendía una sociedad dividida en clases, en
cuya cú spide estaban los terratenientes y en su base los campesinos siervos, mientras en la ciudad de
Guayaquil se acrecentaban el poder de la burguesía comercial-importadora- exportadora. Era una
situació n que se buscaba justificar a través de las instituciones sociales, tales como la iglesia y su prédica
religiosa, así como las instituciones educacionales, las mismas que estaban en poder de ésta que otorgaba
una enseñ anza religiosa y elitista, es decir permitida, ú nicamente para las selectas del país.
Por eso, la iglesia se redujo a la condició n de institució n terratenientes de la sierra, plenamente
identificada con los sectores conservadores andinos, lo que explica la actitud originariamente anticlerical
de nuestra burguesía.

4.5. EL DESARROLLO DEL COMERCIO Y LA FORMACIÓ N DE LA BURGUESIA COMO CLASE

Las haciendas en los añ os de la colonia producían un excedente que era exportado a las metró polis
europeas y que ademá s abastecía el consumo interno.
Las colonias no eran simplemente un mosaico de grandes haciendas, pues conjuntamente con la vida
urbana. Las primeras ciudades, fueron fundadas por los europeos como centros organizadores de nuevas
conquistas; tal como fue el caso de Panamá ; otras surgieron alrededor de centros mineros como Potosí
(Bolivia); hubo ciudades que se desarrollaron hacia el interior, como resultado de la vida campesina

52
latifundistas (Quito) y otras en calidad de puertos de comerciales (Guayaquil y Lima por ejemplo). De los
puertos salían las mercancías, cultivos y minerales camino a
Europa e igualmente se recibían las mercancías tanto a través de las aduanas como del monopolio
comercial implantado por Españ a y Portugal. Es lo originó dos tipos de mentalidad, una consecuente con
el desarrollo interior (mentalidad conservadora) y otras proyectaba hacia el exterior y má s en contacto
con el resto del mundo (mentalidad liberal). Estos ú ltimos, dedicados al comercio fueron forjando una
incipiente burguesía importadora-exportadora, destinada desde entonces a fortalecer los vínculos de
dependencia externa hasta nuestros días, así como los latifundistas y comerciantes, cuya existencia, parte
desde la colonia, nos deben dar la pauta de lo que má s tarde serían los partidos políticos ,conservador y
liberal, que se turnaron muchas veces en el poder, ensangrentando trá gicamente las pá ginas de la
historia republicana de América Latina.

4.6. LA REVOLUCION LIBERAL

En la sociedad ecuatoriana se produjo el clá sico problema de la desigualdad de desarrollo entre los
niveles econó micos, políticos e ideoló gicos. Mientras la agricultura de exportació n había comenzado a
implantar un modo de producció n capitalista en la regió n costera, a la que había convertido en la de la
mayor importancia econó mica, a nivel político e ideoló gico seguían predominando en el pías formas
correspondientes al modo de producció n semifeudal; esto significa el control del estado por los
terratenientes serranos y el predominio de su ideología conservadora y clerical.
Por el los, las clases dominantes de las dos regiones acentuaron su lucha, al principio encubierta en
sutiles discrepancias filosó fico- religiosas, pero que no tardarían en manifestarse como expresió n
inequívoca del enfrentamiento por el poder político.
La lucha encontró su clímax en el Ú ltimo decenio del siglo pasado, con la Revolució n Liberal que estalló
en 1895, acaudillada por el viejo luchador, el General Eloy Alfaro, lo cual pese a no haber transformado
sustancialmente la infraestructura econó mica de la sociedad semifeudal del Ecuador, constituye un
verdadero hito histó rico en la medida en que, al transferir el control del Estado a la burguesía agro
exportad ora y comercial de Guayaquil modificó significativamente las relaciones de poder.
La Revolució n Liberal tuvo dos etapas; la primera se extendió entre 1895 y 1912, terminó con el
asesinato de Alfaro y se caracterizó por su radicalismo y fervor revolucionario. La segunda etapa ya de
1912 hasta 1925, fecha en que los militares dan un golpe de estado que se conoce como Revolució n
Juliana (julio de 1925). Se estabilizó nuevamente el sistema social, los liberales demostraron que no
buscaban oponerse a los intereses de los terratenientes, por lo que ellos quedaron incó lumes, así como el
yugo feudal del campesino no cambió , de manera que conservadores y liberales coexistieron sin
problemas.
Es aquí que la Revolució n Liberal inicia una etapa de dominació n bancaria: en esta segunda fase, la
Revolució n entra en un pleno de defensa de nuevos intereses representados por la burguesía, ahora en
poder político.

4.7. CAMBIOS DE LA SUPERESTRUCTURA

El triunfo del liberalismo significó , en el plano econó mico de país, dos cosas.

53
1. En el orden interno, el eje central de la vida economía pasó de los terratenientes, que giraban alrededor
de Quito, a los comerciales, centralizados alrededor de Guayaquil.
2. En el orden externo, de consolidó en el Ecuador su ingreso a la política de libre cambio mundial, lo cual
significaba que se permitía y daba facilidades a las mercaderías provenientes del exterior. lo que si bien
es cierto, convenía a los comerciantes, en cambio acentuaba nuestra dependencia con grandes potencias,
como Inglaterra y Estados Unidos, aunque finalmente la primera terminó por ser desplazada por
completo por la segunda cuyo poder es cada vez mayor.
Dentro de la divisió n mundial del trabajo, el Ecuador quedó como productor de cacao y cliente de la
revolució n industrial de las grandes potencias mundiales.
De este nuevo orden econó mico nacional, es que surge la nueva etapa de dominació n caracterizada por el
ascenso de la burguesía, con su expresió n política, el liberalismo y el descenso de los latifundistas y su
expresió n política, el partido conservador.
Sin embargo del advenimiento de la Revolució n Liberal el país siguió siendo cató lico y a pesar de
determinados ataques y críticas a la iglesia. la institució n se mantuvo intacta, má s aú n el liberalismo en
ningú n momento proclamó irreligiosidad, a pesar de que la nueva constitució n suprimió la necesidad de
ser cató lica para ser ciudadano.
Los gobiernos liberales se mantuvieron tibiamente reformistas, fuera de poquísimas reforma econó micas
que en nada afectaron al poder econó mico de la iglesia, no intentaron otras má s, lo que sí puede ser
considerado un notable progreso fue la implantació n del laicismo, es decir, la separació n de la iglesia y el
estado, haciendo que la educació n oficial se desvincule de la enseñ anza religiosa, aunque ésta se ha
mantenido a través de determinados centros educativos.
La creació n de colegios normales, la profesionalizació n del militar, la fundació n de colegios nocturnos
para obreros y otras reformas educativas, democratizaron la enseñ anza incorporando nuevos grupos
humanos a su beneficio que condicionó el ascenso político futuro de la clase mediana. También se creó la
Universidad de Guayaquil a fin de preparar a la juventud proveniente de los nuevos grupos del poder
econó mico de la Costa, para gobernar el país.
En el plano ideoló gico si bien es cierto el Ecuador continuó siendo cató lico, la libertad de cultos y
pensamiento permitieron la propagació n de nuevas ideas, sobre todo el estudio de humanidad modernas,
aunque grandes sectores continuaron en el oscurantismo e ignorancia, especialmente en los campos.
Las clases sociales permanecieron por igual casi intocables; el nuevo orden econó mico asentó a la
burguesía mejorando el comercio, creá ndose condiciones para el nacimiento de una clase media
compuesta por pequeñ os(as) propietarios (as) y profesionales productos de la liberalizació n de las
instituciones educativas. Ademá s, el incremento de la venta de cacao creó condiciones para le existencia
de nuevos latifundios, esta vez de la Costa, aunque con campesinado má s libre, distinto al de la Sierra,
cuya explotació n parte desde los añ os de la colonia.
LECTURA
La Revolució n Liberal.

La transformació n de 1895 es el punto crucial de la conformació n de un nuevo contexto político, que


servirá de marco para el desarrollo histó rico del Ecuador contemporá neo, en el cual los terratenientes
desempeñ ará n todavía un papel de primera importancia, aunque ya no decisivo.

54
También, la Revolució n Liberal, al quebrar el predominio político de los conservadores y el clero e
implantar la educació n laica, gratuita y teó ricamente universal, forjó un contexto favorable para el
desarrollo de ciertos grupos medios, que hasta entonces, muy poco habían pesado en la vida nacional.
Alfredo Pareja afirma que só lo cuando el mestizo es algo má s que peó n, artesano, empleado subalterno o
soldado, cumplida la transformació n de 1895, empieza a ser personaje de historia y tiene razó n, si por
ello ha de entenderse que ú nicamente desde entonces algunos sectores mestizos pasaron a constituir una
fuerza social autó noma. Hasta el siglo XIX y particularmente en la Sierra, habían integrado una categoría
étnica cuyo status ni siquiera fue definido con precisió n, dentro de una estructura que enmascaraba su
índole clasista bajo la apariencia de una divisió n racial dominada por la oposició n de blancos e indígenas.
Ademá s la Revolució n Liberal es histó ricamente importante por haber sacudido hasta el estremecimiento
la superestructura ideoló gica del Ecuador. Libertad de expresió n y de cultos laicismo como pauta de
acció n estatal, democratizació n que la cultura, he ahí los grandes principios institucionalizados por el
liberalismo. Aunque ellos no se hayan aplicado con rigor, ni beneficiado directamente a los sectores má s
pobres de la població n, significaron un progreso en relació n con la situació n precedente.

PRUEBA DE CONOCIMIENTO
1. Escriba en el espacio en blanco Verdadero o Falso
Los partidos políticos conservador y liberal fueron desliá ndose desde la época colonial.
…………………………………..
El partido liberal ha representado los intereses econó micos de los latifundistas mientras el partido
conservador ha representados los intereses de la burguesía comercial.
…………………………………..
El centro político de los conservadores ha sido Guayaquil y d de los liberales Quito.
………………………………….
2. Escriba en el paréntesis la letra que se relacione:
a. Influyó en la vida del país entre 1830 y 1845.
b. Influyó en la vida del país entre 1860 y 1875.
c. Gobernaron el país entre 1845 y 1860.
d. A pal1ir de 1895.
( ) Gobierno de tendencia liberal producto de la revolució n del 6 de marzo.
( ) Ú ltima etapa conservadora.
( ) Juan José Flores.
( ) Revolució n Liberal.
( ) Gabriel García Moreno.
3. Escriba en el espacio en blanco la respuesta correcta escogiéndola entre aquellas que está n debajo.
a. Constituían la fuerza de la producció n má s importante en la época del dominio conservador.
………………………………….
b. Condiciones de explotació n de latifundistas sobre campesinos siervos.
55
…………………………………..
c. Dominio político de los latifundistas.
…………………………………

UNIDAD 5

MOVIMIENTOS MUNDIALES

La implantació n de colonias benefició a Europa, en cambio los países sometidos aú n luchan por salir del
subdesarrollado.
5.1. CONQUISTA DE IMPERIOS COLONIALES Y DESARROLLO DEL CAPITALISMO

El descubrimiento y conquista de Asia, Á frica, Oceanía y América, fue el resultado del desarrollo del
capitalismo eh Europa.
El capitalismo sustituyó al feudalismo y dio lugar al nacimiento de las naciones de Europa moderna, al
consolidar a través del mercantilismo los vínculos de unidad nacional.
El sistema capitalista a pasado por tres grandes etapas: mercantil, industrial y monopolista.
La conquista y reparo del mundo inició en la primera de las nombradas. Una vez que el mercado interno
copó las fronteras nacionales de los principales países capitalista, entonces necesariamente tuvieron que
proyectarse má s allá de sus límites para así estimular y consolidar el nuevo sistema econó mico, mediante
imperios coloniales que les permitiese la explotació n de metales preciosos, materias primas, recursos
alimenticios y el mercado de consumo para garantizar el crecimiento de su poder y hegemonía mundial.
Estos imperios coloniales se extinguieron a todos los demá s continentes del planeta, los cuales fueron
cruelmente sometidos a la dominació n extranjera y sirvieron de complemento al desarrollo econó mico de
Europa, pero por otro lado, sometieron al resto del mundo en una situació n de subdesarrollo en la que
aú n se debate.

5.2. LA NECESIDAD DE GRANDES IMPERIOS COLONIALES PARA EL FORTALECIMIENTO Y DESARROLLO


DE LAS POTENCIAS CAPITALES.

La formació n de los grandes imperios coloniales fue necesaria para el desarrollo de las potencias
capitalistas, que rompió las fronteras nacionales, para establecer una moderna esclavitud econó mica y
explotar con el má ximo de seguridad los recursos naturales, de la presencia de la fuerza armada
extranjera, y la anulació n de la soberanía política de un determinado pueblo. Por eso se envían tropas
mercenarias y un gobernador de la colonia que ejerce el poder en nombre del país imperialista.
De esta forma se hace el saqueo de las riquezas naturales y se establece un mercado de productos
metropolitanos. Se destruyen las instituciones locales, retransforman las costumbres, se alteran los
modos de vida, se cambia el lenguaje nativo y se terminan las posibilidades del desarrollo cultural
tradicional. Hoy, los albores del siglo XXI aú n existen millones de seres humanos sometidos a esta forma
de dominació n; por ejemplo: Puerto Rico es territorio colonial se los Estados Unidos: las islas Guadalupe

56
y Martinica en el mar Caribe, son colonias francesas; las Islas Malvinas si continú an siendo colonia
britá nica; etc.

5.3. LOS ORIGEN ES DEL SUBDESARROLLO LATINOAMERICA

La situació n de dependencia econó mica v política de Latinoamérica colonial, el monopolio comercial


españ ol y portugués, la esclavitud negra, la marginació n de los mestizos, la escasa educació n que la
sociedad colonial otorgaba, la ideología cató lica medieval el monoproducto minero y ganadero y el
monocultivo han sido los elementos de juicio y algunas de las causas cuyo efecto fue el subdesarrollo,
que desde entonces ha venido padeciendo nuestra América Latina.

5.4. LAS POTENCIAS CAPITALISTAS, SU RIVALIDADES Y LUCHAS EN EL PROCESO FORMATIVO DE


GRANDES IMPERIOS PARA LOGRAR SU FORTALECIMIENTO Y DESARROLLO

Las grandes potencias europeas han pasado por interminables guerras y coaliciones de naciones en su
lucha por la formació n de imperios mundiales y para imponer nuevos repartos:
Españ a, Portugal, Holanda, Francia e Inglaterra; se fueron sucediendo en la cima del poder, mediante la
utilizació n de toda clase de recursos. La política mundial ha sido cada vez má s compleja, ha recurrido a la
destrucció n a través de terribles conflagraciones cada vez peores, ha llegado a la Primera y Segunda
Guerras Mundiales, que tan incalculables dañ os han ocasionado a la humanidad.
Las guerras má s importantes, producto del imperialismo, han ocurrido entre Inglaterra y Orlando (S.
XVIII), en las que triunfó Inglaterra y que significó la supremacía del capitalismo industrial sobre el
mercantilismo. Luego las guerras entre Francia napoleó nica contra las diversas cualidades encabezadas
por Inglaterra, cuyo resultado fue la hegemonía inglesa como la mayor potencia mundial del siglo pasado.
Finalmente, las guerras mundiales del siglo XX, dieron supremacía a los Estados Unidos. En otras
palabras las guerras por la posesió n del mundo han sido el resultado del sistema capitalista, pues luego
de que una potencia se apoderaba de un determinado país; otra buscaba arrebatá rselo mediante las
armas, por lo que bien se puede decir que el desarrollo del capitalismo a la historia de la guerra.
LECTURA
IMPERIALISMO
Desde el siglo V hasta el siglo XV el continente europeo vivió bajo el sistema feudal que se caracterizaba
por la existencia de grandes extensiones de tierra en la que prevalecía la voluntad del señ or feudal sobre
los explotados siervos de la gleba.
Má s adelante, ya en el siglo XVI los europeos especialmente Holanda, Inglaterra, Españ a, Francia y
Portugal ocuparon por medio de la fuerza grandes imperios. Esto significó la consolidació n del
capitalismo y su correspondiente revolució n industrial mientras que para América constituyó el saqueo
de sus riquezas naturales y la muerte de millares de aborígenes que no soportaban al trato inhumano que
se les daba en dura'; y bestiales formas de trabajo. Ademá s al traerse millares de esclavos del continente
africana América, convertían a dicho continente en un vivero humano de nefasta esclavitud.
De esta manera el mundo se dividió en potencias imperialistas y pueblos colonizados, lo que creaba una
nueva divisió n internacional del trabajo. La metró poli capitalista como eje central y potencia industrial,

57
mientras que los países sometidos se convirtieron en economía complementaria a beneficio del eje
central, compuesto come ya se ha dicho por estas grandes potencias.

UNIDAD 6

LAS GRANDES GUERRAS MUNDIALES Y SUS CONSECUENCIAS

Las disputas de los grandes potencias por el predominio y poder mundial provocaron conflictos bélicos
con devastadores resultados.

6.1. IMPACTO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL EN LA ECONOMÍA DEL PAÍS

Al comenzar el siglo XX las grandes potencias mundiales en franca competencia, se habían repartido el
mundo teniendo cada cual su propio imperio colonial Alemania se convertía en una gran potencia
mundial, pero carecía de colonias que le permitiesen abastecerse de materias primas a la vez que
sirviesen de mercado de consumo. Los alemanes deseaban arrebatar a otras potencias territorios
coloniales, especialmente en Á frica; así mismo los rusos; trataban de abrirse paso y llegar a Mediterrá neo,
a la costa de Turquía o de los países volcá nicos. El asesinato del heredero al trono de Austria- Hungría fue
el pretexto para esta guerra que produjo una gran devastació n mundial; Alemania, el imperio Austro
Hú ngara y Turquía, se enfrentaron a Francia, Inglaterra y Rusia; lo que equivalía a una conflagració n
mundial, si consideramos el imperio colonial que cada una de ellas arrastraba a la guerra, ademá s
posteriormente intervino Estados Unidos. La guerra duró desde 1914 hasta 1918 en la que Alemania y
Austro-Hungría fueron derrotadas.
Una vez transcurrida la guerra el mundo entró en crisis y la venta de cacao, nuestro principal producto,
comenzó a bajar, esto trato desocupació n en los campos, iniciá ndose migraciones a las ciudades grandes
como Guayaquil, donde las cosas comenzaron a encarecer y los empleos a escasear, lo cual provocó
trastornos sociales que se tradujeron en la matanza de 1922.
Los problemas econó micos y sociales derivados de la crisis producida por la 1 Guerra Mundial y la
desacertada política econó mica de nuestros gobernantes, traerían una larga etapa de inestabilidad
política que Juraría hasta 1948, cuando el Ecuador encontró un nuevo sustituto para el cacao, este fue el
banano que vino a mejorar nuestra situació n, dá ndonos equilibrio en lo econó mico y político.

6.3. LA REVOLUCION RUSA

Al iniciar el siglo XX Rusia estaba aun gobernada por el antiguo régimen de los zares. El zar era un
monarca con poderes supremos semejantes a un régimen absolutista. La situació n del país era muy
grave; millones de campesinos vivían en condiciones infrahumanas y la clase obrera padecía tremenda
miseria, en cambio los señ ores feudales, dueñ os de latifundios y grupos capitalistas disfrutaban de
opulencia y comodidad. La situació n empeoró con la derrota sufrida en 1905 en la guerra contra Japó n.
Diez añ os má s tarde estalló la I Guerra Mundial en la que Rusia participaba contra Alemania y Austria-
Hungría junto a Francia e Inglaterra. En esta ocasió n volvió a sufrir grandes reveses firmando en 1917 un
tratado de paz que equivalía a una rendició n. En este orden de cosas estallaba una revolució n encabezada
58
por Wladimir Lenin la misma que triunfó y terminó por llevar al paredó n de fusilamiento al zar y toda su
familia. Para inmediatamente, poner a los soviéticos, fá bricas a los obreros, tierra a los campesinos,
creació n de una repú blica de clase fueron las tesis de Lenin y que despertaron gran entusiasmo entre los
obreros sin trabajo, los campesinos hambrientos y los soldados cansados de la guerra. La Revolució n
Rusa hizo del país el primer estado comunista del mundo suprimiendo la propiedad privada,
estableciendo la dictadura del proletariado y declarando la igualdad social.
En 192 murió Lenin y asumió el poder José Stalin quien gobernó con mano de hierro hasta su muel1e en
1953. A él le tocó enfrentar los graves acontecimientos relacionados a la II Guerra Mundial, que esta vez
significó , luego de calamidades y sufrimientos, una gran victoria para los rusos así como para los países
aliados: Estados Unidos, Francia e Inglaterra, contra los derrotados: Alemania nazi, Italia fascista y Japó n
militarista.

6.3. LA UNION SOBIETICA

Se constituyó en el primer país socialista del mundo, tras la sangrienta revolució n en 1917 dirigida por
Wladimir Lenin que depuso el régimen de los zares e inició el primer gobierno comunista de la historia,
sistema econó mico político y social diferente por completo el capitalismo accidentado.

6.4. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y SUS REPERCUSIONES

La segunda guerra mundial fue la má s pavorosa de todas cuantas han acontecido. En ellas murieron
millones de personas y naciones enteras fueron arrasadas. Esta guerra, al igual que otras, ocurrió por las
disputas de las grandes potencias por la hegemonía y poder mundial. En esta guerra se enfrentaban
Alemania, Italia y Japó n contra Inglaterra, Francia, La Unió n Soviética y Estados Unidos; pero estas
poderosas naciones arrastraban prá cticamente a todos los demá s países en una conflagració n sin
presidentes.
Los alemanes y sus aliados pensaban dominar el mundo cometiendo atrocidades espantosas: para tener
una idea pensemos tan solo en el asesinato de 6 millones de judíos, en los campos de exterminio de la
Alemania Nazi que gobernaba Adolfo Hitler, uno de los dictadores má s temibles de la historia humana.
Afortunadamente Alemania, Italia y Japó n fueron derrotados.
He aquí algunas consecuencias de la guerra:
l. Europa quedo devastada.
2. El mundo quedó dividido en dos bloques: el capitalista y el socialista.
3. Estados Unidos, se convirtió en la mayor potencia mundial
4. Se creó la Organizació n de Las Naciones Unidas (ONU) para resolver futuras controversias.
5. Estados Unidos y la Unió n Soviética iniciaron una guerra de amenazas que se denominó guerra fría, la
cual llenaba de espanto a la humanidad considerando la existencia del mortífero poder de las armas
nucleares.
6. Muchas revoluciones y movimientos de liberació n nacional comenzaron a sacudir el mundo.
En lo que respecta a la América Latina, la II guerra mundial tuvo también sus repercusiones, pues en los
planes de Alemania también se incluía su dominio sobre América, por lo que Estados Unidos buscaba
59
estrechar lazos con Sudamérica evitando la influencia de las potencias enemigas así a producirse la
invasió n Peruana, se reunieron los cancilleres americanos en Río de Janeiro a fin de tratar sobre la grabe
situació n mundial. Estados Unidos buscaba en estas circunstancias, una solidaridad a su alrededor para lo
cual no vaciló en sacrificar nuestro país, obligá ndola bajo amenazas afirmar un protocolo,
sarcá sticamente denominado de paz, amistad y limites con el Perú en el que renunciá bamos a 200.000
km2 de nuestros territorios amazó nicos. Desde luego, los tratados firmados por la fuerte y coacció n
carecen de validez. Sin embargo se firmo la paz con el Perú en 1998, la demarcació n final se hizo sobre la
base del protocolo de Río de Janeiro.
Después de la II guerra mundial, algunos países europeos; y Estados Unidos, volcaron su atenció n hacia
ciertos países sudamericanos como México. Argentina. Brasil aparente ente con el fin de realizar
inversiones, pero en realidad querían proveerse de materias primas como cobre, estañ o, petró leo y otros
minerales y adquirir productos, alimenticios de orden agrícola, como: café, cacao, banano, azú car. Todo
este muestrario comercial produce el encadenamiento de los países sudamericanos con los monopolios o
instituciones financieras externas, en especial de los Estados Unidos. El circuito se cierra a través del
comercio exterior, que hacen las grandes potencias de sus productos elaborados, pero la balanza
comercial siempre ha sido desfavorable para nuestros países, pues a pesar de que aumenta el volumen de
exportació n de materias primas. no puede equilibrar los volú menes de la importancia.
La II Guerra Mundial significó el aumento de precio de algunos de nuestros productos exportables como
el cacao, el café, el arroz; pero esto benefició a las poderosas burguesías nacionales de la Costa y la Sierra,
mientras la pobreza aumentaba entre el pueblo ecuatoriana.
El descontento y la represió n fueron en aumento hasta que el 28 de mayo de 1944 estalló un
levantamiento popular que derrocó al gobierno de Arroyo, llamá ndose a gobernar al Dr. Velasco Ibarra
que inició su segunda gestió n administrativa.

6.5. NACIMIENTO DE LA INDUSTRIA LATINOAERICANA COMO CONSECUENCIA DE LAS GUERRAS


MUNDIALES

6.5.1. APARICION DE LA IDEAS SOCLALES

Los Estados Unidos, fueron penetrando poco a poco en la economía latinoamericana, pues su vecindad, le
daba una gran ventaja sobre la lejana Inglaterra. Esta situació n se agravó para los ingleses durante la I y
II Guerras Mundiales. Inglaterra, fue el centro de estos conflictos y tuvo que dedicar todas sus energías a
europeas, teatro de la guerra: lo cual fue aprovechado por Estados Unidos que terminó por eliminar a su
rival y asumir la hegemonía sobre América Latina. Sus capitales, mercancías y dominio comercial, se
volcaron al sur del Río Grande. América Latina iniciaba una nueva etapa de dependencia: la
norteamericana.
Durante las guerras mundiales, Latinoamérica, tuvo cierta libertad para desarrollar su industria este
limitado progreso permitió la aparició n de un incipiente proletariado obrero así mismo, aparecieron las
primeras ideas socialistas, todo lo cual va a dar lugar a la fundació n de los partidos políticos de izquierda:
el socialista y el comunista frente a los partidos tradicionales liberales y conservador.
Las guerras mundiales mantuvieron ocupadas a las grandes potencias capitalistas en la producció n de
armamentos lo cual permitió un incipiente desarrollo industrial en Latinoamérica, principalmente en
México, Brasil y Argentina.

60
La crisis econó mica de la posguerra, originó la migració n campesina a las grandes ciudades, cuyo
crecimiento desarrolló fuentes de trabajo asalariado, situació n que atrae a los campesinos que esperan
encontrar en las ciudades su redenció n econó mica que ha significado la formació n de suburbios pobres.
Después de las guerras mundiales, se han creado nuevas empresas extranjeras llamadas transnacionales
que no es otra cosa que la inversió n masiva de capitales forá neos en el campo del comercio y de la
industria: teniendo a los nacionales, como socios menores de poca importancia, esto tiende a asegurar y
consolidar nuestra dependencia.

6.6. EL PLAN MARSHALL

La primera y segunda guerra mundiales, significaron un terrible azote para los pueblos de Europa. Asia y
Á frica: en cambio no lo fue para los grupos de poder econó mico- político norteamericano. En primer
lugar ellos estaban lejos de la zona de conflicto; en segundo lugar las guerras han servido a Estados
Unidos para el desarrollo de la industria armamentística y en tercer lugar, su intervenció n se produjo
cuando la guerra estaba casi definida.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, mientras los devastadores resultados de conflicto, sumían al
mundo en una palpable crisis econó mica, Estados Unidos, se presentó como supuesto salvador a través
del llamado Plan Mashall, que significó masivos préstamos y grandes inversiones de capitales
norteamericanos, para aumentar su influencia econó mica y política a nivel mundial.

6.7. INFLUENCIA DE LA REVOLUCIÓ N RUSA

El triunfo de la Revolució n Rusa causó un gran impacto en el mundo, sobre todo si consideramos que se
trataba del primer estado socialista de ideología marxista. Esta revolució n ocasionó gran temor, ya que en
sus principios señ ala la abolició n de la propiedad privada sobre los medios de producció n social, que es
precisamente la base del sistema capitalista, que caracteriza a las naciones de occidente. Los ideó logos
de la Revolució n Rusa anotaron la necesidad de destruir el sistema capitalista y levantar sobre sus ruinas
al socialismo, para lo cual debía extenderse por todas partes la violencia revolucionaria. Esto produjo en
las naciones capitalistas una reacció n anticomunista, mientras que los partidos comunistas se
organizaron en todos los países del mundo atrayendo a grupos obreros, campesinos, intelectuales y
estudiantes.
Revoluciones socialistas o cambios a ese sistema se fueron poco a poco extendiendo por el mundo;
recordemos que después de la II Guerra Mundial, a partir de 1945, se sumaron al socialismo los países de
Europa Oriental tales como Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia, Rumania, etc. Mas tarde en 1949 la
revolució n china Mao- Tse- Tung triunfaba inexorable y 10 añ os má s tarde el socialismo se extendía a
Cuba, así como países á rabes y africanos.

6.8. LA COEXISTENCIA PACÍFICA

Después de la Segunda Guerra Mundial la Unió n Soviética y los países capitalistas mantuvieron al mundo
en permanente amenaza través de la llamada guerra fría que duró 44 añ os; pero luego, la doctrina de la
coexistencia pacífica, propuesta por la Unió n Soviética, bajó las tenciones. La convivencia pacífica es una

61
propuesta surgida en foros internacionales para disminuir las tenciones causadas por enfrentamientos
entre las superpotencias, particularmente entre Rusia y Estados Unidos por alcanzar lo hegemonía
mundial, lo cual impulsó la mas frenética carrera armamentística de todos los tiempos, originada por las
divergencias ideoló gicas e intereses econó micos profundos, que cercó la distribució n bipolar del poder
mundial, el planeta se dividió en dos grandes zonas de influencia: Este - Oeste, todo su proceso político
estuvo condicionado por las motivaciones de la guerra fría, que también involucró a América Latina, a
causa de las dictaduras militares, las guerras sucias de represió n, los enfrentamientos políticos, las
guerrillas, los atentados terroristas y otros episodios.
La Organizació n del Tratado Atlá ntico Norte (OTAN) y el Pacto de Varsovia fueron los brazos armados de
los dos bloques y de ideoló gico-político, cuya cró nica de enfrentamientos militares y sus movimientos
tá cticos y estratégicos se establecieron para ampliar sus respectivas zonas de influencia o para afirmar
las á reas que ya estaban bajo su control. Pero este orden de cosas se desplomó de pronto, sin que nadie lo
previera, ante el asombro del mundo. Numerosos acontecimientos conmovieron a Europa del Este; había
terminado la guerra fría. Con la caída del muro de Berlín, el desplome d~ la Unió n Soviética en 1991 y la
desintegració n del bloque marxista, nació un nuevo orden internacional. La bipolaridad dio paso a la uní
polaridad. Se produjeron grandes logros en el campo de desarme nuclear de alcance medio y corto.

De las dos alianzas militares (OTAN Y Pacto de Varsovia), una fue desmantelada y la otra hizo una
conversió n fundamental, ocurriendo la impensable, la OTAN abrió sus puertas a los países de la otrora
alianza enemiga. Las potencias occidentales el 10 de enero de 1999 aprobaron el programa denominado
"Asociació n para la paz" propuesta por el presidente Hill Clinton de los Estados Unidos, como primer
paso para la ulterior ampliació n de la OTAN y la admisió n de los Estados del oriente europeo. Rusia
terminó por adherirse constituyéndose en el 27° socio el 31 de mayo de 1995. La nueva estructura euro
atlá ntico de la OTAN que es la inclusió n de los antiguos Estados de la ó rbita soviética, tiene como
finalidad desalentar cualquier tentació n expansionista de Rusia sobre los países que hasta hace poco
integraron su bloque.

6.9. LA POSICION CHINA

China culminó se revolució n en 1949 y es una de las potencias mundiales. Los chinos consideran que los
rusos al proclamar la coexistencia pacífica, se apartaron del marxismo y de la filosofía de la revolució n
violenta del proletariado.
Como respuesta a la política occidental de ampliació n de la OTAN, Rusia realizó un movimiento de
aproximació n a China- su otrora enemiga en la disputa por el liderazgo del movimiento comunista
mundial- y concluyó con ella una alianza militar y comercial que tendrá importantes consecuencias en el
equilibrio internacional del futuro. Se trata de un acuerdo de cooperació n estratégica, en el á rea especial,
de energía y de aviació n civil e integració n econó mica entre los dos países, suscrita en el Kremlin y el
primer ministro chino, Li Peng.

6.10. LA REVOLUCION CUBANA

Cuba fue la ú ltima de la~ colonias españ olas de América conjuntamente con Puct10 Rico. Pasó de manos
de Españ a a poder de los Estados Unidos, luego de la guerra que provocó ese país, con la que logró
arrebatarle al agonizante imperio colonial españ ol: Cuba. Puerto Rico y las Islas Filipinas.
62
Gradualmente Cuba recibió la independencia, pero sus gobiernos fueron siempre pro- norteamericanos y
su economía dependía exclusivamente del monoproducto azucarero que era adquirido por el país del
norte casi totalmente. Fidel Castro encabezó la revolució n contra el dictador Fulgencio Batista, quien
gobernó en un ambiente de opresió n y miseria por lo que la revolució n fue bien recibida.
En 1959 se conoció por primera vez en la historia de América Latina el triunfo de una revolució n
socialista en la isla de Cuba, de Fidel Castro. La Revolució n Cubana ha logrado grandes metas de
desarrollo y justicia social; pero se ha visto frecuentemente atacada y aislada por los Estados Unidos, con
toda la intervenció n que este país tiene en América. A pesar de todo, se ha sentido profundamente la
influencia de esta revolució n en Latinoamérica. No se trató de un cambio de gobierno má s, sino de una
verdadera transformació n social. Cuba y Estados Unidos rompieron relaciones diplomá ticas y la isla
inició su acercamiento a los países socialistas, especialmente a Rusia. La O. E. A., a instancias de Estados
Unidos rompió con Cuba e inició un bloqueo econó mico. Ni al bloqueo continental, ni la invasió n armada
de 1971 organizada por los exiliados cubanos y el gobierno de Kennedy, ni el desmoronamiento de la ex
URSS y por lo mismo la caída del comunismo en Occidente, que significó ademá s la pérdida de ayuda
econó mica y asistencia técnica para Cuba, le han doblegado
Cuba se mantiene hasta dentro de los lineamientos de la revolució n y filosofía comunista entre sus logros,
Cuba llevó adelante una verdadera e integral reforma agraria, urbana, nacionalizació n de la banca y de las
empresas norteamericanas; ha logrado un muy alto nivel científico, y tecnoló gico, especialmente en los
campos de la educació n y la salud. Parece que muchos países reconsideraron su posició n frente a Cuba y
han reanudado relaciones: no así Estados Unidos, que cada vez toma nuevas medidas de represió n
econó mica contra el gobierno y por ende contra el pueblo cubano.

6.11. INFLUENCIA EN EL ECUADOR Y LATINOAMERICA

La Revolució n Cubana generó mucho entusiasmo en el Ecuador y en toda Latinoamérica que, veía có mo
en esa isla ocurría una reacció n en contra de las minorías dominantes burguesas y latifundistas, así como
contra el imperialismo norteamericano dueñ o de bancos, negocios hoteles, empresas y sobre todo
propiedades del azú car, monoproducto cubano: La revolució n terminó con el latifundismo, estatizo el
comercio y la banca así como nacionalizó el azú car y todas las empresas norteamericanas. Al poco
tiempo se iniciaron movimientos guerrilleros en varios países, tales como Venezuela. Colombia. Perú .
Bolivia. Uruguay, etc. Se habló de que Cuba trataba de explotar la revolució n y los países de
Latinoamérica apoyados por Estados Unidos rompieron diplomá ticamente; aislando la revolució n, pero
las ideas no tienen fronteras y la ideología marxista de la Revolució n Cubana aumentó su acció n creció .
En Bolivia, uno de los má s importantes líderes de la Revolució n Cubana, el comandante Ernesto "Che"
Guevara, dirigió personalmente las guerras que fueron derrotadas y el "Che" murió .
Pero en otras partes, el movimiento marxista tuvo excito, tal como ocurrió en Nicaragua con el triunfo de
la Revolució n Sandinista sobre el sangriento régimen de Somoza. En otro país, El Salvador los grupos
marxistas desataron una guerra civil de sangrientos resultados, mientras que la convulsió n social se
sintió en toda América Central. Por otro lado en América del Sur, gobiernos militares aplastaron
guerrillas en Uruguay, Argentina, Brasil y Bolivia, así como en Chile una revuelta militar acabó con el
régimen del presidente socialista Salvador Allende asesiná ndolo en instaurando una de las dictaduras
má s feroces de la historia de América.
Ni las dictaduras militares ni el populismo demagó gico hall significado la solució n de los problemas del
ecuador y América Latina que aú n esperan por los cambios sociales que les permitan el tan esperado
desarrollo econó mico y justicia social.

63
En el caso del Ecuador la revolució n Cubana empezaba a tener cierta incidencia y el presidente Carlos
Julio Arosemena daba a notar determinados despuntes de izquierdismo, lo cual determinó su caída
asumiendo el poder una dictadura militar. Actualmente si bien es cierto que la espacio en América del
Sur, los grandes intocados, se agrava la situació n de las podría estallar en una incontenible marea
guerrillera va perdiendo problemas sociales siguen mayorías populares, lo que bien situació n
revolucionaria.

LECTURA
Consecuencia de las Guerras

La historia del mundo es la historia de la guerra, revoluciones, golpes de estado imperialismo. etc. Las dos
grandes guerras mundiales trajeron graves consecuencias que llevaron al mundo a una terrible crisis
econó mica e hicieron que en Europa surgieran dictaduras como la fascista de Mussolini en Italia
dictadura nazi de Hitler en Alemania el falangismo de Franco de Españ a. Otra repercusió n fue la
Revolució n Rusa que significó el primer estado comunista del mundo.
La Segunda Guerra Mundial de pavorosas y sangrientas consecuencias dividió el mundo en dos á reas de
hegemonía: la influencia de rusa en Europa Oriental parte de Asia y Á frica; la influencia norte americana
sobre Europa Occidental, América Latina, parte de Á frica y Asia. Cabe señ alar que la Revolució n Cubana
llevó a ese país al entonces bloque soviético línea que también siguieron la Revolució n Sandinista de
Nicaragua y la revolucionaria de El Salvador y Guatemala.
China es también una gran pieza de la dominació n política en el tablero del ajedrez mundial haciendo
sentir su influencia en el continente asiá tico.
Digamos que no todo es malo en la historia ya que la ciencia progresa vertiginosamente se hacen
trasplante de corazó n, riñ ones, ojos, etc.; existen instituciones para la protecció n de la vida animal y
vegetal; los medios de comunicació n internacional nos hacen conocer el minuto lo que ocurre en
cualquier parte del planeta; hay inmensas regiones que esperan ser cultivadas: en otras palabras la
felicidad del ser humano depende de él mismo si los estados de todo el mundo se pusieron de acuerdo en
una mutua colaboració n que aseguren la paz mundial.

UNIDAD 7

FORMACION SOCIAL NACIONAL

7.1. BREVE HISTORIA


- La conquista españ ola produjo la divisió n de nuestra sociedad en explotadores blancos e indígenas
explotados. De fa mezcla racial surgieron los mestizos que aunque considerados superiores al indígena
eran seí1alados como inferiores a los españ oles. Por otro lado los hijos de los españ oles en españ olas o
sea también blancos, fueron aceptados en calidad de clases dominantes, pero sin derecho a participar en
el gobierno de América. Finalmente aunque pocos se trajeron negros en condició n de esclavos. Esta fue la
correlació n:

Mestizos Españ oles


64
Clases explotadas: Indígenas Clases dominantes: Americanos
Negros Criollos-clero

7.2. LA SITUACIÓ N ECONÓ MICA, LAS LEYES Y LAS RAZA DETERMINABAN LA CLASE SOCIAL

Al producirse la independencia fueron expulsados los españ oles y los criollos ascendieron al poder
político mientras que mestizos negros y mulatos en un pequeñ o porcentaje lograron ascenso social a
través de la carrera militar. Las clases sociales se conformaron má s o menos así:
l. Terratenientes de la Sierra y comerciantes de la Costa.
2. Trabajadores pobres de las ciudades.
3. Campesinos siervos y esclavos.

En la primera fase de la repú blica gobernaron los terratenientes a través del partido conservador y luego
los comerciantes, con el triunfo de la revolució n de Eloy Alfaro, a través del partido liberal. La esclavitud
quedó abolida bajo el gobierno de Urbina de tendencias liberales. A fines de la época liberal surge la clase
media formada por empleados pú blicos profesionales pequeñ os comerciantes. etc. Luego del fracaso de la
revolució n liberal el advenimiento del populismo político y la gran crisis econó mica mundial, grandes
masas populares abandonaron el campo para ir a la ciudad en busca de mejores situaciones
incrementando los suburbios o cinturones urbanos de miseria.
En conclusió n las actuales clases sociales serían como siguen:
a. Burguesías nacionales y extranjeras (industria y comercio)
b. Terratenientes (agrícolas y ganadores(a) y mineros(as) (nacionales y extranjeros).
c. Clase Media: pequeñ os(as) propietarios de tierra, comercio e industrias pequeñ as, primer- grupo.
Burocracia, obreros(as), especial izados(as) y profesiones liberales.
Segundo Grupo-.
Profesores(as), intelectuales (autores(as) periodistas. etc.) estudiantes.
Tercer Grupo-.
Militares, podrían ser ubicados en cualquiera de los tres grupos de acuerdo con su jerarquía: asimismo el
clero.
d. Proletariado: obreros(as) y campesinos(as).
e. Subproletariado: trabajadores(as) no hijos, vendedores(as) ambulantes.
F. Lumpen: delincuentes, vagos(as) prostitutas, etc. (no son una clase propiamente dicha).

73. LA CLASE OBRERA EN EL ECUADOR

Desde la época colonial el trabajador ecuatoriano ha sufrido duras condiciones laborales. Recordemos
las famosas encomiendas y obrajes o sea el trabajo en los campos las mismas y los talleres lugares de
terrible padecimiento para los aborígenes. Se trataba de un régimen de servidumbre en los campos de
65
esclavitud en las mismas, en las que b mayor parte morían debido al cruel trato y a las pésimas
condiciones de trabajo así mismo deben recordarse los obrajes y batanes donde amenazados por el lá tigo
del capataz trabajaban niñ as, niñ os y mujeres interminables jornadas en las que en gran nú mero morían
de cansancio y hombre junto a los telares. En las ciudades, mestizos dedicados a la artesanía apenas
obtenían lo necesario para su sustento aunque se protegían a través de gremios que regularizaban el
trabajo de oficiales y aprendices.
Cuando ocurrió la independencia prevalecieron las duras condiciones de trabajo y explotació n hasta ya
avanzadas nuestro siglo XX. Se trabajaban 10, 12 o 14 horas diarias, no existían vacaciones, algunas
empresas laboraban hasta siete días a la semana, no existía la jubilació n, atenció n médica, ni ningú n
género de protecció n social al trabajador, mientras aumentaba la carestía de la vida. Durante el añ o
1922 los obreros guayaquileñ os exigieron mejores condiciones laborales y sueldos má s justos. Por
primera vez, en la historia del país hubo un paro general de actividades produciéndose entonces una
terrible matanza en las calles de alrededor de dos mil personas.
A partir de entonces diferentes gobiernos introdujeron reformas en beneficio de la clase obrera. En 1937
en la administració n del Gral. Enríquez Gallo se puso en vigencia, el Có digo del Trabajo, en el cual se
establecen los principios que deben regir relaciones obrero-patronales.
Otro gobierno creó el seguro social, gracias al cual es posible jubilarse, recibir montepío, mortuorias,
préstamos, etc. entre otros beneficios.

7.4. EL COMITÉ DE EMPRESAS Y EL SINDICA TO DE TRABAJADORES

Son organismos que existen en funció n de la acció n del trabajo tanto a nivel del patrono como de los
obreros. El Comité de Empresa es un organismo en el que participan patrones y obreros en funció n de
empresa. El sindicato de trabajadores agrupa ú nicamente a los obreros. En ambos caos los organismos
ceben buscar el mejoramiento empresarial y su proyecció n social, así como; el de los trabajadores; pero
en caso de producirse un impase, la ley establece la prioridad del comité de empresas sobre el sindicato
de trabajadores.

7.5. LAS CENTRALES OBRERAS EN EL ECUADOR

Son organismos de diversas ideologías que agrupan a sectores de trabajadores sindicalizados. Existen las
siguientes:
CTE: Confederació n de Trabajadores del Ecuador.
CEDOC: Confederació n Ecuatoriana de Obreros Cató licos,
CEOSL: Confederació n Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres.
UGTE: Unió n General de Trabajadores del Ecuador.
La primera de las nombradas es de orientació n marxista está relacionada con el partido comunista. La
CEDOC, es de orientació n religiosa y su ideología se identifica con la acció n social de la Iglesia Cató lica. La
CEDSL manifiesta ser exclusivamente obrera y sin intereses religiosas, ni tampoco marxista. La divisió n
del movimiento obrero ha sido marcada, pero no han faltado circunstancias en que las centrales
sindicales se han unido en su lucha por intereses afines; después de todo lo problema que afrontaron son
similares. De esta unió n surgió lo que se conoce Frente Unitario de Trabajadores (as) FUT.
66
7.6. EL PROBLEMA DEL CAMPESINO ECUATORIANO

7.6.1. Antecedentes Histó ricos

El Ecuador es un país que ha sido fundamentalmente agrio. Antes de la llegada de los españ oles, los
aborígenes vivían esencialmente de la agricultura y continuaron en esas actividades en condiciones
serviles, situació n que no ha cambiado hasta nuestros días. En la regió n de la Sierra los conquistadores se
apoderaron de las tierras del indígena despojá ndolo y esclavizá ndolo. Las legislaciones de esa época lo
consideraron un sujeto irresponsable y que su capacidad no sobrepasaba a la de un menor de edad,
llegá ndose inclusive a dudar sobre si tenía o no alma. El españ ol se apoderó de la tierra como
encomendero y lo puso bajo su protecció n. En realidad esta era una forma de explotarlo y quitarle su
tierra.
Luego, las encomiendas fuero suprimidas debido a los mú ltiples abuso de los encomenderos, pero se
mantuvo la gran propiedad del blanco usurpador y el aborigen continuó siendo un siervo sometido a las
mismas condiciones de explotació n, ahora con el nombre de peó n. Desde entonces el indígena recibía una
pequeñ a extensió n de tierra para que la cultive y supuestamente le sirva para el mantenimiento de su
familia, pero al no alcanzarle tenía que trabajar por un salario ínfimo y miserable para e1 terrateniente,
de quien ademá s recibía algunos productos alimenticios o animales, de tal manera que al hacer cuentas,
resultaba que era el peó n quien debía pagar al patró n, por lo tanto tenía que seguir trabajando sin poder
salir de la hacienda.
Así se pasaba la vida y luego de su muerte heredaba la deuda su hijo(a) y así sucesivamente
convirtiéndose en un yugo total de generació n en generació n, situació n que duró relativamente hasta
hace unos pocos añ os.

7.6.2. SITUACION ACTUAL DEL INDIGENA Y EL MONTUBIO

El campesinado ecuatoriano se divide en dos grandes grupos:


a) El campesinado de la Sierra o indígena.
b) El campesinado de la Costa o montubio.
Ademá s, en la Amazonia y el Archipiélago de Galá pagos también hay campesinos, pero la població n de
estas regiones es aú n muy pequeñ a y espera nuevos nú cleos de colonizació n.
No hay mayores diferencias sociales entre el indígena y el montubio, aunque si hay diferentes raciales y
lingü ísticas. Ambos son sujetos explotados que viven en condiciones miserables: el primero en una choza
de barro y el segundo en una rú stica vivienda de cañ a.
Ellos no pasan de tener una pequeñ ísima extensió n de tierra propia o arrendada que no abastece sus
necesidades, pues sus métodos de trabajo son por demá s primitivos y sus condiciones de salubridad
verdaderamente precarias debido a la falta de médicos, medicinas y protecció n contra el medio ambiente.
Sus salarios son bajísimos por lo que su alimentació n resulta muy deficiente con un alto índice de
parasitismo y desnutrició n; la alta mortalidad infantil es consecuencia de todo esto. La situació n se
agrava si consideramos la falta de planificació n familiar ya que son las familias que mayor nú mero de
hijos(as) tienen, los que creces sin tener mayores oportunidades de tener un buen futuro.
67
La educació n rural es muy deficiente y escasa, el índice de analfabetismo en el campo es alarmante y los
colegios secundarios son casi inexistentes y los que hay tienen escasísima atenció n por los poderes
pú blicos. Los vicios y el licor hacen fá cil presa de ellos por convertirse en una vía de escape para tan
reprimida vida, las invasiones de tierra, el cuatrerismo y diferentes formas de violencia se n las secuelas
de esta deplorables condiciones de vida, a veces empeorada por la injusticia en el trato y relaciones
laborales de los terratenientes con frecuente complicidad de autoridades políticas y por qué no decirlo el
abuso de los malos curas.

7.6.3. POSIBLES SOLUCIONES

l. Reforma Agraria integral eliminado el latifundismo e incorporació n de las tierras que no se utilizan aú n.
2. Tecnificació n de sistemas agrarios a fin de que exista mayor productividad.
3. Educació n técnica al campesinado.
4. Seguro Social adecuado, atenció n médica permanente y protecció n ambiental.
5. Campañ as permanentes contra el vicio y eliminació n paulatina de la delincuencia, no solo mediante
represió n sino mediante la reeducació n.
6. Mayor justicia social para el campesinado.
7. Normas jurídicas que reivindiquen al campesinado y frenen a los terratenientes explotadores.
8. Prá ctica de un verdadero humanismo y cristianismo por parte de las comunidades religiosas.
9. Adecuada planificació n familiar.
10. Autoridades con criterio progresista.

7.7 EL LA TIFUNDIO Y EL MINIFUNDIO

El latifundio y el minifundio son las formas características de propiedad en nuestro país y son el producto
del procese de injusto y desigualdad reparto de la riqueza en el Ecuador a través de su historia.
El latifundio es una basta extensió n de tierras en la que laboran en condiciones de explotació n para el
latifundista, muchos campesinos que reciben muy bajos salarios.
El minifundio es lo contrario o sea la pequeñ a propiedad agraria, la misma que es insuficiente para
sostener en condiciones adecuadas de vida a las familias campesinas que ahí laboran.
Los latifundistas por lo general no cultivan la totalidad de la tierra en cambio en los minifundios lo hacen
de manera total e intensiva lo cual causa perjuicios econó micos pues en el primer caso la producció n no
es lo que debería ser y en el segundo la producció n es insuficiente por lo que una reforma agraria es
indispensable.

7.8. LA REFORAMA AGRARIA

Los campesinos ecuatorianos no han recibido hasta ahora la reivindicació n y justicia social que los seres
humanos se merecen.
68
La conquista españ ola margino al campesino haciéndolos personas de obligaciones, pero carentes de
derechos. El presidente Rocafuerte alivió en algo los gravá menes que pesaban, sobre los campesinos de la
Costa, mientras que Eloy Alfaro lo hizo con los de la Sierra. Por otro lado el Dr. Velasco Ibarra abolió el
trabajo precario. Recién en 1963 se promulgó la primera Ley de Reforma Agraria bajo el gobierno de la
Junta Militar que la prescindía el Contralmirante Ramó n Castro Gijó n creá ndose el IERAC (Instituto
Ecuatoriano de Reforma Argentina y Colonizació n). Esta ley agraria fue insuficiente y lo que hizo fue
incrementar notablemente el minifundio haciendo de los trá mites de expropiació n, diligencias largas
difíciles y engorrosas.
Después, en 1972, bajo el gobierno del General Guillermo Rodríguez Lara se expidió una nueva Ley de
Reforma Agraria en la que se establecían rá pidas formas de expropiació n tendientes a mejorar la
situació n de los campesinos con la posibilidad de formar un grupo de pequeñ os propietarios de clase
media, pero todo quedó en el papel con el derrocamiento de esa dictadura.
Durante el gobierno del Arq. Sixto Durá n Ballén y dentro de las reformas administrativas de reducció n
del tamañ o de las instituciones, el IERAC pasó a constituir una nueva institució n denominada INDA
( Instituto Nacional de Desarrollo Agrario), con similares objetivos que el anterior cuyos resultados aú n
no han sido posible conocerlo.
De lo expuesto, deducimos que a pesar de todo lo dicho la situació n de campesinado ecuatoriano es
actualmente muy difícil pues las condiciones de miseria explotació n y analfabetismo siguen casi
inalterable, esperando aú n una justicia social mas acorde con nuestro siglo.

7.9. EL EXODO DEL CAMPESINO A LA CIUDAD

Las duras condiciones de vida en el campo ocasionan la deserció n hacia la ciudad, donde los campesinos
han esperado encontrar solució n a sus problemas econó micos sin que esto sea posible siempre,
aumentá ndose la miseria urbana.
Causas:
A. Bajos salarios.
b. Insalubridad.
c. Subalimentació n.
d. Falta de vivienda.
e. Falta de trabajo.
f. Desatenció n médica.
g. Bandolerismo.
h. Autoridades vá nales.
i. Necesidad de educació n.

7.9.1. COSECUENCIAS

Al llegar numerosos campesinos a las ciudades, éstas no se abastecen ni está n preparadas para recibirlos
por lo que las consecuencias son las siguientes.
69
a. Crecimiento de suburbios como cinturones de miseria, con los consiguientes problemas de
insalubridad e higiene.
b. Nuevos problemas de vivienda urbana.
c. Nuevos(as) desempleados(as).
d. Proliferació n de la delincuencia, prostitució n y mendicidad.
e. Falta de escuelas y colegios.

7.9.2. POSIBLES SOLUCIONES

Mejorar integralmente la situació n de nuestros campos a fin de incentivar la vida campesina, tal como se
dijo anteriormente con una verdadera reforma agraria, para que los campesinos pueden poseer la tierra
que trabajan. Ellos deben ganar mejor sueldo tener vivienda adecuada, atenció n médica, oportunidades
de educació n, precios justos por sus productos, crédito agrario y justicia por palie de patrones y
autoridades civiles y religiosas; ademá s, de una adecuada protecció n policial.

7.10. INCORPORACICON DEL INDIGENA A LA VIDA NACIONAL

Los conquistadores españ oles sometieron al indígena de nuestra serranía, allá por el siglo XVI y desde
entonces es un sujeto explotado y marginado. Su població n es aproximadamente la tercera parte del total
de habitantes y no es posible que en pleno siglo XX se mantenga a tan sector de ecuatorianos en
condiciones infrahumanas de vida.
La incorporació n de este grupo humano a la vida nacional, integraría a una valiosa fuerza de la
producció n que, mejor capacitada, significaría aportes de desarrollo para nuestra patria, ya que una cosa
es que nuestro país tenga dos millones de indígenas analfabetos, sin tierra explotados, emigrando a las
ciudades creando problema. etc., y otra cosa es que esos dos millones sean personas preparadas técnica,
profesionalmente haciendo producir tierras propias orgullosos de su trabajo sin sufrir explotació n y
fortaleciendo con su presencia permanente la vida campesina. El desarrollo futuro del Ecuador es
imposible sin la incorporació n del indígena a la vida nacional.

7.11. LAS COMUNAS CAMPESINAS

En esta denominació n entran aquellos grupos de personas que comprenden pequeñ os poblados o
caseríos inferiores a las parroquias. Deben tener por lo menos 50 habitantes, que unidos en Asamblea,
preside el Teniente Político má s cercano elige un cabildo y les rige su propio estatuto. Dicho cabildo es
dirigido por un Presidente y cuando miembros que son: un Vicepresidente, un Tesorero, un Símbolo y un
Secretario.
Las comunas son aprobadas en el Ministerio de Bienestar Social que supervisa anualmente su buena
marcha reglamente el merjor aprovechamiento de sus bienes ala vez que permite que sean
eventualmente hipotecados en beneficio del trabajo agrícola. Se supone ademá s la existencia de por lo
menos una escuela en cada una.

70
7.12. EL COOPERATIVISMO

Es un movimiento socioeconó mico basado en la asociació n voluntaria de productos o consumidores para


vender o comprar en comú n, sin intermediarios. Las cooperativas se forman para realizar un trabajo
ordenado por grupos de personas con similares metas a fin de aprovechar mejor la producció n a la que se
dedican. Estas son de diversa índole entre las que podemos mencionar: agrícolas, lecheras, algodoneras,
bananeras, arroceras. etc.

LECTURA
NUESTRA FORMACIÓ N SOCIAL

La informació n social es el resultado del proceso de cambio que viven las diferencias sociedades en
continua transformació n socioló gica, en lo econó mico, político o social. Comentaremos el proceso
econó mico de nuestra formació n social. Originariamente este país era recorrido por grupos nó madas que
vivían de la caza, pesca y recolecció n de frutas. Posteriormente se conformaron diversas tribus y naciones
aborígenes hasta integrar una Confederació n de tribus que el Padre Juan de Velasco ha llamado Reino de
Quito.
Má s tarde se produce la conquista españ ola que introdujo el, sistema feudal en la regió n andina y
actividades comerciales en la costa principalmente en el Puerto de Guayaquil. Después de la
Independencia, el Ecuador tuvo el comercio su principal actitud econó mica, habiendo sido en distintas
épocas el primer productor mundial de cacao y banano.
A partir de loa añ os 60 se hicieron intentos con limitado éxito, de desarrollar un pequeñ o despliegue
industrial hasta que en el añ o 1972 se empieza a explotar el petró leo que se ha convertido en el primer
producto de nuestra economía nacional.
Por lo expuesto nuestra formació n social es:
a. Principalmente minero (petró leo)
b. Complementariamente agrícola (bananero)
c. Es una organizació n capitalista mercantil y escasamente industrial
De esta existencia material surgen sus características políticas, jurídicas, morales e ideoló gicas en
general. Su proceso histó rico ha generado su realidad actual caracterizada por el reparto de la riqueza en
manos de unos pocos y mientras la gran mayoría crece de lo fundamental para le vida tanto en el campo
como en la ciudad.
País subdesarrollado, economía monoproductora, dependencia econó mica de Estados Unidos, ricas elites
latifundistas, mercantilistas, industriales, bancarias; nuevos ricos procedentes del poder pú blico; escasa
clase media e inmenso proletariado campesino y urbano; así como una muchedumbre de desempleados
caracterizan a la actual formació n social ecuatoriana.

UNIDAD 8

APLICACION DE METODOS

71
Para el estudio de la sociedad humana la Sociología utiliza sus propios métodos técnicos.
La Sociología es una ciencia que como ya sabemos se dedica el estudio de la sociedad humana y al igual
que las demá s ciencias tiene sus propios métodos, y técnicas que son aplicadas en este campo.

8.1. LA OBSEVACION

Observar significa examinar algo atentamente, a fin de determinar su naturaleza y leyes de


transformació n y movimiento. Esta técnica se realiza a través del contacto directo del individuo frente al
problema social y después mediante la investigació n para llevar al verdadero motivo del tema que se
estudia.
Pasos que sigue la observació n:
a. Determinar el objetivo, situació n o caso, que se vaya a observar.
b. Determinar los objetivos de la observació n.
c. Determinar la forma có mo se van a registrar los datos.
d. Ser cuidadoso y crítico en la observació n.
e. Registrar los datos observados.
f. Anal izar e interpretar los datos.
g. Elaborar conclusiones.
h. Elaborar el informe de la observació n.

8.1.1. PRECAUCIONES EN LA OBSERVACION

Ezequiel Ander Egg dice: Se puede morir todo y no observar nada por eso es necesario que:
a. Quienes van a observar deben someterse a un breve período de entretenimiento, para evitar la
subjetividad dentro del procese.
b. Quien observa debe conocer que las personas al saber o darse cuenta que está n siendo observadas
modifican su comportamiento.
8.1.2. ELEMENTOS AUXILIARES EN LA OBSERVACION
- Ficha.
- Grabaciones.
- Fotografías.
- Lista de chequeo de datos, et~.
8.2 LA ENTREVISTA
Los hechos sociales son acontecimiento producidos por las acciones de los seres humanos en diversas
actividades de la vida en este caso se realiza la entrevista que es una técnica para obtener datos. Consiste
en un diá logo entre dos personas: entrevistador(a) y entrevistado(a); se realiza con el fin de obtener
72
informació n de parte de éste(a), que es, por lo general, una persona entendida en la materia de la
investigació n.

8.2. TIPOS DE ENTEVISTA


ENTREVISTA NO ESTRUCTURADA
Crece de cuestionario establecido previamente pero el tema está centrado; el punto de partida puede ser
una serie de preguntas que un(a) entrevistador(a) puede realizar segú n crea oportunidad.
La principal razó n para utilizar entrevistas no estructuradas es ala falta de conocimiento suficiente del
campo de estudio y también porque se cree que la estructuració n distorsiona el pensamiento y los actos
de un(a) entrevistado(a) que se ve condicionados por el esquema de referencia del entrevistador o
entrevistadora.
Algunos estudios aconsejan la utilizació n de la entrevista no estructurada, especialmente en aquellos
ambientes en el que la pregunta escueta y directa puede provocar no só lo una negativa a la misma no un
rechazo total a la entrevista; la hostilidad suele desaparecer cuando se emplean preguntas indirectas que
un(a) entrevistado(a) va respondiendo libremente y con la precisió n y profundidad que quiere, sin
sentirse en modo alguno acosado(a).

ENTREVISTA ESTRUCTURADA
Las entrevistas estructuradas contienen un conjunto de preguntas, cuya redacció n, cantidad y orden
está n establecidos con anterioridad al momento de efectuarse. Las respuestas se anotan textualmente,
segú n una determinada modificació n. Las preguntan está n codificadas cuando es un(a) mismo(a)
individuo(a) el que escoge una entre la posibles respuestas que se le muestran. Por ejemplo:
¿Está usted satisfecho(a) con la programació n de la radio XX'? Las posibles respuestas codificadas pueden
ser:
- Muy satisfecho(a).
- Satisfecho(a).
- No muy satisfecho(a).
- Nada satisfecho(a).
No existe un límite exacto de tiempo para una entrevista pero un período que supere la hora de duració n
suele agotar a las personas.
Por otra parte, la extensió n varía segú n los(as) entrevistadores(as), uno(a) puede ser má s diligente que
otro(a); como término medio al preparar una entrevista se suele prever una duració n de media hora.
El exceso de duració n frecuentemente produce resultados negativos; respuestas poco reflexionadas y
apresuradas aumento de las preguntas sin responder.

8.3 LA ENCUESTA

Es una técnica destinada a obtener datos de varias personas cuyas opiniones impersonales interesan
aun(a) investigador(a). Para ello a diferencia de la entrevista se utiliza un listado de preguntas escritas

73
que se entregan a los(as) investigados(as), a fin de que las contesten igualmente por escrito. Ese listado
se denomina: cuestionario.
Es impersonal por que el cuestionario no lleva el nombre ni otra identificació n de la persona que lo
responde ya que no interesan esos datos.
Se puede aplicar a sectores muy amplios, de manera má s econó mica que mediante entrevistas.
La encuesta proporciona el debido conocimiento de los hechos sociales buscando actualizarlos
permanentemente de esta manera se llega a comprender mejor a los distintos grupos de la sociedad.

8.3.1. RIESGOS DE LA APLICACION DE UNA ENCUESTA

a. Falta de sinceridad en las respuestas debido principalmente al deseo de causar buena impresió n.
b. La tendencia a decir sí a todo.
c. La sospecha de que la informació n pueda revertirse.
d. La falta de comprensió n de algunas preguntas o de algunas palabras.
e. La influencia de la simpatía o antipatía a la persona que investiga o el asunto que se averigua.

8.3.2. CONDICIONES PARA TENER EN CUENTA EN A APLICACION DE LA ENCUESTA

Al prepararla:
a. Definir con precisió n el asunto que se va a investigar y los objetivos de la encuesta.
b. Elaborar las preguntas alternativas.
c. Elaborar en forma clara y precisa las instrucciones para que el encuestado sepa có mo llenarla.
d. Probar con anticipació n el cuestionario para establecer su validez y confiabilidad.
e. No excederse en el nú mero de preguntas.

Al redactar el cuestionario:
a. Utilizar un Lenguaje Claro y Sencillo.
b. Ir de la fá cil a lo difícil, de lo simple a lo complejo en las preguntas.
c. Evitar las contradicciones.
d. Dejar suficiente espacio para las respuestas.

8.3.3. TIPOS DE PREGUNTAS QUE PUEDAN PLANTEARSE EN UNA ENCUESTA


Las preguntas de un cuestionario pueden ser de varios tipos, se las seccionará de acuerdo con la
naturaleza de la investigació n y considerando el nivel de educació n de las personas que van a
responderl0. Así, las preguntas pueden ser:
a. De acuerdo con su forma:
74
- Preguntas abiertas.
- Preguntas serradas.
- Preguntas de elecció n mú ltiple.
- Preguntas de abanico.
- Preguntas de estimulació n.
b. De acuerdo con el fondo:
- Preguntas de hacha.
- Preguntas de acció n.
- Preguntas de intenció n.
- Pregunta de opinió n.
- Pregunta de test.

LECTURA
LOS INGENIEROS DE LA MAQINO SOCIAL
¿Qué es, justamente, lo que hacen los soció logos?
Hablan y escriben, y, si todo va bien.... reflexionan. Hasta aquí se parecen a todos los intelectuales. Pero en
la medida en que su campo de observació n es la sociedad contemporá neo, hay que distinguirnos de otros
especialistas. Lo que les diferencia, en efecto del historiador, pendiente del mundo de ayer es que
pertenecen a la sociedad particular que estudian.
¿Médicos, pues, de la sociedad?
Má s bien cabría compararlos con el ingeniero. Como este ú ltimo, los soció logos pueden tener como tarea
inventar, hacer funcionar y eventualmente mejorarla má quina "sociedad". Como el ingeniero, los
soció logos, pueden ser llamados para reparar revisar o renovar.
¿Qué aná lisis, qué remedios?
Ciertamente, sería ingenuo comparar la sociedad con una má quina ciega cuyos juegos de ruedas bastaría
con ajustar de vez en cuando. Está es, precisamente, una de las dificultades con que tropiezan los,
soció logos: la realidad de la sociedad es de una riqueza tal, que es peligroso aplicarle esquemas
excesivamente simplistas. Sin embargo, con frecuencia es a este papel de "reparador" social a que se
dedica el soció logo.
El dueñ o de una fá brica o el jefe de una administració n, por ejemplo, pueden pedir a un soció logo que
descubra por qué razones una organizació n social (la empresa, los habitantes de un barrio o de una
ciudad. los afiliados a una gran organizació n, etc.) rechina como una má quina o incluso se bloquea. Su
tarea consiste entonces; en analizar el mecanismo en cuestió n y las relaciones humanas que se dan en
dicha organizació n y eventualmente en proponer luego remedios.
Las fuentes de rupturas
Las guerras, los conflictos sociales y, sobre todo, los inventos técnicos hacen evolucionar a las sociedades.
É stas constituyen sistemas que viven se desarrollan y se degradan. También los políticos o los
administradores tratan cada vez má s de planificar el futuro de la organizació n social existente, a fin de
renovarla y adaptarla a su tiempo.

75
Fue así como la Segunda Guerra Mundial al provocar un rá pido desarrollo de la electró nica y de las
técnicas nucleares, abrió el camino a partir de 1945, a una nueva revolució n industrial: la de la
automatizació n y la energía termonuclear, que revoluciona profundamente los métodos de producció n y
las condiciones de vida. Así mismo, la revolució n China, en 1949 comenzó a hacer de este pueblo de
campesinos una poderosa nació n industrial y esta evolució n es fuente de conflictos entre la antigua y
nueva sociedad. Este movimiento ganó a una gran parte del Tercer Mundo, actuando de modo má s o nos
violento.
Poner al día
En su papel de "reparador" el soció logo debe idear arreglos, mejoras, correcciones que le parezcan
necesarias, sin alterar en nada lo esencial del sistema en vigor.
Esta especie de puesta al día afectará por lo general el los medios (de transporte, de producció n, de
educació n, etc.) y no a los fines, salvo en caso muy ratos, en que la presió n social es tal que hay que
proceder a una refundició n má s importante del sistema social. A este respecto cabe citar las grandes
huelgas del Frente Popular en Francia (1936) , que acarrearon la introducció n de las primeras vacaciones
pagadas y considerable reducció n del tiempo de trabajo. Pero, en tales movimientos sociales, la presió n
popular suele acompasar el paso a los consejos del soció logo
O poner en tela de juicio
La puesta del día exigida al soció logo puede conducir, al menos intencionalmente, hasta la revolució n.
Poner entela de juicio los fines mismos de la organizació n social y la forma que había revestido hasta
entonces puede ser también el propó sito, de algunos soció logos. Alejá ndose con frecuencia del trabajo
inmediatamente prá ctico de los soció logos reparados, estos intelectuales proponen otras formas de
organizació n de la sociedad. O, por lo menos, desarrollan teorías críticas que revelan lo que, en su
opinió n parece fundamentalmente falso en nuestras sociedades actuales.
¿Un peligro para la sociedad?
Algunos utopistas del sigo pasado, como Claude Henri de Saint Simó n o Charles Fourier (1772- 1837),
autores de proyectos de sociedades regidas por relaciones sociales nuevas fueron, en este sentido, los
precursores de toda la generació n actual de sociología, críticos (marcase, Adorno, etc.).
La Sociología, por sus encuestas sobre la realidad social, sus aná lisis y sus proposiciones puede contribuir
a mejorar la organizació n social en todos los niveles. Incita a la sociedad a cambiar, como una fuerza
explosiva, por las sociedades bloqueadas y hostiles a todo cambio por mínimo que éste sea.
Tomada de Enciclopedia Salvad del estudiante, tomo 8, pp. 105- 107.

EL CAMBIO SOCIAL

El cambio social se refiere a las modificaciones radicales de los patrones de comportamientos, la cultura y
la estructura de una sociedad, en el tiempo. Esta es una definició n amplia; ero no todos, los cambios son
sociales. Por ejemplo: la socializació n que experimentamos en la infancia afecta profundamente nuestra
vida personal; pero generalmente no le atañ e a la organizació n fundamental de la familia o de la socie8ad
principal, y por lo tanto no es un cambio citaremos má s bien la creació n de centros comunales para el
cuidado de menores de edad en los Kibutz de Israel en donde son' alojados, alimentados y adoctrinados,
constituyendo un cambio importante que. los socializa en una forma que difiere de la tradicional, dentro
de la familia.
CONCEPTO
76
El cambio social ocurre en todos los aspectos del orden social, se agrega a nuestros patrones diarios de
interacció n. Consideremos un caso, la forma como la organizació n del trabajo ha transformado la
estructura ocupacional. Algunos observadores consideran que estamos actualmente en otra fase de la
historia humana: la reestructuració n de la sociedad industrial a la sociedad de la informá tica.
Tal como el motor: a vapor transformó la sociedad agrícola, se considera que el computador lo hizo en la
sociedad actual. Un resultado de este cambio es la disminució n de empleos en la manufactura, por la
automatizació n y el incremento en el sector de servicios, así como en el manejo de la informació n.

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